campos de aplicaciónCapítulo
7
uso del cAbAllo pArA lA discApAcidAd
Hace más de cincuenta años que se utiliza el ca-
ballo para terapias de personas con discapacidades.
Actualmente se distinguen tres campos en los cuales
los discapacitados trabajan con caballos: el área de-
portiva, la equitación psiquicoeducacional y la hipo-
terapia misma.
Área deportiva
Se denomina equitación para discapacitados.
Es una actividad deportiva, recreativa y competitiva
practicada por personas con limitaciones crónicas.
Incluye la equitación clásica, los paseos ecuestres y
las competencias ecuestres donde los pacientes parti-
cipan, se preparan y actúan.
Este deporte, que se puede practicar como un
hobby, sirve para mantener la salud y para prevenir
daños articulares producto del desgaste físico. Tam-
bién es una herramienta de rehabilitación y/o de alta
competencia, como ocurre en los juegos paraolímpi-
cos o en las olimpíadas especiales.
Para tener éxito en este deporte es importante
que se acepte y supere la condición de la discapaci-
dad y se desarrolle una mentalidad competitiva. Las
mejorías en la salud física, psíquica y el reconocimien-
to social pueden ser invaluables en la vida de la perso-
na. El caballo le proporciona la capacidad de moverse
y trasladarse, lo que da la posibilidad de participar
en actividades lúdicas, de rehabilitación, deportivas
y competitivas. La persona discapacitada debe pre-
pararse físicamente para cumplir con las exigencias
deportivas y el caballo reunir las condiciones para
esta actividad.
El instructor debe estar capacitado y ser creati-
vo para inventar o implementar riendas, monturas o
equipos a fin de compensar las discapacidades de la
persona.
Es fundamental que el médico tratante apruebe
que el paciente realice esta actividad, pues importa
riesgos (2).
Equitación psicoeducacional
Se le llama también equitación terapéutica. Esta
disciplina se aplica en el campo de la salud, de la pe-
dagogía y de la psicopedagogía. El caballo contribuye
mediante los efectos de su movimiento corporal y
porque es capaz de relacionarse emocional y social-
mente con el paciente. Desde el punto de vista de
los pacientes, representa una actividad que abarca a
la persona globalmente (ver Capítulo 8: Equitación
terapéutica) (1,2).
Hipoterapia
Es una disciplina de tratamiento kinésico en la
que se utiliza el caballo como ayuda terapéutica
activa. El tratante se encarga de supervisar su eje-
cución. Según el estado del paciente, se aplica en
tres niveles.
Hipoterapia básica. El paciente está sentado
sobre el caballo, dejando que este le transmita sus
movimientos multidimensionales.
Hipoterapia combinada. El paciente recibe
los estímulos del caballo y realiza los ejercicios es-
pecíficos designados por su kinesiólogo según el
diagnóstico.
En ambas modalidades el terapeuta puede acom-
pañar al paciente sobre el caballo o caminando al
lado de él.
104 Hipoterapia
Hipoterapia avanzada. El paciente lleva las
riendas del caballo y el animal está a su cargo y di-
rección. Esto implica un trabajo en la responsabilidad,
coordinación, motricidad y fuerza muscular. El tratan-
te se mantiene cerca en el recinto cerrado para dirigir
la terapia. Por tanto, esta terapia no es grupal.
Como indica la palabra, hipoterapia es la terapia
con el caballo y consiste en un tratamiento para mejo-
rar y rehabilitar las condiciones de ciertas patologías.
A continuación se enumeran los diferentes campos
de la medicina en que su aplicación es beneficiosa
para los pacientes (1-3, 7).
áreAs de lA medicinA en que se utilizA hipoterApiA
Medicina interna
En esta área las indicaciones de hipoterapia son
relativamente escasas debido a que los beneficios
sólo se adecuan tangencialmente a estas enferme-
dades (1,35). Las patologías más aptas para recibir
este tratamiento se mencionan a continuación:
• Rehabilitación de niños luego de cirugías
cardíacas.
• Recuperación en afecciones cardíacas de
adultos, especialmente en rehabilitación de
infartos al miocardio.
• Enfermedades circulatorias, especialmente
de la circulación periférica.
• Problemas digestivos, sobre todo constipa-
ción crónica. Obesidad, que sólo conviene
tratar cuando se tiene un caballo adecuado
y va acompañada de un programa de nutri-
ción y psiquiatría.
• Afecciones urológicas.
• Enfermedades bronquiales.
Consideraciones generales. En medicina
interna, los objetivos terapéuticos varían según
el diagnóstico. No es que la hipoterapia sea una
terapia universal, sino que colabora mediante be-
neficios específicos que entrega el caballo en cada
caso.
En las patologías cardíacas para adultos, es
posible mejorar el sistema circulatorio y realizar
un entrenamiento cardíaco, con la consiguiente
estabilización y resistencia del funcionamiento del
corazón. Los niños con afecciones cardíacas sufren
las consecuencias de las largas estadías hospita-
larias y en ocasiones, les falta el cariño familiar y
contacto social con amigos de la misma edad. La
hipoterapia se enfoca en ellos no sólo para me-
jorar su estado físico y resistencia cardíaca, sino
también para suplir las faltas afectivas y sociales.
Los resultados y respuestas al tratamiento en ni-
ños atendidos han sido sumamente positivos. Se
pueden constatar mejorías físicas, avances en el
estado anímico y progresos en sus relaciones fami-
liares y sociales.
Como ejemplo se muestra una secuencia de
fotos al inicio y después de cuatro meses de trata-
miento en un niño con síndrome de Cimitarra, una
cardiopatía congénita que es una alteración del flu-
jo venoso (Figuras 7-1 y 7-2).
figurA 7-1. Al inicio de la terapia, en la fase postoperatoria el niño requiere el apoyo del kinesiólogo junto a él sobre el
caballo.
