¡Querido amigo!
El Equipo de Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista
(PJVR) desde el curso pasado, ha iniciado un nuevo
itinerario, un nuevo proyecto que lleva por título
#TúCuentas. Con él queremos expresar que la Mi-
sión es cosa de todos: jóvenes y mayores, redentoris-
tas y laicos.
#TúCuentas, también quiere hablarnos de la
‘operatividad’ de la fe, por ello en cada año em-
plearemos un signo matemático que nos remitirá al
tema central que vamos a trabajar durante ese curso.
Despreocupados por los números y las masas, nos
atrevemos a operar, a contar juntos, a sumar, restar,
multiplicar y dividir. Por supuesto que cada persona
cuenta para Dios; también nosotros tenemos mucho
que contarte en estos próximos años, y tenemos mu-
cho que escucharte, porque tú tienes mucho que con-
tarnos.
El curso pasado, como punto
de inicio, partimos de la es-
cucha de la Palabra de
Dios, y abrimos nuestros oí-
dos a su mensaje misericor-
dioso. Pudimos fortalecer-
nos en la Fe bajo el título
“+ q oír”.
1
En el presente curso 2016-2017, estamos invitados a
pararnos en la Palabra que Jesús dirige al joven rico:
¡Vende lo que tienes y sígueme! (Mt 19, 21). “X ti” se-
rá un año marcadamente vocacional, donde se ayu-
dará a los jóvenes a descubrir que es lo que Dios
sueña de ellos, y a aquellos que se sientan llamados
a la vida religiosa o sacerdotal, o a la vida misione-
ra proponerles la vocación redentorista como una op-
ción de vida.
El signo X nos habla de la abundancia de sentido de
vida y de felicidad que el descubrir la propia voca-
ción produce en el ser humano. La opción “X Ti”, en
este caso por Cristo, siempre multiplica, nunca divide:
“Todo el que por mí deje casas, hermanos o herma-
nas, padre o madre, hijos o campos, recibirá cien ve-
ces más y heredará la vida eterna” (Mt 19, 29).
El color rojo de este año nos habla del inmenso amor
de Dios que nos ha convocado a la vida y del amor
de Jesús por cada uno entregando su vida “X ti”.
La comunidad será el tema elegido para continuar
el próximo año: (entre todos) “÷ todos”, nos habla
de corresponsabilidad y compromiso. Éste último se
materializará en 2019 donde la acción social, carita-
tiva y solidaria, y el ser misionero tomarán forma con
“- mal”, para el mundo y el ser humano.
2
“Hola, q tal?”, o incluso de manera más abreviada, ha
quedado reducido nuestro primer saludo y nuestro in-
terés por el otro cuando nos encontramos con alguien.
La respuesta suele ser acorde a la pregunta, y por lo
general no obtenemos más que un “ok”, o una carita
triste o sonriente.
Tras un “q tal?”, cabe suponer un mayor interés:
¿Cómo estás? ¿Cómo está tu salud? ¿Qué está pasan-
do en tu vida? ¿Qué estás haciendo últimamente?
¿Cómo están tus amigos y familia?... en definitiva:
¿Qué te cuentas?
¡Querido amigo!, ésta es la pregunta que te dejamos
sobre la mesa en este nuevo Cuaderno de Oración.
Como cada año, la PJVR te ofrece este Cuaderno pa-
ra Semana Santa y la Pascua. Es un material sencillo,
que quiere servir de ayuda pa-
ra tu oración personal o comuni-
taria.
Quiere ayudarte a meditar, re-
flexionar y orar con la Palabra
de Dios cada día. Quiere ayu-
darte a pararte y a hacerte
preguntas, así como a encontrar
algo de luz en las respuestas.
3
El Cuaderno de este año, quiere ser una oportunidad
para contar Historia, para contar historias, para con-
tar tu historia. Recuperando el valor de la narración y
el relato, como en la Biblia encontramos, podremos
conocer como Dios sigue saliendo al encuentro de los
hombres y mujeres de hoy. Lo haremos por medio de
los testimonios que nos contarán más de 60 personas,
y por medio de los textos, lecturas, cuentos, fábulas, o
leyendas que ellos nos ofrecerán y que les hicieron
descubrir algo importante para sus vidas.
También los Misioneros Redentoristas, os introducire-
mos en cada semana contándoos en clave vocacional
cual ha sido nuestra historia de encuentro. Lo haremos
iluminados por 12 palabras clave sobre el carisma
redentorista, lugar común donde todas nuestras histo-
rias personales se han encontrado y se han unido a la
historia de nuestro Redentor.
Te deseamos un feliz tiempo de oración.
Te deseamos que la historia del Resucitado, también
cuente para ti.
Te deseamos que también tú, puedas contarnos tu his-
toria.
Te deseamos una ¡Feliz Pascua de Resurrección!
4
Carisma
La palabra “carisma” expresa una reali-dad: el modo de ser concreto que Dios sus-cita en una persona o una comunidad. En este sentido, al hablar de “carisma redento-rista”, nos referimos a la tarea, el estilo y el modo de ser específico de los redentoristas en el mundo. Pero, ¿cuál es el carisma re-
dentorista?
Fundados por san Alfonso María de Ligorio en 1732, el carisma redentorista se constru-ye sobre la misión. Somos misioneros que, viviendo en comunidad, estamos llamados a anunciar el Evangelio a todas las personas, privilegiando entre los destinatarios a los más abandonados y, de entre ellos, a los
pobres.
5
Este anuncio misionero lo realizamos a través
de medios muy diversos: la misión popular, la
misión en contexto de marginación y pobre-
za, el estudio de la moral, el arte…etc. Y lo
hacemos con un estilo propio: con lenguaje
sencillo y cercano, con audacia y creatividad,
en itinerancia hasta donde haga falta llegar
y al lado de las dificultades y esperanzas de
la gente.
Actualmente, nuestro carisma está presente
en más de 75 naciones. En España animamos
18 comunidades de modo permanente y
ayudamos a la revitalización de otras mu-
chas a través del equipo misionero itinerante.
Damián Mª Montes, CSsR
6
Sem
ana S
anta
9
“Rabí, ¿dónde vives? Les
dijo: -Venid y lo veréis.
Fueron, pues, vieron dónde
vivía y se quedaron con él
aquel día.”
Siguiendo a Jesús
He elegido este hermoso pasaje del Evangelio
de Juan (Jn 1, 35-41), para hablaros del segui-
miento a Jesús. Con él me he sentido siempre
muy identificado desde mi juventud. Como los
discípulos de Juan, yo también andaba en mi
mundo, con mis amigos, mis estudios, mis traba-
jos… mis búsquedas. Como los discípulos de
Juan, había oído hablar del Mesías. Me habían
hablado de Él mis catequistas, sacerdotes, pa-
dres y hermana… pero aún no lo había encon-
trado.
Fue durante un Camino de Santiago, junto a más
de un centenar de jóvenes de la PJVR, cuando
ese encuentro más íntimo con el Señor se produ-
jo. A su pregunta “¿Qué buscas?” creo que no
supe responder, pero sí acepté la invitación a
estar con él: “ven y lo verás”. Recuerdo el día y
la hora, como los discípulos de Juan. Era Jueves
Santo, como a las siete de la tarde, cuando me
quedé a solas con el Señor en la Eucaristía. Fue
Sem
ana S
anta
en un precioso hórreo gallego donde se había
colocado el Monumento, y allí su presencia me
llenó por completo, y quise acompañarlo en su
hora.
Pasaron apenas cinco días cuando tomé la deci-
sión de seguir a Jesús como Misionero Redentoris-
ta. Sabía que sería un seguimiento junto a los más
pobres y abandonado, desde la cercanía y la
sencillez, desde la alegría y la Misión.
Hoy casi 14 años después, cuando leo en la cons-
titución 20, “Los redentoristas siguen gozosamen-
te a Cristo Salvador, participan de su misterio y
lo anuncian con la sencillez evangélica de su vida
y de su palabra”, sigo dando gracias a Dios por
haberme encontrado con el Redentor, a quien “he
elegido como centro de mi vida” (Cf. Const 23).
Miguel Castro, CSsR
10
Domingo
9 de abril Cuéntame cómo pasó...
Sem
ana S
anta
Esta semana Cristo pasa. Es la semana de
Pasión. Jesús pasa delante de ti, pasa a
pie, o pasa montado en burro o quién sa-
be si montado en una Harley. Pero no va
de “largo”. Jesús despojado de su rango,
siendo todo un Dios, pasó como uno de
tantos, actuando como un hombre cual-
quiera. En este día busca a Dios a tu alre-
dedor, búscalo en el trabajador y en el
maestro, búscalo que el amigo que viene
de viaje, y en el familiar que está siempre
contigo, búscalo en aquel que encuentras
en una fila esperando, y en aquel que pa-
sa a tu lado. Jesús pasó actuando, pa-
só para quedarse hasta entre-
garte su propia vida. ¿Te
atreves a inclinarte ante
esa presencia de Dios
en tu día a día?
Ten en cuenta que...
Domingo de Ramos
11
Domingo
9 de abril
Sem
ana S
anta
Dios nos cuenta
Cristo, a pesar de su condición divina, no
hizo alarde de su categoría de Dios; al
contrario, se despojó de su rango y tomó
la condición de esclavo, pasando por uno
de tantos. Y así, actuando como un
hombre cualquiera, se rebajó hasta so-
meterse incluso a la muerte, y una
muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó
sobre todo y le concedió el «Nombre-
sobre-todo-nombre»; de modo que al
nombre de Jesús toda rodilla se doble en
el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda
lengua proclame: Jesucristo es Se-
ñor, para gloria de Dios
Padre.
[Flp 2, 6-11]
Domingo de Ramos
12
Cuéntame cómo pasó...
Domingo
9 de abril
Sem
ana S
anta
Conocía cada uno de los detalles de mi vida, ca-da defecto de mi carácter, cada rezo que había
pronunciado y todos y cada uno de los deseos de mi corazón. Cuando parecía que por fin había
acabado de contar la historia de mi vida con de-talles que incluso yo había olvidado, noté el ca-lor de las lágrimas que brotaban de mis ojos. Ya
no me sentía tan dura.
¿Quién eres? -volví a preguntar en un susurro lleno de desconcierto. Al principio no dijo nada. De los bolsillos de sus vaqueros emergieron unas manos graciosas que enjugaron las lágrimas de mi cara con enorme ternura. -Soy el «Dios» del
que has estado huyendo durante todos estos años -empleó el pulgar para enjugar una lágrima más grande de lo normal que intentaba escurrirse ca-ra abajo-. Hay gente a la que todo lo relaciona-do con «Dios» le desalienta sobremanera -sonrió-, y prefieren utilizar palabras como «Poder Su-premo» o «Fuerza Universal». Elige la que más te guste. Incluso puedes inventarte un nombre si
quieres. Lo que te vaya mejor.
Joan Brady, “Dios vuelve en una Harley"
¿Qué me cuentas?
Domingo de Ramos
13
Cuéntame cómo pasó...
Domingo
9 de abril
Sem
ana S
anta
Yo soy de los que piensan que
Dios está en las personas y que
el día menos esperado se cruza-
rá en tu camino, te mirará fija-
mente a los ojos, te hablará sin
tapujos y nuestra vida cambiará
de rumbo. Este libro me ha he-
cho reflexionar durante muchos
años de mi vida todo eso.
Hay personas con las que me cierro en banda y
otras con las que me abro en canal. Y esas per-
sonas son una simple conversación me calan y
me describen perfectamente. Y quizá eso sea,
aparte de que me trasmitan confianza, que de-
trás de esa persona esté él, Dios, guiándome,
ayudándome a crecer como persona y dándome
consejos para dirigir mi barco a un buen puerto.
Señor, que nos dejemos guiar por aquellas per-
sonas que miran por nuestro bien, por nuestra
felicidad, porque en ellas estás Tú dándonos se-
ñales para enfocar la vida. Te lo pedimos Señor.
Mario,
Director del Coro de Jóvenes
¡Te cuento más!
Domingo de Ramos
14
Cuéntame cómo pasó...
Lunes
10 de abril
Sem
ana S
anta
Todos somos seres necesitados de los de-
más. Esto lo percibimos muy bien en los
extremos de la vida. Lo vemos en los pri-
meros años de vida de un niño, y en los
últimos de un anciano. Y aunque no lo sin-
tamos, también estamos necesitados de los
demás durante el resto de la vida. El ser
humano necesita estar con otros, comuni-
carse, dialogar, compartir vida, contar su
historia… necesita de los amigos. El mismo
Jesús antes de celebrar la fiesta de la
Pascua judía, pasó unos días en casa de
sus amigos en Betania, y allí les contó sus
preocupaciones y su deseo de que
todos se salven y lleguen a co-
nocer al Padre. Allí Jesús
se sintió apoyado y es-
cuchado, allí se dejó con-
solar y se dejó ungir con
perfume. ¿Dónde está tu Be-
tania, la casa de tus amigos?
Ten en cuenta que... Lunes Santo
15
¡Cuento contigo, amigo!
Lunes
10 de abril
Sem
ana S
anta
Dios nos cuenta
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Beta-
nia, donde vivía Lázaro, a quien había resucita-
do de entre los muertos. Allí le ofrecieron una
cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que
estaban con él a la mesa. María tomó una libra
de perfume de nardo, auténtico y costoso, le
ungió los pies a Jesús y se los enjugó con su ca-
bellera. Y la casa se llenó de la fragancia del
perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos y
el que lo iba a entregar, dice: “Por qué no se ha
vendido este perfume por trescientos denarios
para dárselo a los pobres?”. Esto lo dijo, no por-
que le importasen los pobres, sino porque era un
ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo
que iban echando. Jesús le dijo: “Déjala;
lo tenía guardado para el
día de mi sepultura; por-
que a los pobres los tendréis
siempre con vosotros, pero a
mí no siempre me tenéis”.
[Jn 12, 1-11]
Lunes Santo
16
¡Cuento contigo, amigo!
Lunes
10 de abril
Sem
ana S
anta
“La dicha suprema de la vida es la convic-
ción de que somos amados, amados por no-
sotros mismos;
mejor dicho,
amados a pesar de nosotros.”
Víctor Hugo, “Los Miserables”
¿Qué me cuentas?
Lunes Santo
17
¡Cuento contigo, amigo!
Lunes
10 de abril
Sem
ana S
anta
Cuando leí esta estupenda novela era muy jovencita,
me acuerdo que me impactó las continuas referencias
a Dios, a la justicia, a la misericordia. Cuando la lees
por primera vez te trastorna un poco. Hace poco he
vuelto a releer este libro, y me preguntaba por qué
había tardado “tanto” en volver a leer algo tan bien
escrito y tan edificante.
Visto ya en una edad más adulta y con una fe un poco
más asentada, me quedo con esta cita que resume lo
que siento respecto a Dios, para mí es la base de mi
fe, sentirme profundamente amada por Dios a pesar
de nuestras carencias, caídas o faltas de compromiso
con el prójimo. El amor de Dios es como el de un pa-
dre y madre, incondicional. ¡Qué dicha es sentirlo así!
Aunque dicen los biógra-
fos de Victor Hugo que
era ateo, no cesa de ha-
blar de Dios, de la bon-
dad y de la justicia en
este libro. ¿Sería un ateo
profundamente creyente?
Justy,
Animadora de Asamblea Familiar Cristiana
¡Te cuento más!
Lunes Santo
18
¡Cuento contigo, amigo!
Martes
11 de abril
Sem
ana S
anta
Nuestras relaciones con los demás se basan
principalmente en la confianza que vamos
generando a lo largo de la vida. Pero para
llegar a dar la vida por otro, por el amigo,
no basta con la confianza, hay que estar dis-
puesto a aceptar al otro tal cual es, y no solo
quedarnos con lo positivo y bonito de su his-
toria. El verdadero amigo no oculta nada de
sí, no teme que su fragilidad o sus dificulta-
des les haga perder las verdaderas amista-
des. Jesús no oculta que estar con él supone
seguir su camino, y que éste pasa por la
cruz. Quizás tú, como Pedro, solo quieras
quedarte con medio Jesús, con sus sermones
hermosos o con sus milagros. Quizás
también tú, piensas que puedes en-
tregar tu vida por otro sin po-
nerte totalmente en su lugar,
sin que te cueste ser menos
tú, y más Él.
Ten en cuenta que...
Martes Santo
19
Cuento a medias
Martes
11 de abril
Sem
ana S
anta
Dios nos cuenta
Cuando salió, dijo Jesús: - «Ahora es glorifi-
cado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado
en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios
lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorifica-
rá. Hijitos, me queda poco de estar con voso-
tros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos
os lo digo ahora a vosotros: "Donde yo voy,
vosotros no podéis ir"»
Simón Pedro le dijo: - «Señor, ¿a dónde
vas?». Jesús le respondió: - «Adonde yo voy
no me puedes seguir ahora, me seguirás más
tarde». Pedro replicó: - «Señor, ¿por qué no
puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».
Jesús le contestó: - «¿Con que darás tu vi-
da por mí? En verdad, en ver-
dad te digo: no cantará
el gallo antes de que me
hayas negado tres veces».
[Jn, 13, 33-38]
Martes Santo
20
Cuento a medias
Martes
11 de abril
Sem
ana S
anta
Un cargador de agua en la India tenía dos gran-des vasijas que colgaban a los extremos de un pa-lo que llevaba sobre los hombros. Una de las vasi-jas tenía una grieta, mientras la otra era perfecta y entregaba el agua completa al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa. Cuan-do llegaba, la vasija rota sólo contenía la mitad del agua. Después de dos años habló al aguador la vasija agrietada: "Estoy avergonzada de mi misma y me quiero disculpar contigo." “¿Por qué?” -preguntó el aguador. –“Porque debido a mis grietas, sólo obtienes la mitad del agua para el negocio”. El aguador con gran compasión le dijo: "Cuando regresemos a la casa del patrón quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo lar-go del camino”. Así lo hizo y el aguador dijo: “Siempre supe de tus grietas y quise obtener ven-taja de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi maestro. Sin ser exactamente cómo eres, él no hu-
biera tenido esa belleza sobre su mesa.
Fuente: Leonismo argentino
¿Qué me cuentas?
Martes Santo
21
Cuento a medias
Martes
11 de abril
Sem
ana S
anta
A veces en la vida no nos paramos a pensar que en la debilidad de la persona está su éxito. Vi-vimos en un mundo consumista y queremos cam-biar todo lo que está mal. Con este cuento pude descubrir que todos tenemos grietas y que para una cosa o para otra siempre servimos. Hay que darse cuenta de que todos, pero absolutamente todos tenemos defectos, pero también muchas virtudes. No debemos compararnos para lamen-tarnos, sino para mejorar lo que tenemos o lo que somos y sacarles partido a las adversida-des. Un buen nivel de autoestima nos ayuda a afrontar todas estas situaciones y no caer en los derrotismos. Es entonces cuando podemos decir que hemos aprendido de la vida y que estamos preparados para hacer frente a las adversida-
des.
Señor, te pedimos para que aprendamos a
aceptarnos unos a otros tal y como somos.
Yoli,
Voluntaria AS
¡Te cuento más!
Martes Santo
22
Cuento a medias
Miércoles
12 de abril Echar cuentas
Sem
ana S
anta
A lo largo del año hay varias fechas que es-
peramos con muchas ganas. Son fechas seña-
ladas, marcadas en nuestras historias, sin ne-
cesidad de ponernos alarmas en agendas o
calendarios. Días en los que nos juntamos con
los amigos y con los familiares, días en los
que hacemos fiesta, nos hacemos regalos, nos
ponemos al día de cómo nos va la vida, y
días en los que nos sinceramos. Puede ser el
día de tu cumpleaños, de tu santo, de un
aniversario, de la Navidad o las fiestas de tu
localidad. La Pascua judía era una de esas
fiestas que celebraba y esperaba año tras
año Jesús. En la última, como en algunas de
nuestras celebraciones, también estaba pa-
sando algo que nadie comprendía, la ten-
sión se palpaba, se acercaba el
momento de Jesús. No dejemos
que los egoísmos y las dife-
rencias y nos hagan
perdernos lo que está
pasando en nuestra pro-
pia fiesta.
Ten en cuenta que...
Miércoles Santo
23
Miércoles
12 de abril
Sem
ana S
anta
Dios nos cuenta
Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a
donde los sumos sacerdotes y les propuso: “¿Qué
estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?”.
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y
desde entonces andaba buscando ocasión propi-
cia para entregarlo. […] Mientras comían dijo:
“Os aseguro que uno de vosotros me va a entre-
gar”. Ellos, consternados, se pusieron a pregun-
tarle uno tras otro: “¿Soy yo acaso, Señor?”. Él
respondió: “El que ha mojado en la misma
fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del
hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay
del que va a entregar al Hijo del hombre, más le
valdría no haber nacido!”. Entonces
preguntó Judas: “¿Soy yo
acaso, Maestro?”. Él respon-
dió: “Tú lo has dicho”.
[Mt 26, 14-25]
Miércoles Santo
24
Echar cuentas
Miércoles
12 de abril
Sem
ana S
anta
“En teniendo con qué alimentarnos y con qué cubrirnos, estemos con eso contentos. Los que quieren enriquecerse caen en tentaciones, en
lazos y en muchas codicias locas y perniciosas que hunden a los hombres en la perdición y en la ruina, porque la raíz de todos los males es la avaricia, y por eso mismo me será muy difí-cil perdonarte, cariño, por mil años que viva, el que me quitases el capricho de un coche [ … ] Aunque me esté mal el decirlo, tú has tenido la suerte de dar con una mujer de su casa, una
mujer que de dos saca cuatro y te has dejado querer Mario, que así qué cómodo, que te
crees que con un broche de dos reales o un de-
tallito ya está cumplido…”
Miguel Delibes, “Cinco horas con Mario”
¿Qué me cuentas?
Miércoles Santo
25
Echar cuentas
Miércoles
12 de abril
Sem
ana S
anta
Descubrí este libro en una
de esas lecturas obligato-
rias del instituto y fue un
chute que me hizo pensar.
Me di cuenta de lo poco
que valoramos las cosas
que nos hacen sobrevivir cada día: “En te-
niendo con qué alimentarnos y con qué cu-
brirnos, estemos con eso contentos”. Y es ver-
dad, lloramos por lo que no tenemos sin sal-
tar de alegría por lo que si nos acompaña.
En este libro lleno de pobreza, falta de cari-
ño y machismo pensé en lo que dijo Jesús:
“Ponte al servicio de los demás”. Y sí, hay
que ponerse al servicio, ayudando a quienes
lo necesitan, dando igual la clase social, el
sexo o la raza.
Señor, te pido por los que van con los ojos ce-
rrados por la vida, para que despierten y
encuentren el valor de la felicidad. Te lo pi-
do, Señor.
Naza,
Monitora de Buscadores
¡Te cuento más!
Miércoles Santo
26
Echar cuentas
Jueves
13 de abril
Entender lo que cuenta
Sem
ana S
anta
Muchas veces hemos escuchado historias, dis-
cursos, consejos, lecciones, mensajes preciosos
que nos han dejado con la boca abierta. Al
rato no somos capaces de recordar el conte-
nido ni la idea principal de dichas palabras.
Recordamos al locutor, y que sus palabras
eran bellas y hermosas, pero nada más. Sa-
bemos que nos han contado algo, pero no lo
que verdaderamente cuenta. No ocurre nada
de esto con los verdaderos maestros, y hoy
Jesús, el Maestro nos dará una de sus últimas
clases magistrales. Sus palabras van acom-
pañadas de sus acciones. Partir el pan, pasar
el cáliz o ponerse a lavar los pies, son gestos
que hablan por sí solos. Partirse y repartirse,
sentarse juntos en el banquete, servir
desde abajo y entregarse a los de-
más, no necesitan explicarse
mucho más. Su ejemplo es lo
que cuenta.
¿Comprendemos lo que ha
hecho por nosotros?
Ten en cuenta que... Jueves Santo, día del Amor fraterno
27
Jueves
13 de abril
Sem
ana S
anta
Dios nos cuenta
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús
que había llegado la hora de pasar de este mun-
do al Padre, habiendo amado a los suyos que
estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Estaban cenando, … Jesús se levanta de la cena,
se quita el manto y, tomando una toalla, se la
ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a
lavarles los pies… Cuando acabó de lavarles los
pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les
dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con voso-
tros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Se-
ñor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el
Maestro y el Señor, os he lavado los pies, tam-
bién vosotros debéis lavaros los
pies unos a otros; os he dado
ejemplo para que lo que yo he
hecho con vosotros, vosotros
también lo hagáis.»
[Jn 13, 1-15]
Jueves Santo, día del Amor fraterno
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Entender lo que cuenta
Jueves
13 de abril
Sem
ana S
anta
"Recuerda que puedes ser todo lo que quieras lle-
gar a ser. Una vida si tiene un buen discurso y unos
buenos argumentos, pueden tocar a cientos de
otras. Y es que si uno no se comprende a si mismo,
¿cómo va a comprender a los demás?"
Albert Espinosa, “Brújulas que buscan sonrisas
perdidas”
¿Qué me cuentas?
Jueves Santo, día del Amor fraterno
29
Entender lo que cuenta
Jueves
13 de abril
Sem
ana S
anta
Leí este libro en un momento en el que necesi-
taba un cambio y este libro me hizo pensar en
ello.
Muchas veces nos ponemos a pensar lo que
queremos en un futuro pero nunca llegamos a
descubrirlo del todo, pedimos ayuda, consejos
e incluso intentamos que los demás nos entien-
dan sin hacerlo nosotros mismos.
Aunque haya días en los que necesitamos una
brújula para encontrar el norte en nuestro ca-
mino, Dios ya nos dijo que aún en medio de la
crisis, nos hará fructificar. A veces el camino
más sencillo no tiene que ser el erróneo, com-
plicamos lo fácil por miedo a arriesgar sin
pensar en lo que podemos ganar.
Señor, te pido por esas per-
sonas que necesitan un poco
de luz para seguir hacia de-
lante. Te lo pedimos, Señor.
Elena,
Monitora de Buscadores
¡Te cuento más!
Jueves Santo, día del Amor fraterno
30
Entender lo que cuenta
Viernes
14 de abril Del cuento al encuentro
Sem
ana S
anta
Día de pocas palabras. Día de contempla-
ción y profundización en el misterio de Dios.
Jesús, todo un Dios humillado y crucificado.
Jesús, todo un Dios padeciendo y compade-
ciéndose de nuestras debilidades. Jesús, el
Hijo de Dios, hombre como nosotros, no
abandona nunca su diálogo y el encuentro
con el Padre, ni en la hora de la muerte:
“Padre, si es posible, aparta de mí este cá-
liz”, “hágase tu voluntad”, “a tus manos enco-
miendo mi espíritu”. Hoy es día para dejar-
nos de cuentos, y aún en medio de las mayo-
res dificultades y pruebas de la vida, con-
templar la Cruz y abandonarnos en los bra-
zos del Padre misericordioso, que te
sostiene, te consuela, y te confor-
ta con la vida que el Hijo te
ha entregado.
