Y sin embargo, se mueve… -...

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Y

sin embargo,

se mueve…

Mi experiencia con La Reconexión

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Primera edición: Abril 2010.

Diseño de portada: Amable López.

Para comunicarse con el autor: [email protected] www.terapiareconectiva.com © F. J. L. M., 2010.

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Lo que aquí puedes leer son reflexiones personales sobre mi

propia experiencia. En modo alguno deben servir de criterio ni pretenden ser una enseñanza para nadie. Te recomiendo que, si no lo has hecho, antes de leer este libro leas LA RECONEXIÓN*. Así tendrás tu propia experiencia, que, finalmente, es la única que te vale y además verás cada cita en su contexto.

* ‘LA RECONEXIÓN. Sana a otros, sánate a ti mismo’. Dr. Eric

Pearl. Obelisco, Barcelona, 2007.

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A Eric, a Gemma, a todos los Maestros que se tendieron en mi camilla

y a los que conocí y amé sanando a distancia. A Gabriel.

Al espíritu de Moisés, que me condujo a la Tierra Prometida.

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¿Creéis que sé lo que hago, que por un segundo, o incluso medio segundo,

sé qué versos saldrán de mi boca? Rumi

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Sé, aparentemente, lo que me lleva a publicar este libro, pero

no tanto por qué me resisto a hacerlo. Al final de 2009, haciendo una Sanación Reconectiva a

distancia a un ser muy querido, supe que debía asumir mi responsabilidad y no esconderme, por grande que fuera mi miedo. A mediados de febrero de 2010, he vuelto a tener un segundo aviso sobre lo mismo.

No somos libres de asumir o no nuestro destino; quiero decir que no asumir nuestro destino comporta consecuencias.

Curiosamente, durante la primera Sanación Reconectiva -lo pongo en cursiva porque no me gusta el nombre; es mucho más que lo que supuestamente describe- que recibí, no fui capaz de permanecer al margen de propósitos, como se recomendaba, y quise saber qué hacía yo en este mundo.

Poco a poco, en la justa medida en que mi entendimiento, ofuscado a veces por la confusión y, como digo, el miedo lo permiten, voy reconociendo para qué he venido.

Lejos de palabras tan graves, este libro es también un debido agradecimiento a todos mis maestros, desde Eric y Gemma hasta cada uno de los que han pasado por mi camilla o con quienes me he comunicado en el pensamiento. Y más para aquéllos a los que aún no identifico.

He recogido en un libro todos los artículos que a lo largo de meses fui escribiendo en un blog, que tuvo tres nombres; por este orden: ‘Diario de La Reconexión’, ‘Un camino a las Estrellas’, ‘Y sin embargo, se mueve’.

En los artículos que escribo se entremezcla mi vida privada con mi experiencia con La Reconexión. A la hora de recopilar las entradas he valorado la posibilidad de prescindir de aquéllas que no se ocupan del tema principal, pero sé que, de hacerlo, habría castrado una parte importante de la realidad, el recorrido vital efectivo. Así que no he excluido ninguna: aquí está lo más interesante y lo menos, lo más acertado y lo menos, porque todo es parte integrante de lo mismo.

Si no asumir nuestro destino tiene consecuencias fatales, asumirlo es ponernos en camino hacia eso que metafóricamente llamamos la Tierra Prometida.

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Viernes 17 de julio de 2009

La Reconexión

Hace menos de dos meses cayó en mis manos un libro titulado 'La Reconexión', de Eric Pearl.

En el momento de escribir estas líneas estoy acabando la tercera lectura prescrita del mismo. Justo dentro de siete días asistiré a unos seminarios.

En estas semanas han ocurrido enormes cambios. He recibido al menos -que yo conozca- dos Sanaciones Reconectivas a distancia (gràcies, Gemma) y cuatro presenciales de amigos. Yo he hecho de sanador presencial en alrededor de quince, y en muchísimas más a distancia.

La experiencia está resultando increíble. Creo que por eso inicio este diario.

Viernes 17 de julio de 2009

Primera experiencia

No creo ser nada sugestionable, sino todo lo contrario. La primera vez que estaba leyendo el libro, cuando llegué al

capítulo donde indica cómo hacer los ejercicios para sentir 'la energía', por supuesto, los hice. No representaban para mí nada nuevo. Los hice sin esperar ningún resultado diferente que el de sentir esa 'energía'.

Al rato salí a la calle, y noté una fuerte incomodidad a lo largo de la parte externa de toda mi pierna izquierda. Me pregunté qué estaba pasando, y sólo entonces me di cuenta de que estaba apoyando la planta del pie de manera correcta, por primera vez en mi vida. Mi reacción inmediata fue intentar apoyarla como siempre había hecho, pero no lo conseguí: era como si mi pierna hubiese olvidado cómo había caminado hasta unos minutos antes.

Sólo a la mañana siguiente, en la ducha, conseguí reproducir mi tradicional e incorrecto apoyo. A lo largo de los días siguientes, muy poco a poco, ese apoyo normal que siempre había intentado y que nunca había conseguido más allá de unos pasos, se mantuvo, y las molestias -supongo que por la adaptación de toda la cadena muscular- fueron desapareciendo.

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Viernes 17 de julio de 2009

Última experiencia

Hace un par de días me dispuse a hacer una Sanación Reconectiva presencial a G. Desde el instante en que se tendió en la camilla parecía completamente inerte. Pensé que iba a ser un caso extremo de ausencia de registros (movimientos involuntarios de los pacientes).

Durante el 80% del tiempo en que duró la sesión, mis manos estuvieron moviéndose por encima de sus manos. En un momento en que estaba a la altura de su hombro, vi con toda claridad y más sorpresa que poco más abajo de su ombligo se movía algo transparente. Una y otra vez me venía el pensamiento de que, al acabar, ella creería que la media hora había durado sólo un minuto.

Cuando finalizamos le pregunté qué había experimentado. Literalmente me respondió: "Me has activado las manos*. He tenido mucho movimiento en mi segundo chakra. No sé cuánto tiempo hemos estado, pero a mí me ha parecido un minuto".

* Ésa es la denominación técnica del libro, que ella no ha leído.

Viernes 17 de julio de 2009

Sanación Reconectiva a distancia

Hace tal vez más de veinte años que estoy familiarizado con la sanación a distancia. Comencé a practicarla tras participar en unos cursos, que me pusieron en el camino de la experiencia y no sólo de la teoría. Durante unos dos años practiqué a diario, hasta acumular tal cantidad de pruebas, que lo imposible se convirtió en irrefutable. Curiosamente, mis conclusiones sobre aspectos muy importantes de aquello -que divergían de lo que había aprendido- coinciden por completo con lo que Eric explica.

Vi en la televisión una información sobrecogedora: en EEUU se pedía la pena de muerte para un niño de catorce años. A esa edad hay individuos con aspecto casi de adultos, y otros aún de muy niños. Éste último era el caso. En las vergonzantes imágenes aparecía un niño esposado y con el uniforme naranja de preso llevado a juicio.

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Al hacer mi sanación, vi un óvalo de luz perfecta (eso era 'el niño'). Me quedé sorprendido, y pensé que así serían todas las personas, vistas desde la Sanación Reconectiva.

Me equivoqué por completo: en adelante, cada caso fue completamente distinto. Me parecía fenomenal que Eric recomendase prescindir del diagnóstico y hasta del pronóstico (interpretación), porque con ambas cosas estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo, tal vez por mi anterior aprendizaje, yo no podía ni aún puedo dejar de 'ver' en muchas ocasiones. Cuando hago una sanación a distancia, en muchos casos veo, a veces imágenes concretas, y otras, abstractas. Sé que eso no tiene importancia. Mi participación en el trabajo acaba en él mismo. Ver no es un objetivo ni una especial ventaja.

Sábado 18 de julio de 2009

Sanación Reconectiva presencial

Mientras las sanaciones a distancia fueron, desde la primera, intensas experiencias personales para mí, no ocurrió lo mismo con las sanaciones presenciales.

Cuando yo hacía de sanador, me sentía un poco tonto pasando las manos por encima del cuerpo de alguien con los ojos cerrados. En el caso de P. hubo registros muy llamativos: no dejaba de mover los brazos, desarrollando una especie de baile... A mí me ocurría lo mismo cuando yo era el paciente. Creo que no fue hasta el séptimo caso que pude observar un REM (movimiento rápido de los ojos). En cuanto la paciente se tumbó, sus ojos comenzaron a moverse a una velocidad enorme. Al acabar me dijo sentirse avergonzada por no haber podido controlarlo.

Esas cosas no tenían para mí más valor que el de la anécdota. Todo cambió con S. En cuanto se tumbó en la camilla y yo empecé a trabajar con ella, mi propia experiencia interna se disparó, tanto o más que en las sanaciones a distancia. Desde entonces me interesan muchísimo también las sanaciones presenciales.

Durante estas semanas que llevo practicando han ocurrido muchas otras coincidencias:

- Un amigo me escribió diciendo que tenía que acudir con urgencia a ver a su hijo, con 39,5 de fiebre. Yo no le había contado aún lo que hacía, pero ese día realicé una Sanación Reconectiva a distancia (SRD) con su hijo. Días después me volvió a escribir (e-

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mails siempre), y al responderle yo, le conté lo que había hecho. Inmediatamente me dijo que su hijo, al día siguiente, ya no tenía fiebre.

- Hago SRD todos los días, la mayoría de veces con personas a las que no conozco. Esta semana, alguien me pidió que lo hiciese con su padre. Por la noche llegué muy tarde a casa, y me puse a hacerla cerca de la una de la madrugada. Lógicamente, no se lo dije a nadie. Al día siguiente, la hija me dijo que su padre estaba "mejor, aunque dice que anoche le costó dormirse. No sé si es que notaba que tú estabas por allí...". Tampoco yo sé eso.

- Algunas personas a las que sí conozco me reportan cambios, en ocasiones muy llamativos.

¿Qué está ocurriendo, si es que está ocurriendo algo? Yo no lo sé, pero tal vez vaya camino de saberlo...

Sábado 18 de julio de 2009

Yo, paciente

Al comenzar con todo esto, alguien me ofreció hacerme una Sanación a distancia. Me sentí muy confundido (¡ay, mi historia...!), pero acepté el regalo.

Nos coordinamos en la hora, y me tumbé en la cama. No experimenté nada de lo que fuera consciente.

Ya sé que, según la teoría, que me parece acertada, no hay por qué sentir algo. Sin embargo, mucha gente, incluso conmigo de 'sanador', tenía experiencias sorprendentes. Una pequeña y amagada parte de mí se atrevía a mantener una remota esperanza de que aquel regalo, en sí mismo de un valor incalculable, tuviese en algún momento las consecuencias esperadas... o incluso mejores.

Ella salió de viaje, y durante un mes no hablamos. En ese mes mi vida cambió por completo. Cuando el libro cayó en mis manos yo estaba pasando por una etapa muy dura, de lo cual dejaba frecuente constancia en el Foro*. Debo decir que soy todo un experto en la liberación del sufrimiento (a la investigación sobre ese tema dediqué los tres últimos años de mi vida, y tengo publicado un libro). El 24 de junio de 2009 sucedió algo imposible, completamente imposible. Y en los días siguientes, todas las circunstancias externas que dificultaban mi asistencia a los

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seminarios de la semana que viene, desaparecieron. ¿Cómo no voy a asistir pues a ellos? Aunque tenga que quedarme en la puerta...

* Más adelante hablaré del mismo.

Sábado 18 de julio de 2009

El Foro

Desde hace semanas participo con asiduidad en un foro de Amigos de la Reconexión. Este espacio me ha permitido expresarme y conocer a personas que me han aportado información importante, y tal vez otras cosas.

Sábado 18 de julio de 2009

Misterios y señales

Para el tres y el nueve reservamos la Tierra de Luz que, desde la oscuridad, se ve más allá del mar. Y la música y la voz, para el tres y el nueve, que uno anuncia en clave de complicidad con tu regazo secreto, tu vientre cálido y tu pecho de fiesta. Para el tres y el nueve más cosas: dátiles, miel y fruta fresca; el color del arco iris, la desnudez y la libertad, el Agua, claro, y un aire amigo del retozo solar, en el cénit del beso sin tiempo, sin mundo, eterno…

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No me siento cómodo entre los misterios. Por otro lado, reconozco que nuestra mente racional da para muy poco. No son adecuados los odres viejos para el vino nuevo.

A veces ocurren cosas que pueden interpretarse como señales. Quizás nos muestren los caminos para salir de los misterios. Quizás se refieran al vino nuevo para el que no valen los odres viejos.

Relacionadas de alguna manera con la Reconexión, también mi vida ha estado y está llena de señales. No me gusta hablar de esto, pero antes o después tendré que hacerlo.

Sábado 18 de julio de 2009

¿Qué es la Sanación Reconectiva?

"La Reconexión es el proceso aglutinador de reconectar al universo que permite que la Sanación Reconectiva tenga lugar. Estas sanaciones y frecuencias evolutivas son de un nuevo ancho de banda y son traídas a través de un espectro de luz e información que nunca antes ha estado presente sobre la Tierra. A través de la Reconexión es como podemos interactuar con estos nuevos niveles de luz e información, y es a través de estos nuevos niveles de luz e información que somos capaces de reconectar". (Pág. 114).

"Por lo que sé hasta ahora, la mejor manera de definir lo que está ocurriendo es 'intercambio de comunicación/información espiritual'". (Pág. 126).

Éstas son dos aproximaciones de Pearl. Si me preguntas a mí, te diría tres cosas:

1.- Experiméntalo por ti mismo. 2.- Lee el libro. 3.- Mi definición personal y provisional: La Sanación

Reconectiva consiste en la recepción de una nueva -por decirlo de alguna manera- frecuencia, vibración o energía, que inicia una transformación integral y evolutiva.

Domingo 19 de julio de 2009

Las tres lecturas

Acabo de finalizar la tercera lectura del libro, tal y como se recomienda.

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En la primera, lo que más llamó mi atención fueron los enormes puntos de contacto entre la experiencia personal del autor y la mía propia, así como su inacabable ironía, de la que yo fui siempre acusado.

En la segunda tuve la oportunidad de apreciar la profundidad de la experiencia de Pearl: la mayoría de veces entre líneas, pueden encontrarse planteamientos de amplísimo alcance, hasta el punto de que proyecté escribir un libro sobre el libro, del que este blog probablemente sea el sustituto o preludio.

En la tercera he observado infinidad de detalles importantes que en las dos primeras me pasaron desapercibidos.

Un amigo del Foro me recordó la conveniencia de realizar las tres lecturas. Yo también lo recomiendo.

Domingo 19 de julio de 2009

De lo que no quiero hablar

No quiero hablar de este tema, pero no hacerlo sería mantener, por omisión, una mentira.

Hace dieciséis años que me aparece por todos lados el número 33. No se trata de una experiencia mental, sino pública y compartida por todo mi entorno. A principios del año pasado escribí una autobiografía secreta, cuya primera parte fue una recopilación de todo aquello que había vivido y que no comprendía, y a las coincidencias del 33 le dediqué todo un capítulo. Debo decir que, también desde el año pasado, tengo una fundamentada hipótesis personal de lo que esto representa.

Cuando estaba leyendo por primera vez el libro, me alivió que Pearl pagase 333 dólares, en lugar de 33, por aquello que le hicieron (aún no sabía que yo tendría que pagar 333 € por lo mismo).

El primer mensaje que leí la primera vez que accedí al Foro era de un gallego valiente que explicaba que, desde que había sido reconectado, le aparecía siempre el número 33, y también el 333.

No ha sido hasta hace un par de semanas que me he dado cuenta de que yo mismo, en este último año, muchos meses antes de conocer el libro, también he estado utilizando el 333 en todo lo que hacía.

Leyendo mensajes de años anteriores, encontré uno que hablaba del 3 y del 9. Yo escribí (al menos mis manos lo hicieron) y

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publiqué a principios de los noventa un poema que comenzaba de ese modo. Lo he transcrito en una entrada anterior.

Otro amigo del Foro, en este caso argentino y de Sirio, me respondió enviándome una tabla para convertir en números las letras. En principio no le presté atención, pero más tarde sentí el impulso de ver qué número correspondía a la palabra 'Víctor'. Bueno, pues sí: una vez más, 33.

Lo que más me incomoda es contar este secreto, que todo mi círculo íntimo conoce: no sé si a finales de 2007 o a principios de 2008, un niño con el que inesperadamente intercambié unas palabras, comenzó a llamarme Víctor. La primera vez pensé que se había equivocado, porque yo le había dicho cuál era el nombre que me habían puesto mis padres, y por el que todo el mundo me llamaba. Además, me sentí avergonzado, porque 'Víctor' es el nombre de una de las personas que más he admirado en mi vida: Víctor Jara.

Aquel niño seguía llamándome Víctor cada vez que me veía, así que le recordé que yo no me llamaba de ese modo. "Vale, Víctor" -me respondía.

Pasaron los meses, pero no mi vergüenza cada vez que yo era llamado por el nombre de alguien tan inmensamente grande. Me resigné a que MJ me llamase de esa manera.

No quiero contar esto: a principios de 2008 viví una etapa de un singular estado de consciencia. En la misma tenía conversaciones diarias ¿con mi Espíritu? Hablábamos de todo. Desconcertado por la insistencia de MJ en llamarme Víctor, pregunté que por qué lo hacía, y la respuesta fue: "Es uno de tus ángeles". ¡Vaya por Dios! Ahora resulta que un niño es un ángel...

No ha sido hasta la semana pasada que he podido entender al menos un significado de aquella respuesta: 'ángel' significa 'mensajero'. Quizás, cada vez que MJ me llamaba Víctor (nombre que el año pasado acabé adoptando para firmar mis escritos), me estaba comunicando la misma... ¿frecuencia?

Conté todo esto a una íntima amiga, M., y me dijo que mi historia le había inspirado la aparición no sólo del 33, sino también del 11. Se me ocurrió ver qué número corresponde al nombre con el que casi todo el mundo me llama. Pues sí: el 11.

Ya he dicho lo que no quería. No me gusta que me tomen por loco. No me gusta pensar que me puedo volver loco. Pero este diario es, para casi todos, anónimo, así que ya me he defendido de eventuales insultos, y me permito la liberación de la sinceridad, no sólo para mí mismo, sino para aquéllos que han vivido confundidos.

'Esta noche, la libertad...'.

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Lunes 20 de julio de 2009

¿Por qué es nuevo?

Cuando leí por primera vez el libro ('La Reconexión') e hice el ejercicio de sentir la energía, ni el ejercicio ni las sensaciones eran nuevas para mí. Lo que sí resultó completamente nuevo fueron las consecuencias: al rato, mi forma de pisar de toda la vida había cambiado.

Pearl insiste en que aunque lo que sintamos al principio no nos parezca nuevo, en realidad (esto ya son palabras mías) lo sentimos desde Algo nuevo. Tengo mis razones para estar completamente de acuerdo.

Voy a seguir contando cosas que no quiero. También en 1993, año en que Pearl comienza su andadura, yo recibí información (o accedí a la visión) de que justo ese año llegaban a la Tierra... no, no eran extraterrestres, sino más bien como cometas de luz que, de algún modo, encarnaban (pobres de ellos...). Ése fue el año en que se publicó por primera vez 'Ya viene Urano', libro del que he reproducido antes un texto, y del que tal vez recupere alguno más en el futuro inmediato. Ya mismo, por ejemplo:

Con mis brazos y piernas te protegeré, para crear el espacio de calor fecundo donde pueda anidar tu nombre. No me preguntes qué significa, porque no tengo ni idea. Sólo

sé que mi espíritu se siente completamente identificado con eso. "Mi espíritu", he dicho. ¿Y por qué no mi consciencia?

Vivir, aquí y ahora, es reescribir en el cuaderno en blanco de la

consciencia, el libro escrito del espíritu, es decir, tú mismo en el tiempo.

Lunes 20 de julio de 2009

¿Por qué es distinto?

Comprendemos desde lo que ya sabemos, y de ahí la dificultad de aprender algo nuevo.

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Supongo que en los seminarios experimentaré algo que hasta ahora no he experimentado, al menos en intensidad. Tal vez las sensaciones de la energía, tal vez la aparición de más registros...

Al comienzo de la adolescencia empecé a practicar (gracias a Dios, sin que nadie me dijese qué debía experimentar) ejercicios de relajación profunda. Desde casi toda mi vida, pues, me son familiares infinidad de experiencias físicas y de consciencia. Seguramente innecesarias...

Hace un par de décadas hice unos cursos de sanación, donde lo que se enseñaba realmente funcionaba, a pesar de la teoría. Quiero decir que comprobé cientos de veces que aquello funcionaba, al mismo tiempo que las explicaciones que daban me resultaban absurdas, por decirlo de modo suave.

Valoro mucho el constante "No sé" de Pearl. Porque reconocer la ignorancia es el principio de cualquier verdadero conocimiento.

Lo que hacemos en la Sanación Reconectiva puede parecerse mucho a cosas conocidas, pero es completamente nuevo. ¿Por qué? No lo sé, pero así lo experimento.

Lunes 20 de julio de 2009

¿Por qué es real?

Porque funciona. Independientemente de que creas o no en ello. Independientemente de que lo sepas (me refiero, por ejemplo,

a la Sanación Reconectiva a distancia). Independientemente de que lo comprendas. Yo, por ejemplo,

no lo comprendo... ¿No te parece maravilloso que así sea?

Lunes 20 de julio de 2009

Expectativas y miedos

El domingo hice una sesión, ya tras la tercera lectura, en la que las sensaciones de la energía y la información recibida fueron insignificantes. Aunque sé que esto sucede y que no tiene importancia, me quedé un poco contrariado: esperaba todo lo opuesto.

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Ayer tuve otra. Tampoco sentí apenas la energía, y la información (que sólo valido cuando el paciente me la confirma) tampoco fue contrastada, sólo me habló de experiencias físicas. Sin embargo, los registros fueron enormes: la paciente no dejó de moverse, y al acabar me dijo que había pasado miedo, incluso pánico en un instante, por la cantidad y variedad de energía que había experimentado. En un momento en que me aproximé a la parte derecha de su costado, ella se llevó allí inmediatamente la mano. Me explicó que había sentido como un pinchazo. También creía que yo le había estado agitando la cabeza, cuando lo más cerca que mis manos estuvieron de la misma fueron unos quince centímetros.

En este contexto, me sentí confundido. Hice mis exploraciones*, para tomar consciencia de lo que estaba pasando. Bien, después de tres años de trabajo con estos aspectos, me consta que las emociones y los pensamientos corresponden al ego, no a mí mismo, y sé que puedo observarlos y distanciarme de ellos. Puedo regresar a casa cada vez que me pierdo, aunque a veces no me dé cuenta en ese mismo momento, y me identifique-enajene por un tiempo.

Martes 21 de julio de 2009

Transformación

"No nos cansaremos de repetir que, para el alquimista, el poder sobre la materia y la energía no es más que una realidad accesoria. El verdadero fin de las operaciones de la alquimia, que acaso son residuos de una ciencia muy antigua desparecida, es la transformación del propio alquimista, su ascenso a un estado de conciencia superior. Los resultados materiales son sólo promesas de un resultado último espiritual".

Acabo de encontrarme con esta cita, al parecer de 'El retorno de los brujos'. Estoy de acuerdo con ella, aunque no me siento brujo...

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Martes 21 de julio de 2009

La mayor de las mentiras

Así, como la piedra que el niño lanza contra el tanque, parece a veces la lucha de la verdad contra la mentira.

Una amiga del Foro me ha recordado hoy una experiencia, y me veo en la obligación de contarla.

No existe mayor mentira que la muerte. Sí, eso que algunos llaman 'la única certeza'. En realidad, todo nuestro mundo se construye y articula a partir de esa gran mentira. Lo peor es que quien cree que la vida acaba, ya está muerto de alguna manera.

Como millones de personas, también yo tuve la experiencia de la muerte. Como millones de personas, tengo la experiencia de que la vida no acaba al abandonar el cuerpo.

Sé que hay quien dice que eso no son más que imágenes producidas por la falta de oxígeno en el cerebro. Quien eso afirme debería verificar si no le falta oxígeno a él cuando lo dice.

Mi experiencia no fue, ni de lejos, tan amplia como la de la madre de Eric. Fue muy sencilla: vi mi cuerpo tendido boca abajo en la cama. Yo estaba a los pies de la misma, un poco más separado. A mi izquierda, una luz inmaterial me invitaba a quedarme: "Ya ha pasado todo. Por fin puedes descansar. Ya estás de nuevo en casa". La felicidad, la libertad y la plenitud que se sentían me resultan indescriptibles. No vi ningún túnel. Sí, en cambio, en menos de un instante, contemplé cada detalle de mi vida, y comprendí que hasta lo más insignificante había tenido un sentido perfecto.

Me empeñé en volver. Yo no quería el cielo en el Cielo. Pensaba que debía cuidar de alguien. Quería el cielo en la Tierra.

No sé cuántas veces me he arrepentido de eso...

Miércoles 22 de julio de 2009

Primeros comentarios

Mañana salgo de viaje para el seminario que comienza el viernes. A día de hoy no he recibido confirmación de mi inscripción. He escrito un e-mail, he llamado por teléfono y he enviado un SMS, siempre sin respuesta. Sólo me queda, pues, confiar en que todo está en orden, o preocuparme. Elijo lo primero, sabiendo que no puedo hacer nada más por mi parte, y que siempre hay un Orden por encima del orden.

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Como dije, durante la segunda lectura del libro proyecté escribir yo uno profundizando sobre el mismo. Me parece que aquel proyecto se va a concretar finalmente en este blog-diario. Adjunto las primeras notas introductorias que redacté en su momento:

Me propongo hacer un comentario del texto cuando voy a comenzar la tercera lectura del mismo.

El balance de las dos primeras puedo resumirlo en una serie de puntos:

Cuando vi por primera vez el libro, pensé que se trataba de otro entre tantos de la Nueva Era, aunque en este caso me agradaban las ilustraciones de la portada: un fragmento de ‘La Creación’, de Miguel Ángel, precisamente el que menos me incomoda. La imagen completa del Dios creador junto a la presunta figura del hombre, siempre me ha parecido que, más que unir, distancia. Veo a ese Dios ‘demasiado humano’, y a ese hombre, completamente perdido, alejado. Por otro lado, mi supuesta experiencia de Dios no tiene nada que ver con eso. Creador y creación son uno. No puede ser de otro modo. No puede haber otra cosa que Dios. Todo es Dios. ¿Qué podría haber que no lo fuese? Y, aunque esto ya entra dentro de la mística, todo es uno. Yo soy uno. Y yo soy todo, aunque mi razón no lo entienda. Simplemente porque no puede ser de otro modo. Yo soy todo aquello que quiero y todo aquello que desprecio. Supongo que hablaremos más de esto.

Debajo del fragmento del cuadro del genio italiano, una foto de estrellas. Me consta que mucha gente está últimamente inquieta con ese tema. Infinidad de canalizaciones absurdas se han difundido por el planeta. Junto a ellas, experiencias para las que yo no tengo respuesta. ¿Qué son las estrellas, más allá de las bobadas limitadas a la materia?

La foto de Pearl: ¿qué veo en su rostro? Una primera mirada, superficial, me produjo desconcierto: parecía, si no me fijaba, una de tantas combinaciones entre gurú y ejecutivo que se nos vende en los últimos años. Algo me hizo fijarme con más detenimiento y creí encontrar un elemento nuevo, que después vi escrito en su prólogo.

En la contraportada, dos recomendaciones de espanto: nada menos que Deepak Chopra y Lee Carroll. Nunca he sido capaz de leer más que unas páginas de los libros de Chopra. Ni siquiera aguanto los vídeos. No sé por qué. De Kryon, “del Servicio Magnético”, pienso, como Pearl, que es “un orador muy inteligente”.

Me encontraba mal desde hacía un par de meses, y años atrás yo mismo había tenido una amplia experiencia en campos alternativos de sanaciones no convencionales.

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Antes de comprar el libro impreso, recibí una versión digitalizada, en la que alguien había compuesto una portada con efecto de espejo, al igual que en la de mi último libro.

El título (‘La Reconexión’) era un término técnico para aludir a algo que yo sentía como carencia: desde que nací me he sentido desconectado. Y el subtítulo (‘Sana a otros; sánate a ti mismo’) podría ser una señal para un nuevo camino: ¿acaso mi propia sanación podría pasar en este momento por la experiencia de sanar a otros?

No tenía nada que perder y sí, en teoría, mucho que ganar con la lectura de ese libro.

Justo ahora que comienzo la tercera lectura, tal y como se recomienda, he llevado a cabo, en función de sanador, siete sesiones presenciales, y tal vez el doble a distancia. He recibido, como paciente, cuatro sesiones presenciales y, que yo sepa, dos a distancia. Me voy encontrando mejor en los últimos días. Mi mente racional necesita muchísima más experiencia para poder establecer relaciones de causa-efecto o al menos sincronía, y descartar la sugestión o coincidencia arbitraria en los supuestos resultados.

Mi experiencia más llamativa hasta ahora como paciente son unos muy amplios y recurrentes movimientos involuntarios de brazos en las dos últimas sesiones presenciales, registro que también apareció en una paciente en las tres sesiones que tuve con ella. Hace un par de años, en una prueba de terapia cráneo-sacral, ya me ocurrió a mí algo parecido, pero más violento. La última paciente presencial tuvo unos marcadísimos REM desde que se tumbó en la camilla. Lo que más valoro es que al hacer yo sanación a distancia me siento renovado. Ése es el elemento común: lo que yo gano. Por otro lado, cada sesión de este tipo es completamente diferente y completamente imprevisible. Durante décadas he practicado la 'recepción de información’. Cuando me dispongo a realizar una sanación a distancia no puedo dejar de ‘ver’. Las diferencias de una persona a otra son abismales. Contrariamente a lo que hacía antes, procuro no preguntar ni interpretar nada, sino sólo ‘estar presente’, receptivo, con la intención enfocada. La atención se me va constantemente.

Varias personas que han hecho conmigo de pacientes me dicen haber mejorado sustancialmente, pero, como decía antes, ésa es su experiencia (¿o creencia?) y no la mía y, racionalmente, el número de casos es todavía demasiado limitado para sacar conclusiones. Dos de ellas me reportaron aparentes ‘recaídas’. Donde no hay diagnóstico ni pronóstico (aquí no los hay) no se puede hablar tampoco de sanaciones concretas ni estables.

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Mis sensaciones de la llamada ‘energía’ son, hasta la fecha, las mismas que en el pasado reconocí como resultado de una relajación profunda: calor, aire, pesadez, ‘latido’ de cada parte del cuerpo e incluso de cada célula, ‘abandono’ del cuerpo, ligereza… a veces unas y a veces otras, y a veces varias de ellas combinadas.

En general, ya en las dos primeras lecturas detecto importantes aspectos de libro con los que coincido por completo. Con otros, al menos de momento, no tanto. Tal vez esta tercera lectura comentada posibilite una profundización más productiva.

De la selección de elogios que aparecen al comienzo del libro, me quedo con dos: el del Dr. Wesselman, que lo considera “una contribución extraordinariamente apasionante al paradigma mundial de transformación que está sucediendo en nuestro tiempo”, y el de la Dra. Virtue: “La Reconexión es una historia real bien escrita que podría inspirar a la gente a seguir su camino espiritual y convertirse en sanadores”.

“Transformación” y “camino espiritual”: he ahí dos conceptos claves en mi propia vida. Es en este marco en el que me intereso por el tema que Pearl propone.

Llama la atención la cantidad de médicos y profesores universitarios que acceden a elogiar públicamente el trabajo de Pearl. Cualquiera que hiciera algo semejante en España sería de inmediato estigmatizado, apartado, tachado de loco o de farsante por parte de las ‘autoridades’, y quién sabe si hasta denunciado. ¿Será el lastre de los inquisidores?

La primera discrepancia. Los autores del prefacio parecen hablar de energía en un

sentido mucho más sustancial que Pearl lo hace. Más adelante lo veremos. Dicen, por ejemplo, enumerando “los aspectos básicos para conseguir la plenitud y la salud”, que el primero es la “Atención voluntaria: Esto es tan simple como sentir tu cuerpo, y la energía que fluye dentro de él y entre el medio ambiente y tú”.

¿Seguro que es éste el camino, o al menos el único camino o el camino más directo?

Tengo muy serias dudas: Yo no soy original ni esencialmente un ser material. “Desde el

espíritu, la materia también es espíritu. Desde la materia, el espíritu no existe”. Yo soy la vida. Soy las piedras y las palabras, el vacío y el silencio. Soy las dudas y los engaños. Soy la verdad y la mentira. Cualquier diferencia es inconsciencia. Soy, sí, también la diferencia, por fin camino de ser consciente de sí misma. Soy la inconsciencia.

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Soy el tiempo. Soy el error. Soy el conocimiento. Soy la guerra. Soy la injusticia. Soy todo aquello que veo y lo que no veo, todo lo que existe y todo lo que no existe. ¿Por qué, entonces, comenzar por el cuerpo? ¿No será más real situarme en la consciencia de lo que soy que en la apariencia de lo que veo?

Participación en el Foro (27-06-2009). Vengo participando en un Foro en Internet sobre La

Reconexión, en el cual compartimos experiencias. Ésta es, a fecha de hoy, la última de las mías:

Estaba equivocado. Decía Marx que "las formas de la conciencia dependen de las

formas de la experiencia", es decir, que lo que se piensa depende de lo que se ha experimentado.

Desde que comencé a practicar la Sanación Reconectiva he insistido en este Foro en que la sanación a distancia me resultaba, personalmente, muchísimo más interesante que la presencial. Pues bien, eso ha sido hasta ahora. Hoy he tenido mi décima sesión como 'sanador' en la ecuación presencial, y ha sido formidable. Mientras en las sesiones anteriores yo me sentía como un tonto pasando las manos por encima de la persona y viendo las cosas raras que hacía, sin ninguna experiencia interna por mi parte, en esta última mi experiencia personal ha sido tan importante como en las más intensas a distancia.

Corrijo pues mi error lo antes que puedo: ahora sé, por experiencia, que la sanación presencial puede ser tan extraordinaria como la sanación a distancia. Tanto es así que me estoy planteando la posibilidad de acudir a los cursos en Madrid ahora en julio.

Voy a quitarme de en medio a ver que ocurre ;-). Quitarse de en medio es maravilloso. Es dejar de ser parte para comenzar a serlo todo.

29-06-2009 Me parece que este libro va a tomar la forma de diario. Es lo

más real, puesto que cada día aprendo algo nuevo. El prólogo de Eric comienza con una cita de Chopra: “Todos

tenemos un propósito en la vida... un don único o un talento especial que dar a los demás. Y cuando mezclamos este talento único con el servicio a los demás, experimentamos éxtasis y júbilo

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en nuestro espíritu, que es la última meta de todas las metas”. Tal vez esto sea así, tal vez Chopra tenga mucha más razón de lo que yo hasta ahora veo. El caso es que yo no sé cuál es mi don o mi talento, de manera que el éxtasis y el júbilo no han sido para mí, hasta ahora, experiencias muy duraderas.

Estas fueron las primeras notas, de aquellas fechas. Ahora supongo que seguiré alternando reflexiones y comentarios. Voy a tratar de quitarme de en medio...

Miércoles 22 de julio de 2009

Confirmación

Al instante de publicar la anterior entrada he recibido una llamada confirmándome que sí estoy inscrito en los seminarios. Lo que aún no he recibido son los 'datos logísticos'. Espero que los de la web oficial estén actualizados. De todas formas, he pedido ayuda en el Foro.

El orden y el Orden. Sé que el voluntarismo no funciona. O, al menos, no funciona conmigo. No basta ni sirve de mucho creer que se tienen las cosas claras y pretender que se decide lo más correcto. Para mí, cada incomodidad o angustia es una llamada a tomar consciencia. Así pues, exploro:

“Tal vez algo salga mal y no pueda hacer los cursos”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - “Siento un ligero aturdimiento hacia la parte alta de la frente. Y

algo de angustia en el estómago. También una ligera presión en la garganta, y un leve peso sobre los ojos. También presión sobre el cuarto chakra. Todo lo demás parece desconectado...

- En estos momentos observo todo eso. En estos momentos veo que son reacciones del cuerpo.

- Todo puede salir mal. Todo puede ser un desastre. Todo puede ser un monumental autoengaño. ¿De qué me sirven las pruebas exteriores? No quiero nada de eso. No quiero nada de eso. Nada de eso me interesa. Todo eso se parece a la muerte”.

2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

“No lo sé. Yo no busco manifestaciones externas. Busco mi destino, la transformación interna”.

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3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- “Regreso a mi sitio. Se estabiliza mi cuarto chakra. Siento que se recompone, que vuelve a sí mismo.

- Respira mi cuerpo. Permanezco en mí mismo. - Así es como debe ser. Yo sólo debo quitarme de en medio”.

Jueves 23 de julio de 2009

"Luz e información"

Cuando por boca se sus pacientes comienza Eric a recibir mensajes, en ningún caso se le habla de 'energías'. Se le dice exactamente "luz e información".

De aquí puedo deducir que las energías no son la causa de la sanación, sino su manifestación. La clave está en recibir, y recibir puede ser más fácil si uno trata de tener una actitud receptiva.

Las manifestaciones energéticas y fenoménicas pueden ser sin duda muy útiles a la mayoría de la gente, pero tal vez no resulten estrictamente necesarias, o no al menos como uno espera. Aunque es posible que la transformación del cuerpo sí constituya una parte del proceso, puesto que la dimensión material también es nuestra.

"Puedes encontrarme en tu corazón" -se le dice a Eric a través de Fred (pág. 89). Y Eric piensa: "Ésa no es una respuesta". Más adelante sí será para él -y para ti y para mí- una respuesta.

Lunes 27 de julio de 2009

De regreso

Antes de irme camino de los Cursos de Sanación Reconectiva comencé a precisar un poco más mi definición personal de la misma: La Sanación Reconectiva consiste en la recepción de nueva luz e información, iniciando una transformación evolutiva, que suele manifestarse en -por decirlo de alguna manera- frecuencias, vibraciones o energías y otros fenómenos.

Por el momento es una definición que me vale y que encuentro fiel a lo que hasta ahora creo haber entendido.

Bueno... ¿qué decir sobre la experiencia de los Cursos?

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Que ha sido 100% positiva. Que seguro que voy a necesitar un tiempo para asimilarla (y 'reconocerla', 'estirarla', 'refinarla',...). Y que no quiero ser nunca más espejo de muertos.

Queda elegante dar las gracias. Pero no se trata en absoluto de eso. Se trata de comprometerse por fin con el propio destino. Aunque nadie más lo haga. Aunque ni yo mismo lo entienda.

Yo frente a mí mismo: ¿cuánto tiempo más quiero que continúe el teatro?

Ni un solo segundo. Que las vanidades se quemen en su hoguera. Yo elijo a los míos.

Mi poema favorito de 'Ya viene Urano' fue siempre éste: Comenzaré mi casa por abajo, con las manos de los niños y la risa de los locos. Pediré el apoyo de su hombro a los olvidados. Y al acabar el día lavaremos nuestro sudor en el mar satisfecho.

Miércoles 29 de julio de 2009

Señales y signos

El jueves por la tarde tomé el tren de cercanías con destino a Alacant, donde enlazaría con el que me llevaría hasta Madrid, para hacer los cursos. Desde la llegada a Alacant hasta la salida a Madrid había más de media hora de margen.

Me sentía muy preocupado por si el tren de cercanías se retrasaba. No podía quitarme esa idea de la cabeza. A mitad del trayecto, a la izquierda, sobre la pared de una especie de pequeño puente, pude ver una pintada gigantesca con el número de siempre: 333. A su lado, cerca, la palabra 'UP', así, en mayúsculas.

No me tranquilizó la coincidencia. Tampoco me angustió, como ocurría años atrás. Pocos minutos después el tren se detuvo mucho más de la cuenta en una parada. Al rato, dio marcha atrás. El revisor nos dijo que había que cambiar de vía, y que llegaríamos con retraso. En efecto, llegué a Alacant con los segundos justos para hacer el trasbordo.

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Ahora sí me angustié: ¿fue mi miedo quien creó esa 'realidad', o fue un presentimiento?

¿Qué participación tenemos en la creación de la realidad que experimentamos?

Miércoles 29 de julio de 2009

Vemos lo que necesitamos ver

Hablando con mis amigos del Foro, observo que para unos Eric es fundamentalmente un maestro. Para otros es un sanador prodigioso. Sin embargo, para mí, es un hombre de una desbordada ternura, que justo estalló en el último momento.

La cuestión es ésta: ¿Y si nos ponemos en el punto de vista de que todo lo que ocurre es exactamente lo que necesitamos ver en cada momento?

La realidad exterior, el mundo, no sería entonces una amenaza, sino el cuento que Dios nos está contando.

Hace muchos años practicaba lo que podríamos llamar meditación activa. Tuve experiencias extraordinarias. La mayor de todas fue en un viaje a lo más profundo del alma. Al acabar, escribí un relato con este nombre: 'Dios es un niño que te está leyendo un cuento'. Lo encontré, perdido entre papeles, este mismo año, y lo incorporé a mi último libro.

Miércoles 29 de julio de 2009

Vengo a verte despertar

A ti, para que vengas, te ofrezco la responsabilidad de la fuerza y la alegría, el empeño para no caer nunca más en el abatimiento y en la tristeza. Te ofrezco mi lucha sin cuartel por la paz y la armonía, mantener una ilusión sin resquicios, hasta que se haga realidad. Te ofrezco mis hombros y los hombros de los míos,

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y mi alianza de amor con el viento y con el mar.

Jueves 30 de julio de 2009

"Yo no soy tan fascinante. ¡Fuera de aquí!"

En una de las prácticas de los Cursos, algunos asistentes paseábamos entre las camillas observando cómo los profesores atendían a los compañeros que estaban haciendo de sanadores. Me di cuenta de que en un lugar se arremolinaba un grupo creciente. Deduje que era gente que prefería observar al Dr. Pearl, en lugar de a cualquier otro de sus colaboradores. Al momento le oí gritar a quienes lo seguían: "¡Yo no soy tan fascinante! ¡Fuera de aquí! ¡Fuera!".

Participar en la creación de un mito es una trampa fácil para no asumir yo mismo mis propias responsabilidades. Sin embargo, dejar de comentar algunos detalles sería mentir por omisión, y no conozco nada peor que la mentira.

Me parece que no se deben contar públicamente las prácticas que se realizan a lo largo de los Cursos. La razón es preservar el máximo rigor científico. Nunca se nos dijo lo que iba a suceder, de manera que no podíamos esperar nada en concreto, y las sorpresas fueron incesantes y, sí, inmensas. Quien buscase sanaciones físicas, las encontró en abundancia. Y quienes, como yo, esperasen dar un paso hacia la transformación interna, recibimos mil veces más de lo que imaginábamos. Lo que sí que contaré son mis experiencias personales, privadas.

La primera de ellas fue el tremendo impacto de la valentía arrasadora de quien teníamos delante. La última fue constatar su desbordada ternura. Tras una máscara de sarcasmo, demostró y argumentó, con todas sus fuerzas, qué es lo caduco y por qué debe ser abandonado. Lo vi agotarse, dejarse el alma con nosotros, vaciándose en el combate contra el miedo y la mentira.

Y, al acabar, consciente de que tan sólo está siguiendo su destino, necesitó un abrazo y un beso.

Creo que todo lo que vemos es parte de nosotros mismos. Eric Pearl es pues parte de mí. ¡Qué satisfecho y esperanzado me siento!

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Viernes 31 de julio de 2009

Objetivo Montevideo

Tengo amigos de todos los países de habla hispana (por cierto, ésa es una denominación desde el pasado. Ni siquiera un 10% de los que utilizamos esta lengua somos españoles. Más del 90% son americanos. Se trata del idioma que más países americanos hablan. ¿No sería más apropiado llamarlo, pues, 'americano'? Eso sería asumir el presente y el futuro, y pasar página de un pasado del que quizás nadie pueda sentirse orgulloso...). Adoro lo que los europeos ignorantes llaman 'el Nuevo Continente'. Necesitaría tres vidas para enumerar los motivos.

Parece que será Montevideo la primera ciudad que visite. La capital del país del mayor poeta del siglo XXI en lengua americana, que recién dejó su nombre de Mario para pasar al otro lado y seguir repartiendo vida y bendiciones. Mario querido: espero conocer muy pronto el país que te trajo al mundo, el país de tantos y tan imprescindibles amigos. Tal vez descubra por qué mi corazón está enamorado del tono de vuestra voz, y pueda seguir aprendiendo de la riqueza de vuestro lenguaje.

Viernes 31 de julio de 2009

Torpeza

Una parte sustancial de los Cursos son las prácticas en las camillas. Los asistentes nos turnamos, haciendo a veces de sanadores y a veces de pacientes.

La primera vez que me tocó, el sábado por la mañana, hacer de paciente, me llevé un disgusto tremendo: de mis tres lecturas del libro he aprendido que lo único que debe hacer el paciente es estar atento a ver lo que experimenta. Pues bien, una de las personas que hacía de sanadora conmigo en ese ejercicio no dejó de tocarme con su ropa en la mano derecha. Yo estaba indignado, porque una y otra vez me distraía y no podía estar atento a si sucedía algo... raro ;-). Ni siquiera podía permitirme enfadarme del todo, porque la señora era muy mayor y negra, por lo que le debía la solidaridad de los marginados. Aún así, al acabar, mi enojo era tal que olvidé las instrucciones de no hablar hasta que no finalizase todo el trabajo del grupo, y le dije a la señora, con disgusto no sé si muy disimulado: "Por favor, lleve cuidado con su ropa, que me ha tocado

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todo el tiempo la mano, y no me ha permitido estar atento". Eric avisa justo sobre eso, evitar la ropa holgada que pueda tocar al paciente.

La señora hizo un gesto de asentimiento un poco extraño. Más tarde, una vez acabó el trabajo del grupo y ya podíamos hablar entre nosotros, la torpe señora me dijo: "Mire: como puede ver, mi ropa cae muy por debajo de la camilla, y en ningún momento le ha tocado". Avergonzado, comprobé que así era. La torpeza no era de ella; era mía. Además, esperando experimentar algo raro, no me di cuenta de que lo raro era justo lo que estaba experimentando... ¡Cuánto puedo aprender de eso!

Más cosas: la misma tarde que acabé la primera lectura del libro, fui a casa de un amigo y le pedí que lo practicásemos. Él no ha hecho los Cursos. Ayer por la mañana me llamó para explicarme que con una Autosanación Reconectiva le había desaparecido un bulto del pubis. Por la noche, lo vi y le pedí que comprobase si podía cogerse ambas manos por la espalda. Por un lado sí podía, y no por el otro (como yo antes de asistir a los Cursos). Le puse ambas manos sobre un hombro, como había visto hacer. Al instante, los casi diez centímetros de distancia se redujeron a poco más de uno. Recibí que algo había fallado, así que le pedí de nuevo que se sentase, pero ahora aparté mis manos de su hombro. A los pocos segundos, ya podía tocarse.

¡Cuidado! ¿Sané yo a mi amigo? En modo alguno. ¿Qué sucedió entonces? Pues lo que he contado ;-). No sé más, ni necesito saberlo.

Bueno, creo que sí sé algo: que somos tan fuertes como débiles sean nuestros sistemas de creencias. O, lo que es lo mismo, que somos tan débiles como fuertes sean nuestros sistemas de creencias.

Con el permiso de todos, quiero dedicar esta entrada a Gemma.

Viernes 31 de julio de 2009

Torpeza II

Alguien ha respondido esto en el Foro a la anterior entrada: "Muy buenas tardes, me ha gustado lo que cuentas de tu

primera intervención o intervenido en una camilla, lo que no me ha gustado es como te expresas sobre la mujer que te estaba practicando la sanación sobre todo cuando dices: "Ni siquiera podía

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permitirme enfadarme del todo, porque la señora era muy mayor y negra, por lo que le debía la solidaridad de los marginados".

"Me da la sensación que era tal la aversión que te daba a que te lo hiciera ESTA SEÑORA MAYOR Y NEGRA que no disfrutaste en ningún momento de tu sanación, en ningún momento te paraste a pensar que lo que sentías no era su ropa, pero claro como era vieja y negra tenía que ser así, ¿no? Me parece que te has pasado un poco con la definición o explicación, sinceramente me ha molestado, sobra pero mucho, lo de mayor y negra, esta mujer te puede dar la vuelta a ti y a muchos de nosotros, sólo te pido que seas un poco más humilde, ¿no te has parado a pensar por un momento que esta mujer esté leyendo TU correo, cómo se va a sentir? Si te hubieras olvidado de la persona que tenías a tu lado posiblemente hubieras disfrutado de tu sanación como todos hicimos. Lo siento mucho pero me ha indignado tu comentario!!".

Ya le he explicado a la remitente el malentendido: ser viejo y negro no son para mí condiciones que rebajen a nadie, sino exactamente lo contrario. Justo por eso las hice explícitas y no las pasé por alto.

Me repugnan los eufemismos. Hace bastantes años una persona a la que apreciaba mucho me dijo que había dedicado parte de su vida a luchar "contra la marginación de los negros". Cuando yo hice referencia al tema, utilicé la expresión 'personas de color', y él me dijo "personas de color negro".

Desde donde vivo se ve una residencia de ancianos. Le llaman 'de la Tercera Edad', y los tratan como a perros. Y cuando un hombre mata a una mujer no se le llama 'asesinato machista', sino 'violencia de género'. ¿De qué 'género'?

No hay inocencia en el lenguaje. Lo que tal vez haya es mucha inconsciencia. Desde mi experiencia, no existe otro mal que la inconsciencia.

Desde que comencé a intervenir en el Foro temí tener los días contados: es mi propio complejo de marginado. Desde que nací no me perdonan que no me interese lo que a la mayoría le interesa. No me gusta viajar, no me gusta el cine, no me gusta el flamenco. Yo puedo respetar a los fanáticos de los viajes, del cine y del flamenco (son ejemplos ligeros, claro), sin embargo, si se llega a adivinar que no resueno con lo que ellos resuenan, rápidamente soy acusado, despreciado, marginado. Bueno... tengo tanta experiencia en esto que ya estoy más que acostumbrado.

Cuando yo sea viejo no quiero que me digan que pertenezco a 'la tercera edad', porque seguro que me parecerán estúpidos

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quienes me lo digan y me llevaré una decepción tremenda. Y justo hoy, en mi blog secreto, he publicado un artículo con el nombre de 'Terrorismo', en el que no hay texto, sino sólo la foto de un niño NEGRO muriendo de hambre, con un cuervo esperando al acecho. África es el continente que padece el mayor índice de terrorismo: allí se mata de hambre o desatención a miles, cada día, pero no salen en las noticias: son pobres, NEGROS, sin nombre.

No soy budista, pero hace tiempo dije en el Foro que estaba de acuerdo con Buda, que sólo reconocía un milagro: el de la transformación de la conciencia. ¿Molesté entonces a quienes se interesan por el resto de milagros?

Pues por mi parte ofrezco la paz: la Sanación Reconectiva produce milagros externos y una profundísima transformación de la conciencia. Si la compañera del Foro no me hubiera malinterpretado, yo no habría escrito esto en mi diario.

Gracias a ella veo más claro cuál quiero que sea mi trabajo.

Sábado 1 de agosto de 2009

Mi mano derecha

Anoche no puede seguir contestando a los insultos del Foro porque me llamó una amiga, uruguaya y galeana, que bien comprendo, como tan bien comprendo a Viglietti, por si podía atender a una visita suya.

Quedamos en la puerta de una farmacia, próxima a la casa donde vivo, y allí coincidimos, debajo del reloj luminoso que, me señaló mi amiga, marcaba las 22:33. Después de dieciséis años eso ya lo voy asumiendo...

Trabajamos con S. ¿Por qué preferí ir a ver a S. en lugar de seguir respondiendo a los insultos?

Por algo que aprendí de Gemma. La primera vez que hablé con ella me dijo que tan valioso como conocer La Reconexión, ha sido para ella el contacto con tantas personas maravillosas que esto le ha permitido. Noté que no lo decía por cortesía, aunque entonces no entendí a qué se refería. Ahora lo sé: cada sesión de eso que llamamos 'Sanación Reconectiva' es una experiencia inigualable, prodigiosa y perfecta.

S. no sabía nada de La Reconexión, y yo supuse que tras la sanación ella y sus amigas querrían preguntarme todo al respecto. No fue así: S. sólo quería contar sus historias, a las que yo traté de

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prestar atención, pero creo que no conseguí hacerlo. En mi camino anterior descubrí que todas las historias que nos duelen esconden mentiras. Lo que nos duele no es nunca lo que vemos, sino lo que no vemos. Casi tres años de explorar emociones y pensamientos me dejaron esto claro. Como a Inés le gusta que diga, el sufrimiento es una pesadilla que se cura despertando.

Hoy, al levantarme, he escrito mi despedida del Foro. No soy cruel si digo que la diferencia entre un foro y un desierto es que el foro es un desierto lleno de muertos. No soy cruel; soy sincero. Todos los miembros del Foro han tenido el enorme privilegio de conocer un camino a las estrellas. Como bien le fue dicho a Eric, casi nadie se atreverá a recorrerlo. Los que se creen elegidos o maestros no son más que muertos. ¿Quién puede ocultar su corazón a Dios? Prefiero el desierto al Foro. Regreso a mi desierto.

Tras enviar el mensaje de despedida, comprobé que había un insulto más, directamente en mi correo, al que he respondido, y después he visto ya mi mensaje en el Foro y enseguida uno de Gemma. Antes de leerlo he entrado en registros (así llamamos en el argot de La Reconexión a cuando se producen movimientos involuntarios). Las sensaciones en mis manos se han disparado, y mi mano derecha se ha puesto a moverse con tal agitación que el ratón del ordenador ha salido volando.

He contemplado el fenómeno unos segundos, y después he parado mi mano derecha con mi mano izquierda. Y he llorado. Muy poco. He sabido que hasta ese momento había detenido los insultos de los que creía mis amigos, y he sabido que debía permitir que llegasen a mi cuerpo. Por última vez quizás he reciclado su basura. Por última vez, espero.

Todavía muy afectado por la experiencia, me he marchado camino de una nueva sanación, que se me anunciaba luminosa, justo como la que yo acababa de recibir a través de Gemma. Así ha sido: lo que ha sucedido con quien se ha tendido en la camilla es un secreto. Si quieres conocerlo, asume tu responsabilidad: sana a otros, sánate a ti mismo.

Sábado 1 de agosto de 2009

Un camino a las estrellas

"Tanto si tu intención es convertirte en sanador, conseguir que tu actual habilidad como sanador llegue a niveles más altos -o

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simplemente tocar las estrellas para saber que realmente existen- este libro está escrito para ti". (La Reconexión, pág. 22).

Sí. Este libro está escrito para mí. Especialmente lo escrito entre las líneas y aún lo no escrito todavía. Durante tres años trabajé en un libro que titulé 'Un camino a la libertad'. Una vez que con él me liberé de las emociones y de los pensamientos, ¿qué quería hacer con mi libertad?

No lo sabía. Me quedé esperando mirando a las estrellas, y apareció un camino hacia ellas. Me estoy preparando para ser reconectado por Gemma en el mes de septiembre, tal y como está escrito desde 1988 en mi primer libro publicado: 'Crida qui ets' ('Grita quién eres').

¿Es todo esto una locura? No. Es, por fin, la salida de ella. "Urano es el símbolo del cielo" -me respondió una vez Mario

Satz, maestro cabalista, cuando le pregunté por el significado del título de mi segundo libro (1993). Desde hace días me viene a la cabeza un verso del mismo:

Crearemos un espacio de luz para el retozo. Buenos días, Planeta Tierra. Buenos días, Planeta Agua.

Domingo 2 de agosto de 2009

Com un arbre nu*

"Cierra los ojos: somos el espíritu. Abre los ojos: somos el cuerpo. Somos el mundo entero y, también, la nada".

* Como un árbol desnudo*. Lluís Llach.

Domingo 2 de agosto de 2009

¿Dónde están los ángeles?

En el Cielo y en la Tierra. Mirándose y reconociéndose.

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"Humildad es saber que no sabes decirle a un árbol cómo florecer. Es saber que tú no vives, sino que eres vivido. Saber, por tanto, que eres Todo".

('Ya viene Urano')

Domingo 2 de agosto de 2009

El nombre del beso

Desde el silencio se gesta una nueva vida, la única Vida. Resucito de las cenizas del olvido, y miro arriba, a las estrellas.

Desde algún lugar lejano, alguien me llama. Y yo espero. Preparamos el retorno a casa, a nosotros mismos. Treinta y tres es la cifra maestra, el nombre del beso.

Acepto ser inspirado. Asumo que no es mío lo que escribo. Procuro no interferir, pero incluso eso debo integrarlo. Nada queda fuera, porque todo es lo mismo.

Estrellas, estrellas y más estrellas. Vida, vida y vida, Arriba, que intenta llegar Abajo, a la Tierra. Un punto azul, bellísimo, iluminado. Desde el espacio somos pequeños, y hermosos, y encarcelados. Ángeles solares encarcelados por el mal y por la inconsciencia.

La mayor argucia del mal consiste en convencer de que no existe. Sí existe y es vencible. El mal en la Tierra tiene un origen histórico, secreto. Procede, en efecto, de una caída. El hecho más grave es la negación del Espíritu, de la Luz, el olvido. Aprisionados en la inconsciencia de la materia, focalizados en la limitación del tiempo, todo es enajenación y locura.

Asumo quién soy. Una voz que no clama en el desierto. Una voz que se escucha y se comprende. Una voz de final y de retorno, de despertar y de despertares. Una voz de mil voces.

Asumo mi viaje. Y ruego para ser capaz de asumir mi destino. Doy gracias por tantas luces, por tantos amigos. Gracias por la ternura. Gracias por las madres. Gracias por las mujeres y por los niños, antes de hacerse

hombres. Gracias por la unidad. Gracias por la unión. Gracias por el respeto. Gracias por la fuerza. Gracias por esa consciencia que desde los Cielos, como un

manto de nubes, cubre la Tierra.

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Gracias por la Luz. Gracias por la belleza y por la inocencia. Gracias por el sacrificio. Gracias por la generosidad. Gracias por el esfuerzo. Gracias por los que miran Arriba. Gracias por los que miran Dentro. Gracias por el viaje. Gracias por el mandato. Gracias por el olvido y por resucitarnos. Gracias por la materia. Gracias por cada elemento. Gracias. (¿Dónde están los ángeles?)

Domingo 2 de agosto de 2009

Irene

"El Juicio Final es en realidad el Final del Juicio". ('Ya viene Urano') Los Viajeros del Tiempo recorremos los Espacios de la Consciencia. Nos proyectamos en esferas de Luz, y reconocemos como nuestras todas las Tierras. El Secreto es que todo es Vida. S. Uno, 1992 Irene: Pau, Paz, Shalam, Shalom, Peace.

Domingo 2 de agosto de 2009

Ciencia, arte y filosofía

El Dr. Pearl explica que La Reconexión es ciencia, arte y filosofía.

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Es ciencia porque, desde 1993, prestigiosas universidades la han investigado desde los más exigentes parámetros que el método exige: reproducibilidad en laboratorio y mensurabilidad. De hecho, me parece que lo hace muy por encima de algunas propuestas firmemente asentadas. Bueno, no me lo parece: lo he comprobado en persona. Hasta yo mismo puedo demostrarlo.

La Reconexión es también arte, mucho más teniendo en cuenta que no es en absoluto técnica.

Y, finalmente, y esto es lo que a mí más me interesa, La Reconexión, eso que llamamos con este nombre, es filosofía. Una filosofía que se extiende a dos únicas palabras: 'No sé'.

De La Reconexión como ciencia y como arte no tengo nada que comentar. No son competencias que me atraigan especialmente. De la filosofía del 'no sé' me parece que hablaremos mucho en los próximos días.

Puesto que éste es mi diario, tengo derecho a darle la forma que más me complazca. Así que no abriré una nueva entrada para decir que, en las últimas semanas, mi vida ha transitado desde el desgarro a la armonía, de una manera que nunca había conocido desde que vivo en la Tierra.

Domingo 2 de agosto de 2009

Katie

"Las palabras a las que estás aferrado son los pasos que te alejan de experimentar la presencia de Dios que tú eres".

B. Katie

Domingo 2 de agosto de 2009

Reconexión e integridad personal

En mi última visita al Foro vi que alguien, que se había acercado al mismo como observadora, llegó a la conclusión de que La Reconexión era "más de lo mismo" al ver una explosión de proyecciones de miserias humanas: le pareció encontrar envidias, celos, mentiras...

Recuerdo las continuas apelaciones de Eric durante los Cursos a la sinceridad y a la integridad personal: "No mintáis nunca".

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¿Acaso la Sanación Reconectiva o La Reconexión deberían transformar las actitudes personales?

En modo alguno. Si así fuera, estarían violando tu libertad. Sólo tú eres finalmente responsable de lo que haces con la sanación que recibes. Libertad y responsabilidad son las dos caras de la misma moneda. Eres libre para poder ser responsable, y eres responsable porque eres libre.

Practicar o recibir La Reconexión o Sanación Reconectiva no te convierte en maestro ni en elegido. Te abren el camino hacia ti mismo, que sólo tú decides recorrer y cómo hacerlo. Cualquier otra posibilidad es pura fantasía.

