ARQUITECTURA.-
Tulum no es la única ciudad maya amurallada, Mayapán, Chacchob y la
sección tolteca de Chichén Itzá estaban también rodeadas de murallas, como
otros sitios mayas: Utatlán e Iximché en Guatemala fueron erigidas en lugares
naturalmente protegidos y reforzados por sus pobladores. La forma más simple
de protección eran barricadas de madera; según algunos relatos de la
Conquista los mayas erigían de un día para otro barricadas de madera al paso
de los españoles; estas barricadas podían también reforzar murallas de piedra
como la de Tulum, elevando su altura a ocho o diez metros, lo que haría de
ellas formidables barreras. Algunos investigadores creen que ésta y otras
murallas de ciudades mayas sólo tenían una función ritual, que servían para
delimitar el espacio sagrado del centro ceremonial, tal sería el caso de los sitios
cercanos de Xelha y Xcaret en donde claramente las murallas no funcionaban
como defensas; yo creo que es posible que las dos funciones, religiosa y
defensiva, se combinaran. Aquí, una muralla menor se desprende del ángulo
suroeste de la gran muralla de Tulum, delimitando un recinto triangular que se
cree debió haber servido para alojar a la población civil.
La arquitectura, escultura y pintura de Tulum corresponden a un estilo
bien definido en el área Maya, característico de toda la costa oriental de la
península de Yucatán; este estilo a diferencia del puro Maya clásico presenta
fuertes influencias del altiplano mexicano y de la región mixteca; lo que se
observa en los vestigios arqueológicos se confirma con informaciones que
proporcionan fuentes históricas aztecas y mayas como los Libros de Chilam
Balam, que narran invasiones en el área Maya de grupos mexicanos de
ascendencia Tolteca, influencia que creó un estilo que hoy se conoce como
Maya-Tolteca.
En Tulum los edificios son templos, palacios, adoratorios y plataformas.
Los templos son de uno o dos cuartos con un altar contra la pared
posterior; como en muchos otros casos de edificios mayas se observan varias
sobre posiciones que producen efectos interesantes, como el Templo de los
Frescos que tiene tres niveles de construcción o el Templo del Dios
Descendente cuyo basamento es un antiguo edificio de techo plano que fue
rellenado y al que se le adosó una escalinata provista de alfardas; los templos
generalmente no descansan sobre grandes subestructuras como en otras
regiones mayas, porque las subestructuras de Tulum son pequeñas y no están
compuestas de terrazas como en otros sitios, quizás debido a que el sitio
mismo es un observatorio natural, razón que convirtió al sitio en escuela formal
de astronomía, con torres redondas de observación que en gran número hoy se
ven destrozadas en el sitio, quedando como único rastro de su estancia el
basamento circular que les servía de base. Este tipo de rastro arqueológico,
con el mismo tipo de basamento en forma circular se ha encontrado en Tancah,
Xelha e Isla Mujeres; en Paa-Muí, al norte de Tulum hay un edificio circular
llamado El Observatorio, y en Xcaret existe un templo circular sobre una
pirámide truncada; estos edificios circulares están presentes en todas las
ciudades mayas entre México y Honduras, lo que denuncia el interés máximo
que tenía el pueblo Maya por el estudio de las estrellas en el cielo.
Como templos en la ciudad de Tulum tenemos a:
“El castillo”.-
Es la estructura principal del sitio, y como tal tiene muchos elementos
relacionados con el Sol y Venus, así como la dimensión vertical del universo.
Se sube por medio de una escalinata flanqueada por alfardas y al final, en la
parte superior, al centro, hay una piedra que, según los autores, al iluminarse
con los primeros rayos solares se realizaban sacrificios humanos en ella.
En la parte superior, al centro del edificio, hay una escultura del Dios
Descendente y a los lados dos figuras no identificadas. Los ángulos del friso
están formados por mascarones modelados en estuco que bien podrían ser
cabezas de guacamayas. En el pórtico aparecen las columnas en forma de
serpiente cuyas cabezas son la base, en tanto que los crótalos hacen las veces
del capitel.
Todos estos elementos están relacionados con el Sol naciente y el sacrificio;
cabe recordar que esta estructura está localizada al oriente del sitio, y la
primera imagen que evoca el este es la del nacimiento del Sol y de Venus, el
país de la resurrección, el lado de la luz, el país rojo.
A su vez el Castillo se asienta sobre un acantilado en donde existe una cueva
que corresponde dentro de su concepción al plano inferior, y de esta manera se
completa la idea vertical del Universo, ya que los elementos que están en la
parte superior del Castillo se relacionan con los planos superiores y la cueva
con el plano inferior del inframundo.
