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E L D I A Sábado, 5 de Julio de 1969

LA ISLA Y LOS BARCOS

DOS VIEJOS CARGUEROS ESPAÑOLESEN LA RUTA DE LA MADERA

El "Socogui" -de i>El puerto de Santa Cruz,

escaparate en que se muestranpor unas horas los más moder-nos mercantes, los que acapa-ran la atención del momento,sea cual sea su tipo y tonelaje,se a-dorna también con las es-tampas marineras de tiemposidos ya para siempre y que,sin embargo, aún ponen enlos océanos sus siluetas ana-crónicas.

Son barcos de altas chime-neas, adornadas por "mam-brús", y enmarcadas por altospalos en candelero. Son cascosde cajas—el "three island" delos ingleses—branque recto ypopa de bovedilla que, duran-te años y años, han cruzado elmar a golpes de la vieja héli-ce que, a popa, bate el aguacuando en lastre realizan sussingladuras.

Son reminiscencias de tiem-pos que fueron, d^e modas queimperaron y, al mismo tiempo,significan un lógico reconoci-miento de la buena labor querealizaron los astilleros que asu cargo tuvieron la construc-ción y, al mismo tiempo, la pe-

f ^'oia de los marinos que, através de décadas y décadas,los han tripulado. Y que, conla misma pericia, aún tripulany llevan sobre los mares a es-tos veteranos que, sobre suscuadernas sostienen respeta-bles años de mar—tanto en iapaz como en la guerra—y que.sin embargo, continúan en labrecha del servicio continuo.

Hace unos días que en puerto coincidieron dos de estosveteranos, ambos de banderaespañola, y pertenecientestambién a la misma empresaarmadora, la Sociedad Coloni-zadora de Guinea, una de lasempresas dedicadas desde ha-ce años, al transporte de tro-zas de madera desde los tene-deros de Río Benito a la Pen-ínsula,

Estos veteranos, "Munisa" y"Soeogui", son barcos que, tanto por estos sus actuales nom-bres como por los que antesllevaron, son muy conocidosen nuestro puerto, en el cualhan recalado—tanto en viajesregulares como en el tráfi-co "tramp"—-en innumerablesocasiones.

La historia del í áDen of Ruthven"En 1907 resbaló por una de

las gradas de los astilleros dela C. Connell and CompanyLtd., de Glasgow, el vapor"Den of Ruthven", un cargue-ro de 4.937 toneladas brutas y3.116 netas, cuyas principalesdimensiones eran 126 metrosde eslora total—121,91 en laflotación—, por 15,85 de man-ga y 9,30 de puntal de cons-trucción y 8,44 en la bodega.

Tenía una capacidad en bo-degas de 10.231 metros cúbi-cos en balas y estaba provistode una alternativa triple—-producto de la D. Rowand andCo. de Glasgow—que, sobreuna hélice, le daba media de11 nudos, velocidad ésta quesuperó, con mucha amplitud,en las pruebas oficiales veri-ficadas con anterioridad a la

su.c armadores la

cia al barco, elegancia que re-saltaba por un gran pico can-grejo en el mesana, una delas características—hasta losprimeros años de la década del30—en todos los barcos de laBarrie que, además, llevabanlargas crucetas en ambos pa-los y, en el trinquete, un puntal real para la manipulaciónde cargas pesadas.

En sus primeros años de na-vegación, el "Den of Ruthven3'realizó viajes regulares a Cal-cuta en busca de yute, tráficoen el cual, y desde hacía mu-chos años, se había especializa-do la Berrie. Y en él continuó,;con algunos viajes en régimende fletamento por otras na-vieras, hasta que, en 1915; loadquirió, junto con otros mer-cantes de diferentes navierasinglesas la Fnrness Whitv

naviera- fue anteriormente el "Eretza Mendi11, de Sota y AznarPor Juan Antonio Padrón Albornoz

IBj'll'ilhjiíliiji'ljiiljjjjlp^^

El viejo "Kivadejnar" —hoy Munísa"— que, propiedad de la Sociedad Colonizadora de Guinea,navega en el tráfico de exportación de madera desde los tenederos de Río Benito a la Penín-

sula.— (Fotos del autor).

guiñee metros, calados a la ba- jyoneta por la cara de proa» pa-ra en ellos largar las antenasde la nueva estación de radio-telegrafía instalada a su bor-dó. Esta, de largo alcance, lepermitía estar en permanentecontacto con Whitehall duran-te sus travesías.

