Contexto histórico
Edgar Allan Poe nació en el siglo XIX en Estados unidos, durante estos años el país vivió
una intensa expansión de su territorio. Sus padres actores murieron prematuramente
quedando Poe a cargo de una familia caritativa y adinerada de Richmond, quienes lo
adoptaron.
La relación con su familia adoptiva no fue del todo buena, su padre nunca le prestó
atención y no lo adoptó legalmente. Fue su madre quien lo crió y le dio afecto pues llegó a
ocupar el puesto del hijo que ella no podía tener, por otro lado su padre tenia varios hijos
fuera del matrimonio.
Vivió y estudió durante 5 años en Inglaterra y Escocia entre 1815 y 1820. A su estadía en
Gran Bretaña se le atribuye el gusto por lo gótico, marcado en sus construcciones. “El
corazón delator” es publicado en enero de 1843, siglo durante el que surge el romanticismo
y realismo, pudiendo Poe nutrirse de diferentes estilos para realizar su obra.
Influencias
El romanticismo
Las influencias del romanticismo dentro de la obra se reflejan en primer lugar con el
narrador en primera persona, ya que una de las características de este estilo literario es la
liberación del individuo, como un “yo”. El narrador nos revela sus sentimientos, se centra
en sus habilidades y no desarrolla ningún otro personaje. También denota un sentimiento de
aislamiento y soledad, al mostrar al narrador con características que lo distinguen de los
demás como el nerviosismo y la agudización de los sentidos.
Las ansias de libertad de la época, guerras de independencia y colonización en Estados
unidos, revoluciones libertarias en Europa, se reflejan en el texto con la realización del
crimen que finalmente liberará al narrador de la influencia del ojo diabólico del viejo. El
rechazo de lo racional se muestra cuando el narrador gesta la idea del crimen, va contra
todas las reglas de la sociedad, pero el personaje prefiere seguir sus instintos.
El espíritu idealista y la búsqueda de la perfección hacen que el narrador confíe plenamente
en su plan y su ejecución, tanto que fuerza la visita de los agentes de la policía al sitio
mismo donde se cometió el crimen. Esto demuestra la confianza en la ejecución de su plan.
El choque con la realidad, la búsqueda de la metafísica en el cuento se muestra en la duda
que provoca en el lector, ¿realmente el corazón sigue latiendo? ¿Posee el narrador
características especiales que le permiten distinguir este suceso?
En el cuento no se describe la relación que tiene el narrador con el viejo, el porqué viven
juntos o si son familiares es un misterio. Así mismo la relación de Poe con su padre
adoptivo tampoco se presenta clara en su vida, es un padre ausente que a pesar de darle su
nombre, ejerciendo un cierto tipo de pertenencia hacia él, nunca fue capas de adoptarlo
legalmente.
Características del cuento
El cuento se presenta como un relato breve en el que el autor desarrolla ideas concisas, que
permiten al lector crear por su propia versión con las características que son sugeridas en el
texto. Sólo se desarrollan ideas que representen al tema del cuento, que puede ser un hecho
cotidiano o extraordinario, lo realmente importante es la forma en que se plantea este tema
al lector.
Aunque es un cuento breve “El corazón delator” posee estas tres partes: introducción, un
desarrollo y un desenlace. Primero se presenta un problema, la necesidad de deshacerse del
ojo diabólico del viejo. No necesita desarrollar los personajes ni el ambiente mayormente,
el desarrollo nos muestra la preparación que tiene el narrador para solucionar su problema,
el asesinato del viejo. Finalmente en el desenlace el crimen es cometido y el protagonista
confiesa. Los hechos narrados ya ocurrieron, pues el narrador viaja hacia el pasado para
narrar el crimen que cometió. Se trata de un racconto.
