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Vida Nueva AÑO III NÚM. 98 Zaragoza, 28 de mayo 1932 10 céntimos ejemplar ORGANO DE LA UNION GENERAL DE TRABAJADORES Y DEL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO PANORAMA ESPAÑOL En espera del día veintinueve Dos semanas han servido para descubrir hasta dónde alcanzaba el complot revolucionario preparado por los extremistas que, como dijo en Zaragoza Fernando de los Ríos, no son izquierda. No pueden llamarse extremistas, hombres de acción progresiva social los que tienden a destruir el presente, a producir la miseria, a empobrecer a los hombres para lanzarlos al hambre y con ello a la desesperación. Hombres hambrientos y desesperados, como hemos dicho algunas veces, no son, no pueden ser revolucionarios. No podemos llamar revolucionarios a los que piden la revolución sin saber qué harían con el Poder al día siguiente de haberlo conquistado. Por carecer del idealismo construc- tor fracasan todos sus planes. No quieren reconocer que Rusia, arquetipo estatal de los ex- tremismos, ha legislado que, contra todo lo supuesto en ciertos medios operantes en revolucio- nario, ya permite a los campesinos la venta de la quinta parte de sus cosechas y que a veces él mismo lo comprará. No quieren reconocer que Rusia ha dado por admitida la moneda y, no hace mucho tiempo, puso en circulación la letra de cambio, o sea lo más refinadamente capitalista que puede darse en las transacciones. No quiere reconocer que jamás país alguno logró el gobierno sin tener el que había de ocuparlo un programa mínimo a implantar, a ejecutar desde la hora en que hallase en sus manos el Poder. Por carecer de todo sentido de organización ha fracasado trágicamente el complot. Los considerados organizadores del mismo son personas incapaces de una buena preparación. Además, hay un aspecto trágico en todo cuanto hicieron. Pues ¿qué finalidad positivamente social podía tener el planteamiento de una huelga revolucionaria para destruir las cosechas, cubrir de sangre los campos andaluces, enviar a presidio a muchos compañeros y, pasados unos cuantos días tornar los trabajadores al tajo en la ciudad, al tajo en el campo, al taller, a la fábrica? ¿Se había hecho revolución? Falso: se había dado un paso en favor del ca- pitalismo. El Estado, llámese republicano, llámese fascista, llámese soviético, tendría que reprimir duramente a quien atentase contra él. Si los comunistas libertarios, si la Federación Anarquista Ibérica lograsen el Poder y una masa enemiga se lanzase contra él para derrocar- lo, emplearía sus fuerzas a fin de ahogarlo en sangre. Nadie puede dudarlo, porque obrar de otro modo sería insensato. Bien lo ha hecho Rusia, con su dramática Cheka, con los fusi- mientos de los llamados rusos "blancos", con los de los que se mantenían aferrados al régimen zarista. Luego si la República reprimiese con energía el complot preparado, aunque los obce- cados trabajadores que se llaman revolucionarios sin límite, la insultasen y llamasen odiosa, la cubriesen de injurias, carecerían de razón, porque todo régimen, por instinto de sosteni- miento, hace uso de la fuerza para impedir su derrumbamiento. Como—repetimos—lo harían los que ahora se lanzan contra las leyes republicanas. No hay, pues, que quejarse, sino que sufrir las consecuencias de las acciones realizadas deliberadamente. Sentimos espanto, en ocasiones, al reflexionar sobre lo preparado. Millares de bombas, centenares de pistolas en reserva, muchos millares de proyectiles almacenados, depósitos de gasolina, una masa humana de choque que luego de sufrir los efectos de la represión ten- dría que volver al trabajo, vencida y habiendo preparado por sus propias acciones la miseria para sus hogares y el robustecimiento de las fuerzas autoritarias, de los enemigos de la libertad, de los derechos del hombre que sostenemos muchos millones de trabajadores a costa de sacrificios hechos desde mucho tiempo atrás. Anuncian unos obcecados compañeros de trabajo la realización de un plan revoluciona- rio para el día 29. Nos inquieta, repetimos, porque se trata de hombres que deseamos se detengan en su equivocado camino. Los directores de todo movimiento deben sentir sobre la responsabilidad de la suerte de los comprometidos y del resultado de la acción revolucio- naria. Intentar tal acción sin tener posibilidades de triunfo, siquiera sean remotas, nos parece absurdo. Preparar un movimiento sabiendo de antemano que será esterilizado por los enemigos y que sólo puede aumentar la miseria de los trabajadores, está fuera de nuestra comprensión. Así es como se destruyen las grandes organizaciones que deben subsistir para combatir todos los días, dentro de normas concretas, unidos todos los obreros en un punto categórico: en el de que hay que derrotar al capitalismo en la medida de lo posible cada día, de cada hora, de cada minuto y de no fracasar nunca, ni en lo pequeño, porque un fracaso nuestro no es más ni menos que un éxito de nuestros enemigos. La solución de un conflicto Magnífico triunfo de nuestros compañeros de Ateca Ha triunfado la acción popular Y conste que al decir esto no me refiero a la que consignan con mayúscula los dis- frazados albiñanistas (nada más impopular que esa Acción), sino a la constancia y sen- satez demostradas por los atecanos en su ma- nifestación celebrada el 19 del actual, de la cual dábamos cuenta en estas columnas. La legalidad permitió que no se impusiese la razón de la fuerza y sí la fuerza de la razón. La dehesa de Armantes, terreno de unas quinientas hectáreas, en posesión del señor Hueso, procedentes de los Propios del co- mún, objeto de la contienda, es solicitada en venta legal con oportunidad y se responde con evasivas, haciendo ver procedían del re- ferido señor. Alguien debió ocultarle la rea- lidad de los hechos y la vendió, como diji- mos en nuestra información anterior, a una sola persona, que, como notábamos, no podía administrarla legalmente por sí solo. Por lo visto, el móvil era otro que las ex- cusas presentadas ante la autoridad local y ante lo manifestado, lo que no podía hacerse con ley se ejecutó con consciencia. El campesino necesitado, viéndose burla- do, pedía la tierra justamente, ya que el com- prador la revendía a los vecinos de otros pueblos en mejores condiciones de venta que a los atecanos, producto que hubiese rever- tido en provecho forastero, con perjuicio pa- ra la economía local, con lo cual la miseria hubiera hecho presa en los humildes campesi- nos atecanos. De aquí aquella manifestación espontánea y, en medio de su rusticidad, de gran civismo, y de la cual se hicieron gran- des burlas por parte de la familia de los cristeros. ¡Qué se le va a hacer! ¡Espíritu cristiano que tienen! ¡Amor a la humildad y la pobreza! Pero sepan quienes tan bien saben hacer negocio con el fomento de la ignorancia y el fanatismo, que en Ateca los perros muerden a quien les ofende con su malvada instigación y que sus mordiscos pue- den ser temibles. A instancias de la Alcaldía, con tacto digno de loa y sin coacción de ningún géne- ro, se consiguió revertir el terreno para que el Ayuntamiento lo adquiriese en beneficio de los labriegos que lo ansiaban, remediando así su crítica situación. Reunidos en pacto conciliador alcalde, tenientes de alcalde, comprador señor Jimeno y representante del vendedor señor Hueso, señor Gil, armoniza- ron la cuestión, cediendo el citado señor Ji- meno el derecho adquirido por la escritura otorgada, anulando los compromisos verba- les con forasteros en favor de la masa agrí- cola de Ateca. Practicados estos prelimina- res, el Ayuntamiento, en sesión del pleno, acordó por unanimidad encargarse del terre- no para transmitirlo a los campesinos en iguales condiciones pactadas entre los seño- res Hueso y Jimeno y, a ser posible, mejo- radas. Ya puede darse por solventado el conflic- to. Ahora deben los trabajadores favorecidos facilitar, a medida de sus facultades, su apo- yo a la intervención del Concejo, que se ha comportado como un buen padre de familia. Que no quede a ningún malintencionado por decir que se entrega la tierra a quien ni puede ni sabe administrarla. Los nuevos pe- queños propietarios o administradores deben tener mutuamente reciprocidad y fraternidad en las labores que se practiquen. ¡Enhora- buena! El caso que nos ocupa nos llena de satis- facción, ya que los compañeros de la Aso- ciación ''Labor y Libertad", sin rechazar a los no asociados, han sabido comportarse como dignos pertenecientes a la U. G. T., organizaciones que de veras trabajan por la redención del humilde, evidenciando que son de aquellos que saben mostrar sus deseos sin acudir a la dinamita; que no apelan a la destrucción ni a la venganza, sino al conven- cimiento razonado del equivocado, para re- dimirle y considerarle su igual. ¡Atecanos! Ante todo, nobles con cual- quier enemigo, pero sin consentir jamás que entre en nosotros como ladrón para traicio- narnos. JUSTINIANO MlLLAN TRIGO. No podemos por menos que felicitar en- tusiastamente a nuestros camaradas de Ate- ca: primero, por saber hacer honor a los postulados de la U. G. T. y del Partido So- cialista cuando la manifestación del día 19, acto lleno de los mayores entusiasmos y de la sensatez y cordura que honran en todo momento a nuestras organizaciones. Y la felicitación, mayor todavía, es por el triunfo obtenido. Y, a la vez nos honramos con las frases que estampan en su escrito esos camaradas de Ateca, frases llenas de nobleza, de hon- radez, hacia sus compañeros trabajadores de aquella villa. No han hecho distinción los camaradas de "Labor y Libertad" entre asociados y no asociados para pedir tierra con que llevar el bienestar a los hogares humildes. Sólo pensa- ron en que todos eranhermanos en el tra- bajo y en el sufrimiento y han querido, lle- gado el momento, que todos disfrutasen de la bienandanza. Este es el acto más honroso para esos ami- gos. DESDE TAUSTE Cómo las gasta la Virgen de Sancho Abarca No hay derecho a que la Virgen de San- cho Abarca les haya hecho tal jugarreta a los buenazos de los católicos taustanos. Por- que, verán ustedes. El pasado día 14 es costumbre de ir en ro- mería al santuario que la simpática Virgen tiene en este pueblo. Pero dicho día, por la tarde, empezó a llover de tal manera que los católicos taustanos dejaron el viaje para el día siguiente. Sin duda la Virgen no quiso tener en su compañía a los católicos, por co- nocerles y saber que de todo tienen menos de católicos. Después del aguacero, a las siete de la tarde quedó un tiempo magnífico y, en vista de ello, de madrugada comenzaron a mar- char al santuario algunas familias de feligre- ses, creyendo, sin duda, que la Virgen ya no se acordaría de enviar otro chaparrón. Buen numero de carros y galeras y poco después una caravana de autos se dirigían a visitar la Virgen. Pero ya a mitad de camino debió verlos la Virgen, que, colocada estratégicamente, domina por completo el camino, y tampoco quiso "disfrutar" de la compañía de los ma- los católicos de este pueblo. Y soltó la jeta de nuevo y esta vez fué un diluvio lo que les envió. Los autos patinaban, los carros no po- dían avanzar y los romeros, en pleno cami- no, tuvieron que soportar el agua que les ca- laba hasta los huesos. Unos se volvieron a casa, otros llegaron de cualquier manera y otros aparecieron por la noche, a tres leguas de distancia, por haberse extraviado. Total, una delicia y una jugarreta de la señora de Sancho Abarca. Una broma que le costó a la Virgen que los católicos le dirigieran fra- ses y no precisamente muy agradables, pues si las escucha la Virgen se ruboriza. Los buenazos de los católicos regresaban al pueblo con una cara más larga que un invierno sin pan y mascullando "bendiciones" para la Virgen y toda su parentela. Deben haberse convencido de que ni aun la Virgen los quiere ya. ¿A que si nosotros organizamos una jira tenemos tiempo espléndido? Palabra que sí. UN TAUSTANO. PANORAMAS DEL MOMENTO El fantasma del separatismo catalán Ya ha vuelto a sonar el chin chin patrió- tico de la "Marcha de Cádiz" que parecía enterrado para siempre con la expulsión de los borbones. Los burgueses de todas las calañas, y la buena gente del pueblo, de esa parte del pueblo español apegada a las tradiciones han sentido en lo más hondo el gesto autonomista, pleno de recia personalidad de los catalanes. Un nuevo ataque a la República. ¿De parte de quién? Sobre esto valdría la pena de profundizar un poco. Los catalanes, es decir, la burguesía catalana — y aun mejor barcelonesa — han hecho votar un Estatuto completamente absurdo... para el resto de los españoles. Y es así. Esa independencia económica, jurídica y de enseñanza, es tanto como pedir la mar... y sus peces. Pero... ¿es que acaso, como avispados co- merciantes que son, pueden ignorar que hay que pedir mucho para conseguir algo? Y éste es, en concreto, el secreto del Estatuto. Conseguir meras ventajas para Cattaluña manejando diestramente, como lo han hecho siempre, el fantasma estropajoso del separa- tismo. Porque no cabe duda de que el Es- tatuto catalán, tal y como lo ha redactado un grupito de caciquillos barceloneses, no lo admite nadie..., nadie; y los catalanes, tam- poco. El "tot o res" es una ficción y una en- gañifa para "hacer el artículo". A nuestro juicio, la verdadera postura ciudadana, en relación a este problema, debe ser: serenidad y energía para pedir igualdad de trato a todas las regiones. Que, de ahora en adelante, no se diga: Madrid y Barcelona, y acaso Valencia y Sevilla. No. Tratos de favor pensando en la importancia de las poblaciones cabeza de las provincias, no es posible sigan existiendo. A los catalanes no se les puede conceder otra cosa que lo que las demás regiones ha- yan de menester. Que haya escuelas, muchas escuelas, en Castilla y en Cataluña y en las Vascongadas, pero también en Aragón y en la tierra levantina y en la asturiana y en Ga- licia y en Andalucía y en todas las regiones, en fin. Y que en todas haya una justicia so- cial que no se apoye únicamente en las su- gerencias de los ricos, ni en las bayonetas de la guardia civil, ni en las pistolas de los de asalto. Justicia para todos. Trabajo y bien- estar para todos. Así no habrá fantasmas de separatismos ni tendrán lugar ni motivo los chinchines pa- trióticos, manejados por unos cuantos "vivos" detrás de las cortinas para embaucamiento de ingenuos y de malintencionados. Demos, pues, un voto de confianza a las actuales Cortes. Pero sin que esto signifique que estemos dispuestos al "trágala" famoso. Ya lo hemos dicho: conceder a Cataluña lo que pueda concederse al resto de las regio- nes españolas. Pero no negarles sistemática- mente aquellos que, en fin de cuentas, anhe- lamos todos: descentralización. Que es caci- quismo. Y es negación de la libertad y del derecho de las regiones a sentir la emoción de su raza y de sus hábitos, y de su lengua- je, y de su alma, reflejados en sus folklores y en sus expansiones primitivas y particula- rísimas. Ya habló Lerroux No insistiremos mucho en descifrar la sig- nificación de este otro fantasma. El "gran republicano", el "gran español", el "viejo león de las Ramblas", el "ilustre masón", es, dentro de la República, el "nú- mero fuerte". Una especie de "gran espec- táculo", con toda la tramoya, idéntica "mise en escene" que se requiere para esta clase de números de fantasía. Y, como todo ello..., detrás de los basti- dores y los telones cargados de luces, colores y purpurinas..., nada. El público se ilusiona una y otra vez esperanzado de ver un espec- táculo definitivo. Y sale siempre desilusio- nado. Y es que Lerroux no tiene partido. Mejor dicho, no tiene hombres para gobernar, Y él lo sabe. Y tiene que seguir bailando en la cuerda floja. ¡Terrible tragedia la del "emperador del Paralelo"! Porque ya verán ustedes cómo el día que los socialistas salgan del Poder y sea preciso el surgir de don Ale, tan egregio republi- cano no tendrá más remedio, a pesar de su "gran partido", de dirigirse a la caverna li- beral y suplicarle algún formidable cacique de aquéllos para poder formar un Ministerio "mixto". ¡Y aún piden ustedes que hable don Ale! ¡Qué más querría él! BERNARDO RUBIO. LOS OTROS ..... La contradanza monárquica o el timo y la conspiración Por allá lejos, por París, andan unos cen- tenares de personas que se dicen monárquicos expatriados. Todos ellos son ricos que marcharon de España al advenir la República, llenos de miedo a las consecuencias que pudieran te- ner en aquellos momentos los malos hechos que cometieron durante tantos años. Se lle- varon el dinero, y ahora, como gloriosos lu- chadores por un ideal, ostentan emblemas monárquicos y azuzan los odios a su Patria por medio de dinero, que no saben en qué se emplea y que consideran necesario para producir el advenimiento de la Monarquía, En tanto que hacen de terribles conspirado- res viven espléndidamente, reciben el dinero de las rentas de las tierras que a su nombre hay en el Registro de la Propiedad y se em- borrachan del modo más vergonzoso, pues no pocos de ellos han sido castigados por el es- pectáculo que dieron en la vía pública en el alborear de algunos días. Esos sujetos, que conspiran contra la Re- pública con el dinero que produce la Repú- blica, han sido objeto de varios timos, uno de ellos en extremo gracioso. Una mala ma- ñana se presentaron en París, en casa de un aristócrata de los voluntariamente expatria- dos, dos oficiales del Ejército español. Ha- blaron con el emigrado y le señalaron las posibilidades de una restauración porque el Ejército y las derechas estaban de acuerdo para derribar la República. Para ello hacía falta dinero y la colaboración moral de to- dos los monárquicos que había en el país. Fué fácil hallar a otros aristócratas—me- jor diríamos ex-aristócratas— que en pocas horas quedaron convencidos de la posibilidad de regresar a España triunfantes y en ser- vidumbre del que otra vez sería Alfon- so XIII. Una colecta y en pocos días reci- bieron millares de francos que entregaron a los dos oficiales del Ejército, que llevaban uniformes nuevecitos. Los oficiales marcharon a Londres, don- de tenían que hacer ciertos preparativos. Uno de los ex-aristócratas, menos idiota que los otros, sospechó de los oficialitos y rea- lizó investigaciones... ... que dieron por resultado descubrir, po- cos días después, que los sujetos que les ha- bían visitado eran unos timadores, ajenos al Ejército español, pero bailante listos para "extraer" dinero a esos mentecatos que se gastan en Francia el dinero de España. Los mismos ex-aristócratas han enviado dinero a Madrid, Bilbao y Barcelona para fomentar la acción monárquica, con cartas que han sido descubiertas y algunas están en poder de las autoridades. Son unos desgraciados, sin talento, que co- nocen lo que ocurre en la Patria a través de su odio, de las noticias que les envían sus amigos y de las mentiras que les cuentan de la anarquía en nuestra nación. Ahora, para terminar, han dicho los emi- grados voluntariamente que confian en la res- tauración de Alfonso ex-XIII porque se pro- mueve una revolución de carácter anárquico, la del día 29, y como el Gobierno quedará muy debilitado bastará el impulso de las de- rechas contra los anarquistas y comunistas para derribar el régimen y restaurar la Mo- narquía. Es un caso de grotesca tontería colectiva. Obreros: Leed VIDA NUEVA defensor de los obreros

