Arqueología y Prehistoria del
Interior Peninsular
02
2015
ARPI 02
Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular
Publicación Anual: 2015 ISSN: 2341-2496 Dirección: Primitiva Bueno Ramírez (UAH) Subdirección: Rosa Barroso (UAH) Consejo editorial: Manuel Alcaraz (Universidad de Alca-lá); José Mª Barco (Universidad de Alcalá); Cristina de Juana (Universidad de Alcalá); Mª Ángeles Lancharro (Universidad de Alcalá); Estibaliz Polo (Universidad de Alcalá); Antonio Vázquez (Universidad de Alcalá); Pie-dad Villanueva (Universidad de Alcalá). Comité Asesor: Rodrigo de Balbín (Prehistoria-UAH); Margarita Vallejo (Historia Antigua- UAH); Lauro Olmo (Arqueología- UAH); Leonor Rocha (Arqueología – Uni-versidade de Évora); Enrique Baquedano (MAR); Luc Laporte (Laboratoire d'Anthropologie, Université de Rennes); Laure Salanova (CNRS). Edición: Área de Prehistoria (UAH)
SUMARIO Editorial
04-13
Arqueologia Profissional versus Arqueologia de Investigação: a situação portuguesa.
Rocha, Leonor
14-31
A atividade arqueológica e a salvaguarda do patrimonio arqueológico em avaliação de impacte ambiental.
Branco, Gertrudes
32-50
Los espacios divulgativos del patrimonio arqueológico de la comunidad de Madrid: el Plan de yacimientos visitables.
Hernández Garcés, Carlos
51-67
Las Navas de Tolosa: Musealizando su campo de batalla.
Ramírez Galán, Mario
68-89
Regreso a la cueva de Los Casares (Guadalajara). Un nuevo proyecto de investigación para el yacimiento del Seno A.
Alcaraz-Castaño, Manuel; Weniger, Gerd-Christian; Alcolea, Javier; de Andrés- Herrero, María; Baena, Javier; de Balbín, Rodrigo; Bolin, Viviane; Cuartero, Felipe; Kehl, Martin; López, Adara; López-Sáez, Jose Antonio; Martínez-Mendizábal, Ignacio; Pablos, Adrián; Rodríguez-Antón, David; Torres, Concepción; Vizcaíno, Juan e Yravedra, José.
90-107
Manifestaciones gráficas en la Cueva-Sima del Castillejo del Bonete (Terrinches, Ciudad Real).
Polo Martín, Estíbaliz; Bueno Ramírez, Primitiva; Balbín Behrmann, Rodrigo; Benítez de Lugo Enrich, Luís y Palomares Zumajo, Norberto
108-132
Viviendas del Bronce Final e inicios de la Edad del Hierro en la Cuenca Superior del Tajo
Coroba Peñalver, Juan Ramón
133-145
Paisaje visigodo en la cuenca alta del Manzanares (Sierra de Guadarrama): Análisis arqueopalinológico del yacimiento de Navalvillar (Colmenar Viejo, Madrid).
López Sáez, Jose Antonio; Pérez Díaz, Sebastián; Núñez de la Fuente, Sara; Alba Sánchez, Francisca; Serra González, Candela; Colmenarejo García, Fernando; Gómez Osuna, Rosario y Sabariego Ruiz, Silvia.
146-164
El Proyecto de investigación “ Los paisajes culturales de la ciudad de Toledo: Los Cigarrales”. Criterios de actuación y metodología de trabajo
Carrobles Santos, Jesús; Morín de Pablos, Jorge; Rodríguez Montero, Sagrario y Sánchez Ramos, Isabel M.
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LOS ESPACIOS DIVULGATIVOS DEL
PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DE LA
COMUNIDAD DE MADRID: EL PLAN DE
YACIMIENTOS VISITABLES
Carlos Hernández Garcés (1)
Resumen
La ausencia de bases teóricas consensuadas en la gestión del patrimonio arqueológico conlleva la exis-
tencia de importantes interrogantes apriorísticos y metodológicos aun por resolver. Sin embargo, las tareas de
investigación, conservación y divulgación continúan inexorables, respaldadas por intereses culturales y econó-
micos. En lo tocante a la Comunidad de Madrid, el Plan de Yacimientos Visitables (PYV) se implementó en el
año 2003 con el objeto de poner en valor el patrimonio arqueológico de la región y de reforzar los vínculos entre
población y territorio. El presente estudio ofrece una recapitulación del estado de la cuestión patrimonial en su
vertiente arqueológica y una puesta al día del estado de los proyectos que componen el PYV a finales de sep-
tiembre de 2011.
Palabras clave: Patrimonio arqueológico, explotación de recursos patrimoniales, musealización, divul-
gación, Plan de Yacimientos Visitables.
Abstract
The lack of a theoretical framework widely agreed upon in the sphere of archaeological heritage man-
agement causes important aprioristic and methodological question marks to remain unsolved. Research,
preservation and dissemination related activities carry inexorably on nonetheless, supported by cultural and
financial interests. Regarding the Community of Madrid, the Visitable Archaeological Sites Plan was implement-
ed in 2003 for the purpose of showcasing the archaeological heritage of the region and of strengthening the
bonds between people and land. This study aims at summing up the state of affairs in heritage management on
its archaeological side and at updating the current status of the projects that make up the Visitable Archaeologi-
cal Sites Plan at the end of September 2011.
Key words: Archaeological Heritage, utilization of heritage resources, musealization, dissemination,
Visitable Archaeological Sites Plan.
(1) Universidad de Oslo- [email protected]
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1.- PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO: ALGUNAS
REFLEXIONES PREVIAS Y ESTADO DE LA
CUESTIÓN
La explotación de restos arqueológicos
plantea antes de nada la problemática de definir
en qué sentido y en qué medida éstos deben
formar parte del engranaje del sistema productivo.
Es decir, antes de valorar la metodología a emplear
en la musealización de yacimientos, conviene
recapacitar sobre el proceso de mercantilización
del Patrimonio en si mismo. En efecto, no se puede
obviar indefinidamente la necesidad de dotar a las
actuaciones prácticas, que cada día aumentan el
volumen de muselizaciones consumadas, del
imprescindible sostén teórico que trabe los
mimbres de una disciplina relativamente joven
pero con mucho potencial.
