El AbencerrajeEl Abencerraje y y el Lazarilloel Lazarillo: un estudio comparativo: un estudio comparativo
1.- Introducción: contextualización de ambas obras en el panorama de la
prosa del siglo XVI.
La prosa de ficción del siglo XVI podemos dividirla en dos ramas: una idealista y otra
realista. A finales de siglo asistimos a una mezcla de géneros, lo que conocemos como
hibridismo barroco.
En primer lugar, vamos a enumerar y analizar los géneros idealistas y realistas para
comprender donde se incluyen las obras que son objeto de nuestro estudio: El
Abencerraje y El Lazarillo.
El primer género a citar dentro de los idealistas es la ficción sentimental, que arranca del
mundo medieval. La obra más famosa en esta línea es “Cárcel de amor”. Básicamente,
se trata de un género en prosa derivado de la poesía del amor cortés. Se caracteriza por
utilizar la forma epistolar y por tratar amores desgraciados e imposibles.
En segundo lugar, otro género idealista procedente de la Edad Media son las novelas de
caballerías. En la España de la época tienen una acogida espectacular, se convierten en
la primera literatura de masas, esa idea del amor secreto por ejemplo, gusta al público
pero en cambio provoca muchas críticas de moralistas. El Amadís es el primer gran
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éxito de las novelas de caballerías. Es importante decir que el motor que mueve estas
novelas es el amor. A mediados de siglo, aparecen otras formas idealistas que ya serían
propias del XVII: el género pastoril, la novela morisca y de cautivos, de la que ahora
nos ocuparemos, y la novela bizantina.
La novela morisca narra con mayor o menor fidelidad, sucesos históricos relativos a las
luchas fronterizas entre moros y cristianos, como observamos en el Abencerraje. Los
personajes suelen ser prototipos de belleza, nobleza, valor… cualidades que se exaltan
en todo momento. Recordemos el inicio del relato: (…) Rodrigo de Narváez, notable en
virtud y hechos de armas. (…)
Por otro lado, El Lazarillo, considerado novela picaresca, abre el camino del realismo. A
grandes rasgos, la materia picaresca se caracteriza por tratar asuntos de la vida de un
personaje marginal que ha de luchar por su supervivencia, además por otros rasgos
formales como son la autobiografía o el lenguaje coloquial.
Para finalizar, comprobamos que algunos autores discrepan entre si El Lazarillo es o no
una novela picaresca. F. Lázaro Carrerter o F. Rico defienden la inclusión del libro en la
novela picaresca, sin embargo no piensa lo mismo el inglés Alan Parker.
2. Estudio comparativo
2.1. Comparación de la estructura narrativa
- Estructura narrativa del Abencerraje
Según López Estrada1, el tema amoroso y el heroico sostienen el andamiaje de la obra.
Y es la virtud la materia de la obra.
La composición se levanta entonces sobre 5 núcleos:
- El primer núcleo comienza con la historia de Narváez: refiere hazañas anteriores
a la obra e introduce los sucesos con los que la acción principia (el encuentro
con el moro y su derrota);
- El segundo comienza con la historia de Abindarráez, presentando su nacimiento
(con el episodio dramático-heroico de los Abencerrajes), y su niñez y juventud
en Cártama (con su amor a Jarifa).
- El tercero, que es muy breve y que separa los dos primeros núcleos de los dos
últimos, concede una libertad temporal a Abindarráez para que su matrimonio se
efectúe.
1 LÓPEZ ESTRADA, Francisco: El Abencerraje y la novela morisca; Artículo publicado en Historia y crítica de la Literatura Española, Barcelona, Crítica, 1991.
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- El cuarto vuelve sobre Abindarráez (matrimonio en Coín) y después sobre
Rodrigo (anécdota de la dama de Antequera)
- Y el quinto, con la prisión, terminan las historias y se resuelve el conflicto.
Por último, dos cartas iluminan el final de la obra las cuales acentúan la virtud de los
personajes, especialmente la de los protagonistas.