Se puede sugerir como tema de “El corazón delator” la conciencia, que finalmente delata el
crimen del narrador. Podríamos estar ante uno de los primeros cuentos en desarrollar esta
influencia, que con posterioridad Friedrich Nietzsche nombrará como “conciencia moral”
en la Genealogía de la Moral, obra publicada en 1887. En esta obra Nietzsche sugiere que
los sentimientos básicos del ser humano, como la crueldad, están arraigados profundamente
en nuestra cultura primitiva, y que en estos tiempos es la sociedad y el temor al castigo de
Dios quienes clasifican este tipo de acciones como “malas” o “buenas”. Es una conciencia
adquirida. En el cuento es esta conciencia la que el narrador no puede controlar y termina
por delatarlo. Una de las obras en que el tema de la conciencia moral es fundamental es
“Crimen y Castigo”, de Dostoievsky, novela publicada por primera ves en 1866.
El narrador
El narrador del "El Corazón Delator" es un narrador representado y al mismo
tiempo protagonista de la historia. Es una persona paranoica y muy nerviosa, y además con
una enfermedad que según él ha agudizado sus sentidos. Cuenta la historia sobre cómo
asesinó al viejo para demostrar su cordura. Él no dice que es inocente, sólo que no está
loco. El personaje del narrador es anónimo, no se sabe su nombre, trabajo, edad, género o
su relación con el viejo. Sin embargo, en el cuento demuestra su cordura explicando su
precisión y cuidado al momento de cometer el asesinato. En su relato conocemos paso a
paso todos los pensamientos y sentimientos del narrador a lo largo del relato. Aquí hay una
cierta ironía: conocemos la mente y el interior del narrador pero no conocemos su exterior.
Al estar escrito en primera persona narrativa, el narrador tiene la capacidad de
contar cada uno de sus pensamientos, pero tiene mínimo grado de conocimiento sobre los
de los otros personajes de la historia. Este elemento funciona perfecto en este cuento
porque la historia radica su importancia en la conciencia del narrador. El principal
propósito del narrador es justificar sus acciones y demostrar su cordura.
Edgar Allan Poe escribe novelas góticas y románticas. De acuerdo con Antonio del
Rey Briones en su libro El cuento literario, "La obra literaria de Poe arranca de los
postulados y los temas propios de la literatura romántica, especialmente por los que se
refiere a los relatos de misterio y terror..."1 (132). En el cuento "El corazón delator" Poe
escribe sobre terror psicológico a través de la consciencia del narrador. Un narrador
representado es el más adecuado para describir el mundo interior y psicológico. Los
pensamientos, ansiedades y temores en la mente del narrador son más fuertes y causa más
terror cuando han sido dichos en la primera persona. De acuerdo con Julio Cortázar, "en los
1 Del Rey Briones, Antonio. El cuento literario. (P. 132)
relatos de Poe importa más el mundo interior, un mundo interior grotesco colmado por sus
propias fobias y manías; la deformidad anímica del propio". En el caso de "El Corazón
Delator" Poe escribe la historia en la conciencia del narrador para explicar y demostrar la
psicología mórbida del personaje. El anonimato del narrador es importante en la
intencionalidad del texto: un narrador anónimo aumenta el suspenso.
Mundo presentado
En "El Corazón Delator" encontramos personajes en tiempo real y personajes en la
conciencia del narrador. El principal es el narrador, y como dijimos antes no se tiene mayor
información sobre él: no sabemos su nombre, su género, ni se nos entrega información
acerca de su físico. Sin embargo, conocemos cada detalle del pensamiento y sentimiento. Él
cuenta los eventos con cada detalle porque el cree que eso demuestran su cordura. Explica:
"Ustedes creerían que estoy loco. Pero los locos no saben nada. En cambio yo...deberían
haberme visto. Deberían haber visto con qué sabiduría, con qué cuidado, con qué previsión,
con qué disimulo me puse a trabajar."