Al mismo tiempo, convendría definir en un
sentido más amplio unas nociones teóricas básicas
que perfilasen con mayor nitidez qué es el
Patrimonio Arqueológico, en ausencia de las
cuales nos vemos sometidos al incómodo axioma
de que “el Patrimonio arqueológico es un concepto
de difícil definición, aunque los arqueólogos
sepamos o sintamos perfectamente qué es o no
Patrimonio arqueológico” (Pérez-Juez 2006).
Dicho con otras palabras, “se echan de menos
análisis críticos e intelectualmente puros, esto es,
aproximaciones teóricas, filosóficas e
ideológicamente orientadas, ya que en los
estudios turísticos ha dominado un positivismo
funcionalista y pragmático” (Ramos 2007). Como
consecuencia, a resultas de la ausencia de un
programa teórico, “muchas de las experiencias que
se han llevado a cabo hasta el momento han
estado más guiadas por una intuición que por un
conocimiento empírico” (Pérez-Juez 2006).
El principio de democratización de la
cultura, que impele a facilitar el acceso del gran
público al Patrimonio Arqueológico, y la continua
ampliación de las áreas de influencia de un
mercado en perpetua expansión juegan, no
obstante, a favor de la plena e inmediata
integración de los bienes patrimoniales en el
sistema productivo. Ahora bien, esto no debería
ser óbice para promover un debate que contribuya
a esclarecer la conveniencia o no de someter los
bienes patrimoniales de carácter arqueológico a
conductas mercantiles, o a dilucidar si es siquiera
rigurosamente posible que exista una economía de
la cultura en un sentido más amplio: “el Arte, se
decía en tiempos de Marx, es una ocupación
improductiva, por tanto no hacía falta esforzarse
en trasladar al terreno de la economía este tipo de
actividad humana” (Ballart 1997). Hay voces que
han llegado incluso a afirmar con rotundidad que
“la explotación y la destrucción contemporánea
del don artístico para prostituirlo con las miras
puestas en el provecho financiero es uno de los
peores crímenes de nuestros días” (Arthur C.
Pigou, en Ballart 1997). Aun así, son evidentes los
beneficios que se siguen de la explotación de los
bienes patrimoniales, como la posibilidad de que
zonas deprimidas económicamente, con un tejido
industrial frágil o inexistente pero con una riqueza
patrimonial considerable, den con una fórmula
merced a la cual puedan reactivar sus maltrechas
economías.
Con esta idea en mente, se argumenta
también a favor de la mercantilización que “por
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donde no transita el turismo de masa la
conservación del Patrimonio debería resentirse a
la larga, incluso en la placidez de su altivo
anonimato” (Ballart 1997). Con todo y con eso, no
cabe duda de que en cierta medida “un destino
turístico ya nunca vuelve a ser el mismo que fue
antes de que recayese sobre él la atención general,
sino que se ve abocado a una reconstrucción de la
propia identidad recreando una y otra vez su
sentido de pertenencia, pasado, lugar, cultura y
posesión” (Santacana 2006). Globalmente, a la
vista de estos principios y tendencias en apariencia
contrapuestos, existe la necesidad de incorporar
una lógica de la productividad en la cultura y de la
actuación administrativa, déficit que El Plan de
Yacimientos Visitables aspiraba a paliar.
Sea como fuere en un plano teórico, en
materia de actuaciones el presupuesto consiste en
intervenir sobre un elemento patrimonial
preexistente con la finalidad de obtener un
producto con el que se quiere influir en el público
receptor. Las cuestiones museológicas, que
afectan al mensaje del que las instalaciones se
quieren convertir en transmisoras, son las que
definen la política de dicha intervención. En el caso
que nos ocupa, éstas vienen definidas por la
voluntad, anunciada en el programa del PYV, de
“buscar su reconocimiento social y hacer de él un
elemento de identificación entre la población y su
territorio.” En la realidad esto se ha plasmado en la
creación de parques arqueológicos, los cuales
requieren indefectiblemente de medios que hagan
comprensibles para el visitante los restos que
contempla.
En líneas generales, de entre todas las
fórmulas museológicas y museográficas con las
que se ha experimentado a lo largo del siglo XX, la
de los parques arqueológicos es una de las que
goza de mayor recorrido, aunque ello no
garantiza, de por si, el éxito a largo plazo. De
cualquier modo, todas las opciones aspiran por
definición a proporcionar al visitante una
experiencia o vivencia única al mismo tiempo que
se incide en los aspectos didácticos y científicos.
Otras posibilidades contrastadas en mayor o
menor medida son:
restitución volumétrica in situ: consiste en
levantar sobre las bases de lo existente una
parte del conjunto: el visitante tiene la
sensación de efectuar una visita en el túnel del
tiempo.
modelo de réplica: consiste en no intervenir en
el yacimiento arqueológico en cuestión y
dejarlo bajo control exclusivamente
arqueológico: para facilitar la visita se recurre a
réplicas que intentan reconstruir el conjunto.
arqueología experimental: consiste en excavar
un yacimiento y en mostrar a los visitantes
todo el proceso, desde la excavación hasta la
réplica y la reconstrucción experimental de los
edificios.
restitución conceptual de volúmenes: en él las
ruinas son cubiertas o protegidas mediante
estructuras modernas. La originalidad reside en
la volumetría de la cubierta, que recrea la
original.
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2. EL PLAN DE YACIMIENTOS VISITABLES DE
LA COMUNIDAD DE MADRID
En 2003, la Dirección General de Patri-
monio, dependiente de la Consejería de Cultura,
Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid,
puso en marcha el Plan de Yacimientos Visitables.
Además de la difusión del Patrimonio arqueoló-
gico y paleontológico de la región, el PYV
respondía en cierta medida a la necesidad de
reconducir el futuro de ambas disciplinas. Asimis-
mo aspiraba, en palabras de José Luis Martínez-
Almeida Navaqües, Director General de
Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid,
a adaptar el patrimonio al “paradigma conser-
vación-difusión, hasta entonces relegado por el
peso del ingente volumen de intervenciones
arqueológicas.” No en vano, los años precedentes
habían supuesto un desmantelamiento desmesu-
rado del acervo arqueológico madrileño, fruto de
la necesidad de acometer una enorme cantidad de
actuaciones debido al crecimiento de las áreas
urbanas y a la creación de nuevas infraestructuras.
En este contexto, la Dirección General de Patrimo-
nio intentaba marcar por medio del PYV las pautas
a seguir en años venideros. Con vistas a ello y
según se define en las bases del propio PYV, “las
líneas generales de la nueva política de gestión se
han centrado en potenciar las estrategias de
prevención, estimular la preservación de yacimien-
tos, y acondicionar para su visita pública una
selección de sitios, representativos de las etapas
culturales más significativas del pasado histórico
de la Comunidad de Madrid, y estratégicamente
distribuidos en su territorio.”