En el centro se encuentra el llamando Templo Superior, el cual está al final de
la escalinata. El templo y la escalinata descansan sobre un gran zócalo que era
el templo original. A ambos lados del Templo Superior se encuentran los
Templos de “La serie inicial” a su derecha y el del “Dios Descendente” a su
izquierda, por la representación de este Dios sobre el dintel de la puerta
principal.
El Castillo, de espaldas a la costa, la estructura más grande del conjunto
arquitectónico fue construida aprovechando el cantil rocoso, desde el cual se
domina el mar y la tierra firme. Este templo muestra varios momentos de
construcción: el templo superior tiene dos cuartos abovedados con tres vanos
de entrada, mientras que el dintel esta sostenido por dos columnas en forma de
serpiente. La fachada de este templo estaba decorada con esculturas y en sus
esquinas todavía se conservan restos de mascarones. A nivel del piso, a
El castillo según Stephens, dibujo de Caterwood.
ambos lados de la escalinata, se alzan dos pequeños templos en cuyos altares
interiores se depositaban ofrendas. Del otro lado de El Castillo se contempla
una maravillosa vista del mar Caribe.
“Templo del Dios Descendente”.-
Al lado norte del pequeño recinto interior cuyo monumento principal es El
Castillo. El nicho situado encima de la puerta de este pequeño templo alberga
una clara escultura en estuco del Dios Descendente, una figura con la cabeza
hacia abajo. Se cree que este dios, que se ve representado en muchos de los
edificios de Tulum, se asociaba con el inframundo.
El nicho que tiene sobre la puerta que enmarca un relieve en estuco del Dios
Descendente, tema frecuente en Tulum y mencionado en el Popol Vuh. Esta
composición simboliza la muerte del grano de maíz en tierra, que renacerá por
la germinación. Otras interpretaciones afirman que se trata del planeta Venus o
del dios de las Abejas.
Esta es la estructura que más atención ha recibido por parte de los
investigadores. Se le relaciona con el Sol, Venus y los planos cósmicos celeste
y terrestre.
Lo primero que se nota es la falta de simetría en la fachada; el eje principal del
edificio que pasa por en medio de la entrada no coincide con el eje de la figura
descendente.
Su fachada da al poniente, pero atrae su atención un personaje de estuco
dispuesto en el nicho sobre el dintel de posición descendente.
“Templo de las Pinturas o de los frescos”.-
Situado más o menos, en el centro de la ciudad, frente a la plataforma
funeraria. Uno de los cuartos de lo que probablemente sea la estructura más
interesante de Tulum, está decorado con frescos y un pequeño altar al fondo.
El primer nivel presenta cuatro columnas al frente, así como mascarones en las
esquinas y esculturas en tres nichos. En la parte superior se observa una
representación del Dios Descendente, aparentemente asociado con el planeta
Venus.
Es otra de las estructuras importantes de Tulum, se localiza al oeste del sitio,
algunos de los elementos se pueden relacionar con el Sol que muere, con el
ocaso, la femineidad y la vejez.
El friso está decorado con fajas ornamentadas con círculos y colgantes
semejantes a los del Templo anterior. También se aprecian tres nichos
rectangulares; en el central aparece el Dios Descendente y en los laterales dos
figuras de pie; en los ángulos hay mascarones modelados en estuco, que
representan una divinidad dual.
En el interior hay un cuarto techado con una amplia bóveda y en la fachada
aparece nuevamente un Dios Descendente. En las paredes se hallan dibujos
tipo códice y muy semejantes a la fachada del Templo del Dios Descendente.
En la parte alta se levantó un segundo templo y se nota la división en tres
partes por fajas horizontales: la primera encima de la puerta que ocupa el
centro; sobre esta faja y cortando la segunda está el característico nicho
rectangular con el relieve del Dios Descendiente.
En contraposición del este, el oeste evoca las imágenes de la femineidad, del
ocaso y de la vejez; aunque parecen contradictorias, sin embargo, llevan
profundos vínculos: la parte del oeste es el país del origen de los hombres, es
el lugar de la declinación, puesta del Sol, vejez de las plantas y aún de los
dioses, es por excelencia el país de las tinieblas.
Templo de los frescos, dibujo de Caterwood.
Planta y alzado del Templo de los frescos.
Con su arquitectura vulgar y sus formas desconcertantes, Tulum lleva la marca
de la decadencia. El Templo de los Frescos, con sus bastas columnas de
mampostería y su friso ondulante, es la expresión de un mundo que agoniza.