105capÍtulo 7. campos de aplicación
En las afecciones del tracto digestivo se busca es-
timular y tonificar la actividad intestinal a través del
movimiento del caballo.
En el campo urológico se trabaja tonificando la
vejiga y el piso pélvico. La experiencia indica que lue-
go de un tratamiento de varios meses, la tonificación
del piso pélvico progresó, mejoría que fue reconocida
por los propios pacientes o sus padres. Publicaciones
recientes (35) indican que la tonificación del piso pél-
vico mejora la respiración.
En enfermedades bronquiales como obstruc-
ciones crónicas, inmadurez bronquial o producción
excesiva de flemas, se puede influir positivamente a
través de posturas y movimientos, favorecidos por el
constante andar del paso del caballo. Esto se demues-
tra comúnmente en niños que acuden a hipoterapia
por otras patologías y que aumentaron su resistencia
física en lo que respecta a resfríos o bronquitis.
En medicina interna, la hipoterapia está contrain-
dicada en los siguientes casos:
• Alergias al pelo del caballo, pues se puede
inflamar y enrojecer la cara y las manos.
• Enfermedades inflamatorias de órganos in-
ternos, como cistitis o nefritis.
• Esclerosis coronaria con angina pectoris.
• Hemofilia, por el peligro de sufrir heridas o
caídas del caballo.
• Osteoporosis (por edad o patología).
• Enfermedades contagiosas graves.
Ortopedia y traumatología
En ortopedia y traumatología, la hipoterapia ofrece
interesantes beneficios que por lo general no son apro-
vechados por los profesionales de la salud (1-3,39).
Los campos más importantes de trabajo en este
campo son:
• Fallas posturales generadas por debilidad
muscular.
• Escoliosis en primer o segundo grado (hasta
25 grado Cobb), cifosis o lordosis.
• Enfermedades a la columna vertebral como
osteocondrosis (degeneración de los discos
vertebrales) o enfermedad de Scheuermann
(osteocondrosis juvenil) (39).
• Rehabilitación postoperatoria en algunos ca-
sos de operación a la columna vertebral.
• Lumbago, ciática.
• Secuelas causadas por diversas lesiones trau-
máticas.
• Amputaciones congénitas o traumáticas.
• Artritis reumatoidea.
Consideraciones generales. Las indicaciones
son útiles para la rehabilitación de muchas enfer-
medades en esta área. En patologías de la columna
vertebral los resultados positivos se evidencian gene-
ralmente después de seis a doce meses de tratamien-
to. En varias oportunidades se ha logrado evitar una
operación de la columna.
Los efectos de la terapia en enfermedades a la
columna vertebral se basan fundamentalmente en
la transmisión del movimiento del paso del caballo,
que moviliza la columna vertebral con elongaciones y
contracciones musculares y distensiones del aparato
capsular del paciente. Esto, en conjunto con una me-
jor circulación sanguínea, relaja los tejidos blandos, lo
que disminuye el dolor y los prepara para realizar tra-
bajos de elongación, fortalecimiento muscular, corri-
figurA 7-2. Cuatro meses después del inicio de la terapia, el niño se desenvuelve con confianza en sí mismo y con un estado físico mejorado.
106 Hipoterapia
giendo fallas posturales y mejorando las desviaciones
de la columna vertebral.
Los desbalances musculares normalmente pre-
sentes en estas patologías se mejoran por la regu-
larización del tono muscular. Las alteraciones de la
coordinación motora, presentes a veces en pacientes
con escoliosis idiopáticas, se pueden mejorar gradual-
mente. En los tratamientos, se aprovecha la curvatura
del lomo del caballo, poniendo al paciente en posi-
ción prona transversalmente sobre él, colocando la
curvatura convexa de la columna vertebral hacia la
parte delantera del caballo, que es más angosta que
la parte trasera del animal. Como ejemplo se muestra
parte de una sesión de hipoterapia con una paciente
con escoliosis y parálisis cerebral (Figuras 7-3 a 7-5).
figurA 7-3. Paciente con escoliosis y parálisis cerebral. A. La paciente usa corsé de columna completa. B. La paciente
hace ejercicios sin corsé sobre el caballo. C. La postura prono atravesada sobre el caballo permite mejorar la curvatura.
B
A
C
B
A
C
figurA 7-4. Ejercicios correctivos de rotación de tronco. A. Con el caballo detenido. B. Con el caballo en
movimiento. C. Extensión de tronco usando un aro.
107capÍtulo 7. campos de aplicación
figurA 7-5. El estímulo de un premio luego del tratamiento
hace feliz a la paciente.
En las enfermedades degenerativas de la co-lumna vertebral se busca conseguir la movilización, el fortalecimiento y la coordinación a través de un eficaz trabajo muscular. Para la rehabilitación posto-peratoria, el objetivo es lograr la reeducación motora y postural.
En pacientes con amputaciones congénitas o traumáticas, la hipoterapia se usa para conseguir equilibrio, fuerza y coordinación del tronco. Una di-ficultad es sentarlos y afirmarlos sobre el caballo de-bido a la falta de piernas, lo que les impide afirmarse adecuadamente en el asiento o debido a la carencia de brazos, que les dificulta la estabilidad postural. Cuando falta un miembro es necesario entrenar la simetría de movimiento.
En la artritis reumatoidea se procura ampliar el rango de movilidad articular y fortalecer la muscula-tura. En esta enfermedad es fundamental aumentar la autoestima, el optimismo y el espíritu de supera-ción, lo que generalmente se consigue. Es importante destacar que no se puede realizar hipoterapia en las etapas inflamatorias agudas.
Las contraindicaciones en este campo son:
• Enfermedad de la columna vertebral en es-tado agudo debido al proceso inflamatorio que la afecta.
