AGUJEROS NEGROS

HugoPoblanoBerrocal4° “K”

El físico Stephen Hawking, uno de los científicos más destacados de la historia, en un artículo titulado “Preservación de la información y predicción del tiempo meteorológico para los agujeros negros” , afirmó que los agujeros negros no existen, o al menos no como pensábamos hasta ahora. Aseguró que la noción de un horizonte de eventos del cual nada puede escapar (es decir el punto de no retorno de un agujero negro) resulta incompatible con la teoría cuántica y sin un horizonte de eventos, no hay agujeros negros.

De acuerdo a la teoría clásica, no hay escape de un agujero negro, pero según la teoría cuántica, la energía y la información sí puede salir de allí. Hawking propuso que en consecuencia, en lugar de llamarle “horizonte de eventos”, le llamemos “horizonte aparente” y en lugar de “agujeros negros”, deberíamos llamarles “agujeros grises”, puesto que en esos horizontes aparentes se puede contener la materia y la luz temporalmente.

La física Laura Mersini-Houghton de la Universidad de Carolina del Norte, afirmaba que los agujeros negros matemáticamente, no existen; pues a medida que una estrella colapsa se produce también la llamada evaporación de Hawking.

Durante este proceso, además de radiación, se emite materia; la pérdida de masa durante el colapso es tan agresiva que nunca queda cantidad suficiente como para que surja uno de esos objetos oscuros.

En su lugar puede aparecer otro tipo de cuerpo compacto, como una estrella de neutrones.

En 1971 el estudiante mexicano de posgrado Jacob Bekenstein dijo que si un agujero negro tiene entropía (un tipo de magnitud física que calcula aquella energía que existe en un determinado objeto o elemento pero que no es útil para realizar un trabajo o esfuerzo), debe tener temperatura, por pequeña que sea, entonces ha de radiar energía.

Y en 1974 Hawking al hacer cálculos se da cuenta de que Bekenstein tiene razón y que los agujeros negros radiaban y las leyes que había formulado con Bardeen y Brandon eran las de la termodinámica de un agujero negro.

Hawking al estudiar el tema descubrió que los agujeros negros eran en realidad grises: tienen temperatura bajísima, de diez millonésimas de grado por encima del cero absoluto (-273° C), lo cual los obliga a emitir energía de manera continua. El ritmo de emisión es inversamente proporcional a la masa del agujero negro y podrá perder toda su energía hasta desaparecer; lo cual conocemos como: la evaporación de Hawking.

En 2004 Hawking declaró en una conferencia: "Propongo que la información no se almacena en el interior del agujero negro como era de esperar, pero sí en sus límites, en el horizonte de sucesos, de donde la información puede escapar”.

La clave para esta teoría es la radiación: Hawking asegura que esta puede 'recoger' la información y moverla más allá del horizonte de sucesos. Sin embrago, el problema es que esa información es inútil. "La información acerca de las partículas entrantes se devuelve, pero de forma caótica e inútil. Esto resulta en una paradoja de la información. Para todos los efectos prácticos, la información se pierde", explicó.

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