Devocional
John A. Reyes, Bass
Somos Templo
29 de marzo de 2015
1 TcD
29/03/2015
SABIDURA PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
Se necesita sabidura para hacer la voluntad de Dios, pues si no sabemos cul es la
voluntad de Dios, es ah donde nos equivocamos y las cosas no salen bien. Por eso si
creemos estar faltos de sabidura para entender la voluntad de Dios, lo que debemos hacer
es lo que nos dice la palabra en Santiago 1:5
Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabidura, que la pida a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le ser dada.
Y as podremos entender los perfectos planes que Dios tiene para cada uno de nosotros y
no desviarnos del camino que ya Dios traz para nosotros antes de la fundacin del
mundo.
SABIDURA PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
Nosotros como hijos de Dios, tenemos que cumplir con lo que l nos ha delegado como
hijos, debemos hacer viva cada palabra que Dios ha puesto en nosotros, pues l no se
equivoca. No es fcil, pero debemos hacerlo para que el Padre sea glorificado a travs de
nuestra vida.
Cuando cumplimos la palabra de Dios lo que l ya dijo, todo acta a nuestro favor, pues
Romanos 12: 2 nos dice que comprobemos la voluntad de Dios que es buena, agradable y
perfecta
Romanos 12:2 --- No vivan ya segn los criterios del tiempo presente; al contrario,
cambien su manera de pensar para que as cambie su manera de vivir y lleguen a
conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es
perfecto.
LA VOLUNTAD DE DIOS SE CUMPLE
Lo que Dios ha dicho eso har, pues Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de
hombre, para que se arrepienta. Lo ha dicho El, y no lo har?, ha hablado, y no lo
cumplir? Nmeros 23:19. La voluntad de Dios prevalece por sobre todo cuanto quiera
estropear los planes de Dios, pues su voluntad es buena, agradable y perfecta.
Ay veces vemos que las cosas no salen como esperbamos, y reprochamos a Dios por qu
las cosas salen mal, y es ah donde nos equivocamos la mayora, pues el derecho de las
cosas es primero ir al Padre y preguntar si es su voluntad hacer lo que tenemos pensado
hacer, pero como no lo hacemos, las cosas salen mal y es ah donde nos acordamos de
que Dios existe, y hacemos de ultimo lo que debimos hacer de primero, que es preguntar
a Dios su voluntad.
2 TcD
29/03/2015
EN LA OBEDIENCIA ESTA LA PROSPERIDAD Nuestro padre siempre est atento para derramar sobre nosotros las ms ricas bendiciones,
pero como no le obedecemos, estas bendiciones se estancan, y no es que Dios no nos las
quiera dar, o que se haya arrepentido de darlas, lo que pasa es que l sabe que as no
podemos recibirlas pues no las vamos a disfrutar, ni administrar. Esto lo podemos ver en:
Deuteronomio 30:15-16 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te
mando hoy que ames a Jehov tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus
mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y
Jehov tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesin de ella.
En este versculo se hace clara la promesa de Dios.
Tambin en 1ra Samuel 15: 22 vemos que Samuel aclara que es mejor vivir en
obediencia que estar pidiendo perdn Y Samuel dijo: Se complace el SEOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEOR? He aqu, el
obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atencin, que la grosura de los
carneros.
LA RAZ DEL PECADO
Ac vemos como el pecado le cost la vida a Adonias, pues al acudir ante personas
ajenas para obtener algo del rey, no est bien, pues el no acudi directamente al rey,
porque en si esta maquinando maldad para el rey, por esta razn no fue capaz de ir el
mismo a pedir el favor del rey, pero como Salomn era sabio, enseguida entendi que era
lo que quera su hermano mayor con ese favor.
A nosotros nos ha pasado tambin que llevamos una doble intencin al pedir algo, esto se
nos cuenta como pecado al no hablar con sinceridad, pues si hay una doble intencin no
hay nada bueno en lo que pedimos y as estamos haciendo avivar el pecado en nosotros.
EL PRECIO QUE SE DEBE PAGAR
El precio que se debe pagar por no cumplir con el cargo que Dios nos ha encomendado es
la destitucin del mismo, es doloroso saberlo, pero cuando vamos en contra de los planes
de Dios, y as afectando a los dems, no es que Dios no nos va a tener en cuanta ms as
como a estos sacerdotes de la poca, pues gracias a Dios ya estamos bajo la gracias y el
perdn de Dios, solo que Dios nos va a seguir teniendo en cuenta una vez arreglemos lo
que estaba mal en nuestra vida y aprendamos a dar valor a su obra. l volver a confiar
en nosotros pues es un Dios de amor y no se puede negar a si mismo, pero nosotros
tampoco podemos jugar con el amor y la gracia de Dios.
Top Related