• Protrusión del disco vertebral, por peligro de desplazamiento.
• Luxación de cadera, por no tener el asiento
correcto sobre el caballo.
• Artritis reumatoide en fase aguda.
• Osteoporosis, por el peligro de fracturas es-
pontáneas, en especial si hay caídas.
• Endoprótesis de cadera o rodilla, para evitar
desplazamientos de la prótesis.
Neurología
Es donde más importantes y frecuentes son las
indicaciones de hipoterapia. Aproximadamente el
50% de los pacientes de los centros de hipoterapia
proviene de este campo. Las alteraciones y lesiones
del sistema nervioso central pueden ser congénitas o
adquiridas (1-3, 7, 13, 28, 36, 38, 41).
Enfermedades congénitas. Parálisis cerebral in-
fantil. Se clasifican en tres grupos. Según el tipo del
daño, puede manifestarse en espasticidad, hipotonía,
atetosis, distonía o una combinación de ellos. Según
la localización del daño, se agrupa en diplejías, hemi-
plejías, hemiplejías dobles, tetraplejía y triplejías.
El tratamiento de estos pacientes debe abarcar
todo su crecimiento. Como ejemplo, se muestra un
caso de secuencia de tetraplejía espástica con serios
compromisos funcionales que fue tratado durante
diez años, con logros y progresos conseguidos dentro
de la gravedad del paciente (Figura 7-6).
Según el grado de afección, la parálisis cerebral
se puede diferenciar en paresias y plejías. La hipote-
rapia también está indicada en leucomalacia periven-
tricular, que es una lesión cerebral caracterizada por
focos necróticos en la sustancia blanca próxima a los
ventrículos laterales, en síndrome de West, en espina
bífida y en ataxia.
Enfermedades adquiridas. Los casos más frecuen-
tes que se presentan en estos tratamientos son ac-
cidentes vasculares (hemiplejías), traumatismos origi-
nados por accidentes de tráfico, de trabajo o deporte
y caídas en piscinas, lesiones medulares incompletas
y esclerosis múltiple.
Epilepsias. Los tratamientos que se efectúan en la
hipoterapia corresponden a secuelas de epilepsias
y epilepsias secundarias causadas por tumores, en-
fermedades metabólicas o infartos cerebrales. Las
secuelas pueden ir desde un retraso psicomotor leve
hasta impedimentos motores y cognitivos graves.
108 Hipoterapia
figurA 7-6. A. 1990. Al inicio pudo aplicarse solamente hipoterapia básica con apoyo completo sobre el caballo. B. 1993. En el siguiente paso se aplicó hipoterapia combinada, realizando ejercicios pasivos y activos. C. 1995. Logro de un asiento independiente mostrado en una presentación pública. D. 2000. Uso de montura con estribos para fortalecer la postura de trono y elongación de los músculos
gemelos.
A - 1990 B - 1993
D - 2000
C - 1995
109capÍtulo 7. campos de aplicación
Cáncer y tumores cerebrales. Gracias al desarrollo
de las terapias oncológicas, ha aumentado la sobre-
vivencia de niños con cáncer. Hay efectos reversibles
originados por radio y quimioterapia como la caída
de pelo, malestar y vómitos. También se producen
secuelas irreversibles como la alteración del creci-
miento. Dependiendo de la localización y estado de
la enfermedad, pueden aparecer trastornos de equili-
brio y coordinación en los cuales la hipoterapia puede
influir positivamente.
Infecciones del sistema nervioso central. En ca-
sos de meningitis, encefalitis, poliomielitis o síndrome
Guillen-Barré, pueden aparecer secuelas de diversos
grados de gravedad que necesitan rehabilitación.
Estados postoperatorios. Los tratamientos que se
efectúan en la rehabilitación postoperatoria respon-
den a secuelas de tumores cerebrales y de cirugías a
la columna vertebral.
Enfermedades extrapiramidales. Los casos de
enfermedades extrapiramidales más frecuente-
mente tratados son secuelas producidas por fárma-
cos (parkinsonismo, distonías, diskinesias), distonía
de torsión (hiperkinesis genética con alteraciones
motoras) y enfermedad de Parkinson.
Inmadurez neurológica. Son síntomas que apare-
cen durante el desarrollo del adolescente o niño y
que se manifiestan en un desarrollo disparejo de la
capacidad neurológica.
Enfermedades musculares. Es útil en las dis-
trofias musculares, que son principalmente tres:
Charcot-Marie-Tooth (afección en las piernas de
adolescentes), Duchenne (afección de brazos y ma-
nos), Erb (afección desde los hombros hacia todo el
cuerpo en jóvenes de causa genética).
La hipoterapia también es útil para tratar atro-
fias musculares causadas por secuelas de parálisis o
por un tiempo prolongado de inmovilidad.
Consideraciones generales. La mayoría de las
patologías en el campo de la neurología afectan
a la persona en su totalidad. Trabajando con y sobre
el caballo los pacientes neurológicos se benefician de
manera integral. Los objetivos de la terapia dependen
de los síntomas o falencias del paciente. Los efectos
de la hipoterapia se producen principalmente por una
normalización, ya sea la disminución o aumento del
tono muscular, lo que mejora los patrones del sistema
motor, alivia los dolores, aumenta el rango del movi-
miento articular, elonga los tejidos blandos, e impide
y previene las contracturas musculares.
En las alteraciones del sistema nervioso central
(SNC) congénitas o adquiridas, se busca principal-
mente mejorar la calidad de vida. La meta principal
es la independencia física en la mantención de pos-
turas, en la marcha y en el desenvolvimiento de la
vida diaria. Esto se consigue a través de la regulación
del tono muscular en general, de la activación de la
musculatura autónoma de la columna vertebral, de la
disminución de la actividad refleja patológica, de la
mejoría de la motricidad psicomotora, de la coordi-
nación y del equilibrio (Figura 7-7).
figurA 7-7. Paciente con parálisis cerebral infantil; hemiplejia espástica derecha. En postura sin corrección.