Dada la ausencia de parques arqueológicos
como tal en la Comunidad de Madrid, figura por lo
demás de límites conceptuales y pragmáticos
variables, aunque bien contrastada en Castilla La
Mancha, el PYV se decantó por una versión propia
de los parques arqueológicos de los que la Comuni
-dad de Madrid se serviría en adelante para confi-
gurar un conjunto representativo de su patri-
monio, “muy abundante pero poco conocido y
escasamente valorado.” Con vistas a este objetivo,
era indispensable la sensibilización de la población
en una primera fase, lo que a su vez dependía de
los mecanismos de divulgación implementados
por los yacimientos incluidos en el PYV, con
especial énfasis en lo relativo al público infantil
como clara apuesta de futuro.
Los cuatro ejes cardinales que articulan y
definen la entidad y personalidad de la iniciativa
quedan resumidos, en términos del propio PYV, en
los siguientes puntos:
1. Un proyecto abierto, que garantiza la origina-
lidad y el carácter único de cada yacimiento.
2. Desarrollo dinámico, en el que los yacimientos
se incorporan de forma progresiva a medida que
se culmina su estudio, restauración y puesta en
valor.
3. Intervención directa, basada en la interacción
visitante / entidad arqueológica como medio más
eficaz para generar la curiosidad, el descubri-
miento y el aprendizaje.
4. Plan integrador que vela por la conservación del
binomio “entorno–yacimiento” atendiendo al
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hecho de que el yacimiento es inseparable del
paisaje (natural y cultural) en el que se integra.
Por otra parte, la voluntad de contar con
unas bases sólidas sobre las que poder desarrollar
el proyecto de una forma estable determinó que
las dos premisas fundamentales fueran “poner en
marcha la musealización de parte del patrimonio
arqueológico y paleontológico” y “afianzar la
inversión de la Dirección General de Patrimonio
Histórico en el Plan.” Así fue desde un momento
inicial, especialmente en el cuatrienio comprendi-
do entre los años 2003 y 2007. Las graves dificulta-
des económicas que han abarcado la casi totalidad
del cuatrienio siguiente han condicionado de
forma determinante el desarrollo del PYV y han
obligado a moderar sus aspiraciones para este
período. A pesar de ello, los trabajos, tanto arqueo-
lógicos como museográficos, han continua-do en
la medida de lo posible, lo que certifica
inequívocamente la vigencia del PYV.
Una vez marcados los objetivos, tanto en la
vertiente programática del PYV como en la social,
el armazón constituido por dichos principios debía
completarse paulatinamente. El calendario de
trabajo constaba, según el PYV, de cuatro fases:
1. Selección de los yacimientos basada en criterios
de representatividad o singularidad, calidad del
entorno, grado de protección legal, trabajos
previos de investigación, situación de la titularidad
del suelo, y posibilidades de acceso.
2. Creación de una Identidad Gráfica, que se plas-
ma en una imagen común a todos los yacimientos
que constituye un elemento distintivo del Plan e
integrador del conjunto. La sencillez y represen-
tatividad orientan el proceso de creación que se
concretó en la conjunción de dos colores, azul y
castaño, en un motivo de dos bandas separadas,
irregulares y paralelas que representan elementos
arqueológicos de forma simbólica (muros, estra-
tos). Esta imagen se identifica con facilidad, es
sencilla de reproducir y absolutamente original
dentro de las identidades gráficas institucionales.
Posteriormente se eligieron y diseñaron los tres
soportes para la difusión del Plan: carteles,
trípticos y guías.
Fig. 1.- Logotipo del Plan de Yacimientos Visitables
3. Proyecto de musealización. A fin de acometer
con éxito el proceso que lleva a un yacimiento
hasta su correcta exhibición y comprensión por
parte del público, se hace imprescindible la forma-
ción de un equipo interdisciplinar que aborde la
redacción del proyecto con solvencia. Para las
distintas intervenciones se han formado equipos
que agrupan a profesionales de la arqueología, la
restauración, la museografía, la arquitectura y la
comunicación bajo la tutela de la Dirección General
de Patrimonio Histórico.
4. Ejecución del proyecto. Cada yacimiento y, por
tanto, cada proyecto, ha requerido un esquema de
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 37
ejecución diferente, poniendo énfasis y plazos en
distintas fases siempre en función de las necesida-
des particulares. No obstante, se puede esbozar un
esquema básico que comparten todos los pro-
yectos: tratamiento del área arqueológica,
consolidación y restauración de estructuras, ade-
cuación del entorno para la visita, lo que en
ocasiones puede implicar la ejecución de un
proyecto constructivo y, por último, la incor-
poración de los elementos museográficos precisos
para transmitir los valores del yacimiento a todos
los públicos.
Como se ha apuntado previamente, el
primer cuatrienio trajo resultados satisfactorios en
cada una de las fases. En primer lugar, se culmi-
naron y abrieron al público los siguientes pro-
yectos: La Necrópolis medieval de Sieteiglesias, La
Necrópolis visigoda de Remedios, El Castro de La
Dehesa de la Oliva y El Hábitat carpetano de
Miralrío. Además se pusieron en marcha otros y se
inició el estudio de los que debían pasar a integrar
el PYV en una fase posterior. El segundo
cuatrienio, por su parte, ha aportado continuidad
en todos los ámbitos, no obstante los recortes
presupuestarios y las dificultades en general. A
pesar de todo ello y sin negar los avances, no es
aun posible concluir, en acuerdo con la máxima
anunciada en el PYV, que se transita ya por una
senda en la que el “patrimonio enterrado de la
región se ha hecho visible a los ciudadanos, logran-
do además concienciar a la sociedad de su impor-
tancia, bien como fuente de riqueza,
principalmente en aquellas zonas más desfa-
vorecidas, o como expresión de una herencia a la
que no podemos ni debemos renunciar.”
