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APARICIONES DE LA SANTSIMA VIRGEN EN EL ESCORIAL"Vengo, hija ma, como Madre vuestra de misericordia y de amor, velo constantemente, hija ma, por todos mis hijos, por todos, porque todos sois hijos mos; es la herencia humana, hijos mos, es la herencia que me corresponde. (Santsima Virgen, 15-8-83). ****** "Levad mis mensajes por todos los rincones de la tierra". (Santsima Virgen, 8-12-82). ****** "Muchos creen, hija ma, que Dios no puede manifestarse a los humanos. Dios se manifiesta a los humildes para confundir a los poderosos". (Santsima Virgen, 15-8-83). Los mensajes que a continuacin se relatan acaecidos en el Escorial, no estn an aprobados por la Iglesia (dado su reciente inicio en noviembre de 1980); por tanto no requerimos la fe en ellos, sino que damos constancia de una

realidad. APARICIONES DE LA SANTSIMA VIRGEN EN EL ESCORIAL I. NOTA HISTORICA DE AMPARO CUEVAS Naci el 13-3-31 en el casero el Pesebre, municipio de Peascosa (Albacete); casada con Nicasio Barderas Bravo. Desde hace ms de veinte aos viven en el Escorial, en la calle Patriarca. Ella apenas sabe leer y escribir, enferma del corazn, fue a Lourdes el 1977, donde san. Su marido, de poca salud, cultiva un huerto y es portero suplente en el nmero 7 de la calle Santa Rosa; en el mismo bloque Amparo trabaja de asistente todo el da. El matrimonio tiene siete hijos, el mayor estudia medicina. Criada en extrema pobreza, en el sacrificio y en duro trabajo, desde nia, sin saber rezar, ha invocado filialmente a la Santsima Virgen. Igualmente ha sentido siempre tierno amor compasivo hacia el prjimo necesitado. Ella misma declara que, aunque supona que ha de haber un Ser Supremo, sin embargo viva despreocupada de sus deberes religiosos que no practicaba. Pero en octubre de 1980, cuando sus hijos tenan entre 10 y 22 aos, oye una voz que le dice: "Reza por la paz del mundo y por la conversin de los pecadores. Amaos los unos a los otros. Vas a recibir pruebas de dolor". Efectivamente, comenz a sangrar por la frente y las manos. Sintiendo agudos dolores, clama: -"Pero qu es esto?". Se le muestra el Seor clavado en la cruz y le dice:-"Hija ma, esto es la Pasin de Cristo. La tienes que pasar entera". "Yo no lo resisto". Le arguye l:-"Si t en unos segundos no lo resistes, cunto pasara Yo, horas enteras en una cruz, muriendo por los mismos que me estaban

crucificando? Puedes salvar muchas almas con tus dolores". Le pregunta Jess si acepta, y ella responde:-"Con vuestra ayuda, Seor, lo soportar". Desde ese momento amparo es otra: Al mismo tiempo que intensifica admirable y ejemplarmente su vida espiritual, se multiplican en ella tan raros como extraordinarios fenmenos: Sangraciones por la frente, los ojos, la boca, un hombro, las espaldas, el costado, las manos, las rodillas, los pies; unas veces con llagas visibles, otras veces con sangre sin llagas, otras sin llagas y sin sangre, pero con el correspondiente agudo dolor, segn la escena de la Pasin que contempla. Se le ha visto un corazn de relieve en el centro del pecho, sangrante, atravesado por espada o flecha en direccin oblicua de derecha arriba a izquierda a izquierda abajo.-Apariciones del Seor, de la Virgen, de los ngeles, del diablo...-Agradable y duradero aroma.-Idioma extrao.-Levitacin.-Comunin mstica.-Inexplicable grabacin de cintas magnetofnicas.-Curacin de ajenas dolencias tomndolas en s misma.-etc. Las sangraciones, que empiezan de pronto, al acabar no dejan seal alguna en la piel. Al comenzar los dolores siempre ve un rayo de luz que viene hacia ella. A pesar de los dolores tan intensos siente una gran paz y felicidad interior. Al quedar en xtasis ve al seor crucificado, y a un lado de la cruz ve a la Virgen vestida de manto negro que le cubre de la cabeza hasta los pies, con un velo de gasa blanca en la cabeza, que cae sobre el hombro derecho y pasa por debajo de la barbilla. Al terminar el xtasis deja de verlos. Parece que el Seor permite al "poder de las tinieblas" actuar contra

ella, unas veces por el mismo diablo; otras por medio de quienes, ya de palabra por ella misma oda, ya por escrito, la insultan, se burlan de ella y de estas cosas, la calumnian y le levantan falsos testimonios. Pero tambin parece que el seor le tiene anunciado todo esto y le da la necesaria fortaleza para soportarlo con ejemplar paciencia. El prroco de ha inhibido, aunque confesado: "Me cuesta pensar que se trate de una tomadura de pelo, porque Amparo Cuevas es una buena mujer". En el verano de 1981 la prensa public varias declaraciones sobre ella. Su marido deca: "El milagro le viene ocurriendo desde el pasado mes de octubre en que cay en xtasis y comenz a brotarle sangre de la frente y se le formaron heridas en las manos, rodillas, el costado, y en el pecho se le formo un corazn atravesado con una espada. Su cuada Emilia confirm: "Todo comenz har un ao. Una noche comenz a echar sangre por la frente al mismo tiempo que gritaba horriblemente, como si la estuviesen clavando en la cruz; se le marca el corazn perfectamente en el pecho, en el costado se le forma una especie de mancha roja; en las manos y en los pies se le hace la marca de los clavos como a Jess. Su cuado Leandro Banderas, contaba a su vez; "El da de Pascua vinieron a mi casa mi hermano y mi cuada como todos los aos a tomar el aperitivo. Estuvimos hablando un buen rato y como se hizo tarde se quedaron a comer. Despus de la comida estuvimos charlando. Yo le dije que no me crea lo que le pasaba; se puso la mano en la frente y empez a echar sangre por la frente, el costado, las rodillas, y por las palmas de las manos. La cogimos y la metimos en la

cama: Estuvo una hora y 35 minutos en este estado. Despus volvi a su estado normal. Despus del xtasis mi cuada recuerda perfectamente todo lo que ha pasado y dice que estuvo hablando con Jesucristo". "Tengo un pauelo con el que le limpi, que est lleno de mucha sangre. Mi mujer lo ha lavado varias veces, incluso con leja pura. Se quema la tela, pero la sangre no desaparece". La primera vez que a Amparo Cuevas le brot la sangre en pblico fue el primer viernes del mes de diciembre del pasado ao, cuando fue a comprar pan a la panadera de Flix Muoz, de San Lorenzo del Escorial, segn declar a Efe Francisca Herranz, esposa del propietario: "Pidi cinco barras, como todos los das. De pronto se apoy en el mostrador y se puso la mano en la frente para taparse la sangre que le sala de la frente. La cogimos entre varias personas y la sentamos en un silln. Entonces vimos que le brotaba sangre de las manos, rodillas y pies, y cuando le quitamos la mano del costado, vimos que all tambin tena sangre. De repente se le pas, y en fraccin de segundos le volvieron a repetir los mismos sntomas. Estuvo en xtasis cerca de dos horas". Francisca Herranz contina manifestando que desde ese da todos los viernes le suceden a Amparo Cuevas los mismos sntomas, principalmente los primeros viernes de mes: "Durante el puente de San Jos fuimos a Lourdes, y cerca de Zaragoza Amparo entro en xtasis y le brot sangre de las manos y de la frente. El mircoles de ceniza vino a comprar el pan como todos los das y cuando fue a pagarlo no poda abrir el monedero. Al mirarla vi que

tena sangre en las manos". El matrimonio tiene un pequeo huerto junto a la finca Prado nuevo, sita en la carretera del escorial a Valdemorillo. Estando en el piln para abrevar ganado, de dicha finca, se le apareci la Virgen sobre un fresno. Su vecina Lolita explicaba: "La Virgen le dijo que rezara el rosario todos los das para llevar la paz a todos los lugares de la tierra. Despus tambin le comunic que el agua de la fuente sera milagrosa". All, con permiso del dueo, diariamente reza el rosario por las tardes y habla con la gente. Los primeros sbados de mes llegan autobuses de Madrid, Alcal y otras provincias. Se narran tambin por los testigos numerosos fenmenos extraordinarios: Poder mirar el sol y verle girar, lanzar destellos de diversos colores; sentir a rfagas un perfume intenso, a veces, de los objetos que ha tocado Amparo; etc. La manera de proceder de la vidente: sencilla, desinteresada, ahora ferviente catlica (muy obediente a su director espiritual), y los testimonios de tantos testigos de vista, excluyen la posibilidad de fraude o ilusin patolgica, y mucho ms la intervencin diablica,

cuyos modos y frutos seran muy distintos. CARTA DE FRAY ALFONZO MARA (Carmelita, Prncipe de Vergara, 23. Madrid-1) 7, abril, 1982 Ante las noticias que corran acerca de una vidente en el Escorial, yo no afirmaba ni negaba. Saba que para Dios no slo es posible, sino tambin sumamente fcil dispensar sus carismas a quien, cuando y como le plazca; pero el Evangelista San Juan nos advierte: "Queridos, no os fiis de cualquier espritu, sino examinad si los espritus vienen de Dios" (1. Jn. 4,1). Creo que fue por el mes de mayo cuando alguien me pregunt si yo tendra inconveniente en confesar a la supuesta vidente de El Escorial. Contest que yo soy un pobre ministro de Dios que ejerzo mi ministerio con quien me lo pide, sea quien sea. Pasado algn tiempo me dijeron que, presentada una lista de posibles confesores a amparo tal es su nombre-, haba sealado al padre Alfonso Mara. Efectivamente, comenc a confesarla. Al aproximarse al confesionario not un fuerte aroma como de rosas. Le deje mi crucifijo para que se confesara mirndole. Cuando, terminada la confesin, me lo devolvi despeda el mismo aroma que dur ms de veinticuatro horas. Amparo Cuevas es una sencilla esposa y madre de siete hijos, que asiste a unos muy cristianos seores en El Escorial. Su vida ha sido de mucho sufrimiento, no tanto por enfermedades, cuanto por muy dolorosas pruebas toleradas desde muy nia. En cuanto a su espiritualidad "nada especial" hay que sealar de ella fuera de una tierna y filial devocin toda su vida a la Santsima Virgen. Ni siquiera