Los vestigios de pinturas post-clásicas que se conservan en el interior del
Templo de los Frescos de Tulum representan a divinidades esquemáticas
hechas con trazos, según el modelo de los manuscritos mexicanos tardíos. Ya
estamos lejos de las formas pictóricas clásicas de Bonampak.
Los edificios conocidos como "palacios" en Tulum no tienen tantas cámaras
como en otros sitios del área maya; generalmente son de dos cámaras, la
interior tiene un pequeño santuario o templo completo dentro de la cámara, de
techos planos y columnas en los pórticos y en el interior. Esta característica
distintiva de la arquitectura del lugar es el uso en edificios de techos planos
sostenidos por vigas, en lugar de las clásicas bóvedas mayas; estos techos se
supone que son uno de los elementos arquitectónicos introducidos por
invasores aztecas a partir del siglo XIII. Un elemento que no se encuentra en
los grandes centros mayas clásicos y que existe tanto en Tulum como en casi
todos los otros sitios de la costa oriental mexicana, es la columna: columnas en
forma de serpientes, como las de Chichén Itzá, se encuentran aquí y en otras
ciudades de la costa. Algunos investigadores creen que por sus características,
tamaño y posición, los palacios de Tulum servían como residencias, lo más
probable es que hayan sido templos para algún culto determinado y que las
habitaciones tanto de sacerdotes como de la población civil se encontraran
fuera del centro ceremonial y consistieran en habitaciones de troncos y palapa.
La Casa de las Columnas y la Casa del Halach Uinic, ubicadas en el área de
la calzada, constituyen interesantes ejemplos de la arquitectura residencial de
Tulum, en tanto que la Casa del Cenote ubicada en el sector norte del conjunto
amurallado, documenta la importancia que los mayas habrían dado al culto
acuático, especialmente al vinculado a los cenotes y a la oscura liquidez que
albergaban. El Grupo Kukulcán, ubicado justo al norte de El Castillo,
comprende diversas estructuras menores, siendo la más notable el Templo del
Dios del Viento, nombrado así por la redondez de su basamento.
Tradicionalmente relacionado a Kukulcán como Dios de los Vientos o al Ehécatl
del Centro de México. Finalmente, debe destacarse la importancia del área de
playa, en donde seguramente habrían atracado las naves mayas dedicadas al
comercio en torno a la península, y que hoy constituye el área más visitada del
asentamiento arqueológico.
Ruinas de la Casa de las Columnas. Foto de PhilippN, Wikimedia Commons.
La casa de las columnas mira hacia fuera del lugar a través de una
pequeña plaza en el sur. Fue utilizado por el Halach Uinic, o rey, para hacer
negocios con los señores de menor rango.
Estructura 35 o la casa del cenote está junto con otras estructuras de Tulum,
fueron llamadas por Lothrop, edificios “Tipo Palacio”; sin embargo, se les ha
denominado Ahau Na o Casas Señoriales.
La estructura 35 se localiza al norte de El Castillo, su fachada da hacia el
oriente y está edificada sobre una cueva natural que tiene un ojo de agua,
motivo por el cual se le llama Casa del Cenote. Debemos recordar que estos
son los espejos del cielo y boca del inframundo según el Chilam Balam.
En la casa habitación se cocina, se conciben y nacen los niños; se
planean los matrimonios y se realizan las bodas; los niños aprenden las
costumbres, mueren los seres queridos y los ancianos. En suma, casi toda la
interacción familiar tiene lugar allí. El altar al fondo de cada una de las causas
simboliza la unidad del grupo. Las casas además son modelos reducidos del
universo, los dioses sostienen las esquinas y existe un centro, el “ombligo del
mundo”; allí, al centro de las casas, se localizan en Tulum las tumbas osarios
(Vargas y Santillán, 1993).
La disposición de las banquetas, el altar y la tumba nos hace pensar en
todo el simbolismo que regía la vida de los habitantes de Tulum. Si las
banquetas sirvieron para sentarse y tomar las decisiones del momento, el altar
les permitía realizar rituales y reafirmar la unidad del grupo, mientras las
tumbas, que eran el lugar en donde yacían los principales de cada una de las
casas, les permitían estar reunidos allí con sus antepasados al centro.
Así la casa es un microcosmos (Eliade, 1986:339), allí como en todos los
templos, los palacios, las ciudades, se encuentra situado en un solo y mismo
punto común, el centro del universo.
Estructura 35 o Casa del Cenote, muestra la tumba del centro, las banquetas y
el altar al fondo.