Con la bandera blanquirrojade San Jorge a popa y tripu-lado por reservista.? el "Wyn-cote" se hizo de nuevo a lamar como escolta y barco in-signia ' de:..los; convoyes de mer-Mtó^^:íttralip:s'r;-.(|ue,3á'';:8r' o; 9 nudos'de._..máxima^, .cruzaban el QC&a

no expuestos á los ataques delos corsarios alemanes.

Con sus 11 nudos, el "Wynfat.p" nnrh'a f»n un

por la Kintyre Stea<ms<hip Com-pany, una de las tantas compa-ñías "single ship" que existíanpor entonces en Inglaterra y,sobre todo, en Grecia.

En realidad, tras la Kinty-re Steamship estaba la Mac-Murehy and Greenlees, empre-sa comercial que operaba, conrango mundial, desde su sedecentral—en el 144 de la Sí.Vicent Street, en Glasgow—ennegocios de diferentes carac-terísticas.

De momento, el "Kinty-re"-—que así se rebautizóal " Wy n e o té"—navegó al"tramp" hasta que, poco despué$ fue fletado para el tramsporte de fosfatos desde la islade Nauru a puertos australia-

"Kyntíre", unas veces con fos-fatos, otras con trabajadorespara los yacimientos de Nauru,hasta que, en el verano de1929, vino a Europa y fue ad-quirido por el armador griegoE. M. Michalitsianos, de Ar-gostoli; éste no lo administródirectamente, sino a través dela firma Robert Mackíll andCo., también de Glasgow, que,a su vez, tenia confiada la del"Yarowdale"—antiguo "Bou-kadra"—que por entonces erala única unidad que constituíala antes poderosa Dale Lañe.

Bajo bandera griega, el vie-jo "D©nof,-'ft'uthV€!n" temó elim*e<vd nombra dé "Polym-nia"y» unía vez reparado —Micha-litsianos pagó 24.500 ii'bras es-,

ix>r él —volvió a rn»a- i

viajes a Guinea y FemandoPoo.

Pero lia guerra y los peligrosde la mar hicieron de las suyasy, mientras el ''Montealegre"resultó torpeado y hundido poruin submarino alemán frente !aFreetown, el "Andrade" sehundió en Vigo después de ungrave incendio. Puesto o flotepoísteiriormiente, la lElcamo loreconstruyó y, con los motoresde1 "Ciudad de Málaga" —hundido en Las Palmas en. 1936después de uma icolisioin conél inglés "Cape of Good Hope"—volvió a la mar co>n el nuevonombre de "Antartico".

Y mientras el "Sím^nea pa-saba a la' Marítima Madrileña—que lo rebautizó "Jairama**—-su iantiguo compañe¡ro de flotainiciaba nueva etapa de nave-gaeién, coopta, en tanto en viejo"steamer" continuaba dedicadoal "tramp"

En septiembre de 1959 el"Antartico" recala por últimavez en Santa Cruz. Traía ave-rías en los motores y des-pués de ia-rga estancia, se hizode nuevo a la mar con rumboa Santander. Y, a la entrada á*dicho puerto, tocó fondo ¿amarea alta, no pudo zafarse yfal bajar la marea, s>e partió endos.

En ia ruta de la maderaDurante 10 años, el "Jarama"

lució los colores de la flamaai-te Marítima Madrileña, empre-sa que también adquirió los"Montes Oíz" y "Monte Momca-yo" a la Naviera Aznar.

Luego, ou¡ando la KivaSuardíaz comenzó a interesarsepor el tráfico de altura, adqui-rió el "Monte Nafarrate", queera otro que el "Madda", elmercante italiano que aquí ¡serefugió durante toda la guerray» poco después, el "Jarama".Este recibió el nuevo nombrede "Rivademar" miientras queel barco que fue de Aznar elde "Rivadeluna".