- Estructura narrativa del Lazarillo
La obra se nos presenta como una epístola en la que Lázaro, el protagonista, realiza un
flash-back donde explica su vida para hacer entender su actual situación. Con este dato
y sabiendo que Lázaro realiza una autobiografía en primera persona, el lector tiene
todos los ingredientes para seguir la evolución psicológica del pícaro.
En el Lazarillo estamos ante una obra circular, es decir, ese flash-back que
comentábamos anteriormente. La novela está dividida en un prólogo, en el que Lázaro
nos advierte de sacar algún fruto de la obra y se dirige a un destinatario denominado
“Vuestra Merced” con el objeto de que se tenga entera noticia de su persona, y 7
tratados. No se corresponde a un amo por tratado, sino que aparecen 9 amos.
Los 7 tratados podemos dividirlos en dos atendiendo a los siguientes criterios:
Los tratados 1,2 y 3; son los más largos y detallados y Lázaro progresivamente va a
sufrir más hambre. En el resto, se puede decir que ya no padece hambre pero se va
haciendo más patente su degradación moral.
2.2 Caracterización de los protagonistas
- Abindarráez
Fiel a su palabra, honrado, enamorado y leal caballero son algunos de los adjetivos con
los que podemos definir a Abindarráez, protagonista junto con Rodrigo de Narváez del
Abencerraje.
El moro Abindarráez, cumple su palabra al prometerle al alcalde de Antequera y Álora
que volvería a ser su prisionero si le dejaba que cumpliese el encargo al que se dirigía
cuando fue atacado. Todo un gesto que agranda la honra de este personaje, tan
sumamente recalcada en todo el relato.
A su vez, nuestro caballero Abencerraje es un hombre enamorado, todo el relato se
monta sobre un hecho importante que es la salida de un hombre en busca de su amada, y
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a partir de ahí viene el encuentro con Rodrigo de Narváez y la lucha por liberarse e ir a
encontrarla.
Es un hombre herido por su pasado, no olvida el agravio que se hizo contra los
Abencerraje, también se siente orgulloso de su sangre, bien lo demuestra este pasaje que
me llama mucho la atención: no se tenía por Abencerraje el que no servía dama, ni se
tenía dama la que no tenía Abencerraje por servidor.
Por último, y esto donde se demuestra mejor es al final del relato, Abindarráez es un
personaje agradecido por la gentileza que con él tuvo Rodrigo de Narváez.
- Rodrigo de Narváez
Basta con leer las primeras líneas del Abencerraje para que sepamos que Rodrigo de
Narváez es un personaje notable en virtud y hechos de armas.
Está totalmente fascinado por Abindarráez, desde el momento en que lo ve luchar solo
ante algunos de sus hidalgos hasta el momento en que le cuenta su historia. Llega
incluso a ser excesivamente bondadoso al mostrarse tan comprometido a ayudar a
Abindarráez en lo que él pudiese.
Otra manera de conocer a éste personaje es con lo que los otros dicen sobre él: cuando
Abindarráez le encuentra le dice que sabe de su virtud y su esfuerzo. Son pequeños
detalles que hacen más patente el carácter virtuoso de este personaje.
También Rodrigo de Narváez es un hombre enamorado, lo sabemos por la aventura
amorosa suya que le cuenta un hombre a Jarifa cuando partió con su amado.
No le falta la cualidad de la hospitalidad, al acoger a la pareja de enamorados en su
castillo. Y para bordar esta lista de grandes cualidades, basta decir que es un hombre
gentil y amigo. Dirige una carta al rey para que el Alcalde de Coín, padre de Jarifa
perdone a los enamorados por lo que hicieron.
Finalmente, la novela remacha el valor de la amistad y del agradecimiento tanto por
unos personajes como por otros.
- Lázaro de Tormes
La personalidad de Lázaro de Tormes aparentemente no tiene nada que ver con los dos
personajes analizados anteriormente, a pesar de que unos y otros son protagonistas de
novelas del siglo XVI.
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El Lazarillo se Tormes se ha convertido en el modelo de novela picaresca
principalmente porque su personaje protagonista reúne los requisitos de todo pícaro.
