Estudio de caso del modelo educativo del
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario
Alejandra Restrepo Neira
200912787
Proyecto de Grado 1
Pregrado en Psicología
Departamento de Psicología
Facultad de Ciencias Sociales
Bogotá D.C., Colombia
Junio 2016
Contenido
Problema de Investigación ........................................................................................... 3
Antecedentes teóricos y empíricos. ............................................................................... 5
Variables e hipótesis ..................................................................................................... 9 Modelo Educativo................................................................................................................ 9
Población Carcelaria ......................................................................................................... 11
Metodología................................................................................................................ 12 Implicaciones Éticas .......................................................................................................... 16
Metodología Aplicada ........................................................................................................ 18
Resultados .................................................................................................................. 19 Integridad ......................................................................................................................... 22
Efectividad ........................................................................................................................ 27
Discusión .................................................................................................................... 30
Bibliografía ................................................................................................................ 35
Anexos ........................................................................................................................ 39 Anexo 1. Categorías de Análisis. ........................................................................................ 39
Anexo 2. Consentimiento Informado ................................................................................. 40
Problema de Investigación
La política criminal es un componente de la política pública que se encarga de planificar,
ejecutar y controlar los lineamientos preventivos y represivos en la lucha contra la criminalidad
(Añez & Leonte, 2011). Sin embargo, en muchos países no se ha formulado aún una verdadera
política criminal, y por consiguiente, las respuestas al fenómeno criminal han sido poco
efectivas y han consistido en acciones reactivas frente a determinados sucesos. En el caso de
Colombia, hay importantes oportunidades en materia de definición de políticas criminales que
ayuden a desincentivar el delito, pues hasta el momento sólo se han implementado medidas a
mediano plazo que no han logrado solucionar el problema (Yañez, 2014). Estas políticas
criminales impactan directamente al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario que se
fundamenta bajo el propósito de contribuir al desarrollo y re-significación de las
potencialidades de las personas privadas de la libertad, a través de los servicios de tratamiento
penitenciario, atención básica y seguridad, fundamentados en el respeto de los derechos
humanos” (INPEC, 2015).
Dentro de estos servicios, el Tratamiento Penitenciario aparece en la normatividad
colombiana a partir de la expedición del Código Penitenciario y Carcelario, -Ley 65 de 1993-,
en donde, paralelo a su función de custodia y vigilancia, la ley imprime al INPEC la
responsabilidad de aplicar un tratamiento penitenciario en el marco de los Derechos Humanos
(Toro, 2005). Dicho Tratamiento Penitenciario tiene la “finalidad de alcanzar la resocialización
del infractor de la ley penal” (Congreso de Colombia, 1993) y se enfoca hacia las actividades
que rediman pena, tales como las actividades laborales, educativas, de enseñanza, terapéuticas
(individual y/o grupal), recreativas, deportivas, culturales y espirituales (Congreso de
Colombia, 1993). Dentro de estas actividades, “la educación al igual que el trabajo constituye
la base fundamental de la resocialización (Congreso de Colombia, 1993) que es el objetivo de
dicho tratamiento, y por consiguiente de la institución.
A pesar del papel fundamental que tienen dichas actividades en el objetivo
resocializador del INPEC, estas no están funcionando correctamente, pues aún no están
implementándose en todo su potencial. En el caso de la educación penitenciaria, se propuso un
nuevo modelo educativo en el año 2007, buscando adaptar el sistema existente hacia una
educación para adultos en condiciones especiales, pero a la fecha siguen teniendo dificultades
para implementarlo en su totalidad, debido a diversos factores como son la falta de recursos,
tanto económicos como humanos, las dificultades para llegar a los diferentes centros de
reclusión que se encuentran geográficamente aislados, y la falta de preparación de la institución
para implementar este tipo de cambio, entre otros (Gonzalez, 2015). Adicionalmente, este
modelo aún no cuenta con el aval del Ministerio de Educación, pues no cumple con algunos de
los criterios exigidos por esta entidad. Considerando lo anterior, es importante entender el
estado en el que se encuentra el sistema en el cual se aplicó este modelo, identificando sus
características y oportunidades, para poder potenciar esta actividad y ayudar a mejorar la
calidad del tratamiento penitenciario, para que así cumpla su objetivo resocializador.
A lo largo del documento se busca desarrollar el trabajo de investigación que tiene
como objetivo determinar el estado actual del sistema educativo del Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario Colombiano, INPEC, en el cumplimiento de su objetivo
resocializador. Esto presenta una oportunidad para explorar diferentes aspectos de dicho
sistema, pues hasta el momento no existe información alguna, y ésta serviría como insumo
tanto para el proceso de acreditación con el Ministerio de Educación, como para que la
institución pueda potenciar la actividad. A partir de este objetivo, se formulan dos preguntas
centrales de investigación que se enuncian a continuación. En primer lugar, es fundamental
determinar si hay integridad en el sistema. Es decir, establecer hasta qué punto se ha
implementado el sistema educativo comparado con la propuesta teórica del modelo. En
segundo lugar, se debe establecer qué aspectos considerados fundamentales dentro de un
tratamiento penitenciario efectivo se contemplan para este modelo. Para esto, se comenzará
por una revisión de las bases teóricas que existen sobre esta temática, donde se definirán, en
conjunto con las características del modelo establecidas por el INPEC, los conceptos
pertinentes para este fin, y lo que se espera encontrar durante la investigación. Luego, se
procederá a presentar la metodología que fue utilizada para la investigación, junto con la
población seleccionada y las consideraciones éticas que se tuvieron en cuenta para abordarla.
Por último, se expondrán y analizarán los hallazgos encontrados durante el proyecto.
Esta investigación es entonces relevante pues provee insumos para fortalecer el sistema
educativo carcelario que está ligado a la resocialización de una población vulnerable. La falta
de insumos que existe actualmente para el caso de educación en cárceles, tanto a nivel teórico
como empírico, limita la efectividad del sistema. Lo anterior termina repercutiendo parte de una
problemática social, para la cual la psicología social nos permite tener una perspectiva de la
vida en comunidad, poniendo especial atención a lo relacionado con la conducta criminal y las
respuestas sociales al crimen. Adicionalmente, al proponerse la educación como medio para la
resocialización, la psicología educativa, que “tiene como objeto de estudio los procesos de
enseñanza aprendizaje en escenarios educativos, sean estos de carácter formal, informal y de
educación para el desarrollo humano y el trabajo” (Colegio Colombiano de Psicólogos , 2016),
nos va a permitir entender el proceso mediante el cual se influencia esta población, buscando
su reintegración social.
Antecedentes teóricos y empíricos.
Considerando su importancia social, el tratamiento correccional ha sido un tema de importante
debate a lo largo de los años, pues hay quienes consideran que darle tratamiento oportuno a
aquellas personas con inclinaciones hacia el comportamiento delictivo es la solución a los
problemas de criminalidad que atraviesan muchos países, pero hay quienes consideran que un
criminal no puede ser resocializado por ningún medio. Este debate se ha prestado en diversas
investigaciones a lo largo de los años donde se busca defender alguna de estas posiciones.
Durante muchos años, como resultado al trabajo de Robert Martinson en 1974, se perdió la
esperanza del papel transformador del tratamiento penitenciario. Sin embargo, luego se
despertó nuevamente el interés a nivel mundial por demostrar la importancia de los
tratamientos penitenciarios en el proceso de resocialización de los delincuentes, a la luz de
nuevas metodologías más estrictas que permitieron reevaluar los resultados obtenidos
históricamente al considerar que los tratamientos penitenciarios eran uno de los mecanismos
que podrían reducir los factores de riesgo que llevan a un individuo a volver a delinquir (Cullen
& Gendreau, 2000). Entonces, en la actualidad, el interés está relacionado con lograr que estos
programas funcionen (Bonta & Andrews, 1994), y para esto se debe comenzar por identificar
los aspectos que se deben abordar en el tratamiento penitenciario, y que permiten que éste sea
considerado efectivo.
