PALABRA DEL SEÑOR
ÓRGANO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN AÑO 3 N°105
3 de Diciembre 2017 Ciclo B Tel. 1158-2276, 1158-2277 www.sanjeronimomty.org
¡La vida es un sueño! Marcos 13,33-37 Este modo de hablar de Jesús sobreentiende una visión bien precisa del mundo: el tiempo presente es como una larga noche; la vida que llevamos se parece a un sueño, la actividad frenética que en ella desarrollamos es, en realidad, un soñar.
En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: «Velad, ya que no sabéis
cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al
cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os
encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!».
¡La vida es un sueño!
Este modo de hablar de Jesús sobreentiende una visión bien precisa
del mundo: el tiempo presente es como una larga noche; la vida que
llevamos se parece a un sueño; la actividad frenética que en ella desa-
rrollamos es, en realidad, un soñar. Un escritor español del siglo XVII,
Calderón de la Barca, escribió un famoso drama sobre el tema: «La vida
es sueño».
Del sueño nuestra vida refleja sobre todo la brevedad. El sueño ocurre
fuera del tiempo. En el sueño las cosas no duran como en la realidad.
Situaciones que requerirían días y semanas, en el sueño suceden en pocos minutos. Es una imagen de
nuestra vida: llegados a la vejez, se mira atrás y se tiene la impresión de que todo no ha sido más que
un soplo.
Otra característica del sueño es la irrealidad o vanidad. Uno puede soñar que está en un banquete y
come y bebe hasta la saciedad; se despierta y se vuelve a tener hambre. Un pobre, una noche, sueña
que se ha hecho rico: exulta en el sueño, se pavonea, hasta desprecia a su propio padre, fingiendo no
reconocerle, pero se despierta y ¡se encuentra nuevamente pobre como era antes! Así sucede también
cuando se sale del sueño de esta vida. Uno ha sido aquí abajo ricachón, pero he aquí que muere y se ve
exactamente en la situación de aquel pobre que se despierta tras haber soñado que era rico. ¿Qué le
queda de todas sus riquezas si no las ha empleado bien? Las manos vacías.
CONOCE LOS NOMBRES DE LOS
PASTORES DE TU IGLESIA
PBRO. JUAN ÁNGEL ACOSTA ZAVALA
PÁRROCO
PBRO. SERGIO BERNAL LANDEROS
VICARIO PARROQUIAL
HORARIO DE OFICINAS Lunes a Viernes de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. y de
3:30p.m. a 6:30 p.m. Sábados CERRADO.
MISAS
Lunes a Viernes: 8:00a.m. y 7:00p.m. Sábados: 8:00a.m., 5:00p.m., 6:00p.m.
y 7:15 p.m. Domingos: 9:00a.m., 11:00a.m., 12:15p.m., 1:30p.m., 5:45p.m.,
7:00p.m. y 8:15p.m.
CONFESIONES Martes, Miércoles, y Viernes de
5:00p.m. a 6:30p.m. Jueves sólo durante la Hora Santa
BAUTISMOS
Todos los Sábados 12:00p.m. Limitado a 8 niños. Presentar 10 días antes en
oficina: Acta de Nacimiento original del bebé y
comprobante de las pláticas de los papás y padrinos religiosos.
Registro al entregar papelería completa
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO Jueves de 8:00p.m. a 9:00 p.m. y los
Viernes primeros de mes.
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
Jn 1:14
AVISOS PARROQUIALES
w w w . sa n j e r o n im o m t y . o r g
I DOMINGO DE ADVIENTO
BIBLIAS Y CATECISMO Seguimos ofreciendo paquetes de biblias y catecismo de la iglesia católica, para promover la palabra de Dios, que mejor regalo que el compartir el mensaje divino. Informes en horarios de oficina.
HOY DAMOS COMIENZO A LA CAMPAÑA ANUAL SOBRE EL DIEZMO 2017-2018 “FIEL A JESÚS YO QUIERO AYUDAR”
Es la forma de colaborar con el plan de Dios en el estable-
cimiento de su Reino de Amor, Vida y Paz al compartir
nuestros bienes para ayudar a la Iglesia en sus necesida-
des, en esfuerzos de evangelización y apoyo a la comuni-
dad. También es una obligación moral para todo católico,
5° Mandamiento de la Iglesia.
TODA LA COLECTA DE ESTE DOMINGO ES PARA EL
DIEZMO
JUEVES EUCARÍSTICOS A PARTIR DE ENERO
LA EUCARISITÍA ES EL CULMEN Y
FUENTE DE TODA LA VIDA CRISTIA-
NA, TODA LA RIQUEZA ESPIRTUAL Y
LA ACCION APOSTÓLICA DE LA IGLE-
SIA SE ENCIERRA EN LA EUCARISTÍA:
A PARTIR DEL MES DE ENERO DEL 2018 INICAMOS LOS
JUEVES EUCARÍSTICOS: TODO EL DÍA ESTARÁ EXPUESTO EL
SANTÍSIMO SACRAMENTO. TODOS LOS JUEVES DEL AÑO
“Hoy tenemos ante nosotros a Cristo como rey, pastor y juez, que muestra los criterios de pertenencia al Reino de Dios.”