Ten en cuenta que... Viernes Santo de la Pasión del Señor
31
Viernes
14 de abril
Sem
ana S
anta
Dios nos cuenta
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tene-
mos un sumo sacerdote grande, que ha atravesa-
do el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un
sumo sacerdote incapaz de compadecerse de
nuestras debilidades, sino que ha sido probado en
todo exactamente como nosotros, menos en el
pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y
con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que
podía salvarlo de la muerte, cuando en su angus-
tia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, apren-
dió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consu-
mación, se ha convertido para
todos los que le obedecen en
autor de salvación eterna.
[Hb 4,14-16;5,7-9 ]
Viernes Santo de la Pasión del Señor
32
Del cuento al encuentro
Viernes
14 de abril
Sem
ana S
anta
Señor,
Haz de mí un instrumento de tu paz:
Donde haya odio, que yo ponga el amor.
Donde haya ofensa, que yo ponga el perdón.
Donde haya discordia, que yo ponga la unión.
Donde haya error, que yo ponga la verdad.
Donde haya duda, que yo ponga la fe.
Donde haya desesperación, que yo ponga espe-
ranza.
Donde haya tinieblas, que yo ponga luz.
Donde haya tristeza, que yo ponga alegría.
Haz que no busque tanto:
el ser consolado como el consolar,
el ser comprendido como el comprender,
el ser amado como el amar.
Porque:
dando es como se recibe,
olvidándose de sí mismo
es como se encuentra a sí mismo,
perdonando es como se obtiene el perdón.
Muriendo es como se resucita para la vida eterna.
San Francisco de Asís
¿Qué me cuentas?
Viernes Santo de la Pasión del Señor
33
Del cuento al encuentro
Viernes
14 de abril
Sem
ana S
anta
34
Un boceto de cuaderno de oración cayó en mis
manos cuando me encontraba con la necesidad
de hallar una solución para un problema que
había surgido, y le pedí al Señor que me ayu-
dara para poder solucionarlo. Encontré este
cuaderno abierto por una página en la que es-
taba la Oración de San Francisco y que se con-
vertiría en un himno diario para mí. Normalmen-
te, cuando hay alguna duda, un conflicto, un
problema, el Señor me sigue regalando esta
oración que, desde que la leí por primera vez,
intento llevarla a cabo hasta donde mis limita-
ciones y pecados me dejan llegar.
Haz de nosotros Señor un Instrumento de tu paz.
Que no seamos los que alimentemos conflictos ni
diferencias; que muramos a nuestras ansias de
creernos únicos y poseedores de la verdad.
Te lo pedimos, Señor.
Rafa,
Padre de familia
y Visitador de enfermos
¡Te cuento más!
Viernes Santo de la Pasión del Señor
Del cuento al encuentro
Sábado
15 de abril Cuenta atrás
Sem
ana S
anta
¿Has tenido alguna vez uno de esos días ra-
ros, en los que te sientes raro, en los que pa-
rece que todos a tu alrededor están raros, en
los que cuando te preguntan qué te pasa,
parece que no pasa nada? En esos días, y en
esas situaciones, lo mejor es dejar pasar el
tiempo, lo mejor es saber esperar. Dicen que
el tiempo lo cura todo, y que con el tiempo
todo se olvida. Pero mientras iniciamos la
cuenta atrás, hemos de vivir esperando, no
de cualquier manera, sino esperando con es-
peranza. 3, 2, 1… puedes vivir esperando
como el que ve la vida pasar. 3, 2, 1… pue-
des vivir esperando que pase la Vida por ti,
dejándote llenar de esperanza resucitadora.
Deja que la Resurrección pase esta no-
che santa por ti, deja que el sepulcro
vacío se llene de Vida.
Ten en cuenta que... Sábado Santo de la Sepultura del Señor
35
Sábado
15 de abril
Sem
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anta
Dios nos cuenta
Después de esto, José de Arimatea, que era
discípulo clandestino de Jesús por miedo a
los judíos, pidió a Pilato que le dejara lle-
varse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autori-
zó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó
también Nicodemo, el que había ido a verlo
de noche, y trajo unas cien libras de una
mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo
de Jesús y lo vendaron todo, con los aro-
mas, según se acostumbra a enterrar entre
los judíos. Había un huerto en el sitio donde
lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro
nuevo donde nadie había sido en-
terrado todavía. Y como para
los judíos era el día de la Pre-
paración, y el sepulcro estaba
cerca, pusieron allí a Jesús.
[Jn 19, 38-42]
Sábado Santo de la Sepultura del Señor
36
Cuenta atrás
Sábado
15 de abril
Sem
ana S
anta
“¿Sabes cuál es un error en el que siempre in-
currimos? El de creer que la vida es inmutable,
que una vez metidos en unos raíles hemos de
recorrerlos hasta el final. En cambio, el destino
tiene mucha más fantasía que nosotros. Justa-
mente cuando crees encontrarte en una situa-
ción que no tiene escapatoria, cuando llegas al
ápice de la desesperación, con la velocidad de
una ráfaga de viento cambia todo, queda pa-
tas arriba, y de un momento a otro te encuen-
tras viviendo una nueva vida.”
Susanna Tamaro, “Donde el corazón te lleve”
¿Qué me cuentas?
Sábado Santo de la Sepultura del Señor
37
Cuenta atrás
Sábado
15 de abril
Sem
ana S
anta
Quería compartir con vosotros este
pequeño fragmento de un libro lleno
de grandes lecciones, del que apren-
dí que nunca he de olvidar que la
vida es una montaña rusa, llena de
subidas y bajadas que a veces qui-
zás duran demasiado, que parecen
no remontar nunca… Malas decisio-
nes, que aún hoy día arrastramos y
nos van pesando cada día más.
Pero me dije: ¿Y si fuera hoy el día en que todo eso
cambiara? Nosotros mismos somos quienes decidimos
cuándo a nuestro vagón le toca subir, cuándo empezar
a disfrutar de esas maravillosas vistas que antes nos
estábamos perdiendo. Hoy es el día de empezar ese
cambio, de salir de nuestra zona de confort y ponerlo
todo patas arriba para empezar a disfrutar de lo que
no hemos hecho hasta el momento por unas razones u
otras. Haz que hoy sea ese gran día en el que tu vida
pegó un cambio radical y pídele al Señor por ti y por
todos…
Que nunca perdamos la ilusión, que las bajadas nos ayu-
den a aprender, a ser más fuertes y a disfrutar mucho más
las subidas. Te lo pedimos, Señor.
Carolina,
Joven monitora de Buscadores.
¡Te cuento más!
Sábado Santo de la Sepultura del Señor
38
Cuenta atrás
Oct
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ua
Hace ya algunos años, en una Misión de jóvenes del
Espino, un joven me preguntó: “Oye Carlos, si los re-
dentoristas os dedicáis a anunciar la Buena Noticia
a los más pobres y abandonados, ¿qué sentido tie-
ne que tengáis como prioridad la Pastoral Juvenil?
Pobres, precisamente, no somos. Y si me dices que
soy un abandonado... no sé si tomármelo como un
insulto...”
Su razonamiento parecía aplastante, su espontanei-
dad y frescura me provocó una sonrisa que amena-
zaba con madurar en carcajada. Sin embargo, su
mirada fija y casi indignada me exigía una respues-
ta convincente, profunda y, sobre todo, auténtica.
Comencé explicándole que desde hacía ya bastan-
tes años la Iglesia y los jóvenes no hablaban el mis-
mo idioma; que, sin embargo, nuestras generaciones
Jóvenes—Vocación
41
Octa
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a
tenían una sed inmensa de Dios que intentábamos
saciar de mil maneras sin conseguirlo; que los re-
dentoristas existimos para llevar la Buena Noticia
de la Salvación allí donde ni la Iglesia llega, pre-
dicando el Evangelio de manera siempre nueva.
Entonces, mientras mis labios pronunciaban la res-
puesta aprendida, me di cuenta de que, en reali-
dad, al que estaba respondiendo era a mí mismo.
Lo aprendido en teoría se hacía práctica; lo que
reposaba almacenado en los altillos de lo racional
y lógico descendía al barro de la vida y lo concre-
to; y así, y con todos los respetos, la palabra se
hizo carne.
Los Misioneros Redentoristas llevamos desde 1985
estableciendo como prioridad la Pastoral Juvenil
Vocacional. Hoy, más que ayer, el trabajo pastoral
con jóvenes es Misión, en la mayoría de los casos
primer anuncio. La Iglesia no termina de llegar; la
sociedad y la cultura tampoco generan un campo
de cultivo apropiado para que se plantee la fe co-
mo respuesta legítima a la sed de Felicidad con
mayúsculas que tiene el joven de hoy.
El desafío al que nos enfrentamos los Misioneros
Redentoristas es facilitar a los jóvenes experiencias
de encuentro personal y comunitario con Dios. Ani-
mar a los que ya lo conocen a que lo anuncien con
palabras y con obras, con su vida, desde su propia
vocación.
Carlos A. Galán, CSsR 42
Domingo
16 de abril ¡No contabas con ello!
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Aún en estado de shock por lo ocurrido en
tan poco tiempo, los discípulos se encuentran
hoy con la noticia que les anuncia María
Magdalena: ¡el sepulcro está vacío!
De repente, un rayo de esperanza atraviesa
la oscuridad de la noche más negra y brota
una pregunta que poco a poco se troca en
certeza: ¡Está vivo!
¡Está vivo! ¿Y yo? ¿Estoy vivo o muerto?
¿Cómo vivo mi vida? ¿Resucitado, o
encerrado en el sepulcro
a oscuras?
Jesús resucitó, sí. Pero nosotros
hemos resucitado con Él. No se te
olvide nunca.
Ten en cuenta que... Pascua de Resurrección
43
Domingo
16 de abril
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a
Dios nos cuenta
El primer día de la semana, María Magdalena
fue al sepulcro al amanecer y vio la losa quitada.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro
y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y
les dijo: «Se han llevado al Señor y no sabemos
dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro
discípulo camino del sepulcro. Simón Pedro en-
tró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el
sudario en un lugar a parte. En-
tonces entró el otro discípulo; vio
y creyó.
[Jn 20, 1-9]
Pascua de Resurrección
44
¡No contabas con ello!
Domingo
16 de abril
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‘‘Puedo obedecer las pequeñas cosas, pero las grandes cosas, la manera en que pensamos, lo que valoramos, lo
que debe elegirse. No puedes dejar que nadie, ni la socie-
dad, pueda determinarlo por ti’’.
‘’La vida es una serie de tirones hacia atrás y hacia delan-te. Quieres hacer una cosa, pero estás obligado a hacer
otra diferente’’.
“Lo más importante en la vida es aprender a dar amor y dejarlo entrar, creemos que no nos merecemos el amor,
creemos que si lo aceptamos nos volvemos más blandos”.
“Tenemos miedo a la vejez, toda esa importancia que se le da la vejez, no me la trago. Sé lo triste que es ser joven. Tienen penalidades, luchas, sentimientos de ineptitud, sen-sación de que la vida es desgraciada. Los jóvenes no son
sabios, tienen un entendimiento muy limitado”.
“No necesitas el último coche deportivo, no necesitas la casa más grande, ofrecer a los demás lo que puedes dar, no me refiero al dinero, me refiero al tiempo que aportas a los demás. Dedícate a amar a los demás, a la comunica-
ción, dedícate a crear algo que te aporte algún sentido”.
“Lo que me hace sentir vivo es dar a los demás. Cada no-che, cuando me duermo, me muero y a la mañana siguien-
te cuando me despierto, renazco”.
Mitch Albom, “Martes con mi viejo profesor”
¿Qué me cuentas?
Pascua de Resurrección
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¡No contabas con ello!
Domingo
16 de abril
Octav
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a
Estos fragmentos están saca-
dos del libro “Martes con mi
viejo profesor”. Es una histo-
ria real dónde un periodista,
Mitch Albom, se encuentra
con su antiguo profesor de
universidad, Morrie Schwartz,
quién sufre la enfermedad terminal llamada
ELA (esclerosis lateral amiotrófica), por lo
que deciden verse y conversar cada martes.
Cada martes esta relación se va convirtiendo
en algo entrañable, una de las lecciones de
esperanza, amor y solidaridad que Morrie le
transmitió en el ocaso de su vida a Mitch. Es
una historia sensible y emotiva dónde pode-
mos empaparnos de las enormes palabras
sabias que Morrie comparte con Mitch y con
el resto de lectores. La reflexión y el pensa-
miento están servidos.
Manuel Machado
Monitor del Grupo Scout Iter
¡Te cuento más!
Pascua de Resurrección
46
¡No contabas con ello!
Lunes
17 de abril Cuenta la alegría
Oct
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ua
“Alegraos”. Es lo primero que les dice Jesús a
las primeras a las que se aparece resucita-
do: a las mujeres. Jesús no nos quiere tristes
ni amargados. Quiere que vivamos siempre
inundados con la alegría de la Resurrección.
Pero uno no vive “super happy” sin motivo y,
mucho menos por imposición. El reto en estas
semanas de Pascua es que interioricemos la
experiencia de la Resurrección. Que la haga-
mos nuestra.
Hoy te invitamos a que
te pongas en la piel de al-
guno de los personajes que
aparecen en el Evangelio. Tómate
tu tiempo, guarda silencio y cierra
los ojos. Imagina que estás allí.
Escucha lo que sucede, observa
los detalles, huele el ambiente.
Encuéntrate con Jesús que te mira
y te dice: ¡Alégrate!
Ten en cuenta que...
Lunes de la Octava
47
Lunes
17 de abril
Octav
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a
Dios nos cuenta
En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a
toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas
de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípu-
los. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les
dijo: «Alegraos». Ellas se acercaron, se postra-
ron ante él y le abrazaron los pies.
[Mt 28, 8-15]
Lunes de la Octava
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Cuenta la alegría
Lunes
17 de abril
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“Somos energía. Energía es lo que yo veo en
todo este mundo. Energías que inundan cuando
las ves, cuando las escuchas, cuando las quie-
res, cuando te diste cuenta de que las amas.
Energías que te permiten encontrar tus sendas.
Las energías no se pueden fingir son las que
son. Te pueden ayudar a ver tu futuro o devol-
verte a la niñez o a tu adolescencia. Yo busco
energías. No me importa la edad, el sexo o el
aspecto físico.”
Albert Espinosa, “Si tu me dices ven, lo dejo
todo... pero dime ven”
¿Qué me cuentas?
Lunes de la Octava
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Cuenta la alegría
Lunes
17 de abril
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a
El autor Albert Espinosa se
refiere a la energía como
el alma, todo el mundo tie-
ne su propia alma, única, no
hay dos parecidas, la ener-
gía siempre nos acompaña
y la energía de los demás
nos ayuda a ser mejores
personas, el alma es algo
que no tiene por qué ir acorde con el físico,
edad o sexo de la persona, cuando miramos
a las personas en el interior, en su alma, ya
no hay diferencia entre hombre, mujer, niño o
abuelo. Así que a la hora de conocer gente
no te dejes engañar por el físico, sexo o
edad, conócelo, conoce su alma y sabrás
quién es de verdad.
José Vicente
Grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
Lunes de la Octava
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Cuenta la alegría
Martes
18 de abril Deja que te encuentre
Oct
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Seguro que a nosotros nos pasa muchas ve-
ces como a las mujeres, que no reconocemos
al Maestro en las personas en las que se nos
presenta resucitado.
En este martes de la Octava de Pascua te in-
vitamos a que le pidas al Señor que te ayu-
de a abrir tus ojos y tu corazón para recono-
cer al Resucitado en los hermanos, especial-
mente en todos aquellos que sufren en
nuestro entorno.
Ten en cuenta que...
Martes de la Octava
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Martes
18 de abril
Octav
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Dios nos cuenta
Fuera, estaba María, llorando. Se asomó al se-
pulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, uno
a la cabecera y otro a los pies, donde había es-
tado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor». Entonces,
da media vuelta y ve a Jesús, pero no lo reco-
noció. Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a
quién buscas?». Ella, tomándolo por el horte-
lano, le contesta: «Señor, si tú te lo
has llevado, dime dónde lo has
puesto». Jesús le dice: «¡María!».
Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!»,
que significa: «¡Maestro!».
[Jn 20, 11-18]
Martes de la Octava
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Deja que te encuentre
Martes
18 de abril
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“Jesús decía: “Que tu sí sea un sí, y que tu no
sea un no.”
Cuando el guerrero de la luz asume una res-
ponsabilidad, mantiene su palabra.
Los que prometen y no cumplen pierden el res-
peto hacia sí mismos, se avergüenzan de sus
actos. La vida de estas personas consiste en
huir; ellas gastan mucha más energía dando
una serie de disculpas para deshonrar lo que
dijeron, que la que usa el guerrero de la luz
para mantener sus compromisos.
A veces él también asume una responsabilidad
tonta, que derivará en su perjuicio. No volverá
a repetir esa actitud, pero, aun así, cumple con
honor lo que dijo y paga el precio de su impul-
sividad.”
Paulo Coelho, “Manual del Guerrero de la Luz”
¿Qué me cuentas?
Martes de la Octava
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Deja que te encuentre
Martes
18 de abril
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a
¿Qué es un guerrero de la luz?
Es aquella persona que es capaz de entender el mila-
gro de la vida, luchar hasta el final por algo en lo que
cree, aquel que presta atención a los ojos de un niño,
porque ellos saben ver el mundo sin amargura.
Todos somos capaces de esto. Y nadie se considera un
guerrero de la luz, aun cuando todos lo sean.
El mundo está lleno de guerreros de la luz, entre ellos
tu, yo, la persona que te ha dado este cuaderno… Es
por ello que somos llamados a asumir esas responsa-
bilidades difíciles que muchos rechazan, es por ello
que debemos ser fieles a nuestra palabra, al sí que
dimos un día, al compromiso que aceptamos como cris-
tianos. Es por ello que debemos ser ruido en el silencio,
palabra en el odio, constancia en la comodidad, luz
en la oscuridad, poesía en medio del caos. Por ser
guerreros de la luz debemos rechazar la huida, los
caminos fáciles, las soluciones a medias.
Dios nos llama a la batalla para hacer
de este mundo un lugar mejor, a ser el
cambio que la sociedad en auge nece-
sita. Dios necesita la luz de tu fe.
Carla López,
Catequista de confirmación
¡Te cuento más!
Martes de la Octava
54
Deja que te encuentre
Miércoles
19 de abril Cuenta lo que eres
Oct
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ua
“No tengo ni plata ni oro” le dice Pedro al
lisiado. Seguro que alguna vez has pensado
algo así. “No soy mucho, yo no puedo con
esto, no valgo...” Sin embargo la segunda
parte de la frase de Pedro nos da una lec-
ción genial. “te doy lo que tengo: en nombre
de Jesucristo Nazareno, echa a andar”.
Por nosotros mismos igual no logramos mucho,
pero con Jesús seremos capaces de ayudar
en lo que sea al que lo necesite. Lo im-
portante es compartirlo,
darlo y darse por entero
a los demás.
Ten en cuenta que... Miércoles de la Octava
55
Miércoles
19 de abril
Octav
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a
Dios nos cuenta En aquellos días, subían al templo Pedro y Juan,
a la oración de media tarde, cuando vieron traer
a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colo-
carlo todos los días en la puerta del templo lla-
mada «Hermosa», para que pidiera limosna a los
que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro
y a Juan, les pidió limosna.
Pedro, con Juan a su lado, se le quedó mirando y
le dijo: «Míranos.» Clavó los ojos en ellos, espe-
rando que le darían algo. Pedro le dijo: «No ten-
go plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre
de Jesucristo Nazareno, echa a andar.»
Agarrándolo de la mano derecha lo
incorporó. Al instante se le fortalecie-
ron los pies y los tobillos, se puso en
pie de un salto, echó a andar y entró
con ellos en el templo por su pie, dando
brincos y alabando a Dios. La gente lo vio
andar alabando a Dios; al caer en la cuenta
de que era el mismo que pedía limosna
sentado en la puerta Hermosa, quedaron
estupefactos ante lo sucedido.
[Hch 3, 1—10]
Miércoles de la Octava
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Cuenta lo que eres
Miércoles
19 de abril
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ua
"No hay más realidad que la que tenemos den-
tro. Por eso la mayoría de los seres humanos
viven tan irrealmente, porque creen que las
imágenes exteriores son la realidad y no per-
miten a su mundo interior manifestarse."
Herman Hesse, “Demian”
¿Qué me cuentas?
Miércoles de la Octava
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Cuenta lo que eres
Miércoles
19 de abril
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a
Las primeras apariencias son
el primer estímulo que reci-
bimos de algo o alguien y
muchas veces, nos equivoca-
mos con la calificación de
esto. Este es un problema de
toda una sociedad inspirada
en cómo la gente quiere que
seas y como tú eres. Nosotros nos movemos
por lo que ven nuestros ojos y así, somos in-
fluenciados por lo que nos rodea. Por ello,
deberíamos ir más allá y mirar en nuestro in-
terior, porque quizá como dice Tom Hanks en
su papel de Forrest Gump " Mi mamá dice
que la vida Es como una caja de bombones".
Pues bien, esa caja de bombones puede con-
tener alguna sorpresa que las falsas apa-
riencias no nos dejan mostrar. Así que como
dice Hesse, muéstrate como no eres y no co-
mo los demás quieren que seas.
Jaime Casaus,
Catequista post-comunión
¡Te cuento más!
Miércoles de la Octava
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Cuenta lo que eres
Jueves
20 de abril Sumamos Paz
Oct
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Paz a vosotros...
Hoy, que la paz parece que la hemos enterrado.
Precisamente hoy, que el mundo llora la guerra,
el drama de familias enteras que se ven forza-
dos a dejar su tierra y a lanzarse al mar con lo
puesto, sabiendo que arriesgan su vida y la de
sus hijos...
Hoy, que los que más tenemos miramos a otro
lado y preferimos cerrar nuestras puertas y
construir muros para no verles la cara a aque-
llos que hemos excluido del
“paraíso” que nos hemos cons-
truido.
Hoy... vienes tú y nos dices: “Paz a vo-
sotros”.
¿Cómo puedo hacer Señor? Soy cons-
ciente de la injusticia y la desigualdad
que existe en el mundo. Sé que yo tam-
bién soy cómplice en gran parte de to-
do ello, pero... ¿Cómo hago para inten-
tar construir un mundo mejor, más justo e
igualitario, un mundo de PAZ? Ilumíname Se-
ñor.
Ten en cuenta que...
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Jueves
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a
Dios nos cuenta
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que
les había pasado por el camino y cómo habían
reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban ha-
blando de estas cosas, cuando se presenta Jesús
en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros».
Llenos de miedo, creían ver un fantasma. Él les
dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen
dudas en vuestro interior? Mirad, soy yo en
persona. Palpadme y daos cuenta de que un
fantasma no tiene carne y huesos».
Dicho esto, les mostró las manos y
los pies.
[Lc 24, 35-48]
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Sumamos Paz
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“A casi todo el mundo le obsesiona dejar huella en el
mundo. Dejar un legado. Sobrevivir a la muerte. Todos
queremos que nos recuerden. Yo también. Lo que más me
preocupa es ser una olvidada víctima más de la antigua
y poco gloriosa guerra contra la enfermedad.
Quiero dejar huella.
Las huellas que dejamos los hombres suelen ser cicatrices.
Construyes un espantoso centro comercial, das un golpe
o intentas ser una estrella del rock, y piensas: “ Ahora
me recordarán”, pero: a) no te recuerdan, y b) lo único
que dejas tras de ti son más cicatrices. Tu golpe se con-
vierte en una dictadura. Tu centro comercial se convierte
en una herida.
Somos como una manada de perros meando en bocas
de incendio. Envenenamos las aguas subterráneas, nos
apoderamos de todo en un ridículo intento de sobrevivir
a la muerte.
Hazel es diferente. Camina ligera sin tocar el suelo. Sa-
be la verdad: es tan probable que hagamos daño al uni-
verso como que lo ayudemos y seguramente no haremos
ninguna de las dos cosas.
La gente dirá que es triste que deje una cicatriz menor...”
Augustus a Hazael, “Bajo la misma estrella”
¿Qué me cuentas?
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Sumamos Paz
Jueves
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Al acabar el libro y leer estas líneas, una es capaz de ver lo pequeños que somos ante la creación, cuán leve es nuestra existencia, pero como podemos influir en aquellos que nos acompañan en el camino de nuestras vi-
das.
La dura experiencia de los jóvenes de la historia me ha permitido descifrar el enigma de disfrutar de las pequeñas cosas. Dar gracias por estar, por compartir, por
conocer.
Señor Jesús, Tú que te haces presente en los que me rodean déjame hacer cicatrices en ellos, cicatrices que hablen de ti, de tu amor. Dame la fuerza necesaria para dejar cica-trices en tu nombre como Tú las has dejado en mí.
María José Zanón Catequista de confirmación
¡Te cuento más!
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Sumamos Paz
Viernes
21 de abril Cuenta sobre Él
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ua
Nuestro mundo necesita de ti, Señor. En la
lectura de hoy inspiras palabras a los após-
toles para dar testimonio en un momento de
persecución. Es cierto que en nuestro tiempo
y en nuestro país no se nos persigue como
entonces, pero sí que se nos ningunea y ma-
linterpreta. Se tienen etiquetas y prejuicios
sobre la iglesia.
Ayúdanos, Señor, a dar testimonio de lo que
realmente nosotros vivimos. Ayúdanos, Señor,
a dar testimonio de ti
que sostienes al huérfano
y a la viuda, que alzas de la
basura al pobre, abres los ojos
a los ciegos y le das voz a los sin
voz.
Ten en cuenta que... Viernes de la Octava
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Viernes
21 de abril
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Dios nos cuenta
Hicieron comparecer a Pedro y a Juan y los in-
terrogaron: «¿Con qué poder o en nombre de
quién habéis hecho eso?»
Pedro, lleno de Espíritu Santo, respondió: «Jefes
del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un
favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para
averiguar qué poder ha curado a ese hombre;
pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo
Israel que ha sido el nombre de Jesucristo
Nazareno, a quien vosotros crucifi-
casteis y a quien Dios resucitó de
entre los muertos; por su nombre,
se presenta éste sano ante vosotros.
Jesús es la piedra que desechasteis voso-
tros, los arquitectos, y que se ha converti-
do en piedra angular; ningún otro puede
salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado
otro nombre que pueda salvarnos.»
[Hch 4, 1-12]
Viernes de la Octava
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Cuenta sobre Él
Viernes
21 de abril
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ua
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa
de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la
vuelta contó. Dijo que había contemplado des-
de arriba, la vida humana. Y dijo que somos
un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló- un montón de gente,
un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas
las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay
fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de
todos los colores. Hay gente de fuego sereno,
que ni se entera del viento, y gente de fuego
loco que llena el aire de chispas. Algunos fue-
gos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tanta pasión que
no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se
acerca se enciende".