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Vida Nueva A Ñ O III N Ú M . 9 8

Zaragoza, 28 de mayo 1932

10 céntimos ejemplar

ORGANO DE LA UNION GENERAL DE TRABAJADORES Y DEL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO

PANORAMA ESPAÑOL

En espera del día veintinueve Dos semanas han servido para descubrir hasta dónde alcanzaba el complot revolucionario

preparado por los extremistas que, como dijo en Zaragoza Fernando de los Ríos, no son izquierda.

No pueden llamarse extremistas, hombres de acción progresiva social los que tienden a destruir el presente, a producir la miseria, a empobrecer a los hombres para lanzarlos al hambre y con ello a la desesperación. Hombres hambrientos y desesperados, como hemos dicho algunas veces, no son, no pueden ser revolucionarios.

No podemos llamar revolucionarios a los que piden la revolución sin saber qué harían con el Poder al día siguiente de haberlo conquistado. Por carecer del idealismo construc­tor fracasan todos sus planes. No quieren reconocer que Rusia, arquetipo estatal de los ex­tremismos, ha legislado que, contra todo lo supuesto en ciertos medios operantes en revolucio­nario, ya permite a los campesinos la venta de la quinta parte de sus cosechas y que a veces él mismo lo comprará. No quieren reconocer que Rusia ha dado por admitida la moneda y, no hace mucho tiempo, puso en circulación la letra de cambio, o sea lo más refinadamente capitalista que puede darse en las transacciones. No quiere reconocer que jamás país alguno logró el gobierno sin tener el que había de ocuparlo un programa mínimo a implantar, a ejecutar desde la hora en que hallase en sus manos el Poder.

Por carecer de todo sentido de organización ha fracasado trágicamente el complot. Los considerados organizadores del mismo son personas incapaces de una buena preparación. Además, hay un aspecto trágico en todo cuanto hicieron. Pues ¿qué finalidad positivamente social podía tener el planteamiento de una huelga revolucionaria para destruir las cosechas, cubrir de sangre los campos andaluces, enviar a presidio a muchos compañeros y, pasados unos cuantos días tornar los trabajadores al tajo en la ciudad, al tajo en el campo, al taller, a la fábrica? ¿Se había hecho revolución? Falso: se había dado un paso en favor del ca­pitalismo. El Estado, llámese republicano, llámese fascista, llámese soviético, tendría que reprimir duramente a quien atentase contra él. Si los comunistas libertarios, si la Federación Anarquista Ibérica lograsen el Poder y una masa enemiga se lanzase contra él para derrocar­lo, emplearía sus fuerzas a fin de ahogarlo en sangre. Nadie puede dudarlo, porque obrar de otro modo sería insensato. Bien lo ha hecho Rusia, con su dramática Cheka, con los fusi-mientos de los llamados rusos "blancos", con los de los que se mantenían aferrados al régimen zarista.

Luego si la República reprimiese con energía el complot preparado, aunque los obce­cados trabajadores que se llaman revolucionarios sin límite, la insultasen y llamasen odiosa, la cubriesen de injurias, carecerían de razón, porque todo régimen, por instinto de sosteni­miento, hace uso de la fuerza para impedir su derrumbamiento. Como—repetimos—lo harían los que ahora se lanzan contra las leyes republicanas. No hay, pues, que quejarse, sino que sufrir las consecuencias de las acciones realizadas deliberadamente.

Sentimos espanto, en ocasiones, al reflexionar sobre lo preparado. Millares de bombas, centenares de pistolas en reserva, muchos millares de proyectiles almacenados, depósitos de gasolina, una masa humana de choque que luego de sufrir los efectos de la represión ten­dría que volver al trabajo, vencida y habiendo preparado por sus propias acciones la miseria para sus hogares y el robustecimiento de las fuerzas autoritarias, de los enemigos de la libertad, de los derechos del hombre que sostenemos muchos millones de trabajadores a costa de sacrificios hechos desde mucho tiempo atrás.

Anuncian unos obcecados compañeros de trabajo la realización de un plan revoluciona­rio para el día 29. Nos inquieta, repetimos, porque se trata de hombres que deseamos se detengan en su equivocado camino. Los directores de todo movimiento deben sentir sobre sí la responsabilidad de la suerte de los comprometidos y del resultado de la acción revolucio­naria. Intentar tal acción sin tener posibilidades de triunfo, siquiera sean remotas, nos parece absurdo. Preparar un movimiento sabiendo de antemano que será esterilizado por los enemigos y que sólo puede aumentar la miseria de los trabajadores, está fuera de nuestra comprensión. Así es como se destruyen las grandes organizaciones que deben subsistir para combatir todos los días, dentro de normas concretas, unidos todos los obreros en un punto categórico: en el de que hay que derrotar al capitalismo en la medida de lo posible cada día, de cada hora, de cada minuto y de no fracasar nunca, ni en lo pequeño, porque un fracaso nuestro no es más ni menos que un éxito de nuestros enemigos.

La so luc ión d e un confl icto

Magnífico triunfo de nuestros compañeros de Ateca Ha triunfado la acción popular

Y conste que al decir esto no me refiero a la que consignan con mayúscula los dis­frazados albiñanistas (nada más impopular que esa Acción), sino a la constancia y sen­satez demostradas por los atecanos en su ma­nifestación celebrada el 19 del actual, de la cual dábamos cuenta en estas columnas.

La legalidad permitió que no se impusiese la razón de la fuerza y sí la fuerza de la razón.

La dehesa de Armantes, terreno de unas quinientas hectáreas, en posesión del señor Hueso, procedentes de los Propios del co­mún, objeto de la contienda, es solicitada en venta legal con oportunidad y se responde con evasivas, haciendo ver procedían del re­ferido señor. Alguien debió ocultarle la rea­lidad de los hechos y la vendió, como diji­mos en nuestra información anterior, a una sola persona, que, como notábamos, no podía administrarla legalmente por sí solo.

Por lo visto, el móvil era otro que las ex­cusas presentadas ante la autoridad local y ante lo manifestado, lo que no podía hacerse con ley se ejecutó con consciencia.

El campesino necesitado, viéndose burla­do, pedía la tierra justamente, ya que el com­prador la revendía a los vecinos de otros pueblos en mejores condiciones de venta que a los atecanos, producto que hubiese rever­tido en provecho forastero, con perjuicio pa­ra la economía local, con lo cual la miseria hubiera hecho presa en los humildes campesi­nos atecanos. De aquí aquella manifestación espontánea y, en medio de su rusticidad, de

gran civismo, y de la cual se hicieron gran­des burlas por parte de la familia de los cristeros. ¡Qué se le va a hacer! ¡Espíritu cristiano que tienen! ¡Amor a la humildad y la pobreza! Pero sepan quienes tan bien saben hacer negocio con el fomento de la ignorancia y el fanatismo, que en Ateca los perros muerden a quien les ofende con su malvada instigación y que sus mordiscos pue­den ser temibles.

