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    EXTRAS DE LOS LIBROS

    CREPSCULO Y LUNA NUEVA

    EXTRAS CREPSCULO

    Emmet y el oso

    Me sorprendi encontrar un extrao vnculo creciendo entre Emmet y yo,

    especialmente teniendo en cuenta que l haba sido el que ms miedo medaba de todos ellos. Tenia que ver con el modo en que ambos habamossido elegidos para entrar en la familia; los dos habamos sido amados - yhabamos amado en respuesta - mientras ramos humanos, aunque por

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    poco tiempo para l. Slo Emmet recordaba - y solo l comprenda elmilagro que Edward era para m.

    Hablamos de ello por primera vez una tarde mientras los tres estbamossentados en los sofs de la habitacin principal, Emmet entretenindome

    tranquilamente con recuerdos que eran mejores que cuentos de hadas,mientras Edward se concentraba en el canal de cocina - haba decidido quequera aprender a cocinar, ante mi incredulidad, y le era difcil sin elapropiado sentido del gusto o del olfato. Despus de todo haba algo queno saba hacer de forma natural. Su perfecto entrecejo se frunci mientrasel famoso chef sazonaba otro plato de acuerdo a su gusto. Yo suprim unasonrisa.

    Para ese entonces l ya haba terminado de jugar conmigo, y supe queiba a morir. Record Emmet suavemente, dando un giro al relato de susaos humanos con la historia del oso. Edward no nos prestaba ningunaatencin; ya la haba odo antes. No poda moverme, y mi conciencia seestaba disipando, cuando escuch lo que pens que sera otro oso, y unalucha por ver quien se quedaba con mi cadver, supuse. De repente sentcomo si volara. Me imagin que haba muerto, pero intent abrir los ojosde todos modos. Y entonces la vi - Su rostro pareca incrdulo ante elrecuerdo; yo le comprenda completamente, - y supe que estaba muerto.Ni siquiera me importaba el dolor - luch por mantener mis prpadosabiertos, no quera perderme ni un segundo el rostro del ngel. Estabadelirando, por supuesto, preguntndome por qu no habamos llegado al

    cielo an, pensando que deba de estar ms lejos de lo que yo habacredo. Y entonces me llev ante Dios. l ri con su risa profunda yatronadora. Yo entenda perfectamente qu alguien hubiese pensadoaquello.

    Pens que lo que ocurri a continuacin era mi juicio final. Haba tenidoun poco de demasiada diversin durante mis 20 aos humanos, as que nome sorprendieron las llamas del infierno Ri de nuevo, aunque yo meestremec. El brazo de Edward me rode con ms fuerza de formainconsciente.

    Lo que me sorprendi fue que el ngel no se march. No poda entendercomo algo tan hermoso poda estar en el infierno junto a m - pero estabaagradecido. Cada vez que Dios venia a echarme una ojeada, yo tema quese la llevase, pero nunca lo hizo. Comenc a pensar que quizs esos

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    predicadores que hablaban de un Dios piadoso tenan razn despus detodo. Y entonces el dolor desapareciy me lo explicaron todo.

    Les sorprendi lo poco que me afect todo ese asunto de los vampiros.Pero si Carlisle y Rosalie, mi ngel, eran vampiros Qu tan malo poda

    ser aquello? Yo asent, completamente de acuerdo, mientras lcontinuaba. Tuve unos cuantos problemas con las reglas ri entredientes. Tenas las manos llenas conmigo al principio, eh? el empujnjuguetn de Emmet al hombro de Edward nos balance a los dos. Edwarddej escapar un leve gruido sin apartar la vista de la TV.

    As que ya ves, el infierno no es tan malo si consigues mantener a unngel a tu lado me asegur de forma traviesa. Cuando l consigaaceptar lo inevitable, te ir bien.

    El puo de Edward se movi tan rpidamente que no vi lo que golpe a

    Emmet lanzndole sobre el respaldo del sof. Los ojos de Edward no seapartaron de la pantalla.

    Edward! le reprend, horrorizada.

    No te preocupes, Bella Emmet estaba tan sereno, de vuelta en suasiento. S dnde encontrarle Mir por encima de mi hacia el perfil deEdward. Tendrs que hacerlo alguna vez advirti.

    Edward a penas si gru de nuevo como respuesta sin alzar la mirada.

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    El baile de fin de curso

    Cuando me vas a decir que est pasando, Alice?

    Ya lo vers, s paciente orden, haciendo muecas.

    Estbamos en mi coche pero ella conduca. Tres semanas ms y ya no estaracaminando escayolada, y entonces iba poner muy firmemente mi pie sobre elasunto de conducir. Me gustaba conducir.

    Estbamos a finales de mayo, y la tierra alrededor de Forks encontraba dealguna manera la forma de ser an ms verde de lo normal. Era precioso,por supuesto, y yo estaba volvindome algo reconciliada con el bosque, sobretodo a causa de pasar ms tiempo all de lo normal. No ramos muy amigos

    an, la naturaleza y yo, pero nos estbamos acercando. El cielo estaba gris,pero eso tambin era agradable. Era un gris perlado, no sombro del todo, nolluvioso, y casi suficientemente clido para m. Las nubes eran gruesas yseguras, esa clase de nubes que se han convertido agradables para m,debido a la libertad que garantizaban. Pero a pesar de estos entornosagradables, me senta nerviosa. Por una parte debido al comportamientoextrao de Alice. Ella haba insistido este sbado a la maana en que era elda de las chicas fuera, llevndome hasta Port Angeles para hacernos lamanicura y la pedicura, rechazando dejarme tener la modesta sombra rosaque yo quera y ordenando a la manicurista que me pintara con un brillante

    rojo oscuro - incluso insisti en que me pintara las uas de mi pieescayolado.

    Cuando acabamos Alice me llev a una tienda de zapatos, aunque slo mepoda probar un zapato de cada par. En contra de mis vigorosas protestas,ella me compr un par de lo ms imprctico, caro, tacones stiletto - cosaspeligrosas, sujetas solamente por las cintas gruesas del satn que secruzaban sobre mi pie y se ataban en un ancho arco detrs de mi tobillo.Eran de un azul profundo, un azul jacinto, y en vano intent explicar que no

    tena nada con lo que ponerme esos zapatos. Incluso con mi armarioembarazosamente lleno de ropa que ella me haba comprado en L.A. - lamayor parte de la ropa todava demasiado ligera para ponrsela en Forks -estaba convencida de que no tena nada en ese tono. E incluso si hubiesetenido ese tono exacto escondido en algn rincn de mi armario, mi ropa no

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    haca juego con los tacones Stiletto. Yo no haca juego con los taconesStiletto - poda caminar apenas con seguridad en calcetines. Pero mi lgicairrebatible no haca mella en ella. Ella no volvera a discutir acerca de lostacones.

    Bien, no son de Biviano, pero lo van a tener que hacer murmurdescontenta, y entonces no hablara ms mientras descargaba su tarjeta decrdito contra los atemorizados empleados. Me consigui la comida en unsitio de comida rpida a travs de la ventana, dicindome que tena quecomer en el coche, pero negndose a explicarme la razn de tanta prisa.Adems, de camino a casa le tuve que recordar varias veces que mi coche noera capaz de funcionar como un coche deportivo, incluso con lasmodificaciones de Rosalie, y que por favor le diera a la pobre cosa unrespiro.

    Normalmente, Alice era mi chfer preferido. Ella no pareca aburridaconduciendo veinte o treinta millas sobre el lmite de velocidad, la maneraque algunas personas no podan soportar. Pero la agenda secreta de Aliceera slo una mitad del problema, por supuesto. Yo estaba tambinpatticamente ansiosa porque no haba visto el rostro de Edward en casi seishoras y eso tena que ser un rcord en los ltimos dos meses.

    Charlie haba estado difcil, pero no imposible. l estaba reconciliado con lapresencia constante de Edward cuando volva a casa, sin encontrar nada

    sobre lo que discutir cuando nos sentbamos para hacer nuestros deberes enla mesa de la cocina- incluso pareca disfrutar de la compaa de Edwardmientras los dos gritaban juntos a los juegos de ESPN. Pero no habaperdido nada de su original severidad cuando sostena la puerta a Edwardexactamente a las diez cada noche de la semana. Por supuesto, Charlie eracompletamente inconsciente de la habilidad de Edward para regresar con sucoche a casa y estar de vuelta en mi ventana en menos de diez minutos.

    l era mucho ms agradable con Alice, a veces un tanto embarazoso.Obviamente, hasta que tuviera mi voluminosa escayola algo ms manejable,

    necesitaba la ayuda de una mujer. Alice era un ngel, una hermana; todaslas noches y todas las maanas ella apareca para ayudarme con mis rutinasdiarias. Charlie estaba enormemente agradecido de ser relevado del horrorde una hija casi adulta que necesitaba ayuda para ducharse -esa clase de

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    cosa estaba lejos de ser de su comodidad, y tambin de la ma, para ese tema.Pero era con ms que gratitud que Charlie llev a llamarla ngel comoapodo, y la miraba con ojos perplejos cuando ella bailaba sonriente por lapequea casa, iluminndola. Ningn ser humano poda no ser afectado porsu increble belleza y gracia, y cuando ella se deslizaba por la puerta cada

    noche con un carioso Te veo maana, Charlie, le dejaba atontado.

    Alice, vamos a casa ahora? le pregunt en ese momento (las dosentendamos que me refera a la casa blanca junto al ro).

    S hizo una mueca, conocindome bien. Pero Edward no est ah.

    Frunc el ceo. Dnde est?

    l tena algunos recados que hacer

    Recados? repet tajante. Alice, mi tonose volvi engatusado, Porfavor, dime qu est pasando.

    Ella sacudi la cabeza, todava haciendo muecas firmemente. Me estoydivirtiendo mucho, explico. Cuando entramos en la casa, Alice me llevdirecta arriba, al bao de su habitacin. Me sorprendi encontrar a Rosalieah, esperando con una sonrisa celestial, detrs de una silla rosa. Un arsenalde herramientas y productos cubran el largo mostrador.

    Sintate, orden Alice. Lo consider cuidadosamente durante un minuto, yentonces, decidiendo que ella estaba preparada para usar la fuerza si eranecesario, coje hasta la silla y me sent con la mayor dignidad que podamanejar. Rosalie empez a cepillarme el pelo inmediatamente.

    Supongo que no me dirs sobre que va esto, verdad? le pregunt a Alice.

    Me puedes torturar, murmur, absorta con mi pelo, pero nuncahablar.

    Rosalie sujetaba mi cabeza en el lavabo mientras Alice frotaba mi pelo conun champ que ola como a menta y a pomelo. La grcil vampiresa pas la

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    toalla a travs de la masa de pelo mojado y enredado furiosamente, entoncesme roci el pelo con casi una botella entera de algo ms -esta ola como apepinos- y me pas la toalla otra vez.

    Entonces peinaron el lo rpidamente; el lquido que ola a pepino hizo que el

    enredo que era mi pelo se dejase hacer. Puede que pidiera algo de eso. Luegocada una cogi un secador y se pusieron a trabajar.

    Pasaban los minutos, y ellas siguieron descubriendo nuevas secciones depelo empapado, sus caras empezaron a mostrar una expresin un pocopreocupada. Yo sonre alegremente. Haba algunas cosas que ni losvampiros podan acelerar.

    Tiene una cantidad tremenda de pelo, coment Rosalie con tono ansioso.

    Jasper llam Alice, en voz no muy alta, encuntrame otro secador!