Eduardo Galeano, “El mundo” en “El libro de los abrazos”
¿Qué me cuentas?
Viernes de la Octava
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Cuenta sobre Él
Viernes
21 de abril
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a
Este microrrelato de Galeano me sugiere varias
ideas. Una de ellas sería el hecho de aceptar que
cada persona tiene su función en el mundo, un
mundo que formamos entre todos. Lo cual hace
que, por una parte, no vea inútil la búsqueda de
mi lugar, el preguntarme qué puedo aportar yo,
intentar cumplir con dicha función… Porque tal
vez en ese intento o búsqueda esté alumbrando a
otro fueguito o serán otros fueguitos los que me
alumbren. Y por otra parte, me ayuda a aceptar
a cada persona tal y como es, a por muy distinta
a mí que sea una persona, tratar de encontrar su
luz propia.
Y, por último, otra idea, que más que una idea
sería una pregunta, me viene al leer la descrip-
ción de los distintos fuegos. ¿Qué fueguito soy
yo?, o incluso, ¿qué fueguito me gustaría ser? Pre-
guntas que alimentan la
búsqueda nombrada ante-
riormente, en la que alum-
bro y me dejo alumbrar.
Sara Casalí
Scout
¡Te cuento más!
Viernes de la Octava
66
Cuenta sobre Él
Sábado
22 de abril Vivir en confianza
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Muchas veces en nuestra vida la cosa se po-
ne complicada.
Hemos de tomar una decisión que igual va a
traer consecuencias no del todo agradables,
pero sabemos que hemos de tomarla.
Te pedimos Señor que nos ayudes a perma-
necer siempre fieles a ti, aunque todo se
ponga negro y en contra. Que tu luz sea la
que nos guíe y la que nos infunda coraje y
valor para seguir anunciando siempre tu
reino.
Ten en cuenta que... Sábado de la Octava
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Sábado
22 de abril
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Dios nos cuenta
En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y
los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan,
se sorprendieron
Les mandaron salir fuera del Sanedrín, y se pusie-
ron a deliberar: «Para evitar que se siga divulgan-
do, les prohibiremos que vuelvan a mencionar a
nadie ese nombre.»
Los llamaron y les prohibieron en absoluto predi-
car y enseñar en nombre de Jesús.
Pedro y Juan replicaron: «¿Puede
aprobar Dios que os obedezcamos a
vosotros en vez de a él? Juzgadlo vo-
sotros. Nosotros no podemos menos de
contar lo que hemos visto y oído.»
Repitiendo la prohibición, los soltaron. No
encontraron la manera de castigarlos,
porque el pueblo entero daba gloria a Dios
por lo sucedido.
[Hch 4, 13-21]
Sábado de la Octava
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Vivir en confianza
Sábado
22 de abril
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¿Qué me cuentas?
Sábado de la Octava
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Las rosas se sentían molestas oyendo al princi-
pito, que continuó diciéndoles:
- Son muy bellas, pero están vacías y nadie
daría la vida por ustedes. Cualquiera que las
vea podrá creer indudablemente que mi rosa
es igual a cualquiera de ustedes. Pero ella se
sabe más importante que todas, porque yo la
he regado, porque ha sido a ella a la que
abrigué con el fanal, porque yo le maté los
gusanos y es ella a la que yo he oído quejarse,
alabarse y algunas veces hasta callarse. Por-
que es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
- Adiós. – le dijo.
- Adiós –dijo el zorro. He aquí mi secreto, que
no puede ser más simple: solo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para
los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry, “El Principito”
Vivir en confianza
Sábado
22 de abril
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He escogido el Principito de
Antoine de Saint-Exupéry por-
que me parece un libro muy
interesante y del que se pue-
den ver diferentes perspecti-
vas, un libro que enseña tanto
a adultos como niños. En con-
creto he escogido este frag-
mento que para mí representa uno de los
principios que todo cristiano debemos seguir
y perseguir que no es otro que luchar, lu-
char por un mundo más justo, por un mundo
en paz a imagen y semejanza. Esto solo es
posible si se mira desde el corazón si se tie-
ne fe y se cree que un mundo diferente es
posible. Este libro me ha enseñado a tener
esa perspectiva de la vida. Lo recomiendo
a todos lo que no hayan tenido la oportuni-
dad de disfrutarlo.
Mar López
Catequista y Monitora Scout
¡Te cuento más!
Sábado de la Octava
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Vivir en confianza
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Evangelización-Misión
La palabra ‘evangelio’ (del griego eu-angelion) significa ‘buena noticia’. Cuando los discípulos de Jesús, y en concreto los evangelistas, tuvie-ron que poner nombre a lo que habían sentido y vivido con Jesús, pensaron que no había una mejor palabra para referirse a ello que esta
de ‘buena noticia’.
Jesús no es el fundador de una nueva religión al uso, con sus cultos, sus ritos y sus sacrificios. Jesús es definitivamente la noticia más espera-da de todos los tiempos: con él se nos ha dado a Dios. No un dios exigente y perverso, sino un Dios Padre bueno que nos ama, nos sostiene, nos hace hijos de Dios y nos regala una vida para que la vivamos en plenitud, ¡y que ya es
eterna!
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Una noticia de este calibre no se puede guardar o custodiar en lo hondo de cada uno. Las buenas noticias están para ser comu-nicadas. Por eso, de la experiencia de ha-berse encontrado con Jesucristo, nuestra bue-na noticia, surge la evangelización, la misión: sentirse enviados a compartir con otros esta gran noticia; hacer partícipes a nuestros her-manos –especialmente a los pobres– de este mensaje liberador, transformador y que es real. Por eso decimos que todo cristiano es misionero: aquel que se ha encontrado con Jesús, aquel que ha visto llena su vida de sentido, aquel que ha sentido el amor del Pa-dre y la fuerza del Espíritu Santo, siente tam-bién con fuerza en su corazón ese “Id y
anunciad” que lo lanza a la misión.
Los Redentoristas, fundados para anunciar explícitamente esta Buena Noticia, somos una congregación propiamente misionera: si todo cristiano ha de anunciar a Jesús, nosotros con más razón y con un acento propio: que este amor de Dios por el ser humano es loco, in-
creíble, sobreabundante.
Carlos Sánchez de la Cruz, CSsR
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Domingo
23 de abril Comparte felicidad
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Nuestro mundo está deseoso de espacios de fraternidad. Cuando algunos amenazan con levantar o alargar muros y vallas, cuando el ser humano está cada vez más inclinado a encerrarse sobre sí mismo, el Señor nos habla de una comunidad donde es posible vivir co-mo hermanos: la Iglesia. Una Iglesia que tie-ne que alimentarse de la Palabra, de la eu-caristía y del amor fraterno. Esta es la comu-nidad de los creyentes que evangelizará por atracción: cuando vean la paz, la alegría, la ilusión que surge en el corazón de cada uno cuando esto se pone en juego, los demás ex-claman casi espontáneamente: ¡mirad cómo se aman! La lectura de los Hechos que vamos a leer no quiere ser una comunidad idílica, irreal, sino un reto y un modelo que tenemos que buscar e intentar realizar con todas nuestras fuer-
zas.
Ten en cuenta que... Domingo de la Divina Misericordia
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Domingo
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Dios nos cuenta
Los hermanos eran constantes en escuchar la
enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en
la fracción del pan y en las oraciones. Todo el
mundo estaba impresionado por los muchos
prodigios y signos que los apóstoles hacían en
Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos y lo
tenían todo en común; vendían posesiones y
bienes, y lo repartían entre todos, según la ne-
cesidad de cada uno. A diario acudían al templo
todos unidos, celebraban la fracción del pan en
las casas y comían juntos, alabando a Dios con
alegría y de todo corazón; eran bien vistos de
todo el pueblo, y día tras día el Se-
ñor iba agregando al grupo los
que se iban salvando.
[Hch 2, 42-47]
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Domingo de la Divina Misericordia
Comparte felicidad
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“Aquel señor había viajado mucho. Uno de los via-jes que más recordaba era su corta visita al país
de las cucharas largas. El sinuoso camino termina-ba en una sola casa enorme. El hombre avanzó por el pasillo y el azar lo hizo doblar primero a la derecha. Desde los primeros pasos por el pasi-llo, empezó a escuchar los "¡Ay!" y quejidos que venían de la habitación negra. Sentados alrede-dor de una mesa enorme, había cientos de perso-nas. En el centro estaban los manjares más exqui-sitos y aunque todos tenían una cuchara con la al-canzaban el plato central… se estaban muriendo de hambre. El motivo era que las cucharas tenían el doble del largo de su brazo y estaban fijadas a sus manos. De ese modo todos podían servirse pe-ro nadie podía llevarse el alimento a la boca. Vol-vió al hall central y tomó el pasillo de las izquier-da, que iba a la habitación blanca. La única dife-rencia, que en el camino no había quejidos, ni la-mentos. También en el centro había manjares ex-quisitos. También cada persona tenía fijada una cuchara larga a su mano… Pero nadie estaba
muriendo de hambre, ¡sino que daban de comer
los unos a los otros! “
Jorge Bucay, “Déjame que te cuente”
¿Qué me cuentas?
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Domingo de la Divina Misericordia
Comparte felicidad
Domingo
23 de abril
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Siempre me ha gustado este
cuento, ya que deja ver clara-
mente cómo, mientras las per-
sonas que sólo piensan en
ellas y lo hacen todo por y
para sí mismas acaban pa-
sándolo mal y tienen toda cla-
se de dificultades, aquellos
que trabajan juntos, viven
compartiendo y se ayudan mutuamente consi-
guen alcanzar sus objetivos y la felicidad.
Otro ejemplo lo tenemos en esta lectura del
libro de los Hechos de los Apóstoles, en la que
se nos cuenta cómo los primeros cristianos esta-
ban muy unidos en todo, ya fuera para escu-
char las enseñanzas de los apóstoles o para
comer, celebrar o también orar. De este modo
vivían alegres y eran capaces. La verdad es
que intento tener siempre presente una frase
que para mí es realmente importante: "La feli-
cidad sólo es real cuando se comparte".
David Martínez,
Coordinador de Jóvenes
¡Te cuento más!
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Domingo de la Divina Misericordia
Comparte felicidad
Lunes
24 de abril Da lo mejor de ti
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Todo cuanto nos rodea está en cambio. Tam-bién nosotros debemos cambiar. A cada mo-mento cuanto nos sucede y vivimos nos llama a salir de nuestra zona de confort para vivir en una nueva tierra que, aunque nos someta a prueba y nos genere inseguridad, también sacará de nosotros lo mejor. Es la esencia de la vida y también de la fe: salir de uno mis-mo, de sus comodidades, cambiar, convertir-se… o, como nos dirá ahora el evangelio, nacer de nuevo. Si permanecemos en nues-tros esquemas, si no nos abrimos a lo nuevo que siempre nos trae Dios, nos aviejamos, nos quedamos estancados o, peor aún, como en unas aguas movedizas, sentimos que la vida nos traga. El Espíritu Santo nos saca de nues-tras tierras para llevarnos a la Vida con mayúsculas donde habita
el Señor.
Ten en cuenta que...
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Lunes
24 de abril
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Dios nos cuenta
Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío.
Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí,
sabemos que has venido de parte de Dios, como
maestro; porque nadie puede hacer los signos
que tú haces si Dios no está con él». Jesús le
contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de
nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo
le pregunta: «¿Cómo puede nacer un hombre,
siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez en-
trar en el vientre de su madre y nacer?». Jesús
le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de
agua y de Espíritu no puede entrar en el reino
de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que
nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de
que te haya dicho: "Tenéis que nacer de
nuevo"; el viento sopla donde
quiere y oyes su ruido, pero no
sabes de dónde viene ni a dónde
va. Así es todo el que ha nacido
del Espíritu».
[Jn 3, 1-8]
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Da lo mejor de ti
Lunes
24 de abril
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Había una vez un árbol. Y el árbol amaba a un niño y el muchacho venía todos los días y cogía sus hojas. Y con ellas hacía coronas e
imaginaba ser el rey del bosque. Y el mucha-cho amaba muchísimo al árbol. Y el árbol era
feliz. Pero el tiempo pasaba y el muchacho crecía. Y el árbol, con frecuencia, estaba solo. Un día el muchacho pidió al árbol dinero, y es-te le dio sus manzanas para que las vendiera en el mercado de la ciudad. Y el árbol fue fe-liz. Otro día el muchacho volvió y se llevó sus ramas para construir una casa, y el árbol fue feliz. Años después, la poca madera que que-daba se la dio para fabricar un barco, de mo-do que pudiera ir lejos y prosperar. Y el árbol fue feliz. Cuando al cabo de muchos años vol-vió, ya no era el muchacho joven, sino un an-
ciano con poco que esperar. El árbol le dijo en-tonces: “Bueno, siéntate. Un viejo tronco solo
sirve para asiento y descanso”. Y el muchacho, ya viejo se sentó y descansó. Y el árbol, que lo había dado absolutamente todo, fue feliz, fe-
liz, feliz.
Cuento anónimo, “el árbol generoso”
¿Qué me cuentas?
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Da lo mejor de ti
Lunes
24 de abril
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Un amor incondicional y profundo es lo que nos muestra este cuen-to. Cuántas veces hace-mos cosas insignifican-tes desde nuestro punto de vista y no somos conscientes de que es-tamos haciendo feliz a alguien. Una sonrisa o un abrazo en el momento indicado pueden suponer un momento de salida y felicidad. Tenemos que saber dar lo mejor de nosotros mismos, siempre habrá alguien que nos nece-site, hagamos felices a los demás. Aunque a veces nos equivoquemos y nos desviemos del camino, Dios siempre nos espera con los bra-zos abiertos, seamos nosotros un reflejo de Él. Cada uno tenemos que ofrecer lo mejor e nosotros mismos y estar a la entera disposi-ción de lo demás como Jesús nos enseñó.
¡Hagamos felices a los demás!
María Ureña, Catequista de Confirmación
¡Te cuento más!
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Da lo mejor de ti
Martes
25 de abril Ve al mundo
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Ser cristiano no es ser miembro de un club religioso. No es suficiente siquiera con cum-plir unos requisitos. La Iglesia no es un grupo de fieles atraídos por algo que más o menos les atrae o convence, sino la comunidad de aquellos hombres y mujeres que, aun siendo débiles y pecadores como los demás, se han encontrado con Cristo; aquellos que han visto su vida transformada por el Señor Jesús y se han sentido impresionados, perdonados, amados, salvados. Pero todavía queda algo más: quien ha descubierto algo grande, ha de comunicarlo. Y esto nos dirá hoy Jesús: “vete y comparte con tus hermanos este teso-ro… no con unos pocos, sino con todo el mun-do”. Y para ello además contamos con un gran poder: la sanación y la salvación de Je-sús, que se actualiza en nuestras pala-bras y nuestros gestos de fraternidad, de acogida y de
ternura.
Ten en cuenta que...
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San Marcos Evangelista
Martes
25 de abril
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y
les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el
Evangelio a toda la creación. El que crea y se
bautice se salvará; el que se resista a creer será
condenado. A los que crean, les acompañarán
estos signos: echarán demonios en mi nombre,
hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en
sus manos y, si beben un veneno mortal, no les
hará daño. Impondrán las manos a los enfer-
mos, y quedarán sanos». Después de hablarles,
el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la dere-
cha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evan-
gelio por todas partes, y el Señor cooperaba
confirmando la palabra con las
señales que los acompañaban.
[Mc 16, 15-20]
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San Marcos Evangelista
Ve al mundo
Martes
25 de abril
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Un padre estaba paseando con su hijo en las montañas. De pronto el niño tropezó y excla-mó: “¡Aaaahhh!”, y, para su sorpresa, escuchó una voz en algún lado de la montaña diciendo: “¡Aaaahhh!”. El niño sintió curiosidad y empe-zó a gritar: “¿Quién eres?”. En respuesta escu-chó: “¿Quién eres?”. Un poco molesto, excla-
mó: “¡Cobarde!”. Y en respuesta recibió: “¡Cobarde!”. El pequeño miró a su padre y le preguntó: “¿Qué está pasando?”. Su padre le sonrió y, pidiéndole que escuchara con aten-
ción, gritó: “¡Me encantas!”. La voz respondió: “¡Me encantas!”. El padre, gritando de nuevo, dijo: “¡Eres un campeón!”. Y la voz le contestó: “¡Eres un campeón!”. El padre explicó al niño: “La gente lo llama eco pero en realidad es la vida. Nos devuelve todo lo que decimos y ha-cemos”. Nuestras vidas no son accidentales.
Son un reflejo de nuestras acciones.
Cuento anónimo, “La vida y el eco”
¿Qué me cuentas?
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Martes
25 de abril
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En este curso en el que he empezado mi etapa universitaria, he visto claro que ha llegado el mo-mento de comenzar a compartir todo aquello que tan generosamente otros me han regalado antes a mí. Durante años muchos jóvenes catequistas me han acompañado en el camino de mi formación espiritual y personal en el Santuario del Perpetuo Socorro de Granada. Siento, desde la confianza absoluta en la acción de Dios y desde la respon-sabilidad del mandato final de Jesús “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”, que es ahora el momento de llevar a cabo mi compromiso, sin caer en la tentación fácil del abandono y la huida, y de participar de forma activa siendo ejemplo y compañía para los más pequeños que comienzan su catequesis. Creo en el compromiso y en la nece-sidad de hacer cosas que ayuden a mejorar este mundo porque “quien no hace nada por cambiar este mundo no cree en otro mejor” (J. A. Pagola). Ojalá que mi compromiso con la comunidad Re-
dentorista de Granada sirva para llenar de alegría y de fe la vida de tantos niños y niñas como antes otros lo hi-
cieron conmigo.
Pablo García, Catequista de Comunión
¡Te cuento más!
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San Marcos Evangelista
Ve al mundo
Miércoles
26 de abril Sigue adelante
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Hay muchos cristianos de ‘tirar palante’. Qui-zá has oído aquello de que muchos son los ‘pasados por agua’ y pocos los realmente ‘bautizados’. Porque ser bautizado supone seguir a Jesús de cerca, participar activa-mente de la comunidad de los creyentes que es la Iglesia y, sobre todo, ser en medio del mundo sal y luz. No hacen falta más cristia-nos sosos, sino cristianos que llenen todo de la sal que da sabor y que cura las dolencias de los hermanos. Cristianos que se atreven a ser luz en medio de la oscuridad del sinsenti-do, del pecado y del sufrimiento. Esta es la llamada –vocación– de todo seguidor de Je-sús y lo que tantos hombres y mujeres están
esperando de nosotros, ¡de ti! ¿Te atreves?
Ten en cuenta que...
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Miércoles
26 de abril
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se
vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más
que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vo-
sotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar
una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla
debajo del celemín, sino para ponerla en el can-
delero y que alumbre a todos los de casa. Alum-
bre así vuestra luz a los hombres, para que vean
vuestras buenas obras y den gloria a vuestro
Padre que está en el cielo».
[Mt 5, 13-16]
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Miércoles
26 de abril
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Cuando se aproximaba el primer aniversario del atentado, vinieron muchos periodistas a en-trevistarme. Con frecuencia parecían tristes por lo que me había ocurrido. Decían cosas como: “Tú y tu familia tuvisteis que abandonar vues-tro hogar. Tenéis que vivir con miedo. ¡Habéis sufrido tanto!”. Y aunque era yo la que había
pasado por la experiencia, no estaba triste co-mo ellos. Supongo que yo veo mi situación de otra manera. Si te dices: “Malala, nunca po-drás regresar a casa porque eres un objetivo
de los talibanes”, lo único que consigues es se-guir sufriendo. Esto es lo que pienso: ya me
han hecho daño, dejándome cicatrices perma-nentes. Pero de la violencia y la tragedia sur-gió la oportunidad. He tenido una segunda
oportunidad en la vida. Y estoy viviendo la vi-da que Dios quiere para mí. Nunca olvido eso. Así que sí, los talibanes me han disparado. Pe-ro sólo pueden disparar al cuerpo. No pueden disparar a mis sueños, no pueden matar mis convicciones. Yo soy Malala. Mi mundo ha
cambiado, pero yo no”.
Malala Yousafzai, “Malala: Mi historia”
¿Qué me cuentas?
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Miércoles
26 de abril
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Malala, una chica con la que aparentemente no tengo nada en común, me enseñó con su testimonio que no hay nada que sea más grande en mi vida que el amor que Dios tiene por mí, que siempre tengo que ser ca-paz de dar sabor a este mundo a veces amargo, de ser luz a este mundo a veces oscuro. Porque con su paz me demostró que el perdón es una salvación para no-sotros mismos, que no se puede vivir aferrado al ren-cor. Te doy gracias por todas las personas que son luz para nosotros, y que a su vez nos ayudan a ser luz pa-ra otras personas. Te doy gracias por todas las perso-nas que no dejan de luchar por este mundo que cree-mos roto. Por las personas que creen con fe que siem-pre hay esperanza. Por los testimonios que nos mues-tran tu inmenso amor y que nos dan las fuerzas para no apagar nuestra luz. Te doy gracias porque pones esas personas caminando a nuestro lado. Que no ten-gamos miedo de pisar tierra que no es firme. Que en nuestra debilidad seamos siempre fuertes. Que nuestro testimonio brote de la alegría de sentirnos amados por ti. Que a pesar de la cantidad de obstáculos, recorde-mos siempre que solo un poco de sal es suficiente para darle sabor a este mundo. Que seamos capaces de re-
conocer los dones que has pues-to en nosotros, para comprome-
ternos en cuerpo y alma.
Carolina Mayas,
Catequista de Comunión
¡Te cuento más!
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Sigue adelante
Jueves
27 de abril Con valentía
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Seguro que alguna vez te has sentido ridicu-lizado o humillado por decir que eres cris-tiano, que oras o que vas a misa cada do-mingo. El discípulo no es más que el maestro: si el Señor Jesús, que pasó por la vida ha-ciendo el bien, fue condenado, nosotros no vamos a ser menos. Es más, si vivimos con ra-dicalidad el Evangelio, al estilo de Jesús, no faltará quien pronto se vuelva contra noso-tros. Es la misma historia que nos narran hoy los Hechos de los Apóstoles: Pedro y Juan, seguidores de Jesús, habiendo abandonado sus miedos iniciales, se lanzan a llenar toda Jerusalén de la predicación de Jesús. Nada les echa para atrás. No temen las represa-lias. El testigo tiene que dar testimonio y se
le va la vida en ello.
Ten en cuenta que...
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Jueves
27 de abril
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Dios nos cuenta
En aquellos días, los guardias condujeron a los
apóstoles a presencia del Sanedrín, y el sumo
sacerdote les interrogó: «¿No os habíamos
prohibido formalmente enseñar en nombre de
ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con
vuestra enseñanza y queréis hacernos responsa-
bles de la sangre de ese hombre». Pedro y los
apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios
antes que a los hombres. El Dios de nuestros pa-
dres resucitó a Jesús, a quien vosotros matas-
teis, colgándolo de un madero. La diestra de
Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para
otorgarle a Israel la conversión con el perdón de
los pecados. Testigos de esto somos
nosotros y el Espíritu Santo,
que Dios da a los que le obede-
cen». Esta respuesta los exaspe-
ró, y decidieron acabar con ellos.
[Hch 5, 27-33]
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Con valentía
Jueves
27 de abril
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Los cuatro hermanitos amarillos, curiosos, ro-dearon al patito blanco y le dijeron: "tú no eres como nosotros, eres feo". Después, si-
guiendo a sus padres se fueron al estanque y
lo dejaron solo.
Cuento anónimo: “el patito feo”
¿Qué me cuentas?
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Con valentía
Jueves
27 de abril
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Y dicen que está de moda el acoso, la persecución. ¿Y el acosado, cómo se siente? ¿Se siente solo? ¿Marginado? ¿Acaso los apósto-les se sintieron así? La respuesta es muy
fácil: no. Ellos siempre estaban en compañía de Cristo, quien les daba fuerzas ante cual-quier situación adversa. Al igual que en el acoso, los apóstoles fueron víctimas por ser diferentes a los demás, distintos. Pero, ¿es que ellos se rindieron o se quedaron en silen-cio? Debemos aprender a ser como fueron ellos y "abandonarnos" en las manos de Dios, ya sea dejándonos guiar por Él desde nues-tro interior u oyendo su voz nítida y cariñosa a través de las personas cercanas que nos quieren. Tenemos que aprender a ser sere-nos, valientes y firmes en la defensa de la
verdad.
Nacho Fernández,
Catequista de Comunión
¡Te cuento más!
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Con valentía
Viernes
28 de abril Alimenta la vida
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¿De qué alimentas tu vida? Aunque a un nivel básico es el alimento el que nos llena y nos mantiene, la vida humana se nutre de cosas tan importantes como esta: de egoísmo o ge-nerosidad; de palabras de bendición o de críticas despiadadas; de soledades o de amistades; de sinsentido o de fe; de desespe-ranza o de entusiasmo. Jesús, en este evange-lio que nos narra la multiplicación de los pa-nes, se presenta ante nosotros como el verda-dero Pan de Vida. Podemos llenar nuestra vi-da de muchos alimentos, que parecen llenar-nos, pero que nos hacen enfermar. Solo Él con su Palabra, su presencia y su alegría puede verdaderamente hacernos vivir con mayúscula,
y hacernos crecer en paz y en esperanza.
Ten en cuenta que...
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Viernes
28 de abril
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Dios nos cuenta En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra par-
te del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía
mucha gente, porque habían visto los signos que
hacía con los enfermos. […] Uno de sus discípu-
los, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le di-
ce: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco pa-
nes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es
eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente
que se siente en el suelo». […] Jesús tomó los
panes, dijo la acción de gracias y los repartió a
los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que
quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a
sus discípulos: «Recoged los pedazos que han so-
brado; que nada se desperdicie». Los recogieron
y llenaron doce canastas con los pedazos de los
cinco panes de cebada, que sobraron a
los que habían comido. La gente
entonces, al ver el signo que había
hecho, decía: «Este sí que es el
Profeta que tenía que venir al mun-
do». Jesús, sabiendo que iban a lle-
várselo para proclamarlo rey, se reti-
ró otra vez a la montaña él solo.
[Jn 6, 1-15] 96
Alimenta la vida
Viernes
28 de abril
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Todos los días los padres de Tesorito salían a la puerta y le decían a su hija: “Tienes todo lo que necesitas: llevas dinero, comida, libros. No
te falta nada; te hemos dado todo”. Así la despedían, sin decir más. La pobre Tesorito sa-lía con cara de “felicidad fingida”, pero al en-contrarse con Pedrito, se daban un abrazo y, entonces, lo que era malo, no parecía tan ma-lo… Al llegar al colegio, los amigos le pre-
guntaron a Pedrito por las palabras mágicas; pero Pedrito no quiso revelarlas. De modo que una mañana fueron a casa de Pedrito, espera-ron escondidos, hasta que salieran Pedrito y su papá. Cuando salieron, prestaron mucha aten-ción y escucharon las palabras mágicas. El pa-pá mago le decía a Pedrito: “Hijo mío te quie-
ro mucho… ¡Que tengas un día muy feliz!”.