3.-ESTADO DE LOS YACIMIENTOS
En el presente trabajo se ha valorado a) el
acceso a los distintos yacimientos, b) las tareas de
excavación, conservación y restauración, c) la
metodología divulgativa empleada museológica y
museográficamente, d) la promoción de los
yacimientos a partir del conocimiento que de ellos
se tenía en cada población y e) el papel asignado
en cada caso al medio ambiente en el desarrollo de
los proyectos patrimoniales. La información reco-
pilada en base a dichos criterios se ha dispuesto en
fichas que contienen las siguientes entradas:
reseña arqueológica, acceso, contacto, medidas de
seguridad, instalaciones, situación actual, museo-
grafía y bibliografía fundamental. No todas las
categorías están representadas en cada ficha, sino
que su presencia se da en función del tipo de
material susceptible de ser comentado en cada
caso. Finalmente, se acompañan las descripciones
de material fotográfico que ilustra los aspectos
más reseñables de cada yacimiento.
Por otra parte, el conjunto de 31
yacimientos se divide en cuatro secciones en
función del estadio más o menos avanzado en el
que se encuentren los distintos proyectos de
musealización. Los bloques son los siguientes:
1) Yacimientos abiertos al público: Necrópolis
medieval de Sieteiglesias, Necrópolis visigoda de
Remedios, Conjunto arqueológico de La Dehesa de
la Oliva, Calzada romana de Galapagar, Hábitat
carpetano de Miralrío, Ciudad romana de
Complutum: foro, trama urbana y Casa de los
Grifos, Yacimiento romano de El Encín, Casa
romana de Hippolytus, Castillo medieval de
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Arroyomolinos, Caminería histórica del Valle de la
Fuenfría, Iglesia del Buen Suceso, La Plazuela de
los Caños del Peral, Iglesia mudéjar y necrópolis de
La Mezquita, Antiquarium y paseo arqueológico
del Palacio Arzobispal.
2) Yacimientos en proyecto: Ciudad fortificada de
Alcalá la Vieja, Yacimientos arqueo-paleontológi-
cos de Los Calveros, Castro carpetano de El Llano
de la Horca, Villa romana de Valdetorres,
Yacimiento romano de El Beneficio, Conjunto de
Estaciones de Arte Rupestre del Cerro de San
Esteban.
3) Yacimientos en fase de estudio: Terrazas del
Jarama, Molinos de El Grajal, Yacimiento carpeto-
romano de Titulcia, Mina neolítica de Casa Mon-
tero, Mausoleo romano de Arroyomolinos,
Conjunto minero de Las Salinas Espartinas, Monu-
mento rupestre romano de Piedraescita, Iglesia
visigoda de Santa María de la Aldea de Valcamino,
Yacimiento paleontológico del Cerro de los
Batallones.
4) Instalaciones museográficas: Yacimiento
paleontológico de la Carpetana, Yacimiento
paleontológico del Intercambiador de Príncipe Pío.
Fig.. 2.- Mapa de distribución de yacimientos
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 39
1- Necrópolis medieval de Sieteiglesias (Lozoyuela-
Navas-Sieteiglesias)
2- Necrópolis visigoda de Remedios (Colmenar Viejo)
3- Conjunto arqueológico de La Dehesa de la Oliva
(Patones)
4- Calzada romana de Galapagar
5- Hábitat carpetano de Miralrío (Rivas-Vaciamadrid)
6- Ciudad romana de Complutum: Foro, trama
urbana y "Casa de los Grifos" (Alcalá de Henares)
7- Yacimiento romano de El Encín (Alcalá de
Henares)
8- Casa romana de Hippolytus (Alcalá de Henares)
9- Castillo medieval de Arroyomolinos
10- Caminería histórica del Valle de la Fuenfría
(Cercedilla)
11 - Iglesia del Buen Suceso. Estación de Cercanías de
Sol (Madrid)
12- La Plazuela de los Caños del Peral, estación de
Ópera de Metro de Madrid.
13- Iglesia mudéjar y necrópolis de La Mezquita
(Cadalso de los Vidrios)
14- Antiquarium y Paseo arqueológico del Palacio
Arzobispal. Recinto amurallado de Alcalá de Henares
15- Ciudad fortificada de Alcalá la Vieja (Alcalá de
Henares)
16- Yacimientos arqueo-paleontológicos de Los
Calveros (Pinilla del Valle)
17- Castro carpetano de El Llano de la Horca
(Santorcaz)
18- Villa romana de Valdetorres (Valdetorres del
Jarama)
19- Yacimiento romano de El Beneficio (Collado
Mediano)
20- Conjunto de Estaciones de Arte Rupestre del
Cerro de San Esteban (Pelayos de la Presa y San
Martín de Valdeiglesias)
21- Terrazas del Jarama (Arganda del Rey)
22- Molinos de El Grajal (Colmenar Viejo)
23- Yacimiento carpeto-romano de Titulcia
24- Mina neolítica de Casa Montero (Madrid)
25- Mausoleo romano de Arroyomolinos
26- Conjunto minero de Las Salinas Espartinas
(Ciempozuelos)
27- Monumento rupestre romano de Piedraescita
(Cenicientos)
28- Iglesia visigoda de Santa María de la Aldea de
Valcamino (El Berrueco)
29- Yacimiento paleontológico del Cerro de los
Batallones (Torrejón de Velasco)
30- Yacimiento paleontológico de la Carpetana.
Estación de Carpetana de Metro de Madrid
31- Yacimiento paleontológico del Intercambiador de
Príncipe Pío (Madrid)
A continuación se presenta una muestra de cada
uno de los cuatro conjuntos:
1) Abiertos al público: Ciudad romana de
Complutum: Foro, trama urbana y "Casa de los
Grifos" (Alcalá de Henares)
Reseña arqueológica:
Fue fundada en la segunda mitad del siglo I
d. C., aunque experimentó muchas modificaciones
en los siglos III y IV. En época cristiana se reutilizó
una parte del antiguo enclave romano con el
objeto de albergar un santuario consagrado a los
santos locales, los Santos Niños Justo y Pastor.
Algunos de los muchos conjuntos reseñables son
la fachada monumental, las termas, la casa de los
grifos, el propio entramado urbano o las obras de
ingeniería.
Acceso:
Dirigiéndose hacia el casco histórico de
Alcalá de Henares después de haber entrado a la
ciudad por el primer desvío de la A-2, una vez
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 40
pasado Torrejón de Ardoz, una señal nos indica la
dirección que debemos tomar para llegar al yaci-
miento. Ubicado al final de una avenida de bloques
de viviendas, el lugar no cuenta con aparcamiento
propio, si bien es cierto que en las inmediaciones
de la misma entrada o en las calles de alrededor el
visitante encontrará sin dificultad dónde aparcar.
