y engarzó magistralmente los recursos naturales, la población, el comerciointernacional, la acumulación de capital y la distribución.

Hay que resaltar su identificación con la Ley de Hierro, en donde se asegurabala pobreza inevitable de quienes vivieran bajo el capitalismo, y la teoría delvalor trabajo, en la que el capitalista obtenía sus ingresos menoscabando loslegítimos haberes del trabajador. A pesar de haber sido Ricardo autorconservador, agente de bolsa, terrateniente y miembro del Parlamento, sudefensa implícita de los derechos de muchos desheredados no cabe duda queposteriormente influyó en contra del capitalismo, hasta la llegada de Marx. .

El francés Juan Bautista Say (1767-1832), se mostró partidario del librecambioy defensor del equilibrio económico. Sus dos fundamentos del valor son lautilidad que aporta una mercancía y su coste de producción. Puso de relieve laimportancia del empresario y, a diferencia de Smith, consideró productivos alos intelectuales. También creía que el obrero, al vender su trabajo, renuncia asus provechos por un salario.

Por lo que más se le cita es por su famosa Ley de Say, que sostiene que laoferta y la demanda tienden a equilibrarse por sí mismas. Cuantos más bienespara los que haya demanda se produzcan, más bienes existirán en oferta, loscuales generarán a su vez más demanda para otros bienes.

John Stuart Mill (1806-1873), político inglés y filósofo moral, defendió el votofemenino y el de los trabajadores depositando mucha confianza en el porvenir.Su obra, Principios de Economía Política fue muy apreciada y aquí si bieninsistió poco en la teoría del valor, hizo una gran distinción entre las leyes deproducción y las de distribución. Si bien las primeras eran inmutables, las dedistribución estaban sujetas al control humano, en lo que basó su teoría delcomercio internacional.

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El Capitalismo

Este modelo económico surgió en Europa a principios del siglo XVII, logróimponerse con fuerza y sustituir al feudalismo, en cuanto la nueva burguesíapudo comprar el trabajo de los obreros a cambio de un salario. Su principalcaracterística es la acumulación de capital como eje de la vida económica.

Los medios de producción son de propiedad privada y operan en base albeneficio. Las decisiones financieras se toman en función de las expectativasde rentabilidad del capital y con miras a la competencia por los mercados deconsumo. El trabajo asalariado no es más que un factor de producción, endonde los derechos laborales y las condiciones de vida de los trabajadoresestán fuera de los intereses y preocupaciones del capital.

La clase social más alta en este modelo es la burguesía, tanto industrial comomercantil o financiera, que sabe invertir prescindiendo de ciertas formas de lujo.La producción y comercialización de bienes y servicios la establecen las leyesdel libre mercado, en el que cada uno defiende sus intereses. El capitalista,dispone de los recursos y pretende ampliar su beneficio por medio de laacumulación y reproducción del capital, el trabajador cumple con su labor pararecibir un salario y los consumidores obtienen productos o servicios. Encuanto al Estado, en principio sólo se responsabiliza de la defensa nacional yde hacer cumplir la Ley, como ya anunció Adam Smith.

La propiedad privada es un derecho que todos los individuos tienen, aunquepocos puedan ejercerlo. En base a este principio básico, se regulan todos losdemás elementos que lo sustentan, tales como la libertad de las empresas, elinterés propio como motivación principal, el sistema de oferta y demanda,la reducida interferencia del Estado en el mercado y la existencia de lacompetencia.

Siguen las guerras coloniales, aparecen nuevos recursos mineros, se vaimponiendo el papel moneda que adquiere personalidad y aparecen nuevasformas crediticias, mientras ciertos bancos son cada vez más poderosos.

Se acusa al capitalismo de promover la explotación. Está claro que unsistema basado en el beneficio máximo y que considera el trabajo como unamercancía más, no puede existir sin explotación. Además, al ser de propiedadprivada las riquezas que genera e incluso acumula, los ricos son cada vezmás ricos a costa de que los demás sean cada vez más pobres.