Domingo 2 de agosto de 2009

Sanación

Es curioso: pongo un título para una entrada (artículo) sin tener ni idea de qué voy a escribir sobre el mismo. Sólo sé que quiero hablar(me) de eso, y que para decir algo la estrategia será quitarme de en medio. Voy a ello...

¿A qué llamamos 'sanación' en el contexto de La Reconexión? Desde mi experiencia a día de hoy y hora de este momento es

que llamamos así al impulso concreto hacia una transformación evolutiva.

¿Por qué se producen tan frecuentemente registros (movimientos involuntarios en el cuerpo)?

Porque el cuerpo también es espíritu. ¿Por qué cambia radicalmente la vida, y no dejan de producirse

hechos prodigiosos? Porque el prodigio es tu destino. ¿Y cuando no aparecen registros ni prodigios? Es porque no son necesarios o porque no es el momento. La

transformación está en marcha. En ti mismo, sólo tú puedes pararla. En el Planeta...

En el Planeta. De eso se trata. No te creas tan importante: no eres más que un grano de arena en una playa. Pero hay que ver lo notorio que se hace un grano de arena cuando se te mete en un ojo... ;-)

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Lunes 3 de agosto de 2009

Inconsciencia y sufrimiento

"Ya no queda tiempo para la historia". ('Ya viene Urano', 1993) A mí me llevó tres años de mi vida -pero me consta que a otros

sólo les ha ocupado tres semanas-, darme cuenta de que el sufrimiento es una función de la inconsciencia. Siempre que sufrimos es porque nos estamos mintiendo. Por supuesto, no sabemos que nos estamos mintiendo (si somos sinceros, porque a veces se utiliza el sufrimiento como herramienta de manipulación, y por eso no se quiere salir de él a ningún precio).

Ése fue mi trabajo antes de encontrar el camino a las estrellas. Por si quieres probarlo, cuando experimentes cualquier tipo de contrariedad o cualquier grado de sufrimiento, puedes hacerte a ti mismo estas tres preguntas:

1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

Es posible que estés convencido de que el sufrimiento es parte de la vida. Pero eso es sólo una creencia. Tú puedes comprobarlo si quieres. Nadie puede hacerlo por ti. Puedes no comprobarlo si no quieres: ¿Quién serías tú sin el sufrimiento?

Lunes 3 de agosto de 2009

Ya tengo camilla

En la casa de Karmel, donde duerme este cuerpo la mayoría de las noches.

Karmel, 'Jardín de Dios', según me explicó Helios. Ayer fui a hacer una Sanación a alguien que en lugar de ojos

tiene estrellas, y resultó que en su casa tenía dos camillas. Una de ellas no la usaba. Acordamos un intercambio, y ya puedo atender a mis maestros en mi casa.

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En efecto, la casa no es mía, pero sí son míos los maestros que acuden a ella. Cada uno un grano de arena; cada uno un lucero.

Mañana estaré con alguien que hace dos semanas quería suicidarse. Le hice una Sanación en nuestro primer contacto (antes le había hecho varias a distancia) y, la segunda vez que nos vimos, me tuvo tres horas contándome las que él creía que eran sus historias. Le llevé el libro donde narro el recorrido por el que yo me liberé de las mías. Hace unos días me llamó y me dijo: "Estoy hecho un lío: a veces pienso unas cosas, y otras veces pienso otras; a veces siento unas cosas, y a veces siento otras".

"Claro -le dije-. Eso demuestra que los pensamientos y las emociones son mentira; son cosas del ego". "Bueno -me respondió. Pero he descubierto una cosa terrible".

"¿Qué es eso terrible que has descubierto?". "¡Que la verdad no está fuera de mí! ¡Que la verdad está

dentro!".

Lunes 3 de agosto de 2009

El 'ego'

El ego lleva camino de convertirse en uno de los mitos de la Nueva Era. Sin duda hay mucho de cierto en lo que se dice, pero ¿hasta qué punto no estamos perdiendo el tiempo?

El viernes de la presentación de los Cursos (reservo la palabra 'seminario' a donde se forman los sacerdotes), me senté en la segunda fila, el lugar para mí perfecto: lo veía todo, sin caer en el riesgo del protagonismo.

Varias cámaras estaban grabando lo que se mostraba en dos pantallas gigantes. Una cámara comenzó a tomar planos desde mitad del público, enseñando las cabezas de las primeras filas. Me fijé en la ropa de las personas que estaban a mí lado, y así localicé mi propia cabeza. ¡No podía creerlo: apenas tengo pelo en la coronilla, y no lo sabía!

No es que me preocupe quedarme calvo, sino que no tenía ni idea de que esa realidad existiese. El impacto fue tal que apenas me enteré de lo que sucedió el resto de la conferencia.

El sábado por la mañana comprobé que no podía agarrarme las manos por la espalda, y eso me provocó otro disgusto: ¿Quién me manda venir a Madrid para enterarme de que me estoy quedando calvo y que estoy medio inútil?

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¿Es todo esto el ego? Yo creo que no. Que sólo se trata de un infeliz que descubrió

dos circunstancias que no conocía. Eso sí: podemos darle tantas vueltas como quieras. Yo no voy a hacerlo, porque valoro mucho mi tiempo.

Martes 4 de agosto de 2009

Trascender al mensajero

Tal vez sea una prueba. Se suele hablar de que cuando el mensaje incomoda, a

menudo matamos al mensajero. En el caso de esto que hemos dado en llamar La Reconexión,

sucede justo al contrario. El mensaje es siempre maravilloso, aunque el mensajero sea un cretino. Y es así, según creo, para que veamos de una vez lo impersonal de Dios y de la realidad, en la orilla opuesta de las fantasías que, por miedo, jugamos a creer que somos.

Individualmente no somos nada. Colectivamente, tampoco. Sólo Dios es.

Nunca me ha interesado el esoterismo, pero algo de él me ha salpicado. De entre todas las tonterías que he leído, una de las mayores es el rollo ése del 'Yo soy'. En el mundo de las apariencias, hace unos años pasó al otro lado del velo alguien de extrema importancia para mí. Su último viaje desde la Tierra me enseñó algunas cosas importantes:

"¿'Yo soy'? No. Mientras haya 'yo', hay un fantasma".

Martes 4 de agosto de 2009

El 'armario' del espíritu

Se acerca el momento. Y tengo miedo. Cuando tenía cuatro o cinco años, dos primos míos de mi misma edad intentaron ahogarme en la playa. No se lo dije a nadie; a esa edad todavía podía comprender por qué lo hicieron. Yo era el diferente, ése al que no le interesaba nada de lo que les interesaba a ellos. ¿Cuántos enemigos puedo crearme tan sólo con decir que no me

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interesa el dinero, ni me gusta viajar, que el cine me deja durmiendo, que el alcohol me repugna y que hasta el sexo sin amor me asquea? Claro que también me agenciaría algunos ¿amigos? si dijese que en bastantes momentos me apasionan Bach y Mozart, que disfruto comiendo fruta y que la ternura, cuando es de verdad (casi nunca), me conmueve hasta las trancas.

Todas las personas que me conocen íntimamente saben de mi pasión por el espíritu (no por las religiones ni por el esoterismo). Ya he encargado unas tarjetas con mi nombre que me harán salir de una vez y para siempre del armario espiritual en el que he vivido encerrado. ¿Volverán a matarme?

Voy a explorar ese miedo: 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - “Siento un profundo dolor en el pecho (del cuerpo). Se

extiende horizontalmente. Aturdimiento en la cabeza, y angustia en el estómago. Algo en la garganta... Peso sobre los ojos. Peso en la frente. Un gran peso en la frente... Mareo...

- Observo lo que siente mi cuerpo. - No me parece pensar nada en este momento... (respiro

profundamente, suspiro...) Pienso que van a matarme. Siempre lo han hecho. Estoy

seguro de que van a matarme. Voy directo al matadero. 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? “No lo sé. Parece una convicción muy arraigada. "Hemos

venido por tu reputación". Debo ser prudente. No provocar innecesariamente a nadie. Debo ser muy prudente”.

3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- “Siento miedo. Siento mucho miedo. - Observo esos 'nuevos aspectos', y busco en cuál de ellos está

la clave. - Sé que no tengo que quedarme con el miedo, que puedo

seguir explorando.

"Debo ser muy prudente". 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - “Siento rechazo. No me lo creo. - Permanezco atento. Escucho atentamente.

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- Ellos no pueden matarme. Sólo yo puedo. El mito de la muerte por el espíritu ha sido siempre una trampa, una especie de engaño, justo para no salir del armario”.

2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

“Yo no tengo interés en matarme. Esa pesadilla-leyenda ya ha caducado. Me importa un pimiento que me rechacen. Si lo hacen, me iré con mi música a otro lado. Siempre es mejor estar solo que mal acompañado. Y yo nunca estoy solo”.

3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- “Se alivia y disuelve el dolor en el pecho. Se aclara la mente. Se tranquiliza el estómago...

- Sonrío discretamente. - Hemos vencido. Hemos vencido siempre”.

Martes 4 de agosto de 2009

La mentira

¿Por qué hay gente que se complace y se recrea en la mentira?

Todos tenemos la experiencia de que la verdad nos hace libres. Sí, ya sé que mentir, manipular... pero, ¿cómo pueden insistir

en ello? Es la pregunta que más veces me he hecho, y para la cual sigo sin respuesta.

Veo que hay gente capaz de matar (y de matarse) antes de renunciar al protagonismo. ¿Es eso el ego?

No, no lo es. Dios no se equivoca. ¿No son pues, humanos, o al menos humanos de mi misma

especie? La pregunta prohibida: ¿verdaderamente somos todos iguales? ¿Qué ocurriría si así no fuera? ¿Por qué a mí me resulta fácil

respetar a quien a mí no me respeta? ¿Por qué ellos no pueden respetarme?

¿Quiénes son ellos? ¿Lo sabré cuando sepa quién soy yo mismo?

Sé que yo mismo no soy nada; a esa conclusión llego. ¿Quiénes son, pues, ellos? ¿Acaso son algo más que un espectro, una especie de fantasmas, destinada a desaparecer en otro tipo de

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nada? ¿No son, entonces, reales? ¿Aparecen sólo, como la imagen del diablo, para mi propia enseñanza?

Miércoles 5 de agosto de 2009

Nada

Me veo impulsado a escribir, aunque no tengo nada que decir. Así ocurre siempre. Temo molestar a los nueve seguidores del blog, que cada día reciben una avalancha de artículos que yo escribo. Pienso que tienen la opción de no leerlos... Aunque esas nueve personas, no sé por qué, son para mí muy señaladas. He cambiado el nombre de la cabecera. Mi Diario de la Reconexión se llama desde hoy Un Camino a las Estrellas. Hace días que no se me iba ese título de la cabeza, hasta que lo he asumido. Un camino a las estrellas es lo que buscaba, y un camino a las estrellas es lo que he encontrado. Es lo que ahora hago, y ya sé, ahora, que no es el último paso. El último paso será más allá de las estrellas; desde fuera del tiempo ya me está reclamando.

Quiero decir que en las últimas semanas están ocurriendo milagros (hechos imposibles) que aquí no narro. En primer lugar, podrían distraer la atención de lo más importante. En segundo lugar, quizá provocaría a los herederos de los inquisidores. Pero como mi memoria no es la mejor de mis cualidades, quiero dar las gracias a David y a mi madre por sus enormes cambios, a M. por su golondrina, y a E. por la apertura de su mirada. También, hasta ayer, persistía el odio de la mentira, pero sé que, en cierto modo, en mis manos está que tenga los días contados, aunque poner luz en los agujeros negros no sea tarea mía, sino de otros.

Miércoles 5 de agosto de 2009

¿Para qué crees que son las alas?

Busco el don del águila, y tus labios. Busco... romper el tiempo. ('Ya viene Urano', 1993)

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Miércoles 5 de agosto de 2009

Un nuevo maestro

Cada persona que se tiende en la camilla es un maestro. Ayer llegó alguien, a quien me he referido antes, dispuesto él y

yo resignado, a hablar de las que cree sus historias. Yo había decidido escucharle, y decirle claramente al final que no me dedico a eso.

Comprendo que no sea fácil asumir que la realidad nunca nos daña, que el único origen real del sufrimiento es la inconsciencia. Aunque durante tres años escribí y reescribí un libro donde se demuestra esto, abandonar el mundo-mente parece que no es fácil para la mayoría, incluso cuando están decididos. Yo mismo sigo cayendo en ese error a menudo. Aunque desde que sigo el Camino a las Estrellas, el conflicto dura muchísimo menos.

Pues bien, tras constatar que mi visitante no había terminado de despegarse de sus emociones y de sus pensamientos, tras ver que seguía convencido de que aún creía que eran suyos, llegó el momento de explicarle que yo ya no quería seguir con ese juego, que ahora me dedicaba a otra cosa.

La primera vez que le vi le hicimos una Sanación Reconectiva, con buenos resultados, pero ni él me preguntó ni yo encontré cómo explicarle lo que habíamos hecho. La verdad es que, en la situación en que se encontraba, no me parecía el momento.

¿Qué podía decirle ahora a una persona psicologizada, a la que varios supuestos expertos le han dicho en momentos de debilidad todo lo que debe pensar, todo lo que debe sentir, y hasta lo que es él mismo? La Sanación Reconectiva se sitúa en el extremo opuesto.

No me pude contener y le sugerí un montón de cosas: la primera y más importante, que leyera el libro.

Lo curioso fue su respuesta: "¡Si precisamente ése es mi tema!".

Una vez más: la estrategia es quitarse de en medio. Dios no me necesita.

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Jueves 6 de agosto de 2009

Sensaciones y receptores

El Dr. Pearl explica en su libro que utilizamos las palabras 'energías', 'frecuencias' y 'vibraciones' a falta de otras más adecuadas. Insiste y demuestra que no se trata de energías. 'Frecuencias' y 'vibraciones' son imágenes metafóricas.

¿Por qué no considerarlo desde el punto de vista del que experimenta, y llamarlas 'sensaciones'? No son energías. No son, o no sabemos si son, frecuencias. Quizás tengan algo de 'vibraciones'. Pero lo que sin duda sí son es sensaciones. Por supuesto, lo que sabemos que son es luz e información.

Respecto a todo lo que se experimenta más allá de los sentidos hasta ahora admitidos, el neologismo de Pearl me parece perfecto: transensaciones o experiencias transensoriales. Por tanto, luz e información que se experimenta en sensaciones y transensaciones.

Por último, tampoco es adecuado hablar de 'paciente'. En primer lugar, porque no es necesario estar enfermo para recibir la Sanación Reconectiva. En segundo lugar, porque quien ejerce de sanador, sana igualmente. Y en tercero, porque la mayoría son más bien impacientes.

En los recientes Cursos de Madrid, se tendía a llamarles 'clientes'. Esto todavía nos gusta menos, porque subraya ante todo la relación comercial entre ambos. Y no tiene por qué ser eso lo que nos mueva a todos. ¿Qué tal si a quien viene le llamamos 'visitante'? Creo que da juego en más de un aspecto. El término 'receptor' también me parece adecuado. Además, iguala a quien está tumbado en la camilla y a quien le pasa las manos por encima. ¿No somos todos receptores?

Viernes 7 de agosto de 2009

La llamada (de la) Nueva Era

Ése es el título de un documentadísimo libro sobre el tema, escrito por el Dr. Vicente Merlo, buscador y luchador por la verdad.

Yo no sé si hay algo de cierto en todo lo que se habla de la Nueva Era, pero sí sé que, de haberlo, La Reconexión supone el primer paso efectivo.

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A quien no haya experimentado la Sanación Reconectiva, mi afirmación podrá parecerle desproporcionada, y hasta fanática. A quien la haya probado, no hará falta explicarle nada.

¿Por qué digo lo que digo? Pues porque de forma universal y tangible se dispersa el

miedo. Como bien dice el Dr. Pearl, empezamos por la salud física, que es el miedo más arraigado en la mayoría de la gente.

Eso que llamamos 'La Reconexión' no es el punto de llegada de nada, sino el punto de partida de casi todo.

Viernes 7 de agosto de 2009

Déjame verte volar...

A Enrico, y a todos los intempestivos.

Sábado 8 de agosto de 2009

Intempestivos

Yo soy uno de ellos. De los que parecimos nacer a destiempo. De los que nunca tuvimos nada que decir,

de los patriotas del silencio.

Sábado 8 de agosto de 2009

Hacedores de milagros

Mi hermana, que me ha regalado un cuadro con el símbolo de La Reconexión para mi despacho, me pedía ayer que siguiese escribiendo. Hay días que no tengo nada que decir, y otros en los que no aparece el momento.

Anoche M. me advertía de los peligros de que la gente crea que hacemos milagros. Yo ya lo tenía en cuenta, hasta el punto de decidir no hablar de ellos ni siquiera aquí, entre mis amigos. Lo que no puedo hacer es impedir que lo hagan quienes me visitan. Yo no puedo, pero Dios sí puede. De la misma manera en que no soy yo quien hace los milagros, tampoco soy yo quien conoce los peligros

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(sólo el miedo los conoce. El miedo es la creencia en la distancia de Dios), ni quien puede o debe tomar no sé qué medidas para no sé que objetivos. ¡Cuánto miedo, Dios mío! ¿Qué es lo peor que puede pasar si se corre la falsa voz de que yo hago milagros? Pues que tenga que irme a otro sitio. ¿Sería eso malo? No, porque lo malo no existe. Sería simplemente seguir mi destino. ¿Cuál es mi trabajo, pues, en todo esto? El de siempre: quitarme de en medio.

'Quitarse de en medio' -por si lee esto alguien que no conozca La Reconexión- no es suicidarse, sino algo así como... permitir que el yo desaparezca, para que se manifieste un Yo más grande, que el mundo en mí ceda paso al espíritu, por decirlo de otra manera. Eso que tanto asustó hace meses a una querida amiga...

'Medio' y 'miedo' contienen las mismas letras. Es una curiosidad tan solo.

Sábado 8 de agosto de 2009

'Pañuelo de seda astral'

Ayer hice una foto de cómo va quedando el despacho donde trabajo, para que lo viesen los amigos que viven lejos. En el centro de la misma apareció una forma, como de un pañuelo de seda al aire.

¿Qué es? No tengo ni idea. ¿Debo saberlo? Sólo cuando Dios quiera.

Domingo 9 de agosto de 2009

'Cómo me siento'

1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Un ligero cansancio, tal vez un poco de sueño, como si no hubiese descansado del todo. Un suave aturdimiento. Peso en la frente y en los ojos. Algo de agitación en el estómago.

- Observo, y a veces caigo en los pensamientos. Me doy cuenta ahora de que caigo, y de que no tengo por qué hacerlo… Ayer caí en las emociones… Me doy cuenta de que puedo observar ambos.

- Pienso en K., y en las mujeres. Tengo miedo de que me aparten de mi destino. Mi destino es lo único importante. Cualquier

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cosa que me aparte del mismo es muerte. Ya he muerto muchas veces, y no quiero volver a hacerlo. Puedo morir de nuevo".

2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

"No puedo morir. Nunca he muerto". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento que es más cierto. - No hago nada. Miro lo que he descubierto. - No pienso. Sólo miro dentro".

Lunes 10 de agosto de 2009

Bienvenido

Desde ayer hay un décimo participante explícito en este diario de secretos. Bienvenido, número diez. Me identifico por completo con tu icono*. Te doy la bienvenida con una montaña blanca.

Cuando entré en contacto con esta experiencia que llamamos La Reconexión, acababa de finalizar un trabajo de tres años al que varias veces me he referido.

Me pregunté entonces si ese camino de mis últimos tres años quedaría desplazado por el nuevo. Cada día compruebo que entre ambos hay continuidad, e incluso cierta importante confluencia al principio. No os extrañe, por eso, que a veces utilice la exploración para salir de la confusión o del sufrimiento.

* Una montaña.

Lunes 10 de agosto de 2009

Conocimiento y Consciencia

"Los sabios mueren de miedo" -me dijo Alguien hace un tiempo. "El deseo de saber es síntoma de miedo", añadiría. Una forma de medir tu miedo es contar los libros que

conservas. De eso se habla en La Reconexión, un libro que o se hace vivo o no sirve para nada. Y una vez que se hace vivo, no

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sirve para nada. Uno no cruza un puente y se lo echa a la espalda. O, al menos, hacer eso no parece lo más sensato.

Más allá del conocimiento está la consciencia. Hacia ella transitamos.

Lunes 10 de agosto de 2009

Místicos, locos e idiotas

Siempre lo tengo presente. Nació el mismo día del mismo mes que yo. Era un chico muy

brillante. De esos amigos que yo considero hermanos. Siendo apenas un niño cayó en la trampa de la psicología.

Tardé mucho en volver a verlo. Me contó, a los veintipocos, que un psiquiatra le había dicho que dejase a su novia y lo dejase todo, porque los extraterrestres iban a evacuarnos. El psiquiatra se creía -y se cree todavía- Jesucristo. Ahora también juega a creerlo de sí mismo mi amigo. No hace mucho se cambió de nombre, se dejó crecer la barba y se vistió con una túnica blanca. Así acudió a unos estudios cinematográficos para decir que debían rodar una película sobre él.

La última vez que lo vi fue en el velatorio de su padre, hace apenas unos meses. Ha encontrado a una chica dispuesta a fingir para él que ella cree ser Magdalena. Gracias a Dios, ahora sólo espera que "el Padre revele al mundo" quién es él, el Hijo. Mientras espera no comete mayores disparates.

¿Por qué se pierden los mejores? Yo sé que él está aprendiendo, como estamos aprendiendo

todos. Y que, en últimas, nadie se pierde. Lo sé cuando miro dentro, no cuando miro fuera.

Nada me interesa tanto como aquello que el mundo desprecia. Los locos, entre ellos.

Quiero experimentar con la Sanación Reconectiva en los que se consideran casos de trastornos mentales graves. Pero los del lado de las víctimas, no de los redactores y prescriptores del DSM IV, que califican de enfermos a Juan de la Cruz, a Teresa, a Jakob Böhme, a Buda y sobre todo al mismo Cristo, aunque por miedo no lo pongan nunca como ejemplo.

Pues eso: místicos, locos e idiotas. Yo soy también todos ellos.

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Martes 11 de agosto de 2009

Prólogo

No deja de sorprenderme, por decirlo de alguna manera, que me llamen personas con las que he practicado la Sanación Reconectiva (se realiza con, no a) para comentarme los cambios más asombrosos. Eso a pesar de que durante dos años, hace muchos, practiqué sistemáticamente, a diario, la sanación a distancia, con tal cantidad y detalle de resultados que, como digo siempre, lo imposible devino irrefutable.

Esto es nuevo. Completamente nuevo. Porque prescinde de todas las supersticiones y falsas sabidurías, y porque ayuda a anular el ego. ¿Soy yo quien sana? Claro que no. ¿Y cómo sucede? No tengo ni idea.

Tanto ajetreo en las últimas semanas no ha dejado tiempo para continuar con uno de los objetivos principales de este blog: el comentario del libro.

El prólogo y el epílogo son, para mí, las páginas más interesantes.

"Lo más maravilloso del primer regalo* es que, a través de él, me he dado cuenta de que tenía un propósito en la vida, y que he sido bendecido no sólo por ser capaz de reconocer ese propósito, sino por vivirlo activa y conscientemente". (Pág. 21).

Cuando Gemma me hizo la primera Sanación Reconectiva a distancia, yo sabía que no debía esperar nada concreto. Sin embargo, le dije que no pude evitarlo: yo quería saber cuál era mi propósito. Muy vagamente sé en qué marco se encuadra, pero creo que me gustaría una mayor precisión del enfoque. ¿Ocurrirá eso el mes próximo, cuando sea reconectado?

"(...) soy un ser espiritual, y que mi experiencia humana es exactamente eso: mi experiencia humana. No es sino una experiencia de quién soy. Hay otras". (Pág. 21).

A esto le llamo yo valentía. Evidentemente, hay que estar destinado a decir esto. Justo aquí comienza todo. Intentamos creernos la mentira de que éramos un cuerpo. Tal vez no seamos ni siquiera humanos. ¿Qué es, al cabo, eso de ser humanos, sino una leyenda? Al menos yo no tengo ni idea de lo que somos. Sólo sé que para hacerme consciente de ello, me sobran todas las leyendas. Todas.

"Fui paciente conmigo. Sabía que pronto podría reconocer la imagen completa". (Pág. 22).

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"La paciencia es el vicio que más detesto" -escribí en 1993. Soy impaciente. Muchísimo. Completamente. También intuyo, de alguna manera, estar ahora mucho más cerca que nunca de reconocer la imagen completa. Es como si supiese que a la vuelta de la esquina voy a encontrarme con la puerta que me revele mi destino. ¿Seré capaz de tener paciencia? Pido ayuda a las Alturas. Eric sabe más de lo que cuenta. Es parte de su trabajo descubrir lo que sabe poco a poco. Próximamente, en Los Ángeles, dará un paso más en este sentido. ¿Significa eso que todos debemos ir a Los Ángeles a oírlo? No, también puede oírlo cada cual en su corazón. De hecho, esto segundo es lo único necesario.

"Me di cuenta de que era el momento para un cambio en nuestro entendimiento". (Pág. 22).

Pues sí, es eso. Lo que sucede es que el "cambio" es una verdadera revolución, y no afecta sólo al entendimiento.

"Y ahora debemos hacerlo en niveles que antes no estaban disponibles para nosotros". (Pág. 22).

Eso coincide plenamente con mi experiencia. Los intentos anteriores, hijos tal vez de la desesperación y de la referida impaciencia, acabaron en fracaso, y también sirvieron de aprendizaje. Disponibilidad es la palabra clave. ¡Cuánto podemos hablar sobre eso! No se trata tanto de lo que hagamos, sino de lo que recibamos. No somos autores de nada. Somos, tal vez, cocreadores de todo, aunque no entendamos aún este concepto.

"(...) el propósito me encontró a mí". (Pág. 22). Si Dios quiere, también a mí me encontrará muy pronto.

Seguramente nos irá encontrando a cada uno de nosotros.

*se refiere a "la asombrosa habilidad para devolver la salud".

Miércoles 12 de agosto de 2009

"El regalo"

"¿Cuánto tiempo dejarás dormir tu energía? ¿Cuánto tiempo vas a permanecer ajeno a la inmensidad de ti mismo?". (Una taza de té - Bhagwan Shree Rajneesh)

Con esta cita se abre la primera parte La Reconexión. 'Energía' es una de las palabras más equívocas y al mismo

tiempo más utilizada por muchas personas que se interesan por

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cuestiones alternativas en lo supuestamente espiritual. Yo conozco a algunas que cada vez que dicen una frase incluyen esa palabra.

Si atendemos a la cantidad de la energía, ésta no es significativa de nada: estados de extrema enajenación comportan un plus inexplicado de energía, como todos sabemos.

Si nos referimos a la calidad, parece que la energía sea, en cualquier caso, algo que suele venir de fuera. Me parece que conviene hacer los esfuerzos necesarios para evitar la imprecisión que este término acarrea.

"La inmensidad de ti mismo" puedes experimentarla en ti mismo, pero también en cualquier otro. Cuando ves desde los ojos de Dios, todos los seres muestran una inmensidad y perfección infinitas, todo lo que existe forma una colorida constelación de estrellas, donde no falta ni sobra nada, y ante la cual sólo caben el éxtasis y el silencio.

Miércoles 12 de agosto de 2009

"Señales"

"(...) sabía que, aunque la energía pasaba a través de mí, ni la creaba ni la dirigía. Alguien lo hacía, alguien más poderoso que yo. Aunque había estado leyendo mucho recientemente, lo que me estaba sucediendo a mí no tenía nada que ver con la de la que había leído en esos libros. Era más que simple. Llevaba consigo vida e inteligencia más allá de las que llenan las páginas de las revistas de la Nueva Era. Era diferente. Era algo muy real". (pág. 31).

No tengo nada que añadir a esto. Coincide al 100% con mi experiencia. Lo que he aprendido es exactamente lo que estoy experimentando.

Las sensaciones ('energía') tienen su propia dinámica. Yo no sé bien de dónde vienen. No lo sé desde ninguna fuente de información externa. Sí lo sé desde dentro, del mismo modo en que tú puedes saberlo.

Nunca me han interesado las terapias energéticas, ni las de ningún otro tipo. Aquí sucede otra cosa. Hay un comienzo de comunicación con otras dimensiones más reales, menos fantasmales, de todo lo que en el pasado creímos y padecimos. Es el final del pasado. Ni siquiera tiene que ver con los rollos de la Nueva Era, que tanto huelen a la Antigua.

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Los predicadores del miedo van a quedarse sin trabajo. Yo no sé lo que va a pasar con mi vida. Sólo sé que por fin estoy saliendo del pozo.

Miércoles 12 de agosto de 2009

"Lecciones de vida después de la muerte"

"Existe una razón lógica para todo lo que sucede en este mundo y en el más allá, y todo es perfectamente comprensible. Algún día entenderás el propósito divino del proyecto de Dios". (Lois Pearl) Pág. 33.

Ése fue mi aprendizaje de una experiencia de muerte física que viví a los 22 años.

No vi ningún túnel. Sólo mi cuerpo tendido sobre la cama, y a mi izquierda una luz que me habló. Entiendo que quienes no hayan tenido esta experiencia puedan creer eso que dicen algunos de que se trata del producto de una falta de oxigenación del cerebro. Pero ése es un argumento refutado: quien abandona el cuerpo observa todo lo que sucede alrededor del mismo, a las personas presentes, sus acciones y sus comentarios. No perdamos más tiempo en esto.

Pude ver, completamente sorprendido, que tras lo que yo siempre había considerado como la locura de la vida, había un orden perfecto, hasta en lo más mínimo. Como en la leyenda atribuida a Pedro, desde este lado sólo vemos la parte de abajo de la alfombra, llena de nudos. Cuando vemos el otro lado de la alfombra, descubrimos un dibujo preciso.

No entendí entonces -ni llego a entender aún ahora- "el propósito divino del proyecto de Dios". Todo lo que he leído y escuchado me parecen tonterías. Pero en aquel momento y cada vez que regreso a aquel momento, sé que eso es absolutamente cierto.

La muerte no es más que el abandono del cuerpo. Eso no significa que no exista la muerte como fin de todo. Sí

existe: es la negación del Espíritu. Los muertos no son los espíritus que te rodean. Son los

cuerpos vivos sin nada dentro.

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Miércoles 12 de agosto de 2009

Víctor Jara

En la medida en que son mis manos las que escriben aquí, aquí debe estar presente aquél a quien dicen que le cortaron sus manos.

Cuando M.J. comenzó a llamarme 'Víctor', yo me moría de vergüenza. Entre tantos nombres -pensaba- podía equivocarse con otro. Alguien me dijo que tenía motivos para hacerlo. Aún hoy me sigue avergonzando que me llamen igual que a alguien a quien no llego a la altura de los zapatos.

Víctor regresó a la Luz de donde procedía. Sé que a él le gusta tanto como a mí aquella canción que canta Nacha Guevara: YO TE NOMBRO, LIBERTAD.

Jueves 13 de agosto de 2009

"El viaje"

"Mi madre aprendió que el lenguaje verbal, tal y como lo conocemos, más que una ayuda es una barrera para la comunicación". (Pág. 35).

Creo recordar que era en el Crátilo donde Platón advertía contra la elocuencia. Lo que sí recuerdo sin dudar es el malestar que me producía escuchar al profesor Vallejo-Nájera. ¡Cuántas palabras para no decir absolutamente nada! Lo mismo me ocurrió cuando tuve la osadía de leer un libro suyo.

Por otro lado, existe un cierto tipo de fluidez en la inspiración. Puedo aventurarme a afirmar que la fluidez de la inspiración proviene de la no interferencia de la mente. Lo que así se dice tiene profundidad. En el otro extremo, la verborrea representa la máxima expresión de la mente. Lo que así se dice es plano.

Aunque de las últimas décadas de mi vida hay amplios periodos de olvido, sí tengo algo así como una memoria muy vívida de mis primeras percepciones, siendo un bebé, aún prelingüísticas y, en efecto, recuerdo la inmersión en el lenguaje como una limitación muy importante.

"Mi madre se dio cuenta de que el alma -el de una persona- es la única cosa que sobrevive o importa". (Pág. 36).

Ése fue mi aprendizaje fundamental del año 2008: "Respira, sitúate en el corazón, serénate, y escucha".

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"Suicidarse interrumpe el proyecto de Dios". (pág. 37). No tenemos derecho a quitarnos la vida, porque la vida no nos

pertenece. No es nuestra. Hablaremos más de esto cuando llegue el momento.

Jueves 13 de agosto de 2009

"Lecciones adicionales"

"Ahora entendía que cualquier cosa que le pasara en su vida, 'buena' o 'mala', sería exactamente lo que su alma necesitaba en ese momento para poder progresar. 'Vas a repetir... hasta que aprendas'. Es parte de la evolución". (Pág. 43).

Veamos: para entenderme suelo hacerme una representación que, por tanto, no tiene otro valor que el instrumental. Distingo entre mente (mundo), alma (unión entre el mundo y el cielo) y espíritu (cielo).

De niño, el mundo de los adultos me parecía un teatro, en el que durante cuarenta años intenté participar sin conseguirlo. Reproduzco una página de '¿Dónde están los ángeles?': 18-12-2008 Rebuscando tesoros en el trastero que hasta pocos meses atrás me descomponía y angustiaba, he encontrado un escrito. Habla de una de las meditaciones con F., de la época de Miranon:

dios es un niño que te está leyendo un cuento

- Yo no pienso hacer ningún comentario. Porque anda que el día…

- Desde luego. ¿Qué sentías? ¿Qué ocurría? - Al principio, nada. Llegué a cien. Y no tenía preguntas, ni

dudas, ni ganas de hablar. Estaba bien, en una especie de neutralidad total.

Cuando pasó un buen rato, pensé que igual tú no estabas tan cómodo y que, antes o después, debería abandonar el estado en que me encontraba. Y, como habías hecho una pregunta, a mi vez la hice yo.

- “Dile que soy la no-forma”, me insistía. “Su conflicto es que me busca donde no estoy. Parte de él

mismo soy yo, y esa parte busca en otra persona la no-forma, la posibilidad de serlo todo, de ser cualquier cosa. Esa otra persona es una forma, no es no-forma. No puede, por tanto, ser como yo, como esa parte de él.

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“Cuando llegue a mí habrá alcanzado su plenitud. A partir de entonces, su relación con todo lo existente será perfecta. En todo verá armonía”.

Al preguntar 'quién eres', pensé que respondería algo abstracto, o que diría que no procedía lo de dar nombres…

- “Soy eso que llamáis 'dios'”. Era como si un niño me estuviese leyendo un cuento. No había

–no hacía falta- autoridad, ni solemnidad, ni dificultad… Era lo más recto, directo y fácil que he encontrado en mi vida.

Durante muchos años escribí DIOS con todas las letras mayúsculas. Mi experiencia de hoy me hace pensar que es más correcto escribirlo todo con minúsculas. Era como un niño. No había afecto. Tampoco hacía falta. No había amor, porque había algo superior: identidad, realidad absoluta.

- “Tal vez ahora comprendas mejor tu pasión por los niños”. Habló de Miranon. Dijo que era una puerta hacia 'él/ello'.

Miranon nunca lo había mencionado. Miranon es nuestro mejor amigo.

- “Jesús tenía razón al hablar de mí como 'papá'. En cierto sentido, lo soy. Mi ocupación es cuidar de vosotros tanto como vosotros queráis. Es lo que yo quiero, y así me comparto.

“Ahora sabéis que vendréis a mí. Que no hay riesgo, peligro ni desviación o retroceso posible. Lo sé porque yo estoy –y ahora vosotros también- fuera del tiempo. Y fuera del tiempo estáis aquí.

“Yo soy el Sol que viste” –dijo, con la misma tranquilidad que un niño confiado te diría su nombre.

“Ésta es la experiencia más importante de vuestra vida, el Gran Cambio anunciado”.

Esta experiencia ilustra perfectamente lo que quiero decir. Todo lo que nos ocurre es como el guión de una obra de teatro, como un cuento que alguien nos está leyendo.

¿No es, pues, real, el sufrimiento? Claro que lo es. ¿Acaso no sufren los actores de teatro o los

protagonistas de los cuentos? Tú eres uno de ellos. Yo soy uno de ellos. O eso parece...

El sentido de lo que sucede aparece en lo que Aristóteles llamaba 'la causa final'. En el momento en que tomamos conciencia de para qué sucede algo, la relación entre ese algo y nosotros ya ha cumplido su objetivo. Hacernos conscientes podría ser, entonces, la finalidad de todo lo que acontece.

Progreso y evolución son dos conceptos que no me valen, por decirlo directamente. Ambos son hijos de un paradigma científico (ver 'La teoría de las revoluciones científicas', de T. S. Kuhn). La

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ciencia es la religión más pobre que ha conocido la Historia. No hay nada de malo en que sea pobre, pero sí en que no es otra cosa que una religión, una superstición, una representación del mundo, al fin y al cabo, hija de todas y cada una de sus mediaciones. Como cualquier otra. La diferencia es que es la religión dominante en nuestro tiempo, y quien afirme lo que yo hago se convierte en hereje. Sólo eso.

No creo que la vida tenga que ver con el progreso ni con la evolución, porque ambos conceptos se refieren al tiempo y, finalmente, el tiempo, como dicen los místicos, no existe. Es el último refugio de la apariencia.

Si para tomar conciencia de la causa final, la pregunta que corresponde es ¿para qué?, para tomar conciencia de la causa eficiente, la pregunta es ¿por qué?

A lo largo de mi vida he podido ver algún para qué concreto y no sé si parcial de algunas circunstancias (escenas del teatro, capítulos del cuento), y así he aprendido importantes lecciones; he tomado conciencia. En cuanto al por qué más general, a día de hoy no tengo ni idea. Sólo sé, y eso ya es mucho, que el Plan es perfecto, y que puedo confiar completamente en él. ¿Sabes? El Plan es Dios. Ésa es la noticia.

Jueves 13 de agosto de 2009

Llegaron las tarjetas

No fue el día 11, como dijeron, ni el 12, sino ayer*, cuando por fin llegaron las tarjetas que ¿me llevarán al matadero?

No. Sé que esta vez no será así. Ya no necesito el miedo (aunque siento un cosquilleo... ;-)

A menudo me cuesta contar ciertas intimidades. Me parece que aún así lo hago porque este espacio podría ser mi manera actual de encontrar a mis amigos. Igual no tiene nada que ver con eso. Exponiendo mi experiencia, desde la mayor sinceridad que puedo, tal vez los encuentre. Mis amigos son quienes pueden comprenderme. Al fin y al cabo, mi experiencia es lo único que tengo. Sé que no tiene por qué ser válida para nadie; hasta es posible que ni siquiera lo sea para mí dentro de un momento.

Tengo miedo por lo que estoy haciendo. Tengo miedo de que me hagan daño. El miedo es una forma de sufrimiento, y yo sé cómo se cura eso. Voy a explorarlo, una vez más, en público. Si lo

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que aparece no es prudente compartirlo, no lo haré (al igual como lo que me cuentan las personas con las que participo en las Sanaciones).

Sé que el sufrimiento tiene su raíz en el pasado, que se ha quedado en nosotros en forma de inconsciencia. El camino no es el análisis, la lógica ni el razonamiento, sino permitir que aflore esa inconsciencia.

Voy allá: 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Incomodidad en la parte izquierda exterior del pecho.

Aturdimiento en la frente. Mareo. Angustia desde la garganta hasta el estómago; sobre todo en el estómago.

- Observo y presto atención a todo lo que experimento. Mi angustia aumenta.

- Van a matarme. Van a matarme. Siempre lo han hecho. Están completamente locos. Ellos no quieren sanar. La

enfermedad los vuelve locos". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? "Yo no sé quiénes son ellos. Tampoco es prioritario saberlo.

Saber quién soy es lo prioritario". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Se esfuman los síntomas de antes, y siento que regreso a mi centro.

- Permanezco en mí. Ese mí no soy yo, sino algo más... y diferente.

- Estoy en Mí. Estoy en casa. Cuando estoy en Mí, soy invulnerable".

* Las fechas del blog no coinciden a veces con el horario local.

Sábado 15 de agosto de 2009

"Cosas infantiles"

"Como la mayoría de los niños, estaba convencido de que el universo giraba en torno a mí y a mis necesidades". (Pág. 45).

Son varias las escuelas de psicología que definen al niño como tirano, egocéntrico y cosas similares.

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Se podría decir que ese egocentrismo tiene su origen en la absoluta dependencia del niño: hasta transcurridos unos años después del nacimiento, el cachorro del ser humano depende por completo de quienes le rodean para satisfacer sus necesidades de superviviencia; el periodo y grado de dependencia es mucho mayor que el de las otras especies animales.

Sin embargo, a lo que ahora quiero referirme no es a estas obviedades, sino a considerar desde un punto de vista espiritual el tópico que reproduce Eric. Porque, desde el espíritu, es rigurosamente cierto que el universo gira en torno a ti y a tus necesidades. Siempre. Hasta el punto de que el universo no existe si tú no existes. Así eres de imprescindible y de importante.

El universo nace contigo, y gira en torno a ti: en cada momento te proporciona aquello que necesitas. De hecho, ésa y no otra es la clave de la reconexión: reconectarse es hacer activa y consciente la armonía perfecta entre lo interno de tu ser (eso que tú llamas 'mí mismo') y lo externo de tu ser (eso que tú llamas realidad o universo).

Sábado 15 de agosto de 2009

Silvia

Ayer estuve con mi amiga Silvia en casa de A., otra amiga con la que medité casi a diario los primeros años de estar en este pueblo.

Una vez pregunté a un señor árabe el significado del nombre del pueblo. Me dijo que era algo así como una afirmación de Dios: "Yo tengo mi Poder", referida a un poder nacido del corazón (ése fue su gesto al explicarlo).

Pues bien, A. no conoce nada de La Reconexión. Yo les comentaba ayer que me parecía que La Reconexión era el penúltimo descubrimiento de mi viaje. El último siempre es el descubrimiento de uno mismo.

Hace un instante, A. me ha llamado por teléfono. Me ha dicho que tenía que darme un mensaje: "Te llamo para decirte que sigas haciendo el trabajo que estás haciendo".

Le he pedido que recuerde exactamente la frase que me ha dicho cuando lea el libro, que ya lo tiene en la librería para que vaya a recogerlo. Antes de colgar, no he podido esperarme y le he contado la historia de Fred, y le he dicho cuál fue la primera frase

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que salió por su boca: "Estamos aquí para decirte que continúes haciendo el trabajo que estás haciendo".

Lógicamente, A. se ha sobresaltado al escucharla, del mismo modo en que yo me había sobresaltado antes.

Sábado 15 de agosto de 2009

"Un nuevo camino de descubrimiento"

"Por supuesto que eres médico; sólo que aún no te has dado cuenta.

Mi amiga Debbie Lucian". (Pág. 59). ¿Y qué soy yo? No soy médico. Participo en sanaciones como medio de

aprendizaje. De la misma manera que en el pasado la transformación se basó en supuestos conocimientos y en rituales, las Sanaciones Reconectivas prescinden de todo eso. No interferir es la clave; recibir es la clave. La mística más sublime adquiere aquí dimensiones prácticas y forma de juego. Se acabaron las solemnidades. Dios no es un tipo grave y serio. Dios es un niño que te está enseñando un juego. Los conocimientos son torres de Babel que una y otra vez acaban cayendo. No son los hombres quienes ascienden al cielo, sino el cielo quien se vierte sobre los hombres. ¿Cómo podía ser de otro modo? ¿Acaso saben los hombres cómo llegar al cielo?

Domingo 16 de agosto de 2009

"Si no puedes encontrarlo, estás poniendo demasiado empeño"

"Sin darme cuenta, aprendí una profunda verdad: Si no puedes encontrarlo, estás poniendo demasiado empeño". (Pág. 62).

Sé que es así. Lo he comprobado a lo largo de toda la vida. Sin embargo, para un impaciente como yo...

La paciencia. Una cualidad que nunca he tenido. Me desespero si no encuentro lo que busco.

En el corazón sé que no tengo que encontrar nada, sino más bien dejarme ser encontrado.

Permanecer en el corazón es pues lo único seguro.

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Domingo 16 de agosto de 2009

"Otras indirectas"

"Un discurso rápido parecía no darme tiempo para dudar de mí mismo una segunda vez. En la calma de mi mente llegaban las revelaciones; en la rapidez de mi comentario llegaba el valor de pronunciarlo". (Pág. 63).

Voy a contar otra cosa que me incomoda. En efecto, durante muchos años practiqué algo que no se me ocurre llamar de otro modo que 'recepción de información'. Me parece que casi todo el mundo lo hace, aunque sin darse cuenta.

En mi caso, aparte de cuando sucedía sin buscarlo, también podía predisponerme a que ocurriera. Sólo necesitaba, como dice Eric, dejar que la mente se calmara, para que interfiriera lo menos posible, y permanecer relajadamente atento. En la mayoría de ocasiones, la información llegaba. Lo sigue haciendo. Tras la última Sanación Reconectiva que hice esta semana, la paciente y yo estábamos hablando, ella sentada en la camilla a unos tres metros de mí, y yo en una silla. Sentí que a ambos nos envolvía una especie de nube de... no sé qué. Por supuesto, no dije nada. Pero lo dijo ella: "Siento que estamos envueltos ahora en una nube de energía". No me resulta fácil encontrar las palabras adecuadas para nombrar realidades que hasta ahora no han sido nombradas.

Por otro lado, a veces siento -lo sentía más antes- que la mente interfiere. Eso me hacía dudar. La solución entonces era dejar hablar al cuerpo. Yo no era un oyente de mis palabras. Si así fuera, podría recordarlas. En estos casos, conforme iba pronunciando cada palabra, la iba olvidando. Rara vez me quedaba algún leve recuerdo de lo dicho, de lo escuchado. Tal vez por eso escribo, para poder leerlo yo mismo.

Cuenta Eric más adelante, respecto a Fred: "él escuchaba una palabra, y luego una segunda palabra, y luego una tercera palabra, pero antes de llegar a la cuarta palabra, había olvidado la primera. También le molestaba no poder poner las ideas juntas en su propia cabeza". (Pág. 90).

Ésa es exactamente mi propia experiencia, y la de personas que conmigo han meditado. Durante años lo hicimos a diario (eran meditaciones con otra persona). Llegó el día en que sentí, con claridad, que aquella práctica correspondía a una etapa pasada. Recientemente me vi impulsado a volver a experimentar eso un día. Después de tanto tiempo, me extrañó volver a hacerlo, así que yo mismo pregunté si es que procedía volver a repetirlo habitualmente,

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o sólo de vez en cuando, o únicamente en ese caso. La pregunta la hice yo, y la respuesta vino a través de otra persona: "Éste es un recurso que sólo debéis utilizar en caso de auténtica necesidad. Hacerlo por sistema facilita la interferencia de entidades que sólo buscan confundiros".

Como sucedía normalmente, la persona a través de la cual llegó la respuesta, no fue consciente de la misma hasta que yo se lo dije. Por supuesto que ni ella ni mucho menos yo tenemos la más mínima idea de qué son esas entidades. Pero queda dicho, para que nada se omita.

El único modo que conozco para comprobar la veracidad de la información recibida es la experiencia posterior a la misma. Ciertamente, nada más es necesario. ¿Acaso la verdad es mía?

Domingo 16 de agosto de 2009

La paciencia

1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Una completa angustia en el estómago. Agitación en la frente. Ansiedad cabalgante. Desesperación. Miedo.

- Estoy sorprendido de ver esto. Nunca imaginé que mi impaciencia ocultase estas cosas. Estoy sorprendido, y observo mi sorpresa.

- La paciencia es aliada del crimen. Mientras yo tengo paciencia, suceden las cosas más terribles. Yo sería un criminal si fuese paciente. No quiero ser paciente, a ningún precio.

No me gusta este mundo. Quiero irme de aquí cuanto antes". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? "No es decisión mía cuándo me vaya, me quede o qué haga. Ni

siquiera recuerdo por qué vine. La paciencia es el único camino". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento una angustia tremenda. Desesperación. Ganas de irme. De huir. De salir corriendo.

- Sufro. - No pienso nada. Mi pensamiento está confundido por el

sufrimiento".

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"No es decisión mía cuando me vaya, me quede o qué haga". 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Confusión. En la cabeza. Siento que eso es mentira - Me doy cuenta de que tomo conciencia de que es mentira. - Claro que es también decisión mía. Nada en mi vida se hace

contra mi voluntad, sino con ella". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? "El pensamiento y el tiempo tienen tanta capacidad de

confundir como nosotros les demos. Podemos dejar de lado el pensamiento y el tiempo. Así vamos

accediendo cada vez a una verdad más completa". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento que ése es ahora el camino. - Observo. - No pienso. Sé que podré hacerlo enseguida, a partir de los

nuevos descubrimientos". Del mismo modo en que Eric habla de experiencias

transensoriales o trascensensoriales, para referirse a todo lo que se percibe más allá de los cinco sentidos tradicionalmente reconocidos, podría hablarse de una conciencia transmental y transtemporal, más allá del pensamiento y del tiempo.

Lunes 17 de agosto de 2009

"El fantasma de Melrose Place"

"Observé a esa persona caminar por mi apartamento (mi consultorio), buscar el sitio donde sentía que el fantasma pasaba la mayoría del tiempo, e informar muy educadamente al fantasma de que estaba muerto. Después de eso, él le dijo: "Ve hacia la luz", o algo así. Duró unos 30 segundos.

Fue un domingo por la noche. A la mañana siguiente, entré y vi que las luces estaban sujetas: estaban bien atornilladas y así se quedaron hasta que las quité cinco años después con motivo de una ampliación del consultorio.

El teléfono sonó. Era mi banco. Me habían concedido el préstamo". (Pág. 68).

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Así es. Más allá de los espíritus o fantasmas, todo sucede cuando debe suceder. Ésa debería ser una lección magistral para mi impaciencia.

En el mes de julio, mis circunstancias personales hacían completamente imposible e impensable que pudiese acudir a los Cursos de La Reconexión en Madrid. Ni se me ocurrió rezar para que las cosas cambiasen. Tenía completamente asumido que era imposible, y lo aceptaba sin mayor problema. Pero en un par de días ocurrieron hechos también imposibles que cambiaron una situación que arrastraba desde hacía muchos años. No fue, pues, resultado de mis ruegos a las Alturas. Me parece que en las Alturas conocen a la perfección mi destino. Quien no lo conoce soy yo, aquí y ahora. Por lo tanto, la fórmula sigue siendo la de siempre: quitarse de en medio.

Lunes 17 de agosto de 2009

"Ampollas y sangrados"

"Estas ampollas aparecieron en más de una ocasión. Y en cierto modo, les daba la bienvenida. Eran una manifestación visible de algo que de otra forma no se hubiera visto. Era algo que podía enseñar a la gente y decir. '¿Ves? ¿Ves?'". (Pág. 76).

Pues sí: las sanaciones físicas, los registros (movimientos involuntarios del cuerpo de la persona que está en la camilla, que a veces persisten simpáticamente un rato después) favorecen sin duda que aquellas personas que se identifican con el cuerpo tomen conciencia de estar ante algo completamente nuevo, y de un alcance sustancialmente mayor de lo hasta ahora conocido.

También al sanador le ayudan esas manifestaciones en el cuerpo del paciente, y en el suyo propio. Tal parece el sentido de las mismas: son una etapa hacia algo más grande, una experiencia que favorece el desarrollo de un estado más elevado y real de consciencia. Nos estamos preparando para...

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Lunes 17 de agosto de 2009

"Buscar respuestas"

"El Dr. Weiss me escogió y describió 'la prueba del ojo' que iba a hacer en cada uno de nosotros. Era básicamente una prueba de susceptibilidad a la hipnosis (...)". (Pág. 79).

Creo que ningún hipnólogo me escogería a mí para eso. De hecho, conocí hace bastantes años a uno que, por más que lo intentó, jamás consiguió hipnotizarme. Lo cierto es que la posibilidad de perder el control de mí mismo no me resulta nada atractiva. Rechazo por eso todo tipo de drogas, legales e ilegales, químicas y conductuales. Aún así, la metáfora del sueño y de la hipnosis es una de las que más utilizo para referirme al estado en el que me parece que estamos la mayor parte del tiempo. La última frase de 'Ya viene Urano' es "Vengo a verte despertar". Tal vez en eso estamos...

Lunes 17 de agosto de 2009

"El regalo de la piedra"

"Puedes encontrarme en tu corazón", dijo". (Pág. 89). Llegamos a uno de los puntos clave de la historia y del libro.

Cuando Eric comienza a recibir mensajes a través de Fred, y reclama más información, ésa es la respuesta que recibe.

"Ésa no es una respuesta" -contesta Eric. Entiendo su desconcierto, pero es la misma respuesta que yo recibí explícitamente, día a día, desde comienzos de 2008. Así aparece en mi diario de aquel tiempo.

El corazón no hace referencia a ninguna sensiblería. El corazón al que se refiere es el centro de Uno mismo, su eje. También podríamos decir, cuidando mucho los rollos adyacentes, que se trata del cuarto chakra. No es un lugar físico, aunque apuntar al mismo tiene sus ventajas: "Respira, sitúate en tu corazón, en tu centro, en tu eje, y alcanza allí la serenidad. Observa entonces que nunca ocurre nada", se me decía. Y así es: aunque tu cuerpo se encuentre en medio de un bombardeo, si tu conciencia está en su/tu eje, verás que no sucede nada.

Espero que la imagen que utilizo no favorezca una huida hacia ningún orientalismo. No se trata en absoluto de eso. No se trata de huir de nada, sino de caminar hacia uno mismo, hacia el Todo. Al

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parecer, el sendero comienza justo en ese punto, donde se une la tierra con el cielo. Todas las respuestas están dentro. Fuera sólo podemos escuchar resonancias. El afuera no es sino un espejo del dentro. También es cierto que no conocemos nuestro rostro hasta que lo vemos reflejado en un espejo.

Buscar el criterio fuera es enajenación. Ni en los libros (incluido el que estamos comentando) ni en las experiencias ni en las doctrinas o en las ciencias. Todo está en tu corazón. Siempre. ¿Tienes el valor de verlo?

Martes 18 de agosto de 2009

"Entregándome por completo"

"Había decidido que me iba a entregar a aquello que estuviera pasando a través de mí". (Pág. 94).

Tengo ahora una monumental lumbalgia, pero prefiero posponer la Autosanación Reconectiva y comentar ya esto.

Tal vez en esta frase se resuma la historia de mi vida. Al igual que millones de personas, también yo he vivido profundas experiencias que se salen de lo que el mundo considera razonable. Recientes estudios demuestran que una inmensa mayoría de la población ha vivido alguna vez una experiencia, por llamarla de alguna manera, 'mística'. Algunos infelices se consideran desde entonces una especie de elegidos. El resto calla, por miedo o por vergüenza.

Este silencio autoimpuesto puede acabar estallando, y de hecho así ocurre con cierta frecuencia. No se le pueden poner barreras al mar.

Si escuchas en tu corazón, acabarás sintiendo una voz. ¿Quién te habla desde dentro?

Martes 18 de agosto de 2009

El reloj de mi padre

El pasado fin de semana, mi hermana encontró en su casa el reloj de mi padre. Le di cuerda, pero no funcionaba. No es de extrañar: mi padre dejó su cuerpo físico hace unos dieciocho años.

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Hoy me lo he traído a casa, con la intención de llevarlo a una relojería, para que lo limpiasen y mirasen a ver si podían ponerlo en marcha. Al llegar, lo he dejado junto al ordenador desde el que escribo, enfrente de la camilla donde practico las Sanaciones.

He hecho una con mi hermana, que me ha preguntado antes si todavía estaba allí "el ala" (así llama ella a la forma blanca que apareció hace unos días en una fotografía).

A continuación hemos comido y, después, al irse ella, he regresado yo al ordenador, a recoger el e-correo, y me he dado cuenta de que el reloj de mi padre estaba funcionando.

Aquí lo tengo, junto a mí. Un Omega que quizás esté marcando el fin del tiempo...

Martes 18 de agosto de 2009

"Los comienzos de la investigación"

"(...) los autores de The Living Energy Universe, que plantea la idea de que todo, en cualquier nivel de existencia, está vivo, recuerda y evoluciona". (Pág. 105).

Está bien que cada día más miembros de la comunidad científica abran sus perspectivas. Y todavía está mejor que el Dr. Pearl (Eric) haya facilitado que prestigiosos científicos hayan considerado con el mayor rigor posible la Sanación Reconectiva, en lugar de enfrentarse a ellos.

Ya no hay tiempo para los enfrentamientos. Pero tampoco para perderlo. La ciencia actual está completamente obsoleta. Nunca tuvo nada que decir que mereciese la pena, pero durante siglos impuso su dominio por la fuerza. Ya no es así.

Nada preocupa tanto a casi todo el mundo como la salud y lo que ellos llaman 'vida'. Como cualquier preocupación, también ésta procede del miedo. Y el miedo procede a su vez de la inconsciencia.

Desde que se escribe la Historia, tal como la conocemos, la administración de la salud y de la vida ha estado a cargo de diferentes tipos de sacerdotes: brujos, chamanes, médicos... Todos decían poseer un saber que los situaba por encima del resto, ese resto que al creerlo se convertía en una masa de esclavos temerosos y asustados.

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¿Qué sucedería si, de pronto, sanar de una forma infinitamente más efectiva ya no dependiese de otros ni de su supuesta sabiduría, sino sólo de ti mismo?

Ésa es una de las cosas que están ocurriendo.

Miércoles 19 de agosto de 2009

"Encrucijadas"

"(...) había algo más que simplemente 'curar' a la gente, al menos en el sentido habitual de la palabra curar". (Págs. 105-106).

Por supuesto. Como vamos viendo día a día, esto que llamamos Sanación Reconectiva no es sino el principio más visible de una transformación de un alcance que, al menos yo, no diviso. Sí sé, desde el campo de la epistemología, que comporta una revolución sin precedentes. No se trata sólo de un cambio de paradigma, sino de infinitamente más que eso.

Dime: ¿qué te parece que, de pronto, todos los estudios universitarios de los más cualificados doctores no consigan, ni de lejos, lo que cualquier persona, incluso analfabeta, puede conseguir con la Sanación Reconectiva?

'¡Éste es un conocimiento venido del cielo!' -podría exclamar alguien.

¿Y qué explicación tiene? "No sé" -responde Eric. "Y muy posiblemente, lo que ocurre ahora es que estoy

reconectándome". (Pág. 106). No es arbitrario el nombre que Eric acabó poniéndole a lo que a

través de él (y después también a través de tantos otros) sucedía. Por más que cuando lo hizo quizás no se diese cuenta. Es lo que ocurre. Cada día observo con más claridad lo impersonal de todo esto... "Tú no piensas. Tú eres pensado" -dice 'Ya viene Urano'. Igualmente, tú no vives, tú eres vivido. ¿Aún no te has dado cuenta?

Jueves 20 de agosto de 2009

Gracias

Me dijiste que debía contarlo todo...

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Hace un par de semanas, unos amigos, con los que había hecho una Sanación Reconectiva, me llamaron para pedirme ayuda para un amigo suyo al que habían hospitalizado y desahuciado. "Le dan unas horas de vida. Ya han avisado a la familia".

Yo les dije que si iba al hospital y me ponía a pasar las manos por encima de su amigo, seguramente acabaríamos todos en la cárcel, pero que podía trabajar con él a distancia. Inmediatamente me puse manos a la obra, y no observé ningún cambio. Era un día a media tarde. De madrugada me desperté e hice una segunda sesión a distancia. Entonces sí recibí una información: "El trabajo está acabado".

Sabía que no debía preguntar qué significaba eso, ni quería hacerlo. Tal vez por lo que me indicaría el mensaje siguiente: "Déjame verte volar".

Todos estos días ha estado E. presente en mi pensamiento. Ayer me resultaba casi imposible no llamar a sus amigos para preguntar cómo estaba. Tras una recuperación inexplicable, finalmente ayer -acabo de saberlo ahora- mi amigo en la distancia dejó su cuerpo físico por la tarde. Se recuperó lo suficiente como para poder hablar con quienes le quieren. Y yo le regalé dos libros.

Esta mañana, cuando había alguien tendido en la camilla, me deslumbraba una vez más comprobar cómo detrás de la apariencia de personas, cada uno es un completo universo, de una riqueza fascinante, perfecta e infinita.

La dimensión física es la menos importante. E. sólo ha dejado su cuerpo físico. Porque ya no lo necesita. Sólo eso. E. está ahora más vivo que nunca. Quienes le quieren van a verlo.

Viernes 21 de agosto de 2009

Gemma Sellarés

El jueves 10 de septiembre, y hasta el 13, Gemma Sellarés, representante del Dr. Pearl-The Reconnection en el Estado español, estará ofreciendo una conferencia de presentación y haciendo sanaciones y reconexiones (¡a mí, entre otros!).

Sé que lo que voy a decir puede no resultarle muy cómodo, pero yo, como Sócrates, soy "amigo de mis amigos, pero más amigo de la verdad".