Entonces se le sometió auna total modernización quecambió radicalmente su estam-pa marinera. Desaparecieronlos altos palos y la chimenease convirtió en baja y ancha.El puente se desmontó total-mente y otro, de líneas moder-nas, se alzó donde antes se en-contraba la bodega número 3.De esta manera desapareció laantigua escotilla a popa de !¿

superestructura y, desde elpunto de vista estético, daba,la impresión de ser uno deaquellos viejos "long bnagedeck".

Sin embargo, Riva Suardíazno lo mantuvo mucho tiempoen servicio y, un año nías tar-de, lo vendió a sus actualesarmadores, la Sociedad de Co-lonización de Guinea, que ledieron el nombre de "Muni-sa".

El casco, antes negro, sepintó de gris y la chimenea deverde, rematada por un anchozuncho negro. Y así comenzósu ya larga etapa de navega-ción en la ruta de la maderaen compañía del "Socogui'% suactual compañero de flota ycontraseña.

Sesenta y dos años de marsobre las cuadernas del vetera-no son un record. Pero, almismo tiempo, son símbolo,claro, de la buena construc-ción de antaño y—repetimos^—de la pericia de los marinosque durante todas estas déca-das lo han tenido a su cargo..

La historia del "Eretza Mendi"Cuando la Compañía de Di-

ques de Olaveaga se transfor-mó en la Euskalduna, don Ra-

puesto por una alternativa detriple expansión que, tomandovapor de tres calderas escoce-

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ina hélice, le daba media de,1 nudos, velocidad ésta queiUperó," con mucha amplitud,;n las pruebas oficiales veri-leadas con anterioridad a la¡ntrega a sus armadores, laIrma Barrie, de Dundee.

Su estampa marinera era;ntonees muy de la época. Los>alos y chimeneas, _ altos, te-

con algunos viajes en réginieiide fletamento por otras na-vieras, hasta que, en 1915, loadquirió, junto con otros mer-cantes de diferentes navierasinglesas, la Furness Whlty,

Esta naviera había sufridograves pérdidas durante iosprimeros meses de la guerra y,para compensarlas y poder

ua -tos, -u. e mjucjL < csi¿ii¿.xc.¿5"i . /^' s i- a 8 o 9 nudosde U K A ^ J . < i uzaban el oceano expuesto^ a los ataques delos corsarios alemanes

Con sus 11 nudo", el "Wyncote" podía, en un momentodeterminado, acudir al puntoamenazado al tiempo que consu estación de radio, solicitarauxilio de la unidad más cer

51 "Eretza MendP cuando, bajo el nombre de "Coriseo", navegaba bajo la contraseña de la Ma-ítima Comercial y Comercio. Hoy, rebautizado "Soeogui",, hace la misma ruta que el "Mtitíisa".

dan caída graciosa y el puen-e estaba separado del resto dea superestructura por el clá-ico "split" de los ingleses. A)opa de la superestructura setbría la boca de una pequeña¡scotilla, servida por dos plu-nas y sus correspondientes)osteleros.

El casco, de cajas, tenía unirrufo muy pronunciado que.ndudablemente, daba elegan-

mantener su programa de ser-vicios regulares a través delAtlántico Norte, no tuvo másremedio que acudir al "secondhand market". Cuando el "Derof Ruthven" pasó a la Furnessaun no se había ordenado porel Almirantazgo la prohibiciónde rebautizar los barcos du-rante la duración del conflic-to y, por tanto, éste tomó el•nuevo nombre, de "Wyneote".

En la primera guerra mundialPintado con el gris habitual

n la guerra, y con una vieja>ieza de 76 milímetros a popa>ara defenderse de los subma-•inos, el "Wyncote" continuómvegando en el Atlánticotforte en las líneas regularesle la nueva empresa propieta-ia.

Pero en 1917 el Almirantaz-go programó el denominadoAner Requisition Scheme y,>or tanto, sus viajes pasaron alepender tanto del Alto Man-ió de la Royal Navy como delMinisterio de Transportes, porentonces recientemente creado¡n Londres por el Gobierno>ritánico.