110 Hipoterapia
Se debe tomar en cuenta que la parálisis cerebral
infantil y la leucomalacia periventricular son disfun-
ciones cerebrales con múltiples impedimentos. No
solamente puede haber deficiencias en el aparato
motor, sino también en el sistema sensorial, de per-
cepción, del oído, de la vista, inmadurez del sistema
respiratorio, dificultades en el sistema digestivo, en
el área cognitiva y psicológica, en el lenguaje, en el
sistema vegetativo, en alteraciones del sueño y en la
presencia de epilepsia.
Por esta razón, gracias a sus múltiples efectos, la
hipoterapia es irreemplazable en los pacientes con
estas patologías, además de la dificultad de realizar
otras actividades (Figuras 7-8 a 7-11).
El síndrome de West es una encefalopatía que
presenta retrasos psicomotores que el tratamiento
ayuda a compensar.
Figura 7-8. El mismo paciente de Figura 7-7 con corrección de postura en el tratamiento. A. Se estimula el enderezamiento
activo del tronco con un aro. B. Anteflexión de tronco elongando el lado derecho a través de avance progresivo del brazo derecho
por la tusa del caballo. C. Caminata giratoria del caballo alrededor de un tambor, facilita al paciente buscar una postura
simétrica del tronco.
A
A
B
B
C
figurA 7-9. A. Sentado al revés sobre el caballo, apoyando las manos sobre la pelota se busca estabilizar la postura del tronco.
B. Al manipular el balón se facilita la simetría postural.
111capÍtulo 7. campos de aplicación
figurA 7-10. Ejercicios dorsales, de giro y equilibrio de tronco. A. Posición correcta durante el ejercicio dorsal. B, C y D. Cambio de posición prona a sentado de lado. E. Sentado de lado se estimula el equilibrio y fuerza de brazos.
A
D
B
E
C
figurA 7-11. Caminata del paciente luego de terminar la sesión.
112 Hipoterapia
La espina bífida se consideraba en los inicios una
contraindicación para la aplicación de la hipoterapia,
pero posteriormente se comprobó que mejoraba la
estabilidad y el equilibrio del tronco, aun cuando los
daños de las extremidades inferiores a veces son irre-
versibles (36).
En las ataxias, algunas de las metas que general-
mente se pueden lograr es progresar en la coordina-
ción de los movimientos, la estabilidad de la postura
y la seguridad en la marcha (28).
En los pacientes mayores que han sufrido acci-
dentes vasculares, la hipoterapia permite mitigar
sus secuelas mediante mejorías en la marcha, la pos-
tura, el equilibrio y el estado de ánimo.
Las lesiones medulares incompletas son un cam-
po importante, pero también de mayor riesgo para el
paciente (38) (ver Capítulo 10: Patologías específicas y
sus diagnósticos en hipoterapia).
En la esclerosis múltiple frecuentemente en Eu-
ropa se indica hipoterapia, en donde la enfermedad
es más común que en Chile. El tratamiento en el ca-
ballo consiste en mejorar las secuelas de las inflama-
ciones cerebrales, como la espasticidad en las piernas
o alteraciones sensitivas, y aumentar el bienestar del
paciente en el área psíquica. En Basilea, Suiza, la ex-
periencia en este campo se recopila en trabajos de
seguimiento de pacientes durante varios años.
Las secuelas de la epilepsia consisten frecuente-
mente en un retraso psicomotor general, incluyendo
del lenguaje, para el cual el caballo proporciona un
efecto estimulador en el desarrollo del niño.
En las secuelas de infecciones del sistema ner-
vioso central, de operaciones del cerebro o de la
columna vertebral, las metas en la hipoterapia de-
penden de sus síntomas. Estas patologías producen
alteraciones del tono muscular (parálisis espásticas
o flácidas), retrasos cognitivos en diferentes grados
y posibles falencias en el área de las enfermedades
extrapiramidales, reconocibles en la postura y mar-
cha del paciente. La hipoterapia mejora la rigidez
muscular, la coordinación, la estabilidad motora y el
equilibrio. Por eso, la hipoterapia es aconsejable para
pacientes con enfermedad de Parkinson, aunque
pueden presentar complicaciones como osteoporosis
debido a la edad avanzada y la medicación, además
del temor y no acostumbramiento al caballo, lo que
puede contraindicar su utilización.
En la intranquilidad motora característica en
atetosis y en diskinesias, se puede constatar una
disminución significativa de estos síntomas por los
efectos de la ritmicidad y la continuidad del paso
del caballo.
En la inmadurez neurológica los síntomas apa-
recen durante el desarrollo del niño o del adolescen-
te. La hipoterapia mejora eficientemente deficiencias
en alteraciones de la psicomotricidad, en la dismetría
de movimientos, en la impersistencia de posturas y en
la dificultad o abandono del seguimiento visual. Mé-
dicos tratantes de estos pacientes han considerado
positivos los resultados.
En las enfermedades musculares, especialmen-
te en distrofias cuyos síntomas se observan no sólo
en la disminución de la fuerza muscular, sino tam-
bién en la circulación sanguínea, respiración, sistema
sensorial y psicológico, el tratamiento de estos niños
es complicado porque generalmente son temerosos
y se angustian frente a cualquier situación nueva. Es
preciso evaluar a cada paciente para que el enfoque
de la hipoterapia sea el más adecuado.
Las contraindicaciones para considerar en los
tratamientos de casos relacionados con la neurolo-
gía son:
• Epilepsia cuando no es controlable.