PAPA FRANCISCO En este último domingo del año litúrgico celebramos la Solemnidad de Cristo, Rey del universo. La suya es una realeza de guía, de servicio, y también una realeza que al final de los tiempos se afirmará como juicio. Hoy tenemos ante nosotros a Cristo como rey, pastor y juez, que muestra los criterios de pertenencia al Reino de Dios.
La página evangélica se abre con una visión grandiosa. Jesús, dirigiéndose a sus discípulos, dice: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso» (Mt 25,31). Se trata de la introducción solemne de la narración del juicio universal. Después de haber vivido la existencia terrena en humildad y pobreza, Jesús se presenta ahora en la gloria divina que le pertenece, ro-deado del ejército angélico. La humanidad entera es convocada ante Él y Él ejercita su autoridad separando los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras.
Jesús vendrá al final de los tiempos para juzgar a todas las naciones, pero viene a nosotros cada día, de tan-tos modos, y nos pide acogerlo. La Virgen María nos ayude a encontrarlo y recibirlo en su Palabra y en la Eucaristía, y al mismo tiempo en los hermanos y en las hermanas que sufren el hambre, la enfermedad, la opresión, la injusticia. Puedan nuestros corazones acogerlo en el hoy de nuestra vida, para que seamos reci-bidos por Él en la eternidad de su Reino de luz.
Hay una característica del sueño que no se aplica a la
vida, la ausencia de responsabilidad. Puedes haber
matado o robado en sueños; te despiertas y no hay
rastro de culpa; tu certificado de antecedentes pena-
les está sin mancha. No así en la vida; bien lo sabe-
mos. Lo que uno hace en la vida deja huella, ¡y qué
huella! Está escrito de hecho que «Dios dará a cada
cual según sus obras» (Romanos 2,6).
En el plano físico hay sustancias que «inducen» y
ayudan a conciliar el sueño; se llaman somníferos y
son bien conocidos por una generación como la
nuestra, enferma de insomnio. También en el plano
moral existe un terrible somnífero. Se llama hábito.
El hábito es como un vampiro. El vampiro --al menos
según cuanto se cree-- ataca a las personas que duer-
men y, mientras les chupa la sangre, a la vez les in-
yecta una sustancia soporífera que hace experimen-
tar aún más dulce el dormir, de modo que el desafor-
tunado se hunde cada vez más en el sueño y el vam-
piro le puede chupar toda la sangre que quiera. Tam-
bién el hábito en el vicio adormece la conciencia,
por lo que uno ya no siente ni siquiera remordimiento; cree estar muy bien y no se percata de que
está muriendo espiritualmente.
La única salvación, cuando este «vampiro» se te ha pegado encima, es que llegue algo de improviso
para despertarte del sueño. Esto es lo que se determina a hacer con nosotros la palabra de Dios con
esos gritos de despertar que nos hace oír tan frecuentemente en Adviento: «¡Velad!». Concluimos
con una palabra de Jesús que nos abre el corazón a la confianza y a la esperanza: «Dichosos los sier-
vos que el señor al venir encuentre despiertos; yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la
mesa y, yendo de uno a otro, les servirá» (Lucas 12,37).
“Jesús es la sabiduría de Dios en persona, que nos enseñó su sabiduría entregando su vida en la cruz. Desde la cruz también nos llega la curación, y los invito a curar las heridas visibles e invisibles “encontrando en las heridas de Cristo la fuente de toda curación”…“Con el don de su Espíritu Santo, Jesús nos hace capaces de ser signos de su sabiduría, que vence a la sabidu-
ría de este mundo, y de su misericordia, que alivia incluso las heridas más dolorosas”. PAPA FRANCISCO EN BIRMANIA
HOY DAMOS COMIENZO AL TIEMPO LITÚRGICO DEL ADVIENTO: PRE-PARAR EL CORAZÓN PARA EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR JESÚS
Damos comienzo a este tiempo litúrgico privilegiado para alimentar la esperanza, virtud sobrenatural
dada por Dios en el Bautismo. Este tiempo es fundamentalmente de preparación del corazón para re-
cibir a Jesús. Esta espera del Señor tiene tres aspectos básicos y necesarios para llevar en el corazón:
Alimenta la Fe en su segundad venida, como dice el credo: “Y vendrá de nuevo a Juzgar a vivos y
muertos y su Reino no tendrá fin” .Esta verdad debe de convivir con nosotros y darle sentido y hori-
zonte a nuestra existencia cristiana. En segundo lugar hay que alimentar la verdad de que Cristo vie-
ne cada día a nuestra vida, a nuestro corazón , tocando las puertas para que lo acojamos en la Palabra,
en los sacramentos, en la oración , en los hermanos más necesitados, pero son formas muy sencillas e
insignificantes para los criterios de este mundo. Este es el objetivo espiritual propio de este tiempo
saber escuchar las llamadas que Él nos hace para que lo escuchemos. Este es el sentido de la famosa
expresión que mucho se repite: “que Cristo nazca en tu corazón”. Y por último celebramos con la Fe y la
Caridad el nacimiento histórico de Jesús en el Portal de Belén, que sin ese acontecimiento todolo de-
más perdería sentido: La alegría de la Navidad nos viene de vivir los tres momentos de la espera de
Jesús. PADRE RANIERO CANTALAMESSA OFM
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