Una de las sorprendentes novedades de La Reconexión es que llega a través de todo el que se atreva. No hace falta tener o creer que se tienen facultades especiales. Es por eso que a menudo

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hablo de lo impersonal del proceso, y del valor de quitarse de en medio.

Sin embargo, en los Cursos de julio en Madrid, Eric vino con "los veinte mejores sanadores del mundo". ¿Hay entonces sanadores mejores y peores?

Veamos: quizás no se trata exactamente de eso. Cuando lleguemos al capítulo correspondiente del libro, veremos que Eric habla de que la sanación reconectiva es una ecuación de tres factores: el que está en la camilla no cambia; Dios o el Universo no cambian; sólo cambia el tercer elemento, el sanador. Por eso, aunque todas las Sanaciones funcionan, ninguna es igual a otra. Eso es lo que hasta el momento me parece.

Y como no quiero que en mi diario haya mentiras, aunque Gemma se enfade voy a decirlo: a nadie de los cientos de personas que asistimos, venidos de un montón de países, nos cabe la más mínima duda de que de esos veinte mejores sanadores del mundo, Gemma es la primera. Para mí es un regalo del cielo conocerla y -voy a terminar de ser sincero- no quiero vivir mi ecuación reconectiva con otra persona que no sea ella. Sé que a todo lo que hace le aporta un valor añadido. Tal vez por eso su blog se llama como se llama: http://lareconexionymas.blogspot.com/

Bueno, ahora me toca esperar que Gemma me perdone por lo que he dicho. Si lo hace, os seguiré dando detalles. Si no lo hace, no os perdáis el privilegio de conocerla.

Sábado 22 de agosto de 2009

Sanación Reconectiva y Reconexión

Una y otra vez a lo largo de los Cursos en Madrid había gente que hacía la pregunta sobre la diferencia entre Sanación Reconectiva y Reconexión.

Yo también recomiendo leer tres veces el libro. No obstante, voy a explicarlo.

1. ¿Qué es la Sanación Reconectiva? Es el tipo de sanación que hacemos los Sanadores

Reconectivos. Habitualmente se trata de que el paciente (que no tiene por qué estar enfermo, sino que basta con que quiera seguir desarrollándose integralmente) se tumba en una camilla y el Sanador Reconectivo utiliza sus manos para recibir algo que, a falta de nombres más adecuados, llamamos 'energías', 'vibraciones' o 'frecuencias'. Eso que recibe el sanador, de alguna manera (a veces

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muy visible) se transfiere al paciente. Los pacientes suelen comentar que, a partir de entonces, experimentan cambios positivos, de todo tipo: físico, mental, emocional, espiritual, vital... A veces una sesión es suficiente. Tres lo son casi siempre. Eventualmente pueden hacerse más en algún caso. Cada sanador cobra por su trabajo lo que le parece oportuno. Como cualquier sanador, lo que se paga es el servicio, no el resultado (impagable siempre).

2. ¿Qué es la Reconexión? Es como llamamos genéricamente al conjunto de experiencias

que comenzaron a manifestarse y ofrecerse en 1993 a través del Dr. Pearl y que, desde entonces, se ha extendido por todo el mundo. También es el título del libro donde se explica. Y también se llama así, y es lo que puede dar pie a la confusión de algunas personas, a una doble sesión que el propio Dr. Pearl recibió aquel mismo año, a partir de la cual, según cuenta, se transformó radicalmente su vida. Esa doble sesión, habitualmente en dos días consecutivos, se recibe una sola vez en la vida, y su precio es el mismo desde entonces: 333 dólares o 333 euros.

Aunque no es requisito indispensable, se recomienda que antes de recibir la Reconexión se hayan recibido entre una y tres Sanaciones Reconectivas.

Toda la información está en el libro. Si algún amigo de este diario quiere aportar algo más para aclararlo, que me escriba.

Un abrazo y bienvenido al número 11.

Sábado 22 de agosto de 2009

"Sanador, enséñate a ti mismo"

En 1994 realicé los cursos del Método S. y, desde entonces, estuve durante dos años practicando sistemáticamente, a diario, lo que llamábamos 'inducción de la sanación a distancia'. También aprendí la llamada 'imposición de manos', que sólo utilicé, con éxito, durante el curso superior, en el que se enseñaba, pero que no me interesó en absoluto. Si tuviera que hacer balance de lo que me quedó de aquello, sería doble:

1.- Como digo siempre, lo imposible se convirtió en irrefutable. Acumulé cientos -o miles- de experiencias personales (pruebas) que demostraban que funcionaba, aunque para la mayoría abonada al sistema de creencias* dominante, resultase, como digo, imposible.

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2.- Comprobé que toda la teoría con la que se presentaba no era más que una bobada.

Más tarde, por curiosidad, estudié R. (utilizo iniciales porque no tengo interés en ofender a nadie. Cualquier experto puede deducir a qué me refiero). Aquí, la parafernalia teórica era incluso más delirante: ¡Decían que era una revelación de Jesús! ¿Te imaginas a Jesús estableciendo grados de maestría y haciendo depender todo del uso de símbolos? ¿No es una blasfemia considerar a Jesús tan estúpido como nosotros?

En el libro, y mucho más en los Cursos, Eric arremete una y otra vez contra todas esas prácticas. Lo hace desarticulándolas con explicaciones, y parodiándolas hasta el ridículo. Lo hace desde el agotamiento. Cuando respira y se serena, reconoce la validez de todo aquello, pero quiere dejar absolutamente claro que esto es algo NUEVO. Refiriéndose a aquellas propuestas, comenta: "Me di cuenta de que eso no es sanar. Es bailar el tango. Y el mundo no necesita otra clase de baile". (Pág. 107)." "Se aprende lo que este sanador pensaba, lo que aquel sanador pensaba y, si se tiene verdadera mala suerte, se aprende también lo que uno mismo debe pensar". (Misma página).

La gente paga para que le digan lo que debe pensar, lo que debe sentir, y hasta quiénes son. La impostura es la norma. ¿Es malo el administrador de intereses que hace eso? ¿Es mala la persona asustada que lo solicita? Probemos a no juzgar, a des-moralizar nuestra mirada, y sólo veremos un juego enloquecido y anacrónico. Ya no es tiempo de jugar a policías y ladrones, a sacerdotes y borregos, por más que aún muchos sigan empeñados.

"No se puede enseñar a sanar". (Pág. 108). "(...) aunque en realidad la sanación no puede "enseñarse", la

capacidad de sanar puede, en cierto modo, "transmitirse" a otros. Por tanto, reconocer y perfeccionar esta habilidad es lo que puede enseñarse (y es lo que estoy tratando de hacer al escribir este libro)". (Misma página).

Una nota más, porque aparece en este capítulo: "Era como si los electrodomésticos estuvieran vivos. La mayoría de la gente sentía que era como si alguien se estuviera comunicando con ellos de alguna manera. Creo que eso es lo exacto. Creo que es como si alguien estuviera diciendo: "Hola. Estoy aquí de verdad. De verdad existimos". (Misma página).

En mi caso, fue el frigorífico. Acabé harto (era pleno verano) y le cambiaron el termostato. Hoy ha empezado a hacer ruido. A mi primer paciente se le rompió la pantalla de un ordenador, en otra le

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salió una raya, y un ventilador que hacía años no funcionaba comenzó a hacerlo solo. Económicamente salimos perdiendo.

*Cuando intervenía en el Foro me llegó inspirada esta sentencia: Somos tan fuertes como débiles sean nuestros sistemas de creencias o, lo que es lo mismo, somos tan débiles como fuertes sean nuestros sistemas de creencias.

Sábado 22 de agosto de 2009

"¿Quién es el estudiante ahora?"

"(...) he descubierto que con unas instrucciones mínimas las personas pueden conectarse con esta energía y usarla como ella quiere que se use". (Pág. 109).

"Como ella quiere que se use". Diríase pues, aunque sea en un sentido metafórico (o no) que tiene conciencia y voluntad. Si no, no podría 'querer' una cosa u otra.

En efecto, parece ser que cuando a lo aprendido, que es de una elementalidad absolutamente básica, se le intentan añadir tonterías (rollos teóricos, rituales, estupideces egocéntricas, etc.), su eficacia disminuye hasta tal vez anularse.

¿Queremos disfrutar de la enorme transformación que se nos ofrece, la mayor de la Historia (re)conocida? Pues debemos admitir unos principios fundamentales, que tal vez representen la esencia de dicha transformación. Entre ellos, algunos que socavan los cimientos del mundo: no es necesario el conocimiento, no existen diferencias entre personas en cuanto a posibilidades, es gratificante y lúdico... Todo lo contrario de lo que hasta ahora habíamos aprendido.

Lunes 24 de agosto de 2009

Tres

Hace unos días, una amiga, en una librería, me ofreció regalarme un libro. Giré, sin intención, mi cabeza hacia la izquierda, y mi mirada se posó directamente en el pequeño lomo violeta de un librito que era el número 33 de su colección. "¡Vaya, mi número!" -pensé, “como siempre”. Me fijé entonces en el título: 'La voz del

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desierto'. Me gustó muchísimo; el desierto es mi amigo. Elegí pues el libro, que presté a alguien antes de leerlo yo.

Ayer me lo devolvió y pude por fin hojearlo. Vi que se trata de una colección de breves reflexiones. ¿Sabes cuántas? Pues sí: exactamente 333.

Transcribo esta última: "Si se te ha concedido un don, no te enorgullezcas, pues gratis lo has recibido. Si no lo haces así, el don te será quitado y concedido a quien sepa agradecerlo, pues todo es gracia".

La cita da de sí lo suficiente como para excusarme de decir algo más. Pero si lo hiciese así, por omisión estaría mintiendo. Me incomoda muchísimo hablar de esto, pero debo dejar dicho que, cada vez que en el pasado pregunté a mi voz interior por algo cuantificable, la respuesta siempre era 'tres'. Supongo que es un símbolo, de no sé qué. Y, vaya por Dios, ahora me toca reproducir una línea de 'Ya viene Urano': "(...) en tres tiempos volveré".

Para quien pueda entenderlo... (yo aún no, de momento).

Lunes 24 de agosto de 2009

¿Espiritualidad?

La moda de la Nueva Era nos ha traído a una legión de pseudomaestros, auténticos vendedores de cabras o machos cabríos.

Por fin, tras muchos intentos, he sido capaz de leer un libro de Deepak Chopra. Se trata del último: 'Jesús'. Gracias a Dios, he encontrado cosillas interesantes (no he perdido el tiempo). Sin embargo, el balance final sigue siendo el mismo:

1.- Hay que ser 'espiritual'. 2.- Yo te doy una receta de cómo serlo. 3.- ¿Para qué hay que ser 'espiritual'? ¡Para tener mucho

dinero! Tal vez en los países latinos, la influencia de la ideología

católica nos lleva a cierto elogio de la pobreza. Es en estos países donde puede surgir la Teología de la Liberación. Max Weber ya dio cuenta de lo diferente que era en el norte en 'La ética protestante y el espíritu del capitalismo'.

No me parece que este tema merezca más atención: ¿De verdad hay alguien que cree que puede ocultar su corazón a Dios? ¡Cuánta muerte y cuánto muerto!

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Martes 25 de agosto de 2009

"Dime más"

"En su mayor parte, lo que percibía era que nadie "sabía" realmente". (Pág. 113).

Las personas que hemos tratado de encontrar explicaciones a experiencias propias que nos parecían poco comunes, lo que hemos hallado, casi siempre, ha sido exactamente eso. Si nuestro miedo ha sido tan grande que nos hemos dejado en manos de otros, la perdición puede haber llegado hasta el último infierno. Por un lado, la (in)consciencia dominante rechaza de plano lo que sucede. Pueden remitirte a quienes ejercen de profesionales de la salud, cuya inmensa mayoría no te ofrecerá más luz que su propia oscuridad. Sólo la Psicología Transpersonal se ocupa de esto, pero hay muy pocos expertos, la mayoría les margina y, si tropiezas con algún tratado de Ken Wilber, igual te dan ganas de suicidarte. Una vez más, cuántas palabras para no decir prácticamente nada...

Agotada la vía oficial, puedes recurrir a las alternativas... y que Dios te guarde. Los mismos perros (ignorancia y arrogancia) con distintos collares. Por supuesto, no siempre.

¿Qué sentido tiene este calvario? El aprendizaje y el autodescubrimiento (¡por fin tengo una

respuesta!, o eso creo...). Como decimos, no siempre es así. Si tienes suerte puedes

encontrar a personas que de verdad te ayuden y que hagan tu camino mucho más fácil. Pero entonces no aprenderás lo difícil que puede ser para otros...

"(...) en lugar de mirar realmente este fenómeno, querían explicarlo desde los parámetros cómodos de su fe específica o sistema de creencias". (Misma página).

Claro. Tratamos de comprender lo que no comprendemos a partir de aquello que creemos que comprendemos. ¿Cómo iba a ser de otro modo? De ahí la imposibilidad de guardar el vino nuevo en odres viejos. De ahí el requerimiento de la transformación interna.

"Había observado y escuchado a mis pacientes lo suficiente como para saber que los ángeles eran reales". (Misma página).

Éste es uno de los momentos en que el Dr. Pearl se pasea por el filo de la navaja. ¿Acaso será otro alucinado como el Dr. Moody o el Dr. Weiss? ¿Qué comen los médicos americanos para volverse locos? Uno dice que hay vida tras la muerte, otro dice que hay otras vidas, ¡y éste dice que existen los ángeles!

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"Hemos venido por tu reputación", fue la última y no menos importante de las frases recibidas por Pearl a través de cincuenta pacientes. Pearl es un valiente. Yo lo sé. ¿Tú lo sabes?

"Las entidades estaban dispuestas a hablar sobre la mayoría de las cosas, aunque las canalizaciones eran solamente una fuente de información. Finalmente, descubriría otra fuente de información, que moraba en lo más profundo". (Pág. 114).

Ésa fue la respuesta que llegó a través de Fred: "Puedes encontrarme en tu corazón". (Pág. 89). Si en el momento de escucharla no le valía, sí llegó a ser la respuesta más válida con el transcurso del tiempo.

Internet ha posibilitado la moda de las canalizaciones hasta un extremo inimaginable. Millones de ellas circulan cada día, la mayoría con los más increíbles disparates.

Es en este capítulo donde Pearl ofrece la definición más amplia acerca de lo que él llama La Reconexión. Yo he necesitado leerla muchas veces:

"La Reconexión es el proceso aglutinador de reconectar al universo que permite que la Sanación Reconectiva tenga lugar. Estas sanaciones y frecuencias evolutivas son de un nuevo ancho de banda y son traídas a través de un espectro de luz e información que nunca antes ha estado presente sobre la Tierra. A través de La Reconexión es como podemos interactuar con estos nuevos niveles de luz e información, y es a través de estos nuevos niveles de luz e información que somos capaces de reconectar". (Pág. 114).

Miércoles 26 de agosto de 2009

"Cuerdas y hebras"

"Desde el punto de vista multisensorial, las percepciones, las intuiciones, las corazonadas y las inspiraciones son mensajes del alma, o de inteligencias avanzadas que asisten al alma en su viaje evolutivo". Gary Zukav. (Pág. 117).

Tal vez el señor Zukav tenga razón. Pero quiero matizar algunas cosas:

1.- ¿Cómo distinguir las percepciones, intuiciones, corazonadas e inspiraciones de la basura procedente de la mente? A mí no me resulta fácil, y no me gusta jugar a adivino con mi vida ni con la de nadie. Hasta la fecha, el único criterio completamente válido es la verificación experimental a posteriori: si lo anunciado se cumple, era

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cierto; si no, no lo era. ¿Constituye esto una desventaja, o una característica? Tiendo más a lo segundo. Si fuese lo primero, se trataría de una herramienta de poder. Siendo lo segundo, representa una invitación a la confianza y una exigencia de eliminación del juicio.

2.- No hay propiamente "viaje", porque no hay propiamente tiempo. Mucho menos, "evolutivo". Comprendo hasta qué punto es fácil engancharse a esta apariencia.

Una nota personal: el otro día me preguntaba en qué había cambiado mi vida desde que investigo y practico la Sanación Reconectiva. Al día siguiente, un inquisidor me escupía la misma pregunta. Creo que en lo que más ha cambiado es en que los milagros (los hechos imposibles) ya no me alteran. Siempre los hubo en mi vida, a veces concentrados en algunas épocas, y no me hacían sentirme especial ni elegido, sino raro y excluido. Cuando arreciaban en frecuencia, me llevaban al límite del desasosiego, de la desesperación y de la locura. A veces también ocurrían en menor medida a personas de mi entorno. Ahora los hechos imposibles suceden cada día, son de dimensiones mayores, más frecuentes también en mis cercanías y, lo que es nuevo para mí, no me alteran. Ni siquiera les presto atención. No tienen, conscientemente, más poder que el de la anécdota. Aunque no sé si interiormente...

Jueves 27 de agosto de 2009

"Lo que hay más allá"

"Queremos saber siempre el "cómo" y el "por qué", incluso cuando las respuestas no nos hacen ningún bien. Y a menudo no lo hacen. A menudo "cómo" y "por qué" pueden ser dos preguntas sin importancia". (Pág. 117).

Esa voluntad de saber, compulsiva y reactiva, procede del miedo. Explórala y lo comprobarás por ti mismo. Por otro lado, ponte tú en el lugar del maestro: si tuvieses que enseñar a tus alumnos unas habilidades y realidades que ellos considerarían del todo imposibles, ¿no te parecería más eficaz y prudente, en lugar de soltar un rollo teórico efectivamente incomprensible, invitarlos a experimentar, de manera que sus vivencias volviesen irrefutable eso que ellos consideraban imposible y, por otro lado, ir revelando lo nuevo sólo al paso y al ritmo que ellos pudiesen ir

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comprendiendo, sin traumas ni confusiones innecesarias? Pues justo así es como estamos aprendiendo.

"Quizá incluso fuera contraproducente. Pero había pistas, encantadoras indirectas que voy a compartir contigo". (Misma página).

Supongo que así actúa un buen maestro: no te ofrece la imagen completa, sino piezas del puzzle para que tú las ordenes y vayas pidiendo, en cada momento, las que veas que te faltan para ir rehaciendo el cuadro. ¿No es el modo más respetuoso de aprender que puede esperarse? Eres tú quien descubre. La experiencia es siempre tuya, enriquecedoramente intransferible. Cada ser, un co-creador en potencia. O un re-creador, despertando del olvido...

"Hasta ahora, la mayoría de nosotros solamente ha sido consciente del universo que habitamos. A través de las nuevas frecuencias reconectivas, ahora podemos interactuar con otros niveles o dimensiones... conscientemente". (Pág. 121).

Difícilmente se puede decir más claro algo tan arriesgado. Eso es justamente lo que se experimenta en la Sanación Reconectiva. Esta semana, una paciente comenzó a mover violentamente ambas piernas, arriba y abajo, tendida sobre la camilla. Parecía que, de cintura para abajo, le hubiese dado un ataque de epilepsia. Temí que se asustase y que saliese corriendo. Yo, que estaba cerca de sus pies, me fui al otro lado, a ver si así cedían los movimientos. En efecto, fueron cediendo. Al acabar la sesión y preguntarle qué había experimentado, me dijo que notó que algo entraba por su pie izquierdo, y que había movido ligeramente esa pierna. ¡Ligeramente "esa pierna"! ¿Dónde estaba ella para no darse cuenta de los movimientos de su cuerpo? Yo, a día de hoy, no tengo ni idea. Sé, y ella también lo sabe, que se inició una transformación personal mucho tiempo esperada. Como siempre, también aprendí de su experiencia.

Viernes 28 de agosto de 2009

"Prestar atención"

"Los problemas significativos que tenemos no se pueden resolver en el mismo nivel de pensamiento en que los creamos". Albert Einstein. (Pág. 121).

Si a Einstein le hubiera interesado la filosofía alemana contemporánea, tal vez habría utilizado la expresión 'dialectizar las variables de la experiencia'. La ciencia no es un saber que se haya

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acumulado a lo largo de los siglos, sino que cada cultura tiene una ciencia que es producto del paradigma que la define. No por estar en el siglo XXI sabemos más, sino que sabemos de otro modo. Es del todo posible que en otras épocas, desde otros paradigmas, sí tuviesen respuestas para cuestiones que ahora nosotros no tenemos.

Precisamente cuando el número y la importancia de 'problemas' que se plantean en una cultura llega a ser excesivo, ésta entra en crisis, es decir, en una necesidad imperiosa de cambio.

¿Está ocurriendo eso en nuestra cultura? Yo no lo sé. Sí sé que lo que comporta el marco más amplio

donde La Reconexión tiene cabida, supone una revolución infinitamente mayor que todas las conocidas en la Historia oficial que padecen los niños en los colegios.

Viernes 28 de agosto de 2009

Lo rat penat

Ayer a mediodía, al regresar a casa de renovar el pasaporte, me encontré a mis vecinos rodeando la puerta: "Vas a tener problemas para entrar", me dijo, divertido, J. Observé que hacia la mitad de la misma había algo negro, como de unos quince centímetros de largo y cinco de ancho. Al acercarme más y ver la actitud de la gente, confirmé que se trataba ¡de un murciélago!

M. lo tocó con suavidad con el extremo del bastón de su padre, pero el animalito se resistía a desengancharse, y mostraba sus dientes. Finalmente cayó al suelo, parecía mareado, y J. lo metió en una caja, para mantenerlo allí hasta la noche, y lanzarlo entonces al vuelo. Le hizo fotos con su móvil. Me dijo anoche que me las pasaría, pero aún no las he recibido.

Esta especie de vampiro no me parece bonito. Pero, fíjate qué curioso, durante estos días estoy preparando mi traslado a València, y el murciélago es uno de los símbolos de esa ciudad, presente en su escudo. 'Lo rat penat' es como se le llama.

Tres semanas atrás, M. estuvo unos días en casa. Una tarde, según me contó, mientras yo había salido un momento, entró por la ventana una golondrina. M. se quedó muy sorprendida, y temió que si se movía, el pajarillo podría asustarse y hacerse daño si no encontraba enseguida la ventana. Sintió una atmósfera de silencio, y que algo le decía que se acercase y pusiese su dedo cerca de la

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golondrina. Así lo hizo, y en efecto ésta se subió a su dedo. La llevó hasta la ventana, desde donde retomó el vuelo. M. estaba muy impresionada, y molesta de mi risa (suelo reaccionar con burla ante cualquier amenaza de solemnidad).

Hablando de M., hay algo pendiente de contar desde hace mucho tiempo: siempre decimos que la Sanación Reconectiva es algo nuevo y diferente. La gente tiene una tendencia natural a compararla con cosas que conoce, y se refieren a 'energías' (¡Dios, qué poco me gusta esa palabra!) u otras terapias.

Desde mi experiencia personal, el mayor número de puntos de contacto se produce con la Terapia Cráneosacral. Me explico: hace unos años, M. estaba realizando las prácticas de sus estudios de esta especialidad, y me pidió que yo hiciera de conejillo de indias. Me tendí en la camilla y cerré los ojos. Yo no sabía nada de en qué consistía, y esperaba un masaje en el cráneo, por el nombre...

Sentí un calor tan intenso en la planta de los pies que pensé que M. había acercado demasiado una estufa, y abrí los ojos. No había estufa: a mis pies estaba ella, sin tocarme, observando. Sonrió al ver mi cara de extrañeza. Algo parecido, pero mucho más ligero, sentí después en los hombros y en la cabeza, hacia donde ella se había desplazado y, enseguida, mi codo izquierdo empezó a moverse, cada vez más rápido, de abajo arriba, sin parar, hasta llegar a una gran velocidad. Así estuvo un buen rato. Yo no entendía lo que pasaba, pero estaba seguro de que M. sí. Por fin cesó el extraño movimiento. M. me dijo que abriese los ojos y me incorporase cuando quisiera. Le pregunté qué había pasado, y me respondió: "No sé".

Hasta entonces, en los últimos años, yo había tenido una considerable pérdida de sensibilidad en tres dedos de la mano izquierda, que comencé a recobrar desde ese momento.

M. me ha hablado a veces sobre su trabajo, que yo, por circunstancias, estoy estudiando ahora. Si las semejanzas con la Sanación Reconectiva son marcadas en algunos aspectos, no menos lo son las diferencias: en la Terapia Cráneosacral existe un 'cuerpo teórico' que no hay en la Sanación Reconectiva y, también a veces, esa solemnidad que me hace sentirme incómodo.

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Sábado 29 de agosto de 2009

La frase y la foto

Esta tarde he visto a Joel y me ha dicho: "Tengo que darte una mala noticia: el murciélago vino a la puerta de tu casa para morir".

Me han impresionado sus palabras. Hace años, antes de conocerlo, vi una foto suya que me enseñó su madre, y me pareció uno de esos niños tan avanzados con los que en los últimos años a menudo nos encontramos. Es como si todo lo que dicen estuviese cargado de significado. Un significado que, doy por hecho, conscientemente ignoran, como lo ignoro yo mismo.

Sé que en València, la ciudad del murciélago, sólo trabajaré unos meses. Después me iré fuera.

Joel me ha contado que Amanda (su hermana) y él enterraron al animalito y rezaron por él.

Por fin me ha pasado la foto, y me ha pedido que escriba sus nombres completos, no sólo las iniciales.

¿Alguna vez has sentido que vives rodeado de ángeles? No es fácil ser un ángel en el mundo...

Sábado 29 de agosto de 2009

"Trans-sensoriales o trascendensensoriales"

"No sólo somos nosotros los que hacemos la transición, sino que ayudamos a otros en su transición a seres humanos trans-sensoriales, o trascendensensoriales. Los estamos llevando al otro lado de o más allá de sus sentidos básicos". (Págs. 122-123).

Impecable. Lo cierto es que tal transición no se produce en la realidad, sino en la consciencia. Quiero decir que siempre hemos sido trans-sensoriales, lo que ocurre es que no sabíamos cómo serlo. No sabíamos cómo ser como éramos.

"(...) para existir por encima de e independientemente de la experiencia material". (Pág. 123).

Nuevamente impecable. Suspiro al escribir esto... ¡qué liberación, por fin!

No haré más comentarios de estos dos párrafos lapidarios. Me llega el recuerdo de algo que mis manos escribieron hace ahora 21 años:

Se acerca septiembre. ¿Qué haré cuando llegue,

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con este equipaje de amores, de cuerpos para los que necesito el beso absoluto? También me viene quien me puso el nombre. No sé si lee este

diario. No necesita hacerlo, porque en su corazón lo sabe todo: regresé al cementerio para reencontrarme con mis antepasados. Con ellos conocí la paz y la fuerza. Es sólo mi cuerpo el que emprende un viaje. Los míos vienen conmigo, y yo permanezco en ellos. SIEMPRE.

Domingo 30 de agosto de 2009

"Las grandes preguntas"

"Cuando uno trasciende sus cinco sentidos básicos, aprende a comunicarse mediante conceptos y acepta el hecho de que algunos de ellos no pueden definirse con nuestras palabras. Nuestra dimensión limita nuestro lenguaje". (Pág. 125).

No sólo es cuestión de lenguaje. Nietzsche hablaba de la 'cantidad de verdad' que podía soportar un ser humano. También se trata de eso. Si vivimos rodeados de muertos, de cuerpos vacíos, en los que no encontramos más que historia y tiempo, seguramente no nos resultará tan fácil como si estuviéramos en una comunidad de despiertos. De ahí mi urgencia de salir del cementerio: no me interesa el espiritismo, y mucho menos la necrofilia. Aún estoy, casi siempre, rodeado de muertos, rodeado de cuerpos. Me merecen todo el respeto, desde el más absoluto desprecio. Yo elijo la Vida. Yo elijo el Espíritu.

"Deja a los muertos con los muertos".

Lunes 31 de agosto de 2009

"Energía y espíritu"

He repetido varias veces lo incómodo que me siento con la palabra 'energía'. El tipo de incomodidad que siento es mi brújula interna, la única que tengo, que me señala que algo es mentira, y me empuja a no quedarme con ello.

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"En primer lugar, permíteme puntualizar que en realidad a la palabra energía no le doy la menor importancia en lo que respecta al trabajo de sanación". (Pág. 126).

Estoy completamente de acuerdo. Si de energía se tratara, mucho más fácil sería recurrir a bebidas o alimentos estimulantes, o a cualquier tipo de drogas. La energía se refiere al cuerpo.

"Las frecuencias de este continuo de reconexión no se hacen más débiles con la distancia". (Misma página).

Claro que no. Yo practico la Sanación Reconectiva a distancia, y funciona exactamente igual que la presencial. Y, cuando la hago, en modo alguno 'envío energía'... ¿Qué 'energía' podría enviar yo, si ni siquiera sé lo que es eso? Vaya rollo científico o pseudocientífico, que para el caso es lo mismo...

"(...) no estamos hablando sobre el uso de la energía per se, sino sobre la transferencia de información". (Misma página).

"(...) la Sanación Reconectiva se sale del ámbito de cualquier forma de sanación energética". (Misma página).

Tal vez, como alguien me acusa, yo soy más exigente con las palabras. Entiendo que experimentemos sensaciones. Si me preguntas '¿experimentas sensaciones?', la respuesta es un rotundo sí. Si me dices que es porque me has enviado 'energía', te responderé que no comparto tu manera de expresarte. Seguramente nos hemos comunicado de una forma que no entendemos, porque se sale de los parámetros que nos han enseñado. Pero eso es infinitamente más valioso e importante que la tontería de la energía. Pido excusas si molesto... Me siento más cómodo en el 'no sé' que en una explicación que me huele a rancia.

"La Sanación Reconectiva está mucho mejor ubicada dentro del campo de la sanación a través del espíritu o la espiritualidad". (Misma página).

Sí. E incluso eso no es más que una forma de hablar, algo menos incorrecta. No le pidamos al lenguaje que sustituya a la realidad, porque no puede hacerlo.

"Por lo que sé hasta ahora, la mejor manera de definir lo que está ocurriendo es 'intercambio de comunicación/información espiritual'". (Misma página).

Pues eso... Ya veremos.

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Martes 1 de septiembre de 2009

"Frecuencias"

"Según sintonizamos (entramos en armonía) con las nuevas frecuencias de energía, empezamos a sentir cambios dentro de nuestro cuerpo". (Pág. 128).

Ésa fue al parecer mi experiencia: todavía no había acabado la primera lectura del libro cuando, tras hacer el ejercicio de sentir la energía entre las manos (que ya había practicado en 1994), salí a la calle y mi pie izquierdo se apoyaba correctamente, también por primera vez en mi vida. Me consta que cosas similares le suceden a mucha gente.

"En cada caso, los sistemas de retroalimentación se desarrollarán a su manera a partir de la paz y la calma. La sincronización, la alineación de fuerzas y campos, la comunicación de luz e información, aparecerán y muy probablemente se abrirán camino por sí mismas hasta que las percibas.

"¿Cómo se producirá esta sintonización en tu caso? ¿Qué puedes hacer para que tu cuerpo -mejor aún, tu auténtico ser- sea consciente de las nuevas vibraciones y pueda actuar como su canal?". (Misma página).

"A partir de la paz y la calma". Esto es para mí muy importante, porque, en efecto, yo ya había experimentado hechos imposibles otras veces en mi vida, pero esas experiencias venían mezcladas con confusión y miedo. En este caso es completamente al contrario.

Qué curioso: entre la gente con la que practico la Sanación Reconectiva abundan quienes esperan tener algún tipo de experiencia no ordinaria. Ése nunca fue mi deseo. Excepto en los Cursos que realicé con Pearl, en los que ya había perdido, al parecer, la mayor parte del miedo.

"Una vez entrado en materia, tus sensaciones se hacen cada vez más claras. (3) Puedes no sentir nada hasta un poco después: tres días, tres meses o quizá más". (Pág. 129).

En el tiempo que llevo practicando la Sanación Reconectiva, una inmensa mayoría de personas comienza a percibir cambios de inmediato, incluso desde la misma camilla. Sé que eso no importa, pero así viene sucediendo.

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Martes 1 de septiembre de 2009

Reconnecting València

¿Has visto una película titulada 'Imagining Argentina'? Como algunas otras, utiliza una forma aparentemente fantástica para contar la realidad. Cuando la mentira domina, a veces, lo más prudente es disfrazar la verdad de cuento. Se trata de una estrategia para que llegue a quien debe llegar, y para que a los demás les pase desapercibida. Porque la mentira también es un derecho y, si no lo respetas, puedes ser agredido. 'Deja a los muertos con los muertos'.

El jueves día 10 de este mes de septiembre, en València, Gemma Sellarés, representante del Dr. Pearl-The Reconnection en España, ofrecerá una conferencia. Dios mediante, yo estaré con ella y con quienes acudan.

Estos días pienso frecuentemente qué diría yo a un auditorio dispuesto a oír hablar sobre la Reconexión. Yo, lógicamente, me centraría en la Sanación Reconectiva, que es de lo que tengo experiencia propia. Pero tampoco podría contarlo todo. Cuando hice los Cursos para ser Sanador Reconectivo, después de cada pausa, uno de los veinte mejores sanadores del mundo subía al estrado y explicaba alguna de sus experiencias. Cuando ya llevaba varias oídas pensé que algo fallaba: ¡Si lo que yo puedo contar llega diez veces más lejos! ¿Qué pasa, que los mejores del mundo sólo pueden contar 'eso'?

No. Seguro que tenían para contar mil veces más que eso. Pero si lo hiciésemos, difícilmente nos creerían. Y no tenemos ninguna necesidad de que nos crean. Mejor limitarnos a invitar a que cada cual viva su propia -e irreversible- experiencia. La valentía tiene su premio.

Martes 1 de septiembre de 2009

"Descubrir la especificidad"

"Por alguna razón, la energía del grupo -particularmente la de un grupo que todavía no posee las nuevas frecuencias- altera o amortigua las frecuencias específicas que realmente dan lugar a la sanación". (Pág. 131).

¿Se me permitirá decir que las llamadas 'energías' anteriores, en su mayoría, se generan desde la actitud del miedo?

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Por otro lado, si de verdad estuviésemos tratando con energía, la suma de la misma incrementaría el resultado, y aquí sucede lo contrario. Deja 'la energía' a un lado... No la necesitas. Vales más que eso.

"Estas nuevas energías funcionan a unas frecuencias de vibración concretas y la mezcla con otras frecuencias no les ayuda". (Misma página).

"(...) tienen una especificidad, algo que las diferencia de las otras a las que hemos tenido acceso en este planeta hasta ahora". (Misma página).

Tampoco a mí me ayuda que, incluso en el argot de La Reconexión, utilicemos, a falta provisional de otros más adecuados, el dichoso término 'energía'.

Ayer me llamó alguien pidiéndome información. No había leído el libro, ni visto la web... Se empeñaba, una y otra vez, en decir que se trataba de energías. Y se enfadaba cuando yo le mostraba mi respeto por su utilización de esa palabra. También se enfadaba si le decía que, desde mi punto de vista (y también de Pearl, como vimos), no se trata exactamente de eso...

Además, como tantas veces, quería que se pareciera al R. No, por favor. Aquí no hay símbolos, ni rituales, ni maestrías, ni hace falta pagar nada a nadie para aprenderlo y practicarlo. Supongo que ése es el origen del desconcierto... Recuerdo a Pearl cuando, en los Cursos, dijo: "Esto es así de sencillo, y así de sencillo funciona. Quien añada una sola palabra, lo único que pretende es sacaros dinero. ¿Queréis que lo repita? Esto es así de sencillo, y así de sencillo funciona. Quien añada una sola palabra, lo único que pretende es sacaros dinero".

"Posteriormente, al trabajar con muchos de aquellos sanadores, descubrimos que, una vez embarcados en estas nuevas energías, las vivencias de grupo adquieren una dimensión completamente nueva... o, mejor dicho, unas dimensiones". (Misma página).

Cuando leí por tercera vez el libro, fui subrayando los párrafos con los que quería conversar en este diario. El de arriba lo señalé porque no tengo experiencia consciente de eso. Creo que, por el momento, me he perdido algo. Cuando hice los Cursos, junto a Pearl y los veinte mejores sanadores del mundo, había cientos de personas llegadas de muchos países. He leído en algunos lugares que en esos encuentros se genera una atmósfera especial. Tal vez yo disfruté y me beneficié de ella sin darme cuenta. Toda mi atención estuvo en mi experiencia interna. La verdad es que me gustaría volver a estar presente en los Cursos, sobre todo para releer entre líneas los comentarios de Eric. Llevar en esto desde el

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principio proporciona una experiencia que me parece muy valiosa, y pude ver y oír cosas que me interesan más incluso que la propia práctica de la Sanación. En algún momento las iremos comentando.

Miércoles 2 de septiembre de 2009

Energías, sensaciones y trans-sensaciones

Veamos: Tú, en el papel de sanador, experimentas sensaciones (en las

manos, por ejemplo) y trans-sensaciones (experiencias más allá de los cinco sentidos reconocidos por la mayoría en nuestra (in)cultura y en nuestro tiempo; no así en otros tiempos y culturas).

Si adoptas el papel de paciente, exactamente lo mismo (registros incluidos, que podrían verse como el punto de encuentro de las sensaciones y de las trans-sensaciones, al experimentarse directamente en el cuerpo físico, pero ser involuntarios y, a veces, inconscientes).

Dime entonces: ¿para qué demonios me sirve considerar que hay 'energías'?

Sí, puedo verlo: imaginas que algo llega 'de fuera'. Pero, amigo, amiga, el afuera realmente no existe. Si aún crees en el afuera, es porque mantienes el prejuicio del cuerpo, porque crees, pobre de ti, que eres el cuerpo.

Dime: ¿de verdad eres el cuerpo?

Miércoles 2 de septiembre de 2009

"El gran cambio"

"Tanta confirmación sirve de prueba para el muy verosímil concepto de una Inteligencia Universal con la que algunas personas -las que se permiten ser suficientemente abiertas- pueden conectarse fácilmente". (Págs. 133-134).

Si dejas de respirar, te mueres (tu cuerpo muere). ¿Alguna vez has enseñado a tu cuerpo cómo respirar? Si el corazón deja de latir, el cuerpo muere. ¿Es verdad que das instrucciones precisas al corazón para que lata eficazmente?

La mayoría de nosotros no tenemos ni idea de cómo es el proceso respiratorio o cómo late el corazón. Sin embargo, nuestro

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cuerpo respira y nuestro corazón late. Por lo menos, hasta que deja de hacerlo, cosa que tampoco decidimos nosotros. ¿Hay algo más arrogante que el conocimiento? Jugamos a que sabemos, pero no sabemos nada. Ni, en lo sustancial, decidimos nada. Mantenemos ese juego porque vivimos muertos de miedo. Creemos que si somos sinceros nos sentiremos completamente perdidos.

¿Es así realmente? ¿Es verdad que estamos perdidos? No. Si somos lo suficientemente sinceros ("La verdad os hará

libres"), podremos reconocer el otro aspecto: no sólo nuestra ignorancia, sino también 'Su' sabiduría (escribo el 'Su' en mayúsculas no porque me refiera a Dios, sino para recalcarlo). Hay una inteligencia perfecta en la respiración y en los latidos, infinitamente superior a la humana que ha diseñado tantas tonterías para distraerse y olvidarse de sí misma (la distracción, la diversión, es la tarea del mundo). Y hasta quizás esa inteligencia perfecta decida lo que nosotros no decidimos: por ejemplo, cuándo abandonamos el cuerpo, o el curso de las estrellas (es lo mismo).

'Sí, parece que puedo ver un orden perfecto en muchas cosas, pero... ¿y la injusticia?'.

Suspende por un momento el juicio. "El Juicio Final es, en realidad, el final del juicio"*. Suspende por un momento ese juicio que, lo sabes, tantas veces te ha llevado a equivocarte. Suspende el juicio, y mira sin miedo: si eres lo suficientemente abierto (ésta es la única acepción de 'fe' que puedo asumir: ser abierto. Creer en lo que no puede creerse no me parece una virtud, sino una predisposición al autoengaño y a la locura), igual ves otras cosas.

¿Qué cosas? No me pidas que mire por ti; tú tienes tus propios ojos.

* ('Ya viene Urano').

Jueves 3 de septiembre de 2009

"Para dar, tienes que recibir"

Esto se pone cada vez más interesante: "Resulta que tengo que mirar dentro de mí mismo para

encontrar la mayoría de las respuestas". (Pág. 135). Pues sí. Exactamente.

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¿Quieres que te cuente un secreto? 'Dentro' es todo. Desde el cuerpo, dentro y fuera son distintos. Desde el espíritu, dentro y fuera son lo mismo. Porque todo es espíritu, incluido el cuerpo.

"La gente me decía: 'Vaya, hoy estás deprimido, así que no va a haber sanaciones'.

"Y yo explicaba: 'No, estoy deprimido porque hoy no hay sanaciones'". (Misma página).

"(...) imagina mi sorpresa al darme cuenta de que para acelerar las sanaciones tenía que quitarme de en medio y dejar de controlarlas. Tenía que dar un paso más y dejar que un Poder más elevado se hiciera cargo". (Pág. 136).

'Quitarse de en medio'. Ésa es una de las razones por las que me apasiona lo que llamamos Sanación Reconectiva (que no es, finalmente, sino una experiencia). A la basura todos los protagonismos, espejos del miedo. 'Yo'. 'Yo'. 'Yo'. Pues No. No. No.

¿Empiezas a saborear ya una libertad distinta, una libertad que se anuncia plena?

"No sólo es que la energía supiera hacia dónde ir y qué hacer sin darme la menor pista; es que cuanto menos me inmiscuía, más potente era la respuesta". (Misma página).

Pues claro que sí. ¡A la basura el miedo! "Recibe, no envíes". (Misma página). "(...) yo no soy el que sana; Dios es el que sana y por algún

motivo, sea yo catalizador o recipiente, amplificador o refuerzo -elige la palabra-, en la habitación sólo soy un invitado". (Págs. 136-137).

En mis primeras prácticas presenciales de Sanación Reconectiva me sentía un idiota completo. Yo moviendo mis manos, con sensaciones que me importaban un pimiento, y los pacientes viviendo qué sé yo qué experiencias. Un día eso cambió, y empecé a sentir lo que los pacientes sentían (lo sé porque después me lo contaban ellos). Dejé de verme como un tonto, para darme cuenta de cuánto podía aprender de cada universo que se tumbaba en la camilla.

"¿Cómo sé que es verdad? Es sencillo: hice la prueba. Si trataba de forzar las cosas, si trataba de asumir el control de la energía y obligarle a hacer esto o aquello, dejaba de funcionar. Pero si daba un paso atrás, me quitaba de en medio y dejaba que la energía se encargara de todo, las sanaciones volvían". (Pág. 137).

Haz la prueba. ¿Te atreves a hacerla? "Cuando les dije: 'Recuerden, no están enviando, están

recibiendo', no entendieron qué quería decir.

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"'¿Cómo conseguir una sanación si no se envía?', preguntaron."Contesté científicamente: 'No lo sé'". (Misma página).

Bravo por el Pearl multidimensional, sea eso lo que sea... ;-) "Ese alguien está recibiendo energía, no enviándola". (Misma

página). Ese alguien, lo veremos, se está transformando, está

despertando su consciencia.

Jueves 3 de septiembre de 2009

"La verdadera naturaleza de la sanación"

"(...) sanar es también devolverle a la persona su integridad espiritual. En esencia, sanar consiste en la liberación o eliminación de un bloqueo o interferencia que nos ha mantenido apartados de la perfección del universo". (Pág. 138).

En realidad, ésta es la única verdadera sanación. Despertar del olvido, descorrer el velo que nos ha apartado de la realidad y de nosotros mismos.

No necesitas adquirir, incorporar o integrar nada. Ya lo tienes todo. Sólo te falta, quizás, verlo.

Creíste que eras un cuerpo, pero eso fue un espejismo. Tuviste miedo de morir... sólo mientras estuviste muerto. Te pareció que eras una imperfección dentro de la perfección del universo, y tal vez buscaste otras imperfecciones para no sentirte único ni excluido.

¿Y si descubres que todo era parte de un plan perfecto? Un plan que tú mismo creaste, aunque no lo recordases en el tiempo.

¿Para qué todo esto? Yo aún no lo sé. No lo recuerdo.

Viernes 4 de septiembre de 2009

"Masa crítica"

"Llegará un momento -en un futuro no muy lejano- en el que ya no necesitarás hacer un viaje ex profeso para verme a mí, o a alguien más, para 'sintonizarte' con esta nueva banda de frecuencias". (Pág. 139).

Sí, ésa es exactamente la sensación que yo también tengo: la transmisión de lo que ahora nos parece hacer a través de la

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Sanación Reconectiva, en un futuro inmediato adquirirá otras vías más sutiles y poderosas. Probablemente ese proceso ya ha comenzado.

"(...) aquellos que hayan estado en seminarios pasados descubrirán que también dan esos saltos automáticamente". (Pág. 140).

Éste es un fenómeno curioso, pero que tal vez ya hayas comprobado. No me refiero tanto al colectivo de sanadores, sino a tu círculo de personas afines: al transformarte tú, se transforman ellas. Tus relaciones sociales se depuran en calidad y número: sólo permanecen los verdaderos, los falsos se esfuman, y tal vez llegan nuevos compañeros.

"En este momento estamos dando los primeros pasos hacia la Reconexión. Somos la vanguardia que transporta la nueva ola de sanación al frente de lo que se confirmará como el siguiente paso de la evolución humana". (Misma página).

Sí. La Reconexión es tal vez un proceso y un hecho de un alcance mucho mayor a lo hasta ahora reconocido, y que va mucho más allá del mundo de la sanación. No creo que seamos tanto la vanguardia de nada, sino el síntoma de algo: algo imposible e impensable es ya una realidad tangible e irreversible. Tampoco creo que 'la evolución humana' sea real, aunque entiendo la intención de la expresión, y en ese sentido puede parecerme adecuada. Más que como una evolución, yo lo veo como una revolución. Y, por supuesto, no una revolución más después de otras revoluciones, ni 'la revolución más grande de la Historia'. Si se me permite decirlo, al final del túnel, la luz que distingo me habla de 'la revolución que acabará con la Historia'.

"Busco el don del águila, y tus labios. Busco... romper el tiempo". ('Ya viene Urano')

Domingo 6 de septiembre de 2009

"Quitarse de en medio"

"Cuanto mayor sea el énfasis en la perfección, más se alejará". (Haridas Chaudhur). (Pág. 141).

Esta frase expresa una curiosa paradoja. Analízala: 'la perfección'. ¿Acaso sabemos lo que es eso?

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Cuando creemos que debemos alcanzar algo que no somos o no tenemos ('la perfección', en este caso), estamos invalidando lo que somos o tenemos. Es decir, nos estamos condenando. ¿Es la autocondena el punto de vista más creativo, o el más doloroso y destructivo?

Podemos decir que eso es lo que nos han enseñado, y así continuar en el papel de víctimas, de resultado. Pero también podemos reconocer que eso es lo que hemos aprendido, y sabernos capaces de desaprenderlo, resituándonos en la responsabilidad de nosotros mismos.

No es que la perfección se aleje cuanto más énfasis ponemos en ella, sino que cuanto más nos autocondenamos, más complicado se nos hace facilitar cualquier cambio.

Domingo 6 de septiembre de 2009

Reflexión

Ayer me decía alguien con quien semanas atrás hice una Sanación Reconectiva que estaba 'un poco de bajón'.

¿Proporciona la Sanación Reconectiva la felicidad? Espero que no, porque ya está bien de perder el tiempo. ¿Qué es 'la felicidad'? Un estado que sólo reconoces porque guardas memoria de la

desdicha. ¿Sabes? Dediqué los tres últimos años de mi vida al estudio

sistemático del sufrimiento (escribí un libro sobre ello, que en otro lugar he mencionado). La conclusión irrefutada es que el sufrimiento es mentira, que no es otra cosa que un síntoma de la inconsciencia. No hablo de sufrimiento genérico ni de inconsciencia genérica, sino de cada sufrimiento concreto, que esconde una inconsciencia concreta. Y todo eso tiene que ver con el tiempo. Puedes comprobarlo cuando quieras. Yo lo hago cada vez que siento desconcierto, incomodidad, miedo... cualquier tipo de sufrimiento.

Pues bien: la felicidad es tan falsa como el sufrimiento. Sí, ya sé la cantidad de predicadores que desde siempre han

dicho cosas como que 'el fin de la vida es ser feliz'. Se trata de la zanahoria que hace moverse al burro (con perdón; yo también lo soy la mayor parte del tiempo).

Felicidad y desdicha son dos caras de la misma moneda. Sanar, tal y como yo lo entiendo, es prescindir del uso de ella. Hay

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algo infinitamente más valioso que la felicidad: la consciencia. No me refiero a un estado de sabiduría, sino de ser tú mismo. Ser tú mismo, estar en casa, saberte todo, íntegro, completo.

Decía Goethe que "la frustración es el estado que sucede a conseguir lo que se deseaba". ¿Lo decía porque era un budista oculto, o un amargado, un insatisfecho, un impotente, o pretendiese fastidiarnos a todos?

Yo no sé si Goethe era algo de eso. Sé que coincide con mi experiencia. Y con la que creo observar en otras personas. Persiguen la zanahoria. Si nunca la alcanzan, les queda el consuelo de que no fueron felices por eso. Pero si la alcanzan, como mucho su sabor les complace un día.

Por supuesto que conozco a gente que parece satisfecha, plenamente conforme con su vida. Creo que ésa es una característica común tanto a los más sabios como a los más estúpidos. Y quede claro que no sé qué son ni la estupidez ni la sabiduría...

Lunes 7 de septiembre de 2009

El papel del sanador

Seguimos profundizando en el meollo de la cuestión: "Por comodidad, a veces hago referencia a mí mismo como

'sanador', pero la verdad es que no lo soy. Yo no curo a nadie. Tú tampoco. Si eres un sanador, o deseas serlo, tu tarea consiste simplemente en escuchar y así, abrirte para recibir la energía que te permite que seas el catalizador para la sanación de tu paciente. La sanación es una decisión acordada entre el paciente y el universo". (Pág. 141).

Por supuesto que yo no curo a nadie. No hago diagnósticos ni pronósticos, y prefiero no saber qué espera el paciente cuando se tiende en la camilla. Yo no soy quien para responder a sus expectativas. Esto no funciona así. No esto.

Es sólo después, al acabar la sesión, cuando me cuenta su experiencia. En los días siguientes es posible que me llame y me hable de cambios enormes, en los que no tengo la menor conciencia de haber intervenido. Desde luego, yo no los había planificado...

"Cuando digo 'escucha', me refiero a un estado de receptividad del ser". (Misma página).

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Eso es lo que hago durante la sesión: escucho con todo mi cuerpo, mis sentidos y mis trans-sentidos...

Recuerdo ahora que en algunas tradiciones se habla de que el Espíritu se comunica por el oído. Lo digo por lo de 'escuchar'. Es una anécdota. O no.

"Cuando 'escuchas' como sanador, atraes esa fuente receptiva a tus manos o a cualquier parte de tu cuerpo para que actúen como punto focal de las energías. Es en este estado receptivo donde el milagro de la comunicación alcanza un nivel completamente nuevo.

"Como 'sanadores', nos convertimos en un eslabón de la cadena de la reconexión. La energía de sanación viene de la Fuente, fluye por dentro de nosotros y hacia nosotros. Esta energía es como la luz que pasa a través de un prisma. Somos el prisma. Unimos al paciente y al universo para generar un campo mutuo de amor -en el sentido más amplio de la palabra- y un estado de unidad. El universo reconoce las necesidades de los pacientes que proporcionan las circunstancias para permitir la respuesta apropiada a esas necesidades.

"¿Cómo ocurre exactamente eso? Nadie lo sabe realmente". (Págs. 141-142).

Ése podría ser un esquema de lo que parece suceder. Pero sólo un esquema, y sólo de lo que parece. Desde luego, yo no tengo más explicaciones. Sí, mucha gente me llama y me cuenta sus historias aprendidas en otros lugares. Pero desde mi experiencia puedo decir que no son exactas.

"No sé lo que es verdadero. Tampoco lo sabe nadie, a pesar de lo que digan.

"Tampoco sé por qué se nos honra tanto como para formar parte de la ecuación total". (Pág. 142).

Yo no puedo saber con certeza que nadie lo sepa. Tal vez sí lo sabe alguien a quien yo no conozco, o no conozco de momento. Desde luego es un misterio, y un misterio maravilloso, el que se nos ofrezca la posibilidad de participar en esto. Cada sesión en concreto, y la experiencia en su conjunto, representa una sorpresa de carácter sagrado. Tras la apariencia de ser un simple humano, de alguna manera se muestra infinitamente más que eso.

"Así que, ¿por qué estamos involucrados? Otra vez, no lo sé con seguridad, aunque siento que nuestro papel también tiene que ver con algo que nosotros necesitamos conseguir del universo. En otras palabras, es más para nosotros que para la otra persona. Podríamos ser una parte de las ecuaciones de sanación de otros individuos, aunque también debemos recordar que ellos a su vez

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son parte de nuestra ecuación. Para que una sanación ocurra, todos tienen un papel en la experiencia". (Págs. 142-143).

Ésta es para mí la respuesta más válida de todas las que he encontrado: "es más para nosotros que para la otra persona". 'Sana a otros; sánate a ti mismo'. No sé en qué medida se enriquece con la sanación quien hace de paciente (que, como tantas veces he dicho, no tiene por qué estar enfermo. De hecho, la única enfermedad que como tal reconozco es la limitación de la consciencia), pero sí observo, al menos en parte, hasta qué punto cada sanación me aporta algo de un valor incalculable, un aprendizaje, un descubrimiento, un desvelamiento, un despertar del sueño. También he experimentado eso algunas de las veces que yo he hecho de paciente. No me resulta fácil expresarlo en palabras, aunque lo sigo intentando... Recuerdo en especial una sanación que viví el último día de los Cursos. Cuando oí que el Dr. Pearl decía que había finalizado, sentí el deseo de que nadie me hablase. Necesitaba estar a solas con lo que estaba experimentando. En ese momento él dio exactamente esa indicación, que por favor, nadie hablase a las personas que nos estábamos incorporando de las camillas. Algo en mí y alrededor de mí estaba cambiando. Muy profundamente. Gracias a Dios, durante unos minutos nadie me habló. Pero sí lo hizo alguien antes de lo que a mí me hubiera gustado... Bueno, seguramente así pude aprender yo a respetar más el silencio ajeno... Todo en esta vida es aprendizaje... o recuerdo.

Martes 8 de septiembre de 2009

"Wo y la maleta"

En una Sanación (Reconectiva) que hice el sábado por la tarde, experimenté una sensación nueva: hacia el centro de la palma de la mano izquierda, un poco a la derecha y bastante más abajo, justo donde acaba el monte (no sé cómo se llama) que se prolonga hasta el pulgar, apareció como una espiral-taladro muy señalada.

Sigo con el comentario de un nuevo capítulo del libro, cada vez más metido en harina:

"(...) muchos de nosotros (...) sentimos que estamos listos para entrar en este nuevo Cambio". (Pág. 143).

Ésa es la clave desde la que se puede comprender La Reconexión en un sentido más amplio: el Cambio.

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¿Qué es 'el Cambio'? Para mí no es una posibilidad, un deseo o un sueño, sino una necesidad de supervivencia. Desde que nací me estoy muriendo. Vivir como hemos vivido es una cuenta atrás hacia la muerte. ¿Quieres o has querido alguna vez a alguien? Entonces no podrás aceptar su muerte. Tira del hilo y descubrirás que la muerte es la mentira más grande.

No me vale pues lo de 'cambio de paradigma'. Lo que tenemos entre manos llega mucho más lejos.

"Para convertirse en sanador es necesario desprenderse de aquellas 'cosas' que pueden o no haberte servido en cierto momento, pero que definitivamente ya no te sirven, excepto para mantenerte en un estado de apego. El apego es igual a la necesidad, que es igual al miedo". (Misma página).

Eso coincide con mi experiencia. En 1994 y 1995 practiqué sistemáticamente un tipo de sanación que sin duda funcionaba... a pesar de las tonterías con las que se presentaba. Con la práctica las fui dejando de lado. Posteriormente conocí otras, que podrían concursar en certámenes de delirios. A pesar de todo, en alguna medida funcionaban. Esto que practico ahora prescinde de misterios y majaderías. En ese sentido me encuentro mucho más tranquilo.

"(...) no ha reconocido que ya posee dentro de sí mismo todo lo que está buscando en las cosas exteriores". (Pág. 144).

Ésta de otra de las claves. Cuando de jovencito oía decir eso de 'la verdad está dentro de ti', me rebelaba respondiendo si dentro se refería a los intestinos o a los riñones. Ahora entiendo que eso es, más que nada, una instrucción para dejar de buscar fuera. Fuera no hay nada.

"Honrar la incertidumbre es la metáfora... Benditos sean los seres humanos que comprenden que la incertidumbre se irá resolviendo mientras avanzan por el camino, que los preparativos que hicieron ahora no son necesarios. (...) Los cambios serán reconocidos y solucionados a medida que se presenten". (Misma página).

Comprender esa incertidumbre es acceder a una nueva certidumbre. De la misma nos separa (o al menos a mí me separa) el miedo. Yo no quiero seguir trabajando en lo que hacía. Cada célula de mi cuerpo y de mi alma se niega. Prestar atención y tiempo a aquello es anclarse en un cementerio. ¿Qué hay si lo dejo todo, si sigo adelante? No lo sé. A veces ese 'no lo sé' lo vivo con serenidad; otras, sí, sigue apareciendo el miedo. Gracias a Dios, sé que el miedo es sufrimiento, sé que el sufrimiento esconde inconsciencia, sé que ambos son una llamada a liberar la

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consciencia, a dar un paso más, y gracias a Dios sé cómo hacerlo, aunque a veces tarde un poco en darme cuenta...

"(...) realmente no hay ninguna energía negativa". (Misma página).

Conforme sea mayor el número de personas que descubran esto, los predicadores del miedo, los dueños del mundo, se van a quedar sin clientela. Todos los negocios del pasado se fundaron sobre esa creencia: si me compras la creencia de que existe la oscuridad (de que existe realmente, de que es una fuerza equivalente a la luz), después te venderé todo lo que yo quiera.

"Necesitamos no utilizar nuestras mentes conscientes para intentar determinar qué está 'mal' en una persona con el propósito de saber cómo 'tratarla'. (Misma página).

'Mal' sólo procede del juicio. ¿Está mal una persona por ser ciega? ¿Estás completamente seguro de eso?

"Nuestra lección es aprender a ser. La libertad de ser te liberará de la opresión de hacer". (Misma página).

'El Tao actúa sin hacer nada'´-han dicho desde hace milenios los taoístas.

"El problema de esas técnicas es que están sujetas a la necesidad de rituales de protección relacionados con ambos participantes (quitarse las joyas, el cuero, contar con la fe del que las recibe...) que ya no están presentes en las nuevas frecuencias". (Pág. 146).

Recuerdo el esfuerzo titánico de Eric en los Cursos, insistiendo una y otra vez en esto... tal vez con la sensación de que sólo en muy pequeña medida era recibido.

"La técnica era simplemente uno de nuestros primeros pasos en este proceso". (Pág. 147).

"Ahora es el momento de consagrar tus primeros pasos... Y continuar hacia arriba". (Misma página).

¿Te acuerdas de la leyenda aquella de Pedro, en no sé qué Evangelio, cuando proponía a Jesús quedarse la mar de bien en un campamento? Jesús le responde: "Apártate de mí, Satanás".

"(...) está en transición, tanto físicamente como de otras formas". (Misma página).

"En lugar de volverte más vulnerable con la iluminación, tu organismo se reforzará y nada podrá penetrar en la luz de la que serás portador. Lentamente podrás ir dejando cualquier ilusoria dependencia de la química con la que viajas". (Misma página).

Otra vez me toca implicarme personalmente: sí, también yo recibí esta información (desconcertante para mí) a lo largo de los primeros meses de 2008.

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"Es hora de saber que somos la Luz y de permitir que la sabiduría que creó el cuerpo corra por él". (Pág. 148).

¿Puedes asumir eso? ¿Puedo asumirlo yo mismo?

Miércoles 9 de septiembre de 2009

"Ergo, ego"

"No se nos da un ego para que lo matemos de hambre. Se nos da un ego para aprender a mantenerlo en equilibrio, dominarlo". (Pág. 148).

"Se nos da un ego. La recompensa llega cuando somos capaces de dejarlo ir... Y ver la imagen completa". (Pág. 149).

Ya lo comentamos en su momento. Los adictos a libros y cursos de la Nueva Era y sus predicadores asociados (no hay oferta si no hay demanda), encuentran en el ego un tema recurrente para entretenerse. ¿Cómo vas a liberarte del ego si te pasas el día pendiente de hacerlo? ¿No es eso también el ego?

"Recordar nuestro papel adecuado en la ecuación de la sanación no siempre es fácil. Los pacientes que vean resultados espectaculares estarán felices de contarle a alguien que escuchará que tú les has curado". (Misma página).