Sin embargo el capitalismo ha desarrollado fuerzas productivas superioresa todo sistema anterior. Aunque está fuera de toda duda que su dinamismo nocompensa la miseria humana que produce.

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Revolución Industrial

Tras ciertos progresos en la agricultura, se inicia en Inglaterra a principios delsiglo XVIII una inesperada revolución económica. Hay disponibilidad dematerias primas, abunda la mano de obra barata tras un éxodo rural, aparecenlas máquinas de vapor y aumentan la demanda interior y la de las colonias.

Grandes innovaciones industriales facilitan la mecanización y el aumento dela producción. Gracias a la abundancia de carbón y de hierro, la metalurgia y lasiderurgia crecen sin parar junto con el ferrocarril, el telégrafo, la navegaciónmarítima y el transporte fluvial. La producción está fuera de control, el modelocapitalista se extiende por Europa y aparece el proletariado, como nuevaclase social, que es ya un hecho irreversible.

Hacia el siglo XIX el nuevo sistema estaba ya presente en las colonias,aunque bajo otras formas de explotación. Por ejemplo, las líneas de ferrocarrilque trazaron los británicos no tenían otra finalidad que la de trasladar materiasprimas hasta sus barcos. Parecían abanicos, que confluían en aquellospuertos, sin tan siquiera molestarse en conectar a las grandes masas depoblación de las principales ciudades. Eso habría sido desarrollo local, lo cualles era indiferente. En cuanto a las condiciones de trabajo en tan apartadoslugares, hubo tolerancia total con la esclavitud y formas similares.

En España, aunque casi todo era agricultura, surgió por un lado una burguesíaperiférica y algún que otro gremio en la construcción. Los primeros conflictossociales los tenemos en la fábrica de paños de Guadalajara en 1730 y en los“alborotos del pan”, años después en Barcelona. En cuanto a industrias, unanueva siderurgia en el norte, las textiles de Cataluña y poco más.

El mercado

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Como concepto ambivalente, se la han dado muchos sentidos a esta palabra.Su definición inicial sería ese lugar donde se acude a intercambiar productosentre sí, o a cambio de dinero. Tiene su lugar reservado en la plaza del pueblo,en el zoco, el mercado central, la nación entera e incluso más allá.

Desde que se elabora un producto hasta que se utiliza o consume, la cadenavaría mucho. Hay productores, mayoristas, minoristas, quedando al final losusuarios o consumidores. A esta economía de mercado, muchos defensoresla han justificado como algo natural aduciendo que oferta y demanda se ajustanperfectamente. Ni hablar, pues la competencia perfecta exige atomización delmercado, posibilidad de entrada en el mismo, homogeneidad de productos,transparencia, movilidad de los factores de producción e incluso leyes queprotejan la propia competencia. ¿Cuándo, en la Historia, se ha dado eso?

No faltan críticos y opositores que sostienen que entre monopolios, oligopolios,falta de transparencia y abuso de la publicidad, se perturba la idea original. Enel mundo real domina un mercado imperfecto que aporta libertad solo para lospocos poderosos que deciden lo que se va a producir, defendiendo unosintereses privados muchas veces contrarios a la sociedad.

Recientemente se ha entrometido la expresión “mercados”, torpe traduccióndel inglés, que confunde lo suyo. Son los usureros al por mayor, que comprany venden acciones, obligaciones, derechos de futuro, etc., pertenecientes aentidades cuyos productos ni siquiera les interesan. Van a lo que pueden sacarde ganancia y, si detrás hay explotación, miseria y cosas peores, ellos no sesienten responsables. Especuladores incapaces de crear riqueza y deproducir algo útil y necesario.

Se ha hablado, suavizando el tema, de una economía social de mercado deaparición más bien reciente. El gobierno vigilaría la economía y la regularía endefensa de los intereses colectivos y de los menos favorecidos. Ello exigiríabuenos servicios públicos, subvenciones y una fiscalidad decente, todo ellometido en un Presupuesto del Estado bien consensuado.