Los "adoratorios", estos edificios peculiares de la costa Maya mexicana, se tratan de
pequeños templos cuadrados con unas tres o cuatro puertas; los de Tulum descansan
sobre pequeñas plataformas, en Tancah y Xelha sobre pirámides truncadas, y se les
han atribuido diversas funciones, entre ellas la de servir para quemar copal; estos
adoratorios son también comunes en las islas de Cozumel y Mujeres, hay quienes
suponen que con fuego o humo alertaban a los pobladores del interior sobre la
proximidad de navíos; efectivamente por los relatos españoles sobre los primeros
contactos con los mayas sabemos que éstos hacían hogueras sobre estas estructuras
a manera de señales, y que también ponían señales en los árboles para indicar los
caminos a seguir en los esteros y marismas de la costa, autores modernos afirman
que había incluso un servicio organizado de faros para el tráfico marítimo y que los
adoratorios de la costa oriental, pintados de brillantes colores, servían sobre todo para
indicar los lugares aptos para desembarcos, que los diferentes colores además de
hacerlos visibles desde el mar, posiblemente significaban diferentes posiciones en la
costa; el peligro que representa el arrecife de coral y la falta de referencias geológicas
explicaría esta función de dichos edificios que desde luego deben también haber
tenido una función ritual.
* Tulum, una de las últimas ciudades mayas, es de las más atractivas,
en parte gracias a su entorno. Esta población fortificada, construida al noreste
de Yucatán, se alza intacta en medio de un paisaje encantador a orillas del mar
Caribe. Sus templos dominan unos acantilados que se hunden en aguas
turquesas, rodeadas por la arena blanca de un arrecife de coral.
-Es tan tardía que uno de los conquistadores españoles, Juan de Grijalva, al
bordear en 1518 las costas de Yucatán, cuenta que la divisó de lejos pero que
no pudo acercarse a ella, porque no se atrevía a franquear los escollos, cuya
barrera le impedía atracar el navío. Deslumbrado por esa maravillosa visión,
que parecía un espejismo, no dudó en comparar a Tulum con Sevilla. Es
evidente que Grijalva exageraba, ya que Tulum sólo cuenta con monumentos
de poca importancia, aunque originales. Lo que más impresiona es su
excepcional enclave.
Sus construcciones se caracterizan por bloques de roca apiladas en forma
simétrica. El palacio es la estructura más atractiva por su ubicación, altura y
vista panorámica.
Hay claras muestras de la influencia de Chichén Itzá en sus columnas y salas,
así como maya-tolteca en los pilares. Varios ángulos revelan vistas irregulares,
muestra de una arquitectura que iba decayendo.
Todas las ciudades y asentamientos mayas definen su ubicación para poder
contar con ventajas defensivas en caso de ataques. Tulum no es la excepción
a pesar de ubicarse a la orilla del mar.
Muros defensivos.-
Tres muros protegen la ciudad y el mar corresponde al cierre de la fortaleza
como una dificultad natural en caso de conflicto. El tamaño de los muros es de
450 metros de norte a sur y 150 metros de este a oeste. El complejo forma casi
una letra E tomando en cuenta el muro y el conglomerado arquitectónico en su
centro.
El estilo dominante de esta ciudad es el denominado “costa oriental” el
cual Se trata de un estilo arquitectónico desarrollado en las ciudades y
asentamientos de la costa Oriental de la Península de Yucatán durante el
periodo Posclásico. Se caracteriza por techos planos y dinteles remetidos en
los templos, los cuales son de pequeñas dimensiones y cuyos pórticos o
entradas están soportados mediante columnas. Otra característica es la
presencia de altares y santuarios pequeños.
Sobre la arquitectura de sus edificios, escribe el historiador Gustavo de J.
Gutiérrez León:
“El uso de amplios techos abovedados con forma de cuello de botella, propios
de la cultura Maya, conviven con techos planos construidos con troncos
soportados en los muros. Los espacios internos son rectangulares y a veces
ampliados por el uso de columnas centrales en las que se apoyaba una trabe
de madera –Palacio y Casa de las Columnas–. Ocasionalmente los edificios
cuentan con un pórtico de columnas, que en El Castillo tomaron forma de
serpientes, como ocurrió en el análogo edificio de Chichén Itzá. Internamente
las estructuras llegan a tener dos o más habitaciones –en la más profunda un
pequeño santuario: Templo de los Frescos, Casa de las Columnas–, aspecto
que comparte con Palenque. Igualmente es común el uso de adoratorios:
estructuras pequeñas e independientes que no sobrepasan el metro de altura.”
