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AGUA Y TERRITORIO EN LAS REGIONES AGRÍCOLAS DE MÉXICO. EL
CASO DE LA REGIÓN DEL BAJÍO MICHOACANO.
Área temática 11. Problemas ambientales, cambio climático y gestión de riesgos
Dr. Octavio Martín González Santana1
Centro de Estudios de Geografía Humana
El Colegio de Michoacán, A.C.
México
Resumen:
Lo que para muchos es conocida como la etapa de la “Revolución verde” ocurrida en México a
partir de la década de 1940, misma que en el periodo posrevolucionario se caracterizó por intentar
resolver la autosuficiencia alimentaria y lograr la capacidad de exportación de productos agrícolas,
en gran medida estuvo basada en el modelo de agricultura bajo irrigación y abarcó importantes
regiones del país. Para tal efecto se desarrollaron grandes proyectos, lo que implicó un gran
dominio del Estado de diversos territorios locales y sus recursos hídricos. Las obras más amplias,
cuyos territorios más tarde serían conocidos como de gran irrigación, se desarrollaron utilizando
aguas superficiales mediante la construcción de grandes represas principalmente en el norte del
país. Aquellos proyectos de menor tamaño en gran medida se enfocaron en aguas del subsuelo. Al
paso de los años la disponibilidad de aguas superficiales se ha reducido de forma considerable y el
uso de las subterráneas se incrementó de manera notable, al grado de provocar la sobre explotación
de los acuíferos en varias regiones. Al respecto se tiene el caso de lo se conoce como el Bajío
michoacano, ubicado al sur del río Lerma en el Occidente de México. En el contexto de lo anterior,
con la presencia de los impactos de recurrentes sequías agrícolas, producto del cambio climático, se
ha encontrado que ha resultado necesario el uso creciente del agua para riego en el periodo de
lluvias, marcando una considerable diferenciación productiva y socio territorial con la agricultura
de corte tradicional que solo se abastece de agua de lluvia. A ello habría que sumar que a mediano y
largo plazo la viabilidad de la agricultura de irrigación se pone en entredicho, dada la creciente
amenaza de una crisis por la escasez de agua subterránea. Por lo que a final de cuentas la
emergencia de una posible disputa por el agua se puede convertir en una desigual lucha por el
territorio y sus recursos.
Palabras clave: Agua, territorio, agricultura, cambio climático
Introducción2
1 Doctor en Ciencias Sociales, interés por la geografía rural y los usos sociales del agua, en 2013 publicó “Estado,
recursos hídricos y producción del espacio”, en Martha Chávez y Martín Checa, El espacio en las ciencias sociales:
geografía, interdisciplinariedad y compromiso, El Colegio de Michoacán; “El reto de la gestión del agua en las regiones
de México ante los efectos del cambio climático. El caso de la cuenca del río Turbio”, Cuadernos de geografía-Revista
colombiana de geografía, Universidad Nacional de Colombia, Vol. 22, pp. 125-144. Profesor-Investigador del Centro
de Estudios de Geografía Humana de El Colegio de Michoacán. Tel. 352 5256107 ext. 2401 [email protected] 2 Parte de la información manejada en esta ponencia procede de un reporte técnico denominado “Aspectos
agropecuarios de la región de La Piedad, Michoacán”, presentado en 2010 dentro del proyecto de investigación
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Lo que para muchos es conocida como la etapa de la “Revolución verde” ocurrida en México a
partir de la década de 1940, misma que en el periodo posrevolucionario se caracterizó por intentar
resolver la autosuficiencia alimentaria y lograr la capacidad de exportación de productos agrícolas,
en gran medida estuvo basada en el modelo de agricultura bajo irrigación y abarcó importantes
regiones del país. Para tal efecto se desarrollaron grandes proyectos, lo que implicó un gran
dominio del Estado de diversos territorios locales y sus recursos hídricos. Las obras más amplias,
cuyos territorios más tarde serían conocidos como de gran irrigación, se desarrollaron utilizando
aguas superficiales mediante la construcción de grandes represas principalmente en el norte del
país. Aquellos proyectos de menor tamaño en gran medida se enfocaron en aguas del subsuelo. Al
paso de los años la disponibilidad de aguas superficiales se ha reducido de forma considerable y el
uso de las subterráneas se incrementó de manera notable, al grado de provocar la sobre explotación
de los acuíferos en varias regiones. Al respecto se tiene el caso de lo se conoce como el Bajío
michoacano, ubicado al sur del río Lerma en el Occidente de México. En el contexto de lo anterior,
con la presencia de los impactos de recurrentes sequías agrícolas, producto del cambio climático, se
ha encontrado que ha resultado necesario el uso creciente del agua para riego en el periodo de
lluvias, marcando una considerable diferenciación productiva y socio territorial con la agricultura
de corte tradicional que solo se abastece de agua de lluvia. A ello habría que sumar que a mediano y
largo plazo la viabilidad de la agricultura de irrigación se pone en entredicho, dada la creciente
amenaza de una crisis por la escasez de agua subterránea. Por lo que a final de cuentas la
emergencia de una posible disputa por el agua se puede convertir en una desigual lucha por el
territorio y sus recursos.