• Lesiones medulares completas, pues es im-
posible que el paciente se mantenga sobre
el caballo.
• Retraso mental severo, pues el paciente no
está consciente del caballo.
• Agresividad desmedida, pues pondría al pa-
ciente en peligro por las posibles reacciones
del caballo.
Psiquiatría
El área de psiquiatría tomó real importancia lue-
go del XI Congreso Internacional de Hipoterapia en
2003, en Budapest, Hungría. Los estudios y trabajos
en esta área evidenciaron la efectividad del trata-
miento con esta disciplina. Las indicaciones más ade-
cuadas para el uso terapéutico del caballo en psiquia-
tría son las siguientes:
• Depresión o pérdida de la alegría de vivir.
• Alteraciones en la autoimagen o imagen cor-
poral, como secuelas a traumatismos.
113capÍtulo 7. campos de aplicación
• Retraso mental moderado.
• Retrasos en el desarrollo psicomotor.
• Esquizofrenia.
• Dependencia de drogas.
• Trastornos en la conducta alimentaria.
• Trastornos de ansiedad tales como fobias,
ansiedad generalizada, ansiedad social y es-
trés postraumático.
• Adolescentes en riesgo social.
La influencia del caballo radica en su capacidad
de relacionarse y comunicarse de manera individual
con cada persona. La comunicación es no verbal, lo
que facilita el contacto, produce un acercamiento
emocional y aumenta la autoestima. La conducta so-
cial del caballo, que vive en manadas, y sus formas
de expresar sentimientos como miedo, alegría o eno-
jo son similares a las de los seres humanos. Por esta
razón, el paciente puede identificarse y proyectarse
con él.
Los sentimientos de alegría, gozo o placer, fre-
cuentemente ausentes en los pacientes psiquiátricos,
fluyen espontáneamente gracias al contacto con el
caballo. En los adolescentes, los estímulos sensoriales
como el olor, la consistencia y el calor corporal del
caballo facilitan el acercamiento a su propia corpora-
lidad. El objetivo es que el paciente aprenda a reco-
nocer sus emociones y a expresarlas adecuadamente.
En el Instituto de Rehabilitación de Drogadicción
en Deszk, Hungría, entre 2004 y 2006 se realizó exi-
tosamente un programa de terapia que incluía acti-
vidades con el caballo y su monta. Los objetivos de
la rehabilitación de los pacientes son desarrollar la
autodisciplina, reconocer y controlar las emociones,
de forma de desarrollar el sentido de responsabili-
dad ante situaciones de riesgo y de peligros reales.
También es importante que los pacientes reconozcan
sus avances, mejoren su autoestima, sientan armonía
corporal y espiritual y descubran la tranquilidad, la
paz interna y la alegría. El caballo refleja los estados
emocionales del paciente y reacciona frente a ellos;
además, exige empatía y cuidados a la vez que es una
fuente de alegría. Cuando entra en contacto con el
caballo, es imprescindible que el paciente esté con-
centrado, sea consecuente, reconozca sus limitacio-
nes y establezca una relación de cooperación mutua.
La rehabilitación termina con la integración familiar y
laboral del paciente (10, 30).
La terapia consiste en realizar actividades con el caballo como asear, llevar a pasear, alimentar, ponerle riendas, montura y eventualmente montarlo. Todas estas actividades los acercan físicamente, además de que el paciente aprende a entender el carácter, las emociones y las reacciones del animal. Las sesiones duran entre una y dos horas. Es conveniente iniciar la terapia con un solo paciente y dependiendo de sus reacciones, ampliar de a poco la sesión para más per-sonas. Así, el paciente tiene el tiempo suficiente para adaptarse al nuevo ambiente, al caballo y al tratante. La incorporación de otras personas implica una nueva exigencia, pero en el largo plazo el trabajo en grupo es beneficioso, ya que les permite conversar y com-partir experiencias y emociones.
Debido a la complejidad que representan los pacientes con trastornos alimentarios, su situación se describe separadamente y con más profundidad en el Capítulo 10: Diagnósticos específicos. En este contexto es muy importante la experiencia del tra-tante, quien debe ser empático al momento de guiar al paciente y saber reaccionar ante comportamien-tos difíciles del paciente, como angustias repentinas, pánico o reapariciones de experiencias traumáticas anteriores.
Las experiencias en Chile en esta área no son muchas, pero en los pacientes tratados los beneficios han sido significativos (1, 3, 10, 18, 30, 45).
Psiquiatría infantil
Normalmente, los niños sienten un afecto natural
hacia el caballo, lo que les ayuda a superar sus pro-
blemas en el área psiquiátrica. Por eso, en la hipote-
rapia se pueden trabajar cuadros como:
• Déficit atencional sin y con hiperactividad.
• Trastornos del aprendizaje.
• Retraso mental moderado.
• Trastornos de la conducta tanto impulsiva
como agresiva.
• Niños que han sufrido violencia intrafamiliar
o abandono.
En los niños con deficiencias atencionales y de
aprendizaje, la terapia se basa fundamentalmente en
la motivación que sienten por el caballo, ya sea por su
carácter o por su físico. Este factor, en conjunto con
las exigencias de los ejercicios específicos, resulta en
una mejoría de la capacidad de atención, concentra-
ción y disposición de rendimiento.
114 Hipoterapia
Para los niños con retraso mental leve o mode-
rado, la hipoterapia es un medio de aprendizaje y de
estimulación que les permite desarrollar sus capacida-
des cognitivas, emocionales y conductuales. Junto con
ello, la timidez y agresividad se van equilibrando gra-
cias al contacto y trato con el caballo. Frecuentemente,
en estos niños es posible encontrar falencias del len-
guaje y comunicación. El caballo por sí solo estimula y
motiva a los niños a hablar y comunicarse. El tratante
debe incentivar el habla y corregir sus errores.
figurA 7-12. Secuencia del tratamiento de un niño con retraso psicomotor desde los cuatro hasta los doce años de edad. A. Al inicio del tratamiento tenía una importante hipotonía muscular B. Tres años después, mostró un asiento erguido y firme. C. El paciente maneja su caballo a ratos totalmente solo. D. También se divierte con el voluntario. E. Muestra gran alegría cuando el caballo da pequeños saltos en
los obstáculos. F. A los doce años de edad, durante la ceremonia de Navidad recibe una medalla por sus méritos.
