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Boletín 17 ÍÍ nn dd ii cc ee

Boletín dde AARBANúmero 17, mayo 2006.Imprime: Gráficas Gil Sanz.ISSN 11338-0934Depósito legal: M-29302-1997Dirección y diseños: Carlos Fierro.Maquetación: Lola López y Carlos Fierro. Colaboración: Cruz Leva, David Pantiga y Andrés Revilla.

Editorial................................................................................................2Noticias Verdes ....................................................................................3Proyectos de desarrollo para la conservación de los bosques de argán en Marruecos

Luisa Cornejo......................................................................................7Opinión (La encina) ............................................................................10Jardín Educativo del Monte MediterráneoMuseo Nacional de Ciencias Naturales

Andrés Revilla, Charo Piñango y Juan Manuel Martínez ......................11Erre que erre

ARBA Tres cantos ............................................................................20"... y al principio fue un árbol"

Adolfo Gutiérrez (Txirpial) ................................................................21Urbanismo salvaje

Ricardo SanFelix Bailach (El Arbero Levantino)..................................22Ecuador: Entre cero y seismil metros

Carlos Fierro ....................................................................................23Especula, ¿de qué va esto?

Carlos Fierro ....................................................................................37El tablón de noticias ..........................................................................38Abies x masjoannis Masf en los jardines del Museo Nacional de Ciencias Naturales

Andrés Revilla...................................................................................39Noticias de andar por casa

Ha nacido ARBA Extremadura y Las ARBAs del sur ..........................41El orgullo de la tierra en la vergüenza nacional: Las Tablas de Daimiel por dentro

Andrés Revilla ..................................................................................43Comunidades vegetales atlánticas sobresalientes de los Montes de Ciudad Real, la aliseda de Angorrilla y el avellanar de Campillo.

Enrique Luengo Nicolau.....................................................................45El tablón de noticias ..........................................................................49¿Dónde dejo mi bellota….? ó El dilema del plantabosques

Pruden Fernández González................................................................51En la sementera ................................................................................55Sobre el chayote y la chayotera (Hojas sueltas)

Günter Kunkel ..................................................................................56Aprovechamientos del monte mediterráneo

Efrén Martín Martín ..........................................................................59Nuevos taxones vegetales para las Sierras Tejeda y Almijara

Pulido Pastor, A. Hernandez Gonzalez, V. y Lasso de la Vega Westendorp, B. ....................................................78

Fototeca de salidas de ARBA ..........................................................80

1Portada: Argán en Marruecos, foto Luisa Cornejo; Epifitas sobre cáctus, fotoCarlos Fierro. Fotos contraportada: (arriba).Argán, con dromedarios y cabra enMarruecos. Fotos: Luisa Cornejo. (abajo) Fotos Ecuador: Carlos Fierro.

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EditorialD e n o s o t r o s d e p e n d e

No somos, ni queremos, ni tan siquiera nos gusta ser alarmistas, catastró-ficos, o apocalípticos. Esos epítetos son ajenos a nosotros, a pesar de que así les

gusten llamarnos a aquellos que tras sus depredadoras acciones en contra de lanaturaleza y para encubrir sus malas actuaciones se defiendan acusándonos de eso

y de cosas peores.

Realmente somos como el resto de la gente, nos gusta vivir, tener comodidades,disfrutar de la vida, mirar al futuro, sentir y amar. También tenemos nuestros defectos,

como todo hijo de vecino, pero no se nos puede acusar de estar en contra del progreso,¡eso nunca!, estamos por el progreso, el progreso de todos, un progreso sostenido, un

progreso respetuoso con el medio, el cual nos de aire limpio para respirar, agua para beber,paisaje para nuestro deleite, tierra para comer y andar, bosques y animales para dejar a los

que vengan detrás.

Somos muchas las personas que pensamos esto, de todo tipo y condición, y muy pocas lasque amparándose de su poder actúan de forma contraria. La ambición, el poder, el dinero lascorrompen, siendo capaces de hipotecar el futuro de todos, nuestro bienestar y salud con talde alcanzar sus objetivos. No nos importaría que fueran ricas, pero sí que destruyan el medioen el que vivimos para conseguir ese objetivo, porque el medio no es suyo, sino de todos.

Pensamos que contra ellos no podemos hacer nada, que son intocables, que pueden destruirel mundo y a todos los seres que viven en él, que pueden atropellar nuestro medio natural, cons-truir, destruir, exterminar, modificar a su antojo, contaminar, pero nos equivocamos, realmentelos intocables somos nosotros, pero nos falta confianza, nos hemos derrotado a nosotros mismos,lloramos, nos quejamos y después de lamentarnos nos encerramos en nuestras casas con una mantapara no ver nada, dejando el camino libre a la expoliación.

Hay un refrán que dice: "Un grano no hace granero pero ayuda al compañero". Un hombre solono hace nada, aunque puede hacer mucho. Una pequeña organización no hace gran cosa, peromuchas pequeñas organizaciones pueden hacer mucho. Eso es lo que nos falta, pequeñas organiza-ciones en muchos pequeños sitios. Hasta ahora, los destructores han llevado la iniciativa, después deellos siempre hemos ido nosotros, los anti, pero no hay que ser anti sino ante.

A la vida hay que cuidarla, hay que mimarla, hay que quererla. Y la vida es la tierra, sus ríos, sulagos y mares, sus plantas y bosques, sus aires, montañas y llanos, sus animales y sus hombres. No sepuede destruir más, ni expoliar más, hay que parar, hay que desacelerar. Yo, tu, él, todos, se puedelograr, sólo hay que caminar, andar, y eso no es difícil de hacer, basta con apartar la manta.

Hace tiempo planteamos la idea que cada pueblo debería tener un arbero, porque donde hayuno se planta un árbol, donde se planta un árbol surge un bosque, donde surge un bosque surgevida, y donde hay vida, se desplaza a la muerte.

Y hoy más que nunca se necesita desplazar a la muerte. Planta un árbol, forma un bosque.

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El acebo y el muérdago, en expansión por inviernos más benignos

Dos estudios recientes sugieren que la tendencia hacia inviernosmás benignos está produciendo, en el norte de Europa, una expansión del acebo

(Ilex aquifolium), hacia latitudes más norteñas, mientras que el muérdago (Viscumalbum) está ascendiendo altitudinalmente las cuestas alpinas.

El acebo ha aumentado su distribución, rumbo norte, por 120 kilómetros en Alemaniay 130 kilómetros en Dinamarca desde los años cuarenta, en Noruega su expansión esaproximadamente 30 kilómetros. Hay también nuevas citas a lo largo de la costa sueca.

La distribución de algunas plantas leñosas, especialmente de hoja ancha y perenne,está limitada estrictamente por los factores climáticos. Los investigadores dicen que la

rápida respuesta del acebo a los cambios en las temperaturas medias hacen de él un buen bioindi-cador del calentamiento global. Por otro lado, el muérdago está ganando altitud como consecuencia del cambio climático según investi-

gadores del Instituto Federal Suizo para el Bosque, Nieve e Investigación del Paisaje. Los científicos compararon el límite superior actual para el muérdago en el Alpes suizo con los archi-

vos de 1910. El estudio, publicado este año en el Periódico Internacional de Biometeorology, reveló quela planta ha ascendido unos 200 metros en los últimos cien años, alcanzando los 1250 metros.

Pero, lo que va bien para unos va mal para otros. Así, mientras el acebo está extendiendo en Suecia,otros estudios sugieren que las especies del género Vaccinium, en Europa, estén cada vez más en ries-

go por el calentamiento. Las observaciones en el nordeste de Suecia indican que el arándano estásufriendo por los inviernos apacibles: haciendo que brote demasiado temprano, con el consi-

guiente problema de heladas tardías. Y mientras el muérdago podría estar extendiendo en la Europa alpina, podría desapa-recer en las Islas Británicas, las subidas de las temperaturas serían impropias

para el muérdago, y se acantonaría en Europa continental.

Un alga roja prometedora: ¿será la panacea médica?Investigadores del Georgia Institute of Technology, informan del

descubrimiento de un alga roja marina en Fiji que podría usarse para las infeccio-nes bacterianas, el cáncer, o incluso el SIDA.

La especie de alga roja marina (Callophycus serratus) se encuentra en los arrecifes coralínospoco profundos a lo largo del litoral de la isla de Fiji, en el Pacífico Sur. Del alga se han extraído

e identificado diez nuevos compuestos moleculares que podrían desarrollarse para el uso far-macéutico. Algunos de los compuestos mostraron su poder antibacteriano incluso en cepas

resistentes a los antibióticos. Un compuesto, Bromophycolide A, es especialmente intrigante. Puede matar las célulasde tumor humanas activando lo que se llama: “muerte celular programada”, un

tipo de suicidio celular que es considerado una vía de investigación prome-tedora en el desarrollo de drogas en la curación del cáncer.

(Fuente: National Geographic News, octubre, 2005)

Recopilación y comentarios: Carlos Fierro

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Jaque a la naturalezaneozelandesa por un invasor australiano

El opossum común de cola de pincel, es uno de los animales marsupialesaustralianos más simpáticos, omnívoro (brotes, frutos, huevos y crías depájaro), es del tamaño de un gato, dejándose ver con facilidad y descaroen parques y jardines mendigando trozos de comida. Sin embargo, enNueva Zelanda, donde no hay mamíferos terrestres (a decir verdad si quehay dos mamíferos, pero son voladores: dos pequeños murciélagos), los

opossum constituyen un peligro para su frágil ecosistema que ha estadoaislado durante millones de años (las islas, grandes o pequeñas, son los ecosistemas más

frágiles a la invasión de especies alóctonas). Introducidos en 1837, para el uso de sus pieles, hoy se les considera una plaga responsable de lapropagación de la peste bovina, además de la debacle del bosque neozelandés, donde, además decomerse los huevos y crías de pájaros emblemáticos como el kiwi, compiten ventajosamente porla comida con los pájaros nativos. En la actualidad ocupan el 99% del territorio, sólo la zonade los fiordos neozelandeses, está libre de ellos.Ante la ausencia de mamíferos vegetarianos, muy pocasplantas han evolucionado hacia una protección con pin-chos, o venenos. El resultado es que la exuberante vege-tación de Nueva Zelanda se encuentra a merced de este

simpático, en Australia, pero letal oportunista enNueva Zelanda, que come brotes, flores y frutos.Para combatir la plaga se colocan líneas detrampas y pastillas de comida envenenada consodium fluoroacetate. Si bien, la batalla

parece, ya de ante mano, perdida. (Fuente: National Geographic

News, abril 2006)

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Los jardines del diabloEs sabido el uso del ácido fórmico como arma arrojadiza de las hormi-gas, sin embargo, un dato poco conocido, que ha aparecido en el núme-ro de septiembre de Nature (no confundir con Natura), es el uso del

ácido fórmico como herbicida para el cultivo de jardines, o mejor huertos,donde sólo crece una especie de árbol en simbiosis con las hormigas. Los científicos llamana estos jardines los jardines del diablo, algunos con más de 800 años de antigüedad.El descubrimiento lo han realizado científicos americanos en la amazoniaperuana. Para las tribus locales, estos “jardines” son obra del espiritu malignoChuyachaqui. En realidad, el pequeño “duende” es la hormiga limón

(Myrmelachista schumanni), y el árbolbeneficiado es el árbol limón (Duroia hir-

suta), que nada tiene que ver con el cítrico.(Fuente: Nature septiembre 2006)

Opossum, fotografiado en el sur de Australia.

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¿Ante una nueva extinción masiva? El título puede ser un poco sensacionalista, sin

embargo, demasiados datos apuntan a una drástica pérdida de biodiversi-dad. Si bien, de vez en cuando saltan noticias, más por científicos con ganas de noti-

cia, que por espectaculares descubrimientos, de nuevas especies descubiertas en remotaslugares, como en Nueva Guinea, la realidad es que la noticia hubiera sido el no encntrarnuevas especies, ya que muchas especies están fatalmente destinadas a desaparecer antesde que el ser humano las catalogue. Esta pérdida de biodiversidad es una indicación delestado de degradación creciente de nuestro planeta.En Gland, Suiza, la UICN, el organismo más prestigioso que estudia la naturaleza a

nivel mundial, ha publicado la nueva lista roja de especies, con 16119 taxones. Esto repre-senta más de un tercio del número total de especies inspeccionadas; la lista incluye uno de cada tres

anfibios, un cuarto de las coníferas, y uno de cada cuatro mamíferos. De las 547 especies de tiburón,el 20 % están en amenaza de extinción. ¿Se come el tiburón al hombre, o el hombre al tiburón?

El oso polar e hipopótamo están por primera vez en la lista como especies amenazadas con la extinción.Los osos polares están particularmente afectados por la pérdida de hielo del Ártico, que la UICN atri-buye al cambio climático. Ellos necesitan los témpanos de hielo para cazar focas y otras presas.Mientras que el espectacular declive en las poblaciones del hipopótamo: un 95% en la últi-ma década (ver Boletín 15; página 43), se debe a la situación política turbulenta en laRepública Democrática de Congo, que ha permitido la masiva caza para la carne y parael marfil de sus dientes. No es que ahora respeten a los elefantes: en la RepúblicaDemocrática de Congo, ya quedan muy pocos elefantes.¿Cuáles son las amenazas?Las actividades humanas amenazan 99% de las especies de la Lista Roja.

La pérdida del hábitat y degradación son las amenazas principales, afectando amás del 80% de los pájaros, mamíferos y anfi-

bios listados, el cambio climático se reco-noce cada vez más como una seria ame-

naza, así como la introducción detaxones invasivas alóctonas.

(Fuente UICN)UE acuerda una ley para reciclar baterías

La Unión europea ha acordado el texto de una ley que hará el reciclandode baterías obligatorio de 2008.

Las tiendas y puntos de recogida especiales aceptarán las baterías usadas La directiva prohibirá la mayoría de las baterías con contenido de los tóxicos químicos cad-mio o mercurio.

La ley dice que un cuarto de todas las baterías usadas deben ser recogidas para2012, subiendo a 45% por 2016, y que por lo menos la mitad de ellas debenser recicladas.

También dice, que desde 2009 adelante, todas las baterías deberán llevar unetiquetado claro indicando cuánto tiempo

durarán. (Fuente: BBC News, mayo 2006)

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Los Reales Jardines Botánicos de Sydney y Melbourne se han convertido encampamentos del zorro volador de cabeza gris

Al mismo tiempo, el gobierno australiano ha clasificado el zorro volador de cabeza gris como unaespecie vulnerable, ya que sus poblaciones han descendido a lo largo de todo el país, aproximadamen-te 30% durante los últimos diez años. Este declive no amenaza sólo a los zorros voladores de cabezagris, sino también los bosques nativos. Los zorros voladores de cabeza gris son importantes poliniza-dores además de dispersores de semillas, ya que vuelan distancias largas.

Los zorros voladores de cabeza gris normalmente son una especie nómada, moviéndose a travésdel territorio con el cambio de las estaciones y la disponibilidad de la comida. Sin embargo, están per-diéndose los bosques costeros que proporcionaron la comida a los murciélagos, de hecho, Australiatiene la tasa más alta de destrucción de vegetación nativaen el mundo desarrollado. Así, las áreas urbanas, conaumento de parques y jardines, continuarán aumentandoen importancia como refugios de la fauna. Desde los añossetenta ha habido un movimiento importante en plantarárboles nativos [¿será ARBA Australia?] para atraer lospájaros, pero un inquilino inesperado fueron los murcié-lagos.

En Sydney, donde el murciélago es vecino del árbolprehistórico Wollemia nobilis (ver Boletín 15; página7),además de encerrar al árbol en una jaula, han probadouna variedad de métodos innovadores para proteger aotros árboles de los murciélagos. Se han instalado alta-voces ruidosos, suspendido substancias apestosas conolor carne podrida, untado las ramas con el estiércol depitón; y se han usado aspersores de agua para disuadir alos murciélagos colonizar árboles delicados.

La colonia de los zorros voladores de cabezagris, en el Real Jardín Botánico de Sydney.

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Se ha confirmado el primer caso de polinizaciónpor aves en la flora autóctona de Europa

La polinización de las flores no sólo es cosa de insectos, es sabido el papel de los colibríes enAmérica, de los nectarínidos en África y los honeyeaters, además de otros espontáneos, en

Australia (ver Boletín 10: pg. 45 y Boletín 16: pg. 17). Los primeros estudios que citan la polinización de las flores en Europa, citan al herrerillo polinizandola corona imperial (Fritillaia imperialis) en Gran Bretaña, pero se trata de una especie vegetalforánea, nativa de Asia.Ha sido un equipo de científicos españoles de las Universidades de Extremadura yCórdoba, los que han podido constatar, después de 3 años de estudio, la polinización del

altramuz hediondo (Anagyris foetida) en la comarca de Olivenza (Badajoz), porparte de tres paseriformes: la curruca capirotada, lacabecinegra y el mosquitero común. El polen se que-

daba adherido sobre la frente y garganta de los pája-ros. (Fuentes Quercus 243; mayo 2006)

F l o r a d e A r a g ó n Nueva página Flora ibérica en la red: El gobierno de Aragón ha elaborado un completoatlas con cerca de las 4000 especies presentes en la región y lo ha colgado en Internet:w w w . i p e . c s i c . e s / f l o r a g o n

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En estos parajes juega unimportante papel ecológico yeconómico porque no sólomantiene la humedad y la ferti-lidad de los suelos impidiendoel avance del desierto, sino queposibilita una agricultura yganadería rentables.

El ganado encuentra en estebosque el pasto habitual delsuelo semiforestal, pero cuan-do llega el verano sólo lequeda como alimento el “pastocolgante” que no es sino elfollaje al cual acceden lascabras trepando a los árboles.

Todos los productos delárbol son utilizados: la maderay la cáscara dura de la almen-dra como combustibles; lasemilla prensada para obtener el aceite, y lashojas del árbol, la cáscara externa del fruto y elproducto resultante del prensado de la almen-dra, para alimentar al ganado.

Jesús Charco, en sus libros El bosque medi-terráneo en el Norte de África y Guía de losárboles y arbustos del Norte de África describecon más amplitud las características de ésteárbol.

El aceite de argánEl aceite de argán se extrae del prensado de

la semilla. La recogida de la almendra es reali-zada durante los meses de junio-agosto, los fru-tos son secados al sol, después almacenados y alo largo del invierno las mujeres, de formamanual, van partiendo la almendra una a unapara extraer la semilla.

De su prensado en frío se extrae el aceite des-tinado a la cosmética, del prensado de lasemilla tostada se obtiene el aceite

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PPrrooyyeeccttooss ddee ddeessaarrrroolllloo ppaarraallaa ccoonnsseerrvvaacciióónn ddee llooss bboossqquueess

ddee aarrggáánn eenn MMaarrrruueeccooss

El argán (Argania spinosa) es un árbol que actualmente sólo se encuentra en las montañas y vallesdel SW de Marruecos, sobre todo en la región del Souss. Sus bosques ocupan una extensión de unas800.000 ha y son frecuentes los ejemplares centenarios. Crece sobre diversos tipos de suelo, exten-diéndose desde el nivel del mar hasta los 1.700 m. Soporta bien la sequía, adaptándose al clima áridoo semiárido seco de esta región.

Detalle del tronco y ramas del argán.

Luisa Conejero

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comestible con un delicado sabor a avellanas.El aceite se utiliza:

En cosméticaEl aceite cosmético tiene propiedades rege-

neradoras y cicatrizantes de la piel, es reputadopor sus propiedades hidratantes, nutritivas yprotectoras. Disminuye las arrugas, cura eleczema y el acné y calma los dolores del reu-matismo. Es regenerador de las uñas y del pelo.

Para el peloSe aplica 30 minutos antes de lavarse la cabe-

za desde las raíces a las puntas o bien se pulve-riza una ligera película sobre el pelo seco conun spray para abrillantarlo y darle suavidad.

Para la pielSe aconseja aplicar sobre la cara por la noche

para regenerar, nutrir, suavizar y alisar.Sobre el cuerpo puede aplicarse después del

baño o para el masaje.Para las uñas y manosSumergir las uñas en una mezcla de limón y

aceite de argán al 50% durante 15 minutos almenos una vez a la semana.

Además con la pulpa del prensado se fabricaun jabón especial para pieles delicadas.

Para la alimentaciónTiene los mismos usos que el aceite de

oliva como condimento enensaladas, sopas o en tos-tadas. Reduce el colesteroly previene la aterosclero-sis.

Creación y funciona-miento de las cooperati-vas de argán

Los bosques de argánhan sufrido un progresivoretroceso debido a la acciónhumana (tala para leña ysobrepastoreo) dejandopaso al desierto; para inten-tar frenar su destrucción, enla región de Haha, cerca deEssaouira, se han puesto en

marcha 4 cooperativas de mujeres dentro de unproyecto de cooperación para el desarrollo en elque participan la Facultad de Ciencias de laUniversidad Mohamed V de Rabat, El Centrode Investigación para el DesarrolloInternacional de Canadá, la embajada de Japóny otras instituciones europeas e internacionalescomo WWF.

Actualmente trabajan en ellas 185 mujeresde forma permanente y 200 temporeras. Son:

La Cooperativa Amal (esperanza en árabe),fundada en 1996 en Tamamar.

La Cooperativa Ajddigue (flor en bereber),fundada en 1998, está situada en Tidzi

La Cooperativa Tamounte, fundada en 2003bajo el programa marco “Conservación y ges-tión de lugares sensibles” situada en el pobladode Aït Ahmed , comuna de Imin´Tlit.

La Cooperativa Argane El Kheir, creada en el2004.

Estas cooperativas producen un aceite demáxima calidad siguiendo las normas interna-cionales de higiene en la producción y en lacomercialización y tienen un etiquetado biológi-co reconocido a nivel internacional.

La importancia de estas cooperativas es muygrande ya que no sólo han creado empleo sinoque también han abierto escuelas para llevar acabo la alfabetización y la formación general de

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las trabajadoras y están contribuyendo aldesarrollo turístico de la región al permi-tir a los turistas visitarlas.

Y sobre todo participan en la conser-vación de los bosques de argán no sólopor los cuidados que se le dan para mejo-rar la producción de almendra sino tam-bién por el compromiso de cada coope-rativista de plantar y cuidar 10 arganescada año.

Estos proyectos merecen ser extendidos atoda la región para conservar “esta cortina verdea las puertas del desierto” y por tanto deben serapoyados promocionando la venta y utilizaciónde sus productos en Europa.

Se puede encontrar información en ( www.targanine.com )

En el 2001 las mujeres de las coo-perativas recibieron el primer pre-mio del Slow Food Award(www.slowfood.com) por su com-promiso con la conservación delargán. En el 2002 el aceite de argánfue uno de los primeros “SentinellesInternationales Slow Food”, proyec-to para apoyar los productos excep-cionales en peligro de extinción.

Actualmente se está trabajandopara obtener para la región el esta-tuto de Reserva de la Biosfera.

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OOOO PPPP II NN II ÓÓÓÓ NN

PP oo rr vv oo ss oo tt rr oo ssEn vuestra primera infancia os encaramasteis sobre sus ramas al amparo de abrigo

y protección, os acurrucaron y abrazaron, os dieron calor y seguridad. Bajasteis y osbrindaron sombra, cobijo y alimentos. Se desprendieron de sus ramas para construi-ros casas y calentarlas, os enseñaron a extraer esencias y fármacos. Os proporciona-ron todo cuanto le pedíais para haceros la vida más cómoda, y nunca se quejaron.Siempre han estado a vuestra disposición, jamás os han reprochado los maltratos, alcontrario, igual que una madre siempre os los han justificado.

Hace tiempo que os alejasteis de ellos, que los olvidasteis, que no queréis recordarlo que por vosotros hicieron, que como a una pesadilla los desecháis, son algo que osestorba en vuestro camino, que queréis dejar atrás, a un lado. Desmemoriados losarrancáis, los explotáis, los quemáis. Transformáis sus tierras en paramos yermos, lasroturáis, las urbanizáis, y ellos lloran. No se defienden, mueren erguidos, altivos, sedejan abatir, barrer, pero no dan un paso atrás, y lloran, lloran por ti, porque una vezdesaparecidos ya no os servirán, no os darán sus frutos, sus propiedades medicinales,sus sombras, su oxígeno, ya no limpiarán la atmósfera contaminada, ni retendrán elsuelo, ni atraerán las lluvias, ni las amortiguarán, ni pararán el azote de los vientos,ni crearan suelos, ni entraran en la rima poética, ni serán gozo de vuestros sentidos,ya no existirán. Lloran porque dejan a sus hijos desprotegidos, indefensos, solosante vuestro propio declive, porque saben que según ellos van desapareciendo, vues-tro ocaso se acelera y no sois conscientes.

Abrid los ojos y mirad, pensad que cuando os oponéis a sus cortas, no lo estáishaciendo por ellos, no les estáis defendiendo, os estáis defendiendo, porque cuandoimpedís que se quemen, que se destruyan sus dominios, no lo hacéis por su perviven-cia, sino por la vuestra. Vuestro destino va tan estrechamente ligado al suyo que aun-que los hayáis olvidados, sus savias y vuestra sangre corren paralelas. Pensad que sipermitis su muerte os estáis suicidando. Pensad en vosotros y en vuestros descen-dientes, en sus descendientes. Pensad y haced comprender, luchad y haced entrar enrazón a todos aquellos que se quieren suicidar que no son ellos los que se van a matar,sino que con ellos os llevarán a todos.

Pensad que por eso, los bosques lloran por vosotros. La Encina

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1. EL PROYECTOEl actual recinto del museo cuenta con una

zona verde de aproximadamente una hectárea,ubicada sobre el terreno de la antigua colina deel Viso o colina de los chopos. En esta área exis-tió un cauce de agua que discurría de manerasinuosa por la zona alta de la colina y se preci-pitaba hacia abajo paralelo a la calle Vitrubiocomo puede apreciarse en las fotos aéreas devegetación. El Museo propone a ARBA eldiseño de un jardín educativo para dar a conocerlas comunidades vegetales que de manera tandiversa se extienden por nuestro territorio. Todoel proyecto se engloba en el Plan Estratégico delMuseo que pretende revitalizarlo y modernizar-lo, creando espacios educativos donde los visi-tantes puedan descubrir y no solo observar.

Es un proyecto pionero en cuanto a la utiliza-ción de especies se refiere ya que muchas deellas es la primera vez que se van a utilizar, loque le da un valor añadido pues servirá paraexportar el uso de las plantas autóctonas a otrosjardines.

La realización ha sido adjudicada a JARDI-SER 3-AFANIAS, donde actualmente trabajannumerosos miembros de ARBA (Carlos, Javi,Bego, Rosa, Santi, Juanjo, Andrés). Se realizarámediante un convenio con la Asociación deAmigos del Museo, en el que ARBA desarro-llará el contenido educativo y los textos detodos los paneles. Estos paneles los realizaráEquipamientos Ambientales.

2. OBJETIVOSEnfocado todo ello desde el concepto de

SOSTENIBILIDAD, con lo que la misma tienede implícito en cuanto a Educación ySensibilización Ambiental.

El objeto de este proyecto es recuperar esteespacio para el disfrute del visitante al museo ydotarlo de contenido educativo apropiado paraconocer el monte mediterráneo, con su fauna yflora asociada a la geología del terreno que con-forma el paisaje del territorio donde se ubica lacomunidad de Madrid.

3. PROPUESTA DE EJECUCIÓNEl proyecto va encaminado a que el visitante

se aproxime de un modo participativo y amenoa la flora mediterránea a través de ejemplos sen-cillos referentes a las comunidades vegetales,independientemente de su edad, procedencia oformación, sin que ello vaya en detrimento de lacalidad educativa o del rigor científico.