Hermann Rodríguez SJ, “cuento”
¿Qué me cuentas?
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Alimenta la vida
Viernes
28 de abril
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“Tengo todo para ser feliz y no lo soy”. Cuántas veces he escuchado esta frase e, in-cluso, alguna vez me la he planteado. Pero realmente, ¿qué es tener todo? Cuando leo este cuento, me recuerda lo importante que es el amor en nuestra vida. El amor de nues-tra familia, amigos, conocidos y, sobretodo, ese amor incondicional del Padre, que en ocasiones pasa desapercibido. Un “padre mago” que sabe poner unas palabras de ca-riño, una sonrisa, un abrazo e incluso un “te quiero” cuando más lo necesitas. Que te manda mensajes a través de diferentes me-dios para decirte “¡que tengas un buen día!”. Y lo mejor de todo: somos conscientes y po-
demos ser mensajeros de ese amor. Es la mejor for-ma de encontrar la
“ansiada felicidad”.
Rebeca Barchino, catequista de Comunión
¡Te cuento más!
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Alimenta la vida
Sábado
29 de abril Vive con sencillez
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No son los entendidos de este mundo los más felices ni los que captan la grandeza de las cosas. Cuántas veces nosotros mismos hemos experimentado que cuando nos hacemos egoístas o engreídos todo se vuelve oscuro. Son los pobres y la gente sencilla la más preparada para entender lo bella que es la vida, los regalos que Dios pone en nuestro camino, lo afortunados que somos o la gran-deza de ser creyentes. Quien cree que pue-de cargar él solo con todo, se equivoca y se cae; quien sabe que ha de agarrarse a la mano de Jesús, descubre que él es de ver-dad el descanso para nuestros cansancios y el alivio en nuestros agobios y fatigas. Él es, en definitiva, el maestro que nos enseña la verdadera mansedumbre y humildad que
nos levanta.
Ten en cuenta que...
99
Sábado
29 de abril
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gra-
cias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos y
se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre,
así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entre-
gado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que
el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a
mí todos los que estáis cansados y agobiados, y
yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo
es llevadero y mi carga ligera».
[Mt 11, 25-30]
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Vive con sencillez
Sábado
29 de abril
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Al despertar, bendecid vuestra jornada, porque está ya desbordando de una abundancia de bienes que vuestras bendiciones harán apare-
cer. Porque bendecir significa reconocer el bien infinito que forma parte integrante de la trama misma del universo. Ese bien lo único que espe-ra es una señal vuestra para poder manifestar-se. Al cruzarnos con la gente por la calle, en el autobús, en vuestro lugar de trabajo, bendecid
a todos. La paz de vuestra bendición será compañera de su camino, y el aura de su dis-creto perfume será una luz en su itinerario.
Bendecid a los que os encontréis, derramad la bendición sobre su salud, su trabajo, su ale-gría, su relación con Dios, con ellos mismos y con los demás. Bendecidlos en sus bienes y en sus recursos. Bendecidlos de todas las formas imaginables, porque esas bendiciones no solo esparcen las semillas de la curación, sino que
algún día brotarán como otras tantas flores de gozo en los espacios áridos de vuestra propia
vida.
Pierre Pradervand , “El arte de bendecir”
¿Qué me cuentas?
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Vive con sencillez
Sábado
29 de abril
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No hay nada más bonito en la vida que descubrir que cuanto nos rodea es un tesoro, un regalo, una bendición: nuestra familia, nuestros amigos, nuestra vida, nuestras cualidades, cuanto somos y tenemos. Cuando descubrimos que hemos sido bendecidos, entonces nos sentimos preparados para bendecir. Y es así como eliminamos nuestro pensar mal sobre los demás, nuestras críticas, nuestras quejas y amarguras. Todo lo tóxico se deja atrás para dejar entrar en la vida el dinamismo de la bendición, que es el mismo dinamismo de Dios: decir bien de la realidad, de los otros, de mí mismo. Yo te pido, Señor, que ponga-mos en mi boca palabras de bendición; to-davía más: que yo misma sea una bendición para los demás con mi sonrisa, con mi cerca-
nía y mi solidaridad.
Elena Cabello, Catequista de Confirmación
¡Te cuento más!
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Vive con sencillez
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Abandonados Durante el año que pasé realizando el noviciado
en Colombia, todos los domingos teníamos una
actividad pastoral, que además de ser una opor-
tunidad para salir del noviciado consistía en visi-
tar las veredas, casas familiares repartidas y
desperdigadas por toda la montaña a las que
solo las unía un estrecho y abrupto sendero. La
dificultad para acceder a aquellas personas era
mucha, en especial a los que más en la cima de la
montaña vivían, de ahí que su párroco acudiese
pocas veces a visitarles y de ahí también que fue-
se nuestra obligación y nuestra llamada el ir a
visitarles, pues San Alfonso nos fundó precisamen-
te para eso, para anunciar el Evangelio a los más
abandonados.
Estas familias de las veredas me descubrieron el
rostro de los pastores que San Alfonso encontró
en Scala, el de los abandonados, el rostro de los
sedientos del evangelio, pues nada más que la
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Palabra de Dios y la oración era lo que podía-
mos compartir con ellos y sin embargo era lo que
como agua de mayo esperaban y ansiaban. No
pasábamos más de diez o quince minutos en ca-
da casa rezando y leyendo el Evangelio, pero
puedo asegurar que las dos horas de caminata
que nos llevaba llegar hasta la primera casa va-
lía completamente la pena por poder compartir
con ellos la alegría de Evangelio.
El noviciado terminó y tuve que regresar, dejar
de visitar a aquellas cariñosas familias que con
tanto amor nos abrían las puertas de sus casas y
sus humildes despensas. Es duro volver a una so-
ciedad tan acomodada después de vivir aquello,
pero también es verdad que no vuelves igual, yo
al menos volví con una nueva sensibilidad. En me-
dio de este mundo globalizado y totalmente co-
municado empecé a ver a los mismos pastores
abandonados de Scala, esta vez en el rostro de
los jóvenes perdidos que no encuentran qué hacer
con sus vidas, en el de los hombres de negocios
cegados por su trabajo y su dinero, en el de las
personas que tienen demasiada prisa como para
disfrutar del paisaje, en el de la gente que aho-
ga sus problemas en una botella, en el de todos
los que sufren la cruda realidad del paro, en de-
finitiva en los rostros de todos aquellos que no
conocen a Jesucristo.
Álvaro Ortiz Jiménez de Cisneros, CSsR 106
Domingo
30 de abril Ábrete a la Luz
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No hay día, hora, minuto o segundo en el que Dios no pase por nuestro lado, pero la mayoría de las veces cuesta verle y recono-cerle; sin embargo, Él sigue fiel y persistente a nuestra vera, caminando constantemente con nosotros, sin abandonarnos, y hablándo-nos una y otra vez, explicándonos el sentido
de nuestras vidas, tocándonos por dentro.
No obstante, precioso es el día en el que, de repente, toda nuestra vida da un completo giro y, sin esperarlo, todo cobra sentido y se nos abren los ojos del corazón. Ése es el mo-mento en el que le descubrimos presente en nuestras vidas de infinitud de maneras: en la oración, en el Espíritu, en el prójimo y en to-das las personas que Él ha puesto en nues-
tras vidas….
Ése es el momento en el que Él arroja esa luz que da sentido a nuestra vida y nos hace ser agradecidos con todos los te-
soros que Él ha puesto en ella.
Ten en cuenta que...
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Domingo
30 de abril
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Dios nos cuenta En aquel tiempo, dos de ellos iban caminando a
una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén
unos sesenta estadios; iban conversando entre
ellos de todo lo que había sucedido. Mientras
conversaban y discutían, Jesús en persona se
acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus
ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo:
“¿Qué conversación es esa que traéis mientras
vais de camino?”. Ellos se detuvieron con aire
entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba
Cleofás, le respondió: Eres tú el único forastero
en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí
estos días?”´. [..] Entonces Él les dijo: “¡Qué tor-
pes y qué necios sois para creer lo que dijeron
los profetas! ¿No era necesario que
el Mesías padeciera estoy entrara
así en su gloria?". Y, comenzando
por Moisés y siguiendo por todos los
profetas, les explicó lo que se refería
a él en todas las Escrituras.
[Lc 24, 13-35] 108
Ábrete a la Luz
Domingo
30 de abril
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Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un tro-
zo de vida […] Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, so-ñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, Despertaría cuando los demás duermen. Escu-charía cuando los demás hablan, y cómo dis-
frutaría de un buen helado de chocolate.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vesti-ría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejan-do descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escri-biría mi odio sobre hielo, y esperaría a que sa-
liera el sol. […]
Johnny Welch, “La marioneta”
¿Qué me cuentas?
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Ábrete a la Luz
Domingo
30 de abril
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Este poema siempre me ha-
ce recordar todos esos te-
soros que Dios ha puesto en
nuestra vida, no cualquier
tesoro, sino de esos que te
hacen más rico cuando más
los compartes; ni de esos tesoros que se esconden
para que nadie los encuentre, porque Dios los ha
puesto en cada uno de nosotros, para que nunca
nos olvidemos de que los tenemos.
Entonces me planteo si no me habré convertido yo
en una marioneta, si entre tanto ir y venir no me
habré dejado estos tesoros olvidados entre los
apuntes de la universidad o se me habrán perdido
corriendo en el metro porque llego tarde, tan ocu-
pada, que ni siquiera me he dado cuenta de que
me faltan. Y me pregunto qué pensará Dios cuando
me ve desaprovechando así su regalo, si se estará
preguntando por qué me enfado por tantas tonte-
rías, o por qué no le digo a la gente que quiero,
todo lo que la quiero. Cómo se sentirá cuando me
ha dado tanto y yo hago tan poco, y creo que co-
sas así son su forma de recordarnos que aunque no
lo veamos, somos inmensamente ricos.
Bárbara, Catequista de Confirmación
¡Te cuento más!
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Ábrete a la Luz
Lunes
1 de mayo Un trabajo por hacer
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Hoy la liturgia nos presenta un evangelio exi-
gente, Jesús con sus palabras dirigidas a sus dis-
cípulos también nos dice a nosotros que todo
sarmiento que no da fruto es arrancado, que
todo aquel que no trabaja en favor del Reino no
sirve, nos está pidiendo a gritos que colabore-
mos en el plan de su Padre. Además, completa
su mensaje con otra frase aún más exigente que
la anterior, “al que da fruto se le podará para
que dé más fruto” al que ya trabaja por el
Reino se le pide que trabaje más duro, que se
exija más, que entregue más. Pero esto no tiene
sentido que lo hagamos por nosotros mismos, así
no funcionan las cosas: sólo daremos fruto si es-
tamos arraigados en Cristo, si nuestro trabajo y
nuestra entrega surgen de la relación de con-
fianza con quién se entregó hasta
el extremo por nosotros. Leamos el
evangelio de hoy sabiendo que
Dios nos pide que colaboremos
cuanto podamos en favor del Reino.
Ten en cuenta que...
San José Obrero
Lunes
1 de mayo
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Dios nos cuenta En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo
soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arran-
ca, y a todo el que da fruto lo poda, para que
dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las
palabras que os he hablado; permaneced en mí,
y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede
dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo
soy la vid, vosotros los sarmientos; el que per-
manece en mí y yo en él, ése da fruto abundan-
te; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como
el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los
echan al fuego, y arden. Si perma-
necéis en mí, y mis palabras perma-
necen en vosotros, pedid lo que
deseáis, y se realizará. Con esto reci-
be gloria mi Padre, con que deis fru-
to abundante; así seréis discípulos
míos.»
[Jn 15, 1-8] 112
San José Obrero
Un trabajo por hacer
Lunes
1 de mayo
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“-He venido para decirte dónde están mis co-
sas. En el tejado de la cerería hay un sitio don-
de confluyen tres aleros. Es un buen sitio para
dormir si alguien lo necesita, y seco. Allí nunca
sube nadie… -Enmudecí.
-Eres muy amable. Enviaré a uno de los chicos
-dijo Trapis-. Ven aquí. -Se me acercó y me dio
un torpe abrazo; su barba me hizo cosquillas
en la mejilla-. Siempre me alegro cuando al-
guno de vosotros se marcha. Te las arreglarás
bien, pero siempre puedes volver aquí si lo ne-
cesitas.
Una de las niñas que estaban en los camastros
empezó a agitarse y a gemir. Trapis se separó
de mí y se dio la vuelta.
-Qué, qué -dijo al ir a atenderla-. Qué, qué.
Ya va, y a va.”
Patrick Rothfuss, “El Nombre del viento”.
¿Qué me cuentas?
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San José Obrero
Un trabajo por hacer
Lunes
1 de mayo
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Es difícil explicar este fragmento. Trapis es el
único sacerdote que cuida de los niños desam-
parados de una ciudad que se olvida de ellos.
Es una tarea hercúlea para un solo hombre, y
es un hombre viejo. Ni siquiera se despide con
emoción, y se vuelve a marchar.
El fragmento pertenece a su última conversa-
ción con el protagonista. Lo he escogido por
tres razones: la primera, es la importancia de
nuestra misión personal, seamos protagonista o
secundario, iguales ante la misma mirada. La
segunda, es la figura del Padre, feliz de dejar
marchar a su hijo, con las puertas abiertas a su
posible regreso. Y, sobre todo, su final sin
adornos: con Trapis, dispuesto a continuar su
tarea, porque el mundo
sigue girando, porque mu-
cha gente necesita nuestra
ayuda. Y eso es fe.
Miguel Á. Cabrera (Mini P)
Catequista de Comunión
¡Te cuento más!
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San José Obrero
Un trabajo por hacer
Martes
2 de mayo Ábrete al Amor
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Se necesita…
Gente que crea en el valor de las pequeñas cosas.
Gente que construya la historia y no se deje
arrastrar por los acontecimientos.
Gente con corazones desarmados , en un mundo
lleno de guerras.
Gente que diga: “voy a tratar de hacer algo” y
no que se contenten con : “es imposible”...
Porque... En muchos momentos de nuestra vida, no
somos capaces de valorar al prójimo, y nos ence-
rramos en nosotros mismos sin saber mirar las ne-
cesidades del que pasa a nuestro lado. Cristo, ha
resucitado para demostrarnos que no hay nada
imposible, y que si te lo propones, podrás conse-
guir lo que quieras, porque tienes que abrir los
ojos y ver, que eso que buscas, aun-
que parezca difícil, ya lo tienes en
tu mano. Cristo, ha resucitado, para
decirnos que no estamos solos, que
Él, siempre estará a nuestro lado.
Cristo ha resucitado para decirte
que...
¡NECESITA GENTE COMO TÚ!
Hoy, aprende a "ver con el corazón"...
Ten en cuenta que...
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Martes
2 de mayo
Terce
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, la gente dijo a Jesús: «¿Qué
signos vemos que haces tú, para que creamos en
ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron
el maná en el desierto, como está escrito: "Les
dio a comer pan del cielo"». Jesús replicó: «Os
aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del
cielo, sino que es mi Padre el que os da el ver-
dadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el
que baja del cielo y da vida al mundo». Enton-
ces dijeron: «Señor, danos siempre de este
pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de la
vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el
que cree en mí nunca pasará sed».
[Jn 6, 30-35]
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Ábrete al Amor
Martes
2 de mayo
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"Y volvió con el zorro.
-Adiós-le dijo.
-Adiós-dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que
no puede ser más simple: sólo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para
los ojos.
-Lo esencial es invisible para los ojos-repitió el
principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el
tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella…-
repitió el principito para recordarlo."
Antoine de Saint-Exupéry, “El Principito”
¿Qué me cuentas?
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Ábrete al Amor
Martes
2 de mayo
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Muchas veces se nos pasan
desapercibidas pequeñas
cosas, muchas de las cuales
son muy importantes para
hacernos felices y hacer feli-
ces a los demás, que lo im-
portante son los pequeños
detalles para con los demás,
empezando por dedicarles el tiempo, aunque
éste sea poco, lo más valioso es que ese tiempo
sea de calidad. A veces no nos damos cuenta de
que con poco que hagamos para ayudar a los
demás, para ellos puede ser mucho.
También me hizo ver que muchas veces nos senti-
mos solos, pensando que no tenemos a nadie a
nuestro alrededor, y sin embargo no somos ca-
paces de "ver con el corazón" a toda esa gente
que nos quiere y que nos apoya aunque no se
encuentre físicamente a nuestro lado, así como
en muchas ocasiones tampoco somos capaces de
darnos cuenta de que Dios está siempre con no-
sotros.
Jesús Sánchez San Segundo
Asociación para la Solidaridad
¡Te cuento más!
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Ábrete al Amor
Miércoles
3 de mayo
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Estamos metidos de lleno en ese bonito
tiempo que la Iglesia denomina como tiempo
pascual, un tiempo propicio para que de una
manera especial los seguidores de Jesús po-
damos conocerle y comprenderle mejor en
todo su misterio, para que, a la luz de la re-
surrección, todos aquellos aspectos de la vi-
da del Maestro que nos ocasionaban dudas
o que no terminábamos de entender del to-
do adquieran una nueva comprensión, con la
idea de que, conociendo a Cristo, le amemos,
y amándolo, le sigamos.
En esta línea es en la que se mueve el
evangelio de hoy, Jesús se nos define a tra-
vés de tres palabras clave: ca-
mino, verdad y vida. Son pala-
bras que nos exigen una res-
puesta, andar ese Camino que
es Cristo, abrazar la Verdad
que nos trae y entrar en la Vida
a la que estamos llamados.
Ten en cuenta que...
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Santos Felipe y Santiago, Apóstoles
Ponerse en camino
Miércoles
3 de mayo Ponerse en camino
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Dios nos cuenta En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: "Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Pa-
dre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis
también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo
habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos
al Padre y nos basta." Jesús le replica: "Hace
tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces,
Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Pa-
dre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No
crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en
mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta
propia.. El Padre, que permanece en mí, él mis-
mo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Pa-
dre, y el Padre en mí. Si no, creed
a las obras En verdad os digo: el que
cree en mí, también él hará las
obras que yo hago, y aun mayores,
porque yo me voy al Padre.
[Jn 14, 6-14]
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Santos Felipe y Santiago, Apóstoles
Miércoles
3 de mayo
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“Las cosas podrían haber sucedido de cualquier
otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Da-
niel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once
años, lamentaba el curso de los acontecimientos,
aunque lo acatara como una realidad inevitable
y fatal. Después de todo, que su padre aspirara
a hacer de él algo más que un quesero era un
hecho que honraba a su padre. Pero por lo que
a él afectaba…
Su padre entendía que esto era progresar; Da-
niel, el Mochuelo, no lo sabía exactamente. El
que él estudiase el Bachillerato en la ciudad po-
día ser, a la larga, efectivamente, un progreso”.
Miguel Delibes, “El Camino”
¿Qué me cuentas?
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Santos Felipe y Santiago, Apóstoles
Ponerse en camino
Miércoles
3 de mayo
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En el colegio mi profe de Literatura nos mandó leer es-
te libro. Como cabía esperar, no lo hice. Nunca imaginé
que, más tarde, justo en un momento en que estaba al-
go desorientado, alguien que hoy tiene mi admiración
y cariño me recomendaría leerlo.
Cuántas veces lo que esperamos, lo que planeamos y
por lo que nos dejamos la piel, no sale. Creamos ex-
pectativas y, cuando no se cumplen, buscamos culpa-
bles. Está bien ser inconformista, autocritico, querer
siempre más y mejor, pero este libro, me enseñó que
todo sucede según el guion que Dios tiene escrito para
nosotros y, por tanto, tenía que aprender a disfrutar
las cosas según venían: en el momento. Aprendí que te
enamorarás varias veces y siempre pensarás que es la
definitiva, pero solo valdrá una vez. Acertarás. Te
equivocarás. Disfruta de cada momento, sea bueno o
malo, para un rato o para siempre. Si no lo haces, te
arrepentirás.
Y, por último, habrá momentos en los que no encuentres
el Norte, así que trata de buscar el Sur. O el Este. O el
Oeste. Da igual. Solo se
necesita un punto cardi-
nal para poder orientar-
se y poder continuar con
“el camino”.
Carlos Martín Pacha
ALCES
¡Te cuento más!
Santos Felipe y Santiago, Apóstoles
Ponerse en camino
Jueves
4 de mayo Un pacto de amor
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A Dios no le bastó con una entrega total de
su persona para con nosotros a fin de de-
mostrarnos su amor, sino que, además, quiso
quedarse presente para siempre entre los
hombres.
De esta manera, el que entró en este mundo,
en nuestra historia, decidió no salir nunca más
de él, sellando, de este modo, un pacto con
toda la humanidad, un pacto de amor, basa-
do en la promesa de poder recibirle siempre
dentro de nuestros corazones, y sentir que
nos acompaña en nuestra vida, porque él es
el alimento que nos da vida.
¿En qué consiste ese pacto? En que, sintiéndo-
le estrechamente junto a noso-
tros, experimentemos su amor y,
de esta manera, cumplamos con
nuestra parte del trato:
“amarnos los unos a los otros,
como (sentimos que) Él nos ha
amado”
Ten en cuenta que...
Jueves
4 de mayo
Terce
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y les di-
jo: “Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Pa-
dre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el
último día. Está escrito en los profetas: “Serán
todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al
Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien
haya visto al Padre, a no ser el que está junto a
Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en ver-
dad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo
soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron
en el desierto el maná y murieron; este es el
pan que baja del cielo, para que el hombre coma
de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha ba-
jado del cielo; el que coma de este pan vivirá
para siempre. Y el pan que yo daré
es mi carne por la vida del mundo”.
[Jn 6, 44-51]
124
Un pacto de amor
Jueves
4 de mayo
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«Y ahora voy a exponerte una teoría de la
que te vas a reír: el amor, Govinda, me parece
que es lo más importante que existe. Penetrar
en el mundo, explicarlo y despreciarlo, puede
ser cuestión de interés para los grandes filóso-
fos. Pero para mí, únicamente me interesa el
poder amar a ese mundo, no despreciarlo; no
odiarlo ni aborrecerme a mí mismo; a mí sólo
me atrae la contemplación del mundo y de mí
mismo, y de todos los seres, con amor, admira-
ción y respeto. »
Hermann Hesse, “Siddartha”
¿Qué me cuentas?
125
Un pacto de amor
Jueves
4 de mayo
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Cuando leí esta reflexión que hace Siddartha
al final del libro no pude evitar pensar en el
mandamiento nuevo de Jesús: «Amaos los unos
a los otros; como yo os he amado». Y cierta-
mente, creo que el amor debe ser la base de
nuestra vida y, por tanto, de nuestra fe. Amor,
admiración y respeto. Somos humanos y erra-
mos, pero sabemos que el camino correcto lle-
va escritas estas tres palabras que en reali-
dad son solo una. Únicamente así podemos
hacer felices a los demás y serlo nosotros, y al
final, ¿no se trata de eso? El deseo de Jesús
está claro al darnos el mandamiento nuevo, al
igual que un padre desea que sus hijos per-
manezcan siempre unidos. Sólo mirando con
amor, admiración y respeto a los demás po-
demos cumplirlo.
María Amigo Valencia
Grupo Jóvenes-adultos
¡Te cuento más!
126
Un pacto de amor
Viernes
5 de mayo Perdemos la cuenta
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El día de hoy nos invita a caer en la cuenta
de que vivir en plena comunión con Jesús va
intrínsecamente ligado a vivir en plena comu-
nión con el mundo, con toda la humanidad,
especialmente con el prójimo, con los que te-
nemos más cerca.
A lo largo de nuestra vida, nos vemos rodea-
dos de muchísimas personas, algunas de las
cuales se convierten para nosotros en perso-
nas muy relevantes. El Señor es el que las
pone en nuestro existir, y él es el que nos
congrega y une a ellos para vivir en felici-
dad en torno a Él.
Al volver la vista atrás, damos las
gracias a Dios al ser conscientes
de cuántas personas han pasado
por nuestras vidas y cuántos mo-
mentos preciosos nos han dado.
Tantos, que es fácil que perdamos
la cuenta...
Ten en cuenta que...
127
Viernes
5 de mayo
Terce
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Dios nos cuenta
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede
éste darnos a comer su carne?. Entonces Jesús
les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne
del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no
tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y
bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resuci-
taré en el último día. Mi carne es verdadera co-
mida, y mi sangre es verdadera bebida. El que
come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y
yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo
vivo por el Padre; del mismo modo, el que me
come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado
del cielo: no como el de vuestros padres, que lo
comieron y murieron; el que come este pan vi-
virá para siempre». Esto lo dijo Je-
sús en la sinagoga, cuando enseñaba
en Cafarnaún.
[Jn 6, 52-59]
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Perdemos la cuenta
Viernes
5 de mayo
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“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser su-yo propio nada de lo que poseía, sino que te-
nían todas las cosas en común.
Y con gran poder los apóstoles daban testimo-nio de la resurrección del Señor Jesús, y abun-
dante gracia era sobre todos ellos.
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o ca-sas, las vendían, y traían el precio de lo vendi-do, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se
repartía a cada uno según su necesidad.”
Lucas, “Hechos de los Apóstoles”.
¿Qué me cuentas?
Perdemos la cuenta
Viernes
5 de mayo
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Con un mismo sentir, con un mismo mirar… Con el
mirar de Dios, y el sentir-con; como Jesús. Entonces
y ahora, ser multitud que se hace uno justamente
por su diversidad y diferencia. Diferencia y diversi-
dad como oportunidades de encuentro y de enri-
quecimiento.
Mirando hacia atrás y pensando en el presente,
brota espontánea una acción de gracias: Gracias
por la diversidad y la diferencia en nuestra fami-
lia; gracias por los encuentros con otros jóvenes, en
el Espino, en nuestra parroquia de San Gerardo, en
la universidad. Gracias por el ahora caminando
con otras familias en este grupo que llamamos
SANGE, y por la red que se va tejiendo desde él
hacia afuera; y gracias por ponerme en el camino
de tantos docentes que miran y sienten que el mun-
do que soñaste para todos nosotros está cada vez
más cerca.
Mirando hacia adelante brota
incansable el ruego: Danos tu
mismo sentir y mantennos unidos
en la fe, la esperanza y el
amor.
Esther Gutiérrez
Grupo SANGE
¡Te cuento más!