Los personajes en la conciencia del narrador son el viejo, los policías y el vecino. El
viejo es el personaje que mueve la historia. Los policía y el vecino son accesorios. De la
víctima conocemos su género, y podemos estimar su edad. Además se nos entrega la
información sobre su “ojo de buitre”. Lo que no conocemos con mayor detalle es la
relación que existe entre él y el narrador. El narrador insiste en que no tiene mayores
motivos para cometer el asesina, sin embargo, lo hace. El vecino nunca se ve o se describe,
el narrador sólo lo menciona porque es él quien hace la denuncia en la comisaría luego de
escuchar el grito de la víctima. De la policía tampoco se nos entregan mayores detalles,
pero su importancia está en que es su presencia la que termina por doblegar la fortaleza
mental del narrador y lo obliga a confesar.
Es posible también sospechar la presencia de otro personaje, del que no sabemos
nada y ni siquiera es nombrado en el relato. Éste sería la persona a quien el viejo quiere
demostrar su cordura y a quien está dirigido el relato.
El cuento está contado desde la perspectiva del narrador, quien intenta explicar sus
motivaciones para cometer el asesinato aunque no lo consigue, pues ni él lo tiene claro. Sí
tiene claro que no fue por codicia, pues asegura que no tenía interés alguno en el oro del
viejo. Sólo menciona que su víctima “tenía un ojo semejante al de un buitre” que le causa
miedo. Luego agrega con tranquilidad que decide “quitarle la vida al viejo y librarme así
aquel ojo para siempre.” Durante siete noches el narrador observó escondido al viejo
mientras dormía, esperando el momento perfecto para cometer el asesinato. La octava
noche el narrador se dispone a hacer lo mismo que las anteriores, sin embargo el viejo
siente un ruido y se despierta. Es ahí cuando el narrador fija su vista en el ojo de buitre y de
forma repentina se abalanza sobre él hasta asesinarlo.
Para esconder el crimen descuartiza el cadáver parte por parte y lo esconde debajo
de las tablas de la pieza de la propia víctima. Luego limpia la habitación y borra de ella
todo rastro de sangre que pueda inculparlo. Al poco rato golpean la puerta dos policías
advertidos por la denuncia de un vecino que dice haber escuchado un grito que lo hizo
sospechar que se pudiera haber cometido un asesinato. El narrador le explica a los policías
que el grito salió de él pues había tenido una pesadilla y que el viejo estaba viajando por la
comarca, incluso los invita a pasara a la habitación de éste último. Una vez ahí se sientan en
unas sillas que están justo encima de las tablas que esconden los restos del viejo y
conversan durante largo rato. Al ver que los policías no se marchan, el narrador comienza a
angustiarse y empieza a sentir los latidos constantes del corazón de su víctima. Con miedo
de que los policías también sientan el sonido empieza a hablar más fuerte y a pasearse por
la habitación, con el fin de distraer su atención. Sin embargo la situación se hace
insostenible y el narrador termina confesando.
El cuento está escrito completamente en primera persona. Los acontecimientos salen
desde la mente del narrador. No se sabe dónde está la casa ni dónde está el narrador
cuando cuenta la historia. No se sabe cuánto tiempo ha pasado desde que el narrador mata
al viejo hasta que el momento en que relata los hechos. Y mucho menos sabemos con quién
él esta hablando. El espacio y el tiempo de los acontecimientos están solamente en la
conciencia del narrador. El uso de espacio y tiempo interior es deliberado. Para el narrador
el tiempo y el espacio no son datos importantes, su intención es demostrar que no está loco
y para ello narra los acontecimientos, poniendo énfasis en los detalles de si actuar.
Principales motivos
En El corazón delator nos encontramos con un narrador que se debate entre la locura y la
cordura, a tal punto que en la primera frase del cuento ya parece buscar una excusa para
justificarse al decir que es, siempre ha sido, una persona extremadamente nerviosa. Pero
que eso no significa que esté loco. Paralelamente dice que la enfermedad —su nerviosismo
crónico— ha aguzado sus sentidos, principalmente el oído, que lo ha llevado a escuchar
cosas provenientes del cielo y el infierno. “Cómo, entonces, puedo estar loco?”, dice el
narrador, en una actitud de negación propia de las personas que padecen una enfermedad
mental que se niegan a reconocer.
