Estudio de la moda: Análisis
internacional
Cassandra Bernal Coca
La belle époque (1900-1914) Belle Époque es una expresión nacida tras la Primera Guerra Mundial para designar el periodo de la historia de
Europa comprendido entre la última década del siglo XIX y el estallido de la Gran Guerra de 1914.
Esta designación respondía en parte a una realidad recién descubierta que imponía nuevos valores a las
sociedades europeas (expansión del imperialismo, fomento del capitalismo, enorme fe en la ciencia y el
progreso como benefactores de la humanidad); también describe a una época donde las transformaciones
económicas y culturales que generaba la tecnología influían en todas las capas de la población (desde la
aristocracia hasta el proletariado), y también este nombre responde en parte a una visión nostálgica que
tendía a embellecer el pasado europeo anterior a 1914 como un paraíso perdido tras el salvaje trauma de
la Primera Guerra Mundial.
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Diseñadores destacados
Jacques Doucet Paul Poiret
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Diseñadores destacados
Mariano Fortuny
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La belle époque en gráfico
Avenida de las Acacias,
París (1911) Actriz Parisina, consejera de Doucet
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La belle époque en gráfico
Vestido Fauno de Paul
Poiret Lencería hacia 1900
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La belle époque en gráfico
Darius Milhaud y Jean
Cocteau Conde Robert de Montesquieu
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La I guerra mundial (1914-1918) Las modas y las guerras no se llevan bien. Incluso si éstas últimas influyen indirectamente en la apariencia de los
que consiguen sobrevivir a ellas. Todo conflicto preside un cambio de costumbres.
Nadie, al inicio del primer conflicto mundial, sospechaba los cambios que éste acarrearía. Las considerables
pérdidas de hombres incitarán a las mujeres a ocupar en la sociedad el lugar que tradicionalmente habían
ocupado los combatientes. Obligadas a trabajar, madres, esposas e hijas reclaman prendas adaptadas a
actividades totalmente nuevas. La mundanalidad se restringe en beneficio de compromisos mucho más
inmediatos. Nacen la bata de enfermera y el pantalón de las nuevas empleadas, pero ninguna mujer
sospecha que se está inventando con ello un nuevo comportamiento. Durante la I guerra mundial todo lleva
a los tonos oscuros, a una gama monocroma que sigue resultando nueva para las jóvenes de buena familia.
A partir de 1915 las faldas descubren los tobillos y luego la mitad de las pantorrillas.
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La I guerra mundial en gráfico
Mujer con vestido acortado
de talle bajo (1919) En la estación de Marylebone en Londres (1915)
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El periodo de entreguerras (1920-1940) En la moda las grandes revoluciones comienzan ya antes de la guerra de 1914. Sin embrago, será necesario que
vuelva la paz para que empiecen a hacerse notar los profundos cambios que determinan la frontera del ayer,
el de las grandes familias europeas con sus tradiciones, y el mundo nuevo, aquel que ve emerger costumbres
y objetivos en franca ruptura con la sociedad del siglo X1X. Los carruajes dejan paso a los automóviles, los
peinados ahuecados al pelo corto, los vestidos de cola a los pichis hasta la rodilla. Las mujeres abandonan el
corsé. Mientras las mujeres, apropiándose de prendas del vestuario masculino, la alta costura recluta a su
nueva clientela entre las actrices de cine, las herederas americanas y las esposas e hijas de grandes
industriales. Jean Cocteau, Joséphine Baker, Pablo Picasso, Ernest Hemingway, Maurice Ravel, Colette: todos
los que desfilan por Le Boeuf sur le Toit descubren las jazz bands, el arte africano, los cruceros
trasatlánticos, los progresos del cinematógrafo, los de la velocidad o la comunicación. Se acabaron las
capuchas, menos sombreros, la garconne deja a los hombres en minoría.
Después de haber disimulado las formas, en la época del charleston, la elegancia femenina de la década de los
años treinta revaloriza el cuerpo. Menos teórica, la moda pretende conservar los logros del feminismo, al
tiempo que recupera una elegancia refinada y muy tranquilizadora.
La cintura vuelve a encontrar su lugar. El pelo tiende a una longitud media, a menudo adornado con ondas. El
cuerpo permanece delgado, musculoso, deportivo. La moda de la vida al aire libre incita a los modistos a
desarrollar lo que denominamos sportswear. Todavía no se habla de prêt-á-porter, sin embrago, el término
boutique ya se aplica a las prendas “para el deporte”. Del pantalón al traje de baño, del pareo al suéter, las
grandes casas se adaptan a las largas vacaciones de las bellas damas.
