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EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. DOMINGO 14 DE AGOSTO DE 1938. JSí--.-.. ...1 .V ;Y ^^r 3 tria _ -aaa Hace hoy cien años apareció ahorcado en "El Morro" Buenaventura Quiñones \ I »« Kl patricio Anrin'-s Sahador Vizrarrondo, quien ron la cooperación de su hermano Juan y de Buenaventura Quiñonen planeó el levantamien- to de 1838 para establecer la independencia de Puerto Rico. Don Buenaventura Valentín Qui- ñones y Vizcarrondo figura en el grupo de puertorriqueños que en la primera mitad del siglo XIX se pre- ocuparon hondamente por la suerte lio del Morro de esta Capital, acu- sado de estar conspirando contra el Gobierno de España para estable- cer la independencia de Puerto Ri- co, depara una buena oportunidad » I La reina regente María Cristina confirmó la aentencla de muerte que el consejo de guerra Impuso a Ion hermanos Vixcarrondo y a loa sar- gentos Salinas y ¡Santillana, V de nuestro país y concibieron y alen- taron el anhelo de libertarle de la tutela española. El centenario de su muerte, trágicamente acaecida en la madrugada del 14 de agosto de 1838, mientras se encontraba preso en una mazmorra del casti- para traer al recuerdo de las ge- neraciones contemporáneas el nom- bre del olvidado patricio. Anhelos de emancipación: Desde principios del siglo XIX em- pezaron a ganar terreno las ideas liberales en Puerto Rico. En los Qlostora ir 9 4 Si Ud. tiene caspa y desea eliminarla, baga esto dos reces por semana: 1. Apliqúese un poco de Glostora sobre el cuero cabelludo, y luego frótese con los dedos. Repita la aplicación de Glostora hasta que todo el cuero cabelludo esté completamente cubierto. 2. Dése un masaje ftrme con los de- dos, siguiendo un morimiento circular, durante dos o tres minutos. I. Después de este masaje que rigoriza las glándulas capilares, lá- vese bien la cabeza. Pronto desaparece la caspa y su pelo lucirá limpio y resplandeciente. Además, Glostora mantiene sano y fuerte el cuero cabelluda JPor qué no hace Ud. la.prueba hoy mismo7 a Va elegancia, y eá/alandot di caMío hombres de sensibilidad alerta nuestras realidades políticas y eco- nómicas se iniciaba, en efecto, uno como despertar dt la conciencia ciudadana. Diversos acontecimientos de ka .época fueron clarificando las ideas y dando impulso a aquella sacudi- da patriótica. Entre otros sucesos que ejercieron positiva influencia en el desenvolvimiento de nuestro pueblo, merecen destacarse el alza- miento de España contra Napoleón; el establecimiento de la Suprema Junta Central Gubernativa del Rei- no, con representación de todas las provincias, Puerto Rico inclusive, haciéndose constar que no éramos una colonia o factoría, sino una parte integrante de la monarquía; la convocación de las Cortes de Cá- diz: la brillante labor de Ramón Power como diputado de la Isla; la implantación de la Constitución política de 1812; la abrogación de las facultades omnímodas de que se hallaban investidos los goberna- dores de Puerto Rico, y el otorga- miento de la Cédula de Gracias, que abría nuevos cauces a la economía insular. Otros factores que contri- buyeron a animar en loa espíritus más avisados el sentimiento de la nacionalidad puertorriqueña fueron el movimiento emancipador de la América española, la proyectada expedición de Bolívar para libertar a Cuba y Puerto Rico y el restable- cimiento del absolutismo en Espa- ña. Fernando VII disolvió las Cortes, anuló la Constitución de Cádiz y confirió nuevamente facultades om- nímodas a los gobernadores de Puerto Rico. En mayo de 1814 cesó nuestra representación en las Cor- tes hasta el año 1820, en que fué implantada por segunda vez la Constitución de Cádiz en la Isla, ostentando entonces nuestra dele- gación en el Parlamento don Deme- trio O'Daly y luego don José Ma- ría Quiñones. En 1823 Fernando VII volvió a declararse Rey absoluto. Anuló la Constitución, disolvió las Cortes, y asi siguió gobernando has- ta que sobrevino su muerte en 1833. La reina viuda, María Cristina, asu- mió el poder a nombre de su hija Isabel II. Surgió entonces en Es- paña la guerra civil, en la cual ab- solutistas y liberales luchaban con singular denuedo. En Puerto R<co tuvo aquel conflicto una repercu- sión en la llamada conjura del Re- gimiento de Granada, en 1835, pa- ra restablecer en la Isla la Cons- titución de Cádiz. Asegura Pérez Morís en su Historia da 2a Insu- rrección de Laret que esta conspi- ción fué la primera