Por un lado, se debe buscar que el tratamiento se lleve a cabo en la práctica como fue
propuesto en la teoría y el diseño, es decir, que haya integridad en el programa (Andrews &
Dowden, 2005). Para lograr lo anterior, es necesario considerar la calidad de tres categorías de
análisis: la administración, el diseño, y los trabajadores. Para estas se deben considerar
diferentes indicadores, como lo son la supervisión y monitoreo de los procesos y funcionarios
involucrados, la evaluación adecuada del tratamiento penitenciario, un modelo específico de
tratamiento, la frecuencia horaria necesaria, manuales que permitan documentar los diferentes
procesos, y una selección de personal capacitado que posea las cualidades humanas necesarias
para trabajar con esta población vulnerable (Andrews & Dowden, 2005). Todo esto buscando
que haya un direccionamiento claro a partir de la propuesta, que se refleje en el tratamiento de
manera que se incluyan y apliquen todos los aspectos correspondientes. Sin embargo, se debe
evidenciar que estas pautas son bastante generales por lo que puede tener diversas
interpretaciones, y al realizar la evaluación de integridad es posible que la falta de especificidad
de las categorías dificulten determinar el estado.
Por otro lado, es importante que el tratamiento penitenciario contenga aquellos aspectos
que permitan que sea efectivo, y existen diferentes propuestas que mencionan cuáles son. Uno
de los grandes avances en esta materia surgió gracias a Andrews y sus colegas (1990) quienes
formularon los principios RNR, riesgo, necesidad y responsividad, en donde el primer principio
representa la correspondencia entre el nivel de tratamiento con el nivel de riesgo de cada
ofensor, el segundo principio se enfoca en las necesidades de éste y las clasifica en necesidades
criminogénicas y no criminogénicas, y el tercer principio que se encarga de las características
de entrega del programa, es decir los estilos y modos de servicio, se divide en general, al
emplear influencias de los modelos comportamental, aprendizaje social y cognitivo
comportamental, y específica, que se enfoca en adaptarlos al contexto y a las características
individuales de los ofensores (Bonta & Andrews, 1994). Todo esto considerando que se deben
crear actividades que permitan a los reclusos reconciliarse con el aprendizaje, permitiendo que
se preparen para pasar a la educación superior y a un empleo sostenible cuando regresen a su
comunidad, para lo cual es necesario que los programas se encuentren en cooperación con otras
entidades que les ayuden a sostener estos procesos (Dawe, Wynes, & Misko, 2010) y cuenten
con algún tipo de certificación al finalizar, para garantizarle al interno la posibilidad de
demostrar que alcanzó un nivel especifico de habilidad que permita que las instituciones lo
contraten o reconozcan sus conocimientos (Gaes, 2008). No obstante, esta teoría no está
completamente adecuada a países en desarrollo como Colombia, considerando que estos
cuentan con una importante limitación a nivel de recursos, y unos altos índices de alta
criminalidad que pueden dificultar la personalización del programa de educativo, así como
disminuir la calidad del mismo.
También se debe establecer que para que el modelo sea efectivo es necesario que éste
tenga sustento teórico puesto que esta proporciona “directrices significativas para el desarrollo
de programas de acción con sentido y eficaces” (Akers, 2006). Asimismo, se puede establecer
que el tratamiento debe considerar un enfoque socio-ecológico, que provea servicios dentro de
la comunidad, y proporcione apoyo para los funcionarios (Cullen & Gendreau, 2000), mientras
considera aspectos como la cultura organizacional, la comunicación inter-agencias, las
prácticas correccionales básicas, las características tanto del programa como del staff, la
información disponible para implementar y mantener el modelo, y la continua evaluación de
este (Gendreau, French, & Gionet, 2004).
Los aspectos anteriormente mencionados han sido evaluados en diferentes
oportunidades evidenciando el éxito de su inclusión. Entre estos casos de éxito se encuentra el
estudio de Stephen Steurer, Linda Smith y Alice Tracy donde realizaron análisis bi-variados y
multivariados, al igual que otros análisis menos tradicionales, y presentaron los resultados
individuales y en conjunto de Maryland, Minnesota y Ohio sobre el impacto positivo de la
educación correccional sobre la reincidencia con una muestra bastante grande que contaba con
información de 3170 reclusos. En general, se encontró, con una significancia del 0.01, que el
re-arresto tuvo una disminución del 57% al 48% a través de los programas educativos, la re-
convicción de 35% a 27% y la re-encarcelación de 31% a 21% (Steurer, Smith, & Tracy, 2003).
Asimismo, Ryang Hui Kim y David Clark utilizan el Propensity Score Model con 49 variables
para presentar los efectos reales que tiene la educación universitaria en la reincidencia, medida
en un rango de tres años, para una población de 680 ex convictos del estado de New York
liberados entre el 2005 y el 2008, y obtienen que en el tercer año la diferencia entre grupos se
vuelve significativa. (17.1 control vs 9.4 tratamiento). (Hui Kim & Clark, 2013).
Sin embargo, es importante aclarar que ninguno de estos aspectos, o sus respectivos
resultados, corresponden a investigaciones realizadas en Colombia, por lo cual puede existir
una discrepancia entre los resultados obtenidos en dichas investigaciones y los posibles
resultados que se obtengan a partir de la presente investigación; especialmente, si se considera
que ninguna de las investigaciones referenciadas fue realizada en un país en desarrollo, con los
retos que esto implica en términos de recursos, de las condiciones de la población, y el déficit
de política pública sobre el tema. Es posible que por esta razón dentro de los factores a analizar
sea importante considerar factores adicionales, como pueden ser la disponibilidad de recursos
físicos y monetarios o las condiciones socioeconómicas de quienes participarían en dicho
tratamiento.
Variables e hipótesis
Modelo Educativo
Para ésta investigación es fundamental entender la propuesta educativa que se utiliza
actualmente en el INPEC. Ésta propuesta, pionera en el mundo, se desarrolló, en conjunto con
la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, para las personas que se encuentran en
centros de privación de la libertad. Ésta plantea un currículo de educación para adultos a partir
de la ley 115 de 1994, que se organiza por medio de “Ciclo Lectivo Especial Integrado - CLEI”
propuestos en el Decreto 3011 de 1997. El modelo establece que cada CLEI se desarrolla en un
semestre, correspondientes a 759 horas distribuidas en 23 semanas lectivas, dispuestos de la
siguiente manera:
Educación Básica formal: se desarrollará en 4 Ciclos Lectivos Especiales Integrados: el
CLEI Inicial 1 que consiste en la Cualificación de Procesos Lecto-escriturales, el CLEI
2 que corresponde a los grados 1º, 2º, y 3º, el CLEI 3 que corresponde a los grados 4º,
5º. Y 6º, y el CLEI 4, correspondiente a los grados 7º, 8º, y 9º.
Educación Media Formal: se desarrollará en 2 Ciclos Lectivos Especiales Integrados: el
CLEI 5, que corresponde al grado 10º, y el CLEI 6 que corresponde al grado 11º.
Asimismo, para participar en este sistema propone que las personas deban atender un semestre
de inducción general al modelo así como un taller de inducción previo al inicio del CLEI. Al
ingresar, es posible que la persona tenga la necesidad de atravesar una fase inicial de
alfabetización que le permita adquirir las habilidades básicas para los CLEI, y el sistema ofrece
esa posibilidad. Todas estas etapas mencionadas son reforzadas por actividades
complementarias, entre las que se encuentran los seminarios complementarios y el servicio
social, que permiten cumplir las horas correspondientes a cada semestre. Estas horas además
corresponden a un descuento en la pena por cada jornada a la que asistan.
Uno de los aspectos fundamentales de la propuesta educativa es que quienes estarán
encargados de los CLEI y los demás espacios de aprendizaje son reclusas que cuenten con la
formación académica y profesional adecuada. Es decir, el modelo se sostiene debido a la
creación de la Escuela para la formación de Monitores en la cual las reclusas que cumplan con
ciertos requisitos se preparen para ser quienes asumirán el rol de profesor dentro de este
modelo. Sin embargo, el modelo propone desarrollar en las internas estudiantes capacidades de
auto formación que permita que el aprendizaje suceda autónomamente, con el apoyo de las
monitoras ya mencionadas, y que logre cambiar los marcos de referencia de las estudiantes. Lo
anterior permite que en todos los establecimientos se pueda desarrollar algún tipo de estructura
educativa, independientemente de que tan aislados geográficamente estén y de los recursos
disponibles para el sistema educativo.