    Jasper vino al rescate, subiendo de alguna manera con dos secadores ms,que apunt haciaa mi cabeza profundamente divertido mientras ellas seguantrabajando.

    Jasper empec esperanzada.

    Lo siento, Bella, no estoy autorizado a decir algo. Escap, agradecido de

    no poder opinar acerca de lo que antes era mi pelo cuando finalmente estuvoseco y suave. Mi pelo sobresala tres pulgadas de mi cabeza.

    Que me habis hecho? pregunt con horror. Pero ellas me ignoraron,sacando una caja de rodillos calientes.

    Intent convencerlas de que mi pelo no se rizaba, pero me ignoraron,embadurnando algo que era de un color amarillo malsano a cada mechnantes de darle vueltas alrededor de un rulo caliente.

    Encontraste zapatos? pregunt intensamente Rosalie mientrastrabajaban, como si la respuesta fuese de vital importancia.

    S, son perfectos, ronrone Alice con satisfaccin.

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    Vi a Rosalie en el espejo, cabeceando como si se hubiese quitado un granpeso de encima.

    Tu pelo est genial, Rosalie hice notar. No que no estuviese siempre ideal,

    pero ella lo tena especialmente hermoso esa tarde, creando una corona derizos de oro suaves encima de su cabeza perfecta.

    Gracias sonri ella. Ahora haban empezado con la segunda tanda derizos.

    Qu piensas sobre el maquillaje? pregunt Alice.

    Es un dolor ofrec. Ellas me ignoraron.

    No necesita mucho, su piel est mejor sin maquillar reflexion Rosalie.

    Pintalabios, decidi Alice.

    Y rmel y lpiz de ojos... agreg Rosalie. Slo un poco.

    Suspir. Alice se ri con una risita nerviosa. S paciente, Bella" me rega."Nos lo estamos pasando bien.

    Bien, mientras seas feliz... murmur.

    Ellas tenan ahora todos los rulos ceidos incmodamente a mi cabeza.

    Vamos a vestirla. La voz de Alice se emocion con expectacin, como sifuese Navidad. Ella no esper a que yo cojeara fuera del bao con mi propiaenerga. En lugar de eso, me levant y me llev a la gigantesca habitacinblanca de Rosalie y Emmett. Encima de la cama haba un vestido. Azuljacinto, por supuesto.

    Qu te parece? gorje Alice emocionada.

    Esa era una buena pregunta. Era suave con volantes, aparentemente erapara ser puesto bajo y por debajo de los hombros, con largas mangas que se

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    fruncan en las muecas. El fino corpio estaba rodeado por otra plida yestampada de flores tela de color jacinto, que se plegaban juntos para formarun fino volante abajo en el lado izquierdo. El material estampado de floresera largo atrs, pero abierto en la parte delantera por varias capascorrespondientes de volantes color jacinto, aclarado en tono cuando

    alcanzaban el dobladillo de la parte baja.

    Alice gem. No me puedo poner eso!

    Por qu no? exigi en voz fuerte.

    La parte de arriba es muy escotada para m!

    Esto vadebajo Rosalie aguant, con una mirada siniestra, una prenda

    azul plido.

    Qu es eso? pregunt aterrada.

    Es un cors, tonta, dijo Alice, impaciente. Ahora te lo vas a poner, otengo que llamar a Jasper y pedirle que te sujete mientras lo hago yo? meamenaz.

    Se supone que eres mi amiga la acus.

    S buena, Bella suspir. No recuerdo mi poca humana y estoyintentando tener algo de diversin humana aqu. Adems, es por tu propiobien.

    Me quej y me ruboric mucho, pero no les llevo mucho tiempo que mepusiera el vestido. Lo tena que admitir, el cors tena sus ventajas.

    Guau, respire, mirando hacia abajo. Tengo pecho.

    Quin lo habra adivinado, Alice se ri entre dientes, encantada con sutrabajo. Aunque yo no estaba completamente vendida.

    No creis que este vestido en un poco demasiadono s, atrevidoparaForks? pregunt vacilante.

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    Yo creo que las palabras que estas buscando son "alta costura" se riRosalie.

    No es para Forks, es para Edward insisti Alice. Es exactamente

    apropiado.

    Entonces, me llevaron de vuelta al bao, desenrollando los rulos con dedosvoladores. Para mi asombro, cayeron cascadas de rizos. Rosalie sujet lamayora de ellos arriba, enrollndolos cuidadosamente en una melena derizos que se desbordaron en una gruesa lnea por mi espalda. Mientras lavampiresa rubia trabajaba en mi peinado, Alice pint rpidamente una finaraya alrededor de cada uno de mis ojos, ya con rmel, y pas cuidadosamenteun pintalabios rojo oscuro por mis labios. Luego se fue de la habitacin y

    volvi rpidamente con los zapatos.

    Perfecto, respir Rosalie mientras Alice los sujetaba para admirarlos.

    Alice at el mortal zapato expertamente, y luego mir mi escayola conespeculacin en sus ojos.

    Supongo que hemos hecho lo que hemos podido sacudi su cabezatristemente Alice. Crees que, si se lo pidisemos por favor,Carlisle nos dejara?" Mir a Rosalie.

    Lo dudo mucho replic Rosalie secamente. Alice suspir.

    Ambas levantaron sus cabezas entonces.

    l est de vuelta dijeron a la vez. Yo saba a que l se referan, y sentenergticas y furiosas mariposas en mi estmago.

    Puede esperar. Hay una cosa ms importante. dijo Alice firmemente. Ellame levant otra vez -una necesidad, estaba totalmente segura de que no

    poda andar en ese zapato- y me llev a su habitacin, donde me dejgentilmente de pie frenta a su ancho y dorado espejo.

    Ah dijo. Ves?

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    Mire fijamente a la extraa en el espejo. Ella -no poda ser yo- pareca muyalta en ese zapato, con la larga y estrecha lnea del ceido vestidoaadindose a la ilusin. La blusa dcollet - hacia donde suexcepcionalmente impresionante busto atrajo mi atencin otra vez- haca

    parecer su cuello muy largo, mientras las columnas de brillantes rizosbajaban por su espalda. El color jacinto de la tela era perfecto, destacandola cremosidad de su piel de marfil, el sonrojo de sus mejillas era como siestuviera hecho de rosas. Ella estaba muy guapa, lo tena que admitir.

    Bien, Alice sonre. Veo.

    No lo olvides nunca orden.

    Me levant otra vez, y me llev a las escaleras.

    Date la vuelta y cierra los ojos ahora mismo! le orden bajando lasescaleras. Y estate fuera de mi cabeza, no lo arruines todo.

    Alice vacil, caminando ms despacio de lo normal bajando la escalerahasta que pudo ver que l haba obedecido. Entonces vol el resto delcamino. Edward estaba en la puerta, de espalda a nosotras, muy alto yoscuro- nunca antes le haba visto vestir de negro. Alice me sentverticalmente, alis la tela de mi vestido, puso un rizo en su lugar y entonces

    me dej ah, y se fue a sentar al banco del piano a mirar. Rosalie se sent conella en la audiencia.

    Puedo mirar? pregunt Edward. Su voz era intensa con expectacin, ehizo que mi corazn palpitara irregularmente.

    Sahora s le autoriz Alice.

    l se gir inmediatamente, y se qued congelado en el sitio, abriendo los ojosde par en par. Yo poda sentir el calor en mi cuello y al rubor teir mis

    mejillas. l estaba magnfico; sent un parpadeo del viejo miedo, que l erasolo un sueo, no era posible que fuese real. l vesta un esmoquin, yperteneca a una pelcula, no a mi lado. Le mir fijamente con aterrorizadaincredulidad.

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    Camin lentamente hacia m, vacilando cuando me alcanz.

    Alice, Rosaliegracias, jade sin dejar de mirarme. O la risa ahogada deplacer de Alice.

    Camin haca delante, ahuecando una mano fra debajo de mi mandbula, einclinndose para presionar sus labios en mi garganta.

    Eres t de verdad murmur contra mi piel. Se apart, y haba floresblancas en su otra mano.

    Fressia, me inform mientras se fijaba en mis rizos. Completamenteredundante, por lo que concierne a la fragancia, por supuesto. Se inclin

    para verme otra vez, y sonri con esa sonrisa que me paraba el corazn.Ests absurdamente hermosa.

    Ests en la misma lnea mantuve mi voz tan clara como pude manejar.Justo cuando me convenzo a m misma de que eres real, apareces as ytengo miedo de estar soando otra vez.

    l me levant rpidamente en sus brazos. Me sujet cerca de su cara, y susojos de topacio quemaban cuando me puso incluso ms cerca.

    Mira el pintalabios! orden Alice.

    l se ri rebeldemente, pero en cambio, dej caer su boca al hueco encima demi clavcula.

    Ests lista para irnos? pregunt.

    Me va a decir alguien cual es la ocasin? rogu.

    l se ri otra vez, mirando por encima de su hombro a sus hermanas. No loha adivinado?

    No, ri tontamente Alice. Edward ri con deleite. Frunc el ceo.

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    Qu me estoy perdiendo?

    No te preocupes, lo entenders muy pronto, me asegur.

    Djala en el suelo, Edward, para que pueda sacar un foto. Esme estaba

    bajando las escaleras con una cmara plateada en sus manos.

    Fotos? murmur, mientras l me pona cuidadosamente sobre mi piebueno. Estaba teniendo un mal presentimiento sobre todo esto. Aparecersen la foto? pregunt sarcsticamente. l me sonri a modo de respuesta.

    Esme nos hizo varias fotografas, hasta que Edward insisti en que se nos ibaa hacer tarde.

    Os veremos all, dijo Alice mientras l me llevaba a la puerta.

    Alice estar all? Me sent un poco mejor.

    Y Jasper, y Emmett, y Rosalie.

    Mi frente se arrugo con concentracin mientras intentaba adivinar lo que eraaquella misteriosa ocasin. l ri disimuladamente ante mi expresin.

    Bella, me llam Esme, tu padre est al telfono.

    Charlie? preguntamos simultneamente Edward y yo. Esme me trajo eltelfono, pero Edward me lo arrebat cuando ella intent drmelo a m,mantenindome lejos con un brazo mientras hablaba por telfono con elotro.

    Oye! protest, pero l ya estaba hablando.

    Charlie? Soy yo. Qu pasa? son preocupado. Mi cara palideci. Peroentonces su expresin se volvi divertida y de repente malvada.

    Dale el telfono, Charlie, por favor, djame hablar con l. Edward seestaba divirtiendo demasiado como para que Charlie estuviera en algnpeligro. Me relaj ligeramente.

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    Hola, Tyler, soy Edward Cullen, su voz era muy amistosa y educada, enapariencia. Pero yo ya le conoca lo bastante para detectar el leve rastro deamenaza en su tono. Qu estaba haciendo Tyler en mi casa? Ca en lacuenta de la terrible verdad poco a poco.

    Lamento que se haya producido algn tipo de malentendido, pero Bella noest disponible esta noche. El tono de su voz cambi, y la amenaza se hizoms evidente mientras segua hablando. Para serte totalmente sincero, ellano va a estar disponible ninguna noche para cualquier otra persona que nosea yo. No te ofendas. Y lamento estropearte la velada. No sonaba como silo sintiera en absoluto. Y entonces colg el telfono con un golpe con unaancha y estpida sonrisa en su rostro.

    Me llevas al baile de fin de curso! Le acus furiosa. Mi cara y cuello seruborizaron con clera. Pude sentir las lgrimas de rabia que se empezabana acumular en mis ojos. l no esperaba una reaccin tan fuerte, eso estabaclaro. Apret los labios y estrech lo ojos.