Dos personalidades excepcionales, opuestas en todo: Madeleine Vionnet y Gabrielle Chanel. La primera es una
técnica industriosa; la otra es libre, mediática, subversiva. Vionnet se muestra como un arquitecta, Chanel se
consolida como estilista.
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Diseñadores destacados
Jeanne Lanvin Jean Patou
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Diseñadores destacados
Gabrielle Chanel Madeleine Vionnet
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Diseñadores destacados
Lucien Lalong Elsa Schiaparelli
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El periodo de entreguerras en gráfico
Júpiter (invierno 1919) Traje de chaqueta de tarde (1927)
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El periodo de entreguerras en gráfico
Aquella a quien todo París
llama Coco (1929) Vestido de noche color marfil de crespón marroquí
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El periodo de entreguerras en gráfico
Lazo-cinturón de color
rosa Schocking Vestido de noche de Norman Hartnell
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La moda durante la ocupación (1940-1945) En la retaguardia, la “extraña guerra” no impide que prosigan las actividades de la alta costura. Los vestidos que
desfilan se llaman Alerte, Permission o Sansabri. Los azules se denominan “Maginot” y los rojos “legión extranjera”. Sin embargo, la mayoria de las faldas ya tienen una abertura lateral pensando en los paseos en bicicleta.
Polonia es invadida en 1941; Madeleine Vionnet cierra sus puertas en 1939, y Coco Chanel se marcha al sur. El nuevo estado francés opina que la costura está en manos de una comunidad equivocada y, por lo tanto, propicia al relajamiento de las costumbres. En cuanto a los modistos, se les insta a que deporten sus talleres hacia dos capitales triunfantes, aunque ambas totalmente extrañas a la moda: El gobierno de Vichy o El gobierno Alemán.
Lucien Lelong llevará acabo una verdadera ofensiva: “No está en manos de ninguna nación la posibilidad de sustraer a París el genio creador de la moda que, en ella, es no sólo una explosión espontánea, sino también la consecuencia de una tradición cultivada por un conjunto de trabajadores y trabajadoras especializados y dispersos en numerosos oficios”. Este extracto del Informe Lelong sobre la costura francesa de julio de 1940 a agosto de 1944 contiene, además de una profesión de fe que aún hoy no ha perdido actualidad, acentos de sinceridad suficientemente conviencentes para que, a partir del otoño de 1940, el ocupante respete la autonomía de la costura parisina.
En esos tiempos, difíciles, uno de los grandes méritos es emplear el máximo de mano de obra teniendo en cuenta la escasez de materia prima. La costura parisina sobrevivirá. Mientras tanto, el reciclaje de las viejas prendas, las tarjetas para el vestido, la viscosa extraída de la celulosa del pino, el rayón la fibrana, permiten a la población protegerse de los duros inviernos de la ocupación.
La parisina adelgaza, sus prendas se hacen más gruesas, así como también las suelas de madera de sus zapatos. A partir de 1940, no se permite utilizas más de cuatro metros de tejido por abrigo y un metro para una camisa (excepto maternidad). Ningún cinturón de cuero puede tener más de cuatro centímetros de ancho. Así nace el cinto de cuero extrafino Encore.
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La moda durante la ocupación (1940-1945)
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Diseñadores destacados
Alix grès Charles James
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Diseñadores destacados
Claire McCardell Jaqcues Fath
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La moda durante la ocupación en gráfico
Esbozo de un vestido
intemporal (1939) La sirena (1938)
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La moda durante la ocupación en gráfico
Ready-to-wear estadounidense – Conjunto deportivo en tweed con
capa
Vestido de punto de Tina Leser
22 Cassandra Bernal Coca
La moda durante la ocupación en gráfico
Traje de baño entero en
tejido de punto Moda masculina - ¡Cuando la vida es swing!
23 Cassandra Bernal Coca
La moda durante la ocupación en gráfico
Battle-dress de satén
blanco Mini vestido de Pierre Balmain (1946)
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Los años cincuenta Se trate de artes decorativas o de moda, una línea de demarcación separa durante los años cincuenta a los que
hubieran querido que todo permaneciera igual de los que deseaban que todo cambiara. Será a lo largo de
estos años divididos cuando, de forma progresiva, se vayan estableciendo las reglas de un nuevo juego. La
moda no escapará de ellas. Cincuenta años después de los cambios de costumbres de Paul Poiret, se va a
dar un nuevo paso, esta vez dirigido a los olvidados de la moda.