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También esta forma de mercado se la conoce como capitalismo social orenano, por su aparición y aplicación en la zona alemana industrial de Renaniahacia el siglo XIX. Modelo que intenta “crear una economía que, desde la basede la competencia, combine la libre iniciativa con un progreso social...” segúnfrase del ministro Ludwig Erhard, artífice del llamado “milagro alemán” entre1949 y principios de aquellos sesenta.

Este capitalismo, bajo una forma de empresariado industrial, ha proliferando enalgunos otros países. Por ejemplo, de su sentido social y paternalista se hanpodido beneficiar muchos de nuestros trabajadores en Euskadi.

Todo esto sólo se podría lograr con la suficiente madurez histórica, trasmuchos siglos de evolución. Esta es el recorrido que hay desde el truequeentre dos cazadores del neolítico, el zoco en un patio controlado por el señordel castillo, los mercaderes de indias, el asentador de abastos, hasta lasactuales formas de intercambio. ¿Tras este recorrido, va el capitalismo aderivar hacia fórmulas de tipo social?

Idea y Realidad

Conviene resaltar una ley que siempre se ha cumplido a lo largo de la Historia,la cual sostiene que es la realidad lo que configura las ideas y no alcontrario.

Por ejemplo, nadie se pone a pensar sobre las desigualdades de clase, siestas todavía no existen, si no se dan diferencias económicas entre personas,unas disfrutándolas y otras sufriéndolas. Ni nos vamos a preocupar de si el aireque respiramos está o no limpio, antes de existir industrias contaminantes.

Primero aparecen ciertos cambios en la realidad, y más tarde, cuandotomamos conciencia del problema, lo discutimos y añadimos más ideas.Todos somos producto de nuestra época, a la que no podemos adelantarnos. Afavor o en contra de esto han ido surgiendo escuelas que diferencian a losescolásticos, los clásicos, los marxistas y a otros muchos.

Veremos enseguida las nuevas escuelas de pensamiento económico que vanaceptando esta sumisión de las ideas ante la realidad. Pronto aparece unmaterialismo que lo impregna todo y le da la vuelta tanto a la filosofía como ala ciencia experimental y social. Es quizás el mayor cambio que registra lahistoria del pensamiento, aportando toda clase de nuevas ideologías.

La Revolución Francesa

Sus antecedentes fueron la enorme deuda fiscal de una monarquía ostentosaque llevó el país a la bancarrota, un tratado de libre comercio con Inglaterraque dejó a Francia casi sin industria, más unas malas cosechas. Todo esosumió al pueblo en una hambruna insostenible, pues el presupuesto de una

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familia media para comprar pan llegó hasta el noventa por cien de susingresos.

La reciente Ilustración y sus avances en pensamiento político y social habíanpenetrado parte de la burguesía. Con ello surgió un movimientorevolucionario liderado por una clase intelectual que cuestionaba aquellaautoridad, sus injusticias y tantas desigualdades.

El pueblo en 1789 se hizo con las armas, impartió su ley y creó institucionesdemocráticas hasta entonces desconocidas, estableciendo su gobiernorepublicano, democrático y constitucional. Francia tuvo el honor, ante laHistoria, de difundir al mundo la Declaración de los Derechos del Hombre ydel Ciudadano defendiendo la libertad, la propiedad, la seguridad y laresistencia a la opresión.

Aquello tuvo pronto su reflejo social en repartos de tierras y desaparición delos privilegios de clase. Se intentó competir con la supremacía industrial ycomercial de Inglaterra, aunque no se tuvo éxito. Pero Francia pronto serecuperó, y aquella sociedad se dinamizó en todos los sentidos.