Estos dos últimos factores son también los que han dificultado la implementación
completa de dicho sistema, y por consiguiente hasta el momento se han realizado pocas
investigaciones que establezcan cuál es el estado actual de éste proyecto en particular o
mediciones concluyentes sobre sus resultados. Sin embargo, si se ha evaluado la percepción de
los individuos involucrados en el tratamiento penitenciario en general, en donde se encontró
que, tanto para internos como funcionarios, la resocialización es la palabra/categoría
considerada como más importante en relación al tratamiento penitenciario, destacando la
importancia de la educación y el trabajo como aspectos fundamentales. No obstante, internos y
funcionarios se diferencian en que para los primeros existe una cara negativa que en los
funcionarios no se manifiesta, pues el tratamiento penitenciario trae al tiempo una serie de
factores negativos que impiden una resocialización completa; entre estos factores se menciona
el maltrato y las violaciones a Derechos Humanos (Ruiz, 2011, pág. 103). No obstante, la
ausencia de información sobre el modelo educativo concretamente crea una oportunidad para
explorar el funcionamiento de este sistema y describir sus diferentes características, brindando
evidencia que permita desarrollar pautas que logren su correcta aplicación y ayuden al
cumplimiento del objetivo resocializador.
Población Carcelaria
Es importante también entender el público del modelo educativo; es decir profundizar un poco
más sobre las personas que se encuentran privadas de la libertad, pues esta población
vulnerable tiene unas características particulares. En la actualidad hay más de 120 mil personas
privadas de la libertad en los diferentes centros de reclusión del país, en su mayoría de
nacionalidad colombiana, de las cuales solo el 66% se encuentra condenado con una pena
promedio de 8.25 años. El promedio de edad de estas personas es de 34 años, de las cuales solo
el 7% corresponde a la población femenina. Como el Buen Pastor es una cárcel de mujeres, se
detallarán las condiciones solo para este género, que corresponde a más de 8000 reclusas, de las
cuales en este centro de reclusión se encuentra aproximadamente el 22%.
Las mujeres que se encuentran privadas de su libertad tienen un promedio de edad de
35 años, con un promedio de pena de alrededor de 6 años, de las cuales alrededor del 20% es
reincidente. De estas mujeres el 46% es soltera, y el 43% se encuentra en unión libre, dejando
solo un 11% de casados, divorciados, viudos y religiosos. Sin embargo, el 33% de las mujeres
recluidas registran tener hijos menores de edad. Esto parece indicar que las mujeres de familia
tienen una menor tendencia a cometer crímenes. En cuanto al nivel de estudios de las reclusas
se puede establecer que alrededor del 72% de la población abandonó sus estudios en algún
punto, y el 20% consiguió su título de bachiller, mientras que el 2,5% es analfabeta, otra
porción equivalente tiene algún nivel de estudios superiores, y el 3,44% cuenta con estudios
técnicos. Esto no solo es indicador de la realidad del país en cuanto a educación, sino que
además podría ser una de las razones por las cuales las mujeres se ven obligadas a delinquir: la
falta de oportunidades. Esto además se relaciona con que las ocupaciones más comunes son las
amas de casa, los vendedores ambulantes, aquellos que se dedican a rebuscar oficios varios y
los desempleados.
Es importante mencionar que en el Buen Pastor, el 29% de la población recluida
participa en el programa de educación y una proporción igual en el programa de trabajo.
Adicionalmente hay un 2% que pertenece al programa de enseñanza. Del 40% restante hay un
20% que no participa en ninguna de los programas de la cárcel y el otro 20% participa en
programas los programas de inducción o en los de rehabilitación. Las cifras anteriores indican
que la mayoría de la población carcelaria participa en programas de redención de penas
relacionados con educación, trabajo y enseñanza.
Metodología
Considerando que actualmente en Colombia no se ha realizado ningún tipo de estudio sobre el
modelo educativo que está siendo utilizado como procedimiento base del tratamiento
penitenciario, para esta investigación se realizará un estudio cualitativo que busca explorar y
entender cómo está funcionando este modelo en el INPEC. Considerando la complejidad y
tamaño del sistema carcelario y penitenciario, para lograr lo anterior se utilizará la metodología
de estudio de caso para identificar, en el centro de reclusión de mujeres el Buen Pastor de
Bogotá, las diferentes características de este modelo. Lo anterior considerando que el estudio de
caso es una investigación empírica que estudia un fenómeno dentro de un contexto donde hay
muchas más variables de interés que datos observacionales y como resultado se debe basar en
múltiples fuentes de evidencia (Yin, 1994). Esto con el propósito de analizar cómo funciona el
modelo y familiarizarse con él, dado que éste es relativamente nuevo y aún está en proceso de
evaluación por parte de las entidades vinculadas. Es por esto último que es pertinente utilizar
un estudio de caso para éste análisis considerando que ésta metodología permite ayudar a
estudiar un fenómeno nuevo cuyo “impacto en la sociedad es suficientemente relevante como
para convertirlo en objeto de observación” (Marradi, Archenti, & Piovani, 2007, pág. 240).
Asimismo, éste permite seleccionar un caso de observación con características
ejemplificadoras con la intención de “desarrollar un estudio crítico tendiente a su
reformulación” (Marradi, Archenti, & Piovani, 2007, pág. 241).
Aunque este método ha recibido críticas por su falta de rigor metodológico, se ha
logrado superarlas pues algunos autores “han invertido esfuerzos en demostrar que siguiendo
algunos procedimientos específicos es posible lograrlo” (Martinez, 2006, pág. 178). Dentro de
estos procedimientos se encuentra la utilización de múltiples fuentes de evidencia para
garantizar la validez de la construcción, la replicación en los estudios para garantizar la validez
externa y el uso de los protocolos de estudios de caso para garantizar la fiabilidad, entre otros
(Yin, 1989). Para este último, Yin (1989) propone una guía de procedimientos donde menciona
la necesidad de plantear las preguntas del estudio de caso y los procedimientos que deben ser
realizados para resolverlas, pues son fundamentales para la estructuración de la investigación.
Siguiendo esta guía se debe comenzar por establecer las preguntas determinantes para éste
estudio de caso, pues estas contendrán los constructos sobre los cuales es necesario conseguir
información y así establecer cuáles son las fuentes necesarias para obtenerlo y cómo analizarlo.
Como éste estudio busca establecer cuál es el estado actual del modelo educativo a través de las
categorías de análisis de Integridad y Efectividad, considerando los diferentes factores que las
definen, se recolectará información de diferentes fuentes y de diversas perspectivas, buscando
conseguir insumos suficientes para responder a la pregunta de investigación.
Para obtener los insumos correspondiente a la primera categoría de análisis, Integridad,
se comenzará por entender el modelo teórico propuesto. Esto se hará a través de los diferentes
reportes presentados por la entidad al respecto de este modelo que permitirán establecer cuál es
la propuesta planteada por la institución y las bases teóricas que tiene este modelo, así como a
través de una entrevista semi-estructurada a una de las precursoras del modelo para comprender
cómo fue el proceso de desarrollo de esta propuesta y qué elementos y criterios se tuvieron en
cuenta para ésta. Luego, este debe ser contrastado con el sistema implementado para identificar
si hay integridad. Para esto es necesario recoger información por medio de la observación
directa del sistema educativo en el Buen Pastor para entender cómo funciona y cuál es el estado
actual. Esta información también se obtendrá por medio de entrevistas semi-estructuradas con
los diferentes agentes del sistema para recoger diferentes perspectivas que permitan establecer
cuál es el estado de dicho modelo. De acuerdo con esto, se recogerá información proveniente
tanto del personal administrativo del INPEC, como del personal de educación del Buen Pastor,
y las personas que se encuentran recluidas, ya sean estudiantes o monitoras. Por otro lado, para
estudiar la efectividad del programa planteado, se comenzará por utilizar la información
estadística de la base de datos presentada anteriormente, donde se conocen las características de
los reclusos que usan el modelo educativo y sus necesidades. Luego, por medio de los mismos
métodos de recolección de información planteados para entender el sistema implementado, es
decir la observación directa y entrevistas semi-estructuradas a diferentes agentes involucrados,
se buscará identificar si las características que hacen parte de un tratamiento penitenciario
efectivo están presentes en el sistema.