Pues la historia de la política de irrigación desarrollada en el país nos da cuenta ante todo de
las grandes obras que fueron construyéndose en no muchas regiones, donde sobresale el norte y en
menor medida el centro y el occidente. Casi de forma regular se manejaba un discurso que
vinculaba el cultivo de la tierra y los hombres y el monumento principal era la gran represa. Pero no
siempre fue así y al paso de los años se ponen los ojos en el agua contenida en el subsuelo y no solo
para las obras nuevas que ya no eran de gran tamaño, sino también para apoyar a las zonas irrigadas
a partir de las grandes represas y por tanto era con agua superficial. Dicho proceso empieza a
perfilarse en la década de 1950 y adquiere proporciones alarmantes a partir de los años 80 y 90 del
siglo pasado. Así las cosas que resultó necesario un esquema que limitara el uso del agua
subterránea, mismo que más tarde fue conocido como las vedas para uso del agua. A pesar de ello,
el uso del agua subterránea sigue en incremento, especialmente para la agricultura de riego. De ahí
la importancia del estudio de caso que se pretende mostrar en la presente ponencia.
Un esbozo del contexto hidroagrícola mexicano
Partiendo del gráfico siguiente, puede observarse que hay una desigual distribución de la superficie
agrícola en México, situación que se hace más evidente cuando se trata superficies que se cultivan
bajo sistemas de humedad y riego. Por lo que si se observa más a detalle la ubicación de las diversas
entidades federativas, se puede señalar que existe un territorio mexicano dividido por zonas donde
sobresale la agricultura irrigada, como es el caso del norte. En cambio la agricultura que solo
depende del temporal de lluvias se localiza en el centro y sur del país. Una situación intermedia
puede localizarse en el Centro Occidente, muy en especial en lo que se conoce como el Bajío de
México.
“Propuesta de desarrollo territorial integral de la región de La Piedad”, financiado con Fondos Mixtos y registrado con
la clave: 1172457. De ahí entonces que la información manejada corresponda únicamente al estado de Michoacán, dado
los términos de referencia señalados por el financiamiento.
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Gráfica 1
Pero no obstante la aparente distribución que se acaba de señalar, al momento de que se cambia la
óptica sobre el tipo de agua que se usa para la agricultura de riego, que en términos generales es
superficial y subterránea, la situación cambia un poco dado que de todos los estados del país, solo
es en Sinaloa donde no se tiene un uso excesivo de agua subterránea, pues gran parte de sus zonas
de riego se basan en el uso de agua superficial.
Dado el limitado espacio del presente documento, puede agregarse que si la óptica se lleva a
la situación de la disponibilidad del agua subterránea para diversos usos, donde sobresale la
agricultura, según la gráfica 2 puede encontrarse que existe una considerable sobre explotación de
dicho recurso, muy en especial en el norte y parte del Centro Occidente del país. Lo que de entrada
pone en entredicho la actividad agrícola, si es que no se toman medidas necesarias para enfrentar
dicha situación en contexto de la presencia del cambio climático y cuyos efectos, en especial la
sequía, se perfilan de forma considerable en gran parte del territorio mexicano, pero especialmente
en su porción central.
Gráfica 2
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Fuente: INEGI/USV/V4
Superficie agrícola en México
Agricultura de humedad Agricultura de riego Agricultura de temporal
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La región de La Piedad
Lo que para efectos de la presente ponencia se considera como la Región de la Piedad, es el
territorio integrado por los municipios de Numarán, La Piedad y Yurécuaro. Ésta se encuentra
comprendida justamente en la porción noroeste del estado de Michoacán y al sur del Río Lerma, en
su colindancia con los municipios de Pénjamo y Degollado, correspondientes a los estados
Guanajuato y Jalisco respectivamente (ver mapa 1).
No obstante la predominancia de la ciudad de La Piedad de Cavadas en esta porción de
Michoacán, sobre todo en lo que compete a las actividades económicas relacionadas con la
porcicultura, la industria y los servicios, el sector agropecuario tiene su propia dinámica en la
región, en gran medida resultado de una importante tradición del uso de las aguas superficiales,
sobre todo del Río Lerma, sus afluentes y varios manantiales, para la producción agrícola, las
actividades ganaderas y, en su momento, la generación de energía mecánica y eléctrica orientada a
las actividades urbano-industriales.
A la fecha la dinámica de la actividad agropecuaria de la región se sustenta en la existencia
de un régimen de propiedad donde comparten el predominio las propiedades social y privada, así
como de un entorno geográfico que da cuenta de la importancia de las sociedades locales, en su
interacción con los ámbitos regional, nacional y global, para la conformación del espacio agrícola
de la región que nos ocupa y los sistemas productivos que le dan vida.
Mapa 1
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Esidades federtivas Fuente: CONAGUA 2015
Disponibilidad de agua subterránea en México al 2014
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La Piedad: una región agropecuaria en el noroeste de Michoacán
En una primera instancia se puede precisar que la región de La Piedad, que comprende a los
municipios de La Piedad, Numarán y Yurécuaro, tiene una superficie de 534.31 kilómetros
cuadrados y en cuya orografía prevalece el Cerro Grande de La Piedad y por la margen sur el
vecino Cerro de Zináparo, en cuanto al borde oeste del complejo montañoso conocido como el
Bajío Montañoso Michoacano (Guegueon, 1988). La predominancia de ambos edificios volcánicos
al lado sur del Río Lerma ha motivado la presencia de una serie afluentes cuyos escurrimientos
intermitentes en gran medida confluyen hacia estrechos valles formados por el Río Lerma sobre los
1700 msnm en la margen este del municipio de Numarán y sobre los 1530 msnm en el centro norte
del municipio de Yurécuaro, así como al vecino valle de Ecuandureo, en una especie de continuidad
con el anterior.
De ahí entonces que la región de La Piedad resulte ser la porción oeste de lo que se conoce
como el Bajío seco michoacano, esta última una meso región que inicia en los municipios de
Puruándiro y Pastor Ortiz en la parte este, y que concluye con el municipio de Tanhuato hacia el
oeste, todos ellos territorios municipales ubicados al sur del Río Lerma y al norte de las regiones de
la “Meseta Purépecha” y Bajío Zamorano.