era asidua practicante de sus deberes religiosos segn cuenta ella y lo confirma-, hasta que, -segn parece- el Seor y la Santsima Virgen se han dignado manifestar en ella muy variados carismas: Frecuentes mensajes verbales, estigmatizaciones, bilocaciones, multiplicacin de alimentos, muchas conversiones de las que no en pequeo nmero soy testigo, habla en desconocido idioma, etc. Como es natural y muy conveniente- todo est siendo muy comentado por los diversos medio de comunicacin; con frecuencia desfavorablemente, sin reparar en falsedades y calumnias: Que la maneja un psiquiatra, que se hace poltica, que hay montado un negocio econmico, que ella es una comediante, engaada y engaadora, etc. La falsedad plenamente comprobada de tales imputaciones deponen poderosamente en su favor y parecen demostrar que el dedo de Dios est aqu. El mensaje especial que parece deducirse de los muchos que ha recibido con orden no ma, sino del Seor y de la Santsima Virgende difusin con miras a una renovacin cristiana, es profunda y sincera humildad y espritu de oracin y sacrificio como combustible de un verdadero y operante amor divino y humano. El misterioso aroma lo he experimentado frecuentemente, lo mismo que incontables personas; pero nunca haba presenciado ninguna de sus numerosas y dolorossimas estigmatizaciones. Mas he aqu que el jueves, da once de marzo, vino a confesar, como suele hacerlo cada quince das, acompaada de su seor que viene a trabajar diariamente aqu, en Madrid, en una tienda. Pasamos a la sacrista a repasar la ortografa de un mensaje tomado en cinta magnetofnica en uno de

sus xtasis. El aroma era tan grato como fuerte. Le pregunt: "Este aroma depende de tu voluntad, puedes producirlo y retirarlo cuando y donde quieras?". Me contest con toda sencillez y naturalidad como siempre: "No, padre, yo no puedo ni ponrmelo ni quitrmelo". Proseguimos leyendo, corrigiendo, poniendo puntos y comas, etc. Al poco rato la oigo exclamar con expresin de angustia y agudo dolor: "Ay, Dios mo, Dios mo!, Ay, Jess mo...! La mire y la vi con la cabeza algo levantada, ojos entornados, brazos cados... Miguel, su seor, exclam: "Ay, padre, ya la tenemos". Pregunt alarmado: "Qu le pasa?" Y me contesta: "Pues que le empieza el xtasis". En efecto: pone los brazos en cruz, algo doblados por el codo, veo que le brota sangre por varios puntos en la frente; le veo brotar sangre del anverso reverso de las manos, con ms abundancia de las palmas. Intent limpirselas con mi pauelo, y cerro el puo inconcientemente con la rigidez que ya no pude abrirle ni un dedo. Como entre sus lamentos haba pedido agua, se la ped a las religiosas que sacaron un vaso con una servilletita, la cual tambin apret y retuvo rgidamente en la otra mano. Temiendo se cayera la silla, conseguimos sentarla en un silln. Callaron los ayes y lamentos y comenz a hablar lenta, persuasiva y amorosamente: "Hija ma, s muy humilde, hija ma. Si los hombres no cambian y dejan de ofender a Dios, habr manifestaciones que causarn terror a los habitantes de la tierra. Se oirn grandes sonidos en el aire. Habr toda clase de temblores, las casas volarn por los aires. Muchos cuerpos volaran y la piel se desprender de su cuerpo. Todos los ojos lo vern y aun muchos no lo creern. As de endurecidos estn los corazones de los hombres.

Haced penitencia y haced oracin. Acercaos a la Eucarista. Confesad vuestras culpas. Pedid al Padre Eterno. Apresuraos a escuchar mis palabras, que el tiempo se aproxima. Pedid por los que no rezan y haced penitencia por los que no la hacen...". Este mensaje lo pronunci tan bajito que no se lo pudimos captar en el momento; pero el da de san Jos fue repetido y recogido en la pradera de El Escorial, donde diariamente reza el Rosario, con gente que en los primeros sbados es un gran gento. Todo esto suceda alrededor de las once de la maana. Como el tiempo apremiaba, le dije: "Amparo, dile a Jess que te devuelva a tu normalidad para que podamos seguir trabajando..." Entonces la o decir claramente: "Hija ma, en reparacin por los pecados de los hombres, besa el suelo". Cosa admirable! Sin perder la rigidez en que se hallaba totalmente yerta, se abalanz despacio hacia delante hasta tocar con los labios al suelo, que no toc con los brazos ni las manos que seguan rgidos. Con la misma extrasima naturalidad, sin flexionar el cuerpo, ni brazos, ni piernas, se sent. De nuevo se le oy decir: "Bsalo otra vez, hija ma". Y repiti de la misma manera la misma actuacin. Ya sentada, comenz a quejarse de nuevo amargamente, clamando: "Que fro, Dios mo, qu fro. Ay mis huesos...!" Pidi agua. Tan pronto como la prob comenz a dar arcadas como de vmito. Llam a las religiosas y les ped una palangana; pero Miguel dijo: "No se preocupe, padre, que no devolver. Es efecto de los escalofros que siente". As fue: no devolvi nada. Fue desapareciendo la rigidez, ces el castaeo de dientes, e igualmente el temblor de los escalofros;

abri los ojos con mirada de extraeza hasta que volvi totalmente en s. Se levant del silln y volvi a sentarse en la silla donde estaba sentada al principio. Le desapareci la sangre de la frente y de las manos, quedando solo en mi pauelo y en la servilleta. Slo le quedo el agujerito de en medio de la frente en la raya del pelo que le limpiamos con agua oxigenada y le cambiamos la tirita. Pasado un ratito, aunque se senta fatigada, ya pas naturalmente a la iglesia, al confesionario, dejando aromada la sacrista y esparciendo el aroma que la gente de la iglesia percibi como otras veces. Tengo entendido que estos xtasis son frecuentes en casa y en otros lugares. Que sufre intensamente los dolores correspondientes a los de la escena de la Pasin que convive atormentadamente con el seor. Suele llagarse en diversos miembros del cuerpo: Cabeza, un hombro, costado, rodillas, manos, pies, etc., segn la escena dolorosa que, invitada por el Seor, presencia y convive. En ms de una ocasin ha hablado largamente un lenguaje extrao y desconocido. Preguntada sobre el particular, slo ha dicho que es lenguaje del cielo. Son muchos los testigos que deponen haber visto especiales signos en el sol, principalmente el da 14 de noviembre pasado. Las apariciones de la Santsima Virgen suelen acaecer sobre un fresno de la pradera. Suele aparecrsele de Madre Dolorosa y pide se le edifique all una capilla bajo esa devocin. Qu decir de todo esto...? Ni se debe, ni se puede dar una respuesta categrica a tal pregunta. Demos tiempo al tiempo y... Dios dir. Objeciones? Veamos algunas: 1.-Esto es cosa de intervencin diablica.-Respuesta: Ni Satans obra

contra s mismo, ni Dios obra a favor de Satans. No creo que vengan movidos por Satans quienes desde El Escorial vienen sinceramente contritos a confesarse aqu en plan de renovacin cristiana despus de muchos aos de olvido y hasta desprecio de sus deberes religiosos. Ni quienes rezan fervorosamente el Rosario por los pueblos o hacen ratos de oracin a Jess Sacramentado o emprenden vida ms amable y caritativa con sus prjimos. 2.-Es asunto poltico. Deca "YA" Dominical de 6-12-81: "El matiz poltico de las apariciones... de El Escorial puede verse reflejado en una de las pintadas apariciones en los muros de la poblacin". Y trate la foto de un muro en el que hay escrito: "En el Rosario est cifrada la salvacin de Espaa".-Respondo: A) Por qu la expresin se ha de considerar ni exclusivamente ni principalmente poltica? B) No es de Amparo; se lo dijo hace ms de un siglo la Santsima Virgen al gran Arzobispo y confesor de Isabel II, S. Antonio Mara Claret. C) Parece que est pintada en ese muro con bastante anterioridad a estos acontecimientos de Amparo. D) En todo caso en indicio de una religiosidad mariana de la que nada malo y s mucho bueno tiene que esperar cualquier nacin. 3.-Anda el dinero en todo esto.-Respondo: Totalmente falso. Lo cierto es que el dinero cuando ha sido ofrecido, ha sido rechazado por ella. 4.-Amparo es manejada por su seor que es psiquiatra.-Respuesta: La persona que propal este bulo calumnioso se vio obligada a retractarse ante toda la nacin en la radio. No hay tal psiquiatra ni tales manejos. 5.-No se somete a ser estudiada por psiquiatras.-Respondo: En su vida ordinaria y normal, s: conducida o llamada a centros psiquitricos,

no. Me lo ha consultado y le he dicho que no... No es, pues, desobediente... Ella no quiere sino que rehye la popularidad suya. S quiere la de Dios... N. B. El P. Alfonso Mara Lpez Sendn (de pila Ignacio) naci el 15, 3, 1906 en Lumbrales (Salamanca), profes a los 16 aos en la Orden del Carmen, a los 22 aos se orden de sacerdote, estudio Filosofa y Letras en la Universidad de Valencia; ha sido profesor de humanidades, filosofa y teologa, prior en cinco conventos y superior mayor de Castilla; ha viajado por Europa y Amrica, y escrito numerosos artculos y libros. Actualmente promueve una Campaa Nacional de Oracin, con el rezo del Rosario los primeros sbados de mes en Madrid en parque del Retiro. Entrevista en TV. Iigo 1.IX.82. 11 noche, 13 Estoy trabajando en una casa de asistenta. La primera vez que me pas o una voz que me deca que rezsemos por la paz del mundo y por la conversin de los pecadores. Yo no era practicante anteriormente. No era atea tampoco. Entonces yo asustada baj a la portera, y les dije a los porteros lo que me suceda. Ellos subieron donde me haba pasado esto, y les ense donde yo o la voz al ir a colocar la ropa. Ellos creyeron que yo tena la tensin baja, que me fuese a un psiquiatra. Yo pensaba en esto y entonces me dijo el Seor que me dara pruebas de dolor al verle. Primero o la voz; luego entr en la habitacin, y se me ilumin toda la habitacin y vi una nube como de algodn que se iba desparramando, y sobre esa nube se iba formando el Seor. Yo anteriormente en el clnico, en una ocasin que me operaron, vi lo mismo que en esta ocasin, pero yo no crea que era el Seor sino

efecto de la anestesia. Entonces vi que era una cosa que lo estaba viendo, que era real. Entonces me dijo que rezsemos por la paz del mundo y por la conversin de los pecadores, que nos amsemos los unos a los otros, que el mundo est en un gran peligro. Tambin la Santsima Virgen Dolorosa en la pradera pidindome que se rece el santo Rosario, que se confiesen, que se comulgue, que el Seor est muy olvidado, que antes de ir a comulgar confiesen sus pecados, porque se estn cometiendo muchos sacrilegios, que se rece el santo Rosario con lo que se puede sal (se pierde el texto original y se retoma en lo siguiente) Me salen unas llagas en las manos, en la frente, en el costado, en los pies y en las rodillas. Yo no me he visto nada en las manos, pero lo he visto en un video. Me ha visto un mdico; le llam porque quera someterme a un estudio. Yo llam al mdico que tena que me inspiraba mucha confianza por que es un seor muy catlico y muy bueno. El cogi la sangre y me vio las llagas (en el xtasis) y cmo desaparecan. El piensa que no es una cosa natural. Al principio me pas una semana entera, luego se me quedo el jueves y viernes, luego los primeros viernes de mes, ahora me suele pasar varios viernes. (Julita, la seora donde trabaja): Varias veces he visto esto que le ocurre a ella: Digamos que son unos agujeros en las manos; en la frente tal como si tuviese la corona de espinas, en el costado, los pies cuando ella entra en xtasis en la cama, le quedan montados uno sobre otro, y el agujero taladra ambas caras de los pies. Y antes los primeros viernes le quedaba un corazn en el centro del pecho como en relieve,