La inestabilidad política fue en aumento, apareció Napoleón imponiendo su“orden”, se creó un gran ejército y se fueron ocupando países de alrededor.Aunque la Revolución tenía sus partidarios por toda Europa, aquellasmonarquías reaccionaron y todos se vieron metidos en más guerras hasta queFrancia quedó derrotada. Volvieron las dinastías de siempre y muchosrecuperaron sus privilegios, pero los ideales de aquella Revoluciónimpregnaron al mundo para siempre.

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Economistas españoles

Ya hemos visto que España no ha sido nunca un desierto intelectual. En elsiglo XVIII, aparecieron nuevos tratadistas, aunque sin formar escuela.Como buenos pragmáticos, intentaron amoldar teorías de fuera en función denuestras necesidades. Fueron relevantes las Asociaciones de Amigos del País,que en cada lugar intentaban aprovechar sus ventajas agrarias, fabriles ocomerciales. Entre aquellos personajes, casi todos con cargo público,sobresalen Campomanes, Jovellanos y Pablo de Olavide.

Campomanes (1723-1803), destacó por susestudios de infraestructura relativos a población,agricultura, industria, transporte y comercioexterior. Decía que nuestra recuperacióndependía, además de la agricultura, deldesarrollo de la industria y de la formaciónprofesional. Dedicó gran atención a lasposibilidades de explotar nuestras colonias encuanto a pesca, tabaco, azúcar, etc. Obtuvoclaros resultados prácticos, en sus puestos degobierno, contribuyendo al desarrollo del país.

Jovellanos (1744-1811), asturiano predecesor de nuestro pensamiento liberaly conocedor de las ideas de Adam Smith, defendió la libertad individual frente ala intervención del estado. También ocupó cargos públicos y son de destacarsu Informe sobre la Ley Agraria, en la que propone desamortizacionesdestinadas a ser repartidas entre los agricultores y su Tratado sobreEnseñanza, en favor de la instrucción como fuente de prosperidad social.

Olavide (1725-1804), gran estudioso y viajero, trabajó para Campomanes en laproliferación y organización de hospicios. Siguió con la repoblación de SierraMorena, proponiendo cambios legales en cuanto a ciertas propiedades agrariasy defendiendo el aumento de la población. Finalmente redactó un informe sobrela Reforma Universitaria, por el que la Inquisición lo encarceló aunque a loscinco años consiguió escapar y exiliarse en Francia, destino fatal de tantosintelectuales y defensores de nuestra libertad.

Gracias a estos tres personajes y a otros muchos, se consiguieron avances enlo económico y en lo social en el siglo XIX, a pesar de tantos obstáculos porparte de los absolutistas, la Iglesia y la nobleza. En el siglo XIX, llegan nuevas ideas de Europa y el ambiente se caldea.Entra Napoleón inculcando el progreso a cañonazos y tenemos nuestrallamada Guerra de la Independencia. Tuvimos grandes pérdidas económicas yse redujo nuestra presencia militar en las colonias, debilidad que aprovecharonmuchos terratenientes criollos, quienes en verdad se independizaron.

El poder en nuestras Américas cambió de manos y allí se libraron de cotizar aeste Imperio que casi desapareció. La metrópoli, sin sus remesas de oro y

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plata pero con doce millones de habitantes, ya no pudo recuperarse. TambiénPortugal se quedó sin su Brasil, pero conservó extensas “provincias” africanas.

Hicimos lo imposible por tener derechos constitucionales. En 1812 creamosnuestras Cortes de Cádiz y uno de sus seguidores, el General Rafael deRiego, coordinó sublevaciones pero de la Francia reaccionaria vinieron losCien Mil Hijos de San Luis, que acabaron con nuestro diseño de libertad ynos regalaron a un Fernando VII, el “rey felón” rompedor de juramentos, másabsoluto que nadie, aunque tan sumiso unos años antes al emperador francés.Riego fue ahorcado en Madrid, aunque no descuartizado como pedía lasentencia, y entramos en una nueva etapa de miseria generalizada.