Medidas de seguridad:
Ubicado en un descampado al final del
núcleo urbano al oeste de la ciudad, el recinto
tradicional está protegido por una tapia en su
caras norte y este. En las restantes partes existen
alambradas que impiden el paso. Recientemente
se ha adquirido la propiedad del resto del descam-
pado y se ha puesto en marcha un proyecto de
investigación y musealización más ambicioso que
incluye toda la extensión del mismo, con lo que se
ha colocado un nuevo anillo de seguridad alrede-
dor y, además de la zona ya tapiada, se ha levanta-
do un nuevo perímetro de alambradas y vallas
metálicas. A esto se le suma que las diferentes
áreas en las que se están realizando tareas de
excavación o musealización cuentan con medidas
de seguridad específicas.
Otra característica del recinto es la
habilitación, además del correspondiente tramo
de valla metálica, de un muro natural en la
extensión adicional del trazado norte. Éste consis-
te en una elevación del terreno que se ha
convertido en zona verde donde poder sentarse.
De esta manera se establece una linde sin tener
que recurrir a vallas o muros, e incluso se invita al
vecindario a utilizar este espacio abierto. En su
parte más próxima a la entrada dos paneles nos
informan de la inversión del Fondo Europeo de
Desarrollo Regional en lo que se denomina el
acondicionamiento arqueológico y restauración
ambiental de los límites de la ciudad romana de
Complutum. El uno por ciento cultural de la
inversión corresponde del Ministerio de Fomento.
Fig. 3.- Muro natural como elemento novedoso
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 41
Existen cámaras de vigilancia que velan por
la seguridad de los restos durante todo el día, lo
que no ha impedido que se hayan dado episodios
puntuales de vandalismo.
Instalaciones:
Respecto a las infraestructuras, a día de hoy
el lugar carece de servicios y tan sólo ofrece un
reducto de sombra en el que cobijarse durante los
meses de verano, aunque las muchas tareas de
investigación, musealización y mejora del yaci-
miento confieren a la situación actual una cierta
interinidad en este sentido.
Museografía:
En el orden de las instalaciones museo-
gráficas hay que hablar de la enorme cúpula que
está en proceso de instalación, cuyo beneficiario
principal es un sector concreto del yacimiento en
el que se ubica la denominada “Casa de los Grifos”,
donde se hallaron pinturas murales en buen esta-
do de conservación. El objetivo de la cúpula es pro-
teger el conjunto con las pinturas murales ori-
ginales en el lugar en el que fueron encontradas, lo
que no deja de ser un elemento de gran valor.
Antes de entrar al yacimiento por el acceso
habilitado en la tapia, unas escaleras permiten
subir a un mirador que se encuentra en la parte
alta de la misma. Desde allí se pueden contemplar
los restos a cualquier hora del día sin necesidad de
entrar en el recinto. La tapia está coronada por
ferrallas colocadas de modo que describen formas
decorativas y permiten contemplar los restos pero
impiden que se pueda bajar al yacimiento.
En la entrada principal un cartel da la
bienvenida al visitante y le ofrece los horarios de
apertura, al mismo tiempo que se hace saber la
pertenencia del yacimiento al PYV y a la Red de
Patrimonio Histórico de Alcalá por igual. El impor-
te de la entrada es de un euro, desembolso
testimonial gracias al cual se obtiene una pequeña
financiación para los gastos de mantenimiento.
Existe también la posibilidad de adquirir un bono
sin fecha de caducidad que por el precio de dos
Fig. 4.- Cúpula que protege La Casa de los Grifos
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 42
euros da también acceso a la Casa de Hippolyto y
al Museo del Burgo de Santiuste. En un futuro
próximo, la entrada estará ubicada en lo que fue el
acceso original de la ciudad y, del mismo modo,
los caminos por los que el visitante transitará se
corresponderán en gran medida con las calles de la
ciudad según estaban dispuestas en su día.
Una vez dentro, el aspecto más destacado
es el recorrido de la visita. El camino, delimitado
por listones a los costados e indicado por la arena
de la que está hecho el piso, transcurre siempre
que es posible por el interior de la ciudad, e incluso
nos permite acceder a algunas estancias, como
por ejemplo el criptopórtico o archivo local. Los
postes unidos entre si por cuerdas indican al
paseante el camino a seguir por un circuito
cerrado. Los paneles explicativos, con los textos en
español e inglés, van por lo general en parejas. El
primero trata la materia que en cada lugar proce-
da, con un estilo accesible a todo el público y
contenido riguroso. Se ofrecen también fotogra-
fías y reconstrucciones por ordenador que ilustran
la explicación. En el segundo panel se ofrecen, en
un tono más desenfadado, viñetas con supuestos
habitantes de la ciudad en época romana, mate-
rialización hipotética y desenfadada de los distin-
tos aspectos teóricos explicados en el primer
panel. El logotipo del PYV convive con el de la Red
de Patrimonio Histórico de Alcalá, aunque el
diseño se ajusta a los criterios elegidos para ésta
última.
La extensión de los restos, que abarcan un
área considerable, sumada a la heterogeneidad de
los mismos en su tipología y en su estado de
conservación, ha dado como resultado el empleo
simultáneo de diferentes criterios de museali-
zación: en algunas áreas los restos están en el
mismo estado en el que se desenterraron, mien-
tras que en otras zonas han sido simplemente
consolidados, restaurados o, en algún caso,
parcialmente reconstruidos. Éste último es el caso
de las columnas levantadas en el interior de la
basílica o de parte de la estructura de arcos sobre
la que se encontraba el suelo de las termas. Hay,
sin excepción alguna, testigos que indican dónde
empieza y dónde termina la reconstrucción.
Fig. 5.- Ejemplo del tratamiento de los restos en el proceso de musealización .
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 43
Los diferentes espacios de algunas estruc-
turas han sido diferenciados mediante gravas de
colores y allá donde la seguridad obligaba se han
instalado estructuras que garantizan la integridad
de trabajadores y visitantes, con el pozo, sobre el
que se ha colocado une rejilla, como ejemplo más
reseñable. Por último, existe la posibilidad de
realizar una visita virtual en www.alcalavirtual.es.
Bibliografía fundamental:
Fernández Galiano (1984a y 1984b); García
Moreno y Rascón (1996); Rascón (1998); Rascón y
Méndez Madariaga (1994).