En general, los edificios son bajos con fachadas divididas por molduras,
resaltando así su horizontalidad. Usualmente los frisos tienen tableros en los
que se representa un personaje boca abajo –Templos del Dios Descendente y
de los Frescos–. Las paredes de los templos están intencionalmente inclinadas
hacia afuera, dando un efecto peculiar. Para contrarrestar la carga, los vanos
de las puertas son estrechos en su parte superior. Los dinteles están remetidos
con respecto a la fachada más allá del borde de los accesos.
Materiales de construcción
Un aspecto sorprendente de las grandes estructuras mayas es su
carencia de muchas tecnologías avanzadas que podrían parecer necesarias
para tales construcciones. Careciendo de herramientas de metal, poleas, y
quizá incluso la rueda, la arquitectura maya requería una cosa en abundancia:
fuerza humana. Los materiales restantes parecen haber estado fácilmente
disponibles. Toda la piedra para las estructuras mayas parece haber sido
tomada de canteras locales; con frecuencia era piedra caliza que,
recientemente extraída, permanecía suficientemente blanda como para ser
trabajada con herramientas de piedra, y sólo se endurecía pasado un tiempo, al
perder su humedad natural. Además del uso estructural de la piedra caliza,
utilizaban piedra caliza aplastada, quemada y batida que poseía propiedades
similares al cemento, y era usado ampliamente tanto para acabados de repello,
como para unir piedras; sin embargo, futuras mejoras en sus técnicas de
extracción de piedra redujeron la necesidad de este acabado de piedra caliza,
ya que sus piedras comenzaron a encajar casi perfectamente, aun así,
permaneció como un elemento crucial en algunos techos adintelados (de
columnas y vigas). En el caso de las casas comunes, los materiales más
utilizados eran los postes de madera, caña, adobes, y paja; sin embargo,
también se han descubierto lo que parece ser casas comunes de piedra caliza.
También debe notarse que en la ciudad de Comalcalco, se ha encontrado
ladrillos de barro cocido como sustituto de las piedras, debido a la falta de
piedra en su entorno.
Proceso de construcción
Toda la evidencia parece sugerir que la mayoría de edificios se
construyeron sobre una plataforma pétrea que variaba en altura, de menos de
un metro, en el caso de terrazas y estructuras menores, a 45 metros en el caso
de los grandes templos y pirámides. Un tramo de empinados escalones de
piedra partía las grandes plataformas escalonadas en al menos uno de los
lados, contribuyendo a la común apariencia disimétrica de la arquitectura maya.
Dependiendo de las tendencias estilísticas prevalecientes del área, estas
plataformas eran construidas de un corte y un exterior de estuco relleno de
gravilla densamente compactada. Como en el caso de muchos otros relieves
mayas, aquellos en las plataformas a menudo se relacionaban con el propósito
de la estructura en la que residían. Después de que las plataformas pétreas
eran completadas, las grandes residencias y templos de los mayas eran
construidos encima. Mientras se construían todas las plataformas, parece
haberse puesto poca atención a su funcionalidad utilitaria, y mucha a su
estética exterior; sin embargo, un cierto aspecto repetido, el arco, que era
utilizado a menudo para imitar la apariencia de la cabaña simple maya, aunque
no era una herramienta efectiva para incrementar el espacio interior. Como
requerían gruesas paredes de piedra para soportar el techo, algunos templos
utilizaban arcos repetidos, o una bóveda arqueada, para construir lo que los
mayas se referían como pinball, o saunas, como los del Templo de la Cruz en
Palenque. Mientras que las estructuras eran completadas, se les añadía
extensivos trabajos de relieve; a menudo solamente al repello usado para alisar
cualquier imperfección; sin embargo, muchos tallados en dinteles han sido
descubiertos, así como tallados en piedras usadas como fachada.
Comúnmente, esto se hacía en todo el derredor de una estructura entera,
conteniendo una variedad de obras de arte relativas a los habitantes o al
propósito del edificio. Aunque no en todas las ubicaciones mayas, también se
ha descubierto un amplio uso del repello pintado.
Se ha sugerido que, junto con el calendario maya de cuenta larga,
cada 52 años, o un ciclo, los templos y pirámides se remodelaban y
reconstruían. Ahora parece que el proceso de reconstrucción era a menudo
instigado por un nuevo gobernante o por motivos políticos, en vez de la
coincidencia con el ciclo del calendario. Sin embargo, el proceso de
reconstrucción encima de estructuras viejas es de hecho algo común. Más
notablemente, la acrópolis norte en Tikal parece ser la suma total de 1500 años
de modificaciones arquitectónicas.