Sea de una profesión, de un estado o el signo de pertenencia a una casta inferior de la sociedad, la ropa, la de
trabajo o la del domingo, sigue perteneciendo al ámbito de la confección.
Bajo el impulso de la guerra, algunos progresos tecnológicos sirven a propósitos como los avances de la
cosmética, como: inventos en el campo del menaje, mejora del habitat, desarrollo de las comunicaciones,
gusto por la innovación, etc. Las industrias textiles también se renuevan, sobre todo gracias a las fibras
sintéticas, como el nilón, que se pasa del paracaídas a la sección de calcetería y lencería.
La Francia liberada vuelve a encontrar sus puntos de referencia. La costura, al restablecer los lazos con la vida
mundana anterior a la guerra, vive una escampada. La moda que predica Christian Dior y sus epígonos
adquiere tintes de restauración.
Opulencia de los materiales, silueta adornada de joyas firmadas por Van Cleef & Arpels, Verdura o Schlumberger,
cintura encorsetada, falda corola hasta media pantorrilla.
En el momento en que la liberación ve cómo la mujer accede el derecho al voto, al trabajo, a la conducción de
su propio coche, en la práctica, la silueta elegante delata nostalgias de la belle époque. Nunca antes como el
éxito del new look, la tendencia había afirmado hasta qué punto de burlaba de toda lógica, de toda
evolución continua, de toda previsión sociológica, por muy inteligente que ésta fuera.
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Diseñadores destacados
Christian Dior Roger Vivier
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Diseñadores destacados
Cristóbal Balenciaga Hubert de Givenchy
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Diseñadores destacados
El regreso de Chanel Pierre Cardin
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Los años cincuenta en gráfico
En los salones de Christian
Dior “This is a new look”
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Los años cincuenta en gráfico
Abrigo realizado en fino
paño de lana gris Túnica de seda cloqué
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Los años cincuenta en gráfico
Paletó de organza Vestido tubo y lazo de faya negro
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Los años cincuenta en gráfico
Vestido de organdí blanco Vestido de noche de Jean Dessès
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Los años cincuenta en gráfico
Vestido bordado Lemperur Modelo de alta costura (1960)
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Los años sesenta París, o mejor, sus parisinas, cuatro mil mujeres elegantes que se reconocían entre si, bastaron para permitir
vivir a la alta costura hasta los años cincuenta. La transformación de la moda será radical. Se termina la
tendencia unívoca y la moda única, y en su lugar surge un mosaico de propuestas indisociables de las que
influyen en los demás aspectos de la vida cotidiana. La felicidad se presenta como algo accesible.
El crecimiento económico embellece los años sesenta. Aparece otra realidad. Ahora la juventud es vivida como
una entidad, dotada con un poder de compra y con un mercado propios. Es la primera vez que una moda
autónoma, propia de los sectores jóvenes de la sociedad, no procede de los usos y costumbres en vigor
entre sus mayores. Es suficiente para que éstos se escandalicen. Se excava lo que se ha denominado “el foso
generacional”, que englobará veinte años.
A partir de los años sesenta significa, con la misma claridad, que se es libre.
La liberación femenina está dando sus primeros pasos. Después de la minifalda, vendrán los maxiabrigos, los
shorts, las cazadoras, las botas hasta la rodilla o hasta el muslo; muchas revoluciones en la esfera de las
apariencias y, sin embargo, la píldora anticonceptiva se impone sólo con dificultad en una sociedad que
reserva a las mujeres tareas generalmente subalternas.
A partir de la mitad de los años sesenta, se instaura un rito, el viaje a Londres. El estilo londinense culminará
entonces con Biba, boutique cuya decadencia romántica se adecúa perfectamente con los inicios del
fenómeno hippie. De forma extremadamente paradójica, dicho fenómeno concluirá una década de cambios
contestando radicalmente todos sus logros: el proceso técnico, la simplificación de las líneas, la muerte del
adorno, lo bello en lo útil, lo útil para todos, etc. Nostálgicos del pasado, predicando la evasión,
distanciándose de la sociedad, los hippies van a conmocionar el orden establecido. Y, en particular, la moda.
