Educación a su sobrino Fernando Simón Bolívar 1825
En 1822 Simón Bolívar ordenó al General Carlos Soublette llevar a Fernando a estudiar
a Estados Unidos, escribiendo para la ocasión el denominado Método que se debe seguir
en la educación de mi sobrino Fernando Bolívar, una lista de recomendaciones
pedagógicas para las autoridades universitarias estadounidenses. En ese país Fernando
asistió a la Germantown Academy en Germantown, Pensilvania, y a la Universidad de
Jefferson (hoy Universidad de Virginia), en Charlottesville, Virginia, pero no terminó sus
estudios debido a problemas económicos causados por la guerra en Sur América. Regresó
a Caracas en 1828 y de allí pasó a Bogotá, donde el 25 de septiembre de 1828 presenció
el atentado contra Simón Bolívar. Tras el incidente Fernando permaneció en el séquito de
su tío hasta su muerte en Santa Marta, Colombia, el 17 de diciembre de 1830. Desde 1834
hasta 1840 Fernando vivió en Europa, y a su regreso a Venezuela, vivió en Chirgua, estado
Carabobo, en terrenos heredados de Simón Bolívar.
Posteriormente la vida de Fernando Bolívar es poco conocida, por lo que tuvo poca
figuración en la vida pública de Venezuela excepto por episodios aislados y sin efecto para
la época. Uno de ellos ocurrido el 28 de octubre de 1842 cuando se inició como Secretario
de la Gran Sociedad Boliviana de Venezuela creada Rafael Urdaneta. Esta organización es
el antecedente principal de la actual Sociedad Bolivariana de Venezuela.
El 8 de noviembre de 1996, la Universidad de Virginia en Estados Unidos, bautizó sus
residencias para la cultura y lenguaje español en 1408 Jefferson Park Ave, como Casa
Bolívar. Esto en honor de Fernando Bolívar, quien fue uno de los primeros estudiantes de
la universidad.
Fernando llegó a la universidad en 1827 porque tanto él como su tío eran
admiradores de Thomas Jefferson y sus ideas sobre democracia y libertad. En el centro
existen retratos de Fernando y Simón Bolívar y regalos del gobierno de Venezuela a la
universidad.
Cuando Fernando fue a estudiar a los Estados Unidos en 1822, atendió la
Germantown Academy como preparatoria, y tras considerar West Point como educación
superior finalmente se decidió por la recientemente abierta Universidad de Virginia. Simón
Bolívar envió una carta a la universidad (el método antes mencionado) sobre como educar
a su sobrino, y ahí se conserva una copia de esta junto a otros documentos de su estadía
en la colección de documentos de la Alderman's Library.
En la carta, se menciona, por ejemplo, que la educación de Fernando debía incluir
"idiomas modernos, sin descuidar el suyo", razón por la cual la casa está dedicada a la
lengua española. También en la biblioteca, se encuentra una copia del "Recuerdos y
reminiscencias" publicado en París en 1873, y donde Fernando describe sus días en la
universidad.
Método que se debe seguir en la educación
de mi sobrino Fernando Bolívar
La educación de los niños debe ser siempre adecuada a su edad, inclinaciones,
genio y temperamento.
Teniendo mi sobrino más de doce años, deberá aplicársele a aprender los idiomas
modernos, sin descuidar el suyo. Los idiomas muertos deben estudiarse después de
poseer los vivos.
La geografía y cosmografía deben ser los primeros conocimientos que haya de
adquirir un joven.
La historia, a semejanza de los idiomas, debe principiarse a aprender por la
contemporánea, para ir remontando por grados hasta llegar a los tiempos oscuros de la
fábula.
Jamás es demasiado temprano para el conocimiento de las ciencias exactas,
porque ellas enseñan el análisis en todo, pasando de lo conocido a lo desconocido, y por
ese medio aprendemos a pensar y raciocinar con lógica.
Mas debe tenerse presente la capacidad del alumno para el cálculo, pues no todos
son igualmente aptos para las matemáticas.
Generalmente todos pueden aprender la geometría y comprenderla; pero no sucede
lo mismo con el álgebra y el cálculo integral y diferencial.
La memoria demasiado pronta, siempre es una facultad brillante; pero redunda en
detrimento de la comprensión; así es que al niño que demuestra demasiada facilidad para
retener sus lecciones de memoria, deberá enseñársele a aprender de memoria y a recitar
las composiciones escogidas de los grandes poetas; tanto la memoria como el cálculo,
están sujetos a fortalecerse por el ejercicio.
La memoria debe ejercitarse cuando sea posible; pero jamás fatigarla hasta
debilitarla.
La estadística es un estudio necesario en los tiempos que atravesamos, y deseo
que la aprenda mi sobrino.
Con preferencia se le instruirá en la mecánica y ciencia del Ingeniero, pero no
contra su voluntad, si no tiene inclinación a esos estudios.
La música no es preciso que la aprenda, sino en el caso en que tenga pasión por
este arte; pero sí debe poseer aunque sea rudimentos del dibujo lineal, de la astronomía,
química y botánica, profundizando más o menos en esas ciencias según su inclinación o
gusto por alguna de ellas.
La enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales es tan esencial como la
instrucción; por eso debe tener especial cuidado en que aprenda en las cartas de lord
Chesterfield a su hijo, los principios y modales de un caballero.
La moral en máximas religiosas y en la práctica conservadora de la salud y de la
vida, es una enseñanza que ningún maestro puede descuidar.
El derecho romano, como base de la legislación universal, debe estudiarlo.
Siendo muy difícil apreciar donde termina el arte y principia la ciencia, si su
inclinación lo decide a aprender algún arte u oficio yo lo celebraría, pues abundan entre
nosotros médicos y abogados, pero nos faltan buenos mecánicos y agricultores que son los
que el país necesita para adelantar en prosperidad y bienestar.
El baile, que es la poesía del movimiento y que da gracias y da soltura a la persona,
a la vez que es un ejercicio higiénico en climas templados, deberá practicarlo si es de su
gusto.
Sobre todo, recomiendo a usted inspirarle el gusto por la sociedad culta donde el
bello sexo ejerce su benéfico influjo; y ese respeto a los hombres de edad, saber y posición
social, que hace a la juventud encantadora, asociándola a las esperanzas del porvenir.
Simón Bolívar Lima, 1825
Educación A Las Madres.
Bolívar siente la necesidad de educar a las madres, para que éstas puedan
asumir el papel de formadoras dentro del hogar.
Crea Escuelas para niñas porque considera que la educación de éstas es la base
de la constitución familiar. Ésta se encargará de la educación física y moral de los niños y
niñas desde su nacimiento hasta los doce años, deberá: Establecer, organizar y dirigir las
escuelas primarias, donde se les enseñen a pronunciar, leer y escribir correctamente, que
se les instruya en los derechos y deberes del hombre y del ciudadano, se les inspiren ideas
y sentimientos, amor a la patria, a las leyes y al trabajo, respeto a los padres, ancianos,
magistrados y adhesión al gobierno.
Bolívar confiere al Estado la primera obligación en materia educativa y promueve
la enseñanza gratuita y obligatoria sin distinción de clase social, sexo, raza o religión.
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