Veamos lo que la RAE nos dice sobre “pícaro”: 1. bajo, ruin, falto de honra y vergüenza
2. Astuto, taimado. 3. Persona de baja condición, astuta, ingeniosa y de mal vivir.
En primer lugar, en la novela se nos presenta a Lázaro claramente como un personaje de
baja condición social; nace de padres sin honra, sin embargo aspira a ascender de clase
social. En este punto, al igual que Abindarráez, Lázaro está orgulloso de sus orígenes,
tanto que merece ser contada su historia a un tal Vuestra Merced.
En cuanto a mal vivir, está bastante claro que se las tiene que ingeniar de mil maneras
diferentes con cada amo con el que pasa para ir sobreviviendo. Todo esto nos lleva a
destacar la astucia de Lázaro.
En segundo lugar, la configuración de este personaje a lo largo de la obra es variable, al
final del relato de su vida ya Lázaro es un personaje que ha llegado a la cima de la
fortuna y no le importan las habladurías. En su conciencia, parece como si en la etapa
adulta de su vida dejase de ser pícaro, pero el lector se da cuenta de que sigue siendo un
personaje degradado moralmente que cree que ha ascendido socialmente.
2.3. Reflexión general sobre el idealismo y/o realismo de ambas novelas
La gran novedad del Lazarillo no es otra que su forma epistolar. No hay otra forma que
la preceda, por lo tanto, no existe imitatio.
Estamos ante una autobiografía protagonizada y narrada por un degradado social. Así,
debemos buscar una serie de factores en contexto político y social de la época que
expliquen el realismo del género.
En primer lugar, la historia está enmarcada en una epístola. Ya hemos dicho
anteriormente que se trata de un marco narrativo muy temprano, muy revolucionario.
Además, la autobiografía está planteada en dos planos temporales: por un lado,
tendríamos la historia de Lázaro desde su nacimiento hasta su matrimonio; por otro
lado, el segundo plano es el que se establece en la intercomunicación entre un Lázaro
maduro y Vuestra Merced.
En segundo lugar, cualquier personaje tiene un hacer y un ser. Lo que hace la picaresca
es lo siguiente: el personaje que sabe es el que reflexiona y el otro es el que vive la
acción. Es, digamos, una escisión entre acción y pensamiento. Aplicándolo a Lázaro, él
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sabe que es producto de aquello que ha vivido, de ese devenir vital. Y por lo tanto, una
biografía siempre se hace desde un momento crítico, desde un estado en el cual se deben
sacar conclusiones de lo pasado. Y la literatura epistolar facilita que Lázaro exprese
esto.
Como decíamos, Lázaro es un degradado social. Es costumbre en el género picaresco la
incorporación de tipos sociales de baja extracción, cosa que no ocurre en otras
tradiciones literarias.
A lo largo de la obra tenemos toda una reflexión sobre tres temas fundamentales que
son: la caridad, la iglesia y el honor.
En cuanto a la caridad y a la limosna, hay una fuerte crítica al comercio de bienes
espirituales. Casi todos los amos lo hacen, pero el más paradigmático es el buldero. Se
plantea la limosna como la única manera de solidaridad entre los individuos. Sin
embargo, en el caso del hidalgo, Lázaro se atreve a pedir limosna por pena, para que su
amo pueda comer ya parece que está sumido en la ideología del honor.
De la Iglesia, es obvio que la mayoría de los amos están emparentados con esta
institución: el fraile, el capellán, el arcipreste de San Salvador…
Por último el honor, tema tan tratado también en el Abencerraje, aquí el honor da
sentido al caso. El proceso formativo de Lázaro va de la inocencia al deshonor pero con
apariencia de hombre de bien. Y esto es una constante en el relato, el juego de la
obsesión por la honra-honor. En general, todos los pícaros y pícaras de la historia de la
literatura avanzan por la adquisición de honra. Otra obsesión patente es ese deseo por
cambiar de estado.
Finalmente, el Lazarillo de Tormes es un relato-itinerario. El pícaro vive una aventura y
reflexiona sobre ella, cada paso que da es la adquisición de una experiencia.
Reflexionemos ahora acerca de la novela del Abencerraje.