Para cada uno de estos métodos de recolección de información es muy importante
considerar las características de aquellos que van a participar. En los casos que se requieren
aportes de los creadores del modelo o de la Sub Dirección de Educación, se contactará al menos
una persona del área, así como al menos una de las personas encargadas de educación en el
Buen Pastor, pues son personas que no solo están vinculadas laboralmente al INPEC sino que
tienen contacto directo con el modelo educativo y son los responsables directos de su
direccionamiento. En el caso de aquellos privados de la libertad serán mujeres mayores de
edad, vinculadas al modelo educativo. Estas últimas serán abordadas durante las sesiones de
clase, con autorización del monitor correspondiente, y serán invitadas a participar en el
proyecto. En el caso de las entrevistas, es ideal conseguir al menos 1 entrevista profunda con
personas correspondientes a los diferentes niveles del modelo educativo. Es decir, participantes
en el programa de alfabetización, participantes de los CLEI correspondientes a Educación
Básica y participantes de los CLEI correspondientes a Educación Media. Lo anterior con el
propósito de contar con perspectivas sobre las diferentes etapas del modelo educativo. Este
mismo criterio se utilizará para la selección de monitoras entrevistadas. No obstante, la
cantidad de reclusos incluidos en el estudio depende enteramente de la cantidad de personas en
estos programas dentro del centro de reclusión asignado que estén dispuestas a colaborar con la
investigación, pues es una población que probablemente no sea tan propensa a participar.
A partir de estos insumos y en relación con los constructos identificados, se debe
proceder a un análisis estructurado de estos que permita establecer ciertas conclusiones
generales e implicaciones de la investigación (Martinez, 2006). En este punto es importante
profundizar en el plan de análisis de la información, puesto que los datos deben ser “analizados
en forma inductiva, guiado por la literatura inscrita en el marco teórico de la investigación”
(Martinez, 2006, pág. 186). Lo anterior dado que en la investigación cualitativa lo principal es
generar una compresión del problema, sin formar los datos dentro de una lógica deductiva. Para
esto se debe, al leer la información recolectada, organizarla a través del uso de códigos que
permitan su categorización y posterior comparación, para así poder centrarse en las áreas de
interés que conduzcan a la compresión del problema de investigación. Lo anterior para poder
efectuar un análisis profundo de la información que permita interpretar las relaciones
encontradas entre lo planteado en el marco teórico y los datos obtenidos (Martinez, 2006).
Considerando que las preguntas realizadas dentro de cada uno de los métodos de recolección de
información están directamente vinculadas a una de las categorías de análisis así como
componentes específicos de estas, la información va a estar parcialmente organizada para el
análisis desde su recolección (Anexo 1). Sin embargo, es importante tener cuidado con aquellas
preguntas que tienen doble función para identificar qué de la información es útil para el análisis
de cada constructo y cómo interpretarlo a la luz del otro constructo involucrado. Luego de esta
organización será posible visualizar ciertos patrones para cada una de las categorías que
permitirá establecer el estado actual del modelo educativo del INPEC.
Implicaciones Éticas
Considerando que está investigación trabajará con una población vulnerable es
necesario que se cumplan los principios de beneficencia y no maleficencia, fidelidad y
responsabilidad, integridad, justicia, y respeto por los derechos y dignidad de las personas
(American Psychological Association, 2010), para lo cual se realizarán ciertos procedimientos
para garantizar que esto se cumpla. Asimismo, la investigación debe ser acorde a la
reglamentación colombiana, de la cual cabe resaltar la resolución 8430 de 1993, donde el
Ministerio de Salud estableció las normas científicas, técnicas y administrativas para la
investigación en salud, y la ley 1090 de 2006, en la cual el Congreso de la Republica
reglamentó el ejercicio de la profesión de Psicología. Cabe resaltar que de acuerdo con la
resolución 8430 de 1993, en esta investigación existe un riesgo superior al mínimo, pues será
un estudio cualitativo en el cual se realiza un análisis de ciertas condiciones que afectan a una
población vulnerable utilizando diversas metodologías de recolección de información, entre las
cuales se encuentran entrevistas, observaciones, y consulta de otros documentos
proporcionados por el INPEC. Por lo tanto, las acciones tomadas deben estar encaminadas
hacia que prevalezca “el criterio del respeto a su dignidad y la protección de sus derechos y su
bienestar” (Ministerio de Salud, 1993, pág. 1)
Considerando el nivel de riesgo es importante anticipar el efecto de los diferentes
procedimientos de recolección de información buscando minimizarlo previo a la investigación.
El aspecto más importante en este sentido es velar por la seguridad de los participantes, que de
acuerdo con la Resolución 8430 de 1993 son considerados un grupo subordinado, a quienes
debe expresárseles claramente los riesgos de la investigación, y se debe asegurar que ésta se
suspenderá de inmediato si se advierte algún riesgo o daño. Para este fin se debe desarrollar un
consentimiento informado (Anexo 2), que incluya, en un lenguaje comprensible, toda la
información necesaria para que los participantes comprendan la investigación, tanto los
procesos que se van a llevar a cabo, como los beneficios y riegos que esta representa y los
derechos y deberes que tienen dentro de la investigación. Igualmente, debe incluirse la
explicación de cómo se manejara la información, de manera que proteja la confidencialidad y
privacidad de la información obtenida, estableciendo que se garantiza la confidencialidad pues
sus nombres no estarán disponibles para la investigación, y la base de datos estará almacenada
en un lugar seguro donde su información no pueda ser publicada ( Hesse-Biber & Leavy,
2011). De igual manera, ésta investigación deberá ofrecer las medidas prácticas de protección
de los individuos y asegurar la obtención de resultados válidos acordes con los lineamientos
establecidos para su desarrollo, que sean compartidos con la comunidad estudiada para permitir
que estos mismos se beneficien de su propia información.
Lo anterior debe ir de la mano con el apoyo de investigadores que tengan más
conocimientos en el campo para asegurar que la competencia profesional no esté poniendo en
riesgo el diseño de la intervención, ni a los participantes. Estos investigadores con mayor
experiencia pueden ayudar al investigador a realizar una supervisión continua de los intereses
propios y los del INPEC con el fin de que estos no afecten la objetividad del estudio. Es decir,
no se altere la dirección de la investigación al estar influenciada por sesgos o presiones acordes
a los intereses de la institución, ni se desarrollen relaciones duales como resultado de la
cercanía que se puede presentar con los participantes, que pueden ser críticas en la
investigación. Para esto, es importante que el diseño de la investigación permita que ésta
incluya la participación voluntaria de diferentes grupos, seleccionados a través métodos
aleatorios, que garanticen la recolección de información imparcial.
Metodología Aplicada
A pesar de que el diseño de investigación planteado fue aprobado el 22 de Febrero por la
Dirección de Atención y Tratamiento del INPEC, a través de un oficio de presentación para
ingresar al Buen Pastor (Anexo 3), antes de comenzar la investigación era importante tener en
mente que dada la complejidad del sistema carcelario iba a ser necesario tener cierta
flexibilidad en la manera en la que este iba a ser ejecutado, pues podían presentarse algunos
contratiempos acordes al funcionamiento de la cárcel. Esto se demostró en la primera visita,
programada para el 3 de Marzo, donde no se pudo ingresar pues el encargado de la puerta no
consideró que mi autorización del INPEC fuera suficiente. Este tipo de inconvenientes fueron
solucionados el 15 de Marzo, fecha en la que se realizó la primera visita. A partir de la fecha se
realizaron dos visitas semanales de una duración de 3 a 4 horas para la observación del centro
de reclusión, para un total de más de 54 horas de observación. En estas sesiones de observación
se buscó visitar alfabetización, los diferentes CLEI, las clases del SENA, la oficina de
educación, la bodega de materiales, la biblioteca, el gimnasio, la sala de computadores y
algunos de los talleres de trabajo. Sin embargo, esto estuvo condicionado a los diferentes
inconvenientes que se presentaron en las visitas, como lo fueron diversas actividades culturales
y religiosas programadas por la administración de la cárcel, y aquellas dificultades de tiempo
que sucedían como resultado de los procedimientos de seguridad de la guardia, que en algunos
casos retrasaban el comienzo de las clases y en otros las suspendían por completo. El registro
de ésta actividad se encuentra en su correspondiente diario de campo (Anexo 4).