Éste es un asunto en el que prefiero ser tajante (bueno, creo que tiendo a ser tajante en todo...). Yo no sé si otros curan a alguien. Yo, desde luego, no lo hago. No puedo negar que tras una sesión de sanación o al día siguiente, personas que han hecho de pacientes me cuentan cambios asombrosos, pero sí puedo negar haber hecho yo eso. Yo me limito a hacer lo que he aprendido, y en lo que he aprendido no está incluido tratar ningún problema específico. Me pongo en disposición de recibir, experimento sensaciones y trans-sensaciones, y ahí parece acabar mi parte del trabajo. Lo que ocurra simultáneamente o después, no creo que tenga mucho que ver conmigo. Tras el paciente, yo soy el primer sorprendido. Por alguna razón, no sé por qué, no le doy mucha importancia... Me parece que puedo adivinarlo: yo no busco eso.

"El ego también se alimenta de formas aparentemente altruistas. ¿Qué pasa con la persona cuya sanación no dura? Esto es raro, pero ocurre.

"(...) tu papel en esta imagen es quitar las interferencias, o los bloqueos en el sendero de esa persona. Lo has hecho.

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(...) Una vez que hayas retirado esos bloqueos, es responsabilidad de esa persona continuar hacia delante". (Misma página).

Sí, he tenido un caso de ésos. Puedo especular mucho acerca de las razones que tenía esa persona para seguir en el papel de víctima, pero lo que más me importa es lo que puedo aprender: todo lo que veo en otros son posibilidades de mí mismo. También yo podría decidir jugar a ser víctima toda mi vida, y que todas mis relaciones fuesen manipuladoras. Algunas en algún momento lo han sido. Quizás alguna todavía lo sea. Detrás hay sólo miedo.

"Tú y yo no somos los sanadores. Sólo somos una parte de la ecuación.

"(...) Esta ecuación a veces se conoce como 'El poder de uno' o 'El poder de tres'. ¿Por qué estamos involucrados en esta ecuación? ¿Es por la otra persona? Puede que no". (Misma página).

Lo diré claro: yo estoy seguro de que no. Creo que todo lo que vemos fuera, todo lo que hemos visto hasta ahora, no es más que una obra de teatro que hemos escrito nosotros mismos, por más que casi nunca lo recordamos.

¿Es la vida eso? No. Esta vida es la posibilidad de trascender eso. No porque sea malo, sino porque ya no es su tiempo. Nada queda fuera de las manos de Dios, y tu esencia es la esencia de Dios mismo, fuera de la ilusión del tiempo.

"Sé uno con la persona y cúrate a ti mismo". (Pág. 151). Es justo eso. Porque 'la persona', respecto a ti, no es algo

externo ni ajeno. 'La persona' es tu propia experiencia, más allá de ti-sí mismo.

Ahora debo interrumpir este diario-comentario. Salgo de viaje. Mañana, si se cumple lo previsto, viviré mi primera sesión de Reconexión, y pasado la segunda. Podré entonces, supongo, hablar de la misma con mi propia experiencia.

Viernes 11 de septiembre de 2009

Reconexión hecha

Hoy he experimentado la segunda sesión de mi Reconexión. La primera, ayer, se pareció bastante (lo que yo viví conscientemente) a una Sanación. La de hoy también, pero con una clara sensación de que algo había sido hecho. Observo cierta transformación en mí,

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tal vez sutil y muy serena, que no sé cómo explicar, ni creo que haga falta.

En los próximos días veremos, si es que vemos.

Lunes 14 de septiembre de 2009

Dolor y sufrimiento

"El dolor es necesario; el sufrimiento es opcional". (Buda). La segunda frase de esta sentencia atribuida a Buda (sólo Dios

sabe si dijo algo parecido...) podría escandalizar a muchas personas, e incomodar a todas las que van de víctimas por la vida. Sin embargo, nuestro trabajo ('Un camino a la libertad') lo demuestra.

¿Y el dolor? El dolor es necesario como señal de algo: si tropiezas, para que

sepas que has tropezado. Pero más allá de eso hay expertos en modos de autocontrol que consiguen eliminarlo. El dolor (físico) persistente, ¿no es acaso más que sufrimiento?

Eso es algo que personalmente todavía no he investigado, y creo que no lo he hecho por miedo. Pero ha llegado el momento. He regresado a casa con una monumental lumbalgia. Una amiga me ha recordado que ese dolor se relaciona con la inseguridad económica. Es cierto que estoy en un momento de cambio de trabajo, con una incertidumbre total desde la mente y, aunque no piense demasiado en eso, sí podría haber una pulsión inconsciente. Voy a aplicar la exploración, por primera vez, no al sufrimiento (anímico), sino al dolor (físico), a ver qué pasa:

EEE: “Dolor de espalda”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - “Inseguridad, inseguridad, miedo. - Me provoco el dolor de espalda. - No voy a poder sobrevivir con esto". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? "No sé… "Mi supervivencia material, como cualquier otra, no depende de

mí, está escrita en mi destino". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

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- "Siento algo así como un ligero desconcierto… - Me doy cuenta de que quiero conocer mi destino. - Mi destino soy yo mismo". Es curioso: parece que entendemos que el destino es algo

impuesto, cuando resulta ser todo lo contrario: el destino es uno mismo. Necesito y quiero un poco de tiempo para asimilarlo.

Pronto seguiré hablando de mi Reconexión y con los comentarios del libro. Bienvenidos los nuevos amigos.

Lunes 14 de septiembre de 2009

'Alineación axiatonal'

Al parecer, éste es uno de los últimos y sin duda más espectaculares dibujos* aparecidos en los campos de maíz. Hay quien dice que los hacen extraterrestres, y quienes dicen que son reclamos turísticos o despistadores de la atención de cuestiones más urgentes.

* Se refiere al mayor agroglifo aparecido hasta la fecha, en Holanda, que representa al ‘hombre universal’ como si le hubieran salido alas.

Mi Reconexión acabó con la insistente visión de un dibujo: una

especie de espiral en la base, de la que sobresalían unas líneas. La mayoría rectas (como las que salen de la cabeza de la figura central), excepto dos: una discontinua y otra con unos circulitos al lado, justo como los que se ven en la foto que me ha llegado hoy mismo.

¿Qué es la Reconexión? Desde ahora, mi otro tema de investigación, junto a la Sanación

Reconectiva. De esta última tengo experiencia más que contrastada y contrastable desde los dos puntos de vista: como sanador y como sanado. De la Reconexión acabo de tener la experiencia de ser reconectado, y el mes próximo aprenderé, aunque sólo sea para tener la información más completa, a reconectar yo mismo, si Dios quiere.

¿Qué sé de la Reconexión a día de hoy? Lo que sé es aún más teoría que experiencia, y a mí las teorías

no me interesan. Lo que dice el libro que estamos comentando es una mezcla de ciencia y de esoterismo. Ni la ciencia ni el

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esoterismo me han merecido nunca el más mínimo respeto. No son mis caminos.

Al día siguiente de vivir mi segunda sesión de Reconexión comencé a notar pequeños cambios. Los sigo notando. Cada día. Cuando recibí mi primera sesión de Sanación Reconectiva no sentí absolutamente nada, aunque sí ocurrió algo, pero que podría dejarse en el territorio de la anécdota, aunque ahora sé que no lo era. Pocos días después, comenzaron a ocurrir hechos imposibles, y hasta hoy no han cesado. Por esa misma regla de tres, tal vez la Reconexión esté operando en un plano más sutil, y se manifestará en el momento adecuado.

Lo diré cuando así sea. Como por principio desconfío, al día siguiente de la Reconexión

acudí al Centro dudando de todo. Conecté el aire acondicionado. Al rato, sin saber por qué, me dirigí al lugar donde estaba el mando y lo miré. En el lugar de la hora aparecían las 3:33, el número de la Reconexión. Junto al 33, lo he visto sin cesar estos días, como ya ocurría antes. Pero sigo desconfiando, y me duele la espalda. Desde esta mañana relaciono ese dolor con el reconocimiento de mi destino. He explorado sobre eso:

EEE: “Alineación axiatonal”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Rechazo, un profundo rechazo. - Me atormento, me angustio. - Eso es una tontería, una completa tomadura de pelo. Eso va a

hacer que todo sea mentira". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? - "Hasta ahora todo ha sido verdad. Tal vez esto también lo

sea". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Una ligera apertura a leerlo. - Me dispongo a leerlo. - No tengo nada que perder. Sólo la confusión y la angustia". Creo que ya estoy preparado para leer el dichoso capítulo del

libro de 'Las claves de Enoc'. Voy a ello. Gracias a Gemma y a todos los maestros con los que, desde la

camilla, he aprendido estos días. Hay mucho que hablar de eso.

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Lunes 14 de septiembre de 2009

"Jo vinc d'un silenci"*

"Si tú honras el universo que habita en mí, y yo honro el universo que habita en ti, ya no somos dos, sino uno".Al parecer, ése es uno de los significados del saludo 'Námaste', que mis amigos Anna y Ferran tienen en la cabecera de su blog. Acabo de aprenderlo. Desde poco después de comenzar a practicar ese encuentro que llamamos 'Sanaciones Reconectivas', me di cuenta, y así lo he ido diciendo, que en la camilla se tendían personas para que yo descubriese que eran universos. Cada uno diferente, inabarcable, infinito y perfecto. No creo que esto sea comprensible intelectualmente; como a todo lo real, sólo se accede desde la experiencia, y no desde la estupidez de la mente.

En casi todos los casos que hasta ahora he conocido, parecería que el destino último del encuentro es comunicar la noticia de un cambio y transformación tremendos. Casi todos son, pues, universos en expansión. Otros parecen elegir la contracción y la muerte.

La muerte es ese espacio gris oscuro donde puede contarse el número. Conducen coches, leen periódicos, comen, beben y unen sus cuerpos. Enajenados en la alegría y en la tristeza, la ira y la decepción les constituyen. Es lo que siembran. Pero todo ese paisaje del averno, tan inmenso, desaparece cuando se enciende una luz. Cualquier luz, cualquier universo, cualquier elección de vida, acaba para siempre con la muerte. Conozco bien el infierno.

* "Yo vengo de un silencio". (Raimon).

Martes 15 de septiembre de 2009

Universo J.

Mucho antes de que yo conociese La Reconexión, recibí una llamada de F. Me pedía que mirase a un amigo suyo, que estaba viviendo un, desde el punto de vista mundano, muy grave deterioro de uno de los sentidos físicos considerados principales. Ya entonces yo había dejado de mirar para otros, pero no obstante 'pedí permiso', sentí que se me concedía, y lo hice. Vi que el proceso de J. tenía un sentido espiritual, y cuál era, y así se lo transmití a F. Salí de casa y me dirigí a donde había quedado. Al llegar, encontré a una persona a la que no conocía, y me presenté.

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A su vez, él me dijo su nombre: "Me llamo J.". Era la primera vez en mi vida que conocía personalmente a alguien con ese nombre, el mismo del de la persona a la que había mirado un rato antes. Una coincidencia así no se olvida...

La semana pasada F. me dijo que J. vendría a verme. Su proceso, tal como yo vi, se había consumado en la parte física. Ciertamente, yo tenía muchas ganas de conocer a J. Mis noticias me hablaban de un ser extraordinario. Primero charlé con él por teléfono. Me sorprendió su voz. Le expliqué que la Sanación Reconectiva no promete nada.

Entiendo que no debe ser fácil neutralizar las expectativas, porque yo mismo no consigo hacerlo. Cuando llegó al Centro, las cosas se habían complicado: "Ayer -me dijo- era el cuarto día que tenía un dolor de cabeza insoportable, que me estaba matando. Al hablar contigo se me fue por completo. Pensé que si esto pasaba sólo con hablar, qué podría ocurrir si venía". Le respondí que podría no pasar absolutamente nada. Pero antes de tenderse en la camilla...

Le dije que tiempo atrás había hecho algo con él. Él creía recordar que F. le había dicho, a propósito, que lo suyo no era algo físico, sino psicológico, lo cual es un disparate. Por supuesto que era físico. Otra cosa es que tuviese un sentido (espiritual, no psicológico). Me vi impulsado, para terminar de ser sincero, a contarle la anécdota de haber conocido, inmediatamente después de verlo a él, a alguien con su mismo y muy infrecuente nombre. Me preguntó dónde vivía yo, y no me gustó que lo hiciese. Insistió, con un gesto de sabiduría, y le respondí. Me dijo que en ese mismo pueblo había vivido él entre los seis y los dieciséis años, y había ido al colegio que está justo al lado de donde yo vivo. El pueblo está a cientos de kilómetros de donde nos estábamos viendo, y él, en realidad, había nacido otros cientos de kilómetros más al norte. Empezaban a ser demasiadas coincidencias...

Al rellenar su ficha advertí que se repetía el número 23. Me llamó la atención, porque hace muchos años a mí empezó a aparecerme siempre el 21, más tarde el 23 y, ya hasta hoy, desde 1993, siempre el 33. Como también estaba en su e-mail, supuse que era una elección deliberada, así que le pregunté: "Es porque el 23 es un número que nos gusta bastante. Pero con el que más vínculo tenemos es con el 21. Mis hermanos y yo hemos nacido todos un día 21" -me dijo. Muy incómodo por tantas coincidencias (a mí estas cosas me ponen muy nervioso), le conté la historia de mis números, fundamentalmente para que constara que el más

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importante de todos, el 33, no aparecía en este caso: "Yo tengo 33 años" -fue su respuesta.

Desde que muchos meses atrás trabajase con él, yo ya había visto que J. era un ser prodigioso. Incluso comprendía lo que estaba viviendo, tal vez más que él mismo en estos momentos. Aún así, cuando por fin se tendió en la camilla, tampoco yo pude quitarme de en medio. Quise, con toda mi alma y con todas mis fuerzas, y sigo queriendo, que J. se recupere. Al mismo tiempo, sé que no le pasa nada, y que es un supermaestro dando al mundo la lección para la que ha venido.

Por mi parte, doy gracias a Dios por haberme permitido conocer a J. Ojalá sea siempre mi amigo.

Martes 15 de septiembre de 2009

Ciencia y esoterismo

La ciencia ha jugado en los últimos siglos el mismo papel que la religión cristiana en los tiempos de la Inquisición. En sí mismas, no tengo nada en contra ni de la religión ni de la ciencia, pero sí del fanatismo. La ciencia es una representación del mundo tan válida y discutible como cualquier otra. Nada menos, pero nada más.

Por otra parte, en las últimas décadas ha aumentado exponencialmente el interés general por el esoterismo. A mí no me gustan los misterios, las solemnidades, ni las jerarquías. Prefiero la música y la poesía, prefiero el agua y el aire, y las miradas de la ternura y de la valentía.

Creo que jamás he leído un libro de ciencia, ni tampoco de esoterismo. Me encuentro más a gusto en la experiencia. Toda experiencia me parece interesante.

El capítulo del libro de 'Las claves de Enoc' me resulta por sí solo incomprensible. Hay infinidad de palabras cuyo sentido (uso) desconozco. La única oportunidad que me parece que tengo de comprender algo es leyendo el libro entero.

Mientras el prestigio y la credibilidad del Dr. Pearl es absoluta ("Hemos venido por tu reputación" fue la sexta frase), al Dr. Hurtak, autor del libro de las claves, le llueven palos por todas partes. Eso no va a hacer que yo lea su libro con menos interés y respeto, sino todo lo contrario.

Hablando de respeto... ¿Recordáis mi salida del Foro? Unos días antes yo había comenzado un blog secreto para escribir en él

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lo que aquí no me atrevo (finalmente he dejado de utilizarlo). Su nombre tiene un único sustantivo: Estrellas. Este blog en el que ahora escribo se llamó en principio como su URL, Diario de la Reconexión, pero pocos días después cambió a Un camino a las estrellas. Este fin de semana, hablando con Gemma, he sabido cómo se llama la señora gracias a la que me di cuenta de que el Foro no era mi sitio. Adivínalo: se llama Estrella. No creas que me gusta escribir sobre coincidencias. Me molesta, pero me siento obligado a hacerlo...

Miércoles 16 de septiembre de 2009

A día de hoy...

También a mí, al igual que al Dr. Pearl, me resulta muy complicado el libro del Dr. Hurtak.

Me pongo en el lugar de este último: ¿qué haría yo si recibiese o creyese recibir una revelación de Enoc y Metatrón?

Me parece que no sería lo bastante valiente para difundirla. Como siempre, las respuestas válidas vienen desde dentro (es

una forma de hablar). El afuera constituye un conjunto de espejos que a veces deforman y a veces reflejan. No es muy sensato poner el afán en encontrar respuestas fuera, ni quizás tratar de precipitarlas dentro. Todo llega en su momento. Te lo dice, a regañadientes, el rey de la impaciencia.

Una nota más sobre el libro de Hurtak: aunque no entiendo ni una palabra, no me encuentro incómodo con él, como sí me ocurre, por ejemplo, con los de Chopra o Carroll. ¿Significa esto que Chopra y Carroll están equivocados y que Hurtak no lo está? No. Significa que me encuentro, a día de hoy, más cómodo con uno que con otros. Dios sabe lo que ocurrirá mañana... o dentro de una hora. Cada día me interesa menos todo eso.

Desde que fui reconectado parece haberse calmado en mí esa parte que hace preguntas. También mi técnica de sanación ha variado en la forma. Me resulta más fácil quitarme de en medio, con lo cual no sé si el paciente gana algo, pero desde luego yo sí salgo ganando.

No quiero seguir preguntándome constantemente en qué me ha cambiado, me está cambiando o va a cambiarme la Reconexión. Lo veré cuando corresponda. Pedí que no hubiera experiencias traumáticas. No me gustan los traumas ni los espectáculos en las

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cosas que de verdad me importan. Seguramente, al igual que ocurrió con la primera Sanación Reconectiva que recibí, el efecto se mostrará cuando menos lo espere y de la manera que menos lo espere. Ahora me apetece, me veo mucho más impulsado, a centrarme en invitarte a un experimento al que dedicaré la siguiente entrada.

Miércoles 16 de septiembre de 2009

Somos Uno

Por eso ahora no rehúyo mi tarea de escribir. Esta mañana proyectaba proponerte que participaras en un

experimento cuyo resultado yo ya sabía. Disculpa mi cobardía y mi intento de hacerte perder el tiempo.

Hablando con Silvia me he dado cuenta de que el experimento debía hacerlo yo mismo.

Ésta va a ser una entrada muy larga... ¿Sabes? Sólo existe el espíritu. El cuerpo y la materia también

son espíritu. Lo sé -lo recordé- cuando me fue dado -me atreví- a mirar desde el espíritu, y no desde la limitación de la materia.

Trabajé tres años en la liberación del sufrimiento, pero me quedaba un tema pendiente: el dolor 'físico'. Como dije hace un par de días, hay expertos que saben cómo suprimir el dolor: yoguis, hipnólogos... El Dr. Ángel Escudero ha sido perseguido toda su vida por operar sin anestesia química. Su descubrimiento es un peligro para el sistema sanitario y su red de intereses económicos. Pobre ángel... escudero..., como tantos otros.

No es eso lo que nos interesa ahora. A los 22 años viví mi primera depresión profunda. Fue una

sorpresa para la que no estaba preparado. Como todo lo que no se resuelve, se hizo crónica, para alegría de pseudoespecialistas y laboratorios de venenos y placebos. La última la viví en 2005. Decidí entonces plantarle cara con todas las consecuencias. En octubre de 2006 (siempre octubre), tras meses de aprendizaje, remitió, y desde entonces no he vuelto a tener el más mínimo síntoma.

Sabía que mi lumbalgia tenía algo de reconectiva ;-) (gràcies de nou, Gemma i la resta). Soy un verdadero experto en dolores crónicos. Tuve lumbalgias durante veinte años. Llegaron a darme por inútil, hasta que encontré unos sencillísimos ejercicios de

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gimnasia pasiva que la resolvieron. No he querido esta vez recurrir a ellos. He preferido que la lumbalgia me contase toda su-mi historia. Te iba a proponer que, si tenías alguna molestia física, hicieras el experimento. Pero antes de proponértelo, me he dado cuenta de que era yo quien tenía que hacerlo. El último dibujo de los campos de maíz tiene como figura central al Hombre Universal de Leonardo. Es también la portada del libro al que dediqué tres años, al que ahora añadiremos un capítulo ('Dolor y trascendencia') y un subtítulo: Del sufrimiento a la consciencia.

Exploración: “Me duele la espalda”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Siento arrobo en las mejillas. Una sensación de fracaso.

Tristeza. Ganas de morirme… Tristeza, y fracaso. - Me entristezco a mí mismo. - El dolor debería haber pasado. Yo no soy tan sabio como

creía". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? - "No lo sé… "El dolor cesará cuando sea su momento. Yo sólo debo

quitarme de en medio". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento que ése es el camino, y que no es fácil recorrerlo. Temo no saber hacerlo.

- Me asusto a mí mismo. - No voy a saber hacerlo". Exploración: “No voy a saber hacerlo”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Miedo. Mucho miedo. - Me paralizo, me angustio. Me muero de miedo. - No voy a saber hacerlo. Si supiese, levitaría, sería demasiado,

ascendería y me perdería. Si me atreviese a saber, me perdería". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? - "Estoy hablando del pasado". Exploración: “No supe hacerlo”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

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- "Decepción, fracaso. Estoy muerto. Estoy completamente muerto.

- Me castigo, me creo el dolor en la espalda. Me castigo como sea. Me maldigo y me castigo. Me odio a mí mismo.

- No sé… Creo que se refiere a la emergencia de mi espíritu". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? - "Tal vez en el pasado no fue el momento". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento miedo. Siento miedo. - Me escondo y me castigo. - Yo nunca podré ser yo mismo". Nota: Cualquier temor al futuro es una proyección del pasado,

real o imaginario. Exploración: “Nunca pude ser yo mismo”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Siento que es mentira, que siempre lo he sido. - Suspiro. Me detengo. Tomo conciencia. - Pienso en los muertos". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? "He sido yo mismo en la medida en que he podido.

Sustancialmente siempre he sido yo mismo. Lo soy ahora y lo seré siempre. Yo soy yo mismo. Siempre".

3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento calor en la cara. Me duele la espalda. Siento arrobamiento y mareo…

- No hago nada. Siento… y espero. - Siempre he sido yo mismo. Nada ni nadie puede vencerme.

Puedo quitarme el dolor de la espalda. Lo he creado yo mismo. - Tengo miedo de hacerlo". Exploración: “Quitarme el dolor”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Tengo miedo. - No hago nada. No me lo quito. Lo mantengo. - Pienso que van a matarme. Si me quito el dolor van a

matarme".

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2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

"Nadie va a matarme si no lo digo. Tengo miedo a matarme a mí mismo".

3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento el dolor, y quiero sentirlo hasta que acabe. - Presto atención al mismo, me centro en el mismo. - Estoy matándome a mí mismo". Nota: Cualquier trauma en el presente es una proyección del

pasado, real o imaginario. Exploración: “Yo me maté a mí mismo”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Siento que es cierto, que he estado matándome siempre. - Relajo mi espalda. Parece que el dolor cede. - Ya no necesito crearme el dolor. He comprendido". 2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes

encontrar ahora? "He comprendido que el miedo no tiene objeto. Que nada

puede dañarme. Que sólo existe Dios. Que sólo Dios existe…". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos? (Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

-"Siento que es lo cierto, lo definitivamente cierto. Siento que he llegado al final del camino.

- Observo. Siento mi espalda. Me reconcilio con ella. Le doy las gracias. Sudo. Me libero…

- No pienso. Sé que lo haré más tarde, de un modo nuevo". He recuperado mi espalda. Me comunico con ella. Ha

desaparecido el bloqueo. Queda un residuo del dolor, que tal vez siga hablándome. He descubierto mi espalda. Hace mucho me dijeron los médicos que tenía un problema en S. Uno (así llaman a la primera vértebra sacra). Tiempo antes, sin saberlo, yo había firmado mi primer libro con ese nombre: S. Uno. Tras resistirme, escribí un anexo con esta anécdota en mi diario secreto, el año pasado. Ahora sólo siento un agradecimiento sereno y difuso... Sé que no va a pasar nada.

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Miércoles 16 de septiembre de 2009

"¿Quién tiene la sanación?"

"Estas personas están muy aferradas al resultado, y esto es una atadura que, por lo menos, interfiere". (Pág. 152).

Eso lo sé por experiencia propia, no sólo de sanador, sino también de paciente.

Cuando iba a recibir mi primera Sanación, que fue a distancia, como ya he contado, no pude evitar desear algo, por más que supiera que esa no era la actitud adecuada. Ahora me doy cuenta de tres cosas: yo siempre he pedido a Dios que me dé lo que necesito, y no lo que quiero. Yo puedo saber lo que quiero, pero él sabe lo que necesito. Sin embargo, por otro lado, la mayor parte del tiempo clamo por saber qué pinto yo en este mundo. ¿No es eso una contradicción inmensa? Si necesitase saberlo, lo sabría.

La segunda cosa es que sí sé lo que pinto en este mundo: lo que estoy haciendo. Eso también vale para ti. Ahora, ayer y siempre.

Lo tercero es que me fue dado lo que esperaba, en la medida en que soy capaz de comprenderlo. En apenas unos meses la vida ha dado una vuelta por completo. Tan grande que en muchos momentos me cuesta creerlo. Es evidente que no estoy preparado para saber más de lo que sé en este instante. Así que tranquilo, que todo está en su sitio.

Jueves 17 de septiembre de 2009

"Dirigir la sanación"

"Cuando se trabaja con la Sanación Reconectiva, sin embargo, no sólo es innecesaria, sino que incluso puede obstaculizar. Soy de la creencia de que a menudo, cuanto menos sé sobre el paciente, mejor, porque es menos probable que trate de dirigir la sesión, conscientemente o no. Cuanto menos trates de dirigir, más espacio das al universo para hacerlo, y mayores serán los resultados. No es que el universo no pueda trabajar alrededor de ti, sino que hay un cierto nivel de gracia y facilidad que ocurre cuando consigues quitarte de en medio". (Pág. 153).

Como vamos viendo en el trascurso de los comentarios, quitarse de en medio es clave en la Sanación Reconectiva, y también lo es en mi experiencia.

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No hace muchos años, un ser muy querido vivió un accidente de tráfico, del que en principio le dieron por muerto, y más tarde estuvo varios días en coma. A lo largo de este periodo pregunté a... La respuesta fue: "Déjalo en mis manos". Es la respuesta de SIEMPRE.

Quitarse de en medio no es una actitud pasiva, sino todo lo contrario, y a veces nos resulta lo más difícil. Dejar de lado la ilusión del control en la que hemos creído desmonta el mundo. Nos lleva a la nueva realidad, a la única realidad que alguna vez ha existido. Por eso prefiero hablar de despertar y no de evolución, porque la realidad ha sido siempre la misma.

También esto viene a reforzar la idea de que el fin de la Sanación es la sanación (despertar) del sanador, porque quien llega a quitarse de en medio del todo, quizás ha alcanzado el cielo. Ya no es su mente, ya no es el mundo. Es... el Universo.

Jueves 17 de septiembre de 2009

Alegría Alegría. Desde dentro y a lo largo de mi pecho. Alegría. Que sabe que la tristeza es mentira. Alegría. Sin opuesto. Alegría. Transformando cada célula de mi cuerpo. Alegría. "Cualquier palabra que no provoque alegría es mentira".

('Ya viene Urano', 1993)

Viernes 18 de septiembre de 2009

"Cómo pensamos"

Estamos hablando ya de los temas más importantes, disfrazados de menos. ¿Puedes verlo?

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Siento un afecto inmenso por eso que se expresa a través de Eric, y a través de tantos. Gracias, Eric, por quitarte de en medio.

"No tiene nada que ver con saber si el paciente necesita más o menos energía. Si es así, lo conseguirá, y cuanto menos intentemos ayudar conscientemente, mejor para ellos y para nosotros". (Pág. 154).

Deja de lado el miedo, y observa. Cierto que el miedo se disfraza de mil maneras. De amor es la

más perversa. ¿Sabes? Me parece que sólo debemos curarnos del miedo. Por cierto, te invito a que veas qué hay detrás de la voluntad de

ayudar... ¿Te atreves? "Cualquiera que sea la forma de diagnosis que usemos, añadirá

un paso más a la separación entre nuestro paciente y su proceso de sanación.

"Sea cual sea el método que utilicemos para tomar una determinación de lo que pensamos que está mal en alguien, estamos haciendo algún tipo de suposición sobre un asunto particular, un tipo de determinación con nuestras mentes lógicas y educadas, trabajando esencialmente sobre la premisa de que somos más eruditos que la perfección del universo. No lo somos. En muchas situaciones, esta manera de diagnosticar sólo estorba, ya que en un nivel u otro, anima a nuestra mente consciente a intentar hacerse cargo.

"En este nuevo capítulo de la humanidad, finalmente hemos llegado a reconocer y honrar la inteligencia de una fuerza de sanación superior. Podemos admitir que esta energía sabe qué está mal en nosotros, qué rectificaciones se requieren y con qué prioridad.

"Este tipo de sanación no consiste en creer en los viejos paradigmas de diagnóstico y protocolo. Nuestro trabajo como sanadores es simplemente quitarnos de en medio y permitir que algo que lo conoce todo y lo ve todo tome las decisiones apropiadas". (Pág. 155).

La ciencia trata sobre lo general, pero la experiencia siempre es sobre lo particular. En la investigación en la que he trabajado durante los últimos años, acerca del autoconocimiento y de la liberación del sufrimiento, se prescinde de cualquier respuesta externa. Sólo tú tienes tus respuestas, que son las únicas que realmente te valen, las únicas verdaderas. Consultar un manual de síntomas y poner una etiqueta es negarse a ver, es preferir seguir muerto, renunciar a la vida y a la consciencia en ti que, finalmente, es la vida y la consciencia en el universo.

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Quiero contarte una cosa: en 1983 tuve, tras haber intentado adaptarme al mundo (enajenación) y pagar el precio del intento (enajenación de nuevo), mi primera experiencia adulta de que había mucho más que el mundo. Era, hasta entonces, la noticia más importante de mi vida. Cuando entusiasmado fui a contarla, vi que casi todas las personas huían, espantadas. ¡Cuánto miedo, todavía!

Más recientemente, al serme dado encontrar un camino para salir del sufrimiento, ocurrió exactamente lo mismo: no conozco a casi nadie que quiera dejar de sufrir. Y no voy a especular ahora sobre eso.

Seguimos: "algo está mal en alguien". ¿Estás seguro de que está mal? ¿Qué es estar mal, no adecuarse al modelo? ¿Quién ha decidido cuál es el modelo? Jugando a diagnosticar, no sólo añadimos "un paso más a la separación entre nuestro paciente y su proceso de sanación", sino que lo añadimos y mantenemos entre nosotros y nuestra propia sanación (despertar de la mentira).

No existe otra cosa que Dios. Todo lo que existe es Dios, y yo no soy quien para corregirlo. Mi sanación es darme cuenta de eso.

¿Estás enfermo? ¿Qué es estar enfermo, más allá de una creencia de que deberías estar de otro modo? 'Es que estoy sufriendo' -puede contestar alguien. "El sufrimiento es una pesadilla que se cura despertando". Si aún no lo has visto, lo verás cuando te atrevas.

Por cierto, ya va siendo hora de ajustar las cuentas a esa macabra idea del karma. Es la versión oriental del pecado, aún si cabe más brutal que la occidental, porque la idiotez del karma se extiende a otras vidas. Lo diré claro: creer en el karma, como en el pecado, es una blasfemia. Dios no castiga, ni en ésta ni en otras vidas. Si tú crees eso, eres tú quien se está castigando a sí mismo.

La fuente de esta "energía" sabe que no hay nada mal en nosotros. Ésa es la verdad que más duele, la más difícil de asimilar, porque representa el fin del mundo. Eso que "lo conoce todo y lo ve todo" es... tú mismo, tu propia esencia, lo único real que de verdad te constituye, de vuelta a casa tras el olvido del viaje y el viaje del olvido.

"No siempre estamos dotados para ver las cosas desde una perspectiva más amplia. Alguien hace eso por nosotros. Así que no nos preocupemos por lo que somos capaces de reconocer o intuir. Gracias a Dios que ya no tenemos que hacerlo. Sólo mira la imagen global, sé parte de la ecuación, y déjale hacer.

"Éste es el regalo de la sanación. Éste es el futuro de la sanación". (Pág. 156).

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Y la sanación no es más que una metáfora... ¿cuándo vas a descolgar tus alas?

Sábado 19 de septiembre de 2009

"Establecer el tono"

"Un ganso blanco no necesita bañarse para ser blanco. Tampoco tú necesitas hacer nada sino ser tú mismo". Lao Tse (Pág. 157).

Justo eso es lo que estamos diciendo estos días. Ser 'uno mismo' es un concepto vacío de contenido… hasta que se llena.

Hace muchos años, en las noticias de televisión, aparecieron las imágenes de un grupo, creo, de taoístas, que se había reunido en una playa porque ese día, según su tradición, del mar iba a emerger y dejar verse lo que si mal no recuerdo llamaban la Ciudad de los Inmortales. La playa estaba abarrotada de gente con cámaras de fotos, y, en efecto, desde la orilla se puedo ver una enorme ciudad al fondo, en medio del mar. Busqué más información, y no encontré nada. Si sorprendente fue ver la Ciudad en el mar, mucho más lo fue la indiferencia del mundo.

El número de la Reconexión, 333, suma 9. También suma 9 el 144.

No pretendo ser enigmático. No soy realmente consciente de nada más, por ahora, y no me gustan los enigmas ni los símbolos. Es mentira que Dios juegue a eso. A eso sólo puede jugar mi miedo.

Al renunciar a combatir el dolor, mi relación con mi cuerpo ha cambiado por completo. Nunca me había sentido tan próximo a él, ni tan fuerte. ¿Tendrá algo que ver en esto la reconexión que me hicieron la semana pasada? Te prometo que tampoco lo sé, por el momento.

Domingo 20 de septiembre de 2009

El puzzle

De niños, donde yo vivía, le llamaban 'rompecabezas'. Podría ser un nombre más apropiado, dependiendo de cómo se enfrente el hecho de ir recibiendo piezas sueltas...

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¿Cómo puedo decirte que esta mañana, inesperadamente, he tomado conciencia (me parece más adecuada esta expresión que 'recibir información') de...?

¿Me das permiso para que se reasiente en mí, la asimile, y después te voy contando?

En realidad, yo no tengo nada que decirte. Nunca. Todo lo que de verdad pueda yo decir, lo tienes tú también escrito dentro, y sólo ahí debes leerlo. Sé que cuando escribo no lo hago para ti, sino para mí mismo. Siempre me escribo a mí mismo...

De todas formas, gracias por estar ahí, mi necesario espejo...

Domingo 20 de septiembre de 2009

"Emociones personales"

"Es importante mantener un nivel de distanciamiento de la situación, ya que un acercamiento es una de las pocas maneras en que este proceso de sanación puede disminuir. Disfrutar de tus emociones permite que te mantengas en este nivel de presencia distante. La felicidad y otros estados elevados de emociones a menudo contribuyen en gran medida al estado de distanciamiento, porque ese distanciamiento no es de la vida en sí misma, es de la necesidad de dirigir, la necesidad de controlar. Es el distanciamiento de los resultados de la otra persona. Esto te permite estar en el proceso, pero no intervenir en los resultados". (Pág. 157).

Supongo que eso fue lo que me ocurrió en mis primeras Sanaciones presenciales: las sensaciones en mis manos no me interesaban, y los movimientos (registros) de los pacientes pronto comenzaron a darme lo mismo. El distanciamiento, por mi parte, estaba servido. Y tal vez de aquí pueda aprender algo muy importante para mi propia Sanación y Reconexión: distanciarme de los resultados también de las mías, de aquéllas en las que yo soy el paciente. Una vez más, quitarme de en medio, incluso de mí mismo.

"(...) mientras el proceso se hace más profundo en el paciente, verás y sentirás una asombrosa intensidad manifiesta. Esto te llevará inmediatamente a un lugar más amplio de conocimiento y observación que intensificará la interacción con tu paciente de nuevo". (Págs. 157-158).

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No recuerdo con exactitud si fue en la octava Sanación presencial que hacía cuando todo cambió por completo. Inesperadamente, comencé a recibir-percibir muchísima información acerca de la persona que estaba en la camilla, de su proceso. Era la primera vez (estaba acostumbrado a que eso ocurriera a veces en las Sanaciones a distancia). La recibía con una seguridad distinta. Especular, dudar, eran posibilidades que atentaban contra mi integridad y la de la realidad que estaba viviendo.

En aquel momento, ni se me ocurría qué sería lo más indicado de hacer con esa información.

Cuando la paciente, S., se incorporó de la camilla, me contó todo lo que yo había recibido, excepto dos detalles. Mi sorpresa fue inmensa. Y antes de irse, me dijo: "¡Ah, se me olvidaban dos cosas!", y contó los dos detalles que faltaban.

Del mismo modo en que hay pacientes con muchos registros y otros sin ninguno, de algunos he venido recibiendo mucha información, y de otros ninguna. Y, de igual manera, hay personas que cuentan haber tenido experiencias extensas e intensas en las camillas, y otras que dicen no haber experimentado nada.

Me parece que no es importante que yo reciba información de otras personas, y tal vez cada día reciba menos. Como los registros y las sensaciones, parecen disminuir en la medida en que dejamos de darles importancia. Lo verdaderamente valioso ocurre sin duda en un plano diferente, y se manifiesta sólo cuando y como debe manifestarse. Al menos ésa es hasta hoy mi experiencia...

Domingo 20 de septiembre de 2009

"Algo divertido que sucedió en el camino al sanador "

"Si aceptas que la Sanación Reconectiva se produce a través de una inteligencia superior o universal, y que los resultados serán lo que sea más apropiado, independientemente de lo que cada uno estime conscientemente, ¿cuál es el problema?". (Pág. 158).

En realidad, hay dos 'problemas': - Todos los prejuicios acumulados de que podemos ser

nosotros, desde nuestra decisión y nuestra ciencia (conocimiento), quienes resolvamos lo que consideramos un problema (enfermedad en este caso).

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- La presión de los pacientes. Recuerdo a alguien que me insultaba por ponerme de parte de los Sanadores Reconectivos: "¿Cobráis sin garantizar nada?". No se atrevió a llamarnos cínicos, aunque todo indicaba que lo pensaba. Ningún profesional de la salud garantiza nada. Una de las diferencias de la Sanación Reconectiva es que lo reconoce desde el principio. Por eso tal vez la denominación de 'sanador' no sea la más apropiada.

"Ron Roth, autor de Espíritu Santo de la curación, dice: "Deja de tomarte tan en serio a ti mismo. Nadie más lo hace". (Misma página).

No me extraña que quien ha sido capaz de poner a un libro un título tan estúpido, pueda decir una frase tan desacertada. La próxima vez que vea a alguien en un estado de sufrimiento extremo, igual se la suelto... Desde luego, que lo mejor de este libro no es la bibliografía...

Lunes 21 de septiembre de 2009

"¿Qué es amor?"

"El amor sentimental no es el amor que interviene en estas sanaciones. Ni siquiera capta la esencia del amor que crea el universo. Pregunta a cualquiera que haya tenido una experiencia de vida después de la muerte y que haya ido incluso más allá, para conocer el 'amor' que es esa experiencia". (Pág. 159).

'Amor' y 'Dios' son las dos palabras más equívocas que conozco. Por eso llevo mucho cuidado al utilizarlas. Anoche vi en televisión a un sacerdote que usaba ambas. "No preguntes por el significado, pregunta por el uso" -afirmaba Wittgenstein. El Dios del que yo hablo y el amor del que me callo no tienen nada que ver con aquello a lo que pudiese referirse el sacerdote, suponiendo que se refiriese a algo. Se llama amor a la manipulación, a la dependencia, al engaño, al chantaje, a la adicción y a infinidad de otras formas de miedo.

Se llama Dios al pretexto para cometer las barbaridades que uno quiera. De ese Dios soy ateo. Y de cualquiera, porque yo no creo en nada; soy sólo una experiencia. No sé qué significa 'creer'. Cuando hablo de Dios, me refiero a mi propia experiencia. Una experiencia al límite de poder ser nombrada.

Dice Pearl que preguntes a alguien "que haya tenido una experiencia de vida después de la muerte". Yo la tuve. A los 22

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años. Sé a qué se refiere. Al otro lado, el orden, la paz y la luz son perfectos. Ese amor es omniabarcante. Es el sentido de todo, el sostén de todo, el aliento y la fuente de todo. Es... la realidad, más allá de las apariencias y del teatro. Quien lo tiene presente, se sabe libre y a resguardo.

"Estos sanadores habían estado confundiendo el amor con soborno". (Misma página).

Son esas falsas formas de amor en bocas de tantos predicadores, muchos de los de la Nueva Era y algunos sanadores. Apelando a un amor que a todas luces desconocen y que se queda en una mera palabra vacía, juegan a justificarlo todo, porque el en fondo todo lo condenan, empezando por sí mismos.

El amor, ¿dónde está el amor? Encuéntralo dentro, y guarda silencio.

"Es el amor todopoderoso de la creación y la conciencia, es el amor que te permite salir de tu ego, quitarte de en medio y ser el observador y el observado, y de esa manera permitir el mismo regalo para el paciente. Es el amor que permite que el poder que creó el cuerpo sane al cuerpo. Es cuando tiene lugar la transformación. Es cuando fluyen la luz y la información. Eso es amor". (Misma página).

'Transformación' es una palabra clave. Es el nombre que yo le daría a la sanación. Porque no hay nadie enfermo. Sólo estamos durmiendo, regresando de un viaje...

Todo es más sencillo. No se necesitan dramas ni aspavientos. Es más: los dramas y aspavientos nunca van unidos a la verdad; son manifestaciones de la mentira.

Martes 22 de septiembre de 2009

Re-cordar es...

volver a unir las cuerdas. ¿Qué ocurriría si te dijese lo que sucedió el domingo? No lo sé. Pero sí sé lo que ocurre si no te lo digo: me siento

fatal conmigo. Tengo miedo de contar esto, como tengo miedo de contar

tantas otras cosas que... no comprendo. Me parece temer que me consideres idota, pero en el fondo mi temor es considerarme idiota yo mismo. Voy allá, daré el salto.

Deséame suerte si quieres.

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Mira: hasta ahora yo he experimentado tres fuentes de información: mi mente (la tonta de la casa); una especie de recepción que, a falta de otro nombre, llamaba 'Arribadentro'; y el 20-09-2009 (acabo de ver, al escribir -algo me ha impulsado a hacerlo-, que forman dos 2009 seguidos, el primero partido por en medio), algo (no) nuevo.

Sabes que utilizo la Exploración como método de autoconocimiento. Tal vez has leído el libro y, en cualquier caso, aquí has visto algunos ejemplos. Pues bien, por ese camino uno se expresa, a sí mismo, de una manera incontestable. Y lo que aparece es a menudo muy sorprendente. De hecho, podría decirse que se comunica la consciencia con el inconsciente y con el hiperconsciente (ya tenemos a los tres).

Te aseguro que estoy acostumbrado (llevo practicando tres años) a que aparezca lo que menos espero. Pero lo del domingo fue diferente: desde esa misma incontestabilidad, desde esa experiencia de Uno Mismo* ¿qué crees que fue lo que escribí?

Pues hablaba de cuerdas y de hebras. Sí, justo el tema de 'La Reconexión' que siempre me ha resultado menos interesante y más lejano. A día de hoy aún no he asimilado conscientemente aquello, no he traducido, interpretado, hacia algo comprensible desde mi actual estado de consciencia, lo que fue escrito. Sólo me cabe, creo, quitarme de en medio. Te digo cuáles fueron las últimas frases. Tal vez tú sí lo entiendas:

"Hay una trascendencia desde la materia y hacia la materia. La continuidad nos ha pasado desapercibida. El cuerpo es la clave de contacto. Por eso es tan importante. El cuerpo tiene todas las claves. Eso no quiere decir que haya que operar desde el cuerpo. Todo lo contrario; operar desde el cuerpo no es posible. Sólo se puede operar desde el espíritu. Es lo que hasta cierto punto ya estamos haciendo: transformar, conectar las cuerdas desde el cuerpo-espíritu". *redactando esto ha sonado el teléfono. Era una paciente con la que he trabajado hace un rato. Me llamaba para decirme que se le había olvidado contarme que, cuando estaba en la camilla, le ha venido una frase: "Las cosas son así". Queda registrado.

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Miércoles 23 de septiembre de 2009

"El miedo escondido en nuestros rituales"

Ha llegado el momento. Por eso he puesto una de mis fotos favoritas. Tal vez nosotros somos como niños que despiertan de un sueño, a veces pesadilla, y por fin ven la Luz.

El libro de Eric tiene una lectura más profunda. En este apartado habla de los rituales. Yo pregunto: ¿acaso nuestra vida es otra cosa que una suma de rituales?

"El miedo nunca es tan insidioso como cuando se envuelve en la apariencia del amor". (Pág. 160).

¿Alguna vez has sentido asco cuando alguien te ha dicho 'te quiero'? La expresión más sagrada es también la más profanada. ¡Qué pocas veces es verdad, y cuántas es mentira!

¿Por qué soy yo tan sensible a la mentira? "El miedo es lo único que se interpone entre tú y otro, entre tú y

cualquier cosa...". "El miedo es justamente la ausencia de amor, como la

oscuridad es la ausencia de luz". (Misma página). Ninguna frase del libro me incomodó tanto como ésta en las

primeras lecturas. Porque si con algo me he identificado casi siempre ha sido con el miedo. Intenté rechazarla, porque me parecía que me dejaba en muy mal lugar, hasta que comprehendí -hice mío- que era cierto. Yo mismo lo escribí una y otra vez en mi diario secreto. Y coincide completamente con mi experiencia. 'El miedo es la ausencia de amor' representa, para mí, la frase más importante del libro. Por eso dije días atrás que, finalmente, sólo debíamos curarnos-curarme del miedo. Y me parece que para evaluar la curación, la vida o el universo no hace más que mandarnos pruebas. Tal vez eso sea el tiempo. Curarse de los miedos, curarse del miedo...

"Impregnar las 'técnicas' de sanación es el ritual. El ritual llena múltiples vacíos, incluido el sentimiento de que no somos, por nosotros mismos, suficiente". (Misma página).

¡Dios mío, qué alergia me dan los rituales! Y no me refiero sólo a los chamanes y a sus imitadores más

evidentes, sino a los menos: todos los chamanes son hijos del miedo (no por ello culpables), incluidos los médicos y sacerdotes que se disfrazan para administrar un saber que no tienen o que, si lo tienen, como ellos es también hijo del miedo. Te lo dice un muerto de miedo.

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El miedo es finalmente lo único que nos mata. El miedo mata el Espíritu. Lo mata en nosotros mismos. Y el miedo no es algo ajeno a nosotros: el miedo es el olvido de nosotros mismos, que sólo nosotros mismos ejercemos.

"(...) el diablo no existe". (Misma página). De lo único que debemos exorcizarnos es del exorcista, el

predicador del diablo, en nosotros mismos. La literatura espiritual de la Nueva Era habla a menudo de que

'nosotros somos Dios'. Si nosotros somos Dios, también somos el diablo. El diablo ('lo que divide', significa) es el olvido. Cuando recuerdas (¿re-cuerdas?) que eres todo, ¿de qué puedes tener miedo? Eres Todo y Todo es Dios. ¿Dónde queda entonces el diablo, sino sólo en tus sueños?

Ojo: mientras en tu paisaje veas a predicadores del diablo, tú también eres ellos.

"No podemos llegar al amor mientras reforcemos el concepto del miedo".

"(...) mantenemos el concepto del mal". "Mientras nuestra atención crea encarnaciones ilusorias del mal

-que, a su vez, requiere más de nuestra atención- nuestros sistemas de creencias se refuerzan".

"(...) estás diciéndote a ti mismo que hay algo de lo que debes tener miedo".

"(...) algo tan simple como estar preocupado de si lo que estás haciendo está 'mal'". (Misma página).

Mal, mal y mal. Es la palabra que más se repite a los niños. Una vez que estamos seguros de que la han interiorizado, decimos que 'ya son hombres', cuando en realidad se han convertido en muertos.

"Simplemente miraba con el asombro de un niño. Sin atadura, sin constricción, sin ritual, sin miedo. Sólo sanación del universo, simple y llanamente". (Pág. 163).

La inocencia no tiene miedo; sólo la culpa lo tiene.

Jueves 24 de septiembre de 2009

"No es lo que haces, es por qué lo haces"

"Rezar una oración antes de cada sesión es una manipulación espiritual". (Pág. 163).

No sé si es exactamente una manipulación, pero desde luego es un síntoma de desconfianza y de miedo.

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"En lugar de pedir algo, ofrece algo". (Misma página). Es una buena idea. Pero cuidado no vayamos a ofrecer

sacrificios, que eso sí sería una manipulación en toda regla. Eric, como Jesús, propone ofrecer agradecimiento.

"¿Qué estás haciendo cuando empiezas a solicitar la presencia de Dios y/o de los arcángeles antes de cada sesión que das? Te estás diciendo a ti mismo que no crees realmente que Dios esté siempre contigo (...)". (Misma página).

Pues sí, exactamente es eso. Yo no lo he hecho habitualmente en las sesiones, pero sí a menudo cuando he sentido miedo.

"¿Cómo escapas de tus modelos de miedo? Primero, reconociéndolos". (Misma página).

Claro. Predisponerse, abrirse a reconocerlos es el primer paso. Yo empleo a diario una técnica para descubrirlos. Parece que no se acaban nunca, pero con cada uno del que tomo conciencia, me siento infinitamente liberado.

"(...) el poder que reclamas cada vez que pierdes tu atadura a un miedo, te acerca más a tu meta de ser un sanador, de liberar tu ilusión de separación y vivir en una infinita unidad". (Págs. 163-164).

Eso es. Es eso. La meta no sólo de "ser un sanador", sino de haber sanado.

Viernes 25 de septiembre de 2009

"Eliminar tu dependencia ritual"

"(...) incluso dejé de solicitar la presencia de Dios, porque me di cuenta de que Dios estaba conmigo constantemente de cualquier manera". (Pág. 164).

Pues sí. Me siento completamente identificado con esto. En la última edición de 'Ya viene Urano' añadí una presentación

que finalizaba con este párrafo: "Las palabras… De todas las que escuché desde que nací, las más importantes son las que constantemente repitió mi madre Teresa: “Yo nunca estoy sola. Dios está siempre conmigo”. Puedo ver que la tarea de mi vida ha sido hacerme consciente de hasta qué punto eso es cierto".

"No necesitas liberarte de todo tu miedo antes de que estés listo para experimentar el amor. Puedes abrazar tus miedos y llevarlos adentro del amor contigo. Porque una vez que entres en el

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amor, el miedo se mostrará a sí mismo como la ilusión que siempre ha sido, y el amor será todo lo que permanezca". (Pág. 165).

Entrar en el amor es entrar en uno mismo.

Domingo 27 de septiembre de 2009

"¿Quién es sanador?"

"En este punto de nuestra transición, (...)". (Pág. 167). Yo utilizo más la palabra 'transformación', pero me parece que

nos estamos refiriendo a lo mismo. Según mis noticias, muchas personas estamos viviendo un proceso de transformación tremendo, de un alcance que no imaginamos. Nuestra parte del trabajo es permanecer abiertos, desde la consciencia de que sólo la Luz existe realmente. Y sí, tenemos miedo. Pero ayer Algo me hizo atender a una frase: "Somos valientes porque tenemos miedo".

"(...) la mayoría de las cosas que te guste hacer, es bueno hacerlas". (Misma página).

Pearl no es tan imprudente como Agustín, que decía "Ama, y haz lo que quieras". En el mundo en el que vivimos, podría decirse: "Ama, haz lo que quieras, y prepárate para ir a la cárcel". Ni siquiera puedes decir lo que quieras. O tal vez es que Agustín lo decía desde un amor más grande, un amor que todo lo comprende. Son las ventajas de ser un santo... ;-)

"No podemos aspirar a algo que ya es nuestro". (Misma página).

Por supuesto. La idea de que necesitamos algo no es más que una estrategia de ventas.

"Si buscas esta reconexión, mereces recibirla". (Misma página). Siempre que alguien se me acerca buscando algo, le respondo

desde la convicción de que va a encontrarlo. Aunque yo mismo no lo entienda, sé que no puede ser de otra manera.

Lunes 28 de septiembre de 2009

"Sanación de fe"

"(...) este trabajo supera lo que se llama generalmente sanación energética. Esto tampoco es 'sanación de fe'. No tienes que creer en el proceso para que funcione". (Pág. 169).

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No hace muchos años, a la mayoría de la gente supuestamente espiritual de mi entorno le dio por sanarse. Había que sanarse de todo y a todas horas. La otra obsesión eran 'las energías'. También todo se explicaba por las dichosas energías, que a mí no me explicaban absolutamente nada. Para acabar, me acusaban de descreído. Gracias a Dios, lo soy.

Si la Sanación Reconectiva dependiese de que yo creyese en ella para que funcione, no funcionaría de ninguna manera. Incluso me niego a realizar esos ejercicios donde se dice: "Imagina que...". No. Puestos a imaginar, prefiero imaginar lo que yo quiera.

"Anima al paciente escéptico a acostarse con una actitud de tal vez funcione o tal vez no. Por extraño que parezca, a menudo éstos son los pacientes que reciben las sanaciones más espectaculares, muchas veces con todo tipo de parafernalia (visual, olfativa, auditiva y táctil)". (Pág. 170).

Me encuentro más cómodo -supongo que por identificación- con los escépticos que con los crédulos. Pero el escepticismo como militancia también es un torpe disfraz del miedo.

Recuerdo a una paciente, en cuya sesión yo tenía la profunda sensación de que algo estaba estancado y no fluía. Cuando al final le pregunté por su experiencia, me dijo que no había prestado atención a nada, porque se había pasado todo el tiempo invocando a no sé quiénes para que la protegieran, y haciendo unas afirmaciones que un vividor le había prescrito para Dios sabrá qué fines.

Lunes 28 de septiembre de 2009

"¿Por qué alguna gente se sana?"

Sorprende el título de este capítulo. Parecería más correcto preguntarse, en todo caso, por qué alguna gente no se sana.

"No es la enfermedad o la dolencia lo que se sana, sino la persona". (Pág. 170).

Del mismo modo, no es tu pierna, tu estómago, tu mente o tu espalda lo que enferma -por más que hayamos comprado esa idea a las creencias dominantes-, sino tú mismo.

En estas últimas semanas estamos investigando justamente sobre esto. Cuando alguna parte del cuerpo (o del alma) se queja, eres tú -íntegramente- quien pide ser escuchado; tú necesitas

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escucharte a ti mismo. La enfermedad es una llamada para tomar consciencia. El único mal es la inconsciencia.

"Una de las pocas maneras en las que puedes limitarte en este proceso es a través de tu sistema de creencias, o lo que yo llamo tus 'convicciones'". (Misma página).

Es lo que dijimos hace algún tiempo: eres tan fuerte como débiles sean tus creencias, o, lo que es lo mismo, eres tan débil como fuertes sean tus creencias. Sí, ya veo lo sorprendente que resulta eso...

"(...) la elección de sanarse era suya*. 'Si no vas a participar en tu propia sanación -dije, debes irte (...) a casa". (Pág. 171).

Así es. Yo también he tenido algún caso de ésos. El paciente parece preferir la enfermedad a la sanación, y venir a la sesión únicamente como parte de su teatro. ¿Por qué lo hace? ¿Para engañar a otros? ¿Para engañarse a sí mismo? ¿Acaso elige la muerte?

Es posible. No lo sé, pero para mí es un aprendizaje valioso, porque también yo podría elegir la mentira, la enfermedad y la muerte, y seguramente en alguna medida alguna vez lo he hecho.

Somos valientes porque tenemos miedo. Porque tenemos miedo, a veces somos o hemos sido cobardes.

Cada vez hay menos tiempo para eso...

*Está hablando de una paciente.

Lunes 28 de septiembre de 2009

"Otra razón por la que alguna gente se sana"

"La resistencia a una sanación puede tener muchas formas, algunas de ellas tan profundamente ligadas a otros aspectos de la vida de un paciente que sólo puedes verlos con mucha perspectiva". (Pág. 172).

Y me parece que verlos en el paciente sólo sirve para aplicárselos a uno mismo: Sanador, sánate a ti mismo. Cada paciente es un maestro.

"Hay muchas razones por las que algunas personas deciden no recuperar la salud: Estas razones rara vez tienen que ver contigo". (Pág. 174).

Claro. Una reacción comprensible podría ser sentirse culpable o poco capacitado como sanador o como persona. Podemos también pensar que el paciente tiene sus razones.

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Y podemos considerar su experiencia como una experiencia potencial nuestra, para evitar, si acaso, tropezar donde nos parece que él tropieza. Al fin y al cabo es un espejo...

La gran pregunta es: ¿Es algo más que eso? "No es la enfermedad o la dolencia lo que sana, es la persona".

(Misma página). Compruébalo por ti mismo. Escúchate cuando te sientas

enfermo o te duela algo. Y, si no quieres sentirte enfermo ni que te duela nada, escúchate siempre.

Escucharte es vislumbrar el camino a las estrellas...

Martes 29 de septiembre de 2009

"Facilitar la entrada en la energía reconectiva"

"Ocúpate lo más que puedas en el estudio de las cosas divinas, no para conocerlas simplemente, sino para hacerlas; y cuando cierres el libro, mira a tu alrededor, mira dentro de ti, para ver si tu mano puede hacer algo de lo que ha aprendido". Moisés a los Hebreos, 1240 a. C. (Pág. 177).

Hoy, festividad de los ángeles, me toca comentar una cita de Moisés. Nombre revelador para mí donde los haya... junto al otro que pocos conocen.

Entramos en la tercera y última parte del libro, en un momento en que siento desconcierto. Todo esto de la Sanación Reconectiva es tan sorprendente y diferente de la experiencia mundana que, a veces, me parece imposible vivir lo que estoy viviendo.

Somos seres trans-sensoriales. Claro. Eso lo he sabido o supuesto desde siempre. Y somos multidimensionales. De eso, más extraño, tuve noticia directa hace casi dos años. Comencé entonces a representarme a los seres humanos como cuerdas, de las que la mayoría sólo reconoce un cabo: el cuerpo. Por eso, la primera vez que leí el libro de Eric, entendí las palabras de Fred de otra manera. Aún hoy sigue teniendo en mí esa lectura más peso: somos cuerdas, y el desafío es unirnos con nosotros mismos. Reconectarse, en realidad, sería tomar conciencia de toda la cuerda, y salir del equívoco de la identificación con sólo un extremo.

En poco más de dos semanas seguramente haré el Curso para aprender a reconectar yo mismo. Desde que fui reconectado no han dejado de sucederse cambios. Ya habían comenzado antes. Recuerdo cuando en 1994 hice los cursos del Método S. (S es una

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inicial, para ser discreto; no es un nombre). La práctica, eficaz, me llevó a concluir que los cursos y todos los pasos que se explican en los libros no eran más que una parafernalia, un ritual, para conducir a un estado de expectativa abierta: pasar del 'esto es imposible' a 'veamos si funciona'. El verdadero autor de los libros que firmaba quien da apellido al método, explica en un libro propio que esto es exactamente así, como yo digo. La doble sesión de la Reconexión, ¿es algo más que eso? Si fuese sólo eso ya sería importante, pero, ¿es algo más que eso?

En los últimos días estoy viendo cosas que jamás había visto, estoy llegando muy lejos. Y hoy, día de los ángeles, como ayer, siento incertidumbre. Recuerdo una cita de Pearl sobre Lee Carroll, en la que se elogia la incertidumbre. No estoy de acuerdo. Los ángeles me hablan a la medida de mi miedo, y me parece que cada día mi miedo se va disolviendo...

No a la incertidumbre. No al miedo.

Martes 29 de septiembre de 2009

Teilhard de Chardin

“No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”.

Hay una pregunta que siempre pospongo: ¿De quién es la voz que habla a través de Fred?

Es algo que no se comenta en el libro. Cuando Pearl le pregunta, responde: "Puedes encontrarme en tu corazón". (Pág. 89).

Si puedes encontrarla en tu corazón es porque se trata de una dimensión (ignorada) de ti mismo.

¿Viene 'la reconexión' del espacio? Es posible. Siempre que reconozcas que el espacio eres tú

mismo.

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Miércoles 30 de septiembre de 2009

Hear and heal

Ése es el mensaje matinal de mis ángeles (¿otra dimensión de mí mismo?) que, al parecer, son políglotas. Como a mí, les gustan los idiomas.

Mañana comienza octubre, el mes de mi revolución por antonomasia, y así ando yo desde hace unos días: revolucionado. Gracias a Dios tengo los instrumentos y estrategias para que la revolución no devore a mi conciencia, como ocurrió en otros tiempos.

Ayer impartí la primera parte de un taller sobre LIBERACIÓN DEL SUFRIMIENTO a gente muy joven. La respuesta fue excelente. Se diría que los jóvenes son más receptivos a no caer en la rutina del victimismo en la que nos hemos acomodado casi todos los adultos. Tal vez, al llevar menos tiempo en el mundo, en la mentira, son más plásticos que nosotros.

Después seguiré comentando el libro. Ahora parecía más urgente trasladar el mensaje: hear and heal. Escucha y sana.