A instancias de la Alcaldía, con tacto digno de loa y sin coacción de ningún géne­

ro, se consiguió revertir el terreno para que el Ayuntamiento lo adquiriese en beneficio de los labriegos que lo ansiaban, remediando así su crítica situación. Reunidos en pacto conciliador alcalde, tenientes de alcalde, comprador señor Jimeno y representante del vendedor señor Hueso, señor Gil, armoniza-ron la cuestión, cediendo el citado señor Ji­meno el derecho adquirido por la escritura otorgada, anulando los compromisos verba­les con forasteros en favor de la masa agrí­cola de Ateca. Practicados estos prelimina­res, el Ayuntamiento, en sesión del pleno, acordó por unanimidad encargarse del terre­no para transmitirlo a los campesinos en iguales condiciones pactadas entre los seño­res Hueso y Jimeno y, a ser posible, mejo-radas.

Ya puede darse por solventado el conflic­to. Ahora deben los trabajadores favorecidos facilitar, a medida de sus facultades, su apo­yo a la intervención del Concejo, que se ha comportado como un buen padre de familia.

Que no quede a ningún malintencionado por decir que se entrega la tierra a quien ni puede ni sabe administrarla. Los nuevos pe­queños propietarios o administradores deben tener mutuamente reciprocidad y fraternidad en las labores que se practiquen. ¡Enhora­buena!

El caso que nos ocupa nos llena de satis­facción, ya que los compañeros de la Aso­ciación ''Labor y Libertad", sin rechazar a los no asociados, han sabido comportarse como dignos pertenecientes a la U. G. T., organizaciones que de veras trabajan por la redención del humilde, evidenciando que son de aquellos que saben mostrar sus deseos sin acudir a la dinamita; que no apelan a la destrucción ni a la venganza, sino al conven­cimiento razonado del equivocado, para re­dimirle y considerarle su igual.

¡Atecanos! Ante todo, nobles con cual­quier enemigo, pero sin consentir jamás que entre en nosotros como ladrón para traicio­narnos.

JUSTINIANO MlLLAN TRIGO.

No podemos por menos que felicitar en­tusiastamente a nuestros camaradas de Ate­ca: primero, por saber hacer honor a los postulados de la U. G. T . y del Partido So­cialista cuando la manifestación del día 19, acto lleno de los mayores entusiasmos y de la sensatez y cordura que honran en todo momento a nuestras organizaciones.

Y la felicitación, mayor todavía, es por el triunfo obtenido.

Y, a la vez nos honramos con las frases que estampan en su escrito esos camaradas de Ateca, frases llenas de nobleza, de hon­radez, hacia sus compañeros trabajadores de aquella villa.

No han hecho distinción los camaradas de "Labor y Libertad" entre asociados y no asociados para pedir tierra con que llevar el bienestar a los hogares humildes. Sólo pensa­ron en que todos eran hermanos en el tra­bajo y en el sufrimiento y han querido, lle­gado el momento, que todos disfrutasen de la bienandanza.

Este es el acto más honroso para esos ami­gos.

DESDE TAUSTE

Cómo las gasta la Virgen de Sancho Abarca

No hay derecho a que la Virgen de San­cho Abarca les haya hecho tal jugarreta a los buenazos de los católicos taustanos. Por­que, verán ustedes.

El pasado día 14 es costumbre de ir en ro­mería al santuario que la simpática Virgen tiene en este pueblo. Pero dicho día, por la tarde, empezó a llover de tal manera que los católicos taustanos dejaron el viaje para el día siguiente. Sin duda la Virgen no quiso tener en su compañía a los católicos, por co­nocerles y saber que de todo tienen menos de católicos.

Después del aguacero, a las siete de la tarde quedó un tiempo magnífico y, en vista de ello, de madrugada comenzaron a mar­char al santuario algunas familias de feligre­ses, creyendo, sin duda, que la Virgen ya no se acordaría de enviar otro chaparrón. Buen numero de carros y galeras y poco después una caravana de autos se dirigían a visitar la Virgen.

Pero ya a mitad de camino debió verlos la Virgen, que, colocada estratégicamente, domina por completo el camino, y tampoco quiso "disfrutar" de la compañía de los ma­los católicos de este pueblo. Y soltó la jeta de nuevo y esta vez fué un diluvio lo que les envió. Los autos patinaban, los carros no po­dían avanzar y los romeros, en pleno cami­no, tuvieron que soportar el agua que les ca­laba hasta los huesos. Unos se volvieron a casa, otros llegaron de cualquier manera y otros aparecieron por la noche, a tres leguas de distancia, por haberse extraviado. Total, una delicia y una jugarreta de la señora de Sancho Abarca. Una broma que le costó a la Virgen que los católicos le dirigieran fra­ses y no precisamente muy agradables, pues si las escucha la Virgen se ruboriza.

Los buenazos de los católicos regresaban al pueblo con una cara más larga que un invierno sin pan y mascullando "bendiciones" para la Virgen y toda su parentela. Deben haberse convencido de que ni aun la Virgen los quiere ya.

¿A que si nosotros organizamos una jira tenemos tiempo espléndido?

Palabra que sí. U N T A U S T A N O .

PANORAMAS DEL MOMENTO El fantasma del separatismo catalán

Ya ha vuelto a sonar el chin chin patrió­tico de la "Marcha de Cádiz" que parecía enterrado para siempre con la expulsión de los borbones.

Los burgueses de todas las calañas, y la buena gente del pueblo, de esa parte del pueblo español apegada a las tradiciones han sentido en lo más hondo el gesto autonomista, pleno de recia personalidad de los catalanes.

Un nuevo ataque a la República. ¿De parte de quién? Sobre esto valdría la pena de profundizar un poco. Los catalanes, es decir, la burguesía catalana — y aun mejor barcelonesa — han hecho votar un Estatuto completamente absurdo... para el resto de los españoles. Y es así. Esa independencia económica, jurídica y de enseñanza, es tanto como pedir la mar... y sus peces.

Pero... ¿es que acaso, como avispados co­merciantes que son, pueden ignorar que hay que pedir mucho para conseguir algo? Y éste es, en concreto, el secreto del Estatuto. Conseguir meras ventajas para Cattaluña manejando diestramente, como lo han hecho siempre, el fantasma estropajoso del separa­tismo. Porque no cabe duda de que el Es­tatuto catalán, tal y como lo ha redactado un grupito de caciquillos barceloneses, no lo admite nadie..., nadie; y los catalanes, tam­poco. El "tot o res" es una ficción y una en­gañifa para "hacer el artículo".

A nuestro juicio, la verdadera postura ciudadana, en relación a este problema, debe ser: serenidad y energía para pedir igualdad de trato a todas las regiones.

Que, de ahora en adelante, no se diga: Madrid y Barcelona, y acaso Valencia y Sevilla. No. Tratos de favor pensando en la importancia de las poblaciones cabeza de las provincias, no es posible sigan existiendo.

A los catalanes no se les puede conceder otra cosa que lo que las demás regiones ha­yan de menester. Que haya escuelas, muchas escuelas, en Castilla y en Cataluña y en las Vascongadas, pero también en Aragón y en la tierra levantina y en la asturiana y en Ga­licia y en Andalucía y en todas las regiones, en fin. Y que en todas haya una justicia so­cial que no se apoye únicamente en las su­gerencias de los ricos, ni en las bayonetas de la guardia civil, ni en las pistolas de los de asalto. Justicia para todos. Trabajo y bien­estar para todos.

Así no habrá fantasmas de separatismos ni tendrán lugar ni motivo los chinchines pa­trióticos, manejados por unos cuantos "vivos" detrás de las cortinas para embaucamiento de ingenuos y de malintencionados.

Demos, pues, un voto de confianza a las actuales Cortes. Pero sin que esto signifique que estemos dispuestos al "trágala" famoso. Ya lo hemos dicho: conceder a Cataluña lo que pueda concederse al resto de las regio­nes españolas. Pero no negarles sistemática-mente aquellos que, en fin de cuentas, anhe­lamos todos: descentralización. Que es caci­quismo. Y es negación de la libertad y del derecho de las regiones a sentir la emoción de su raza y de sus hábitos, y de su lengua­je, y de su alma, reflejados en sus folklores y en sus expansiones primitivas y particula­rísimas.

Ya habló Lerroux

No insistiremos mucho en descifrar la sig­nificación de este otro fantasma.

El "gran republicano", el "gran español", el "viejo león de las Ramblas", el "ilustre masón", es, dentro de la República, el "nú­mero fuerte". Una especie de "gran espec­táculo", con toda la tramoya, idéntica "mise en escene" que se requiere para esta clase de números de fantasía.

Y, como todo ello..., detrás de los basti­dores y los telones cargados de luces, colores y purpurinas..., nada. El público se ilusiona una y otra vez esperanzado de ver un espec­táculo definitivo. Y sale siempre desilusio-nado.

Y es que Lerroux no tiene partido. Mejor dicho, no tiene hombres para gobernar, Y él lo sabe. Y tiene que seguir bailando en la cuerda floja.

¡Terrible tragedia la del "emperador del Paralelo"!

Porque ya verán ustedes cómo el día que los socialistas salgan del Poder y sea preciso el surgir de don Ale, tan egregio republi­cano no tendrá más remedio, a pesar de su "gran partido", de dirigirse a la caverna li­beral y suplicarle algún formidable cacique de aquéllos para poder formar un Ministerio "mixto".

¡Y aún piden ustedes que hable don Ale! ¡Qué más querría él!

BERNARDO RUBIO.

L O S O T R O S . . . . .

La contradanza monárquica o el timo y la conspiración Por allá lejos, por París, andan unos cen­

tenares de personas que se dicen monárquicos expatriados.

Todos ellos son ricos que marcharon de España al advenir la República, llenos de miedo a las consecuencias que pudieran te­ner en aquellos momentos los malos hechos que cometieron durante tantos años. Se lle­varon el dinero, y ahora, como gloriosos lu­chadores por un ideal, ostentan emblemas monárquicos y azuzan los odios a su Patria por medio de dinero, que no saben en qué se emplea y que consideran necesario para producir el advenimiento de la Monarquía, En tanto que hacen de terribles conspirado­res viven espléndidamente, reciben el dinero de las rentas de las tierras que a su nombre hay en el Registro de la Propiedad y se em­borrachan del modo más vergonzoso, pues no pocos de ellos han sido castigados por el es­pectáculo que dieron en la vía pública en el alborear de algunos días.

Esos sujetos, que conspiran contra la Re­pública con el dinero que produce la Repú­blica, han sido objeto de varios timos, uno de ellos en extremo gracioso. Una mala ma­ñana se presentaron en París, en casa de un aristócrata de los voluntariamente expatria­dos, dos oficiales del Ejército español. Ha­blaron con el emigrado y le señalaron las posibilidades de una restauración porque el Ejército y las derechas estaban de acuerdo para derribar la República. Para ello hacía falta dinero y la colaboración moral de to­dos los monárquicos que había en el país.

Fué fácil hallar a otros aristócratas—me­jor diríamos ex-aristócratas— que en pocas horas quedaron convencidos de la posibilidad de regresar a España triunfantes y en ser­vidumbre del que otra vez sería Alfon­

so XIII . Una colecta y en pocos días reci­bieron millares de francos que entregaron a los dos oficiales del Ejército, que llevaban uniformes nuevecitos.

Los oficiales marcharon a Londres, don­de tenían que hacer ciertos preparativos. Uno de los ex-aristócratas, menos idiota que los otros, sospechó de los oficialitos y rea­lizó investigaciones...

... que dieron por resultado descubrir, po­cos días después, que los sujetos que les ha­bían visitado eran unos timadores, ajenos al Ejército español, pero bailante listos para "extraer" dinero a esos mentecatos que se gastan en Francia el dinero de España.

Los mismos ex-aristócratas han enviado dinero a Madrid, Bilbao y Barcelona para fomentar la acción monárquica, con cartas que han sido descubiertas y algunas están en poder de las autoridades.

Son unos desgraciados, sin talento, que co­nocen lo que ocurre en la Patria a través de su odio, de las noticias que les envían sus amigos y de las mentiras que les cuentan de la anarquía en nuestra nación.

Ahora, p a r a terminar, han dicho los emi­grados voluntariamente que confian en la res­tauración de Alfonso ex-XIII porque se pro­mueve una revolución de carácter anárquico, la del día 29, y como el Gobierno quedará muy debilitado bastará el impulso de las de­rechas contra los anarquistas y comunistas para derribar el régimen y restaurar la Mo­narquía.

Es un caso de grotesca tontería colectiva.