Proponemos recrear las diferentes comunida-des vegetales que jalonan el entorno de Madridque, como es sabido, refleja un gran número decomunidades peninsulares. Estas comunidadesaparecerían formando núcleos independientesdentro del propio jardín. Entre los núcleos sediseñará una ruta que permita al visitante cono-cerlas de cerca y apreciar las especies que lasforman. En algunos casos habrá que cambiar elsustrato para alojar comunidades marcadamentegipsófilas o muy nitrófilas.

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JJaarrddíínn EEdduuccaatt iivvoo ddeell MMoonntteeMMeeddiitteerrrráánneeoo

MMuusseeoo NNaacciioonnaall ddee CCiieenncciiaassNNaattuurraalleess

PROYECTO TÉCNICO Y COORDINACIÓN:Andrés Revilla OnrubiaPROYECTO ARTÍSTICO Y DESARROLLO EDUCATIVO:Charo Piñango MuñozASESORÍA CIENTÍFICA:Juan Manuel Martínez Labarga

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El terreno se dividirá en tres zonas principa-les: la montaña, ubicada en las laderas pronun-ciadas que rodean al museo por el este, la zonade transición y el monte estepario y árido de losyesos de Madrid en la zona oeste.

El proyecto se encuentra dividido en CincoMódulos independientes pero temáticamenteconcatenados (ver planos).

El Módulo I – El Jardín de Rocas - Se colo-carán rocas representativas de cada región, pro-curando que queden integradas con la vegeta-ción.

El Módulo II – Los Yesos - El sureste de laregión es muy rico en biodiversidad y pococonocido. Plantas como el pítano, la efedra, lanébeda, el asnallo, o fauna asociada puede ubi-carse en este espacio y mostrar de manera eficazla riqueza de este gran territorio.

El Módulo III – Las Calizas – El este de laregión alberga ricas comunidades de plantascalcícolas que contribuyen a la diversidad delterritorio. Los coscojares son una de las repre-sentaciones más propias de esta región.

El Módulo IV – La Zona de Transición - Unagran parte del territorio fue ocupado por dife-rentes tipos de encinares y otros árboles escleró-filos. Se representará el encinar manchego, elalcornocal, el quejigar y las fresnedas. Se reco-gerán ambientes de suelos calizos y de suelosácidos

El Módulo V – La Montaña - Aprovechandoel gran desnivel podemos situar en la parte alta(futuros terrenos recuperados sobre las pistasdeportivas del Ramiro) la zona de piornal ypinares albares.

Inmediatamente después una franja dedicadaal robledal de melojo y justo debajo las fresne-das. Cruzando desde el pinar y bajando en cas-cadas hasta la fresneda un arroyo que termine enlago emplazará a la vegetación de ribera. Elarroyo puede alojar vida animal como anfibios ypeces naturales de la región.

Para convertir el nuevo Jardín del Museo deCiencias en un referente nacional e internacio-nal para temas relacionados con la flora medi-terránea, es necesario crear expectativas cultu-

rales, científicas, y movilizar la atención de

las personas interesadas, ofreciendo para elloactividades enriquecedoras en torno al jardín.

Por ello, resulta fundamental el apoyopedagógico y una programación de actividadesque se haga desde la dirección del Museo. Esimportante el diseño de un programa de activi-dades y dinamización que mantengan el interésdel público vivo de una forma continua.

Se recomienda la instalación de un aulaabierta en el recinto del jardín que pueda acogerlas actividades con grupos.

4. HILO CONDUCTORUn paseo por la flora del Monte

Mediterráneo.5. DESTINATARIOS

a) Grupos y asociaciones de niños, jóvenesy adultos: Se establecerían visitas organizadasy guiadas por monitores especializadosdurante los días lectivos. Tiene especialinterés la oferta que se puede hacer a los gru-pos de 3ª Edad.

b) Escolares: niños y jóvenes que acudiránal Jardín a través del sistema educativo for-mal. Se les ofrecerán visitas organizadas yguiadas por monitores especializados durantelos días lectivos.

c) Público en general: niños, jóvenes yadultos, procedentes tanto del entorno urbanocomo rural, nacional e internacional, que acu-den al Jardín por su cuenta. Normalmenterequieren un tipo de visita autoguiada, atendi-da según sus peticiones y sugerencias por losmonitores del centro.

d) Grupos específicos que participen enacciones propias organizadas desde el Museo:cursos, eventos, jornadas, etc.

e) Visitantes locales.f) Grupos con los que se haya acordado la

localización de sus actividades en el marcodel propio Museo.

g) Profesionales y especialistas, queademás aporten sus conocimientos al centrocomo ponentes o colaboradores en las activi-dades programadas, o utilicen el Jardín comoapoyo educativo en sus actividades docentes.Por tanto, el diseño y concepción del Jardín

en general, y de sus contenidos en particular,deben estar adaptados a estas tipologías de

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público y responder a niveles de informaciónsencillos y atractivos con soluciones origina-les y participativas. Se dará especial atencióna la adaptación de los contenidos y losdiseños para discapacitados físicos, sensoria-les e intelectuales.

6. ESTRUCTURA, CONTENIDOTEMÁTICO Y RECURSOS EXPOSITI-VOS

El diseño en planta del Jardín se organiza entorno a los contenidos, estructurados en losCuatro Bloques Temáticos, que nos zonifican,estructuran el espacio y marcan las circulacio-nes de los usuarios.

El Jardín se plantea como un espacio conti-nuo que aunque está dividido en cuatro BloquesTemáticos que ocupan espacios bien diferencia-dos, comparten una estética y objetivos comu-nes.

6.1. DINÁMICA INTERPRETATIVA.Si bien existe la posibilidad de recorrer el

Jardín adquiriendo un conocimiento progresivodesde el punto de vista florístico, los bloquestemáticos que se establecen son independientesentre sí, de tal manera que puede visitarse elJardín sin necesidad de seguir un itinerario fijo.Ello facilita la circulación de visitantes, espe-cialmente el efectuado en grupos, lo que permi-te un funcionamiento más ágil y eficiente de lasinstalaciones, sin tener que esperar turnos ypoder simultanear visitas de grupos e indivi-duales.

A partir del primer momento que el visitanteaccede al jardín, asume un papel activo en lavisita. Su percepción sensorial se convierte enprotagonista, por lo que deja de ser un meroespectador y pone a prueba sus sentidos.

Se concibe la flora elegida para configurareste jardín como un recurso expositivo más, delque se puede aprender y disfrutar.

El resto de los recursos expositivos que seproponen son:

*Paneles, carteles y fichas botánicas deinterpretación: A la entrada de cada zonase colocaría un plano explicativo de lamisma y carteles identificativos para cadaespecie y comunidad vegetal, además depoder facilitar una guía del recorrido.

*Reproducciones de fauna asociada:

Dada la imposibilidad de mantener vivos alas animales que habitan en estos ecosiste-mas, proponemos instalar reproducciones aescala de aquellas especies que por suimportancia se han convertido enemblemáticas para la región de Madrid,como Phytodecta variabilis, descrita porprimera vez sobre retamas de la Dehesa dela Villa.

*Juegos específicos: Diseñados ex pro-feso como refuerzo didáctico, suponen unrecurso directo y concreto para el aprendi-zaje y la divulgación de la temática parti-cular del parque.

6.2. ZONIFICACIÓN DEL JARDÍN ENBLOQUES TEMÁTICOS (ver planos)

6.1.1. Módulo I – Bloque Temático El Jardín de Rocas

Este Módulo se plantea como transversal alresto de los módulos del Jardín. Cada uno delresto de los módulos dispone de sus rocas carac-terísticas.Las rocas que encontramos en este módulo son:

• Gneises• Granitos• Calizas• Evaporitas• Pizarras• ConglomeradosRecursos expositivos-Paneles, carteles y fichas botánicas-Reproducciones de fauna asociada-Juegos específicos

6.1.2. Módulo II – Bloque Temático Los Yesos

Con una superficie aproximada de 300 m2.Se sitúa al comienzo de la visita y se estructuraen dos terrazas, aprovechando la actual configu-ración del terreno.

Ver en el plano números del 1 al 4. Presenteshasta los 700 m de altitud.

Las comunidades vegetales que encontramosen este módulo son:

• 1. Orgazales: Comunidad vivaz sobre suelosnitrófilos, yesosos y salinos. Dominada por Atriplexhalimus (orzaga) y Limonium dichotomum.

Especies acompañantes: Salsolavermiculata, Artemisia campestris

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• 2. Albardinares: Suelos húmedos salinos.Dominados por el Lygeum spartum (albardín) ySenecio auricula (senecio).

Especies acompañantes: Gypsophila tomen-tosa, Puccinellia fasciculata, Elymus curvifo-lius, Schoenus nigricans, Linum maritimum,Asteriscus aquaticus, Helianthemum salicifo-lium, Galium parisiense, Linum strictum.

• 3. Tarayales no halófilos: Suelos básicos yhúmedos. Dominada por Tamarix gallica yTamarix africana (taraje) con Glycyrrhiza gla-bra (regaliz), Equisetum ramosisimum (cola decaballo), Salix purpurea (sarga) y Inula viscosa(altabaca).

Especies acompañantes: Marrubium vulgare,Centaurea calcitrapa, Artemisia campestres,Cynodon dactylon, Althaea officinalis, Juncusmaritimus.

• 4. Aulagares almohadillados: Genistascorpius, Rhamnus lycioides.

Recursos expositivos:-Paneles, carteles y fichas botánicas.-Reproducciones de fauna asociada.-Juegos específicos.

6.1.3. Módulo III – Bloque Temático Las Calizas

Con una superficie aproximada de 300 m2.Se sitúa en la parte baja del actual jardín, a laderecha de la escalera de acceso. Ver en el planonúmeros de 5 a 7. Desde 700m hasta 1000m.

Las comunidades vegetales que encontramosen este módulo son:

• 5. Esplegueras: Dominadas por Salvialavandulifolia (salvia), Lavandula latifolia(espliego) y Linum suffruticosum subsp. diffe-rens (lino blanco). Se desarrolla sobre sueloscalizos.

Especies acompañantes: Helichrysum stoe-chas, Genista scorpius, Coronilla minima,Lithodora fruticosa, Linum narbonense,Aphyllantes monspeliensis, Thymus vulgaris,Dorycnium pentaphyllum

• 6. Coscojar: Dominadas por Quercus coc-cifera (coscoja) y Rhamnus lycioides (espinonegro). Vive sobre suelos básicos formados enel encinar manchego.

Especies acompañantes: Osyris alba,Asparagus acutifolius, Colutea arborescens,

Stipa tenacísima, Genista scorpius,

Rhamnus alaternus, Jasminum fruticans,Ephedra nebrodensis.

• 7. Romerales con romerina: Dominadaspor Rosmarinus officinalis y Cistus clusii. Vivesobre suelos calizos en ambientes cálidos.

Especies acompañantes: Ephedra fragilis,Fumana scoparia, Helianthemum violaceum.

6.1.4. Módulo IV – Bloque Temático LaZona de Transición

Con una superficie aproximada de 1.700m2. Se sitúa en la parte central del actual jardíny aprovecha la actual orografía del terreno.En esta área se plantean dos zonas estanciales:

1) Plaza de Acogida: recepción y orga-nización de los grupos, en ella se ubica elaula abierta. En esta plaza desembocanlos dos caminos principales: el que se diri-ge a la zona de Yesos y el que se dirige ala Zona de Transición.

2) Plaza del Pino. Espacio abiertodonde las visitas pueden reagruparse yatender a explicaciones más extensas quelas que se darán en los caminos. Estaplaza abierta, se diseña de forma quepotencia la presencia de los elementosvegetales actuales que se conservan parael nuevo jardín, como es el pino.

Desde aquí un paseo, que llamaremos elPaseo del árbol del Amor, se dirige hacia elsiguiente módulo:

Ver en el plano números del 8 al 12. Desde700m hasta 1700m.

Las comunidades vegetales que encontramosen este módulo son:

• 8. Bolinares: Comunidades vivaces desa-rrolladas sobre suelos silíceos del piso medi-terráneo de la meseta. Aparecen dominados porla Santolina rosmarinifolia (bolina) y laArtemisia campestre subsp. Glutinosa. De 700hasta 1000m

Especies acompañantes: Marrubium vulgare,Chondrilla juncea, Centaurea ornata,

• 9. Sabinar: Dominadas por Juniperus thu-rifera (sabina albar) y J. communis subs.hemisphaerica (enebro). En Madrid se desarro-lla sobre suelos de gneis. Entre 1200m y 1300m

Especies acompañantes: Musgos diversos,Rosa sp.

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• 10 Alcornocal: Dominada por Quercussuber. Vive sobre suelos ácidos, sueltos ytérmicos.

Especies acompañantes: Arbutus unedo,Rosmarinus officinalis, Cytisus multiflorus,Pyrus bourgaeana, Genista hirsuta, Paeoniabroteroi.

• 11 Retamares: Dominadas por Retamasphaerocarpa casi exclusivamente. Vive sobresuelos sueltos básicos o ácidos y arenosos,incluso yesosos. Se pueden encontrar otrasespecies propias de cada tipo de suelo

• 12 Encinar carpetano: Sobre terrenos dearcosas, dominado por la influencia del sistemacentral. Dominada por Quercus iliex subs.ballota.

Especies acompañantes: Asparagus acutifo-lius, Rubia peregrina, Ruscus aculeatus,Juniperus oxycedrus subs. badia, Paeonia bro-teroi, Acer monspessulanum.

Recursos expositivos:-Paneles, carteles y fichas botánicas.-Reproducciones de fauna asociada.-Juegos específicos.

6.1.5. Módulo V – Bloque Temático La Montaña

Con una superficie aproximada de 2.400m2. Este bloque abarca una explanada situada alo largo del parking, el talud y la zona llanadonde termina el talud en su parte superior.

Este módulo se compone de dos áreas:A – Área de Fresneda: en ella se ubica

una laguna donde se remansa el arroyo que bajade la Montaña. Alrededor, le acompaña unadehesa de fresnos que se adapta al llano exis-tente. Esta fresneda cumple la función de la ter-cera zona estancial.

Las comunidades vegetales que encontramosen esta área son:

• 13 Fresnedas y riberas: Dominadas porFraxinus angustifolia y Quercus pyrenaica o Q.ilex subs. ballota. Suelos sueltos con alto nivelde humedad. Hasta los 1200m de altitud.

Especies acompañantes: Frangula alnus,Acer monspessulanum, Rhamnus catartica,Ulmus minor, Sorbus aria, S. aucuparia,Crataegus monogyna, Lonicera periclymenum,Prunus spinosa, Primula officinalis, Hepatica

nobilis, Lamium purpureum, Narcissus bulbo-codium, Bryonia dioica.

Otros árboles de zonas húmedas: Celtis aus-tralis, Ulmus minor

• 14 Sauceda: Salix alba, Salix purpurea,Salix salvifolia y Salix atrocinerea.

B – Área de Montaña: se aprovechan lasestrechas terrazas existentes para la configura-ción del paseo de subida. Se ensanchan y se lesda una pendiente adecuada para el tránsito depersonas con movilidad reducida. La subidaempieza en la Plaza del Cedro.

Según vamos subiendo, las comunidadesvegetales que encontramos son:

• 15 Codesedas: Dominadas porAdenocarpus hispanicus (codeso) y Genista flo-rida (hiniesta). Se desarrolla sobre suelos ácidosy frescos. Desde 1250 hasta 1550m

Especies acompañantes: Cytisus scoparius,Genista cinerea, Rubus ulmifolius, Rosa canina.

• 16 Jaral de estepa con hiniesta:Dominadas por Cistus laurifolius y Genistacinerea subs. cinerascens. Se desarrolla sobresuelos formados por melojares. Desde los 1250hasta los 1700m

Especies acompañantes: Thymus mastichina,Th. Bracteatus, Lavandula stoechas subs..pedunculata, Stipa tenacisima, Juniperus com-munis, Jasione crispa, Leucanthemopsis palli-da.

• 17 Gayubares con brezo blanco:Dominadas por Arctostaphylos uva-ursi (gayu-ba) y Erica arborea (brezo blanco). Sobre sue-los desarrollados por el melojar. De 1300m a1600m.

Especies acompañantes: Lavandula stoe-chas, Thymus mastichina.

• 18 Melojar: Se desarrolla sobre sustratosácidos hasta los 1600 m de altitud. Dominadapor Quercus pyrenaica.

Especies acompañantes: Cistus laurifolius,Adenocarpus complicatus, Cytisus scoparius.

• 19 Pinar de pino albar: Se desarrollas apartir de 1600m. Dominada por Pinus sylvestris.

Especies acompañantes: Genista florida,Cistus laurifolius, Rubus spp. , Taxus baccata,Ilex aquifolium, Adenocarpus hispanicus,Sorbus aucuparia.

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• 20 Abedulares: Se desarrolla en zonas altasde la sierra, sobre suelos muy húmedos.Dominada por Betula celtiberica.

Especies acompañantes: Sorbus aria,Corylus hispanica.

• 21 Piornal con hiniesta: Dominadas porCytisus oromaditerraneus (piorno serrano),Genista cinerea subsp. cinerascens. Se desarro-lla sobre suelos procedentes del melojar y concarácter ácido.

Un pequeño arroyo baja por el talud, repre-senta los arroyos de montaña y nos sirve comoargumento para plantear especies riparias.

En este módulo la zona estancial se planteacomo El Mirador situado en la parte más alta deljardín y desde el cual se tiene la vista global delJardín del Monte Mediterráneo.

Recursos expositivos:-Paneles, carteles y fichas botánicas.-Reproducciones de fauna asociada.-Juegos específicos.

6.2. CIRCULACIONES Y RECORRIDOSLos recorridos en este jardín permiten la

elección de diversos recorridos por el usuario einterconectan todas las zonas. Se estructuran:

• Con un vial principal con un ancho aproxi-mado de 3m (variables según zonas) por el quese accede a todos los módulos.

• Viales secundarios que conectan los vialesprincipales y ofrecen paseos alternativos, conun ancho aproximado 1m (variable segúnzonas). En el caso de la subida a la zona demontaña, estos viales secundarios se conviertenen escaleras.

La estructura del Jardín invitará a la explo-ración y al paseo a través de la red de viales,algunos abiertos y soleados y otros sombreadosy recogidos.

Las zonas estanciales vienen determinadaspor:

• La Plaza de Acogida, de encuentro y recep-ción de los grupos, plaza soleada donde se ubicael aula abierta.

• La Plaza del Pino, • La Fresneda.• La Plaza del Cedro

• El Mirador

6.3. ESTÉTICA, MATERIALES Y ACA-BADOS

La estética general será la de un jardín rústi-co sin llegar a ser forestal. El mobiliario será demadera tratada, que garantice su mantenimientoen intemperie.

Para potenciar su carácter natural se prescin-dirá de bordillos en los paseos y viales.

Los paseos serán de terrizo compactado oladrillo picado.

En definitiva, se proyecta como un espacioque además de cumplir su función educativa ydivulgativa, invite al paseo y la estancia, y quepueda cumplir funciones de acoger actos públi-cos e institucionales.

8. LA JARDINERÍA8.1. COMUNIDADES VEGETALES

SELECCIONADAS.Dado el carácter didáctico con el que se con-

cibe la plantación, este capitulo se ha desarro-llado anteriormente, en

6. ESTRUCTURA, CONTENIDOTEMÁTICO Y RECURSOS EXPOSITIVOS

8.2. CALIDAD DE LAS PLANTAS YSUELOS.

Para el correcto desarrollo de las especieselegidas es de vital importancia proporcionarlesel suelo adecuado y ajustar los riegos parcelapor parcela. Algunas de las plantas propuestasson difíciles de encontrar en viveros de jardi-nería, pero hay algunos especializados en plan-ta autóctona que pueden proporcionarlas oincluso cultivarlas bajo pedido (p.e. ViversBioriza, Viveros Alborada, Fuentidueña deTajo-Madrid, Viveros Ajauque, Abanilla-Murcia, Zulueta Corporación, etc).

Es fundamental que las especies sean exacta-mente las descritas para cada comunidad.Cualquier cambio al respecto no sería fiel a lacomposición de la comunidad vegetal. No esnecesario que aparezcan todas las especies dellistado, pero sí sería recomendable que en unfuturo se fueran incorporando según se vayanconsiguiendo.

Muchas de ellas se conseguirán de 1 o 2savias, pero su crecimiento será rápido y pronto

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terminarán cubriendo el espacio proporcionado.8.3. LISTADO DE PLANTAS A SUMINIS-

TRARSe estima el uso de 6500 m2 de suelo para las

plantaciones. Cada una de las comunidades lle-vará al menos 30 ejemplares de las especiesdominantes y un mínimo de 300 repartidas entreel resto de las especies, instalando menos espe-cies arbóreas y más especies arbustivas. Cuandolas dominantes sean especies arbóreas, se insta-laran un máximo de 10 en cada zona, exceptoespecificaciones, sin tener que aumentar elnúmero de arbustos.

Se calcula un óptimo de 5477 ejemplares,según listado adjunto. De las dominantes 172serán árboles de más de 1,75m. Las especiesacompañantes podrán tener un tamaño menor,incluso de 1 savia, siempre que presenten unbuen sistema radicular y se encuentren comple-tamente sanas.

Número de ejemplares según especies. Sino se especifica nada se entiende que sonejemplares de 1 ó 2 savias. En caso contrario,se da la altura del ejemplar. En el caso deespecies acompañantes deberá repartirse elnúmero de ejemplares entre al menos 2 espe-cies de las que aparecen en el listado.

1. Orgazales:Atriplex halimus 80Limonium dichotomum. 10Especies acompañantes: 240Salsola vermiculata, Artemisia campestris

2. Albardinares:Lygeum spartium 130Especies acompañantes: 270Gypsophila tomentosa, Puccinellia fasciculata, Elymus curvifolius, Schoenus nigricans, Linum maritimum, Asteriscus aquaticus, Helianthemum salicifolium, Galium parisiense, Linum strictum.

3. Tarayales no halófilos: Tamarix gallica 20 de 1mTamarix africana 10 de 1mGlycyrrhiza glabra 20

Equisetum ramosisimum 10Inula viscosa 20Especies acompañantes: 220Marrubium vulgare, Centaurea calcitrapa, Artemisia campestres, Cynodon dactylon, Althaea officinalis, Juncus maritimus.

4. Aulagares almohadillados: Genista scorpius, 80Rhamnus lycioides. 50

5. Esplegueras: Salvia lavandulifolia 60Lavandula latifolia 20Linum suffruticosum

subsp. differens 20Especies acompañantes: 230Helichrysum stoechas, Genista scorpius, Coronilla minima,Lithodora fruticosa,Linum narbonense, Aphyllantes monspeliensis, Thymus vulgaris,Dorycnium pentaphyllum

6. Coscojar: Quercus coccifera 50 de 0,70mRhamnus lycioides 20Especies acompañantes: 260Osyris alba,Asparagus acutifolius, Colutea arborescens, Stipa tenacísima, Genista scorpius,Rhamnus alaternus, Jasminum fruticans, Ephedra nebrodensis.

7. Romerales con romerina: Rosmarinus officinalis 90Cistus clusii. 85Especies acompañantes: 220Ephedra fragilis, Fumana scoparia, Helianthemum violaceum.

8. Bolinares: Santolina rosmarinifolia 60Artemisia campestre

subsp. glutinosa 15

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Especies acompañantes: 255Marrubium vulgare, Chondrilla juncea, Centaurea ornata,9 Jaral de estepa con hiniesta: Cistus laurifolius 50Genista cinerea

subs. cinerascens. 30Especies acompañantes: 250Thymus mastichina, Th. bracteatus Lavandula stoechas subs. pedunculata, Stipa tenacisima, Juniperus communis, Jasione crispa, Leucanthemopsis pallida.10 Sabinar: Juniperus thurifera 50 de 0,5mJ. communis

subs.. hemisphaerica 30 de 0,5mEspecies acompañantes: 120Musgos diversos, Rosa sp.11 Gayubares con brezo blanco: Arctostaphylos uva-ursi 220Erica arborea 80Especies acompañantes: 80Lavandula stoechas, Thymus mastichina. 12 Alcornocal: Quercus suber. 20 de 1,75mEspecies acompañantes: 210Arbutus unedo, Rosmarinus officinalis, Cytisus multiflorus, Pyrus bourgaeana, Genista hirsuta, Paeonia broteroi.13 Retamares: Retama sphaerocarpa 9014 Codesedas: Adenocarpus hispanicus 50Genista florida 20Especies acompañantes: 250 Cytisus scoparius,Genista cinerea, Rubus ulmifolius, Rosa canina.

15 Fresnedas y riberas: Fraxinus angustifolia 25 de 2,00mQuercus pyrenaica 5 de 1,75mQ. ilex subs. ballota 5 de 1,75mEspecies acompañantes: 150Frangula alnus, Acer monspessulanum, Rhamnus catartica, Ulmus minor, Sorbus aria, S. aucuparia, Crataegus monogyna, Lonicera periclymenum, Prunus spinosa, Primula officinalis, Hepatica nobilis, Lamium purpureum, Narcissus bulbocodium, Bryonia dioica.Otros árboles de zonas húmedas: Celtis australis, 1 de 2,5mUlmus minor 1 de 2m16 Sauceda: Salix alba, 10 de 1mSalix purpurea, 10 de 1mSalix salvifolia 10 de 1mSalix atrocinerea. 10 de 1m17 Encinar carpetano: Quercus iliex subs. ballota 30 de 2mEspecies acompañantes: 300Asparagus acutifolius, Rubia peregrina, Ruscus aculeatus, Paeonia broteroi, Acer monspessulanum. (de 1m)18 Melojar: Quercus pyrenaica. 50 de 1,75mEspecies acompañantes: 220Cistus laurifolius, Adenocarpus complicatus, Cytisus scoparius.

19 Pinar de pino albar: Pinus sylvestris. 20 de 1,5mEspecies acompañantes: 310Genista florida, Cistus laurifolius, Rubus spp. , Taxus baccata, (de 1m)

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Ilex aquifolium, (de 1m)Adenocarpus hispanicus, Sorbus aucuparia. (de 1m)20 Piornal con hiniesta: Cytisus oromaditerraneus 90Genista cinerea

subsp. cinerascens. 9021 Abedulares: Betula celtiberica. 15 de 2mEspecies acompañantes: 30Sorbus aria, Corylus hispanica.

8.4. ARROYO Y CHARCA.Se propone recuperar parcialmente un arroyo

que existió en la zona que se va a ajardinar. Estefuncionará con el impulso proporcionado poruna bomba que elevará el agua recogida en lacharca hasta la cabecera del mismo.

El cauce del arroyo se realizará con rocanatural y resinas prefabricadas u hormigón.

El arroyo es parte fundamental del jardín yse pretende que acoja una comunidad diversade plantas y animales. Es una pieza clave paraatraer a las aves. En la charca se pretende ins-talar además una comunidad permanente deanfibios propios de la región y que tengandificultades especiales de conservación. Para

ello se realizará un estanque con distintascotas de profundidad para que permitan la críade especies de aguas profundas (Bufo bufo)como de aguas superficiales (Bufo calamita).

8.5. RED DE RIEGO.El riego debe ser localizado por goteo y se

montará de manera que cada una de las 21 zonastenga unos tiempos diferentes para poder garan-tizar a cada planta la humedad necesaria para sumetabolismo y óptimo desarrollo ecológico.