Miércoles 30 de septiembre de 2009

"Una nota antes de comenzar"

Hace ya meses que me dedico a comentar un libro, a la luz de mis experiencias y de otras cosas. A veces siento un fortísimo impulso a decir (escribir) algo, sin saber muy bien por qué, o sin saberlo (mentalmente) en absoluto. Después leo y releo lo que he escrito, aún desde la incertidumbre de estar o no comprendiéndolo. Me veo impulsado a escribir cosas que no entiendo, desde la esperanza de que no se me pidan explicaciones, aunque tal vez sería constructivo hacerlo. Si no escribiese lo que escribo sentiría la violencia de la mentira, que es la peor de las violencias, la misma y única muerte verdadera. Para vivir escribo.

"(...) con la Sanación Reconectiva, si 'tratamos' de hacerlo, en realidad estamos interfiriendo en el proceso. ¿Confundido?". (Pág. 177).

No. Todo lo contrario. Hace mucho que aprendí que la clave es lo que aquí llamamos 'quitarse de en medio'.

"De algún modo, cuando interactué con las personas, parecía estar 'iniciando' un nuevo nivel de receptividad diseñado para

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manejar el nuevo nivel de frecuencias -esta 'luz e información'- que se nos está proporcionando ahora". (Pág. 178).

Eso parece lo exacto. Nos lo estamos proporcionando nosotros mismos. Estamos, creo, despertando...

"Así que empecé a prestar más atención a lo que estaba ocurriendo dentro y alrededor de mí mientras trabajaba con estas energías". (Misma página).

No hay nada como la experiencia, que nunca es definitiva. "Descubrí que lo que había estado diciendo todo el tiempo era

cierto: No se puede enseñar la sanación". (Misma página). Tal vez no haya propiamente ninguna sanación que enseñar.

Tal vez sea otra cosa. "Pero había algo que podía hacer: traer esta nueva luz e

información al planeta, y dejar que la gente las aprendiera por su cuenta". (Misma página).

Traer. Una palabra clave. Traer, ser consciente.

Miércoles 30 de septiembre de 2009

Octubre

¿Qué son la "luz e información" de las que habló Fred? Desde un punto de vista fisicista y mecanicista, tenderíamos a

considerar la luz como una especie de sustancia, en nuestro contexto, con acento misterioso, místico y poético. Tal vez necesitamos de ese acento para poder convivir con la mecánica.

Pero 'traer luz' también significa facilitar la comprensión: 'A ver si ponemos luz en esto' significa 'a ver si resolvemos esto por la vía de la comprensión'. Y la información tampoco tiene por qué ser un misterio: información son datos, o algo parecido.

Las 'energías' no son más que la manifestación fenomenológica que propicia una nueva comprensión de nosotros mismos. Si consideramos que vienen de fuera, volvemos a enajenarnos. "Transfórmate en esa energía" -dice Eric. 'Date cuenta de que eres esa energía', diría yo.

No estamos evolucionando para convertirnos en seres trans-sensoriales. Humanos que caminasen a cuatro patas no necesitarían evolucionar a bípedos; simplemente estaban haciendo un uso deficiente de sus extremidades anteriores-superiores. ¿Te das cuenta de que siempre estamos mirando desde la posibilidad más baja?

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Es el mismo prejuicio mecanicista el que afirma que tenemos cinco sentidos. Si tuviésemos cinco millones de sentidos pero sólo reconociésemos cinco de ellos (los más elementales) no necesitaríamos evolucionar para tener más de cinco. Los tendríamos desde siempre. Simplemente, no nos habíamos dado cuenta.

El punto de vista de la evolución, en la medida en que es heredero del tiempo, es mentira. No estamos evolucionando; estamos despertando de una pesadilla.

Jueves 1 de octubre de 2009

Conciencia de crisálida

En un planeta imaginario había unos seres bellamente alados que no reconocían sus alas. Sólo reconocían esa parte de sí mismos que coincide con la forma de los gusanos, y como tales vivían.

Los adultos hipnotizaban a sus crías para que también ellas olvidasen cuanto antes sus alas. Al final, los recién llegados sólo miraban con los ojos del cuerpo de gusano que, incapaz de elevarse, siempre dirige su vista a la tierra y nunca al cielo, al espacio donde es posible el vuelo.

Vivían atormentados, enajenados de su naturaleza angélica, obligados por su olvido a mirar constantemente hacia abajo, hacia el infierno. Sólo el arte y la locura les traían algún recuerdo confuso de lo que en esencia eran. Desde su consciencia de gusanos, todo aquello por lo que la vida valía la pena quedaba en segundo plano, o incluso no existía. Llevaron al planeta al límite de su existencia.

Cuando por esas grietas por las que penetra a veces el arte y a veces se resquebraja la consciencia, les llegaba un atisbo de que eran algo más que gusanos, los optimistas entre ellos decían que estaban evolucionando. Y así posponían el descubrimiento de sus alas, conformándose con una conciencia de crisálida.

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Viernes 2 de octubre de 2009

"Rueditas de entrenamiento"

"La Sanación Reconectiva no es una técnica en absoluto. Trasciende la técnica.

"Espero que comprendas ya que las técnicas son esencialmente rituales que tienen la intención de llevarte a un estado especial. Desgraciadamente, como muchos han experimentado, el proceso de dominar una técnica tiende a impedir que consigas ese estado ¡que es el objetivo!". (Pág. 178).

Entiendo bien eso por mi propia experiencia. Me repelen, de entrada, todo tipo de técnicas y rituales. Quizás también por eso me encuentro a gusto en la Sanación Reconectiva. Y recuerdo el ingente esfuerzo de Eric en los Cursos por hacer ver lo que dice. Esfuerzo que no parecía tener demasiados frutos...

"La Sanación Reconectiva te lleva, traspasando la técnica, a un estado de ser: tú eres esa energía de sanación, y ella es tú. No puedes evitarla, sino resonar con ella. Emana de ti en cuanto diriges tu atención sobre ella, y a veces descubrirás que tu atención está allí porque está emanando de ti. Así es como empiezas a trabajar con la energía reconectiva: notándola, permitiendo que tu atención recaiga sobre ella". (Págs. 178-179).

Absolutamente de acuerdo. Eso fue lo que dijimos aquí hace un par de días: tú eres esa energía. Esa energía eres tú.

Prescinde ahora de la palabra que sabemos que no es cierta ('energía'): tú eres eso; eso eres tú.

¿Y qué es eso...? ¿Sabes? Me parece que 'eso' es una mayor consciencia de ti

mismo. Cuando crees que eres el cuerpo, con sus limitaciones, te

limitas a ti mismo. Cuando te abres a asumir que eres 'eso', te abres a sus posibilidades. De ahí podemos concluir que esta experiencia no es el final de nada, sino tan sólo una puerta al infinito.

"La gente también empezará a experimentar la activación cuando interactúe contigo". (Pág. 179).

Pues sí. Así es y así ha sido. Era parte de la promesa y del desafío.

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Sábado 3 de octubre de 2009

"Avanza por ti mismo"

"(...) ¿qué hay de malo en usar talismanes, si nos ayudan dándonos poder? Que es un poder falso". (Pág. 181).

Poder y falsedad. ¿Puede haber dos realidades más estrechamente unidas?

Sólo se busca el poder desde el miedo. El amor no lo necesita. "(...) ¿cómo puedes saber que ha llegado el momento de

prescindir de las ruedas adicionales, las redes de seguridad y las muletas? En realidad, el momento oportuno siempre ha estado ahí. Pero puede que no lo hayas notado hasta ahora". (Misma página).

Utilizamos muletas cuando creemos que no podemos caminar sin ellas. Pero parece que casi todo el mundo tiene más que suficiente con eso. No les digas pues que traten de andar sin ellas, y mucho menos se te ocurra insinuarles que, además, tienen alas.

Yo me pregunto: ¿realmente las tienen? Tal vez cada cual sólo tiene lo que crea.

Día a día veo a gente que se complace en la mentira, en el sufrimiento. Parecen sentirse identificados con ellos. ¿Es posible que sean ellos? Si nunca vi sus alas, ¿por qué habría de suponer que las tienen? Si sólo vi mentiras y máscaras, ¿por qué suponer que son otra cosa?

Quizás se enfaden con razón: se niegan a reconocer que tienen alas porque no las tienen. Si así fuese, sería cuestión de levantar el vuelo...

“El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios”. (Juan, 8:47).

Sábado 3 de octubre de 2009

Donde la 'sanación' te lleva

Prefiero ver eso que llamamos 'sanación' desde el marco más amplio de la transformación.

Desde mi experiencia hasta el momento, la sanación no te llevará nunca a donde no quieras ir. Tampoco sé si te llevará donde tú planeas.

No te puede llevar donde no quieras ir, porque entonces no sería una sanación, sino una violación de tu libertad, y Dios no hace eso.

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Voy a arriesgarme: me parece que "los que son de Dios" (entrada anterior) le abren su corazón para que les conduzca a su destino. No digo que hacer eso sea fácil; se trata de quitarse de en medio por completo. Para lograrlo hay que abandonar todos los miedos. Tal vez lo único que podemos hacer, desde nuestra consciencia en el tiempo, es intentar poner de nuestra parte lo que podamos, tratar de estar dispuestos.

Domingo 4 de octubre de 2009

"El entorno del sanador"

"Siempre diseño una cosa considerándola en su próximo contexto mayor: una silla en una habitación, una habitación en una casa, una casa en un entorno, un entorno en un plan urbano". Eliel Saarinen. (Pág. 183).

A eso me refiero cuando hablo de la sanación en el entorno de la transformación.

¿Es lo que llamamos 'Sanación Reconectiva' el punto de llegada?

Yo no lo veo así. Lo veo más bien como un punto de salida.

Domingo 4 de octubre de 2009

Gracias a Mercedes,

que me ha dado tanto...

Lunes 5 de octubre de 2009

"El mundo es tu consultorio"

"La verdad es que, tan sólo con acercarte a la gente que va por la calle y dejar que la energía fluya y pase a través de ella, perfectamente podría tener una sanación en el acto. Esto también es aplicable a alguien que no está en la misma ubicación física que tú". (Pág. 183).

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La primera parte de este párrafo nos puede llevar a pensar que la sanación está provocada por algo que tiene algún tipo de materialidad o soporte físico (energía, por ejemplo). Sin embargo, la última frase nos hace pensar más bien lo contrario. Según la primera parte, podemos representarnos la imagen de un virus sanador que se contagia. Según la última frase, los esquemas fisicistas tradicionales no nos valen para comprender lo que sucede. Fred no habló de energía, sino de luz e información. Tal vez para simplificar y tratar de hacernos más comprensible lo que esa luz e información son, les llamamos energía. Pero me temo que lo que conseguimos utilizando esa etiqueta no es comprender mejor, sino confundirnos un poco.

'Luz e información' podrían tener más que ver con consciencia que con energía. Consciencia se acerca más a lo que realmente somos. Energía está muy cerca del cuerpo, del cabo de la cuerda.

Yo no soy esencialmente un cuerpo, ni tampoco soy básicamente ninguna energía. Sí soy consciencia, aunque, por el momento, todavía muy dormida...

Martes 6 de octubre de 2009

"Crear un espacio cómodo"

"Un paciente sumergido en la energía reconectiva está experimentando más que un trabajo de 'ajuste'. La luz les penetra, intercambiando la información en una comunicación de 'alto nivel' con el universo. (...) es un obsequio poco frecuente y valioso, reconocido a menudo como la experiencia de una vida". (Pág. 184).

Cuando comencé a practicar la Sanación Reconectiva y a constatar espectaculares cambios, consideraba que la acumulación de experiencias iría suavizando mi asombro. Pues bien: está ocurriendo todo lo contrario. Es como si cuanto más lo viese, más me costase creerlo. ¡Cómo puedo creerme lo que está sucediendo!

Por una parte están las sanaciones físicas, que son las más evidentes. Con toda facilidad sucede lo imposible. No debo contar aquí casos concretos, porque eso sólo me crearía (más) problemas. Ya veo una cola de gente pidiéndome que les resuelva lo mismo que a los otros. No está en mi mano hacerlo. Yo no he resuelto nada; sólo he sido testigo.

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Mucho más increíbles resultan otros cambios: he visto cómo personas que parecían rodeadas de oscuridad, ahora no pueden dejar de sonreír un momento, y deslumbran por donde pasan.

Y finalmente, también he visto a quienes se empeñan en seguir en el estercolero, y de eso he aprendido y sigo aprendiendo.

"La diferencia está en el aspecto empírico de la sesión, algo que a menudo otorga una percepción muy valiosa que modifica la vida de las personas". (Misma página).

Sí, yo también lo veo así, y por eso últimamente tiendo a preferir la Sanación presencial siempre que es posible, cuando en el pasado me decantaba mucho más por la Sanación a distancia.

"¡Tu comodidad también es importante!, ya que necesitas mantener cierto esquema mental cuando trabajas con las energías de sanación, y una tensión física puede quitarle valor". (Pág. 185).

Una amiga venezolana, que me ha honrado estas semanas escribiéndome, se planteaba una y otra vez este tema. Yo, personalmente, trato de quitarme de en medio en cada Sanación que hago, así que hasta ahora no tengo experiencia propia de eventuales interferencias causadas por el sanador (al menos, no soy consciente de ellas). Pearl, que lleva dieciséis años en esto, está de acuerdo contigo, amiga.

Miércoles 7 de octubre de 2009

Todo se pone en marcha

Acabo de finalizar la quinta edición, revisada y ampliada, del trabajo al que he dedicado los tres últimos años.

Una y otra vez me vienen a la cabeza aquellas palabras de Fred a Eric: "Sólo unos pocos se atreven a abrir los ojos... y a menudo aquéllos que lo hacen están cegados por lo que ven". (Pág. 249).

La Sanación Reconectiva es una experiencia increíble. Lo hemos comentado en infinidad de ocasiones. También lo es la liberación del sufrimiento.

De todas maneras, en muchos momentos lo que más me sorprende no son los resultados de una y de otra (una transformación completa), sino que, según parece, la inmensa mayoría de la gente prefiere la enfermedad y la muerte. ¿Cómo es posible?

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No tengo ninguna respuesta definitiva, aunque mentiría por omisión si dijese que carezco de toda pista: hacia los treinta y pocos años viví una experiencia no ordinaria, cuyo principal aprendizaje se podría resumir en esta frase: "Detrás de apariencias similares, no todos sois iguales".

Siempre hemos creído -y sobre todo querido- que todos somos iguales. Y sin duda lo somos en muchos aspectos. Pero tal vez no en todos. Yo no lo sé cierto.

Sí sé que respeto el derecho de cualquiera a elegir la enfermedad, la mentira y la muerte. Y que cada día me siento más fuerte para mantener y afirmar mi derecho a la Vida.

Tal vez los próximos meses los dedique a buscar a quienes, como yo, eligen la Vida. ¿Estás tú entre ellos?

Jueves 8 de octubre de 2009

"Duración de las sesiones"

Son varios y muy importantes los temas que quiero comentar de este capítulo:

"El hecho es que no puedes saber cuánto le llevará al paciente responder a la energía de sanación. Pueden responder inmediatamente, o podría parecer que no responden en absoluto si el evento sanador que el universo determina que necesitan es diferente del que creen que necesitan, o incluso del que tú crees que necesitan". (Pág. 188).

Claro. Por una parte, el paciente, por más que insistas, difícilmente va a renunciar a sus expectativas. Puede hacer un esfuerzo por conseguirlo, pero tal vez le gane el inconsciente. No creo que haya nada malo en eso. El propósito de quitarse de en medio es seguramente suficiente.

Por otro lado está el sanador. Desde el sistema de creencias del que partimos, resulta fácil recaer en las mentiras del diagnóstico. Del mismo modo, quizás la voluntad de quitarse de en medio sea suficiente.

"¿Cuántas sesiones son necesarias? Tantas como necesite la persona para aceptar la sanación". (...) "Tiendo a sentir que si no ha ocurrido ningún cambio evidentemente identificable al final de la tercera visita, puede que éste no sea el sendero más apropiado para que el paciente consiga los resultados conscientemente previstos por él. Esto no es una 'terapia', y continuar con esto no es necesario ni deseable". (Pág. 189).

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Esto es Sanación Reconectiva, no una fábrica de embutidos. Aún no se me ha dado ese caso a mí, pero lo más sencillo es no seguir caminando cuando no llegamos a ninguna parte. Jamás se me ocurre recomendar otra sesión a nadie.

"Cuando me preguntaban cuánto tiempo llevaría, solía decir 'tres'". (Pág. 190).

Subrayé esta frase porque... bueno, ya conoces mi historia con los números...

Hasta donde sé, no significan nada en sí mismos. Sólo son señales, signos. Quedarse en las señales en lugar de mirar hacia donde señalan no parece muy inteligente. No me preguntes hacia dónde señalan. No soy consciente.

"(...) me decían constantemente que, aunque cada visita era única, había algo particularmente especial en la tercera visita". (Misma página).

Apenas he tenido hasta ahora pacientes que hayan agotado el cupo de las tres sesiones. Hay quien me ha pedido, para vivir alguna experiencia concreta, una cuarta o una quinta. El resultado ha sido muy importante. Por aquí está la investigación abierta...

"El universo se recrea en nuestra imagen de la realidad. Si continuamos repitiendo nuestros viejos casetes, también tendemos a reproducirlos. El concepto de 'sin dolor no hay ganancia' ya no es aplicable". (Misma página).

Más bien al contrario: con dolor no hay ganancia; hay dolor. Basta ya de majaderías...

"Si alguien está llorando y procesando en nuestra camilla, puedes elegir hacerles saber que esto no forma parte de su experiencia". (Misma página).

"Procesando" es una traducción tan literal que no tiene sentido. Pearl se refiere a esa macabra y estúpida práctica entre algunos psicólogos y sus clientes que consiste en llevar al paciente a revivir episodios de dolor del pasado. Esto a mí siempre me ha parecido un fraude. Aunque entiendo que es parte del negocio y de la relación entre ambos: si tú vienes de víctima, yo te ayudo a victimizarte. Mientras te consideres víctima vas a ser mi cliente. Como decía Llach, "mal público, mal teatro: telón".

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Viernes 9 de octubre de 2009

"Activar al sanador que hay en ti"

"La energía de sanación no es solamente algo que nosotros sentimos, o algo que el paciente siente, es algo que podemos realmente ver funcionar". (Pág. 193).

Lo que sucede es medible y verificable. Aunque me consta que esto que estamos experimentando supone la invalidación absoluta del patrón de creencias dominante (de la cárcel en la que hasta ahora hemos vivido), y que, por tanto, persisten infinidad de intereses aliados del miedo, en el fondo de mí no deja de haber una sensación de incomodidad o extrañeza: en el mes de julio de 2009, unos pocos cientos de ciudadanos, la mayoría procedentes del Estado español, y el resto de muchos otros países, asistimos a un acontecimiento que demostraba irrefutablemente que todo lo que hemos creído hasta ahora sobre la sanación (y, por extensión, tal vez sobre cualquier otra cosa) es una inmensa mentira.

Puesto que la primera jornada fue abierta, me parece que no hay problema en que comente una de las experiencias que en ella vivimos: Raúl, un hombre joven, llevaba una década con un problema de movilidad en los hombros ("el hombre de la una menos diez", le llamó Eric, porque ésa era la posición en que quedaban sus brazos cuando intentaba unirlos por arriba de su cabeza). Había consultado a todos los médicos que había podido y, según recuerdo, le habían dicho que tenía una descalcificación en el hueso o algo así (poco importa, algún día asumiremos que todos los diagnósticos son falsos: se limitan a constatar, y a veces ni eso, la apariencia, sin entrar, porque no saben cómo hacerlo, en la cadena de las causas, en la realidad efectiva).

Recuerdo la incredulidad de Raúl cuando, apenas un instante después, podía hacer sin dificultad lo que en los últimos diez años le había resultado imposible. Lo recuerdo mirando a un lado y a otro, buscando apoyos afectivos que le ayudasen a asimilarlo.

Gracias a Dios también recuerdo el íntimo comentario de Eric: desde alguna dimensión ("somewhere, over the rainbow"), aquello que Raúl es, había decidido que todo sucediese de ese modo, para jugar su papel sagrado en el despertar de todos.

Nadie me dijo que fuese fácil despertar de la mentira. Sí me dijeron que tuviera paciencia, y no la tengo.

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Lunes 12 de octubre de 2009

"Activar las manos"

"Y entonces empieza. Yo simplemente 'la siento, la busco y la estiro' (...)". (Pág. 194).

Así ocurre. Al disponerte a que aparezcan las sensaciones en tus manos (y a veces en otras partes o incluso todo el cuerpo), éstas llegan.

Yo, al principio, no jugaba con las sensaciones (no las estiraba ni nada de eso); me limitaba a experimentarlas de un modo más pasivo. Ahora suelo jugar con ellas. No puedo afirmar que las vivencias de los pacientes sean diferentes porque yo juegue más, menos o nada con esas sensaciones en mí: había resultados cuando no lo hacía, y los hay cuando lo hago. Como dice Pearl un poco antes, lo importante no es lo que haces, sino por qué lo haces (pág. 163).

"Este proceso es autorregulador, autodeterminante, autoajustable y siempre completamente responsable". (Pág. 195).

Exactamente. No soy yo quien enseño al proceso; es el proceso el que me enseña a mí. Yo, de alguna manera, escucho y aprendo.

Lunes 12 de octubre de 2009

"Responder a la energía"

"(...) pronto, las frecuencias de la Sanación Reconectiva les resultan inconfundibles y la mayoría de las veces cuentan que ya no pueden encontrar las energías de su técnica anterior". (Pág. 196).

La verdad es que, cuando a principios de los noventa aprendí algunas terapias energéticas, no me interesaron lo más mínimo. Esto es completamente distinto.

"(...) has comenzado a ascender por la escalera". (Misma página).

Pues sí, Dr. Pearl. Exactamente así es como yo lo vivo. Y la experiencia me dice que los hallazgos y descubrimientos, por grandes que parezcan, no suelen ser el final de la escalera, sino sólo rellanos. Tal vez en estos meses estoy yendo de escalón en escalón. Igual pronto me encuentro un rellano.

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Martes 13 de octubre de 2009

"Manos libres"

"Como ya hemos comentado, con la Sanación Reconectiva la gente tiende a enfocarse en sus manos. Bien, ¿por qué no? Pero la verdad es que no necesitas usar tus manos con estas energías". (Pág. 197).

Una prueba irrefutable de eso es la efectividad de la sanación a distancia.

"(...) aunque esta energía es invisible, nosotros, la gente que la utilizamos, somos criaturas físicas. Utilizar tus manos te ayuda a concentrar tu atención. Te mantiene en el ahora, en el presente... en el proceso". (Pág. 198).

Ojo: somos criaturas físicas, pero ni mucho menos somos sólo eso. De hecho, más bien no somos eso. Justo en la medida en que nos identificamos con nuestra dimensión física y temporal, somos esclavos del cuerpo y del tiempo.

Predicar(se) que somos otra cosa no cambia demasiado, aunque sí puede ser el comienzo de algún grado de apertura.

¿Qué somos? Ésa sigue siendo la pregunta. Las respuestas que vengan de fuera nos resultarán siempre

extrañas. La verdad sólo se descubre dentro. Quizá paso a paso del camino de retorno hacia uno mismo. La verdad, finalmente, es uno mismo. La verdad es la consciencia.

Miércoles 14 de octubre de 2009

"El proceso de grupo"

"(...) aunque los libros son a menudo una fuente de conocimiento, ver y experimentar algo de primera mano nos lleva más allá del conocimiento.

"El hecho de verlo te lleva al 'conocimiento'; en tu 'conocimiento' está tu dominio". (Pág. 198).

Nietzsche, más radical, decía que "en última instancia, nadie puede entender en las cosas, incluidos los libros, más de lo que ya sabe. Se carece de oídos para aquello a lo cual no se tiene acceso desde la vivencia".

Yo, a la segunda acepción de conocimiento de Pearl, prefiero llamarla consciencia.

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Miércoles 14 de octubre de 2009

Antropologías

Hace mucho tiempo que tengo pendiente este artículo, seguramente porque no sé cómo escribirlo.

Cada época y cada cultura subsume una antropología (una representación de lo que cree que es el ser humano) que condiciona por completo todas las manifestaciones de su conocimiento y los comportamientos que se siguen en consecuencia. En nuestro tiempo conviven infinidad de antropologías diferentes sobre la superficie de nuestro planeta. Por supuesto, nuestra cultura es hija de una de ellas. Y es precisamente esa representación del ser humano la que ya no se sostiene de ningún modo. Tampoco las alternativas procedentes de otras tradiciones parecen conformarnos por completo. La intuición y la experiencia apuntan a otros lados. Aunque yo no sé aún hacia dónde.

Si la Sanación Reconectiva demuestra que somos seres transensoriales, la Exploración demuestra que somos seres 'transconscientes'.

Compramos en el pasado la idea de que éramos un cuerpo con cinco sentidos. Ahora vemos que eso es mentira. Compramos que la consciencia (o la inconsciencia, que para el caso es lo mismo) era nuestro eje. También podemos comprobar que es, simplemente, otra mentira.

En efecto, la dimensión física parece ser un aspecto de nosotros mismos, pero sólo eso. Y cinco sentidos son los que puede contar con una mano alguien a quien no le falte ni le sobre ningún dedo. Pero sólo eso.

Respecto a la consciencia y la inconsciencia... ¡Dios mío, qué despiste hemos tenido!

Si somos algo, somos precisamente eso: consciencia, pero, mira por donde, inconsciente de sí misma.

La teoría de todo esto puede ser tan bonita como difícil su experiencia. A veces pienso que quienes optan por la muerte (por la vida solamente física) tienen fundamentados motivos: el camino de la Vida nos resulta, al menos a mí, olvidado o desconocido. Y no nos valen maestros externos; cada uno es su camino.

Hace semanas que presiento (siento claramente dentro) un anuncio de ruptura. Gracias a Dios, desde que estoy en el espacio de la Sanación Reconectiva ninguna ruptura ha sido traumática, a diferencia de lo que ocurría antes (me pitan los oídos al escribir

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esto. Han dejado de hacerlo en cuanto lo he escrito). La acumulación de experiencias de Sanación imposibles no me ha llevado, como dije, a verlas con más normalidad, sino todo lo contrario. Lo mismo ocurre con mis Exploraciones: aparecen unos contenidos de consciencia inimaginables en el pasado. Espero que mi cuerpo pueda soportarlo. Sé que mi cuerpo va a soportarlo. Pero no tengo ni idea de hacia dónde viajamos. La Luz se ha serenado: "Una llum ens crema els ulls"*.

"El origen de toda violencia es pretender introducir al hombre en un concepto donde no cabe", escribí en 1993, año también en que comenzó la Reconexión. Y toda violencia es contra uno mismo.

Seguimos viajando...

* "Una luz nos quema los ojos". Lluís Llach.

Jueves 15 de octubre de 2009

"Alcanzar las energías"

"No lo fuerces. Permite que la sensación llegue por sí sola. Llegará. No tiene nada que ver con intentar, empujar o enviar. Simplemente pon tu atención en la palma de tus manos y espera que la sensación llegue. Sácala de tu mente, ego y expectativas y simplemente permite que lo que tenga que ocurrir, ocurra". (Pág. 201).

Esto que Pearl dice respecto a la sensación, es igualmente válido para todo lo demás: "permite que lo que tenga que ocurrir, ocurra". Es decir, una vez más: quítate de en medio.

Me doy cuenta en estos momentos de que la Exploración es un método para 'quitarse de en medio'. Podemos querer conseguirlo, pero de hecho no hacerlo. Con la Exploración se disuelven los miedos, tú retornas a ti mismo y, por tanto, te quitas de en medio.

Respecto a las sensaciones, quiero añadir algo por si le sirve a alguien: en mi experiencia personal hasta ahora las ha habido de infinidad de tipos. A veces son muy señaladas; otras, prácticamente nada. Eso no importa. Teniendo yo sensaciones enormes, el paciente puede carecer de registros. Y al revés: no teniendo yo sensaciones, el paciente a veces monta el mayor de los números.

Las sensaciones se limitan en ocasiones a las palmas de las manos, a los dedos, a un punto en una de las palmas... A veces han sido como sentir aire; otras, cosquilleos; otras, calor; otras, como un

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taladro punzante desde un lugar muy concreto. Hace meses, frecuentemente al comenzar la sesión las manos me dolían hasta el extremo que casi llegaba pedir al paciente que lo dejáramos (nunca lo hice). Eso cesó coincidiendo, me parece, con ser reconectado. A veces las sensaciones se extienden a los brazos y a otras partes del cuerpo. Últimamente siento un acusado aumento de la temperatura... ¿Qué significa todo esto? No lo sé. Ni siquiera sé si significa algo. No hago caso.

Jueves 15 de octubre de 2009

"¿Está funcionando?"

"Permíteme insistir un poco más sobre el concepto de 'quitarse de en medio': Para tener una respuesta, ¡no es necesario en absoluto que la sientas! Es importante comprender esto si pretendes trabajar con esta energía. Éste es un buen momento para dejar de juzgar y evaluar; llegados a este punto, si no dejas de hacerlo, sólo se convertirá en un obstáculo". (Pág. 201).

Justo eso es lo que comentábamos en la entrada anterior. Y, como tantas otras veces, tengo la impresión de que la práctica de la Sanación Reconectiva no es más que un entrenamiento para otras cosas a las que de momento no podemos tener acceso (no puedo yo, al menos).

"Recuerda que las frecuencias reconectivas son autoajustables y autorregulables y están dirigidas por la Inteligencia Superior del universo". (Pág. 202).

Es decir, 'tienen su propio conocimiento', no necesitan que tú las controles ni dirijas. Es más: no es tu papel controlarlas ni dirigirlas, sino abrirte, si quieres, a recibirlas. Y esa "Inteligencia Superior del universo", ¿se impone, pues, al individuo?

En modo alguno: en primer lugar, porque sólo llegan a quienes voluntariamente se abren a ellas. Y, finalmente, porque ese "universo" es Uno Mismo.

"La sanación llega a través de la unidad y de la unicidad. El juicio en la forma de correcto, equivocado, bueno y malo conlleva separación. Una de las mejores maneras de realzar tu habilidad como sanador es permanecer en un estado de no juicio". (Misma página).

Este párrafo demuestra lo que decíamos al principio de la entrada: la Sanación Reconectiva es un entrenamiento para algo de

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mayor alcance, para siguientes etapas. "El Juicio Final es, en realidad, el Final del Juicio"*.

Hoy salgo de viaje para aprender a reconectar. Seguramente no tendré acceso a Internet hasta que regrese, la semana próxima. Por eso no escribiré durante unos días. Seguiremos, entonces, intercambiando experiencias.

*'Ya viene Urano', 1993.

Lunes 19 de octubre de 2009

Un paso más en la Reconexión

Acabo de regresar de hacer el Curso de Reconector. Ha sido una experiencia muy interesante en todos los aspectos.

Vuelvo con muchas respuestas externas y, me parece, también con algunas internas, importantes. Ya lo iremos comentando. Ahora toca dormir para poder verbalizarlo. Mañana sigo escribiendo.

Martes 20 de octubre de 2009

"Encontrar la energía"

"La única manera de conocer a una persona o cualquier otra cosa del llamado mundo externo, es a través de sentir tu cuerpo. Todo el cosmos se experimenta a través de sensaciones en el cuerpo". Living This Moment, Sutras For Instant Enlightenment. (Pág. 203).

Cuando leí por primera vez esta cita, la releí varias veces, inseguro de haberla entendido. Ahora me ha tocado volver a hacerlo.

¿Sabes? Desde el centro de mi pecho sale un NO mayor que la pantalla en la que estoy escribiendo, y reprimo decir que eso es un completo disparate. ¡Qué obsesión con el cuerpo! Desde luego que si quienes están en otras dimensiones fuesen tan imbéciles como quien ha escrito eso, jamás se comunicarían con nosotros...

El "mundo externo"... ¿todavía hay gente que cree en eso? "Tu cuerpo": ni es demasiado tuyo, como bien sabe cualquiera

que haya tenido una experiencia extracorpórea, y, sobre todo, ¿qué es el cuerpo sino el extremo de la cuerda del espíritu?

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"Todo el cosmos se experimenta a través de sensaciones en el cuerpo". ¡Qué cosmos más limitado debe conocer quien haya escrito esto...!

No, no y no. Basta ya de poner paños calientes. Eso es una idiotez, y así lo digo. Si aparece en mi camino para ayudarme a afirmarme en lo que sé que es cierto, pues gracias, y a dejar de perder el tiempo...

Martes 20 de octubre de 2009

Nunca se escribió nada de los cobardes...

Ésa es una frase que recuerdo haber oído a mi madre. El pasado fin de semana se produjo la ruptura esperada. Ahora

ya estoy recompuesto. No, nunca volveré a abrir mi casa a los muertos. Me da igual lo

que ellos hagan. Aunque lo propio de los muertos es la mentira. Fíjate si están muertos que creen que pueden engañar a Dios... Además de muertos son completamente imbéciles.

¿De dónde ha nacido esta especie de espantajos malolientes? Incapacitados para ver la Luz, sólo encuentran las tinieblas que

constituyen su esencia. ¿Alguna vez engañasteis a Dios? Tú eres aquello que buscas, le contaba a alguien que no puede

oírme.

Miércoles 21 de octubre de 2009

Mi primera 'Reconexión'

Hoy he hecho la primera parte (ya sabéis que son dos) de mi primera Reconexión, como 'reconector'. Ha sido emocionante y, a la vez..., supongo que un paso más para ir asimilando esta desconcertante y rupturista experiencia.

Cada vez entiendo mejor por qué este blog se llama 'Un camino a las estrellas'. Aunque eso que entiendo no sé traducirlo a palabras...

Hay muchas cosas que se van aclarando. De hecho, todo parece ir poniéndose en su sitio. Veo que antes no lo estaba. Creo que empiezo a comprender el tiempo.

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Jueves 22 de octubre de 2009

Cuando lo sagrado se hace humano...

Cuando el espíritu encarna en la materia, es entonces cuando renacemos.

Nunca pensé que la experiencia de reconectar iba a ser tan intensa. Ayer, en la primera parte, no percibí el menor indicio. Hoy, en la segunda, ha sido indescriptible.

Trataré de aproximarme: en cuanto he comenzado, inesperadamente me he sentido envuelto en algo. Y no sólo era yo; también la persona en la camilla, su cuerpo y su espíritu. Así mientras hacía mi parte del trabajo. Al acabar, no era capaz de dirigirme a ella. Me he apartado para vivir con mayor atención y consciencia lo que estaba experimentando. Pasados unos minutos, por fin le he podido decir que habíamos finalizado y que se reincorporase cuando quisiera. Ella ha permanecido un tiempo tumbada, como si no me hubiera oído, y al rato se ha levantado. Me parece que ambos teníamos la certeza de que desde ese momento todo había cambiado. He sentido como si hubiera ayudado a dar a luz, y seguramente eso es lo que he hecho: he participado en un parto, en un verdadero nacimiento.

Viernes 23 de octubre de 2009

Ciencia y experiencia

La ciencia actual sólo considera real lo que es medible. Y sólo es medible lo que en estos momentos puede ser medido con los instrumentos y medios con los que se cuenta. Es decir, que cualquier cosa que no pueda ser medida por los instrumentos que aquí y ahora tenemos, simplemente no existe. Así de frágil, y de enloquecedor, es su planteamiento.

Por esa misma regla, ¿no existía el espacio exterior cuando no era visible con los nuevos telescopios? ¿No existían las células cuando no había microscopios?

La 'realidad' científica está limitada por su propio principio. Lo más grave es que de la ciencia se ha hecho una religión en

nuestro tiempo. Se considera verdadero lo que es científico. Y éste es un error en el que ni siquiera caen todos los científicos. Sólo los que viven del miedo. El horizonte de la verdad no es la ciencia, sino la experiencia.

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Puede resultar saludable e higiénico el desafío de intentar medir aquello que podemos experimentar pero que hasta ahora no hemos medido. Así tal vez se eviten manipulaciones y fanatismos. Pero negar la experiencia simplemente por no ser capaz de medirla, constituye una castración de nosotros mismos.

En el ámbito de la Sanación Reconectiva y de la Reconexión aparecen cambios que no pueden ser explicados desde los actuales presupuestos e instrumentos de la ciencia, aunque cada día son más las mentes abiertas al desafío de llegar a hacerlo, sin duda desde nuevos presupuestos y con nuevos instrumentos.

La ciencia debe ser hija de la experiencia. Limitar la validez de la experiencia a los límites de la ciencia es cortarnos las alas, es negarnos a volar porque, aunque lo hagamos, no comprendamos intelectualmente cómo lo hacemos. ¿Conoces a alguien que se niegue a respirar porque no puede describir ni medir cómo respira? La ciencia -ya lo decía Platón- pregunta por la cualidad (el cómo) y no por la esencia (el qué). ¿Qué es la electricidad? La ciencia no responde a eso; sólo te dice cómo cree que funciona. Y cree que funciona del modo en que le permiten sus presupuestos teóricos y aparatos de medida.

La historia de la ciencia no es una acumulación de conocimientos, sino una sucesión de rupturas encabezadas por perseguidos, ridiculizados, encarcelados y quemados en las hogueras de quienes decían representar la verdad en cada época.

La ciencia actual empieza a corresponderse a la filosofía de la Ilustración, al paradigma kantiano. Los físicos del siglo XXI harían bien en leer la filosofía del siglo XVIII. Encontrarían que esas desconcertantes conclusiones a las que llegan la teoría de la relatividad y la física cuántica ya están presentes en las formas a priori de la sensibilidad de Kant. La ciencia del siglo XXI se corresponde con la filosofía del XVIII. ¡Y se creen muy avanzados...! ¿Qué ocurriría si asumiesen a Hegel, Marx, Nietzsche y Wittgenstein? ¿Qué ocurriría si llegasen apenas al siglo XX?

Vitruvio proporcionó a Leonardo las dimensiones del cuerpo del hombre, pero no las medidas del hombre. Atrapado en un cuadrado y en un círculo, ese dibujo no muestra los sentidos, nuestros primeros instrumentos de medida.

A no ser que estés completamente perdido, miles de veces habrás comprobado que tienes más de cinco sentidos: ¿en cuántas ocasiones has girado tu cabeza hacia atrás porque sentías que alguien te estaba mirando, y has comprobado que así era? ¿Cómo sentiste eso, con la vista, el oído, el tacto, el olfato o el gusto? Por

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supuesto que con ninguno de ellos. Claro que tenemos más 'sentidos'.

Cuando nos liberemos del miedo y nos abramos a la experiencia dejaremos de confundir al hombre con el cuerpo físico. Tal vez reconozcamos otras dimensiones. Tal vez entonces algunos locos nos parecerán sensatos, y a los hasta ahora razonables los veremos como idiotas.

Viernes 23 de octubre de 2009

"Desmitificar el proceso"

"(...) se trata de desarrollar una sensación de relajación y asombro mientras trabajas con estas frecuencias. Recuerda, todo lo que estás haciendo es interactuar con las energías con el propósito de permitir un cambio en la otra persona. No estás intentando dirigir, enfocar, suavizar o cambiar su frecuencia de color o de vibración. Solamente estás jugando con ella y disfrutando de su evolución". (Pág. 203).

Es realmente magistral la precisión con la que Pearl describe el trabajo. Me cuesta mucho creer que estos contenidos procedan de una inteligencia solamente humana. De hecho, una inspiración tan grande no puede ser solamente humana, del modo en que solemos entenderla.

Pearl comenta que cuando él comenzó a experimentar con esto, nadie le dio un manual de instrucciones. 'La Reconexión', el libro, es un manual de instrucciones impecable, perfecto. Limítate a seguirlo al pie de la letra, y disfruta de tu transformación y de la experiencia. ¡Cuántas cosas quedan atrás! ¡Cuántas...! En el pasado convivimos con tantas mentiras...

"La Sanación Reconectiva (...) es un nuevo estado de ser. Se convierte en ti. Te conviertes en ella. Y cambias para siempre. Punto". (Misma página).

Ese cambio es una autorrevelación y un autodescubrimiento. No cambias a algo distinto de ti, sino por fin a lo único que realmente has sido y eres. Por fin reconoces tu esencia. El cambio consiste en liberarte de lo que no eres, y quedarte con lo que realmente eres. El cambio es la libertad y la consciencia. El cambio es el vuelo sobre la Tierra. El cambio es el camino a las estrellas.

"Aunque puedas conocer algunos de los métodos para estar en contacto con estas sensaciones, no te confundas: Ahora lo estás

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haciendo con algo más. Ahora estás sacando algo nuevo y diferente. Esto se hará evidente para ti muy pronto". (Misma página).

Exactamente. Ése fue mi caso. A principios de los noventa conocí y practiqué técnicas en las que se experimentaban algunas de las sensaciones que al principio aquí también se experimentan. Pero aquellos rituales eran hijos de la estupidez y del miedo, de la superchería y de la ignorancia.

Ahora, hasta la ignorancia es nueva: no sé muy bien lo que está sucediendo, pero prescindo con tranquilidad de las respuestas falsas. Es más: sé que en cada momento encontraré las respuestas que pueda ir comprendiendo. Siempre es mejor un 'no sé' que una mentira. Un 'no sé' honesto está cargado de esperanza.

Sábado 24 de octubre de 2009

"La bola de ping-pong"

"Imagina esta bola en una de tus manos (...)". (Pág. 204). No me gusta que me digan que imagine cosas. Prefiero

imaginar lo que yo quiera. Me costó mucho hacer este ejercicio. De hecho, lo hice tan a

disgusto que creo que no sentí demasiado la bola... Y sé que eso no importa.

En el Curso III (para hacerse Reconector) una alumna preguntó a la instructora si ella creía que lo que dicen los libros de Lee Carroll es cierto. Otra alumna, a mi lado, comentó: "Pues claro que es verdad. Si los recomienda Eric, ¿cómo no van a ser verdad?".

Yo tengo mi propia definición de verdad: llamo verdad a aquello que podemos seguir buscando cuando empieza a parecernos falso lo que hasta entonces teníamos como cierto.

En los Cursos de la Reconexión se entrega una bibliografía encabezada por esta leyenda: "La lista de autores nombrados a continuación aporta gran variedad de perspectivas al mundo de la sanación y de la espiritualidad. Le pueden proporcionar valiosa información y diferentes puntos de vista mientras trabaja con la Reconexión. Tal vez algunos de ellos no sean de su interés. Es importante recordar que estos son aspectos internos de cada uno".

Pearl es el antidivo por antonomasia. Sin embargo, no está en su mano impedir que a su costa surjan fanáticos, ésos que buscan la verdad fuera para no responsabilizarse de nada.

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Domingo 25 de octubre de 2009

"El muelle saltarín"

"Al principio, utiliza tus ojos para seguirle la pista al flujo de energía de una mano a otra. Al final no será necesario seguir utilizando tus ojos". (Pág. 205).

Por las mismas razones que el anterior, tampoco este ejercicio resultaba de mi agrado, y lo hice a pesar mío. Eso no me ha impedido participar en Sanaciones -y ahora Reconexiones- absolutamente extraordinarias.

Lunes 26 de octubre de 2009

"Siéntela, encuéntrala, estírala"

"(...) algún tipo de acoplamiento etérico que conecta el interior de tus palmas, (...)". (Pág. 205).

Aquí subrayé la palabra 'interior', en la tercera lectura que hice del libro.

Meses después, en el transcurso de una Sanación, inesperadamente sentí hacia el centro de la palma de la mano izquierda algo así como un taladro. Muy marcado. Después, otras veces lo he sentido más ligero. Seguramente, sentir más o menos, o sentir unas cosas u otras, no es lo fundamental. Lo importante es ser consciente de que lo estás haciendo. Aunque no sepas bien qué estás haciendo... Quédate al final con el milagro.

"(...) sólo tienes una responsabilidad: recibirla y sentirla claramente". (Misma página).

Sí. Si prestas atención y esperas un poco, siempre aparecen algún tipo de sensaciones. No tengas miedo. No hay ningún motivo real para tenerlo. Imaginarios, todos los que quieras.

"(...) la mano o el cuerpo de esa persona no existen. Simplemente estás permitiendo a la energía que pase entre tus manos; no estás intentando enviarla a las suyas". (Pág. 206).

Con estas tres simples frases quedan desarticuladas todas las técnicas anteriores.

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Lunes 26 de octubre de 2009

El rayo que no cesa

"Este rayo ni cesa ni se agota: de mí mismo tomó su procedencia y ejercita en mí mismo sus furores". Una y otra vez recuerdo estos días cuando Gemma me decía

que lo que se experimenta con esto no puede explicarse con palabras. Cada vez que lo decía, yo acudía a mi memoria y rescataba recuerdos de experiencias inefables. Ahora comprendo que se refería a otra cosa.

Es otro grado de experiencia. Una especie de revolución del alma, que renace en la seguridad y en la risa, en la expectación, en la ternura y en la esperanza. En la liberación y en el desapego. En la liberación, por fin, de todo, que posibilita amarse de otro modo. Sin miedo. Sin dependencias. Sin limitaciones. Sin creencias. Nada es necesario, y es necesario todo.

Tomo las palabras de una estrella a la que pusieron nombre humano: Miguel Hernández. El rayo que no cesa...

Martes 27 de octubre de 2009

Balance del miedo

Del mismo modo en que sé que no tiene importancia que no te comente los detalles de algunas Sanaciones físicas muy llamativas, y esa omisión tiene el pleno sentido de evitar equívocos, sé que hay otras cosas, mucho más profundas, que en modo alguno debo ocultarte.

He repetido, tal vez hasta el aburrimiento, que la acumulación de experiencias increíbles con la llamada 'Sanación Reconectiva' no me llevaron a asumirlas con más normalidad, sino a aumentar mi desconcierto. También he contado que no comprendía, en su momento, qué era exactamente la Reconexión, y que no estaba dispuesto a aceptarla si no comprobaba su validez por mí mismo. Así, desde el miedo disfrazado de sospecha, fue como acudí a hacer el Curso de Reconector. La experiencia del Curso, mis propias vivencias, y lo que ha sucedido después con la gente que me ha pedido ser reconectada, me llevó, en un primer momento, a un 'estado de gracia', de vibración más sutil y mil veces más alta, en

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la que permanecí hasta ayer. Ayer regresó, aunque de distinto modo, esa sensación de desconcierto que se traducía en el pensamiento 'no puede suceder lo que está sucediendo'.

Acudí a mi herramienta (la Exploración) para salir de la confusión. A veces los resultados no son inmediatos. A mí, en tres años y en miles de casos, siempre me ha acabado funcionando. Sé que no puedo ocultarte mis exploraciones de hace un rato. Tal vez yo sea el rey de los miedosos. Si es verdad que lo soy, doy gracias por serlo, porque así puedo comprender a quienes emergen desde el fondo del miedo. Me sorprende la naturalidad con la que algunas personas parecen vivir todo esto. No es mi caso, o no lo ha sido hasta el momento. Ahora sé que es miedo, y empiezo a comprender lo que es el miedo:

“La Reconexión”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "Siento miedo. Siento que soy instrumento de algo más que

‘mí mismo’. O al menos lo que yo identifico como ‘mí mismo’”. (Suspiro).

- Sufro. Sufro muchísimo. Me resisto…”. (Suspiro). - No sé qué es eso ‘más grande que mí mismo’. No lo sé, y

debería saberlo. (Suspiro). Me dan miedo los misterios. No me gustan los misterios. Quiero comprenderlo todo. No me da la gana tener paciencia. ¡No quiero tener paciencia! Tengo derecho a no tener paciencia. La paciencia produce sufrimiento… (Suspiro profundo). La paciencia produce sufrimiento…".

2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

"No lo sé… No lo sé… Tal vez la paciencia sea un arte. Tal vez sólo tengo miedo". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Siento que es mucho más cierto”. - He retornado a mí mismo”. - Veo -no pienso- que se trata de miedo, disfrazado de tiempo,

de circunstancias, de historias. Pero es sólo miedo". “Miedo”. 1.- ¿Qué experimentas en este momento? (Escribe todo lo que

sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas). - "No sé lo que siento. No siento miedo. Más bien una especie

de firmeza”.

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- Miro a eso que llamo ‘miedo’ a la cara, y me doy cuenta de que no es nada”.

- El miedo es mentira. El miedo es mentira. El miedo es mentira. (Suspiro). El miedo es el mayor de los engaños. No tengo miedo. Nunca lo he tenido. (Suspiro). Nunca he tenido miedo, ni prudencia. Nunca he tenido miedo. (Suspiro). El miedo nos protege de cometer más errores. El miedo es nuestro aliado. El miedo es bueno…". (Suspiro).

2.- ¿Qué otros aspectos más profundos y conscientes puedes encontrar ahora?

"Eso es completamente mentira. El miedo es la enajenación suprema. El miedo es el origen ‘de todos los males’. El miedo es la miseria. El miedo es la cobardía. El miedo el la injusticia. ¡El miedo es la mentira! El miedo es el origen de la MENTIRA". 3.- ¿Cómo reaccionas cuando tomas conciencia de ellos?

(Escribe todo lo que sientes. Escribe todo lo que haces. Escribe todo lo que piensas).

- "Sé que es absolutamente cierto”. - Miro ‘a las estrellas’”. - No pienso".

Miércoles 28 de octubre de 2009

"El ejercicio de flotación"

"(...) ésta es una de las formas en las que serás capaz de establecer una conexión con su campo energético". (Pág. 206).

Durante los primeros cinco meses de 2008 aprendí a centrarme en mí mismo volviendo a mi eje: respiraba, regresaba a mi centro (el corazón, o cuarto chakra), permanecía...

Al poco tiempo de conocer La Reconexión, un día viví la experiencia de algo así como que 'mi eje' (todo son formas de hablar, y sólo eso), ya 'no estaba allí'. Algo alarmado -o muy alarmado- me pregunté dónde estaba, y apareció, casi físicamente, algo para lo que no se me ocurrió otro nombre que el de 'campo energético'. Temiendo que me tomara por loco, narré esta vivencia a una amiga. Me respondió con una nota sobre un libro de Lynne

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McTaggart, 'El Campo'. Eso que tanto me había sorprendido y que yo temía contar era muy conocido.

Cuando a veces me veo ante el dilema de hablar de algunas cosas o no hacerlo, pienso que experiencias que yo considero extrañas pueden ser en realidad muy frecuentes. Escribir se convierte así en una invitación al encuentro. Me consta que hay millones de personas que han vivido experiencias espirituales importantes e intensas, pero que por miedo o por vergüenza no las cuentan. Yo tampoco he contado aquí todas las mías...

Por otro lado, al día siguiente de mi experiencia del campo, sentí un repentino desasosiego, y de inmediato acudí a ese nuevo centro. Esta vez lo que pasó fue aún más raro: ese campo, que en principio envolvía mi cuerpo, se desplazó delante del mismo, y se contrajo hasta quedarse como una pequeña bola arrugada. Hice el gesto de intentar agarrarlo, porque pude verlo. Pero se esfumó. ¿Dónde me quedaba yo entonces, ya sin mi eje interno ni 'mi campo'? Pues me vi en algo así como 'el espacio', o ¿el Universo?

Se lo conté de nuevo a mi amiga, y me respondió que se alegraba "de mis inmaduras experiencias cargadas de promesas". No esperaba esa respuesta. Además de raro, inmaduro.

"Hacer esto correctamente, en la mayoría de los pacientes, hará que comience la demostración de sus registros (las respuestas físicas involuntarias, que a menudo son visibles)". (Misma página).

Pues sí. Se supone que el Sanador no provoca nada, pero el hecho es que cuando situamos las manos hacia la zona de las sienes, frecuentemente comienzan a moverse los ojos. Esto a mí no me ocurrió hasta la séptima sanación que hice. Después, muy a menudo. Como comenté otro día, uno de mis juegos favoritos hace meses era poner mis manos a ambos lados de un pie del paciente: solía comenzar entonces a mover los dedos.

Algo que me tocó descubrir por mí mismo es que muchas veces el paciente no es en absoluto consciente de sus registros, por enormes que éstos sean. Puede haber montado una feria sobre la camilla, y abrir los ojos convencido de que no se ha movido. Muchísimas más veces, de lo que están convencidos es de que les he tocado, dado masajes en la cabeza, movido, girado... cuando yo no hago, al menos físicamente, nada de eso. Nunca hay contacto de mi cuerpo físico con el suyo, aunque ellos lo sientan. Como decíamos, se trata de un nuevo grado de experiencia...

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Jueves 29 de octubre de 2009

"Si no puedes sentirla, estás poniendo demasiado empeño"

En este apartado se hace un resumen de los puntos clave: "La única forma de que no aparezca es si temes que no llegue,

o si estás poniendo demasiado empeño en ello. Una vez activada, llega a través de ti". (Pág. 206).

Temer que no llegue y poner demasiado empeño son ambos síntomas de miedo.

Desde mi experiencia personal, todos los miedos proceden del pasado, de un pasado inconsciente y disfrazado. Es lo que con la Exploración descubro cada día.

"No trates de enviar la energía; no se trata de forzar o empujar. Se trata de recibir. Se trata de 'estar atento' a otra sensación. Se trata de 'escuchar' con un sentido diferente". (Misma página).

Este pequeño párrafo resume para mí el proceso de la llamada Sanación Reconectiva: abrirse a recibir, estar atento, escuchar con un sentido diferente. Y esto mismo hace de la Sanación Reconectiva una práctica efectiva de comunicación con Uno Mismo, o con el Universo, o como quieras llamarlo. No importa cómo lo llames; si lo has escuchado, sabes a qué me refiero.

Utilizamos las palabras con las que siempre hemos contado para hablar de experiencias de las que hasta ahora no hemos sido del todo conscientes, o hemos vestido de mentiras y rituales (dos trajes a medida del miedo). La expresión es pues un desafío. La metáfora es el único camino para nombrar lo que aún no tiene adecuados sustantivos, o yo los ignoro...

"Si esperas a recibir y sentir la energía, la otra persona la sentirá también. Y será capaz de confirmarte la sensación. Es la única forma que tienes de saber que aún está ahí, que la tienes. Con el tiempo, la sensación te resultará tan familiar como sentir el agua o el viento en tu piel". (Misma página).

Esto es de hecho lo que ocurre, aunque yo no lo había utilizado nunca como hipótesis. Tal vez proceda comprobarlo habitualmente desde ahora: yo siento; ¿tú sientes?

Y sí, 'la sensación' me resulta tan familiar que no le hago mucho caso. Aunque, debo decirlo, 'la sensación' siempre estuvo ahí, siempre fue familiar y consustancial, pero yo hasta ahora no la había considerado como desde La Reconexión se está haciendo. Es como ponerle nombre propio a una parte de tu rostro que hasta

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ahora no lo había tenido. ¡Ay, a veces, la importancia de las palabras...!

"Aunque nuestro foco de atención está en 'recibir', estos ejercicios contienen también un elemento de 'enviar'. Recuerda que su propósito es ayudarte a sintonizar con tus percepciones. Una vez que hayas desarrollado tu agudeza, tu habilidad para discernir y discriminar entre los dos aumentará considerablemente". (Pág. 207).

"Su propósito es ayudarte a sintonizar con tus percepciones". Ésta es una de las muchas frases del libro que tienen un sentido 'multi-referencial': señalan hacia diferentes planos de la realidad y de la experiencia.

Seguramente uno de los más importantes propósitos de eso que llamamos La Reconexión, en su conjunto, es exactamente eso: ayudarnos a sintonizar con nuestras percepciones, facilitarnos el acceso efectivo a la consciencia-experiencia de nuestra trans-sensorialidad y multidimensionalidad, salir de la cárcel de la creencia de lo que hasta ahora creías que eras. Salir de la hipnosis. Despertar del sueño. En mis palabras, romper el tiempo.

Quiero añadir algo: cuando hice llegar a mis amigos 'Un camino a la libertad' (nunca me ha gustado ese título), la mayoría de ellos dejó de hablarme. Comprendí enseguida que en modo alguno buscaban ellos lo mismo que yo. Y a mí no me cabe otra opción que el respeto... y la distancia.

Lo mismo ocurre con esta experiencia que llamamos La Reconexión: de pronto aparece un libro recomendado en su contraportada por dos personas sin, para mí, ningún crédito (motivo para alejarme), escrito por un norteamericano (¡cuidado!) cuya foto recuerda a un famoso ilusionista. Lo tenemos todo para no mirarlo. Gracias a Dios aún me queda suficiente infantilismo (¿'adulterio' viene de 'adulto'?) como para dejar un mínimo espacio a la voz de mi ángel y comenzar a leerlo. Enseguida empiezan los milagros, que ya nunca han cesado.

Si mi libro me sirvió de espantapájaros (aún quedan casi todos por espantarse), todo esto de 'La Reconexión', con su nombre insuficiente, me ayuda aún más a despejar de muertos mi camino.

Llamo 'muertos' a los cobardes, a los que eligen la muerte y se acomodan en la mentira. Elegir la muerte es acomodarse en la mentira. Elegir la mentira es acomodarse en la muerte.

¿Debería yo respetar a los muertos? Tal vez debería. Pero te estaría mintiendo si te dijese que a día de hoy soy capaz de hacerlo. A día de hoy, hacia quienes eligen la mentira y la muerte

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no siento otra cosa que desprecio. Un visceral, profundo y liberador desprecio.

Jueves 29 de octubre de 2009

Entre la locura del corazón y la idiotez de la mente

Ayer me llamaron para pedirme una Sanación a Distancia (¿qué distancia?) para un 'niño' de dos años ingresado en una UCI.

Por supuesto, me alarmé al máximo. Desde el nerviosismo, hice lo que sé. Veía al niño doblarse una y otra vez por una especie de dolor a la altura del pecho de su cuerpo. Por supuesto, el niño es un ángel. Hacia el final, apareció un cambio: un triángulo de luz con la base a la altura de su frente, algo más amplio que la cabeza, y con el vértice hacia arriba (los 'Reconectores' saben bien a qué me estoy refiriendo).

Desde entonces no he podido hacer ninguna otra Sanación con él. Mi corazón, mi ser más profundo, confía. 'Mi' mente, la absolutamente imbécil, me mete miedo.

Yo no soy quien para sanar a un ángel. ¿Ha llegado él a mi vida para que yo escupa más la despreciable mente? ¿Cómo se hace eso, amado mío? ¿Puedes tú enseñarme?

Me doy cuenta de que no hay amor sobre la Tierra. Eso siempre lo he sabido. Lo que quiero decir es que sí hay amor desde los ángeles. Ése y no otro es el amor que he buscado. El otro huele a mentira. Hay un amor mucho más allá de la materia, que la trasciende, y hace posible amar incluso la materia. Hay un amor que convierte el cuerpo en sagrado, que hace sagrada la Tierra.

Estos días me han rondado unas palabras de 'Grita quién eres': Recuperaré tu cuerpo y tu gesto, tu instante. Hablo de un amor infinito.

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Viernes 30 de octubre de 2009

"Sobre la camilla"

"Sencillamente, juega. Siéntela, encuéntrala, estírala. Espera a que llegue y entonces déjate llevar. Y escucha con las manos. Escucha... con un sentido diferente". (Pág. 210).

"Juega". El fin de los dramatismos. Porque los dramatismos esconden ignorancia e inconsciencia. El sufrimiento es inconsciencia.

Con la Exploración sucede lo mismo: la gente llega cargada de historias, y tú ya sabes que todo son mentiras. Lo sabes por experiencia propia. Sabes que nunca es aquello de lo que eres consciente lo que te hace sufrir, sino unos contenidos inconscientes que además son falsos.

¿Por qué hay tan pocas personas que se atreven a jugar a este juego?

Tal vez les resulta demasiado nuevo. Pero si tú has dado ya el paso al otro lado, ¿con qué sinceridad puedes compartir la gravedad que ellos aparentan? Sería como seguir la corriente a un enajenado (de hecho es exactamente eso).

Por supuesto que hay escenarios dramáticos. Pero son eso: escenarios. Porque todo es un teatro sin otro objetivo que salir del mismo. ¿Por qué? No tengo ni idea. Así es la vida en la Tierra. O así lo es ahora. Tal vez no lo sea cuando rompamos el tiempo.

¿Sabes? La finalidad de esto es descubrir quiénes somos. "Haz que la persona cierre los ojos y recuérdale que

simplemente tiene que notar, que elimine su pensamiento participativo en el proceso, y que sencillamente observe cuándo nota algo y cuándo no (...).

"Aconséjale que simplemente se fije en aquello que atraiga su atención.

"Oriéntale para que preste atención al interior de su cuerpo y para que viaje a través de él. Observar todo lo que considere extraordinario puede ser suficiente para mantener ocupada su mente sin que se pierda pensando en lo que 'debería' o 'no debería' pensar". (Misma página).

Lo único que se te pide es que te atrevas a experimentar. El premio a tu valentía es inmenso. El premio eres tú mismo.

Comprendo que esto que llamamos 'Reconexión' se esté extendiendo a través de un tipo particular de gente. Aquellos que viven y que quieren seguir viviendo de la enajenación del prójimo se ven no sólo amenazados, sino acorralados. Saben que su tiempo

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acaba, que pronto va a saberse que siempre fueron muertos, espectros, fantasmas. O vamos a saberlo nosotros, y eso comportará la desaparición de 'ellos', que finalmente no existen. Date cuenta de que eso que impropiamente llamamos 'energía', nos ha enseñado cómo quiere ser utilizada. También el proceso más general, del que la Sanación y la Reconexión son puntos de experiencia, sigue su propia dinámica. Es mentira que sea el ser humano-mundano quien la oriente y la dirija. El ser humano-mundano es un invitado a trascender la falsa y limitada conciencia de sí mismo. Al ser humano-mundano le están creciendo las alas.