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA.-
Durante la Época Postclásica, se gobernaba el país por una confederación de
los caciques del Mayapán, Uxmán y Chichén Itzá. Pero arqueológicamente se
ha probado que estos tres sitios fueron construidos sucesivamente y no al
mismo tiempo. La calidad duradera de la arquitectura maya permite suponer
que Chicén Itzá y Uxmal conservaron su carácter de capitales política aún
después del periodo de construcción más importante. Se sabe que Mayapán
estuvo ocupada hasta poco menos de cien años antes de la conquista
española. El gobierno de cada uno de estos tres estados debe haber
controlado la mayor parte de Yucatán gobernando cada uno una región mucho
mayor del área agrícola que la rodeaba. Seguramente en la época postclásica,
los centros gubernamentales incluían una gran cantidad de centros religiosos.
La organización de la postcásica se asemeja a la conocida del centro de
México y puede haber sido introducida en el siglo X o poco después por los
Toltecas. Se puede afirmar con seguridad que la cultura maya de la Época
Clásica, que nos indica un numero de subprovincias, podemos lanzar el
supuesto de cada una de las subprovincias correspondían alguna unidad
política de alguna clase. En el área central durante la Época clase, deben
haber vendido por lo menos cuatro:
1) El Petén central y del norte, Guatemala y Honduras Británicas;
2) El valle de Usumacinta;
3) la subprovincia del sudeste.
4) En la región del norte.
Campeche Oriental y el sur de Yucatán formaban una región aparte. En los
últimos tiempos en la Época postclásica, hubo allí tres entidades políticas
importantes: Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán.
El cacique territorial.
A la cabeza del estado de la región Yucatán estaba en la época de la conquista
el hombre verdadero (Halach Uinic en maya) o cacique territorial, cargo
hereditario dentro de una sola familia. El Halach Uinic era también llamado
Ohau, palabra que los diccionarios mayas de los siglos XVI DEFINEN COMO
REY, EMPERADOR MONARCA PRINCIPE O GRAN SEÑOR. Las facultades
que gozaba el Halach Uinic eran muy amplias formulaba la política exterior e
interior del estado con la ayuda y dictamen del consejo de estado compuesto
por los jefes principales, sacerdotes y especiales (ah coach cacaboob).
Nombraba a los jefes de los pueblos y aldeas ( botaboob)que guardaban cierta
clase de relación feudal con El y los más importantes de los cuales eran casi
con seguridad sus cercanos parientes carales. Además del mal alto funcionario
administrativo y ejecutivo del estado, el Halach Uinic era también la autoridad
eclesiástica de mayor categoría.
Juzgando las esculturas de la Época clásica; la insignia del Halach Uinic
variaba según la función civil, religiosa o militar en ella representada. Como jefe
ejecutivo del estado llevaba en la mano derecha el centro desde maniquí y en
la izquierda un escudo redondo. El centro de maniquí consiste en una pequeña
figura antropomorfa con una nariz larga y encorvada y una de cuyas piernas
termina en una cabeza de serpiente. En un fresco del Templo de los guerreros
de Chichén Itzá la figura sentada de un Halach Uinic sostiene la barra
ceremonial de dos cabezas. Esta se lleva por lo general, horizontalmente
cruzada sobre el pecho aunque a veces aparece sostenida diagonalmente con
un extremo apoyado en el hombro. Los extremos de este emblema terminan en
cabeza que tiene a veces tipo de serpiente y a veces tipo humano. En el dorso
de la estela 11 de Yucaxchilán, se ve un Halach Uinic, representado por una
deidad y que sostiene frente a su rostro una mascara de la cabeza de Dios. Por
ultimo como jefe militar mas alto del estado lleva un arma, generalmente una
lanza y a veces un palo arrojadizo, Hulché o una macana pero nunca el arco y
la flecha, que era desconocidos en la época clásica y no aparecen en la historia
maya hasta las postrimerías de la Época Posclásica. Durante la época de la
conquista española, las cinco familias principales de la península eran:
Los Xiúes, o Tutil Xiúe, cuya capital era Mani.
Los Cocomes, cuya capital era Sotuta.
Los Canek, cuya capital era Tecoh.
Los Peches, cuya capital era Motul.
La primera y la principal de todas era la de los Xiúes, por la parte prominente
que esta familia había tomado en la insurrección contra Mayapán en 144. En el
museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard se
conserva una carpeta con 145 documentos, papeles de familia, pruebas de
nobleza de los Xiúes, que se acumularon durante el periodo colonial español.