La buena velocidad del'Wyncote"—una media de 11mdos—, así como su ampliamtonomía, debida ésta a lapran capacidad de sus carbo-

neras, hizo que el Almirantaz-go pusiese sus ojos en él y, de-bidamente requisado, fuetransformado en crucero auxi-liar para la escolta de convo-yes trasatlánticos.

En un arsenal metropolitanose le aumentó la artillería conpiezas de 76 milímetros—simi-lares a las que montaban a popa—las cuales quedaron insta-ladas en los pozos de proa ypopa,, dos a cada banda, conamplio campo de tiro todasellas. Esta artillería procedíade la desmontada de los viejosacorazados del programa navalde 1880 en los que, como de-fensa contra los torpederos dela "jeune école" del almiran-te Aubé, estas piezas fueronprodigadas.

En los paloSj ya altos de porsí, se instalaron masteleros de

cana, Entonces tomó el man-do "del flamante crucero auxi-liar el capitán W. J. Hughes,que, poco después, fue releva-do por el teniente de navioBonner, uno de los pocds po-seedores de la Cross Victoriapor sus actuaciones contra laflota submarina al mando de"barcos-trampa", los célebres"Q-ships" de. aquella primeraguerra mundial.

En el "Wyncote", y hasta elfin de la guerra, arboló su in-signia el vicealmirante Allen-by que, en 1918, al arriar suscolores y hacer entrega delbarco a sus propietarios, pudovanagloriarse de que, duranteaquellos meses de duro traba-jo en el Atlántico, no se per-dió ninguno de los mercantesconfiados a la custodia de subarco,

De nuevo al "tramp"La Furness Withy lo reparo

debidamente y, una vez más5el "Wyncote" se hizo a la maren los servicios regulares queésta mantenía con puertos deAmérica del Norte.

En 1924, cuando los vaporesestaban siendo rápidamentesustituidos por motonaves enla flota de la Furness Withy,el "Wyncote'1 fue adquirido

re"—que asi se reDauíizoal "Wy n e ó t e"—navegó al"tramp" hasta que, poco despues fue fletado para'el. transporte de fosfatos desde la islade Nauru a puertos australianos.

En la época en que el "Kyntire" comenzó sus escalas re-gulares en Nauru, la pequeñaisla de Oceanía—que ocupada1920 por acuerdo de las Na-ciones Unidas—tenía una po-blación de 147 europeos, 1.411indígenas y uíios 1.200 chinos.Estos dos últimos grupos tra-bajaban como peones en losyacimientos de fosfatos queexplotaba la Pacific PhosphateCompany que, por entonces,exportaba anualmente unas330,000 toneladas.

Isla de origen volcánico—noun simple atolón como en unprincipio se creyó—Nauru esárida y la altura máxima sobreel mar se eleva a unos 80 me-tros. Los peones, polinesios ychinos todos, eran reclutadory enviados a trabajar por unperíodo determinado de tiem-po, terminado el cual sé lesdevolvía a sus puntos de orí-gen. Y fue por esta causa queal "Kyn tire" se le habilitaronlos sollados para el transportede estos pasajeros y, también,cocinas adicionales. Estasobras obligaron a que en elcasco se abriese una hilera de"ojos de buey" que, hasta nohace muchos años, aun eranperfectamente visibles, si biencerrados por plancha^ metáli-cas.

Y en el Pacífico -navegó el

Bajo bandera griega, el vie-jo "J>en of ••ftttthy-eoí" tomó elmuevo nombre de "Polymnia"y, unta vez reparado —Micha-litsianots pagó 24,500 libras es-teriliinas por él — volvió a na-vegar al "tramp"*

En 1937 fue adquirido porarmadores f>r¡aineesés que ledieron el nombre d>e "Sydney"y lo emplearon en el tráfico conpuertos españoles. El nombrede la firma comercial que locompré no figura en ló§ regis-tros de Lloyd de la fecha queincluyen la siguiente nota tex-tual:' "Seised during Spanish

Efectivamente, el 17 de di-ciembre de 1937, cuando na-vegaba por aguas del Estrechode Gilbrartar, fue detenido poral "A. Lázaro", correo de laTras-mediterránea armado co-mo crucesro auxiliar, que locandujo a Cádiz. Allí el corres-pondien&e TMbunal declaróque él cargamento que trans-portaba era contrabando deguerra y, jxxr tanto, se le de-claró "buena presa" y abande-ró en España bajo el nuevonombre dé "Cortina", nombrequ€, poco después, cambió porel de "Castillo Simancas".