    No te pongas difcil, Bella

    Bella, vamostodos, anim Alice, de repente en mi hombro.

    Por qu me haces esto? exig.

    Ser divertido. Alice era todava brillantemente optimista.

    Pero Edward se inclin para murmurar en mi oreja, su voz de terciopelo yseria. Solo eres humana una vez, Bella. Divirtete

    Entonces dirigi contra m la fuerza de sus abrasadores ojos dorados,fundiendo mi resistencia con su topacio lquido.

    Bien contest con un mohn, incapaz de echar fuego por los ojos con laeficacia deseada. Me lo tomar con calma.Pero ya vers advert En micaso, la mala suerte se est convirtiendo en un hbito. Seguramente meromper la otra pierna. Mira este zapato! Es una trampa mortal! Levantla pierna para reforzar la idea.

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    Humm mir atentamente mi pierna ms tiempo del necesario, y entoncesmir a Alice con ojos brillantes. Otra vez, gracias.

    Llegaris tarde a casa de Charlie nos record Esme.

    Est bien, vamos, me columpi hacia la puerta.

    Esta Charlie al tanto de esto? pregunt con los dientes apretados.

    Por supuesto, sonri.

    Estaba preocupada, as que no lo advert al principio. Solo fui consciente deun coche plateado, y asum que era el Volvo. Pero entonces se par tan

    despacio para ponerme all que pens que me iba a sentar en el suelo.

    Qu es esto? pregunt, sorprendida de encontrarme en un coche que nome era familiar. Dnde est el Volvo? le interrogu.

    El Volvo es mi coche diario me dijo con cuidado, a sabiendas de que yopoda tener otro ataque. Este es un coche para ocasiones especiales.

    Que pensar Charlie? sacud la cabeza con desaprobacin mientras mesuba y encenda el motor. Ronrone.

    Ah, la mayor parte de la gente en Forks piensa que Carlisle es uncoleccionista vido de coches. Se apresur por el bosque haca la carretera.

    Y no lo es?

    No, ese es ms mi hobby. Rosalie colecciona coches, tambin, pero ellaprefiere perder el tiempo con sus entraas antes que conducirlos. Ellatrabaj mucho en ste para m.

    An me estaba preguntando por qu volvamos a casa de Charlie cuandoaparcamos enfrente. La luz de porche estaba encendida, aunque an nohaba anochecido. Charlie estaba seguramente esperando, y probablementeasomndose por la ventana ahora. Empec a ruborizarme, preguntndome si

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    la primera reaccin de mi padre haca el vestido no sera similar a la ma.Edward pase, demasiado despacio para su velocidad acostumbrada,alrededor del coche para alcanzar mi puerta -confirmando mi sospecha deque Charlie estaba al acecho.

    Entonces, mientras Edward me levantaba con cuidado fuera del pequeocoche, Charlie -muy inusitadamente- sali a la entrada para saludarnos. Mismejillas ardan; Edward lo advirti y me mir, interrogante. Pero nonecesitaba estar preocupada. Charlie no me haba visto an.

    Es esto un Aston Martin? Pregunt a Edward en una voz reverente.

    S; el Vanquish. Los bordes de su boca parecan querer retorcerse, perologr controlarlo.

    Charlie lanz un silbido.

    Quieres probarlo? Edward sujet la llave.

    Los ojos de Charlie finalmente se apartaron del coche. Mir a Edward conuna mezcla de incredulidad y una diminuta esperanza.

    No, dijo reacio, Que dira tu padre?

    Carlisle no tendr inconveniente, dijo Edward sinceramente, rindose.Adelante apret la llave en la mano de Charlie.

    Bien, solo una vuelta rpida Charlie ya acariciaba el guardabarros conuna mano.

    Edward me ayud a cojear hasta la puerta principal, levantndome tanpronto como estuvimos dentro, y llevndome a la cocina.

    Esto ha salido bien de momento dije. Charlie no tuvo la oportunidad deflipar con mi vestido. Edward parpade, sorprendido. No pens en elloadmiti. Sus ojos recorrieron otra vez mi vestido con una expresin crtica.Supongo que ha estado bien que no tomramos el camin, clsico o no.Apart, enfadada, la mirada de su rostro el suficiente tiempo para darme

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    cuenta de que la cocina estaba inusualmente oscura. Haba velas en la mesa,muchas, quizs veinte o treinta velas blancas. La vieja mesa estaba ocultapor una larga y blanca tela y haba dos sillas.

    Es en esto en lo que has estado trabajando hoy?

    No, esto solo me llev un momento. Fue la comida lo que me llev todo elda. S que te parecen los restaurantes lujosos que abruman, no hay muchasopciones que entren en esa categora por aqu, pero decid que no podasquejarte sobre tu propia cocina. Me sent en una de las blancas sillasenvueltas, y empez a reunir cosas del frigorfico y del horno. Me di cuentaque haba solo cubiertos para una persona.

    No vas a alimentar a Charlie tambin? Tiene que volver a casa con el

    tiempo.

    Charlie no puede comer nada ms. Quin piensas que fue mi pinche?Tena que estar seguro de que todo era comestible. Puso un plato delante dem, lleno de cosas que parecan comestibles de sobra.

    Suspir.

    Ests an loca? pas la otra silla alrededor de la mesa para podersentarse junto a mi.

    No. Bueno, s, pero no en este momento. Estaba slo pensando: Ah va, lanica cosa que puedo hacer mejor que t y me has superado. Esto tienebuena pinta... Suspir otra vez.

    El se ri entre dientes. An no lo has probado, s optimista; puede que esthorrible.

    Prob un trozo, me detuve e hice una mueca.

    Est horrible? pregunt l, asustado.

    No, est fabuloso, naturalmente.

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    Que alivio, sonri, tan perfecto como de costumbre. No te preocupes,todava hay muchas cosas en las que eres mejor.

    Nombra una.

    No contest al principio, y, apenas pas levemente su fro dedo por la lneade mi clavcula sosteniendo mi mirada con ojos ardientes, sent mi pielardiendo y sonrojada.

    Ah est eso, murmur, tocando el carmes de mi mejilla. Nunca he vistoa nadie ruborizarse tan bien como lo haces t.

    Genial, frunc el ceo. La reacciones involuntarias, algo de lo quepuedoestar orgullosa.

    Tambin eres la persona ms valiente que conozco.

    Valiente? me burl.

    Pasas todo tu tiempo libre en compaa de vampiros; eso precisa coraje. Yno vacilas en ponerte a una proximidad peligrosa de mis dientes

    Sacud mi cabeza. Saba que no podas sugerir algo.

    Se ri. Yo soy serio, t no. Pero no importa. Come. Me cogi el tenedor,impaciente, y empez a alimentarme. La comida estaba perfecta, porsupuesto.

    Charlie volvi a casa cuando ya haba casi acabado. Mir su rostro concuidado, pero mi suerte se mantena, estaba demasiado deslumbrado por elcoche como para darse cuenta de cmo estaba vestida. Devolvi las llaves aEdward.

    Gracias, Edward, sonri soador. Eso es un coche.

    De nada.

    Cmo estaba todo? Charlie mir mi plato vaco.

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    Perfecto suspir yo.

    Ya sabes, Bella, puedes dejarle que cocine para nosotros de nuevo algunavez, insinu.

    Dirig a Edward una mirada oscura. Estoy segura de que lo har, pap.

    No fue hasta que estuvimos al otro lado de la puerta cuando Charlie sedespert completamente. Edward tena su brazo alrededor de mi cintura,intentando que mantuviese el equilibrio y el apoyo, mientras yo cojeaba en elinestable zapato.

    Mm, parecesmuy mayor, Bella. Poda orel principio de la

    desaprobacin paternal.

    Alice me visti. No pude decir mucho en nada.

    Edward ri tan bajo que solo le o yo.

    Bien, si Alice se abland. Ests guapa, Bells. Se detuvo, con un rayoastuto en sus ojos. As que, debera estaresperando que aparezca algnjoven ms en esmoquin esta noche? gem y Edward ri disimuladamente.Como poda alguien ser tan inconsciente como Tyler, yo no lo poda

    entender. No era que Edward y yo hubisemos sido reservados en el instituto.bamos y volvamos juntos, me haba llevado a todas mis clases, me sentabacon l y su familia en la comida, y l tampoco era tmido en cuanto a besarmeante testigos. Tyler necesitaba ayuda profesional claramente.

    Eso espero, Edward sonri a mi padre. Hay un refrigerador repleto desobras, diles que se ayuden a s mismas.

    No creo; sas son mas, murmur Charlie.

    Apunta los nombres para m, por favor, Charlie. El indicio de amenaza ensu voz era probablemente slo audible para m.

    Ah, ya basta! orden.

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    Por fortuna, al final nos metimos en el coche y nos fuimos al temible baile.

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    De compras con Alice

    El coche era liso, blanco y potente; sus ventanas estaban tintadas de un negro

    limo. El motor ronrone como un gran coche mientras nos apresurbamos atravs de la oscura noche. Jasper conduca con una mano,despreocupadamente, segn pareca, pero el poderoso coche vol haciadelante con una precisin perfecta.

    Alice se sent conmigo en el asiento de piel negra. De alguna manera, durantela larga noche, mi cabeza haba acabado contra su cuello de granito, sus frosbrazos envolvindome, su mejilla apoyada en lo alto de mi cabeza. El frentede su fina camisa de algodn estaba fro, hmedo por mis lgrimas. Si mirespiracin se volva desigual en algn momento, ella murmurara algo de

    forma calmante; con su veloz y aguda voz, los estmulos sonaban cantarines.Para mantenerme en calma, me centr en el tacto de su fra piel; era como unaconexin fsica con Edward.

    Ambos me haban asegurado -cuando me percat, con pnico, de que todasmis cosas seguan en la furgoneta- que dejarlo atrs era necesario, haba quehacer algo con mi olor. Me dijeron que no me preocupara por las ropas ni eldinero. Trataba de creerles, haciendo un esfuerzo para ignorar lo incmodaque estaba en el conjunto de Rosalie. Era una cosa trivial de la quepreocuparse.

    En las llanas carreteras, Jasper nunca baj el velocmetro de 120 millas porhora. Pareca completamente inconsciente de los lmites de velocidad, perono vimos ningn coche patrulla en la carretera. Las nicas rupturas en lamonotona de la conduccin fueron las dos paradas que hicimos para echargas-oil. Not, ociosa, que Jasper fue dentro a pagar a efectivo ambas veces.

    El amanecer comenz a abrirse cuando estbamos en alguna parte en el nortede California. Mir por la ventanilla con los ojos secos, semicerrados, como

    la luz gris que se irradiaba a travs del cielo despejado. Estaba exhausta, peroel sueo haba desaparecido, mi mente estaba demasiado llena de imgenesperturbadoras como para relajarme en la inconsciencia. La destrozadaexpresin de Charlie, el brutal gruido de Edward, con los dientes aldescubierto, la penetrante mirada fija del perseguidor, la expresin triste de

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    Laurent, la mirada muerta en los ojos de Edward despus de que l me besarala ltima vez; como si todava centellearan frente a mis ojos, mis sentimientosalternaron entre el terror y la desesperacin.

    En Sacramento, Alice pidi a Jasper que parara, para conseguirme comida.

    Pero sacud mi cabeza cansadamente, y le dije que siguiese conduciendo convoz apagada.