Adicionalmente, se realizaron entrevistas semi-estructuradas a una creadora del modelo
educativo, a uno de los encargados de educación del INPEC, a una de las personas que trabaja
en educación en el Buen Pastor, y a un profesor del SENA (Anexo 5). Para las entrevistas que
se realizarían a las internas hubo mayores dificultades, considerando que, a pesar de que estaba
incluida en la propuesta inicial, no fue aprobada por la administración de la cárcel sino hasta el
5 de Mayo, cuando se ingresaron los elementos necesarios para realizarlas. Dado lo anterior, y
el limitado tiempo que las reclusas pueden estar fuera de la celda y la disposición de las mismas
a participar, al final fue posible conseguir entrevistas con 6 estudiantes, de diferentes niveles
del programa educativo, y 2 monitoras de diferentes áreas del conocimiento (Anexo 5).
Resultados
Una vez recopilada la información es posible establecer cuál es el funcionamiento del modelo
educativo en el Buen Pastor. Para este fin, este centro de reclusión cuenta con un espacio
especial para llevar a cabo lo que corresponde al modelo, conformado por una oficina principal,
unos baños, una sala de computadores, una bodega para materiales, un patio, y 10 salones de
diferentes tamaños. Dicho espacio está a cargo de las dos personas que trabajan en la oficina de
educación de la cárcel, de una guardia encargada del ingreso y salida de las estudiantes y 2
reclusas que la ayudan en este proceso; además es posible encontrar 3 monitoras
administrativas, 15 monitoras académicas, 1 persona encargada de la bodega, 1 persona
encargada del aseo, 1 profesor regular del SENA y más de 500 estudiantes. Este espacio está
habilitado de lunes a viernes tanto en la mañana como en la tarde para grupos de estudiantes
distintos. El horario de la mañana para las estudiantes es de 8:30 a 10:30, aunque la hora inicial
puede variar de acuerdo a los tiempos de los procesos de seguridad de la cárcel, y el horario de
la tarde es de 1:30-3:30. Sin embargo, en el horario de la mañana tanto las monitoras como las
clases del SENA se pueden extender hasta las 12:00. Adicionalmente, la guardia puede
suspender las clases cuando lo considere pertinente para la seguridad o cuando haya alguna otra
actividad.
En las franjas de tiempo mencionadas se dicta cada día de la semana un área del
conocimiento diferente para cada uno de los 11 grupos de estudiantes. Estos 11 grupos
corresponden a 2 grupos de alfabetización, CLEI 1, 2 y 3, y 1 grupo de los CLEI 4, 5, y 6,
establecidos a partir de los certificados de estudios previos de las estudiantes, y un examen de
clasificación. Las monitoras administrativas son quienes están encargadas de dicho proceso de
clasificación, aplicando un examen con preguntas de todas las áreas del conocimiento a quienes
ingresan al sistema; de acuerdo al puntaje las asignan a un nivel. Dentro de cada nivel,
adicionalmente, se realizan evaluaciones trimestrales que evalúan todas las áreas de
conocimiento estudiadas dentro de la clase, así como evaluaciones eventuales a cargo de la
monitora de cada clase. Sin embargo, el componente más relevante de evaluación es la
asistencia al centro educativo que se verifica a diario, y es complementada por la evaluación de
las tareas, e incluso de factores como cooperación, espíritu de superación, interés y creatividad.
A partir de estos factores debería determinarse quién avanza de nivel, pero esto usualmente esto
no sucede, y las estudiantes terminan por poner tutelas para lograrlo.
Las estudiantes que son evaluadas primero deben haber realizado un proceso para
ingresar al sistema educativo, y ser registradas en la plataforma disponible para tal fin SISIPEC
WEB. Estas reclusas, además de tener buena conducta, deben conseguir la aprobación de la
Junta de evaluación para el trabajo, educación y enseñanza, JETEE. En el caso de las
condenadas, adicionalmente, deben haber cursado el programa dictado por Formemos, un
departamento de la cárcel, para la introducción a la cárcel. Por otro lado, las monitoras, además
de tener buena conducta, deben tener sus certificados tanto de bachiller como de profesional.
Con esto, también son evaluadas por la JETEE e ingresan a ser monitoras, inicialmente
voluntarias, del sistema educativo. A medida que adquieren experiencia, por medio de la
observación del trabajo de otras monitoras más antiguas, les asignan más responsabilidades
hasta que las designan como monitoras dentro del programa formal de trabajo, siendo
responsables de 6 clases.
Cada clase implica la preparación, exposición y evaluación de la misma. Para la
preparación de las clases, las monitoras se reúnen con los encargados de educación del Buen
Pastor el viernes de la semana anterior, y entregan una propuesta de planeación para las clases.
Esta propuesta se realiza autónomamente, usualmente de acuerdo a la estructura planteada en
algún libro relevante para esa área de conocimiento, y es revisada durante la reunión para su
corrección y aprobación. De acuerdo con lo establecido en el planeador, la monitora presenta
las clases a las estudiantes cuando es posible; de lo contrario, actualizan el planeador. Las
clases consisten en el llamado de asistencia, la verificación de la tarea, y la presentación por
parte de la monitora del tema establecido en el planeador. Esta presentación puede ser a partir
de ejercicios diseñados por la profesora, sacados de libros sobre la respectiva área del
conocimiento o las cartillas dispuestas para tal fin por el INPEC. Las estudiantes practican los
conocimientos por medio de estos ejercicios y luego son evaluadas consecuentemente.
Los insumos necesarios para diseñar el contenido de las clases del modelo educativo
vienen mayoritariamente del INPEC. Por un lado, esta institución se encargó, por medio de
donaciones y una importante inversión, de construir una biblioteca que permitiera tener las
referencias necesarias, por otro lado, financiaron el desarrollo de 96 cartillas para los diferentes
CLEI considerando cada área del conocimiento. Estas cartillas cuentan con las explicaciones
correspondientes de cada temática, y un espacio para que las estudiantes respondan a los
diferentes ejercicios planteados, aunque este no se utiliza, sino que se le entrega a cada
estudiante un cuaderno y un lápiz, donde llevan registro de las actividades realizadas en la
clase, así como realizar sus tareas. Cuando el cuaderno se haya acabado y/o el lápiz gastado,
deben devolverlo a la bodega para que se les haga una reposición. Adicionalmente, en la
bodega cuentan con otros materiales que pueden ser necesitados para realizar diferentes
actividades en el sistema educativo, así como copias de las diferentes cartillas para entregarles a
las estudiantes como texto guía.
Integridad
A partir de la comprensión del funcionamiento del modelo educativo del Buen Pastor es posible
determinar qué tan fiel es el sistema a la propuesta inicial, haciendo énfasis en las tres
categorías de análisis mencionadas en el marco teórico: el diseño, la administración y los
trabajadores. Lo primero que cabe mencionar antes de realizar una presentación detallada de los
hallazgos sobre integridad es que las diferencias se pueden presentar entre los creadores del
modelo, los administrativos del INPEC, los encargados dentro de cada centro de reclusión, y las
monitoras y estudiantes, pues cada uno puede tener una perspectiva diferente, especialmente si
se considera que no todos estos agentes tienen acceso al mismo documento del modelo
educativo. Esto, sumado a la complejidad de la propuesta inicial en la cual muy pocos aspectos
son descritos concretamente, puede resultar en que las perspectivas de cada uno de los agentes
sobre el modelo sean bastante distantes, como se describe a continuación.
En primer lugar, el diseño es una de las características esenciales que debe procurar
mantenerse igual tanto en la propuesta como en la implementación. Para esto es necesario que
haya un modelo teórico específico, idealmente con bases criminológicas, que como se
menciona en la propuesta teórica en este caso son el constructivismo y los planteamientos de
Jürgen Habermas (INPEC, 2007). Aunque en la propuesta no considera las teorías
criminológicas más prominentes, aquellas planteadas permiten desarrollar un modelo educativo
sólido. No obstante, este comienza a modificarse incluso durante el planteamiento inicial, como
lo menciona una de sus creadoras al establecer que la idea inicial era que los procesos de
modificación de los marcos de referencia de cada interno no estuvieran encasillados a las áreas
del conocimiento que exige la ley, a través de los lineamientos del Ministerio de Educación.
Adicionalmente, menciona que cuando comenzaron a implementarlo se dieron cuenta que,
incluso conociendo el funcionamiento, algunas cosas serían distintas a como se lo imaginaron
(Anexo 6). Supone que esto fue el resultado del déficit de capacitación y de la falta de
entusiasmo que el personal imprimió en cambiar el modelo que existía anteriormente, la
resistencia al cambio. Lo que resultó en una implementación pobre de una mezcla de
propuestas que no fue entregada debidamente a las personas que debían implementarla. Por
esto durante las entrevistas se evidencia que los pilares del modelo educativo son diferentes
para cada uno, en donde algunos consideran un pilar la resocialización, otros la auto formación,
e incluso otros el trabajo (Anexo 6).