Por tanto, la región de La Piedad, en gran medida se constituye como un instrumento que
permite aportar a la definición de un perfil agropecuario de la misma. Una región donde las
complementariedades, integración y articulación, en buena medida se dan a partir de las relaciones
comerciales establecidas entre diversas actividades productivas de los municipios de La Piedad y
Numarán, principalmente y en menor medida Yurécuaro. Aunque el factor de integración de la
región lo representa la ciudad de La Piedad, misma que para el 2010 representaba 60% de la
población total, que en ese entonces sumaba 139,170 habitantes. Para ello el cuadro siguiente
resulta muy ilustrativo. Al respecto puede precisarse que el municipio de La Piedad, muy en
especial de zona conurbada de La Piedad del lado michoacano, funciona como centro neurálgico de
la actividad porcícola, misma que actúa como eje articulador para la comercialización de la
producción regional granos y forrajes, especialmente de sorgo y trigo y como proveedor de insumos
para las actividades agropecuarias.
Cuadro 1
Población de la región de La Piedad en 2010 Municipio Población en
2010 Población cabecera
municipal
Representatividad al interior del
municipio
Representatividad al interior de la
región
Numarán 9,599 4,944 32% 04%
La Piedad 91,132 78,361 84% 60%
Yurécuaro 26,152 20,560 79% 17%
Total 139,170 112,110 ----- 81% Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI, 2012
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La conformación de la orografía de la región de La Piedad ha dado origen a considerables
superficies de gran potencial agrícola, en la actualidad casi en su mayoría irrigadas, tanto a partir de
agua superficial proveniente de represas como de agua subterránea producto de la perforación de
pozos profundos. Dado que los valles antes mencionados se ubican sobre la margen sur del Río
Lerma, hacia el interior de la región y sobre las porciones medias se localiza una importante franja
de terrenos aptos para la práctica de la ganadería, mismos que conviven con afloramientos de
manantiales e infraestructura de almacenamiento donde predomina su uso agrícola, ganadero y para
consumo humano.
En esta porción de Michoacán, según la clasificación de la FAO, el clima predominante en
las zonas de valle es “semicálido y subhúmedo con lluvias en verano”, cuya precipitación se ubica
sobre los 700 milímetros anuales y con una temperatura promedio que oscila entre los 3 grados
centígrados como mínima en La Piedad y 38 grados como máxima en La Piedad y Yurécuaro;
resultando la temperatura menos extrema en el municipio de Numarán con 14 grados como mínima
y un poco más de 30 como máxima. En cambio, en las inmediaciones del Cerro Grande y al sur del
mismo, sobre las partes medias y altas el clima es templado, con una temperatura mínima promedio
inferior a la zona de valles.
Pese a ese aparentemente benigno clima para la práctica de la agricultura, al menos en los
últimos años la sequía se ha hecho recurrente, lo que ha ocasionado importantes pérdidas en la
producción agropecuaria local en al menos cuatro ocasiones en tiempos recientes. Específicamente
en los años de 2000, 2005, 2009 y 2011, lo que convierte a la región de La Piedad en una zona
frágil y susceptible de afectación por las manifestaciones del cambio climático y por tanto ésta es
una de sus debilidades. En ese orden de ideas, dado que la región se encuentra en el margen sur del
Río Lerma, cuya pendiente apenas es perceptible en las zonas de valle, está muy presente en la
historia local las constantes inundaciones provocadas por las crecientes del río y sus afluentes. A tal
grado que para efecto de proteger a la ciudad de La Piedad se construyó una obra de control que al
desviarse el cauce original se impide que el Río Lerma pase sobre sobre esta porción del municipio.
En lo que compete a las características edafológicas presentes en la denominada región de
La Piedad, siguiendo la clasificación de la FAO los suelos predominantes son el Vertisól pélico y
crómico, así como Feozem lúvico y áplico. Los primeros cubren la mayoría de la región, en el caso
del pélico, y la porción alta del Cerro Grande para el crómico, cuya característica principal es su
gran fertilidad con un alto contenido de arcilla y que bajo riego permiten buenas cosechas de trigo y
sorgo. En el caso del Feozem lúvico, presente hacia el noroeste del municipio de Numarán y sureste
de La Piedad y el áplico, localizado en la porción oeste de Yurécuaro, son suelos fértiles ricos en
materia orgánica y buenos para los cultivos de maíz y frijól.
En lo que concierne a la vegetación existente en esta parte del noroeste de Michoacán, se
observa la presencia de matorral subtropical en las porciones medias del Cerro Grande de La Piedad
y el Cerro los Picachos, pasando por la Mesa de los Guajes, al Cerro de Doña Ana, hasta llegar al
Mogote Alto y el Cerro Blanco en Yurécuaro, que como ya se mencionó, permite las actividades
ganaderas. También existen las zonas de pino-encino poco aprovechadas en la parte alta del cerro
mencionado. Las áreas de agricultura se localizan hacia las partes bajas, y en menor medida medias,
del Cerro Grande. La zona de irrigación se ubica principalmente en el estrecho valle de Numarán y
zonas aledañas, en áreas bajas y medias del municipio de La Piedad y en el valle de Yurécuaro. Por
su parte el uso del suelo obedece a las condiciones orográficas imperantes (cerros y valles) y al
acceso a los recursos hídricos, a últimas fechas mucho más subterráneos que superficiales.