9. DIVULGACIÓN Y PROMOCIÓNDEL JARDÍN. MATERIAL EDUCATIVO.

Resulta fundamental la difusión y publicidadde este Jardín Educativo del MonteMediterráneo, para que el público conozca nosolamente su existencia, sino también la ofertaestable y temporal que posee. De esta manerapodrá visitarlo y participar así en las actividadesque se programen en él.

Se diseñará una imagen corporativaque resulte atractiva y motivadora;Logotipo, lema y sus adaptaciones alos distintos medios de difusión. Seintegrará en la imagen corporativa queya existe del Museo de Ciencias.

Se programarán eficientes cam-pañas publicitarias con-tando con los mediosadecuados.

Se introducirá enprogramaciones escola-res.

Se incluirá en la webdel Museo de Ciencias.

Se diseñara un cua-derno de trabajo paralos grupos escolares, yotros materiales paraadultos.

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En ARBA TC seguimosempeñados en plantar árboles, a

pesar de que algunos políticos dejensus políticas en palabras, a pesar de

que muchos se queden tranquilos conhaber oído las noticias de última hora, apesar de que nos definan de "ecologistasidealistas", … seguimos empeñados enplantar cara al futuro, y llenar esta tierrayerma de árboles y vegetación.

Así lo venimos haciendo desde quetomamos conciencia de la importancia deestos pequeños gestos por nuestra tierra,y así lo hemos repetido este domingo 18de diciembre, en el Parque de losAlcornoques. A esta plantación asistieronun centenar de vecinos de Tres Cantos, yla mitad o más eran niños/as, lo que nosllenó de ilusión y de satisfacción. Pocasplantaciones han tenido una concurrenciainfantil tan elevada, y eso que se preveíaun día frío, como los anteriores. Peroalgún hado hemos de tener, que nosregaló uno de los mejores días soleadosde este otoño. Para los pequeños, miel

sobre hojuelas. Jugaron, se divirtieron,

plantaron arbolitos, estuvieron al aire libre,entre amigos que valoran cada signo devida, y sobre todo, en compañía de suspadres y hermanos. Al final también losmayores (todos) nos regalamos unas estu-pendas migas manchegas, … recogimoslos trastos, … y dejamos el Parque de losAlcornoques con más de doscientosnuevos arbolitos, entre encinas,alcornoques, quejigos, olmos autóctonos ylos de las ciudades, endrinos, sauces blan-cos, … algún tomillo y rosal silvestre.Quedaron protegidos con mallas de plásti-co, y con tutores, para que no sean fácil-mente arrollados por maquinaria o eldespiste del caminante. Por favor, denle unpar de años para que se hagan fuertes, yentonces podremos quitar todas esas esta-cas del parque.

ARBA TC estamos en el Parque de losAlcornoques, en el Aula/Vivero, pero tam-bién nos podéis encontrar en la pág. Web: www.arba-s.org

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AARREEQQUUEE

ARRRREE

PEQUE ARBA es un grupo destinado a losniños/as cada día más activo.

Un momento lleno de colorido, humano y ambiental.

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“... Y AL PRINCIPIO FUEUN ÁRBOL”

“Quien ha aprendido a escuchar a los árboles,ya no desea ser un árbol.

No desea ser más que lo que es”.Herman Hesse El viandante

“Todo vendrá con la edad. A los veinte años, no es tiempo de ser mojigato”.Molière

Andaba buscando en el baúl del trastero una tarde gélida y otoñal, viejos recuerdos deépocas pasadas.

Rápidamente aparecieron ante mis ojos unos legajos que cautivaron mi atención. Brevemente mi vista cansada se centró en el primer epígafre del texto que sostenía en

mis manos:“ El arbolito que vas a plantar hoy, tiene casi la misma edad que tú. Nació hace algunos

años de una semilla que fue plantada en un vivero ( los viveros son como la «guardería» delos árboles) ”.

Allí comenzó siendo una plantita que necesitó de muchos cuidados, igual que un bebé,que poco a poco fue creciendo hasta ser como lo ves ahora.

Una experiencia plena de ternura, meticulosidad, entusiasmo, vitalidad y dotada de unalto nivel de compromiso personal para que sus raíces dieran el fruto apetecido.Transcurría la mitad de la década de los ochenta y no cotizaba en ningún mercado de valo-res el entrelazarse las manos, mirarse a los ojos. El vocablo asociación cotizaba a la bajasólo sobrevivía en algunos mercados clandestinos.

Cinco años después la cotización de personas atraídas por este nuevo valor despertabacierto tipo de interés. Las ganas por rentabilizar el capital humano, pleno de conocimien-tos, ideas y ganas de materializar proyectos, rentaban en hechos cuantificables (vivero,nueva sede, folletos, primeras campañas de denuncia, plantaciones, cursos).

El colectivo crecía progresivamente. Pequeños socios invertían mínimas cantidades de sueconomía que revertían en acciones favorecedoras del Medio Ambiente. Para que quinceaños después, las raíces iniciales dieran origen a nuevos brotes en diferentes lugarespeninsulares (txirpiales, robustas frondosas pucelanas, esforzadas semillas tricantinas,nobles rebrotes toledanos, laboriosos caducifolios oscenses y perennes jornaleros deMadrid y su alfoz).

Y por último, sumergidos en pleno siglo XXI, llega la hora de tender puentes sobreríos extremadamente caudalosos que separan orillas no necesariamente antagónicas. Poreso, para conmemorar el veinte cumpleaños de la “vieja”, convirtámonos en jornaleros dela gloria y aunemos esfuerzos para entrelazar esos puentes y evitar que el río nos inun-de, lamentablemente afectándonos a todos. Porque el paso del tiempo, el tiempo, sólohay que vivirlo.¿Cómo? Como cada uno quiera recordarlo.

Adolfo Gutiérrez (Txirpial)21

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"Un jardín Botánico es una pequeña por-ción de bosque que hemos cultivado en unaciudad, negándole espacio al asfalto y alhormigón y que de una manera u otra nosdeleita a todos".

La ocupación creciente, desordenada ydepredadora del territorio esta siendo unatendencia demasiado habitual. Podríaescribir una listainterminable deespeculaciones yagresiones anuestro patrimo-nio, sin embargocitare unacuestión a lacual le hacefrente un grannumero de veci-nos de esta ciu-dad. Esta es laconstrucción deun rascacielos om a c r o h o t e l ,proyectando su larga y maléfica sombrasobre el Jardín Botánico de Valencia.

Junto a este Jardín Botánico se encuen-tra un solar que en su ida perteneció a uncolegio de Jesuitas y que estos vendieron,poniéndose a salvo de un plan de orde-nación urbana.

A partir de ahí la voracidad de políticosy constructoras se ha traducido en variosproyectos arquitectónicos, siendo el mas

nombrado la construcción de un macro-

hotel, rompiendo el entorno artístico patri-monial y eclipsando el Jardín Botánico.

En marzo de 1995 se forma unaplataforma cívica llamada "Salvem elBotanic- recuperem ciutat", (salvemos elBotánico- Recuperemos la ciudad), hacien-do frente a estos proyectos inmobiliarios.Han transcurrido 10 años de tenacidad de

esta plataformacívica, acosador lahospitalidad delAyuntamiento deValencia, de laGeneralidad y lostribunales.

El Podereconómico e insti-tucional juega lapartida aliado conel tiempo, quetranscurre a sufavor o eso cree.

Gracias alcolectivo Salven

el Botánico, la batalla continua.

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UU rr bb aa nn ii ss mm oo ss aa ll vv aa jj ee

Ricardo SanFelix Bailach (El Arbero Levantino)

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Ecuador: Entre cero yseismil metros

Texto, mapas y fotograf ías : Carlos Fierro

Ecuador es un país pequeño (sólo la mitad de España), pero grande por su naturaleza. Para ciertosautores, su biodiversidad es tal que es denominado megadiverso. Está ubicado en pleno ecuador, conlluvias que van desde sólo 150 mm al año, en la Península de Santa Elena, hasta superar los 4000 mmde las zonas bajas amazónicas orientales. Su orografía es desgarrada, pues constituye parte del espi-nazo andino, y única parte de él que pasa por la línea del Ecuador. El gran predominio de suelos volcá-nicos añade una buena fertilidad a su manto vegetal. Los ecosistemas terrestres van desde el nivel delmar hasta superar los 6000 metros de altura. Todo esto ha configurado multitud de ecosistemas, cadauno con sus especies asociadas. Dado las reducidas dimensiones del país, configuran una biodiversi-dad total, o relación entre el número de especies totales por kilómetro cuadrado (biodiversidad brutapor km2), de las más altas del planeta.

Grupo Nº de especies Lugar en el mundoVertebrados 2606 4ºAves 1559 4ºReptiles 374 8ºAnfibios 402 3ºMariposas 2200 7ºEspecies/área km2 9,2 1ºQue además, a diferencia de otros mitos con una elevada biodiversidad bruta como Sudáfrica o

Costa Rica (ver Boletines: nº 10-páginas 44-46y nº 13-página 61). Ecuador posee ecosistemas con-cretos con una biodiversidad alpha de las más altas del mundo.

Es un país de tremendos contrastes, donde el carácter tropical de su posición geográfica se vepotenciado por la presencia, en altura, de glaciares resplandecientes sobre colosales volcanes, algunosactivos, donde se unen el hielo y el fuego, o mejor, donde se funde el hielo por el fuego. De hecho elbello cono perfecto del Cotopaxi, con 5897 m, pasa por ser el volcán activo más alto del planeta.

Las laderas montañosas se precipitan, en escasos kilómetros, desde los prados andinos hasta lasselvas húmedas tropicales con afluentes del Amazonas, pasando por todo un calidoscopio de pisos devegetación. Las carreteras parecen lombrices retorciéndose, mientras que el azul del cielo, a vecesparece una utopía sólo alcanzable después de atravesar cinco estratos de nubes.

Es una síntesis de sus grandes vecinos Colombia, Brasil y Perú. Posee una cierta estabilidad polí-tica que lo convierte en un país relativamente seguro. Además, la mayor parte de los lugares son defácil acceso para el viajero o naturalista autónomo.

Ecuador cuenta con más de cuarenta y cinco áreas naturales protegidas entre Parques Nacionales,otras áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, y reservas privadas, muchas de ellas siguiendoel ejemplo de Costa Rica, con su famoso Monte Verde, en manos yanquis. Sus áreas protegidas ascien-den al 17% del total, uno de los porcentajes más altos del mundo (Fuente: Instituto EcuatorianoForestal y de Áreas Naturales y de Vida Silvestre, INEFAN) .

Hispanoamérica habla castellano, sin embargo lo hace con giros o usos de adjetivos inusuales quenos pueden chocar, pero a veces darnos una visión nueva, un enfoque distinto del mundo. Así, enEspaña, cuando protegemos un bosque hablamos de bosque protegido, sin embargo, en Ecuadorhablan de bosque protector, como el Bosque Protector de Mindo: realmente, ¿quién protege aquién, el bosque al hombre o el hombre al bosque?

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Ecológicamente, y por ende botánicamente,Ecuador se divide en tres grandes bloques: laregión pacífica (costa), la región andina (sierra) yla región amazónica (oriente). En estas regionesa su vez se pueden distinguir respectivamente 16,20 y 9 ecosistemas concretos, contabilizando 45en total (ver Boletín 8, pp 92-99).

La diversidad de plantas ecuatorianas esmuy grande; se estima que existen 20 000 espe-cies, incluyendo helechos y plantas con flor. Deacuerdo con el Catálogo de Plantas Vascularesdel Ecuador (Jorgensen & León-Yánez, edito-res, 1999), recopilando la información de másde 200 científicos, se han descrito 15 306 espe-cies de plantas. Aproximadamente una de cadacuatro especies ecuatorianas son endémicas delEcuador. En cuanto a regiones naturales, la másdiversa, en número total de especies, es laregión andina con un 64% de la flora descrita, apesar de que ha sido la más deforestada del país.

La región pacífica (costa) 4463La región andina (sierra) 9865La región amazónica (oriente) 4857

Sin embargo, el dato puede inducir a error,haciéndoos pensar que los ecosistemas andinosson más biodiversos. Pero nada más lejos, en losbosques tropicales lluviosos de las tierras bajasorientales se encuentran más de 100 especies deárboles en una sola hectárea, mientras que en losbosques alto andinos se han encontrado sola-mente entre 28 y 66 especies. Esta riqueza deespecies de un ecosistema, conocida comodiversidad α (alfa), alcanzando su máximo con307 especies de árboles en la Reserva deProducción Faunística de Cuyabeno. Esta es ladiversidad de especies de árboles más alta quese haya encontrado hasta ahora en el mundo. El 20% especies de plantas en Ecuador es una

orquídea. Esta familia, sin duda es la más diver-sa con 3 043 especies y la que cuenta con másespecies endémicas con un 46%.

En Ecuador existen los parientes silvestres

de plantas alimenticias cultivadas mundial-mente, como el maíz, la papa, el tomate, lapiña y el cacao.

Los usos medicinales son numerosos.Quizás un ejemplo conocido mundialmente esel de la cinchona (Cinchona officinalis), de cuyacorteza se extrajo originalmente la quinina. Estecompuesto es utilizado en tratamientos contra lamalaria (ver cuadro de texto aparte).

*Los páramosEl páramo andino es uno de los ecosistemas

más famosos de los países andinos, son la clási-ca imagen de un quechua y su llama pastando aescasos metros y sin árbol a la vista. Los pára-mos se ubican desde aproximadamente los 3500metros hasta el límite de las nieves perpetuas amás de 5000 metros. Existen varios tipos depáramos dependiendo de su vegetación, la pre-cipitación y condiciones edáficas. Así, tenemospáramos de pajonal, páramos de frailejones,páramos pantanosos, páramos secos, páramosarbustivos y superpáramos. Siendo su denomi-nador común la ausencia de arbolado, salvo enzonas resguardadas. Son raros los páramos deuna tipología pura, lo habitual es un mosaico delas distintas tipologías.

Las condiciones especiales del páramo hangenerado una flora y una fauna adaptadas a loscambios drásticos de temperatura diarios, conbajas temperaturas y alta incidencia de los rayosUVA. Dado las bajas presiones, por altitud, hayuna tremenda evaporación, un factor importanteal que la vegetación tiene que hacer frente. Así,muchas de las adaptaciones evolutivas de los gru-pos de plantas del páramo están encaminadas a lareducción de la pérdida de agua: formas en almo-hadilla, densos pelos o roseta gigante (a mayorvolumen menor relación entre superficie, pordonde se pierde el agua, y volumen).

Las plantas pertenecen principalmente a lasfamilias Asteraceae, Poaceae, Orchidaceae,

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Nota: Se puede decir que este artículo es un complemento, guía práctica, del artículo: Un Pequeñopaseo por el lado diverso de la vida vegetal. Boletín 8, pp 92-99.

Aprovecho estas paginas para dar la Fe de erratas del citado artículoPágina 94 Región Andina (Sierra) Debería figurar Región Amazónica (Oriente)Página 95 Polylepis hirsuta Debería figurar Polylepis reticulata Kunth

Página 97 Colchlioda vulcanica Debería figurar Cochlioda vulcanica24

Pinceladas sueltas de la vegetación y f lora del Ecuador

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Valerianaceae, Geraniaceae, Violaceae,Caryophyllaceae, Apiaceae, Rubiaceae,Ericaceae, Lobeliaceae, Scrophulariaceae,Cyperaceae, Ranunculaceae, Rosaceae yPteridaceae. Si bien casi un 60% de las especiesson endémicas, hay una alta coincidencia entrelas familias a las que pertenecen y las que cre-cen en las montañas Europeas yNorteamericanas. Según bajamos en altitud yacasi no encontramos familias comunes. Puedeque esta coincidencia en las alturas, no sea frutode una convergencia evolutiva, sino de ances-tros comunes en las últimas glaciaciones hastaque la retirada de los hielos dispersó los taxo-nes, y la migración altitudinal, causó la especia-ción por asilamiento.

Todos estos taxones, pueden ser cataloga-dos de acuerdo con su forma de vida, o mejor suadaptación al medio, en cinco grupos:

*Rosetas gigantes (como los frailejones delgénero Espeletia y las achupallas del géneroPuya). *Arbustos xerofíticos (intensa evaporaciónpor la altura). *Rosetas acaules (como Hypochaeris ).

*Penachos (las poáceas, sin duda el másextenso, forman los paramos de pajonal).*Almohadillas (Plantago, Azorella, Werneria,Scirpus, es la mejor manera de evitar pérdidasde agua).

Los árboles, aunque escasos, pueden formarmanchas en zonas resguardadas de vaguadas,donde además hay un aporte extra de agua.Estos bosquetes, que cada vez están más dismi-nuidos por la tala, están integrados porPolylepis e Hipericum, entre otros. En elEcuador están representadas 22 especies deHipericum; de las que 17 especies arbustivas seencuentran en la zona andina de páramos: comoHypericum laricifolium.

La fauna es relativamente escasa y estárepresentada por algunos mamíferos, a destacarel oso de anteojos (Tremarctos ornatos) y ellobo de páramo (Pseudalopex culpaeus), variasespecies de anfibios, algunos reptiles, y aves,como el cóndor (Vultur gryphus), ave represen-tativa por excelencia de la zona, y una sorpresaadaptativa: una rara especie de colibrí endémi-co: el colibrí de cresta de casco barbada. Si lacasi totalidad de los colibrís comen el néctar,-casi no se puede imaginar un colibrí sin una flor-,el colibrí de cresta de casco barbada depende delos insectos para su dieta. Tiene un pico corto ycaza a insectos mientras camina en la tierra.

Es difícil saber exactamente cuánto de estoes producto enteramente natural y cuánto delpáramo es producto de la transformación huma-na de otro tipo de ecosistemas.

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LL aa qq uu ii nn aa -- qq uu ii nn aaLos indígenas de los alrededores de Loja, sur de Ecuador, utilizaban la corteza pulverizada de un árbol deno-

minado quina-quina para combatir las fiebres intermitentes, o sea el paludismo, ya en tiempos precolombinos.La primera noticia relativa a tal árbol fue publicada en 1574 por el médico Nicolás Monardes, en su “HistoriaMedicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales que sirven de medicinas”.

Cuenta la tradición que en 1630 el Corregidor de Loja fue curado de las fiebres por Juan López, un misio-nero jesuita, a quien un cacique indígena de la región le había regalado polvos de quina-quina.

La primera descripción botánica, se debe a Sebastiano Bado, quien en 1663 menciona a la “Corteza delPerú” o “China-Chinae”, como la especie utilizada para combatir la fiebre (hay que señalar que en aquellaépoca esta zona no era más que una provincia del Virreinato del Perú). Es Bado quien cuenta la anécdota quedio lugar al nombre del género Cinchona, y según la cual, en 1638, la señora Francisca Enríquez de Ribera,esposa del virrey del Perú, Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, Conde de Chinchón, cae grave-mente enferma. El Corregidor de Loja, al conocer tal noticia, envió a Lima gran cantidad de la famosa cortezadel árbol de la Quina, y sacó de las puertas de la muerte a la condesa de Chinchón. Posteriormente la cortezaviajó a Europa y luego al resto del mundo. A raíz de esto Carlos Linneo, en 1753, le daría al género corres-pondiente el nombre de Cinchona, al describir la especie como Cinchona officinalis.

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El páramo es uno de los ecosistemas queestá mejor protegido y representado por los par-ques y reservas estatales del Ecuador: ReservaEcológica El Ángel, el Parque Nacional Cajas,la Reserva de Producción Faunística deChimborazo y Parque Nacional Cotopaxi ocomo parte de un mosaico ecológico más com-plejo en los Parques Nacionales Sangay yPodocarpus.

Joyas botánicas del páramo:* Frailejones: Es una compuesta que seme-

ja a los Senecios gigantes de las montañas afri-canas (ver Boletín 15, pg. 46). En ReservaEcológica El Angel cerca de la frontera conColombia. Su vasto jardín de frailejones es unade las joyas botánicas del país, y es lugar deperegrinación de botánicos de todo el mundo.La zona se caracteriza también por ser el hábitatdel lobo de páramo, que a pesar de su nombre,está más emparentado con los zorros.

* El género Polylepis, es una rosácea queostenta el record de altitud para un árbol, supe-rando los 4000 m. Es endémico de Sudamérica,consta de 16 especies distribuidas en los Andesdesde Venezuela hasta Chile y la Argentina. Enel Ecuador están representadas 7 especies en losbosques altoandinos y páramos, de las que tresson endémicas. El PN de Cajas es un buen lugarpara verlo, así como El Angel.

*El Bosque seco costeroEs una de las zonas con mayores contrastes,

formando un complejo mosaico de ecosistemassegún los cambios en la altitud, edafología, yproximidad al agua. Así, por encima de los 350 m,o algo más, aún en la época seca, se formannubes, creando un bosque nublado con epifitasy musgo. Por debajo de este límite, con lasequedad como denominador común, los hábi-tats son el matorral de desierto tropical, bosquetropical de espina, bosque seco tropical, y mato-rral de cactus. Además, a lo largo de los caucesde los ríos hay un bosque de galería de hojaperenne. La temporada de lluvias va de enero amarzo, siendo un total de entre 100 y 500 mm.

El ceibo (Ceiba trichistandra), es un árbolnotable, además de ser endémico de la región.

Otras especies dominantes son el algarrobo(Prosopis spp.), papelillo (Bouganvillea sp.),

hualtaco (Loxopterigium huasango), gua-

yacán (Tabebbuia billbergii), palo santo(Bursera graveolens), ébano (Ziziphus thyrsiflo-ra), charán (Caesalpinea corymbosa), sapote(Capparis angulata), pasallo (Bombax disco-lor), angolo (Pitthecellobium multiflorum) y elalmendro (Geoffroya striata).

Como se puede observar, algunos de losnombre comunes son los nombres comunes deespecies españolas, y tienen en común con ellastanto como la cuidad Cuenca española, con laCuenca del sur de Ecuador, o sea, nada.

Bosques tropicales lluviososSon las cabeceras de la cuenca del

Amazonas, tienen tres tipos principales de vege-tación: 1) Bosque sobre tierra firme en zonasaltas, no sujeto a inundación, 2) Bosques tipovárzea, sujeto a la inundación estacional porríos de aguas blanca y 3) Bosques tipo igapó,en las tierras pobres sujetos a la inundaciónestacional o permanente por los ríos de aguasnegras (ninguna carga de sedimento). Los bos-ques de tierra firme son más diversos y general-mente, con el dosel más alto, que alcanzan 40metros, y con árboles emergentes de más 50metros; las epifitas y trepadoras no son abun-dantes. A lo largo de los ríos, hay bosquetes depalmas Mauritia flexuosa y bosques inundados.

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El ceibo, con tronco engrosado y verde.

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OrquídeasEcuador tiene casi la mitad de las orquídeas

de sur y centro América. Son tanto especies epí-fitas como terrestres, presentes en todos los eco-sistemas. Tienen preferencia por la sombra y lastemperaturas frescas. Uno de los géneros másbiodiverso es el género Dracula, Luer, 1978. Esun género con 118 especies. Las flores, con launión de los tres sépalos tienen básicamente una

f o r m atriangular,con los lar-gos apén-dices encada sépa-lo, dandoel aspectode dos col-millos. Sibien, elorigen delnombre no

parece ser Drácula sino que deriva del latín:pequeño dragón.

HeliconiasLas heliconias están emparentadas taxonó-

micamente con las musáceas (plataneras) y lasesterlitziáceas (flores del pájaro de paraíso). El

parentesco con las primeras lo delatan sus gran-des hojas, y con las segundas sus grandes y vis-tosas flores. Endémicas de Hispanoamérica yalgunas islas del Pacífico Sur. Son polinizadaspor colibríes, salvo las de color verde que lo sonpor murciélagos. Son algo heliófilas por lo quecrecen a lo largo de los caminos, riberas y cla-ros del bosque.

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El CeiboLos ceibos son árboles que dominan el dosel. Son 13

las especies que se distribuyen por Sudamérica.Algunos, entre ellos Ceiba trischistandra, son polini-zados por murciélagos. Las flores se abren de nocheentre abril y julio. Su cáliz, de un rojo vistoso, ha hechode él un árbol ornamental. Como curiosidad señalar quefue citado por primera vez por ejemplares de jardín enLima y en Indonesia, pues la ciencia aún lo desconocíaen estado salvaje.

Son deciduos en la época seca, pero un troncoengrasado y verde suple las funciones fotosintéticas delas hojas caídas.

Mapa de distribución deCeiba trichistandra

Dracula sp.

Las orquídeas, conjuntamente con lasBromelias (foto), constituyen la parte más

numerosa de las epifitas con flor.

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Heliconia ecuatoriana

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M a p a d e l a s i t u a c i ó n d e l a s z o n a s n a t u r a l e sc i t a d a s e n l a p e q u e ñ a g u í a d e c a m i n a t a s

Nota: MapasPara la confección de los mapas que aparecen en el artículo, además de usar los mapas topográficos de 1/50000 correspondientes, heusado información de croquis personales, o cuando existía, mapas de los paneles de los parques naturales o reservas. Las caminatas dePN Cajas o el camino inca a Irgapirca, deben realizarse, para una mayor seguridad, con brújula, altímetro y mapa topográfico.

En Quito, el Instituto Geográfico Militar, sobre una colina al sureste del parque Ejido, tiene un buen paseo, además de servir para laprovisión de mapa topográficos de 1/50000. Cuando no tienen el número deseado, te darán una fotocopia en BN. Un libro de

gran interés para la zona Amazónica es The Ecotourst’s guide to the Ecuadorian Amazon (R. Wesche, 1995), debido a lamultitud de mapas cartográficos, de hasta de 1/25000, que se incluyen en separatas. Yo conseguí un ejemplar en el

Instituto Geográfico Militar.28

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Se ubica dentro del Parque Nacional deMachalilla y es uno de los destinos ecológicosmás visitados. Ofrece playas vírgenes y la Isla dela Plata, donde anidan especies de aves como lospiqueros de patas azules que sólo se encuentranaquí y en Galápagos. Además, durante el verano,llegan las ballenas desde la Antártida.

Este parque nacional costero tiene un clima yuna vegetación similar a las islas Galápagos, y esubicación de los pocos bosques secos deEcuador continental, donde crece el ceibo, contallos engrosados y verdes, el palo santo, con suagradable olor, usado como incienso en la igle-sia, y el moyuyo, una pequeña planta con frutospegajosos que se utiliza como gel para el pelo.

Tiene una orografía de montañas con fuertependiente que caen al mar, seccionadas por que-bradas y pequeños valles.

Se trata de atravesar una cresta, Las Goteras,que separa el valle costero de Puerto López conel de Agua Blanca, que debe su nombre a unalaguna de aguas sulfurosas con importantes pro-piedades curativas.

Las Goteras es un bosque nublado, cercano aPuerto López, y con una altitud de 400m, quepermite ver la sucesión altitudinal de la vegeta-ción, desde las áridas zonas bajas hasta el bosquenublado montano bajo, donde las epifitas, líque-nes y musgos cubren los árboles.

Con gran atractivo, y sorpresa, pues nohabíamos leído nada sobre ello, nos encontra-

mos con epifitas, concretamente bromeliáceas,sobre cactus (ver foto portada). Estaban enuna zona de transición. Las brisas marinas apor-tan humedad al ambiente, gracias al cual espe-cialistas en la captura de la llamada lluvia hori-zontal pueden sobrevivir. Sin embargo, la lluviavertical escasea tanto que el suelo esta tan secoque sólo los cactus pueden prosperar.