A
C
E F
B
D
115capÍtulo 7. campos de aplicación
También aprenden a usar su musculatura de for-ma más coordinada y armónica, lo que se manifiesta durante la caminata. Como ejemplo, se muestra un niño con este tipo de síntomas, que fue asistido con hipoterapia durante ocho años, desde los cuatro años de edad (Figura 7-12).
En los trastornos conductuales, el trato con el caballo brinda al niño la satisfacción de las necesi-dades básicas de contacto corporal, calor, cercanía social y protección. Las experiencias del paciente en relación al uso del poder o mando en la vida diaria con respecto a sus padres o educadores han sido fre-cuentemente erróneas, por lo que deben ser reedu-cados. El caballo no va a responder a las demandas del niño, como suele ocurrir con los padres, sino que la respuesta es posible gracias al intercambio con el animal. Para dominar al caballo, el niño tiene que aprender a usar la empatía, el cariño y la paciencia. Para que el caballo le obedezca, el niño tiene que dar
las órdenes con claridad y concordancia, buscando la unión simultánea con el caballo. De esta manera, el animal le ayudará a manejar la frustración, la im-potencia y la rabia. Esta relación le enseña a solu-cionar problemas en forma positiva, en una retroali-mentación funcional de conducta. El carácter firme y consecuente del tratante, combinado con la entrega de cariño y confianza, son clave para el éxito de este tratamiento.
El niño que ha sido víctima de violencia o aban-dono, encuentra en el caballo un amigo incondicio-nal, digno de confianza, que lo protege y acoge. El caballo otorga un refuerzo emocional que facilita la adaptación a la vida familiar, escolar y social. Las acti-vidades ecuestres en grupo favorecen la reintegración del niño a una convivencia con otras personas.
Contraindicaciones. Las contraindicaciones en psiquiatría son los trastornos de personalidad antisocial y trastornos psiquiátricos descompensados (14, 15).
figurA 7-13. Paciente de catorce años con síndrome de Hedler. A y B. Posturas con actitudes típicas de rasgos autistas, con un aislamiento y concentración en sí mismo. C y D. Gracias a la hipoterapia, el caballo y en especial al voluntario, logra hacer contacto visual e interesarse
en los implementos, aceptando las órdenes del tratante.
A B
C D
116 Hipoterapia
Trastornos generalizados del desarrollo
Estos trastornos comparten características, tales
como la percepción alterada de los estímulos exte-
riores, el aislamiento del paciente en lo referente a
su vida y su entorno, la inquietud motora y los movi-
mientos estereotipados. Los trastornos más frecuen-
tes son el autismo, el síndrome de Asperger, al-
gunos trastornos generalizados no especificados, la
disfasia, que es un trastorno específico del lenguaje,
y el síndrome de Rett, una enfermedad progresiva
que conlleva grandes impedimentos y que afecta ma-
yormente a niñas; una de las tareas de la hipoterapia
es ayudarlas a superar las grandes frustraciones que
acarrea su invalidez. Otros factores importantes de
estimular son las aptitudes comunicacionales y socia-
les, en conjunto con una mejor coordinación motora.
Otro trastorno común es el síndrome de Hedler, una
psicosis desintegrativa (Figura 7-13) (11, 29).
A
C
E
B
D
F
figurA 7-14. La terapia y el caballo pueden romper el ensimismamiento. A. Postura de retracción y mirada en sí mismo. B. Con la ayuda del tratante, la paciente apoya las manos en el cojín, concentrándose en lo que debe hacer. C y D. Después de llevar a su boca el aro, logra afirmar el implemento adecuadamente. E. Movimiento espontáneo al ofrecerle la rienda. F. La paciente es capaz de mostrar un
asiento correcto mirando el paisaje al final de la terapia.
117capÍtulo 7. campos de aplicación
En los últimos años estas patologías han aumen-
tado en la hipoterapia. Los objetivos generales de
la terapia consisten en romper el aislamiento per-
sonal, estimular el lenguaje y despertar el interés
del paciente hacia el entorno que lo rodea, en
conjunto con mejorar la motricidad y equilibrar el
estado de ánimo. Comúnmente se observa híper o
hiposensibilidad en el tacto, la vista, el oído o en la
propioceptividad. Por su frecuencia y complejidad,
este tema se tratará más específicamente en el Ca-
pítulo 10: Diagnósticos específicos.
Un ejemplo de la forma en que se pueden corregir
posturas no controladas durante una sesión de hipote-
rapia, es el de una paciente de cinco años de edad con
un trastorno global del desarrollo (Figura 7-14).
Trastornos metabólicos
Algunos trastornos metabólicos, tales como la
acidoaminuria y la fenilcetonuria, producen falencias
principalmente en el área motor. En estos síndromes
el objetivo es mejorar la sintomatología del área mo-
tor, psicológica y cognitiva.
Afecciones causadas por trastornos genéticos
Síndrome de Down (ver Capítulo 10: Diag-
nósticos específicos). En esta patología, el objetivo
de la hipoterapia es motivar al paciente mediante
la relación de confianza y amistad con el caballo.
A través de este vínculo se estimula el desarrollo
motor, cognitivo, psicológico, sensorial y social (Fi-
gura 7-15).