De esta forma, en lo compete al uso actual del suelo, de acuerdo con la SAGARPA en
términos absolutos en la región de La Piedad el suelo de uso ganadero predomina sobre el de uso
agrícola, donde los extremos son el municipio de La Piedad, con un uso mayoritariamente
ganadero, aunque un poco venido a menos y Numarán, donde predomina el uso agrícola. El nivel de
cobertura de siembra en la superficie agrícola en general es cercano al 80%, el grado de
mecanización es inferior al 70% en la región y muy cercano al 80% en el municipio de Numarán.
Ahora bien, en lo que compete a la superficie que tiene un uso agrícola de riego, ésta es un
poco inferior a las casi doce mil hectáreas de labor de temporal. En ese contexto, la mayor
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superficie absoluta y relativa agrícola irrigada se localiza en municipio de Yurécuaro y la menor en
La Piedad, mientras que la mayor superficie ganadera corresponde a este último municipio.
Como se había mencionado al principio de la ponencia, el régimen de propiedad
predominante en la región de La Piedad es el ejidal. Aunque esto último no resulta una regla, al
menos para los municipios de La Piedad y Numarán. Según datos del INEGI de 2004, en dicha
región existe un total de 47 núcleos agrarios integrados por 4,037 ejidatarios, donde éstos suman
una superficie dotada o reconocida de 38,773 hectáreas. Es decir, de acuerdo a las anteriores cifras
pudiera deducirse que la propiedad social cubre 72% del total de la región, restando 28%, en su
mayoría de propiedad privada. Una vez efectuado el proceso de certificación se observa que a esa
fecha se había certificado un total de 26, 543.12 hectáreas, donde se incluyen 7, 298 parcelas
certificadas y 5, 212 solares urbanos titulados. En lo que compete al interior de cada uno de los tres
municipios, es en La Piedad donde existe mayor cantidad de núcleos agrarios y por tanto la mayor
superficie social, más no así en cuanto a la cobertura total del municipio, que resulta ser la menor,
sobre todo si se le compara con el municipio de Yurécuaro que prácticamente está cubierto por
propiedad ejidal.
Pero en realidad las anteriores cifras resultan ser un tanto engañosas, dado que los núcleos
agrarios no necesariamente se circunscriben de forma exclusiva al territorio municipal e inclusive al
estatal. Ya que desde su origen éstos fueron constituidos a partir de una acción del Estado
posrevolucionario, mismo que actuó en consideración a la propiedad originaria de la nación y por
tanto otorgándoles a los núcleos agrarios una jurisdicción federal. Algo que para el caso de la región
de La Piedad, muy similar a otras zonas limítrofes interestatales, los núcleos de población bien
podían recibir tierras ubicadas en un municipio o estado vecinos. Dicho fenómeno se puede apreciar
como algo que nos indica que el territorio ejidal y/o comunal, en cuanto a la base de reproducción
territorial de los núcleos agrarios, tiene un componente que los fortalece más allá del municipio y la
entidad federativa de origen. Algo que a su vez puede resultar problemático a la hora de definir con
precisión la propiedad social correspondiente a cada municipio, en cuanto a entidad territorial
compuesta por centros de población y sus territorios. Muy diferente a lo que puede resultar en la
propiedad existente en cada municipio y que no necesariamente corresponde a los núcleos agrarios
ubicados al interior del mismo.
Bajo ese contexto, un caso especial resulta ser el municipio de Numarán, ya que varios
ejidos tienen su territorio parcial o totalmente fuera de la jurisdicción municipal, tal y como resulta
ser el caso de La Unión, Japacurío y El Triunfo, ubicados dentro de La Piedad. Algo muy similar a
lo que ocurre nuevamente con el Triunfo y Jaripitiro al interior del municipio de Zináparo. Ya
dentro de las fronteras del estado de Guanajuato se encuentra parte del territorio de los ejidos de
Cañada de Ramírez, Jaripitiro, Numarán y La Tepuza. Un caso muy similar a lo que ocurre con los
ejidos de La Piedad de Cabadas, Zaragoza y Acuítzio del municipio de La Piedad. Pero no
ahondaremos más en este asunto, que bien da para un buen tema de investigación, pero lo que ahora
se busca es formar un perfil agropecuario de la región de La Piedad.
Bajo ese orden de ideas, resulta imperante señalar que la región de La Piedad tiene una
ubicación geográfica privilegiada, pues históricamente se ha vinculado con la gran región del Bajío
y la región de los Altos de Jalisco. En últimos tiempos lo ha hecho con Pénjamo y Degollado,
derivado de la dinámica de la actividad porcícola presente mediante las granjas instaladas en los
municipios de La Piedad, Numarán, Pénjamo y Degollado y que se articulan las actividades
agrícolas con las ganaderas. Es decir, La Piedad ha estado funcionando como una frontera vinculada
a dos dinámicas productivas añejas, la agricultura para el caso de Guanajuato y la ganadería para los
Altos de Jalisco.
De ahí que en la actualidad la región esté muy bien comunicada vía carretera federal y de
cuota con la capital del estado de Michoacán, las ciudades de Guadalajara y la capital del país, así
como con el corredor urbano formado por el sistema de ciudades medias, predominantemente
agrícolas e industriales, que parte desde Pénjamo, pasando por Irapuato, León, Celaya y Santiago de
Querétaro. Adicionalmente, desde principios del siglo XX ha estado comunicada vía ferrocarril con
Guadalajara, Manzanillo, ciudad de México, las citadas ciudades del estado de Guanajuato y en su
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momento con el Bajío zamorano y parte de la Tierra Caliente Michoacana, mediante el extinto
ramal Yurécuaro-Los Reyes. Al interior de la región se encuentran bien comunicadas sus cabeceras
municipales por carreteras federales y estatales. De forma similar se encuentran comunicadas sus
localidades más importantes por caminos asfaltados y de terracería. Lo cual permite potenciar las
actividades agropecuarias presentes en la región y articularlas con el entorno regional y nacional.
