A mediados de la década de los
setenta del siglo XX la crisis del
petróleo causaba estragos en el mundo
desarrollado y arquitectos, ingenieros y
físicos sumaron esfuerzos para dar una
propuesta diferente al modo de diseñar
y construir en arquitectura. Surge así el
término Arquitectura bioclimática como
respuesta.
Pero en la búsqueda de antecedentes
se encuentran con que en los años
cincuenta los hermanos Olgyay (Víctor
y Aladar) planteaban una arquitectura
completamente distinta y sucesivos
artículos y libros alcanzaron su síntesis
en 1962.
A partir de ese momento los Olgyay se convirtieron en
referencia obligada para todos los que deseaban
introducirse en el difícil y contracultural camino de lo que
luego devino en llamarse en etapas sucesivas:
• Arquitectura solar
•Arquitectura pasiva
•Arquitectura bioclimática
•y hoy Arquitectura
sustentable
La arquitectura bioclimática, se comienza a utilizar el
término a mediados de los años sesenta, cuando los
hermanos Olgyay proponen la denominación,
intentando crear un vínculo entre la vida, el clima y el
diseño.
De este modo, se deriva un método en el cual el diseño
arquitectónico responde a condiciones climáticas
específicas. Y esto tiene mucho sentido si se toma en
cuenta que la naturaleza no se puede acomodar a la
estructura, pero si el diseño puede acomodarse al
medio que le rodea.
Víctor Olgyay (Hungría, 1 Septiembre de 1910 USA,
Abril 1970) arquitecto, urbanista y pionero del
bioclimatismo.
Fue profesor de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo
de la Universidad de princeton hasta 1970 y precursor
en la investigación sobre la relación entre arquitectura y
energía.
Autor de numerosos libros, entre los que
destaca Arquitectura y Clima. Manual de diseño
bioclimático para arquitectos y urbanistas.
Este libro editado en 1963 por Princeton University Press
recorrió el mundo y formó a la mayoría de los arquitectos
bioclimáticos, la mayoría de los cuales hoy se
encuentran enrolados en una nueva corriente
arquitectónica llamada Arquitectura sustentable.
Los hermanos Olgyay fueron los primeros que
representaron en una carta los parámetros de comodidad
térmica, basándose en datos de fisiólogos en 1925, que
permite establecer una una “zona de comodidad” en
relación con la temperatura y humedad relativa del aire.
Este método se basa en unas condiciones muy concretas,
para una persona con una actividad ligera (paseando),
vestida con ropa de entretiempo (1 Clo), sin viento y a la
sombra.
En la figura se muestra en gris
la zona de confort, delimitada
por la temperatura del aire entre
los 21ºC y 27ºC, y la humedad
relativa entre 20ª y 75%, con
una zona de exclusión para el
aire demasiado cálido y
húmedo (sudor). Este gráfico
además muestra:
•Las sensaciones fisiológicas
de las zonas periféricas.
•Los límites de la actividad o el
riesgo en función de las
condiciones de calor y
humedad.
•La tolerancia a bajas
temperaturas cuando se
aumenta el arropamiento
(unidades Clo).
En la figura se muestra
el desplazamiento de la
zona de confort cuando
se aplican medidas
correctoras del
ambiente:
•Aumento de la radiación
incidente o soleamiento
(W absorbidos) contra el
frío.
•Aumento de la
velocidad del viento
(m/s) contra el exceso
de calor y humedad.
Evaporación adiabática
(g agua/Kg aire) contra
el exceso de calor y
sequedad
Sin embargo, este método ha recibido
críticas cuando se ha querido aplicar
para evaluar condiciones ambientales
interiores, ya que no permite evaluar en
detalle el “nivel de comodidad” ni la
influencia de parámetros personales
como la actividad, el arropamiento o la
temperatura radiante media de los
cerramientos, tal como se describen en
otros métodos mas modernos.
Y aunque parezca contradictorio, realmente el
término bioclimática es sobreabundar en algo que
es parte lógica de la arquitectura, pues siempre
deben realizarse estudios del medio ambiente
antes de iniciar un proyecto de diseño.
Hoy en día, el término bioclimática designa un estilo
arquitectónico que busca el aprovechamiento de los
recursos del medio ambiente, para hacer que la
naturaleza forme parte integral del diseño, de modo tal
que se note una armonía entre el ambiente y la
estructura. Y esto implica, crear espacios que cumplan
con una finalidad funcional y expresiva y que sean física
y psicológicamente adecuados; que propicien el
desarrollo integral del hombre y de sus actividades. .
El arquitecto español Luís de Garrido tiene más de 20 años de dedicación al
estudio de una arquitectura holística, dirigida a los conceptos y investigación de
estrategias bioclimáticas.
Tiene como principales referencias arquitectos como el japonés Eisaku Oshida, el
holandés Henk Doll, los finlandeses Heikkinen e Komonen, el suizo Peter
Zumthor, el argentino Emilio Ambasz y los estudios Future Systems y MVRDV.
Siempre polémico en sus presentaciones, de Garrido es creador de
algunos conceptos que lo acompañan en sus diversos trabajos y es responsable
por fomentar el papel del arquitecto en la búsqueda de la sustentabilidad de los
proyectos.
Baruch Givoni es un arquitecto israelí.
En la actualidad uno de los especialistas en Arquitectura
bioclimática más reconocidos del mundo. Principalmente
a partir de la publicación en 1969 por la prestigiosa
editorial Elsevier del libro "Man, Climate and Architecture"
(Hombre, clima y arquitectura).
Una de las características más representativas de Luís de
Garrido es la modelización de un concepto que el mismo
llamó “Naturalezas Artificiales”, un sistema proyectual capaz
de utilizar un conjunto de elementos arquitectónicos
industrializados, y capaz de crear edificios que tengan un
ciclo de vida infinito.
Él entiende que los arquitectos recobrarían el papel que
creen tener en la sociedad sólo y cuando sean capaces de
entenderlo, dejando de lado su posición estúpida
egocéntrica, y convertiéndose así en individuos respetados.
Luis Garrido
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