Obreros: Leed VIDA NUEVA

defensor de los obreros

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2 VIDA NUEVA 2

El silencio del Ayuntamiento a varias demandas Como todos los Ayuntamientos de Espa­

ña, el de Zaragoza mantuvo a su bajo perso-nal dentro del feudalismo más despótico.

Por todas partes surgía un tiranuelo de lo más repugnante que se haya podido concebir. Por lo general jamás se tuvo en cuenta las dotes de capacidad para ocupación de car­gos y ascensos. El favor era la condición más virtuosa, llegando a cometer hechos que ponían de manifiesto la falta de escrúpulo moral y humano de ciertos jefecillos que, apoyados en partidos políticos de esencia reaccionaria, cometían los mayores desafue­ros para mantener su dominio. El mayor in­terés de concejales y alto personal era el in-terinaje y la eventualidad para así modificar a su antojo el censo electoral en los momen­tos precisos. Una de las secciones que más se ha distinguido en estos procedimientos ha sido la de limpieza pública. Hacer historia de todos los hechos sería interminable, ya que varios de los mismos son del dominio publico.

Al advenimiento de la República todo hizo suponer que tales normas se habrían desterra­do para siempre de los Ayuntamientos y, aunque la cuestión ha variado en sumo gra­do, tenemos a la vista una instancia de la Agrupación de Dependientes Municipales, afectos a la U. G. T., que por la fecha que lleva creemos pudo el Ayuntamiento haber resuelto de una u otra forma. La instancia dice así:

"Excmo. Sr.—Los abajo firmantes, presi­dente y secretario de la Agrupación de De­pendientes Municipales y Similares, con do­micilio en la calle de Estébanes, núm. 2, principal izquierda, a V . E. con el debido respeto exponen:

Que en las aspiraciones que esta Agrupa­ción expuso a ese Excmo. Ayuntamiento el año pasado figuraba la de que a todos los obreros del servicio de limpieza se les nom­brase de plantilla, por considerar de justi­cia tal aspiración, ya que nadie podrá negar que, cual los demás dependientes del Muni­cipio, prestan un servicio utilísimo a la ciu­dad; pero hecha la reorganización de todos los servicios, ve con extrañeza y gran dolor esta Agrupación que a los más modestos obreros del Excmo. Ayuntamiento se les de­ja en las mismas condiciones que anterior­mente se encontraban en lo que a su perma­nencia en el trabajo se refiere.

Eran de estimar, a nuestro juicio, las con­

diciones en que tienen que realizar estos obre-ros el trabajo, expuestos de continuo a las más variadas temperaturas invernales, como lluvia, nevadas, etc., y lo más doloroso es que por su condición modesta no pueden prevenirse de ropa y calzado aparente para evitar una posible enfermedad, y carecien­do del jornal en estos casos se ven privados del alimento necesario para su restableci­miento.

Otro de los hechos que estimamos poco justo es la forma en que han sido cubiertas las plazas de ayudantes de chofers del men­cionado servicio de limpieza. Se da el caso, Excmo, Sr., de haber sido nombrados quie­nes escasamente llevan cuatro meses al ser­vicio del Ayuntamiento, mientras que solici­tantes con seis y ocho años de servicio, no sólo no les han nombrado, sino que descono­cen las causas de tal determinación. Lo mis­mo ocurre con la plantilla del personal de este servicio, pues existiendo vacantes de ca­bos y carreros, estas plazas se siguen cubrien­do por el procedimiento de interinidad. Por todo lo expuesto rogamos a V. E. se digne nombrar de plantilla a este personal, ya que existe el precedente del nombramiento en propiedad de parques y jardines, arboledas y otros servicios del Excmo. Ayuntamiento.

Que se haga una revisión del nombramien­to de los ayudantes de chofer y que las pla­zas sean adjudicadas con la más extricta justicia y que las vacantes existentes de cabos y carreros sean sacadas a concurso a la ma­yor brevedad posible.

No dudando en ser atendidos por V. E . en nuestras justas aspiraciones, por su reconoci­da bondad y noble proceder.—Viva V. E. muchos años.—Zaragoza, a 16 de abril de 1932.—Presidente, Miguel Ladrón.—Rubri­cado.—Secretario, Santiago Torquemada.— Rubricado.—Excmo. Sr. Alcalde-Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza".

Por el documento de referencia puede ver­se la razón que asiste a los obreros de la mencionada sección para quejarse de la des­atención de que son objeto en sus reclama­ciones. El Ayuntamiento no debe demorar el tratar de ello, porque si todos hemos conde­nado los viejos procedimientos en la coloca­ción de personal, no es conveniente para el crédito de los concejales, mantener estos per­juicios, ni para los de la ciudad por lo que supone la demora de tal resolución.

ACTOS CIVILES En Luceni

El día 15 del pasado mes tuvo lugar en este pueblo el primer matrimonio civil, que fué entre los compañeros Santiago Yoldi Mezquita e Isabel Alquillué Palacios.

A l acto asistieron numerosos amigos y fa­miliares de los contrayentes, así como la ma­yoría de los compañeros de la U . G. T . También acompañaron a la comitiva la ban­dera del Centro y una rondalla, que reco­rrió las calles. Las gentes daban vivas a los recién casados y a la U. G. T., constitu­yendo los actos un verdadero acontecimiento.

Al acto asistieron los compañeros Luis Pa ­lacios, de Mallén, y Pedro García de Bo-quiñeni, pronunciando este último breves pa­labras acerca del acto que se había cele­brado.

También el compañero Palacios nos diri­gió la palabra en el Centro, haciendo histo­ria del advenimiento de la República y obra realizada por la misma.

Tanto García como Palacios estuvieron acertadísimos en su charla.

En nombre de esta Sociedad damos la más cordial enhorabuena a los recién casa­dos, a los que deseamos grandes venturas.— Belsué. En Valpalmas

Días pasados fué inscrita en el Registro ci­vil una niña hija de nuestro scamaradas Sil-verio Arasa y Oliva Castán.

A la recién nacida le fué impuesto el nom­bre de Soledad.

La madre y la niña se hallan en perfecto estado y son muchas las felicitaciones que han recibido los padres con este motivo.

Continúan los actos civiles en este pueblo y la Iglesia ha perdido la preponderancia que hasta ahora había tenido, preponderancia que no volverá a recobrar.—Arenaz.

En Mallén Continúan en esta localidad los actos ci­

viles. Demostración de ello han sido los dos últimamente celebados.

Uno fué la inscipción en el Registro civil de una niña, a la que se puso el nombre de Marina, hija de nuestros queridos camaradas Mariano Lozano y Joaquina Lerín, que han sabido imitar el ejemplo de civismo dado ya por otros camaradas.

El otro acto tuvo carácter doloroso, ya que se trata del entierro de la niña Concep­ción Marquina, hija del compañero Macario Marquina, que ha fallecido cuando era el encanto de sus familiares.

Acompañamos en su dolor al camarada Macario.

En Mequinenza Con el nombre de Alberto ha sido inscrito

en el Registro civil un niño de nuestros queri­dos camaradas María Quintana y José Ca­llizo

El nuevo ejemplo dado por nuestros ca­maradas ha causado excelente impresión en­tre los trabajadores de Mequinenza que, con tan fino espíritu socialista, va observando la realización de estos actos civiles, demostran­do con ello, una vez, su acendrado amor y cariño a nuestros redentores ideales. Nuestra más cordial enhorabuena a tan queridos com-pañeros, a la vez que hacemos votos por la repetición de estos actos reveladores de la probada convicción de la masa obrera de Mequinenza.—Santiago Borbón.

En Magallón Días pasados fueron inscritos en el Re­

gistro civil de este pueblo dos niñas con los nombres de Paz y Libertad, hijas de nues­tros queridos compañeros Francisco Bona y María Navarro.

Felicito con gan satisfacción a estos ca­maradas, ya que han sabido imitar a otros compañeros que por primera vez lo hicieron de esta forma.

Madre e hijas siguen en el mejor estado de salud.

Camaradas: Imitad a estos amigos y no hagáis como han hecho otros que tenían la idea de inscribir en el Registro civil un hijo que tuvieron hace muy poco tiempo y se de­jaron arrastrar por un cavernícola.

Camaradas: Seguid el ejemplo del com­pañero Bona y otros, porque de lo contrario no haréis más que ayudar a la gente cleri­cal que es nuestra enemiga y la que atenta contra nosotros.—Roque Ledesma.

En Gallur El próximo pasado día 12 de mayo fué

inscrito en d Registro civil un niño de nues­tros queridos camaradas Luis Martínez y Justa Navarro, al que se le impuso d nom­bre de Delimiro.

A pesar de no haber pasado por la farsa de recibir el remojón clerical, el niño se en­cuentra en perfecto estado de salud, como igualmente le sucede a la madre.

Les damos la enhorabuena por el acto, y en cuanto al niño le deseamos larga vida para que pueda disfrutar del triunfo de nuestras reivindicaciones, que creemos está muy cercano.

Fué un acto brillante y animadísimo, por­que después de haber sido inscrito en el Juz­gado nos trasladamos al Centro de la Unión General de Trabajadores, donde, para cele­brar el acontecimiento, se nos sirvió un ex­quisito chocolate y se derrochó mucha ale­gría por parte de todos, entonando varios

cantos proletarios, entre ellos "La Interna­cional".

De entre la numerosa concurrencia voy a permitirme citar este hermoso ramillete de be­llísimas camaradas de la juventud Socialista: Angeles y Pilar Martínez. Paca y María Ji­ménez, Angela y Ascensión Adiego, Cande­laria y Rosario Navarro, Paca Tabuenca, Patrocinio Pallarés, Carmen Miramón. Lui­sa Casado, Consuelo Orduña y Florencia Isasa, tocadas con sendos pañuelos rojos.

De allí nos marchamos para volver por la noche a celebrar un gran baile en honor del cívico acto.

Los numerosos actos de esta índole que se celebran en este pueblo afirman rotundamen­te que mientras nosotros quedamos tranqui­los, se van a quedar sin bollo todos esos ca­vernarios negros que tantos años han vivido a costa de nuestra ignorancia.

Camaradas de todos los pueblos: Imitad a Gallur en su laicismo; tomad ánimo; pen­sad que un acto, por muy insignificante que parezca, siendo de esta índole, constituye un avance social que los trabajadores estamos en el deber de hacer en todo momento, hasta acabar con todas esas gentes embaucadoras y parasitarias de la caverna, que es una ver­güenza que existan,—A. U.

En Tauste.

Siguiendo el ejemplo dado por nuestro compañero M. Tudela, tuvo lugar el pasado día 14 del actual, en el Juzgado municial de esta villa, la inscripción en el Registro ci-vivil del niño José López Serrano, hijo de nuestros camaradas José López y Carmen Serrano.

Tanto la madre como el niño siguen en el mejor estado de salud.

Estos camaradas son objeto de numerosas manifestaciones de adhesión por todos los compañeros de esta localidad, por el ejem­plo dado a esa gente del cristo, la cual cree que si el recién nacido no sufre el desagravio del chaparrón, que no será digno de dis­frutar de los beneficios que la naturaleza nos otorga.

Al mismo tiempo felicito al padre del niño, por el altruismo laico, demostrado a esas señoras de sacristía, que se cree pueden com­prar las conciencias de nuestros camaradas el ofrecerles la irrisoria cantidad de vein­ticinco pesetas si sometían al niño a sufrir las farsas de la Iglesia. Vean los beatos que ni aun ofreciendo lo que nada vale para nosotros, pueden comprar el espíritu laico de la clase trabajadora.

Deseando al recién nacido las mayores do­tes de luchador en favor del proletario, de­séole sea ejemplo de ciudadanos conscientes. B. Tudela.

ENTREFILETS El diputado señor Franco ha anunciado

una interpelación sobre los confinados en Vi­lla Cisneros. La opinión tiembla de emoción ante el relato que espera hará ese terrible revolucionario de los malos tratos y vejacio­nes de que son objeto los deportados.

Para todo hay motivo teniendo en cuenta el prestigio parlamentario del que tuvo en sus manos la vida del Borbón y se contentó con arrojarle unas proclamas inofensivas.

El Noticiero, poniendo a prueba una vez más sus inmejorables servicios informativos, se apresuró a participar al público, adornán­dola con detalles trágicos, la fuga de Rada y veintisiete presea más, que se iban a incor­porar a un ejército revolucionario.

La opinión se sobrecogió de espanto. El Noticiero sembró el terror entre los pacíficos zaragozanos. ¿Qué interés podía tener el pe­riódico carcunda en que se conmoviera la opinión pública? ¿No tenía tanta importan­cia como la fuga de Rada el descubrimien­to del depósito de bombas? ¿Por qué el ór­gano de la reacción no se apresuró a comu­nicarlo?

La República, según afirmaba un buen amigo mío hace pocas semanas, nada había hecho en favor de las clases humildes. Pero el decreto de Albornoz sobre alquileres ha hecho que a ese ciudadano le rebaje el case­ro cuatro duros mensuales del alquiler que pagaba por un piso inmundo. Eso ha bas­tado para que mi buen amigo diga, entusias­mado, que la República se preocupa de las clases humildes.