Guía para el caminante:

Desde Puerto López, seguir la carretera hastala pista que sube a los 400 m de altitud hastauna barrera vigilada por militares que controla laentrada al recinto de una antena. Hay que atra-vesar la barrera para acceder a la cresta, y al bos-que nublado de Las Goteras. Te dejarán entrancon una sonrisa. En la parte izquierda del recin-to una bajada resbaladiza nos sitúa ya en el bos-que de Las Goteras. Se llega a un cruce, cogerizquierda, una nueva bajada, ahora por la cresta,dos nuevos cruces izquierda y comienza el lentodescenso a Aguas Blancas. Según descendemosdel bosque nublado con lianas, bromelias y árbo-les chorreando gotas (lo del nombre está claro),va cediendo el papel hegemónico a una vegeta-ción más xerófila, hasta que los cactus hacen suaparición, y más abajo, zona casi desérticadonde sólo el agua cercana a las ramblas permi-te que puedan crecer algunos árboles.

P e q u e ñ a g u í a d e c a m i n a t a s e n E c u a d o rTravesía desde Puerto López a Agua Blanca pasando por bosque nublado de Las Goteras

Bromelia con flor en Las Goteras

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El Parque Nacional Cajas se encuentra loca-lizado al oeste de la ciudad de Cuenca, la altitudva de los 3 150 m a los 4 450 m y tiene tipos devegetación que van desde el bosque húmedomontano, bosque muy húmedo hasta el páramo.El páramo ocupa la mayor superficie delParque. Es un humedal de importanciaInternacional - Convención RAMSAR 2003-que incluye un sistemalacustre de 235 lagunasde origen glaciar, conformaciones geológicasen circo y valles de ori-gen glaciar en forma deU, o caja, de ahí su nom-bre. Botánicamente, enlas partes altas está elpáramo de pajonal, enlas partes más húmedasel páramo de almohadi-llas, con formacionesapretadas, y las zonaspantanosas musgos ylycopodiáceas.

La vegetación arbus-tiva y arbórea se confor-ma de especies de losgéneros Berberís,Gynoxys y Polylepis.Siendo los bosquetes dePolylepis, muy mengua-dos por la acción huma-na, una de las joyas alser un árbol que crece aaltitudes que superan los 4000 m, como un bos-quete cerca de la cumbre del Cerro de Cajas.Siendo el árbol que más altitud alcanza en elmundo. Es endémico de Sudamérica, donde hay16 especies, quedándose Ecuador con 7, de lascuales 3 son endémicas, entre ellas P. reticulatala especie que crece en Cajas.

Guía para el caminante: Justo enfrente dela caseta del guarda, donde se puede pernoctar,un camino ascendente pasa por debajo de unasrocas y alcanza la cresta. Seguimos por la cres-ta izquierda del circo, vistas. Una subcumbre

rocosa se acomete justo por el medio, a laderecha queda una torreta final, que usan-

do las manos se alcanza la cumbre. Ahora setrata de descender hacia el valle por corredoresde vegetación entre filos de roca hasta el pára-mo con lagos (SSE). Ya en el páramo, de suavescolinas y decenas de lagos, seguir, aguas abajo,los arroyos que desagüan de los lagos condirección SE. A veces el arroyo juega al ratón yal gato: aparece y desaparece en cuevas de tie-

rras y vegetación. Otrases un arroyo meandrifor-me. Se pasan los restos deantiguo puente Inca. Hayzona pantanosa con múl-tiples aportes de agua yarenas movedizas. Aveces el arroyo seencañona. Hay muchaszonas donde múltiplesarroyos se deslizan porrocas pulidas por los gla-ciales. Pasamos junto aunas ruinas incas. Por elpromontorio salvamos laszonas pantanosas en laorilla derecha de laLaguna Taitachugo, en elcual se ven islas. El cami-no asciende, luego enhorizontal por la laderaderecha del lago, quepoco a poco baja, hastazonas muy pantanosas enla misma orilla del lago.Aquí, por un bosque

encantado de Polylepis, barro, raíces y troncos.Fin del bosque, pequeño remonte. El río quesale de la laguna pasa un desfiladero con casca-da impracticable. Para bajar tomar a la derecha,una roca montículo, primero un remonte queaccede a un pequeño cañón, pequeños destrepessobre las rocas redondeadas, a veces cubiertasde césped sobre el que el camino talla escalones.El camino ahora se precipita en el bosque nebu-loso, es una escalera sobre tierra con pequeñosdestrepes. Se alcanzan parajes bucólicos controncos, epífitas y musgos, y por fin se alcanzala pradera del valle y la carretera.

PN Cajas: Travesía Laguna Toreadora al valle pasando por la Laguna Taitachugo

Bosquete de Polypeis, cerca de lacumbre del Cerro de Cajas 4275 m.

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El Cerro de Cajas y vista del páramo de suaves colinas y numerosos lagos

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Hablar del camino Inca, nos hace pensar enel camino que, en Perú, lleva a las ruinas deMachu Pichu. Sin embargo, lo que mucha genteno sabe, es que este camino no era más que unapincelada suelta de un complejo de carreterasIncas, que desde Quito se extendían hasta Talca,más al sur de la actual capital de Chile, Santiagode Chile. Eran 5000 kms de carreteras, quemuchos historiadores consideran tan grandescomo las del mismísimo Imperio Romano. Lazona sur del Valle Central de Ecuador posee unbello tramo de este caminoInca que desde el pueblo deAchupallas nos lleva hastalas ruinas de Ingapirca, lasmás importantes del país.

Guía para el caminante:Es un camino de altura,alcanzando los 4350 m demáxima cota. Se puedehace en dos o tres días.Nosotros decidimos hacer-lo en dos, más paliza, paraasí pasar una única nocheen las ruinas de Paredones,con 3400m. La otra opción,era pasar dos noches, la pri-mera en la laguna TresCruces, pero sus 4200m dealtitud, no la hacen idealsin tienda isotérmica, y sinsacos dobles de pluma, ynuestra idea era ir ligeros.El camino, al margen delinterés arqueológico, poseeunas bellas vistas de valles-páramos de pajonales consu vegetación, y la especta-cular vista de la lagunaCulebrillas, llamada así porel río meandriforme que essu principal aporte de agua.

Achupallas a 3350m dealtitud, es nuestro punto departida, nuestro camino seorientará hacia el collado

entre dos montañas

que dominan el pueblo: a la izquierda la colinapiramidal de Cerro Mapahuiña 4365 m y a laderecha, con cumbre plana, el Cerro Pucará. Sesube por la calle principal, y se sale del puebloen el cementerio. Poco a poco se va ganandoaltura hacia el collado: abajo el río brilla condestellos. Se alcanza el collado y con ello unvalle de prados andinos, pajonales, muy largo yde poca pendiente. Al final del valle se alcanzala laguna Tres Cruces, se gana altura con fuertependiente. Se alcanza un falso collado, un

E l c a m i n o I n c a d e A c h u p a l l a s a L a s R u i n a s d e I n g a p i r c a

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montón de piedras, a modo de hito, a los 50m seencuentra el auténtico con otro montón de pie-dras. Hay que seguir el camino hasta el filo ocresta, máxima altura con 4350 m. La cresta es detierra ocres y piedras, bajada con vista especta-cular de la laguna de Culebrillas. El caminobaja en zig-zag y muy hundido en el suelo, hastaunas chozas de pastores. El Camino Inca es bienvisible desde arriba, aún existen partes en buenestado. Alcanzado el valle, lo primero es cruzarel río, se llega así a las ruinas del puente Inca,aguas abajo una playa de guijarros permite cru-zar en dos saltos. El camino sube monótonohasta las ruinas (70m de desnivel en subida).

Tuvimos la suerte de cara, y parte de la rui-nas habían sido techadas con bambú, formandoun pequeño cubil-refugio donde pasamos lanoche. Refugio que compartimos con varioscolibríes que tenían sus nidos en los huecos delbambú. Una inspección, rápida con una linterna,

les hizo devolvernos la visita al saco con unzumbido en frente de los ojos, no volvimos amolestarles.

Dejando las ruinas, se alcanza una zona debloques de piedra SSO, hasta alcanzar un colla-do. Desde aquí es visible una laguna. Se dejaesta laguna a la derecha y se coge un valle a laizquierda (S). En este valle el camino quedapoco marcado, sólo se distingue por un cambioen la vegetación que es menos alta. Pasamoszonas pantanosas. Una pequeña aldea con unárbol bien visible, el camino ya es accesible porpista de tierra con 4x4. El camino muy emba-rrado sigue la ladera izquierda del río, al fondose ve el pueblo de Ingapirca, al final se desem-boca en un río saltarín y juvenil. Un caminosigue al río aguas arriba, nosotros a la izquierdapor un bosque de eucaliptos hasta cruzar unpuente de hormigón y remontar los 80m de des-nivel hasta las Ruinas de Ingapirca.

Cerca del punto culminante (4300m), ahora empieza la bajada, con la impresionante vistade la laguna de Culebrillas

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El camino Inca deAchupallas a Ingapirca:Vista del Cerro Pucará.Valle páramo de pajonal

camino de la lagunaTres Cruces. Aquí, conpastores andinos mon-

taraces, a lomos decaballo.

Vista espectacular de la Laguna Cuicocha, con la variada flora del camino.

OO tt rr aa ss zz oo nn aa ss ss ii gg nn ii ff ii cc aa tt ii vv aa ssSelva amazónica del orienteEn la parte nordeste, está la Reserva de ProducciónFaunística Cuyabeno. Está situada entre las cuencas delos ríos San Miguel y Aguarico, afluentes del Amazonas.Se remansan en multitud de lagos lacustres, donde no esdifícil avistar las dos especies de delfín de agua dulce quehay. Hay gran extensión de bosque inundado. En la zonade ecotono se da la mayor biodiversidad de árboles delmundo. Igualmente, está la Reserva Biológica Limoncocha, granbiodiversidad vegetal. Las aves constituyen uno de susprincipales atractivos, con alrededor de 350 especies.También reptiles, como caimán negro, y mamíferos. CostaEn la Reserva Ecológica Manglares-Churute, cerca deGuayaquil, la vegetación se caracteriza por los numerososmanglares. Multitud de aves, pero también se encuentranmonos aulladores y perezosos. AndesBosque Protector Mindo-Nambillo. Ideal para la observa-ción aves, con alrededor de 500 especies citadas, entre lasque está el vistoso gallo de roca.

El Cotopaxi, cerca de la cumbre.

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Misahualli es un puerto sin mar, pero con río,el río Napo, tan legendario como que fue por elque Orellana consiguió llegar al Amazonas y porél al Atlántico. Misahualli es el lugar más sencillopara visitar la selva (o lo que queda de ella), desti-no para los menos atrevidos, y punto de embarquepara aquellos que realmente quieren ver la selva.El viaje, por barca por el río Napo, nos permitepenetrar en el oriente auténtico, Limoncocha yCuyabero nos esperan.

Misahualli, esta bien para ver insectos, seadaptan bien a las zonas degradas, siempre que losinsecticidas estén ausentes. Pero el atractivo realque tuvo para nosotros Misahualli fue la cueva delos guácharos (ojo, pues allí los llaman por unnombre local, que no apunté). La cavidad estásituada en una hacienda privada, a unos 9 km alnoroeste, remontando el río Misahualli por uncamino en su margen izquierdo (orográfico). Elcamino pasa por la aldea de Buenavista, y un kiló-metro más allá, la humilde casa de los dueños delterreno donde se ubica la cueva. Cobran unospocos dólares por llevarte por un camino, más quévertical, que baja, o se precipita, hasta la base delRío Misahualli, y allí, en la base de una escarpadapared, se abre la gigantesca boca de la cueva. Elruido es ensordecedor por las llamadas de contac-to fuera y dentro de la cueva (carr-carr y cuc-cuc).Construyen sus nidos en bordes y cornisas altas einaccesibles de la cueva con desperdicios de sualimento regurgitado. No hay tantos como en lafamosa cueva Venezolana que visitó Humbolt,pero nos pareció fantástica. Recomendaciones:usar botas de goma, las botas normales, despuésde horas por caminos embarrados, se calan, lospies se entumecen, y aparecen los calambres. Sise puede contratar transporte hasta Buenavista alomos de caballo, no dudarlo, pues los 18 km deida y vuelta con los pies húmedos son un suplicio.

El guácharo (Steatornis caripensis) o pájaro deaceite, es un pájaro extraño, vive en cuevas, y seorienta con un sistema parecido al radar (ecoloca-ción), emitiendo sonidos de frecuencia audiblepara el oído humano (la de los murciélagos no loes). Se cree que también tienen un olfato muydesarrollado, lo cual es una excepción entre lasaves, característica que les permite la localizaciónde su alimento en la oscuridad. Los guácharos sonlas únicas aves nocturnas que se alimentan de fru-tas. El guácharo se alimenta de los frutos de apro-ximadamente 24 especies de árboles. El Guácharose encuentra únicamente en los neotrópicos, desdeel nivel del mar hasta los 3400 m, en las zonasmontañosas de Colombia, Venezuela, Bolivia,Ecuador, Perú, Trinidad y Tobago.

C u e v a d e l o s g u a c h a r o s e n M i s a h u a l l í

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En la provincia de Cotopaxi, a 60 Km. de Quito,está el Parque Nacional del mismo nombre, cuyoatractivo central es el volcán Cotopaxi que tiene5.897 metros de altura. En Chimborazo está la Reserva de Producción

Faunística Chimborazo. Su principal atractivo es elvolcán Chimborazo, se trata de la cumbre más altadel Ecuador, con 6310 m.

Parque Nacional Podocarpus En Zamora Chinchipe se levanta imponente elParque Nacional Podocarpus, que presenta un bos-que nublado. Su altura varía entre mil y tres milmetros. Esta reserva se estableció con el fin de pro-teger a las poblaciones de Podocarpus existentesen el parque.

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Base en el pueblo de Otavalo. Cultura indí-gena muy colorida y artesanía de calidad.

Vuelta al lago de CuicochaSe trata de un bello lago que rellena un anti-

guo cráter volcánico. Erupciones más recienteshan dejado una isla cónicas en el centro del lago.Su altitud media permite una rica vegetación dearbustos y herbáceas, y hasta de bosquetes en lazonas más resguardadas, multitud de pájaros,entre ellos colibríes.

El camino da una vuelta al lago, con unasvistas impresionantes, siguiendo más o menos elborde del cráter y contrario a las agujas del reloj.

Guía para el caminante: El camino empieza en la puerta o barrera de

entrada, antes había que pagar, ahora sólo te pre-guntan: ¿De qué nacionalidad?

Al comienzo con peldaños hechos de troncosde madera, tramos aéreos por el filo, y en conti-nua subida nos llevan hasta alcanzar las máximaaltura en dos cumbres. La primera no es obliga-do subirla, un camino por la derecha evita elcoronar esta cumbre. El camino continua hasta lasiguiente cumbre. En algunos tramos está hundi-do por la erosión de los paseantes. Tras bordearpor izquierda la segunda cumbre se alcanza unmirador techado y con asientos. Desde aquí elcamino baja pasando por bosquete, alcanza unosprados inundados, tras el vallejo comienza asubir entre arbustos sobre una ladera muy empi-nada hasta cruzar una cancela y alcanzar denuevo el borde de cráter.Este último tramo, menosespectacular, se desarrollacon eucaliptos y pinos. Alfinal una carretera de tierracierra el circuito.

Lagos Mojadas y elvolcán Fuya Fuya

A unos 20 km al sur deOtavalo, están tres lagunasde montaña, los lagosMojanda (3710 metros). Sepuede caminar alrededor de

estos lagos o ascender al

Fuya Fuya, un volcán inactivo con 4263 metrosde altura. Nosotros subimos al Fuya Fuya paraaclimatarnos antes de intentar el Cotopaxi.

Guía para el caminante: Justo a la altura del comienzo del lago, antes

de que el camino se divida en dos, en una vagua-da a la derecha se ven varios senderos, cualquie-ra sirve, aunque el central es el mejor. A la altu-ra de una gran piedra el camino tuerce a la dere-cha hasta alcanzar un pequeño lago colmatado.Dos marcados caminos, muy directos alcanzanal collado a la derecha de la cumbre, y serán losde bajada. Nosotros seguiremos ganando alturahasta la cresta o collado de la izquierda. Una vez

allí una arista muy aérea nos conduce a la cum-bre. Para bajar hay que seguir la cresta aérea, elcamino muy marcado, hasta un collado donde seaccede a los caminos de bajada, que se vieron enla subida.

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Subida al Fuya-Fuya por la arista, abajo la Laguna Grande de Mojanda.

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M U R A L L A SSin consideración, sin piedad, sin pudor

en torno mío han levantado altas y sólidas murallas.Y ahora permanezco aquí en mi soledad.

Meditando en mi destino: la suerte roe mi espíritu;tanto como tenía que hacer.

Cómo no advertí que levantaban esos muros.No escuché trabajar a los obreros ni sus voces.

Silenciosamente me tapiaron el mundo.Konstantino Kavafis(1911)

EEsppeecuulla,,

¿deequéé

vvaa eessttoo?

Diseños: Carlos Fierro 37

B I B L I O G R A F Í ABEANI, L. et al. 1985. Pampa, Andes y Galápagos. Ed. Itaca (ADENA)DORST, J..1987. La Amazonía. Ed. Itaca (ADENA)HIRTZ, A. El mundo desconocido de las flores del Ecuador. Vida SilvestrePATZELT, E. 1972. Flora del Ecuador. Ed. Banco central del EcuadorSIERRA, R., Campos, F. y Chamberlin, J..1999. Areas prioritarias para la conservación de la biodiversidad

en el Ecuador continental. Ministerio del Medio Ambiente. Quito.HARLING & SPARRE, 1973–1986. Flora of Ecuador (volúmenes del 1 al 41). Ed. Göteborg University.

Suecia.HARLING & ANDERSSON, 1986–….. Flora of Ecuador (volúmenes del 42 -64)JØRGENSEN. P. M. et a.l 1999. Catalogue of the Vascular Plants of Ecuador. Ed. Missouri Botanical

Garden Press.RACHOWIECKI, R. y B. WAGENHAUSER, 1992. Ecuador (Guía de trekking y excursiones). Ed. Sua

Edizioak.

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El tablón de noticias

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En Espinelves, corazón del Montseny, seencuentra la finca Masjoan, una masía demás de 300 años de antigüedad. Hacia 1860,Joan Masferrer i Barnils realizó una plantaciónde abetos entre los que había pinsapos (Abiespinsapo) y pinabetes (A. alba). Fue su bisnietoJesús Masferrer quien descubrió los ejemplareshíbridos en 1950 y dio nombre al cruce. Paradescribir el híbrido, Jesús estudia doscientoshíbridos por toda España y saca los caracterescomunes. Trabaja con ejemplares de 5 a 55años. Se estudió como árbol maderable, pero suuso ha terminado siendo ornamental.

En La Baña, Navarra, hay otra población de60 híbridos naturalizados en el margen izquier-do del río Esca, y dos ejemplares en Roncal, enel margen derecho del mismo río.

Los híbridos pueden tener caracteres máspropios de Abies alba (alboides, pubescentes),de A. pinsapo (pinsapoides, lampiños) o mixtos(mesoides, lampiño-pubescente). Los viveristasseleccionan las notomorfas alboides y mesoidesen detrimento de las pinsapoides, menos elegan-tes a su parecer. Los holotipos de las tres noto-morfas se han descrito a partir de ejemplares delParque del Oeste (Madrid) y se han depositadoen los herbarios MA (Jardín Botánico deMadrid) y MAIA (INIA, CSIC, Madrid). Sonlos ejemplares MAIA 5895-5897 y MA7114109-711411.

Son híbridos fértiles cuya primera genera-ción, la formada por padre y madre de especiesdiferentes, tiene un desarrollo muy rápido concrecimientos que doblan los de los progenitores,pero que se debilita en la segunda generación.

De los primeros ejemplares solamente unosobrevive y se encuentra plantado en los jardi-

nes que hay frente al Museo Nacional deCiencias Naturales de Madrid. Es un ejemplarde unos doce metros y con buen desarrollo, aun-que últimamente está acusando la sequedadambiental y presenta la guía apical dañada.

Los abetos de Navidad

“Tradición” y economía.

En Espinelves se celebra desde hace 25 añosla Feria del Abeto, con una asistencia anual de60.000 personas. Hace más de un siglo que lafamilia Masferrer cultiva abetos en la zona. Enlos años 90 esta familia era la mayor producto-ra de abetos de la zona. Entre Sant HilariSacalm, Arbúcies, Viladrau y Espinelves, sereparte el 90 % de la venta de abetos enCataluña. El 10% se reparte entre La Garrotxa,Osona y Ripollès. El abeto de Masjoan ha enri-quecido y popularizado a esta familia catalanadesde hace muchas décadas.

El abeto se ha convertido en Espinelves enun recurso de la economía rural que ayuda acompletar los salarios de los que trabajan en lasplantas embotelladoras de agua. Los abetos sevenden en la feria anual.

Loa abetos de Navidad se empezaron a utili-zar en España en los años sesenta y en la actua-lidad se producen un millón de ejemplares soloen Cataluña (60% de las ventas nacionales). Datrabajo a 2000 personas y mueve 4 millones deeuros al año.

Aplicaciones y erroresAnte los abetos de Navidad tenemos que ser

objetivos y realistas. Son árboles nada naturalesque no deben tener sitio en las plantacionesforestales. Son como hemos visto árboles híbri-dos y clones cultivados para un único fin

AAbbiieess xx mmaassjjooooaannnnnnnniiss MMaassff eennllooss jjaarrddiinneess ddeell MMuusseeoo

NNaacciioonnaall ddee CCiieenncciiaass NNaattuurraalleessTexto y fotos: Andrés Revilla

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que tiene muy poco que ver con lasplantas forestales. Todas las campañasde recogida de abetos de Navidad parareplantarlos son una bonita forma demalgastar dinero. La mayoría no sobre-viven y los que lo hacen no tiene lugardonde ser plantados. Si compras unabeto de Navidad recuerda que su sitiono es el campo. ¿Alguien planta en lamontaña las patatas que le sobran? Estoshíbridos son como patatas que se produ-cen en seis o siete años, pero patatas. Site han regalado uno y no sabes qué hacercon él cuando está mustio échale a unahoguera y celebra una buena fiesta sols-ticial con sus brasas.

B I B L I O G R A F Í AGracias a Américo M. Cerqueira (MuseoNacional de Ciencias Naturales) por losdatos facilitados para esta aportación.García Viñas, J.I.; Soto García, D.; PérezBujarrabal, E. Descripción del híbridoAbies x masjoannis. Investigación Agraria.Sistemas y Recursos Forestales (España).ISSN 1131-7965. (Ago 2004). t. 13(2) p.347-356. (Universidad Politécnica deMadrid (España). Escuela Universitaria deIngeniería Técnica Forestal).

Feria del abeto (Ayto de Espinelves).

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HA NACIDO ARBA - EXTREMADURAEl 14 de mayo se celebró el

1er encuentro de ARBA -Extremadura. El lugar elegidofue debajo de un roble catalo-gado como Notable situadocerca del municipio deCabezabellosa, entre losvalles de Ambroz y del Jerte.

2° ENCUENTRO: ¡EMBOSCADOS EN EL CASTAÑAR DE O´ SOITU¡Domingo 11 de junio del 2006 (siempre los segundos domingos de cada mes) a las 10:00 h.Desde el aparcamiento de la puerta principal del Parque de los Pinos de Plasencia, tras agruparnos, nosdesplazaremos en nuestros coches particulares hasta el Puerto de Santa Clara en San Martín de Trevejo,comarca natural de Sierra de Gata. Una vez allí, comenzaremos un sensitivo paseo de 5 km. bajando porla calzada medieval del "Caminu du portu". Conoceremos un espacio tremendamente rico en lo viven-cial, auténtico en lo ambiental y particularmente magnífico en lo vegetal. La interpretación del patrimo-nio será nuestra asignatura para convertirnos por momentos en cronistas de lo vivo. En el Castañar delSoto o de los Ojesto podríamos realizar el cuchipandeo en bocata o similar (ir bien pertrechados de vian-das). Ya en San Martín, degustaremos sus ritmos naturales, sus caldos, sus dulces, conoceremos su tramaurbana, a su gente,... ¡Y alguna que otra sorpresa!.Estos encuentros no entienden de edad y recuerda que "... en la sierra, el tiempo lo dan dao ".¡UnARBAzo!.ARBA Extremadura Tlf. 608701525ARBA. Albergue Juvenil "Richard Schirrmann". Casa de Campo s/n. (28011) Madrid.Tlf. 914796593 - [email protected] - www.arba-s.org -Apdo, de Correos 6001 (28080) Madrid

NN oo tt ii cc ii aa ssde andar por casa AARRBBAA

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Queridos amigos,Bueno, eso de "amigos" va

para todos menos para elSimón, que en menudosembolaos le gusta meter a lagente. Si por él fuera estaría-mos todos azada en mano díay noche sembrando el millón ese de bellotas.Como si no tuviéramos nada mejor que hacer.Pero el tío es cansino, se ha empeñado en queorganicemos ARBAs por toda España y a lospocos que le hablamos nos da el tostón un día siy otro también. Al final, creo que más que porque se calle que por convicción, decidimos reu-nirnos unos cuantos en Herencia (el 13-5-2006)y otros cuantos más en Plasencia (14-5-2006)"pa" ver que se podía hacer (los pobres que fui-mos a Herencia además tuvimos que apechugarcon el tío ese, que en el fondo no es malo, conel tiempo hasta se le coge cariño).

En ambas reuniones se vieron muchas ganasde trabajar, mucha ilusión, por lo que la cosaempieza bien.

No me voy a enrrollar aquí contando cómofueron estas reuniones constitucionales, peroen esencia, la manchega fue: reunión en laplaza del pueblo y al bar, recorrido por la sie-rra a ver vegetación y pinturas rupestres y albar, visita a una encina centenaria, enorme,preciosa, y el bar. Con tanto bar que nadie seextrañe si el Acta de Constitución está en laservilleta de un bar.

En Plasencia, con mucha más gente, estabatodo más organizado, disciplinado y ... no hubobar. En fin, que le vamos a hacer, en cada tierrahay un carácter. Reunión frente al Parque de losPinos y de allí al roble centenario del

Acarreadero. Bajo la gran sombra de

este magnífico roble nació ARBA-Extremadura. Luego se comió al sol (no se por-qué, más de uno se quemó), degustación de que-sos deliciosos, paseíto por el robledal y cadacual a su casa con un papelote que le citaba parala próxima reunión.

Os envío unas fotillos de ambas reuniones yánimos para sacar adelante una o más ARBAsen Castilla-La Mancha.

Jesús, el que, por circunstancias que no vie-nen a cuento, se pegó palizón de coche y pudoestar en la 2 reuniones.

LasARBAs del

Sur

Bajo la sombra del viejo roble, nace la nueva ARBA Extremadura.