traspasado como si fuese por una flechota o una lanza. (Amparo): Yo no entiendo ni de derechas ni de izquierdas ni de centro. Slo cuando se me apareci la Santsima Virgen me dijo: "Que vengan a rezar el Santo Rosario", no me dijo ni de derechas ni de izquierdas ni nada as, que fuesen todos. Yo no cojo absolutamente dinero. Lo nico que me importa es la salvacin de las almas. (Le preguntan por el olor) Tambin dicen que es un spray. Yo estoy aqu desde las seis, y no voy a llevar un spray en el bolsillo. Me ha quedado desde lo que me ha pasado en las llagas. Esto no lo puede provocar nadie, yo creo que es un aroma que solo Dios puede provocarlo. (Iigo da testimonio de que percibe este aroma). (Julita contesta a una pregunta sobre sus bilocaciones): La primera vez, ella estuvo cenando en mi casa, y cuando fue mi esposo y mis nios a llevarle a su casa y la vieron all que haba estado toda la tarde, con su esposo que estaba enfermo, y con sus hijos. Cuando vino mi marido y me lo cont, me tuve que sentar. (Le preguntan sobre si hace profecas): Cuando el primer atentado que tuvo el Papa, que iba a venir a Espaa, yo dije: El Papa vendr a Espaa como dice, porqu tendr un atentado, pero no morir hasta que no venga aqu. Tambin cuando pas ese golpe de Estado en Madrid, yo saba que iba a pasar algo gordo, entonces yo dije a Julita (su seora): pero no se preocupe, que no va a pasar absolutamente nada. Va a servir para reflexionar esa noche a todos ellos. II. MENSAJES RECIBIDOS POR AMPARO CUEVAS RESUMEN DE LOS PUBLICADOS NOTA PREVIA: Por qu ms mensajes? Acaso no es suficiente el

Evangelio, y todo el Magisterio de la Iglesia? S, son suficientes y sobreabundantes los medios que tenemos para santificarnos; pero apenas los usan gran parte de los catlicos, y por ello van por el camino ancho de la perdicin. De esta grave situacin religiosa del pueblo de Dios y del mundo, se quejan repetidamente los Papas. As Po XII: "Escuchad de labios de vuestro Padre y Pastor un grito de alerta: No nos podemos quedar mudos e inertes ante un mundo que camina por derroteros que llevan a l abismo almas y cuerpos" (1954, Mensaje en la festividad de Nuestra Seora de Lourdes). Situacin religiosa que se agrava hasta clamar Pablo VI por la "autodemolicin de la Iglesia" (7.XII:68) y "el humo de Satans que ha (se pierde el texto original y se retoma en lo siguiente) blo II define al hombre contemporneo "distante de las exigencias del orden moral, de la justicia y ms aun del amor social" (Red. Hom. 16). Y en la Dives in Mis. (11s) describe esa distancia: "los atropellos de individuos y naciones, no son slo cosas del pasado"; "un gigantesco remordimiento porque al lado de hombres y sociedades saciadas cientos de millones pasan hambre, y mueren de hambre"; "la

desacralizacin: el hombre y la sociedad, para quienes nada es negado, van decayendo moralmente...". Es decir, tanto las personas como los Estados se apartan cada vez ms de la ley de Dios. Por ese alejamiento de Dios, no haciendo caso a los Papas ni utilizando debidamente los grandiosos medios salvficos regalo de nuestro Padre, ste en un ltimo prodig esfuerzo nos avisa con mensajes y prodigios, que si debidamente examinados prueban su carcter sobrenatural, sera insensatez, e incalificable desprecio a Dios, no atenderlos. Por algo S. Pablo ensea: "No despreciis las profecas" (1 Tes. 5,20); la Iglesia primitiva las estimaba mucho (cfr. Hech. 2,7s; 11,27s; 19,6; 1 Cor. 14,26s, etc.) y el Vaticano II nos recuerda que los carismas extraordinarios "deban ser recibidos con gratitud, pues son muy tiles" (L. G. 12). Utilidad extraordinaria que aparece en la historia, con el refrendo de la Iglesia: Las apariciones del Sagrado Corazn a santa Margarita Mara (1673-5), las revelaciones profticas a Santa Catalina Labour (1830) con la Medalla Milagrosa; las de la Salette (1846); las de Ftima (1917); etc. En concreto, bien pueden ser autnticos (aunque hemos de estar siempre dispuestos a acatar el juicio definitivo de la iglesia) los mensajes que tratamos, da- (se pierde por ultima ves el texto original y se retoma en lo siguiente) paro, obediente a su director espiritual, los buenos frutos que producen, y su confirmacin por una serie de prodigios inexplicables, plenamente comprobados. * *

* La razn de estas apariciones es que Jess (J.) y la Virgen (V.), muy doloridos, piden a los hombres que se conviertan, de lo contrario vendr un gran castigo. Aunque tambin anuncian para despus un perodo de extraordinaria religiosidad universal, y esplendor espiritual de la Iglesia. (Al final de las citas anotamos la fecha del respectivo mensaje, procediendo de J. o de V. segn de quien procedan. En NOTAS hacemos referencia a profecas anlogas, bblicas y privadas). La pleamar de pecados: Dolor de Cristo y de la Virgen "Dios siembra la semilla en los corazones, pero sucede que la mayora de los corazones, llenos de abrojos, no dejan crecer la semilla. Ms les valiera no haber nacido... Que no ultrajen el Divino Corazn de Jess... mi Pursima Madre tiene el Corazn traspasado de dolor por tantas ofensas hechas a su Hijo". "Dios en un segundo puede arrojar al fondo del infierno al blasfemo, al impuro, al incrdulo, a los hipcritas... puede hacer arder en la tierra a toda la gente impura, blasfema, sacrlega". "Vi a la Virgen: tiene una cara bellsima, aparente unos 19 20 aos, estaba muy triste y le caan dos lagrimas por las mejillas, estaba de rodillas, con un manto negro, y una capucha en la cabeza, me mir muy triste". "Muchas almas estn errantes, esperando que alguien las salve" (1, V, 81). "El pecado de impureza ofende mucho al Seor (V. 10, V, 81). "Apareci la Santsima Virgen Dolorosa, estaba llorando como nunca la haba visto antes. Me dijo que lloraba por tantas ofensas y

blasfemias que se cometen contra Ella". (4, VII, 81). "La humanidad no quiere escuchar las palabras de mi Santsima Madre; est triste, llora por todos los pecadores, con sus lgrimas y sus dolores quiere redimiros a todos, siempre est pidindome que tenga piedad de todos. Pero Yo le contesto: Y de Ti, Madre Ma, quin tiene piedad? Te estn constantemente blasfemando, calumniando, desprecindote" (J. 6, VII, 81). "Mira, hija ma, como est mi Corazn, traspasado de espinas por los dolores que me causan tantos pecadores, y tantas blasfemias que profieren constantemente contra mi Hijo y contra M. Mi Corazn sangra por todos mis hijos". (V. 2, X, 81). "Yo soy la Virgen de los Dolores. Deseo en este lugar una capilla que se llame de Nuestra Seora de los Dolores, para que vengan de todo el mundo a compartir conmigo los dolores que estoy constantemente padeciendo por toda la humanidad, y a meditar la Pasin de mi Hijo... el mundo esta muy mal" (V. 14, X, 81). El 8, I, 82 y el 29, V, 82 repite lo de la capilla, y el 6, X, 81: "Diles a todos que no vendrn las gracias que necesitan sino cuando se haya satisfecho el deseo mo de hacer una capilla en el lugar que te he indicado, para meditar la Pasin de mi Hijo". Y que en ella "se renan

todos aquellos que quieran ser apstoles de los ltimos tiempos, que vengan a meditar para la salvacin del mundo" (V. 1, I, 83). "Me gustara tanto que levantasen una capilla en honor a mi nombre para meditar la Pasin de mi Hijo que est muy olvidad; y que todo aquel que haya recibido alguna gracia especial que lo comunique, con el fin de dar testimonio para la salvacin de muchas almas" (V. 26, XII, 82). "Ay, hija ma, que dolores tan horribles! Date cuenta de lo que pas mi Hijo en la Cruz, y lo que pas Yo al pie de la Cruz, abrazada, destrozada, desgarrndose mi Corazn... Mi Hijo y Yo somos constantemente ofendidos" V. 16, X, 81). "Los hombres no cambian, siguen cometiendo sacrilegios y crmenes, son unos ingratos... cada da peores... el mundo est muy mal" (J. 20, XI, 81). "El mundo est al borde del precipicio; la masonera se ha metido en la Iglesia" (J. 11, XII, 81); lo repite la Virgen el 22, I, 83. "Cada da los humanos son peores (V. 11, XII, 81). "El mundo est invadido de pecado, no hay nada ms que perversidad, no hay amor al prjimo... El Padre Eterno est muy enfadado... el cliz est lleno hasta el borde, se est derramando" (J. 18, XII, 81). "Me crucifican de nuevo, mi Corazn es un abismo de dolor; esas almas ingratas me pisotean, me desprecian; no se dan cuenta que ellas solas se van marcando el camino de su condenacin" (J. 8, I, 82). "Cuntas almas hay que ante los ojos de los dems son justos, y ante los ojos de mi Padre estn condenados!... Me pesa tanto la Cruz porque muchas veces no saben apreciar este sufrimiento tan horrible: date cuenta que se estn condenando constantemente tantas almas por

su propia voluntad. Porque no se condenaran las que no me conocen, pero las que conocindome me han despreciado para seguir una vida de placeres, de pecados, no saben lo que les espera". "Di a todos mis hijos que no hacen caso del Evangelio y de la Iglesia Catlica, que fuera de mi Iglesia no hay salvacin... Que se aparten de los pastores falsos que predican doctrinas contrarias a las mas y a las de los Apstoles" (J. 15, I, 82). "Hija ma, qu pena da la humanidad! Estn vacos, no piensan ms que en divertirse" (V. id). "Los humanos no piensan ms que en divertirse y cometer pecados. Di a todos los que estn publicando doctrinas falsas, que no entrarn en el Reino de Dios, que se sometan a la ley de los Evangelios, que es la que ha dado la Iglesia, porque fuera de la Iglesia de Cristo no hay salvacin" (V. 16, VI, 82). "Cristos falsos quieren confundiros a todos para apoderarse de las almas. Tened cuidado con los falsos profetas" (V. 2, X, 81). "En muchos Sagrarios se est profanando mi Cuerpo" (J. 31, III, 82). "Profanan el Cuerpo de mi Hijo, despreciando su Sangre Redentora. Viven en pecado mortal sin miedo" (V. 5, III, 82). El pecado de los consagrados "Ya s, hija ma, que ests pidiendo mucho por los sacerdotes. Muchos sacerdotes no son dignos ni de una oracin, son los que estn constantemente ofendiendo a mi hijo. S, hija ma, algunos sacerdotes ministros de mi Hijo, por su mala vida, por sus errores, irreverencias, hija ma, por su mala disposicin al celebrar los santos misterios, por el amor al dinero, al honor y a los placeres carecen de la debida pureza, hija ma. Los pecados de las personas consagradas claman al