Si bien las actividades agropecuarias son el centro de interés de la presente ponencia,
mismas que en lo agrícola suman un poco más de 2,500 productores que cultivan cerca de 16,000
hectáreas y con una superficie promedio de 6 hectáreas en el ciclo productivo primavera-verano,
bien vale la pena señalar que, muy en consonancia con lo señalado respecto al centro de gravedad
establecido en la ciudad, éstas no son las únicas actividades y para algunos casos no resultan
predominantes en términos de personal ocupado, ni en números absolutos ni relativos.
Al respecto es de señalarse que la Población Económicamente Activa Ocupada de la región
de La Piedad no tiene una predominancia poblacional en el sector agropecuario, pero no por ello le
resta su importancia, sobre todo para los municipios de Numarán y Yurécuaro. En 2010 la mayor
concentración de Población Económicamente Activa se encuentra en el municipio de La Piedad. En
números absolutos sobresale aquella ocupada en el sector terciario o de servicios, muy por arriba de
Yurécuaro y Numarán. Pero si observamos los datos porcentuales nos podemos dar cuenta que en
La Piedad el porcentaje ocupado en el sector primario es poco representativo con apenas 10%, en
comparación con un poco más del 60% del sector terciario. Bajo esa premisa, podemos constatar
que en Numarán resulta predominante el sector primario con 47%, mientras que el terciario se
observa como equilibrado con 35%. Por último, Yurécuaro resulta ser el municipio donde su PEA
ocupada es similar a Numarán con un sector primario que ocupa justamente 45%, en cambio el
terciario abarca 32%.
Bajo esa perspectiva, resulta que a su interior la región de La Piedad, al menos en lo que
compete al personal ocupado, no es lo equilibrada que se quisiera, sobre todo cuando se le compara
con los ingresos por rama de actividad y los recursos utilizados para la producción agropecuaria. Ya
que resulta que el municipio de La Piedad funciona como el centro neurálgico de la región, no sólo
en términos de personal ocupado, sino también respecto a su papel como centro comercial para la
compra venta de insumos y productos agropecuarios, al igual que en cuanto a ente integrador de la
producción regional que abastece la actividad porcícola.
Otro elemento que caracteriza a la región de La Piedad es su importante flujo de productores
agropecuarios y población en general hacia otras entidades del país al igual que hacia los Estados
Unidos de Norteamérica. De esta forma en la actualidad hay una subutilización de las tierras
agrícolas, y quizá también las ganaderas, dada la salida de una importante cantidad de brazos en
plena edad productiva, lo cual implica una sub explotación de los espacios productivos, que en el
caso del agrícola su uso actual oscila entre 60% y menos. Pues pareciera que el impacto del
fenómeno migratorio internacional es considerable, desde luego contemplando los atenuantes de
sexo, edad y ocupación o más bien multiactividad económica de varios productores agrícolas,
excluyendo a los productores privados y al que una parte importante de los territorios ejidales se
encuentren fuera del estado de Michoacán.
Lo anterior nos lleva a pensar que en la región de La Piedad existe cierta desigualdad en
cuanto a la concentración de la riqueza y el desarrollo humano. Pues según datos de CONAPO de
2005, de acuerdo con el índice de Gini en el municipio de La Piedad existe el mayor grado de
concentración de la riqueza, apenas seguido por Yurécuaro y un poco más atrás Numarán. Por lo
que la región de La Piedad se encuentra por debajo de la media nacional, pero con un nivel de
concentración considerable todavía, comparado con los países del llamado primer mundo, en este
caso de la Unión Europea, mismos que oscilan entre 0.247 y 0.385. De ahí que el respecto el Índice
de Marginación se comporte contrastante al interior de los municipios de la región, donde se puede
percibir una considerable correlación entre niveles de migración, las bases productivas
agropecuarias presentes y por ende el desarrollo territorial alcanzado. Lo que implica visos de
debilidades al interior de los municipios, especialmente en cuanto al número de localidades
consideradas con un Índice de Marginación alto y muy alto, elaborados por la CONAPO 2005, que
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son a razón de10 de un total de 18 para Numarán, 8 de 20 para Yurécuaro y 14 de 47 para el caso de
La Piedad
Hacia un análisis del sector hidroagrícola de la región de La Piedad y sus bases productivas
A modo de principio en este apartado puede mencionarse que gran parte de la estrategia nacional de
modernización del sector hidroagrícola, sobre todo a partir del periodo posrevolucionario, se ha
sustentado en el uso del modelo agrícola industrial y de su abastecimiento mediante agua para
regadío. Es decir, la disposición de agua tanto en el periodo de secano como de lluvias otorga gran
potencial productivo a las actividades agropecuarias pero sobre todo, lo más importante, la certeza
de lograr cosechas seguras no obstante la eventual o recurrente escasez de agua pluvial. Para la
región de La Piedad lo anterior constituye una gran fortaleza, pues mediante el acceso al regadío se
aseguran cosechas de granos y forrajes como el trigo, la cebada y las hortalizas, tanto en el ciclo
productivo de otoño-invierno como de primavera-verano. Por tanto, el agua es una de las
principales bases productivas del sector agropecuario de la región, aspecto del que hablaremos
enseguida.
Sin embargo no hay que olvidar que gran parte de la superficie agrícola de la región no tiene
acceso al riego, algo similar a lo que ocurre con la ganadería extensiva que se practica en las zonas
ganaderas o de agostadero, abundantes en sus municipios. De ahí que tanto el exceso como la
escasez de agua ocasionen fuertes problemas en forma de sequías e inundaciones, lo que a mi juicio
es una de las debilidades, entre otras más, de la dinámica productiva del sector agropecuario.