Asimismo, no todos los procedimientos que se realizaron quedaron documentados de
manera que pudieran servirle a otros establecimientos, o para la modificación o evaluación
posterior del modelo, por lo que muchas iniciativas internas de los ERON se perdieron. Esto sin
contar que los lineamientos establecidos no son lo suficientemente específicos, e incluso cada
establecimiento puede realizar una planeación independiente y establecer sus propias metas.
Entre otros lineamientos, a pesar de que el modelo educativo establece que en 23 semanas
deberían dictarse 759 horas de clase para que haya la frecuencia suficiente para generar un
impacto, en el Buen Pastor cada estudiante recibe máximo 230 horas durante las 23 semanas.
Esto implica que solo tienen dos horas de clase diarias, de las cuales por lo menos 30 minutos
se gastan en la toma de asistencia; tiempo insuficiente para desarrollar todos los conceptos
necesarios. Este mismo déficit de personas se evidencia en las oficinas administrativas del
INPEC, y se considera una de las razones fundamentales por la cual las estrategias propuestas
no siempre se pueden llevar a cabo.
En segundo lugar, la administración tiene un rol crítico para lograr la integridad del
modelo pues son ellos quienes dictan las directrices mediante las que se debe realizar el trabajo.
Si dichas directrices no son compartidas adecuadamente con el personal la implementación del
modelo podría ponerse en riesgo. En el caso del Buen Pastor, incluso siendo una de las cárceles
con mejores condiciones, hay poca comunicación entre la administración del INPEC y las
personas directamente relacionadas con el modelo, siendo un indicador de esto que solo hasta
Mayo se revisaron los lineamientos de educación del 2016, las monitoras no conocen la
propuesta educativa inicial, y que en las evaluaciones de la cárcel aparezca que en esta no se
realiza la socialización de los lineamientos educativos. La siguiente función de la
administración es la evaluación que mayoritariamente se divide en el seguimiento del
presupuesto y en el seguimiento y socialización de los procesos de la cárcel, actividades que se
realizan deficientemente. De la mano con esto, al investigar sobre la evaluación de los
resultados que arroja el modelo educativo en cuanto a su objetivo resocializador, aquellos
involucrados mencionan que no hay tal medición, aunque ocasionalmente la sub dirección de
educación realiza visitas para supervisar y evaluar el funcionamiento. Sin embargo, dentro de la
propuesta teórica no se incluye ningún apartado sobre la evaluación de los resultados del
sistema educativo, y ésta siempre ha sido limitada considerando la dispersión geográfica y la
ausencia de recursos para tal fin. Sin embargo, en el Buen Pastor intentan realizarse
procedimientos de seguimiento a los funcionarios del modelo educativo. La dirección de la
cárcel pide actualizaciones constantes por parte de los encargados de educación, entonces estos
se reúnen por lo menos una vez a la semana con las monitoras para revisar los procesos que se
están llevando a cabo durante las clases, y consultan con la coordinadora de monitoras para
revisar que los planeadores incluyan lo que deben incluir. No obstante, los funcionarios del
Buen Pastor reconocen que este seguimiento no es efectivo, pues no necesariamente cuentan
con el poder para administrar el programa educativo debidamente, considerando que la guardia
toma decisiones que lo afectan directamente, pues son ellos quienes tienen el poder. Además
mencionan que son muy pocas personas para manejar todas las tareas que deben llevarse a
cabo, lo que resulta en que se dediquen enteramente a procesos administrativos que restan
tiempo de otras labores fundamentales para el cumplimiento del objetivo.
En tercer lugar, la propuesta educativa del INPEC hace un importante énfasis en la
capacitación de los trabajadores, por medio de la creación de una escuela que permita
desarrollar una estructura interna de personal. Sin embargo, es evidente que no existe tal
proceso, pues la escuela designada para tal fin nunca se desarrolló por falta de recursos. Por
esta razón, las monitoras que trabajan en el sistema no tienen ninguna formación pedagógica, y
en muchos casos sus actividades profesionales previas no están relacionadas con las áreas del
conocimiento que enseñan en la cárcel. Asimismo, es posible ver que las personas que trabajan
en educación en el Buen Pastor tampoco cuentan necesariamente con experiencia en
administración educativa, o incluso en pedagogía de las áreas de conocimiento que se dictan
internamente. Por consiguiente, todos los procesos de capacitación interna se han llevado a
cabo por medio de una cascada de aprendizaje que inicia con el personal más antiguo,
desplegándole el conocimiento al personal nuevo, pero al considerar la rotación del lugar es
posible determinar que esta estrategia puede no ser sostenible. La deficiencia en la capacitación
resulta, además de los efectos obvios de la falta de preparación de las monitoras en la calidad
de la enseñanza, en un cambio de la percepción de las estudiantes sobre la utilidad del modelo,
pues ven a las monitoras como una interna más que necesita descontar horas, y no como una
figura de autoridad que puede aportarles a su formación. El tema de la percepción sobre la labor
que desempeñan los trabajadores, especialmente las monitoras, también es fundamental en
cuanto a que dependiendo de la actitud que logren transmitir a las estudiantes están se van a
motivar o no. Esto es fundamental pues la propuesta propone la modificación de los marcos de
referencia de cada persona, pero un sistema opresivo dentro de las difíciles condiciones de la
cárcel, puede dificultar todo proceso pedagógico. Para desarrollar las habilidades de
autoformación que propone el modelo es necesario que las monitoras, la guardia y los demás
funcionarios tengan ciertas habilidades humanas que lo permitan, y en la actualidad no todos
cuentan con estas habilidades puesto que solo se exige, por ejemplo en el caso de las monitoras,
una formación profesional.
Al revisar todos los aspectos relevantes para determinar si el modelo educativo que
existe en el Buen Pastor es integro o no, es posible determinar que en general este programa no
cuenta con la integridad sugerida, pues hay varios indicadores que demuestran que en la
aplicación no hay necesariamente conocimiento del planteamiento inicial. Sin embargo, es
fundamental determinar si aquello que está implementando funciona efectivamente para
alcanzar el objetivo resocializador del programa. Es posible que en la práctica se consideren
aspectos diferentes a la integridad, que de todas formas lleven a que el programa funcione
adecuadamente, como se estudiará a continuación.
Efectividad
Dentro de las diferentes características que pueden indicar si un programa de educación
carcelaria es efectivo o no, hay algunas estrechamente relacionadas con los mismos aspectos
que se evaluaron durante la integridad y por consiguiente se mencionarán brevemente para
luego explicar aquellas que no han sido abarcadas hasta el momento. En primer lugar, es
importante que el modelo cuente con un sustento teórico, como sucede en este caso. En
segundo lugar, es importante que el personal que trabaja con la población carcelaria no solo
cuente con las habilidades humanas y docentes que se requieren para atender esta población
carcelaria, sino que sean supervisados y evaluados constantemente. Como se explicó
anteriormente, aunque se reconoce la importancia de estos aspectos, la falta de recursos y
disposición han dificultado que estas características y procesos sean incluidos exitosamente en
el modelo educativo. En tercer y último lugar, el proceso de evaluación no está suficientemente
definido, puesto que hay bastante libertad en la definición de metas, y lo que se evalúa
genéricamente no está orientado hacia el cumplimiento del objetivo del programa.