Viernes 30 de octubre de 2009

Un ángel que se queda

Me resulta muy difícil escribir esto... Acaban de decirme que el ángel del que te hablé ayer sigue

experimentando muy señaladas mejorías. Anoche se me permitió tener una nueva Sanación con él. Tú también la has tenido.

Domingo 1 de noviembre de 2009

"Deja espacio"

"(...) en la Sanación Reconectiva las diversas sensaciones que tienen los pacientes durante la sesión, constituyen para la mayoría de ellos una parte crucial de la experiencia". (Pág. 210)

Sí, así es. Aunque no me caben dudas de que la sanación se produce efectivamente haya o no sensaciones, sean éstas unas u otras, y aunque aquí prescindimos de interpretarlas (monumental avance donde los haya), esas sensaciones son para los pacientes, e incluso para los sanadores -para mí lo son frecuentemente- el equivalente de aquello que hizo decir a Galileo "eppur si muove", y sin embargo se mueve. La contundencia de La Reconexión y de la Sanación Reconectiva son indiscutibles. ¿Cómo negar la experiencia y la evidencia?

Acabó el octubre revolucionario del calendario. Pero el octubre del alma, la revolución del espíritu, sigue en marcha, transformando cada punto y cada chakra, reconociendo y proyectando todas las líneas, todas las hebras, todas las cuerdas. ¿Hacia dónde? Hacia el

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infinito concreto, hacia el Universo. Hacia las Estrellas. "Escribe: Estamos volviendo a casa"*.

* '¿Dónde están los ángeles?', 2008.

Otros sentidos para otras realidades

Lo que llamamos Sanación Reconectiva produce curaciones, cambios, transformaciones y hechos inexplicados (que no inexplicables). Seguramente lo más importante de todos es la experiencia de la trans-sensorialidad, de que contamos con más de los cinco sentidos que en el pasado aprendimos.

Si aquellos cinco sentidos nos servían para percibir algunas realidades, estos nuevos nos sirven para percibir otras, que trascienden las primeras. Incluso éstas, desde los sentidos sólo ahora reconocidos, pueden percibirse de manera más completa.

Quiero decir que no me resulta nada fácil aceptar estas nuevas realidades. Veo a la inmensa mayoría acomodada en su infierno (el plano inferior), al que yo jamás conseguí adaptarme, y me vuelvo a preguntar si verdaderamente no hay más que eso. Confundido de mundo y dolido, regreso dentro y encuentro de nuevo el paraíso, lo mío y a los míos, sutiles en la percepción y contundentes en los hechos. Y siento que sigue faltando algo, como ayer me escuché decirle a un ángel inconsciente de sus alas.

"Un viaje definitivo espero que nos lleve de la niebla". ('Ya viene Urano', 1993) Mi consciencia ve la niebla, y mi alma espera un viaje... Y quien escribe, a veces, se hastía de palabras y palabras...

dichas desde el alma, incomprendidas en la consciencia.

"Moverse a lo largo del cuerpo"

Escribo este artículo como terapia. Fue mi intención hacer un comentario personal de todo el libro, que no me urge, pero algunos esperan. Sé que tengo su comprensión para tomarme un descanso, pero a menudo, y ésa es mi esperanza de hoy, escribir sobre el libro me ayuda a salir del agujero. La Exploración me está llevando demasiado lejos. Bueno, no demasiado, sólo que cada día amplía el límite de la frontera, y no me atrevo a comentar lo que va apareciendo. Ni a mí mismo.

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"Moverse a lo largo del cuerpo" podría tener una lectura erótica: para el enamorado, el cuerpo de la persona amada es el Universo. Todo es una pirámide o un triángulo. Tú eliges el punto de la sección horizontal desde la que observas. El cuerpo, como todo, es sagrado.

El cuerpo que vemos, el que vemos ahora, es sólo la base del cuerpo. El cuerpo real se prolonga hacia arriba, como una pirámide, como un triángulo. Y en el vértice es un punto de Luz, hacia donde viajamos. Allí el amor es posible, porque Luz y Amor son lo mismo. Pero no son la luz y el amor del mundo, que tiene sus contrarios. Arriba los contrarios no existen, no son necesarios. ¿Sabes? Arriba no existe la mentira, porque tampoco existe el miedo. Y por eso no existe el poder. Llamar 'todopoderoso' a Dios no deja de ser una blasfemia. Dios es un niño que te está leyendo un cuento. 'Todopoderoso'... ¡qué tontería! Ése no es Dios, es el demonio (el miedo) del hombre. El poder es una aberración del mundo. No es necesario en el cielo. Un cielo con poder sería sólo un corolario del mundo. ¡Vaya porquería de cielo!

Llamo cielo al espíritu. Y llamo espíritu a la realidad completa. "(...) después de establecer la conexión con el campo del

paciente, (...)". (Pág. 211). Ese campo no tiene sólo unas dimensiones espaciales, que

todos reconocemos en nosotros cuando alguien no deseado lo invade, o alguien deseado lo habita. También parece tener la cualidad de la sintonizabilidad. Digo que lo parece. Porque a veces resulta muy fácil el acceso, y otras resulta, al menos desde la consciencia, imposible. Me pregunto si será por cuestiones de afinidad, y me viene que no es eso; que, como siempre, tiene que ver con el tiempo, con el recorrido del destino, con el llegar a nuestro sitio.

"Aléjate del paciente y acércate a él, sigue alerta y en contacto con tus sensaciones mientras observas las respuestas de la persona que está sobre la camilla". (Misma página).

Justamente eso, y nada más que eso, es lo que hacemos en el transcurso de una 'Sanación Reconectiva'.

"Explora mientras sigues la energía. Deja que te guíe. Observa cómo tu movimiento afecta a los registros". (Misma página).

Esto es algo sorprendente que comentábamos hace muy pocos días. Con frecuencia, al situar las manos a la altura de las sienes, los ojos comienzan a moverse. Y lo mismo me ha ocurrido con los dedos de los pies este verano. Ahora, como no se quitan los zapatos, no puedo verlo...

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"Según te vayas sintiendo más cómodo, empezarás a percibir signos de sensaciones -registros internos de respuesta dinámica- que se dan también en tu propio cuerpo". (Misma página).

Y no sólo eso, sino muchísimo más: en algunos casos, lo que se percibe -o percibo- es información coincidente con la que quien está en la camilla está percibiendo. La primera vez que ocurrió esto -creo que fue en mi octava práctica-, la sanación presencial dejó de parecerme aburrida, y se convirtió en muy interesante.

"Cuantos más análisis premeditados hagas, más difícil te será encontrar el 'ritmo'". (Misma página).

Exactamente. La clave es prescindir de la mente consciente, para acceder a un plano de consciencia más amplio. El camino es quitarse de en medio. Date cuenta de que decimos 'quitarse de en medio' porque aún nos identificamos con la mente. Cuando hayamos regresado a casa, a la consciencia superior o trans-consciencia, ya no hará falta 'quitarse de en medio', porque ya no nos identificaremos con la mente (mundo, ignorancia, inconsciencia).

Comprendo por qué me resulta terapéutico escribir sobre el libro: estoy escribiendo sobre mi propia experiencia, ésa misma que golpea las barreras de mi consciencia, los límites de mi infierno.

"(...) con los brazos relajados y extendidos en una posición anatómica normal". (Misma página).

Los brazos son una metáfora del camino: relájate, ábrete (extiéndete) y deja que te guíe el cuerpo. En el cuerpo está escrito el libro que la mente aún no ha leído. No me refiero al ADN, sino a infinitamente más que eso. Yo no hablo de física ni de medicina; no me interesa la ciencia que conocemos. Hablo, o quiero hablar algún día, de un amor infinito...

"Sea cual sea la sensación que tengas, es la correcta. No es lo que sientes; es que lo sientes". (Misma página).

Cuando a través de Fred u otros se le dijo a Eric que escribiría un libro, él no podía creerlo. Él pensaba que el libro anunciado debía escribirlo desde su consciencia. Pero no era así: el libro, como demuestra este párrafo, está escrito desde la trans-consciencia, desde más allá de la consciencia, y sólo es verdaderamente accesible cuando se aparta el miedo.

Eso que llamamos consciencia-mente-mundo no es otra cosa que la solidificación del miedo. Los muertos se agarran a ella. Cuando nos agarramos a ella, morimos.

Utilizamos la misma palabra (consciencia) para referirnos a dos realidades completamente opuestas: aquello de lo que somos conscientes (limitación, ¡inconsciencia!, llamamos consciencia a la

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inconsciencia) y aquello a lo que aspiramos (infinito). No sé si se presta a equívocos...

"(...) manteniendo las manos en una postura relajada, acércalas y aléjalas despacio o muévelas describiendo círculos pequeños". (Pág. 212).

Las manos en este caso son una metáfora de mi alma exploradora, que se angustia en los estrechos límites del mundo, para impulsarse a buscar con impaciencia más allá, en el Universo. Cada día, tal vez, con más serenidad y menos miedo...

"(...) tu ser será capaz de percibir cosas con más profundidad e integrará esa fuerza en tu existencia. Estás encontrando el ritmo que amplifica la longitud de onda, que amplifica la fuerza que llega a través de ti. Ese indicador, ese selector que amplifica la energía está en tu vida y bajo tu control". (Misma página).

Gracias por esta terapia. "No lo analices demasiado; simplemente deja que tus manos se

muevan y exploren de acuerdo con tu intuición". (Misma página). Eso es lo que hago. Y a veces me siento derrotado por el

cansancio o por el miedo. A veces, integrado por la Luz que veo. "Así lo que haces es establecer un contacto o una

comunicación entre tu campo energético y el del paciente. Estás uniendo tu energía con la suya y con la del resto del universo. No sólo puede sentirlo el paciente, es que muchas veces tú serás capaz de sentir con una mano el movimiento de la otra mano". (Misma página).

Me sobra la palabra 'energía': me estoy uniendo con el paciente y con el resto del universo. Eso es lo que ocurre. Eso es lo que pasa. Y cada mano es una metáfora de mí y del otro: una mano siente lo que otra siente: yo puedo sentir lo que tú sientes.

"(...) tomas conciencia de niveles nuevos en el ciclo de retroalimentación. Ése es el siguiente paso en tu avance hacia el dominio del proceso, ya que la retroalimentación resulta decisiva a estas alturas. Las energías fluyen a través de tu ser. No sólo eres una pieza del intercambio, sino que eres un participante. No está fuera de ti, está dentro de ti". (Misma página).

El paciente soy yo. Soy yo quien cada vez se tiende en la camilla. Tú no eres más que un espejismo de mí mismo. Mi trabajo es siempre conmigo, puesto que tú eres yo mismo.

"Por primera vez estás involucrando la energía de alguien más en el proceso. Lo que sientes es una confluencia y esa confluencia te permite disfrutar de un grado mayor de percepción, no sólo durante las sesiones de sanación, sino también en tu vida". (Págs. 212-213).

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La "energía" es la apariencia. "Alguien más" no existe propiamente, porque el paciente soy yo mismo. La sanación es la vida.

Martes 3 de noviembre de 2009

Ya está en casa

Me preguntas por el niño que la semana pasada estuvo en la UCI. Acaban de decirme que le han dado el alta, y ya está en casa.

En mi pensamiento-espíritu, lo he tenido muchos momentos sobre el pecho de mi alma. Pero no importa ahora eso. Tampoco voy a darte la vara con mis incertidumbres pasadas.

Hay algo que sí es importante: en los últimos días me han pedido con frecuencia que trabajase con niños, siempre a distancia. En todos los casos observo una constante: ellos necesitan ser reconocidos. "El ser necesita ser reconocido", comentaba Eric. Pues bien: yo estoy constatando eso.

¿Qué significa ser reconocido? Que alguien conozca la realidad de lo que son realmente, que alguien haga de testigo.

¿Dónde estaba su alma antes de animar su cuerpo? Muchos niños ahora se enfrentan a ese desafío: llegan a un

mundo que se les queda pequeño. No hay ningún problema: tienen la fuerza suficiente para limpiar

todo lo sucio, y generar un nuevo comienzo. Yo les llamo ángeles, pero no veo nada raro en eso.

El niño-ángel que estuvo enfermo, a mí no me necesitaba. Yo sí lo necesitaba a él para seguir aprendiendo. La 'Sanación' que practicamos es en esencia una forma de oración desde la confianza y un mayor conocimiento del espíritu. El espíritu nos está enseñando cómo relacionarnos con él. ¿El espíritu es Dios? Claro. No hay nada que no lo sea. ¿Y cuál es el fin de todo esto? Que reconozcas que el espíritu eres tú mismo.

Miércoles 4 de noviembre de 2009

Realidad y metáfora

Solemos decir que la realidad espiritual no es expresable desde los limitados presupuestos del lenguaje referencial, y que por eso

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nos vemos obligados a recurrir a las metáforas, a las imágenes, a los símbolos y a los signos.

Seguramente es cierto, pero tal vez sea más cierto su complementario. Veamos: algo muy grande no cabe en una caja muy pequeña. Lo muy grande sería el espíritu, y lo muy pequeño sería el lenguaje.

Sin embargo, este planteamiento esconde un doble equívoco: la identificación de la realidad con el lenguaje, y del lenguaje con lo que medimos, con aquello de lo que podemos tener una conciencia externa. Parece que estemos esperando que el espíritu se explique, y por explicarse entendemos que se reduzca a lo medible, que podamos tener conciencia externa del mismo, y que podamos nombrarlo con nuestro limitadísimo lenguaje. Es decir, nos seguimos empeñando en meter algo muy grande en una caja muy pequeña.

Yo no creo que Jesús recurriera a las metáforas porque pretendiera ser críptico. ¿Qué interés podría tener Jesús en hacernos la puñeta? Tampoco creo que Buda eligiese finalmente el silencio porque no quería ser más explícito.

Seguramente hay más verdad en el viaje de vuelta: no se trata de llevar lo grande a lo pequeño, sino lo pequeño a lo grande. No se trata de ver la materialidad del espíritu, sino la espiritualidad del cuerpo. Sabemos que todo es lo mismo. ¿Cómo vamos a ver más reduciendo? Si reducimos hasta lo que vemos, nunca veremos más de lo que ahora vemos.

Eso que llamamos 'realidad' no es más que una limitada metáfora. Por tanto, lo real (puedes llamarlo Dios o Universo) no podrá reducirse nunca a eso. No se trata de ver el cuerpo de los ángeles, sino el alma de los árboles.

Acabo de releer lo que he escrito, y la verdad es que no estoy seguro de entenderlo, aunque sí lo intuyo. Creo que sé a qué me refiero. Lo dejo aquí, de momento. Me siento muy agradecido por una Sanación en la que he participado esta mañana. Falta me hacía...

Jueves 5 de noviembre de 2009

"No hay interferencias"

Atención a estos párrafos:

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"He mencionado una palabra clave: confluencia. Otra palabra esclarecedora es esencia. Concepciones más antiguas sobre el mundo, más basadas en la materia sólida y con conciencia de las limitaciones que supone nuestra supuesta existencia en cuatro dimensiones (...)". (Pág. 213).

Pues claro: no se trata de realidad, sino sólo de creencias, de concepciones. Lo comentábamos ayer: confundir la teoría con la realidad es un camino cerrado, suicida.

"Nuestra supuesta existencia en cuatro dimensiones". Bravo, Eric. Felicidades por atreverte a decir esto. Nuestra existencia en cuatro dimensiones -la única que admiten los muertos- no es más que una creencia. Y creer en la muerte es la única manera de estar muerto. 'Existencia en cuatro dimensiones'... ¡vaya tontería!

"(...) girar a la persona para 'llegar al otro lado'. No hay otro lado. Es una ilusión basada en el miedo". (Misma página).

Otra bomba de profundidad en el mismo párrafo. Te estás cargando el mundo, compañero.

Nunca, en ningún sentido, hay propiamente otro lado. La percepción es lenguaje. No confundas la percepción con la realidad, si quieres seguir vivo. Nunca, en ningún sentido, hay otro lado. No puede haberlo. Dios no es lo otro. Dios es lo mismo. La realidad no es lo otro. La realidad es lo mismo. "Los límites de tu lenguaje son los límites de tu mundo", decía Wittgenstein. ¿A qué esperas para dinamitarlos?

"Su esencia es el componente que permite que se dé la nueva confluencia. Esa persona no sólo contribuye al proceso, sino que no podría bloquear la energía aunque jugara en la liga nacional de fútbol americano". (Misma página).

Cuando dice 'persona' se refiere a cuerpo, a su dimensión visible o perceptible por los únicos sentidos que admiten los muertos (los muertos somos nosotros cuando los creemos).

Hay algo (TODO) que trasciende el limitado 'ti mismo' con el que te identificas. En últimas, lo que verdaderamente eres, es tu campo, y tu campo es el Universo. Me parece que por eso casi siempre se observa en la camilla un proceso de cambio irreversible: tu conciencia limitada tal vez no lo sepa (tal vez no sea consciente), pero ese Todo que tú eres ya lo ha decidido... y en algún plano (es una forma de hablar), incluso realizado. Se aproxima pues el fin del teatro.

Salgo otra vez de viaje. Voy a dar una conferencia sobre liberación del sufrimiento. Pensaba decir algo de esto, pero después de lo que hemos visto ya estoy muy lleno. Sólo dos notas: ayer, en el transcurso de la tarde, tres personas me preguntaron por el 333.

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Me cuentan que, como a mí, se les aparece constantemente. Te invito a que explores por ti mismo. Mi exploración me dice que es una clave de contacto. ¿Contacto de qué? No lo sé. Mi exploración se detiene ahí, por el momento. Seguro que tú llegarás más lejos (sé que ya has llegado). La otra cosa: las tres personas eran mujeres. Una y otra vez constato en las sanaciones que la antorcha del cambio la llevan, en casi todos los casos, mujeres. ¿Por qué? No tengo ni idea. Sí que es evidente que el modelo masculino ya no se lo cree nadie, y por fin se ve como la impostura mas-culina (¡qué ridículo!) que siempre ha sido. Admirables mujeres...

Viernes 6 de noviembre de 2009

Jesús ofreció su vida por mí

Yo tendría tal vez nueve años. Él me doblaba la edad. La casa de Jesús y la mía distaban pocos metros. Una tarde, mi hermana, su novio, Jesús y yo fuimos a ver un espectáculo de magia. Sorprendentemente, yo era el único niño presente, así que el mago no tuvo dudas en llamarme para que participase en un número.

Se trataba de hacer algo que iba a simular poner en peligro mi vida. Yo no tenía miedo de que el mago fallase y me matase, porque ya estaba muerto de vergüenza de verme allí en medio.

Fue entonces cuando Jesús se levantó e interrumpió el espectáculo. Sólo yo entendía sus palabras exactas, porque de Jesús se decía que era subnormal. Se dirigió al escenario, me apartó, se puso en mi sitio, e indicó al mago que prosiguiera. A Jesús sí se le veía asustado...

A menudo sus padres llamaban a mi casa para que yo les explicara lo que Jesús estaba diciendo. No me sorprendía comprenderlo, ni tampoco que los demás no lo comprendieran. Simplemente, así era.

Cuando crecí me fui del pueblo, y cuando volví, adulto, y encontré a Jesús, me di cuenta de que ya no le entendía.

A quienes cuando yo era niño eran llamados subnormales, ahora se dice que tienen Síndrome de Down. Han corregido, pero sigue siendo mentira: es de Dawn el síndrome ése, el de Jesús, el de mi amigo.

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Razones para seguir sufriendo

Es mucho mayor el número de quienes eligen el sufrimiento (el mundo) que la liberación del mismo.

Hasta hoy he encontrado tres argumentos entre ellos: 1.- La culpa. Hay quienes se sienten culpables y están

convencidos de que no merecen dejar de sufrir. Por lo tanto, rechazan la posibilidad de liberarse del sufrimiento.

2.- El miedo a la verdad. Otros piensan que la verdad les hará daño. Creen que en sus vidas hay algo lo suficientemente terrible como para preferir la muerte (el sufrimiento) antes que enfrentarlo. Sí, hay un trasfondo de culpabilidad también en esto.

3.- En tercer lugar, es legión el número de quienes constatan que el sufrimiento es útil: sirve para manipular a los demás. El narcisismo es el extremo máximo de esta actitud. Desde luego, tienen razón. Prefieren lo que consiguen fingiendo el sufrimiento. Pesa más la satisfacción por lo que ya se tiene experiencia de conseguir mediante la ficción del sufrimiento, que puede llegar a ser muy creíble, que la posibilidad de la nueva vida, que en el fondo ni siquiera consideran.

El libro que entre todos hemos ido escribiendo constituye un verdadero espantapájaros. ¿Crees que todo el mundo quiere liberarse del sufrimiento? ¿Te atreves a ver cómo desaparecen de tu paisaje la inmensa mayoría de tus amigos? Si comprueban que conoces un método efectivo para liberarte de verdad del sufrimiento, se apartarán de ti como de la peste, huirán y te evitarán tal vez para siempre. Sabrán que tú ya no vas a creer sus mentiras.

Acaba de llegar a mis manos un libro* de T. Freke y P. Gandy en cuya contraportada se habla de transformar "la vida en una exploración de la conciencia". Curioso, ¿no? Eso es justamente lo que hacemos los exploradores. Pues observa algo más: el libro trata sobre una visión nueva de los primeros cristianos, y dice en sus páginas 10 y 11: "La buena nueva consiste en que hay una manera de trascender al sufrimiento. La buena nueva se basa en que existe un estado natural de alegría que nos pertenece por nacimiento. Éste es el evangelio de la libertad absoluta. No es un conjunto de reglas que hemos de seguir para ser 'buenos'. Habla de descubrir nuestra naturaleza esencial, que ya es buena, para vivir con espontaneidad. Este evangelio ofrece la extraordinaria promesa de que quienes lo entiendan 'no probarán la muerte'. Sin embargo, la inmortalidad no consiste en acceder al cielo como recompensa por haber llevado una vida recta, sino en darse cuenta de inmediato, aquí y ahora, de cuál es nuestra verdadera identidad,

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que nunca nació y que, por lo tanto, nunca podrá morir". ¿Te suena de algo, verdad?

*Jesus and the Lost Goddess.

Domingo 8 de noviembre de 2009

"Haz lo que te parezca correcto"

"(...) el paciente siente la misma energía que tú". (Pág. 213). Ésa parece ser la clave de la 'Sanación': el sanador se abre a

recibir esto nuevo, y esto nuevo es también recibido por el paciente que se abre a su vez a recibirlo.

"Deja que las manos te lo digan. Estás interactuando con una fuerza vital. Tu energía está en una esfera de influencia clave para tu comprensión de una esfera de influencia diferente. Eres portador de su fuerza de una manera diferente y multidimensional". (Misma página).

Pues sí, debe ser algo de eso. Y es el cuerpo, y no la mente, quien habla. El cuerpo tiene una tendencia a conectar directamente contigo mismo. El cuerpo quiere contarte tu historia. Quiere decírtelo todo, esquivando el miedo incrustado de la mente. El cuerpo es la experiencia más directa. La mente es una especie de interferencia. La mente es el pasado. El cuerpo es el presente, que se alía con el espíritu (todo) que eres. ¿Qué es finalmente la mente? El residuo de la ceguera, la conclusión de todas nuestras equivocaciones. La mente es el tiempo, el miedo, el sufrimiento.

"Eres un receptor. No se trata de un proceso consciente en el que haya que tomar decisiones". (Pág. 214).

Observa qué incómodo resulta esto para los 'mentalistas', para los 'cultos', para todo tipo de predicadores del conocimiento antiguo: tus títulos y tus libros no valen de nada. Un recién nacido te lleva una enorme ventaja. Tú, a tu nacimiento, sólo has incorporado el miedo, a toneladas.

"Escucha con las manos. Simplemente presta atención, no pienses acerca de lo que sientes. No lo analices. No lo interpretes. Simplemente siente". (Misma página).

Siente, es decir, vive. Analizar e interpretar es reducir. Sólo el miedo te lleva a hacerlo. Si prescindes del análisis y de la interpretación, la experiencia tiende por sí misma a expandirse. Si la analizas y la interpretas, le quitas la vida, le añades la mente.

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"Muchas veces empiezo buscando las zonas sobre el cuerpo del paciente que me proporcionan más información o sensaciones más claras". (Misma página).

Ésta es una nueva forma de relacionarte con el resto de seres humanos. A todas horas. Siempre. Estamos comenzando a aprenderla. Estamos liberándonos. Caminamos hacia una comunicación más sincera, más directa. Si sólo hay vida que se comparte, el juicio no cabe y no queda espacio para la mentira. Sólo se comparte.

El viaje de hace unos días realmente me ha 'llevado de la niebla', como decía 'Ya viene Urano'. Mucho, muchísimo más se ha abierto desde entonces. Gracias por eso. Tengo las manos llenas de flores, y busco un espacio para mirarlas y encontrarme. Nunca será lo mismo. Estamos rompiendo el tiempo en la consciencia, como antes hicimos en otro plano: "Vivir, aquí y ahora, es reescribir en el cuaderno en blanco de la consciencia el libro escrito del espíritu, es decir, tú mismo en el tiempo". (1993).

Lunes 9 de noviembre de 2009

'The living matrix'

Anoche traté de ver la película. Comienza con imágenes de Dimitri jugando. Se trata de un niño

que nació con parálisis cerebral progresiva, desahuciado por los médicos, y que se levantó saltando y corriendo de la camilla después de que Eric interactuase con él durante cuatro minutos. Su contundente alegría y su fuerza fue lo que, con mucha diferencia, más me interesó del documental. Junto a ello, las intervenciones de Eric, no tanto por lo que dice, sino por lo que se ve a través de él o alrededor de él, y las de otras personas directamente involucradas en sanaciones imposibles.

De las sanaciones imposibles me interesa más el adjetivo que el sustantivo. Me interesa lo imposible, sea esto en el terreno de la sanación, o sea donde sea.

El resto del documental se me hizo antiguo: los más prestigiosos investigadores y médicos exponen sus reflexiones sobre el tema, pero ¿sabes qué?: lo que ayer era novedoso, hoy ya resulta obsoleto. La experiencia se adelanta una y otra vez a la reflexión, a tal velocidad que la lechuza de Minerva se ha retirado de la carrera. Estos respetables y admirables teóricos carecen de la

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luz que desprenden las personas que de alguna manera han participado en lo imposible. Por más que me esfuerzo, sus palabras no me llegan. Dimitri no habla en la película. Sólo ríe y juega. Él es la encarnación de lo imposible. Todo lo demás, sólo palabras. Innecesarias, obsoletas.

"Tu mano derecha sabe lo que está haciendo tu mano

izquierda" Esta peculiaridad de la Sanación Reconectiva me confundía en

las tres primeras lecturas que hice del libro. Lo que parecía querer decir es que yo podía sentir en una mano lo que la otra estaba haciendo en ese momento. Lo releí varias veces: ¿estaba yo entendiéndolo mal? Porque es absurdo. ¿Cómo voy a sentir en una mano lo que está haciendo la otra?

No fue hasta que realicé los Cursos que pude comprobar que yo no había leído mal, y que lo que me parecía absurdo, imposible, sucede al pie de la letra. Sentir en una mano el movimiento de la otra es desde entonces uno de mis juegos favoritos cuando participo en una Sanación. Todavía recuerdo el impacto de la primera vez que, por sorpresa, comprobé que esto ocurría. Me sigue gustando practicarlo, porque me sigue pareciendo imposible. Y, sin embargo, sucede...

"(...) pocas veces muevo las dos manos sincronizadamente". (Pág. 214).

En 'The living matrix' puedes ver las manos siempre moviéndose de Eric. Yo, desde luego, no las muevo tanto. Igual lo hago a partir de ahora ;-)...

"Mientras que en una zona sentimos una cosa, en otra sentiremos algo diferente". (...)

"Eso pasa porque en realidad estás tomándote el tiempo necesario para introducirte en las sensaciones". (Pág. 215).

Bueno, eso es lo que hacemos: movernos en el campo del paciente (¿es una forma de hablar?) y sentir cosas diferentes. Observa que Eric, en este caso, no sólo describe, sino que explica. Lo hace porque sabe.

"Ante cualquier cosa en la energía del paciente que te llame la atención, detente y juega con ello, pero sin ningún objetivo determinado en mente". (Misma página).

De nuevo una frase que sintetiza todo el proceso de la Sanación Reconectiva: atención, juego y no-mente (no-miedo).

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"Mientras tanto, presta atención al resto del cuerpo del paciente. Observa los ojos del paciente sin perder de vista lo demás. Estate lo más atento que puedas a todos los cambios y relaciona esas respuestas con lo que en ese mismo instante estás sintiendo a través de las manos". (Misma página).

Quiero decir que esto es para mí como una disciplina que me recuerdo una y otra vez a lo largo de cada sesión. Cuando no llega otra información, me resulta muy fácil concentrarme en esto, pero cuando llega, necesito recordármelo. Aquí hay algo que me pide ser explorado...

Martes 10 de noviembre de 2009

La importancia de lo imposible

Aquí venimos llamando 'imposible' a aquello que sucede y que, desde los parámetros de nuestra razón, no es posible que suceda. Prefiero llamarles 'hechos imposibles' a milagros, por las connotaciones religiosas de esta última palabra.

En el terreno de lo que llamamos Sanación Reconectiva se producen a diario curaciones imposibles. Pero la Sanación Reconectiva no es más que el enfoque, limitado a la sanación, de un cambio de dimensiones mucho más grandes; cósmicas, si se me permite decirlo. Cuando entras en la esfera de este cambio (entrada que muchas personas efectúan a través de La Reconexión y de la Sanación Reconectiva), la vida se llena de hechos imposibles. La auténtica sanación se dirige a completar nuestra consciencia.

Propiamente, si algo sucede, que haya sucedido demuestra que no es imposible. Puede resultarnos extraño, sorprendente, increíble, incomprensible, pero, desde luego, precisamente porque ya ha sucedido, tenemos la prueba de que es posible. Imposible sólo podemos aplicarlo con relativa propiedad a aquello que no sabemos si puede suceder. ¿Es imposible que un gato cante una ranchera? Sólo hasta que oigamos a uno hacerlo. ¿Y si ya hay un gato cantando rancheras, pero nosotros no lo hemos oído? Seguiremos diciendo que es imposible. Y encontraremos infinidad de argumentos para demostrarlo. Somos muy hábiles en eso. A esa habilidad se le llama 'Ciencia'. A justificar la realidad, como si fuese culpable, a reducirla a los prejuicios de los que se parte. Sólo eso es la Ciencia. Y ninguna otra cosa puede ser, por principio: observo algo nuevo, y trato de comprenderlo desde mis estructuras y

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contenidos actuales. Si no encaja, lo desecho. Si el mar no cabe en un hoyo en la arena, es su problema.

Rebobinemos: aquello de lo que no tenemos percepción consciente, consideramos que no existe. Cuando sucede algo que contraría suficientemente nuestras expectativas, le llamamos 'milagro' o 'imposible'. ¡Menuda arrogancia (uno de los disfraces favoritos del miedo)!: cuando la realidad no coincide conmigo, es ella la que está equivocada.

La realidad no tiene la facultad de equivocarse. Si suceden cosas incomprensibles es simplemente porque nuestra comprensión es así de limitada. De ahí la importancia de lo imposible: cada vez que sucede algo imposible, tenemos la oportunidad de ver que nuestra razón es un embudo demasiado estrecho para la percepción, que la realidad es más -y tal vez diferente- de lo que habíamos admitido.

También podemos hacer otra cosa, siguiendo la tradición: quemar en la hoguera a quien se atreva a hablar de eso imposible que, desde que sucede, tenemos la prueba de que no es imposible. Una hoguera contemporánea es el desprestigio. "Hemos venido por tu reputación" -fue la última de las seis frases. Los ángeles nos protegen de las hogueras...

Adiós a la ciencia. Viva la realidad que nos libera...

"Registros habituales"

"(...) un registro es una respuesta involuntaria, fisiológica o física, ante las frecuencias". (Pág. 216). De eso va este apartado y los siguientes.

"Una vez que las energías se sincronicen contigo y con tu paciente, lo más probable es que empieces a ver los registros claramente". (Misma página).

Hemos hablado ya mucho de eso... "Sea cual sea el registro o la respuesta, siéntete cómodo con el

hecho de no definirlo o darle un sentido". (Misma página). Esto resulta en extremo importante: deja en paz la experiencia,

no la interpretes, no intervengas, no la contamines con tu mente y con tus ideas. No te creas protagonista, ni ejerzas de científico. Cuanto más hagas esas tonterías, menos va a funcionar esto.

¿Es así el método el Dr. Pearl? No. El Dr. Pearl no tiene ningún método. Se limita a

trasladarnos lo que ha aprendido, lo que comprueba que funciona, lo que también tú puedes comprobar cuando quieras y que, por

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supuesto, arrasa con cualquier forma de sanación anteriormente conocida.

Aquí no hay rituales, ni maestros, ni teorías. Sólo hay experiencia, que se valida a sí misma.

"Los registros indican que la persona que está sobre la camilla ha llegado al lugar en el que se están tomando decisiones acerca de su sanación". (Misma página).

Bueno... a menudo, cuando aviso al paciente de que hemos acabado, aunque lo hago con el susurro más suave que puedo, se sobresalta diciendo: "¡Huy, no sé dónde estaba!", o "¡No estaba aquí en este momento!".

Por otro lado, registros escandalosos a veces no son percibidos por quienes los manifiestan. ¿Acaso no estaban ellos en su cuerpo cuando los registros estaban sucediendo?

"Hay tres cosas que aparentemente no tienen nada que ver entre sí: la localización de los síntomas en el cuerpo de la persona, el lugar donde se colocan las manos y el área donde aparecen los registros". (Misma página).

Así que, científico, quédate en tu casa. Este prodigio es demasiado maravilloso para mentes tan estrechas...

"Tu función es localizar un lugar interesante en el campo de energía del paciente y trabajar con él hasta que tengas ganas de moverte. (...) Y cada vez que vas a un sitio nuevo en el cuerpo vuelves a estar presente y conectado.

"Sí, en realidad no haces más que eso. Sentir la energía en un punto y jugar con ella, estudiarla, explorarla, sin expectativas u objetivos. La energía resuena en tus manos y en tu vida interna". (Pág. 217).

Juega, juega, juega... La sanación nos enseña el camino de la vida, tan alejado del miedo. La voluntad de controlar, de saber, no son más que síntomas de miedo. ¿Qué pasa si no sabes? No pasa nada. En realidad, nunca hemos sabido nada; sólo estuvimos engañándonos con unas mentiras acordadas. Ya iba siendo hora de liberarse de ellas...

"Estás orquestando la energía de modo apropiado para conseguir una especie de 'convergencia armónica' con las vidas que estás tocando". (Misma página).

Más que eso: por primera vez estás tocando la vida misma. Enhorabuena.

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Miércoles 11 de noviembre de 2009

Un ángel

He acudido a hacer una Sanación a una señora muy mayor, que está en la cama, entubada. No paraba de toser, desde la parte más baja de la garganta, y sus antebrazos no dejaban de moverse, muy marcadamente. Le he dicho si quería preguntarme algo antes de que comenzásemos, y me ha respondido si se le iba a quitar el temblor de las manos. Por supuesto, me he sentido muy incómodo, y le he soltado el rollo de siempre: que en esto no hay diagnóstico ni pronóstico, y que suponía que Dios y ella se pondrían de acuerdo para que recibiese la sanación que más necesitase en este momento. Tajantemente ha afirmado: "Lo que más necesito en este momento es que se me quite el temblor de las manos".

Desde la contrariedad y la impotencia le he pedido que cerrase los ojos. En este caso, los movimientos de sus antebrazos y manos no deberían considerarse registros... Me parecía un ser muy limpio, extraordinariamente limpio...

Hacia la mitad de la sesión, la tos hasta entonces incesante ha desaparecido por completo. Poco después, para mi incredulidad y sorpresa, han dejado de movérsele los brazos y las manos. Y en el último instante se ha quedado dormida. Así la he dejado, con el ángel que la cuida.

Me he sentido profundamente impactado, y sabía que no tenía derecho a ocultarlo. Poco después he aprendido que los muertos no valoran los milagros. Simplemente, no se enteran.

Esta mañana me preocupaba por la penuria económica que me está ocasionando dedicarme a esto. Al ver esta tarde que sus manos se paraban, que su deseo se cumplía, me he dado cuenta de que nada más que eso importa: he descubierto la belleza.

"Cambios respiratorios"

"A veces, alguna persona deja de respirar por completo. Lo creas o no, es una respuesta deseable, un estado elevado de unidad en el que puedes experimentar la quietud y el silencio del universo". (Pág. 218).

Recuerdo la primera sesión con una paciente, que por cierto suele leer esto que escribo, y el susto que me llevé cuando me parecía que no respiraba... Yo no tengo instrumentos para verificar si en efecto respira, pero, acostumbrado a tantos registros, cuando ella se tumbó en la camilla parecía que allí sólo había un cuerpo...

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Curiosamente, fue con ella misma, no sé si ese día, cuando, estando yo algo más arriba de su cabeza, a su derecha, algo me hizo mirar desde allí hacia su ombligo, y un poquito más abajo vi como una masa transparente que se movía. Eran los días en los que yo estaba empezando, y las sorpresas no dejaban de sucederse. Pensé que aquello sería eso que algunos llaman 'energía', aunque ya sabes que esa palabra me gusta tan poco, que seguro que sería otra cosa... ;-)

Jueves 12 de noviembre de 2009

"Lágrimas"

"Las lágrimas son una reacción al hecho de alcanzar la Verdad, de experimentar y recordar la Verdad. Es reconocer la Verdad como el lugar del que todos procedemos y el lugar al que todos regresaremos, el lugar que parece que no vemos desde hace mucho tiempo. Cuando tenemos el privilegio de alcanzar la Verdad e interactuar con ella, aunque sólo sea por un momento, se desatan nuestras emociones debido a la sensación de estar en Casa y saber que pronto estaremos allí de nuevo". (Pág. 219).

Evidentemente, Eric se refiere a las lágrimas de esa felicidad sin contrarios, no a las que buscan provocar en el transcurso del teatro algunos falsos terapeutas y sus acólitos asociados. El sufrimiento y la mentira (que lo produce) no curan; sólo la verdad y la alegría (su consecuencia) lo hacen. La verdad nunca es dura; siempre es liberadora.

Son frecuentes las lágrimas en la Sanación Reconectiva, y no sólo en los pacientes. El sanador que escribe, a veces, como ayer, tampoco puede contenerlas.

Desmiguemos un poquito el párrafo: - "experimentar y recordar la Verdad". La Verdad no es algo

mental o intelectual, es una experiencia. Y no viene de fuera, la tienes escrita dentro.

- "el lugar", "tiempo", "pronto", "allí"... ¿Está la Verdad en un lugar y será alcanzada en algún momento del tiempo? Me parece que eso es una manera de hablar.

¿Dónde está exactamente la Verdad? Tú eres la Verdad. ¿Cuándo alcanzarás la Verdad?

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Ya la tienes, y no puedes dejar de tenerla, porque la Verdad es lo que Eres.

Viernes 13 de noviembre de 2009

Críticas a La Reconexión

Utilizamos esa denominación (La Reconexión) para referirnos a varias cosas diferentes. Por ejemplo:

- Este nuevo saber hacer dentro del mundo de la sanación que desde 1993 estamos aprendiendo.

- La organización y las personas que se dicen Reconectores y Sanadores Reconectivos.

- El marco más amplio en que todo esto está sucediendo. Respecto al saber hacer de la Sanación Reconectiva y de La

Reconexión, sería de una arrogancia suprema por mi parte tratar de cambiar algo. No es el momento de cambiar nada, sino de profundizar al máximo. De todas maneras, el saber hacer es aquí mínimo. Casi todo queda en la experiencia. ¿A dónde nos lleva la experiencia? Pues no lo sé, no tengo ni idea. Sí sé que es una puerta infinitamente más avanzada que todas las que yo haya conocido hasta ahora. Es tan avanzada, que comporta un salto cualitativo. Por decirlo de otra manera, todo lo anterior se vuelve obsoleto, se ve producto del miedo. ¿Cómo podría aceptar yo otras propuestas, observando su procedencia? El miedo conduce al miedo. Claro que cada día me llegan noticias de otras formas de sanación y de no sé cuántas supuestas revelaciones. Pero nada que venga de fuera de mi experiencia me vale. Aquí no hay teorías, sino una ventana para el aprendizaje. Para el aprendizaje propio, no para comprar cabras a nadie. La interacción con cada persona que se tumba en la camilla es una lección magistral (se trata de escuchar) de mil veces más alcance que todo lo que pueda venirme de fuera. Escucho con mis oídos y veo con mis ojos. Soy yo quien experimenta. No acepto que nadie experimente por mí. ¿Por qué habría de preferir que me contase alguien lo que ve, en lugar de mirar yo mismo? Todo lo contrario. Se acabaron los videntes y los adivinos. Se acabaron los que nos decían cómo son las cosas. ¿Para qué estás tú en el mundo, para que la vida te la cuenten otros?

Sí, somos inevitablemente pioneros, y vamos ensanchando la última frontera, la perspectiva del espacio. Nada de atrás nos sirve. Ya lo conocemos. ¿Qué hay hacia delante? No lo sabemos. Pero

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me parece, y mentiría si no lo dijese, que no estamos solos en esto...

Respecto a la organización ('empresa') de La Reconexión y todo eso... Bien. Cuando asistí a los primeros cursos, uno de mis mayores intereses era comprobar si toda la gente que se acercaba a esto tenía una calidad ética superior a la media. No me lo pareció, ni mucho menos. Pero es que no se trata de eso. El sol sale para los íntegros y para los deshechos. ¿Habrían de sentirse llamados por La Reconexión sólo personas que en algo fuesen superiores? ¿Qué ocurriría si con esto alguien no pretendiese otra cosa que montarse un negocio? Sí, allí había gente que se frotaba las manos con la idea de sacar una gran rentabilidad económica a los cambios tan descomunales que se producen. Y, junto a ellos, había muchísima gente que tenía serios problemas de conciencia para cobrar por hacerlo.

Según mis noticias, sólo en el Estado español ya se han montado tres negocios paralelos utilizando el prestigio de La Reconexión. ¿Puede evitarse eso? Es más, ¿debe evitarse eso? Seguro que si alguien acude a alguno de estos fraudes, aprenderá algo importante. Es su camino. Por otro lado, ¿es la organización de La Reconexión (empresa, personas, actividades) impecable? Claro que no, por supuesto. Tampoco yo lo soy, y no dejo de moverme por eso.

¿Y si Eric, ese tipo tan fascinante, de pronto se volviese tonto? Pues no pasaría nada, porque lo único que vale es tu experiencia. ¡Qué más da lo que haga o diga Eric! ¿Acaso él tiene la obligación de ser como tú esperas? ¿Tienes tú la obligación de ser 'como él espera'? ¿Qué tal si nos dejamos en paz los unos a los otros y nos dedicamos a trabajar cada cual consigo mismo? Seguro que será mucho más productivo... Al menos, ésa es la alternativa que yo elijo... Y me doy cuenta, no siempre inmediatamente, de que cuando intento que fuera las cosas sean de manera diferente a como son, me estoy abandonando a mí mismo. ¿Quién cuida de mí entonces? Cuando me doy cuenta de que me he ido de mí (el sufrimiento es el aviso), siempre puedo dejar lo que no es mío y volver a casa, a ocuparme de lo que tengo más cerca: yo mismo. Entonces compruebo que lo único real que ocurría es que me había olvidado de mi vecino más próximo: nuevamente yo mismo. ¿Cómo voy a ir a limpiar una casa ajena antes de haber limpiado la mía? Es más: cuando tengo el impulso de limpiar casas ajenas es porque en la mía hay algún escombro que no he visto. Porque todo es, finalmente, el viaje de la consciencia. Nada hay fuera que no sea un reflejo mío. No se trata pues de limpiar el espejo, sino el cuerpo.

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Cada vez que me empeño en limpiar el espejo, lo único que consigo es ver con más claridad aquello pendiente de ser superado. Están bien los espejos, pero no para quedarse mirándolos.

El marco más amplio en que todo esto está sucediendo. Ese marco soy yo mismo. Tú eres yo mismo. Mi consciencia te crea. Tu consciencia me crea. No existe nada más que eso... Tú y yo somos lo mismo. Sí, ya sé que es difícil entenderlo... Sigamos ensanchando el entendimiento, sigamos abriendo ventanas. Hay más luz que quiere seguir entrando ya, en este mismo momento.

"Dejar que las cosas discurran por su propio cauce. .. y tu responsabilidad"

"(...) esta fuerza tiene su propia inteligencia, una clara Inteligencia Superior. Sabe lo que le conviene a la persona sobre la camilla aunque nuestras mentes limitadas, educadas, orientadas inductivamente, puedan no saberlo". (Pág. 221).

Toda mi vida es una sucesión de pruebas que demuestran esa 'Inteligencia Superior', que más que superior es perfecta, y que más que fuerza es una bondad infinita. Sin embargo, yo dudo a cada momento. Sé, incluso, que si suspendiese el juicio se acabaría todo el sufrimiento. Pero tengo miedo, y no lo hago del todo... Tal vez haya algo más detrás del miedo. Tal vez sólo sea la conciencia del tiempo, que debe ir rompiéndose poco a poco, no al ritmo de mi deseo (finalmente, de mi miedo), sino justamente de mi conveniencia, de la que no soy consciente. Es una cuestión de confianza o, al menos, de entrega.

Sí, sé que estamos aquí para romper el tiempo, la mentira. Sé que así nos reconoceremos. Sé que somos algo que no tiene nada que ver con lo que hemos creído. No sólo somos más de lo que creímos, sino que somos completamente diferentes de las imágenes que hemos comprado a los falsos espejos. Sé todo eso, que es lo esencial, y sin embargo sigo teniendo miedo...

Quizás sea más sencillo. Quizás no se trate de combatir al miedo, sino de aceptarlo. Quizás no sea mi enemigo, sino mi aliado. 'Somos valientes porque tenemos miedo' -me invitaron a que escuchase mis ángeles...

"La interpretación de su sesión no es tu responsabilidad". (Misma página).

¿Cómo iba a serlo, si yo no tengo ni idea de lo que ha experimentado? Lo sé una vez me lo cuenta, y coincide con lo que a mí se me ha dado ver, en gran medida. Ya me he acostumbrado a

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eso. Pero yo no puedo interpretarlo. Interpretarlo es reducirlo. Lo sé por mi propia experiencia. Hay cosas muy concretas y definidas. Otras, no tanto...

"en 1993". (Misma página). 1993. Esta cifra no la tengo indicada desde el margen de la

página, como hago con casi todas las citas, ni siquiera subrayada, como hago con lo muy destacado. Esto lo tengo rodeado con un círculo. Es lo único que he señalado tanto. Y pensaba que, cuando llegase el momento de comentarlo, diría cosas que ahora no digo. De hecho, cuando escribo una palabra, no sé cuál será la siguiente que escriba. Trato de limitarme a escuchar, y sólo entonces escribo...

1993. No. Se me pide que diga algo, y estoy oponiendo resistencia...

A ver qué hago... Allá voy: 1992 fue un año oscuro. 1993 fue todo lo contrario.

'Yo' tuve la 'visión' (¿es necesario decir esto?) que desde ese año llegaban a la Tierra pequeñas estelas de Luz, como una lluvia de cometas. Lo interpreté entonces como una generación con un poder nuevo. No ya de sacrificio, sino de contundente limpieza. No, no creo estar hablando de 'índigos' ni de historias de ésas. Esto es mucho más real y concreto. Mucho más real y concreto, aunque no sé, conscientemente, qué es. Creo que tengo miedo a saberlo.

En mi memoria permanece precisa aquella imagen. No creo que deba llenarme de esperanza, que tantas veces conduce al engaño, sino más bien de serenidad, que calma el juicio y aligera el miedo.

Finalmente, si, como tantas veces digo, yo soy el universo, esta lluvia de luz me pertenece, es parte mía. Una parte que no se ha hecho consciente todavía...

"(...) es posible que alguien no reconozca que se ha sanado. Tampoco tienes la culpa. Puede que la sanación se haya producido de manera que se note más tarde o puede que se haya producido de manera que no se reconozca con facilidad en ningún futuro cercano". (Misma página).

Sí, yo sé eso perfectamente. Tal vez por eso no me parece adecuado el término 'sanación', como mínimo en algunos casos.

Es normal que la gente entienda por sanación lo que entiende. El uso que dan a la palabra es el uso más frecuente. ¿Cómo iban a darle otro, al menos de momento? 'Sanación'... La gente acude a sanadores, en primer lugar, para que les digan lo que tienen. Pero los 'Sanadores Reconectivos' no hacemos diagnósticos. Tampoco vamos a explicarles la superchería de los diagnósticos. No es eso lo

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que esperan ni lo que quieren. Esperan y quieren que les solucionemos los problemas que creen que tienen. Aunque ayer me llegó alguien (gracias) que me dijo: "Vengo dispuesta a recibir aquello que el Universo quiera darme". ¡Vaya por Dios! Esto sí es un avance... ¿Puedo yo aplicármelo a mí mismo? Sería un paso definitivo.

Sábado 14 de noviembre de 2009

La única sanación verdadera...

...es la liberación de la mentira. Cualquier enfermedad o cualquier acontecimiento de tu vida no

son sino llamadas para que escuches. Es tu espíritu, tu ser completo, quien quiere decirle algo a tu consciencia. La medida de la resistencia se llama sufrimiento. Si en lugar de escuchar utilizas recursos para enmascarar los síntomas, pues bien, estás diciendo 'no quiero escuchar', a lo que tu espíritu responde: 'De acuerdo, lo intentaré en otro momento'. Y tú sigues con tu enfermedad latente, con la mentira.

La verdad es que tú eres la consciencia infinita, intentando manifestarse en el tiempo. Todo lo demás, todo, es una absoluta mentira.

Domingo 15 de noviembre de 2009

"Lo que puedes sentir"

"(...) durante tu evolución transensorial. La relación y la interacción entre la energía y tú son exclusivas, individuales y muy íntimas. Es esencial que seas todavía más consciente de lo que producen estas sensaciones y te familiarices más con ellas, porque comenzarás a desarrollar tu maestría partiendo de ese conocimiento. Los niveles de destreza a los que eso te hará llegar, son inconmensurables". (Pág. 222).

"Evolución transensorial", es decir, despertar a la consciencia de que nuestra percepción no se limita a cinco sentidos. Por lo tanto, nuestra representación de la realidad ('verdad' en el tiempo) se va a alimentar de puertas que hasta ahora manteníamos

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cerradas. Los muros de la cárcel van cayendo... No somos el cuerpo.

Éste es otro de los párrafos que me parece que Eric ha 'recibido' al pie de la letra. Hay una invitación a una profundización personal en la experiencia. Eso te conduce a tu camino y constituye tu camino. No te quedes en lo expuesto: es mucho mayor lo que queda por ser descubierto.

En el aspecto estricto de la Sanación, esto es algo que voy viendo: hace unas semanas, alguien me pidió una intervención, y me puse a recibir-sentir allí mismo, discretamente, entre la gente, sin necesidad de mayor artificio. Pocos minutos después, la persona que me lo había pedido me comunicó que ya se había resuelto. Experimentar desde la intuición-inspiración que viene de dentro. Escucharla y probar... Eso es algo que amplía mi horizonte y me descubre recursos nuevos. ¿Cuál es el límite, el cielo? No, ni siquiera eso...

Lunes 16 de noviembre de 2009

"Sigue moviéndote"

"(...) dite a ti mismo: 'Está bien, me he centrado demasiado en esto. Voy a dar un paso atrás y a dejar que las sensaciones acudan a las manos'. Después déjalo. Vuelve a prestar atención a las manos y espera a que vuelva la sensación". (Pág. 223).

Esto no vale sólo para la Sanación, sino para todo en la vida. Es una lección de vida. Cada vez que nos atascamos podemos dar un paso atrás, y volvernos a poner en situación de escucha y de espera...

"¡Siéntela, encuéntrala, investígala!". (Misma página). Además, hacerlo de esta manera ayuda a estar centrado en el

aparente juego, y no en la mente (interpretación, diagnóstico, ego...).

"Deja que las manos cobren vida propia durante este proceso, que tengan su propia curiosidad". (Misma página).

Las manos y todo el cuerpo se convierten en un nuevo receptor, en un nuevo sentido. Siempre lo fueron. Ahora lo estamos redescubriendo... Tú no eres tu cuerpo, ni tu cuerpo es lo que creíste que era. Tú eres infinitamente más (y diferente) de lo que pensaste que eras, y tu cuerpo también lo es, mientras tú lo utilices. No va a quedar piedra sobre piedra.

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"Pero recuerda que no estás buscando puntos preexistentes. Esto es muy importante; este nuevo nivel de sanación y de evolución es distinto a las limitaciones y las equivocaciones de los enfoques de algunas 'técnicas' anteriores". (Misma página).

Se trata de un nuevo paradigma. El más nuevo de la historia conocida. Es comprensible que quien no conoce a fondo la Sanación Reconectiva trate de asociarla a otras formas anteriores, pero no es correcto. La diferencia es esencial, como puede verse.

"Bueno, pues no es 'algo' y no está 'ahí'. No hay un 'punto' fijo que sentir. Recuerda, una sanación no consiste en que un paciente se acueste en la camilla y el sanador revolotee a su alrededor dirigiendo energía hacia su cuerpo o buscando un área de congestión preexistente. Estas transformaciones son una ecuación y, como en cualquier ecuación, si se cambian los números, se obtienen resultados diferentes. Del mismo modo, si hay dos personas que tratan de encontrar un mismo punto, ninguna lo encontrará, porque el punto no está ahí". (Página 224).

Se trata, me parece, de superar la percepción del cuerpo como prejuicio. El cuerpo no es la base. Ni siquiera es la manifestación. El cuerpo es el extremo de la cuerda. Una cuerda que es idéntica a sí misma en todas sus dimensiones. ¿Es aquí, es allí? No es en ningún sitio.

Finalmente todo esto no es más que una representación para salir del sueño. Ni somos materia, ni la materia es lo que creímos. Todo resulta nuevo cuando se descorre por fin el velo.

"El punto es una creación conjunta, producto del amor, el sentimiento y la comunicación entre el universo, el paciente y tú". (Misma página).

El punto es un punto de encuentro, de respuesta a la llamada, de liberación del prejuicio. Es la demostración de un mundo nuevo.

Martes 17 de noviembre de 2009

"Puntos de conexión omnidireccionales"

"Acceder, conectarse y comunicarse con el campo de una persona a través de estos puntos puede ser muy fácil y a menudo hace que se manifiesten registros más llamativos". (Pág. 224).

Sí, parece que hubiera, a lo largo del cuerpo, lugares desde donde la comunicación se establece con más facilidad. Me niego a

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teorizar sobre eso. Ya hay demasiadas hipótesis, que se confunden con la realidad y nos impiden mirar más lejos.

Ayer por la tarde, una paciente que no paraba de hablar, entró en una relajación total desde el instante que se tumbó en la camilla. No parecía la misma, en silencio, tan tranquila. Me acerqué al lado izquierdo de su cuerpo, y desde allí orienté mis manos hacia sus muñecas. Enseguida comenzó a levantar sus manos y antebrazos, en una especie de baile coordinado con los movimientos de mis manos. Tal vez a ti no te sorprendan estas cosas. A mí sí me sorprenden.

Miércoles 18 de noviembre de 2009

"Un sistema de respuesta dinámico, recíproco y multiestratificado"

"(...) permitiéndote sentir lo que está pasando y advertir, mientras se produce un cambio (un cambio nítido y reconocible) en tus sentimientos o tus sensaciones, que, ¡zas!: hay un cambio simultáneo o una respuesta concreta en el paciente". (Pág. 225).

Sí, así ocurre, en diversos modos y aspectos. Con cada paciente es distinto. Algunos empiezan a manifestar registros antes incluso de haber terminado de tumbarse en la camilla. Otros lo hacen más tarde o no lo hacen. A veces yo mismo comienzo a recibir información enseguida; otras, más tarde. A veces es mucha y a veces muy poca o ninguna. Pero siempre es sorprendente, no tanto el contenido, sino el hecho de recibirla.

"Entras en un estado de alerta de la conciencia. Con la práctica, conseguirás sentir en una mano lo que está haciendo la otra cuando las manejes independientemente. En otras palabras, tu mano izquierda podría estar siguiendo un 'camino' y encontrar un punto y después tu mano derecha podría explorar y encontrar un segundo punto. Si en este momento te pones a hacer círculos con la mano derecha en el punto en el que está, podrías sentir el movimiento circular con la mano izquierda, que no está haciendo círculos. Cuando consigues eso, parece que el campo alrededor de la persona se hace más intenso todavía y provocas que el paciente manifieste registros más fuertes". (Misma página).

Entrar una y otra vez en ese "estado de alerta" constituye todo un entrenamiento. De importancia fundamental, para todo en la vida. Yo acabo distinguiendo muy bien cuando estoy ahí y cuando no. Cuando estoy ahí, me siento mucho más completo.

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Lo de los círculos es lo que comentábamos el otro día. Me siento más dentro del campo cuando eso sucede.

"(...) necesitas desarrollar la sensibilidad, una especie de arte de tocar, para que reconozcas el 'sentir'". (Pág. 226).

Claro. En catalán 'oír' se dice 'sentir'. Estamos desarrollando-recuperando el arte-habilidad de escuchar con el cuerpo. El cuerpo deja de ser la tumba del espíritu para convertirse en un extremo de la consciencia.

"Y todas esas energías, una vez que se reconocen y se automatizan o se incorporan como una 'segunda naturaleza' (un término que ahora me parece fascinante), son comprensibles. Exactamente como lo que yo digo". (Pág. 228).

Esta "segunda naturaleza" es el resultado de la transformación que estamos viviendo, y que de momento apenas vislumbramos.

Y son "comprensibles" desde dimensiones superiores al entendimiento. Porque eso es también lo que estamos haciendo: trascender el entendimiento.

"Tú eres tu instrumento"

"Recuerda, tu meta principal en una sesión de Sanación Reconectiva es quitarte de en medio. Cuando tu cuerpo continúa en su cambio y transporta las nuevas frecuencias, y después de que hayas desarrollado cierta familiaridad con la retroalimentación que es parte de estas energías, verás que todo se pone en su sitio". (Pág. 229).

Veré que todo se pone en su sitio... Eso sigue siendo futuro. En estos momentos la transformación que experimento ("tu cuerpo continúa en su cambio") es la mayor que recuerdo. ¿Sabes? Cuando escribo siempre dudo en hasta qué punto incluir ciertas referencias personales. Entiendo que este diario es una crónica de mis experiencias, pero el pudor por un lado y la creencia de que algún tipo de cosas pueden no ser interesantes para quien las lea, me llevan -me llevo yo- a tender a dejar de lado algo que está ocurriendo.

No estoy seguro de la oportunidad de contar esto, pero voy a hacerlo: hace menos de dos semanas cayó en mis manos un libro que demuestra que mi rareza no lo es tanto. Desde que nací me he sentido excluido, apartado, como si el mundo no fuera conmigo. La verdad es que el mundo me importa un pimiento. Siempre he sentido que todo en él era mentira, y la mentira es la muerte. Yo

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quiero la vida. Aquello que realmente me interesa es algo de lo que no puedo hablar casi con nadie. Tal vez por eso escribo...

Pues bien, en el libro al que me refiero se habla de gente que, ya hace miles de años, no sólo pensaban, sentían y experimentaban lo mismo que yo, sino que lo decían exactamente con las mismas palabras. Estoy leyendo un libro donde una y otra vez aparecen párrafos idénticos a lo que yo, en mi intimidad más profunda, escribo.

Cuando leí las primeras líneas fue como si me hicieran el mayor regalo de mi vida: no estoy solo (en el mundo) y los raros son los otros. No tengo que convencer a nadie de nada, sino encontrar a mis amigos. Yo no soy un resucitador de muertos. Intenté resucitar muertos para no sentirme solo. Ahora por fin puedo dejar a los muertos con los muertos, y desplegar mis propias alas... Ya no me importa ser incomprendido. En algún lugar del tiempo o del espacio alguien me ha comprendido.

Claro, la pregunta ahora es dónde están mis amigos... En realidad, siempre supe que vine por ellos... Ellos son yo mismo; yo mismo expandido, multiplicado, semilla de infinito. ¡Cuántas puertas se abren...!

Jueves 19 de noviembre de 2009

"Palabras para sanar"

Capítulo oportuno donde los haya: "Mantente en la admiración". (Pág. 230). "Admiración" es poco. Sorpresa, desconcierto, incredulidad,

resistencia... también todo eso está presente en mi conciencia. "¿Cómo puedes mantenerte en la admiración? Siendo como un

niño. Viendo todo con ojos nuevos. No siendo demasiado rápido para creer que comprendes lo que estás presenciando. La comprensión que presumes se parece a una explicación superficial que se transmite a través de incontables filtros e interpretaciones erróneas, dejándola débil, aguada y sin sustancia". (Misma página).