2) En proyecto: Ciudad fortificada de Alcalá la
Vieja (Alcalá de Henares)
Reseña histórica:
Los orígenes de la construcción se remon-
tan posiblemente al siglo IX, aunque es de esperar
que futuras campañas retrasen algo la cronología
de los primeros indicios de habitación. Su posición
se ha asociado tradicionalmente con otras plazas
próximas y de tipología similar pertenecientes a la
Marca Media. Levantada en parte con los restos de
la antigua Complutum, el complejo es de gran
riqueza, puesto que, además de los restos de la
fortaleza, conserva dos arrabales y la necrópolis.
Los cristianos iniciaron las hostilidades en el siglo
XI y a principios del XII la plaza cayó definiti-
vamente en sus manos. Continuó en uso, a pesar
de algunos cambios, hasta el siglo XV, momento a
partir del cual el lugar fue abandonado. Aun así se
hizo uso del conjunto esporádicamente, como
atestiguan algunos restos de habitación sobre la
colina en una fase ya colmatada o los testimonios
de que parte de los lienzos fueron dinamitados
para construir la casa del barquero en el siglo XIX.
Acceso:
En el monte de utilidad pública conocido
oficialmente como Los Cerros y oficiosamente
como Parque Natural, fuera del actual núcleo
urbano de Alcalá de Henares, se encuentran los
restos del asentamiento árabe que rebautizó la
urbe complutense. Tomando la primera entrada a
Alcalá, una vez pasado Torrejón de Ardoz, desde la
A-2 y atravesando la ciudad en dirección sur, se
debe utilizar la salida hacia Los Hueros o Villalbilla
desde donde, al poco de dejar la ciudad, se ve a
mano izquierda un cartel que nos señala la entra-
da. Una vez allí deberemos aparcar y comenzar la
marcha a pie que nos llevará a la fortaleza.
Instalaciones:
Antes, en unas instalaciones destinadas al
uso de los empleados, se nos ofrece la posibilidad
de tomar prestada una bicicleta para movernos
por Los Cerros. En este punto se encuentran la úni-
ca fuente donde podemos abastecernos de agua y
la última posibilidad de pasar al servicio.
Museografía:
Se trata de un espacio natural por el que no
se puede transitar de otro modo que no sea a pie o
en bicicleta, lo que nos aboca a un paseo que
ejemplifica bien la vinculación entre medio
ambiente y patrimonio arqueológico. No obstante,
antes de comenzar el camino propiamente dicho,
llegamos a un pequeño Centro de Acogida. Allí el
visitante puede asomarse a una modesta colección
de paneles informativos que versan sobre los
diferentes aspectos del lugar. Entre ellos hay uno
dedicado al patrimonio cuyo texto es el principal
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 44
elemento informativo. Aunque las noticias que se
ofrecen son de gran interés, puede resultar
fatigoso de leer para quienes no estén interesados
en conocer ciertos detalles del lugar. No figura el
logotipo del PYV en él. También hay una maqueta
en la que se reproduce el parque y en la que
podemos fijarnos para hacernos una idea del
trayecto que vamos a recorrer a continuación.
Durante dicho trayecto, el camino está
marcado en algún punto con el nombre de la forta-
leza pero la referencia más fiable son los postes
con una franja azul que distinguen la senda que
lleva allí de las otras tres que transcurren por
distintos parajes de Los Cerros. Se han habilitado
pistas muy cómodas y por ellas caminaremos en
todo momento. Justo antes de llegar a nuestro
destino encontramos una última pendiente más
pronunciada y en peores condiciones debido a las
grandes grietas que los regueros de agua han ido
labrando con el tiempo. No supondrán problema
pero sí exigirán un último esfuerzo y un poco más
de atención al andar.
Una vez allí nos encontramos con unos
restos magnificentes repartidos en dos cerrillos,
aunque por ahora sólo un porcentaje muy
pequeño del terreno se ha sacado a la luz. Las
tareas de excavación han copado gran parte de los
esfuerzos, mientras que por lo demás tan sólo se
ha comenzado a consolidar o restaurar algunos de
los elementos, con la única salvedad de una de las
torres, que ha experimento modificaciones algo
más sustanciales, siempre con testigos que
señalan el límite de las intervenciones.
Allá donde las excavaciones han desente-
rrado algún elemento que pudiese entrañar algún
riesgo para el visitante, como un impresionante
aljibe, se han colocado vallas tanto en el perímetro
como sobre las aberturas propiamente dichas para
impedir caídas. Allá donde el proceso de excava-
ción no ha terminado se ha tapado temporal-
mente lo desenterrado con geotextil, arena y
poliespan. Todo ello ha sido realizado con preci-
sión, ya que las medidas de protección están en
perfectas condiciones a pesar de las fuertes
corrientes de viento que imperan en la cima.
Fig. 6.- Detalle del arco parcialmente restaurado de la entrada
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 45
No hay paneles ni otros indicios de
musealización avanzada, aunque los restos
expuestos empiezan a tomar cuerpo y la vista que
desde el lugar se obtiene de Los Cerros y de la
propia Alcalá es espectacular.
Bibliografía fundamental:
Calleja (2000); Torres (1959); Zozaya (1983).
3) En fase de estudio: Molinos de El Grajal
(Colmenar Viejo)
Reseña histórica:
Ubicados a orillas del río Manzanares,
estuvieron en uso entre los siglos XVII y XIX. El
conjunto está compuesto en realidad por los
molinos, que fueron de gran importancia para la
obtención de la harina de la que dependía la
población del zona, y por algunos batanes, que
posibilitaban el tratamiento de la lana de la
abundante cabaña ovina. Cayeron en desuso debi-
do a la regulación del río Manzanares, momento a
partir del cual su caudal se vio drásticamente
disminuido.
Acceso:
Ubicados a las afueras de Colmenar Viejo,
al igual que la Necrópolis de Remedios, aunque en
el extremo opuesto, en dirección a Hoyo de
Manzanares, se encuentra el conjunto de molinos
conocido como El Grajal. En el caso de los moli-
nos, son pocos los que en la población tienen
constancia de ellos, si bien mucha gente conoce el
paraje en el que se encuentran sin relacionarlo
directamente con los restos arqueológicos.
La carretera que conduce hasta el lugar
desde el que se accede a la senda que lleva a los
molinos está muy bacheada y es de una estrechez
asombrosa en algunos puntos. Además, el reco-
rrido es especialmente sinuoso, con lo que la
circulación por ella no está del todo exenta de
riesgos. A esto hay que añadirle que, aunque la
senda es visible desde lejos, el acceso no se puede
columbrar, sobre todo teniendo en cuenta que
apartar los ojos de la carretera es poco recomen-
dable, y sólo sabiendo de antemano dónde
empieza se puede llegar a ella con comodidad.