cielo y atraen la venganza, hija ma, He aqu, que la venganza est a las puertas, porque ya no se encuentra casi nadie para implorar misericordia y perdn para el pueblo, no hay almas generosas; ni hay casi nadie digno de ofrecerle una victima sin mancha al Eterno a favor del mundo; Dios va a castigar de una manera sin precedentes Ay, hija ma; pobres de los habitantes de la tierra y de los ministros de la Iglesia. Dios va a lanzar su castigo y nadie podr sustraerse a tantos males juntos. S, hija ma, algunos sacerdotes ofenden mucho a mi Hijo; muchos de ellos no son dignos de celebrar los sagrados misterios de la Eucarista por su falta de fe y por sus manos manchadas de impurezas. Vendr un castigo sobre todos ellos, pues ellos tienen todava ms responsabilidad que otros, porque estn condenando a muchas almas. S, hija ma, los jefes y los guas del pueblo de Dios han descuidado la oracin y la penitencia y el demonio ha oscurecido sus inteligencias. Los malos libros abundarn en la tierra; los espritus de las tinieblas esparcirn por todas partes el relajamiento universal, en todo lo que pide el servicio de Dios, hija ma. El Vicario de mi Hijo tendr mucho que sufrir, porque durante un tiempo la Iglesia ser entregada a grandes persecuciones; ser el tiempo de las tinieblas; la Iglesia tendr una crisis horrorosa. S, hija ma, se abolirn el poder civil y el eclesistico. Cada individuo tendr que guiarse por s mismo e imponerse a sus semejantes. Toda justicia ser hollada y no se ver pronto por todas partes otra cosa que homicidios, odios, discordias, sin amor en la humanidad ni en las familias. S hija ma, s, muchos sacerdotes estn destruyendo el amor a mi Hijo, muchas almas se estn condenando por el mal ejemplo de todos

ellos. No quiero pensar en el castigo que se les avecina. Hijos mos, ayudadlos a todos con vuestras oraciones; pedid por ellos y haced muchos sacrificios; pedid que se purifiquen sus almas, hijos mos. Mi Hijo lleva una Cruz muy pesada por todos ellos" (V. 20, XI, 81). "Satans se ha apoderado de muchos de mis hijos, predilectos de mi Hijo" (V. 2, X, 81). "Hasta algunos ministros de Dios, sacerdotes y obispos, han descuidado la oracin y la penitencia, y el demonio se ha apoderado de ellos; han llegado a ser esas estrellas errantes que el viejo Dragn arrastrar con su cola Para destruirlos" (V. 11, XII, 81). "Algunos obispos y sacerdotes descuidan la oracin, no tienen fe... algunos estn cometiendo constantemente pecados de impureza. En la Iglesia hay muchas polticas que desvirtan la religin. En muchos conventos se est destruyendo la fe catlica y no hacen caso. Tienen amor al dinero; viven como el rico avariento" (J. 18, XII, 81). "Gran parte del clero, sacerdotes, obispos, cardenales, van por el camino de la perdicin y por ellos se estn condenando muchas almas" (V. id). Se repiten las quejas amargas acerca de los pastores, v. gr. 22, I, 83; y el 20, I, 83: "Hacen de la Iglesia guarida de ladrones y de pecado". "Muchas de mis almas escogidas desean gozar de los placeres de la vida, y se pierden, porque mi camino es de sufrimiento y dolor: lo nico que les dara fuerzas para seguir sera la cruz, pero la desprecian, la pisotean, no quieren saber nada de ella" (J. 15, I, 82). "Muchas de las almas consagradas estn obrando su propia condenacin. Hay sacerdotes que por su vida de laceres, por su soberbia y por su poco amor a Dios, celebran los santos misterios por amor al dinero. Me estn crucificando diariamente por su falta de

amor a los dems. Muchos de ellos creen que estn dando culto a Dios y lo dan al diablo. Todos aquellos falsos ministros de cristo que mezclan polticas y doctrinas falsas, no sern llamados hijos de dios. Pobres almas consagradas que se precipitan en el pecado, Qu pena me dan!" (J. 5, II, 82). "Tambin hay muchas almas que me siguen a medias: se comprometen a llevar la cruz, pero cuando pasa un poco de tiempo, la pisan y gritan: Quiero ser libre, fuera la cruz, quiero gozar! Estas son mis almas consagradas que por gozar un segundo se condenan toda la eternidad" (J. 26, II, 82). En otra ocasin oy tambin a la Virgen: "La Iglesia la estn destrozando los mismos sacerdotes que van por el camino de la destruccin. Que se ocupen ms de las cosas de dios, que no tengan tanto amor a lo terreno, pues no tardando mucho lo dejarn todo; que no hacen oracin. El sacerdote tiene que llevar el hbito como ministro de Cristo; sin el hbito no tienen respeto a las cosas de Dios, cometen muchos pecados de impureza. El sacerdote es como Cristo en la tierra. Se den cuenta que Satans est suelto". "Est muy triste la Virgen". "Alguna vez acaso no se consagre el Cuerpo de mi amado Jess porque el sacerdote, con sus manos manchadas por el pecado ha perdido la fe en mi amadsimo Hijo y no hace intencin de consagrar" (V. 20, XI, 81). Visiones de la Pasin, del infierno y del cielo Cristo por su Pasin sufre por los pecados, redimindonos de ellos. En casi todos los mensajes hay alusiones a su sufrimiento. En cuatro

ocasiones especialmente nos transmite sus visiones de la Pasin, aunque tambin el 18, XII, 81 y en otras ocasiones ha tenido visiones de ella. "Jess sigue por el camino todo lleno de piedras con la cruz al hombro, est todo lleno de sangre. Los verdugos le vuelven a dar golpes, le vuelven a empujar con la cruz; el Seor no puede ms, va andando, tropezando, le van dando latigazos! El hombro derecho lo tiene todo ensangrentado; le han tirado la ropa; le han roto la tnica; le caen chorros de sudor con sangre por toda la cara. Cmo sufre el Seor! Mira a todo el mundo; nadie se compadece de l. Cmo le miran con rabia! Tiene mucha fatiga; se cae, se cae debajo de la madera; le levantan esos hombres fuertes; a tirones le rompen la ropa; se le ve la espalda llena de sangre; le faltan trozos; le dan patadas para que se levante. Le agarran del cuello; le tiran del pelo; le dan con un ltigo sobre el cuerpo; con los puos serrados le dan golpes en la cara; le vuelven a dar patadas; vuelve a caer la cruz encima de l; vuelve a sangrar chorros; la cara le cae sobre la tierra, sobre las piedras Ay, cmo sangra, cmo tiene la cara llena de polvo, llena de barro; no parece mi Jess siquiera! Viene la Virgen, le est viendo de esta forma; la Virgen se agarra el pecho; se marea la Santsima Virgen; la cogen entre dos mujeres; el seor la mira, le dice: "Madre ma, no sufras". Qu dolor ms grande! La Virgen le mira con los ojos muy abiertos; el Seor no la puede mirar, tiene los ojos que no los puede abrir; los tiene ensangrentados. Qu cara tiene! El Seor sigue andando con la cruz, la Virgen sigue detrs de l, no puede ms. Se dice uno a otro de los verdugos: este

hombre va a morir antes de llegar al Calvario. Entonces llaman a un hombre que sale de entre todos los que hay all y le dicen: Cunto nos cobras por llevar la cruz al Nazareno? Se llama Simn, ha cogido la cruz del Seor. Se ha vuelto a caer el Seor, le escupen otra vez, le dan golpes, el Seor mira otra vez e su Madre; su Madre le sigue llorando, agarrada a las dos mujeres. Mira hacia todos; todos se estn riendo de l. Le dicen: Vaya un rey que no puede ni con un madero" (V. 25, XII, 81). "Veo al seor, ya no lleva la cruz, va entre mucha gente, hay muchsima gente, va tropezando, le van empujando, veo una mujer que sale de entre la gente, coge un pao, se lo da al Seor que tiene toda la cara ensangrentada, el Seor se limpia la cara con ese pao; se ha secado toda la cara, se lo devuelve otra vez a esa seora, ella lo coge, se lo guarda. Todos le lanzan muchos gritos: Vaya un rey cobarde! Pdele a tu Padre que te salve... Le insultan y dicen palabras muy feas. Hay muchas mujeres que sacan a nios hacia donde va el Seor, el Seor les pone las manos a los nios por encima de la cabeza; a algunos de ellos los aprieta junto a S, as contra un lado, la gente se pone en medio del camino, no dejan pasar al seor; entonces los verdugos empujan a la gente; empiezan a darle empujones otra vez al Seor; el Seor los mira a todos y les hace con la mano la seal de la cruz; entonces uno le da en la mano con un palo. Al Seor le vuelven a empujar y le tiran, le vuelven a dar patadas unos por un lado, otros por otro. Lo oigo que dicen unas palabras que yo no entiendo. Seor, dmelo que lo entienda, Ay, que no entiendo lo que

estn diciendo! Ahora el Seor est sentado en una roca grande de piedra. El Seor mira para arriba al cielo y le implora a su Padre y le dice: Padre mo, Padre mo! Luego mira a toda la gente que est all; mira a todos con una mirada de pena. Otra vez vuele a mirar para el cielo y le dice: Aydame! Entonces empiezan a rerse de l y le dicen: Mrale, el de los milagros pide ayuda; haz un milagro y te dejaremos libre. El Seor no les dice nada. Van cuatro soldados; los mismos verdugos que le han estado dando, le tiran de la ropa, le dan unos tirones, se le arranca la carne, tiene la espalda que le faltan pedazos. Ahora le quitan la corona de espinas de un tirn. Le vuelven a poner otra vez una ropa de color blanco, le ponen la corona y empujan para abajo con fuerza; le empieza otra vez a correr la sangre por toda la cara. Ay, Dios mo! Ay! La ropa la tiene mojada de sangre otra vez, el Seor va fatigado no puede ms, va cuesta arriba tropezando con las piedras. Llegan arriba al monte, all tiene la cruz extendida en el suelo; no es una cruz como la que vemos nosotros; tiene dos palos para arriba, dos palos. Le mandan al Seor que se tienda sobre la cruz, el Seor mira para el cielo, le caen lgrimas de los ojos como sangre, le atan con unas cuerdas a la madera; ahora le clavan la mano derecha, empiezan a tirar del brazo izquierdo, pero el palo es ms largo que el brazo y no le llega a donde han hecho el agujero; coge uno de los verdugos y se pone encima del Seor, le aprieta, le aprieta, le tiran del brazo fuertemente, el Seor se retuerce de dolores; el del lado