Todos los pacientes con síndrome de Down son
hipotónicos en diferentes grados. Por esta razón,
en lo que respecta al área motora, es fundamen-
tal aumentar el tono muscular, lo que se logra nor-
malmente en corto plazo durante el tratamiento.
Además existe una alteración de coordinación que
se observa especialmente en la forma de caminar.
En el área cognitiva es necesario estimular la
atención, la concentración y mejorar la capacidad
de aprendizaje. Por su parte, en el área psicológica
se debe aumentar la autoestima, disminuir los te-
mores y buscar el equilibrio emocional. En el área
sensorial puede haber una hipersensibilidad de las
manos, que se mejora paulatinamente a través del
acostumbramiento del tacto al pelaje del caballo.
figurA 7-15. Primera sesión de paciente con síndrome de Down. Niño menor de dos años. Durante la primera sesión, el paciente
comienza a enterarse del entorno y del caballo. Para el niño todo es nuevo y comienza a visualizarlo.
Los efectos del tratamiento se muestran en fo-
tografías de un paciente de dos años de edad des-
pués de un año de tratamiento (Figura 7-16) (34).
Contraindicaciones. En estos trastornos no se
puede practicar hipoterapia en inestabilidad atlan-
toaxial, hipotonía extrema ni retraso mental severo.
Discapacidades sensoriales
Se centra en el tratamiento de la amaurosis (ce-
guera) y de la anacusía (sordomudos). La hipotera-
pia actúa en estas dos afecciones para compensar
los sentidos de los que carece el paciente a través
de la estimulación sensorial. La mejora de la autoes-
tima y de las leves debilidades de la motricidad, son
también logros relevantes. La terapia consiste en
efectuar actividades con el caballo, en su cuidado y
la práctica de hipoterapia avanzada (ver Capítulo 8:
Equitación terapéutica) (17).
118 Hipoterapia
Figura 7-16. A. El niño llega con gran interés a la sesión B. El caballo pequeño facilita una postura firme y erguida del paciente. C y D. El paciente se divierte con los ejercicios de argollas. E y F. El correcto apoyo al bajar evita accidentes. G. El paciente y el caballo se despiden.
A
C
E
B
D
F
G
119capÍtulo 7. campos de aplicación
figurA 7-17.Tratamiento a paciente sordomuda que realiza ejercicios de dificultad progresiva. A.Lanzar una argolla que caiga en una vara mejora la motricidad. B y C. Flexión y enderezamiento de tronco. D y E. Rotación de tronco y mantención de postura con sujeción de
riendas con el caballo en marcha. Todos estos ejercicios se dificultan por estar de rodillas y entrenan la coordinación.
A
C
E
B
D
120 Hipoterapia
En la secuencia de fotos de la Figura 7-17 se
muestra cómo se desenvuelve una joven sordamuda
durante una sesión terapéutica. Los objetivos son
mejorar la autoestima, entrenar el equilibrio y la co-
ordinación motora, además de mejorar las reaccio-
nes posturales para compensar la falta de audición.
considerAciones sobre lA edAd del pAciente en hipoterApiA
En los inicios de la hipoterapia, se recomenda-
ba que la edad mínima de un paciente fuera de tres
años. Paulatinamente, este requisito fue bajando has-
ta llegar a meses. El argumento fue que los patrones
de movimientos y posturas se empiezan a formar en
esta etapa. Eso sí, se debe considerar el estado físico
y el tamaño del niño o lactante para determinar el
momento apropiado en que aceptar a un paciente
para trabajar en esta disciplina.
Actualmente se indica hipoterapia a bebés de corta edad, una modalidad nueva probada con éxito en Europa. El objetivo es ayudar a bebés que lloran continuamente, lo que repercute en la falta de sueño e influye negativamente en su desarrollo general.
La terapia consiste en que la madre lleve al bebé colgado en un chal frente a ella, con la cara hacia su cuerpo. El tratamiento dura varias semanas durante una hora diaria. La madre se deja llevar por el caballo al paso, lo que trae una tranquilidad que influye en ambos, la madre y el bebé. Esta secuencia y duración permite solucionar el llanto y aporta tranquilidad a la vida familiar (Figura 7-18) (9, 48).
Grupo para bebés sanos de alrededor de dos años. El objetivo de esta actividad es fomentar la in-teracción social en donde las guaguas más retraídas o tímidas tratan de superarse y se estimulan para ha-cer los ejercicios. Esto facilita una convivencia social entre ellas y las estimula a realizar actividades físicas que favorecen el desarrollo. Esto es en un ambiente diferente al de la casa o jardín infantil. La práctica se hace una vez por semana (Figura 7-19).
figurA 7-18. La mamá lleva al bebé pegado a su pecho envuelto en un chal lo que otorga tranquilidad a ambos.
figurA 7-19. A. Grupo de bebés de dos años realizando ejercicios de coordinación con balón. B. Niños entrenando
equilibrio.
En algunas oportunidades nos encontramos con fobias, especialmente de niños hacia el caballo. Esto en general ocurre porque escuchan comentarios de adultos sobre los riesgos de montar a caballo. Con una adecuada desensibilización del problema, se puede revertir esta actitud. En contadas ocasiones el miedo es tan grande, que no es posible revertirlo, por lo que se sugiere a los padres esperar unos meses y hacer un trabajo educativo con ellos, tratando poste-riormente de lograr un acercamiento al caballo.
Puede que los adolescentes sientan vergüenza de su incapacidad y que no les guste exponerse a otras
A
B
121capÍtulo 7. campos de aplicación
personas. También puede que se resistan a un trato
demasiado cordial o familiar, porque lo asocian a com-
pasión. El tratante tiene que acoger sus sentimientos al
principio y realizar las sesiones individualmente y lejos
de otras personas. Más adelante, por sí sólo el pacien-
te va mejorando su autoestima, acostumbrándose al
ambiente, al caballo y creando lazos afectivos con los
tratantes y voluntarios. Luego de esta etapa inicial se
convierten en personas cooperadoras en todo sentido.