Es aquí cuando, una vez ya negada su locura y expuestos sus agudos sentidos, confiesa que
no encuentra razón alguna para el crimen que cometió, que ahora se dispondrá a relatar. Y
una vez más niega su locura, ahora excusándose en la forma premeditada y prolija que
cometió el asesinato. Poe juega con la paranoia del narrador, que dice sentir cosas que
nadie más siente y que evidentemente vive en una realidad ajena a la del resto de las
personas.
También se vislumbra la propia conciencia y culpa del narrador, que atrapado por sus
demonios internos decide confesar al final del cuento el asesinato a los agentes de policía.
Si bien al comienzo se comporta de manera normal y conversa sobre temas triviales con los
policías, al ver que el tiempo pasa y éstos no se marchan comienza a asustarse. “No
obstante, pasado un rato, me di cuenta de que palidecía, y desee que se marcharan. Me dolía
la cabeza y sentía que mis oídos zumbaban”, dice el narrador. Pero, ¿se refiere Poe a los
oídos del asesino a su conciencia que comienza a perturbarlo por el crimen cometido? El
zumbido se convierte luego en un sonido concreto, en el tic-tac de un reloj rodeado de
algodones descrito páginas atrás, el mismo ruido que producía el corazón aún con vida de
su víctima. Pero ahora, ya descuartizado el cuerpo, esto era imposible, no podía tratarse del
corazón del muerto, sino que del propio corazón del asesino. Los agentes no se marchan y
el autor del crimen, seguro de que éstos juegan con él, decide confesar. Ya no aguanta más,
el latido de su conciencia es demasiado fuerte como para ignorarlo y preso del miedo grita
que él asesino al viejo. “¡No disimulen más! ¡Lo confieso todo! ¡Arranquen estas tablas!
¡Aquí, está aquí! ¡Es el latido de su implacable corazón!”, grita el narrador.
Simbolismos
Aunque se trata de un cuento breve, narrado de manera muy simple y en el que
prácticamente no se develan detalles de los personajes, más allá de la paranoia y locura del
narrador, nos encontramos con algunos detalles que nos permiten especular sobre las
motivaciones presentes en el relato.
El narrador confiesa que no hay en el viejo actitud alguna que le moleste o que lo haya
movido a cometer el asesinato. Dice que el viejo nunca le había hecho nada y que incluso lo
quería. Sin embargo ve en el ojo de buitre de su huésped —aparentemente se trataría de su
huésped— la razón para el asesinato, aunque ni siquiera de eso está muy convencido y más
parece ser una excusa que la razón misma. Sentía que cuando ese ojo se posaba sobre él se
le congelaba la sangre. En el Diccionario de los símbolos de Chevalier encontramos la
importancia que los bambara —grupo étnico del áfrica occidental— le dan al sentido de la
vista. “Para los bambara el sentido de la vista es el que resume y reemplaza a todos los
demás. El ojo, de todos los órganos de los sentidos, es el único que permite una percepción
que reviste carácter de integridad”.2 Esta percepción integradora de la vista se condice con
la importancia que Poe le da a los sentidos, muy agudos, del narrador. Es a través de esta
mirada que ve algo en su futura víctima que lo perturba.
Pero esta mirada que lo consume no tendría mayor importancia si no analizamos la
similitud con los ojos de un buitre que el narrador distingue. Buitre, nuevamente
basándonos en diccionario de Chevalier, “es un símbolo de muerte entre los mayas”3. Pero
otras culturas lo asocian al renacer, y lo sindican como poseedor del fuego, de la sabiduría.