A ese respecto, habría que recordar que históricamente el Bajío mexicano, la gran región a la
que pertenece el territorio en comento, por un buen tiempo se caracterizó por el control y
aprovechamiento de las aguas superficiales con un fin productivo, sea agrícola, ganadero, de
generación de energía mecánica y eléctrica. A ello obedece una larga tradición de construcción de
obras de infraestructura para la irrigación y la práctica de la técnica agrícola del entarquinamiento,
todo ello en tanto no arribara la Revolución Verde a esta parte del país. Misma que en lo
hidroagrícola se caracterizó por la creación de Distritos de Riego mediante la construcción de
importantes obras de almacenamiento y distribución de las aguas superficiales y en no menor grado,
de pequeñas obras de conducción y almacenamiento que aprovechan medianas y pequeñas fuentes
como escurrimientos, derivaciones, manantiales, al igual que se sustraen agua del subsuelo.
Al respecto pudiera decirse que ese es el origen de la presente agricultura de riego de la
región de La Piedad, misma que actualmente se compone del Distrito de Riego 087 Rosario-El
Mezquite y de una gran cantidad de unidades de pequeño riego y de aprovechamientos que pudieran
considerarse de carácter más individual o familiar.
Antes de presentar los aspectos vinculados con el uso de las agua en el sector agrícola de la
región, resulta importante hacer algunas referencias a la producción de dicho sector. De ahí que
pueda comentarse que cualquier país o región que se precie de aspirar al logro de niveles
importantes de desarrollo territorial, en la medida de la disposición de sus recursos productivos
debe desplegar una dinámica de producción que le permita en un primer momento alcanzar la
autosuficiencia alimentaria y en un segundo producir los excedentes suficientes como para competir
en el mercado nacional de productos agrícolas, bien sea de granos y forrajes, de hortalizas o de
cualquier otro producto que potencie las ventajas comparativas y competitivas tan aludidas en esta
etapa de mayor mundialización de las economías nacionales y regionales. Desde luego que cumplir
de forma cabal con dicho enunciado no resulta ser una tarea fácil, pero al menos debe tenerse una
perspectiva que permita orientarse a ello.
Al respecto no sobra señalar la importancia de la producción ganadera de la región,
especialmente la porcícola, su articulación con el cultivo de granos y forrajes, especialmente el
sorgo y, por el otro, el desarrollo de una región hortícola bastante emprendedora. Todo indica que
esos son los dos ejes por los que se desenvuelve la dinámica agrícola de la región que nos ocupa,
bien sea por la cobertura territorial o por los ingresos brutos que al respecto se obtienen.
En ese sentido la siguiente gráfica ilustra muy bien los dos ejes antes señalados, no obstante
al respecto no se cuente con un horizonte temporal de mayor envergadura, pero si lo suficiente
10
como para en un primer momento mostrarnos el comportamiento de la producción agrícola de la
región de La Piedad en el periodo comprendido entre el año 2001 y el 2008. Si se observa las líneas
de tendencia de los granos y forrajes, al igual que de las hortalizas, al menos para el periodo
referido se percibe que éstas van a la baja. Y esto tiene su explicación, sobre todo por cuestiones de
competitividad del mercado nacional de hortalizas y por los efectos del cambio climático, entre
otras cosas.
Pero como suele suceder al interior de cualquier territorio de dimensiones considerables, las
variaciones están presentes al momento de la desagregación espacial en unidades menores, como en
este caso resultan ser los municipios que integran la región. En ese sentido, existe una distinción
bastante clara entre la producción de los municipios de La Piedad y Numarán, por un lado y el de
Yurécuaro, por el otro. Donde La Piedad tiene una ligera ventaja respecto a los granos y forrajes y
Yurécuaro lo propio con las hortalizas. Adicionalmente las mayores tendencias a la baja en la
producción de granos la tienen Numarán, Yurécuaro y La Piedad y en lo que compete a las
hortalizas es más que evidente en Yurécuaro, tal y como puede observarse en al gráfica siguiente.
Empero la superficie cultivada y su tendencia aparente a la disminución, tal y como se observa en la
gráfica anterior, no necesariamente nos puede indicar con certeza absoluta la presencia de tal o cual
orientación del eje de la producción ni de la exigencia en el consumo de los recursos productivos y
el capital necesario para lograr inversiones que en ocasiones pueden resultar prohibitivas para el
grueso de los productores de la región. En ese sentido, la óptica regional de los ingresos brutos
logrados para el periodo que abarca del 2001 al 2008 nos sugiere cierto predominio de las hortalizas
sobre los granos y forrajes, al igual que las agaváceas. Pero la tendencia a la disminución se
confirma en las hortalizas y no así en los granos y forrajes, todo ello quizá a causa del incremento
de los precios de compraventa de éstos últimos, más que de la dinámica de la producción misma.
0
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20
30
20012002200320042005200620072008
Mile
s d
e h
as.
Años Fuente: SAGARPA 2009
Superficie cultivada total en la región de La Piedad en el periodo 2001-2008
agavaceas
Granos yforrajes
Hortalizas
0
2
4
6
20012002200320042005200620072008
Mile
s d
e h
as.