Sin embargo, existen otros factores claves para la efectividad que no han sido
abarcados. Entre estos se encuentra el hecho de considerar que el programa educativo siga el
Modelo RNR, buscando que se adapte a las necesidades y nivel de riesgo del ofensor de una
manera responsiva. Al analizar el primer factor es posible determinar que el modelo no
considera el riesgo de reincidencia que plantea este modelo, pero si considera el nivel de
seguridad que requiere cada interna para incluirla o no en el modelo educativo. El segundo
factor es un poco más complejo considerando que cada una tiene diferentes necesidades. A
grandes rasgos el hecho de que les ofrezcan la posibilidad de finalizar sus estudios, intenta
suplir una de sus necesidades básicas, especialmente si se considera que se hace en diferentes
niveles de acuerdo al nivel del estudiante. Sin embargo, como en algunas ocasiones el proceso
de clasificación no se realiza adecuadamente algunas estudiantes quedan en niveles que no son
acordes a su nivel de aprendizaje. Adicionalmente, considerando diferentes problemas que tiene
el modelo en muchas situaciones deja desprotegidas las necesidades de cada interna. Por
ejemplo, en cuanto a los materiales, que no siempre están disponibles, algunas internas deben
recurrir a solicitarle a familiares que se los envíen con la encomienda, pero aquellos que no
reciben ayuda de sus familiares quedan desprotegidos. Sobre esto es importante considerar que
todo el contexto carcelario es muy complejo y las reclusas viven situaciones muy difíciles
frente a las cuales es difícil establecer qué necesidades son las que le corresponde atender al
sistema educativo como tal. Sin embargo, la intención del modelo de modificar los marcos de
referencia de cada interna está relacionado directamente con las necesidades criminogénicas de
estas y eso es un factor importante para el proceso de aprendizaje, si es aprovechado
consecuentemente. En cuanto a la responsividad es claro que no contiene aspectos de la
responsividad general pues no emplea influencias de los modelos comportamental, aprendizaje
social y cognitivo comportamental en el proceso de enseñanza, en especial considerando que
las monitoras no cuentan con la capacitación para hacerlo. Por otro lado, el modelo educativo
del INPEC si está diseñado con la intención de que se adapte al sistema carcelario al que
pertenece, pero esto mismo es lo que resulta en que tengas tantas dificultades en su
implementación. Asimismo, es importante resaltar que las monitoras hace un importante
esfuerzo por acompañar a cada estudiante en su proceso de aprendizaje, especialmente cuando
notan que alguna tiene alguna dificultad particular. No obstante, considerando que la
proporción entre monitoras y estudiantes es bastante amplia, en ocasiones para las monitoras es
muy difícil enseñar de manera más personalizada. Además, considera que las monitoras
también son internas y están atravesando por la mismas situaciones dificultes que sus
estudiantes, en muchas ocasiones es difícil para ellas tener la mejor disposición durante las
clases, desmejorando notablemente el estilo de enseñanza..
Asimismo, es fundamental que todo el procedimiento funcione en armonía con la
cárcel, y para esto debe haber una cultura organizacional que se adapte al modelo educativo
propuesto y apoye todos sus procesos. Sin embargo, desde la primera visita fue posible
determinar que dentro del centro de reclusión existe una lucha de autoridad entre la
administración y la guardia que dificulta las labores de educación y afecta directamente a las
reclusas, pues usualmente termina por impedir que las estudiantes lleguen a clase. De la mano
con esto, las internas comentan que se presentan algunos casos de abuso de la autoridad por
parte de la guardia, que terminan desmotivándolas en su proceso de aprendizaje.
Adicionalmente podría incluso decirse que ésta actividad no es una prioridad del centro de
reclusión, considerando que tanto actividades culturales, religiosas, y deportivas, como los
diferentes procedimientos de seguridad suelen tener prioridad por encima de las clases. Sin
embargo, lo anterior es el resultado de la búsqueda de programas correccionales integrales que
consideran incluir diferentes actividades dentro de la reclusión de estas personas, pero para que
eso funcione es fundamental que las diferentes áreas de la cárcel estén en constante
comunicación entre ellas permitiendo que todo el personal esté enterado de lo que está
sucediendo, y no interfiera en otros procesos.
De igual manera es importante que el centro de reclusión tenga comunicación con otras
instituciones que fortalezcan el proceso de educación. Entidades como el SENA, la Universidad
Santo Tomas, la UNAD y otros centros educativos son fundamentales para el correcto
funcionamiento del sistema educativo, pues se convierten en alternativas de calidad. Aunque ya
existen los convenios para trabajar con estas entidades, no existe una constante comunicación
entre entidades, como se evidencia en el hecho de que los profesores del SENA puedan no
presentarse, sin ninguna reacción de ninguna de las dos entidades. Igualmente, se observa que
no hay una relación desarrollada con el Ministerio de Educación, ni con entidades que
garanticen que el proceso de aprendizaje no se pierda al salir de la cárcel. Como resultado de lo
anterior, no existen convenios que puedan certificar las labores realizadas dentro del sistema
educativo penitenciario, y por lo tanto, más allá de que sea un buen indicador para el juez de
ejecución de penas, participar en este programa no es validado una vez se abandona la cárcel,
dificultando la reintegración a los ámbitos académicos o profesionales. Para obtener una
certificación es necesario participar en alguno de los programas del SENA o en los convenios
con universidades, o realizar autónomamente una validación del bachillerato. Asimismo, el
modelo no contempla el proceso de reintegración a la comunidad, o las herramientas necesarias
para esto, lo cual podría poner en riesgo la efectividad del modelo, al no equipar a las
estudiantes para los desafíos que volver a su entorno podría traer, reconociéndolas como
organismos socio-ecológicos.
Revisando la información presentada anteriormente es posible evidenciar que muchos
de los factores que la literatura propone como determinantes para la efectividad de un programa
carcelario que promueva la resocialización no se encuentran presentes en la actualidad, o tienen
importantes oportunidades de mejorar. Sin embargo, es meritorio que el programa educativo se
lleve a cabo en estas condiciones adversas, y que provea una manera sana para que las internas
pasen su tiempo de reclusión y se reconcilien con el proceso de aprendizaje. A pesar de las
dificultades evidenciadas es posible ver que hay una intención por parte de las personas de
educación por optimizar los pocos recursos materiales y de personal que tienen y darle solución
a los obstáculos que se presenten, así como encontrar estudiantes que creen en las
oportunidades que les da participar en dicho programa.
Discusión
De acuerdo a lo que se presentó en el apartado anterior es posible tener una idea general del
funcionamiento del modelo educativo y de sus características principales, así como un paralelo
entre estas y las características que debería tener de acuerdo con la teoría. En este paralelo se
pudo establecer que el sistema educativo no funciona exactamente como se propuso en la
teoría, puesto que en diferentes aspectos relevantes existe no solo una diferencia con la
propuesta inicial sino entre la perspectiva de los diferentes agentes involucrados en el proceso,
quienes en una gran parte no conocen la propuesta inicial. Igualmente se pudo establecer que
hay varias características de su actual funcionamiento que pueden estar limitando su efectividad
al no ser acordes con lo que se propone en la teoría. Sin embargo, la existencia del sistema
educativo demuestra una apertura de la institución hacia programas que satisfagan las
necesidades de la población carcelaria al tiempo que busca darles herramientas para la
resocialización. Esto indica que de encaminarse correctamente, este programa resultaría en un
sistema educativo novedoso, referente para las cárceles latinoamericanas, ofreciendo bases para
desarrollar un modelo de educación pertinente que incluso permita mejorar la política de
educación nacional frente a este tema. Asimismo, esto beneficiaria a una población vulnerable
ofreciéndoles posibilidades de reestructurar su conducta criminal, teniendo esto un impacto
directo en los índices de criminalidad del país, así como la percepción de la sociedad de las
personas que han atravesado periodos de privación de libertad.
A través de esta investigación fue posible encontrar ciertos aspectos comunes para
todos los niveles de la organización que podrían contribuir a que el modelo cumpla con su
objetivo. El recurso humano es uno de estos, pues es fundamental para que los procesos se
desarrollen efectivamente y de acuerdo a lo propuesto. Desde toda perspectiva es fundamental
implementar el programa de capacitación del personal, pues de ellos depende la calidad del
proceso de enseñanza que se brinda a las internas. Este elemento no solo es una parte
importante de la propuesta inicial, sino que esta resalta como una característica determinante
para que cualquier tratamiento penitenciario sea efectivo, sin importar que variaciones tenga a
lo largo del tiempo. Ésta capacitación debe ser relacionada tanto con el contenido de la clase
que dictan como con sus habilidades docentes y humanas de manera que logre que las
estudiantes las reconozcan como personas de autoridad y con los conocimientos suficientes
para ofrecerles el servicio de enseñanza, así como que estas tengan la disposición suficiente
para lograr manejar este difícil público.