intentona serla que se hizo en Puerto Rico en pro del separatismo. Al año siguiente, por real decre- to de la Reina Gobernadora, fué implantada en Puerto Rico por ter- cera vez dicha Constitución, pero sólo estuvo en vigor por breve tér- mino, toda vez que las Cortes apro- baron, en 18 de abril de 1837, una disposición al efecto de que las pro- vincias de ultramar se rigieran en lo sucesivo por leyes especiales. Todo este desenvolvimiento histó- rico produjo inevitable descontento en Puerto Rico. La pérdida de la representación parlamentaria y la sujeción a supuestas leyes especia- les que, como cuestión de hecho, jamás se promulgaron, restablecían en la Isla el régimen absolutista y vedaban toda esperanza de mejora- miento dentro de aquel sistema de gobierno. Era natural que surgiera entre los puertorriqueños un senti- miento de honda decepción y que muchote pensaran en la convenien- cia de un movimiento para emanci- par la Isla del poderlo de España. Una ilustre familia puertorriqueña: El liberalismo habla echado pro- fundas raices en hombres de dis- tinguida posición en el país. Talea los Quiñones y lo$ Vizcarrondos, algunas de cuyas ramas, como la que ahora nos ocupa, estaban em- parentados entre si. De la destacada afiliación liberal de los Vizcarrondos da claro testi- monio una carta dirigida, en 18 de noviembre de 1824, a don José de Luque, agente de los insurgentes colombianos en St. Thomas, por don José Ignacio Grau, preso a la sa- zón en el Castillo de San Cristó- bal, informándole las personas de- cididas a tomar las armas a favor de la república de Colombia en el momento en que se presentara a la vista de la Isla la más mínima fuerza colombiana. Alude a aquel movimiento revolucionarlo como "el norte de seguridad para nosotros los puertorriqueños, que aún nos tie- ne la suerte sufriendo el yugo cruel de un bárbaro y odioso gobierno", y después de señalar varios nom- bres de personas adictas a la cau- sa, afirma que puede contarse con "todos los Vizcarrondos". El fundador de esta ilustre fami- lia puertorriqueña fué don Andrés Eduardo Nicolás de Vizcarrondo y Manzi, natural de la Isla de Elba, cuando ésta era posesión española. En 1765 se le confirió la comandan- cia de todas las compañías de mili- cias que se formaran en Puerto Ri- co. Contrajo matrimonio en nues- tro pala con doña Ana Martínez de Andino y Ferrar, procreando cinco*] hijos: Andrés Cayetano, José, Gas- par, Nicolái y Cándida. Andrés Ca- yetano fué Coronel de Infantería, y José, Teniente Coronel de Arti- llería. Ambos tomaron parte en la defensa de la Isla durante el aitio de los ingleses en 1797. Gaspar y Nicolás fueron capitanes de Infan- tería. Andrés Cayetano te casó con do- ña Josefa Ortíz de Zarate, y tuvo en au matrimonio ocho hijos: An- tonio, José (padre de Julio L. Vizca- rrondo, el notable abolicionista puer- OPPORTUNITY Wlll sublet new three bed- room apartment, hot water, servants quarters, elote to Condado Beach. Coolest apart- ment ln Santurce, very rea- sonable rent TeL 3823, San- turce. El patriota puertorriqueño fué encarcelado allí por la conspiración de 1838.-¿Un suicidio o un asesinato?-Condenados a muerte Andrés y Juan Vizcarrondo, lograron escapar hacia Vene- zuela.-Fra'ncisco Salinas y Ezequiel Santillana ejecutados a garrote, en la mañana del 6 de oc- tubre de 1840, por la causa de la Independencia. Por VICENTE fcEIGEL POLANCO —— torrlquefto), María Asunción, María Francisca, Margarita, Lorenzo, An- drés Salvador y Juan. Estos últi- mos tres figuraron en los sucesos que vamos a narrar en breve. Buenaventura Valentín Quiñones y Vizcarrondo: Doña Cándida, hija del fundador de la familia Vizcarrondo en Puer- to Rico, contrajo matrimonio con don Buenaventura Quiñones. De es- ta unión nació don Buenaventura Valentín Quiñones y Vizcarrondo en la ciudad de San Juan de Puer- to Rico el día 13 de febrero de 1804. Su partida de bautismo lee asi: "En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Juan Bautista de Puerto Rico, a !• del mes de Marzo de mil ochocientos y cuatro, el Pa- dre Fr. Domingo Reyes, Religioso Presbítero de la Orden de San Frau., lisentla Parrochl, bautizó solemne- mente y puso óleo y crisma a Bue- naventura Valentín, que nació el dia trece de Febrero del presente año, hijo legitimo de don Ventura Quiñones y de Da. Cándida Vizca- rrondo, fueron padrinos: Don Nico- lás Vizcarrondo, Capitán del Regi- miento Fixo de esta Plaza, y su es- posa doña María de Andino a quie- nes advertí el parentesco espiritual y sus obligaciones. Siendo testigos don Franco, de Torres y Cayetano Rodríguez de q. yo el Cura de S. L Catedral doy fe.