Años Fuente: SAGARPA 2009
Superficie cultivada total de hortalizas por municipio en la región de La Piedad
para el periodo 2001-2008
La Piedad
Numarán
Yurécuaro
11
Desde luego los costos de inversión, el gran consumo de agroquímicos y agua para regadío, al igual
que los riesgos inherentes tanto al cultivo de las hortalizas como al sobre competido mercado
nacional no resultan en una tarea fácil para el productor promedio de la región de La Piedad. Pues al
respecto se requiere articularse con dicha dinámica productiva a partir de un elemento que asegure
cubrir las necesidades hídricas de las hortalizas y eso solo lo permite un acceso seguro al agua
mediante el regadío, especialmente a partir de aguas subterráneas. Es justamente aquí donde se
puede entender la articulación existente entre el gran consumo de agua para regadío en el valle de
Yurécuaro y su importante producción de hortalizas. Tal y como se puede observar en la posterior
gráfica.
Dicho lo anterior y a modo de entrada sobre cuestiones vinculadas con el uso de las aguas
nacionales podemos señalar que para principios de 2013 y según datos de la CONAGUA, el
volumen anual concesionado total suma 72.7 millones de metros cúbicos, en su mayoría de origen
subterráneo con 84% y en menor volumen de superficial con 16%. Algo nada despreciable que
equivale a un porcentaje importante respecto del volumen total concesionado al Distrito de Riego
087 que es de 241 de millones de metros cúbicos de aguas superficiales (Barragán et al, s/f).
Precisando al respecto que parte de las aguas del distrito están consideradas en el presente análisis,
especialmente las que corresponden a la región y no al distrito en su totalidad, mismo que va más
allá de misma.
En lo que compete al número de aprovechamientos que cuentan con título de concesión y
están funcionando, éstos sumaban 655 para diciembre de 2012. Ahora bien, en lo que incumbe a la
distribución del volumen concesionado en el ámbito regional sobresale el rubro agrícola, seguido
muy por abajo por el público urbano. Al respecto no olvidemos que en la ciudad de La Piedad se
concentra el 60% de la población total de la región, según datos del 2010.
En la gráfica siguiente puede observarse la distribución del volumen concesionado, tomando
en cuenta su origen superficial o subterráneo. Como puede visualizarse el rubro agrícola cuenta con
0
200
400
600
Mill
on
es
de
pe
sos
Años Fuente: SAGARPA 2009
Total de ingresos brutos por el cultivo agrícola en la región de La Piedad para
el periodo 2001-2009
Agavaceas
Granos yforrajes
Hortalizas
0
100
200
300
400
500
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008Mill
on
es d
e p
eso
s
Años Fuente: SAGARPA
Total de ingresos brutos por el cultivo de hortalizas en los municipios de la región de
La Piedad para el periodo 2001-2009
La Piedad
Numarán
Yurécuaro
12
un volumen cercano a los 63 millones de metros cúbicos anuales, mientras que el público urbano
apenas suma un poco más de 7 millones de metros cúbicos anuales.
*No se consideró el módulo de riego de La Piedad
Por tanto, si bien queda claro que el agua para uso agrícola es lo predominante en la región con
85%, en el ámbito de cada municipio sobresale Yurécuaro quien cuenta con un poco más del 60%,
lo cual implica una concentración del uso del agua con un fin productivo y por tanto permite
entender el porqué de la dinámica productiva tan relevante de un sector agrícola especializado en
las hortalizas y un importante consumo de recursos productivos, sumado al agua, además de la
constante adopción la innovación tecnológica, necesidad de mano de obra capital de inversión, etc.
Aunque esto último no quiere decir que la actividad porcícola de los municipios de La Piedad y
Numarán no sea generadora de recursos económicos, y que quizá sea mayor a la agricultura, pero
que para el caso del presente análisis no requiere de grandes cantidades de agua de forma directa,
pero sí lo es de forma indirecta al consumir, vía la elaboración de alimentos para el ganado, en
especial el porcino, a partir de formulaciones basadas en el maíz y el sorgo. En ese sentido esto
permite entender también que justamente es la ciudad de La Piedad la principal usuaria de agua para
consumo humano, dado que representa la mayor concentración de población, además de fungir
como centro de comercio de insumos agropecuario, compra de granos, y servicios para la región en
comento e inclusive más allá.
Pero si se cambia la óptica del agua concesionada con fines agrícolas al nivel de las
localidades de los municipios que comprenden la región de La Piedad, al observarse la gráfica
siguiente puede evidenciarse que si bien es Yurécuaro el municipio que mayor volumen de agua
concesionada tiene, el volumen de agua a que tiene acceso cada una de las cabeceras municipales
considerando al régimen de propiedad social y privada, con excepción de Numarán, resulta superior
que las del resto de cada municipio. Lo que para el caso del municipio de Yurécuaro representa algo
digno de resaltar, pues es la cabecera municipal la que concentra la mayor cantidad de agua, pero en
un nivel tal que bien puede llevar a pensar que adicional a un polo poblacional, de comercio y
servicios que es la ciudad de La Piedad, para el caso del ramo agrícola, el principal consumidor de
agua es la ciudad de Yurécuaro, la que por sí sola concentra más de una tercera parte del total del
municipio con casi 34%, lo que la convierte en un polo económico de fuerte base hidroagrícola.
Algo que en cierta medida tiene sus implicaciones respecto al manejo de los recursos y de su
disponibilidad. Situación que se corrobora con la existencia de la gerencia del distrito de riego en
dicha ciudad, no obstante La Piedad sea una ciudad de mayor población, inclusive Zacapu, mismas
que corresponden a otros de los módulos del mismo.
