Autor: Hernández Pérez Omar Pablo
El EncuentroDos puntos que se atraen, no tienen por qué elegir forzosamente la
recta.
Claro que es el procedimiento más corto. Pero hay quienes prefieren
el infinito.
Las gentes caen unas en brazos de otras sin detallar la
aventura. Cuando mucho, avanzan en zigzag. Pero una vez en la
meta corrigen la desviación y se acoplan. Tan brusco amor es un
choque, y los que así se afrontaron son devueltos al punto de partida
por un efecto de culata. Demasiado proyectiles, su camino al revés
los incrusta de nuevo, repasando el cañón, en un cartucho sin
pólvora.
De vez en cuando, una pareja se aparta de esta regla
invariable. Su propósito es francamente lineal, y no carece de
rectitud. Misteriosamente, optan por el laberinto. No pueden vivir
separados. Esta es su única certeza, y van a perderla buscándose.
Cuando uno de ellos comete un error y provoca el encuentro, el otro
finge no darse cuenta y pasa sin saludar.
EL ENCUENTRO
El Encuentro
Bueno realicé esta imagen ya que en la vida las cosas se dan por
si solas y el encuentro que se da con otras personas no se puede
imaginar por ningún motivo, simplemente se da y no sabes como
va a terminar, incluso se da desde mundos diferentes.
Las relaciones que encontramos en nuestro andar no las
podemos planear simplemente se trata de crecer y hacer de esa
relación algo inolvidable, aunque en ocasiones se tenga que
ocultar.
Todos llevamos diferentes caminos, objetivos y metas,
pero cuando encuentras un motivo dentro de tu andar acoplas un
mundo en el que puedas cumplir tus sueños y realizarte junto a
ese motivo.
Autor: Hernández Pérez Omar Pablo
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