Como dificultad añadida, sólo en contados puntos
existen espacios junto a la carretera en los que
detener la marcha y dejar el vehículo.
Situación actual:
Al pie del descenso de la carretera, antes de
atravesar el puente, surge una senda a mano
izquierda que recorre en paralelo, desde la altura,
el curso del Manzanares. Caminando por la senda,
espaciosa y en buenas condiciones, se obtiene una
maravillosa vista de los montes de la zona,
poblados de vegetación, y también de los cortados
que descienden hasta el río. El rumor del agua
acompaña al paseante, del mismo modo que lo
hace el frescor que asciende desde el cauce.
Al cabo de pocos minutos se perciben
construcciones en un altillo sobre el agua pero a un
nivel muy inferior del que sigue nuestro camino: se
trata de los molinos de El Grajal, a pesar de que no
hay señal alguna que nos indique su existencia. De
hecho no hay una sola indicación, ya sea dentro de
Colmenar o por la carretera dirección a Hoyo que
conduce a este lugar, que atestigüe la presencia de
restos arqueológicos, con independencia de su
pertenencia o no al PYV. Sendos caminillos
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 46
descienden ahora hasta los dos conjuntos
arquitectónicos que constituyen los molinos, aun-
que llegado a este punto la visita está restringida a
quienes puedan abandonar la seguridad que
ofrecía la senda.
Fig. 7a y 7b.- Estado actual de Los Molinos de El Grajal
Una vez junto a ellos, nos encontramos con
una serie de restos en un estado de abandono
completo pero en condiciones relativamente
buenas, ya que en la mayoría de los casos sólo se
han derrumbado las techumbres. El conjunto de
edificaciones no es en absoluto despreciable,
aunque la ausencia total de paneles deja al
visitante sumido en la más profunda incompren-
sión de lo que contempla, especialmente si se
tiene en cuenta la peculiaridad de los restos. Sin
embargo, la perplejidad no resta un ápice de
encanto a un conjunto construido con sillares bien
trabajados, rodeado de lo que en la Meseta se
podría considerar una frondosa vegetación y con el
murmullo de las aguas del río Manzanares,
límpidas en este tramo, de fondo.
Por lo demás, no sólo la ausencia de
derrumbes habla de la labor de limpieza que en
algún momento se ha llevado a cabo, sino que en
algunos de los muros, especialmente en el
segundo conjunto, se han efectuado labores de
consolidación en sus partes más altas para evitar
su completo desmoronamiento. En alianza con la
solidez inherente a las propias edificaciones, la
intervención ha surtido efecto, ya que no se intuye
el colapso de las estructuras a corto plazo.
Bibliografía fundamental:
de Andrés (2010).
4) Instalaciones museográficas: Yacimiento
paleontológico del Intercambiador de Príncipe Pío
(Madrid)
Reseña histórica:
Los restos arqueológicos son de dos tipos:
paleontológicos y de los siglos XVI en adelante.
Los primeros datan del Aragoniense Medio y
presentan restos de animales que en la actualidad
pueblan la sabana, como rinocerontes, tortugas
gigantes, mastodontes y jabalíes. Abundan los
rumiantes pero también hay mustélidos, como
nutrias, comadrejas o tejones. Los segundos
pertenecen a los cimentación del Asilo de las
Lavanderas y las fuentes que se fueron instalando
en la zona desde el siglo XVIII, aunque la
estructura más antigua es la Fuente de los
Mascarones, que data de tiempos de Felipe II.
Acceso:
Este espacio museográfico se encuentra en
el lateral de uno de los corredores de paso del
Intercambiador de Príncipe Pío. El título bajo el
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 47
que se despliega es el de “Patrimonio Recupe-
rado”. El letrero, en metal, está realizado en un
estilo que puede despertar el interés de los
usuarios del intercambiador sin resultar histriónico
ni desentonar con el conjunto del que forma parte.
No obstante lo cual, no hay señalización
alguna que indique el camino o que siquiera haga
saber de su existencia. Tanto es así que el
empleado de Metro al que preguntamos dijo en
principio no tener conocimiento de la presencia de
un espacio museográfico en el recinto. Sólo al
cabo de pensarlo durante algún tiempo le vino a la
cabeza de qué podía tratarse. Por otra parte, al
encontrarse plenamente integrado en el intercam-
biador, el espacio museográfico no goza de insta-
laciones propias en lo referente a acceso, ilumina-
ción, etc. No hay rastro del logotipo del PYV.
Museografía:
El conjunto expositivo está dividido en tres
espacios: el primero, que ejerce en cierta medida
de introducción, consiste en una vitrina donde se
exponen sendas reproducciones de dos de los
hallazgos paleontológicos más importantes
realizados en el lugar. Éstas están acompañadas
de unas pocas líneas en las que se contextualiza el
descubrimiento de los importantes depósitos
paleontológico y moderno durante las obras de
remodelación de la estación. La diferenciación en
la tipología de los hallazgos en dos categorías
(Patrimonio Paleontológico y Patrimonio Históri-
co) articulará los dos espacios siguientes, que son
en realidad los protagonistas.
En los aproximadamente cinco metros que
albergan la información concerniente al Patrimo-
nio Paleontológico se intenta aprovechar al máxi-
mo el escaso espacio disponible mediante una
combinación de varios ingredientes que intenta
ofrecer una visión de conjunto amplia. Los textos
no son el formato predominante para trasladar la
información al visitante. En total no hay más que
cuatro breves párrafos que se limitan a dar noticia
de la ubicación exacta del yacimiento dentro del
intercambiador, del marco cronológico, de lo más
reseñable en lo relativo a la fauna documentada y
de alguna novedad aportada por las investiga-
ciones conducidas en el laboratorio.
Por contra, las imágenes abundan y a ellas
se confía la tarea de trasladar al visitante las
conclusiones obtenidas y de despertar su interés:
una representación de grandes dimensiones
reconstruye el entorno natural donde hoy se
encuentra la estación tal y como debía ser en la
época a la que pertenece el yacimiento (Mioceno
Medio en este caso). Dicha imagen representa las
especies faunísticas documentadas en el lugar, lo
que de un plumazo deja en la retina del visitante
una idea muy aproximada de las características del
lugar sin explicaciones teóricas demasiado
extensas.
