"L'amour"
Dudas todas ociosas, entretenciones varias donde el why, el where y el when no son sino
preámbulos del veredicto en recio castellano: Creo que ya me jodí... En inglés se necesita de un verbo
fatalista para emplear la expresión "enamorarse": "to fall". O sea que el enamorado o exactamente
asciende a un estado superior, sino al contrario: Cae, igual que Luzbel. Si Cristo hubiese dicho
"Enamoraros unos a los otros", ya estaríamos todos viviendo en el infierno. Pero sería injusto concluir
que Amor y Averno son instancias iguales o siquiera equivalentes. El diablo de allá abajo y el diablo del
amor podrán ser parientes, y en un momento socios pero sus métodos difieren tanto como la horca del
veneno, el sable del cuchillo y el cañón de la trampa. Así el inglés se convierte en una suerte de sede
neutral donde no es pensable más tendencia que la de la razón. Sin embargo, en castellano se está
enamorado, pero en inglés se cae en el amor, y luego se está en él como en el centro de un capullo.
Puesto que no sucede como la tentación, que luego de entramparnos y hacernos tropezar en sus
dominios, termina liberándonos: vencida. Si fuera necesario reivindicar al amor y tentación como
demonios, habría que observar que ésta tiene un rango inferior al de aquél, hasta el punto de ser su
descendiente. Pues pasa que el amor -su presencia engañosa o su ausencia estridente- es capaz de
mimar todas las tentaciones, y llegado el momento resistirlas si es preciso. Como le corresponde a un
Padre Eterno y en tal modo ubicuo que nadie osa escondérsele sin por ello pagar con el Infierno de la
tierra. Capullo o sortilegio, el amor trae consigo promesas increíbles. Esto es, las únicas que deberían ser
creídas, pues dar fe a lo improbable es saberse caído, presa, dentro, cautivo de una irrealidad en la que
sólo resta sumergirse, y así andar por las calles con lo que el desdichado juzga una sonrisa imbécil. Pero
¿Cuándo el amor es propiamente amor? ¿Puede uno amar a quien le acompañó por una hora? ¿Por dos
horas, dos meses, dos años, dos minutos? ¿Se ama a quien se conoce justamente por eso, o es quizá al
revés: conocemos para mejor desconocer, y así poder amar sin el estorbo de la realidad? ¿No es cierto
que quienes más se aman son a veces quienes menos se conocen? Ni una sola de estas preguntas se
plantea jamás para buscar respuesta verdadera. Ninguna la tiene, ni la tendrá, a menos que uno decida
imponérsela, casi siempre de acuerdo con su mas absoluta inconveniencia. Incluso sin respuesta,
lanzadas al espacio estratosférico de los propios insomnios, las preguntas que apuntan hacia la probable
existencia del amor suelen aparecer cuando no queda tiempo, ni voluntad, ni siquiera osadía para
ponerlas en duda. Preguntarse que si por casualidad se ama equivale a plantear una alternativa entre
felicidad y desdicha, buena y mala fortuna, besos y bofetadas. Se elige ser feliz, besado, afortunado, aún
en la certeza de que sucederá lo opuesto, igual que se dice "que te vaya bien" a un enfermo terminal.
Elegimos a veces a costillas de la conveniencia y el sosiego, por razones tan inaccesibles como
irracionales, por eso las preguntas laten sin respuestas, y al final son capaces de aceptar cualquiera. EL
AMOR ES LO MÁS PARECIDO A LAS MENTIRAS. Justifica u opaca la razón, por derecho o torcido que
parezca, no requiere de justificaciones, se reproduce a la menor provocación y exige todo el crédito del
mundo. Además de que nadie o casi nadie puede vivir tranquilo en su total ausencia. Por eso cuando
vienen las preguntas, lo hacen acompañadas de su correspondiente hilera de respuestas obvias. Sí. Claro.
Por supuesto. Para siempre. ¿Por qué no? Cualquier cosa con tal de no quedarse en esa orilla solitaria,
qué más da si después del amor está la nada. ¿O es que alguien está aquí sin entender que al final de la
vida no queda más que muerte?. Claro lo más fácil sería adoptar la solución caballeresca, consistente en
creer que la dama precisa de un valiente anónimo para que la salve de las fauces de la bestia. Un
argumento eficaz para encerrarse en la monomanía de un videojuego felizmente concéntrico, pero fatal
cuando lo que se busca es elegir con provecho. Debe de haber no sé cuántos imbéciles que ahorita
mismo eligen ser los buenos y enfrentarse a los malos de la historia. Nos pasamos la vida alimentando
nuestra soledad para que sea ella quien más tarde nos lleve al otro lado. Amamos de la única manera
soportable: Como si jamás fuésemos a morir. Bien dijo Xavier Velasco "La intensidad de una pasión se
mide por la soledad que la precede". Cuando llega, te ataca con una ausencia perpetua de cotidianidad.
Un zumbido de ensueños pertinaces. Un ulular de qués vacíos de comos. Un incómodo asombro ante el
espejo. Y se convierte en un sentimiento recóndito e inconfesable, guardado siempre bajo triple llave en
la conciencia, de pronto te infesta una comezón menos hermética y claro más tiránica. Paso no.1 Te
niegas con un; No puede ser, no es. Omitiendo en el camino la palabra Amor, pues de solo nombrarlo se
conjuga. Paso no.2 Pensar. Pensar "Estoy muy apasionadx porque estuve muy solx" dándole a la soledad
rango de enfermedad y a la pasión volverla medicina. Paso no.3 Renegarlo. "Que nadie me contemple,
que ni siquiera me sonrían: Sé bien a quien espero y aquí no está. Soy de lxs que se joden por su gusto.
Yo no tengo esperanzas, tengo planes. Y pese a ninguna de esas actitudes merecería disculpa, los demás
perdedores tendrían que comprender". Paso no.3 Aceptarlo. Y al hacerlo sentir que firmas algo. Un papel
ilegible, aunque legal. Por eso aquello de "Ya me jodí" ¿Qué quiere decir el <<ya me jodí? Traducida al
lenguaje de casino, fatalmente temprana, la expresión bien podía significar: Yo respondo por todo,
aunque habrá quien la vea, la escuche, la lea, la recuerde como: Aún tengo todo por perder. Me he
lanzado al vacío pero sigo arriba. Es decir, ya caí. Perdí todo y por gusto. Creo que ya me jodí, <<Creo>>
en lugar de <<Sé>> Porque en el reino del amor sólo sabe quien cree, y lo demás no existe.
Nota 1: Una tormenta el día de ayer (o antier) me dejo sin Internet.
Nota 2: El amor expresado en las calles y Xavier Velasco son la base de este mini ensayo.
Nota 3: No tenía nada que hacer.
Nota 4: Las calles de Tlaxiaco Oaxaca, México, están llenas de Amor.
Nota 5: Mi demonio ha despertado.
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