2 Chevalier, Jean (1986). Diccionario de los símbolos. (Pp. 773) 3 Idem (Pp. 205)
“En las salidas de la cofradía aparece como un payaso o como un niño, pues en efecto
acaba de nacer, o más bien de renacer, pero en el dominio trascendental de Dios, cuya
sabiduría toma apariencia de locura y de la inocencia a ojos del profano”4. Siguiendo estos
simbolismos es posible asociar a este ojo de buitre como el desencadenante de la locura del
narrador, que nervioso en extremo simplemente colapsó ante el poder de la mirada del
viejo.
El rol que juega el corazón el relato es fundamental. “El corazón es efectivamente el centro
vital del ser humano, en cuanto asegura la circulación de la sangre. Por esta razón se ha
tomado como símbolo de las funciones intelectuales”.5 Claro, es el corazón el centro del ser
humano pero no solamente de forma física, sino que radican en él también sus elementos
espirituales e incluso los intelectuales. Por esta razón es que pese a ser la conciencia del
narrador y sus demonios internos, aparentemente sus perturbaciones mentales, los que lo
llevan a cometer el crimen y luego a confesarlo, es en realidad su corazón el que lo
traiciona y no su mente. Más claro queda esto en otra de las acepciones de la palabra
corazón que encontramos en el diccionario de Chevaliar: “En la tradición bíblica, el
corazón simboliza el hombre interior, su vida a fectiva, la sede de la inteligencia y la
sabiduría. El corazón es al hombre interior lo que el cuerpo es al hombre exterior. Es en el
corazón donde se encuentra el principio del mal; el hombre se arriesga siempre a seguir a su
corazón malvado”6. Es el corazón, entonces, el motor del narrador en sus acciones y no su
mente perturbada, que sumado a sus muy agudos sentidos lo llevan a actuar de la forma en
que lo hizo.
4 Chevalier, Jean (1986). Diccionario de los símbolos. (Pp. 205)..5 Idem (Pp. 341). 6 Idem (Pp. 342)
Conclusión
En “El corazón delator” encontramos uno de los cuentos más importantes de Edgar Allan
Poe y en el que se resume de manera brillante el estilo del escritor norteamericano.
Conjugando en pocas páginas el suspenso y el terror, Poe nos introduce en el mundo
interior de un narrador que desconocemos. De manera vaga, aunque nunca casual, se nos
van develando detalles poco claros sobre las motivaciones del narrador para cometer los
actos que se nos relatan.
Locura, paranoia, miedo, y una conciencia que termina por devorarse al personaje son
algunos de los temas que encontramos. Se trata de un juego psicológico entre en narrador y
sus temores, un ser, del que no sabemos prácticamente nada, que se debate entre la locura y
cordura. Acechado por la opinión de la gente, aunque esto no nos consta sino que nos lo
dice él mismo de manera superflua, se ve con la necesidad de demostrar que no está loco y
para eso se basa en la prolijidad con que cometió el asesinato.
A lo largo del relato nos vamos dando cuenta de la paranoia del narrador que finalmente
termina cediendo ante las presiones de su propio corazón, aunque de esto él no se da
cuenta, pues piensa que es el corazón de la víctima el que lo llevó a confesar y no el suyo.
El terror y el suspenso se suman aquí al juego psicológico, todo temas recurrentes en la
obra de Poe. Los primeros los encontramos en cuentos como “Los asesinatos de la rue
Morgue” o el poema “El cuervo”, y el segundo en relatos como “La carta robada”.
Bibliografía.
1- Ensayos sobre los cuentos de Edgar Allan Poe:
iesmerindadesdecastilla.centros.educa.jcyl.es/sitio/upload/poe.pdf.
2- Diccionario de los símbolos, Jean Chevallier.
3- Artículo “El romanticismo”
http://www.rinconcastellano.com/sigloxix/psicol.rom.html#
4- Algunos aspectos del cuento, Julio Cortazar.
Taller número 1:
Textos narrativos
“El corazón delator” de Edgar Allan Poe
Profesora: María de los Ángeles Escandón
Emily Bresnahan
Felipe Rioseco
Gloria Valpreda
Top Related