A veces no me siento niño, sino muy viejo. Y mis ojos no me parecen nuevos, sino demasiado antiguos. Eso ocurre siempre que me resisto. ¡Es tan grande el cambio! Y al mismo tiempo, tan urgente, tan necesario, tan reclamado...

Claro que no comprendo lo que estoy presenciando. Las explicaciones que me llegan de fuera no me valen. Las rechazo con

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disimulada violencia. Sólo el 'no sé' me resulta honesto. Todas las explicaciones, todas, huelen a anticuado. Nunca explicaron nada, siempre fueron mentiras consoladoras, que ahora se vuelven insoportables hasta el extremo. Aferrarse a una mentira impide la posibilidad de seguir buscando, o, al menos, esperando.

"El regalo de estar sobrecogido, de ver todo con una genuina sorpresa, da a tu admiración la pureza cristalina de la infancia, una condición inherente a Dios". (Misma página).

Pues sobrecogido, lo que se dice sobrecogido, puede ser una acertada descripción de cómo me siento...

"Es hora de que tengas tu corazón, mente e intenciones en orden. Se trata de que formes parte de la ecuación de la sanación". (Misma página).

La sanación es la liberación de la consciencia, la derrota de la mentira.

"'Preparar' al paciente"

"Créame que quien quiera que oiga sus pensamientos y rezos ya los ha escuchado. No sólo han escuchado lo que esté pidiendo, sino que también han escuchado lo que no ha pensado pedir. Lo saben todo. Incluso antes de que entrara aquí. Así que deje de hablar, pare su parloteo mental, y sólo escuche; deje que el universo le traiga lo que decida que usted necesita. Simplemente acuéstese aquí y esté tan abierto a experimentar nada como a experimentar algo. En esa apertura llegará su experiencia". (Pág. 231).

Éste es otro de esos párrafos en los que me dan ganas de aplaudir a Eric. Pero me acabo de dar cuenta de que aplaudo aquello con lo que me identifico, es decir, que me aplaudo a mí mismo, y eso no me lleva a ningún sitio. Tal vez deba prestar más atención a aquello con lo que no me identifico: mi enemigo es mi maestro.

Entiendo los rezos de los pacientes, porque a veces yo también tengo miedo. El rezo no es la solución del miedo, sino su síntoma. La apertura es la solución del miedo. A comienzos de 2008 fui instruido en la comprensión de que el único significado saludable de 'fe' es 'apertura'. Intentar convencerse de algo que no hay razón para que sea creído, no es fe, sino autoengaño, el camino más directo a la locura.

Claro que Dios o el Universo saben lo que tú necesitas, y no sólo lo que tú quieres (lo que yo quiero), que no siempre puede ser

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coincidente. Incluso podría no serlo nunca. La solución sigue siendo la apertura, la 'fe' así entendida.

¿Por qué sé que Dios o el Universo saben lo que yo necesito? ¿Es eso una creencia? No. Es una experiencia. Si miro atrás en la vida, puedo comprobarlo en cada momento.

"Pare su parloteo mental", dice Eric. Regresé ayer de un viaje donde asistí a un encuentro en el que un grupo de aparentes dormidos jugaba a cambiar su hipnosis. Regresé, por fin, a mi silencio... ¡qué alivio! Regresé, eso sí, enriquecido. Entre los dormidos percibí algunas luces, además de las sombras habituales, gente dándose miedo a sí misma...

"Sólo escuche". Ésa es mi ley de vida. "(...) de ti depende estar receptivo y sin juzgar, o esperar y ser

parte de lo que va a ocurrir, sea lo que sea. Esperar es una forma de 'escuchar con el espíritu'". (Misma página).

No puedo añadir nada a esto; ya lo dice perfectamente. Sí, una cosa que sé: "sea lo que sea". Lo que sea siempre es perfecto. También eso lo sé por experiencia. Y puedo comprobarlo cada vez que quiera, desde la apertura, desde mí mismo.

"Esperas hasta que llega la energía. Que es lo que sucede. Y, de repente, fluye a través del paciente y se conecta contigo, a través de ti, y alrededor de ti". (Misma página).

Siempre llamo a todos a experimentar esto. Es tan fácil como sorprendente.

Noto que me queda algo por decir, y me pregunto qué. Enseguida llega la respuesta, como "llega la energía": Quiero dar gracias a algunos seres con los que aprendo. Pero no quiero hacerlo a su ego, como tampoco admito agradecimientos al mío. Eso es regresar al infierno. Quiero dar gracias al Universo que son ellos y que, supongo, también soy yo mismo. Y un abrazo a ti, que estás leyendo...

Martes 24 de noviembre de 2009

El poder de la inocencia

Recuerdo cuando de adulto tuve acceso a un test de personalidad que de adolescente me había hecho un infeliz que decía ser psicólogo. Afirmaba que yo solía dividir a las personas en dos categorías: aquéllas que me parecían inteligentes, y aquéllas que no me lo parecían. Las segundas para mí no existían.

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A pesar de lo tonto que era aquel psicólogo, algo de razón tenía. Un error mío de esa época fue valorar en demasía el intelecto. Enseguida cambié de rumbo, y me di cuenta de que sólo la bondad me interesa. No quiero nada de la mesa de la sabiduría; sólo la mesa de la bondad me ilumina.

Ayer recordé a Eric diciendo: "No sé lo que hago, pero no por eso dejo de hacerlo". 'No sé'. 'No sé'. 'No sé'. Me parece que ésa es una de las ventajas fundamentales del modo como hasta ahora practicamos la 'Sanación Reconectiva'. No saber lo que estamos haciendo nos permite, con mucha mayor facilidad, quitarnos de en medio, y no tratar de interferir con nuestro pequeño ego.

¿Podría ser que nuestras manos estuviesen ajustando 'el aura'? Podría.

¿Podría ser que estuviésemos equilibrando 'energías'? Podría. La única respuesta me la dio recientemente un maestro de

cinco años, cuando supe que un día, al despertar, trasladó a su madre la pregunta que a sí mismo se hacía: ¿quién mueve mis manos?

El poder del ego es el poder de la ignorancia, el poder del miedo. El poder de la inocencia es el poder de la sabiduría.

Gracias, maestro.

Miércoles 25 de noviembre de 2009

"Déjalo ser"

"Cuanto más tratas de hacer, menos capaz eres de ser, y es el estado de ser lo que permite a la energía fluir a través de ti en primer lugar. El estado de ser es lo que hace que nuestro yo se quite de en medio, permitiendo a nuestro Yo formar parte del proceso. La sanación llega cuando nos encontramos en ese estado". (232).

Muy bien, Eric. Eric, como tantos de nosotros, tiene al menos dos aspectos: el

público, el que debe responder a las bobadas que le preguntan la mayoría de los periodistas, y el íntimo, donde es él mismo, donde puede dejar de lado el ego (la imagen). A pesar de eso, si miras, es fácil ver casi siempre a su alrededor un espacio de luz. Alguien que lo conoce bien se lamentaba de que "es como un niño". Si no fuese así, no podría hacer lo que está haciendo.

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La voluntad de hacer procede del miedo. El ser, simplemente, refleja la inocencia. La compulsión a salvar a otros procede de la culpa. Como si pudiésemos salvar a alguien... Salvar, ¿de qué? No hay nada de qué salvar a nadie. Ni de la muerte, que es pura apariencia. Todo está dentro de nosotros. No hay nada real que esté fuera. La sanación llega cuando yo permito que aparezca Yo. Yo no soy yo. Yo no soy ningún ego. Yo soy todo y nada al mismo tiempo. En la Tierra está yo. Yo está en el Cielo, en las Estrellas, mirando compasivo al yo de la Tierra, derramándose en un baile perfecto y desconocido. Cuanto más espacio de yo ocupa Yo...

"Se nos ha instado a que tomemos el control y dirijamos nuestras propias vidas. Una vez que hemos determinado las formas en las que sentimos que las cosas 'deben' ser hechas, la idea de cambiar repentinamente nuestros métodos puede asustarnos". (Misma página).

'Tomar el control'. ¿Desde dónde nace esa voluntad, sino nuevamente desde el más absoluto miedo? Sólo queremos controlar aquello en lo que no confiamos. Puesto que no confiamos en la Vida, tratamos de controlarla. Pero como no estamos capacitados para tal cosa, puesto que la vida no nos pertenece ni la conocemos, lo único que conseguimos es romperla por todos lados. No vivimos; somos vividos. No somos propietarios de nada. Cualquier modo de propiedad es una violación de la vida. 'Dirigir nuestras vidas'... ¡Menuda responsabilidad! Y menuda locura. ¿Acaso sabemos de verdad hacia dónde y cómo hacerlo? Mucha gente juega a aparentar eso. Son los locos de remate, los que no tienen remedio. Fíjate en los adolescentes: algunos tienen perfectamente claro su futuro, es decir, ya están muertos. Otros se sienten confundidos, es decir, aún les queda al menos un poco de vida.

'Cómo deben ser hechas las cosas', 'caminos',... Jesús dice que tú eres tu propio camino. Ese tú al que Jesús se refiere, tal vez se entienda mejor si, como hemos hecho antes con el Yo, lo escribimos con mayúscula. Ese Tú es el Yo. Es 'el Reino de los Cielos', es la Realidad Infinita y Luminosa por encima del pequeño mundo, del pequeño ego. Ese Tú es Todo.

"(...) la esencia (...)". (Pág. 233). Ésta -esencia- es una palabra que se utiliza con cierta

frecuencia entre gente de La Reconexión. ¿Serán acaso platónicos? La esencia, la idea perfecta de la cual sólo observamos sombras desde la caverna. ¿Pueden referirse de nuevo al Yo, o al Tú, o a la Realidad, en contraposición al yo, al tú y a la apariencia? No lo sé. Me sorprendió al leerlo, y me sorprende cuando lo

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escucho. ¿Llaman esencia a aquello que verdaderamente te dirige? ¿Sería pues otra forma de llamar a Dios, a la Realidad completa? Esencia: lo que verdaderamente tú eres, más allá de la apariencia. Pero lo que verdaderamente tú eres también incluye el ego. Lo que sucede es que el ego no trasciende el tiempo, mientras tu esencia sí lo trasciende, porque ella crea el tiempo. En realidad, ella lo crea Todo.

"Esta historia es un ejemplo de cómo se le puede mostrar a alguien algo diferente, o darle una oportunidad para salir de su zona habitual y, con bastante frecuencia, elige quedarse allí (...)". (Misma página).

Has tocado hueso, compañero. Siempre que he tratado de compartir un nuevo descubrimiento, he encontrado la misma respuesta: aquello que radicalmente cambiaba mi vida, empujándola al Infinito, no interesaba a casi nadie. Casi todo el mundo elige el infierno.

"A veces se nos muestran nuevos caminos. A veces tenemos el valor de seguirlos". (Misma página).

¿Estás seguro de que es cuestión de valor, Eric? Lo dijiste también en los Cursos, al principio: lo único que se pide es que tengáis el valor de dar un pequeño paso hacia delante. Y la promesa era el Paraíso. ¿Por qué casi nadie da ese paso, amigo?

"Trato al paciente"

Últimamente, cuando exploro, encuentro dentro de mí (es una forma de hablar. Todo son formas de hablar. Hasta la realidad es una forma de hablar) algo que no es tan visible desde fuera. Puestos a elegir una palabra para que lo describa, sería 'alegría'. También felicidad, pero me gusta más la primera.

Me sorprende que al explorar aparezca eso, porque lo más habitual, en el pasado, era que la Exploración sacase a la luz otro tipo de cosas.

Cada día estoy más convencido (desde la consciencia de que no importa de qué crea estar convencido) de que mi destino, mi desafío, es desenmascarar el sufrimiento. Me parece importante (desde la consciencia de que no importa lo que me parezca importante) hacerlo, puesto que veo (desde la consciencia de que no importa lo que vea, y perdona por la insistencia), que el sufrimiento es el gran aliado de la mentira. Sé que puede resultar incómodo a la mayoría (no menos de lo que me incomoda a mí la mayoría) afirmar que mientras permanecemos en el sufrimiento,

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permanecemos en la mentira. Sufrimiento y mentira son almas gemelas. Ambas son dos puertas del infierno. Tratar de salir de cualquiera de ellas conduce al cielo. Pero del sufrimiento sólo se sale realmente a través de la verdad, de la consciencia. Y, seguramente, a la verdad sólo nos conduce el amor. Pero el amor de verdad, el corazón, el eje, no el de mentira. El amor y la verdad también son almas gemelas. Mezclar amor y sufrimiento o mentira y verdad es algo que no funciona. No se puede engañar a Dios. La verdad libera siempre. Si no libera, es mentira. El amor es libre, o no es amor.

"(...) resiste a nuestro impulso culturalmente reforzado de interferir de esa manera. Es la experiencia del paciente y es parte de su proceso. No le prives de ello. Es más que probable, y a pesar de las apariencias externas, que esté disfrutando de lo que está ocurriendo". (Pág. 233).

Sí. Recuerdo a una paciente, psicóloga, que durante una sesión comenzó a mover la boca, como si fuera a decir algo pero apenas pudiera articularlo. Al final, dijo algunas palabras en un idioma extraño, pero todo desde un rostro desencajado. Tan desencajado que yo dudaba en interrumpir la sesión; nunca antes me había ocurrido nada parecido. Al final, dejé que transcurriera el tiempo acordado y, eso sí, sin esperar un sólo segundo, le dije que habíamos terminado. Me sentí aliviado porque ya no iba a ver su gesto sufriente, cuando me recriminó: "¿Por qué me has interrumpido? ¿Por qué no me has dejado que siguiera hablando?". Le expliqué que me preocupó su aspecto de estar pasándolo mal, y me respondió: "¡Qué va! Reconozco que tenía la cara desencajada, pero no lo estaba pasando mal en absoluto".

A veces intentamos salvar a alguien y lo único que hacemos es interferir en su proceso. Y no me refiero al espacio de la sanación, sino de la vida. Muchas veces en el pasado me equivoqué en eso. No vale la máxima de 'ayuda sólo a quien te lo pida'. Hay gente que pide ayuda sin decirlo, y gente que pide ayuda y es mentira. ¿Cómo saber cuándo es apropiado tender la mano? Yo no tengo ni idea, pero me parece que lo más oportuno es vivir con la mano tendida, aunque a veces en ella recibas golpes. También, alguna vez, recibirás otra mano. Quizás, en el fondo, no ofrecemos ayuda para ayudar, sino para ser ayudados. Porque, ¿quién soy yo para ayudarte? ¿En qué podría yo ayudarte?

"(...) tranquiliza al paciente diciéndole que todo está bien, que estas reacciones son normales y aceptables y, en su caso, probablemente también necesarias". (Pág. 234).

Por supuesto que todo está bien. Dios no se equivoca nunca.

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Jueves 26 de noviembre de 2009

"Quedarse dormido"

"(...) estás permitiendo a tu mente alcanzar un lugar en el que no estás exactamente despierto ni exactamente dormido, en el que estás en algún otro lugar. Ése es el lugar en el que la energía de sanación llega a la Tierra". (Pág. 234).

Más que de lugar, podría hablarse también tal vez de 'estado': ese estado en que retiramos parte del poder a la mente analítica, y nos abrimos a recibir lo que venga. Date cuenta de que somos nosotros quienes hacemos eso. Nosotros no somos mente, somos consciencia. La consciencia inconsciente de sí misma puede creerse cuerpo (y entonces muere) o mente (y entonces enloquece). O puede hacerse autoconsciente y reconocer y liberar a sus desde ese momento amigos: hermano cuerpo y hermana mente.

Desde ese estado, la sanación llega... a ti mismo, a tu dimensión más confundida: la Tierra. El espíritu se hace materia, o mejor dicho, reconocemos que la materia es espíritu, consciencia.

Viernes 27 de noviembre de 2009

"Información del paciente"

"Al final de la sesión, toca suavemente a la persona justo debajo de la clavícula y hazle saber suavemente que la sesión ha terminado". (Pág. 235).

Siempre intento seguir todas las instrucciones al pie de la letra. También, por supuesto, ésta. Pero por suave que fuese mi toque, a menudo los pacientes se sobresaltaban. Hasta el más ligero de los roces provocaba a veces un susto y un respingo. Una vez, una paciente amiga me echó una bronca definitiva, y desde entonces sustituí el leve roce por el más callado de los susurros, que casi ni yo mismo percibo. Aún así, en ocasiones hay sobresaltos, de los que no me escapo.

"Pregunta al paciente: ¿Cómo ha sido su experiencia?". (Misma página).

'Variedad' es la palabra. Hay quienes cuentan muchísimas cosas, y quienes -los menos- no cuentan nada.

"Invítale a recordar, realizando tus preguntas sin dirigirle". (Misma página).

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"Sin dirigirle". ¡Cómo me gusta eso! ¡Qué diferente es esto de eso que ahora llaman 'educación' y 'psicología' (con honrosas excepciones)!

A mí no me gusta que me dirijan. Y me abomina dirigir a nadie. No hay camino a la libertad, la libertad es el camino.

"¿Qué más recuerda? 'Qué más' (...)". (Pág. 236). Excelente estrategia, Eric, que también empleo en la Exploración. Gracias.

"(...) plantea interrogantes relativos a los cinco sentidos". (Misma página).

Esto a veces resulta sorprendentemente productivo. "Me gusta preguntar a la gente si les toqué en algún sitio

durante la sesión". (Misma página). Yo no suelo preguntarlo, pero siempre recuerdo a una paciente

(también amiga) que estaba convencida de que durante un buen rato yo le había cogido la cabeza y le había estado dando vueltas...

"Algunas notas para ti"

"(...) al final de la visita, mantén al paciente concentrado en lo que realmente experimentó durante la sesión. En este punto no le dejes que te dé su interpretación de lo que su experiencia significa para él, (...)". (Pág. 236).

Este punto es para mí de una importancia extrema. En efecto, hay pacientes que se limitan a contar su experiencia, pero otros introducen enseguida sus interpretaciones, y algunos incluso sustituyen directamente la experiencia por la interpretación.

La importancia de esto, para mí, no está en lo que hacen los pacientes, sino en lo que hago yo mismo. He aprendido que interpretar es reducir, falsear, deformar, mentir, y que no es necesario hacerlo. Desde que intento dejar en paz a la experiencia -cualquier experiencia-, sin tratar de interpretarla, mi vida es mucho más ligera y aireada. Se ha desprendido de toneladas de carga de confusión, de hipótesis innecesarias.

¿Acaso necesito el conocimiento? No lo necesito, para nada. Veo que el conocimiento es hijo del miedo y pariente muy próximo de la mentira.

Por encima del conocimiento está la libertad, la luz, la vida. ¿Puedo decir que los libros son las lápidas de los muertos? Ya

he pasado suficiente tiempo en el cementerio...

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"¿Qué es sanar?"

"La verdad no cambia, aunque tu percepción de ella puede variar o alterarse drásticamente". Eyes of the Beholder -John y Lyn Clair Thomas. (Pág. 239).

¡Ay, el lenguaje! Esa torpe barca que a veces confundimos con la realidad... ¿O somos nosotros los torpes, por confundirla, y al lenguaje no le pasa nada?

Yo más bien diría que 'la realidad no cambia'. Llamo verdad al discurso que pretende ajustarse a la realidad, llamo verdad a aquello que podemos seguir buscando cuando comienza a parecernos falso lo que hasta entonces teníamos como cierto.

Mi concepto de verdad es histórico, dinámico. Intenta no caer en el fetichismo, no olvidar que la verdad es algo que construimos y reconstruimos. También, supongo, es idealista, puesto que asume la posibilidad de ir acercándose a la realidad.

Y, ¿qué es la realidad? La realidad es lo que es (ésa es una de las definiciones clásicas de 'Dios'), lo Inmutable, aquello que buscamos dentro.

Bueno, ya está bien de filosofía: la razón es el escondite favorito de la mentira, como buscar el placer es el refugio de la huida, del miedo. Sigo saliendo del cementerio...

Sábado 28 de noviembre de 2009

"Si te parece que no sucede nada..."

"(...) es porque estás poniendo demasiado empeño o lo está haciendo el paciente". (Pág. 239).

Poner empeño es introducir ego. Justamente lo contrario de lo que la sanación pretende. La sanación completa es la liberación de la imagen, del espejismo, del equívoco, de lo que, más violentamente, llamamos mentira. Eso es el ego, el refugio de los cobardes, la noria enloquecedora y habladora en la que morimos.

Como 'sanador', mi único propósito debe ser quitarme de en medio, permanecer vacío de ego, y por tanto de intención, y por tanto de miedo.

Recuerdo un solo caso en que sentía, durante la sesión, que algo no estaba funcionando. Cuando la paciente se incorporó, me dijo que había estado todo el tiempo repitiendo mentalmente las afirmaciones que alguien le había prescrito, y haciendo todas las peticiones que partían, claro, de sus miedos.

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¿Quieres identificar tus miedos? Observa tus peticiones. ¿Quieres ver la pobreza de tu ego? Observa tus afirmaciones. Voy a observar yo ahora qué pido y qué afirmo...

Domingo 29 de noviembre de 2009

"Autosanación"

"La autosanación es muy simple, casi demasiado simple, al igual que la sanación a distancia: si tratas de hacerla más compleja, será menos efectiva". (Pág. 239).

En esto tengo amplia experiencia: a principios de los noventa aprendí eficaces técnicas de inducción de la sanación a distancia. Una de las peculiaridades era que había que pedir permiso (se hacía mentalmente) a la persona destinataria. Más de la mitad la rechazaban. Con la Sanación Reconectiva nunca la ha rechazado nadie que me la hubiera pedido para sí mismo, aunque sí hay casos en los que, cuando me la piden para una tercera persona que no lo sabe, yo 'no tengo acceso'. Son los menos.

"Sé consciente de que tu intención es entrar en contacto con la energía con un propósito de autosanación, y reconoce ese hecho.

"Ahora, deja que la sensación de la energía aparezca en tus manos.

(...) "Cuanto más fuerte se haga, más la notarás. Cuanto más la notes, más fuerte se hará.

(...) "Sé consciente de que, a medida que la sensación se vaya haciendo más fuerte, también empezará a extenderse. (...) Básicamente, comienza a tomar el mando.

(...) "Siente cómo toma el mando y se hace cada vez mayor. Después, permítete deslizarte en el vacío. A medida que entres en este vacío, tus pensamientos conscientes irán desapareciendo.

(...) "De repente, ya no te das cuenta de nada, porque estás en el vacío. (...) Cuando sea el momento de salir del vacío, de repente te darás cuenta de que estarás fuera". (Págs. 239-240).

Ésta es una descripción bastante exacta de los ejercicios de relajación que yo he hecho a lo largo de toda mi vida, aunque no los hacía con intención de sanarme, y ni siquiera de relajarme, sino sólo de experimentar eso.

"Después déjalo ir. No vuelvas atrás. Ten por seguro que la sanación adecuada ha tenido lugar y sigue adelante. (...) tu esencia

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reconoce que la sanación está completa, permitiendo así su totalidad. Tu intención fue la oración. La energía fue la portadora de la comunicación. Dejarla y no mirar atrás es tu agradecimiento y aceptación". (Pág. 240).

'No vuelvas atrás'. En la primera técnica que aprendí, recomendaban volver tres veces al día. En una posterior, decían lo mismo que aquí: si plantas un arbolito y vuelves una y otra vez a replantarlo, no lo vas a dejar crecer nunca. La razón que Eric expone es mucho más profunda. No es mental, sino espiritual: no entres en el juego de la duda. Si lo haces, tienes más que perder que ganar. Más bien dale una oportunidad a la confianza, o al menos, a la incertidumbre, pero déjalo en sus manos. Permite...

"Tu intención fue la oración". Ésta es otra de las frases clave del libro, dejada caer como si nada, en medio de un párrafo y no en titular de algún capítulo. Muchas veces observo que la tarea del sanador es aprender a rezar de un modo nuevo y, al mismo tiempo, muy antiguo: rezar desde la entrega, sin dar instrucciones ni órdenes a Dios (eso que tanto se hace en las abundantes bobadas de la falsa Nueva Era), pero también sin dolor, drama ni sacrificio (tan frecuente en la pervertida tra(d)ición cristiana).

"La energía fue la portadora de la comunicación". No me cabe duda de que hay comunicación, al menos con algo más elevado de uno mismo, pero me pregunto si eso que sentimos y que llamamos 'energía' es algo externo o sólo el producto de focalizar nuestra atención en ello. Pronto se publicarán las pruebas de la medición de esa 'energía'. ¿Procede de uno mismo, o procede del Universo? ¿O procede de uno mismo cuando se comunica con el Universo?

"No mirar atrás es tu agradecimiento". O, al menos, un modo nuevo de respuesta, que trata de alejarse del miedo. No es poco eso...

Increíble

En uno de mis últimos viajes me di cuenta, por fin, de a qué llamamos 'increíble'. Desde entonces me siento mucho más sereno respecto a lo que sucede en La Reconexión y en la Sanación Reconectiva. Y en la Exploración, si se me permite decirlo.

Imagina que esta mañana, al levantarte, miras al cielo y ves dos soles. ¿Increíble, verdad? Todos los días sale un solo sol... Pero si tú hubieses llegado a la Tierra ayer por la noche, el hecho de que hoy saliesen dos soles o sólo uno te parecería exactamente igual de increíble. Es decir, que llamamos increíble a todo aquello

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que se aparta de lo que tenemos catalogado en la memoria. Es esa arrogancia nuestra, que prioriza lo que creemos saber por encima de lo que puede suceder, lo que nos lleva a negar lo diferente. En cuanto vemos algo que no cuadra con aquello a lo que estamos acostumbrados, lo calificamos de sospechoso, en primer lugar, y, en segundo, si insiste en repetirse, lo forzamos a que entre en nuestro sistema de creencias, poco importa si cabe o no cabe. Si no cabe, simplemente lo negamos o lo ponemos en vigilancia, en cuarentena; lo declaramos sospechoso, o lo quemamos en la hoguera. Eso es lo que se llama 'paraloquesea'. 'Para': al lado de (lo admitido). Por cierto, ¿al segundo sol le importaría algo no ser admitido?

Desde que perdemos la inocencia, nuestra relación con el mundo es de miedo. Queremos controlarlo todo, para así aliviarnos del mismo. De ahí nace la ilusión del conocimiento. El conocimiento no es más que un constructo armamentístico contra la realidad, que nos da miedo. Parapetados tras él, pensamos que somos poderosos. Y aún nos reímos cuando vemos jugar a los niños... No hacen más que imitarnos.

Todo aquello que sucede y que calificamos de increíble no es más increíble que todo aquello que percibimos y nos parece creíble. La única diferencia es que estamos acostumbrados a ello. Si desde mañana todos los días al amanecer viésemos dos soles, el niño recién nacido que mira por primera vez al cielo no se extrañaría, y aún nosotros, con el paso del tiempo, dejaríamos de asustarnos. La primera respuesta no sería de fascinación, sino de temor. Para eso están los científicos, que son la personificación del miedo. ¡Por favor, defendednos de aquello que no entendemos! Los científicos son los policías de la percepción, que en alguna medida tenemos interiorizados, y que nos dicen qué es lo bueno y qué es lo malo, qué es verdad y qué es mentira. El criterio no es la experiencia. El criterio es el miedo. Eso es lo que compramos cada día: administradores del miedo. Si hoy viésemos dos soles, enseguida se movilizarían los ejércitos y dispondrían su armamento. ¿Contra qué, contra el nuevo sol? ¿Para no decepcionarnos, para hacernos creer que estamos 'protegidos'? ¿Protegidos de qué, sino de nuestro propio miedo? ¿Por qué no nos protegen contra el sol de siempre? Porque éste sí está controlado, a éste lo tenemos fichado, lo conocemos.

Lo nuevo siempre es culpable. Simplemente porque nos da miedo.

El camino de la libertad no es tratar de 'conocer' lo nuevo, sino admitir que no conocemos lo viejo. No sabemos nada. Y no hay

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problema en ello. El árbol del conocimiento es el árbol del engaño, de la mentira, del miedo. Justo lo que nos separa de la realidad, de lo que es, de la inocencia.

Vivir sin saber, ¿te da miedo?

"Sanación a distancia"

A pocas páginas para el final, vamos a ver cómo se desmonta un mito:

"(...) no hay ninguna razón para utilizar tus manos con la autosanación o la sanación a distancia, y (...) no hay una razón real para utilizar tus manos cuando estás físicamente presente en la sala con tu paciente". (Pág. 241).

Todo lo que hemos aprendido a hacer con las manos no es imprescindible. Finalmente, no es más que una forma. Una forma, seguramente, de hacerlo más asimilable al principio. Por eso digo que la Sanación Reconectiva no es más que un entrenamiento. No es una nueva propuesta con destino estable, sino el comienzo de algo que no dejará piedra sobre piedra. Eso es para mí la Sanación Reconectiva, una experiencia irrefutable en el camino de una transformación tremenda.

"Cierra los ojos si quieres y (...) deja que las sensaciones te lleguen (...). Conscientemente conviértete en tu esencia, y permanece con la persona con la que estás conectado (...). Date cuenta de que estás allí y de que la otra persona está allí contigo. No importa si sabes o no qué aspecto tiene. 'Sentir' a la persona será suficiente". (Misma página).

'Sensaciones' es la dimensión subjetiva de 'energías' o 'frecuencias' (dimensión objetiva). ¿Ganaremos algo cuando se publiquen experimentos que midan las 'energías'? Diremos entonces que es algo demostradamente objetivo. Pues bien, para quien lo quiera...

"Conviértete en tu esencia" lo entiendo más bien como 'prescinde de todo lo prescindible', 'sé lo que simplemente eres'.

"Permanece". ¿Dónde? En la consciencia, eso que antes se llamaba espíritu.

"Sentir" más allá de los cinco sentidos culturalmente aceptados. Atrévete a salir de la cárcel que has comprado.

"Permanece con esa persona. Deja que las vibraciones de estas frecuencias se hagan más grandes y más intensas". (Página 242).

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Ahora apunta Eric hacia el aspecto objetivo: "frecuencias". Iremos aprendiendo...

"Quédate en este proceso tanto tiempo como quieras, ya sea un minuto o una hora. (...) sé consciente de tu intención y después déjate entrar". (Misma página).

"Un minuto o una hora": he aquí, desenmascarado, el prejuicio del tiempo.

"Tu intención" te lleva donde tú quieras... "Así que me fui a ese lugar y ella y yo nos encontramos allí.

Permití que las sensaciones fluyeran sobre y a través de mí. Quince minutos después, sentí que la sanación estaba completa". (Misma página).

"Ese lugar" es la consciencia. Sí, se sabe cuándo la sanación se ha completado. Se siente.

Claramente. "¿Su recuperación se debió a nuestra interacción? No lo sé".

(Misma página). Excepcional. ¿Por qué se producen los cambios que se

producen? No lo sé. ¿Los he provocado 'yo'? No lo parece, porque los cambios son a menudo imprevistos. ¿Qué pinto yo en esto? Sé que, al menos, soy un testigo; estoy aprendiendo.

"(...) si todo es luz y la luz es todo (...)". (Misma página). Todo es luz y la luz es todo. Tú lo has dicho.

Lunes 30 de noviembre de 2009

"Elección y permiso"

Seguimos tocando temas mayores: "(...) ¿por qué no manifestamos todos (...) cosas en nuestras

vidas hasta el punto que creemos que nos gustaría? Porque la parte de nosotros que hace la elección no es la parte de nosotros que cree que pensar sea la elección. No es la parte consciente de nosotros la que decide (...). Es la parte de nosotros que ve el conjunto global, la visión general de nuestras vidas, es la parte de nosotros que tiene el entendimiento de que estamos pasando por nuestras lecciones aquí en la Tierra y que nuestras experiencias están para ser vividas dentro de ciertos parámetros, aquéllos que muy probablemente aceptamos como prioritarios al encarnarnos en este tiempo. ¿Lo sé por experiencia? No. ¿Tiene sentido? Sí". (Pág. 244).

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Mi punto de vista difiere, como ya he expuesto en otras ocasiones. Yo no creo que estemos aquí para evolucionar (no creo en el tiempo), sino para despertar. Y sólo puede despertar quien previamente se ha quedado dormido. Tampoco creo que sea 'otra parte de nosotros' la que decide. ¿Sabes? Toda mi vida ha sido hasta ahora como una lucha entre mi consciencia terrena (inconsciencia, realmente) y mi consciencia 'completa', por decirlo de alguna manera. ¿Quién soy yo, entonces? Si puedo identificarme con mi dimensión terrena y con mi dimensión más completa, es porque no soy ninguna de ellas. En efecto: no soy mi cuerpo (materia), no soy mi mente (psique), no soy mi consciencia (espíritu). Porque no soy 'mi' de ninguna manera. Soy, finalmente, la consciencia que puede identificarse con todos esos aspectos, pero no ser ninguno de ellos. No soy identidad individual. Soy identidad absoluta. Por eso tú eres yo -o yo soy tú-. Por eso nada puede hacerme-te daño. Comprendo que es complicado de entender desde la mente, aunque algo más fácil de ver desde la consciencia. Decía Kierkegaard que "la individualidad es el principio de toda angustia". La individualidad es la gran mentira. Por eso se dice que Dios es amor, porque el amor vence la diferencia. Esencialmente, todo que es, es Uno. No puede ser de otra manera.

"(...) un informe de consentimiento no es siempre un consentimiento con información". (Pág. 245).

Pues claro. Ésa es otra de las formas de la falsa buena conciencia de la Vieja Era disfrazada de nueva. Si ves ahogándose a alguien y tú tienes un salvavidas, ¿qué harías, se lo lanzarías sin más, o te pondrías a interrogarle?

"(...) tú sólo puedes ofrecer una sanación; no puedes producir una sanación. El permiso, por tanto, se pide automáticamente como parte del acto de ofrecer. La sanación, una vez realizada, conlleva el permiso. Así pues, ofrecer una sanación siempre es correcto". (Misma página).

Evidentemente. Una sanación, presencial o a distancia, no se trata de una propuesta para cambiar la vida de otra persona: ¿Oiga, me da permiso para que yo cambie su vida? Yo no cambio nada. Sólo soy testigo partícipe de la conexión de su dimensión terrena (eso que usted cree ser) con su dimensión 'divina' (eso que usted realmente es). Lo que suceda tras esa conexión no es asunto mío. Eso sí, sé que será bueno...

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"¿Qué es una sanación con éxito?"

Último apartado del último capítulo. "O quizá la vida es la enfermedad y la muerte es la sanación".

(Pág. 245). No es eso, Eric. No es eso. La única enfermedad es la

inconsciencia. La inconsciencia es 'muerte'. Por eso todos nos sentimos muertos. La única sanación es la recuperación de la consciencia. La consciencia es la Vida.

La vida y la muerte, tal como lo aprendimos, finalmente no existen, son un espejismo de la inconsciencia. Al despertar, vemos que todo es Vida, y que no existe la muerte.

¿Hay que esperar a abandonar el cuerpo -acceder a otras dimensiones- para llegar a la consciencia (despierta)? En absoluto. Las 'otras dimensiones' no están más allá en el tiempo. Están aquí mismo, ahora. ¿Qué pasará en el futuro? Nada que no esté pasando ahora. Creemos que existe el futuro porque permanecemos encadenados, creemos en el pasado. ¿Qué ocurre si disolvemos el pasado? En efecto, salimos del tiempo.

"Cuando alguien cruza al otro lado no significa que no se hayan sanado. Su sanación puede muy bien ser el bienestar con el que les permites hacer su transición, la paz que reciben de tu visita para aceptar y dejarles ir, y esa oportunidad de sonreír y decir 'te quiero' a alguien que necesita escucharlo por última vez". (Pág. 247).

De nuevo discrepo, compañero. Si finalmente no existe el tiempo, tampoco existe el espacio (¿verdad, María?). No hay, pues, otro lado. Esa consideración sigue siendo parte del espejismo. Nadie se va. Todos permanecen. No hace falta decir 'te quiero' justo en ese momento. Puedes decirlo siempre. Quien podría escucharte en ese momento, te está escuchando siempre. Y tú lo sabes.

Cualquier experiencia de sufrimiento esconde una mentira. Puedes comprobarlo cuando quieras. A eso dedico yo mi vida. Sí, como dice Katie, "es el fin del mundo tal como lo conocemos". Tal vez por eso nos da miedo... (Nos da miedo el Paraíso, compañero).

"Así que no interpretes, no analices. Simplemente sé. Y sé consciente de que transportas el regalo de la sanación, cualquiera que sea la forma que tenga". (Misma página).

La 'sanación', así entendida, es mucho más que un regalo. Es un camino hacia la Vida.

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Martes 1 de diciembre de 2009

"Pensamientos finales. La maravilla de todo".

Hoy es un día importante. No quiero esperar a mañana. Llegamos al final de este viaje que iniciamos en primavera. El epílogo, junto al prólogo, contiene para mí los párrafos fundamentales.

"(...) la sanación como milagro". (Pág. 249). Hemos hablado mucho de eso estos meses. Los milagros no

existen. Llamamos así a lo desacostumbrado. Mirado con ojos nuevos, todo es milagro.

"(...) el sentido de conciencia y duda que llega cuando ocurre lo 'imposible' nunca disminuye". (Misma página).

En mi caso, a lo largo de estos meses he ido transitando desde la resistencia negativa hasta el asombro positivo, desde el recelo a la apertura, del infierno al cielo. Me encuentro, desde luego, más cómodo.

"(...) eres un asistente en la transformación de una magnitud hasta ahora desconocida". (Misma página).

Así es. En 2006 comenzó para mí un proceso de transformación hasta ahora incesante, que tuvo un punto culminante a lo largo de los cinco primeros meses de 2008, y ahora, desde la primavera. Las etapas anteriores fueron internas y privadas; ésta ha sido también externa y compartida, mucho más real y más rica.

"Todo el mundo puede alcanzar este nivel, pero están ciegos. Sólo unos pocos se atreven a abrir los ojos... y a menudo aquellos que lo hacen están cegados por lo que ven". (Misma página).

Me parece que esta frase le vino inspirada a Eric. La he repetido varias veces, y ahora la remarco, a modo de lema inolvidable.

"Están ciegos..." ¡cuántas veces he sentido eso a lo largo de mi vida, pero especialmente en estos últimos tres años! ¿No seré también yo otro ciego...?

"Sólo unos pocos se atreven a abrir los ojos", y nada duele tanto como eso. Pero si duele mucho debe ser porque es una gran mentira. Yo no sé realmente si alguien se atreve o no se atreve. Eso, por supuesto, es lo que parece. Pero se atreva o no se atreva, parezca más valiente o más cobarde, no va a quedar fuera, sigue siendo mío. Nada queda fuera; eso es un espejismo. Mi tarea no es convencerte para que hagas ningún viaje. Mi tarea es hacer el viaje yo mismo. Ya sabes: somewhere, over the rainbow...

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"Aquellos que lo hacen están cegados por lo que ven". Yo puedo ser el primer ciego. Yo puedo ser todos los ciegos.

"Sin el aprendizaje del miedo, (los niños) no están limitados con los 'debería', los 'no debería', los rituales obligatorios o la seriedad. Todo forma parte del maravilloso universo que han venido a habitar". (Misma página).

Sí, Jesús también lo dice: "Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos". Conocer personalmente a Eric recuerda mucho eso. Parece un niño insolente y atrevido, tal vez en el fondo también algo asustado, y con una gran ternura contenida. ¿Dejará de ser así algún día? Es posible. Pero lo importante no es nunca el ego. Siempre nos queda lo que nos ha enriquecido con su atrevimiento de maestro. También yo puedo volverme del todo idiota (quién sabe si ya me he vuelto...).

"Cada vez que hago este trabajo lo experimento con una sensación de novedad y descubrimiento como si fuera la primera vez. Porque, con cada persona, es la primera vez. Sé que tú te sientes así también. Traes a la existencia luz e información que únicamente llega a través de los dos (realmente, tres, incluyendo a Dios)". (Misma página).

Sí. Cada paciente que se tumba en la camilla, lo he dicho muchas veces, es un maestro, y un maestro diferente. Lo que aprendo con cada uno de ellos es más valioso que todas las bibliotecas del mundo unidas. Porque esto es verdad. Esto es vida.

Aquí llega la declaración más importante del libro: "Ahora veo que, desde el principio, fue mi intención que este don tuviera que ver con la sanación. Quería entenderlo, clasificarlo y muy probablemente después dirigirlo y 'aumentarlo'. La sanación era el contexto en el que yo ejercía, y el contexto en el que yacían las limitaciones ocultas que yo había impuesto en La Reconexión. No eran limitaciones intencionadas. Estaban simplemente establecidas por mi incapacidad de ver más allá, de reconocer desde el principio que esto tenía que ver con algo mucho mayor". (Pág. 250).

No era "incapacidad de ver más allá", sino que era el momento de ser visto como se veía. Si en un principio hubieses visto, Eric, el alcance de lo que estaba sucediendo, seguramente te habrían paralizado la responsabilidad y el miedo. En cambio, a través de tus aparentes limitaciones, a través de tu aparente ignorancia de entonces, a través de tus aparentes errores, no sólo se ha empezado a borrar para siempre de la faz de la Tierra esa masa ingente de mentiras relacionadas con la salud, sino que, como ahora ya sabes, porque ahora ya puedes saberlo, esto no es más

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que una puerta para que el viento barra toda la basura acumulada a lo largo de milenios. Estamos viviendo, amigo Eric, la transformación más grande habida nunca a lo largo de la historia conocida, incluida la historia mítica. Es el fin del sacerdocio, el fin de la impostura. Nunca caminamos desde la Luz hacia la oscuridad, por más que lo creyéramos, sino justamente al contrario. La dirección del viaje no es desde el Paraíso (Génesis) hasta el Apocalipsis (Revelación), sino justamente al contrario: es ahora cuando devolvemos su manzana al diablo, porque por fin hemos comprendido que el conocimiento es mentira y que no lo necesitamos. Hemos experimentado que no hay valor mayor que la inocencia y hemos visto que Dios está completamente en ella.

"Esta sanación trata de un proceso evolutivo hecho realidad a través de la co-creación en la interacción vibracional superior con el universo". (Misma página).

Es difícil decirlo de un modo menos poético... ;-) "Cuando cambiamos a transensoriales (...), cambiamos al

ámbito de la coexistencia con una energía y presencia más allá de lo que hemos conocido antes". (Misma página).

Bien. Pero insisto: siempre fuimos 'transensoriales'. Lo que ocurre es que no lo habíamos reconocido. Otros tiempos y culturas sí lo hicieron. No se trata de evolución, sino de despertar, de toma de consciencia. Además, tal vez no sea eso lo más importante...

"'(...) vivir en la sabiduría de la incertidumbre'. (Misma página). Hay algo infinitamente superior a eso: vivir en la certidumbre de

la apertura, de la confianza. Para mí no es fácil, todavía. "(...) renunciar a mi atadura al resultado de las sanaciones. Sin

embargo, no renuncié a mi atadura al resultado de ser una sanación; por lo tanto, limité mi propia experiencia". (Pág. 251).

Esto es muy importante. Atención a lo que sigue: "Tú y yo podemos avanzar ahora. Para hacerlo, necesitamos

permanecer conscientes de nuestras intenciones, aquellas tan sutilmente arraigadas que merodean en su mayor parte justo por debajo de nuestro radar consciente. Cuando hacen 'bip' en nuestra pantalla, es nuestra responsabilidad examinarlas. Nuestras intenciones ocultas influyen en la dirección que tomamos, generalmente con más fuerza que nuestras intenciones conscientes, porque no somos suficientemente conscientes de ellas para examinarlas a la luz. Si no sabemos que tenemos miedo, no le haremos frente". (Misma página).

Ésa me parece que es, precisamente, la nueva frontera. O quizás haya sido la frontera siempre.

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"Ahora eres capaz de escuchar y oír con un sentido diferente, de ver con una nueva visión". (Misma página).

Y eso comporta un cambio irreversible. "(...) sabes que estás escoltándolos hacia su nuevo nivel

trascendensorial de existencia". (Misma página). Soy testigo de su despertar, y su despertar afianza el mío. "A través de esta luz e información, entre otras cosas, llega la

transformación y la sanación". (Misma página). Entre otras cosas. Entre otras cosas… "Es un estado de ser. Así pues, con tu miedo, entra en la luz y

la información. El amor se vuelve eso. Y eso se vuelve amor, y eso es el sanador. Tú eres al mismo tiempo el observador y el observado, el amor y el amado, el sanador y el sanado". (Misma página).

¿Ves como también Eric es finalmente 'místico'? No podía ser de otro modo...

"Hazte uno con la otra persona, y entonces sánate a ti mismo. En tu propia sanación, sanas a los demás. Y en la sanación a los demás, te sanas a ti mismo". (Misma página).

Porque sólo hay un 'mismo', visto, si quieres, desde dos perspectivas. ¿Estás dispuesto a asumir que también eres todo aquello que odias?

"Reconecta. Sana a otros; sánate a ti mismo". (Misma página). Así empieza todo. "(...) los milagros hablan por sí mismos". (Misma página). Y te dicen que tú no eres lo que creías que eras. Gracias a Eric y a Gemma. A todos los maestros que han

pasado por mi camilla y por mi pensamiento. A todos mis amigos y a todos mis enemigos. Gracias, especialmente, a aquellos a quienes no veo. Gracias a Boni. Y gracias a ti, que estás leyendo.

Jueves 3 de diciembre de 2009

Námaste

Námaste es una expresión de saludo de Asia del sur, originaria de India. Proviene del sánscrito: ‘[te] reverencio a ti’.

El término se refiere a un gesto corporal, con las palmas de las manos unidas y con los dedos apuntando hacia arriba, en posición de oración. Normalmente se acompaña por una inclinación ligera de

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la cabeza, hecha con las palmas ante el pecho. En India, al gesto se añade a veces la palabra 'námaste'.

Se usa en varias tradiciones budistas, así como en numerosas culturas en Asia. Se utiliza al igual para saludar y despedirse, para pedir, dar las gracias, mostrar respeto o veneración y para rezar.

Proviene del sánscrito 'namas': ‘reverencia, adoración’, y 'te' (dativo del pronombre personal 'tuám': ‘tú, usted’): ‘a ti, a usted’. Según algunos autores, el término 'namas' a su vez se puede dividir —por las reglas del sandhi (división de las palabras)— en na: ‘no’, y ma: ‘mío’. Implicaría la ausencia del concepto de propiedad ('esto no es mío'). También existe el término 'námaskar', que significa ‘saludar’ o ‘hacer reverencias’ (siendo 'namas', ‘reverencia’' y 'krí', ‘hacer’).

Námaste a veces se usa en el contexto de las prácticas de yoga como un saludo de encuentro o despedida, generalmente tomado como una expresión de buenos deseos. A veces se malinterpreta como un saludo exclusivamente entre yoguis. Se utiliza sobre todo en el contexto de las culturas budistas, particularmente para acercarse a un superior. Námaste es una palabra del idioma hindi, y tiene uso extendido en India del Norte donde el hindi y sus dialectos son los lenguajes hablados. Al pronunciar 'námaste' se ponen las palmas abiertas juntas: normalmente ante el pecho, debajo de la barbilla, debajo de la nariz, o sobre la cabeza. Éste, como cualquier otro gesto, se considera un mudra (gesto o posición simbólica de las manos difundida en las religiones orientales).

En el hinduismo, la palma derecha representa la planta de los pies de Dios y la palma izquierda representa la cabeza del devoto. En otros contextos religiosos, la persona que hace el gesto de unir las dos manos elimina sus diferencias con la persona a la que reverencia, y se conecta con ella. La mano derecha representa la naturaleza más alta, la espiritual, mientras que la izquierda representa el ego mundano. La inclinación de la cabeza es una muestra de respeto.

En los contextos japoneses este gesto de las manos (con una reverencia más inclinada), se denomina gassho. Según Dōgen Zenji: «Con tal de que haya verdadera reverencia, el sendero del Buda no decaerá». En otros términos, a menos que podamos reconocer totalmente la bondad de otros, y podamos focalizar absolutamente nuestro homenaje a ello, sin ningún pensamiento de egoísmo o segunda intención, y entonces reverenciar completamente de corazón, no nos acercaremos al

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estado de iluminación de la mente y el cuerpo, que es el enfoque de la práctica budista.

En la novela The Journey of the Fool, de Fady Bahig, el gurú Sri Bakashānanda explica el sentido de 'námaste': “Significa ‘yo saludo a la luz de Dios que está en ti’. De hecho, significa que la luz de Dios en mí saluda a la luz de Dios en ti. Pero tú sabes que no hay ninguna diferencia entre la luz de Dios que está en mí y a la luz de Dios que está en ti. Y ya que los saludos sólo se realizan entre dos entidades separadas, para nosotros sería mejor no hablar en absoluto de saludos, sino decir que la luz de Dios en nosotros celebra su presencia eternamente en nuestros corazones”.

Algunos occidentales que han conocido el námaste en clases o libros de yoga creen que esta palabra es parte de la práctica yóguica, y han generado varios complicados significados, cada vez más poéticos. Para ellos, námaste (‘yo te reverencio’) significaría: El Dios en mí ve y reconoce al Dios en ti. Pueda el Dios dentro de ti bendecirte. Lo divino en mí saluda a lo divino en ti. Veo el bien en ti, porque sé del bien en mí. Yo saludo ese lugar donde tú y yo somos uno. Yo reconozco al espíritu en ti que también está en mí. Mi energía más alta saluda a tu energía más alta. Te saludo con reverencia no a ti, sino a tu interior. Mi Cristo interior bendice y saluda a tu Cristo interior. Adoro a tu verdad interna (no refiriéndome a ti como un ego). El espíritu en mí se encuentra identificado con el espíritu presente en ti. Mi saludo reconoce la igualdad de todos, y rinde honor a la santidad e interconexión entre todos, así como a la fuente de esa unión. Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar donde mora la Divinidad, y cuando nosotros estamos en ese lugar, nosotros somos uno solo. Yo reconozco ese lugar en ti en donde habita el universo entero, yo reconozco ese lugar en ti que es un lugar de amor, de verdad, de luz, y sé que cuando tú estás en ese lugar dentro de ti, y yo estoy en ese lugar dentro de mí, tú y yo somos uno solo.

Martes 8 de diciembre de 2009

Complementariedad

Hoy me escribía una amiga reconectora hablándome de la Exploración, y de cómo todo parece ir de la mano. Así es también en mi caso. Entre las cosas que me aporta la práctica de la Sanación Reconectiva, una de las más importantes es la

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experiencia externa de descubrimientos internos previos mediante la Exploración. En ésta descubro, en mi consciencia, que no somos lo que parecemos; en la Sanación y en La Reconexión, eso mismo lo experimento 'fuera'. Ambas son, para mí, complementarias.

También resulta de un valor incalculable lo que me cuentan las personas que se tienden en la camilla. Todo eso me acerca a mí mismo, y a ellas. Sin ninguna duda, estoy viviendo el periodo más pleno de mi vida. Y sé que la historia aún no ha empezado...

Estoy ante el dilema de publicar -o no hacerlo- en forma de libro mi investigación personal de los últimos seis meses sobre La Reconexión. Puesto que no lo tengo claro, espero. Me parece más urgente finalizar el nuevo libro sobre la Exploración, en el que ya estoy de lleno. En cuanto lo acabe, te lo regalo.

Martes 22 de diciembre de 2009

2010: donde están los ángeles...

http://www.youtube.com/watch?v=7AWu-ySPEm0 ¿Vas a dejar que cante solo?

Jueves 24 de diciembre de 2009

Amor

¿Cómo despedir un año tan decisivo para todos y dar la bienvenida al que aún lo será mucho más todavía?

¿Podría yo escribir algo que estuviese a la altura de lo que quiero?

¿Y si utilizase mi cita favorita? Todavía no lo he hecho... No me cabe ninguna duda a la hora de decidir qué es lo más

hermoso y verdadero que he leído en toda mi vida. Más abajo lo reproduzco. Siempre me sorprendió que las palabras más decisivas del llamado Nuevo Testamento no se pusiesen en boca del personaje de Jesús. Seguro que tiene su sentido...

Este texto habla del amor, la palabra más prostituida, junto a 'Dios'. Se llama 'amor' y 'Dios' a sus completos opuestos. También eso tiene su sentido. El Dios y el amor verdaderos son un peligro, el fin del mundo y de la mentira. Pero basta de rollos por mi parte. Que quien pueda entender, entienda:

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“Y me queda por señalaros un camino excepcional. Ya puedo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles,

que si no tengo amor no paso de ser una campana ruidosa o unos platillos estridentes.

Ya puedo hablar inspirado y penetrar todo secreto y todo el saber; ya puedo tener toda la fe, hasta mover montañas, que si no tengo amor no soy nada.

Ya puedo dar en limosnas todo lo que tengo, ya puedo dejarme quemar vivo, que si no tengo amor de nada me sirve.

El amor es paciente, es afable; el amor no tiene envidia, no se jacta ni se engríe, no es grosero ni busca lo suyo, no se exaspera ni lleva cuentas del mal, no simpatiza con la injusticia, simpatiza con la verdad. Disculpa siempre, se fía siempre, espera siempre, aguanta siempre.

El amor no falla nunca. Los dichos inspirados se acabarán, las lenguas cesarán, el saber se acabará; porque limitado es nuestro saber y limitada nuestra inspiración, y cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, tenía mentalidad de niño, discurría como un niño; cuando me hice un hombre, acabé con las niñerías. Porque ahora vemos confusamente en un espejo, mientras entonces veremos cara a cara; ahora conozco limitadamente, entonces comprenderé como Dios me ha comprendido. Así que esto queda: fe, esperanza, amor; estas tres, y de ellas la más valiosa es el amor”.

(Pablo. ‘Epístola a los Corintios’).

Miércoles 30 de diciembre de 2009

Gràcies, Thanks, Gracias, 2009

No me canso de decir tu nombre y lo repito hasta el último instante en que sea presente. Gracias, 2009. Gracias por los ángeles. Gracias por la Libertad, sin la cual no hay Vida. Gracias por el Destino, sin el cual no hay sentido. Gracias, gracias, gracias. Cuando hoy todo el mundo diga 'feliz 2010',

yo diré 'gracias, 2009'.

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Domingo 3 de enero de 2010

Gracias, 2010

Tres días llevamos de año, sólo tres, siempre tres, y ya tengo un inacabable motivo de agradecimiento.

Doy las gracias a quien sembró en mí la semilla que me produce mi única alergia reconocida: la alergia a la mentira, aunque a veces caiga en la confusión y en el autoengaño.

Doy las gracias por todo lo que está ocurriendo. Este blog nació con el propósito aparente de reflexionar sobre

una experiencia desconcertante que, anecdóticamente o no, llamamos, sin darle mayor importancia por mi parte, 'Sanación Reconectiva'.

Sí, un huracán pasó por mi vida en 2009. Fue tiempo de barrer; ahora parece ser tiempo de cosecha. Poco más tengo que decir sobre lo que he escrito: el resto permanece en la complicidad del silencio.

Gracias por Todo, Vida.

Viernes 8 de enero de 2010

Responsabilidad

Recuerdo esta historia que contaba mi padre como algo divertido y curioso: un día, a media noche, mi madre despertó a mi padre gritando que mi hermano se estaba mojando. Mi padre pensó que mi madre estaba teniendo una pesadilla, e intentó tranquilizarla. Al día siguiente, mi madre telefoneó a mi hermano al colegio donde estaba interno y, al preguntarle cómo se encontraba, él respondió que muy cansado, porque no había podido dormir. La causa era una gotera arriba de su cama, que lo estaba mojando.

Uno pensaría que se trata una simpática coincidencia... si no hubiera demasiadas más como ésta. Es lo que pasa con la Reconexión: demasiadas 'coincidencias'.

En el tránsito de 2009 a 2010 yo he recibido una lección muy importante, que aún estoy integrando. O eso creo. A ver si soy capaz de resumirla:

Hace años conocí a alguien que me llamó ligeramente la atención, pero con quien no he tenido ninguna relación significativa en el mundo físico. Digo esto porque, sin embargo, sí han ido sucediendo algunas cosas curiosas en todo este tiempo. El caso es

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que durante las últimas semanas del año, con frecuencia me venía M. (vamos a llamarle así) a la cabeza. Tanto, que llegaba a incomodarme; una y otra vez me preguntaba por qué ocurría eso. Fue el antepenúltimo día del año cuando, al salir de casa, su presencia casi me provoca un ahogo. Era tal mi estado que me decidí a llamarle por teléfono. No hubo respuesta. Al rato le conté esto a una amiga con la que había quedado, y me dijo: "Eso es porque vas a verle muy pronto". Me pareció la más estúpida de todas las posibles respuestas. ¡¿Cómo iba a verle, si hacía una eternidad que no le veía, y no teníamos prácticamente contacto?! El caso es que, para mi estupefacción y desconcierto, lo vi efectivamente al cabo de un momento. No podía creerlo...

Apenas lo saludé, entre otras cosas porque no tenía nada sensato que decirle. Eso sí, me pareció ver que miraba desde una profunda tristeza, pero pensé que serían imaginaciones mías. He ido de salvador tantas veces en la vida...

Al día siguiente narré esta historia a otra amiga, y me dijo que percibía que M. estaba pasando por un momento muy delicado. Llegué a asustarme de veras y, con la excusa de que era casi fin de año, le llamé. No tengo trato ni confianza con él para preguntarle, pero sí me dejó entrever que algo no funcionaba. Intenté darle ánimos.

El día de Nochevieja, yo aún preocupado, conté todo esto a una tercera amiga, que también percibió que M. estaba en peligro. Ahora mi temor se convirtió en pánico. Enseguida me puse a hacer eso que llamamos una Sanación Reconectiva a distancia, y ahí llegó mi aprendizaje: no podemos desentendernos de nuestro destino, sino afinar la escucha al máximo. Llegar a donde debemos requiere liberarnos del miedo, por eso una y otra vez van a aparecernos nuestros más arraigados fantasmas, hasta que los enfrentemos. Existe mucho más de lo que vemos. De hecho, eso que no vemos es lo que nos guía. Nos guía el Espíritu. El Espíritu somos nosotros mismos, en nuestra dimensión más elevada.

Todo mi cuerpo era una masa de angustia residual durante la cena de Nochevieja. El primer día del año pensé en dialogar mentalmente con él, y contarle todas las cosas raras que hasta ahora le había ocultado. Lo curioso es que comencé a hablarle de algo muy inesperado, de mi relación con mi padre, y de eso le estuve hablando durante horas, esperando impaciente llegar al siguiente capítulo. Cuando acabé de hablarle de mi padre, me di cuenta de que ya le había dicho todo lo que tenía que decirle; sentí que no tenía que seguir hablando. Y yo me encontré muy liberado.

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Días después le escribí contándole lo que mentalmente le había estado explicando.

No entiendo, racionalmente, casi nada de lo que ha pasado, y sigo teniendo aún muchos miedos. Que Dios me ayude a reconocer que me ayuda cada día a reconocerlos. Cada miedo que afrontamos es una victoria que conseguimos.

Seguro que en tu vida te has cruzado un instante con personas con las que no has tenido ninguna relación aparentemente importante, pero con las que de algún modo has contactado. Algo me dice que ellos son tus ángeles...

Sábado 9 de enero de 2010

Cambio de nombre

He cambiado el nombre del blog por segunda vez: primero se llamó DIARIO DE LA RECONEXIÓN. Después, UN CAMINO A LAS ESTRELLAS. Ahora -¿será el último?- Y SIN EMBARGO, SE MUEVE... La frase atribuida a Galileo cuando se vio obligado a desdecirse de sus descubrimientos.

Yo no me desdigo de los míos, ni mucho menos, pero encuentro que este espacio puede ser particularmente útil para quienes, como yo, procedemos del escepticismo y del miedo.

Día a día me veo en la coyuntura de explicar lo mismo. Aunque cada día mi playa tiene un granito más de arena, una experiencia más que me facilita el tránsito.

De sobra sé que todo lo que ocurre va encaminado a eso. Y sé aún más: que detrás de todo dolor aparente, se esconde el mayor de los triunfos. Algún día, tal vez pronto, encontraré lo que busco...

Domingo 31 de enero de 2010

Entrevista al Dr. Pearl

En el último número (124) de la revista DISCOVERY SALUD aparece una entrevista al Dr. Eric Pearl, bastante más interesante que las que estamos acostumbrados a leer.

En el Editorial, el Director de la revista cae en el error más frecuente: confunde lo que llamamos 'Sanación Reconectiva' con el Reiki. Es fácil que esas cosas sucedan cuando no se tiene

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experiencia directa. El Reiki, todos lo sabemos, es eficaz, genial y maravilloso, pero La Reconexión es algo muy distinto.

El amplio reportaje de Antonio F. Muro no se limita a reproducir los tópicos de siempre. El redactor siguió por sí mismo los cursos, y sí tuvo experiencia propia. Es desde la experiencia y no desde la información verbal de terceros desde donde habla, y eso, claro, se nota. Parte del reportaje es una entrevista a Eric, interesante, aunque supongo que a casi todos los Sanadores Reconectivos del mundo nos gustaría profundizar infinitamente más que lo que aquí se hace.

En cualquier caso, es un trabajo hecho desde la honestidad de la experiencia. Bienvenido sea.