130
Perdemos la cuenta
Sábado
6 de mayo
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Hoy el evangelio nos presenta una escena
dura, una escena además muy habitual, en la
que ante la dificultad y la exigencia que su-
pone el seguimiento de Jesús muchos aban-
donan y prefieren dedicar su vida a preocu-
parse por su ombligo. Pero ese no es nuestro
caso, nosotros no nos arredramos ante la difi-
cultad, no nos echamos para atrás, sobre to-
do porque nosotros confiamos en Jesucristo,
porque el Padre nos bendice y porque el Es-
píritu nos ilumina. Es verdad que podremos
tropezar, que podremos dar unos pasos ha-
cia atrás por miedo o por pereza, pero sen-
timos, como seguidores y discípulos de Jesús
que su invitación es expresamente para noso-
tros ¿La vamos a rechazar?
¿Nos dejaremos llevar por ese
miedo o pereza?
Ten en cuenta que...
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Un océano inmenso
Sábado
6 de mayo Un océano inmenso
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Dios nos cuenta
Muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede
hacerle caso?». Adivinando Jesús que sus discí-
pulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vaci-
lar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a
donde estaba antes? El Espíritu es quien da vi-
da; la carne no sirve de nada. Las palabras que
os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, al-
gunos de vosotros no creen». Dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?». Simón
Pedro contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acu-
dir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros
creemos y sabemos que tú eres el Santo consa-
grado por Dios».
[Jn 6, 60-69]
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Sábado
6 de mayo
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Perdona– le dijo el besugo a la sardina-, eres más vieja que yo y con más experiencia. ¡Seguro que puedes ayu-darme! Dime: ¿Dónde puedo encontrar el eso que todos llaman Océano? He estado buscándolo por todas par-tes, sin resultado.
¿El Océano? – respondió la sardina-. ¡Es donde es-tás ahora mismo!
¿Esto? ¡Pero si esto no es más que agua…! ¡Lo que busco es el Océano! - replicó el pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar a otra parte.
¿Cómo es Dios? ¿Dónde está Dios? Dios está en todas las cosas. Su presencia llena el mun-do, habita cualquier sitio y llena todo vacío. Está en la calle y dentro de los colegios, de casa y del coche. Se trata, simplemente, de mirar de una manera especial, de encontrar desde dentro. Los ojos no siempre ven, hay que buscar con el corazón. Dios es como el Océano. Porque a veces, sin querer, creemos que Dios es Aquel que nos dice lo que hacemos bien y lo que hacemos mal, o alguien que nos juzga constantemente… Otras veces pensamos que es una es-pecie de mago con varita o el rey de los genios que conceden deseos, o una especie de “energía” … Y esto, hace que no tengamos ganas de encontrarnos con él. Pero la cosa cambio si sabemos que Dios es amor.
Anónimo, “El pez que no veía”
¿Qué me cuentas?
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Un océano inmenso
Sábado
6 de mayo
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Me acuerdo perfectamente del momento en que leí este texto. Te-nía apenas 13 años y era mi pri-mer día en Adolescentes, el grupo de preparación para la Confirma-ción de mi parroquia.
Cómo es Dios o dónde está son preguntas que siempre han ronda-do por mi cabeza, pero que nunca habían salido de ella, ya sea por
pensar que era una cuestión absurda o, simplemente, por timidez. Le solía imaginar como el típico “señor de bata blanca, barba espesa, sandalias y que vive entre las nubes” que tantas veces ha sido representa-do en los dibujos, pero siempre he creído en algo más.
Ese “algo más” me inquietaba, y quizá este texto fue el que “activó” ese algo en mi cabeza que me dijo que éste era el buen camino, que tenía que seguir creciendo y resolviendo mis dudas acerca de mi fe.
Y no me equivocaba. Casualidad o no, tres años des-pués, unos días antes del momento de mi Confirma-ción, haciendo limpieza en mi habitación, encontré el papel en el que estaba escrito este texto; pero aho-ra era distinto. Sabía perfectamente lo que respon-der a cada una de las preguntas.
Johanna Moreno,
Catequista de Comunión
¡Te cuento más!
134
Un océano inmenso
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Benignidad Dicen que los santos se reconocen fácilmente
porque son exigentes o duros consigo mismos a
la vez que comprensivos y condescendientes
con los demás. Los que no somos tan santos so-
lemos hacer al revés: muy comprensivos y ca-
paces de “autojustificarnos” y con frecuencia
duros y exigentes con los demás.
San Alfonso, que sí vivía con rotundidad la san-
tidad, sabía ser cercano y misericordioso con
todo aquel que se acercara a él. Por ello hizo
de la benignidad una de las notas esenciales
de la espiritualidad redentorista que él vivió y
practicó primero. Toda persona que escuchase
a un redentorista debía experimentar el amor
generoso, bondadoso e ilimitado de Dios. La
predicación, las eucaristías y oraciones y, muy
Cuarta
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especialmente, las confesiones debían ser espa-cios privilegiados para transparentar ese amor benigno, compasivo y desbordante de Dios. Si creemos en El Redentor, que ya vino, vivió, murió y resucitó por nosotros, por nuestra salva-ción, no hay nada que temer. Y sí mucho que esperar y alegrarnos. Cada Eucaristía lo deci-mos, aunque a muchos cristianos aun atemoriza-dos con “las penas del infierno” les cueste creerlo: “él derramó su sangre para el perdón de los pecados”. La sangre de Cristo no pide venganza ni casti-go (como la del justo Abel), sino que se derra-ma compasiva y redentoramente para perdo-nar nuestro pecado. Dios ha puesto en la ba-lanza la sangre de su Hijo, ¿qué pecado o qué mal puede vencer su poder salvador, su benig-nidad? Ninguno. “Si Dios absuelve, ¿quién con-denará?” (Rm 8, 35). Como dice San Pablo, “nada podrá separarnos del amor de Dios”, de su benignidad. Este men-saje central cristiano está tejido en el ADN re-dentorista. La benignidad que tratamos de mostrar es la convicción en la sobreabundante redención que nos aguarda, que ya ha comen-zado.
Víctor Chacón, CSsR
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Domingo
7 de mayo
Nos cuenta entre sus ovejas
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Por fin llega este gran día: ¡el domingo del Buen Pastor! Una de las imágenes cris-tianas más antiguas y veneradas. Cristo como Pastor, que cuida y carga sobre sus hombros la oveja enferma y extenuada. Si no eres tú oveja enferma, querido amigo, te toca ser pastor sufrido y generoso. So-bre eso vamos a orar en este domingo. La fe nos empuja a experimentar, vivir, comprometernos y anunciar. Nada de la novedad de Cristo puede quedar ence-rrado o recluido por nuestra comodidad o pereza. Seguimos a un Dios Pastor, que es la Puerta y que da la vida por sus ovejas. Fíate de él, pí-dele hoy que te enseñe, te guíe a los pastos de hier-ba fresca que ne-cesitas, que te ha-ga experimentar su amor sincero.
Ten en cuenta que...
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Domingo del Buen Pastor
Domingo
7 de mayo
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Dios nos cuenta
Si, obrando el bien, soportáis el sufrimiento, ha-
céis una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto
habéis sido llamados, ya que también Cristo pa-
deció su pasión por vosotros, dejándoos un
ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no come-
tió pecado ni encontraron engaño en su boca;
cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en
su pasión no profería amenazas; al contrario, se
ponía en manos del que juzga justamente. Car-
gado con nuestros pecados subió al leño, para
que, muerto al pecado, vivamos pa-
ra la justicia. Sus heridas os
han curado. Andabais desca-
rriados como ovejas, pero ahora
habéis vuelto al pastor y guar-
dián de vuestras vidas.
[Pe 2, 20-25]
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Domingo del Buen Pastor
Nos cuenta entre sus ovejas
Domingo
7 de mayo
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“Si te pregunto algo sobre arte, me responde-rás con datos de todos los libros que se han
escrito. Miguel Ángel, lo sabes todo (…). Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contem-plado ese hermoso techo. No lo has visto.
(…) Si te pregunto por la guerra, probable-mente citarás algo de Shakespeare (…). Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando
ayuda mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me citarás un sone-to. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable (…). No sabes lo que signi-fica perder a alguien. Porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo”.
Monólogo de Robin Williams en “El indomable
Will Hunting”.
¿Qué me cuentas?
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Domingo del Buen Pastor
Nos cuenta entre sus ovejas
Domingo
7 de mayo
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Esta es una de esas escenas del
cine que nunca se olvidan y la he
querido rescatar para este fin. El
mensaje que nos transmite es claro
y directo: para llegar al conoci-
miento sobre cualquier aspecto de
la vida no basta con la teoría, hay
que experimentar, hay que vivirla.
Yo creo que en la Fe cristiana su-
cede algo similar. No me refiero a adquirir un cono-
cimiento empírico de la misma, difícilmente alcanza-
ble, sino a vivirla en plenitud. Para poder acercar-
nos a una fe plena no debemos limitarnos a leer o
hablar sobre ella. No debemos caer en la equivo-
cación -desde mi punto de vista- de vivir nuestra fe
como algo estático, como algo que conocemos y a
lo que nos hemos habituado. Yo creo que la fe es
dinámica, tenemos que buscar experiencias de fe,
tenemos que cuestionárnosla, tenemos que compar-
tirla y llevarla a nuestra vida cotidiana. La fe no
está para enmarcarla y acostumbrarnos a ella, sino
que está para vivirla, para experimentarla. Ayúda-
nos a no caer en ello, Señor, a avanzar por la vida
con una fe viva y comprometida.
Javi Roncalés
catequista de confirmación
y grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
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Domingo del Buen Pastor
Nos cuenta entre sus ovejas
Lunes
8 de mayo ¿Para quién cuentas?
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Seguimos dejándonos guiar por el Buen Pastor que es Cristo resucitado. Hoy la Pa-labra nos invitará a distinguir amistades y personas. Quien nos quiere y a quien le interesamos para algo. Pero sobre todo nos llama a identificarnos con aquel que conoce a sus ovejas y va por delante, abriendo caminos. ¿te atreves tú a cami-nar así en la fe? Abrir caminos para los demás. Siempre a la escucha de Jesús, siempre dóciles a la voz del Maestro que saca lo mejor de no-sotros, que nos ama, que entrega su vida sin medida. Él ha venido para que tengamos vida y vida abundante. ¿Lo creemos realmente?
Ten en cuenta que...
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Lunes
8 de mayo
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Dios nos cuenta En aquel tiempo, dijo Jesús: «Os aseguro que el que
no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino
que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido, pe-
ro el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
A éste le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz,
y él va llamando por su nombre a sus ovejas y las saca
fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina de-
lante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su
voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de
él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no enten-
dieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «Os
aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los
que han venido antes de mí son ladrones y ban-
didos: pero las ovejas no los escu-
charon. Yo soy la puerta: quien en-
tra por mí, se salvará, y podrá en-
trar y salir, y encontrará pastos. El
ladrón no entra sino para robar y
matar y hacer estrago: yo he venido
para que tengan vida y la tengan
abundante.»
[Jn 10, 1-10] 144
¿Para quién cuentas?
Lunes
8 de mayo
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‘
’Un desconocido que hasta hacía dos minutos
no formaba parte de tu mundo, después se
convertía en parte tuya, te entendía más que
cualquier persona de este mundo y notabas
que te ayudaba de una manera tan profunda
que te sentías comprendido e identificado (…)
Gente que puede acompañarte a cualquier lu-
gar, darte fuerza en silencio o estar contigo en
miles de problemas que tengas. Son ese tipo
de gente a la que acabas agradeciéndole algo
que han hecho miles y miles de veces, que te
acompañen a un lugar aburrido un día solea-
do de verano cuando podrían estar en la pla-
ya es impagable. Curiosamente amor y amis-
tad comienzan con “am”.
Albert Espinosa, “El mundo amarillo”
¿Qué me cuentas?
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¿Para quién cuentas?
Lunes
8 de mayo
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Este es un pequeño
fragmento del libro ‘’El
mundo amarillo’’ de Al-
bert Espinosa, donde
éste cuenta todo lo que
aprendió de la vida
cuando sufrió cáncer. He
querido comentar este
fragmento de su libro porque habla de la
amistad, del amor, que es algo fundamental
en nuestra vida. Le doy gracias a Dios por
poner a esas personas en mi camino, descono-
cidas al principio, pero que acaban siendo un
gran apoyo en mi vida, que están ahí para lo
bueno y para lo malo, sin esperar recibir na-
da a cambio. Y le doy gracias a Él también,
que, como dice Espinosa, te acompaña a cual-
quier lugar, te da fuerza en el silencio y está
contigo en miles de problemas que tengas,
siempre.
Marta Cabeza,
Grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
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¿Para quién cuentas?
Martes
9 de mayo Cuenta con nosotros
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“No sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me si-guen”. ¿Qué hay que tener para ser “oveja de Jesús”? ¿Qué rasgos o cualida-des? Estas cuestiones vienen hoy implícitas en la Palabra que leeremos. La respuesta la anticipa ya el propio Jesús. Sus ovejas escuchan su voz y le siguen. No sólo escu-chan, no. Escuchan y siguen. No dice el evangelio que le sigan rápido ni despacio, probablemente a su ritmo, con avances y retrocesos, pero le siguen. El cuento de hoy también nos invitará a pensar en nuestro seguimiento. Si llevamos mucho tiempo siguiéndole sur-gen tentaciones, ¿lo sa-bemos ya todo? ¿somos sus “seguidores profesio-nales”? Probablemente sintamos una invitación clara a la humildad. Me-jor es ir despacio, pero llegar, que ir confiado y pararse.
Ten en cuenta que...
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Martes
9 de mayo
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Dios nos cuenta
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspen-
so? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamen-
te». Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y
no creéis; las obras que yo hago en nombre
de mi Padre, ésas dan testimonio de mí.
Pero vosotros no creéis, porque no sois ove-
jas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo
las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy
la vida eterna; no perecerán para siempre,
y nadie las arrebatará de
mi mano. Mi Padre, que
me las ha dado, supera a
todos, y nadie puede arre-
batarlas de la mano del Pa-
dre. Yo y el Padre somos
uno».
[Jn 10, 22-30]
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Cuenta con nosotros
Martes
9 de mayo
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Érase una vez una liebre muy orgullosa y vani-
dosa que se burlaba de la lentitud de una tor-
tuga.
Un día la tortuga le dijo: "Puede que seas muy
veloz amiga Liebre, pero estoy segura de po-
der ganarte una carrera."
La liebre, sorprendida, aceptó el reto sin pen-
sarlo dos veces, ya que estaba segura de que
ganaría.
Llegó el día de la carrera y con la señal de sa-
lida la tortuga no dejó de caminar y caminar a
su lento paso. En cambio, la liebre, corrió muy
rápido dejando atrás a la tortuga y a mitad
de camino, confiada, decidió echarse una sies-
ta. Cuando la liebre despertó miró hacia la
meta donde la tortuga estaba muy cerca del
final, y en un intento por alcanzarla, la tortu-
ga llegó y ganó.
Esopo, “Fábula de la liebre y la tortuga”
¿Qué me cuentas?
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Cuenta con nosotros
Martes
9 de mayo
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Conozco esta fábula desde muy pequeña y
sin embargo, me sorprende cada vez que la
leo. Cierta vez la relacioné con mi vida pen-
sando en lo que sabía acerca de Dios.
Alguna vez me he encerrado en creer que ya
lo sé todo, como la Liebre, orgullosa y vani-
dosa, subestimando a los que venían detrás
de mi aprendiendo poco a poco, sabiendo
que les queda un largo camino, como la Tor-
tuga.
Gracias a Dios me di cuenta que debo ser la
Tortuga y no confiarme, que a Dios se llega y
se le conoce sin prisa, pero sin pausa. Ojalá
nunca creamos que lo sabemos todo y nunca
dejemos de construir nuestra
fe ladrillo a ladrillo, paso a
paso, a base de esfuerzo y
constancia.
Paula Ramírez
Grupo de jóvenes y
catequista de confirmación
¡Te cuento más!
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Cuenta con nosotros
Miércoles
10 de mayo Caigamos en la cuenta
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Hoy tenemos una nueva imagen para ha-blar de Jesús. La luz. Él es luz. Su resurrec-ción se define tantas veces como el más potente de los destellos, como luz podero-sa y cegadora. Luz que vence la tiniebla. Luz que vence la muerte y el sufrimiento. Luz que no viene a sacar mostrar nuestras manchas e incriminarnos, sino a “salvar al mundo” en palabras del propio Jesús. Ojalá caigamos en la cuenta y aprenda-mos a iluminar así. La historia que hoy lee-remos también nos animará a cambiar de criterios, a buscar formas nuevas para ser luz en nuestro mundo.
Ten en cuenta que...
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San Juan de Ávila
Miércoles
10 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando: «El que
cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha
enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha
enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así,
el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que
oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juz-
go, porque no he venido para juzgar al mundo,
sino para salvar al mundo. El que me rechaza y
no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la
palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará
en el último día. Porque yo no he hablado por
cuenta mía; el Padre que me envió
es quien me ha ordenado lo que
he de decir y cómo he de ha-
blar. Y sé que su mandato es vida
eterna. Por tanto, lo que yo hablo
lo hablo como me ha encargado el
Padre».
[Jn 12, 44-50]
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Caigamos en la cuenta
San Juan de Ávila
Miércoles
10 de mayo Caigamos en la cuenta
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Un anciano, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les dijo:
“No puedo dividir en tres partes lo que poseo, les tocaría muy poco. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más sagaz. Dicho de otra forma, a mi mejor
hijo. Encima de la mesa hay una moneda para cada uno. Tómenla. El que compre con esa mo-neda algo que pueda llenar toda la casa, se
quedará con todo.” Los hijos se fueron.
El primero compró paja, pero sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad.
El segundo compró sacos de plumas y tampoco la llenó.
El tercero compró tan solo un pequeño objeto: una vela. Esperó hasta la noche, encendió la
vela, y llenó la casa de luz.
Anónimo, cuento popular
¿Qué me cuentas?
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San Juan de Ávila
Miércoles
10 de mayo
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Cuando Jesús dice que sea-
mos como niños, no está pen-
sando en el criterio que usan
éstos con frecuencia: “cuanto
más grande, mejor es algo”.
Sin embargo, esta es la ca-
racterística que con frecuen-
cia nos domina.
Muchas veces, en lo más sencillo -una sonrisa,
una llamada, un abrazo- damos y recibimos
lo más grande: el amor. Y, amando, somos luz
para un mundo que tiene demasiadas calles
oscuras; quizás nuestra vela no lo llene todo,
pero seguro alumbrará a nuestro alrededor.
Lo mejor de todo, es que esas pequeñas co-
sas que alegran al de al lado -y a nosotros
mismos, ya de paso-, se contagian, y proba-
blemente aquel alegrará al de más allá, y
con un poco de suerte así sucesivamente.
Yo lo veo claro. Ojalá me resulte la mitad de
fácil ponerlo en práctica.
Lucía Roncalés.
Grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
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Caigamos en la cuenta
San Juan de Ávila
Jueves
11 de mayo Cada minuto cuenta
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Hoy la Palabra nos invita a no perder el tiempo, ni tan siquiera un minuto (como hi-ciera promesa San Alfonso). En lugar de perderlo, vamos a entregarlo. Vamos a ponerlo a producir a favor de quienes lo necesitan. Para descubrir que quien sigue a Cristo, también está llamado a entregar la vida, todo su tiempo, para servir y amar a sus hermanos. Vamos a descubrir lo esencial, lo que es invisible a los ojos, pero no es difícil de hacer. La actitud cristiana del amor con-creto, el servicio, que nace de una palan-gana y una toalla, y el deseo de amar hasta la pobreza y suciedad de aquel que tienes delante. ¿te atreves a ver lo esen-cial?
Ten en cuenta que...
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Jueves
11 de mayo
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Dios nos cuenta
Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus
discípulos, les dijo: «Os aseguro, el criado no
es más que su amo, ni el enviado es más que
el que lo envía. Puesto que sabéis esto, di-
chosos vosotros si lo ponéis en práctica. No
lo digo por todos vosotros; yo sé bien a
quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse
la Escritura: "El que compartía mi pan me
ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de
que suceda, para que cuando suceda creáis
que yo soy. Os lo aseguro: El
que recibe a mi enviado me
recibe a mí; y el que a mí me
recibe, recibe al que me ha
enviado.»
[Jn 13, 16-20]
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Cada minuto cuenta
Jueves
11 de mayo
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-Adiós- dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el co-razón. Lo esencial es invisible a los ojos. -Lo esencial es invisible a los ojos –repitió el principito, a fin de acordarse. -El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. -El tiempo que perdí por mi rosa… -dijo el principito, a fin de acordarse. -Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu ro-sa… -Soy responsable de mi rosa… -repitió el principito, a fin de acordarse.
Antoine de Saint-Exupéry, “El Principito”
¿Qué me cuentas?
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Cada minuto cuenta
Jueves
11 de mayo
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El Principito es el único libro que me enseña al-go nuevo cada vez que lo leo. Cada uno de no-sotros somos para Dios lo que la rosa para el Principito, únicos, imposibles de confundir y olvi-dar, fuente de felicidad. Y mientras, nosotros nos empeñamos en buscar esa felicidad en el éxito, el dinero, la popularidad… cuando “lo esencial es invisible a los ojos”. No es sino con el corazón la única manera de conocer el verdadero valor de las cosas, lo realmente esencial: la familia, la amistad, el amor. Y en la vida de un cristiano, lo esencial es Dios. Dedicarle nuestro tiempo a Él, que se hizo carne y murió por nosotros, es el mayor gesto de amor que podemos tener para con Él. Señor, que nuestros ojos vean con el corazón.
Eugenia Pamplona. Catequista de Confirmación y grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
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Cada minuto cuenta
Viernes
12 de mayo Vive contando
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Aunque algunos no lo crean, no es necesa-rio: el mundo lo mueve la fe. La fe de ca-da hombre en los demás, en Dios y en sí mismo. Sin estas “tres fes” el mundo llega-ría al caos y se haría inhóspito. Hoy nos abrimos a la poesía y a lo pro-fundo de la vida y de las emociones. Oi-remos una invitación a reciclarnos y a compartir la vida. A entender nuestra existencia como un caminar con otros y, para los que tenemos fe, un caminar si-guiendo a Jesús. Él nos invita a an-dar tras él, a seguir haciendo camino aun-que no haya viento o este sople en contra. “Que no tiemble vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí”. No queremos un corazón tembloroso, ayúdanos a creer y a caminar, Señor.
Ten en cuenta que...
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Viernes
12 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Que no tiemble vuestro corazón; creed en
Dios y creed también en mí. En la casa de
mi Padre hay muchas estancias; si no fuera
así, ¿os habría dicho que voy a prepararos
sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volve-
ré y os llevaré conmigo, para que donde es-
toy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo
voy, ya sabéis el camino».
[Jn 14, 1-6]
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Vive contando
Viernes
12 de mayo
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Hoy no sopla el viento. Dónde estás. He apren-dido a reciclarme tantas veces meciéndome contigo que, a simple vista, diría que me he
perdido. En qué dirección soplas ahora. Dímelo para que salga a mi encuentro, pero no me
grites, no me acalles… sopla como siempre, lo justo para que nos sigamos entendiendo; mis-
mas caricias, mismos vestigios. No seas huraca-nado, no destruyas el pasado.
Hemos compartido todo en menos de un suspi-ro. Yo no sería ahora, si tú no me hubieras des-peinado. No sé cómo decirlo, pero me he acos-
tumbrado a tu ruido.
Pablo Sáiz, “Hoy no sopla el viento”
¿Qué me cuentas?
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Vive contando
Viernes
12 de mayo
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Muchas veces sentimos que no tenemos a Dios cerca, que nos ha aban-donado, que no sabemos por qué, pero no lo encon-tramos. ¿Acaso hemos he-cho algo malo? ¿Qué es lo que quiere ahora? ¿Por qué no hace el ruido de otras veces? Nos sentimos vacíos, huecos, senti-mos cómo el eco puede escucharse dentro de nosotros mismos. Le necesitamos. Le necesitamos, aunque algunas veces intentemos negarlo. Él nos perdona, él nos pone a personas para que vol-vamos a encontrar su camino, a seguirlo. Él nos quiere, y aunque a veces llegue como una bofe-tada, como un viento huracanado, es porque lo necesitábamos, porque nos echaba de menos. Me gustaría pedir por todas esas veces en las que nos alejamos de Ti, todas esas veces en las que nos olvidamos de que nos acompañas en nuestro viaje y doy gracias por haberte encon-trado, “yo no sería ahora, si no me hubieras des-peinado”.
Mar Buisán,
Postcomunión y grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
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Vive contando
Sábado
13 de mayo Rendir cuentas...
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A veces nos ocurre como al Apóstol Felipe, que no lo tenemos tan claro. Y soltamos ese: “¡muéstranos al Padre y nos basta!”. Que es tanto como pedir a Jesús, una prueba más, un signo más… porque nos cuesta creerle del todo. Hoy Jesús nos dirá con fuerza. “Si no me creéis a mí, creed a las obras”. Porque esas obras de Jesús, obras de amor, mues-tran bien quién es el Padre y quién es él mis-mo. Creamos en las obras. Hoy nos toca pensar en el amor y en aquellos que nos aman. Pi-damos a Dios que obre a través de nosotros y que seamos sus instrumentos de amor. Que otros puedan vernos y creer, sin necesidad de preguntar ni exigir ver al Padre.
Ten en cuenta que...
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Sábado
13 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si
me conocéis a mí, conoceréis también a mi Pa-
dre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.» Fe-
lipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos
basta.» Jesús le replica: «Hace tanto que estoy
con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien
me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices
tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo es-
toy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os
digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre,
que permanece en mí, hace sus obras. Creedme:
yo estoy en el Padre, y el Padre
en mí. Si no, creed a las obras.
Os lo aseguro: el que cree en mí,
también él hará las obras que yo
hago, y aún mayores.
[Jn 14, 7-13]
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Sábado
13 de mayo
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“El Amor es el que da paz a los hombres, calma a
los mares, silencio a los vientos, lecho y sueño a la
inquietud. Él es el que aproxima a los hombres, y
los impide ser extraños los unos a los otros; princi-
pio y lazo de toda sociedad, de toda reunión
amistosa, preside a las fiestas, a los coros y a los
sacrificios. Llena de dulzura y aleja la rudeza; ex-
cita la benevolencia e impide el odio. Propicio a
los buenos, admirado por los sabios, agradable a
los dioses, objeto de emulación para los que no lo
conocen aún, tesoro precioso para los que le po-
seen, padre del lujo, de las delicias, del placer, de
los dulces encantos, de los deseos tiernos, de las
pasiones; vigila a los buenos y desprecia a los
malos. En nuestras penas, en nuestros temores, en
nuestros disgustos, en nuestras palabras es nuestro
consejero, nuestro sostén, y nuestro salvador. En
fin, es la gloria de los dioses y de los hombres, el
mejor y más precioso maestro, y todo mortal debe
seguirle y repetir en su honor los himnos de que él
mismo se sirve, para derramar la dulzura entre los
dioses y entre los hombres.”
Platón, “El banquete”
¿Qué me cuentas?