Acta de constitución de ARBA Castilla - La Mancha. 42

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En La Mancha húmeda, -qué incongruencia,pues La Mancha, deriva de la denominaciónárabe “Al-Mansha” –tierra seca -, vive Conce,mi amigo, de los restos del hambre. Hambre decampo y pan: tú les distraes y yo tomo su hoga-za, ¡qué dura fue el hambre! Hambre de aire ycultura. No completó el colegio pero sabe leerdonde todos fallamos. La tierra es su libro, pis-tas y señales, mira: ahí raspó la garduña y tomóun lirón, aquí ha dormido una liebre, escuchacómo canta el triguero, esa hierba la pisó unzorro. Solitaria figura entre aneas y carrizos, elagua no le asusta, trampas y lazos, la mejorcarne la de gallineta. Trampas y lazos, québueno el huevo de chocha perdiz. Entre lamasiega se esconde el jabalí porque no se raja lapiel. Sólo Conce le sigue hasta allí. Duerme enel campo, sin frío, con el profundo conocimien-to de los indígenas de esta tierra, que tambiénaquí los había, y aunque pocos, aún quedan. Unalasca de cuarcita entre las rocas calizas, indus-tria lítica de otros que vivieron como él. Ves elsuelo gris, es porque hubo un poblado del cal-colítico, y ésta cerámica que asoma entre elbarro es del campaniforme, que en Las Tablas seencuentran los dos tipos, el de Levante y el deCiempozuelos. Diez libros sobre la cama: guíade aves que no utiliza, las conoce todas de vistay oído, de rastro y vuelo; historia de los roma-nos que anduvieron por aquí; arquitectura popu-lar, como la que él ha hecho. Cabañas de cospede grama, frescas en verano y tibias en invierno.A las quinterías arrastrando mulas corren losbraceros bajo el aguacero. Poda la viña, ata elsarmiento, injerta, suda y no llores. A la viñaenferma de hongos se la raja y se la mete unapiedra en medio, que el aire la cura. Porro debarro y pluma. Porro liado. Jesús, el jardinero

fiel a los suyos. Amigo aliado. Valentín le invi-ta a dormir. Muchas letras han entrado en sucabeza y ahí están. Memoria prodigiosa. ¿Cómoquieres el nombre de las hierbas, en localismo oen vulgar extendido? Boja chopera, orugueta,palomilla, tomillo borriquero, cardo perruno,flor de la muerte, pan de puerco, hierba lagarte-ra, adormidera de zorra. Los pájaros manchegostienen en Conce al guardián de los secretos:nombres antiguos, bellos, desconocidos, oídos asu padre y este de su tía que lo aprendió de suabuela. Caballito vuela a ras del suelo, picoverde para los entendidos. Nombres sonorosherederos de la cultura local que Conce conocemejor que nadie. Desde el Paleolítico ha paradoel hombre aquí y él conoce todos sus campa-mentos, casas, poblados, idas y venidas. Hastalos elefantes de los cartagineses salieron un díaa su encuentro, pero eran otros tiempos. Si quie-re el arqueólogo hallar algo busca a Conce. Lasmotillas eran pozos protegidos. Si quiere elbotánico una planta, busca a Conce. Si el curio-so quiere ver las grullas cuando se retiran a dor-mir busca a Conce. El paíño de Leach loencontró él, aunque no figuraba su nombre,ahora sí. Humilde como la Naturaleza, se hacasado con ella, ha sabido encontrar la felicidaden su entorno. El sueño de mil rumanos, vivir enel pueblo. El sueño de Conce, conocer el Deltadel Danubio, el de los rumanos, igualito que sutierra antes de que los políticos y los planes deregadío terminaran con el paraíso. PorqueConce vive en lo que fue el paraíso, en elcorazón de La Mancha húmeda, la que admira-ron los árabes. Aquella a la que se le han secadolos ojos de tanto llorar. Río de ánades, Guadianasin ojos, ya nadie te guía. Parque Nacional.Vergüenza Nacional. De fuera han venido

EEll oorrgguull lloo ddee llaa tt iieerrrraa eenn llaavveerrggüüeennzzaa nnaacciioonnaall:: LLaass TTaabbllaass

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O P I N I O N

Andrés Revilla

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para decirles cómo deben cuidar Las Tablas,125 euros de multa si salen de los caminos, yLas Tablas agonizando. Cinco mil años cuida-das y conservadas por los indígenas y sólo unasdécadas de oficialidad para destruirlas.Transilvania en la llanura. Otros colocan ahoratrampas y lazos. Turistas engañados en un lagocasi artificial. Caminos de madera, observato-rios, ¡qué bonito montaje! Agua de trasvase,contaminada y sucia. Nuevas algas de la basura,euglenofitas, viven ahora donde antes habíanenúfares y los barqueros bebían del lecho quenavegaban. Dirán que fue la sequía, pero tú y yosabemos ahora que no, que fue la incultura delos instruidos, que los indígenas sabían latín:Typha dominguensis, la anea, planta de zonashúmedas, encharcadas, aguas limpias. Símbolode la cultura de Las Tablas. Se utilizaba paratodo, pero sobre todo para sobrevivir.

Andrés Revilla. Para mi amigo ConceSepúlveda y los entusiastas de Anea.

22 de enero de 2006

*Los hermanos Porro son convecinos deConce. Uno es ceramista y otro poeta.

*Los rumanos han abierto en el pueblo unbar llamado Transilvania.

*Jesús Muñoz es y ha sido el vínculo deARBA con esta tierra.

*Waddi Ana (Río de Ana, la Diosa Blancapeninsular. Río de Diana, para los romanos, Ríode ánades para los románticos).

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Este artículo pretende ser homenaje y conti-nuación a dos artículos previos titulados “ Islasatlánticas, en pleno dominio de flora mediterrá-nea (Provincia de Ciudad Real)”, de D.Salvador Rivas Goday de 1954 y “Guía de pai-sajes botánicos sobresalientes de Ciudad Real”de D. Manuel Peinado, J.M. Martínez-Parras yCarmen Bartolomé. El primero describe doscomunidades relictas de carácter atlántico, tur-beras principalmente, una en Sierra Morena y laotra en la finca de El Gargantón en las cercaníasdel río Bullaque. El segundo artículo, que pre-tendía ser una serie como separata de losCuadernos de Estudios Manchegos, trata delAbedular de Río Frío, muy cerca del Guadianaasí como de las comunidades seriales de esteabedul tan sureño.

Los Montes de Ciudad Real es una ampliacomarca administrativa del Oeste de la provin-cia de Ciudad Real vertebrada por el ríoGuadiana, que aquí se muestra más salvaje queen cualquier otro punto de su recorrido, y estásituada entre Sierra Morena al sur y los Montesde Toledo al norte, a los que pone en comunica-ción ecológica y de los que sólo se diferenciapor las menores cotas altitudinales de sus serre-zuelas.

Esta comarca se caracteriza, a grandes ras-gos, por su variada topografía y su escasopoblamiento. El estar a trasmano de las rutas decomunicaciones de importancia y la ausencia deciudades y recursos económicos destacados,han conducido a que el medio físico de estacomarca sea uno de los mejor conservados detoda la península. A esto ha contribuido la dis-tribución de la propiedad, dominada por losgrandes latifundios, lo que ha permitido final-mente, la conservación de paisajes y enclavessobresalientes, de los cuales y dado su aisla-miento y privacidad sólo se tiene noticia en con-

tadas ocasiones. El actual y masivo vallado delas fincas convirtió en aún más inaccesiblesestos ecosistemas y aunque el predominio de lagran propiedad haga que estos espacios seandifícilmente frecuentables, su labor conserva-cionista es incuestionable, aunque la gestión dealgunas de estas fincas o su casi generalizadocomportamiento sobre áreas comunales colin-dantes como caminos, cañadas o riberas, seamás que denunciable.

Por estas razones no es de extrañar el magní-fico estado de conservación de esta área y lasorpresa causada, hace unos 40 años, por el des-cubrimiento de un perfecto abedular en uno delos afluentes del Guadiana (en ambiente meso-mediterráneo con peculiaridades termófilas aunos 600 m de altitud), con toda una serie devegetación asociada de la que el abedular era lacomunidad clímax.

Corológicamente estamos a caballo entre laprovincia biogeográfica Luso-Extremadurense,(norte del Guadiana), y la provincia Castellano-Manchega, produciéndose el límite entre lascomunidades del encinar basófilo y el encinaracidófilo, que a menudo se entremezclan mos-trando las serratas carácter silicícola y los fon-dos de valle carácter basófilo.

Comunidades vegetales atlánticas sobresalientesde Los Montes de Ciudad Real. La aliseda de

Angorrilla y el avellanar de Campillo.Enrique Luengo Nicolau

Vista general de lazona

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Quizás es el quejigo (el acidófilo y occiden-tal Quercus broteroi de hojas y amentos mayo-res que el más propio de terrenos calizos o neu-tros Q. faginea), quien verdaderamente indivi-dualiza y particulariza la comarca, de maneraomnipresente en toda el área norte y afectandosólo a las umbrías y los mejores suelos de lassolanas del área sur. Los alcornocales aparecende forma muy localizada, en las dehesas másoccidentales y cerca de las cumbres en las sola-nas. Mayor presencia que el alcornocal tienenlos acebuchares que forman masas casi puras enlas solanas bordeando las omnipresentes pedri-zas.

Las excepcionales formaciones que dan títu-lo a este artículo forman parte de las comunida-des edafo-higrófilas dominadas por saucedas yfresnedas, tras el declive de los olmos. Es eneste tipo de ambientes localmente aparecenrobledales de Quercus pyrenaica, abedulares deBetula fontqueri subsp. parvibracteata, pobedasde Populus canescens, peculiarísimas turberas,mirtos comunes o el aromático mirto deBravante, el sorprendente avellanar de Campilloy la aliseda de Angorrilla

Avellanar de CampilloEl avellano no se había detectado de forma

claramente espontánea en Ciudad Real. Existeel topónimo en las laderas del sur de los Montesde Toledo, incluso existe algún ejemplar aisla-do, pero siempre asociado a algún antiguo asen-tamiento humano. Este avellanar se encuentraen una zona impensable, lejos de las dos gran-des cadenas montañosas del sur y norte de laprovincia y se encuentra a muy escasa altura,entre 520 y 540m de altitud y en un área franca-mente termófila, entre los municipios deLuciana y la Puebla de Don Rodrigo en el oestede Ciudad Real. Está pegado al río Guadiana yen la falda norte del pico Hojalora en la granfinca cinegética de El Campillo.

Este lugar lo conocí casualmente en 1996 ylo he vuelto a recorrer en el 2002 y 2005 a pesarde haberlo intentado el doble de ocasiones, perola aproximación es tan larga y laboriosa que lasotras veces no pude llegar. El cambio en el esta-do de conservación del avellanar a partir de esta

última visita me parece tan dramático que

creo inviable su existencia si no se toman medi-das urgentes de protección.

Este avellanar forma parte de una formaciónvegetal claramente higrófila unida a una serie denacederos, llamados bonales en la zona, de unaladera muy verticalizada y orientada al ENE,apenas ocupa algo más de 1000m2 y cuenta conmenos de 20 pies constituidos por unas 10-15

ramas cada uno. .Se trata de una comunidad de carácter higró-

filo dominada por los avellanos a nivel arbusti-vo sobre algunos grandes madroños, agracejos ydurillos. Los lirios Iris phoetidissimus dominanen el estrato herbáceo junto a otras especiesatlánticas como Osmunda regalis, Lapsanacommunis, Smyrnium olosatrum, etc

A nivel arbóreo es un Quejigar-fresneda congrandes pies de arce de Montpellier y unextraño mesto de grandes dimensiones(Quercus pyrenaica x Q. broteroi o el primero xQ. canariensis), su borde exterior hacia el río esun soto de fresnos y quejigos, donde arces y len-tiscos alcanzan porte subarbóreo, una comuni-dad que parece vicariante de los guadarrámicossotos de fresnos con melojos. Ladera arriba con-tacta con el monte dominante de encinar abiertocon madroños y brezos. Lateralmente y en posi-ciones algo resguardadas existe una interesantecomunidad permanente de los aquí llamadosagracejos (no el ibérico Verberis hispanica sinoPhillyrea latifolia) que habita las hoces y esca-sas localidades de los extremos W y S provin-cial, con un microclima más suave y húmedoque el macroclima continentaloide seco domi-nante.

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Avellanar de Campillo

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Un inventario sintético de los numerososinventarios realizados dentro del avellanar sería.Quercus broteroi 2, Fraxinus angustifolia 1,Salix atrocinerea 2, Acer monspesolanum 1,Corylus avellana 3, Phillyrea latifolia 2,Phillyrea angustifolia +, Viburnum tinus 1,Arbutus unedo +, Crataegus monogyna +, Ericalusitanica +, Rubus ulmifolius 1, Lonicera his-panica 1, Rosa canina +, Pistacea lentiscus +,

Pistacea terebintus +, Ruscus aculeatus 3,Osmunda regalis +, Athyrium filis-femina +,Asplenium onopteris +, Iris foetidissima 3,Narcissus hispanicus 2, Smyrnium olosatrum 2,Lapsana communis 2, Ficaria ranunculoides 1,Paeonia officinalis +, Vincetoxicum nigrum +,Carex pendula 1, Carex distachya 1,Brachypodium sylvaticum 1, Tamus communis+, Cephalantera longifolia +, Allium roseum +,Oenanthe croccata +, Viola riviniana 1,Sibthorpia europaea 1

Este sería el tipo en base a inventarios reali-zados en 2002, algo mermados en cuanto a lacobertura vegetal, respecto a lo visto en 1996(por ejemplo los lirios ocupaban el 30% de lasuperficie), y bastante superior a lo visto en2005, en donde casi estaban las mismas espe-cies pero muy ramoneadas y con una coberturamenor.

Los nacederos que mantienen el avellanarvan a dar a una pequeña charca ganadera, ésta ysu carril de servicio serían la única leve agresióndirecta que sufriría este espacio, de no ser por laabrumadora presión de la fauna cinegética(venados, corzos y en menor medida jabalíes)que afecta al avellanar. La querencia de la fauna

herbívora por este enclave húmedo es muy acu-sada y más los años de sequía, aunque un año delluvias también puede ser devastador, dada lafragilidad e inclinación de este lugar al humede-cerse el terreno. Un ejemplo de esto último lomuestran los árboles que crecen inclinándose ycorrigiendo esa inclinación año tras año, fenó-meno que en una localidad norteña sería unacríoreptación o solifluxión, reconocible por lacaracterística curva en el paso del tronco a laraíz (pasando de un eje vertical a otro casi hori-zontal), pero que aquí ocurre por descalzamien-to en el apoyo de los árboles sobre el suelo. Porello la única medida eficaz para su conservacióno regeneración pasa por controlar el acceso de lagran fauna a su interior. Es decir, una simplevalla sin necesidad de cerrar la balsa ganaderainferior.

La realidad actual de este espacio me haceser muy pesimista pues apenas hay regeneraciónde ninguna de las especies citadas salvo lasnitrófilas, especialmente Senecio jacobea yUrtica dioica, casi inexistentes anteriormente;otras especies sólo subsisten gracias a encon-trarse en posiciones francamente difíciles paraser devoradas o pisoteadas. Este último año nohe visto algunas especies y he comprobado unadrástica disminución de Ficaria ranunculoides,Lapsana communis y Smyrnium olosatrum; elrusco, el brezo o la madreselva apenas apuntansus brotes son devorados, los sauces se encuen-tran muy deteriorados y poseen numerosasramas secas, pero esto parece lo general en lossauces en este fatídico 2005 de fuertes heladassucesivas, aunque mayores estragos se han pro-ducido por este motivo sobre los acebuches ylentiscos.

Desde aquí apelo a la sensibilidad de la pro-piedad de la finca o a las diferentes administra-ciones públicas para que se proteja este singularespacio dado su grado de excepcionalidad y fra-gilidad. Dudo mucho que de seguir así la pre-sión cinegética y los malos años hidrológicos,este espacio, con su singular vegetación, puedasobrevivir más allá de 5-7 años. Un simplevallado de unos de 50m de perímetro, bastaríapara proteger algo que no tiene precio y que estáal borde de la desaparición.

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Aliseda de AngorrillaEl aliso se presenta en Ciudad Real de forma

muy marginal, aparece y es escaso en losMontes de Toledo (río Estena) y es algo másdominante en los ríos casi permanentes del surde Sierra Morena en el oeste provincial. Fuerade estas localidades no aparece salvo su topóni-mo en el extremo SW de la provincia. Al igualque con el avellanar, aparece en una localidadmuy poco probable, máxime existiendo ríos queaún reuniendo mejores condiciones como son elBullaque, el Bullaquejo (donde su papel parecehaber sido tomado por Quercus pyrenaica), yalgunos afluentes del Guadiana por la derecha,(en Riofrío su papel lo desempeñan los abedu-les), no cuentan con alisos.

Esta aliseda situada cerca y al sur delGuadiana, se encuentra a una altitud comprendi-da entre 570 y 590m y una extensión de unos600m, aunque en los últimos 100-200m apareceen núcleos dispersos, los árboles presentan todotipo de portes y buena vitalidad. Vinculada a lareunión de varios arroyos, (arroyo deAngorrilla, del Guindalejo y del Cerro Enebroque se reúnen para formar el Arroyo de LosSantiagos), y a varios manantiales (algunos deaguas ferruginosas que mantuvieron hace tiem-po los Baños de Angorrilla), se encuentra estaperfecta y prácticamente inexpugnable aliseda.

Fuera del aliso, el árbol dominante en estavaguada es el quejigo, aunque en la reunión delos arroyos dominan los álamos blancos quetambién aparecen en una magnífica e impene-trable pobeda natural situada sobre un nacede-ro a media ladera, los fresnos son escasos pero

aguas abajo se hacen dominantes y existenvarios álamos foráneos en la reunión de losarroyos.

Dado que la distribución de las especies noes homogénea a lo largo de la aliseda, ésta sepuede compartimentar para su análisis en trespartes, en su parte superior, la aliseda alta (arro-yo del Cerro del Enebro de orientación E), pre-senta forma redondeada y cerrada de unos2000m2. Es una formación de alisos cerrada ycompletamente cercada por una orla espinosa,cuyo sombrío interior presenta un suelo despe-jado de cobertura arbustiva y con escasa vegeta-ción herbácea, siendo masivos los grandes nar-cisos, cárices y Eleocharis. Aguas abajo de lareunión de los arroyos y orientada al N, hacia elcercano Guadiana, (arroyo de Los Santiagos), laaliseda media, que es un impenetrable y linealbosque galería que apenas deja pasar la luz a suinterior. Finalmente se encuentra la aliseda baja,que presenta los alisos en núcleos dispersos,impenetrables y con una impresionante comuni-dad lianoide de trepadoras (madreselvas, clemá-tides, parras y zarzales).

Quizás lo más llamativo de esta aliseda seasu orla, prácticamente impenetrable con sus zar-zales y rosales y que trepa luego a los árboles,llegando a cubrir sauces y quejigos completa-mente y a los alisos al menos hasta la mitad desu fuste. Esta orla está compuesta abajo porhelechos y zarzales que trepando hacia arribason sustituidos por la bella Clematis campani-flora, la madreselva Lonicera hispánica yparras silvestres.

Aunque la distribución de las especies no eshomogénea a lo largo de la aliseda, Clematiscampaniflora, Iris phoetidissimus e Iris pseudo-acarus sólo aparecen bien representados en lazona inferior. La planta que mejor definiría aesta aliseda sería el abundantísimo Narcissushispanicus, que presenta unas densidades supe-riores a lo que es habitual en la región. Tambiénse caracteriza por la presencia de la enormeCarex pendula, en su límite centro-oriental dedistribución, al igual que ocurre con Clematiscampaniflora, Carex pendula y Phillyrea latifo-lia.

Un inventario sintético es difícil pues haynotorias diferencias entre las tres partes de la

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Aliseda baja con quejigos

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aliseda, por lo que hago uno para la formaciónprincipal, la aliseda alta, y otro para la alisedamedia-baja.

Inventario de la aliseda alta:

Interior: Alnus glutinosa 5, Salix atro-cinerea +, Rubus ulmifolius +, Erica lusitanica+, Lonicera hispanica +, Narcissus hispanicus4, Prunella vulgaris 1, Galium broterianum 1,Galium palustris +, Hypericum undulatum 1,Lotus corniculatus +, Carex pendula +, Carexlusitanica 1, Carex distachya +, Eleocharispalustris 1, Juncus acutifolius 1, Myosotisrepanda +

Orla:Alnus glutinosa 1, Salix atrocinerea 2,Populus alba +, Quercus broteroi 2, Q. rotundi-folia 1, Q. coccifera +, Vitys sylvestris +, Rubusulmifolius 3, Rosa canina 1, Phillyrea angusti-folia 1, Erica arborea 1, Lonicera hispanica 3,Pteridium aquilinum 2, Narcissus hispanicus 2,Molinia caerulea 1, Brachypodium sylvaticum1, Tamus communis 1, Bryonia dioica +,Teucrium scorodonia +

Pie de ladera: Quercus rotundifolia 2, Q.broteroi 1, Crataegus monogyna 1, Phillyreaangustifolia 1, Arbutus unedo +, Erica lusitani-ca +, E. australis +, Ruscus aculeatus 1, Cistussalvifolia +, C. monspeliensis +, C. ladanifer +,

Halimium halimifolium +, Paeonia officinalis1, Magydaris panacifolia 1, Teucrium scorodo-nia 1, Geum sylvaticum 1, Doronicum plantagi-neum 1, Tamus communis 1, Bryonia dioica +,Anemone palmata +, Umbilicus horizontalis +,Clinopodium vulgare +, Sesamoides purpuras-cens +

Como se puede apreciar si visitamos la ali-seda en marzo es un jardín de narcisos, brezosy geófitos, y si vamos en mayo en un jardín degrandes flores vistosas como las peonías, lasanémonas, el doronicum y las cistáceas.

Inventario tipo para la aliseda inferior:

Aliseda: Alnus glutinosa 3, Quercusbroteroi 1, Salix atrocinerea 1, Rubus ulmifolius2, Pteridium aquilinum 2, Lonicera hispanica 1,Ruscus aculeatus 1, Clematis campaniflora +,Narcissus hispanicus 3, Iris phoetidissimus +, I.pseudoacarus +, Lythrum salicaria 1, Moliniacaerulea 2, Carex pendula 1, Brachypodiumsylvaticum 1

Orla: Alnus glutinosa 1, Quercus broteroi 2,Rubus ulmifolius 3, Pteridium aquilinum 2,Clematis campaniflora 2, Lonicera hispanica 2,Vitys sylvestris 2, Rosa canina 1, Paeonia offi-cinalis +, Teucrium scorodonia 1, Tamus com-munis 1, Vincetoxicum nigrum +

Esta localidad se encuentra en muy buenestado e incluso se observa una gran regenera-ción de los alisos que llegan a colonizar las

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Aliseda

Narciso sp.

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zonas húmedas de un camino de servicio, por loque agresiones anteriores como la apertura dealguna toma de agua para las casas de las fincasy su respectivo carril de servicio, hoy en díaestén muy atenuadas. Pero no se puede decir lomismo de la reunión de los arroyos. Este añoesta zona sur, algo antes de donde se reúnen losarroyos, ha sido transformada salvajemente, seha abierto un abrevadero o balsa de grandes pro-porciones y conectado con un par de grandes

cortafuegos, uno lineal y otro perpendicular alarroyo. Se trata de un área consorciada y “repo-blada”con un inmenso pinar, donde el caminotradicional que comunicaba el pueblo deCabezarados con el Guadiana fue desplazado,haciéndole coincidir con el antiguo cauce. Aesta agresión se le ha sumado la de este año queha acabado con un buen número de quejigos ysauces, pero que no ha llegado a afectar a la ali-seda-pobeda de la reunión de los arroyos.

B I B L I O G R A F Í APeinado Lorca, M.& Martíner-Parras, J.M. (1984). Guía de paisajes botánicos sobresalien-

tes de Ciudad Real. I: La Sierra de Río Frío. Cuadernos de Estudios Manchegos, 15.- Peinado, M. & Moreno,G. & Velasco, A. (1983). Sur les boulaies lusoextremadurenses(Galio broteriani-Betuleto parvibracteata S.). Willdenovia, 13: 349-360.- Rivas Goday, S. & col. (1954). Islas atlánticas en pleno dominio de flora mediterránea(provincia de Ciudad Real). Anal. Real Acad. Farmacia, 20: 405-412. - Rivas Goday, S. (1964). Vegetación y flórula de la cuenca extremeña del Guadiana. Publ.Dip. Prov. Badajoz.

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¿¿DDÓÓNNDDEE DDEEJJOO MMII BBEELLLLOOTTAA……..?? óó EEll ddii lleemmaa ddeell ppllaannttaabboossqquueess

Pruden Fernández GonzálezARBA-Valladolid

Una semilla es una auténtica cápsulaespacial.

Una semilla es el tipo de vehículo que per-mite viajar a un ser vivo a través del espacio-tiempo. Eso sí, como en las mejores novelas deciencia ficción, el ser vivo ha de ir “suspendido”o sea, dormido, o hibernado, o como quieradecirse, pero no activo, ya que eso limitaríaenormemente la duración y el alcance de suviaje.

Y así viajan a través del espacio, pudiendodesplazarse desde su lugar de origen sólo unoscentímetros o miles de Km. como pasa con loscocos que cruzan el Pacífico, o las semillas dealgunas orquídeas que prácticamente dan lavuelta al mundo flotando en el aire.

Y así viajan a través del tiempo, ya quecuando el embrión se activa pueden haber pasa-do unas horas desde que abandonó a la plantamadre, hasta miles de años como han demostra-do algunas semillas de loto que han sido capa-ces de germinar después de ser encontradas entumbas faraónicas.

¿Cuándo y por qué decide el ordenadorde a bordo que es hora de despertar a suinquilino?

La finalidad del ordenador de a bordo enestas naves, es la supervivencia del pasajero, asíque han de asegurarse de que el momento enque le despiertan es justo el mejor, o sea, cuan-do ha terminado el invierno y sube la tempera-

tura, o cuando han llegado a la costa y por finhay tierra en la que hundir las raíces, o cuandose ha abierto un claro en el bosque y ya llegasuficiente luz al suelo…

Pero no todo está resuelto con estas increí-bles habilidades; la vida es dura incluso para losviajeros del espacio-tiempo.

A partir de aquí el viajero espacio-temporalse las tendrá que apañar como mejor pueda ysuperar una limitación que queda fuera del con-trol del ordenador de a bordo: el lugar al quehaya ido a parar la nave-semilla. Este puede serun prado verde, la orilla de un río, un roquedo,o sencillamente una grieta del asfalto en laautovía. Y lo peor de todo es que el viajero, unavez despierto, no podrá irse de allí. Las plantasse mueven, sí, pero no así.

El dilema del plantabosques

Y aquí es donde aparecen los plantabosques,organismos vivos que pueden tener diversosplumajes y concepciones del espacio y del tiem-po. Pero todos ellos tienen en común el que dealguna forma intervienen en el destino final dela cápsula y su viajero.

Todos sabemos queentre los principales planta-bosques están los arrenda-jos, los ratones de campo ylos zorros, los mirlos y zor-zales, las currucas y los petirrojos. Ellos plantanbosques de una forma aparentemente incons-ciente, pero efectiva.

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Luego hay otros plantabosques que tambiénse mueven sobre dos patas, pero que suelen sermás o menos peludos. Estos plantan de unamanera relativamente consciente, pero… ¿esefectiva su plantación? Veamos...

En el mundo mediterráneo en que vivimos,las condiciones ambientales son en generalduras, marcadas por unas tasas de insolaciónelevadas, por una fuerte sequía estival, y pornotables variaciones de temperatura, tanto entreel día y la noche, como entre verano e invierno.Y para más detalle abundan los espacios abier-tos, desprotegidos, por donde corren vientosdesecantes.

En estas condiciones, la diferencia entre lavida y la muerte para nuestro viajero puede estaren pequeñas desigualdades en las condicionesambientales locales derivadas de las heteroge-neidades del terreno.

