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Bases sólidas desde la
Antropología y la ética (DSI)
Programas curriculares de
ética y responsabilidad
social para alumnos
Servicio Social validado y evaluado
Investigación hacia la solución
de problemas sociales
Evaluación
Promoción de la vivencia de la RSU en la vida ordinaria
de la Institución
Formación ética y ciudadana
para docentes y demás personal de la institución
RESPONSABILIDAD SOCIAL EN EL
AMBITO EDUCATIVO
Voluntariado o proyección
social voluntaria
Aprendizaje basado en
proyectos con impacto socialProyectos
solidarios relacionados con el ámbito académico
Actividades de servicio
Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
(Proverbio chino)
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¿Cómo hacerlo?
1. Evitando el currículo oculto
2. Aterrizando los Principios y los
Valores de la DSI
Si la Universidad ha tardado tanto (en relación con la empresa
privada) en poner a la Responsabilidad Social en su
agenda, es por múltiples razones, pero debemos sospechar por lo
menos la existencia de resistencias institucionales
arraigadas con las que, sin duda, la reforma de Responsabilidad Social Universitaria tiene que
liderar y componer.
Francois Vallaeys
El concepto de "currículo oculto" es una herramienta útil para poder reconocer en
qué medida la enseñanza académica participa (es decir "sufre de" y a la vez
refuerza), de modo muchas veces inconsciente, en la reproducción de las
injusticias y patologías del mundo actual, participación que sólo se puede negar
desde la ingenua y falsa autonomía de la institución educativa de su contexto social.
Apple ha definido el concepto de "currículo oculto" como "el conjunto de normas y valores que son implícitamente pero
eficazmente enseñados en las instituciones escolares y de las que no se acostumbra a
hablar en las declaraciones de fines y objetivos de los profesores"
APPLE, M. W. (1986): Ideología y currículo. Madrid. Akal
Menciona algunas actitudes personales o situaciones
institucionales de tu colegio que pudieran ser parte del
currículo oculto
ACTIVIDAD:
Principios de la Doctrina Social
Cristiana
Bien común Subsidiaridad
SolidaridadDignidad de la
persona humana
Estos principios, expresión de la verdad íntegra sobre el hombre conocida a través de la razón y de la fe, brotan « del encuentro del mensaje evangélico y de sus exigencias —
comprendidas en el Mandamiento supremo del amor a Dios y al prójimo y en la Justicia— con los problemas que surgen en la vida de la sociedad ».
•Estos principios tienen un carácter general y fundamental, ya que se refieren a la realidad social en su conjunto.
•Los principios de la doctrina social deben ser apreciados en su unidad, conexión y articulación.
•Estos principios tienen un significado profundamente moral porque remiten a los fundamentos últimos y ordenadores de la vida social.
“Por ser persona, el hombre, entre todas las criaturas, está
revestido de una dignidad única. Cada hombre tiene su propia razón de ser, y jamás
puede ser utilizado como simple medio para alcanzar otras metas, ni siquiera en nombre del bienestar y del
progreso de toda la comunidad”
Karol Wojtyla
“Hay algo que es debido al ser humano por ser humano, a causa de su dignidad… independientemente de su presencia o ausencia en el mercado, de lo que posee puede vender y de los medios de adquisición
Juan Pablo II
Puesto que en el rostro de cada hombre
resplandece algo de la gloria de Dios, la
dignidad de todo hombre ante Dios es el
fundamento de la dignidad del hombre ante
los demás hombres.
CDSI 144
Según una primera y vasta acepción, por bien común
se entiende « el conjunto de condiciones de la vida social
que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro
más pleno y más fácil de la propia perfección ».
Una sociedad que, en todos sus niveles, quiere
positivamente estar al servicio del ser humano es aquella que
se propone como meta prioritaria el bien común, en
cuanto bien de todos los hombres y de todo el
hombre.347 La persona no puede encontrar realización sólo en sí misma, es decir,
prescindir de su ser « con » y « para » los demás.
El bien común es un deber de todos los miembros de la
sociedad: ninguno está exento de colaborar, según las propias capacidades, en su consecución
y desarrollo.352 El bien común exige ser servido plenamente, no según visiones reductivas
subordinadas a las ventajas que cada uno puede obtener, sino en base a una lógica que asume en toda su amplitud la correlativa
responsabilidad.
Entre las múltiples implicaciones del bien común, adquiere inmediato relieve el
principio del destino universal de los bienes: « Dios ha
destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los
hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes
creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida
de la justicia y con la compañía de la caridad ».
« Como no se puede quitar a los individuos y darlo a la comunidad lo
que ellos pueden realizar con su propio esfuerzo e industria, así
tampoco es justo, constituyendo un grave perjuicio y perturbación del
recto orden, quitar a las comunidades menores e inferiores
lo que ellas pueden hacer y proporcionar y dárselo a una
sociedad mayor y más elevada, ya que toda acción de la sociedad, por su propia fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del
cuerpo social, pero no destruirlos y absorberlos ».
Consecuencia característica de la subsidiaridad es la
participación, que se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o
asociado a otros, directamente o por medio de los propios
representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a
la que pertenece.
La solidaridad es una verdadera y propia virtud
moral, no « un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o
lejanas. Al contrario, es la determinación firme y
perseverante de empeñarse por el bien común;
El principio de solidaridad implica que los hombres de nuestro tiempo
cultiven aún más la conciencia de la deuda que tienen con la sociedad en la cual están insertos: son deudores de aquellas condiciones que facilitan la existencia humana, así como del
patrimonio, indivisible e indispensable, constituido por la
cultura, el conocimiento científico y tecnológico, los bienes materiales e inmateriales, y todo aquello que la actividad humana ha producido.