—Dr. Nicolás Ruiz y Peños." Algunos historiadores de estos úl- timos tiempos, que en notas inci- dentales de sus escritos aludieron a este patricio, le confundieron con otras personas del mismo nombre. En una nota que puso el doctor Coll y Tosté al pie de la partida de bau- tismo de Quiñones, inserta en el to- mo VI del Boletín Histórico, afir- que "el 13 y 14 de marzo de 1814 se eligió en Puerto Rico para Diputado a Cortes a D. Gabriel Ayesa y como auplente a D. Buena- ventura Quiñones". Si Quiñones ha- bla nacido en 1804, como reza la partida, apenas contaba entonces diez años de edad. Evidentemente, se refería el sabio historiador a don Buenaventura Quiñones y Nazarlo de Figueroa, hermano del diputado, don José María Quiñones, que nos representó en laa Cortea de 1813 y 1814 y luego en las del año 22 y 23. Don Mariano Abril incurrió en igual confusión de nombres en un escrito publicado en este diario el 16 de diciembre de 1921, hacienda más tarde la aclaración pertinen- te. La proyectada revo- lución de 1838t Alentados por el triunfo de la re- volución hispanoamericana y per- suadidos de que bajo la tutela España seguirla la Isla sometida a ...-- -—— - •, ¡*rr. ..¡feas** 'í58"^' * * Qss> 4* *r~ .<£^~ V 4.." * 5 i KMy* k 5 ? * ' 4 ." ' ». * W&M t Vlata aérea del castillo del Morro, en una de cuyas mazmorra* apareció ahorcado Buenaventura Quiñones en la mañana del 14 de agesto, 1838, una hacienda que poseían los Vlzca rrondos a unas cuatro leguas de la Capital, y allí habla sido amplia* mente informado de los planes po- líticos que se venían impulsando, con los cuales se solidarizó inmedia- tamente. Santillana habla partici- pado en la intentona de 1835 y es- taba presto a cooperar en el movi- miento emancipador. Ambos acep- taron la encomienda de hacer pro- paganda en el Regimiento, ganando para la causa el mayor, número posible de voluntades. De la organización con que se contaba en la Isla para llevar ade- Femando Tu disolvió las Cortes y anuló la Constitución de Cádiz, contribuyendo con su política reaccionaría a fomentar el sentimiento de independencia. las durezas del régimen absolutis- ta, un grupo de puertorriqueños de destacada prominencia social y de grandes Influencias en todo el país venia preparando un movimiento insurreccional enderezado a estable- cer la independencia política de Puerto Rloo. Dirigía el levantamien- to don Andrés Salvador Vizcarron- do, con la decidida colaboración de au hermano don Juan y de su pa- riente don Buenaventura Valentín Quiñones y Vizcarrondo. La sublevación contaba con al apoyo de algunos oficiales y nume- rosos soldados del Regimiento de Granada, que eran abiertamente li- berales en sus ideas políticas, como se pudo comprobar a raiz de la ti- tulada conjura de 1835. Loa sargen- tee Francisco Salinas y Ezequiel Santillana eran los puntos de con- tacto con el Regimiento. El prime- ra) habla estado convaleciendo tn¡ lante el proyecto y de la medida en que éste era secundado por el pueblo, no tenemos datos exactos Se sabe, sin embargo, por los frag- mentos publicados del expediente de la causa que se siguió contra los conspiradores, que el levantamien- to contaba con la simpatía de mu- chas personas influyentes. Nagua- bo era el "único pueblo que aún no habla contestado el plan." Varios ciudadanos de buena posición eco- nómica estaban comprometidos a financiar la empresa. En las casas de comercio de Nebat y Blanes y en la de Dalmau (dueño de una im- prenta) se tenían veinte mil du- ros para repartir a la tropa. De acuerdo con el testimonio re- cogido en la Investigación fiscal, el plan consistía en aprovechar un sá- bado —dia en que lo soldados no tendrían cartuchos— para dar el golpe, Estando- a cargo de alguno» de los conjurados la guardia del cas- tillo de San Cristóbal, ellos fran- quearían la entrada al paisanaje para que se apoderara de dicha for- taleza. El capitán don Lorenzo de Vlzccrrondo vendría en el momen- to oportuno a la cabeza de los cam- pesinos que estaban comprometidos para la sublevación, y el capitán don Pablo Andino acudiría con su compañía de milicias de Loiza a prestar ayuda a los pronunciados. Esta misma fuente de informa- ción demuestra que el verdadero objetivo del movimiento era procla- mar la Independencia de la Isla. Fi- gura en el expediente la declara- ción del cabo