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  • 1. Primera Lectura: de la profeca de Ezequiel (18, 25-28):Salmo Responsorial: Sal 24,4bc-5.6-7.8-9R/. Recuerda, Seor, que tu misericordia es eternaSegunda Lectura: de la carta del apstol san Pablo a los Filipenses (2,1-11):Evangelio: san Mateo (21,28-32):CUL DE ELLOS HIZO LAVOLUNTAD DEL PADRE?Domingo 26 del Tiempo Ordinario -Ciclo ALo que verdaderamente importa para salvarse noson las palabras, sino las obras.Autor: P. Clemente Gonzlez| Fuente: Catholic.net Domingo 28 de Septiembre del 2014

2. Cuando el pecador se arrepiente, salva su vida.Primera lecturaLectura de la profeca de Ezequiel (18, 25-28): Esto dice el Seor: "Si ustedes dicen: No esjusto el proceder del Seor, escucha, casa deIsrael: Conque es injusto mi proceder? No esms bien el proceder de ustedes el injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, cometela maldad y muere; muere por la maldad quecometi. Cuando el pecador se arrepiente delmal que hizo y practica la rectitud y la justicia, lmismo salva su vida. Si recapacita y se apartade los delitos cometidos, ciertamente vivir y nomorir".Palabra de Dios! Te alabamos Seor! 3. Salmo 24,4bc-5.6-7.8-9R/. Recuerda, Seor, que tu misericordia es eterna Seor, ensame tus caminos,instryeme en tus sendas:haz que camine con lealtad;ensame, porque t eres mi Dios ySalvador,y todo el da te estoy esperando. R/.Recuerda, Seor,que tu ternura y tu misericordia soneternas;no te acuerdes de los pecadosni de las maldades de mi juventud;acurdate de m con misericordia,por tu bondad, Seor. R/.El Seor es bueno y es recto,y ensea el camino a los pecadores;hace caminar a los humildes conrectitud,ensea su camino a los humildes. R/. 4. Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jess.Segunda lecturaLectura de la carta del apstol san Pablo a los Filipenses(2,1-11): Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia ennombre de Cristo, si de algo sirve una exhortacin nacidadel amor, si nos une el mismo Espritu y si ustedes meprofesan un afecto entraable, llnenme de alegrateniendo todos una misma manera de pensar, un mismoamor, unas mismas aspiraciones y una sola alma. Nadahagan por espritu de rivalidad ni presuncin; antes bien,por humildad, cada uno considere a los dems comosuperiores a s mismo y no busque su propio inters, sinoel del prjimo. Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jess. Cristo, siendo Dios, no consider que deba aferrarse alas prerrogativas de su condicin divina, sino que, por elcontrario, se anonad a s mismo, tomando la condicinde siervo, y se hizo semejante a los hombres. As, hechouno de ellos, se humill a s mismo y por obedienciaacept incluso la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exalt sobre todas las cosas y le otorgel nombre que est sobre todo nombre, para que, alnombre de Jess, todos doblen la rodilla en el cielo, en latierra y en los abismos, y todos reconozcan pblicamenteque Jesucristo es el Seor, para gloria de Dios Padre.Palabra de Dios! Te alabamos Seor! 5. R/. Aleluya, aleluya.Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Seor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.El segundo hijo se arrepinti y fue. Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado enel Reino de Dios.Lectura del santo evangelio segn san Mateo (21,28-32): En aquel tiempo, Jess dijo a los sumos sacerdotes ya los ancianos del pueblo: "Qu opinan de esto? Unhombre que tena dos hijos fue a ver al primero y leorden: Hijo, ve a trabajar hoy en la via. l lecontest: Ya voy, seor, pero no fue. El padre sedirigi al segundo y le dijo lo mismo. ste lerespondi: No quiero ir, pero se arrepinti y fue.Cul de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos lerespondieron: "El segundo". Entonces Jess les dijo: "Yo les aseguro que lospublicanos y las prostitutas se les han adelantado enel camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedesJuan, predic el camino de la justicia y no le creyeron;en cambio, los publicanos y las prostitutas s lecreyeron; ustedes, ni siquiera despus de haber visto,se han arrepentido ni han credo en l".Palabra del Seor! Gloria a Ti, Seor Jess! 6. Oracin Padre mo, aunque me duela, tengo que aceptar que an sabiendoque nos amamos infinitamente, yo puedo traicionarte muyfcilmente. Pero te creo y s que tu misericordia es ms grande quemis debilidades, por eso te pido que me