    Unas pocas horas despus, en un suburbio a las afueras de L.A., Alice levolvi a hablar suavemente sobre parar a por comida, y l sali de la autovaal sonido de mis dbiles protestas. Un gran centro comercial era visible desdela autova, y se dirigi all, entrando en el estacionamiento de la plantasubterrnea para aparcar.

    Qudate en el coche, le orden Alice a Jasper.

    Ests segura?- l sonaba receloso.

    No veo a nadie ms por aqu dijo ella. Jasper asinti, accediendo.

    Alice me cogi de la mano y me sac del coche. Se aferr a mi mano,mantenindome cerca de ella mientras caminbamos por el oscuro garaje.Ella rode el borde del garaje, mantenindose en las sombras. Apreci cmosu piel pareca brillar en la luz del sol que se reflejaba de la acera. El centro

    comercial estaba abarrotado, y varios grupos de compradores giraban lacabeza para vernos pasar cerca.

    Caminamos bajo un puente que cruzaba desde el nivel superior delaparcamiento al segundo local de un gran almacn, siempre mantenindonosfuera del alcance de la luz solar directa.

    Una vez dentro, bajo las luces fluorescentes del almacn, Alice destacabamenos - era simplemente una muchacha alarmantemente plida, pero conoscuros ojos y pelo negro puntiagudo. Estaba segura de que las ojeras bajomis propios ojos eran ms evidentes que las suyas. Todava captamos laatencin de alguno que ech un vistazo en nuestra direccin. Me preguntabalo que crean que vean. La delicada y danzarina Alice, con su llamativo

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    rostro de ngel, vestida de un modo ligero, con plidas prendas que nodisminuan lo suficiente su palidez, manteniendo sus manos conmigo,obviamente controlando, mientras yo arrastraba cansadamente mis torpespies, iba costosas ropas, y mi enredado pelo estaba atado en nudos a miespalda.

    Alice me condujo inevitablemente al restaurante.

    Qu quieres comer?

    El olor de las comidas rpidas grasientas dobl mi estmago. Pero la miradade Alice no dejaba lugar a dudas. Ped sin entusiasmo un bocadillo de pavo.

    Puedo ir al bao? pregunt en cuanto nos dirigimos a la cola.

    Vale contest, y cambi de direccin, sin soltar mi mano.

    Puedo ir sola. La atmsfera del centro comercial me pareci lo ms normalque haba vivido desde nuestro desastroso juego de anoche.

    Lo siento, Bella, pero Edward va a leerme la mente cuando me vea, y sidescubre que te he dejado fuera de mi vista durante un minuto Alice secalm, no dispuesta a contemplar las horribles consecuencias.

    Al menos esper fuera del abarrotado cuarto de bao. Me lav la cara, ascomo las manos, ignorando las asustadas miradas de las mujeres de mialrededor. Trat de peinarme el pelo con los dedos, pero me rendrpidamente. Alice cogi mi mano, ya nuevo en la puerta, y volvimoslentamente a la cola de la comida.

    Yo estaba retrasndome, pero ella no se impacientaba conmigo.

    Me miraba comer, primero despacio y luego ms deprisa a medida que miapetito resucitaba. Me beb la soda que ella me compr tan rpido que medej sola un momento -sin quitarme la vista de encima, claro- paraconseguirme otra.

    La comida que t comes es definitivamente ms conveniente que la nuestra

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    coment cuando acab, pero no parece tan divertido.

    Me imagino que cazar es ms excitante

    No te haces idea. Sonri con una amplia sonrisa de brillantes dientes, y

    varias personas giraron la cabeza en nuestra direccin.

    Tras tirar los restos, me condujo por los anchos pasillos del centro comercial,con sus ojos reluciendo cada vez que vea algo que le gustaba, llevndomejunto a ella en cada parada. Se detuvo un momento en una boutique muy carapara comprar tres pares de gafas de sol, dos de mujer y uno de hombre. Notla renovada y ahora respetuosa mirada del vendedor hacia Alice cuando stale entreg una inusual y pulcra tarjeta de crdito con lneas doradascruzndola. Adems de esa boutique en la qucompr las gafas, tambin

    encontr una tienda de accesorios donde compr un peine y gomas de pelo.

    Pero en realidad no dej las ventas hasta que me introdujo en el tipo detiendas que yo nunca visitaba porque el precio de un par de calcetines estabafuera de mi alcance.

    Tienes aproximadamente una talla 2. Era una declaracin, no una pregunta.

    Me utiliz como una mula de carga, cargndome con una exagerada cantidadde ropa. Aqu y all poda verla alcanzando una talla extra-pequea cuando

    escoga algo para ella misma. Las prendas que seleccionaba para s mismaeran todas de materiales ligeros, pero que la tapaban mucho o largas hasta elsuelo, diseadas para cubrir el mximo posible de su piel. Un sombrero negrode paja de ala ancha coron la montaa de prendas de ropa.

    La dependienta tuvo una reaccin similar a la del hombre de la boutique deantes ante la inusual tarjeta de crdito, volvindose ms servicial, y llamandoa Alice seorita, aunque pronunci el nombre de otra persona. Una vezfuera del centro comercial, con los brazos cargados de bolsas, de las cualesella cargaba la parte de un len, le pregunt sobre ello.

    Qu te llam? No era tu nombre

    Esa tarjeta de crdito dice Rachel Lee. Vamos a ser muy cuidadosos para no

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    dejar ningn tipo de pista para el rastreador. Y ahora, vamos a cambiarte deropa.

    Pens sobre ello cuando Alice me llev de vuelta a los aseos, ponindome enel recinto para minusvlidos de modo que tuviera sitio para moverme. La

    escuch rebuscar en las bolsas, para finalmente pasarme un ligero vestidoazul de algodn por encima de la puerta. Agradecida, me quit los vaqueroslargos y ajustados de Rosalie, di un tirn a la blusa que me envolva en todoslos lugares errneos y se los arroj por encima de la puerta. Me sorprendi elque me pasase un par de suaves sandalias de piel por debajo de la puerta-cundo las haba adquirido? El vestido me sentaba asombrosamente bien, elcostoso corte era evidente en la manera en que encajaba a mi alrededor.

    En cuanto abr la puerta, not que estaba tirando las ropas de Rosalie a la

    papelera.

    Guarda tus zapatillas de deporte, dijo. Las puse dentro de una de las bolsas.

    Volvimos al garaje. Alice logr menos miradas esta vez; estaba tan cubiertapor bolsas que su piel apenas era visible.

    Jasper estaba esperando. Se desliz fuera del coche al vernos -el maleteroestaba abierto. Mientras alcanzaba primero mis bolsas, ech a Alice unamirada sarcstica.

    Sabaque deba haber ido, murmur.

    S, reconoci ella, te habran apreciado muchsimo en el bao demujeres.

    l no respondi.

    Alice hurg rpidamente dentro de sus bolsas antes de ponerlas en elmaletero. Le pas a Jasper un par de gafas de sol, ponindose ella otro par.Me pas el tercer par, y el cepillo del pelo. Y sac una camisa larga, fina,negra transparente, ponindosela encima de su camiseta, dejndola abierta.

    Por ltimo, aadi el sombrero de paja. En ella, el improvisado traje pareca

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    corresponder a una supermodelo. Ella agarr un puado ms de ropa y,haciendo una bola con ellas, abri la puerta trasera e improvis una almohadasobre el asiento.

    Necesitas dormir ya me orden firmemente. Me reclin despacio y

    obedientemente en el asiento, posando mi cabeza al instante y acurrucndomea su lado. Estaba medio dormida cuando el coche arranc.

    No deberas haberme comprado todas estas cosas caras, Alice mascull.

    No te preocupes por eso, Bella. Durmete. Su voz sonaba tranquila yreposada.

    Gracias, suspir, y ca en un incmodo sueo.

    Fue el dolor de dormir en mala postura lo que me despert. Estaba todavacansada y exhausta, pero me puse nerviosa en cuanto record dnde estaba.Me sent a tiempo para ver el Valle del Sol por la ventanilla, y delante de mla extensin amplia y llana, de tejados, palmeras, autopistas, niebla txica ypiscinas, abrazada por los peascos pequeos y rocosos que llamamosmontaas. Estuve sorprendida de no sentir ninguna sensacin de alivio,porque slo senta una aoranza fastidiosa de los cielos lluviosos y losespacios verdes del lugar llamado Forks que para m significa Edward.Sacud mi cabeza, intentando hacer retroceder a la desesperacin que

    amenazaba con abrumarme.

    Jasper y Alice estaban hablando, a sabiendas, estoy segura, de que estabaconsciente de nuevo, aunque no dieron ninguna seal de saberlo visible. Susveloces y suaves voces, una grave y una aguda, se enlazaban musicalmente ami alrededor. Deduje que estaban discutiendo dnde parar.

    Bella, Alice se dirigi a m como si ya fuera parte de la conversacin,Cul es el camino al aeropuerto?

    Sigue por la I-10 dije automticamente, pasaremos justo por l.

    Pens un momento, con mi cerebro todava confuso por el sueo.

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    Vamos a volar a algn sitio? pregunt.

    No, pero es mejor estar cerca, por si acaso. Abri su telfono mvil, y, porlo visto, llam a informacin. Hablaba ms despacio de lo habitual,preguntando por hoteles cerca del aeropuerto, de acuerdo con una sugerencia,

    y luego esperando mientras era puesta en contacto. Hizo reservas para unasemana bajo el nombre de Christian Bower, recitando a toda prisa un nmerode tarjeta de crdito sin siquiera mirarlo. La escuch repitiendo direccionespor el bien del operador; estoy segura de que ella no necesitaba ayuda con sumemoria.

    La vista del telfono me haba recordado mis responsabilidades.

    Alicedije cuando ella acab de hacer la reserva, necesito llamar a mi

    padre. Mi voz era seria. Ella me pas el telfono sin decir nada.

    Era ltima hora de la tarde; esperaba que Charlie estuviera en el trabajo. Perorespondi al primer "Ring". Me deprim, imaginndome su ansiosa caravigilando el telfono atentamente a la espera de mi llamada.

    Pap? dije vacilante.

    Bella! Dnde ests, cario? La conmocin ti su voz.

    Estoy en la carretera. No era necesario hacerle saber que haba hecho unrecorrido que normalmente se hara en tres das en una sola noche.

    Bella, tienes que dar la vuelta. Charlie luchaba por convencerme.

    Necesito ir a casa, pap.

    Cario, hablemos de esto con calma. No necesitas irte slo por un chico.Podra decirse que estaba siendo muy cuidadoso con sus palabras.

    Pap, dame una semana. Necesito pensarme las cosas, y luego decidir sivuelvo. No tiene nada que ver contigo, de acuerdo? Mi voz tembllevemente. Te quiero, pap. Sea lo que sea lo que decida, te ver pronto. Loprometo.

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    De acuerdo, Bella. Su voz sonaba resignada. Llmame cuando llegues aPhoenix.

    Te llamar desde casa, pap. Adis.

    Adis, Bella. Charlie vacil antes de colgar.

    Por lo menos estaba de buenas con mi padre de nuevo, pens mientrasdevolva el telfono a Alice. Ella me observaba atentamente, quizsesperando otro bajn emocional por mi parte. Pero yo slo estaba cansada.

    La familiar ciudad vol por mi oscura ventanilla. El trfico era ligero, porsuerte. Cruzamos rpidamente por el centro de la ciudad, y luego viramos

    alrededor de la parte norte de Sky Harbour International, girando al sur enTemple. Slo al otro lado del hmedo cauce del Ro Salt, a una milla o as delaeropuerto, Jasper sali ante la orden de Alice. Ella le dirigi fcilmente atravs de las superficiales calles a la entrada del aeropuerto Hilton.