izquierdo empieza a tirar otra vez del brazo. Ay, Dios mo! Cuando le estn clavando se oyen los ruidos de los martillazos, brota sangre de las manos. Ay! Se retuerce el Seor de los dolores; el Seor dobla las piernas; se retuerce para un lado y para el otro, le estiran otra vez las piernas con cuerdas, y le atan la cintura y le aprietan. Los pies se los atan con una cuerda a la madera. Empiezo de nuevo a sentir los martillazos en los pies; el Seor mira para arriba, para el cielo; toda la cara la tiene ensangrentada; el Seor est hablando y mira para el cielo y pide a su Padre que le ayude. Ay, Dios mo, esto es horrible, esto es horrible! Ay, Seor! "S, hija ma, este tormento que t sientes es el que siento Yo todos los das por esas almas que me ofenden con tantos pecados de impurezas; y como profanan mi cuerpo! Esto lo hacen diariamente; me clavan todos los das, por eso te pido, hija ma, que seas vctima de mi Pasin porque Yo acept con resignacin la ltima voluntad de mi Padre, que era sufrir, sufrir hasta el fin; y todo lo hice para borrar el pecado de tantos pecadores, para que todos pudiesen alcanzar mi Reino; pero no tienen corazn, son crueles, estn cometiendo ofensas constantemente". "Si me quieres dar gloria, hija ma, y quieres que se salven tantas

almas, deja que haga de ti lo que quiera, y abandnate a mi amor" (J. 8, I, 82). Jess est en la Cruz ofrecindose. Se ven muchos soldados a caballo; uno de ellos lleva un papel, lo extiende y toca una trompeta para que escuche la gente y lo lee: "Jess Nazareno, Rey de los Judos" Este letrero ser puesto sobre la Cruz del Nazareno. Empiezan a gritar todos: Nosotros no tenemos ms rey que el emperador de Roma: Fuera ese cartel! Estn gritando: Pilato, no escribas Rey de los Judos; escribe: Este blasfemo ha dicho: Soy Rey de los Judos. Pilato les est diciendo muy enfadado: "Lo escrito, escrito est". Hay muchos soldados con espadas. Van a crucificar a dos hombres con Jess; estn atndolos; los clavan. La gente se burla; le sacan la lengua, le escupen, se ren. El Seor los mira, no puede abrir los ojos; inclina la cabeza para abajo; se est muriendo Dios mo, se est muriendo! Que dolor siento ms horrible! Otra vez levanta el Seor la cabeza. Le estn insultando unos que llevan unas tnicas blancas verdes y largas, se ren y estn diciendo: Mira el milagroso hipcrita, No curas enfermos? No destruyes el templo y lo construyes en tres das? Slvate; bjate de la cruz. Se estn riendo: Mira, a otros ha salvado y no se salva l. Vaya un Rey de Israel; baja, slvate y te creemos. Y si no que te salve tu Padre, que es tan poderoso y tanto te quiere. Hipcrita, farsante! Los dos que han sido crucificados tambin le insultan y le estn diciendo:No eres Cristo? Por qu no te salvas y nos salvas a nosotros tambin? T no

eres Cristo, eres un malhechor. El Seor mira al cielo y dice: "Padre mo, Padre mo, no los condenes; perdnalos, no saben lo que estn diciendo". Uno de ellos le dice el Seor: "T eres el verdadero Hijo de Dios; Jess Nazareno, acurdate de m cuando ests delante de tu Padre. Perdname todos mis pecados". El Seor le mira; no se le entiende lo que dice; se sta muriendo. Le mira otra vez y le dice: "Todos tus pecados te son perdonados, hoy vendrs conmigo al paraso" (J. 5 II, 82). Es de fe que ni Jesucristo ni la Santsima Virgen sufren ya lo ms mnimo en el cielo. Sin embargo, -del mismo modo que los videntes viendo la Pasin sufren como si fuese ahora-, el dolor de entonces, producido por los pecados de hoy, es actual. En este sentido hay que entender las expresiones del Seor y de la Virgen en sus apariciones. El Seor explica (26, III, 82): "Yo sigo sufriendo porque el mundo sigue, y para M no hay pasado ni futuro, para M todo es presente". Todo era presente en su Pasin: y a la inversa, su Pasin es actual en ese sentido. * * * El gran castigo del pecado es la prdida del cielo, y el infierno eterno: "Qu horrible es estar en el lago de llamas! Hija ma, mira un instante cmo es. (Amparo muestra indescriptibles expresiones de horror). No, hija ma, no te horrorices; el que va al fondo de ese lago es porque quiere" (V. 16, X, 81).

"Estoy viendo un planeta oscuro lleno de cieno que huele mal; veo muchos seres abominables luchando unos contra otros, blasfemando; estn metidos hasta la cintura; ahora huele a azufre; se oyen gemidos por todas partes; es horrible. S, hija ma, mira sus rostros desencajados por los sufrimientos; no se oye nada ms que lamentos; mira, no hay ni un bosque, ni un ro, no hay nada ms que oscuridad, tinieblas. No es triste pensar que se condenan todos por su voluntad? No te creas, hija ma; que para eso les estoy dando constantemente avisos, porque no quiero que se condenen. Pero son ingratos, no quieren hacer caso. Mira, hija ma, qu distinto es este astro; estas estrellas que estn separadas de la tierra, son las moradas en la que est la vida eterna. Mira qu separacin hay tan inmensa de la tierra; mira que lagos tan inmensos de colores; mira qu almas ms puras; mira qu prados ms llenos de bellas flores; mira qu rboles de bellos frutos como jams has visto en ninguna parte de la tierra. Yo creo que vale la pena sufrir para gozar aqu toda la eternidad, hija ma" (V. 11, III, 82). "Mira, hija ma, ves esos puntos luminosos qu pequeos son? Parecen una luz de bombilla, pues son astros sobre los que hay una vida eterna. Esa es la tierra prometida. Nunca el hombre podr descubrir la grandeza de este tesoro rodeado de tanto misterio" (J. 19, III, 81). Amparo ve una morada celestial llena de luz, incluso las rocas despiden luz. Ve personas rodeadas de luz gozando de la presencia del Seor. Jess desprende de todo su cuerpo una luz que llena de felicidad (14, I, 83. "El Cordero es la luz de la Jerusaln celestial... no

necesitarn luz de lmpara ni de sol, porque el seor Dios los iluminara" Apoc. 21, 23, 22, 5). Oracin y penitencia Para convertir a los pecadores -y para resistir las tentaciones-, no hay otro medio. Es lo que Jesucristo y Santa Mara nos piden insistentemente en todos los mensajes. Algunas de sus frases (cuyas ideas se repiten sin cesar): "Rezad mucho y haced mucha penitencia pera que todos os salvis. Cuanto ms sufris y ms sacrificios hagis ms os amo, porque as me ayudis a sufrir y a pedir por tantos pecadores que tanto lo necesitan" (J. 22, X, 80). "Hija ma, sufre, que Yo tambin sufro por todos vosotros. Rezad mucho, haced mucha penitencia, es de la nica forma que se llega a mi Hijo, vale la pena sufrir" (V. 2, X, 81). "Os pido, hijos mos, que recis mucho, que mi Hijo est esperando vuestras oraciones; rezad, hijos mos, mucho porque muchas almas estn condenadas porque no ha habido nadie que haya rezado por ellas" (V. 14, X, 81). "Rezad por los que no rezan y haced penitencia por los que no la hacen" (V. 3, VII, 82). "Que enmienden sus vidas, que vistan con pudor sus cuerpos, que no cometan tantos pecados de impureza" (J. 2, IV, 82). "Di, hija ma, a cuantos hicieran algn sacrificio, que lo ofrezcan para la salvacin de toda la humanidad. Todos los sacrificios tienen valor, todo lo que se ofrezca a mi Hijo Cristo Jess. Decid cuando hicieseis algn sacrificio: Jess mo por tu amor, todo lo ofrezco por la conversin de los pecadores, por la conversin de Rusia, y por el Corazn inmaculado de tu

Madre Mara Santsima. Ofrecedlo, hijos mos, pero que nadie se entere, que lo que haga vuestra mano derecha no lo sepa nunca vuestra mano izquierda. Hija ma, ofrcete a dios para soportar todos tus sufrimientos, que l te ayude en reparacin por los pecadores, por tantas ofensas hechas a mi Hijo y a M. Deseo repetirte, hija ma, ofrcelo todo por la conversin de los pecadores, pero sobre todo, acepta y soporta con humildad los sufrimientos que mi Hijo te enva, ofrcelo, hija ma. Mira, date cuenta de que todo el que es hijo heredero de Dios y heredero de Cristo tendr que padecer con l a fin de que reciba con l su gloria" (V. 16, X, 81). "Recibe esta cruz con todo respeto y amor por la salvacin de tantas almas que estn en pecado mortal. Ofrcelo al Padre Eterno; dile: Padre eterno, por la Pasin de tu Hijo, por lo que l sufri, por esos dolores tan inmensos, yo me uno a esa Cruz. Oh Padre mo! Oh Padre celestial, mira las l agas de tu Hijo, y dgnate recibirlas para que las almas se abran a los toques de la gracia! Que los clavos que taladraron sus manos y sus pies traspasen los corazones endurecidos por el pecado. Que su sangre los ablande y los mueva a hacer penitencia. Que el peso de la Cruz sobre los hombros de tu divino Hijo mueva a las almas a descargar el peso de sus delitos en el tribunal de la penitencia. Te pido, Padre eterno, por todas esas almas. Por la Pasin de tu Hijo te ofrezco todos mis dolores. Tambin te ofrezco, Oh Padre celestial!, esta corona de espinas de tu amado Hijo; por estos dolores te pido por los sacerdotes: que su vocacin sea ms grande, que sean puros, que sean buenos hijos de Dios, dignos de consagras los santos

misterios de la Santa Misa. Tambin te ofrezco lo que padeci tu Hijo clavado en esa Cruz, su ardiente sed y todos los dems tormentos de su agona por todos los pecadores, para que se arrepientan de sus culpas y para que por esa perseverancia con que tu Hijo te rog por los mismos que le estaban crucificando y con esa humildad te peda: "Perdnalos, que no saben lo que hacen", te ruego que concedas a todas las almas que tengan un gran amor al prjimo y que sean fieles a tu Hijo. S, Dios mo, te lo ruego porque Jess me lo pide. Pdeme que te ayude, que Yo te reconfortar. Date cuenta de que al que ms amo es el que ms sufre, djate poseer por m y consumir. Vive por M, y por la salvacin de las almas ofrcelo todo; no lo olvides, hija, que las almas que Yo escojo tienen que ser vctimas del dolor, pero valen la pena el sufrimiento y el dolor. Ayuda a salvar muchas almas, no consientas que se alejen de M. No temas, Yo no te pido nada ms que buena voluntad, esfurzate cuanto puedas para mostrar que me quieres" (J. 11, XII, 81). "Es preciso que sufras, es preciso que se salve una tercera parte de la humanidad" (J. 20, XI, 81). "Seguid extendiendo las plegarias de vuestra Madre, a ver si por lo menos podemos salvar una tercera parte de la humanidad" (V. 15, I, 82 etc.). "Las moradas de mi Hijo estn casi vacas, las del enemigo estn llenas" (V. 25, IX, 81). Preguntada Amparo, confirm que la mayora de las almas se condenan; lo cual fue siempre la opinin tradicional en la Iglesia, y la Virgen se lo dijo tambin a Luca de Ftima. El Rosario La exhortacin a que recemos el Rosario, es lo que ms se repite,