Cuatro días más tarde, el"Mallorca" — el mismo que hasorfrído un vioileoito ioicetadioen el puerto de Palma —apresóal "Francóis" que, con el nom-bre de "Castillo Andrade", fueaños más tarde su compañerode nota cuando, fletados porla Elcano a la Tfasmediterrá-nea, hacían la linea del Norte,

Sus primeros años bajo bandera españolaDurante la guerra, cuando se

pensó an desembarcar en laSelva las divisiones del Cuerpode Ejército del Maestrazgo, e-nBarcelona se reunieron los"Mallorca", "Castillo Coca",'«Castillo Ampudia", "CastilloRioseco", "Castillo Mombél-trán", y nuestro "Castillo Sí-maneas" que, bajo la escoltade la División de cruceros, mi-Madores y cruceros auxiliares"A. Lázaro", "J.J. Sister","Rey Jaime II" y "Vicente Puehoil", habrían de tonspoTtarel imaterial y las tropas. Sinembargo ¡no se llevó a cabo laoperación y, poco después, sunombre volvió a figurar entrelos varios transportes qué ha-brían de llevar acabo el desem-barco en Ca(rtagen<a,

En Castellón $e embarcó elgrueso de la fujarza mientrasque, en Málaga, las tropas serepartieron en los "Rey Jai-me II", "Castillo Mombeltrán","Cabo Huertas5' y "Dómine".El material ®e distribuyó entreel "Castillo Montealegre" y"Castillo Simandas** que, conél resto de la fuérza naval, sehicieroiíi a la inér a la hora

El grupo se reunió en CaboPalos donde, a la expectativa,se mantuvo hasta que se diesela señal para el comienzo de laoperación. La orden de suspensión no fue recibida por el "Castillo Olite" que, seriamente al-canzado por las baterías decosta y aviación, embarrancó yse hundió en Escombreras,

La suerte corrida por estetransporte no se conoció hastaque el destructor .francés "Bus-quet", que navegaba barajandola costa, anunció que sus palosasomaban sobre las agua?frente a Escombreras.

Guando la lucha terminó, el"Castillo Simancas" pasó a laGeren>eia de Buques Mercantesy, cuando se creó la EmpresaNacional Elcámo, arboló lacontraiseña de esta naviera es-tatal.

La Tnasmediterránea lo fletó•—con los "Castillo Andrade","Castillo Maquieda" y "CastilloVillafrainca"^— para sus lineascon el Archipiélago, Dada suamplía capacidad de bodegas,el '"Simancas, con él "CastilloMMte&itpé* fletado mesesdespués, realizó frecuentes

La historia del "Eretza Mendi"Cuando la Compañía de Di-

ques de Olaveaga se transfor-mó en la Euskaiduna, don Ra-món de la Sota, uno de iospromotores de la nueva em-presa, comenzó a encargar susbarcos en los astilleros de laflamante factoría naval.

En 1906 encargó los "ArzaMendi", "Arnabal Mendi","Amboto Mendi", "Ganekogor-ta Mendi"? "Udala Mendi","Bizcarguí Mendi" y <áUpoMendi".

Al mismo tiempo, y paraatender al creciente tráficoque desarrollaba aquella cono-cidísima Sota y Aznar, se en-cargó en los astilleros de laWilliam Gray and Co. Ltd., deWest Hartiepool, la construc-ción de un carguero de 4.153toneladas brutas, 2.554 netas,114,91 metros de eslora total—111,33 en la flotación—,14,76 de manga y 7,70 de pun-tal de construcción.

Este barco se botó con elnombre de "Eretza Mendi" y,dadas sus características, seadaptaba perfectamente a lascondiciones que por entoncesdeterminaban el tráfico maríti-mo. El casco era de cajas y elequipo propulsor estaba com-

puesto por una alternativa detriple expansión que, tomandovapor de tres calderas escoce-sas, le daba 1.800 H. P. sobreuna hélice y media de 9,5 ñu-dos a régimen normal.