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Mill
on
es
de
m3
anu
ale
s
Municipios Fuente: RPDA/CONAGUA 2013
Deglose de aguas nacionales concesionadas en la región de La Piedad
Multiples
Público urbano
Pecuario
Industrial
Servicio
Doméstico
Agrícola
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La anterior situación, sobre todo en lo que compete a un excesivo uso de las aguas nacionales
subterráneas, ha propiciado una sobre explotación de los acuíferos que abarca la región. Algo que se
ha convertido en una característica en la gran Región de Bajío, pues una gran mayoría de acuíferos
del estado de Guanajuato ya no disponen de agua para nuevas concesiones y se manejan con un
gran déficit. Lo que de alguna forma nos indica que el modelo de la agricultura industrial está
llegando a su límite en las zonas de agricultura intensiva. Todo ello debido a un proceso de
sustitución del uso de agua superficial por agua subterránea ocurrido en la década de 1950 en el
estado de Guanajuato y que todavía puede observarse en el vecino acuífero de Zamora, mismo que
en 2001 tenía una disponibilidad de casi 51 millones de metros cúbicos anuales, ya para 2009 solo
le restaban 32 y al 2014 existe un déficit de casi un millón de metros cúbicos anuales. Es decir, en
menos de tres lustros dicho acuífero ha sufrido de una reducción de la disponibilidad de agua de
casi 52 millones, esto según información de la propia CONAGUA.
Ahora bien, si se observan los datos del gráfico anterior puede encontrarse que no obstante la
tendencia de ligera mejoría de los acuíferos de La Piedad y Briseñas-Yurécuaro, es más que
evidente la tendencia a la recuperación en el de Pastor Ortiz-La Piedad, aunque todavía insuficiente
pues su déficit actual es de casi 66 millones de metros cúbicos anuales, en comparación con los 18 y
25 de los otros dos acuíferos. Una posible explicación a dicho nivel de recuperación puede estar en
la aplicación de una política de uso eficiente de agua y energía, misma que ha posibilitado una
mayor eficiencia de los sistemas de conducción e irrigación, que para el caso de riego por goteo y la
agricultura de ambiente controlado como los invernaderos resulta ser muy alta. Aunque respecto a
esto último habría que precisar que dichas tecnologías están orientadas a la producción de la
hortofruticultura y no necesariamente a los granos básicos que siguen irrigándose con métodos
todavía tradicionales, aunque la conducción hasta la parcela es en su mayoría por medio de tubería
subterránea.
Conclusiones
0
10
20
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19Mill
on
es
de
m3
anu
ale
s
Número de localidades Fuente: RPDA/CONAGUA
Distribución por localidad del volumen de aguas nacionales concesionadas con fines
agrícolas en la región de La Piedad
Municipio deYurécuaro
Municipio de LaPiedad
Municipio deNumarán
-127,4 -101,9
-66,9 -14,0
-26,3 -25,3
-22,1 -18,1
-150,0
-100,0
-50,0
0,0
2001 2009 2014
Mill
on
es d
e m
3 an
ual
es
Fuente: www.conagua.gob.mx/disponibilidad Consultado en junio de 2014
Evolución de la disponibilidad de agua en los acuífereos de la región de La
Piedad
PASTOR ORTIZ-LA PIEDAD
BRISEÑAS-YURECUARO
LA PIEDAD
14
Sin duda le perspectiva regional ha permitido describir cómo que se desarrollan las relaciones entre
los sectores rural y urbano en una región localizada en el noroeste de Michoacán. Al respecto
resulta evidente que en la construcción de dicha relación las actividades productivas más
importantes desde la perspectiva agroindustrial, como lo son la porcicultura y la agricultura, dan
cuenta de la dinámica del modelo hidroagrícola impulsado por el Estado posrevolucionario en la
región y de como éste empieza a mostrar evidencia de decadencia desde el momento en que la
disponibilidad del agua con un fin productivo está en franca decadencia, si es que no se hace un
cambio de paradigma. El modelo del agua, tal y como se explota en la actualidad, no permite
asegurar la disponibilidad del agua en el mediano plazo. Sin duda deben plantearse otras estrategias
donde muy probablemente debe hacerse efectiva el tratamiento del agua residual y su reutilización
con fines agrícolas que plantea la actual legislación del sector hidroagrícola. Pero en ello quizá deba
impulsarse en verdad una nueva cultura del agua que sirva de base para posibilitar el manejo ético
del agua, tanto en su extracción, uso, tratamiento y reutilización. Ante todo con la idea de establecer
una especie de círculo virtuoso del manejo y gestión del agua que fortalezca las dinámicas
regionales y posibilite su perdurabilidad productiva en el mediano y largo plazo. En una idea de
recuperar los mantos acuíferos e ir más allá de la unicidad del uso del agua y pensar más en la
multiplicidad de la misma.
Bibliografía:
Comisión Nacional del Agua, Disponibilidad del agua subterránea por acuífero del estado de
Michoacán, consultado el marzo de
2014,http://www.conagua.gob.mx/disponibilidad.aspx?n1=3&n2=62&n3=112
Consejo Nacional de Población (2007) Índice de marginación a nivel localidad 2005, México:
CONAPO.
Gougeon, Olivier (1991), “El noroeste de Michoacán: Un paisaje en busca de identidad”, en
Dominique Michelet (coord.), Paisajes Rurales en el noroeste de Michoacán, Collection
Etudies Mesoamericaines II-1, Cuadernos de estudios michoacanos 3, México: CEMCA- El
Colegio de Michoacán, pp. 55-101.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2012) Censo de Población y Vivienda, 2010.
Cuestionario básico, México: INEGI.
Registro Público de Derechos de Agua/CONAGUA, Consulta a la base de datos del RPDA,
consultado en abril de 2014,
http://www.conagua.gob.mx/Repda.aspx?n1=5&n2=37&n3=115
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación/SIAP (2009)
Producción agrícola, Ciclo: Cíclicos y Perennes 2001-2009 Modalidad: Riego + Temporal.
Consultado diciembre de 2010, http://www.siap.gob.mx/cierre-de-la-produccion-agricola-
por-cultivo/
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