gues en esta oracin paraencontrar la fuerza para perseverar siempre en el Amor.Peticin Seor, aydame a ser siempre fiel a tu amor. 7. Meditacin del Papa BenedictoXVI Hoy la liturgia nos propone la parbola evanglica de losdos hijos enviados por el padre a trabajar en su via. Deestos, uno le dice inmediatamente que s, pero despus nova; el otro, en cambio, de momento rehsa, pero luego,arrepintindose, cumple el deseo paterno. Con estaparbola Jess reafirma su predileccin por los pecadoresque se convierten, y nos ensea que se requiere humildadpara acoger el don de la salvacin."No hagis nada porrivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad,considerando cada cual a los dems como superiores a smismos". Estos son los mismos sentimientos de Cristo,que, despojndose de la gloria divina por amor a nosotros,se hizo hombre y se humill hasta morir crucificado. Elverbo utilizado -ekenosen- significa literalmente que sevaci a s mismo y pone bien de relieve la humildadprofunda y el amor infinito de Jess, el Siervo humilde porexcelencia (Benedicto XVI, 28 de septiembre de 2008). 8. Reflexin Seguramente nos es bastante familiar este refrn: Obras son amores, que nobuenas razones. Es probable que nosotros mismos lo hayamos pronunciadomiles de veces. Y, sin embargo, parece que en muchas ocasiones nosolvidamos fcilmente de l....En el Evangelio de hoy nuestro Seor nos cuenta la historia de dos hijos. Supadre les pide que vayan a trabajar a la via. El primero responde de unmodo muy poco corts y un tanto violento: "No quiero!" le dice al padre. Encambio, el otro, con palabras muy atentas y comedidas, dignas incluso de uncaballero: "Voy, seor" le contesta, pero no va. En cambio, el hijo rebelde y"rezongn" se arrepiente y va a trabajar. Y Cristo pregunta a sus oyentes:"Cul de los dos hizo lo que quera el padre?". La respuesta era obvia: elprimero. Sus obras lo demostraron.Y, despus del "cuentito", el Seor dirige unas palabras muy duras a lossumos sacerdotes y jefes del pueblo que le oan: "Yo os aseguro que lospublicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino deDios". Un juicio duro, pero muy certero! Por qu? Porque los pecadores ylas prostitutas son como el primer hijo de la parbola: a pesar de que suspalabras no eran las ms "bonitas" y adecuadas, ellos hicieron la voluntad delPadre: creyeron en Cristo y se convirtieron ante su predicacin.Mientras que los fariseos y los dirigentes del pueblo judo, que seconsideraban muy justos y observantes, y se sentan muy seguros de smismos, sos son como el segundo hijo: sus "pose" externo es muyrespetuoso y comedido, pero NO obedecen a Dios. Y lo que Cristo quera era 9. Yo creo que lo que nuestro Seor quiere decirnos con esta parbola es,en definitiva, que lo que verdaderamente importa para salvarse no sonlas palabras, sino las obras. O, mejor: que las palabras y las promesasque hacemos a Dios y a los dems cuentan en la medida en que stasvan tambin respaldadas por nuestras obras y comportamientos. stasson las que mejor hablan: las obras, no los bonitos discursos; las obras,no los bellos propsitos o los nobles sentimientos nada ms.Se cuenta que en una ocasin, la hermana pequea de santo Toms deAquino le pregunt: "Toms, qu tengo yo que hacer para ser santa?".Ella esperaba una respuesta muy profunda y complicada, pero el santole respondi: "Hermanita, para ser santa basta querer".S!, querer. Peroquerer con todas las fuerzas y con toda la voluntad. Es decir, que no essuficiente con un "quisiera". La persona que quiere puede hacermaravillas; pero el que se queda con el "quisiera" es slo un soador oun idealista incoherente. ste es el caso del segundo hijo: l "hubiesequerido" obedecer, pero nunca lo hizo. Aqu el refrn popular vuelve atener la razn: "del dicho al hecho hay mucho trecho".Por eso, nuestro Seor nos dijo un da que "no todo el que me diceSeor, Seor! se salvar, sino el que hace la voluntad de mi Padre delcielo". Palabras muy sencillas y escuetas, pero muy claras y exigentes.Y nosotros, cul de estos dos hijos somos? 10. Propsito Iniciar y terminar el da con un momento de oracin humilde ante elDueo de mi vida.Dilogo con Cristo Tengo que salir de m mismo, de mis gustos y proyectos cuando noestn en consonancia con mi vocacin a la santidad. S que cuentocon tu presencia, cercana y amorosa en la Eucarista, aydame a noslo or sino saber responder a tu llamado, apoyado en tu gracia.