La estampa marinera, la en-tonces usual en los "tramps"ingleses que dictaban la modaen ios mares. Altos palos ychimeneas, en candelero, re-mataban el casco, de buena fa-cha, con proa recta y superes-tructuras escuálidas mientrasque, según la tradición, elpuente era abierto.

Tan buenos resultados dioel i4Eretza Mendi" que, en1914, y de acuerdo con susmismos planos, Euskaidunaconstruyó los "Gorbea Mendi","Unbe Mendi" e "Igotz Men-di". Eran los años en que, co-mo bien dice González Echega-ray, la Sota y Aznar era la es-pina dorsal del "trampmg"bilbaíno y prestigio sólido delpabellón comercial por los sie-te mares desde comienzos delsiglo, con aquellas sus largaschimeneas amarillas, sus cas-cos panzudos de lumbres blan-cas y su repertorio de la oro-grafía vasca repartido a voleopor todos los puertos del mun-do.

La guerra y los "Mendi"La naviera Sota y Aznar,

que desde la pérdida del "Por-tU'galete" —naufragado &l 9 demayo de 1912 en Armen Rock-no había vuelto a tener másbajas por accidente, entró enun período verdaderamentecrítico en 1914, cuando ¿a guerra comenzó en Europa para,poco a poco, irse extendiendoa otros continentes.

En 1915 vendió los "Cierva-na", "Poveña" y "Sollube Men-di" a armadores noruegosmientras que el "AizkaraiMendi" pasó a la naviera bar-celonesa José Taya e Hijos.Para sustituir a estas unida-des, vendidas cuando precisamente las necesidades de la industria y el comercio exigíanun esfuerzo urgente de la foltatoda—máxime para aprove-char la coyuntura favorabledel mercado de fletes—se fuea la construcción de nuevosmercantes y, tras el "ArtaganMendi"f se ordena la parejacompuesta por los "Amo" y4íAritz?f.

Sota y Aznar, con un sextosentido para los negocios ysus riegos, presintieron que laguerra iba a ser dura. Y má-xime en la mar donde sin excusa, tenían que cumplir elcontrato-—firmado entre AltosHornos y la Consett inglesa—por el cual se obligaban losbarcos de la naviera españolaa transportar carbón desdeNewcastle a la factoría de Ba-

racaldo y, en los viajes de re-torno, a llevar mineral de iáOrconera para el complejo si-derúrgico de Northumberland.Y si para éste era necesarioel mineral español, para AltosHornos lo eran el gales que,caso de faltar, hubiera signifi-cado el paro total de la facto-ría y sus altos hornos.

Para atender debidamentea estos contratos, firmados conanterioridad a la declaraciónde guerra, la flota de Sota yAznar—y con ella casi toda lamercante española—no tuvomás remedio que ir a forzar elbloqueo que los submarinosalemanes habían impuesto enlos puntos de recalada, de losmás importantes puertos deInglaterra.

En 1915, Sota y Aznar per-dió por accidente el "Albia*pero, un año más tarde, des-aparecía el "Bakio", eran tor-pedeados los "Oíz Mendi" y"Ganekogorta Mendi" y, porchoque con una mina, se hundía el "Mendivil Mendi", En1917 fueron bajas en la flotalos "Algorta", "Ahí Mendi","Lalen Mendi" y "Begoña"*todos ellos víctimas del rigorguerrero de los alemanes, ri-gor guerrero que, en 1918, sig-nificó la pérdida de los "A&,pe Mendi", "Amo Mendi", "Ai-xeri Mendi", "Udala Mendi" y"Anboto Mendi".

El "Eretza Mendi" escapó y(Pasa a la página 22)

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LA ISLA Y LOS BARCOS(Viene de la página cuatro)

llegó a la cita con la paz, épo-ca en que, como recocimientoa los servicios que prestó a lacausa aliada, don Ramón de laSota recibió de Jorge V el nom-bramiento de Caballero de iaorden del Imperio Británico.

Etapas posteriores

Cuando llegó la crisis navie-ra derivada, como tantas otra¿,de la bancorrota de Wall Street,los barcos se amarraron porcentenares en todos los puer-tos de Europa y América. Elderrumbamiento de los fletescausó una crisis espantosa y,como las restantes flotas mercantes, la española se amarróen elevado porcentaje.