Pero fueron reapareciendo nuevos ilustrados, también en materia económicay social, influidos tanto por nuestros tratadistas del XVIII como por los clásicosingleses y franceses. Vamos a dedicarles aquí la atención que se merecen.

Álvaro Flores Estrada (1775-1854), fue el más relevante. Aunque tambiénseguidor de los clásicos y defensor del libre comercio, su posición fue más biensocializante. Miembro de las Cortes de Cádiz, buscó leyes de comportamientogeneral, aportó valiosas ideas sobre la Hacienda Pública y ante ladesamortización de tierras por Mendizábal, defendió su nacionalización. Suenfrentamiento con Fernando VII le obligó a exiliarse dos veces a Londres,donde continuó su actividad intelectual y editó su Curso de EconomíaPolítica, con interesantes ideas sobre la balanza de comercio, precios, salariosy masa monetaria. Este sirvió luego de texto para muchos alumnos.

José Manuel Vadillo (1777-1858), estudioso de los clásicos y de familiagaditana dedicada al comercio marítimo. Defendió la libertad económica, elcrecimiento de la marina mercante, el desarrollo agrario, la libertad deexportación y la prohibición de importar productos agrícolas. Defendió por tantoel consumo de bienes de producción nacional, el mantenimiento de empleo contrabas a la importación de máquinas herramienta, nuevos puertos francos paradisminuir el contrabando y la eliminación de los monopolios estatales.

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Juan Álvarez de Mendizábal (1790-1853), de familia rica al igual que losanteriores, luchó militarmente contra los franceses para más tarde fundar enParís un directorio contra el absolutismo de Fernando VII. A la muerte de éste,la renovación política le situó en el nuevo gobierno desde el que emprendió, enmuy poco tiempo, acciones para equilibrar nuestra endeudada HaciendaPública. Acometió además la famosa Desamortización de bienes de la Iglesia,cuyo resultado final fue que sus latifundios pasasen a manos de otrospotentados, sin que se obtuviese ningún avance social. Vinieron cambiospolíticos, se tuvo que volver a exiliar y al regreso al menos pudo ser diputadoen Cortes, sin mucha relevancia.

Pascual Madoz Ibáñez (1806-1870), perseguido por el absolutismo tuvo queexiliarse muy joven. En Francia inició su Diccionario Geográfico, que llevaba sunombre y que adquirió gran relevancia. Como liberal, ocupó luego cargos comoel de presidente del Congreso y Ministro de Hacienda. Su Inventario deRiquezas y Propiedades de todo el reino le dio mucha fama, llevando luego acabo una segunda Amortización con resultados bastante socializantes para losagricultores del Norte. Otro golpe militar le obligó a salir, muriendo en Génova.

Son muchos más los que aquí no caben, pero entre todos se alcanzó un nivelde conocimientos en este país que sirvió de base a nuevos economistas.

España va cambiando

A lo largo del siglo XIX fue apareciendo una discreta clase burguesa e inclusointelectual. La población creció como nunca hasta los dieciocho millones,hubo grandes migraciones a las Américas y a zonas urbanas y una granproliferación de manufacturas, junto con la modernización de nuestra mineríay su siderurgia. No dejó en todo este siglo de hablarse de una reforma agraria,que nunca llegó a materializarse.

Hubo una gran expansión de nuestra red ferroviaria y de carreteras. Elcomercio exterior y la marina mercante, primero se redujeron por la granpérdida de las colonias y luego se recuperaron, aunque siempre con déficit ennuestra balanza de mercancías. Las políticas arancelarias fueron basculandodel librecambio al proteccionismo siendo este al final el ganador. Sin embargo,por entonces nació esa disociación entre el centro de dirección política enMadrid y el económico de Barcelona.