Se habla así de “microhabitats” para referir-se al entorno inmediato en el que deberá sobre-vivir nuestra planta y de “facilitación” comoaquellas circunstancias que, igual que granos enel granero, suman sus pequeños efectos paraallanar el camino de nuestro pupilo hacia elfuturo.

Entonces, ¿cuáles son esas heterogeneidadesdel terreno que facilitan el desarrollo de la plan-ta?, ¿cuáles son esos microhabitats que debe-mos buscar para dejar nuestra bellota?…, o loque sea aquello que vayamos a dejar en nuestroejercicio de plantabosques, ya sean semillas oplántulas.

En los últimos años, han proliferado losestudios sobre ecología de la vegetación, susdinámicas reproductivas, sus patrones de res-puesta a los cambios del entorno y sobre todolos factores limitantes y favorecedores del ciclobiológico (fecundación, fructificación, germina-ción, establecimiento, crecimiento y de nuevofecundación).

Los resultados de estos estudios permitenaclarar una serie de lagunas y de dudas que todoplantabosques concienciado ha sufrido en algúnmomento.

En lo que se refiere a las semillas, ahora

sabemos a ciencia cierta que cada una de lasfases del ciclo biológico de una planta tieneunas necesidades y unas debilidades; el balanceentre unas y otras arroja tasas de mortalidaddiferentes para cada especie, para cada una desus etapas vitales y para cada conjunto de con-diciones ambientales.

Sabemos que la mortalidad infantil, desde lagerminación y sobre todo hasta superar el pri-mer verano es enormemente elevada y tambiénsabemos que una vez superado su primer invier-no, las posibilidades de supervivencia de unaplanta aumentan considerablemente.

Sabemos en fin, quelos factores más fuerte-mente limitantes para lasnuevas plantas son lasequía y la insolación, asíque siempre que tengamosuna bellota en la mano, debemos pensar en loque pasará durante el verano y tendremos quebuscar los microhábitats más frescos y sombre-ados para dejarla allí, donde los estudios dicenque unas pocas de cada cien semillas superaránel verano. Pero es que fuera de estas condicio-nes, solamente unas pocas de cada mil podránconseguirlo.

Otro concepto largamente intuido, es elahora llamado “efecto nodriza”, que es el ejerci-do por la vegetación preexistente sobre las nue-vas plantas que se instalan a su vera y que con-siste en la acumulación de varias accionesmenores: la disminución de la radiación solar alsombrear parte del terreno, su actuación comocaptadora de las llamadas “precipitaciones ocul-tas” (niebla y rocío), favoreciendo niveles dehumedad ligeramente superiores, tanto en elsuelo como en el ambiente inmediato, frenandoel aire, lo que disminuyen la acción desecantedel viento. Además, gracias a los aportes dehojarasca y al impedimento del pisoteo, la tierraestá menos compactada, más suelta y por tantomejor aireada y con mayor capacidad de reten-ción de agua.

Pero generalmente plantamos en sitios pela-dos o casi…

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Entonces ¿dónde dejo mi bellota?

Debemos olvidar la idea de distribuir lassemillas de forma más o menos homogénea porla zona que queremos sembrar. En cambio,

deberíamos concentrarnosen donde ya haya algo,(quien a buen árbol se arri-ma…).

Deberíamos buscar lapresencia de grupos de

árboles matorrales y matas bajas que funcionancomo islas de regeneración y que ejercerán eseefecto nodriza sobre nuestras semillas ypequeñas plantas. Debemos intentar restañar lasheridas entre las manchas de vegetación exis-tentes, por que la unión hace la fuerza y cuantomás amplia es una mancha, más autónoma sehace respecto a las variaciones del ambiente ypor tanto con mayores probabilidades de mante-nerse y prosperar.

Y si no hay estas manchas, quizás debería-mos reorientar nuestras plantaciones hacia laobtención de matorrales y no directamente deárboles.

En segundo lugar y ya dentro de estas islasde regeneración, debemos prestar atención a laorientación del lugar en que vamos a plantar.Supongamos que estamos delante de un arbusto,deberemos determinar primero cual será la zonamás sombreada en su entorno inmediato, y estaestará situada inmediatamente junto a su base yen orientaciones Norte y Oeste, que son lasmenos soleadas y por tanto las más frescas.

Sabemos que estamos en el hemisferioNorte y que por tanto siempre tendremos el Solal Sur; como éste sale por el Este y se pone porel Oeste, podemos deducir además que hasta elmediodía (solar) el sol está más o menos alSureste, mientras que a la tarde estará alSuroeste. Así que las mejores orientacionesserán aquellas que estén en sombra durante lamañana y a mediodía.

Ya sabemos cual es el lugar más sombreado,pero, ¿cuál es el más húmedo?.

Pues muy sencillo, los más bajos, aunquesólo sea por unos centímetros; estos puntos

siempre recogerán algo del agua que caiga a sualrededor conduciéndola hacia ese punto másbajo, además el viento los afecta un poco menosy en ellos tiende a acumularse algo más de hoja-rasca.

Esto último es una buena señal, en la quedebemos fijarnos. La hojarasca cumple almenos tres misiones importantes, por una parteprotege al suelo frente al aire y a los golpes delas gotas de lluvia, frente al Sol y la helada; porotro lado disminuye las pérdidas por transpira-ción del suelo y no sólo por que le dé menos elaire o el sol, sino por que recoge parte de eseagua de transpiración que enseguida es devueltaal suelo.

Y el tercer efecto consiste en que con eltiempo, la hojarasca se desintegra y se transfor-ma en materia orgánica, que enriquece el sueloen nutrientes y mejora su estructura. Los inves-tigadores han comprobado como esta presenciade hojarasca es un factor importante en lasupervivencia de las pequeñas plantas.

Pero hay algo más...

Así que ya podemos mirar al campo de otraforma, sabiendo que micro-sitios son mejorespara las cápsulas espaciales que llevamos ennuestro bolsillo, pero... el campo está lleno de“gente” que vive allí y sabe reconocer esossitios mejor que nosotros, sitios en los queinsectos y roedores harán su vida, buscarán sucobijo y también su alimento.

¡Horror!, entre esto último también puedenestar nuestras bellotas, ¿o no?

Pues sí, así es; generalmente seleccionamoslas bellotas más gordas, hacemos un hoyo y enél dejamos tres o cuatro pensando: algunasaldrá. ¿Pero es así?

También aquí los estudios de los ecólogosnos aportan alguna ayuda. Pues bien, se ha com-probado que las bellotas que tienen más proba-bilidades de germinar y superar el primer año,no son precisamente las más gordas (!) sino lasmedianas y que esto es porque, ratones y topi-llos entre otros, también las prefieren gordas,

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¡ya ve usted que cosas!, así que depredan selec-tivamente sobre éstas, dejando un poco de ladolas medianas y pequeñas.

Qué hacer entonces. Pues lo que no debemoshacer son “despensas” de tres o cuatro bellotasgordas, o al menos no de forma sistemática.

Debemos plantar bellotas medianas y enhoyos individuales, no importa que estén cercaunas de otras, sólo unas pocas van a salir; Y devez en cuando, un hoyo con tres o cuatro bello-tas gordas, que sirvan de reclamo a los roedores,lo que reduciría su interés por las bellotas soli-tarias, que tendrán así mayores probabilidadesde llegar a algo.

Hay otras cosas que podemos hacer, como lamicorrización. La sociedad entre la planta y elhongo, puede ser otro de los factores importan-tes, no sólo para el establecimiento de las nue-vas plantas, sino también para la salud del con-junto vegetal que se pueda desarrollar a partir deellas.

No debe de ser mala sociedad ésta, ni pare-ce mal socio el hongo, aunque solo sea por gran-de; pensemos en el enorme micelio que puedellegar a desarrollar un solo hongo, que pasa a sercaptador de agua para la planta; la planta facili-ta al hongo algunos productos de su fotosíntesisy a cambio recibe además de agua, minerales,vitaminas, incluso antisépticos.

En resumen

Después de todo lo dicho, parece que quedamás o menos claro que la eficiencia del planta-bosques peludo tradicional, es, al menos hastaahora, más bien escasa.

Y dado que encima los plantabosques pelu-dos tradicionales somos también escasos, debe-mos de actualizarnos para ponernos a la alturade esos pequeños factores que ayudan a creceral bosque.

Así que ya sabéis: muchas bellotas medianasen los huecos entre islas vegetales, siempre a lasombra del verano y en los sitios con más hoja-rasca y de vez en cuando una despensa para losratoncillos, que también son de Dios.

Y si no hay vegetación previa, pues a plan-tar matorrales un poco hechos; y en el hoyodonde metamos una mata, también una bellota.

Quizás de esta manera estemos un poco máscerca de compensar las continuas pérdidas quesufren nuestros bosques o de recuperar algunasde sus heridas.

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54Repablación en Morata de Tajuña

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Asistieron alrededor de 150 personas, inclu-yendo familias con niños.

La planta procedía de los viveros de ARBAen Tres Cantos y San Lorenzo de El Escorial.

Organizada por ARBA – Sierra deGuadarrama, Entorno Escorial y el ForoCiudadano Escurialense, participaron Alana,ARBA, Correcaminos, Entorno Escorial,Hiperborea, PRASH y Sin Hormigón

Especies empleadas en la plantación:Bellotas de roble melojo (Quercus pyrenai-

ca): unas 4000 bellotas Bellotas de quejigo (Quercus faginea): unas

50 bellotas

Árboles: 151 plantasRoble melojo (Quercus pyrenaica): 70

(una savia en brik)Quejigo (Quercus faginea):

16 (una y dos savias en brik)Arce de Montpellier (Acer mospessula-

num): 13(dos y tres savias, en brik)

Maíllo (Malus sylvestris): 12(tres savias, brik)

Saúco (Sambucus nigra): 10(dos a tres savias, en contenedor y brik)

Espino albar (Crataegus monogyna): 10(dos y tres savias, contenedor y brik)

Cerezo silvestre (Prunus avium): 7(dos a cuatro savias, en contenedor)

Espino cerval (Rhamnus cathartica): 6(tres savias, contenedor y brik)

Fresno (Fraxinus angustifolia): 5(dos y tres savias, contenedor y brik)

Endrino (Prunus spinosa): 2(tres savias)

Varias plantas llevaban en el mismo conte-nedor arbustos y matas que les servirán de pro-tección en los primeros años:

Zarzamora (Rubus ulmifolius): 66Escaramujo (Rosa canina): 55Espárrago silvestre (Asparagus acutifolius):

3

Aprovechamos para revisar el estado de laplantación del año anterior, observando elbrote de nuevos robles a partir de las bellotassembradas entonces.

FranciscoARBA - Sierra de Guadarrama

(Asociación para la Recuperación del BosqueAutóctono)

www.arba-s.orgGracias especiales por su colaboración a

ARBA Tres Cantos (Julián, Xenso y Antonio),ARBA (Pepito, Silvia, Andrés, Simón, CarlosTMJ), Peque ARBA (Ágata), Entorno Escorial(Luz, Carmen, Soledad, Michael, Juan, MiguelÁngel,...), Correcaminos (Lucas, Víctor),Alana (Fran, Daniel), a Santiago y a todos losasistentes.

Resultados de la plantación del 4 de diciembreen el Monte Abantos:

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En la sementera

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El chayote es el fruto de la chayotera, y éstapertenece a la familia de las cucurbitáceas, esdecir: a la familia del pepino, de los melones ylas calabazas. Es una especie nativa del sectormeso-americano, donde los Aztecas la conocie-ron como “chayote”, cultivándola ya muchoantes a la llegada de los conquistadores europe-os. La planta llegó a Europa quizás hace unos250 años, pero que sólo fueron los últimos 30años que alcanzó aprecio y cierta importancia,siempre regional.

Aunque este Sechium edule (nombre botáni-co de la chayotera), cultivándole en un ambien-te adecuado, es una especie francamente mila-grosa. Pero sobre lo milagroso que es se hablarámás en adelante; por lo pronto debo presentar laespecie misma, su hábito y su hábitat.

La chayotera es una enredadera herbácea;aquellos enciclopedistas que la describen como“enredadera leñosa” o como “arbusto escanden-te”, nunca han visto una chayotera, nombre que,por cierto, en algunos sitios latinoamericanosrelacionan con “chayotada” = sinónimo de ton-tería. Lo de tontería debe ser una especie de piro-po local, mientras que con referencia al sinóni-mo hemos registrado casi 300 nombres o versio-nes vernáculas que se aplican a esta misma espe-cie. Hasta en España, donde relativamente pocosconocen los chayotes (o frutos de la chayotera),circulan denominaciones como “batata del aire”y “berenjena pinchosa”; otros los conocen como

“papa del aire” o “papa del moro” o también

“papamora”. A los francófilos bastan “christop-hine”, o “mirliton”, para identificarla, mientrasque nombres como “chocho” y “chouchou” yatransitan hacia el lenguaje luso-brasileño. Loschinos conocen la planta como “Fa-chon-kua”lo que se traduce como “melón de nano deBuda”. Dicen que en partes de México la llaman“C‘omate” pero yo creo siendo este últimonombre una corrupción lingüística de “cómete”,y callar. Sin embargo y fuera de broma: losmexicanos tienen muchos nombres paraSechium edule, y en algunos sitios dan nombresdistintos a las diferentes partes de la planta.

Volviendo al hábito de la planta: nuestraenredadera herbácea parece ser continuamenteverde, y produciendo, en zonas de clima subtro-pical. En la región austral de España precisariego en verano, y protección de los vientos cáli-dos; con el avance del año y siendo expuesto atemperaturas bajas la planta se seca. Pero sesecan solamente los tallos y las hojas; las partesvegetativas visibles, entonces, porque plantasbien establecidas suelen retoñar desde su tubér-culo. Este, por regla general parcial o entera-mente enterrado, aumenta su volumen con losaños para alcanzar un peso de 8 ó hasta 10 kilo-gramos una vez finalizando su verdadero ciclovegetativo.

Los tallos de la chayotera son carnoso-fibro-sos; pueden crecer hasta 15 m de largo (o másaún) y gracias a sus numerosos zarcillos, seadhieren a hojas o ramas de otros vegetales, así

SS OO BB RR EE EE LL

CC HH AA YY OO TT EE YY LL AA

CC HH AA YY OO TT EE RR AA

Günter Kunkel el texto y Mary Anne Kunkel dibujos (Velez-Rubio, Almería)

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siendo capaz de cubrirlos, totalmente. Conocíalgunas plantas que cubrieron superficies demás de cien metros cuadrados.

Las hojas son grandes, anguloso-acorazona-das, y miden de 10 a 15 cm. de largo y ancho.Son de color verde-intenso, y son áspero-híspi-das al tocarlas. Las flores son amarillentas y sepresentan por masculinas aglomeradas en raci-mos de hasta 20 cm. de largo, mientras que lasfemeninas suelen ser solitarias, situadas en lasaxilas de los pecíolos foliares.

Sin embargo, lo más importante y provecho-so son los frutos: los chayotas. Son de forma depera, verdosos o blanquecinos, con superficieasurcada que, además, es lisa o cubierta porespinas suculentas según las variedades en par-ticular. Pueden alcanzar de 10 a 15 (18) cm. delargo y de 8 a 11 cm. de diámetro. Contienenuna sola semilla, de forma de una almendra yque, para servir como órgano reproductivo, debegerminar dentro del fruto.

¿Y lo “milagroso” de esta especie?: Pues sutotalidad. Creo que resulta difícil encontrar otra

especie vegetal con usos tan múltiples. La cha-yotera vale para todos; la planta, cubriendo unapérgola por ejemplo, proporciona sombra. Lashojas tiernas, en la cocina reemplaza la espina-ca. Los zarcillos pueden ser preparados como sifueran “espagueti verde”. Los tallos, cuando sonjóvenes, sirven de sustituto del espárrago. Lasflores son ricas en néctar y son apreciadas porlas abejas. Y considerando los frutos: una plan-ta bien desarrollada puede producir hasta 500frutos (o chayotes), de 300 gramos hasta mediokilo cada uno, que se preparan para comérselosen crudo, fritos o cocidos, como si fueron pata-tas, calabazas, berenjenas o pepinos. Con ingre-dientes acostumbrados pueden ser convertidosen mermelada o un delicioso agridulce. Y lassemillas (¡una cada fruto!), cuando tostadas sontan ricas como suelen ser las almendras similar-mente tratadas. Tampoco debemos olvidar aquelmonstruoso tubérculo ya mencionado y que gra-cias a su elevado porcentaje de fécula es igual-mente apreciado. Aunque hay que recordar quecon el aprovechamiento de este tubérculo sealcanza el final de la cadena.

No obstante, la utilidad de la chayotera y susproductos no queda restringida a la cocina.También tiene ciertas virtudes medicinales:dicen que su consumo ayuda bajar la presiónarterial y sirve para combatir las piedras de lavejiga. Frutos y tallos reaccionan diuréticos, ytambién se les aplica en casos de hemorragiasinternas. Además, como los chayotes consistenen el 90% de agua, y como son bajos encalorías: teniendo cuidado con los ingredientes,el consumo de chayotes puede ayudar a ciertaspersonas en el proceso de adelgazar sin sufrir.

En la agricultura (o donde existen muchasplantas) se utilizan hojas y frutos sobrantes parael ganado. En la región de su origen se empleanlos tallos madurados para fabricar sombreros,cestas y esteras. Y lo que aún puede sobrar sirvepara hacer compost, o se lo quema para aprove-char la ceniza. En fin: es una especie milagrosay, además, es una de las numerosas plantas “queAmérica dio al Mundo”.

En cuanto a su cultivo la chayotera es algoexigente. Como ya he mencionado, las plantasreaccionan negativamente siendo expuestas avientos fuertes, sean cálidos o fríos. Las

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La Chayotera (Sechium edu1e), con sus frutos (los chayo-tes) y detalles floríferos.

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heladas puedan exterminarlas. Según su origen,las plantas prefieren un clima más bien subtro-pical, con lluvias ocasionales o riego correspon-diente. La tierra debe ser racionalmente abona-da y proveer buen drenaje. Es conveniente dar alas plantas soporte o plantarlas al alcance dearbolillos o una pérgola, preferentemente prote-gidas de vientos constantes.

Salvo los casi contados cultivos locales, lasimportaciones más notables de chayotes bienformados se realizan desde Argelia, las Azores,y la región del Caribe. Para cualquier iniciadorel problema principal consiste en la reproduc-ción de la especie, punto cardinal de su cultivo.Ya he mencionado que cada chayóte contieneuna sola semilla, y que aquella debe germinardentro del fruto. Hay que cosechar (o comprar sihay) frutos, y no comerlos todos; se almacenaun número deseado de frutos maduros en arenaalgo humedecida, medio enterrados preferente-mente en un sitio fresco y oscuro donde la semi-lla reposa y, posteriormente, germina. Las plan-

tas que nacen demasiado temprano pueden serplantadas en bolsas o macetas, y transplantadasal sitio definitivo, cuando el tiempo nos parezcaser adecuado. Conviene proteger las plantasjóvenes de cualquier mordedura del ganado o deanimales silvestres. No se recomienda cultivarchayoteras en el balcón o la terraza de aparta-mentos, salvo que los vecinos expresen su deseoformar parte de la “mancomunidad hortícola”del entusiasta.

(Este artículo son notas preliminares haciaun trabajo más extenso, en vía de preparación).

Nota: Del mismo autor sobre el tema véanseLa Chayote cette plante extraordinaire. Les

Quatre Saisons du jardinage n° 26: 41-45, 1984,y

El Chayote, una enredadera comestible. -Integral nº 106: 373, 1988.

Chayote germinado

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1. La biodiversidad de la penínsu-la Ibérica

La península Ibérica es una región privile-giada en cuanto a biodiversidad se refiere. EnEuropa únicamente otro territorio, la penínsulaBalcánica, puede equipararse en riqueza natural.Desde el punto de vista florístico, en nuestrapenínsula se encuentran del orden de 8.000taxones, que comparados con los 1.900 de lasislas Británicas, dan una idea de la variedad denuestra flora, sólo superada por la de la otrapenínsula mediterránea. Pero además de suriqueza también hay que destacar su originali-dad. Entre el 15-28% de la flora ibérica es endé-mica, es decir, exclusiva de esta región.Especies como la manzanilla de Gredos(Santolina oblongifolia), o el Dragoncillo delCabo de Gata (Antirrhinum charidemi) sola-mente pueden encontrarse en los lugares a losque hace referencia su nombre. Mucho menosconocida y perceptible, la diversidad micológi-ca supera ampliamente a la florística. Se calcu-

la que asociados a nuestros bosques y otras for-maciones vegetales existen del orden de 15.000-20.000 especies de hongos y setas.

La variedad faunística corre pareja a la vege-tal. Unas 600 especies de vertebrados están pre-sentes en el espacio ibérico, también con unaelevada proporción de especies exclusivas.Entre las casi 110 especies de mamíferos terres-tres se encuentran joyas como el lince ibérico, elfelino mas amenazado del planeta. También esun lugar privilegiado para los aficionados a laornitología, con una lista de cerca de 300 espe-cies nidificantes que alcanza las 450 si conta-mos también las invernantes, de paso y acciden-tales. 42 especies de reptiles, 29 de anfibios y 46especies de peces autóctonas de agua dulce ysalobre completan la fauna vertebrada, a la quehay que sumar al menos unas 40.000 de inverte-brados de todo tipo, fundamentalmente insectos,entre los que continuamente se realizan intere-santes y sorprendentes hallazgos.

Aprovechamientos delmonte mediterráneo

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Las razones de nuestra biodiversidad obede-cen a un conjunto de factores que interactúanentre sí. El primer factor determinante es elgeográfico. La península Ibérica se encuentra acaballo entre dos continentes, Europa y África,y ha actuado a lo largo de la historia como puen-te de unión entre ellos. Además el relieve de lapenínsula es complejo y accidentado; presentagran cantidad de sierras y montañas con distin-tas orientaciones y alturas, propiciando la exis-tencia de un número notable de ambientes.

Otro factor importante es el clima, que desdeel punto de vista biogeográfico divide la penín-sula en dos grandes bloques. Por una parte laIberia húmeda o verde, que comprende el nortey el noroeste de la península, con lluvias regu-larmente distribuidas a lo largo del año y contemperaturas de carácter templado, encuadradaen la región Eurosiberiana; y por otro la Iberiamediterránea, caracterizada por la ausencia casitotal de lluvias en elperiodo estival y porunas temperaturasque varían entre lassuaves de las regio-nes litorales y tierrasbajas, y las de tipocontinental de lasmesetas (Luceño2000). Las variacio-nes en los climasregionales que gene-ran las zonas mon-tañosas propician lacoexistencia de tiposde vegetación pro-pios de ambas regio-nes biogeográficasen espacios muyreducidos. Así, porejemplo, en la sierrade Guara (Huesca), lavertiente sur está dominada por elementosmediterráneos como encinas (Quercus ilex),quejigos (Quercus faginea), aladiernos(Rhamnus alaternus), etc., apareciendo en laumbría elementos eurosiberianos como lashayas (Fagus sylvatica) o los abetos (Abiesalba).

El sustrato geológico ibérico es tambiénmuy diverso. En general se puede dividir lapenínsula en tres grandes áreas litológicas. La

Iberia caliza, que coincide a grandes rasgos

con la mitad oriental; la Iberia silícea, centradaen la mitad occidental, y la Iberia arcillosa,representada por las cuencas sedimentarias delos grandes ríos ibéricos. Además en nuestropaís encontramos otros sustratos menos abun-dantes, como las rocas ultrabásicas y los yesos:La colonización de estos sustratos tan especialespor parte de los vegetales requiere una elevadaespecialización, por lo que albergan una consi-derable cantidad de endemismos a pesar de suescasa extensión geográfica (Luceño 2000).

Otro factor enriquecedor de la biodiversidadibérica es nuestro pasado paleobiogeografico.Se puede decir que los ecosistemas mediterrá-neos tienen un origen reciente, empezándose adiferenciar en las últimas fases del Terciario,hace unos 15 millones de años, en el MiocenoMedio. Desde esa época hasta hoy en elMediterráneo occidental han sucedido una seriede hechos que han determinado nuestra biodi-

versidad. Porejemplo, en lapenínsula existenalgunos ecosiste-mas que son reli-quias de un pasadoforestal distinto alque hoy conoce-mos. Las lorerasde las Villuercas olos canutos deCádiz son restosde antiguos bos-ques de laurisilva,similares a los quehoy en día seencuentran enCanarias, ques o b r e v i v i e r o nrefugiándose ensierras y en latitu-des meridionales

al golpe mortal que supuso para la flora tropicaly subtropical del Terciario las glaciaciones delCuaternario.

Las estepas del valle de Ebro y las del sures-te peninsular se originaron hace 6,5-5,5 millo-nes de años, cuando la placa europea y la placaafricana entraron en contacto, aislando el marMediterráneo del Atlántico. Esto supuso unaacentuación de la aridez en el clima, provocan-do la desecación del Mediterráneo y favorecien-do la llegada al Mediterráneo occidental de

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Bellota de encina (Quercus ilex)

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muchas plantas y animales procedentes delMediterráneo oriental y de las estepas asiáticas,además de un importante intercambio florísticoy faunístico entre el norte de África, la penínsu-la Ibérica y las islas Baleares. Plantas como elciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata), elesparto (Lygeum spartum) o los cardos borri-queros (Onopordum spp.), y aves como la avu-tarda (Otis tarda), el sisón (Otis tetrax) o elalcavarán (Burhinus oedicnemus) deben su pre-sencia en la península a estos intercambios.

Otro hecho importante que terminó por mol-dear nuestros paisajes fueron los periodos gla-ciales del Cuaternario, que supusieron la extin-ción de muchas plantas y animales, sobre todoespecies subtropicales, pero también trajeronconsigo la llegada a nuestras latitudes de ele-mentos típicos de latitudes más septentrionales,como el pino silvestre (Pinus sylvestris) o elcorzo (Capreolus capreolus). A lo largo de losdistintos periodos glaciales e interglaciales,manifestados por la alternancia entre periodosfríos-secos y cálidos-húmedos, las especies deplantas y animales subían y descendían pornuestras cordilleras buscando condiciones favo-rables en un clima cambiante. Estas migracio-

nes altitudinales propiciaban la formación denuevas especies. Aquí está el origen de unnumero elevado de endemismos de nuestrasmontañas, como la violeta del Moncayo (Violamontcaunica), las cabras monteses o las lagarti-jas serranas.

Por si fuera poco, la presencia del hombre enel ámbito mediterráneo data de muy antiguo.Por la península han pasado muchas civilizacio-nes y culturas muy diferentes que han dejadoparte de su legado. Los fenicios introdujeron elcultivo de la palmera datilera (Phoenix dactyli-fera) y los romanos extendieron el cultivo delolivo y la vid. De la mano de los árabes vinieronmultitud de plantas hortícolas (berenjenas,azafrán, etc.), los cítricos, el cultivo del moral(Morus alba y Morus nigra).... También graciasa los árabes hoy podemos disfrutar de la presen-cia del meloncillo (la única mangosta presenteen Europa), traída para proteger a las viviendasde la entrada de culebras y víboras.