Sábado 6 de febrero de 2010

Propósito

Está escrito en una de las primeras entradas de este blog: yo sabía, porque había leído el libro de Eric, que la actitud más adecuada de cara a recibir una Sanación Reconectiva era la apertura incondicionada, no esperar nada concreto, sino aquello que 'el Universo' supiese que más me convenía en ese momento.

Sin embargo no conseguí mantener esa actitud, y de mi mente no se fue el desesperado anhelo de saber qué pinto yo en este mundo...

No sentí nada, absolutamente nada, durante aquella sesión, ni tampoco durante la segunda. Hubieron de pasar unas semanas para que se produjera el primer hecho imposible, al que desde entonces no han dejado de sucederse cientos... Ya antes ocurrían, pero no tantos ni tan intensos.

En este año he aprendido que yo no soy raro, y que hay miles de personas, tal vez millones, que tienen experiencias similares a las mías. Lo compruebo a diario sobre mi camilla. También, con el paso de los meses, me parecía que la identificación de mi propósito se iba acercando, que mi petición de aquella tarde iba teniendo poco a poco respuesta.

Y así ha sido y está siendo. Paso a paso voy reconociendo cuál es mi destino, cuál es mi propósito. Todos lo tenemos, porque todos somos Uno. Esa faceta del Uno que yo soy reconoce su propósito aparente y parcial por la plenitud que siente cuando se dedica a ello y porque, a pesar de los miedos, se le van facilitando los medios, a

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cada paso que se atreve a ir dando. Cada miedo que enfrento es un medio que gano.

La Reconexión, eso a lo que nos referimos con tal nombre, es algo prodigioso que apenas aún entrevemos (al menos, apenas aún yo entreveo). Puedo decir que simplemente está comenzando, y que lo más importante está esperando en el umbral de la puerta.

Mi tarea más específica, mi pasión, mi destino, tiene dos acepciones: en negativo podría llamarse 'liberación del sufrimiento'. En positivo puede llamarse 'autodescubrimiento' o, más propiamente, 'TRANSFORMACIÓN'. Estamos, mis guías y yo, escribiendo un nuevo libro. No pienses en cosas extrañas cuando digo 'guías'. Mis guías son mis amigos, y todo aquello que encuentro en la vida. Todo es Uno.

No puedo acabar este escrito sin dar las gracias por el último encuentro. De hecho, creo que dar las gracias era el fin último de hacerlo. Doy las gracias por el regalo de alguien que no leerá esto, o al menos no lo leerá, seguramente, en mucho tiempo. No importa que no lo lea. Lo importante es que yo haga mi trabajo. A su espíritu, a su Consciencia, por encima de su mente, le llega…

El secreto es que Todo es Vida... Un abrazo, compañeros. Un abrazo, compañero.

Martes 9 de febrero de 2010

Sucesos extraordinarios

En los últimos días no dejo de recibir e-mails y llamadas de maestros que pasaron por mi camilla y están experimentando, ahora, todos al mismo tiempo, sucesos extraordinarios. Casi todos los que se dirigen a mí se extrañan... tal vez por eso es a mí a quien hablan, porque yo tengo mucha experiencia en desconciertos...

Bueno, amigos, no pasa nada. Si pensabais que esto iba de broma, pues ya veis que no es así en modo alguno. Y aún no hemos empezado...

Intuyo que mañana... Gracias, amigo.

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Lunes 15 de febrero de 2010

Prescindir de la intención

Hablando a alguien de La Reconexión hace unos días, me decía que la intención era clave. No han dejado de chirriarme los oídos desde entonces; algo no me cuadra...

Según ella, para que la sanación suceda, es imprescindible la intención del sanador. Sin embargo, eso es mentira. Es una de las mentiras más importantes que desenmascara la Sanación Reconectiva.

Intención, ¿de qué, de sanar? ¿Acaso tú sabes que tu paciente está enfermo, es decir, sabes tú que debería estar de modo diferente a como está? ¿Cómo es que sabes tú tanto...?

Yo no lo sé. Me parece arrogante por mi parte concluir que quien tengo delante debería ser de otro modo. ¿Quién soy yo para corregirlo?

Date cuenta de que las sanaciones más sorprendentes ocurren cuando el sanador se quita de en medio. Quitarse de en medio y renunciar a la intención son prácticamente lo mismo.

¿Debo yo intentar sanar a alguien? Esta pregunta es muy tonta, porque ¿acaso puedo yo sanar realmente a alguien?

Sí, es cierto que tras las sesiones de Sanación se producen cambios extraordinarios, pero ¿soy yo quien ha realizado esos cambios? Por supuesto que no, en modo alguno.

Un Sanador Reconectivo es alguien que está aprendiendo a quitarse de en medio, alguien que tiene la inmensa fortuna de comprobar que, cuando renuncia a la intención (esa voluntad de cambiar que procede del miedo), todo aparece o se pone en su sitio. ¿No somos pues tan importantes? Claro que somos importantes, pero no para eso...

Jueves 18 de febrero de 2010

Más allá del ego...

El artículo anterior ha provocado algunas incomodidades. Gracias por vuestras respuestas. Ésta es mi reflexión a partir de ellas:

¿Necesito yo creer que sano a alguien? ¿Por qué necesitaría yo esa creencia?

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Por otro lado: la persona que tengo delante, ¿necesita ser corregida? ¿A qué modelo debería adaptarse? ¿Quién tiene la llave de los criterios? ¿Acaso la estadística?

Calificar a alguien de enfermo es una falta de respeto. Hacia esa persona, y hacia uno mismo, porque esa persona es un espejo. Sé que resulta difícil aceptar que sólo hay amor en el Universo. Pero es así, y si dijese otra cosa estaría mintiendo. Para verlo tienes que dar tú el primer paso, como recuerda Eric. El mal, la enfermedad, no son espejos, sino espejismos.

¿No existen entonces las guerras, las injusticias? Claro que existen, y existen para deshacerlas. Cuando dejes de creer en el mal, cuando lo integres, ya no será necesario. ¿Es fácil hacerlo? Yo no he dicho eso...

¿Qué pasaría si renunciases al ego de creer que estás sanando a alguien o arreglando el mundo?

¿Sabes? Cuando renuncias al ego, renuncias a la creencia de que eres una parte, y te das cuenta de que eres Todo.

Gracias siempre por lo que me dices.

Viernes 19 de febrero de 2010

Otras vidas

Éste es uno de esos artículos que comienzo a escribir sin tener ni idea de lo que voy a decir...

Nunca me ha interesado especialmente el tema de las otras vidas. No encuentro razón para creer en algo de lo que no tengo experiencia, memoria o consciencia. Me consta que en países más cultos que el nuestro la terapia de vidas pasadas es un recurso aceptado y reconocido. Leí en su tiempo los libros del Dr. Weiss, que me parecieron carentes de algo fundamental que no identifico. Cada vez que intenté someterme a hipnosis, el fracaso fue estrepitoso. Un querido y admirado amigo, Vicente Merlo, tiene un importante libro sobre el tema, que, por supuesto, te recomiendo. Hace años fui testigo de una regresión a una amiga de total confianza. Pero... ¿y mi experiencia?

Cuando entré en contacto con La Reconexión, un amigo me envió un par de libros que hablan de esto, pero no fui capaz de pasar de la primera página. El tono esotérico no es lo mío... Por otro lado, y esto es lo más decisivo, siempre que he preguntado a mi

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espíritu, la respuesta es la misma: la reencarnación no existe porque no existe el tiempo.

Bien... Tengo un pacto con alguien. Mi parte del pacto es no mentirle nunca. Y sé que debo cumplirla.

Precisamente con ese alguien me vienen pasando cosas increíbles en los últimos años. El colmo fue a finales de 2009 (lo conté en otro artículo). Coincide que he conocido recientemente a otras dos personas muy significativas: M.J., una paciente de una elevación espiritual tremenda, y J.A., ambos estudiosos y practicantes de esta terapia, pero con un método mucho más aceptable para mí, que prescinde de la hipnosis. Puedes verlo en la web del Dr. Cabouli.

Desesperado por las cosas que estaba viviendo, decidí acceder a esta experiencia. Debo decir que hubo respuestas. ¿Qué comporta esto? No lo sé todavía.

He tenido tres sesiones, de las que supuestamente se deduce que 'viví' en tiempos de la Inquisición, y que fui asesinado. También, tal vez, durante la Revolución Francesa, y ahí morí ahorcado, en una especie de suicidio inducido. Finalmente, pude ser un niño de seis años que, junto a otros cientos, fue gaseado en Alemania o Polonia...

¿Me parece esto serio? Lo estoy estudiando. Es enorme la cantidad de cosas que explica de mi vida actual, la que más reconozco. En esas tres que menciono hay siempre un hilo conductor: un hermano. A él, y a través de él también a ti, dedico mi esfuerzo y mi entusiasmo.

Sé que otro amigo, F., actualmente en la India, va a sonreír al leer esto...

Lunes 22 de febrero de 2010

Hacer frente al miedo

"Lo contrario del amor no es el odio; lo contrario del amor es el miedo". (Eric Pearl).

Ésta es la cita de mi querido Eric que más repito, seguramente porque es la que más necesito. Hace días se me dijo que publicara el libro con todos los artículos de este blog. Mi mente, tan acostumbrada la pobre a interferir y a arruinarlo todo, enseguida se pone a pensar que será un libro que no interesará a nadie, y que sólo me traerá desprestigio. Como mucho, podría interesar alguna

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reflexión puntual a alguien que practicase La Reconexión; quienes no, lógicamente, no tendrán ni idea de qué estoy hablando (o sí, nunca se sabe...). Desprestigio porque, imagínate, este hombre culto, serio, universitario, en qué cosas más poco serias se mete. ¡Vaya un ingenuo!

Voy a sacar el látigo: - Soy culto. No lo soy tanto, pero sí lo suficiente como para

saber que la cultura es como la lápida pesada de un sarcófago: si el muerto resucitase, no le permitiría salir del mismo.

- Soy serio. Tiendo a serlo, pero también tengo una vena de payaso, y me identifico tanto o más con la segunda que con la primera.

- Soy universitario. Sí, perdí unos valiosos años de mi vida en ese depósito de cadáveres. Los títulos que allí me dieron me merecen el mayor de los desprecios.

No, no parece ir por el desprestigio el tema... ¿Cuáles son las raíces del miedo?

Seré valiente una vez, se lo debo a alguien: cuando busco la procedencia del miedo, enseguida retrocedo a las imágenes de la 'Inquisición' (vete tú a saber si es eso...). Yo soy un niño pequeño, de apenas catorce años, y tengo un hermano menor, casi gemelo, de unos doce. Ambos estamos encerrados en un lugar oscuro, de paredes muy gruesas, sentados en el suelo, con frío, escasamente protegidos por muy pocos harapos. Tenemos miedo, y abrazo a mi hermano. Sé, aquí y ahora, que estamos encerrados porque no debe saberse lo que nosotros sabemos.

En esa película, mi vida se derrumba cuando me entero de que mi hermano ha sido asesinado. Alguien dice que incluso fue torturado. Sólo era un niño...

Yo ya no quiero vivir, y me vuelvo loco... Siendo un joven atormentado, enajenado, Dios me regala una experiencia instantánea de iluminación, que de alguna manera los inquisidores detectan, y me llevan a juicio. Me acusan de lo que acusan a todo el mundo. Para ellos el juicio es un trámite. Yo, como se diría ahora 'deprimido', no siento nada, sólo espero que me maten cuanto antes.

Al lado de un lugar donde queman a mucha gente torturada, espero de pie a que llegue un señor bajito, grueso, sudoroso y primitivo (en esta vida se cree una elegida), que me clava en el vientre un tronco al que le han sacado punta. Abandono el cuerpo, y me reúno con mi hermano...

Bien, a todo eso apunta mi miedo... ¿entiendes tú algo?

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Miércoles 24 de febrero de 2010

He decidido ser valiente...

...y hacer frente al miedo. Porque si no, estoy completamente muerto.

¿Me matarán si digo lo que veo? No lo sé. Si sé que me moriré si no lo digo... Y entre que me maten o dejarme morir, elijo lo primero... ;-) (Ya sé que nadie va a matarme. Eso es sólo otra 'cuerda'). Aunque sé que no van a matarme... por ahí queda un incómodo cosquilleo. Trataré pues de ser prudente, y de no provocar a los infiernos...;-)

Bueno, vamos allá. Tema 'regresiones': 1.- No me parece adecuado casi nada de lo que veo. En cierto

modo es más de lo mismo. Entretenimiento, huida, miedo, fantasía... Sí, de todo eso veo.

2.- Junto a eso, también observo elementos interesantes. Desde mi propia experiencia compruebo (es mi trabajo diario desde hace cuatro años) que cualquier experiencia de sufrimiento es un estado regresivo. ¿Qué quiero decir con esto? Que el único estado original y genuino del ser es la paz perfecta, y que cualquier enajenación de la misma es una proyección del pasado, del tiempo.

3.- La hipótesis con la que estamos trabajando ahora es justo ésa: ¿podrían ser los contenidos 'irracionales' que aparecen en las Exploraciones de Consciencia algo así como reminiscencias de otras experiencias vitales en otros cuerpos y 'otros tiempos'?

No voy a contestar a eso. Tú puedes comprobarlo por ti mismo. Por supuesto que en las regresiones puede fantasearse y

mentirse. De la misma forma que se puede ser sincero. Tú eliges. No obstante, lo que yo en modo alguno apruebo es el camino

del sufrimiento. Afirmo, en mayúsculas y con contundencia, que EL SUFRIMIENTO Y LA RECREACIÓN DEL SUFRIMIENTO NUNCA HAN SANADO A NADIE DE NADA. Lo único que hacen es llenar los bolsillos de los estafadores. Cuanto más te encadenes al sufrimiento, más tiempo serás su 'paciente'. ¿Son malos, pues, estos degenerados? No, en absoluto, no son más que el reflejo de nuestro miedo. En cuanto dejas de temerles, desaparecen.

Afirmo, más humildemente, que el camino del amor es el único que sana, el único que completa. Déjate llevar por el amor, y llegarás al amor. Déjate llevar por el sufrimiento, y llegarás al sufrimiento. Era Gandhi quien lo decía: "No hay un camino al amor; el amor es el camino". Igualmente, no hay un camino a la verdad, la verdad es el camino.

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Jueves 25 de febrero de 2010

El cuerpo

Para los exotéricos el cuerpo es, como todo, un pretexto para el negocio. Así, desde que nacemos, nuestro cuerpo es nombrado y dividido, ocultado y permitido, administrado y prohibido.

Para los esotéricos el cuerpo es el medio de comunicación del espíritu, eso que nadie ha visto.

Puestos a elegir una de las dos opciones prefiero, claro, la segunda. Pero creo que tampoco roza ni siquiera la esencia del propósito: si se me permite decirlo, y no pretendo hacer poesía, la finalidad del cuerpo es el abrazo, y la justificación de la boca es el beso.

Viernes 26 de febrero de 2010

Mi visión de las cuerdas

También yo tuve, el año pasado, una visión de las cuerdas, que en su momento no comenté con más detalle, pero entiendo que debo hacerlo ahora.

Verás: ‘las cuerdas' que yo vi eran como pequeñas espirales de unas cuatro bolitas unidas verticalmente una tras otra, y que se movían-flotaban-estaban en 'el espacio' o algo parecido.

¿A qué se refería esa imagen? Tuve respuesta entonces, que es la misma de ahora: esas espirales, esas cuerdas, son las memorias de lo que realmente somos. Reconectar es re-cordar (corda=cuerda). Recordar es unir las cuerdas. Mi experiencia 'personal' (no hay nada personal en el Universo) de estos días apunta nuevamente a eso.

Las cuerdas, pues, no tendrían nada que ver con el ADN. Tal vez las hebras sean el corolario o el efecto físico de eso, de la re-conexión, del re-cuerdo, de reconectar las cuerdas, nuestras memorias esparcidas hasta ahora por el espacio-universo. Aunque la historia que se cuenta sobre la 'desconexión' no me la creo. Sigue generando miedo, o sea que procede del miedo, y todo lo que procede del miedo es mentira. Eso sí puedo demostrarlo.

¿Cómo podemos acceder a algo esparcido por el Universo? Porque el Universo somos nosotros mismos. No necesitamos ir ni acceder a ningún lado: el espacio donde se encuentran las cuerdas es igualmente el espacio interno.

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Dice Eric: "Cuando este don se me presentó por primera vez, yo ya era un doctor con mucha práctica. Así pues, supuse que este don tenía que ver con la sanación. Sabía que algo muy grande estaba ocurriendo y lo llamé sanación porque pensé que tenía que ver con la sanación (...) y porque quería que tuviera que ver con la sanación". (Pág. 250)

"Tú y yo podemos avanzar ahora". (Pág. 251). La integridad y la inspiración de este hombre traspasan lo

infinito... ¡Cuántas veces recuerdo el impacto de conocerlo personalmente...!

Pues sí, yo no soy médico ni me interesa en absoluto la aproximación a la realidad de la mirada médica. De hecho, La Reconexión la desmonta de arriba a abajo. Mi dedicación ha sido siempre el alma, y creo que ahora, justo ahora, se abre, al menos para mí, un nuevo campo, al que podríamos llamar 'psicología reconectiva', esperando que mi amada Reconexión (sea lo que sea) no se sienta insultada por ponerle delante un sustantivo de tradición tan equívoca.

Viernes 26 de febrero de 2010

"Degenerados" no es necesariamente un insulto

En uno de los últimos artículos llamé "degenerados" a quienes se lucran con el dolor ajeno. No pretendía herir a nadie, pero no voy a disculparme si lo he hecho... Tú no me hieres, me hiero yo mismo.

Hacia los diez años me puse muy gordo (nombre real de 'obeso'). Poco tiempo después adelgacé, pero incluso una década más tarde, estando muy delgado, cuando oía que alguien por la calle gritaba 'gordo', yo pensaba que lo decía por mí, y sentía el complejo.

Recuerdo a los padres de J.R., un compañero desequilibrado desde la infancia y mucho más tras su paso por una secta. Sus padres, muy religiosos, eran pediatras en Marruecos. Un día habló con ellos desde mi casa, y me comentó lo que le había dicho su padre: "Está siendo un buen año. Gracias a Dios hay muchos niños enfermos". No lo decía con sarcasmo.

¿Te has fijado que el mundo en el que vivimos se construye a partir del sufrimiento? ¿Cómo te parece que llame a quienes fomentan eso? ¿Ignorantes? ¿Diré que 'están evolucionando'? ¿Si están evolucionando, hacia dónde lo están haciendo?

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He comprobado que una de las cosas que más molesta de La Reconexión es que no hay seres especiales, ni elegidos, ni maestros. Y casi tanto como eso molesta que puede practicarla cualquiera, sin tener que pagar nada a nadie. Sólo por eso ya puede resultarles a muchos intolerable.

De todas formas, reconozco que me he equivocado al escribir aquello. Mi tarea no es combatir a nadie. Que Dios me ayude a no volver a ser incendiario. Eso también procede del miedo.

El beso del ángel

Madre precisa de todos los lunáticos que en tu plenitud logras hacer el día en la noche, hoy te presentas rodeada de azul. ¿Qué sabes, Luna, de mi beso? Te has decidido a justificar la madrugada y en este febrero de gloria llegas el día primero y te resistes a marchar sin ser oída. ¡Cuánto aroma de jazmín derramarás sobre nuestro sueño! Luna de día, mensajera de la Luz, hermana amiga, cómplice de anhelos... Yo, menos fiel pero tan amante, quedo citado contigo dentro de un mes en el mismo lugar y a la misma hora, bellísima aurora de la noche... ('Ya viene Urano' 1993) ¿Sabes qué hacen los ángeles en el Cielo?

Están todo el día besándose. No lo hacen todos con todos, sino más bien por parejas. Y el modo del beso parece como la comunicación de un susurro, suave, al lado de la oreja. Eso les produce un cosquilleo en el estómago que, cuando encarnan, a veces confunden con el sexo.

Hoy empieza todo.

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Viernes 26 de febrero de 2010

Poliedro

No era exactamente así*, pero es lo más parecido que he encontrado, y desde luego me parece muy valioso. En realidad, la forma del conjunto era más ovalada, vertical, y el color era como de un marrón oscuro y brillante. Eso sí, cada cara, cada faceta (¡por fin el nombre!) de la figura era, cómo no, un triángulo perfecto. Y brillaban conforme al movimiento.

Allí no había individuación ni diferencia. Eso llegó después, cuando entramos en el tiempo. La división es el origen del sufrimiento. El reencuentro, la reunificación, es el placer supremo.

No estamos sólo enajenados cada cual de sí mismo; también estamos enajenados de nuestros hermanos, de cada una de las caras del poliedro.

Por fin sé qué es eso que, tan torpemente, hemos llamado 'Reconexión' (aunque no existe palabra más acertada), y hasta he sentido la frecuencia o la vibración del 333, indescriptible de momento.

Si tú has experimentado esto antes que yo, mis descubrimientos de todo este tiempo te habrán parecido infantiles e inmaduros. Gracias por guardar silencio; de haber hablado no te habría entendido.

Si tú todavía no lo has experimentado y eres otra cara del mismo poliedro, bienvenido a casa. Te quiero. Hoy podemos ver el sentido de todo, y que todo ha valido la pena. Tú eres otra faceta de mí mismo... Tú eres tan yo como yo mismo...

¿Y el resto? El resto es el Universo... Hubo un momento previo. Hay un momento previo, antes del tiempo.

*(se refiere al poliedro de la portada).

Domingo 28 de febrero de 2010

El karma no existe

No es más que el equivalente oriental de la blasfemia occidental del 'pecado'. Dios no hace esas cosas, la Vida no hace esas cosas, la Realidad no hace esas cosas.

Si quieres liberarte de la rueda del karma, cuestiona esa creencia, y deja de ofender a la vida. ¿Quieres reconciliarte con ella? ¿Quieres re-conectarte?

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Lunes 1 de marzo de 2010

Gracias, febrero

Este año, por fin será primavera...

Lunes 1 de marzo de 2010

Hojas de hierba

"Creo que una brizna de hierba no es inferior a la jornada de los astros". 'Hojas de hierba', Walt Whitman.

Puedo demostrar que no soy más importante que una hoja de hierba, simplemente enseñándote su belleza. Y quiero decirte que, como las hojas de hierba y los matojos infértiles, es mentira que todos seamos iguales.

Nada en el tiempo es arbitrario ni innecesario. Pero no somos iguales. Mira al corazón del cuerpo que tienes delante, y dime si es para ti un espejo. El 'prójimo' no es el que está físicamente a tu lado; el prójimo es aquél que es como yo soy, en el invisible espíritu, aquél que es una hoja de hierba y no un matojo ('bush', en inglés). No todos somos iguales.

No todos somos iguales y, para quien me entienda, te recuerdo que ellos nos han perseguido siempre. Ellos nos torturaron y nos quemaron. Nos desmembraron y asesinaron los cuerpos de nuestros hermanos. Mil veces y otras mil mataron nuestros cuerpos. Nunca pudieron matar nuestros espíritus, porque ellos no conocen eso.

Ellos están aquí, entre nosotros. Pero nosotros, ¿dónde estamos?

El miedo no tiene objeto, su fin es ser superado. El miedo se supera trascendiendo el tiempo, recuperando la memoria de quiénes somos. Eso es lo que estamos haciendo. No se trata de hebras de ADN, se trata de mucho más que eso. No se trata del cuerpo, se trata del espíritu. Claro que el cuerpo es espíritu, pero el espíritu es primero. Lo ha sido siempre. No es que el cuerpo tenga un alma; es que el alma tiene, a veces, un cuerpo, o muchos, y seguramente en muchos tiempos, y no simultáneamente, porque eso no tiene sentido. El tiempo, por definición, es secuencia.

Estamos saliendo de la historia, estamos deconstruyendo la desmemoria. Estamos volviendo a la única casa que hemos tenido: nosotros mismos, y aquéllos que son como nosotros. Eso es el

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Paraíso, eso es la felicidad completa. Eso es algo que ellos nunca han entendido, ni hace falta que entiendan. Ellos, ¿quiénes son ellos? ¿Por qué eligen la violencia, el odio, la mentira, la tortura...? ¿Por qué eligen todo eso, los lobos con piel de cordero?

Yo no lo sé. Ésa es mi siguiente pregunta.

Martes 2 de marzo de 2010

Nada es casual...

cuando se comprende.

Martes 2 de marzo de 2010

Rumi

“¿Creéis que sé lo que hago, que por un segundo, o incluso medio segundo, sé qué versos saldrán de mi boca?” Rumi

Martes 2 de marzo de 2010

Escribe:

Estamos volviendo a casa...

Miércoles 3 de marzo de 2010

Hoy es 3-3-3

Hoy es 03-03-2010, es decir, 333. Mañana también lo será, si tú quieres. Y aunque no quieras,

porque yo sí quiero, y conozco a alguien que también quiere. En La Reconexión, dos somos siempre tres.

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Otro 333

Ayer decía que mañana también sería 333. Acabo de verlo: el 12-03-2010 (333 y capicúa) doy una conferencia en la que por fin espero tener el valor suficiente para permitir la unificación de las dos experiencias recientes que más me han aproximado 'a mí mismo' (es una manera de hablar): la Exploración de Consciencia y La Reconexión.

Me parece, como dice Gemma, que La Reconexión ha potenciado enormemente mi trabajo, llevándolo a espacios que en modo alguno esperaba. Éste, lo sé, es mi destino y el de todos mis hermanos, que pronto irán apareciendo.

"Venim del cor, venim dels ulls, de pell endins, de mans enllà... Venim del nord, venim del sud, de terra endins, de mar enllà..."* (J. Amèric, sobre un texto de Ll. Llach) Estéis donde estéis, os envío un abrazo. La victoria es nuestra.

Sólo hay que verlo... *"Venimos del corazón, venimos de los ojos, de piel adentro, de allá de las manos... Venimos del norte, venimos del sur, de tierra adentro, de allá del mar..."

Jueves 4 de marzo de 2010

"Potser algun dia ens trobarem,

si jo no em venjo i tu no et venges"*. (R. Muntaner - H. Tachan, 'El ball dels cent mil diumenges') *"Quizás algún día nos encontraremos, si yo no me vengo y tú no te vengas".

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Jueves 4 de marzo de 2010

Estado regresivo

Mi trabajo con la Exploración de Consciencia durante los últimos años demuestra que el único estado original del ser es la paz perfecta. Cualquier alteración del mismo representa una actualización inconsciente del pasado. Hasta este año, yo mismo pensaba que los contenidos irracionales que aparecen en la respuesta a la tercera parte de la primera pregunta no eran más que basura inconsciente. Ahora debo decir que no es eso.

Las vidas pasadas, aquí y ahora, es evidente que no existen. Sólo existe una vida, ésta, y un tiempo, el ahora. Desde el ahora, y mediante la Exploración de Consciencia, -entre otros métodos-, pueden llegar a la consciencia algo así como recuerdos de nuestra misma identidad en otros cuerpos y en otros tiempos, en otros escenarios. A eso es a lo que se llama 'vidas pasadas'. Se trata de una experiencia arrasadora, contundente. Por supuesto que uno puede engañarse a sí mismo imaginando que es un personaje famoso e importante. La capacidad de autoengaño, sabes, no tiene límites. Tampoco la capacidad de abrirte sinceramente. Lo que vas a encontrar es muy distinto y sorprendente. Si te entregas a tu espíritu, no ves lo que quieres ver, sino lo que él, tu Yo más profundo, te permite. Mi último descubrimiento corrobora lo que afirman los más serios expertos: cualquier estado de sufrimiento es un estado regresivo, un estado que nos está hablando del pasado, bien de este mismo escenario-cuerpo-tiempo, o bien de otro.

Re-cordar (unir las cuerdas) no es, desde mi experiencia, algo especialmente agradable, al menos en principio. Más bien al contrario, se trata de una operación a corazón abierto. Descubrir la profundidad de tus heridas te ayuda a completarte, a unir mediante la comprensión auténtica las cuerdas hasta ahora separadas. No comparto las metodologías paraespiritistas que hasta ahora he conocido, ni tampoco los juegos de hipnosis. Además, puedo demostrar que no son necesarios y sí muchas veces nocivos. Tu espíritu es más sabio que cualquier terapeuta, y él te pondrá en el camino los medios que más te convengan (incluso, tal vez, un terapeuta ;-). Los verdaderos terapeutas son aquellos seres tan heridos que utilizan a sus semejantes para sanarse a sí mismos. Los falsos terapeutas son los que se llenan los bolsillos.

Llevo días tratando de evitar hablar directamente de esto, pero sé que es mi responsabilidad hacerlo. Para muchos, mis

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descubrimientos resultarán adolescentes. Lo entiendo. Cada cual crece cuando crece. Yo veo cuando veo, no antes.

Hoy he sabido por qué alguien me llama 'Víctor', y he estado a punto de ahogarme. Me ha costado mucho dejar de lado tantísimas mentiras aprendidas. Y seguramente aún quedarán bastantes. Que Dios me ayude a aprender la asignatura de la paciencia y de la no venganza. Recordar es unir las cuerdas... No tiene nada que ver con el ADN, porque el ADN pertenece al cuerpo, y la consciencia pertenece al espíritu. Aquí no existe ese dilema de si fue antes el huevo o la gallina. Es antes el espíritu que el cuerpo. Y mucho menos tiene que ver con la 'energía', que finalmente no es sino otra forma de materia. Me parece que la moda del ADN y de la energía son maneras de pedir perdón a la religión dominante, al miedo dominante, que se expresa en el pobre paradigma de eso que llamamos 'ciencia'. Más allá del conocimiento y del miedo -dos caras de la misma moneda- está el amor. El amor no necesita del conocimiento. La voluntad de conocer procede del miedo. Voluntad de conocer y voluntad de poder son lo mismo. El amor no necesita poder. El amor sólo se necesita a sí mismo. Se recrea a sí mismo. Se ama a sí mismo. Es TODO en sí mismo. El conocimiento y el poder permanecen en el infierno.

Sábado 6 de marzo de 2010

Fiesta nazianal

"Llegará un día en que los hombres como yo verán el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre". Leonardo da Vinci.

Tal vez sea justo eso, que tampoco les importa demasiado el asesinato de un hombre, o de muchos hombres, porque cuando los que mueren en tragedias 'naturales' son blancos y acomodados, parecidos a nosotros, ocupan la portada de los medios al menos mientras llama su atención y les saca del aburrimiento, pero si eso ocurre a pobres y negros, como cada día sucede, nunca ocupa ninguna primera página.

Todos los representantes del pueblo estuvieron de acuerdo en que el defensor de los animales que comparó la fiesta nazianal con la ablación se pasó tres pueblos.

Bueno... ¿alguno de ellos preguntó a los animales asesinados o a sus amigos o a sus descendientes?

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¿Es verdad que los animales tienen menos consciencia que las personas? No, no es cierto. Hasta el más salvaje de los animales tiene más consciencia que todas las personas que defienden el crimen.

"Verdaderamente, el hombre es el rey de los animales, pues su brutalidad supera a la de éstos". Leonardo da Vinci.

Sábado 6 de marzo de 2010

Viktor, la raíz del miedo

Podría tener unos seis años, la misma edad en la que en esta vida decidí enajenarme en el mundo. Junto a varias decenas o incluso cientos de otros niños, me dirijo, por fin, a la cámara de gas... No es tan fea, no es dramático...

Yo no siento miedo... o no quiero sentirlo. Más bien me creo algo así como 'iluminado', preparado... De ese modo camino...

Pero, ¿eso es cierto? ¿Estoy verdaderamente iluminado y preparado, o sólo enloquecido, más distante que nunca de mí mismo? Me parece, ahora, desde luego, lo segundo...

En ese estado hablo desde el pensamiento a mi hermano y, con aparente tranquilidad, le cuento que van a matarnos a todos. Le digo que somos muchos, que también hay niñas, que las niñas son más guapas y más claras... me parece percibir una mayor claridad en ellas.

Hablando de esto me evado... me entretengo... Van a matarnos a todos. Van a matarnos a todos... como

siempre lo han hecho... En el último instante, ya dentro o entrando a la cámara de gas,

a aquella 'gran casa' de puertas inmensas que un instante antes no me daba miedo, sino que incluso quería y esperaba, mi disfraz de iluminado se quiebra, y aparece el espanto.

Mi pensamiento se confunde, todo se confunde, desde la desesperación y la angustia ya no sé ni lo que hago...

Quiero, me digo, despedirme de mi hermano, despedirme de mi hermano…

Pero hace mucho que no sé de mi hermano. Hace mucho que no sé de mi hermano...

Mi hermano es como un ángel, ausente y presente... Mi hermano es como un ángel...

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Y éste no es momento para ángeles: me ahogo, no puedo respirar, me ahogo... Llevo mis pequeñas manos a mi pequeña garganta... Me ahogo.

Me he roto. Me he roto. He perdido la confianza. He perdido la confianza. ¿Dónde está

Dios, dónde está mi ángel, dónde está todo? Yo ahora sólo siento que me ahogo... Soy un niño. No soy un espíritu, como creía, sólo soy un niño, y me ahogo...

Fue entonces cuando, desde el otro lado, me llamaste Viktor. Me lo has vuelto a llamar ahora... Hace tal vez cinco años que me llamas Víctor. ¿Tengo algo más que decir? Sí, que comprendo el pánico y la locura de aquéllos como yo

que, alguna vez, han podido creer que eran un cuerpo... Que pido perdón a Dios por haber perdido (¿'perdón' viene de

'perdido'?) la confianza en el último momento: ahora entiendo la raíz de mi miedo.

Que, sobre todo, pido perdón a aquéllos como yo que también tienen o han tenido miedo, por cada vez que les he requerido desde la impaciencia (otra forma de miedo).

Que doy gracias a Dios por la Vida, por la Consciencia. Que doy gracias a mi ángel y a todos los que me acompañan,

también ángeles en cierto momento. Doy gracias. Estoy vivo. Y estoy contigo, siempre.

Lunes 8 de marzo de 2010

Epílogo

Supongo (no sé si es mucho suponer...) que con esta entrada acaba el material del libro.

Han sido diez meses de experimentación, en los que ha cambiado radicalmente mi vida. ¿Qué puedo decir ahora acerca de qué es La Reconexión?

La Reconexión es una metáfora de la vida. Es un proceso de toma de consciencia, abriéndose a la realidad de eso que, tan contaminadamente, podríamos llamar 'lo angélico'. Y desde aquí guardo, al respecto, silencio.

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Quiero despedirme haciendo algo que en otro tiempo no hice. Cuando Viktor dejó su cuerpo, su último deseo, no cumplido, fue despedirse de su hermano. Viktor, aquel niño de seis años, se ahogó sin decirle 'te quiero'.

Gracias a Dios, siempre tenemos una nueva oportunidad de enmendar lo roto. Tras más de medio siglo de locura, Víctor ha comprendido que, del mismo modo que el propósito del cuerpo es el abrazo, la existencia del lenguaje se justifica al decir, de verdad, te amo.

Miércoles 10 de marzo de 2010

Cuando el amor vence al miedo...

...pueden producirse los más increíbles milagros. Incluso romper el tiempo...

Tú tendrías unos nueve años, y yo calculo que muy poco más que eso. Tu familia había ido a visitar a la mía, y nos pidieron que fuéramos juntos a hacer un recado. Paseando por la calle a tu lado, me sentí, por primera vez, hombre. Pero ocurrió mucho más que eso... Había tantísima paz y luz en tu rostro, que pensé que justo así sería la mujer de mis sueños un día... No diré que parecías una reina, porque yo soy republicano y eso sería insultarte. Parecías todo lo contrario: un ángel.

En los últimos años, cada vez que he ido a la Ciudad de la Luz he pasado por tu lugar de trabajo, y siempre lo encontraba cerrado. Por fin hoy estaba abierto. "Aquí no hay ninguna L." -me han dicho. Pero me han indicado dónde tal vez podría encontrarte. ¿Cómo serías después de tantos años?

He llegado en el momento en que te ibas. Ayer descubrí que mi primo favorito es un extraordinario fotógrafo. A mí, de la fotografía, sólo me interesa el retrato. Y no suelo dejar que me hagan fotos: cuando no puedo evitarlo, descubro en mi rostro las huellas del tormento y del martirio, de la enajenación y del sufrimiento.

También ha sido eso lo que he visto en ti, y he regresado a aquel inolvidable momento de tus nueve años. Esta vez he permitido que el contorno de tu rostro angélico descansase en mis humanas manos. Esta vez he roto el tiempo...

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Jueves 11 de marzo de 2010

Banco de meditación

Ayer por fin compré un banco de meditación. No lo había hecho hasta ahora porque no estaba seguro de si, para meditar, lo mejor era sentarse sobre un banco o sobre una caja de ahorros.

No voy a utilizarlo para cantar mantras (por cierto, algunos de Deva Premal me parecen geniales), ni para visualizar nada. Pienso usarlo para ver la tele con la espalda más recta que en el sofá, que tanto me incomoda. La cuestión es que nada de lo que ofrece la tele me interesa... Ya sé: me sentaré en él para oír música.

Bueno: tras ver el miércoles a L., mi cuerpo elevó su temperatura por encima de los 40 grados. Desconecté los invasores (los teléfonos) y dediqué la tarde a mí mismo, a darme a mí lo que suelo dar a otros. La temperatura no bajó en todo el día de los 39,3 (no me negarás que es un número precioso). Una amiga me hizo una sanación a distancia, y ayer ya no tenía nada de fiebre, y pude trabajar normalmente, conociendo a cuatro nuevos maestros. Hice Sanación Reconectiva tradicional con ellos. Eso físicamente me agota, pero anímicamente me compensa. Desde el primer día que conocí La Reconexión supe que ésta era la penúltima etapa de mi vida, y ya estoy entrando en la última.

Tal y como esperaba, mi nueva web es un verdadero espantapájaros. Gracias a Dios por ello. ¿Sabes cómo distinguir a quién es honesto contigo y a quién te engaña? Simplemente, limítate a ser tú mismo. El agua y el aceite nunca casan.

Viernes 12 de marzo de 2010

Alemán, pero no ario

Viktor, el niño que murió gaseado a los seis años, era alemán, pero no ario. Esa ilusión suya, de creerse iluminado, que lo separaba de la realidad (psicosis) tuvo su origen en una violación por parte de un soldado.

Es muy frecuente que una violación en edad tan temprana derive en una psicosis. Y es comprensible que el contenido de las psicosis sea tan a menudo recurrente: ¿por qué hay tantos locos a los que les da por la mística? Pues porque cuando fueron agredidos, sólo en Dios encontraron refugio.

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Tal vez la locura no sea otra cosa que un caso extremo de estado regresivo. Y si así fuera, cada vez que calificamos a alguien de loco, lo medicamos, excluimos y apartamos, estamos haciendo exactamente lo mismo que los esbirros de La Bestia. Mirado así, el triunfo del nazismo ha sido aplastante: todo el planeta es, a día de hoy, un inmenso Mauthausen.

Sí, lo que estamos viviendo puede expresarse también como el fin del reinado de La Bestia (valga la redundancia). La Bestia no puede hacer nada contra el Cielo. Su tiempo ha pasado. Son los estertores de su muerte los repugnantes ruidos que ahora escuchamos...

No hay poder sobre el mundo, ni por encima del mundo, mayor que la inocencia.

Viernes 12 de marzo de 2010

Teoría de cuerdas

Recuerdo a mi querido Eric diciendo "el ser necesita reconocimiento".

Pocas veces yo he tenido 'reconocimiento'. Quiero decir que, en la medida en que soy menos yo mismo y soy más como los demás esperan que sea, mi convivencia en este mundo ha sido más pacífica... y muerta. Y, en el pasado, en la medida en que yo he sido más yo mismo, más aislado he resultado.

También eso ha comenzado a cambiar en mi vida con La Reconexión. Sin ir más lejos, ayer, en una conferencia con una sala abarrotada, hablé con casi entera libertad sobre mi tema favorito, la transformación de la consciencia, y no sólo no recibí ninguna pedrada, sino que incluso hasta me aplaudieron.

Había la incómoda presencia de un chico que estuvo allí hora y media para ganarse los favores de su novia, pero lo que yo hablaba le importaba un pimiento. ¡Cómo se nota eso!: una especie de sombra en la sombra, un agujero negro, allí, a mi derecha...

Por supuesto que percibí incomodidad en bastantes personas cuando lo que yo decía rompía por completo sus esquemas. ¿Acaso puedo esperar razonablemente otra cosa?

Y no dije todo lo que podía decir porque no era el lugar ni el momento. Éste sí es el lugar y éste sí es el momento. Aquí, espero, nadie viene a ligar (bueno, tampoco estaría tan mal...), pero desde luego nadie permanece ni un segundo más de lo que le apetece.

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Ejercer la libertad, en sus grados más elevados, es en cualquier caso imprescindible.

Yo tengo una explicación sobre la famosa Teoría de Cuerdas. Recuerdo que de niño esperaba con ilusión que llegase el curso en el que por primera vez diésemos la asignatura de Física. Cuando eso ocurrió, mi decepción fue tremenda: en el infierno donde estudié sólo estaban los profesores que no eran capaces de aprobar las oposiciones, por lo que su falta de competencia era muy grande. Junto al maloliente ambiente de un colegio de sacerdo tes, eso era ya lo único que faltaba. Menos mal que hice magníficos amigos. Los amigos nos salvan siempre la vida... Llegué a despreciar la Física al igual que despreciaba el resto de asignaturas (ni te imaginas la Filosofía...). Pero la Teoría de Cuerdas es como un regalo con el que me gusta jugar muchísimo.

¿Quieres conocer mi versión sobre la Teoría de Cuerdas? Ahí va: las cuerdas son memoria, son consciencia. Esa memoria y esa consciencia se crea y se recrea constantemente a lo largo del tiempo. El espacio es una proyección del tiempo. Salir del tiempo es salir del espacio. Penetrar y reconocer cada cuerda es retornar al origen y al fin del Universo. Ambos 'momentos' son simultáneos, y ahora mismo. ¿No te parece bellísimo?

Sábado 13 de marzo de 2010

("No se me va la tos...")

1.- ¿Qué experimento en este momento? (Escribo todo lo que siento).

“Físicamente siento… irritación en la garganta…, congestión en las vías respiratorias…, cabeza cargada…, estómago ‘revuelto’…., estómago ‘revuelto’…, helor en la palma de la mano derecha…, un poco también en la izquierda…, agarrotamiento en ésta…, agarrotamiento en ésta…, carga y congestión, cansancio…

Emocionalmente siento… decepción y tristeza… una total decepción y tristeza…. Desolación y ahogo. Desolación y ahogo…”.

(Escribo todo lo que hago). “Toso, toso, toso…”. (Escribo todo lo que pienso). “Ya ha finalizado todo… Ya ha finalizado todo… Ya ha

finalizado todo… Mi cuerpo está carbonizado, pálido, blanco… Mi cuerpo está carbonizado. Mi cuerpo está carbonizado… Hay miles,

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o cientos, o muchos cuerpos como el mío, todos juntos, todos juntos, todos juntos… Hay miles de cuerpos carbonizados… hay miles de cuerpos carbonizados… hay miles de cuerpos carbonizados… están todos como en un socavón o agujero… como en un socavón o agujero… No dejo de mirar aquello. No dejo de mirar aquello…

Estoy lleno de desconcierto: ¿esto es el mundo? ¿La vida era esto…?

Miro los cadáveres de los presos…, miro los cadáveres de los presos… miro los cadáveres de los presos…

Por allí hay soldados, haciendo su trabajo, sin importarles nuestros cuerpos… Algo de ellos también está ahora en el plano en el que nosotros nos encontramos, en el plano en el que nosotros nos encontramos…, en el plano en el que nosotros nos encontramos… No sé qué son ellos… No sé qué son ellos… No sé qué son ellos… No quiero saberlo, no quiero saberlo, no quiero saberlo…

Toso, toso y toso… Debo de saberlo, debo de saberlo… Ellos son el resultado de nuestro miedo, ellos son el resultado

de nuestro miedo… Sin nuestro miedo, ellos no habrían entrado, sin nuestro miedo

ellos no habrían tenido acceso… El miedo es la trampa por la que siempre se cuelan ellos, el miedo es la trampa por la que siempre se cuelan ellos… Por eso su principal objetivo es seguir dándonos miedo… SU PRINCIPAL OBJETIVO ES SEGUIR DÁNDONOS MIEDO…

Ellos viven de nuestro miedo… ellos viven de nuestro miedo… ellos viven de nuestro miedo… Sin nuestro miedo ellos no viven. Nin nuestro miedo ellos no tienen acceso… Ellos son eso que nosotros llamamos ‘el mal’, o ‘la Bestia’… Hay millones y millones de ellos… Hay millones y millones de ellos… Hay millones y millones de ellos…

No debemos tener nunca miedo. No debemos tener nunca miedo. La muerte no existe. Todo aquello de lo que tenemos miedo es una creación suya que nosotros hemos asumido, que nosotros hemos asumido, que nosotros hemos asumido…

Es muy urgente, mucho, salir del miedo. Salir del miedo es salir del tiempo. Salir del miedo es salir del tiempo. Salir del miedo es salir del tiempo…

Miro los cadáveres, y veo que nosotros no somos esos cuerpos. Era mentira que nosotros fuéramos esos cuerpos. Era

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mentira que fuésemos a morir: aquí estamos, completamente vivos y conscientes, completamente vivos y conscientes…

Conozco al soldado que violó a Viktor, y conozco a miríadas de entidades como ésa…, miríadas de entidades como ésa…

Ya no las admito en mi vida. Ya no las admito en mi vida. Ya no las admito en mi vida. Sus cuerpos, parecidos a los nuestros, fueron sus disfraces, pero ahora puedo ver su espíritu, y aquí no sirven los disfraces… Aquí no sirven los disfraces…

Esas entidades se retiran, regresan al último infierno, regresan al último infierno, regresan al último infierno…

Ya no pueden nada contra mí, porque yo ya sé que están muertos, yo ya sé que están muertos, yo ya sé que están muertos…

Y yo estoy vivo. Yo estoy vivo. Yo estoy vivo… Sé quién es mi hermano, y lo espero… Sé quién es mi

hermano, y lo espero… Sé quién es mi hermano, y lo espero… Mi hermano soy yo mismo. Mi hermano soy yo mismo. Mi

hermano soy yo mismo. Es en mí mismo donde debo vencer la penúltima batalla contra

el miedo. Es en mí mismo donde debo vencer la penúltima batalla contra el miedo… La penúltima batalla contra el miedo…

Sigo tosiendo… ¿Cuál es, pues, la última batalla? La última batalla es el cuerpo. La última batalla es el cuerpo. La

última batalla es el cuerpo…”. 2.- ¿Qué otros significados más conscientes puedo darle?

(Pregunto a mi Consciencia). “Recuperaré tu cuerpo y tu gesto, tu instante… Hablo... de un amor infinito”. 3.- ¿Cómo reacciono cuando tomo conciencia de ellos?

(Escribo todo lo que siento). “Físicamente siento… calor en las palmas de las manos…,

congestión respiratoria, también en la cabeza…, cansancio, mucho cansancio…, mucho cansancio…,

Emocionalmente siento… una esperanza y certeza secretas…”. (Escribo todo lo que hago). “Sigo tosiendo… Sigo tosiendo…”. (Escribo todo lo que pienso). “Debo guardar el secreto”.

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Miércoles 17 de marzo de 2010

Cabouli, Moody, Grof

Después de estudiar el trabajo de estos tres especialistas sobre las llamadas 'regresiones' mis conclusiones personales -siempre provisionales- son:

- Cabouli aporta elementos técnicos de un valor incalculable, que coinciden con la Exploración de Consciencia. Sin embargo está completamente limitado por los prejuicios de su formación espiritista.

- Moody reduce la terapia regresiva al trabajo con hipnosis, con lo cual sus métodos a mí no me interesan. Sí me parece muy valiosa, en cambio, su propia experiencia.

- Con Grof es siempre con quien más sintonizo. No sé por qué, de la misma manera que no lo hago con Weiss.

Y sobre lo que me preguntáis, sobre mi propia experiencia: - Esos recuerdos de otros espacios y otros tiempos tienen

exactamente las mismas características que cualquier otro recuerdo de este espacio y de este tiempo. ¿Pueden tener también algo de deformación o de fantasía? Sí. Igual que lo que recuerdas de hace un momento. ¿Y las personas que dicen haber sido personajes 'importantes'? Yo, personalmente, creo que se están mintiendo a sí mismas, como suele hacerse en la vida cotidiana, para compensar desequilibrios afectivos.

- ¿Corresponden a 'otras vidas'? No. No hay otras vidas. Hay esta vida.

- ¿De dónde proceden pues estos recuerdos? Mira, ésa es para mí la pregunta clave: por lo que yo he 'visto', existen 'en el espacio' unas pequeñas 'cuerdas' que son justo esas memorias. Esas memorias son nuestras, aunque conscientemente no lo sabemos. Cada vez que tomamos consciencia de una de esas cuerdas, nos reconectamos, rompemos el tiempo y, en alguna medida, nos liberamos del estado regresivo y comenzamos a vivir más la realidad presente. Ese proceso de liberación es enormemente importante.

¿Cómo se accede a esas memorias, cómo hacerlas conscientes?

Es muy fácil. Seguro que hay infinitos modos de acceso. En la Exploración de Consciencia aparecen espontáneamente, cuando menos lo esperas, que es justo cuando estás perfectamente preparado para comenzar a hacerles frente.

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Otro modo es con ayuda externa o incluso tal vez sin ella. Ten en cuenta esto:

- Cualquier estado que no sea la paz perfecta es un estado regresivo.

- Puedes servirte, por ejemplo, de la memoria que guarda tu cuerpo. Toma profunda consciencia de lo que estás sintiendo físicamente, y pídele a tu cuerpo o a tu Consciencia que te lleven al momento del pasado donde por primera vez experimentaste eso...

- Bueno, ya tienes abiertas las puertas del recuerdo. Ahora observa lo que sucede. Seguramente no va a ser agradable. A menudo no querrás verlo... Ten paciencia. Míralo todo como una película, desde fuera... Aún así, lo que veas puede causarte un impacto muy grande...

- Toma consciencia de cómo aquel suceso ha seguido influyendo en tu vida presente.

- Si hay más gente contigo en aquel momento, trata de ver si los conoces en tu vida presente. Seguramente entenderás cientos de cosas que hasta ahora te habían resultado un misterio.

- La terapia es romper el tiempo. Has viajado hacia el pasado. Tú eres el futuro de esa persona a la que estás viendo. De la misma manera en que lo que hagas hoy construirá tu mañana, lo que hiciste ayer ha construido tu presente. Atención ahora: no te creas las mentiras de la culpa y del karma. Dios no culpa ni condena. Eso son blasfemias. Si en aquel tiempo hiciste algo que ahora te afecta, retrocede un poco antes, habla con esa persona que fuiste tú en el pasado y, junto a ella, que eres tú (ahora tú con mucha más consciencia) busca una solución positiva, de manera que donde hubo dolor pongas amor, como decía Francisco (de Asís).

Es así de fácil y así de contundente. Eso es romper el tiempo. Eso es comenzar a dejar de vivir en el pasado para empezar a vivir en el presente. Ése es el camino, o al menos un camino, a lo que metafóricamente se conoce como la Tierra Prometida. La Tierra Prometida eres tú mismo.

Jueves 18 de marzo de 2010

"¿Por qué no te pones el pantalón azul?"

A veces me quedo trabajando hasta altas horas de la madrugada y me voy a dormir cuando la mayoría de la gente se levanta. Tengo una vecina cuyo despertador oigo más que el mío y, no sé cómo, algunos días se lo deja encendido, haciéndome

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imposible conciliar el sueño. Uno de esos días en los que se levanta y se pone a gritar, le dice a su hija esta frase profunda: "¿Por qué no te pones el pantalón azul?".

Claro que, para frases lapidarias, mi favorita es la de una psicóloga a la que en una reunión de animales le escuché decir, muy convencida: "A mí me gutta comé toda la semana un pa de vece un buen filete" (habla así, lo prometo).

En esta última etapa en la que hemos tratado de la reencarnación, yo me pregunto: ¿Serán mis vecinas las reencarnaciones de Sócrates y de Platón? ¿Será la psicóloga la reencarnación de Einstein?

Pocas cosas me duelen más que la superficialidad. Siento que se malgasta la vida. A los treinta y pocos viví mi segunda gran crisis, y desde ella se me advertía: "Cuidado: detrás de la apariencia de ser iguales, sois muy distintos, muy diferentes". Por supuesto que, en aquel tiempo, yo no lo entendía. Ahora lo voy comprendiendo. Mis vecinas y la psicóloga no son mis semejantes (o sólo lo son en el cuerpo). No voy a decir que me parezcan trozos de carne con ojos, porque sus ojos, newtonianos ellos, no miran ni hacia fuera ni hacia dentro. Se parecen mucho más a las amebas que, según aprendí, tienen tres funciones: nutrición, relación y reproducción. La vida y la consciencia no están entre ellas.

Puedo engañarme o puedo dejar de mentirme. No me siento solo en el mundo: me identifico con cada gota de agua y con cada brizna de hierba. Pero en modo alguno me identifico con la bestia.

Hace poco alguien me regaló un llamador de ángeles, un colgante de ésos que se han puesto de moda. Decepcionantemente, el mío no sonaba. "Espero que los ángeles no necesiten que yo los llame con esto" -pensé en aquel momento. Quien me lo regaló prometió traerme otro y me dijo que tirase ése. Yo nunca tiro nada. Hoy lo he cogido, y sonaba. ¿A qué ángel habrá llamado? ¿A Gabriel, al de siempre...?

Jueves 18 de marzo de 2010

Eros, filia y ágape

Tradicionalmente se distinguen tres formas de amor: el amor físico (eros), el amor fraterno (filia) y el amor divino (ágape).

Eros y filia son ágape. Cuenta la leyenda que una vez alguien preguntó a Pedro: "¿Qué relación hay entre el amor de Dios y el

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amor que un hombre siente por una mujer?". Y el apóstol respondió: "Son lo mismo". Pedro no se refería, claro, a masturbarse con los genitales de la pareja, eso que ahora se llama 'hacer el amor'.

De entre las tres formas de amor, ¿hay alguno que sea el más importante?

Ahora responde Jesús: "Si no amas a tu hermano, a quien ves, ¿cómo dices amar a Dios, a quien no ves?".

De las tres formas del amor, el amor fraterno es el más importante. Dicho de un modo menos solemne: O somos hermanos, o no somos nada. Ser hermanos es serlo todo. La hermandad trasciende cualquier rol, cualquier papel en el teatro. La hermandad tiene que ver con el origen y no con artificiosas intenciones de ser bondadosos.

¿Dónde están tus hermanos? ¿Dónde están mis hermanos?

Sábado 20 de marzo de 2010

Filia

La foto que ilustra esta entrada habla del más importante amor en el universo: un niño palestino y un niño judío caminan juntos y abrazados.

Durante muchos años, mi escritor favorito fue Rumi, el místico sufí. En mis estados más amplios de consciencia sus palabras eran mis palabras. Yo sé qué es descubrir a Dios en un hermano. De hecho, creo que es lo único que sé.

Domingo 21 de marzo de 2010

De la 'sanación' a la 'terapia'

Yo nunca he sido sanador. Es más, dudo de que haya alguien 'enfermo'. Creo que eso que llamamos 'enfermedad' es otra cosa. Desde mi experiencia actual, la enfermedad sería la actualización inconsciente del pasado. El campo de la consciencia me resulta mucho más cercano que el de la medicina, que nunca me ha interesado. Tal vez por eso, desde el primer día, intuía que la Sanación Reconectiva sería para mí un aprendizaje fundamental, pero no mi último destino. Ahora, tras un año de investigación

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intensa y específica, me parece estar transitando desde la 'sanación' hasta la 'terapia'.

Llamo TERAPIA RECONECTIVA al resultado dinámico de la confluencia, fundamentalmente, de dos experiencias: la Exploración de Consciencia y La Reconexión.

Elijo la palabra ‘terapia’ porque me parece más amplia y veraz que otras como, por ejemplo, ‘psicología’. Utilizo el adjetivo ‘reconectiva’ por la determinante influencia del trabajo del Dr. Eric Pearl en el desarrollo del mío y por compartir el objetivo del mismo: reconectar las cuerdas (las memorias que nos muestran lo que esencialmente somos).

La TERAPIA RECONECTIVA utiliza la Exploración de Consciencia como herramienta para la liberación del sufrimiento y para la recuperación de la información sobre nuestra identidad y nuestro destino, con el consiguiente autodescubrimiento y transformación en todos los aspectos.

La Exploración de Consciencia consiste en un autocuestionamiento que puede hacer cada cual consigo mismo. No es para todo el mundo. La mayoría parece preferir seguir durmiendo, seguir muriendo. Es su derecho, del mismo modo que despertar es el mío.

“Vendrá un tiempo en el que uno tendrá que olvidar todo lo que ha aprendido”. (Ramana Maharshi).

Cuando bajo a la mente me asaltan las dudas acerca de si lo que estoy haciendo es lo correcto. Pienso cosas del tipo de la Sanación Reconectiva no debería tocarse de cómo ha sido formulada, a pesar de los innumerables llamamientos de Pearl a seguir adelante. En cuanto modo de sanación, yo, que estudié otros como Reiki en los años noventa, debo decir muy claro y para siempre que la diferencia entre la Sanación Reconectiva y el resto de formas de sanación que yo he conocido guarda una proporción similar a la que habría entre una playa y un grano de arena. Es más, no quiero ocultar que en esta moda de la Nueva Era casi todo me parecen tomaduras de pelo, algunas de ellas con efecto placebo, al igual que ocurre con la ciencia.

En mi corazón no hay dudas, ni tampoco certezas. Simplemente camino día a día, descubriendo, tal vez, nuevas estrellas.

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Lunes 22 de marzo de 2010

Volveré

Volveré escoltado por Sol, tras dormir en el vientre lunar que me devolverá la memoria. Volveré de blanco y luz, de albor y altura. Guarda mi casa hasta entonces, hermano de la Tierra, pues en tres tiempos volveré, para dar razón a la voz de los locos y a la necesidad de esperanza. Quedará reparada tu mirada de los golpes de impostores ya desaparecidos, disueltos en el azufre de su ser, endiablados mercaderes del dolor, repugnantes bestias: ¡fuera de las Estrellas! Los arrojaré más allá de mí, al infierno que construyeron violando mi recuerdo con su guerra. Volveré escoltado por Sol, y mil espadas de fuego desde mis pies limpiarán la morada indefinida donde tú y yo seremos uno, hermana Tierra. 'Ya viene Urano', 1993.

Miércoles 24 de marzo de 2010

Tomo en propiedad

Tomo en propiedad mi tú. Tú eres mi tú, y en ti deposito todo mí,

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tras haberme desprendido de lo que no era nuestro. Así es más o menos un beso.

Miércoles 24 de marzo de 2010

Vine

"Quan pugues torna al meu costat, que sense tu no sé volar...". ('Vine', Joan Amèric) "Cuando puedas vuelve a mi lado, que sin ti no sé volar...". ('Ven', Joan Amèric)

Viernes 26 de marzo de 2010

Salir de Mauthausen

Yo no soy Viktor, por más que en mi memoria vivan todos sus recuerdos... O sí lo soy por completo.

Tampoco ahora me llamo 'Víctor', aunque ésa ha sido la clave del descubrimiento.

A día de hoy, aún no he salido del todo de Mauthausen. Pero conozco el camino para hacerlo...

“Durante años, copiando a los demás, traté de conocerme. Desde dentro no podía decidir qué hacer.

Incapaz de ver, escuché mi nombre. Luego, salí afuera”.

Rumi

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Lunes 29 de marzo de 2010

Y en un instante acabó el tiempo

El trapecista de nuevo encarcelado y sin amigos abrió por fin el séptimo sello. Llovió toda la noche y lo que quedó por debajo de él se inundó. Los siete mil rostros de la bestia se miraron entre sí, por toda la Tierra, comenzando a no ver nada, y aquél, sentado donde no llega el fuego, comprobó el cumplimiento de cada palabra, esperando, ya ajeno, la llegada de la amada. Por última vez recordó la soledad, el dolor y la ofensa, que pronto tampoco serían memoria. Cansado de gritos, encogió las piernas para evitar mordeduras de atrasados engaños. Elevó la cabeza y fijó la mirada en donde ella ya estaba llegando. Y en un instante acabó el tiempo.

Lunes 29 de marzo de 2010

Hoy empieza todo...

"Convertirem els silencis en or i els mots en foc". M. Martí i Pol, 'Ara mateix'. “Convertiremos los silencios en oro y las palabras en fuego”. M. Martí i Pol, 'Ahora mismo'.

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"We shall not cease from exploration and the end of all our exploring will be to arrive where we started and know the place for the first time". T. S. Eliot, 'Four quartets'. “No cesaremos de explorar y el fin de toda nuestra exploración será llegar a donde arrancamos y conocer el lugar por primera vez”. T. S. Eliot, 'Cuatro cuartetas'. "Convertirem el vell dolor en amor". M. Martí i Pol, 'Ara mateix'. “Convertiremos el viejo dolor en amor”. M. Martí i Pol, 'Ahora mismo'.

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