v.gr.; "Hija ma, no dejis de rezar el Santo Rosario, que rezado con devocin tiene mucho poder, os pido muy poco" (V. 22, XI, 81; 2, X, 81). "Diles a todos que recen mucho el Santo Rosario, para que se aplaque la ira de Dios Padre" (J. 6, VII, 81). "Meditad un ratito despus de (enunciar) cada misterio" (V. 14, X, 81). "Es conveniente que recis los quince misterios. Corre mucha prisa salvar muchas almas, y en cada Rosario se salvan muchas. Hay que ayudar a mi Hijo, y tambin hay que consolar al Padre Eterno" (V. 23, X, 81; 11, XII, 81; 18, XII, 81 etc.) "Diles a todos que recen el Rosario en todos los lugares del mundo. El Santo Rosario es lo que ms me agrada; es mi plegaria preferida (esta misma frase la repiti el Papa J. P. II en mayo en Ftima); la que tiene ms poder y fuerza para la salvacin del mundo". "Que sean constantes; Yo les dar fuerzas a todos para poder extender el Santo Rosario por cualquier parte del mundo. Que no se acobarden, que vayan de pueblo en pueblo. Tendrn muchos obstculos, les pondrn en algunos sitios muchos inconvenientes, pero que sigan, que sigan con el Santo Rosario, que es muy importante. Con el Santo Rosario se puede salvar toda la humanidad y evitar una gran guerra. Rezar el Santo Rosario es lo que ms os cuesta a vosotros y lo que ms me agrada a M. Los que puedan que recen los quince misterios" (V. 15, I, 82). "Diles a todos que me agrada mucho que vayan de pueblo en pueblo rezando el Santo Rosario. El Santo Rosario es lo que ms poder tiene; con l se puede salvar toda la humanidad. YO PROMETO A TODO EL QUE RECE EL SANTO ROSARIO DIARIAMENTE Y COMULGUE LOS PRIMEROS SABADOS DE

MES, ASISTIRLE EN LA HORA DE LA MUERTE. Con el Rosario practicaris los mandamientos, aprovecharis la frecuencia de los sacramentos, procuraris cumplir con perfeccin vuestros deberes cristianos, lo que Dios quiere de cada uno de vosotros (es decir: con el rezo del Rosario obtendremos gracias, ayuda de Dios, para ello). Por cada Rosario que recis se salvan muchas almas. Aplicadlo por la conversin de los pecadores, es de lo que ms necesidad tenemos" (V. 8, I, 82). "No mezclis polticas en mis Rosarios, que la poltica no sirve frecuentemente nada ms que para odios y para destruccin del mundo" (V. 16, X, 81). Confesin sacramental y Eucarista (Primeros viernes y sbados de mes) "Diles que Cristo Jess ha dicho que se reconcilien con Dios todos los das (acto de contricin). Que los que no lo han hecho, se confiesen (antes de comulgar, los que no estn confesados) y comulguen los primeros sbados de mes, tambin los primeros viernes en honor del Corazn de mi Hijo; que a todos los que los hagan, les dar mi Hijo vida eterna y los resucitar en el ltimo da" (V. 16, X, 819. "Diles a todos que como no confiesen sus culpas y se arrepientan, el Padre Eterno los mandar al lago de azufre por toda la eternidad" (J. 23, X, 81). "Diles, hija ma, que tengan confianza en Dios y confiesen sus culpas, que se arrepientan, que se den prisa" (V. 15, I, 82). "Que han de confesar sus culpas antes de recibir mi Cuerpo, que dejen de cometer sacrilegios; me agradara que me recibiesen de rodillas y con amor; que a ser posible, no toquen mi Cuerpo manos que no estn consagradas" (J. 2, IV, 82). "Acercaos a la Eucarista, pero antes

acudid al sacramento de la confesin" (V. 2, IV, 83). "Hay que ser ms constantes en recibir la sagrada Eucarista. Es muy importante comulgar los primeros viernes de mes con mucha devocin" (V. 1, V, 81). "Acercaos ms a la Eucarista; sed constantes en recibir el Cuerpo de Jess; comulgad los primeros viernes de mes" (V. 10. V, 81). "Que se acerquen a la Eucarista; all estar Yo para ayudarles a perseverar y darles fuerzas para querer a esa Madre tan buena" (J. 6, VII, 81). "Diles que todos los que comulguen con devocin los primeros viernes de mes, se salvarn" (V. 28, VII, 81). "Diles que comulguen los primeros sbados de mes en honor de mi Corazn que est traspasado de espinas" (V. 2, X, 81). "Diles que hagan una visita al Sagrario, que mi Hijo se encuentra muy triste esperando la visita de todos ellos; que no se acuerdan de nosotros y nosotros estamos constantemente pensando en todos" (V. 2, X, (1). "Hay que visitar mucho al Santsimo Sacramento, pues mi Hijo est muy triste y muy slo; pero antes (es ms importante) hay que ser muy buenos" (V. 18, XII, 81). "Haced visitas al Santsimo" (V. 12, X, 82). "Estoy de da y de noche en el Sagrario por todos ellos, y como rechazan mis llamamientos desde esta morada fra y triste en la que me encuentro! Por el amor de las almas estoy Prisionero en la Eucarista; pero, qu desagradecidos son muchos! Cuantas veces pido consuelo a muchos corazones para que vengan a consolarme y me rechazan! Me encuentro all presente como el mejor de los padres, como el amigo ms fiel, con un amor inmenso que siento por esas almas, pero no soy comprendido, hija ma, Pobres pecadores! No son

merecedores de estos sacrificios tuyos, Mos, y de los de muchas almas escogidas, para su salvacin. T, hija ma, no te alejes de M; te espero da y noche, dame consuelo, abandnate en M y diles a todos que hagan una visita; que los espero y quiero salvarlos a todos con la sangre de mis llagas; que vengan a M que soy su Padre y los quiero a todos con todo mi Corazn; que visiten al Prisionero, que si su alma est enferma, que vengan a M, que Yo los sanar; que se den cuenta de que Yo les puedo hacer recobrar la fuerza del cuerpo y la salud del alma; que den amor; limosna de amor a este pobre mendigo que los est esperando de da y de noche, que mi Corazn esta triste por todos; que no me hagan sufrir ms, que lo que quiero es que se salven" (J. 12, II, 82). "Llgate a la Eucarista, que Yo te dar fuerzas para sufrir y para seguir adelante" (J. 5, II, 82). Humildad y obediencia "Tienes que ser humilde; sin humildad no se ganan almas, hija ma. Date cuenta que el pecado de soberbia es el pecado que conduce a todos los pecados del mundo. Hay que ser humildes. Piensa que mi Hijo escogi por Madre la mujer ms humilde de la tierra. La humildad es la base principal de todo" (V. 23, X, 81). "Yo te quiero muy pequea, tan pequea que puedas colocarte dentro de M" "Quiero que seas muy pequea con la humildad, con la sencillez, la plenitud de la obediencia; es el aguinaldo que te voy a pedir: que seas humilde; es de la nica forma que se puede salvar uno, con humildad. Humllate. Que consuelo me das cuando cumples todos mis mandatos! (J. 11, XII, 81). "Pide consejos a tu padre espiritual; l te

guiar. Mi Hijo le iluminara para dirigirte. Tu miseria no te debe desanimar, reconcela con humildad. Pide mucha humildad, pero ten mucha confianza" (V. id). "S muy humilde, no olvides que eres nada, que nicamente con la misericordia de Dios puedes ser algo; ten confianza. Date cuenta que nada puedes; djate guiar" (V. 18, XII, 81), "No contestes nunca con soberbia, contesta con humildad a cualquier humillacin. S humilde, porque con la humildad se consigue todo; con ella puedes ayudar a salvar muchas almas" (J. 8, I, 82). "Hija ma, ten humildad, recibe con amor el peso de la cruz que mi Hijo te manda" (V. id). (La primera humildad es aceptar, sin rebelarse, la humillacin de la obediencia y pobreza, de las enfermedades, de los desprecios...). "Mira, hija ma, hay veces que el sufrimiento no sirve para nada (si no se acepta, si no est uno en gracia), sobre todo te pido la humildad" (J. 15, I, 82). "Hija ma, s humilde, la humildad es la base principal de todo" (V. id). "El fruto que des tiene que ser bueno si t aceptas todos los sufrimientos con humildad. Aunque te persigan y calumnien, acptalo con humildad... Para M, las almas ms queridas son las humildes" (J. 5, II, 82). "S humilde, y ora mucho para no caer en la tentacin" (J. 26, II, 82). "Sed buenos apstoles, ejemplos de amor y de humildad" (V. 5, III, 82). "Que cumplan con los mandamientos de la ley de Dios" (J. 12, III, 82) (el pecado es precisamente desobedecer a Dios). "No desenvainis vuestra espada. Oracin es lo que pido" (V. 25, IX, 81). Esto lo dijo antes del 23 F. "Deseo la paz, hijos mos; no busquis la guerra, quiero que sembris la paz por todo el mundo" (V. 1, I, 83).

Pedid por el Papa, los sacerdotes, Espaa, Pas Vasco, Rusia, por el mundo "Hija ma, pide a todos que recen mucho por mi amado hijo el Papa Juan Pablo II, por la paz de Espaa (como no cambie ser castigada). Da este mensaje cuanto antes, para que se llame al orden a todos los culpables, para que todos se arrepientan antes de que llegue la hora del castigo" (V. 8, IX, 81). "Rezad por el Vicario de Cristo, est en un gran peligro" (V. 14, X, 81). "Pide por el Santo Padre que va a sufrir mucho. Yo estar con l hasta el ltimo instante para recibir su sacrificio y su vida" (J. 11, XII, 81). "Pide por mi amado hijo, mi Vicario, est en gran peligro, va a sufrir mucho" (J. 5, II, 82). "El Vicario de Cristo est en un gran peligro, ser un gran mrtir" (V. 12, X, 82 y 22, I, 83). "Es muy importante pedir para que todos los sacerdotes sean buenos, y el Espritu los ilumine para servir a Dios y amar al prjimo, y que colaboren a salvar almas con sus buenos ejemplos" (V. 1. V, 81). "Pedid por los sacerdotes y religiosos, que mi Hijo lleva una cruz muy pesada por todos los que no cumplen con Dios" (V. 28, VII, 82). "Vamos a pedir por esas almas consagradas que se precipitan en el pecado" (J. 22, II, 82). "Hija ma, reza mucho por la paz de Espaa y de todo el mundo, haz mucho sacrificio y pide a todos que lo hagan, que recen todos los das el Santo Rosario por la paz del mundo, que pidan por intercesin de mi Pursima Madre" (J. 22, X, 80). "Pedid por la paz de Espaa, especialmente del Pas Vasco" (V. 10, V, 81). "Ofreced el Rosario por la paz del mundo, principalmente por la paz de Espaa, porque est a punto de ser castigada" (V. 14, X, 81). "La