    Yo haba estado pensado en el Motel 6, pero estaba segura de que ellospasaran cualquier preocupacin por el dinero por alto. Aparentaban tener unamontaa sin fin.

    Entramos en el aparcamiento, situado a la sombra de un gran toldo, y dos

    botones se colocaron rpidamente al lado del impresionante automvil.Jasper y Alice bajaron del coche, pareciendo estrellas del cine con susoscuras gafas. Yo baj torpemente, rgida por las largas horas en el coche,sintiendo acogedor estirar las piernas. Jasper abri el maletero, y el solcitopersonal rpidamente coloc nuestras bolsas de la compra en un carrito.Estaban demasiado bien entrenados como para mostrar ninguna miradasorprendida ante nuestra carencia de un equipaje decente.

    El coche haba estado muy fresquito en su oscuro interior; andando por latarde de Phoenix, hasta en la sombra, era como ponerr mi cabeza dentro de unhorno de asar. Por primera vez en ese da, me sent en casa.

    Jasper cruz un paso de seguridad por el vestbulo vaco. Alice se mantuvocon cuidado a mi lado, con los botones tras nosotros llevando con

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    impaciencia nuestras bolsas llenas. Jasper se acerc al escritorio con su aireinconscientemente majestuoso.

    Bower, fue todo lo que dijo a la aparentemente profesional recepcionista.Ella proces la informacin rpidamente, con tan slo un mnimo vistazo

    hacia el dolo de pelo dorado que tena delante, traicionando as su cuidadosaeficiencia.

    Fuimos conducidos rpidamente a nuestra gran suite. Saba que los dosdormitorios eran por mera apariencia, a Alice y Jasper esos detalles leshabran dado igual si no fuese por m. Los botones descargaroneficientemente nuestras bolsas mientras yo me sentaba en el sof concansancio y Alice corra a examinar otros espacios con sus andares debailarina. Jasper dio la mano a los botones cuando se iban, y la mirada que

    ambos intercambiaron yendo hacia la puerta era ms que satisfecha; eracomplacida. Luego, nos quedamos solos en la habitacin.

    Jasper fue hacia las ventanas, cerrando los dos niveles de cortinas conseguridad y bajando las persianas un poco. Alice apareci y dej caer unmen de servicio de habitaciones en mi regazo.

    Pide algo aconsej.

    Estoy bien, dije sin entusiasmo.

    Me lanz una oscura mirada, y recuper el men. Quejndose de algo acercade Edward, levant el telfono.

    Alice, de verdad... comenc, pero me mir en silencio, as que me call. Apoy mi cabeza en el reposabrazos del sof y cerr los ojos, derrotada por elcansancio.

    Una llamada en la puerta me despert. Salt tan rpido que me ca del sof alsuelo, y me golpe la frente contra la mesa de centro.

    Ouch, dije aturdida, acaricindome la cabeza.

    Escuch a Jasper rerse, y levant la vista para verle tapndose la boca,

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    intentando ahogar el resto de su diversin. Alice lleg a la puerta,presionando sus labios firmemente para no rerse, los bordes de su boca seestiraban, rgidos.

    Me ruboric y me ech hacia atrs en el sof, sostenindome la cabeza entre

    las manos. En cuanto a lo que haba llamado a la puerta, era mi comida; elolor de carne roja, queso, ajo y patatas arremolinndose de manera atractiva ami alrededor. Alice me llev la bandeja tan hbilmente como si hubiera sidocamarera durante aos, y la coloc en la mesa ante mis rodillas.

    Necesitas protenas explic, levantando la plateada tapa semiesfrica paramostrar un gran filete y una decorativa escultura de patata. Edward no estarcontento contigo en absoluto si tu sangre huele anmica cuando est aqu.Estaba segura de que estaba bromeando.

    Ahora que poda oler la comida, estaba hambrienta de nuevo. Com veloz,sintiendo a mi energa volver a m en cuanto los azcares llegaron a mitorrente sanguneo. Alice y Jasper me ignoraban, viendo las noticias yhablando tan rpida y calladamente que no pude entender ni una palabra.

    Un segundo golpe son en la puerta. Salt sobre mis pies, evitando por unpelo otro accidente con la medio vaca bandeja en la mesa de centro.

    Bella, necesitas calmarte dijo Jasper mientras Alice abra la puerta. Un

    miembro del personal de limpieza le dio una pequea bolsa con el logotipodel Milton, y se fue rpidamente por el pasillo. Alice lo trajo y me lo entreg.Lo abr, expectante, para encontrarme un cepillo de dientes, pasta de dientes,y todas las dems cosas crticas que me haba dejado en mi vieja camioneta.Unas lgrimas aparecieron en mis ojos.

    Sois tan amables conmigo, mir a Alice y luego a Jasper, agobiada porcmo iba a devolver el favor.

    Haba notado que Jasper el ms cuidadoso, manteniendo siempre lasdistancias conmigo, de modo que me sorprendi cuando vino a mi lado ycoloc su mano en mi hombro.

    Ahora eres parte del clan, brome l, sonriendo calurosamente. De repente,

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    sent un pesado agotamiento fluyendo por mi cuerpo; mis prpados mepesaban demasiado como para mantenerlos abiertos.

    Muy sutil, Jasper escuch comentar a Alice en tono sarcstico. Sus fros ydelgados brazos resbalaron bajo mis rodillas y a mis espaldas. Ella me

    levant, pero yo ya estaba dormida antes de que me dejase en la cama.

    Era muy temprano cuando me despert. Haba dormido bien, sin sueosraros, y estaba ms alerta de lo que sola estar al despertar. En el dormitorioestaba oscuro, pero haba destellos azulados de luz proviniendo desde debajode la puerta. Tante con la mano a ciegas, intentando encontrar una lmparaen la mesilla de noche. Una luz apareci sobre mi cabeza, y Alice estaba all,arrodillndose a mi lado, con su mano en la lmpara que, insensatamente,haban montado sobre la cabecera.

    Lo siento, Bella" dijo mientras yo me desplomaba sobre la almohada,aliviada. Jasper tiene razn, continu, necesitas relajarte. Ests muyestresada.

    Bien, vale, pero no le digas esome quej. Si intenta relajarme ms, entraren coma.

    Alice se ri tontamente. Lo has advertido, eh?

    Si me hubiera golpeado la cabeza con una sartn habra sido menos obviocontest con sorna.

    Necesitabas dormir. Se encogi de hombros, sonriendo todava.

    Y ahora necesito una ducha, hala! Me di cuenta de que yo an llevaba elligero vestido azul, el cual estaba ms arrugado de lo que tena derecho aestar. Mi boca tena un regusto turbio.

    Creo que vas a tener un moratn en la frente, coment mientras yo mediriga al bao.

    Despus de haberme lavado y aseado, me sent mucho mejor. Me puse lasprendas que Alice dej para m en la cama: una camisa verde militar, que

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    pareca estar hecha de seda, y pantalones cortos marrones de lino. Me sentculpable, ya que mis nuevas cosas eran mucho ms agradables a la vista quecualquiera de las otras prendas que haba dejado en Forks.

    Fue agradable hacer por fin con mi pelo; los champs del hotel eran de una

    marca de buena calidad, y mi pelo resplandeci de nuevo. Me tom mi tiempoal secarlo, procurando una perfecta rectitud. Tuve el presentimiento de que noharamos gran cosa hoy. Mientras pensabaen esto, una estrecha inspeccin enel espejo revel una sombra oscureciendo mi frente. Fabuloso.

    Cuando al fin aparec, la luz brillaba al mximo alrededor de los bordes de lasgruesas cortinas. Alice y Jasper estaban sentados en el sof, mirando fija ypacientemente la televisin, con el sonido casi apagado. Haba una nuevabandeja de comida en la mesa.

    Come, orden Alice, sealndola firmemente.

    Me sent, obediente, en el suelo, y com sin sentir siquiera el saber de lacomida. No me gustaba la expresin de sus caras, estaban demasiado quietos.No apartaban la vista de la pantalla, ni siquiera cuando echaban anuncios.Empuj la bandeja a un lado, con el estmago repentinamente revuelto y singanas de comer. Alice mir hacia la mesa, observando con mirada disgustadala bandeja todava llena del todo.

    Qu es lo que va mal, Alice? pregunt dcilmente.

    Todo va bien, Bella Me mir con unos ojos abiertos y sinceros que no mecre ni por un segundo.

    Bien, qu hacemos ahora?

    Esperaremos a que Carlisle llame respondi con senci llez.

    Y no debera haber llamado ya? Me pareci que me iba acercando almeollo del asunto. Los ojos de Alice revolotearon desde los mos hacia eltelfono que estaba encima de su bolso; luego, volvi a mirarme, veloz.

    Qu significa eso? Me temblaba la voz y luch para controlarla. Qu

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    quieres decir con que no han llamado?

    Simplemente que no tienen nada que decir. Pero su voz sonaba demasiadomontona, y el aire se me hizo ms difcil de respirar.

    Bella, dijo Jasper con una voz sospechosamente tranquilizadora, no tienesde qu preocuparte. Aqu ests completamente a salvo.

    Crees que es por eso por lo que estoy preocupada? pregunt conincredulidad.

    Entonces, por qu lo ests? l estaba tambin confundido: aunque podasentir el tono de mis emociones, no poda saber las razones que lasmotivaban.

    Ya oste a Laurent. Mi voz era slo un susurro, pero estaba segura de quepoda orme, sin duda. Dijo que James era mortfero. Qu pasa si algo vamal y se separan? Si cualquiera de ellos sufriera algn dao, Carlisle,Emmett Edward... Tragu saliva. Si esa mujer brutal le hace dao aRosalie o a Esme... hablaba cada vez ms alto, y en mi voz apareci una notade histeria. Cmo podr vivir despus sabiendo que fue por mi culpa?Ninguno de vosotros debera arriesgarse por m...

    Bella, Bella, para... me interrumpi Jasper, con sus palabras fluyendo

    rpidamente. Te preocupas por lo que no debes, Bella. Confa en m en esto:ninguno de nosotros est en peligro. Ya soportas demasiada presin tal comoestn las cosas, no hace falta que le aadas todas esas innecesariaspreocupaciones.Escchame! me orden, porque yo haba vuelto la mirada aotro lado. Nuestra familia es fuerte. Nuestro nico temor es perderte.

    Pero por qu...? Alice fue quien me interrumpi esta vez, tocndome lamejilla con sus dedos fros.

    Edward lleva solo casi un siglo. Ahora te ha encontrado, y nuestra familiaest completa contigo. Crees que podramos mirarle a la cara los prximoscien aos si te pierde?

    La culpa remiti lentamente cuando me sumerg en sus ojos dorado oscuro.

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    Pero, incluso mientras la calma se extenda sobre m, saba que no podaconfiar en mis sentimientos con Jasper presente.

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    Luna Nueva

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    Llamada que tuvo Rosalie con Edward

    El mvil de mi bolsillo son de nuevo. Era ya la vigsimoquinta vez que

    sonaba en veinticuatro horas. Baraj la opcin de levantar la tapa para ver almenos quin trataba de contactar conmigo. Tal vez se trataba de algoimportante. A lo mejor Carlisle me necesitaba.

    Reflexion un rato sobre ello, pero no me mov.