Y es que los españoles, en su mayoría, no dan avlor más que a aquellas reformas que benefician a sus bolsillos.

¿Por qué hay una ley que obliga a los comercios y tiendas de comestibles a cerrar a las siete o siete y media de la tarde y no se obliga al mismo régimen de cierre a las tabernas? Lo ignoramos. Pero el caso es que de las siete y media en adelante, nadie pue­de comprar ni carne, ni telas; pero puede emborracharse a placer.

¿Es esto digno de una República demo­crática?

DEL M O M E N T O

El grandilocuente discurso del Mesías Leído el discurso, taquigráfico, del jefe

de los radicales, sin apasionamiento, y con reflexión habremos de convenir que nada ha dicho el señor Lerroux.

Ha querido y no ha podido disculparse de su largo cuan extraño silencio ante los gra­vísimos problemas planteados en la Cámara.

En su discurso no hizo declaraciones con­cretas y claras; la nebulosa que envuelve al partido radical es ahora más densa, su situa­ción política más obscura, peor que antes de hablar el caudillo. Se utilizan los mismos subterfugios que en los pasados tiempos de la Monarquía para alcanzar el Poder, pero, afortunadamente, fracasan todos: las zanca­dillas, los discursos vacíos y las charangas callejeras no influyen nada en la vida tra­zada por el Gobierno de la República.

En el discurso, al hablar del pacto de San Sebastián, Lerroux dijo lo que sabe todo el mundo: que los catalanistas acatarían la re­solución de las Constituyentes sobre su cele­bérrimo y flamante Estatuto.

Calló el jefe radical sobre los compromisos adquiridos y la palabra de honor de aceptar las leyes sociales llevándolas a la práctica, como mínima aspiración de la clase obrera. El caudillo y partido radical faltan a su pa­labra de honor y traicionan los compromisos con la representación de los trabajadores, ha­ciendo obstrucción estúpida a todas las le­yes de carácter social beneficiosas para las clases humildes, a la par que declaran vota­rán el Estatuto. Así quieren conquistar a la gran burguesía catalana.

Son más sagrados los compromisos adqui­ridos en el Hotel Ritz de Barcelona, des­pués de agotar las cajas de champán con los banqueros y capitanes de industria y el Me-sías.

Decía el ex-revolucionario que la anarquía está suelta, que hay que detener las exigen­cias de los obreros, y, obedeciendo la voz del caudillo, los gobernadores civiles y alcal­des de la mesnada radical atropellan los de­

rechos de los ciudadanos, lanzan la fuerza pública contra los trabajadores, ametrallán­dolos impunemente, cometen actos criminales los caciques en los pueblos contra los obre­ros de la tierra, sin que la puerta de la cár­cel se abra para los que llevan cristos y per­tenecen al partido lerrouxista, aunque come­tan los netos más sucios y repugnantes. La violencia no es ejercida por los trabajadores sino cuando, agotados todos los recursos le­gales, se ven burlados y atropellados por los que tienen el deber de atender sus justas pe­ticiones. En este caso, la violencia es santa.

Cumpla la justicia su deber, corte el mal de raíz, no claudique ante el poderoso, úni­ca causa del malestar social y engendro de todas las violencias.

No existe la igualdad ante la ley. Los tra­bajadores son perseguidos y maltratados. Los poderosos siguen abusando de su poder y burlándose de las leyes sin ser molestados. Esta es la causa de todas las violencias. Mas esto no lo quiere saber el ex-revolucionario Lerroux.

Terminó el caudillo radical su largo dis­curso de siete cuartos de hora causando la mayor decepción en la Cámara y en todo el país. Ni en la izquierda ni en la derecha..., a nadie satisfizo.

¡Una vela... a Gil Robles y otra a Bal-bontín!

El Mesías, el Salvador de lo imposible ha decepcionado. Los ídolos y fetiches ruedan estrepitosamente de los altares que el miedo o la ambición elevó. Obras y no palabras. Al pueblo no se le trata hoy igual que hace veinte años.

O se aceptan, prácticamente, las humanas y justas aspiraciones de la clase más numero­sa y necesitada, o a cuantos charlatanes, Me­sías y caudillos pretendan engañar al pue­blo, éste los despreciará, arrollándolos y lan­zándoles al precipicio donde se estrellen para siempre.

JUAN BERAZA.

La Unión General de Trabajadores

a todas sus secciones

Estimados compañeros: La Comisión eje­cutiva de la Unión General de Trabajadores de España reitera a todas sus Secciones la invitación que se hizo pública hace poco para que todas, en la medida de lo posible, presten su solidaridad al organismo, afiliado a la Unión General de Trabajadores, de Sabiñánigo, que desde el día 2 de abril sostiene una huelga que comprende a 190 de sus afiliados, los cuales trabajaban en la fá­brica de productos químicos de la Empresa Energía e Industrias Aragonesas.

Dicha Empresa, después de aceptar un pacto con la organización, cediendo a in­fluencias extrañas y reaccionarias, compues­tas de residuos de la monarquía, ha renegado de su palabra y trata ahora por todos los medios a su alcance de destruir la organi­zación de aquella localidad, lanzando a la desesperación a infinidad de familias obreras.

En tales circunstancias es un deber de to­das las organizaciones afiliadas a la Unión

General de Trabajadores de España el pres­tar su más entusiasta apoyo a la organiza­ción hermana de Sabiñánigo, enviando sus donativos a nombre del compañero Francis­co Saldaño, calle de la Estación (Centro Obrero), Sabiñánigo (Huesca).

¡Solidaridad con los compañeros de Sabi­ñánigo, camaradas!

Madrid, 21 de mayo de 1932.—Por la Comisión ejecutiva: El secretario interino, Enrique Santiago.

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Page 3: Zaragoza, 28 de mayo 1932 10 céntimos ejemplar Vida … · centenares de pistolas en reserva, muchos millares de proyectiles almacenados, depósitos de ... Los directores de todo

3 VIDA NUEVA 3

Los cosechas de este año L a N a t u r a l e z a se h a propuesto favorecer

a la R e p ú b l i c a e spaño la derramando sus

d o n e s e n los c a m p o s . C e r e s se ha h e c h o re­

publ i cana , y l o q u e n o h a ocurrido e n m u -

c h o s a ñ o s , s eguramente e n todo e l t iempo

d e l reinado borbón ico , ha ocurr ido ahora .

P u e s , s e g ú n not ic ias d e personas que h a n e s ­

tado e n l o s c a m p o s a n d a l u c e s y extremeños ,

l a ac tua l c o s e c h a e s t an extraordinaria, q u e

n o s e h a c o n o c i d o otra igual en l o q u e v a

d e s ig lo . S e c o m p r e n d e e l interés q u e h a

puesto e n l a reco lecc ión el ministro señor

Q u i r o g a y en lograr u n a c u e r d o firme y d e ­

finitivo entre l o s obreros y los patronos.

Y n o e s só lo el c a m p o e l q u e se muestra

generoso y e sp lénd ido . T a m b i é n e l mar q u i e ­

re contribuir a l bienestar d e los españoles ,

e m p u j a n d o hac ia nuestras cos tas las "nutr idas

manifes tac iones" d e anchoas , ante c u y o n ú ­

m e r o fracasar ían todos los c á l c u l o s d e esas

g e n t e s q u e s e d e d i c a n a contar manifestan­

tes po l í t i cos . P o r e j e m p l o , e l corresponsal

de A B C en B i l b a o , por m u c h o q u e se e m ­

peñase en restar importancia a estos bancos

d e a n c h o a q u e salen a l paso d e los pesca­

d o r e s , n o l o conseguir ía ni a u n ut i l izando la

m e d i d a q u e e m p l e ó para fijar el número d e

los manifestantes de l 14 d e abril .

L o s puertos y m u e l l e s d e los pueblos pes ­

queros se ven an imados por el ajetreo d e pes ­

c a d o r e s , d e mujeres , d e carros co lmados de

ces tos d o n d e p la tea e l p e s c a d o , que , en r e a ­

l i d a d , e n p l a t a s e convierte . L a s canastas ,

unas sobre otras, forman trincheras, y a tra-

vés d e las c a l l e s , hasta l a s puertas d e las f á ­

bricas , corren los carros empujados a m a n o

q u e d e j a n u n a h ú m e d a este la e n e l sue lo .

Y en l a s fábricas , las m u c h a c h a s obreras,

desca lzas , arremangadas , trabajan mientras

cantan a legremente .

T r a b a j o y p a n . N a d i e d irá que los p e s ­

cadores y l o s q u e trabajan c o n e l l o s p iden

gol lerías , gangas , enchufes .

Q u i e r e decirse q u e es te a ñ o no faltarán

anchoas e n aceite. A c e i t e a n d a l u z y anchoa

del Cantábr ico .

P e r o no só lo s e reduce a esto l a ópima

c o s e c h a . H a y también este a ñ o otras, y la

que m á s d e s c u e l l a e s l a c o s e c h a d e pistolas.

Esta se da en todas partes ; l o mismo en e l

N o r t e q u e en e l S u r . T a m b i é n en esto se ha

mostrado qu izás exces ivamente pródiga la

" N a t u r a l e z a " . Surgen c o m o los trigos, en

haces o fasc ios apre tados ; aparecen l l enando

malet ines; n a c e n c o m o las rojas amapolas ,

mostrando a flor d e tierra sus negras culatas .

T a m b i é n , señor ministro. La recolecc ión d e

esta cosecha e s s a g r a d a . T a m b i é n h a y q u e

velar por e l l a y no descansar hasta q u e se

haya recogido el últ imo "fruto".

B e n d i g a m o s a la m a d r e N a t u r a l e z a , u b é ­

rrima y generosa, q u e sin fijarse si en E s p a ­

ña h a y R e p ú b l i c a o M o n a r q u í a , h a derra­

mado sus magníficos dones . Entonemos him­

nos a C e r e s , q u e aunque e s agricultora n o

es "agraria", n o e s L a m a m i é , ni P e m á n .

N o parece otra cosa sino que este a ñ o

hasta e l mismo S a n Is idro h a l a b r a d o l a t i e ­

rra c o n sus propias manos , d i c i endo a los

angelitos que h a c í a n d e sobresal iente:

— V e n g a n a c á esos aperos, que ahora la­

bro. S e a c a b ó e l estar tumbado a la bartola

o el perder el t iempo rezando . ¡Fuera g e n ­

te , que ahora E s p a ñ a e s una R e p ú b l i c a d e

trabajadores! A n g e l i t o s , a l c ie lo , q u e esta l a ­

bor no es para n i ñ o s ; a q u í m e basto y o .

Desde Ejea de los Caballeros Con m o t i v o de u n o s i n c i d e n t e s

L o ocurrido h a c e u n o s d í a s m e obl iga a

dirigirme a los trabajadores de esta vi l la p a ­

ra poner les en guardia y que n o ca igan en

e l e n g a ñ o de q u e se les quiso hacer víctimas.

E l d í a 2 6 de l pasado mes se tramó una

verdadera c e l a d a contra el A y u n t a m i e n t o d e

esta villa.

U n grupo d e e lementos perturbadores, q u e

no d e otra manera s e les p u e d e l lamar, m o ­

v i ó a cierto número d e trabajadores y con

la e x c u s a d e unas pet ic iones d e tierra, por

si estaban bien o mal h e c h a s , y una comisión

que se l lama A g r u p a c i ó n Marxista h izo una

protesta q u e c a r e c í a en absoluto d e razón.

Es to s e lementos que s e d icen marxistas se

unieron a los republ icanos radicales y , j u n ­

tos, pidieron l a dest i tución de l A y u n t a m i e n ­

to , y sin d u d a esperaban lograrla, puesto que

sabemos q u e y a tenían distribuidos los pues­

tos entre e l l o s .

S e h a d a d o el c a s o peregrino d e que esos

q u e se d i cen marxistas se juntaron c o n los

q u e s iempre han s ido los cac iques , los e n e ­

migos d e l o s trabajadores , l o s q u e s o n igual

ahora , c o m o l o demuestra q u e n o quieran l l a ­

mar a trabajar a los q u e tienen derecho a

e l lo . S o n l o s q u e se han h e c h o republ icanos

después d e l 14 d e abril d e 1 9 3 1 , l o s que fue ­

ron admiradores d e la D i c t a d u r a .

¿ Q u é ser ía d e l o s trabajadores d e E j e a

si esos l legaran a o c u p a r puestos de l M u n i ­

cipio otra v e z ?