oracin lo puede todo, rezad mucho por la salvacin de las almas, por la salvacin del mundo entero" (J. 11, XII, 81). "Ofrece el Rosario por la conversin de Rusia, porque Rusia es el flagelo de la humanidad. Haz mucha penitencia por Rusia" (id). "Pedid por Rusia, Rusia es el azote de toda la humanidad; pedid que se convierta" (V. 23, X, 81). "Pide por la conversin de Rusia. Rusia sera convertida si los obispos atienden los deseos del Padre Celestial y emprenden una verdadera reforma en el clero" (J. 18, XII, 81). "Rusia querr destruir con artefactos atmicos la humanidad" (V. 20, I, 83). "Est esperando la guerra atmica, ser una lucha en el aire, con ngeles de Dios con los enemigos de la tierra" (V. 22, I, 83). "Une tus dolores a los mos para salvar al mundo" (V. 8, IX, 81). "Ofrece el Rosario por la salvacin del mundo y la salvacin de las almas" (V. 18, XII, 81). "Diles a mis hijos que hagan ms oracin, que empiecen una nueva fase de su vida, que se marquen un horario para su trabajo y les dar tiempo para hacer oracin" (V. 11, XII, 81). El castigo prximo Ante la creciente inundacin devastadora del pecado y la insuficiencia de diques de humildad, oracin y penitencia, Dios va a intervenir para que el hombre no deshaga su obra, para que el mundo no acabe con la Iglesia y los hombres se condenen. Es adems una constante histrica que a la prevaricacin del pueblo elegido sigue un castigo para su conversin. Sobre el prximo gran castigo, tan anunciado (Ftima, etc. junto al cual se anuncia el fin de los tiempos, cercano -relativamenteal fin del mundo):

"Diles que si no me escuchan habr muchas muertes, y la Iglesia ira decayendo y no habr trabajo y habr muchas miserias, sobre todo en Espaa, donde habr otra guerra y la Iglesia se destruir" (V. 1, V, 81). "Mi Madre sufre mucho, est triste, llora por todos los pecadores..." "Te estn constantemente blasfemando, calumniando, desprecindote..." "Yo no puedo ver sufrir as a mi Madre, por eso voy a ser Yo el que va a mandar el castigo a toda la humanidad tan desagradecida. Pero diles que todos los que crean que no tengan miedo, que no les afectar nada. El tiempo del castigo est muy cerca, los que estn con Dios y con la Santsima Virgen que no tengan miedo, pero para los que no quieren estar en gracia de Dios ser espantoso" (J. 6, VII, 81). "Va a venir un gran castigo a toda la humanidad" (V. 23, X, 81). "En el mundo habr un castigo como jams se ha visto y antes que en ningn sitio ser en Espaa. El castigo est muy cerca" (V. 28, VII, 81; 12, X, 82). "Espaa est a punto de ser castigada" (V. 14, X, 81). "En 1983 aumentaran los castigos: habr grandes terremotos, grandes sequas, enfermedades que causarn la muerte" (J. 25, IX, 81). "Habr grandes sequas, terremotos, huracanes y erupciones sobre todos los habitantes de la tierra" (V. 25, III, 82). "Sobre la tierra se avecina un castigo muy grande como jams ha visto la humanidad: grandes nubes

de humo y de fuego destruirn lo que los hombres han construido; tambin habr grandes terremotos, fuertes huracanes, grandes sequas; ser horrible" (V. 29. I, 83). "Ciudades enteras quedarn destruidas". "Faltan segundos para la destruccin de varias naciones" (V. 20, I, 83). "Desaparecern grandes naciones" (V. 14, VIII, 82). "Veo hundirse el Vaticano" (V. 24, II, 83). "Comuncaselo a todo el mundo: como no cambien y sigan abusando de mi Misericordia, el mundo se vera envuelto en una gran guerra, sern destruidas varias naciones, habr muchas muertes, caern nubes del cielo que abrazarn la tierra; todo esto ser lo ms horrible que se ha conocido por la humanidad. Que sepan todos que el castigo est muy cerca. El juicio de las naciones est muy cerca. Dios va a castigar a toda la humanidad, dar un castigo como jams se ha visto. En el mundo va a ver grandes desgracias, y en varias naciones habr grandes terremotos; ste es un castigo del cielo" (J. 20, XI, 81). "Est prximo el juicio de las naciones; en cada nacin se har un pequeo juicio, y en aquellas naciones donde no hay piedad ni amor ni humildad, habr grandes castigos" (V, 5, II, 83). "El castigo ser peor que cuarenta terremotos seguidos destruyendo la tierra, ser horrible y nadie escapar a l, nadie" (V. 23, X, 81). "El mundo est al borde del precipicio, la sociedad est prxima a los ms terribles castigos: Habr muchos muertos, habr enfermedades, habr grandes guerras" (J. 11, XII, 81). "Dios permitir a Satans sembrar la divisin entre los gobernantes, las sociedades y las familias. Habr muchas penas fsicas y morales. Dios abandonar a todos ellos y les mandar muchos castigos; los tormentos que se

aproximan son horribles" (V. id). "Soy el Arcngel San Miguel, si los hombres no cambian y dejan de ofender a Dios, habr manifestaciones que causarn terror a los habitantes de la tierra; se oirn grandes sonidos en el aire; habr toda clase de temblores; las casas volarn por los aires; muchos cuerpos volarn y la piel se desprender de su cuerpo. Todos los ojos lo vern y an muchos no lo creern. As de endurecidos estn los corazones de los humanos" (19, II, 82). "El castigo destruir dos terceras partes de la humanidad" (J. 22, I, 82). Ha llegado el fin de los tiempos, el fin de los fines" (V. 4, XII, 82). "El fin de los tiempos est muy prximo" (V. 17, III, 83). "Estis al borde de los ltimos tiempos; el gran castigo est muy prximo, es horrible, mi Hijo vendr a castigar a todos los que no han querido atender a sus llamadas. El Padre Celestial quiere mandar sobre los hombres su justicia, y esta vez castigar mucho ms severamente que cuando castig en el diluvio" (V. 15, I, 82) (Castigo ms severo en cuanto al modo y al nmero de los castigados, aunque no sobrevivir nicamente una familia). "Comuncales que el da del Creador est prximo" (J. 19, III, 82). "Dios Padre va a enviar dos castigos muy grandes. Uno en forma de guerra, revoluciones y peligros revolucionarios. Y el otro enviado por el cielo: Vendr sobre la tierra una oscuridad intensa que durar tres das y tres noches. Nada ser visible; el air se volver pestilente y nocivo, y daar, aunque no exclusivamente a los enemigos de la religin; durante los tres das de tinieblas la luz artificial ser imposible; slo las velas venditas ardern durante estos das de

tinieblas; los fieles debern permanecer en sus casas rezando el Santo Rosario y pidiendo a Dios Misericordia. Todos los enemigos de la Iglesia, visibles y desconocidos, perecern en toda la tierra durante esta oscuridad universal con excepcin de algunos que se conviertan: Cuando esto suceda (el primer castigo) San Pedro y San Pablo intervendrn para elegir un nuevo Papa. Mira, se ver la tierra envuelta en llamas, se hundirn numerosos edificios y el cielo parecer que est agonizando. Millones de hombres morirn por el hierro; unos en guerra, otros en lucha, otros millones perecern de muerte imprevista. Esto ocurrir cuando parezca que la Iglesia ha perdido los medios humanos de hacer frente a la persecucin. Ordenar a mis ngeles que todos mis enemigos sean muertos; de momento los perseguidores de la Iglesia de Cristo y todos los hombres dados al pecado perecern; la tierra quedar como un desierto. Entonces ser la paz y la reconciliacin entre Dios y los Hombres" (J. 18, XII, 81). "Habr tres das de tinieblas; el sol se oscurecer y la luna dar una luz muy tenue; sern das terribles. "El castigo ser el da..." (V. 25, IX, 81). (Le repite la fecha el 25, XII, 82 y el 27, III, 83). "Durante este tiempo (los tres das de tinieblas) cada uno ver lo que ha hecho durante toda su vida; esto ser lo que produzca dolor en sus carnes" (V. 14, I, 83). "Van a morir todos los enemigos de la Iglesia" (V. 11, II, 82). "El castigo consistir en que los astros chocarn contra la tierra; estn a punto de destruir la mayor parte de la humanidad" (V. 11, II, 82).

"El Padre Eterno va a mandar su ira de un momento a otro. Los mil aos de la Bestia se han cumplido; Satans est entre los cuatro ngulos de la tierra para apoderarse de almas para la guerra. La lucha ser horrible" (J. 23, X, 81). "El enemigo ser vencedor" Mis ngeles lucharn contra el enemigo, ser una gran guerra en el aire. El reinado del enemigo no durar mucho" (V. 25 IX, 81. "Mira que coro tan inmenso de ngeles; estn todos preparados para la batalla final. Entre las nubes habr una gran batalla; todos los ngeles intentarn destruir al enemigo" (J. 31, III, 82). "Dice la Santsima Virgen que su Hijo tiene dos medidas para cada alma; una de Misericordia y otra de Justicia. La de Misericordia est llena hasta los topes, y la de justicia est rebosando. La Misericordia de Dios est a punto de acabarse" (3. VII, 82). El aviso del castigo El da del Corpus (18, VI, 81) a las once de la noche, Amparo con su marido y su amigo Marcos; estaban en su huerto rezando el Rosario. "En el primer misterio mi esposo se fij en la pradera que cae enfrente de la huerta, pues haba un fuerte resplandor. Miramos todos y vimos que la luna estaba en el suelo iluminando todo de un color anaranjado y amarillo, pero de pronto se form en el centro del resplandor una enorme cruz". Al da siguiente "Estaba yo trabajando cuando hizo su presencia el Arcngel San Gabriel y me explico el significado de esta visin". "La cruz significa: Que todos los cristianos permanezcan unidos y no escuchen doctrinas que no sea la Catlicas".