    No estaba realmente seguro de dnde estaba. En algn tico oscuro yclaustrofbico, lleno de ratas y araas. Las araas me ignoraban, y las ratas semantenan a cierta distancia de m. El aire era denso, con un fuerte aroma aaceite de cocina, carne rancia, sudor humano, y la prcticamente slida capa

    de polucin que era visible en el aire hmedo, como una fina pelcula negraque se haba depositado encima de todo. Debajo de m, cuatro historias de unadesvencijada vivienda convivan conmigo, formando parte de m. No memolestaba en separar sus voces de mis pensamientos - producan un fuerteclamor en espaol que no escuchaba-. Tan slo dejaba que los sonidos meentraran por un odo y me salieran por el otro. Insignificante. Todo ello erainsignificante. Mi propia existencia era insignificante.

    El mundo entero era insignificante.

    Con la frente presionada contra mis rodillas, me pregunt cunto tiempo seracapaz de seguir as. A lo mejor era intil. A lo mejor, si mi intento estabacondenado al fracaso de todas maneras, debera dejar de torturarme y volver...

    La idea era tan tentadora, tan saludable - como si las palabras por s solascontuvieran un fuerte sedante que borrara la montaa de dolor debajo de laque estaba enterrado - que me haca jadear, me mareaba.

    Podra dejarlo ahora, podra volver.

    La cara de Bella, siempre tras mis prpados, me sonrea.

    Era una sonrisa de bienvenida, de perdn, pero no ejerca la influencia que misubconsciente probablemente intentaba darle.

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    Desde luego que no poda volver. Qu era mi dolor, despus de todo, encomparacin con su felicidad? Ella debera ser capaz de sonrer, libre decualquier tipo de miedo o peligro. Libre de un futuro eterno y desangelado.Ella se mereca algo mejor que eso. Ella se mereca algo mejor que yo.

    Cuando dejara este mundo, ira a ese lugar que tan prohibido estaba para m,sin importar mi conducta en este mundo.

    La idea de ese final definitivo era mucho ms intensa que el dolor que yasenta. Mi cuerpo temblaba slo de pensarlo. Cuando Bella tuviera que irse allugar al que perteneca y al que yo nunca podra ir, yo no podra quedarmeatrs. Tiene que haber olvido. Tiene que haber alivio.

    Esa era mi esperanza, pero no haba garantas. Dormir o, incluso, soar. Ay,

    siempre igual me dije. Incluso aunque no fuera ms que cenizas, de algunamanera seguira sintiendo la tortura de su prdida?

    Un escalofro me recorri la espalda de nuevo.

    Maldita sea! Lo haba prometido. Le haba prometido que no volvera aatormentar su vida de nuevo, trayendo mis oscuros demonios a ella. No iba avolver a su mundo. Podra reportarle eso algn bien? Cualquier mnimobien?

    La idea de volver al pequeo y permanente nublado pueblecito que siempresera mi verdadero hogar en este planeta volvi a colarse en mis pensamientosde nuevo.

    Slo para asegurarse. Slo para ver que ella estaba bien, segura y feliz. Nopara intervenir. Ella nunca se enterara

    No. Mierda, no.

    El mvil vibr de nuevo.

    Mierda, mierda, mierda, gru.

    Podra aprovechar la distraccin, supuse. Abr el mvil. Observ los

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    nmeros, dndome el primer susto que haba sentido en seis meses.

    Por qu estara Rosalie llamndome? Ella sera probablemente la que ms seestaba divirtiendo con mi separacin de Bella.

    Deba de tratarse de algo realmente importante si ella necesitaba hablarconmigo. De repente empec a preocuparme por mi familia y apret el botnde llamada.

    Qu?, le pregunt muy tenso.

    Oh, woah. Edward me ha respondido al telfono. Me siento tan honrada

    Tan pronto como o su tono de voz, supe que mi familia estaba bien. Deba de

    estar muy aburrida. Resultaba difcil adivinar sus motivos sin tener suspensamientos como gua. Rosalie nunca haba tenido mucho sentido para m.Sus impulsos estaban normalmente basados en los ms retorcidos sentidos dela lgica.

    Colgu y cerr el mvil bruscamente.

    Djame en paz, susurr para m mismo.

    Como era de esperar, el mvil volvi a sonar de nuevo.

    Seguira llamndome hasta que le pasara a otro el mensaje con el que tenaplaneado molestarme? Probablemente. Pasaran meses hasta que se sintieracansada de este juego. Baraj la posibilidad de dejar que se pasara el resto delao apretando una y otra vez el botn de rellamada y entonces suspir yrespond al telfono otra vez.

    Vete directa al grano.

    Rosalie me lanz de sopetn las palabras: Supuse que te gustara saber queAlice est ahora mismo en Forks.

    Abr los ojos y me qued mirando fijamente a las vigas de madera podrida ametro y medio de mi cara.

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    Qu? Mi voz era llana, sin emociones.

    Ysabes como es Alice; como si ella lo supiera todo. Como t. Rosalie seri sin gracia. Su voz tena un deje de nerviosismo, como si de repente no

    estuviera del todo segura de lo que iba a hacer.

    Pero mi rabia hizo difcil que me preocupara qu problema tena Rosalie.

    Alice me haba jurado que seguira mi iniciativa por respeto a Bella, sinimportar si estaba de acuerdo o no con mi decisin. Ella haba prometido quedejara a Bella sola tanto tiempo como yo lo hiciese. Claramente, habapensado que tarde o temprano me doblegara al dolor. A lo mejor tena raznrespecto a eso.

    Pero no lo haba hecho. No an. As que, qu estaba haciendo en Forks?Quera estrujar su cuello tan delgado. Seguramente Jasper no me dejaraacercarme tanto a ella, aunque una vez que captara un atisbo de la furia quemanaba de m

    Sigues ah, Edward? me pregun Rosalie.

    No respond. Apret el puente de mi nariz, preguntndome si era posible queun vampiro tuviera migraas.

    Por otro lado, si Alice ya haba vuelto

    No. No. No. No.

    Haba hecho una promesa. Bella se mereca una vida. Haba hecho unapromesa. Bella se mereca una vida.

    Me repet estas palabras como un mantra, tratando de apartar mi mente de laseductora imagen de la ventana oscura de la habitacin de Bella; la puerta ami santuario.

    No haba duda de que tendra que arrastrarme, si volva. Eso no meimportaba. Podra felizmente pasarme una dcada entera de rodillas si

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    estuviera con ella.

    No, no, no.

    Edward? No te importa siquiera por qu Aliceha ido all?

    No precisamente.

    La voz de Rosalie se volvi ligeramente pagada de s misma, encantada, sinduda, de haberme sonsacado una respuesta. Bueno, desde luego, no estrompiendo exactamente las reglas. Quiero decir, bueno, en realidad nosdijiste que nos mantuviramos lejos de Bella, no? El resto de Forks noimporta.

    Parpade muy despacio. Bella se haba ido? Mis pensamientos rondabanalrededor de esa idea tan inesperada. An no se haba graduado, as que debade haber vuelto con su madre. Eso era bueno. Podra vivir a la luz del sol. Erabueno que hubiera sido capaz de dejar las sombras tras de s.

    Trat de tragar, pero no pude.

    Rosalie solt una risita nerviosa. As que no tienes por qu estar enfadadocon Alice

    Entonces, por qu me has llamado Rosalie, si era para meter a Alice enlos? Por qu me molestas? Ugh!

    Espera!, dijo, sintiendo, correctamente, que poda volver a colgarle denuevo. Esa no es la razn por la que te he llamado!

    Entonces por qu? Dmelo rpido y djame en paz.

    Bueno, dud.

    Sultalo de una vez, Rosalie. Tienes diez segundos.

    Pens que deberas volver a casa, dijo rpidamente. Estoy cansada deaguantar a Esme afligida todo el tiempo a Carlisle sin rerse. Deberas sentirte

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    avergonzado de de lo que les has hecho. Emmet te echa de menos todo el ratoy me pone nerviossima. Tienes una familia. Crece de una vez y piensa enalgo ms que en ti mismo.

    Interesante consejo, Rosalie. Deja que te cuente una pequea historia de una

    olla y una tetera

    (NdT: Se refiere a algo as como la expresin popular "le dijo la sartn alcazo", para expresar que ella no es mejor o que hace lo mismo y luegocritica)

    Yo pienso en ellos, no como t. Si no te importa cunto dao les has hecho alos dems, al menos de importa lo que ha sufrido Esme? Ella te quiere msque el resto de nosotros, y lo sabes. Vuelve a casa.

    No respond.

    Pens que una vez que todo esto de Forks hubiera terminado, te repondrasme reproch.

    Forks nunca fue el problema, Rosalie, dije tratando de ser paciente. Lo quehaba dicho de Esme y Carlisle me haba calado hondo. Slo porque Bella" -era duro decir su nombre en voz alta - "se haya mudado a Florida, no significaque yo sea capaz de Mira, Rosalie. Lo siento de verdad, pero, creme,

    nadie se sentira ms feliz si yo estuviera all.

    Mmm

    Ah estaba, esa nerviosa vacilacin de nuevo.

    Qu es lo que no me ests contando, Rosalie? Se encuentra Esme bien?Es Carlisle?

    Ellos estn bien. Es slo que bueno, yo nunca dije que Bella se hubiesemudado.

    No habl. Desat una conversacin en mi cabeza. S, Rosalie haba dicho queBella se haba mudado. Haba dicho: En realidad nos dijiste que nos

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    mantuviramos lejos de Bella, no? El resto de Forks no importa. Y luego:Pens que una vez que todo esto de Forks hubiera terminado As queBella no estaba en Forks. Qu quera decir entonces? Bella no se habamudado?

    Entonces Rosalie volvi a hablar rpidamente, soltando las palabras enojadaesta vez.

    No quieren que te lo diga, pero me parece estpido. Cuanto antes te repongasde esto, antes las cosas volvern a la normalidad. Por qu dejar que tedeprimas por oscuras esquinas de todo el mundo sin necesidad para ello?Puedes volver a casa ahora. Podemos volver a ser una familia de nuevo. Seacab.

    Mi mente pareca rota. No encontraba sentido a sus palabras. Pareca como sihubiera algo muy, muy obvio en lo que me deca, pero no tena ni idea de loque era. Mi cerebro barajaba la informacin, buscando extraos enlaces entreella. No tena sentido.

    Edward?

    No entiendo lo que dices, Rosalie.

    Hubo una larga pausa, equivalente a varios latidos del corazn de un humano.

    Est muerta, Edward

    Hubo una pausa an ms larga.

    Yo lo siento. Tienes derecho a saberlo, vamos, eso es lo que creo. Bellase tir de un acantilado hace dos das. Alice lo vio, pero era demasiado tardepara hacer nada. Creo que habra ayudado, quiero decir, que habra roto supalabra, si hubiera tenido tiempo. Ella volvi para hacer todo lo posible porCharlie. Ya sabes cunto se ha preocupado siempre por l.

    La lnea qued muerta. Me llev unos segundos darme cuenta de que habasido yo el que haba apagado el mvil.

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    Me sent en el suelo polvoriento un rato, el espacio se haba congelado. Eracomo si el tiempo se hubiera terminado; como si el universo se hubieseparado.

    Poco a poco, me fui moviendo como un hombre viejo. Volv a encender el

    mvil y marqu el nico nmero al que me haba prometido no volver allamar nunca.

    Si lo coga ella, colgara. Si lo coga Charlie, le sonsacara la informacin quenecesitaba engandolo. Probara que el chiste sin gracia de Rosalie estabaequivocado, y entonces volvera a mi nada.