primero Manuel Bu- sengol asegurando que habla oído muchas veces al Sargento Santilla- na decir: "Con independencia vivi- mos; de otro modo no"; la del sar- gento José Baquero al efecto de "que estando en la parada se le acercó el aargento segundo Fran- cisco Salinas y le preguntó si que- ría entrar en un complot que su tramaba para hacerse independien- tes", y seis- testimonios más acredi- tativos de que la finalidad del pro- yecto era emancipar la Isla del do- minio de España. Descubierta la cons- piración: Próximo ya a efectuarse el re- clutamiento para dar el golpe, lis- tos los granaderos y milicianos'pa- ra facilitar el levantamiento y pre- paradas las banderas que habrían de tremolar las fuerzas libertado- ras, un sargento nombrado Juan Alcansa enteró al jefe accidental del Regimiento, de Juan Barran- co, de todos los detalles del pro- yecto de Insurrección. Este se apre- auró a notificarlo al gobernador de la isla, don Miguel López de Ba- ños, quien mandó instruir inmedia- tamente el correspondiente suma- rio. Con fecha 15 de julio de 1838 designó fiscal de la causa a don José María Ramírez, capitán del tercer batallón de milicias, y se- cretarlo al subteniente don Manuel Loureyro. Se ordenó el Inmediato arresto de seis sargentos, tres ca- bos y ocho soldados. A los tres días de estarse instruyendo la causa. el Tribunal solicitó del Capitán Ge- neral la prisión de don Andrés y don Juan Vizcarrondo, de don Buenaventura Valentín Quiñones y de los capitanes don Lorenzo Viz- carrondo y don Pablo Andino, co- mo principales instigadores del pro- yecto revolucionario. Cuando fue- ron a diligenciar la orden de apres- to, no pudieron localizar a don Andrés ni a don Juan Vizcarrondo, por haber logrado éstos burlar la vigilancia, trasladándose luego a Venezuela. Don Buenaventura y los capitanes Vizcarrondo y Andino fueron arrestados el día 19 de ju- lio, quedando a disposición del Tri- bunal Militar. ¿Suicidio o asesinato? En una mazmorra sel castillo del Morro fué encarcelado Quiñones. La investigación fiscal siguió su curso. Veintiséis dias después —pre- cisamente en la mañana del 14 de agosto de 1838—apareció éste ahor- cado en su celda. ¿Se suicidó el pa- triota al ver frustrado el proyecto de emancipación patria, en que tan- tas esperanzas tenia cifradas, y saber, además, que por su activa participación en el movimiento po- siblemente serla ejecutado, o fue- ron manos criminales las que le privaron de la vida? Nunca ha po- dido ponerse en claro la verdad de lo ocurrido. La versión oficial fuá que se trataba de un suicidio. El comandante del Morro pasó al go- bernador López de Baños un aviso concebido asi: "En este momen- to se acaba de hallar a don Buena- ventura Quiñones ahorcado con un pañuelo y las sogas de la hamaca. No he querido tocar su cadáver hasta que V. E. determine". El Go- bernador dispuso que la nota pa- sara inmediatamente al Fiscal de la causa para que procediera al re- conocimiento del cadáver por dos facultativos, y resultando cierta la muerte, se pusiera en la causa tes- timonio de la diligencia y se de- positara el cadáver para darle se- pultura. Los doctores Joaquín Bosch y Jo- Cantero procedieron a reconoce* el cadáver, levantando»; al efecto un acta de la diligencia que dice asi: "Reconocimiento del ca- dáver de D. Buenaven- tura Quiñones". En la plaza de Puerto Rico a los catorce dias de agosto de mil ocho- (Continúa página 16 columna 1) LA CERVEZA DE DISTINCIÓN Cualquier médico o especialista en niños le advertirá: "No le a rus hijitos remedios des- conocidos, sin consultar primero con su médico.** Fratría Baos. A Ce, Agente» «fe e Las madres están, naturalmente, de acuerdo con esta prevención; pero, a veces la olvidan y aceptan la oportunidad de economizar al- gunos centavos, comprando una "ganga" da esas que venden por ahí diciendo que son "igualmente buenas" a productos medicinales de alta calidad y de prestigio mundial; astai-**» -* Cuando se trata del remedio um- versalmente usado para los niños —"Leche de Magnesia"— los mé- dicos siempre han especificado cla- ramente: ' Leche de Magnesia de PHILLIPS". Este famoso producto se prepara según un proceso espe- cial, en un laboratorio dedicado exclusivamente a este objeto. Señora: Tenga esto siempre pre- sente y diga claramente "Leche de Magnesia de PHILLIPS" al pedir esta producto en su farmacia; e Ahora también en forma de ta- bletas, bajo el nombre MILMAj LECHE MAGNESIA PHILLIP REGULARIZA FL APARATO DIGRblIVO