Otro aspecto transversal en los hallazgos de ésta investigación es la importancia de una
evaluación pertinente y constante del sistema para lograr que la situación interna de la cárcel se
conozca, de manera que se pueda dar un direccionamiento claro a cada centro de reclusión. Éste
tipo de seguimiento permitiría tener insumos para solicitar que se certifique la labor que se
realiza internamente. Aunque es claro que la función del centro de reclusión no es
exclusivamente educativa, para que el sistema de educación funcione es necesario que éste esté
validado externamente para que las estudiantes comprendan la utilidad futura de participar. Lo
anterior como resultado de que las reclusas se desprenderían de la idea de que el fin exclusivo
del programa es rebajar horas y que el juez las vea con buenos ojos, sino que esto les sirve a
futuro para ampliar sus oportunidades académicas y laborales. Para esto es necesario trabajar en
la consecución de la aprobación del Ministerio de Educación para que este se apruebe como un
modelo flexible para adultos, de manera que al tiempo que se realiza la transformación de la
manera de pensar de las internas sobre el crimen, se le validen los conocimientos formales
aprendidos.
Por último es fundamental desarrollar procedimientos que permitan que el modelo
educativo funcione en armonía con el resto de la cárcel, de manera que no se entorpezcan el
cumplimiento de objetivos de cada una. Es claro que la seguridad es un aspecto fundamental de
la cárcel, pero es necesario desarrollar un trabajo más cooperativo entre la guardia y la
administración de manera que se faciliten los procesos educativos. Considerando que en la
actualidad la guardia es quien tiene el control del centro de reclusión es fundamental generar un
mayor acercamiento con estos para que estos participen en beneficio del sistema educativo. Lo
anterior a partir de dos aspectos observados y mencionados recurrentemente. Por un lado, es
necesario que la guardia desarrolle habilidades de trato de esta población vulnerable para lograr
que las internas no estén tan decaídas constantemente por los malos tratos, y de esta manera
estén en disposición de aprender. Por otro lado, debe buscarse una manera de agilizar los
procedimientos de seguridad correspondientes para no retrasar las demás actividades de la
cárcel, así como asegurarse de contar con guardias que ayuden exclusivamente al centro
educativo para garantizar el desarrollo de las clases.
Es importante considerar que para que todas estas mejoras sean implementadas en la
realidad es necesario comenzar con un programa de concientización de la importancia de la
educación penitenciaria como medio resocializador, que logre que todas las personas que están
en contacto con las reclusas se conviertan en facilitadores de dicho proceso al lograr que estos
cambien sus propios marcos de referencia. Concretamente, sería importante poner parámetros
de evaluación claros que orientaran el trabajo hacia un fin más concreto así como realizar
charlas de comunicación del programa y sus objetivos. De esta manera, el compromiso de los
funcionarios podría fomentar el correcto desarrollo de las diferentes actividades, considerando
que éstas se impulsarían sin necesidad de una inversión grande de recursos, que es una de las
limitantes. Sin embargo, ésta limitación es fundamental en las implicaciones prácticas de dichas
soluciones pues hasta el momento ha sido lo que ha dificultado la implementación de muchas
de las propuestas. Sería fundamental que al distribuir los recursos se consideren alternativas
económicas en el largo plazo como programas virtuales de capacitación que no requieran
movilización del personal ni espacio físico para hacerlo, distinto a las salas de computadores ya
existentes, y formatos de evaluación concretos que permitan que la información circule entre
todos los niveles del INPEC, e incluso visitas virtuales por parte de los evaluadores.
Sin embargo, este estudio pudo dar únicamente un vistazo inicial a la situación del
sistema educativo dentro de las cárceles en Colombia. Aunque cualquier tipo de evaluación
puede servir como insumo para diseñar mejores estrategias de implementación, existiría un
mayor impacto si la investigación se realizará en todos los centros de reclusión y con mayor
apoyo por parte de la institución que permita profundizar sobre el funcionamiento. Igualmente,
la limitación del tiempo para realizar la investigación es muy corta para abarcar toda la temática
propuesta para esta investigación, considerando además todas las dificultades de acceso. Por
esta razón es fundamental que para cualquier trabajo adicional en cárceles la metodología de
recolección de información sea aún más flexible de manera que se pueda adaptar al contexto
carcelario con todos los obstáculos que éste supone. Los trabajos adicionales sobre el tema
educativo en particular son muy importantes para el desarrollo de dicha actividad, considerando
que éste trabajo solo funciona como un ejemplo del total de casos que existen, y dichas
investigaciones son necesarias para comprender lo que sucede internamente dado que hasta el
momento no existen. A partir de la información que se podría recolectar el INPEC tendría más
insumos para acercarse al Ministerio de Educación, u otras entidades pertinentes, para recibir
tanto la validación como el apoyo que el sistema educativo merece. No obstante, estas
investigaciones deben ser diseñadas de manera que el tiempo sea coherente con la cantidad de
información que pretende obtenerse y la profundidad de esta que se desee.
Lo anterior podría proveer herramientas para desarrollar programas carcelarios que
funcionen, en conjunto con las políticas públicas pertinentes, de manera que se logre un cambio
significativo en la manera como este funciona actualmente y que permita detener el ciclo de
reincidencia que se presenta en la actualidad, al reintegrar a la sociedad personas que cumplan
con la ley. Lo anterior resultaría en que las personas que salen de la cárcel salen mejor
preparadas para enfrentar la situación del país, construyendo una mejor sociedad para todos.
Esto a su vez ayudaría a descongestionar todo el sistema judicial y carcelario del país, de
manera que el estado podría concentrase en otros aspectos que requieren igual trabajo. Las
investigaciones encaminadas a ayudar organizaciones estatales son fundamentales para
contribuir al desarrollo del país.
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Anexos
Anexo 1. Categorías de Análisis.
Estado Actual
Integridad
Administracion
Diseño
Personal
Efectividad
Sustento Teórico
RNR
Enfoque Socio-Ecologico
Cultura Organizacion
Características del Personal
Características del Programa
Practicas Correccionales
Basicas
Comunicación Inter-Agencia
Evaluación
Trabajo
Anexo 2. Consentimiento Informado
Consentimiento Informado
Este proyecto busca analizar el programa educativo actual del Instituto Nacional Penitenciario
y Carcelario Colombiano (INPEC), con el fin de describir las diferentes características de éste
para brindar evidencia que permita desarrollar pautas que logren su correcta aplicación y ayude
al cumplimiento del objetivo resocializador de la institución. Para esto, es necesario recopilar
información de los diferentes agentes relacionados con este modelo. Al aceptar participar en la
siguiente actividad, su compromiso es responder las preguntas que se harán durante una
entrevista que durará alrededor de una hora y tiene un fin únicamente investigativo. En esta se
elaborarán preguntas acerca del estado actual del sistema educativo, con el fin de contar con su
perspectiva e identificar posibles oportunidades. Esto requerirá entonces una inversión de
tiempo y compromiso, así como aceptar que la entrevista sea grabada, lo que permitirá su
posterior transcripción y análisis.
Es importante resaltar que su participación no implicará ningún riesgo, pues la información
obtenida será confidencial y de uso únicamente académico Para cumplir lo anterior, no se
compartirá la información que pueda causar algún riesgo, y se protegerá la identidad de los
participantes al no dar características personales que permitan su identificación. Una vez
culminado el semestre académico, se darán a conocer los hallazgos de la investigación a
quienes estén interesados y mediante la entrega del poster académico que será presentado en la
Universidad de los Andes.
Cabe destacar que su participación es totalmente voluntaria, por lo que no está obligado/a de
ninguna manera a participar en este estudio. Si accede a participar, puede dejar de hacerlo en
cualquier momento del estudio, sin que tenga que dar explicación alguna al equipo de
investigación. Asimismo, se aclara que a cambio de su participación no recibirá ningún tipo de
compensación económica. Sin embargo, los resultados encontrados en la investigación pueden
contribuir a la mejora de la implementación del sistema educativo de la institución.
Si tiene alguna pregunta durante su participación, puede acercarse a la persona encargada para
aclarar sus dudas. Asimismo, si le surgen preguntas después, no dude en ponerse en contacto a
la profesora responsable de este estudio, Mónica Pérez, o al comité de ética del departamento,
que se encargó de revisar el proyecto, al email ([email protected]) y número de
teléfono 332 43 65.
En tales condiciones, yo ______________________con C.C___________________ doy mi
autorización para participar en el proceso de investigación, habiendo resuelto todas mis dudas
sobre la investigación. Consiento que los datos recogidos sean utilizados para cubrir los
objetivos especificados en el documento.
Nombre del Testigo: C.C.
Nombre del investigador: Alejandra Restrepo Neira C.C 1.020.757.723