    Residencia Swan, respondi una voz que no haba odo nunca. Una vozronca y profunda de hombre, pero con un deje an juvenil.

    No me par a pensar en las implicaciones de aquello.

    Soy el Dr. Carlisle Cullen, dije, imitando perfectamente la voz de mi padre.Puedo hablar con Charlie?

    No est aqu, respondi la voz, sorprendindome un poco el enfado de suvoz. Las palabras eran casi un gruido. Pero eso no importaba.

    Bueno, dnde est entonces?, pregunt, ponindome cada vez ms

    impaciente.

    Hubo una pequea pausa, como si el extrao quisiera negarme ciertainformacin.

    Est en el funeral, respondi finalmente la voz.

    Colgu el mvil otra vez.

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    La llamada que tuvo Rosalie (desde el punto de vistade esta) con Alice cuando sta se dio cuenta que se

    haba equivocado con lo de Bella

    Clculo errneo

    Un minsculo sonido -no aqu, sino a unas cien yardas al norte- me hizosaltar. Mi mano se aferr automticamente al telfono, cerrndolo yocultndolo de la visin en el mismo movimiento.

    Coloqu mi pelo sobre mi hombro de un tirn y ech una ojeada furtiva albosque travs de las altas ventanas. El da era oscuro, nublado; mi propioreflejo era ms brillante que los rboles y las nubes. Mir fijamente mis ojos

    anchos y asustados, mis labios curvados hacia abajo, el pequeo plieguevertical de mi frente...Frunc el ceo, cambiando la expresin de culpabilidad por una de desprecio.Atractivo desprecio. Distrada, observ cmo una fiera expresin satisfizo micara, haciendo un contraste agradable con el oro de mis gruesos rizos. De lamisma manera, mis ojos exploraron el vaco bosque de Alaska, y me hicieronver que an estaba sola. El sonido no haba sido nada humano o vamprico, unpjaro o la brisa quiz.

    "No hay necesidad de aliviarse", me dije. No hay por qu disculparse. No he

    hecho nada malo.

    Estaban los otros planeando no decirle nunca la verdad a Edward? Dejarlorevolcarse en la angustia para siempre en los tugurios repugnantes, mientrasque Esme se afliga y Carlisle conjeturaba cada una de sus decisiones, y laalegra natural de Emmett desapareca lentamente en soledad? Era eso justo?

    Adems, no haba manera de guardar secretos a Edward a largo plazo. Anteso despus l vendra a vernos, a ver a Alice o Carlisle por alguna razn, yluego habra descubierto la verdad. Iba a darnos las gracias por mentirle connuestro silencio? Difcilmente. Edward siempre tuvo que saberlo todo; l vivepara este sentido del saber. Habra tenido una gran rabieta, y se habraenfadado mucho solamente por el hecho de que le hubiramos escondido lamuerte de Bella.

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    Cuando se calme y deje atrs este lo, probablemente me d las gracias por serla nica lo bastante valiente para ser honesta con l.

    Millas a lo lejos, un halcn grazn; el sonido me hizo saltar y mirar a la

    ventana de nuevo. Mi cara adopt la misma expresin culpable de antes y melanc a mi misma una mirada de ira en el cristal.

    Muy bien, as que yo tena mi propio orden del da. Era tan malo querer quemi familia estuviera unida de nuevo? Era tan egosta echar de menos la pazde cada da, la felicidad anterior que me haban concedido, la felicidad queEdward pareca haberse llevado con l en su vuelo?

    Yo slo quera que las cosas fueran como antes. Era tan malo? No pareca

    tan horrible. Despus de todo, yo no haba hecho esto slo para m, sino paratodos. Esme, y Carlisle, y Emmett.

    No tanto para Alice, aunque yo lo habra asumido... Pero Alice haba estadosegura de que las cosas se resolveran al final -que Edward iba a ser incapazde permanecer alejado de su pequea novia humana-, as que ella no habaestado incmoda por el luto. Alice siempre ha funcionado en un mundodiferente al del resto de nosotros, encerrada en su realidad siempre cambiante.Desde entonces Edward fue el nico que poda participar en esa realidad.Haba pensado que su ausencia sera ms dura para ella. Pero ella estaba

    segura como siempre, viviendo el futuro, con su mente en un tiempo que sucuerpo no haba alcanzado todava. Siempre tan tranquila.

    Ella haba sido frentica y valiente cuando vio a Bella saltar aunque...

    Haba sido yo demasiado impaciente? Haba actuado demasiado pronto?

    Puede ser tambin que haya sido honesta conmigo misma, porque Edwardvera cada poquito de mezquindad en mi decisin tan pronto como volviera acasa. Podatambin reconocer mis malos motivos, aceptarlos ahora.

    S, estaba celosa por la manera en que Alice trataba a Bella. Habra corridoAlice tan precipitadamente si me hubiera visto a m saltar desde un

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    acantilado? Haba amado a aquella banal muchacha humana ms que a m?

    Pero esos celos eran algo insignificante. Esto podra haber apresurado midecisin, pero no controlarla. Habra llamado a Edward de todos modos.Estaba segura de que l preferira mi honestidad directa y franca sobre el

    engao ms amable de otros. Su bondad estaba condenada desde principio;Edward habra venido a casa finalmente.

    Y ahora l podra venir a casa ms pronto.

    No era solamente la alegra de mi familia lo que aoraba.

    Francamente, tambin echaba de menos Edward. Echaba de menos suscomentarios, su sarcasmo que congeniaba ms con mi propio sentido negro

    del humor que la naturaleza chistosa y soleada de Emmett. Echaba de menosla msica -su estreo atronador, su ltimo descubrimiento independiente- y elpiano, el sonido que teje sus pensamientos por lo general remotos en latransparencia de las canciones de Edward. Lo echaba de menos tarareando enel garaje a mi lado mientras ponamos a punto los coches, el nico momentoen que nosotros estbamos perfectamente sincronizados.

    Echaba de menos a mi hermano. Seguramente l no me juzgara demasiadoduramente cuando viera esto en mis pensamientos.

    Esto sera incmodo durante un tiempo, lo saba. Pero cuanto antes volviera acasa, antes podramos volver a la normalidad de nuevo...

    Registr mi mente en busca de algn tipo de dolor por Bella, y estuveencantada de descubrir que realmente me aflig por la muchacha. Un poco.Ella haba hecho feliz a Edward como no lo haba visto antes. Por supuesto,ella tambin le hizo ms miserable que ninguna otra cosa en su siglo de vida.Pero yo echara de menos lapaz que ella le haba dado en esos cortos meses. Yo podra realmentelamentar su prdida.

    Este conocimiento me hizo sentir mejor conmigo misma, complacida. Sonrea mi rostro en el cristal, enmarcndolo de nuevo en mi pelo dorado y lasparedes rojas de cedro del saln largo y acogedor de Tanya, y disfrutando de

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    la visin. Cuando sonrea, no haba ninguna mujer u hombre en este planeta,mortal o inmortal, que pudiera competir conmigo en belleza. Era unpensamiento confortable. Quiz yo no era la persona ms fcil con quienvivir. Quiz yo era superficial y egosta. Quiz yo habra desarrollado uncarcter mejor si hubiera nacido con una cara poco atractiva y un cuerpo

    aburrido. Quiz habra sido ms feliz de esa manera.

    Pero eso era imposible de probar. Yo tena mi belleza; era algo con lo quepoda contar.

    Ensanch mi sonrisa.

    El telfono son y automticamente mi mano se tens, aunque el sonidoproceda de la cocina y no de mi puo.

    Supe en seguida que era Edward. Llamara para comprobar la informacinque le di. l no habra confiado en m. Aparentemente me vio lo bastantecruel para gastarle una broma sobre esto. Frunc el ceo mientras revoloteabaa la cocina para contestar al telfono de Tanya.

    El telfono estaba muy al borde del largo y obstaculizador mostrador decarnicero. Lo atrap antes de que el primer pitido cesara, y me gir hacia laspuertas francesas cuando contest. No quera admitirlo, pero saba quemiraba afuera por si regresaban Emmett y Jasper. No quera que me oyeran

    hablar con Edward. Seenfureceran...

    - S? - pregunt.

    - Rose, necesito hablar con Carlisle ahora mismo - Alice habl bruscamente.

    - Oh, Alice! Carlisle est cazando. Qu...?

    - Bien, pero que me llame en cuanto llegue.

    - Qu pasa? Lo detectar enseguida y har que te llame...

    - No - Alice interrumpi de nuevo -, habr tomado un vuelo para entonces.

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    Oye, sabes algo de Edward?

    Sent mi estmago retorcerse, pareci caerse hacia abajo en mi abdomen. Elsentimiento trajo consigo una extraa sensacin de dj vu, una indirectadbil de una memoria humana perdida durante mucho tiempo. Nuseas...

    - Bien... S, Alice. Ahora. He hablado con Edward. Hace tan solo unosminutos -por un instante baraj la idea de fingir que Edward me haballamado a m, una simple coincidencia. Pero por supuesto no haba razn paramentir. Edward ya iba a darme bastantes problemas cuando regresara a casacomo para aadir ms.

    Mi estmago continu apretando de manera extraa, pero lo ignor. Decidmostrarme enfadada. As Alice no me hablara bruscamente. Edward no

    quera mentiras; l quera la verdad. l me apoyara en eso cuando volviera acasa.

    - T y Carlisle estabais equivocados - dije -. Edward no apreciara la mentira.l quera la verdad. La quera. As que se la di. Le llam... le llam muchasveces - admit -. Hasta que lo cogi. Un mensaje podra haber sido...equivocado.

    - Por qu? - jade Alice - Por qu lo has hecho, Rosalie?

    - Porque cuanto antes dejara esto, antes volveramos a la normalidad. Eltiempo no facilitaba las cosas, as que por qu aplazarlo? El tiempo no iba acambiar nada. Bella est muerta. Edward se afligir, y luego lo olvidar.Mejor que empiece ahora que ms tarde.

    - En fin, te has equivocado en ambos casos, aunque, Rosalie, era fcil suponerque iba a ser un problema, a que s? - Alice me lo pregunt en un tonoviolento y cruel.

    Equivocada en ambos casos? Parpade con rapidez, intentando comprender.

    - Bella an est viva? - susurr, sin creer las palabras. Slo intentabacomprender a qu casos se refera Alice.

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    - S, exacto. Ella se encuentra perfectamente...

    - Perfectamente?? La viste saltar desde un acantilado!

    - Me equivoqu.

    Las palabras sonaron extraas en la voz de Alice. Alice, quien nunca seequivocaba, nada la pillaba por sorpresa...

    - Cmo? - susurr.

    - Es una larga historia.

    Alice estaba equivocada. Bella estaba viva. Y yo haba dicho...

    - Bien, t has cometido un error - gru, convirtiendo mi disgusto enacusacin -. Edward estar furioso cuando llegue a casa.

    - Pero en eso tambin te equivocas - dijo Alice. Podra decir que estabahablando entre dientes -. Esa es la razn por la que llamo...

    - En qu? En que Edward va a volver a casa? Por supuesto que lo har - mere burlona - Qu? Piensas que va a actuar como Romeo? Ja! Algoestpido, romntico...

    - S - sise Alice, su voz era como el hielo -, eso es exactamente lo que vi.

    La dura conviccin de sus palabras me hizo sentir mis rodillas extraamenteinestables. Agarr una viga de madera de cedro como soporte, un soporte quemi cuerpo, duro como el diamante, no podra necesitar

    - No. l no es tan estpido. l... l debe hacer que...