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    Hace hoy cien años apareció ahorcado en "El Morro" Buenaventura Quiñones

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    Kl patricio Anrin'-s Sahador Vizrarrondo, quien ron la cooperación de su hermano Juan y de Buenaventura Quiñonen planeó el levantamien-

    to de 1838 para establecer la independencia de Puerto Rico.

    Don Buenaventura Valentín Qui- ñones y Vizcarrondo figura en el grupo de puertorriqueños que en la primera mitad del siglo XIX se pre- ocuparon hondamente por la suerte

    lio del Morro de esta Capital, acu- sado de estar conspirando contra el Gobierno de España para estable- cer la independencia de Puerto Ri- co, depara una buena oportunidad

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    La reina regente María Cristina confirmó la aentencla de muerte que el consejo de guerra Impuso a Ion hermanos Vixcarrondo y a loa sar-

    gentos Salinas y ¡Santillana,

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    de nuestro país y concibieron y alen- taron el anhelo de libertarle de la tutela española. El centenario de su muerte, trágicamente acaecida en la madrugada del 14 de agosto de 1838, mientras se encontraba preso en una mazmorra del casti-

    para traer al recuerdo de las ge- neraciones contemporáneas el nom- bre del olvidado patricio. Anhelos de emancipación:

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    esté completamente cubierto. 2. Dése un masaje ftrme con los de- dos, siguiendo un morimiento circular, durante dos o tres minutos. I. Después de este masaje que rigoriza las glándulas capilares, lá- vese bien la cabeza. • Pronto desaparece la caspa y su pelo lucirá limpio y resplandeciente. Además, Glostora mantiene sano y fuerte el cuero cabelluda JPor qué no hace Ud. la.prueba hoy mismo7

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    hombres de sensibilidad alerta nuestras realidades políticas y eco- nómicas se iniciaba, en efecto, uno como despertar dt la conciencia ciudadana.

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    Fernando VII disolvió las Cortes, anuló la Constitución de Cádiz y confirió nuevamente facultades om- nímodas a los gobernadores de Puerto Rico. En mayo de 1814 cesó nuestra representación en las Cor- tes hasta el año 1820, en que fué implantada por segunda vez la Constitución de Cádiz en la Isla, ostentando entonces nuestra dele- gación en el Parlamento don Deme- trio O'Daly y luego don José Ma- ría Quiñones. En 1823 Fernando VII volvió a declararse Rey absoluto. Anuló la Constitución, disolvió las Cortes, y asi siguió gobernando has- ta que sobrevino su muerte en 1833. La reina viuda, María Cristina, asu- mió el poder a nombre de su hija Isabel II. Surgió entonces en Es- paña la guerra civil, en la cual ab- solutistas y liberales luchaban con singular denuedo. En Puerto R