Los tres más antiguos, un mapa, un tratado de tierras y un árbol genealógico,
datan de 1557, apenas 15 años después de la conquista española. El mapa
muestra la provincia de los Xiúes con su capital Maní en el centro. El símbolo
de cada pueblo y aldea es una iglesia católica con la torre coronada por una
cruz o cuando se trata de aldeas más pequeñas, una simple cruz. El símbolo
usado para designar a Uxmal, la antigua capital de Xiúes, que fue abandonada
por completo hacia la mitad del siglo XV, en el dibujo de un templo Maya. El
Tratado de los señores mayas que acompaña el mapa y lleva la misma fecha
de este, es el documento mas antiguo escrito en lengua maya, con los
caracteres de la escritura española. Describe los límites entre el estado de los
Xiúes y las provincias vecinas.
El árbol genealógico muestra a Hun Uitzil Chac Tutul Xiú, el fundador de
Uxmal, sentado al pie sosteniendo un abanico. La fundación de esta ciudad,
según indica el fragmento jeroglífico que se ve a la izquierda del abanico, tuvo
lugar con un Katún 2 Aha. El mango de este abanico termina también en una
cabeza de serpiente y el abanico es probablemente una forma moderna de la
Época Postclásica para representar al centro de maniquí. A la derecha de de
Hun Uitzil Chac esta arrodillada su mujer quien señala la obra de los dos, l
frondosos árbol de la familia Xiú. Debe advertirse que sin embargo el árbol sale
de la calderas de él y no de las de ella, una indicación gráfica de que la
descendencia vino por la línea paterna. El objeto del árbol era probar de
manera concluyente ante la corona española que el Xiú del tiempo de la
conquista descendía de la antigua casa real de Uxmal. Por esta razón aparece
el fundador de Uxmal como el progenitor de la familia.
*Clases sociales.
*La nobleza.
Después de Halach Uinic venían los Batabooo jefes menores. Eran los
magistrados y jefes locales que administraban los asuntos de los pueblos y las
aldeas. Eran nombrados por los Halach Uinic y pertenecían a la nobleza
hereditaria llamada Almenoo. Ejercían en sus distritos el poder ejecutivo y el
judicial y aunque en tiempo de guerra servían todos bajo un supremo jefe
militar, cada batab mandaba sus propios soldados. Presidía el consejo local y
cuidaba de que las casas se mantuvieran en buen estado y que la gente
cortara y quemara sus campos en las épocas señaladas por los sacerdotes. En
su carácter de juez sentenciaba a los criminales y resolvía las causas civiles. Si
estas eran de mucha importancia, consultaba al Halach Uinic antes de dictar
sentencia. Al batab no se le pagaba tributo directamente estando este
reservado únicamente para el Halach Uinic.
Sacerdocio
En los últimos tiempos de la Época Postclásica el Gran Sacerdote era llamado
Ahaucán Mai, pero éste parece ser una combinación del titulo Ahaucán y el
nombre de la familia Mai, que es común en Yucatán. La dirección de las
múltiples actividades en los templos de los grandes centros ceremoniales debe
haber sido tan compleja como gobernar un estado; los grandes sacerdotes
debían ser hábiles administradores, sabios, eminentes, astrónomos,
matemáticos y consejeros de estado. Otra clase de sacerdotes eran los
chilanes o adivinos, cuyas funciones consistían en dar al pueblo las respuestas
de la divinidad. Los chilanes eran tan respetados que el pueblo los llevaba
sobre sus hombros cuando se presentaban en público. Otro sacerdote era el
Nacom, que era poco estimado por el pueblo porque era el funcionario que
habría el pecho de las víctimas de los sacrificios humanos y les arrancaba el
corazón. El sacerdocio era, su capacidad de predecir los eclipses, su
penetración en todas las fase probablemente el grupo más poderoso de
estado. Su conocimiento de la astronomía de la vida los hacía temer y respetar
y les daba un dominio de las supersticiones de las masas no igualado por
ninguna otra clase del estado.
*La gente del pueblo.
La gran masa del pueblo eran los humildes sembradores de maíz, con cuyo
trabajo se sostenían no solo ellos, sino también su jefe supremo, los señores
del lugar y los sacerdotes. Fueron ellos los constructores de los grandes
centros ceremoniales, y de las calzadas de piedra que se alzaban del suelo y
unían entre sí las ciudades principales. Otra obligación que tenían era pagar el
tributo al Halach Uinic, dar regalos a los señores de la localidad y hacer
ofrendas a los dioses por medio de los sacerdotes. Este tributo se componía de
toda clase de productos vegetales, cierta tela de algodón llamada patí, aves
domésticas, sal, pescado seco y todo género de caza y aves, cacao, pom
(copal) para quemar como incienso, miel y cera del monte, sartas de cuentas
de jade y coral y conchas. Las tierras eran consideradas comunales y se
labraban entre todos.