    Pero no pude terminar la frase, porque yo pude ver en mi mente mi propiavisin. Una visin de m misma. Una impensable visin de mi vida si poralguna raznEmmett dejara de existir. Me estremec slo de pensarlo.

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    No, no haba comparacin. Bella era slo una humana. Edward no querahacerla inmortal, as que no era lo mismo. Edward no poda sentir lo mismo!

    - Yo... yo no pens as, Alice. Yo slo quera que l volviera a casa! - mi vozera casi un aullido.

    - Es un poco tarde para eso, Rose - dijo Alice, an ms dura y fra que antes -.Gurdate tu remordimiento para quien te crea.

    Hubo un clic, y luego un pitido.

    - No - susurr. Sacud mi cabeza lentamente por un momento -. Edward tieneque volver a casa.

    Mir mi cara en el panel de cristal de la puerta francesa, pero ya no pude verlams. Era slo una mancha amorfa de blanco y dorado.

    Luego, a travs de la mancha, muy lejos en los bosques distantes, un enormerbol se tambale peligrosamente, perdiendo la sincrona con el resto delbosque.

    Emmett.

    Tir de la puerta para apartarla de mi camino. Se cerr bruscamente dando un

    golpe en la pared, pero el sonido estaba lejos detrs de m cuando me sumergen el verde corriendo a gran velocidad.

    - Emmett! - grit - Emmett, aydame!

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    DESDE EL PUNTO DE VISTA DE JACOB,Resumen de cmo vive l lo que pasa

    Hay un vampiro cerca. Primero piensas que es la pelirroja, y supones que hausado la distraccin de la muerte de Harry para entrar furtivamente. No estsseguro de dnde est o si est observando. Tienes miedo de transformarte ycazarla, en caso de que te rodee mientras la ests siguiendo. Decides que elmejor plan es llevar a Bella de vuelta a La Push, dejar a Embry con ella, ycazar a la pelirroja con Sam.

    Aunque algo no est bien. El olor est apagado. Es un vampiro, obviamente,pero no el mismo cuyo olor ha estado quemando tu nariz durante la ltima

    semana.

    Antes de que puedas darte cuenta, Bella te est diciendo que pares. Su rostrose enciende ms brillante de lo que habas podido ver desde el da que vinobuscndote, toda destrozada. Ella piensa que los Cullen han regresado, y elcoche brillante aparcado junto a su casa sostiene esa teora. Su entusiasmo teenferma. Todo lo que ella quiere es ir al encuentro del vampiro, como si ellano fuese parte de su dieta. Ests furioso. Te resulta difcil calmarte.

    Est claro que tendrs que llevrtela a la fuerza si quieres impedirle que entre.

    Ella parece convencida de que son sus vampiros. Ella ya se ha ido-mentalmente, est a un milln de millas de ti. Y t tienes tusresponsabilidades. La pandilla ha estado ignorando completamente loslmites del tratado desde la marcha de los Cullen. No puedes dejar que tushermanos se metan en problemas, ahora que sabes que los Cullen han vuelto.

    Odias dejarla all, y ests tan enfadado porque eso es lo que ella quiere. Elfuturo que pareca tan esperanzador hace unos segundos se desmenuza en lanada. La trae sin cuidado que la abandonaran? No importa eso? Nunca haexpresado ningn enfado hacia ellos por lo que la hicieron. Supones quenunca sinti tal enfado. Ella acepta lo que hicieron sin cuestionarlo.

    Necesitas irte, porque no vas a ser capaz de controlarte durante mucho ms.Puedes sentir la furia creciendo. La dejas sola ah en la calle, deseando ms

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    que nada que ella te llamar luego, que cambiar de opinin. Pero no lo hace.

    Correas al hospital, y luego das la vuelta. El enfado ha disminuido un poco, yde nuevo ests agobiado por su seguridad. Llamas, y ella responde. Es cierto.Los Cullen han vuelto, y ella elige a los vampiros antes que a ti.

    Es una mala noche para los lobos Quileute. Sam establece de nuevo las lneasde patrulla as que slo se estn protegiendo las millas cuadradas de lareserva. Sam no quiere dejar ningn agujero -puede haber media docena devampiros ah fuera, y sus intenciones no son claras. Te preocupas por Bella yla pelirroja, pero Sam habla de dejar a los Cullen encargarse de lo suyo.Detestas la idea de Bella pertenecindoles.

    El da pasa. Ningn intento de cruzar la lnea. Billy llama a Charlie, y parece

    que slo uno de los Cullen ha regresado, y que est con ellos. Esto te saca detus casillas. Esto afecta a Sam -cul es la nueva poltica? Siguen lasfronteras en vigor? Durante cunto tiempo? Estn regresando los dems?Estn al tanto de lo de la pelirroja? La consideran bajo la proteccin de sutratado? Si es as, el tratado est roto. Y si no van a conducirla fuera, lapandilla les considerar junto con ella. Sam, Billy y el viejo Quil discuten laposibilidad de una guerra

    Pero primero Sam quiere informacin -intentar mantener el modo civilizadotodo el tiempo que sea posible- y te presentas voluntario para el trabajo.

    Insistes en ir en persona. Necesitas ver su cara, ver cun profundamente estella implicada. Dices a Sam que obtendrs la verdad mejor en persona,porque sers capaz de decir si est mintiendo. No le ests engaando con tusmotivos, pero ests viendo que suena a obligado.

    Vas durante el funeral, de modo que podrs hablar con ella honestamente, sinposibilidad de Charlie interrumpiendo. Jared y Embry no quieren dejarte ahsolo, incluso cuando ests seguro de que el vampiro se ha ido por el momento.Sabes que se mantendrn cerca, pero no les quieres escuchando. Quieres sercapaz de hablar francamente con Bella, pero es todo lo que puedes hacer paramantener la calma. Su casa huele -te quema la nariz. El olor del vampiro larodea. Ambos estis un poco hostiles, pero ella responde tus preguntas. LaCullen slo est de visita. Te dices a ti mismo que todo volver a lanormalidad cuando la vampiro se vaya de nuevo.

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    No puedes obligarte a marcharte. Puedes ver que la has herido, y te vuelvespara encontrarla llorando. Te sientes peor, y mejor. Mejor porque al menos sepreocupa tanto por ti. Est llorando por ti. Eso ya es algo.

    Eres capaz de conversar ahora, pero cuesta. Ella los ama. Los que la daaron-los ama. Le importas, tambin, pero no tanto. Encima, la vampiro estllegando de nuevo Ests confundido, no ests seguro de cmo sentirte.

    La sostienes en tus brazos, y es como era antes -como debera ser. Tomas surostro en tu mano, y de repente quieres besarla ms que nada en el mundo. Noes como lo habas planeado -mal momento con la vampiro rondandoalrededor por alguna lugar. Pero tambien piensas que tal vez es as comodebe ser. Tal vez ella sentir eso. Ves el conflicto en sus ojos, y te preguntas

    hacia que lado se decantar cuando tus labios toquen los suyos.

    El telfono suena en este inoportuno momento, y lo respondes. Qu otraopcin tienes? Puede ser Sam, puede haber problemas. Escuchas el claro ymusical tono de voz con el suave acento ingls, y sabes quin es con laprimera palabra. Otro de ellos. Quizs Bella estaba equivocada respecto alregreso de los dems. Quizs estaba mintiendo.

    Bella est enfadada de nuevo cuando el vampiro te cuelga. Antes de que tedespejes, hueles la fresca quemadura de la aproximacin de un vampiro. Oyes

    el dbil sonido del casi silencioso acercamiento de la vampiro. Intentas irte,pero el olor es ms fuerte delante de la estancia. Antes de que puedas salir, lachupasangre est aqu.

    Es slo una minscula chica, pero despus de que Bella te contara lo de losvampiros con talentos extra, no ests por bajar la guardia. Aunque ella no tepresta atencin. Ella parece ausente de su entorno, turbada por algo. Bellallama a su Alice. Alice nombra a Edward una vez, y Bella se arruga. La hadaado la vampiro? No has visto nada. Pero te lanzas hacia delante paraagarrar a Bella antes de que la vampiro pueda tocarla, y separarla.

    La pequea vampiro parece muy trastornada, y esto te sorprende. No tehabas percatado de que ellos tenan muchas emociones. Ests impresionadoy sorprendido de lo cmodas que parecen Bella y Alice conversando entre

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    ellas. Eras capaz de pensar que la vampiro no podra tocar humanos de esamanera sin herirlos. Y Bella est tan natural con Alice -capaz de interactuarcon ella como si Alice fuera humana. Bella parece verla de ese modo- comouna persona, incluso.

    La conversacin es difcil de seguir. Te enteras de que Edward Cullen est enalguna clase de problema y es por culpa de alguien llamado Rosalie. Bellaest gritando y luego exigiendo ayudar, y la pequea vampiro va a dejarlaintentarlo, aunque tiene claro que es una misin suicida.

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    NARCTICOS

    Me desplom sobre la almohada, jadeando, con la cabeza dndome vueltas.El brazo ya no dola, pero no saba si era debido al efecto calmante que me

    haba provocado el beso. Algo tir, escurridizo, de los bordes de mimemoria...- Lo siento - dijo, tambin sin aliento -. Eso es pasarse de la raya.Para mi propia sorpresa, me re tontamente.- Qu gracioso - farfull, y solt otra risita tonta.l frunci el ceo en la oscuridad. Pareca serio. Era para morirse de risa.Me tap la boca para amortiguar la risa que Charlie habra odo.- Bella, nunca has tomado Percocet antes?- No creo - me re tontamente de nuevo - Por qu?

    Entorn los ojos, y no pude parar de rer.- Cmo est tu brazo?- No puedo sentirlo. Est ah todava?Suspir cuando me re de nuevo.- Intenta dormir, Bella.- No, quiero que me beses otra vez.- Ests sobreestimando mi autocontrol.Me re por lo bajo.- Qu te tienta ms, mi sangre o mi cuerpo? - mi pregunta me hizo rer.- Hay un empate - sonri abiertamente a pesar de s mismo -. Nunca te he

    visto sedada. Eres muy divertida.- No estoy sedada - intent contener las risitas tontas para probarlo.- Duerme hasta que se te pase - sugiri.Comprend que me estaba poniendo en ridculo, lo cual no era raro, pero anera embarazoso, as que segu su consejo. Puse mi cabeza en su hombro denuevo y cerr los ojos. De vez en cuando se me escapaba otra risita histrica.Pero eso se hizo ms infrecuente a medida que las drogas me adormecanhacia la inconsciencia.

    * * *

    Me senta realmente fatal por la maana. Mi brazo quemaba, y me dola lacabeza. Edward dijo que yo tena resaca, y me recomend Tylenol bastantems que Percocet antes de besar mi frente con indiferencia y sumergirse fuera

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    de mi ventana.No pude aliviar mi presentimiento de que la expresin de su cara era lejana yafable. Estaba algo preocupada por las conclusiones a las que l podra haberllegado durante la noche mientras me vea dormir. La ansiedad parecaaumentar la intensidad de los fuertes latidos de mi cabeza.

    Tom una doble dosis de Tylenol, tirando el pequeo frasco de Percocet en lapapelera del bao.

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    Jacob no rompe las reglas (incluye el eplogo original deLuna Nueva)

    La mayor diferencia (y es una ENORME diferencia) entre el primer borradorde Luna Nueva y la versin final es esta: originalmente, Bella nuncadescubre que le pasa a Jacob. Entonces era un libro ms cor