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Sábado
13 de mayo
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He decidido compartir con vo-
sotros este fragmento del dis-
curso de Agatón en “El Banque-
te” de Platón. Si no lo habéis
leído ya, os recomiendo que lo
hagáis. En él se cuenta el día
en el que varios eruditos, inclu-
yendo a Sócrates, deciden hon-
rar al amor desde sus campos.
En una ocasión sentí muy claro el amor. Mi mejor
amiga estuvo cuidándome todo el día y me olvi-
dé completamente del dolor de cabeza y de
estómago. Porque quien te ama está contigo en
las buenas y en las malas. Os invito a pensar
hoy en el protagonismo del amor en vuestras vi-
das, cómo podéis mejorar en aquello a lo que
dedicáis vuestro tiempo, a pensar en qué perso-
nas hacen vuestra vida más fácil de manera al-
truista simplemente porque os quieren. Da gra-
cias a Dios por ellas, por cada una, con sus nom-
bres y apellidos. Él las puso en tu camino y a
través de ellas, Él te ama.
Samuel Arnau,
Grupo de Guitarra y Jóvenes,
¡Te cuento más!
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Comunidad
Los Misioneros Redentoristas vivimos en comu-
nidades cuyo centro es Jesús de Nazaret. La
vida de un redentorista no es la de un predi-
cador carismático que va de un lugar a otro
sin vínculos. Es más bien la de un apóstol de
fe, esperanza y caridad que vive con otros
hermanos en comunidad, anunciando la belle-
za del mensaje de Jesús.
Pero esas comunidades desde el principio no tienen un valor absoluto. Nuestras comunida-des son misioneras y para la misión. Nos uni-mos no con el deseo de no vivir solos sino por-que creemos que la vida en comunidad favo-rece al anuncio del Evangelio a todos los hom-bres y las mujeres de hoy. No somos una co-munidad monacal ni vivimos la comunidad ha-
cia dentro, sino hacia fuera: el fin es la misión.
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Vivir en comunidad no significa vivir en uniformidad. Si conoces a algunos reden-toristas en seguida te habrás dado cuenta lo diversos que son. La comunidad es lugar de respeto de la diversidad y en la que cada uno aporta cosas únicas: experien-cia, juventud, historia, arte, música, empa-tía, cordura, creatividad, sabiduría, dia-léctica... También tú podrías aportar cosas preciosas a nuestra comunidad o a alguna otra congregación de vida comunitaria,
¿no crees?
Antonio Puerto, CSsR
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Domingo
14 de mayo Ordenando el Amor
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El evangelio de hoy muestra a unos discí-
pulos desorientados. Desean seguir a Je-
sús, pero no saben con certeza cuál es el
camino y sienten dudas. Jesús les calma
explicándoles que todo lo que han de ha-
cer es confiar en él, pues es "el camino, la
verdad y la vida". Él es el espejo que re-
fleja al Padre, a quién se dirige nuestro
caminar. Para permanecer guiados en este
sendero basta con observar a Jesús y
creer en las obras que de Él proceden.
Ten en cuenta que...
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Domingo
14 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:—
«No perdáis la calma, creed en Dios y creed
también en mí. En la casa de mi Padre hay
muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría di-
cho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y
os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo,
para que donde estoy yo, estéis también voso-
tros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:—«Señor, no sabemos adónde
vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le
responde: —«Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me co-
nocéis a mí, conoceréis también a mi Padre.
Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le
dice:—«Señor, muéstranos al
Padre y nos basta». Jesús le re-
plica:—«Hace tanto que estoy
con vosotros, ¿y no me conoces,
Felipe? Quien me ha visto a mí
ha visto al Padre.
[Jn 14, 1-12]
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Ordenando el Amor
Domingo
14 de mayo
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“Mack se concentraba en cambio en seguir el camino. Mientras
rodeaba los árboles, vio por primera vez un magnífico huerto y
jardín contenido de alguna manera en un solar de casi media
hectárea. Por alguna razón, Mack esperaba un perfectamente
manicurado y ordenado jardín inglés. ¡Este no era así!
Era un caos de color. Sus ojos trataron sin éxito de hallar algún
orden en esta flagrante desconsideración de la certidumbre. Des-
lumbrantes racimos de flores reventaban entre manchones de
hierbas y verduras sembradas al azar, Mack no había visto nun-
ca vegetación parecida. Esto era inquietante, asombroso e increí-
blemente bello.
-Desde arriba esto es un fractal -dijo Sarayu sobre el hombro,
con aire de placer.
-¿Un qué? -preguntó Mack distraído, su mente aún intentaba
captar y controlar ese pandemónium visual y los desplazamientos
de tonos y matices. Cada paso que daba cambiaban los patro-
nes que por un instante él creía haber visto, y nada era como
había sido.
-Un fractal... algo que se considera simple y ordenado pero que
en realidad se compone de figuras repetidas, por más que se les
magnifique. Un fractal es casi infinitamente complejo. Me gustan
los fractales, así que los pongo por todas partes. -A mí me pare-
ce un desastre -susurró Mack por lo bajo.
Sarayu se detuvo y se volvió a él, glorioso el rostro:-¡Mack!
¡Gracias! ¡Qué maravilloso cumplido! -Ella miró el jardín a su
alrededor-. Exactamente eso es: un desastre. Pero -volteó hacia
Mack y resplandeció- sigue siendo un fractal de todos modos.”
William P. Young, “La cabaña”
¿Qué me cuentas?
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Ordenando el Amor
Domingo
14 de mayo
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En estos párrafos, Mack, el
protagonista de La Caba-
ña, mantiene una conver-
sación con el Espíritu Santo,
representado en el perso-
naje de Sarayu. Se en-
cuentran en el jardín que Éste cuida afanosa-
mente. Mack encuentra las plantas realmente
bellas, pero colocadas al azar, sin orden apa-
rente. No obstante, Sarayu le advierte de que
se trata de un fractal, una figura geométrica
aparentemente irregular, que se repite a dife-
rentes escalas creando dibujos asombrosos. Y
ahí está la clave. La perspectiva de Mack es tal
que sólo es capaz de ver los colores, quedándo-
se en lo desordenado. Sin embargo, la visión de
Dios está en otra escala, en aquella en la que se
ve la belleza ordenada del fractal. A veces
pensamos que hay aspectos de nuestra vida que
son caóticos, que Dios no puede estar presente
en ellos... Pero no es así: aunque no lo podamos
ver, nuestro camino forma parte de ese gran
fractal diseñado por Dios para hacer de nuestra
vida el jardín más bello. Confiemos en Él.
Irene de Orbe,
Grupo Scala (Jóvenes-Adultos)
¡Te cuento más!
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Ordenando el Amor
Lunes
14 de mayo La fuerza del Amor
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El Evangelio de hoy nos habla del amor
del Dios Padre y Dios Hijo. Es decir, si se-
guimos a Jesús, el aparecerá y nos mos-
trará su amor. Por tanto, aquellos que
guarden la palabra de Dios serán recom-
pensados a través de la enseñanza frente
a aquellos que no lo hagan.
Ten en cuenta que...
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Lunes
15 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “El
que acepta mis mandamientos y los guarda, ése
me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y
yo también lo amaré y me revelaré a él. […] El
que me ama guardará mi palabra, y mi Padre
lo amará, y vendremos a él y haremos morada
en él. […] Os he hablado de esto ahora que estoy
a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu
Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será
quien os lo enseñe todo y os vaya recordando
todo lo que os he dicho.”
[Jn 14, 21-26]
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La fuerza del Amor
Lunes
15 de mayo
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“¿No deseas poder ser feliz en todos los as-
pectos de tu vida? ¿No tener que aceptar na-
da que no te agrade…?¿Sentir que la vida es
controlada por ti en lugar de ir a rebufo de
ella en el vagón 23?
-No respondí…
Finalmente me miró y me soltó las tres pregun-
tas que llevaba años deseoso que alguien hi-
ciera: ¿Quieres o no quieres controlar tu vida?
¿Quieres o no quieres ser dueño de todos tus
momentos? ¿Quieres?
Y dije que sí, el sí más alto y más potente que
ha salido de mis cuarenta años de vida.”
Albert Espinosa, “Si tu me dices ven lo dejo
todo... pero dime ven”
¿Qué me cuentas?
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La fuerza del Amor
Lunes
15 de mayo
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Dani es el protagonista de este
maravilloso libro. En su oficio se
encarga de buscar niños desapa-
recidos, y tras el abandono de su
pareja, volverá a reencontrarse
con su pasado. Lo que le hará re-
flexionar sobre la vida, el amor y las cosas que
realmente importan.
Todo el mundo se puede sentir identificado con este
sentimiento del amor. Desde el amor de un her-
mano, a una pareja o el de un amigo, pero por en-
cima de todo; del amor incondicional del Señor ha-
cia nosotros y viceversa. Es verdad que en ocasiones
dicho amor se puede quedar estancado u olvidado,
y es en esos momentos cuando no guardaremos su
enseñanza como bien se explica en el Evangelio.
Como católica, hay que tener en cuenta que el amor
que el Señor siente hacia nosotros no tiene límite,
aunque nosotros en ocasiones no lo veamos. Puede
haber un mal día, un mal momento, pero reconforta
saber que el mensaje de amor del Señor siempre
está presente. Y como dice la frase: “no hay nada
más fuerte que el amor”.
Andrea Beltrán,
Grupo de Jóvenes
¡Te cuento más!
La fuerza del Amor
Martes
16 de mayo
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Jesús volverá con el Padre, pero no nos
dejará abandonados. En el Evangelio de hoy,
el Resucitado nos ofrece las claves para en-
tender el mensaje que trae: su paz y su
amor. Solo a través de ellas podemos com-
prender lo que Dios ha hecho por nosotros.
Acoger el amor y la paz de Cristo es una ta-
rea compleja, pero apasionante. Jesús nos
los entrega, y deja todo en nuestro corazón.
Si hacemos silencio, oramos y conseguimos
escuchar nuestro interior, descubriremos cómo
Dios ha puesto dentro de nosotros su paz y su
amor por medio del Espíritu Santo.
Ten en cuenta que...
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Agarrándose al Amor
Martes
16 de mayo
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Dios nos cuenta
“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo
como la da el mundo. Que no tiemble vuestro
corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir:
"Me voy y vuelvo a vuestro lado". Si me amarais,
os alegraríais de que vaya al Padre, porque el
Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, an-
tes de que suceda, para que cuando suceda, si-
gáis creyendo. Ya no hablaré mucho con voso-
tros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es
que él tenga poder sobre mí, pero es necesario
que el mundo comprenda que yo amo al Padre,
y que lo que el Padre me manda yo lo hago”.
[Jn 14, 27-31]
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Agarrándose al Amor
Martes
16 de mayo Agarrándose al Amor
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Muchas veces me imagino que hay un montón
de críos jugando a algo en un campo de cen-
teno y todo eso. Son miles de críos y no hay
nadie cerca, quiero decir que no hay nadie
mayor, sólo yo. Estoy de pie, al borde de un
precipicio de locos. Y lo que tengo que hacer
es agarrar a todo el que se acerque al precipi-
cio, quiero decir que si van corriendo sin mirar
adónde van, yo tengo que salir de donde esté
y agarrarlos. Eso es lo que haría todo el tiem-
po. Sería el guardián entre el centeno y todo
eso. Sé que es una locura, pero es lo único que
me gustaría hacer. Sé que es una locura.
J.D. Salinger, “El guardián entre el centeno”
¿Qué me cuentas?
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Martes
16 de mayo
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“El guardián entre el centeno” es un libro
que me ha marcado. La historia refleja, en
mayor o menor medida, sentimientos que to-
dos hemos experimentado cuando nos hemos
hecho mayores. Esa sensación de incompren-
sión, de no entender muchas cosas del mundo
de los adultos… Y es una historia que me ha-
ce reflexionar sobre el papel de Dios en los
momentos de cambio. Su papel me recuerda
al de “un guardián entre el centeno”. Cuando
corremos sin rumbo y nos acercamos al preci-
picio, Dios nos agarra (a veces, sin que nos
demos cuenta) y vuelve a llevarnos a un sitio
seguro. Así, cuando perdemos la perspectiva
y no sabemos a dónde nos dirigimos, Él cuida
de nosotros y no nos
deja solos.
Enrique Ordiales,
Catequista de Confirmación
¡Te cuento más!
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Agarrándose al Amor
Miércoles
17 de mayo Vivir desde el Amor
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El Evangelio de hoy es un auténtico “manual
de instrucciones” para poder realizar con
éxito aquello que el Señor quiere de noso-
tros: ser fecundos, “dar fruto”. Para ello, re-
pite hasta en siete ocasiones lo que debemos
hacer: PERMANECER EN ÉL, Y ÉL EN NOSO-
TROS.
Por medio de nuestra oración, celebrando la
Eucaristía, conociendo mejor su Persona a
través de las Escrituras, podremos poner
nuestra vida en manos del Señor, confiando
plenamente en Él en toda circunstancia.
Y aún más, el Señor nos dice que, si vivimos
de ese modo, podremos pedirle lo que
deseamos y se realizará.
Ahora nos queda aprender
a pedir lo que más nos con-
viene, lo que Le agrada a
Él, a los demás y a nosotros
mismos y Él, que es fiel a su
Promesa, nos ayudará a
conseguirlo.
Ten en cuenta que...
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Miércoles
17 de mayo
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Dios nos cuenta
“Yo soy la verdadera vid y mi Padre el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arran-
ca, y a todo el que da fruto lo poda, para que
dé más fruto. Yo soy la vid, vosotros los sar-
mientos; el que permanece en mí y yo en él, ése
da fruto abundante; porque sin mí no podéis
hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran
fuera, como el sarmiento, y se seca”.
[Jn 15, 1-8]
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Vivir desde el Amor
Miércoles
17 de mayo
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“Esta es la condición divina de hijo, la condición a
la que estoy llamado. El misterio de la redención
consiste en que el Hijo de Dios se hizo carne para
que todos los hijos perdidos pudieran llegar a ser
hijos e hijas como lo es Jesús. Desde esta perspec-
tiva, la historia del hijo pródigo adquiere una nue-
va dimensión. Jesús, el Amado del Padre, abando-
na la casa de su Padre para acabar con los peca-
dos de los hijos caprichosos y devolverlos a casa.
Pero hasta su marcha, permanece cerca del Padre,
le obedece y ofrece curación a sus hermanos y
hermanas resentidos. Así, por mí, Jesús se convier-
te en el hijo menor y en el hijo mayor para ense-
ñarme cómo convertirme en el Padre. A través de
Él, puedo volver a ser un verdadero hijo otra vez
y , como verdadero hijo, puedo llegar a ser miseri-
cordioso como lo es nuestro Padre celestial”.
Henri J.M. Nouwen, “El regreso del Hijo Pródigo”
¿Qué me cuentas?
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Vivir desde el Amor
Miércoles
17 de mayo
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Este libro es una joya
que a mí me ayudó en el
paso hacia mi fe adulta
de un modo importante.
A través de la pintura
de Rembrandt y de este
libro escrito a raíz de vislumbrarla repetida-
mente, se resume la característica más impor-
tante del Dios en que creemos: su Misericordia.
Ahora que tenemos tan reciente un Año Jubilar
dedicado a recordarlo, es labor nuestra creerlo
y experimentarlo. Saber que el Padre nunca se
cansa de esperarnos, de perdonarnos… pero
¿queremos de verdad nosotros encontrarnos con
Él? A su vez, el libro nos ayuda a ver que en
verdad todos tenemos un poco de hijo menor
rebelde y que no necesita a su Padre y de hijo
mayor rencoroso que no entiende su bondad
infinita pero también tenemos un poco o un mu-
cho de ese Padre generoso, que ama sin pedir
cuentas… es a esa figura a la que tenemos que
tender.
Cristina Sánchez,
Grupo Scala (Jóvenes-Adultos)
¡Te cuento más!
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Vivir desde el Amor
Jueves
18 de mayo Zambúllete en el Amor
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¿Cómo podríamos medir el amor de Dios? En nuestra vida, intentamos tener todo controla-do; medimos incluso aquello que no se puede medir, encerrándolo en unidades sin sentido. El tiempo lo confinamos a minutos, y la ale-gría a días de sol, como si no se pudiese ser feliz un día de lluvia; la sabiduría se empa-pela en libros y el amor… ¿Dónde está el
amor? ¿Dónde está el Amor?
El Amor de Dios sencillamente está; desde siempre y para siempre. No se puede ence-rrar, no se puede medir, no se puede dete-ner. Fluye sin cesar. Nosotros elegimos si zam-bullirnos en la corriente o quedarnos en la orilla; en nuestras manos está. Basta con que ‘guardemos Sus mandamientos’. ¿Y cuáles son sus mandamientos? Amar a Dios sobre todas
las cosas y al prójimo como a uno mismo.
Dios nos ofrece la Alegría plena, a través de su Amor. Cada día nos da una nueva oportunidad de zambullir-nos en esa corriente de Amor continua que fluye. Y tú, ¿te zambulles en su
Amor?
Ten en cuenta que...
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Jueves
18 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Como el Padre me ha amado, así os he amado
yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo
mismo que yo he guardado los mandamientos de
mi Padre y permanezco en su amor. Os he ha-
blado de esto para que mi alegría esté en voso-
tros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
[Hch. 15, 9-11]
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San Juan de Ávila
Zambúllete en el Amor
Jueves
18 de mayo
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[El jeque] se volvió hacia mí y me dijo (…):
“Necesita aprender a tener fe, Dr Alfred. Noso-
tros creemos que la fe es la cura de todos los
males. Sin fe no hay esperanza ni amor. La fe
viene antes de la esperanza, y antes del amor”.
“Me temo que no soy muy religioso”, dije.
“No puede saberlo”, dijo el jeque. “No ha mira-
do en su interior y nunca se ha hecho la pregun-
ta. Puede que un día acontezca algo que le lle-
ve a hacerse esa pregunta. Y pienso que se sor-
prenderá con la respuesta que encontrará”.
Torday Paul, “La Pesca del salmón en Yemen”
¿Qué me cuentas?
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Zambúllete en el Amor
Jueves
18 de mayo
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La fe viene antes de la esperanza, y antes del
amor. Hablamos de amar a Dios sobre todas las
cosas y al prójimo como a uno mismo, pero ¿y si el
amor a Dios y al prójimo flaquea? Volvamos siem-
pre a la raíz.
Antes de ser Jesús apresado, Pedro decía que le
quería, y tenía esperanzas en que sería el Mesías
que los liberaría, tenía fe en Él. Sin embargo, nada
más ser Jesús apresado, Pedro le negó; le negó su
amor. Acto seguido, toda su esperanza e ilusión se
esfumó; Jesús había sido apresado y él le había
traicionado. ¿Dónde había quedado su fe? Quizás
nunca se había hecho las preguntas correctas que le
prepararan para los momentos de flaqueza.
Pero le bastó ver para creer, y de esa fe volvió a
brotar la esperanza, y luego el amor.
De igual modo, de nuestra fe inquebrantable nace
la esperanza, la esperanza en que el Amor de Dios
lo cambia todo, y entonces en
cuando realmente amamos a
Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a nosotros mismos.
Irene Gregorio,
Joven de la Parroquia
¡Te cuento más!
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Zambúllete en el Amor
Viernes
19 de mayo Sin temor al Amor
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El odio del mundo: "Si el mundo os odia, sa-
bed que a mí me ha odiado antes que a vo-
sotros”. El cristiano que sigue a Jesús está lla-
mado a vivir al revés de la sociedad. En un
mundo organizado desde intereses egoístas
de personas y grupos, quien procura vivir se-
gún el mensaje de Jesús puede llegar a ser
tachado de aburrido o anticuado. “Si fuerais
del mundo, el mundo os amaría como cosa
suya, pero como no sois del mundo, sino que
yo os he escogido sacándoos del mundo, por
eso el mundo os odia. Es la elección de Jesús
lo que nos diferencia del resto. Y basándo-
nos en esta vocación de Jesús tenemos la
fuerza para aguantar
la persecución y la ca-
lumnia y podremos
crear un mundo mejor
a nuestro alrededor.
Ten en cuenta que...
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Viernes
19 de mayo
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Sin temor al Amor
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-“Este es mi mandamiento: que os améis los
unos a los otros como yo os he amado. Nadie
tiene amor más grande que el que da la vida
por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si ha-
céis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a
vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he
oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois
vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien
os he elegido y os he destinado para que vayáis
y deis fruto, y vuestro fruto
permanezca. De modo que lo
que pidáis al Padre en mi
nombre os lo dé. Esto os
mando: que os améis unos a
otros.”
[Jn 15, 12-17]
Viernes
19 de mayo
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¿Qué me cuentas?
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Sin temor al Amor
Esta es la amistad más rara que he tenido jamás.
- ¿Por qué? - preguntó Shmuel.
- Porque con todos los otros niños que eran amigos
míos podía jugar. Y nosotros nunca jugamos.
Lo único que hacemos es sentarnos aquí y hablar.
- A mí me gusta sentarme aquí y hablar - dijo
Shmuel.
- Sí, a mí también, claro. Pero es una lástima que
no podamos hacer algo más emocionante de vez en
cuando. Jugar a los exploradores, por ejemplo. O
al fútbol. Ni siquiera nos hemos visto sin esta alam-
brada de por medio.
John Boyne, “El niño con el pijama de rayas”
Viernes
19 de mayo
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¡Te cuento más!
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Sin temor al Amor
El niño del pijama de rayas nos habla de cómo se forja
una amistad entre dos niños, Bruno y Shmuel, que en
principio se deberían de odiar. Ambos responden a ese
temor a lo desconocido, no con odio, sino dando una
oportunidad al otro. Y es que ésa es la amistad que
tenemos con Dios, que no es una amistad cualquiera,
sino especial, única, sincera y que nunca defrauda.
Es una relación en la que siempre habrá algo que no
entendamos, pero debemos seguir buscando porque
Dios está ahí, esperándonos. Él nos ha dado la libertad
para que decidamos si queremos encontrarnos con él o
no, si queremos superar el temor a lo desconocido o no.
Al igual que Bruno y Shmuel, que entienden que el amor
es más fuerte que el odio, encontrando al final en el
otro su hogar, cuando un cristiano se encuentra con Dios,
se siente como en su hogar. Siempre habrá cosas que
no entendamos, pero como cristianos tratemos de en-
contrar, a través de la fe, las fuerzas necesarias para
superar ese temor que nos paraliza o que nos hace
odiar. Se trata de ser
valientes y de encontrar
en los demás a Dios.
Gonzalo Ibáñez y
Paula Asensio,
Catequistas
Sábado
20 de mayo Valientes en el Amor
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El Evangelio de hoy nos habla, entre otras
cosas, del miedo a lo desconocido. Jesús ad-
vierte a sus discípulos de que el mundo los
odiará por su causa, porque no conocen al
que le envió. Es así como nos muestra que el
ser humano teme aquello que no entiende y
que no conoce, y muchas veces, la respuesta
a ese temor es el odio o el ataque. El propio
Jesús se pone como ejemplo cuando dice “Si
el mundo os odia, sabed que me ha odiado
a mí antes que a vosotros”. Además, cuando
hablamos del temor a lo desconocido, nos re-
ferimos a aquello que se ha hecho desconoci-
do porque Jesús lo ha querido así: “No sois
del mundo, sino
que yo os he esco-
gido sacándoos del
mundo”.
Ten en cuenta que...
195
Sábado
20 de mayo
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Dios nos cuenta
«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a
mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el
mundo os amaría como cosa suya, pero como
no sois del mundo, sino que yo os he escogido
sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que
su amo. Si a mí me han perseguido, también a
vosotros os perseguirán; si han guardado mi pa-
labra, también guardarán la vuestra".».
[Jn 15, 18-21]
196
Valientes en el Amor
Sábado
20 de mayo
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“No me gustan los extraños porque no me gusta la
gente que no conozco. Es difícil comprenderlos. Es co-
mo estar en Francia, que es adonde íbamos a veces
de vacaciones cuando Madre estaba viva, de cám-
ping. A mí no me gustaba nada porque cuando ibas a
una tienda o a un restaurante o a una playa no enten-
días lo que decía la gente y eso daba miedo.
Me lleva mucho tiempo acostumbrarme a la gente
que no conozco. Por ejemplo, cuando en el colegio
hay un miembro nuevo del equipo de educadores no
le hablo durante semanas y semanas. Lo observo has-
ta saber que no representa un peligro. Entonces le ha-
go preguntas sobre sí mismo, si tiene mascotas, cuál
es su color favorito, qué sabe de las misiones espacia-
les Apolo, y le hago dibujarme un plano de su casa y
le pregunto qué coche tiene, para así conocerlo mejor.
Entonces ya no me importa si estoy en la misma habi-
tación que esa persona, y ya no tengo que vigilarla
constantemente.
Así pues, para hablar con otros vecinos de nuestra
calle, tenía que ser valiente. No tenía elección.”
Mark Haddon, “El curioso incidente del perro a
medianoche”
¿Qué me cuentas?
197
Valientes en el Amor
Sábado
20 de mayo
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Christopher, el protagonista de El Curioso Incidente
del Perro a Medianoche, comparte en estos párra-
fos su propio temor a lo desconocido. Probable-
mente, todos nos podemos sentir identificados con
esto en algún momento de nuestra vida. Nos inco-
moda sentir que hay algo que se escapa a nuestro
control o que no podemos entender. La fe, ya sea
en la Iglesia o en cada individuo, ha tenido que li-
diar con esa sensación desde siempre. Sin embar-
go, tanto Christopher como Jesús tienen una res-
puesta para esa sensación: que seamos valientes.
Como cristiana, tener presente que el mensaje de
Dios es más fuerte que cualquier cosa que pueda
temer, me ha ayudado en muchos momentos; frente
al odio del que hablaba Jesús en el Evangelio, pe-
ro también frente a mi propio miedo a lo descono-
cido. Siempre habrá algo que no entendamos,
siempre habrá personas que no nos entiendan y
siempre habrá reacciones ante el miedo. Se trata
de encontrar, a través de la
fe, algo que esté por enci-
ma de todo eso. Algo que
nos ayude a ser valientes.
Lara Coto,
Catequista de Confirmación
¡Te cuento más!
198
Valientes en el Amor
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Redención Si hay una palabra que define a los misioneros
redentoristas esa es la de Redención. Es tanta
la significación que tiene para la congregación
que de ella tomamos el nombre y es ella, la
redención, la experiencia que los hijos de san
Alfonso nos empeñamos en llevar a toda la hu-
manidad a través de nuestro carisma misionero.
El término redención en la Biblia viene a signifi-
car algo así como la liberación de un esclavo;
lo que llevado a nuestros días bien se podría
traducir por liberar a los hombres de todas
aquellas ataduras que les impiden tener una
relación plena con
Dios o cumplir el
sueño que Dios tie-
ne pensado para
cada uno de noso-
tros.