D e esto e s prec iso q u e s e d e n cuenta los

trabajadores d e E j e a y no se de jen engañar

por esos n u e v o s republ icanos y por esos mar-

x i s t a s que s ó l o aspiran a apoderarse de l p o ­

der municipal para cont inuar la obra de

siempre. Contra estos e lementos tenemos q u e estar

unidos t o d o s los trabajadores d e esta v i l la ,

para poder de fender el p e d a z o d e pan a q u e

tenemos derecho . P e r o conste q u e los traba­

jadores que tenemos y d e b e m o s estar unidos

somos los verdaderos , no l o s que se l laman

marxistas, q u e n u n c a han d e preocuparse de l

bien general .

A l e r t a , compañeros , y no os d e j e n sorpren­

der por l o que puedan decir esos individuos,

y los q u e seá i s agricultores venid a la S e c ­

c ión A g r í c o l a d e la U . G . T., que es la q u e

os defiende y o s defenderá en todo momento ,

c o m o bien l o ha demostrado.

P a r a l o s c o m p a ñ e r o s d e Cariñena

E n contestación a la carta recibida d e esa

organizac ión hemos de dec iros :

Q u e reunida la Direct iva de esta Secc ión

a c o r d ó dirigirse a todas las organizaciones re­

comendándo le s que se abstengan sus afiliados

d e salir d e sus casas durante la recolecc ión

para esta v i l la , hasta que se les d é nuevo

aviso , porque esta S e c c i ó n tiene que presen­

tar u n a s bases d e trabajo para todos ajus­

tarnos a las mismas normas.

C o n más motivo hacemos la misma adver­

tencia a los no afiliados a ninguna organiza­

c ión , y a que esta Secc ión ha d e tomar sus

medidas para que en el trabajo tengan prefe­

rencia los asoc iados .

H a c e m o s estas advertencias para evitar a

los trabajadores que puedan venir equivoca­

d o s y sufran, por consiguiente, los perjuicios

a que puede l levarles su equivocac ión .

S A T U R N I N O U R B O N B E R I C A T .

DESDE PEDROLA Una "faena" s ind ica l i s ta

L o s trabajadores de esta vil la venimos d i s ­

frutando d e la jornada d e o c h o horas, arran­

cada a los patronos después de n o pequeña

lucha.

P e r o he aquí que ahora, quienes alardean

d e defender a los trabajadores y d e luchado­

res contra los burgueses nos hacen una " f a e ­

na" q u e no cuadra m u y bien c o n las d o c ­

trinas que predican.

E l grupo de obreros campesinos afectos a

la Confederac ión N a c i o n a l del T r a b a j o , esos

sindicalistas que s e jactan d e comerse crudos

a los patronos, han presentado a éstos unas

bases de trabajo e n l a s que , nada menos , se

ofrecen a trabajar mayor jornada que l a que

tanto ha costado lograr.

¿ Y éstos son los q u e dicen que defienden

a los trabajadores?

A eso se l lama ser esclavos y sentirse e s ­

c lavos y c r i a d o s . — C .

DESDE ISUERRE E l d í a 8 d e este mes fuimos honrados con

la presencia d e l compañero Mar iano B o n a ,

de E j e a de los Cabal leros , e l cual vino

atendiendo a distintos requerimientos que l e

habíamos hecho . E l camarada B o n a , que es

e l primer propagandista que ha pisado este

pueblo , no quería hacerlo por desear que fue­

sen los primeros los camaradas de Z a r a g o z a ,

por considerarlos más capac i tados; pero, por

fin, nos atendió , por hacerle ver que era n e ­

cesario dar un acto en ésta.

B o n a d ió una hermosa conferencia que

ha producido gran e fec to , a juzgar por los

comentarios q u e se han hecho de el la , p u e s

demostró q u e conoce perfectamente la v ida

d e los pueblos . S e o c u p ó d e la religión y

d e l o s trabajadores antes y después de la

Repúbl i ca .

B o n a fué ovac ionado c o n entusiasmo, lo

mismo que el compañero D e l f í n P u e y o , que

h izo la presentación y el resumen.

A l ac to acudieron representaciones d e los

compañeros d e Peti l la d e A r a g ó n ( N a v a r r a ) ,

l imítrofe d e este pueblo , y de Lobera . Es to s

últimos pidieron también al compañero B o n a

que fuese a su pueblo, en e l que también

hacía falta otra conferencia , pues también

al l í sufren los efectos d e l caciquismo.

P o r fin l e convenc imos y al siguiente d ía

bajaron a buscarlo varios compañeros de L o ­

bera y d e aquí le acompañamos e l presiden­

te, e l secretario y tres camaradas más .

A l l legar al l í nos encontramos c o n q u e e l

a l ca lde , al que sin d u d a no l e hacía mucha

gracia que se fuese d e propaganda, nos ne­

gaba autorización para celebrar el acto, a le ­

gando que n o se había comunicado c o n o c h o

d í a s d e antelación, demostrando con el lo su

ignorancia d e estas cuestiones.

P o r tal motivo hubo que hablar desde el

ba lcón d e la C a s a del P u e b l o , presentando

al camarada B o n a e l compañero P u e y o , h a ­

blando éste d e l o mal repartida que s e hal la

en España la tierra y d e quiénes son los c a u ­

santes d e e l lo , por l o q u e fué m u y aplaudido .

Segu idamente B o n a c o m e n z ó atacando al

A y u n t a m i e n t o c o n palabras tan certeras que

se l e interrumpió c o n grandes aplausos.

S u conferenc ia f u é oportunísima y acer­

tada, demostrando el agrado c o n que se l e

e scuchó los grandes aplausos que se l e tri­

butaron.

T e r m i n a d o el ac to , quiso marchar B o n a a

Uncas t i l l o para desde allí dirigirse a casa,

pero los camaradas d e L o n g á s l e rogaron

que hic iese n o c h e en d i c h o pueblo , a l o que

a c c e d i ó a requerimiento de todos nosotros.

A l l í fué obsequiado el amigo B o n a c o n

un banquete , estupendamente servido por

bel las muchachas socialistas.

E l c a m a r a d a P u e y o hubo de levantarse a

hablar para d a r las gracias y después B o n a

expl icó las tácticas d e la Unión General de

Trabajadores y de l Social ismo. T a n t o uno

c o m o otro fueron m u y aplaudidos.

D e s p u é s se organizó u n a rondalla en l a

q u e lucieron su maestría Luc io Mart ínez

P l a n o , M a c a r i o Chaverri , U r b a n o Dies te y

José S a n z , así c o m o el compañero Juan M a r ­

tínez, que c a n t ó estas d o s coplas, que publi­

c o si el camarada A n t ó n me lo permite:

El Soc ia l i smo murió

y l o fueron n enterrar;

le echaron muy poca tierra

y h a vuelto a resucitar.

T o d o socialista d ice

q u e ha d e triunfar en España;

del que diga lo contrario

le daremos cuenta a A z a ñ a .

T e r m i n a d a la ronda, e l compañero B o n a ,

con los q u e l e acompañaban, tomó e l camino

de Longás . despidiéndonos hasta septiembre.

L a visita de B o n a nos hace recordar a los

Camaradas d e la Federación q u e hace falta

que se haga en los pueblos mucha propagan­

d a , y no se molesten si les digo que hace fa l ­

ta venir a estos pueblos que se hallan aleja­

d o s y n o limitarla a los que tienen buenos

medios d e comunicación.

D E L F Í N P U E Y O .

COOPERATIVAS M u c h a s cosas necesitamos hacer los tra­

bajadores para mejorar moral y materialmen­

te, e n todos los órdenes d e la vida, pero e n ­

tre las más necesarias es la creación de las

Cooperat ivas d e consumo.

S o n d e tal interés, q u e creo es l legada !a

hora d e que vayamos pensando en e l lo .

V a m o s consiguiendo algunas mejoras; los

salarios, aunque muy paulatinamente, también

van aumentando; pero ¿ d e qué nos servirá

esto si n o tratamos de defender las pesetas

de l egoismo de los comerciante?

E s d e urgencia ocuparse de estas Coopera­

tivas, por la importancia, tanto moral como

material, que para nuestras organizaciones

tienen. Esto , a la vez , nos servirá para ca­

pacitarnos, para, en días no m u y lejanos, es -

tar preparados para otras organizaciones de

m a y o r importancia.

C a m a r a d a s : Creo tener alguna autoridad,

para saber los beneficios que estas Coopera­

tivas pueden reportar, por mi y a larga vida

comercial , e n l a cual h e podido conseguir

conocimientos necesarios para e l lo .

P o r lo tanto y obrando como buen asocia­

d o y discipl inado, cumplo u n mandato del

secretario general de cooperativas, el cual

me anima para que o s invite a l a creación

d e las mismas, primero en Zaragoza y des­

pués en todos los pueblos donde tengamos

compañeros asociados.

L a creación de tales Cooperativas, ade ­

m á s de los beneficios materiales, que nos

han de reportar, nos harán estar más unidos

y compenetrados, para nuestras legítimas y

justas aspiraciones.

Cumpliendo con mi deber l o h a g o ; por lo

tanto, si os parece realizable l a idea , estoy

a vuestra disposición para, c o n mi modesta

cooperación, pero gran voluntad, llevarlo a

la práctica l o antes posible, por creer es m u y

necesario.

S E G U N D O Z A P A T E R O .

El derrumbamiento del sindicalismo H o r a es que el trabajador honrado que

milita e n organismos que , diciéndose defen-

sores de l obrero, n o cometen más que erro-

res de tal magnitud que van en perjuicio d e

quienes de buena fe creen en sus predicacio­

nes, recapacite sobre su situación dentro d e

tales organizaciones.

Constantemente nos enteramos d e los re­

sultados d e las tácticas de la C . N . T . y ,

verdaderamente, no podemos por menos que

pensar que e s a campaña terrorista que en los

tiempos en que estuvieron escondidos casi

hubiera estado justificada, da la razón a los

que militamos en organismos c u y a s tácticas

nos conducen por caminos tan distintos y

que forzosamente han de dar resultados tan dispares.

E l hombre, al tener e l don de la naturale­

za que l e permite discernir, calcular y medir

por medio de la inteligencia l a forma d e

llegar a transformar todo cuanto nos rodea

en beneficio d e la humanidad y , sobre todo,

de l proletariado, no debe , mientras cauces

legales haya para e l lo , emplear la fuerza

bruta, l a destrucción d e objetos y personas

para, sobre sus ruinas, querer edificar l o que

antes no han trazado y , s i l o han hecho, ha

sido sobre líneas imaginarias.

N o debemos emplear la dinamita para e la ­

borar un contrato de trabajo y menos para

deshacerlo, n i la pistola p a r a firmarlo, pues

para el lo hay medios legales; la huelga tam­

bién es medio legal para conseguir d e la i n ­

transigencia patronal una m a y o r reivindica­

ción, tanto moral c o m o material.

L a táctica empleada p o r la C . N . T . tie­

ne sus consecuencias. H e m o s de convencer-

nos d e q u e ni aun sus dirigentes saben guiar

a los afiliados por el camino societario que

deben seguir.

E n Zaragoza , y as í en toda España , están

pasando cosas dentro d e l o s Sindicatos que

es conveniente que las sepan todos los obreros.

S e da el caso que afiliados a la C . N , T . ,

no estando conformes c o n la actuación de los

mismos, se dan de baja en ellos, por c u y o

motivo, y y a q u e no existe l e y que obligue a

estar afiliado a tal o cual organización, es

amenazado de muerte si no continúa en el

mismo. E s una forma vergonzosa d e conven­

cer a las personas, aunque y o creo que quien

eso hace busca siempre como víctimas a

quienes cree que no han de responder, a u n ­

que pudiera darse el caso de ocurrir lo c o n ­

trario, que no sería la primera vez .

Coacc iones para trabajar e n las obras, y

es una vergüenza que entre trabajadores pase

esto, se cometen todos los d ías por parte d e

los de la C . N . T . imponiendo, en los c a ­

sos que pueden, que todos los obreros l leven

forzosamente el carnet d e e l los .

Dentro d e sus organizaciones existe un

maremagnum en cuestión administrativa. Y o

he visto, hace tres días , carnets de afiliados

que aún militan en la C . N . T , que e l año

pasado han pagado muy pocos sellos y del

año actual C U A T R O nada más. Esto viene

a confirmar las sospechas sobre hechos que

irremisiblemente saltan a la vista. S i no se

cotiza con regularidad, ¿ c ó m o y de dónde

se saca todo lo que se gasta?

P e r o hay hechos, mejor dicho, propósitos,

de los cuales otro d ía daremos detallada

cuenta, que revisten m á s importancia, por

efectuarse dentro de los cuadros sindicales

de quienes, según confesión propia, son A N -

T I E S T A T A L E S , aunque vayan a los o r ­

ganismos creados a buscar al ivio a su táct ica ,

y e s que un S ind ica to d e la C . N . T . q u i e ­

re concurrir a las e lecc iones d e vocales obre­

ros de l J u r a d o M i x t o correspondiente. D e ­

mostración bien palpable d e la eficacia q u e

tuvo por medio d e la acción directa en la

última huelga que sostuvo.