En 1831 se instituye la Bolsa de Madrid. Al principio fue poco especulativa,pero quince años más tarde se desató un frenesí que la llevó a su primer crack.Con los ferrocarriles y otros valores, relacionados con sociedades anónimasextranjeras, se recuperó y siguió su destino. En Barcelona la institución no eraoficial, pero en 1860 crearon su Casino Mercantil cuyos socios pudieronfácilmente especular con cuantos valores industriales se les pusieron pordelante, teniendo además su refugio selecto en el Café del Liceo. No están malesos nombres que pronto se metieron en nuestra gramática, al calificar ciertasoperaciones especulativas de “economías de casino”. Esas que no generanriqueza más que a ciertos buitres, aumentando la miseria de muchos.

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El sistema monetario,anacrónico y muy diversoen monedas de oro yplata, sufrió una grantransformación. Como seacuñaba en demasiadossitios, eso se centralizópor fin y se creó el Bancode España. Así sesuprimieron muchas delas monedas y, en 1869,nació nuestra inolvidable peseta.

Con aquella Revolución Industrial y Social, cambiaron las formas deproducción y surgió nuestro proletariado. Los niveles de pobreza y miseria delos trabajadores también aquí fueron de lo más indignante. Incluso aquellasCortes intentaron frenar la emigración exigiendo una fianza a cada solicitantede 320 reales, pero fracasaron. Los gremios se transformaron y aparecieronorganizaciones obreras con ideología revolucionaria, muchas de ellas decarácter violento. Una nueva lucha de clases, apareció en España.

Pero, tanto aquí como en el resto del mundo capitalista, se consolidó la granregla de oro de que a cada progreso de la mecanización, la retribución deltrabajo disminuye y la del capital aumenta.

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La Izquierda asoma en Europa

Nos cuesta averiguar quienes podrían ser calificados o calificadas como gentede izquierdas mucho antes de la Revolución Francesa. Los había, lucharon porlos derechos y libertades de todos y muchos pagaron anónimamente por ello.Pero en nuestra actual cultura nos limitamos a la izquierda que aparece enEuropa a principios del siglo XIX.

El Anarquismo

Sus principales fundadores aportaron más ideas en materia política y social,que en teoría económica. Son comunes sus críticas a toda forma de Estado, ala Ley y a la propiedad privada. Los gobiernos pueden ser abolidos tanto pormedios no políticos de acción directa, como por movilizaciones en el mundo deltrabajo o bien avanzando en la educación. Destacaron el francés Proudhon (1809-1865), famoso por eso de “la propiedades un robo”. Admitía la propiedad privada hasta el punto de que no sirviesepara contratar a otros, al capital industrial lo consideraba ilegal, admitía losbancos sin cobro de intereses y defendía un “federalismo autogestionariosocialista”. Todo con medidas de persuasión basadas en la educación.

Otro sería el ruso Bakunin (1814-1876), partidario de la abolición delEstado y defensor de la creación defederaciones de comunidades bienrelacionadas. Sus ideas filosóficas ysociológicas, sobre las que fundabasu anarquismo, eran una mezcla dematerialismo como concepción dela naturaleza y de idealismo ymetafísica en su concepción de lasociedad.

Su visión de la sociedad futuraasocia la idea de la propiedadcolectiva, rasgo característico delcomunismo, a la idea anarquista dela libertad absoluta del individuo,que presenta para él el objetivosupremo de la evolución de la humanidad. Por ello, y en desacuerdo con Marx,se opuso a la Dictadura del Proletariado. Al principio también fue partidario dela educación como vía para la transformación, pero al final se manifestó a favorde la acción violenta.

Kropotkin (1842-1921), otro ruso, también proponía un modelo deorganización en forma de pequeñas comunidades en donde la cooperaciónprimase sobre el individualismo. Abogó por los métodos pacíficos, aunquetambién acabó aceptando la violencia ante el uso de la fuerza de los gobiernos.

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El anarquismo tuvo una gran presencia en ciertas zonas de España aprincipios del siglo XX, y sobre todo durante nuestra Guerra Civil. Suspartidarios sostienen que en aquellas circunstancias probaron su capacidad defuncionamiento como sistema económico. Este, aunque se impuso de formadrástica, tuvo apoyo popular, destruyó registros de la propiedad, repartió tierrasy ordenó y distribuyó colectivamente la producción.