Pues bien, ésta es
la misión específica
de los redentoris-
tas: ser cooperado-
res, socios, y servido-
res de Jesucristo
en la gran obra de la redención (const. 2); es
ésta la experiencia que todos los cristianos
estamos llamados a comunicar: que el Señor
nos libera de todas nuestras flaquezas y pe-
queñeces, y nos lleva a una vida plena, que
Él asume todos aquellos aspectos más som-
bríos de nuestras vidas para convertirlos en
fuerzas y seguridades, en potencialidades y
capacidades que nos permitan transmitir que
Cristo transforma nuestras vidas de una for-
ma que nunca nada antes lo había hecho.
Esta misión es, ante todo, un gran desafío al
que todos estamos llamados a participar: ser
cauces de redención para las personas que
nos rodean; y es una tarea para la que es
necesaria la participación de toda la familia
redentorista (religiosos y laicos) que esté dis-
puesta a poner en juego lo mejor del cora-
zón. ¿Te atreves?
Guillermo Rejas, CSsR
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Domingo
21 de mayo Adelante con alegría
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El Espíritu de Dios es un don universal que a
todos nos llena de vida.
Dios no distingue entre personas, nos ama a
todos por igual, sin condiciones, eternamente.
Su Espíritu es la fuerza que nos llena y nos
lanza a la misión alegres y esperanzados.
También nosotros escuchamos con aprobación
las palabras de Jesús, de sus apóstoles en
este tiempo de Pascua. Si las dejamos arrai-
gar en nosotros darán fruto abundante de
misericordia.
Es tiempo de orar unos por otros, para que
Dios nos fortalezca con su Espíritu y forme-
mos una comunidad unida
que de verdadero testimo-
nio ante el mundo. Cada
uno está llamado a poner
de su parte, ¡que nadie se
quede fuera!
Ten en cuenta que...
203
Domingo
21 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Sa-
maría y predicaba allí a Cristo. El gentío escu-
chaba con aprobación lo que decía Felipe, porque
habían oído hablar de los signos que hacía y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los
espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos
paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se
llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén,
se enteraron de que Samaría había recibido la
palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan;
ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles,
para que recibieran el Espíritu Santo; aún no
había bajado sobre ninguno, estaban sólo bauti-
zados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les
imponían las manos y reci-
bían el Espíritu Santo.
[Hch 8,5-8. 14-17 ]
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Adelante con alegría
Domingo
21 de mayo
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¿Qué me cuentas?
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Adelante con alegría
Te pedimos, Padre todopoderoso que confieras a
estos siervos tuyos la dignidad del presbiterado.
Renueva en sus corazones el Espíritu Santo; reci-
ban de ti, el segundo grado del ministerio sacer-
dotal, y sean, con su conducta ejemplo de vida.
Sean honrados colaboradores del orden de los
obispos, para que por su predicación y con la
gracia del Espíritu Santo, la palabra del Evange-
lio fructifique en el corazón de los hombres y lle-
gue hasta los confines de la tierra.
Sean, junto con nosotros, fieles dispensadores de
tus Misterios, para que tu pueblo se renueve con el
baño del nuevo nacimiento y se alimente en tu al-
tar; para que los pecadores sean reconciliados y
confortados los enfermos.
Que en comunión con nosotros, Señor, imploren
tu misericordia, Señor, por el pueblo que se les
confía y en favor del mundo entero. Así, todas las
naciones congregadas en Cristo, formarán en un
único pueblo tuyo que alcanzará su plenitud en tu
reino.
Plegaria de la ordenación presbiteral
Domingo
21 de mayo
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¡Te cuento más!
206
Adelante con alegría
Estas son las palabras que se pronuncian en la orde-
nación de los sacerdotes.
Como en el texto que hoy nos propone la liturgia, Dios quiere derramar su Espíritu sobre la Iglesia, so-
bre las personas, para que podamos anunciarle.
Este texto es especialmente importante para mí por-que me ayuda a recordar aquello a lo que estoy llamado. Me ayuda a no perder el norte y a inten-tar cada día abrir un poco más mi corazón a Jesús, para que sea Él quien viva, para que sus fuerzas sean las mías, para que pueda yo convertirme cada
día más y pueda ser así testimonio para otros.
Al leer estas palabras, me impresiona mucho ver la confianza que Dios pone en mí, teniendo en cuenta que él conoce mi debilidad, el barro del que estoy hecho. Es precisamente esta experiencia la que me anima cada día a seguir adelante: saber que si yo
me pongo a disposición del Señor, Él hará grandes obras en el cora-zón de las personas. Poder colabo-rar en su obra me hace proclamar, como María, la grandeza de un Dios que ha querido pedir la ayuda de los hombres para hacerse pre-
sente en el mundo.
Jorge Ambel Galán CSsR
Lunes
22 de mayo
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Seguir caminando sin miedo, esa es la llama-
da de Jesús resucitado.
Ser cristiano no es cosa fácil, pero Cristo nos
llama a la entrega. A veces toca morir a no-
sotros mismos, otras veces hemos de enfrentar
la burla o el desprecio de los demás, pero
en toda circunstancia, el Señor quiere darnos
el ánimo, las palabras, la fuerza para saber
reaccionar, para saber imitar su entrega.
Si seguimos de su mano, siempre a su lado, él
nos promete la fuerza del Espíritu que nos
ayuda a comprender a Dios como Padre.
Ten en cuenta que...
207
Adelante sin miedo
Lunes
22 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos:
«(…) Os he dicho esto para que no os escandalicéis.
Os expulsarán de las sinagogas. E incluso llegará la
hora en que todo el que os mate piense que da cul-
to a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido
ni al Padre ni a mí (...)».
[Jn 15.26-16,4]
208
Adelante sin miedo
No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje,
perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros, y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda,
y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo porque lo has querido y porque te quiero
porque existe la voluntad y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
(…) Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti, “No te rindas”
Lunes
22 de mayo
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¿Qué me cuentas?
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Adelante sin miedo
Pareciera un Grito de ad-vertencia de un padre a su hijo, protegiéndole, cuidán-dole. Y, pudiera ser. Sin em-bargo, para mí, es toda una lección de vida, un giro a querer vivir de la frescura de lo que acontece de nue-vo, en el día a día. Este
poema ha sido y es novedad en mi vida con el que me siento despierto y capacitado pa-ra el compromiso y compartir arriesgada-
mente, disfrutando del desprendimiento.
Muchos momentos han sido y siguen siendo, en los que he necesitado de la presencia de Dios. Y solo he tenido que dejarme abrazar por la experiencia de dolor, impotencia, an-gustia o desesperación, dejando que sea él, quien purifique mi desanimo, abatimiento o cobardía, para empezar, no de nuevo, sino de una forma nueva a recorrer el camino que me tiene preparado. Y escucharle di-ciendo como en el poema: “Porque no estás
solo, porque yo te quiero”.
Domingo S. Prados CSsR
Lunes
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¡Te cuento más!
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Adelante sin miedo
Martes
23 de mayo Adelante con esperanza
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La Pascua es también el tiempo de la escu-cha. Escuchar a Jesús supone oír sus palabras y también acogerlas en el corazón, dejando
que nos transformen.
La sorpresa que Jesús aporta a nuestra vida es la novedad de un Reino nuevo, de una vi-da nueva. Sus palabras son promesa de
amistad y fidelidad, de Espíritu y Verdad…
Ten en cuenta que...
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Martes
23 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de
vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?". Sino que,
por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado
el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la
verdad: os conviene que yo me vaya; porque si
no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En
cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando ven-
ga, dejará convicto al mundo con la prueba de
un pecado, de una justicia, de una condena. De
un pecado, porque no creen en mí; de una justi-
cia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de
una condena, porque el Príncipe de este mundo
está condenado».
[Jn 16, 5-11]
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Adelante con esperanza
Martes
23 de mayo
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¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía: «Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana, «Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Lope de Vega
¿Qué me cuentas?
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Adelante con esperanza
Martes
23 de mayo
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Esta oración la he rezado
muchas veces ante el crucifi-
cado de la Parroquia y en
la Capilla de la Comuni-
dad. Han sido momentos de
“oscuridad” en mi vida. Me
ayudó y me ayuda en mis
momentos bajos cuando no
le soy fiel a Él y a mis hermanos, cuando el
desaliento o la impotencia me invitan a de-
jarlo todo.
Y me acuerdo en esos momentos de las pala-
bras de Jesús a San Pablo: “te basta mi gra-
cia”. Justo por esta certeza sigo aquí y me
esfuerzo en ser mejor de lo que soy, a pesar
de lo que soy. También me ayudó y me ayu-
da la presencia de la Madre del Perpetuo
Socorro.
Juan Antonio González Terrón, CSsR
¡Te cuento más!
214
Adelante con esperanza
Miércoles
24 de mayo Adelante con confianza
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Qué importante es el don de la paciencia, de la confianza en los tiempos de Dios, en su
manera de hacer las cosas, en sus caminos.
Jesús nos ha prometido el don del Espíritu para poder comprender la historia, nuestra
historia, nuestra vida.
En un mundo en el que tantas veces parece oscurecerse todo, necesitamos de la fuerza
del Señor para poder resucitar cada día.
Nuestra confianza en Cristo es el testimonio chocante ante un mundo que busca siempre la inmediatez. Ante un mundo tan desespe-ranzado, que sólo ve las cosas del momento, nosotros confiamos en el Señor, que ve más allá y que nos va revelando, en los aconteci-miento de cada día, la verdad completa, el sentido de nuestro caminar como cristianos, como comuni-
dad, como Iglesia.
Ten en cuenta que...
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Miércoles
24 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no
podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga
él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la
verdad plena. Pues lo que hable no será suyo:
hablará de lo que oye y os comunicará lo que
está por venir. Él me glorificará, porque recibirá
de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que
tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que
toma de lo mío y os lo anunciará».
[Jn 16, 12-15]
216
Adelante con confianza
Miércoles
24 de mayo
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Jesús mío,
Hijo de Dios entregado,
en la cruz llevaste la salvación al mundo
y con tu mirada me llenas de esperanza.
Dame fuerzas para seguir tu camino,
para seguir amando
y anunciar que nos amas.
Escucha a quien te necesita
y otórgale tu gracia.
Santísimo Cristo de la Salvación,
escucha mi súplica.
¿Qué me cuentas?
217
Adelante con confianza
Miércoles
24 de mayo
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Esta oración es la que le rezo casi todos
los días ante la imagen del Stmo. Cristo
de la Salvación, en mi parroquia de Je-
rez. Es una oración a la cual le tengo
mucho cariño, tiene un mensaje para mi
fundamental que es seguir el camino de
Jesús y anunciar el evangelio.
Siempre que la rezo siento que el Señor
me da fuerzas, que me llena con su cariño a través de su
mirada dulce y humilde.
Cuando rezo esta oración me siento lleno de esperanza y
más fuerte para poder realizar con humildad y sencillez
la misión que él me ha encomendado. El día a día de mi
vida, mi misión como esposo, padre, Hermano Mayor y
amigo, mis pasos en mi crecimiento espiritual, en mi creci-
miento humano, todo eso puedo llevarlo adelante si no
olvido que Dios siempre me mira con dulzura, con cariño,
que se ha fiado de mí y me pide que yo me fíe de él.
A veces las cosas no son fáciles, a veces me encuentro yo
también con la cruz, pero Dios siempre me ha hecho recor-
dad que él cargó primero con su cruz, para que yo hoy
pueda también hacerlo cada día, sin sentirme sólo, sin
desfallecer.
Ramón Villén Rincón,
Hno. Mayor de la Hermandad de la Salvación.
¡Te cuento más!
218
Adelante con confianza
Jueves
25 de mayo Adelante con fidelidad
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Ver al Señor, ese es nuestro deseo.
A veces su presencia es evidente, clara como la
luz del sol. En otras ocasiones se oscurece la fe,
llegan las dudas, las dificultades…y parece
que Dios ha desaparecido.
Pero él siempre está ahí. Nos lo ha prometido.
Nunca nos deja.
A la noche siempre sigue el día y nunca es la
noche más oscura que justo antes de amanecer.
En la noche del sepulcro, de nuestros sepulcros,
de nuestras muertes, esperamos la llegada del
nuevo día, de la nueva vida en Cristo. Por eso
aunque la tristeza nos amenace, no dejamos de
vivir con esperanza, incluso en la noche más
oscura.
En el momento de la espera, a
nuestro lado, socorriéndonos
siempre está María. Como hizo
siempre con los discípulos, con
la Iglesia
Ten en cuenta que...
219
Jueves
25 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero poco
más tarde me volveréis a ver». Comentaron en-
tonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de
"dentro de poco ya no me veréis, pero poco más
tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con
el Padre"?». Y se preguntaban: «¿Qué significa
ese "poco"? No entendemos lo que dice». Com-
prendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho:
"Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más
tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro
que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras
el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes,
pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».
[Jn 16, 16-20]
220
Adelante con fidelidad
Jueves
25 de mayo
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Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea,
Pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
Te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre Mía!.
¿Qué me cuentas?
221
Adelante con fidelidad
Jueves
25 de mayo
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Esta es una de las primeras oraciones que
aprendí de niño después de saber el Padre-
nuestro de chico.
Siempre pensaba de pequeño la suerte que
tenia yo de disfrutar de una madre como la
Virgen igual que lo hacía con mi madre. Am-
bas me han llenado siempre de cariño de co-
razón.
Y ahora que mi madre me falta, rezo a la
bendita Virgen para que ella me mire y me
cuide y nunca me deje de socorrer para que
pueda siempre vivir el evangelio y sentirme
bienaventurado en toda ocasión.
Al contemplar el rostro de María me siento
confortado y siento que
puedo seguir adelante vi-
viendo y anunciando las
Bienaventuranzas a todos,
llevándolos al Señor de la
mano de María.
Rafa García
¡Te cuento más!
222
Adelante con fidelidad
Viernes
26 de mayo Adelante con fe
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Jesús sigue revelando la verdad a sus discí-
pulos. Muchas veces esa verdad es difícil de
entender, de digerir, de acoger…pero al fi-
nal nos damos cuenta que sólo la verdad nos
hace libres, nos colma de sentido, no da ale-
gría.
Contemplar la vida y saber mirarla en pro-
fundidad, no como el mundo, sino como hace
Jesús. Ese es el verdadero regalo que descu-
brimos en Jesús: perforar la realidad y en-
contrar ahí, en lo profundo de las cosas, la
presencia de un Dios, a veces escondido, pe-
ro siempre lleno de vida, de esperanza, de
alegría.
La verdadera alegría se encuentra a tra-
vés de la entrega, de la muerte
de uno mismo, de la cruz… ¡qué
difícil entender esto si no nos
dejamos llenar por el amor de
Dios y miramos la vida como
él la ve!
Ten en cuenta que...
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Viernes
26 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os
aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros,
mientras el mundo estará alegre; vosotros esta-
réis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá
en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz,
siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero,
en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del
apuro, por la alegría de que al mundo le ha na-
cido un hombre. También vosotros ahora sentís
tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará
vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra ale-
gría. Ese día no me preguntaréis nada».
[Jn 16, 20-23a]
224
Adelante con fe
Viernes
26 de mayo
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Las rosas se sentían molestas oyendo al principito,
que continuó diciéndoles:
-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más im-portante que todas, porque yo la he regado, por-que ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta
callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
-Adiós -le dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se pue-
de ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupery, “El Principito”
¿Qué me cuentas?
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Adelante con fe
Viernes
26 de mayo
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Cuántas veces en mi caminar me
he encontrado con oscuridades
tan profundas que parecían in-
vadirlo todo. Sin embargo, cuan-
do he sido capaz de pararme y
contemplar en profundidad, más
allá de sentimientos o sensacio-
nes, he podido descubrir en todo la presencia de un
Dios que es verdaderamente importante, esencial,
porque está presente en todo momento y lugar. Su
fidelidad es grande, y en cada paso del camino él
está presente. A veces sus huellas son casi impercepti-
bles, están escondidas, pero siempre están de un mo-
do u otro.
Creo que el corazón del cristiano está preparado pa-
ra percibir lo importante de la vida, pero a veces
nuestro corazón se amodorra, se asusta, se blinda. Las
prisas, los nervios, las “cabezonerías”…muchas cosas
nos impiden ver la vida en profundidad, pero de la
mano del Señor podemos superar todo eso, encontrar
paz y mirar con los ojos del corazón, descubriendo en
todo su presencia. Estas cosas importantes y esencia-
les no se perciben desde la mera razón; sólo una ra-
zón “corazonada”, acompañada de la fe, puede des-
cubrir la verdad de todo, la verdad de Dios.
María Zarzuela
¡Te cuento más!
226
Adelante con fe
Sábado
27 de mayo Adelante con caridad
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Seguimos en oración, pidiendo al Señor, con-
fiando en que él nos escucha.
Sabemos que Dios está atento a nuestras sú-
plicas, Jesús nos lo ha dicho.
Nuestro Dios es alguien en quien podemos
confiar, alguien que está a nuestro lado, to-
mándonos de la mano, cargando con noso-
tros cuando no podemos más.
El tiempo de Pascua es tiempo de agradeci-
miento por toda la vida, el amor y la fuerza
que se ha derramado en nuestros corazones.
El Espíritu que hemos recibido, que celebra-
remos en Pentecostés, es la fuerza de Dios
que habita en cada uno de nosotros para no
perder el norte, para reconocer a
Dios como Padre, para conocerle,
amarle y seguirle.
Ten en cuenta que...
227
Sábado
27 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo
os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre,
os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada
en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que
vuestra alegría sea completa. Os he hablado de
esto en comparaciones; viene la hora en que ya
no hablaré en comparaciones, sino que os habla-
ré del Padre claramente. Aquel día pediréis en
mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre
por vosotros, pues el Padre mismo os quiere,
porque vosotros me queréis y creéis que yo salí
de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo,
otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».
[Jn 16, 23b-28]
228
Adelante con caridad
Sábado
27 de mayo
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Tengo miedo, Señor, de perderme
y no encontrarte
de no saber oír tu voz
de dejarte y de alejarme.
Y que el peso de tu cruz no me acobarde,
que en la vida tenga el tiempo de buscarte
que no huya por el miedo a escucharte.
Que tu amor y tu perdón nunca me falten.
Y en mis dudas tu voz me haga fuerte
y me acompañe.
Que al rezarte en la oración tú me ayudes
a encontrarme.
Y que el peso de tu cruz no me acobarde,
que en la vida tenga el tiempo de buscarte
que no huya por el miedo a escucharte.
Que tu amor y tu perdón nunca me falten.
(Manuela y Jesús)
¿Qué me cuentas?
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Adelante con caridad
Sábado
27 de mayo
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En el camino nos encontrare-
mos obstáculos, nos pedirás
cosas que ni si quiera sabe-
mos si somos capaces de
realizarlas, habrá momentos
donde creamos que nos has
abandonado, nuestra fe por
ti, Señor, no siempre será
fuerte. Pero no tenemos que
tener miedo a escucharte, no tenemos que
huir cuando nos pidas un poco más de noso-
tros mismos y cuando creamos que no estás a
nuestro lado, cuando nuestra fe está más dé-
bil en ese momento, Señor, queremos sentir el
peso de tu cruz y no tener miedo a caer, por-
que sabemos, Señor, que nos ayudarás a le-
vantarnos.
Pedro Hedrera,
Catequista de Confirmación
¡Te cuento más!
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Adelante con caridad
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Consagración La palabra consagración se deriva de
verbo consagrar. Y puede tener un doble
sentido: activo y pasivo. Expresa tanto la
acción de consagrar como el hecho de ser
consagrado. Consagrar, en sentido teoló-
gico, es lo mismo que: santificar, divinizar,
sacralizar o sacrificar. Todos estos térmi-
nos implican relacionarse directamente con
Dios, ser introducido en la esfera de lo sa-
grado, de lo divino o de lo santo, es decir,
en el ámbito de la divinidad.
Por parte del hombre, consagrarse es en-
tregarse a Dios, darse a él sin reservas, en
respuesta a Su llamada, a un encuentro
con Él. La consagración supone donación y
renuncia, entrega y separación. Recorde-
mos las parábolas del tesoro escondido
en el campo y de
la perla preciosa
(Mt, 13,44-45),
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que cautivan a quien lo descubre y le
mueven a vender todo lo demás para ad-
quirir ese tesoro y esa joya.
Pero no solo los religiosos son consagra-
dos. "Los bautizados son consagrados por
la regeneración y la unción del Espíritu
Santo como casa espiritual y sacerdocio
santo" (LG 10). El bautismo es una real in-
serción en Cristo y en su misterio de muer-
te y de resurrección. Es una verdadera
configuración con Cristo en su condición fi-
lial y fraterna y, por eso mismo, es una
verdadera consagración.
“Por el bautismo, Jesús comparte su vida
con cada cristiano; cada uno es santifica-
do en el Hijo, cada uno es llamado a la
santidad; cada uno es enviado a compar-
tir la misión de Cristo, con capacidad de
crecer en el amor y en el servicio del Se-
ñor. Este don bautismal es la consagración
fundamental cristiana y viene a ser raíz
de todas las demás” (EE 6).
Pablo Jiménez, CSsR
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Domingo
28 de mayo En perspectiva...
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Celebrar la Ascensión del Señor no es que-darse estáticos contemplando el azul celeste o mirando las estrellas. No es vivir con los brazos cruzados pensando en la estratosfera y soñando evasiones fuera de la realidad. No es suspirar por un cielo nuevo y una tierra nueva, creyendo que en este mundo vivimos
en una ausencia que engendra tristeza.
Todos necesitamos ascender, subir y superar nuestros niveles bajos de atonía humana y espiritual. Necesitamos perspectivas de altu-ra para ver todo con más verdad y justa proporción. Es urgente ascender en la fe, en la esperanza y en el amor. Paradójicamente, ascendemos mejor cuando descendemos más, somos ciudadanos del cielo cuando en la tierra caminamos compro-metidos en las exigencias del Evangelio. Cristo ha ascendido a los cielos porque antes descen-dió, obediente a la voluntad del
Padre.
Ten en cuenta que...
235
Ascensión del Señor
Domingo
28 de mayo
Dios nos cuenta
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron
a Galilea, al monte que Jesús les había indi-
cado. Al verlo, ellos se postraron, pero algu-
nos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les
dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo
y en la tierra. Id y haced discípulos de todos
los pueblos, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y en-
señándoles a guardar todo lo que os he man-
dado. Y sabed que yo estoy con vosotros to-
dos los días, hasta el fin del mundo.»
[Mt 28, 16-20]
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Ascensión del Señor
En perspectiva...
Domingo
28 de mayo
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“Un Rey soñó que perdía todos los dientes. Mandó llamar a un Sabio para que interpreta-se su sueño. Este le dijo que era una desgracia, que cada diente representaba la pérdida de un
pariente. El Rey enfurecido lo echó y mandó castigarle. Mandó llamar a otro Sabio para contarle su sueño. Tras escucharle, le dijo:
¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido re-servada, significa que sobrevivirás a todos
vuestros parientes. El Rey con una gran sonrisa
ordenó que le dieran monedas de oro.”
Cuento anónimo
¿Qué me cuentas?
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Ascensión del Señor
En perspectiva...
Domingo
28 mayo
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Este cuento representa el cómo decir lo mismo de distintas formas, cambia el resultado de una situación. Demues-tra que en la vida todo es cuestión de actitud, cuando actúas negati-vamente, hay resultados negativos. Sin embargo, si vas con mucho ánimo y ac-túas positivamente siendo realista y since-ro, seguramente consigas resultados posi-tivos.
Coloquio de transparencia (Ixcis) Donde esté yo que puedan verte a ti. Donde esté yo que puedan verte en mí. Quiero ser transparencia de tu amor. Hazme fuente de tus aguas, Señor. Hazme cauce de tu vida para todos.
Donde esté yo que puedan verte en mí.
Flor
¡Te cuento más!
238
Ascensión del Señor
En perspectiva...
Lunes
29 de mayo Valor con Amor
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Unos versículos antes de este evangelio Jesús
habla clara y abiertamente a los apóstoles
sobre su Padre. Por eso exclamarían: “Ahora
sí que hablas claro y no usas comparacio-
nes”. Y versículos después Jesús se encuentra
en oración antes de padecer los sufrimientos
en la cruz. En medio de ambos versículos nos
encontramos rejuvenecidos por su palabra. Es
Jesús quien nos anima a ser fuertes, es Él
quien nos dice que no estaremos exentos de
dificultades pero tampoco de su gracia, de
su fuerza, de su amor. Por ello, ¿por qué nos
extrañamos si en nuestra vida como cristianos
atravesamos por problemas o desilusiones
que jamás hubiésemos pensado
que nos sucederían a noso-
tros?
Ten en cuenta que...
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Lunes
29 de mayo
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas compara-
ciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no ne-
cesitas que te pregunten; por ello creemos que
saliste de Dios». Les contestó Jesús: ¿Ahora
creéis? Pues mirad: está para llegar la hora,
mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada
cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no
estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he
hablado de esto, para que encontréis la paz en
mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened va-
lor: yo he vencido al mundo».
[Jn 16, 29-33]
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Valor con Amor
Lunes
29 de mayo
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"Señor, haznos una familia en la que nos nece-
sitemos los unos a los otros, que nos amemos y
nos perdonemos, en la que trabajemos juntos,
juguemos juntos y recemos juntos. Juntos lleve-
mos la palabra de Dios a los demás, juntos
crezcamos en Cristo y juntos amemos a todos
los hombres, juntos sirvamos al Señor y juntos
esperemos el cielo. Estas son nues-
tras esperanzas e ideales. Ayúdanos a afian-
zarlas. Oh, Dios, por Cristo nuestro Señor.
Amén"
Oración Irlandesa
¿Qué me cuentas?
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Valor con Amor
Lunes
29 de mayo
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¡Te cuento más!
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Es una oración irlandesa. Desde
el día que la conocimos, mi mari-
do y yo la hemos tenido como
ideales de familia cristiana y
nos pusimos en marcha para ha-
cerla realidad. La hemos inten-
tado vivir y que no se quedara sólo en la fami-
lia. Hemos deseado que fuera nuestra familia un
sol, cuyos rayos se expandieran no sólo a los
que nos rodeaban sino a TODOS los hombres y
mujeres que de alguna manera estuvieran pró-
ximos o lejanos a nosotros porque entendemos
que TODOS nos necesitamos, que el amor no
tiene capacidad y que el perdón es el acto más
grande de amor. Vivir la palabra de Dios, cre-
cer en la fe y en Cristo y tener a Dios como mo-
tor de nuestras vidas es la perla que encuentras
que todo sea ella (como nos dice el Evangelio) y
tener la esperanza que aunque algunos de no-
sotros dejemos este mundo, nos encontraremos
en los brazos de Dios para vivir juntos una eter-
nidad.