Con el descubrimiento de América, Españase convirtió en la puerta de entrada a plantas delnuevo mundo que pronto se establecieron comonuevos cultivos (maíz, patatas, tomates, judías,etc.), ornamentales (robinias, falsas acacias) o

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Los periodos glaciales del Cuaternario trajeron consigo la llegada a nuestras latitudes de elementos típi-cos de latitudes más septentrionales, como el pino silvestre (Pinus sylvestris)

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con otros usos, como la pita (Agave americana)o las chumberas (Opuntia ficus-indica). En épo-cas más recientes se han introducido eucaliptospara desecar zonas pantanosas, gambusias paracombatir la malaria, multitud de especies deinterés cinegético y de pesca (como el arruí ensierra Espuña o las percasoles), y se han realiza-do cultivos forestales con especies exóticascomo eucaliptos, arizónicas, cedros, etc.Muchas de estas plantas y animales se han natu-ralizado y hoy son parte integrante de los paisa-jes Ibéricos.

2. Vegetación y paisajes de la ibe-ria mediterránea

Suponiendo que en la península no existiesepresencia del hombre o esta fuese mínima, elpaisaje peninsular estaría formado en un 90% desu superficie por extensos bosques de frondosasy coníferas, que se repartirían el territoriodependiendo de la situación geográfica y condi-ciones edafoclimáticas del lugar.

En la parte mediterránea los bosques dequercíneas serían los dominantes, mezcladoscon pinos y sabinas. Las encinas (Quercus ilex)se extenderían por la mayor parte de este terri-torio, compartiendo con el alcornoque (Quercus

suber) las zonas más húmedas de la mitad occi-dental; en las montañas y en las zonas de transi-ción entre la región mediterránea y la eurosibe-riana aparecerían melojos (Quercus pyrenaica)y quejigos (Quercus faginea). Las coníferastendrían un papel secundario en estos bosques,aunque sustituirían a las frondosas en aquellaszonas de clima más extremo o suelos máspobres donde aquéllas no pudieran medrar. Elpino piñonero (Pinus pinea) se mezclaría conencinas y alcornoques ocupando terrenos areno-sos, incluso arenales marítimos y dunas fijas. Elpino laricio (Pinus nigra) se mezclaría con enci-nas y quejigos en zonas de montaña de interior,en terrenos calizos preferentemente, siendosuperado en altura por el pino silvestre (Pinussylvestris). El pino negral (Pinus pinaster) apa-recería junto a alcornoques, quejigos y melojos,llegando a dominar en aquellos suelos más suel-tos, pobres y silíceos. El pino carrasco (Pinushalepensis) medraría en las zonas más térmicas,como el levante español, sobre terrenos básicosy yesosos, compartiendo el espacio con las enci-nas. En las parameras y altas mesetas se encon-trarían las austeras sabinas albares (Juniperusthurifera) formando bosques abiertos.

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En las parameras y altas mesetas se encontrarían las austeras sabinas albares(Juniperus thurifera) formando bosques abiertos.

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El restante 10% de la superficie de lapenínsula estaría reservado a las altas cumbresde nuestras montañas, con sus pastizales y susformaciones de matorral almohadillado, loshumedales y las estepas, ese peculiar y origi-nal paisaje del sudeste peninsular y la depre-sión del Ebro donde los árboles apenas apare-cen. Aquí las marcadas condiciones de sequíay aridez imponen un paisaje aparentementedesolador pero que resulta ser uno de los eco-sistemas con mayor originalidad.

Pero la realidad de nuestro paisaje es biendistinta y la impronta del hombre es palpableen los ambientes mediterráneos desde tiemposinmemorables. La presencia del hombre en lapenínsula se puede datar hace ya más de700.000 años, si bien la repercusión en el pai-saje de esas primeras sociedades recolectorasy cazadoras tuvo que ser mínima. El manejodel fuego por parte del hombre hace al menos200.000 años (Arsuaga y Martínez 1998,Mesa 2002), supuso la primera gran “revolu-ción” en la transformación del paisaje. Graciasal fuego el hombre pudo “domesticar” suentorno, manteniendo espacios abiertos parafavorecer los pastos y controlar a las presas decaza, reproduciendo en cierta manera los espa-cios abiertos que dieron origen a la humani-dad, estrategia conocida como sabanizacióndel paisaje. La otra gran revolución para elhombre y su relación con el paisaje tuvo lugarhace unos 7.000 años, cuando el Neolíticomarca el paso de una sociedad cazadora-reco-lectora a una sociedad agraria, domesticandoanimales y plantas y explotando una mayordiversidad de recursos naturales (maderas,minerales, etc.). Desde el Neolítico hastanuestros días hay dos aspectos fundamentalesque determinan la intensidad de las modifica-ciones que produce el hombre en los ecosiste-mas: el crecimiento de la población y la capa-cidad de actuación asociada a las innovacionestecnológicas (Costa et al. 1996).

Por lo tanto, el paisaje que nos encontra-mos hoy está fuertemente influenciado por lapresencia del hombre. Los restos más o menosalterados de los bosques antiguos se encuen-tran en zonas de montaña, hoces y barrancos,resguardados en los lugares más recónditos einaccesibles. En la mayor parte del territorio elpaisaje ha sido transformado en diferentesagroecosistemas o sistemas, en los cuales elhombre ha buscado la obtención de un rendi-

miento a partir de los distintos aprovecha-mientos que el entorno le permitía.

Entre los factores que determinan el modelode explotación de un territorio podemos desta-car en primer lugar la ubicación y característicasdel mismo. El que la zona sea montañosa, enmeseta, vega de río, terreno ondulado o zona decosta, unido a la climatología y la fertilidad delsuelo, va a definir la vocación del lugar a dife-rentes usos y aprovechamientos.

A grandes rasgos, los terrenos agrícolas ocu-pan fondos de valle, cuencas sedimentarias ycampiñas fértiles. En la meseta norte el princi-pal aprovechamiento ha sido el cereal, combina-do en la meseta manchega y la campiña andalu-za con el cultivo de la vid y en los terrenos másmarginales con el olivo. Estos tres cultivos for-man la tríada mediterránea, y ya desde tiemposde los romanos han ocupado estos lugares. Lasvegas de los grandes ríos, como el Guadalquiviro el Ebro, y la zona del levante, han tenido unavocación hortícola y de frutales, cuya difusiónhay que agradecer a los árabes.

En la zona occidental de la península, sobreterrenos poco fértiles y ondulados se asientanlas dehesas, un peculiar modelo de explotaciónque combina recursos ganaderos, agrícolas,cinegéticos y forestales. Conforma un paisajeheterogéneo donde destaca la presencia de unarbolado disperso, combinado con zonas de pas-tos, cultivos agrícolas extensivos y zonas demonte cerrado. Las dehesas pueden suponer unaimitación a los espacios abiertos producidos porla acción de los grandes ungulados. Su origen ysu difusión parece remontarse a la Edad Media,cuando la Mesta se implantó con fuerza en losreinos cristianos.

La principal vocación de las parameras yprados de montaña ha sido la ganadera, al igualque las sierras escarpadas, cuyas solanas sobretodo se roturaban e incendiaban para crear depastos para el ganado. Así, la oveja ocupabafundamentalmente las parameras, las vacas lasmontañas del norte y del centro y las cabras lassierras más agrestes, sobre todo en la mitad surpeninsular.

En las áreas montañosas se mantenían zonasde monte alto para madera y otras de monte bajopara la obtención de leñas, siendo la caza elprincipal aprovechamiento de las umbrías másespesas. Las montañas también han proporcio-nado infinidad de recursos mineros, energéti-

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cos e hidrológicos cuya explotación ha tenidouna importante repercusión a la hora de molde-ar el paisaje. Montañas enteras fueron desman-teladas ya en la Antigüedad para la extracciónde minerales, dejando imponentes huellas comolas Médulas del Bierzo o las minas a cielo abier-to de Riotinto. Más modernamente, muchosvalles han sido anegados para la obtención deenergía o el abastecimiento de canales de riego.

3. Aprovechamientos del montemediterráneo

3.1 GanaderíaEn la península Ibérica se tiene constancia

en tiempos prehistóricos de la presencia degrandes herbívoros como rinocerontes, équidosy bóvidos, que debieron someter a la vegeta-ción a una fuerte presión y selección, condicio-nando un paisaje abierto de pastos y arboladodisperso, similar al de las sabanas africanas. Enel Neolítico el hombre sustituye los nutridosrebaños de ungulados de équidos y bóvidos sal-vajes por vacas, ovejas, cabras y caballosdomésticos de las primeras razas autóctonas(Oria de Rueda, 2003).

El principal producto obtenido de la gana-dería ha sido tradicionalmente la carne, fuenteimportante de proteínas para la alimentaciónhumana. Los derivados lácteos solían tener unpapel secundario, yaque nuestras razasautóctonas no secaracterizan por sergrandes productorasde leche; en todo casose solía beber leche yhacer queso para elautoconsumo. Lana ypiel también fueron yson importantes recur-sos, los cuales sirvenpara vestirnos y con-feccionar manufactu-ras.

Algunas de nues-tras vacas, como laavileña o el toro delidia, proceden debóvidos salvajes (Bosprimigenius), repre-sentando razas autóc-tonas, rústicas y adap-

tadas al entorno. El

principal uso de las vacas ibéricas ha sido paracarne; no hay más que degustar esos chuletonesde Ávila o de Aliste (Zamora) para comprobarsu enorme calidad. Este ganado bovino teníauna importante presencia en las dehesas, apro-vechando los mejores pastos, los más finos. Enla toponimia de nuestros pueblos abundan lasdehesas boyales, donde hasta hace pocas déca-das pastaban los bueyes, el principal elementode tracción utilizado tanto para carros de cargacomo para tiro de arados. Muchas de nuestrasdehesas se han destinado (y se destinan) a lacría de toros de lidia, eje del espectáculo ibéri-co por excelencia.

La oveja ha sido durante siglos la principalfuente de ingresos de Castilla. La lana de ovejamerina fue largamente demandada y codiciadapor Británicos y por los países de centroEuropa. Valga como ejemplo de esta estima quetras la batalla de Trafalgar, ya en pleno sigloXIX, la corona española tuvo que dar dos desus mejores carneros merinos a los británicoscomo medida de compensación. Aunque elcomercio de este producto se remonta muyatrás en el tiempo, el año 1273, fecha de la cre-ación del Honrado Concejo de La Mesta, marcael inicio de su expansión definitiva. Comoresultado se organiza una importante red decaminos que vertebra los pastos del sur con los

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La oveja ha sido durante siglos la principal fuente de ingresos de Castilla

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del norte peninsular, por los cuales transitabanlas ovejas en busca de pastos aprovechables enlas distintas estaciones del año. Este fenómenomigratorio, denominado trashumancia, segura-mente era ya practicado de forma natural porlos grandes rebaños de fitófagos salvajes.Aunque sin la importancia estratégica deantaño, todavía hoy las merinas nos proporcio-nan su lana, además de otros productos, comolos apreciados quesos manchegos o las tortas; yquién no ha degustado el cordero asado.

Como vulgarmente se dice, “la cabra tira almonte”, y cierto es; la distribución tradicionalde este animal siempre ha estado relacionadacon las sierras. La cabra presenta gran rustici-dad y además es capaz de aprovechar mejor quenadie el ramoneo de los árboles y los brotestiernos de matorrales y arbustos. Por ello lacabra ha estado relegada a las zonas agrestes demontaña o a zonas áridas de la península, comoel levante, donde la agricultura no era posible.La difusión de este animal se debe a los árabes,quienes la expandieron por nuestras sierrasmeridionales. Desde entonces su leche y sucarne complementaron la dieta de agricultoresy gente de campo, siendo mantenida normal-mente en pequeños rebaños para el autoabaste-cimiento. Actualmente la cabra es una gana-dería en claro retroceso y cada vez es más difí-cil de encontrar en nuestras sierras. Pero losproductos de la cabra, sobre todo los derivadoslácteos, se pueden considerar de los más apre-ciados y cotizados por los auténticos Gourmet,ya que el pastoreo en el monte imprime carác-ter al queso desarrollando aromas peculiares.Quesos como Ibores elaborado en la comarcadel mismo nombre, Aracena, etc. Tienen ungusto exquisito.

Y por último, un animal del que nos pode-mos sentir orgullosos y que es “único” en elmundo es el cerdo ibérico. Gracias a él pode-mos degustar una de las joyas gastronómicas dela península, el jamón ibérico, aparte de otrosproductos nada despreciables; y es que delcerdo se aprovecha todo, “hasta los andares”.Según los expertos, una de las claves de esajoya son las bellotas de nuestras encinas yalcornoques, o las castañas, como en Aracena,cuya grasa transfiere a los perniles ibéricos susexquisitas cualidades. El cerdo pasta todo elaño por la dehesa comiendo hierba, raíces ytubérculos, esperando que llegue la montanerapara atiborrarse de bellotas.

3.2 Alimentos silvestresEn sus remotos albores la humanidad

obtenía sus recursos alimenticios cazando o pes-cando, o simplemente recolectando setas y plan-tas silvestres (Tardio et al. 2002). Aunque a par-tir del Neolítico la base de productos vegetalesproviene de plantas cultivadas, hasta los gran-des avances de la agricultura del siglo XX, queaseguraron la producción de alimentos, el usode alimentos silvestres ha estado muy extendi-do. Éstos constituían un importante comple-mento en la dieta ante la inseguridad de lascosechas motivada por condiciones meteoroló-gicas adversas o largos períodos de guerras, quetraían consigo periodos de escasez de alimentos.

Debe recordarse que todas las frutas y ver-duras que cultivamos y consumimos fueronantes plantas silvestres (Tardio et al, 2002). Porejemplo, el maíllo o el piruétano son los proge-nitores de los manzanos y perales cultivados, elajo porro es el progenitor del puerro, etc.Incluso hoy en día la agronomía recurre a losparientes silvestres próximos de las especiescultivadas para buscar en ellos la plasticidadambiental o la resistencia a plagas y enfermeda-des perdida en los procesos de domesticación ymejora, para transferírsela a las variedades decultivo. En fruticultura también se suele recurrira las especies próximas para que sirvan depatrones donde injertar las variedades cultiva-das y conseguir dotar así a los nuevos indivi-duos de características específicas como laadaptación a la sequía o a un suelo determinado.

Actualmente la recolección de plantas ysetas silvestres tiene un sentido de entreteni-miento o de ocio, pero también constituye unimportante recurso complementario para laspersonas que viven en el ámbito rural, que pue-den recolectarlas, transformarlas y venderlascomo productos de alta calidad en los cada vezmás numerosos mercados selectos que losdemandan. Además estos productos pueden serutilizados como un reclamo turístico para losaficionados a la naturaleza que si se sabe apro-vechar puede dejar muchos beneficios en zonasdeprimidas.

En nuestros campos y montes existen multi-tud de plantas y setas comestibles que en unmomento dado incluso nos pueden sacar de unapuro. Al igual que las verduras y frutas culti-vadas, de los vegetales silvestres se aprovechandeterminados órganos, a los que se dan dife-rentes usos. Así, tenemos plantas condi-

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mentarias, como el tomillo (Thymus zygis), elromero (Rosmarinus officinalis) o el orégano(Origanum vulgare). De otras plantas se apro-vechan sus bulbos, raíces o rizomas, ya seacocinados o crudos, como el regaliz(Glycyrrhiza glabra), el ajo porro (Alliumampeloprasum) o las macucas (Conopodiumcapillifolium), una especie de tubérculo quecrece en las pedreras.

Como verdura fresca para ensalada o coci-nada podemos aprovechar los tallos y brotes delos típicos espárragos trigueros (Asparagus acu-tifolius), los espárragos de nuez (Bryonia dioi-ca) o los brotes tiernos de las zarzas (Rubusulmifolius). También podemos utilizar las hojasde la acedera (Rumex acetosa), los cardillos(Scolymus hispanicus) o las collejas (Silene vul-garis ), tan consumidas en los potajes deSemana Santa. Incluso dando una vuelta por elcampo se encuentran plantas que antaño se uti-lizaban como golosina, para chupar o masticarcomo chicles. De la jara se puede obtener la“mangla”, una sustancia de aspecto sacarinoque aparece en veranos calurosossobre las ramas viejas; algo simi-lar pasa con la miel de zarza o“bulleros”. Las flores de ciertasplantas como las violetas (Violaspp) o las chupamieles (Anchusaazurea y Echium plantagineum),se solían chupar y constituían unentretenimiento similar al de loschicles de hoy en día.

En cuanto a los frutos, se con-sumían muchos frescos de tempo-rada, como moras, guindas, fram-buesas, madroños, maíllas, mos-tajos, endrinas, etc, con frecuen-cia destinados también a la elabo-ración de licores y otras bebidas.Otros frutos eran recogidos yalmacenados y se consumían pos-teriormente, bien como frutossecos, cocinados o asados, casode bellotas, castañas, nueces, piñones, avella-nas. En épocas de escasez las castañas y bello-tas incluso se molían para obtener harina parahacer pan; las bellotas también se empleabancomo sucedáneos del café.

Las setas son un alimento de temporada,sobre todo de otoño y primavera. Sin embargo,la mayor parte de la península siempre ha sido

micófoba y no ha visto con buenos ojos esos

frutos de la tierra, consumiendo y apreciandosólo señaladas especies, como la seta de cardo(Pleorotus eryngii) por parte de los castellanos,las criadillas (Terfezia arenaria) por los extre-meños, o los gurumelos (Amanita ponderosa)por los onubenses. Han sido catalanes y vascos,pueblos micófilos que han apreciado este ali-mento desde antiguo, quienes a través de susexcursiones por otros montes de la penínsulapara recolectar, despertando la curiosidad de loslugareños, y de la mano de inmigrantes de otraszonas de España, han conseguido traspasar sufervor micológico a prácticamente todos los rin-cones del país.

Actualmente la producción de hongos gene-ra elevadas rentas en muchos montes, llegandoa superar a las obtenidas por la explotación de lamadera. Entre las setas mas apreciadas están losboletos (Boletus edulis, Boletus estivalis, etc.) laoronja (Amanita caesarea), los nízcalos(Lactarius deliciosus) o la preciada trufa (Tubermelanosporum), que puede alcanzar en el mer-cado precios desorbitados de hasta 600 €/ Kg.

La miel es otro producto típico de nuestrassierras y montes. Gracias a nuestra flora abun-dante y variada tenemos excelentes mielesrepartidas por la geografía española, como la delas Villuercas o la de la Alcarria, muy cotizadasy con sellos de calidad y denominación de ori-gen. Hasta la llegada del azúcar refinado indus-trial, la miel era el producto que se utilizabapara edulcorar los postres y dulces.

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Castañas

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3.3 CazaLa caza es una actividad que el hombre lleva

practicando desde tiempos inmemoriales, en suorigen como fuente importante de alimentos yluego como complemento de la dieta alimenti-cia en las zonas rurales. Pero también desdetiempos remotos la caza se convirtió en undeporte o una manera de ocio, reservado prime-ro a las clases poderosas como nobles y reyes,

gracias a cuyos cotos privados han pervividohasta nuestros días montes muy bien conserva-dos, como el monte del Pardo en Madrid o elReal coto de Doñana, núcleo del actual ParqueNacional. Hoy en día existen alrededor de unmillón y medio de cazadores en España conlicencia que practican esta actividad sólo comohobby.

La actividad cinegética supone un importan-

te recurso económico como apro-vechamiento ligado a espaciosforestales, con un valor cercano al50% del total de la producciónforestal (Jurado 2002.). La altarentabilidad de la caza mayor encomparación con la ganaderíadomestica y extensiva, y unacoyuntura favorable (fiscalidad,plusvalías, grandes capitales), hanprovocado un fuerte incrementoen la utilización del monte medi-terráneo para el aprovechamientocinegético semi-intensivo (SanMiguel, 1998).

Los lugares reservados para lacaza mayor son zonas de sierracubiertas por espesas manchas dematorral, normalmente de

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Jabalí con sus crías.

Ciervos

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jaras y brezos mezclados con madroños, labiér-nagos, durillos, alcornoques, encinas, quejigos,etc., típicas de las umbrías de los Montes deToledo o de Sierra Morena, donde reciben elnombre de “mohedas”. Estas manchas se suelencombinar con espacios abiertos como dehesasque ofrezcan pastos a los animales.

En tiempos de Alfonso X El Sabio (sigloXI), en la gran mayoría de los montes ibéricoshabitaban osos y lobos y multitud de especiessusceptibles de ser cazadas, como corzos,jabalís, ciervos, cabras monteses, linces, etc.Hoy muchas de estas especies han desaparecidode la mayor parte de nuestras sierras o seencuentran protegidas o en grave peligro dedesaparición, como el oso o el lince.

En la actualidad las principales especiescinegéticas de caza mayor son el ciervo, eljabalí y el corzo, amén de los reintroducidosgamo y muflón, aunque la estrella de nuestrapiezas es la cabra montes, endémica de la penín-sula. Las fincas de caza mayor más importantesse reparten por Montes de Toledo, SierraMorena, Sierra de San Pedro y otras zonas deExtremadura. La forma de caza de estas espe-cies es en monterías, batidas o al rececho,dependiendo de la especie objetivo, la época delaño y otros factores.

Para la caza menorlos lugares idóneosson los espacios abier-tos como las dehesascon gran cobertura depastos o los terrenoscerealísticos. Lasprincipales especiescinegéticas son elconejo, la liebre, laperdiz roja, codorniz ypaloma torcaz, aunquetambién se han reali-zado introduccionescon especies exóticascomo el faisán. Losprincipales cotos sesitúan en ambas mese-tas sobre terrenosagrícolas y en dehesasrepartidas por toda lageografía española.La modalidad de cazamás extendida es la

denominada “en

mano” (el cazador acompañado de un perro),aunque hay otras más específicas, como el ojeoy el reclamo para la perdiz y el uso de galgos enel caso de la liebre.

3.4 CorchoEl corcho es la parte externa de la corteza

del alcornoque, formada por células muertas encuyas paredes se acumula un porcentaje alto desuberina. Esta composición determina las carac-terísticas que hacen singular al corcho: ligereza,fácil transformación y transporte, impermeabili-dad, flotabilidad, aislante y casi imputrescible.El corcho proporciona al alcornoque una mejoradaptación al incendio, pues su carácter aislantepermite al árbol rebrotar de cepa e inclusosobrevivir por completo si el fuego no ha sidoespecialmente virulento (Díaz-Fernández,2002).

El alcornoque se descorcha cada 9-12 años,dependiendo de las zonas y los calibres que sequieran obtener. Se considera que un árbol tieneuna vida útil de 175 años en explotación renta-ble, realizándose unos 15 descorches a lo largode su vida. El primer descorche se denominabornizo y se extrae a los 25 años de edad; estaextracción apenas tiene valor y se destina paraconglomerado y belenes, siendo a partir de la

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Corcho

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segunda extracción cuando el corcho obtenidopresenta ya sus características plenamente con-formadas.

Hasta el desarrollo de la industria taponera a

finales del siglo XVIII el corcho era un produc-to secundario del alcornocal, aunque ya se veníausando desde la antigüedad, como lo atestiguanlos restos de objetos de este material encontra-dos en yacimientos arqueológicos egipcios,fenicios, griegos y romanos. Los estudiosetnográficos muestran que su uso tradicional endistintas culturas ha sido muy amplio, empleán-dose además de para tapones, para la elabora-ción de flotadores, suelas de zapatos, materialde construcción, diversos utensilios, etc.Algunos de estos usos se han mantenido hasta laactualidad, como por ejemplo la fabricación decolmenas, dotándolas de ligereza para facilitarsu transporte y de la protección térmica necesa-ria para evitar que se derrita la cera (Díaz-Fernández 2002.).

Pero no es hasta 1680 cuando el monje bene-dictino Pierre Perrignon inventa el vino espu-moso, lo que se conoce con el nombre dechampán, y el tapón de corcho se convierte enalgo imprescindible para su elaboración. Estosupuso un gran impulso para los alcornocales,

que empezaron a gestionarse y a potenciarsepara la obtención del corcho. A partir de esemomento la industria del vidrio y el corcho hanido de la mano al servicio de los mejores caldosdel mundo.

Los alcornocales se distribu-yen en la península Ibérica sobretodo por el cuadrante surocciden-tal, aunque existen importantesfocos en Cataluña, además deotros puntos como el norte deBurgos, Galicia, Castellón, etc.Ocupan una superficie de 670.000ha en Portugal y unas 500.000 enEspaña, con unas producciones de192.000 y 90.000 toneladas res-pectivamente, que suponen masdel 75 % de la producción mun-dial.

El aprovechamiento del corchoconstituye un claro de ejemplo deequilibrio entre la obtención deproductos naturales y la conserva-ción del monte mediterráneo (Oriade Rueda, 2003). La extracción decorcho en los montes destinados atal fin proporciona unos altos ren-dimientos, entre 4.500 a 27.000 € /ha, superando con creces los de

árboles como el eucalipto, que se ha llegado aplantar por su pretendido valor a costa de la des-trucción de muchos montes de alcornoque.Además, el descorche y todas las tareas e indus-trias relacionadas exigen una abundante manode obra, por lo que el alcornocal alcanza unvalor social de los más elevados dentro del espa-cio agrícola y forestal de España (Oria deRueda, 2003).

En nuestros días el corcho, aparte de lostapones, tiene otras aplicaciones: aislante tér-mico de edificios, pavimentos, laminados,recubrimientos de zapatos y tejidos, sofás,abrigos, planchas para decoración, belenes denavidad, etc; incluso se utiliza en la construc-ción de naves espaciales, que llevan corchocomo aislante de las bandas de cubierta exte-rior. Como curiosidad y para resaltar la impor-tancia de este material, valga la siguienteanécdota: en 1825 se produjo un naufragio enel canal de La Mancha de un barco que guar-daba en sus bodegas botellas de cerveza FlagPorter, célebre en la época de la ReinaVictoria. 150 años después se rescataron

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de los restos del barco las botellas de cervezaselladas con corcho, de manera que se pudorecuperar la extinguida levadura de la ilustrebebida y volver a elaborarse de nuevo. Endefinitiva, se puede considerar al corcho comoun material único y con infinidad de aplica-ciones.

3.5 Leñas y carbonesLa leña fue el primer combustible uti-

lizado por el hombre a gran escala. Gracias aella conseguía energía, utilizada en forma decalor para calentarse y protegerse del frío,para cocinar, conservando y transformandoalimentos, o para la obtención de metales y lafabricación de herramientas, favoreciendo eldesarrollo tecnológico. El carbón vegetal esuna forma de lograr una mayor eficienciaenergética, consiguiendo más energía por uni-dad de volumen. Para su fabricación se some-ten las leñas a combustión parcial, con unaaireación mínima.

La obtención de leña y carbón vegetal paracalentarse, cocinar o para la metalurgia, hasupuesto uno de los capítulos más devastado-res para los bosques de la Tierra. Millones dehectáreas arboladas han desaparecido a lolargo de la historia de la humanidad para talfin, y todavía hoy lo siguen haciendo enmuchas partes del planeta. En el caso de nues-tra sociedad, el uso del carbón mineral en lametalurgia y del butano y el gas natural en lasviviendas, han supuesto una espectacularregeneración de nuestros montes.

Tradicionalmente tanto la leña como elcarbón vegetal se extraían de las podas de oli-vación que se realizaban a las encinas, alcor-noques y robles. También a partir de los mon-tes bajos regenerados de cepa, en los que serealizaban cortas en turnos de 15-50 años paratal fin. Ciertas especies o partes de plantas seempleaban para usos específicos; de las cepasde brezo se obtenía un carbón para las fraguas,y de sus ramas más finas y las de otros mato-rrales como las jaras se conseguía el picón ocisco, que se empleaba en los braseros de lascasas de pueblo. En el pueblo de Cuéllar(Segovia) utilizan para las estufas las piñas delos pinos piñoneros como subproducto de laobtención de piñones.

