Dedicas tu vida a hacer algo realmente importante: E D U C A R
Estás abriendo mentes y corazones, estás modelando vidas.
Es nuestra riqueza sonreír, aprender y vivir con ellos y por ellos.
Creadores de sueños infantiles.
Ser maestro es ser invitado a entrar en el alma de los niños y las niñas, ayudarles a encontrarse, a descubrir sus
emociones, a superar sus angustias y temores.
Los discípulos son la biografía del maestro y el maestro la radiografía de sus estudiantes.
No hay mejor forma de aprender que enseñando.
Para algunos niños y niñas el colegio es su hogar.
Cada día tienes la oportunidad de ofrecer un mundo a tus estudiantes, de brindarles conocimientos y experiencias capaces de cambiar sus vidas.
Ser maestro es cosa de creación, de inclinación, de proyecto de vida.
Ser maestro es seguir creciendo.
El humor y la alegría son un excelente instrumento didáctico.
La profesión de maestro se emparenta con la paternidad y ésta o es amor o no es nada.
Ser maestro es un arte, como arte es la palabra del poeta cuando contempla el mundo.
Abriste la ventana…
Abriste la ventana, de par en par, maestro. Abriste la ventana… y el silencio del mundo se arrodilló sencillo como un suspiro nuevo en la mañana.
Abriste la ventana, de par en par, maestro. Abriste la ventana y un grito de colores surcó el viento como un vuelo de vida y de esperanza.
Abriste la ventana, de par en par, maestro. Abriste la ventana… así pausadamente, y escribiste en la historia de tu escuela un profético gesto… un signo sin palabras.
Y amaneció la luz, luz a raudales, que ilumina los ojos… y los pasos… y los caminos nuevos, aún sin estrenar, de los que esperan.
Aparecieron nítidas las cosas en su ser y en su hechura, - las de dentro y las de fuera…- Novedad revestida de ternura, haciéndose presencia palpitante en el mar de los sueños juveniles.
Apareció el espacio que ensancha la mirada y dilata el corazón de quienes aman.
Y retozó la brisa, caricia virgen que refresca los rostros y las lágrimas de aquellos que más
sufren.
Y surgió el horizonte… horizonte
lejano pero ya insinuado en cada joven
existencia.
Y por fin estalló la ecología como un clamor de fe y de fantasía… como una invitación enamorada al abrazo fraterno de los seres en comunión de lucha y de destino.