Marga
Valor con Amor
Martes
30 de mayo Recuerda mis Palabras
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Las comunidades guardarán las reflexiones
del Maestro para poder entender mejor el
momento difícil que atraviesan: tribulación,
abandono, dudas, persecución. La larga re-
flexión termina con la oración de Jesús para
las comunidades. En ella afloran los senti-
mientos y las preocupaciones que, según el
evangelista, estaban en Jesús en el momento
de salir de este mundo para el Padre. Ahora
Jesús está ante el Padre con estos sentimien-
tos y con esta preocupación, intercediendo
por nosotros. Mucha gente, en el momento de
despedirse por siempre, deja algún mensaje.
Todo el mundo guarda palabras importantes
del padre y de la madre, sobre
todo cuando son de los últimos
momentos de la vida. Conser-
var estas palabras es como guar-
dar a las personas. Es una forma
de añoranza.
Ten en cuenta que...
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Martes
30 de mayo
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En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al
cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a
tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el
poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la
vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, único Dios verda-
dero, y a tu enviado, Jesucristo. […] Te ruego
por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos
que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es
tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorifica-
do. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos
están en el mundo, mientras yo voy a ti».
[Jn 17, 1-11a]
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Recuerda mis Palabras
Martes
30 de mayo
“Un maestro de construcción listo para retirarse
le contó a su jefe acerca de sus planes de dejar
el trabajo para llevar una vida más placentera
con su familia.
El jefe le pidió como favor personal que hiciera
el último esfuerzo: construir una casa más. El
hombre accedió y comenzó su trabajo, pero se
veía que no estaba poniendo el corazón en lo
que hacía. Utilizaba materiales de inferior cali-
dad, y su trabajo era deficiente. Una infortuna-
da manera de poner punto final a su carrera.
Cuando el albañil terminó el trabajo, el jefe fue
a inspeccionar la casa y le extendió las llaves
de la puerta principal. "Esta es tu casa, querido
amigo. Es un regalo para ti".”
Cuento anónimo
¿Qué me cuentas?
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Recuerda mis Palabras
Martes
30 de mayo
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¡Te cuento más!
Muchas veces no ponemos lo mejor de noso-
tros en cada acto que realizamos, nos deja-
mos llevar por la rutina y dejamos que nues-
tra vida crezca sobre una base torcida. Si
vivimos cada día como si fuera un “día de
construcción de nuestra casa”, un pequeño
paso en el proyecto de nuestra vida, dando
lo mejor de nosotros, con-
seguiremos que nuestro
mañana sea un resultado
de buenas elecciones y
actitudes, que nos lleven a
la dirección correcta.
Malu
Recuerda mis Palabras
Miércoles
31 de mayo Darse cuenta
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Una visita -a un familiar, a un amigo, a un cono-
cido- entra en cualquier programa. Es un peque-
ño acontecimiento, obligado y repetido, en la
vida de cualquier persona. Una visita forma
parte integrante del diario vivir. Es expresión
elemental y primaria de convivencia social. Pero
la visita -que se ha dado en llamar visitación-
de María a su prima Isabel, no es una simple
anécdota o un episodio privado de su vida, sin
otro contenido y sin otra especial significación.
De haber sido así, no la hubiera narrado el
Evangelio. La visita de María se encuadra en la
historia de las visitas de Yahwé, que son siempre
acontecimientos salvíficos. Dios sólo visita para
salvar. Y lo hace por medio de hechos, de signos
y, sobre todo, de personas. Interviene salvado-
ramente a través de los mismos sucesos
-alegres o dolorosos- de la vida.
Ten en cuenta que...
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Visitación de la Virgen
Miércoles
31 de mayo
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En aquellos días, María se puso en camino y
fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Ju-
dá; entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de Ma-
ría, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a
voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres,
y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy
yo para que me visite la madre de mi Se-
ñor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos,
la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Dichosa tú, que has creído, porque lo que te
ha dicho el Señor se cumplirá.»
[Lc 1, 39-56]
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Visitación de la Virgen
Darse cuenta
Miércoles
31 de mayo
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Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y ce-
lebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba
muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha
sido hallado". Y comenzaron la fiesta. Su hijo ma-
yor estaba en el campo y, al volver, cuando se acer-
có a la casa, oyó la música y las danzas; y llaman-
do a uno de los criados, le preguntó qué era aque-
llo. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha
matado el novillo cebado, porque le ha recobrado
sano." Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre,
y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace
tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir
una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito
para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que
ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu heren-
cia con prostitutas, has matado para él el novillo
cebado!" Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás con-
migo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar
una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo
estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdi-
do, y ha sido hallado."
Lucas, Evangelista
¿Qué me cuentas?
249
Visitación de la Virgen
Darse cuenta
Miércoles
31 de mayo
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¡Te cuento más!
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Visitación de la Virgen
Darse cuenta
He escogido esta parábola por-
que creo que resume algo muy
importante y que a mí personal-
mente me ha marcado mucho. No
siempre elegimos el camino co-
rrecto, ya que nadie es perfecto,
a veces nos desviamos y en ese
desvío nos llevamos a gente por
delante (sea por los motivos que
sean); el caso es que, como siempre se ha dicho,
las cosas que nos pasan las pagamos con quienes
más queremos y les hacemos daño. A la hora de
darse cuenta y admitir los errores y, sobre todo,
pedir perdón a esos a los que les has hecho daño,
resulta que lo único que esa persona necesitaba
de ti era que volvieras arrepentido sin necesidad
de dar explicaciones.
Esto es algo que personalmente me ocurrió. Me
sorprendió mucho cómo todos mis amigos, a los
que dejé de lado e hice daño, lo único que que-
rían era que volviera a ser yo mismo, y me reci-
bieron con los brazos abiertos. Pocas veces he
sentido algo más reconfortante que el perdón in-
condicional de tus seres queridos cuando vuelves
arrepentido porque te has equivocado.
Fran
Jueves
1 de junio Echa cuentas...
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Decir «amor», decir «unidos» y decir «para
siempre» vienen a ser tres maneras de decir
lo mismo. Bien lo saben los que se casan. Y
bien lo saben también muchos que, al despe-
dirse para un tiempo largo o para siempre,
suelen decir cosas como: llevaos bien, no dis-
cutáis ni os peleéis, ayudaos, reuníos cuando
podáis... Por eso es lógica -y tremendamen-
te humana- la oración y los deseos finales de
Jesús: «Que sean uno, como nosotros so-
mos uno». Si Dios es Amor, es lógico hablar
de su unidad. Eso si, el camino de la unidad
y de la comunión, el camino de la integración
no excluyente ni destructiva, está lleno de
obstáculos. La unidad que Jesús
quiere para nosotros y para to-
dos los hombres nunca será el
resultado de imponernos a
base de leyes o autoridad, de
ejércitos y fuerza, de pactos de
cualquier tipo donde algunos se
vean obligados a hacer renuncias
importantes...
Ten en cuenta que...
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Jueves
1 de junio
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al
cielo, oró, diciendo: «Padre santo, no sólo por
ellos ruego, sino también por los que crean en
mí por la palabra de ellos, para que todos sean
uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos
también lo sean en nosotros, para que el mundo
crea que tú me has enviado. […] Padre justo, si
el mundo no te ha conocido, yo te he conocido,
y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he
dado a conocer y les daré a conocer tu nombre,
para que el amor que me tenías esté con ellos,
como también yo estoy con ellos».
[Jn 17, 20-26]
252
Echa cuentas...
Jueves
1 de junio
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Había una vez un rey muy triste que tenía un sirvien-
te muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el
desayuno y despertaba al rey cantando y tararean-
do alegres canciones de juglares. Una sonrisa se di-
bujaba en su distendida cara y su actitud para con
la vida era siempre serena y alegre. Un día el rey lo
mandó a llamar. Paje -le dijo- ¿Cuál es el secreto?
¿Qué secreto, Majestad?¿Cuál es el secreto de tu
alegría? ¡No hay ningún secreto, Alteza!. No me
mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por
ofensas menores que una mentira. El sirviente sonrió
un poco asustado, hizo una reverencia y salió de la
habitación. El rey estaba como loco. No consiguió
explicarse cómo el paje estaba feliz viviendo de
prestado, usando ropa usada y alimentándose de
las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, lla-
mó al más sabio de sus asesores y le contó su con-
versación de la mañana. ¿Por qué él es feliz? Ah,
Majestad, lo que sucede es que él está fuera del
círculo... ¿Fuera del círculo? Así es. ¿Y eso es lo que
lo hace feliz? No Majestad, eso es lo que no lo hace
infeliz. -A ver si entiendo, estar en el círculo te hace
infeliz. -Así es. -¿Y cómo salió?-Nunca entró-¿Qué circulo es ese?-El círculo del 99...
Jorge Bucay, “el Círculo del 99”
¿Qué me cuentas?
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Echa cuentas...
Jueves
1 de junio
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¡Te cuento más!
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Dejo incompleto el texto del cuento para que, si
quieres, puedas terminar de leerlo. Lo encontra-
rás bajo el título “El círculo del 99”. ¿Y tú perte-
neces al círculo del 99 o no has entrado? ¿Quién
o qué es el motivo de tu alegría o de tu tristeza?
Oración final (Rezandovoy)
Hay 99 motivos para la comodidad, y 1 para el
riesgo. Y tú eliges el riesgo.
Hay 99 formas de indiferencia, y 1 de pasión
desmesurada. La tuya.
Hay 99 caminos para la evasión, y 1 para el
compromiso. El que tú recorres.
Hay 99 razones para la frialdad, y 1 para el
fuego. Tú enciendes la llama.
Hay 99 palabras hirientes y 1 declaración de
amor. Tu palabra.
Hay 99 habitaciones cerradas,
y 1 sola puerta abierta.
Y tú la encuentras, y la abres,
para que vuelva a casa.
Pablete, CSsR
Echa cuentas...
Viernes
2 de junio Amar sin cuenta-gotas
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Las preguntas de Jesús son siempre profun-das, inquietantes. Van a lo más interno. Afec-tan a la vivencia más profunda de nuestra fe. ¿Me amas de verdad? ¿Me amas más que estos? Pedro se mostró aturdido, inquie-to, sin saber qué responder. Sabía que Jesús conocía la verdad su corazón, palpaba sus sentimientos, era plenamente consciente de
sus fallos y de sus aciertos.
Jesús quería que reflexionara, que analiza-ra, que proyectara. Que decidiera por sí mismo. Las respuestas de Pedro son sinceras, algo inseguras, pero repletas de amor y de-seos de ser fiel servidor de la causa del Evangelio. Y Jesús confía plena-mente en él, le encarga una misión delicada y le recuerda que no será fácil seguir ade-lante. Y tú (pon tu nombre) ¿Me
amas?
Ten en cuenta que...
255
Viernes
2 de junio
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Dios nos cuenta
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos,
después de comer con ellos, dice a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que és-
tos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú, sabes que te
quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corde-
ros». Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo
de Juan, ¿me arnas?». Él le contesta: «Sí, Se-
ñor, tú sabes que te quiero». Él le dice:
«Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pre-
gunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».
Dicho esto, añadió: «Sígueme».
[Jn 21, 15-19]
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Amar sin cuenta-gotas
Viernes
2 de junio
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“Soy para los problemas lo que la miel para las moscas, que siempre me estoy metiendo en líos, que todo lo que hago concluye invariablemente en desastre. También es cierto que no pocas ve-
ces me he comportado de forma irreflexiva, guiado más por mis impulsos que por el justo
dictado de la razón. El destino, amigos míos, la única fuerza de la naturaleza que parece dis-
frutar burlándose de los seres humanos.”
César Mallorquí, “La piedra inca”
¿Qué me cuentas?
257
Amar sin cuenta-gotas
Viernes
2 de junio
Séptim
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¡Te cuento más!
Extracto del libro “la piedra inca”, el cual, leí en mi
adolescencia. Trata de un chico muy impulsivo que
descubre que el destino es el que mueve su vida. Yo
al destino lo identifico con Dios. Pienso que, si los
cristianos cuidamos en el fondo de nuestro corazón
la confianza en Dios, descubriremos un estímulo nue-
vo para vivir.
Dios Padre bueno, que has puesto en el corazón de
los hombres el deseo ardiente de la trascendencia y
nos llamas hacia ti de tantas formas y por tantos ca-
minos, concédenos la capacidad de estar atentos a
esa llamada, de encontrarla constantemente a nuestro
alrededor. Que sepamos verla en la luz de cada pai-
saje, en la vida, enigmática y única, de cada ser, en
cada mirada de compasión o de desvalimiento, en
nuestros anhelos insatisfechos que este mundo no lo-
gra saciar, en todos los gestos humanos que nos ro-
dean. Enséñanos a ver en todo ello una voz profética,
inextinguible en el tiempo, que trasciende los siglos y
las generaciones y apaga los
miedos de nuestro corazón. Una
voz que nos invita a caminar ha-
cia ti. (Rezandovoy)
Javier Godoy 258
Amar sin cuenta-gotas
Sábado
3 de junio Escribe tu página
Sépti
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Todas las Biblias tienen la última página en
blanco. ¡Estas páginas están para que cada
uno de nosotros y nosotras escriba su propio
evangelio! Podemos anotar los incidentes, re-
laciones, buenos y malos tiempos en nuestras
vidas, donde Jesús estuvo cerca, activo, sal-
vándonos, llamándonos y desafiándonos a
ser sus discípulos. ¿Puedes anotar cuando y
donde comenzó tu vida con Jesús? Igual que
Juan, no sabemos cuando terminará. ¿Qué
está Jesús ahora escribiendo en su evangelio
sobre tu vida, de modo que otros puedan co-
nocer su amor, su llamado y su identidad? Tal
vez pueda ser una buena sugerencia para tu
oración.
Ten en cuenta que...
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Dios nos cuenta
En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los
seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el
mismo que en la cena se había apoyado en su
pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es
el que te va a entregar?». Al verlo, Pedro dice a
Jesús: «Señor, y éste ¿qué?». Jesús le contesta:
¿A ti qué? Tú sígueme». […] Éste es el discípulo
que da testimonio de todo esto y lo ha escrito;
y nosotros sabemos que su testimonio es
verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús.
Si se escribieran una por una, pienso que los
libros no .cabrían ni en todo el mundo.
[Jn 21, 20-25]
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Nuestro miedo más profundo no es ser inadecuados, es el hecho de que somos poderosos.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos atemoriza.
Ten en cuenta que...:
¿Quién soy yo para ser brillante? Pero, en realidad, ¿quién eres tu para no ser así?
De hecho eres hijo de Dios.
Tu pequeñez no le sirve al mundo. Estamos hecho para brillar, como brillan los niños. Nacemos para manifestar la gloria de Dios que es-
tá en nuestro interior. Y no es que esté en algunos, está en todos nosotros.
Permitiendo que nuestra propia luz brille,
inconscientemente damos a otros permiso para que brillen también.
Al liberamos de nuestros miedos
nuestra presencia automáticamente libera a los demás.
Javier Iriondo,"Donde tus sueños te lleven"
¿Qué me cuentas?
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¡Te cuento más!
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Oración
Mi Señor, Tú siempre nos ofreces nuevas oportunidades,
donde conocemos a personas maravillosas que nos ayudan a brillar,
a brillar con fuerzas. Gracias por hacerte presente siempre.
Cuando menos te esperamos...apareces. En muchas ocasiones,
a través de los rostros y de las vidas de las personas sin hogar,
de los más pobres entre los pobres. Danos siempre el don de descubrirte,
entregándonos sin miedos, para recibir el Amor Perfecto
de tu Presencia Cercana. Gracias Jesús, porque nos enseñas que la
esencia de la vida, es avivar el brillo de tu Luz.
Ofelia
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Consejos Evangélicos Cuando Jesús te invita: “Sígueme”, lo más nor-mal es que te deje des-colocado. Y empiezas a preguntarte: ¿yo? ¿cómo? ¿dónde? ¿con quién? ¿con qué? Co-mienzas una búsqueda que puede alargarse semanas, meses, años o ¡toda la vida! Estas preguntas van teniendo sus respuestas, poco a poco, y no siempre a prio-ri satisfactorias o dentro de los planes que cada uno tenemos. Los votos que hacemos los religiosos consagrados ofrecen algunas respuestas y son además el modo o forma en que seguimos a Cristo, pues contribuyen a una donación total. En primer lugar, ¿con quién? Pues con todos y con ninguno. El voto de castidad nos permite una entrega completa a Dios y a la misión de Cristo, tanto personal como comunitaria-mente, lo que conlleva acoger la continencia perfecta en el celibato.
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De esta forma, se elige no querer a nadie en
concreto sino quererlos a todos, sin distinción
de ningún tipo.
Y ¿con qué? Pues con todo, o mejor dicho, con nada. Muchas veces el voto de pobreza se malentiende como la vida en condiciones casi infrahumanas, de penuria, de falta de higiene. Sin embargo, la vida bajo el voto de pobreza se refiere a algo distinto, pero sobre todo al desapego o desprendimiento de las cosas ma-teriales, lo que San Alfonso llama distacco. La vida en comunidad es el camino para poner todos los bienes en común, de una forma mo-desta, y trabajando para ganarse la vida. Es-to además nos permite estar más cerca de los pobres y abandonados. Por último, ¿dónde? La respuesta, indirecta, la tenemos con el voto de obediencia. Cuando le decimos sí al Señor, nos ponemos en sus manos, dejamos “hacerse en mí Tu voluntad”. Como a veces nos cuesta saber por dónde ir, la obe-diencia al superior nos garantiza que cumpli-mos la voluntad de Dios. Ojo, no se trata de una obediencia ciega y servil, sino de so-meter nuestra voluntad a lo que el superior de forma racional considere lo más necesario y razonable.
Joaquín García-Romanillos, novicio CSsR
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Comenzamos nuestra oración con las palabras de San Alfonso orando al Espíritu Santo, para que lle-gue a nuestros corazones y transforme nuestra vida para ser fieles seguidores de Jesucristo:
“Te lo suplico, oh, Espíritu Santo, Libérame de mi frialdad a tu servicio,
Enciende en mi alma un deseo ardiente de agradarte
Tú que te has mostrado bajo la forma de lenguas de fuego
Por amor a Jesucristo h
az que en adelante proclame tus alabanzas que te invoque frecuentemente,
que a menudo también exprese tu bondad así como el amor infinito que mereces.
Te amo, oh mi soberano Bien; Te amo, oh Dios de amor”.
CANTAMOS
Ven Espíritu de Dios sobre mí, me pongo en tu presencia,
cambiarás mi corazón. Toca mi debilidad, toma todo lo que soy,
pongo mi vida en tus manos y mi ser. Poco a poco llegarás a inundarme de tu luz,
Tú cambiarás mi pasado. ¡Cantaré!
Invocación al Espíritu Santo
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“En este día, contemplamos y revivimos en la litur-gia la efusión del Espíritu Santo que Cristo resuci-tado derramó sobre la Iglesia, un acontecimiento de gracia que ha desbordado el cenáculo de Jeru-salén para difundirse por todo el mundo. Pero, ¿qué sucedió en aquel día tan lejano a nosotros, y sin embargo, tan cercano, que llega adentro de nuestro corazón?
Estruendo y lenguas de fuego son signos claros y concretos que tocan a los Apóstoles, no sólo exte-riormente, sino también en su interior: en su mente y en su corazón. Como consecuencia, «se llenaron todos de Espíritu Santo», que desencadenó su fuer-
za irresistible, con resultados llamativos: «Empezaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les concedía manifestarse».
Todos experimentan algo nuevo, que nunca había sucedido: «Los oímos hablar en nuestra lengua na-tiva». ¿Y de qué hablaban? «De las grandezas de
Dios»."
Papa Francisco, Vigilia Pentecostés 2013
CANTAMOS
Espíritu de Dios, llena mi vida, llena mi alma, llena mi ser.
Y LLÉNAME, LLÉNAME, LLÉNAME DE TU PRESENCIA, LLÉNAME, LLÉNAME,
DE TU PODER, LLÉNAME, LLÉNAME, DE TU VERDAD.
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Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre;
Don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.
[ Breve silencio para hacer eco de esta secuencia ]
Oración
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Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos
en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo
un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente,
y llenó toda la casa donde se encontraban sentados.
Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se
dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se
llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar
en otras lenguas, según el Espíritu les concedía mani-
festarse.
Al oírse el ruido, acudió la multitud y quedaron des-
concertados, porque cada uno los oía hablar en su pro-
pia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados,
diciendo: “¿No son galileos todos esos que están hablan-
do? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los
oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros
hay partos, medos, elamitas y habitan-
tes de Mesopotamia, de Judea y Capa-
docia, de Frigia y Panfilia; hay ciudada-
nos romanos forasteros; y cada uno los
oímos hablar de las grandezas de Dios
en nuestra propia lengua”.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11)
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¡CANTAMOS!
Tengo fe en Ti. Envía tu Espíritu, Señor.
Hazme dócil a tu voz:
quiero obrar tan solo desde la fe.
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CANTAMOS
Consolad a mi pueblo dice el Señor, hablad al corazón del hombre. Gritad que mi amor ha vencido,
preparad el camino, que viene tu Redentor.
YO TE HE ELEGIDO PARA AMAR
TE DOY MI FUERZA Y LUZ PARA GUIAR YO SOY CONSUELO EN TU MIRAR
GLORIA A DIOS
Consolad a mi pueblo dice el Señor, sacad de la ceguera a mi pueblo.
Yo he sellado contigo, alianza perpetua
Yo soy el único Dios.
Consolad a mi pueblo dice el Señor, mostradles el camino de libertad.
Yo os daré fuertes alas, transformaré tus pisadas, en sendas de eternidad.
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Dios nos cuenta Ocho días más tarde, los discípulos estaban todavía en aquella casa, y sus puertas también estaban cerra-das… Jesús entra, se pone en medio y trae su paz, el Espíritu Santo y el perdón de los pecados: en una pa-labra, la misericordia de Dios. En este local cerrado resuena fuerte el mensaje que Jesús dirige a los suyos: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío
yo»
Papa Francisco, “Misa con sacerdotes, JMJ 2016”
Lectura del Evangelio según san Juan [20, 19-23]
Al anochecer de aquel día, el día primero de
la semana, estaban los discípulos en una casa, con
las puertas cerradas, por miedo a los judíos. En
esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz
a vosotros”.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el
costado. Y los discípulos se llenaron de
alegría al ver al Señor. Jesús repitió: “Paz a voso-
tros. Como el Padre me ha enviado, así también os
envío yo.”
Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y
les dijo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les
perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos.”
Palabra del Señor. 272
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és GESTO (ORACIÓN DE LOS FIELES):
(Se hacen tarjetas con cada uno de los Dones y que, cada per-sona libremente se puede acercar al centro de la oración a re-coger el Don que espontáneamente vaya cogiendo)
Contra la necedad, concédeme el Don de Sabiduría,
que me libre de la pereza y de la insensatez
Contra la rudeza, dame el Don de Entendimiento,
que ahuyente tibiezas, dudas, nieblas y desconfianzas
Contra la precipitación, el Don de Consejo, que me
libre de las indiscreciones e imprudencias.
Contra la ignorancia, el Don de Ciencia, que me libre
de los engaños del mundo, reduciendo las cosas a su verdadero valor.
Contra la pusilanimidad, el Don de Fortaleza, que me
libre de la debilidad y la cobardía en caso de con-flicto
Contra la dureza, el Don de Piedad, que me libre de
la ira, el rencor, la injusticia, la crueldad y la ven-ganza.
Contra la soberbia, el Don del Temor de Dios, que
me libre del orgullo, la vanidad, la ambición y la presunción
...
SILENCIO ORANTE
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CANTAMOS
Señor, toma mi vida nueva antes de que la espera,
desgaste años en mí. Estoy dispuesto a lo que quieras,
no importa lo que sea. Tú llámame a servir.
LLÉVAME DONDE LOS HOMBRES
NECESITEN TUS PALABRAS NECESITEN MIS GANAS DE VIVIR
DONDE FALTE LA ESPERANZA, DONDE FALTE LA ALEGRÍA
SIMPLEMENTE POR NO SABER DE TI
Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo,
lo bello que es tu amor. Tendré mis manos sin cansancio,
tu historia entre mis labios y fuerza en la oración.
Y así en marcha iré cantando
por calles predicando tu grandeza Señor.
Señor tengo alma misionera condúceme a la tierra que tenga sed de Ti.
¡Te cuento más!
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“El Espíritu Santo nos enseña el camino; nos recuerda y nos explica las palabras de Jesús; nos hace orar y decir Padre a Dios, nos hace hablar a los hombres en el diálogo fraterno y nos hace hablar en la profecía. El día de Pentecostés, cuando los discípulos «se llena-ron de Espíritu Santo», fue el bautismo de la Iglesia, que nace «en salida», en «partida» para anunciar a todos la Buena Noticia. La Madre Iglesia, que sale para servir. Recordemos a la otra Madre, a nuestra Madre que salió con pronti-tud, para servir. La Madre Iglesia y la Madre María: las dos vírgenes, las dos madres, las dos mujeres. Sin el Espíritu Santo no hay misión, no hay evangeli-zación. Por ello, con toda la Iglesia, con nuestra Ma-dre Iglesia católica invocamos: ¡Ven, Espíritu Santo!”
Papa Francisco, Vigilia de Pentecostés 2014
Padre Nuestro...
Recordando a María...
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“¿Sabes qué quiero, dulce María? Esperanza mía, te quiero amar. Quiero a tu lado pasar mi vida;
bella Reina, no me rechaces. Y después dime, ¡oh bella Rosa!
Madre amorosa, ¿qué quieres de mí? Sólo sé darte mi corazón;
con mano cariñosa a ti te lo doy”.
San Alfonso, “Cánticos Espirituales”
¡FELIZ PASCUA
DE PENTECOSTÉS!
Ahora tú continúas la historia...
¡Te cuento más!
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María María, la madre que acompañó a Jesús en su muerte, aquella que se nos entregó como madre a todos, nos acompaña ahora en el gozo de saber que la palabra definitiva de Dios es una palabra de vida, de luz, de ale-gría. Con María, como misioneros redentoris-tas, nuestro espíritu se llena de gozo al ver las maravilla que Dios hace en cada uno de nosotros. Queremos proclamar a todas las gene-raciones que el Dios de la vida ha vencido a la muerte, a nuestras propias muertes, y ha
venido a nosotros, fijándose en nuestra humildad, para le-vantar nuestro cora-zón y llenarlo de es-peranza. El Dios que enaltece a los humildes y nos colma de bienes en nuestra debilidad ha
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resucitado, y la compañía de la Virgen en la Misión nos hace no olvidar el gran regalo de la Vida eterna. Cada uno de nosotros estamos llamados a acoger en nuestro corazón la Palabra, re-flexionarla y hacerla fructificar en la vida cotidiana. Ella intercede por nosotros, dirijámosle nues-tra mirada y confiémosle nuestro caminar, para que sea ella, madre, maestra y discípu-la, la que nos enseñe a caminar tras los pa-sos del Señor.
Jorge Ambel, CSsR
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