Actualmente las leñas y carbones vegetalesse emplean para estufas, chimeneas, asadores

y barbacoas. En los últimos años se están

exportando desde España cantidades conside-rables de carbón de encina, sobre todo aFrancia y Alemania, por un valor de millonesde euros (Oria de Rueda, 2003).

Recientemente están apareciendo alternati-vas al uso de leñas y carbones vegetales, comolos pelets y las briquetas. Éstos son una espe-cie de pastillas o cilindros de serrín de maderamuy compactados y con un alto poder calorí-fico, superior incluso al del carbón de encina,como es el caso de los pelets de jara. Se utili-zan sobre todo en los países nórdicos, princi-palmente en calderas de combustión para cale-facción. También y cada vez más, empujadospor la búsqueda de energías alternativas, seestá investigando y experimentando en el usode la biomasa vegetal procedente de restos deactuaciones selvícolas, de la recolección dematorrales como jaras y brezos o la derivadade cultivos energéticos como los chopos, paraser utilizada en centrales térmicas de biomasa.

3.6 MaderaDe forma tradicional, la madera ha sido el

recurso utilizado para cubrir la mayor parte delas necesidades cotidianas, desde la construc-ción de viviendas a la elaboración de enseres yutensilios de la misma, herramientas, aperosde labranza, carros, barcos, elementos de arte-sanía así como otros objetos de uso común:garrotes, pipas, cucharas, etc. (Verde et al2001). Así pues, la madera ha sido durantemilenios un recurso irreemplazable de enormevalor estratégico.

Un ejemplo: hasta la generalización deluso del acero, todos los vehículos eran demadera. En comarcas como la Tierra dePinares de Soria y Burgos, la construcción decarretas adquirió desde la Edad Media unaimportancia trascendental, proporcionó pros-peridad a estas comarcas y supuso la conser-vación de una riqueza forestal enorme y unpaisaje natural admirable (Oria de Rueda,2003). Hoy en día estas zonas se pueden con-siderar de las más prósperas de la región cas-tellano-leonesa, gracias a la apreciada maderade pino albar, utilizada actualmente en ebanis-tería y carpintería fina.

Durante los siglos en los que España con-servó su imperio colonial se mantuvo unaimportante flota de barcos mercantes y de gue-rra, auténtico “bosque flotante” construido apartir de la madera obtenida de los montes

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peninsulares. La construcción de una solanave precisaba de más de 2.000 árboles; sitenemos en cuenta el elevado número de bar-cos, las continuas pérdidas por temporales opiratería y la corta vida útil de las embarcacio-nes precisamente por ser de madera, podemosimaginar que el impacto de la Marina sobrenuestros bosques tuvo que ser formidable. Yeso sin tener en cuenta la madera consumidaen las fundiciones para construir cañones,armas y diversos utensilios marineros.

La demanda fue tan fuerte que en 1748Fernando VI dictó las Ordenanzas para laConservación y Aumento de los Montes de laMarina, favoreciendo una campaña de repo-blación y de conservación de montes. Comoejemplo, hoy tenemos los bien conservadosmontes de las sierras de Cazorla, Villas ySegura, de donde se extraía madera de manerasostenible y se transportaba por el río Segurahasta los astilleros de Cartagena. Otroshechos, como el desarrollo del ferrocarril,también supusieron la devastación de muchosbosques, en este caso concreto como resultadode la fabricación de traviesas para las vías.

Actualmente la madera constituye uno delos principales productos forestales, existien-do multitud de montes explotados y cultivadospara su obtención. Entre las coníferas, lospinos se destinan sobre todo a la construcción,carpintería, ebanistería, postes de teléfonos,etc. Entre las frondosas tenemos en las vegasde muchos ríos y en tierras de uso agrícolacultivos de chopos para desenrollo y tablerosfinos. El cultivo de maderas nobles como cere-zo, nogal, peral, etc, se presenta como unainteresante alternativa en la ocupación de tie-rras agrícolas abandonadas, existiendo inclusoiniciativas que promueven estos cultivos comoauténticos planes de pensiones.

Otro uso importante de la madera es laobtención de celulosa para pasta de papel.Antiguamente esta materia prima se obteníasobre todo del esparto, cuyo comercio y culti-vo llegó a tener una importante repercusióneconómica y ambiental en algunas provinciasdel sudoeste español como Almería, quedurante los siglos XIX y principios del XXllegó a exportar un volumen de más de740.000 toneladas / año destinadas a las fábri-cas de papel del Reino Unido.

En la actualidad la pasta de papel se obtie-

ne principalmente de los eucaliptos, algunasde cuyas especies presentan una gran plastici-dad y se adaptan perfectamente a los ambien-tes mediterráneos, presentando crecimientosmuy rápidos que permiten turnos de corta de15-20 años e incluso menos. Consideradounos de los cultivos forestales por excelencia,fue potenciado por los tecnócratas, sobre todoen la época del régimen franquista, producien-do la roturación de miles de hectáreas demonte mediterráneo para la implantación deeste monocultivo, con repercusiones bastantesnegativas para el monte mediterráneo. Sólo enHuelva existen 200.000 ha de eucaliptales delos que se obtiene una producción de unmillón de toneladas anuales de pasta de papel.

3.7 ResinasLas resinas son unas sustancias sólidas o

líquidas de consistencia pastosa que segreganalgunas plantas. Estas sustancias tienen multi-tud de aplicaciones: medicinales, aromatizan-tes en forma de incienso, como la de las sabi-nas (Juniperus sabina), desinfectantes, parapinturas y barnices, en perfumería, asfaltos,etc. Una de las resinas más utilizadas en laindustria de la pintura y barnices, así como enperfumería, es la trementina, de la que seobtienen diversos compuestos orgánicos. Losantiguos ya distinguían cuatro trementinas: lade pino, alerce, abeto, y la más apreciada, lade cornicabra.

De la trementina de pino negral se saca elaguarrás, destinada a la industria de la pinturay barnices, y la colofonia, que se usa en perfu-mería, esparadrapos, etc. También se empleaen la elaboración de asfalto antideslizante.Muchos de los montes de comarcas como lastierras de Almazán (Soria) o las tierras depinares de Segovia, Ávila y Valladolid, estu-vieron destinados a la obtención de tan precia-da resina. Su producción supuso prosperidadpara esas comarcas hasta que la industria delpetróleo y resinas más baratas como la chinala desplazaron, manteniéndose actualmentecomo un aprovechamiento testimonial.

De la jara, matorral típico mediterráneo yademás muy abundante, se saca el ládano, unaresina que se utiliza en perfumería como fija-dor de perfumes, cremas, desodorantes ycosméticos para la piel (Oria de Rueda, 2003).Su antigua obtención era la mar de curiosa,pues se empleaban rebaños de machos

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cabríos de razas con mucho pelo a los que seles hacía pasar por los espesos jarales para quese impregnasen de ládano, extrayéndolo luegopeinando su pelaje. En algunos pueblos comoRobledollano (Cáceres) existen pequeñasfábricas que se dedican a la producción deládano para su exportación (sobre todo aSuiza), suponiendo una destacada fuente derecursos para la comarca.

3.8 Plantas medicinales y aromáticasDesde la antigüedad se ha recurrido a las

plantas en búsqueda de soluciones para com-batir todo tipo de enfermedades y dolencias,hallándose innumerables remedios: la zarzasse utilizan para el colesterol, la manzanillapara la conjuntivitis, la esencia de romero parael reuma, la carquesa es diurética, la ruda esabortiva, el espino es tranquilizante.... la listasería interminable.

En nuestros tiempos, tanto la industria far-macéutica como herbolarios y demás tiendasespecializadas, últimamente en auge, deman-dan plantas silvestres para satisfacer a susclientes. Su recolección excesiva puede supo-ner un expolio y una agresión contra el medio,de forma que es necesario organizar y gestio-nar la recogida para conseguir un aprovecha-miento racional de estas plantas, que por otraparte puede convertirse en un importanterecurso económico para zonas tradicionalmen-te deprimidas. Por ejemplo, en ciertas comar-cas del Sistema Ibérico la recolección degayuba (Arctostaphylos uva-ursi) destinadasobre todo a la exportación a países comoSuiza y Francia, supone un nuevo incentivopara la población de esas zonas, que está obte-niendo rendimientos de 2.100 a 4.500 € / ha.

Esta circunstancia se puede repetir en elcaso de las plantas aromáticas destinadas a laobtención de esencias para su aplicación en laindustria de la perfumería. La recolección dela lavanda (Lavandula latifolia) constituye unmedio de vida en pueblos de Aragón,Guadalajara, Soria o Cuenca. Incluso se estápotenciando su cultivo en tierras yermas o encombinación con otros cultivos de secano,como el almendro, e incluso en cultivos deencina micorrizadas con trufa, obteniéndoseunos altos rendimientos.

3.92 Fibras, taninos y pigmentosUtensilios tan variados como las sogas,

escobas, cestos de diversos tipos, asientos,etc., hasta hace bien poco nuestros abuelos losfabricaban gracias a las fibras vegetales dediversas plantas. Hoy en día quedan como unaprovechamiento testimonial, aunque es posi-ble todavía encontrarse con auténticos artesa-nos que van al monte en búsqueda de susmaterias primas, conservando así esa rica arte-sanía tradicional.

De la juncia (Cyperus longus), del juncode enea (Scirpus lacustris), el esparto(Spartium tenacissima) o la enea (Thyhadominguensis), se han obtenido cuerdas,correas, sogas o la “pleita”, una especie detejido elaborado a partir de diversos haces devegetales que se van entrecruzando, que servíapara elaborar aguaderas, cinchos para quesos,espuertas, albardas, garrafas forradas, serillos,merenderas, etc.

También era habitual que las escobas fue-ran de fibras vegetales, elaborándose paradiferentes usos (barrer la casa, la calle, loscorrales, las eras, etc) a partir de distintasplantas. Especies como la mogariza (Ericatetralix), el labiérnago (Phyllirea angustifolia)o la tamuja (Securinega tictoria) estaban entrelas más habituales.

Las fibras duras o leñosas eran y todavíason empleadas para la cestería. Cantidad decestos, cestillos, cestas, cunachos para la reco-lección de la uva, incluso sillas, mesas ydemás elementos de artesanía, se han realiza-do con ramas de mimbre (Salix spp.) o de cas-taño (Castanea sativa). Aún hoy en día exis-ten zonas donde se cultivan para estos usos enpequeñas explotaciones familiares, como enCuenca el mimbre o en las Hurdes el castaño.

La casca o corteza de las quercíneas (alcor-noques, encinas, coscojas, robles, etc.) es ricaen taninos, por lo que se usaba (y se usa aún)para la curtición de pieles de toda clase de ani-males. En tiempos llegó a ser un productoimportante de nuestros montes, lo que supusola deforestación de grandes superficies de bos-que mediterráneo. Ciudades como Salamanca,que llegó a albergar hasta 20 tenerías, mantu-vieron una gran importancia durante centuriasen la obtención industrial de cueros, muyapreciados en Europa. Muchas de estastenerías utilizaron taninos de origen vegetal

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hasta principios del siglo XX, cuando el desa-rrollo de la industria química acabó des-plazándolas.

De cortezas, ramas, hojas, frutos, flores oincluso de plagas que viven sobre ellas seobtienen cantidad de pigmentos naturales quesirven para teñir infinidad de fibras, bien seanlanas, lino, seda, algodón, lino, etc. Comoejemplo, de los frutos y hojas del nogal seobtiene un marrón oscuro, y del fruto del espi-no de tintes (Rhamnus saxatilis), llamado elgrano de Aviñón o de España, un amarillomuy preciado para teñir sedas. Existe unacochinilla (Cocum ilicis) que se desarrolla enlas ramas de la coscoja (Quercus coccifera) dela que se extrae un color púrpura muy llama-tivo que ya era conocido en la antigüedad. Enaquella época teñir los tejidos con el coloran-te de esta cochinilla era símbolo de elevadostatus social. Se dice que los guerreros íberosteñían sus túnicas de lino con este tinte paraimpresionar a sus enemigos romanos.

3.10 La naturaleza como unrecurso turístico

En una sociedad cada vez más urbanita ydesvinculada del mundo rural, el salir alcampo y pasar un fin de semana en un puebloo enclave con encanto, supone para muchaspersonas un auténtico revulsivo por el hechode evadirse y desconectar de la rutina urbanasumergiéndose en la vida y costumbres de lospueblos de nuestra geografía, o admirando lavariada belleza de nuestros paisajes.

Como resultado de esta demanda, en losaños 90 surge con fuerza en España lo que seconoce como turismo rural, muchas vecesimpulsado por programas europeos de desa-rrollo rural como el PRODER o el LIDER.Esta actividad ha proporcionado a ciertascomarcas de nuestro país un verdadero despe-gue económico. En algunas zonas deprimidascomo la sierra de Gata y las Hurdes (Cáceres),se ha erigido como una importante fuente deingresos complementaria a las actividadesagroforestales típicas de las zonas rurales.

Este tipo de turismo suele llevar ademásasociado diversas actividades en la naturale-za: trekking, cicloturismo, birdwaching,piragüismo, paseos a caballo, etc. Algunas deellas pueden no estar muy en consonancia conla conservación de la naturaleza, como elmotocross, los quaks, el 4x4 y otras similares.

Por otro lado, la oferta gastronómica, culturaly contemplativa que lleva aparejada este tipode turismo está enriqueciéndose últimamentecon actividades más participativas que se rea-lizan en determinadas épocas del año, como lacaza, recogida de setas y alimentos silvestres,matanzas, vendimias, etc.Problemática y situación de losrecursos y aprovechamientos

En los tiempos que corren, en la era de lainformación, los ordenadores, el Internet, elmóvil, etc., se producen muchos cambios enun intervalo de muy poco tiempo. Esa inerciao manera de actuar se transfiere también anuestros montes y campos.

Los aprovechamientos agrícolas, pecua-rios y forestales se encuentran inmersos en unimparable proceso de intensificación y deespecialización, remedando un poco lo que leocurre a la humanidad: la población se agluti-na en las ciudades y cada vez utiliza másrecursos y los explota más intensivamentepara dar “soluciones” a sus “necesidades”.

Una lacra que nuestros montes y camposllevan arrastrando decenios es la desruraliza-ción, fenómeno que empezó en España hacialos años 50-60 del siglo pasado y que produjola masiva emigración de las gentes del campoa la ciudad. Esto supuso una importante pérdi-da de poder de decisión del campo frente a laciudad. Las actuaciones y decisiones másimportantes que se tomaban respecto al monteo el campo se empezaron a tomar en despa-chos, en vez de hacerlo sobre el terreno suspobladores. A la gente que se quedó allí se lesha acabado enseñando e imponiendo otraforma de cómo se deben hacer las cosas,echando por tierra un modelo y una forma devivir que durante siglos o milenios handemostrado su sostenibilidad en muchosaspectos.

Como ejemplo se puede mencionar larepercusión que tuvo en muchos lugares elPlan Nacional de Reforestación Forestal, quedesde los años 50 hasta los 80 del siglo XXpotenció la repoblación forestal, llegándose aplantar hasta 6 millones de hectáreas. Enmuchos casos el mundo rural se vio sumergi-do en una mentalidad productivista, y nume-rosos propietarios consorciaron sus montescon el Patrimonio Nacional para que se losplantasen de pinos y de eucaliptos, hipo-

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tecando así sus aprovechamientos tradiciona-les ganaderos, agrícolas y cinegéticos.

Las repoblaciones se hicieron con finesproductivistas en la mayoría de los casos ypensando en el corto plazo, empleándose confrecuencia medios muy agresivos contra elmonte. Desde la ciudad surge un movimientoconservacionista y ecologista que toma con-ciencia de esas agresiones y lucha contra ellas,consiguiendo a veces imponer decisiones muy“conservacionistas” de no actuación. Éstasacaban impidiendo a la gente rural realizaractividades tradicionales como las rozas, que-mas o podas para ramoneo.

Así, se han sucedido en poco tiempo actua-ciones de signo contrario sin tener en cuenta alas gentes del mundo rural. Éstas se han vistoarrastradas en unas idas y venidas de cambiossobre la gestión de sus recursos a los que noles ha dado tiempo a adaptarse. En muchasocasiones su reacción final ha sido cerrarse enbanda y oponerse a las nuevas alternativas sinvalorar sus posibles ventajas. Incluso han lle-gado a convertirse en el mayor peligro para elmonte, provocando incendios, realizando talasincontroladas, colocando venenos de formamasiva, etc.

Este proceso de intensificación tiene otroproblema potencial, derivado del éxodo rural;en muchas zonas las fincas son cada vez másgrandes y la propiedad se concentra en menosmanos. Esto puede ocasionar que los recursosde los cuales depende mucha gente acabencontrolados por pocas personas, pudiendoderivarse un caciquismo moderno con negati-vas repercusiones sociales.

La intensificación y la especializacióntambién conllevan cambios en el paisaje y enlos aprovechamientos de éste. Cada vez másmontes se ordenan y se orientan con un finproductivista para sacarles el máximo rendi-miento. En principio se produce una pérdidade biodiversidad, ya que los sistemas se sim-plifican. Indirectamente la pérdida de biodi-versidad también supone pérdida de usos yaprovechamientos, es decir, reducción de lamultifuncionalidad de los montes. Además secrean sistemas más vulnerables a los cambiosque puedan aparecer, con su consiguienterepercusión en el aprovechamiento y en elaspecto social del mismo.

Un ejemplo claro de las consecuencias delmodelo intensificador en el paisaje es lo queestá ocurriendo con la ganadería, actividad quetanta importancia ha tenido a lo largo de la his-toria en el mantenimiento de los espacios abier-tos. En pocos decenios se está pasando de unmodelo extensivo de pastoreo a un modelointensivo, con animales de razas hiperproducti-vas hacinados en granjas donde se les propor-ciona todo el alimento. La repercusión másinmediata ha sido la colonización de las prade-ras y pastizales por matorrales, a veces monoes-pecíficos, de jaras, brezos o piornos. Se pierdeasí gran parte de la diversidad florística de laspraderas y pastizales, que contienen una granvariedad de gramíneas, orquídeas, bulbosas eincluso algunas plantas endémicas adaptadas aeste tipo de explotación ganadera, poniendo enpeligro su conservación. Y eso sin tener encuenta a los hongos propios de estos lugares o laconservación de los animales asociados a estosespacios abiertos, incluyendo el mantenimientode las razas autóctonas.

Las repoblaciones forestales, que enmuchos casos deberían considerarse meroscultivos forestales en los que el fin es obtenermadera a corto plazo, han supuesto la exten-sión de los monocultivos de eucaliptos ypinos. Estos monocultivos, junto a la anterior-mente mencionada matorralización del paisa-je, suponen un peligro potencial pues son muypropensos a los incendios, siendo frecuente larelación entre éstos y cultivos forestales omatorrales. Estos sistemas simples sonademás vulnerables a plagas y enfermedades ysuponen una pérdida de biodiversidad y pai-sajística importante, pudiendo considerarsecomo auténticos “desiertos verdes” si los com-paramos con los bosques autóctonos.

Otro factor importante y con consecuen-cias bastante negativas para nuestra naturalezaes la fragmentación del paisaje, provocadaunas veces por las grandes obras públicascomo autovías, carreteras, ferrocarriles, pre-sas, etc, y otras a una escala menor por laimplantación de centrales eólicas, estacionesde esquí, tendidos de alta tensión, vallascinegéticas, etc. A simple vista se observa queel territorio se cuadricula, aislando bosques yespacios naturales e impidiendo la conexiónde unos ecosistemas con otros. Desde unpunto de vista conservacionista no es lomismo un bosque de 10.000 hectáreas que

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10.000 bosques de una hectárea, o incluso que10 de 1.000 hectáreas. La fragmentación dejaa los ecosistemas en una situación vulnerableante cualquier alteración.

Las carreteras, pantanos, parques eólicos,etc. se construyen en numerosas ocasiones ensitios de alto interés florístico, faunístico opaisajístico, dañando poblaciones de plantas yanimales protegidas, amenazadas o endémi-cas. También suponen barreras infranqueablespara la fauna que dificultan su expansión yaíslan unas poblaciones de otras, provocandosu declive e incluso llevándolas a la extinción.Ejemplares de especies emblemáticas como ellince ibérico o el lobo son atropelladas en lascarreteras mientras nuestras últimas águilasimperiales se electrocutan en tendidos eléctri-cos, en un goteo continuo e incesante. Lasanguilas y los salmones no pueden remontarlos ríos por culpa de las presas y ya han desa-parecido de la mayor parte de sus antiguosterritorios. Por no hablar de los pueblos yvalles anegados por la construcción de gran-des embalses, perdiéndose para la posteriori-dad paisajes, bosques y pueblos acompañadosde sus gentes, tradiciones y costumbres.

Existe un termino muy de moda que estáen boca de todos: el desarrollo sostenible. Estees un término tan ambiguo y de doble filo quea veces da que pensar si es realmente la solu-ción o es un invento, un negocio o un armapolítica. Qué casualidad que todo el mundo sequiere apuntar al tren de lo sostenible, loecológico, lo natural. Por poner un ejemplo(son numerosos en todo el país), en Andalucíase presume de tener carreteras “ecológicas”que atraviesan el Parque Natural de Doñana;están pintadas de verde, valladas, tienen mul-titud de pasos para la fauna, algunos inclusoespecíficos para anfibios, y hasta los quita-miedos están recubiertos de madera para redu-cir su impacto visual. Además se está constru-yendo en Cádiz una autovía “ecológica” queparte dos la mayor extensión de alcornocal deEspaña. En el presupuesto de la obra las medi-das compensatorias para la fauna se llevancasi la mitad del monto total del proyecto.Todas estas obras concebidas en aras de la sos-tenibilidad constituyen un jugoso pastel paralas constructoras, pues son ellas mismas quie-nes las ejecutan; y si hace falta construiráncolumpios para los jabalís, tiovivos para lincesy barcas para las ranas ¡lo que haga falta!

¡Todo por el desarrollo sostenible!.En época de elecciones los políticos pro-

meten que van a repoblar miles de hectáreas ylas grandes empresas del sector forestal “enlo-quecen” con la idea de poner en movimientosus pesadas máquinas, que si es necesario pri-mero destruyen para luego reconstruir, como aveces ocurre.

Las compañías eléctricas presionan paracubrir de parques eólicos las montañas denuestra geografía. Una energía renovable, sí¿pero también son renovables las aves quecolisionan con las palas o con las líneas de altatensión que transportan esa energía, o la vege-tación que se destruye al construir las carrete-ras y pistas que permiten el acceso a parajeshasta ahora solitarios?

¿Por qué no, en vez de hacer tantas cosasecológicas y renovables se piensa si realmentees necesario hacer esa carretera, o si hay algu-na alternativa que no destruya ese paisajeemblemático, o en vez de tanta repoblación nose intenta conservar lo que ya se tiene o sepotencia la regeneración natural con actuacio-nes puntuales y de bajo coste? ¿Y por qué envez de tanta energía renovable no se potenciamás el ahorro y la eficiencia energética.? Quépasa, ¿no son soluciones “sostenibles”?

Si realmente queremos conservar nuestropatrimonio natural y lo que nos ofrece, quizáprimero deberíamos cambiar de chip, y en vezde tanta intensificación apostar por más diver-sificación de aprovechamientos y por que elpaisaje sea en sí un crisol de paisajes donde seaprovechen los diversos recursos que ofrece.Para este objetivo final es importante que elhombre continúe formando parte de los eco-sistemas, que se fije la población rural y sepotencie la repoblación del campo con gentejoven; gente que a la vez que aporte savianueva aprenda de nuestros antepasados y sesienta orgulloso de la tierra que trabaja, saquesus productos adelante, los transforme y losvenda; en definitiva, que los hombres delcampo vuelvan a tomar sus decisiones.

Posiblemente los biólogos sepan describirmuy bien los procesos naturales y los ingenie-ros acaben encontrando las soluciones a losproblemas ambientales. Pero a lo mejor noshacen mucha más falta filósofos que noshagan pensar y recapacitar.

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Antecedentes

Las Sierras Tejeda y Almijara, constituyenun macizo montañoso alargado, situado endirección SE-NW sirviendo de divisoria entrelas provincias de Málaga y Granada. Su exten-sión sobrepasa las 40.000 has. de superficie ypor la conjunción de distintos factores, pluvio-metría, altitud, orientación, proximidad al mar ylitología dominante, constituyen un importantenúcleo de biodiversidad vegetal que aún hoy semuestra sorprendente.

Prueba de ello es la aparición de taxones,desconocidos en este ámbito geográfico hastahace escaso tiempo, como han sido las nuevascitas aparecidas recientemente sobre Pinguicoladetorsensis, Narcissus longispathus, Juniperussabina y Pinus nigra ssp. salzmannii, entreotros.

Existen marcados contrastes entre su ver-tiente meridional, de clara orientación amediodía y su vertiente septentrional, vinculadaal mismo tiempo al corredor que suponen SierraNevada y los Filabres hacia la Sierra de Alcaraz,ya en la Comunidad Castellano-Manchega ycon ello, con el interior continental de laPenínsula Ibérica. Mientras el primero sostienetaxones vinculados al vecino escenario africano,como Maytenus senegalensis, el segundo sus-

tenta especies más vinculadas al interior

peninsular. Es el magnífico papel que, comosiempre hemos defendido para estas sierras,hacen las montañas béticas, en disposición line-ar a modo de arco, desde las proximidades afri-canas hasta el interior de la meseta baja o sucontacto con las montañas levantinas mediterrá-neas que en definitiva vienen a conectar con elresto de Europa. Esta función de paso, utilizadaefectivamente por las aves de modo anual, conreiteración semestral de ida y vuelta, es igual-mente empleada por los vegetales, si bien demodo menos apreciable.

Especies nuevas

Las especies que citamos como novedad eneste texto y que aparecen a uno y otro lado delmacizo de Tejeda y Almijara, han pasado desa-percibidas hasta el momento en este enclavegeográfico, en modo parecido a como lo ha sidoJuniperus sabina, inexplicablemente desconoci-da en las altas cumbres de esta montaña demediana altitud. Éstas son:

Frangula alnus Mill.- Se encuentra en cau-ces de corriente permanente en la vertiente sep-tentrional del parque (Alhama de Granada yArenas del Rey) a 950 m. de altitud. Existenalgunos ejemplares dispersos, distribuidos line-almente en un espacio de unos 2 km. de longi-tud. Tienen porte arbóreo con unos 5 m. de altu-ra. Se aprecia fructificación en agosto de 2005.

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Pulido Pastor, A. (1)Hernandez Gonzalez, V. (1)Lasso de la Vega Westendorp, B. (2)

(1) Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía(2)Jardín Botánico-Histórico “La Concepción”. Málaga

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Confirmamos así la sospecha de nuestro amigoJesús Cuartero quién nos indicó la posible pre-sencia de la especie en estos ríos.

Coronilla glauca L..- Localizado un únicoejemplar en Nerja (Rio Chíllar) a 550m.de alti-tud. Situado en umbría junto a Acer opalus ssp.

granatense, lo que recuerda su ubicación en elpiso mesomediterráneo superior en las sierrassubbéticas (Torcal y Grazalema) en las que seconoce su presencia. Se observa que fructificacon normalidad.

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Coronilla glauca L.

Frangula alnus Mill

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Repoblación, nacimiento del ríoPerales

Molino hidráulico del río Perales

SSaalliiddas PPeequeARBA

Repoblación en Cuenca

FototecaFototeca de salidas de ARBA