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Diseñadores destacados
Yves Saint Laurent André Courrèges
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Diseñadores destacados
Paco Rabanne
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Los años sesenta en gráfico
El “fenómeno” Twiggy” Pantalón de cuero con lazos de Stephen Burrows
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Los años sesenta en gráfico
Conjunto de Louis Féraud Vestido con la espalda descubierta (1971)
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Los años sesenta en gráfico
Vestido con capucha Diseño de Rudi Gernreich
39 Cassandra Bernal Coca
Los años sesenta en gráfico
Mono con patas de elefante de
Emanuel Ungaro Conjunto de esquí de Michèle Rosier
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Los años sesenta en gráfico
Anti-coordoné de
Dorothée bis
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La calle y la antimoda (1968-1972) Es la primera vez que la calle irrumpe en los salones parisinos de costura. El modelo, recibido con escepticismo
por parte de las clientas, pesará en la pelea que enfrentará al joven con los amos de casa.
“Ni a mi, ni a Courrèges se nos ocurrió la idea de la minifalda –confesará con elegancia Mary Quant-. La
inventó la calle”.
En Londres, las Chelsea girls, vestidas con prendas muy cortas y con sus aires de colegialas desvergonzadas, no
obedecen a ningún tipo de consigna. Las boutiques alimentan sin cesar su frenesí adaptándose a la ola. Los
chicos no se quedan atrás: nuevos elementos prefiguran al hombre objeto de deseo tal como se impondrá
lentamente, siguiendo el ejemplo de las pin-up. En términos generales, el amor libre es el que hace funcionar
todas las cabezas. No ya como sentimiento, sino como un acto reivindicativo.
Otros fenómenos saldrán a la luz: los homosexuales deciden hacer que se escuche su diferencia.
Casi una década de cuestionamiento dejará una huella duradera en la sociedad.
Actualmente, la antimoda sigue proponiendo una alternativa libertaria con bastante fuerza como para que
ningún creador contemporáneo se desentienda de los fenómenos espontáneos que nacen en la calle. Todos,
cada uno a su manera, los integran en sus trabajos.
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La calle y la antimoda en gráfico
Encuentro hippie en 1968 Live action barbie (1971)
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La calle y la antimoda en gráfico
Diana Ross Jerry Hall y Antonio (1975)
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Los años setenta A partir de los años setenta, el ritmo de la moda experimenta una considerable aceleración. La abundancia de
invenciones y propuestas nuevas, que había emergido durante la década anterior, se racionaliza y
transformará irreversiblemente la calle, las mentalidades, la elegancia y las apariencias.
Para defenderse, la costura parisina busca nuevas estrategias aptas para garantizarla comercialmente ante el
producto de serie cualificado. Sin embargo, el sector del prêt-à-porter, con las velas tendidas a los vientos
de la moda, en la década de los setenta engendra a sus propias cabecillas, bautizados como estilistas.
A lo largo de los años setenta se impone una evidencia: el talento debe reivindicar su identidad. Junto a los
generalistas, son necesarios los especialistas. Sobre todo porque en moda cada individualidad creativa
constituye un caso específico. Así nacerá el fenómeno denominado de los “jóvenes creadores”.
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Los años setenta en Francia
Kenzo rodeado de sus
amigos Conjunto de Sonia Rykiel
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Los años setenta en Francia
Abrigos de Kenzo Constructible cloth de Issey Miyake
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Los años setenta en Italia
Traje sastre y vestido de
Krizia Missoni (1969)
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Los años setenta en Estados Unidos
Halston y sus maniquíes Vestido de noche de Oscar de la Renta
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Los años setenta en Estados Unidos
Vestido de lana de James
Galanos Vestido de noche de Bill Blass
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Diseñadores destacados
Agnès B.
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Los años setenta en gráfico
Flower power Moda florida
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Los años ochenta A partir del 1 de junio de 1985 y sin que nadie se pusiera de acuerdo, todo el mundo comienza a hablar de “los
años ochenta”. Artículos, análisis, síntesis, exposiciones… Esta verdadera introspección de una década que se contempla en el espejo contribuye a que se dé una época feliz para la moda. Nunca antes habría estado tan de moda. Se convierte en el valor principal de lo que ya no se denuncia como una “sociedad de consumo”, sino que se celebra como una “sociedad del espectáculo”.
Los años ochenta empiezan hacia 1978, con la fiebre de la música disco. Al parecer el siglo XX se acaba con diez años de antelación. Además, la recesión económica pone fin a la despreocupación un tanto artificial de la década que termina..