Hay personas adultas que no logran establecer un
vínculo de confianza con el caballo. En esos casos no
se observan los beneficios de la terapia y es mejor sus-
penderla.
En el adulto mayor se debe considerar la capaci-
dad cardíaca y respiratoria, además del estado articu-
lar y óseo, junto a la posibilidad de que tema montar
a un animal grande. Mediante un acercamiento pre-
vio del paciente al caballo, el tratante puede dismi-
nuir esta inseguridad.
Un grupo de personas de la tercera edad siempre
ha estado en contacto con caballos, como equitado-
res o gente que vivía en el campo. Frecuentemente se
interesan por seguir en contacto con el animal, pero
por razones de edad como por ejemplo poca fuerza
muscular, sus reacciones son más lentas o inseguras,
por lo que no se atreven a montar independiente-
mente un caballo. Para ellos, la hipoterapia, en la cual
el caballo es llevado por un guiador, representa una
posibilidad de seguir una actividad deportiva y recrea-
tiva que les motiva. Este ejercicio mejora su postura
y respiración, aumenta su flexibilidad articular, su en-
trenamiento muscular, previene la osteoporosis y los
cuadros depresivos, y mantiene el estado general de
salud (Figura 7-20).
figurA 7-20. A , B y C. Grupo de la tercera edad ejercitándose con entusiasmo sobre el lomo del caballo. D. Los ejercicios mantienen el estado físico y mental.
A
C
B
D
122 Hipoterapia
uso de órtesis u otros Apoyos en hipoterApiA
En muchas ocasiones, los pacientes que se van
a atender en hipoterapia llegan con férulas, corsés
u órtesis y el terapeuta puede dudar si mantener
estas ayudas durante la sesión terapéutica.
Como regla general, durante la sesión de hi-
poterapia es importante que la transmisión de
movimientos del caballo se efectúe con la menor
interferencia posible. Además, para el paciente es
agradable sentirse libre al comunicarse con el ani-
mal, al tocarlo y sentir su calor y contextura. Por
esta razón es conveniente suprimir las órtesis (OTP)
durante el tratamiento. Tocar la tusa del caballo a
pie pelado o hacerle cariño con el pie en el cuello
es una experiencia enriquecedora para cualquier
niño en rehabilitación.
Apoyos más pequeños como por ejemplo el se-
parador del pulgar se puede dejar puesto, pues no
interrumpe ningún movimiento del caballo, pero sí
ayuda a la mejor función de la mano.
Mantener el cuello ortopédico depende del es-
tado muscular del paciente. En aquellos que nece-
sitan ser atendidos por un tratante sobre el caballo
y no tengan indicado un cuello puede ocurrir que,
a pesar del apoyo del tratante, no sea capaz de
compensar el vaivén del caballo. En estos casos es
conveniente colocarle el cuello durante la sesión.
Frecuentemente es posible suspender esta ayuda
después de un cierto tiempo de terapia.
En un principio con un corsé o yeso provisorio
para el tratamiento de escoliosis se inhiben las adap-
taciones y reacciones compensatorias al movimiento
del caballo. Sin embargo, hay razones que avalan
que niños o adolescentes con corsés practiquen
hipoterapia, pues se puede mejorar la conciencia
postural, entrenar el equilibrio y lograr un endere-
zamiento muscular activo desde el corsé. Además,
se puede influir positivamente en los desbalances
musculares del tronco en general y activar la mus-
culatura autónoma de la columna vertebral. Muchas
veces los pacientes con escoliosis idiopática mani-
fiestan alteraciones en la coordinación motora que
es posible entrenar mediante la hipoterapia.
Es importante que la decisión de mantener, co-
locar o retirar las diferentes órtesis se tome según la
condición particular de cada paciente, explicándoles
las razones a los pacientes o padres.
resumen de lAs contrAindicAciones
En general existe poca claridad entre los profe-
sionales respecto de cuáles son realmente las condi-
ciones en que la hipoterapia está contraindicada. A
continuación se enumeran las áreas específicas de la
medicina en donde no se debería aplicar.
Ginecología: embarazo reciente y prolapso
vaginal.
Medicina interna: insuficiencia cardíaca, angina
pectoris, vértigo, mareos, inflamación aguda de ór-
ganos internos (cistitis, nefritis), enfermedades con-
tagiosas e infecciosas, hemofilia, alergia al pelo del
caballo, obesidad extrema.
Neurología: epilepsia no controlada, etapa agu-
da de accidente vascular, inestabilidad intracraneal
(postoperatorio), presión intracraneal (tumor, hidro-
cefalia), hipertonía o hipotonía extrema y debilidad
mental severa.
Ortopedia: osteoporosis, endoprótesis de rodilla
y cadera, úlceras por decúbitos o ulceraciones en
piernas y cadera, osteogénesis imperfecta, hemor-
roides de importancia, luxación de cadera, escoliosis
extrema y fija, osificaciones periarticulares de rodilla o
cadera, protusión del disco vertebral, enfermedades
de la columna vertebral en estado agudo, reumatis-
mo agudo e inestabilidad atlantoaxial en el síndrome
de Down.
Psiquiatría: miedo insuperable, agresividad des-
medida, esquizofrenia no tratada, trastornos de per-
sonalidad antisocial, trastornos psiquiátricos descom-
pensados y debilidad mental severa.
El profesional tratante podrá detectar otras
condiciones que impidan que el paciente realice hi-
poterapia. El criterio general consiste en resguardar
siempre la seguridad física y psíquica del paciente y
del terapeuta, el uso adecuado del caballo y la real
conveniencia del tratamiento.
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