En el resto del espacio se ofrecen
fotografías de diferentes tipos, ya sea del proceso
de excavación y de algunos de los restos tal y
como se encontraron, o de los restos óseos
documentados y de las especies animales a las que
pertenecen. En otros dos breves textos se nos
informa de la importancia del hallazgo de algunos
elementos concretos debido a su rareza. Se
completa la información con una columna
geológica del yacimiento cuyo receptor principal
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 48
será el especialista pero cuya correcta interpre-
tación está al alcance de cualquier interesado. En
definitiva, se maximiza la utilidad del espacio
mediante las imágenes, en detrimento de las
informaciones escritas.
La misma política de combinación de
elementos con predominio de la imagen se
emplea también en la parte consagrada al
Patrimonio Histórico. En primer lugar aparece una
evolución histórica del espacio ocupado en la
actualidad por el Intercambiador de Príncipe Pío
en el que aparecieron restos de edificaciones
previas por encima de los depósitos paleonto-
lógicos. Con tres fotos y seis planos y sin una sola
línea de texto se ofrece una retrospectiva del lugar
desde el siglo XIX. Acto seguido se nos informa en
breves párrafos de cuáles son las edificaciones
encontradas, y de nuevo los dibujos y las fotogra-
fías toman la palabra para mostrar al visitante
cómo eran. En la parte central se ofrecen algunas
explicaciones sobre los conjuntos arquitectónicos
encontrados y los datos concretos de, por ejem-
plo, las dimensiones de los mismos en el momento
de su hallazgo, pero sin que las imágenes, en
forma de fotografías y algún que otro plano,
pierdan en absoluto protagonismo.
4. CONCLUSIONES
La constante y a menudo impune merma
del Patrimonio arqueológico español hacía
apremiante la necesidad de comenzar a articular
los medios que, a medio y largo plazo, pusieran
remedio a esta tendencia autodestructiva. Las
miras del Plan de Yacimientos Visitables se centra-
ban precisamente en intentar llenar este vacío en
lo que atañe a la Comunidad de Madrid. Por añadi-
Fig. 8.- Panel del Intercambiador en el que se encuentra el espacio museográfico .
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 49
dura, el programático reforzamiento de los
vínculos entre ciudadanos y territorio tenía en el
constante flujo migratorio de los últimos años una
razón más de ser.
A pesar de los muchos avances, el
perseguido reconocimiento social y el afán por
establecer un elemento de identificación entre la
población y su territorio distan todavía de ser
realidades contrastables a día de hoy. Por contra,
las prácticas ilegales e ilícitas que dañan de
gravedad o destruyen conjuntos patrimoniales
insustituibles siguen estando demasiado generali-
zadas a pesar de los intentos por parte de las
administraciones de ponerles coto. Lo que en la
teoría acertadamente estipulan los corpora legales
continua sin obtener la suficiente correspondencia
en la práctica.
En otro plano de lectura, Madrid ha enten-
dido al cabo la ineludible necesidad de dotarse de
proyectos e infraestructuras propias que respon-
dieran a la visión particular del papel que el
Patrimonio Arqueológico debía desempeñar entre
sus ciudadanos. Hay que recordar que a estas
alturas Comunidades como Castilla-León, Castilla-
La Mancha, Andalucía o Cataluña habían dado ya
importantes pasos en la esa dirección y Madrid
corría el riesgo de perder definitivamente comba.
En cuanto a la puesta en práctica, quizá el
mayor reto del PYV, y por ende su mayor logro,
era el saber conjugar todos los principios que
constituían sus bases. Por un lado estaban el
problema de la representatividad histórica y los
objetivos irrenunciables de abarcar todo el
territorio de la Comunidad de Madrid y de que las
varias realidades culturales estuvieran presentes.
Como resultado, la selección de los yacimientos
debía garantizar un difícil equilibrio entre la
elección de aquéllos en base a su represen-
tatividad territorial, a su valor arqueológico
intrínseco y a la considerable diacronía del conjun-
to. Por si fuera poco, los criterios de elección
debían tener en consideración ciertas peculiarida-
des que pudiesen hacer de algunos yacimientos
algo único por la naturaleza de sus restos. Es de
prever que la aspiración de combinar en la medida
de lo posible los yacimientos con entornos
naturales haya supuesto en ocasiones un factor
más a computar en la ya de por si difícil ecuación.
Respecto al lapso cronológico a abarcar, el
PYV declaraba explícitamente que uno de sus
objetivos era la implementación de un programa
que pretendía explicar el presente de la región por
medio de un recorrido diacrónico a través de las
vicisitudes que han hecho de ella lo que es. De este
modo, no deja de ser destacable la inclusión en el
PYV de elementos representativos de las distintas
fases históricas más allá de la Antigüedad tardía o
el Medievo, que fueron durante muchos años los
límites que la arqueología no quería o no
encontraba argumentos para traspasar. Aun así,
algunos acontecimientos que desempeñaron un
papel determinante en la historia de la región,
como por ejemplo la Guerra de la Independencia,
o el reciente desarrollo industrial que transformó
en boyantes ciudades lo que hasta hace poco no
eran más que pueblos, quedaron fuera del
abanico.
En lo referente a los criterios de
musealización empleados, el hecho de que hasta
ARPI. Arqueología y Prehistoria del Interior peninsular 02– 2015 50
la fecha deban ser homogéneos no se combina del
todo harmoniosamente con el tiempo transcurrido
y por transcurrir antes de que se complete el PYV
en una disciplina que está en plena evolución. A
esto se suma el hecho de que el modelo de los
parques arqueológicos es en si mismo, pese a sus
virtudes, un modelo relativamente anticuado, lo
que conlleva el serio riesgo de estar obsoleto antes
de que todos los yacimientos estén abiertos al
público. En su descargo hay que decir sin embargo
que éste es un problema generalizado en la
gestión del Patrimonio arqueológico y en absoluto
exclusivo del PYV, inherente por consiguiente al
estado actual de la disciplina y aun por resolver.
Por último, se podría decir a modo de
apunte que en ocasiones se echan en falta
circuitos que inviten al visitante a asomarse a más
de un yacimiento, o a aspectos diferentes de la
arqueología, durante su excursión. Con este objeto
podrían introducirse otros elementos atractivos de
tipo artesanal, etnológico o, especialmente,
naturales, lo que incidiría en lo que no deja de ser
uno de los aspectos fundamentales del PYV, a
saber, el desarrollo de la economía de las zonas
rurales desfavorecidas.
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