D e estas cuestiones y otras más habría m u ­

cho que decir , pero sí haremos hincapié en

los puntos principales que s o n : procedimien­

tos para llevar al trabajador el convencimien­

to de que la organizaación es b u e n a ; d e la

administración; tácticas. Demuestran q u e l o

primero lo consiguen y sostienen por medio

de agentes desaprensivos que no consideran

al trabajador c o m o un hermano, sino c o m o

u n esclavo d e sus ideas ; l o segundo, hechos

son verdades y no buenas razones, y lo ter­

cero es una fa lsedad, porque el los mismos se

contradicen en sus actuaciones .

¿ Q u é puede esperar el trabajador honra­

d o , hermano de todos los trabajadores y hu­

manitario por convicción, dentro d e la C o n ­

federación N a c i o n a l de l T r a b a j o ? P o r q u e

no creo que s e quiera decir que el no dejar

trabajar a un obrero, por no l levar el carnet

de la C. N . T . es compañerismo, humanis­

mo y honradez.

E s preciso, pues, que así como h a y quien

está pregonando una unión de todos los tra­

bajadores, c u y a unión d e hecho y derecho

la está realizando la U n i ó n General d e T r a ­

bajadores al contar e n sus filas c o n más de

un millón d e afiliados, es necesario que aque­

llos trabajadores sanos d e conciencia , honra­

dos , que aún militan en organizaciones como

la C . N . T . se den cuenta que el edificio s in­

dicalista está resquebrajado a causa d e la

moral de sus dirigentes, que han creído que

destruyendo y , sobre todo, ejerciendo una

acción violenta contra los afiliados a la U n i ó n

General d e Trabajadores iban a conseguir

detener la marcha ascendente de ésta y se­

guir lucrándose c o n e l sudor de l trabajador.

T e n g a n muy en cuenta estos compañeros

que aún militan en la C . N . T . y quienes

no militen, que dirigentes como los dichos,

que tienen el deber d e s e r más ecuánimes

que nadie en e l ejercicio del mandato d e

sus compañeros, no pueden nunca hacerlo

con probabilidades d e éxito, por no conocer

o no querer conocer la senda que conduce a

la lucha contra el capitalismo por medios ra­

cionales que impone el uso de razón y e n c a ­

recerles q u e no sirvan de instrumento d e la

vanidad desmedida d e quienes no son traba­

jadores.

M A N U E L F E R N A N D E Z .

"La Unión General de Trabajadores ante la Revolución"

C o n este título publicó Enrique Sant iago

un interesante libro, el cual contiene docu­

mentos excelentes sobre el movimiento obre­

ro, en c u y a s páginas se analiza la labor re­

volucionaria d e la Unión General d e T r a ­

bajadores, antes del derrumbamiento d e la

monarquía española.

U n libro que contiene formularios necesa­

rios para el buen desarrollo de las organi­

zaciones nuevas y que demuestra magistral-

mente los avances de la U n i ó n Genera l .

D e ahí que lo recomendemos, para c u y o

objeto pueden hacerse los pedidos a la Secre ­

taría d e la Unión General d e Trabajadores

de España , ca l le de Piamonte , núm. 2 , Casa

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F u n c i o n a b a j o el p a t r o n a t o , p r o t e c t o r a d o a i n s p e c c i ó n d e l G o b i e r n o y c o n t o d a s las garantías establecidas por las disposiciones vigentes para esta clase de orga-nismos.

L o s b e n e f i c i o s q u e o b t i e n e a u m e n t a n a n u a l m e n t e l a s r e s e r v a s y , c o m o e s c o n -s i g u i e n t e , l a s e g u r i d a d d e l a s c a n t i d a d e s q u e s e l e c o n f í a n .

En 31 de diciembre de 1931 tenía en circulación 41.033 libretas

En igual fecha el capital de los imponentes era de. . . . 47.134.596'82 pesetas.

En 1931 les ha abonado por intereses 1.245.943'56 "

C o n c e d e p r é s t a m o s c o n g a r a n t í a d e v a l o r e s p ú b l i c o s e i n d u s t r i a l e s y c o n l a d e a l h a j a s , m u e b l e s , r o p a s y e f e c t o s a n á l o g o s e n c o n d i c i o n e s e c o n ó m i c a s m u y v e n -t a j o s a s p a r a l o s p r e s t a t a r i o s .

P a r a f a c i l i t a r a l o s i m p o n e n t e s la c o l o c a c i ó n d e s u s a h o r r o s , e s t a I n s t i t u c i ó n s e e n c a r g a g r a t u i t a m e n t e d e la c o m p r a d e v a l o r e s p o r o r d e n d e a q u é l l o s .

F u e r a d e l a capi ta l no t i e n e sucursa les n i representantes

OFICINAS: San Jorge, 10 - San Andrés, 14 - Armas, 30

Page 4: Zaragoza, 28 de mayo 1932 10 céntimos ejemplar Vida … · centenares de pistolas en reserva, muchos millares de proyectiles almacenados, depósitos de ... Los directores de todo

Vida Nueva REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN

Estébanes, 2, pral. izquierda

T E L É F O N O 1302

P R E C I O S DE S U S C R I P C I Ó N

Año 5'00 pesetas Semestre . . . . 2'50 " Trimestre . . . . 1'25 "

La c o r r e s p o n d e n c i a , a l D i r e c t o r No s e d e v u e l v e n l o s o r i g i n a l e s a u n q u e n o s e p u b l i q u e n

Las tácticas de la C. N. T.

Mal sentido de las revoluciones en el proceder andaluz N o asombra lo hecho por los elementos

revoluciónanos en la provincia de Sevilla. N o hay en su proceder congruencia alguna. Preparar un movimiento en el cual sólo se tendiese, aparte asesinar a un ministro so­cialista y a un exministro de la Gobernación, a empobrecer a los españoles, responde a un concepto trágicamente lamentable de cómo deben realizarse las revoluciones.

No ignoran los extremistas andaluces, guia­dos por los extremistas catalanes, que su obra revolucionaria sólo puede tener como término muchas víctimas, mucha sangre, impedir que los campesinos cobren jornales y, al mismo tiempo, que las cosechas se perdiesen. Esto en el caso de, pese al aplastamiento, lograr que las masas campesinas respondiesen, por espíritu de sacrificio mal entendido, a la idea de tan absurda revolución. Que en el caso contrario, como ha ocurrido, el fracaso lleva consigo el desmembramiento societario. Falso de toda falsedad que el obrero sin jornal y hambriento sea enemigo ni pueda ser te­mible de los capitalistas y de los gobernan­tes. Nunca, nunca, se hicieron las revolu­ciones por el hambre. Un pueblo pobre es un pueblo esclavo. El nombre que siente la necesidad hasta agobiarle porque le falta el pan de cada día se rinde, por el amor a sus hijos y a su compañera, al menor jornal y a la influencia del dinero. Aquel proletario queda convertido en un esclavo. En cam­bio el trabajador que cobra grandes jornales y vive bien se fortalece, por su misma buena vida y por su cultura para dar la batalla cada día, cada hora, espíritu forjado en el ejercicio del trabajo por derecho propio.

Produce, además, asombro saber que los preparadores del plan revolucionario en An­dalucía, con repercusiones en varias regiones que no desconocemos cuáles son, tenían mi­llares de explosivos, centenares de kilos de dinamita, elementos bastantes para la fabrica­ción de aquéllos. N o es posible ignorar qué cantidad de miles de duros hacen falta para obtener ese resultado. No es posible tampoco desconocer qué suma de elementos se pre­cisa para obtener la perfecta construcción de dos mil bombas. (Han hallado más de mil y es de creer que no han hallado otras tantas o más). El hecho es significativo.

Pero prescindamos de la materialidad de

tanto dinero y de tantas dificultades de or­den material y entremos en el examen de lo absurdo del proceder revolucionario para destruir unas cosechas.

Triunfante el movimiento por haber obte­nido el logro del propósito destructor, los campesinos andaluces quedaban en la mise­ria, en una miseria que nos atrevemos a ca­lificar de definitiva. ¿Qué hubiera sido de muchos millares de ciudadanos y de sus fa­miliares? ¿No recuerdan los desorientados que en la India no fué posible una revolución cuando por falta de cosechas los desgracia­dos indígenas morían de hambre en los ca­minos, en las orillas de los campos, en las chozas? En cambió cuando ha llegado la re­lativa abundancia los indios han comenzado a rebelarse y ponen en graves aprietos a la soberbia Inglaterra. Ya no hay indio que pe­rezca hambriento y por ello se ha iniciado la época revolucionaria en busca de una in­dependencia que no debe negarse a los pue­blos capacitados para su propia gobernación.

Los capitalistas sevillanos no han ocultado su ira por el fracaso del movimiento revolu­cionario en su provincia. ¡Como que era lo que deseaban: una acción violentísima de los trabajadores para que éstos fuesen objeto de una represión que a nosotros nos hubiera hecho apretar los puños y gritar desolados viendo cómo eran instrumento de sus ene­migos, que son los nuestros!

El complot era tan extenso que se que­braba por superficial y esto ha hecho que todo se descubriese.

No queremos ahondar más en ello. Alegrémonos de que no se haya desen­

cadenado la tragedia sobre nuestros compa­ñeros los campesinos andaluces y esperemos que la tremenda lección haga reflexionar a los que con su táctica no hacen más que de­morar el advenimiento de las reivindicaciones que nos pertenecen.

Reivindicaciones que lograremos, porque nuestro Partido impulsa el curso de los he­chos y las obtendrá, con su aceleración de sólido revolucionarismo, para bien de los trabajadores españoles.

Nuestra masa aumenta prodigiosamente. Nos imponen los hechos, la Razón y el buen sentido del proletariado nacional.

A .

PANTALLA ESPAÑOLA

L O S " C R U C E R O S " No tiene ningún mérito eso de llevar sobre

el pecho, colgado del pescuezo, un crucifijo, porque, aunque este objeto es suficientemente grande para que se destaque y sea visto por los demás, no lo es, sin embargo, tanto que pueda suponer en quien lo lleva espíritu de sacrificio, amor a la disciplina, es decir, a l dolor y al martirio. No lo lleva" por emula­ción, por imitar a Jesús, sino como insignia y contraseña, y más que otra cosa representa una idea política. Y siendo así se le obliga al crucifijo a hacer un papel desairadísimo, totalmente impropio de todo un Jesucristo. Porque, ¿qué hace, por ejemplo, esta cruz sobre el pecho de una actriz que sale al es­cenario a decir procacidades? Pues esto lo hemos visto recientemente en un teatro.

Pa ra convencernos de su religiosidad, de su cristianismo, las mujeres y señoritas cru­ceras" deberían llevar constantemente a todas partes, como llevan el bolso de mano, una cruz de madera del mismo tamaño que la que llevó Jesucristo, o, por lo menos, de ta­maño y peso proporcionados a sus fuerzas; pero sin Cirineo o "carabina", sin señorita de compañía que les ayudase a tenerla cuan­do están en el cine manipulando con el no­vio. Esto, sí; esto sería espíritu de religiosi­dad, de misticismo; sería humildad y sacri­ficio. Y o no regatearía el elogio para los ca­tólicos que implantasen la costumbre de car­gar a cuestas con un madero como el del Gólgota; pero portándolo a todas horas; lle­vándolo al café, a la barbería, al teatro, al paseo; llevándolo como se lleva el bastón. Sería admirable esta demostración de fe cris­tiana, y acaso en algunos momentos en que por el calor les viésemos muy abrumados, no faltarían ateos que, empujados por un senti­miento de compasión, les ayudasen a subir la cruz al tranvía o la tuviesen un momento mientras el "crucero" se secaba el sudor o se ataba un cordón suelto de los zapatos.

Pa ra esa crucecita liviana, aunque de me­tal, ligera, que no tiene fuerza para hacer humillar la c a b e z a de quien la lleva, como no cuesta ningún sacrificio, ningún dolor, no representa tampoco ninguna virtud ni sirve para alcanzar ningún cielo.

En el Valle de Arce, de la provincia de Navarra, se ha celebrado precisamente en estos días, una fiesta extraña que se llama la fiesta de los "cruceros". Consiste en ir en pe­regrinación al santuario de Roncesvalles lle­vando sobre las espaldas un enorme tarugo de madera, un tronco de cuyo extremo su­perior van unidos los brazos que forman la cruz. Los "cruceros", encapuchados, van me­tidos dentro de un sayón de nazareno. Un diario ilustrado publicó la fotografía de esta original procesión, celebrada hace unos días.

Pues bien; aunque no haya en todas parte Roncesvalles, debería introducirse la moda, en las damas y en los caballeros cristianos, de imitar a los "cruceros" del Valle del Ar­ce. La cruz, de todos modos, resulta bastan­te más pequeña que la que llevó el hijo del carpinterio de Asia, y, además, a ninguno de los que la llevasen se les crucificaría en ella, como a Jesús; no, no se les daría este gus­to, porque, en realidad, los cristianos de hoy no son dignos de ningún calvario; a lo úni­co a que se hacen acreedores es a una sección de guardias de asalto.