El autor anónimo del Abencerraje realizó un trabajo de “idealización” partiendo de dos
figuras varoniles opuestas desde el punto de vista de la religión, más bien su afán fue
crear “un retrato vivo de virtud, liberalidad, esfuerzo, gentileza y lealtad”. Como vemos,
el término “virtud” es el que primero aparece y el que parece que engloba al resto de las
características enumeradas.
Así que, a pesar de tratarse de dos personajes de procedencia completamente distinta, a
ambos se les atribuye un cúmulo de virtudes comunes. Analicemos, pues, el papel que
desempeñan estas cualidades en la idealización de los personajes y de la obra.
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Las virtudes que idealizan las figuras de nuestros protagonistas son la “lealtad” y la
“liberalidad” o generosidad. Leal se muestra Abindarráez al cumplir el pacto que le hace
a Narváez de volver tras visitar a su amada. Por otra parte, son bastantes las muestras de
“liberalidad” que tanto Narváez como Abindarráez dan a lo largo de la novela. Por
ejemplo, lo encontramos cuando Nárvaez ofrece la libertad provisional a Abindarráez,
al quien le dice: “[...] Quiero que veas que puede más mi virtud que tu ruin fortuna. Si tú
me prometes como caballero de volver a mi prisión dentro de tercero día, yo te daré
libertad para que sigas tu camino”.
Pero estas virtudes, que adornan a los caracteres masculinos básicos, no sólo se dan en
el presente de la narración, sino que entroncan con el pasado por medio del linaje y, a su
vez, se proyectan hacia el futuro. En cuanto al pasado, López Estrada apunta que: “Los
dos protagonistas fueron dos caballeros de linaje [...]; de esta manera la conducta de
ambos queda predeterminada por la fuerza de la sangre”.
Respecto a las referencias en el texto, tenemos, por ejemplo, la explicación que
Abindarráez da de su noble procedencia genealógica a Narváez: “Soy de los
Abencerrajes de Granada, de los cuales muchas veces habrás oído decir”. Y continúa
más abajo: “eran flor de todo aquel reino [...], en todas las escaramuzas que entraban,
salían vencedores [...]. Hemos dicho que las cualidades positivas de los protagonistas
tenderán a alargase en el tiempo. Así Narváez afirma que quisiera “labrar [...] una
estatua para mi posteridad y descendencia”. De este mismo modo, el que quedasen
“los unos de los otros muy satisfechos y contentos y trabados con tan estrecha amistad,
que les duró toda la vida” apunta hacia la permanencia de todas aquellas virtudes.
Por último, resulta innegable la calidad artística de esta pequeña obra. Se ha de destacar
su valía intrínseca, pero también su contribución a la creación de un nuevo género
literario como es el género morisco. El Abencerraje, al introducirnos en un mundo de
ideales, al narrarnos hechos agradables y estilizados, digamos que cumple
perfectamente con la función de entretener. Podemos llegar a pensar que el anónimo
autor no sólo intentaba hacernos pasar un buen rato, sino que más bien su objetivo era
enseñar deleitándonos. De ahí que del relato se desprendan lecciones morales y
políticas.
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Finalmente, creo que podemos concluir con unas palabras de Gimeno Casalduero que
dicen lo siguiente: “El sentido de la obra queda claro [...]: es la virtud la que crea la
armonía, la que ilumina lo oscuro y la que funde lo distinto”.
Bibliografía:
Abencerraje (novela y romancero) / Edición de Francisco López Estrada,Madrid, Cátedra, 2005 (15ª edición).
Lazarillo de Tormes / Edición de Francisco Rico, Madrid, Cátedra, 2006
LÓPEZ ESTRADA, Francisco, Historia y Crítica de la Literatura Española 2.Siglos de Oro: Renacimiento y 2/1. Siglos de Oro: Renacimiento. PrimerSuplemento, Barcelona, Crítica, 1980 y 1991, respectivamente.
F. B. PEDRAZA y M. RODRÍGUEZ, Las épocas de la Literatura Española,Barcelona, Ariel, 2007 (3ª edición).
Diccionario de la Real Academia Española, Espasa, 2001, 21º Ed.
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