"Las luces significan: El aviso que habr en el cielo antes de mandar el Seor el castigo que tiene preparado, para todos los que no han querido hacer caso a todos los avisos del Cielo". "La luna en el suelo significa: Que se estrellarn los astros contra la tierra". "La iluminacin de la pradera significa: Que se iluminar la tierra en todo el mundo y los que no estn con el Seor no podrn resistir ese resplandor inmenso y morirn". "Las velas y la tnica blanca significan: Que Jess estar en ese instante resplandeciente con todos los que estn llenos de Dios y de su Santsima Madre, esto ser la segunda venida de Jesucristo a la Tierra". "Pronto habr un aviso para toda la humanidad" (V. 4, XII, 82). "Todos vern el aviso y vern lo que significa. El da que veis el aviso habr personas que morirn de miedo. Procurad estar esa noche rezando ante el Santsimo o en vuestras casas con las puertas cerradas" (V. 23, X, 81). "Slo del aviso muchos no lo resistirn, y morirn" (V. 27, III, 83). "Un astro iluminar la tierra. Parecer que est envuelto en llamas, durar veinte minutos; el pnico cundir por todas partes. Todos los que crean en Dios y en la Santsima Virgen quedarn como en xtasis durante esos veinte minutos. Esto est muy prximo, hija ma" (V. 25, II, 82). "El astro Eros har iluminacin sobre toda la humanidad, ser horrible; parecer que el mundo est en llamas; slo ser unos segundos; muchos de los humanos quisieran estar muertos en ese

momento; ser como lluvia de fuego, temblar toda la tierra; muchos morirn de la impresin; pero a los justos no les afectara nada" (V. 11, II, 82). Antes del castigo final "En esos momentos Elas y Enoc, testigos de Jess, harn su presencia y harn grandes prodigios para que los enemigos de mi Hijo se arrepientan y vuelvan a Dios; sern muy eficaces para la conversin de la humanidad, sern dados muerte y despus de acontecida est muerte habr un gran milagro: esto est escrito" (V. 25, IX, 81). (cfr. Mt. 17, 11; Malaq. 3, 23; los dos testigos: Apco. 11, 3; los dos olivos: Zac. 4,3). "Hija ma, explica lo que estas viendo.- Veo al ngel con una medida y a Elas con un libro pequeo. Lo que lleva el ngel no es romana ni bscula; tiene como dos globos, uno a cada lado, con muchas ventanas. En un lado hay una cruz como de oro y cruces en las ventanas. En el otro lado res cifras: 666 (el escudo del enemigo), una cabeza de serpiente aplastada con cuatro ojos. En la parte de arriba entre los ojos tiene una S y una Z. Al lado del ngel est Elas, quien con un celemn echa trigo de un saco, el trigo que cae en el lado del globo de la cruz se vuelve como granos de oro, cae por los lados y segn caen se vuelven rayos de luz. En el otro echa el trigo y se vuelve negro y al caer se vuelve sangre y tinieblas i en medio de esas tinieblas veo hundirse todo. En este momento veo derrumbarse las montaas y caer sobre las personas, quedando muchas sepultadas y muertas. Hay muchos conventos. Entran el ngel y Elas; ponen a unos a un

lado y otros a otro; entre todos hay muy pocos escogidos. Veo que a los conventos escogidos los dejan donde los rboles, y los otros conventos, muchos ms, donde se derrumban las montaas. Los ngeles estn preparados para cuando Dios mande el castigo. Veo cinco rboles; en cada rbol hay un ngel: uno tiene una cruz muy grande con un libro, y los otros cuatro tienen una trompeta cada uno. Los rboles son muy altos y terminan en forma de animales: uno un guila, otro un len, otro un cuerpo de persona y pezuas de animal, y otro en forma de toro o bfalo". (V. 24, II, 83). Venida de Cristo "Diles a todos, hija ma, que: (b) el Hijo del Hombre vendr en la gloria de su Padre acompaado de sus ngeles, y retribuir a cada uno segn sus obras. (a) Entonces aparecer en el cielo la seal del Hijo del Hombre y todos los hombres de la tierra se darn golpes de pecho y (b) vern al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con su gran poder y su gran majestad" (V. 2, X, 81). (a) "El Hijo de Dios bajar en una nube no tardando mucho, y mandar a sus ngeles que siguen la mies seca de la tierra que no da fruto" (J. 23, X, 81). "El tiempo est muy cerca: bajar mi Hijo en una nube blanca rodeado de ngeles" (V. 14, I, 83). "Esta prximo a venir el Hijo del Hombre para juzgar a toda carne del genero humano" (V. 22, I, 83). (b) "La segunda venida de mi Hijo Jess, est cerca" (V. 15, I, 82). "Mi hijo vendr en una nube para juzgar a todos segn sus obras" (V. 17, III, 83). (b) "Est cerca el da postrero, y ese da postrero vendr como Juez"

(J. 13, XI, 81). "Est cerca el juicio final de las naciones, y la sentencia del Padre" J: 22, I, 82). Lo sealado con (a) quizs se refiera no al "juicio final", sino al prximo "juicio de las naciones". Parece que segn la doctrina catlica slo puede admitirse una segunda venida de Cristo a la tierra, y sta como Juez glorioso. En todo caso tal vez podra admitirse que antes del fin del mundo se aparezca el Seor en el cielo.- (a) "Entonces aparecer en el cielo la seal del Hijo del Hombre; y todas las razas de la tierra se darn golpes de pecho.- (b) Y vern al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con mucho poder y gloria..." (Mt. 24, 30). La primera parte de este versculo (a) podra referirse a la aparicin del Seor antes del juicio final (la primera palabra "entonces", en San Mateo no tiene significado correlativo de tiempo; su traduccin exacta sera: "tambin suceder"), ya que en la segunda venida no tendrn tiempo de arrepentirse dndose golpes de pecho; la segunda parte (b) se refiere ala segunda venida del Seor como Juez. Esta interpretacin es por las revelaciones privadas que hablan de la aparicin del Seor. Tngase en cuenta que el "juicio de las naciones"; "da de Yahv", tiempo de purificacin y paso al Reino de Cristo en toda la tierra (ya prximo), es figura del juicio final y paso al reino de Cristo. Catalina Emerick (Vita, t, III, Pg. 165): San Miguel baja a la tierra y hace que los defensores de la Iglesia triunfen, con lo cual las sectas reconocen a la iglesia y llega el Reino de Dios con santa emocin de todos los hombres y un nuevo Papa muy austero y enrgico. Antes dice: "Vi en el cielo una gran Cruz luminosa en la cual estaba clavado

el Salvador, sin corona de espinas, de sus llagas brotaban rayos resplandecientes..." Sor Faustina Kowalska escucha: "Precediendo al da de la justicia... aparecer venido del cielo el signo de la Cruz, de cada una de las llagas de mis manos y de mis pies saldrn luces que iluminaran la tierra". A Teresa Musco le deca la Virgen: "Vendr una gran guerra con muchos muertos y heridos. Satans gritar victorioso y en ese momento todos vern a mi Hijo aparecer en las nubes, entonces juzgar a cuantos han pisoteado su sangre inocente y divina, entonces mi Corazn triunfar" (Teresa Musco. A. Gallo, Napol 1979, Pg. 43). Despus del castigo, Reino de Cristo en toda la tierra "Las naves celestiales estn preparadas para transportar a los escogidos a la tierra prometida. Estas vendrn rodeadas de luz azul como especie de una nube. No os riis de mis avisos, hijos mos" (V. 24, II, 83). "De que forma se va a purificar el mundo y Mi Iglesia? Voy a arrancar de cuajo toda la mala hierba y preparar un renacimiento esplendoroso para el tiempo de mi Misericordia". "Entonces ser la paz y la reconciliacin entre Dios y los hombres. Yo ser servido, adorado y glorificado, la caridad brillar por todas partes; los nuevos reyes sern el brazo derecho de la Iglesia. El evangelio ser predicado por todas partes y los hombres vivirn en el temor de Dios. Mi Santa Iglesia ser fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa imitadora de las virtudes de Jesucristo" (J. 18. XII, 81). "Reinara Jess como Rey de

reyes sobre la tierra" (V. 24, II, 83). Sobre los mensajes Repetidamente se quejas Jess y la Virgen que no son escuchados: "Qu ms puedo hacer para que se salven...? Estoy avisando constantemente, pero cierran sus odos" (J. 18, XII, 81). "La humanidad no quiere escuchar las palabras de mi Santsima Madre. Ella se ha manifestado en muchos lugares de Espaa, pero no creen en e Ella" (J. 6. VII, 81). "A muchas almas como a ti, les revelo mi agona, mi amor; tambin les revelo la profeca del desastre que el mundo traer sobre s, tambin les revelo el amor inmenso de mi Corazn; pero cierran sus odos, no quieren escuchar. Como a ti, a muchas almas les revelo todo esto, he dado mis mensajes para el mundo, para que les de tiempo a arrepentirse, pero se hacen los sordos. Satans se muestra bajo fingidas apariciones para seducir a muchos, y a l s le creen" (J. 22, I, 82). "Yo me he manifestado en muchos sitios, pero estn vacos y no quieren saber nada; si no me escuchan, en Espaa habr otra guerra y la Iglesia se destruir" (V. 1, V, 81). "Estoy constantemente dando avisos y no me hacen caso, no quiero que se condenen, pero muchos de ellos ni aun en el momento del castigo sentirn temor de Dios" (V. 16, X, 81). "No hacen caso de mis avisos; escuchad mis avisos celestiales, no han de confundirse con los avisos del enemigo, pues el enemigo jams dir que se hagan buenas obras" (V. 2, X, 81). "Muchas alma s que se creen hijas predilectas de Dios, creen que esto tuyo es obra de Satans; no lo creas, hija ma, Satans destruye, no construye" (J. 2, II, 82).

"Manda mis mensajes por cualquier parte del mundo, hija ma. Que se lo tomen en serio, que el castigo est muy cerca, y no quiero que se condenen" (V. 23, X, 81). "Dad los mensajes de vuestra Madre misericordiosa por todo el mundo; daros cuenta que hay muchas almas que no nos conocen" (V. 15, I, 82). Sobre los videntes "Hablo por medio de mis almas humildes, escogidas, por eso rechazan mis mensajes, por que no quieren admitir que Yo, siendo Rey de Cielos y Tierra, pueda escoger un alma tan humilde y tan poca cosa, pero Yo lo hago para que no piensen es falso, para que vean que esas almas no valen para confundir a los poderosos, por eso escojo a las almas ms pequeas de la tierra. Que se den cuenta que siempre mi Santsima Madre da los mensajes a las almas ms incultas y ms humildes" (J. 8, I, 82). "Piensa que mi Hijo escogi por Madre la mujer ms humilde de la tierra" (V. 23, X, 82). "Te he escogido porque eres muy miserable, para que vean una vez ms que no busco la grandeza ni la apariencia de santidad, que busco las almas ms pequeas y ms insignificantes para todos. Y a ti te digo, hija ma, que te des cuenta que, porque no eres del diablo, el diablo te persigue" (J. 15, I, 82). "T date cuenta, hija ma, de que eres un instrumento miserable, que me he valido de ti para que por tus medios ayudes a salvar a los dems. Ahora haz un acto de humildad, besa el suelo y s humilde" (J. 12, II, 82). Apostolado "Diles a mis hijos que hagan apostolado, que pidan consejo a algn sacerdote de qu forma pueden hacer apostolado" (V. 11, XII, 81).

"Di a todos mis hijos, hija ma, que hagan apostolado; esa obra tan bonita me gusta mucho. Tendrn muchos impedimentos por los mismos que se llaman hijos de Dios; tendrn persecucin, como a mis discpulos tambin los persiguieron, pero que sigan adelante, vale la pena hacer apostolado y recibir la recompensa eterna" (J. 16, IV, 82). "Di a todos que procuren hacer apostolado en cualquier parte del mundo, que necesitan muchas almas recibir los mensajes de su Madre celestial" (V. 16, X, 81).