La moda resurge siguiendo un modelo olvidado desde los tiempos de Paul Poiret. El personaje del joven creador se ha convertido en demiurgo. Ha sustituido a la estrella de rock, mientras el esplendor de la top-model sustituye al de la actriz y los desfiles se convierten en espectáculos. Un número cada vez mayor de mujeres y hombres ya no viven la dependencia del último grito de la moda como algo que se padece, sino que se escoge.
La ropa de trabajo había reaparecido en los años setenta. Diez años más tarde, vuelve a florecer el vestido de fiesta. La influencia de la ropa usada y retro tiene que ver con este resurgimiento del esmoquin y de los vestidos largos.
En los años ochenta los jóvenes asistirán a una vuelta los estereotipos de los años cincuenta y sesenta. Los hijos del baby-boom, ahora cuadragenarios, no se envejecen. Todo se acelera. Además, a partir de ahora, organizadas de forma implacable cada seis meses por el calendario de los desfiles, las colecicones se ven sometidas a una frenética renovación. La moda, que parecía un juego, se transforma en una competencia terrible. O se está in o se está out. No es algo que se explique. Se ve enseguida.
Se crea una moda con vocación unánime. A las fashion vicims de los años ochenta no les interesaba en absoluto este concepto de igualdad de “lo bello para todos”.
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Diseñadores destacados
Azzedine Alaïa Thierry Mugler
54 Cassandra Bernal Coca
Diseñadores destacados
Jean-Paul Gaultier Giorgio Armani
55 Cassandra Bernal Coca
Diseñadores destacados
Christian Lacroix
56 Cassandra Bernal Coca
Los años ochenta en gráfico
Prêt-à-porter Bocetos de Christian Lacroix
57 Cassandra Bernal Coca
Los años ochenta en gráfico
Vestido de Azzedine Alaïa Diseño de Claude Montana
58 Cassandra Bernal Coca
Los años ochenta en gráfico
La mujer dinámica vista
por Armani Vestido y delantal de satén duquesa de color chartreuse
59 Cassandra Bernal Coca
Los años ochenta en gráfico
Vestidos pareo de Angelo
Tarlazzi Colección Sweat-shirt de Norma Kamali
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Los años noventa Con los años noventa se cierra un ciclo de moda. ¿Se trata acaso de un simple paréntesis en la extensa historia
de la indumentaria? Después de todo, la moda no ha existido siempre. Puede evaporarse en el futuro
dejando paso a otras pasiones, a otras formas de expresarse, de protegerse o de distinguirse.
Existió el traje de corte, el de la sociedad elegante y el del mundo del trabajo, el uniforme militar o religioso.
Para el adolescente con Nike y camiseta, el ejecutivo con traje gris y camisa blanca, el jubilado con chándal,
las cosas han cambiado poco. Se han desplazado, con reglas de juego profundamente distintas y con un poso
de experiencias definitivas. Era previsible que, después de haber despertado tantas pasiones durante los
años setenta y ochenta, la moda iría a menos en la década siguiente.
La moda de los años noventa se ha puesto de acuerdo en torno a un nuevo grito de guerra: “minimalismo”.
Término robado al vocabulario de la vanguardia artística de los años setenta, el minimalismo ha justificado
una sencillez enorme.
A pesar del esfuerzo de algunos modistos que siguen defendiendo el vestido bonito y su ornamento,
prácticamente ha desaparecido la idea de la mujer adornada.
Aunque existen grandes diferencias, las diversas marcas de creación que se afianzan a los largo de los años
noventa, van dirigidas todas ellas a una elite del consumo. Dicha clientela, preocupada por la estética,
pertenece claramente a la misma generación del creador cuyas prendas viste.
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Diseñadores destacados.
Yohji Yamamoto Gianni Versace
62 Cassandra Bernal Coca
Diseñadores destacados
Rei Kawakubo Martine Sitbon
63 Cassandra Bernal Coca
Diseñadores destacados
Vivienne Westwood
64 Cassandra Bernal Coca
Casas de moda
Gucci Prada
65 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
La top models Vestido de Yohji Yamamoto
66 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Elton John, Kristen McMenamy y
Nadja auermann Vestido rojo de lentejuelas
67 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Vestido de Martin Sitbon Colección Anglomanía de Vivienne Westwood
68 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Jil Sander Helmut Lang
69 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Michael Kors Alexander McQueen
70 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Dior Gianfranco Ferré
71 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Thierry Mugler Vestido largo de Stella McCartney para Chloé
72 Cassandra Bernal Coca
Los años noventa en gráfico
Marc Jacobs Moschino
73 Cassandra Bernal Coca
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