Doce barcos, con 47.708 to-neladas, luciendo todos ellos lacontraseña blanquirroja de So-ta y Aznar, esperaban el mi-lagro de la resurreción, ama-rrados y silenciosos en los re-codos de la ría bilbaína.

Allí estaba el "Eratza Hen-dí", llorando herrumbre por losimbornales, con la >ohimeneacubierta por una lona, las es-tachas desflaeadas y las palasde la hélice al aire.

Pero las «osas mejoraron y,una vez más, el "Eretza Men-di" y sus once compañeros volvieron al "tramp" que tan lu-crativo había sido siempre para ellos.

En julio de 1036 se encon-traba navegando en aguas ex-tranjeras; y en ellas continuóhasta que se le presentó unflete jpara puertos españoléisdel Norte. Y rumbo al Canta-brico venía cuando lo apresóel "Ciudad de Valencia" de laCompañía Trasmediterráneaque operaba en aquella zonacomo crucero auxiliar. En Ma-tagorda habían instalado en lamotonave una pieza de 120 mi-límetros, dos de 101 e igualnúmero de 47, y, con este ar-gnomento realizó dos cruce-ros, amo en el Cantábrico-—donde apresó al "EretzaMendi"— y otro al Mar delNorte donde, con el nombre de"Nadir", llegó hasta Leyden,hundió al "Cantabria" y capturó otros mercantes,

El "Eretza" continuó nave-gando como transporte y, enlos primeros días de 1938, sele destiné —junto con el "Ari-ehachu" y el "Ciudad de Ali-cante"— al servicio de convo-yes. En sus "Memorias", el al-mirante Mo-reno escribe: '-El

"Canarias", que se había des-tacado en la última parte de laderrota a Palma, efectuó unaincursión por la costa catalana,regresando a las 8 horas deldía 10 a Pollensa, donde se encontraban también los cruceros "Baleares" y "Cervera",que habían llegado la noche antenor, procedentes de Palma,por no poderse aguantar en es-a bahía a ca-usa del mal tiem-

po reinante del SW.A las 2 horas del día 11 de

enero se hacen a la mar estosúltimos buques escoltando alos vapores "Arichachu" yEretza Mendi" y, horas des-

pués, lo hace el "Canarias"que arbola la insignia dei al-mirante jefe de la Flota y deas Fuerzas del Bloqueo delMediterráneo, incorporándos'aal ̂ convoy que transcurre sinmás incidencias en su viaje alEstrecho que una avería en lasmáquinas del "Eretza Mendi"

Hasta aquí el parte del almirante Moreno que concluyediciendo, que, mientras los cruceros "Baleares" y "Canarias"continuaron hacia Málaga, el"Cervera" se encargó de escol-tar al convoy hasta su destinosin más novedad.

En 1040, el "Eretza" recibeel nuevo nombre de "MonteJata" y, con el resto de la flo-ta de Azna>r, navegó —con loscolores nacionales en amuras yaletas y nombre en el centro—a puertos de Sudamáríca. Sinembargo, la flota de esta naviera bilbaína, dedicada a ta-reas de paz, pagó su tributo ala guerra y a la cita con la pazfaltaron los "Monte Gorbea","Monte Igueldo" y "Monte Moncayo", torpedeados los dos pri-meros por submarinos alema-nes y por un inglés el tei'cero.

En 1953 fue adquirido por laMarítima Comercial y, primerocon el nombre de "Coriseo",luego con el actual de "Socogui", navegó —continúa hacíandolo— en el tráfico madereroque, poco a poco, fue ¿iendorefugio de los veteranos retira-dos de otras líneas y que, a suvez, están ahora navegando,banda a banda, con unidadesespecialmente construidas.

Dos veteranos, cargados deaños, han pasado de nuevo porSanta Cruz. En sus planchas,viejas, parece resuenan loslatidos que, a través de losaños, han dado sus alternati-vas sobre las hélices que, enel mar, han trazado y trazan,las estelas que marcan sus sin-gladuras 'constantes, singladu-ras que nada saben de años yaños de continuo navegar.