Zorrilla Tenorio

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Don Juan Tenorio, de Zorrilla Don Juan Tenorio trata el tema del don Juan o eterno conquistador amoroso. La obra comienza en una taberna recordando la apuesta entre don Juan Tenorio y don Luis Mejía, los cuales habían decidido un año antes hacer recuento de sus conquistas amorosas. Hechas las cuentas y habiendo salido victorioso el Tenorio, don Luis lo reta a añadir a su lista de amoríos a una novicia. Don Juan advierte a su rival de que no solo enamorará a la religiosa, sino que además también encandilará a doña Ana de Pantoja, prometida de aquél. Dicho y hecho. Mediante artimañas y disfraces, don Juan conquista a las dos mujeres. Sin embargo, las cosas se le complican y don Luis y el padre de la novicia doña Inés mueren en sus manos al batirse en duelo con él, lo cual conlleva a su vez su destierro en Italia. Al final de la obra y de regreso a su tierra, don Juan visita el cementerio donde está enterrado su propio padre. Allí descubre otras tumbas familiares, la de doña Inés (novicia conquistada por sus apuestas) y el padre de ésta, el Comendador (a quien él mismo había matado). Todavía en el cementerio le alcanza su muerte, y el alma de doña Inés por un lado y la estatua del padre de esta por otro, rivalizan por llevarlo una a la salvación y el otro a los infiernos. Don Juan se arrepiente, clama perdón a Dios y muere acompañado del alma de doña Inés, venciendo así a su padre, el Comendador don Gonzalo. Siendo una vez más Don Juan Tenorio la obra de un donjuan o conquistador sin escrúpulos, la pieza presenta una innovación frente a la tradición anterior. Pensado en el contexto del romanticismo del XIX, Zorrilla ve a su don Juan como un héroe rebelde que se mueve por amor y lo idealiza hasta tal punto que al final decide salvarlo. Por el contrario, el primer don Juan literario de El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, escrito en medio de la enfervorizada religiosidad de la Contrarreforma del XVII, pretende aleccionar sobre la falta de moralidad de su personaje mediante la condena eterna.

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  • Don Juan Tenorio, de Zorrilla

    Don Juan Tenorio trata el tema del don Juan o eterno conquistador amoroso. La obra comienza en una taberna recordando la

    apuesta entre don Juan Tenorio y don Luis Meja, los cuales haban decidido un ao antes hacer recuento de sus conquistas

    amorosas. Hechas las cuentas y habiendo salido victorioso el Tenorio, don Luis lo reta a aadir a su lista de amoros a una

    novicia. Don Juan advierte a su rival de que no solo enamorar a la religiosa, sino que adems tambin encandilar a doa Ana

    de Pantoja, prometida de aqul. Dicho y hecho. Mediante artimaas y disfraces, don Juan conquista a las dos mujeres. Sin

    embargo, las cosas se le complican y don Luis y el padre de la novicia doa Ins mueren en sus manos al batirse en duelo con

    l, lo cual conlleva a su vez su destierro en Italia. Al final de la obra y de regreso a su tierra, don Juan visita el cementerio

    donde est enterrado su propio padre. All descubre otras tumbas familiares, la de doa Ins (novicia conquistada por sus

    apuestas) y el padre de sta, el Comendador (a quien l mismo haba matado). Todava en el cementerio le alcanza su muerte,

    y el alma de doa Ins por un lado y la estatua del padre de esta por otro, rivalizan por llevarlo una a la salvacin y el otro a los

    infiernos. Don Juan se arrepiente, clama perdn a Dios y muere acompaado del alma de doa Ins, venciendo as a su padre,

    el Comendador don Gonzalo.

    Siendo una vez ms Don Juan Tenorio la obra de un donjuan o conquistador sin escrpulos, la pieza presenta una innovacin

    frente a la tradicin anterior. Pensado en el contexto del romanticismo del XIX, Zorrilla ve a su don Juan como un hroe

    rebelde que se mueve por amor y lo idealiza hasta tal punto que al final decide salvarlo. Por el contrario, el primer don Juan

    literario de El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, escrito en medio de la enfervorizada religiosidad de la Contrarreforma

    del XVII, pretende aleccionar sobre la falta de moralidad de su personaje mediante la condena eterna.