La gente del pueblo vivía en las afueras de los pueblos y aldeas; la posición en
la escala social se medía por la distancia a que se hallaba la casa de un
hombre de la plaza central.
*Esclavos.
En el último peldaño de la escala social se encontraba los esclavos, llamados
Pentacoob en maya. Se tiene comprobación documental acerca de la
existencia de la esclavitud durante la Época Postclásica. En esta época parece
haberse producido tal condición de una de las cinco maneras siguientes:
Por haber nacido esclavo.
Por haber sido hecho esclavo en castigo por el delito de hurto.
Por haber sido hecho prisionero de guerra.
Por haber quedado huérfano.
Por haber sido comprado en el comercio, aunque las leyes y las costumbres
disponían lo conveniente para su redención.
Si una persona era sorprendida robando era entregada a la persona a quien
había robado y se convertía en su esclavo de por vida, o hasta que podía pagar
el valor de los efectos hurtados. Los prisioneros de guerra eran siempre
reducidos a la esclavitud. Sacrificaban al punto a los de alto rango, pero los de
baja categoría eran propiedad del soldado que los había capturado. A los
huérfanos destinados al sacrificio los adquirían por compra o por secuestro. El
precio de venta de un muchacho de corta edad variaba de cinco a diez cuentas
por piedra. Los huérfanos que habían sido criados por señores acaudalados
eran sacrificados frecuentemente, sobre todo si eran hijos de esclava. Los
esclavos podían adquirirse por compra o trueque.
La principal actividad económica de los pobladores de Tulum era la
pesca, que podía ser individual con anzuelos y arpones o grupalmente con
redes y embarcaciones. Otra ocupación era la recolección y captura de
moluscos, la cacería y la agricultura, la actividad constructiva que requería de
canteros, albañiles, escultores y pintores. Otras actividades menores eran el
tejido de palmas y fibras vegetales, la preparación de las pieles, la navegación
y el comercio a larga distancia.
RELIGIÓN.-
Tulum, al igual que Chichen Itzá, fue una ciudad dedicada al planeta
Venus, considerado como una deidad dual con el nombre de Kukulkán, y su
culto fue introducido primero a Chichen Itzá , viniendo del Altiplano Central
donde se originó la religión de dicho Dios, sólo que con el nombre de
Quetzalcóatl. Los mayas conocían el ciclo venusino de 584 días. Este
conocimiento matemático y astronómico fue tomado por los sacerdotes de
Xochicalco para crear al Dios Quetzalcóatl. Con esta deidad se elaboró en el
periodo postclásico una religión casi monoteísta, la cual pronto comenzó a
propagarse en todas direcciones, unificando temporalmente a muchos pueblos
mesoamericanos; y su imagen fue llevada y reproducida como un hombre
pájaro-serpiente. Kukulkán estaba asociado al comercio y al cacao y por esa
razón era frecuentado por los mercaderes y mantenía la solidaridad del dominio
mercantil. Tulum, por estar ubicada en la planicie costera y a una altura en que
podía contemplarse el horizonte natural en todas direcciones, pudo ser un
punto de observaciones astronómicas, sobre todo relacionado con Venus.
El culto a Venus.-
Venus era uno de los cuerpos celestes más importantes que observaban los
antiguos astrónomos mayas. Parecen haber existido por lo menos dos nombres
para ella: Noh ek, la gran estrella, y Xux ek, la estrella avispa. El planeta Venus
hace una revolución sinódica, en casi exactamente 583.920 días. Las
revoluciones individuales ocurren en series de cinco, como sigue:
aproximadamente en 580, 587, 583, 583 y 587 días cada una, pero
cualesquiera cinco revoluciones consecutivas suman por término medio cerca
de 583.920 días cada una. Los mayas consideraban este período como de 584
días, pero sabían que este valor era un poco excesivo.
En su revolución sinódica, Venus pasa por cuatro períodos: 1) después
de su conjunción inferior es estrella matutina por unos 240 días; 2) luego
desaparece por espacio de 90 días, durante su conjunción superior; 3)
reaparece como estrella vespertina por espacio de otros 240 días, y 4)
desaparece de nuevo 14 días durante su conjunción inferior. Los astrónomos
sacerdotes mayas asignaban arbitrariamente valores algo distintos a estas
cuatro fases de Venus, aunque el número total de días en una revolución
sinódica permanecía siempre el mismo, o sea 584. Según la astronomía maya,
Venus era estrella matutina durante 236 días, era invisible durante su
conjunción superior durante 90 días; estrella vespertina durante 250 días; e
invisible durante su conjunción inferior durante 8 días lo que hace un total de
584 días.
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