N o teman las burlas de los incrédulos, de los impíos, de los ateos; arróstrenlas con la misma altivez que enseñan esas crucecitas baratas, de las cuales Jesucristo hubiera po­dido llevar a cuestas un taco, y precisamente por salvar a los que hoy llevan una sola co­mo protesta contra el régimen republicano,

T. M.

N A T A L I C I O Nuestros queridos amigos y camaradas

Carmelo Sancho y Pilar Gracia han tenido la dicha de ver aumentado su hogar con el nacimiento de una niña, a la que se le ha impuesto el nombre de Leonor.

Tanto la madre como la reciénnacida se hallan en perfecto estado, que deseamos con­tinúe.

Sinceramente felicitamos a los estimados camaradas.

¿Qué le pasa a Galindo? Hay un vicerrector de la Universidad que

dio origen a una frase de Moneva, el de la perfecta, nula intención, bastante graciosa, pero no tanto como la jugada que le han hecho los estudiantes.

Moneva dijo: —Galindo quiso ser cura y lo fué; quiso

ser sabio y lo fué... Pero se jo. . . que es de Cadrete.

Claro que los de Cadrete debieran venir a Zaragoza y dar una paliza a Moneva, pues tan honroso es haber nacido en aquel pueblo como en Pollos, provincia de Valla-dolid, donde nació el profesor de Derecho canónico, forjador de frases que hieren como puñaladas.

Pues, bien; Galindo, que está condenado a una mano de puñadas escolares, ha sufri­do el que se leyera en Zaragoza una hoja con retemuchísimo salero y ha sufrido que el miércoles, en el coro de la iglesia donde trabaja de cura, apareciese, en el sitio donde él se sentó, una inscripción que ha hecho reír a los otros trabajadores de su oficio. Les ha hecho reír hasta enfermar.

Ahora vamos a lo más peregrino del "caso " Galindo.

A éste le ponen los profesores de la Uni­versidad, en los corrillos, como dicen que merece. Nosotros no sabemos qué merece.

Los curas, en sitios públicos—podemos ci­tar establecimientos, en plural—dicen de él lo que aseguran que merece. Nosotros conti­nuamos sin saber nada.

Los estudiantes dicen de él lo que igual­mente afirman que merece. Aun no sabemos qué deben darle.

Profesores, estudiantes y trabajadores de la iglesia dicen lo mismo.

¿Qué dirán, señores, qué dirán? Dicen que dicen de él lo que dirían amas

de cura en hora de chismorreo, ¿Qué dirían, señores, qué dirían?

Agrupación Socialista de Pradilla de Ebro

Los compañeros de esta Agrupación nos envían la nota que sigue:

"Rogamos a todas las Secciones afectas a nuestro Partido que al dirigirse a la Agrupa­ción Socialista de Pradilla de Ebro pongan en el sobre, entre paréntesis (U. G. T . ) , por existir en esta localidad otra agrupación del mismo nombre completamente falsa y en pugna con nuestros ideales.—El Presidente,

Julio Vera.—El Secretario, Manuel Cuar-tero".

Cosas del Ayuntamiento El ciudadano Banzo lleva tres sesiones

consecutivas del Ayuntamiento brillando por su ausencia. En Madrid está la emoción. En el Ayuntamiento de Zaragoza lo único que puede hacerse es trabajar por la ciudad os­curamente.

Y esto, para don Sebastián, debe de ser un mal negocio político, ¡Claro que mien­tras los concejales y Zaragoza se lo consien­tan!...

La Prensa diaria y burguesista de Zara­goza se dedica a dar arañazos a los políticos republicanos y socialistas. Sienten especial delectación por los concejales y les dicen, por ejemplo, que son unos sectarios, que no hacen otra cosa que política partidista... y otras cositas por el estilo.

Claro es que a esos criticones de ahora. se les ve un plumero monárquico, mayor que de aquí a Lima! . . .

Se habla también en la Prensa de la "lentitud con que se llevan las obras de al­cantarillado y pavimentación de la calle de Alfonso".

¿Se acuerdan ustedes de aquella primave­ra y de aquel verano en que el Coso bajo y la plaza de la Constitución estuvieron con­vertidos en campos atrincherados y donde era materialmente imposible la circulación?

¿Es que en el Coso y en la plaza de la Constitución no había entonces comercio, ni circulación rodada, ni viandantes?

Porque, entonces, la Prensa casi no dijo nada... ¡Pero es que entonces mandaban los dic­

tadores y Allué Salvador! ¡Ah, vamos!

El delegado de Hacienda de Zaragoza no ha aprobado la parte del Presupuesto muni­cipal que regula el arbitrio de aguas. Se fun­da en que la votación no llegó a ser de ma­yoría absoluta.

El Ayuntamiento, como es natural, se ha alzado contra ese obstáculo del "señor Dele­gado".

Porque da la "casualidad" de que en se­gunda votación se aprobaron los presupues­tos con mayoría absoluta y más...

¡Como verán ustedes, todo son facilidades para los concejales!

R E A L I D A D E S

La situación de España según la de otros países Leíamos hace pocos días un balance del

estado de Norteamérica y otro de los temores que siente Francia. El primero produce es­panto, porque los hechos están consumados. El segundo atemoriza porque indica lo que puede suceder. De otra parte Alemania se sostiene precariamente y hallamos a Ingla­terra luchando contra el Mundo por los be­neficios de sus Dominios a la vez que por su enorme capacidad dentro del comercio universal.

Hechos por nosotros balances de los demás países hemos trabajado para un resumen de lo que acontece en nuestro país. Debemos decir que es consolador. Cierto que hay pa­ro obrero, pero en proporción ínfima compa­rativamente con los demás países. No nega­remos que hay gran crisis industrial, pero debemos afirmar que incluso en Alemania, Bélgica e Inglaterra, naciones poderosas en la industria, el problema adquiere proporción aterradora, mientras que nosotros sabemos que apenas haya renacido la confianza española, en general, porque cesen los disturbios esté-riles que tantas veces condenamos, nos ha­llaremos en situación, si no de prosperidad, sí lo bastante desahogada que pueda hacer frente al porvenir y al presente con lógico optimismo.

De Francia llegan diariamente a las ciu-dades y a los pueblos españoles de la fron­tera en busca de artículos de primera nece­sidad y en busca de otros de lujo. Pese al precio del viaje, pese al gasto extraordinario que se hace en tierra extraña, los Franceses consideran como negocio e l adquirir en Es­paña. Se dice que el negocio procede de que la peseta está depreciada, pero admitiendo que en ello hay algo de cierto, no lo es me­nos que buscada relación entre el precio de la peseta y el del franco y el de los artículos españoles y los franceses, la disparidad es

tan enorme en igualdad de cotización de la moneda, que nuestra peseta equivale a más de cuatro francos al tratarse de la adquisi­ción de muchas materias.

No hace muchos meses hizo una informa­ción curiosísima el norteamericano Henry Ford, el famoso constructor de automóviles, para conocer la verdad de la situación de los grandes países europeos y el de los pue­blos americanos. Pidió a personas de su con­fianza el precio de un vestido de clase inter­media, el del pan, el de los artículos de pri­mera necesidad, el de la vivienda, etc., en cada uno de los países comprendidos en la consulta.

El resultado fué que en E s p a ñ a la vida costaba un treinta por ciento menos que en todas las demás naciones.

De entonces a hoy el precio de muchos artículos necesarios para la vida cotidiana aumentó en el extranjero. Aquí alguno ha disminuído ligeramente y casi todos mantie­nen su firmeza, sin que haya vislumbres de que aumenten.

Esperemos que la República resuelva con justicia dos problemas trascendentales: los de los Estatutos y de la Reforma agraria. En Cataluña, paralizada la acción revoluciona­ria que durante tantos meses fué la mayor enemiga de los catalanes, ha comenzado una ligera iniciación de actividad que parecía muerta. En cuanto haya sido entregado a los campesinos, dentro de las normas legales a establecer, el usufructo de muchas tierras que les corresponden por justicia y por moral so­cial, España iniciará una era próspera den­tro de las posibilidades mundiales.

Quienes vienen de Alemania, de Francia, de Inglaterra y, sobre todo, de Suramérica, dicen que España es el único punto donde puede verse a gente vivir con el decoro preci­so en estos tiempos llamados de civilización.

A ocho días vista Sí, señores , que l l e v e n la cruz

Un colaborador, ingeniosísimo, irónico y gran escritor, habla de que las cristeras deben llevar otra cruz que la delicada, primorosa con que se adornan y hacen pública profesión de fe católica, apostólica y cavernícola.

El camarada nos ha destrozado el tema, pues lo teníamos en turno para inaugurar la Sección esta semana. Nos parece muy bien, porque el articulista trata el asunto con sin­gular acierto.

Pero no hemos de retirar nuestra intención y diremos que tiene gracia extraordinaria que las cristeras busquen un objeto de ador­no y no uno de sacrificio con la ostentación de la crucecita.

Examinad a las cristeras y veréis que las viejas y feas llevan una cruz bastota, gran-dota. Las jóvenes y guapas llevan el descote muy abierto y la crucecita—un primor—en medio del pecho, blanco, casi turgente.

Muchas veces nosotros, ateos, exclamamos al ver aquellos "panoramas":

—Crucificados ahí... el Calvario es lo mejor.

Banquete a una señorita

Dicen que a una señorita madrileña, la de López Letona—no la privamos de propagan­da—le han dado un banquete porque le han multado con cincuenta duros con motivo de haberle visto la autoridad una banderita o insignia de no sabemos qué genero, con los colores borbónicos. Dicen que el banquete ha sido en desagravio.

¿Desagravio de qué? Por el contrario, esa señorita ha debido dar el banquete a sus amigos y amigas por el hecho de haber sido castigada. ¿No es una honra y una satisfac­ción para los monárquicos haber sufrido por la... causa? Pues no hay de qué desagraviar Además no merecía el banquete, porque se resistió a enseñar la banderita o escarapela, cuando lo gallardo hubiera sido mostrarla a los agentes de la autoridad o a las gentes re­publicanas, sin pretender ocultarla,

¿Qué harían los monárquicos si la Repú­blica cometiese una tropelía con uno de ellos? ¡Qué felices serían si los republicanos les elaborásemos un mártir! Pero nos ocurre preguntar:

—¿Esa gente es capaz de sufrir por un ideal?

Pistoleros a sue ldo de los monár­quicos

Se sigue un sumario en el que queda de­mostrado que los monárquicos preparaban el asesinato del jefe del Gobierno, Azaña.

Para cometer el crimen hablan urdido una trama canallesca, con pistoleros a sueldo pa­gados con dinero que enriaba el secretario

del ex-rey, ex marqués de las Torres de Mendoza, junto con otros individuos de la misma ralea. Entre unos pocos pistoleros se comieron en pocas semanas los primeros

nueve mil duros. Monárquicos bilbaínos, barceloneses y ex

aristócratas emigrados facilitaban plata en abundancia, y en Barcelona ha sido hallada lista de donantes y cartas del citado ex mar­qués felicitando a los bandidos encargados de matar a la gente.

Digan con quién andan y a quién pagan y les diremos... bandoleros feudales. Estamos intr igadís imos

Nos aseguran... Que los elementos monárquicos preparan

la salida de muchas personas con insignias borbónicas en el pecho.

Que quieren así demostrar qué clase de gentes pueden ser monárquicas.

Que. . . ¡Ojalá, ojalá!

Misterio, misterio, misterio.

Federación Gráfica Española Esta Sociedad convoca a Junta general

extraordinaria para al día 30 del actual, a las siete de la tarde, en nuestro domicilio so­cial, Estébanes, 2, principal, con el orden del día siguiente:

Primero. Lectura del acta de la reunión anterior.

Segundo. Proclamación de candidatos para el Jurado Mixto.

Tercero. Nombramiento de dos interven­tores para el escrutinio que ha de celebrarse el día de la votación.

Cuarto. Gestión del delegado que repre­sentó a la Sección en el Congreso próximo pasado.

La importancia de los asuntos a tratar ha­ce que esperemos confiadamente asista a esta reunión el mayor número posible de compa­ñeros.

Biblioteca Escolar «Pedro Forns» En la imposibilidad de acusar recibo par­

ticularmente por ahora a todos los señores que se nos dirigen en el sentido de orientar­se acerca de la biblioteca escolar "Pedro Forns", esta Junta ha tomado el acuerdo de establecer sus oficinas en la escuela de niñas "Gimeno Rodrigo", durante las horas de on­ce a una, todos los domingos.

También ponemos en conocimiento de los señores que tan espontáneamente nos favore­cen con sus valiosos donativos que próxima­mente se les acusará recibo de ello en la for­ma más conveniente que esta Junta acuerde. El Secretario, Manuel Sánchiz.