El Socialismo Utópico

No todos los teóricos en Economía fueron de corte liberal. Una escuelasocialista irrumpió, en los siglos XVIII y XIX, contra los abusos del capitalismo.

Destacaron los franceses Saint-Simon (1760-1825), partidario de unasociedad industrial dirigida por una tecnocracia y Fourier (1772-1837), quemontó sus “falansterios” o cooperativas agrícolas e industriales de producción yconsumo. También tuvo relevancia el inglés Owen (1771-1858), quiendesarrolló el cooperativismo, el sindicalismo y el mutualismo obreros.

Perseguían una sociedad ideal y perfecta, con armonía y felicidad. Proponíanuna transición pacífica al nuevo socialismo, sin lucha entre patronos yobreros, primando la solidaridad, la filantropía y el amor fraternal. Defendían elprogreso industrial, pero no sus efectos sociales y se proponían emancipar a lahumanidad instaurando un reino de justicia y de razón, lo cual no habíaconseguido la Revolución Francesa.

Pero hubo otros, como el revolucionario francés Babeuf (1700-1797), quienmanifestó literalmente que la clase obrera bien podría hacerse con el podermediante una revolución, tan cuidadosamente preparada como una operaciónmilitar. Llegado Napoleón le guillotinaron.

Estaba ya claro que si el esclavo había sido una propiedad privada y se podíacomprar o vender, el obrero era como un esclavo asalariado que, sin ser unapropiedad, vivía encadenado a su trabajo. Por ello estos socialistas rechazabanel individualismo peculiar del liberalismo y ponían su esperanza en lastendencias asociativas de los trabajadores.

Defendían una sociedad justa e igualitaria en donde hubiese un control socialdel nuevo orden económico. Contra las injusticias del capitalismo, había queorganizar y planificar el trabajo y reducir la propiedad privada e inclusoabolirla en ciertos casos.

El nuevo tipo de sociedad sería el resultado de acuerdos, en temas clave, porparte de los principales grupos sociales. Esta postura tan optimista muyposiblemente se debió a que se encontraban en una etapa de transición, en laque el capitalismo industrial todavía no había enseñado del todo sus garras nihabían aparecido los grandes movimientos de la nueva clase obrera.

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No previeron el conflicto que se avecinaba y sus consecuencias violentas. Porello se les atribuye una visión ingenua por la que, a pesar de su influenciasobre el socialismo moderno, se les sigue llamando socialistas utópicos. Estetérmino se debe a Engels, quien además acuñó, para diferenciarse de estos, elde socialismo científico. No obstante, admiró y recalcó muchas de las ideas yexperimentos llevados a la práctica por aquellos precursores del Socialismo.

La Comuna de París

Si bien ya habían tenido lugar en Francia insurrecciones del proletariado, comopor ejemplo en Lyon, la Comuna fue en 1871 uno de los grandesacontecimientos revolucionarios protagonizados por la clase obrera. Trasla rendición del ejército francés en la guerra franco-prusiana, que fue vivida porparte de los trabajadores como una traición de la burguesía, comenzaron aexigirse cambios revolucionarios. Se apoderaron de las armas de losarsenales, organizaron la resistencia y arrebataron el poder a la burguesía.

Su manifiesto declaró: “Los proletarios de París, en medio de los fracasos ylas traiciones de las clases dominantes, se han dado cuenta de que ha llegadoel momento de salvar la situación, tomando en sus manos la dirección de losasuntos públicos. Han comprendido que es un deber imperioso y su derechoindiscutible, hacerse dueños de su propio destino tomando el poder”.

Hubo elecciones libres en la ciudad y se proclamó oficialmente la Comuna deParís. Inmediatamente se disolvió el Ejército Regular, sustituyéndolo por laGuardia Nacional democrática, es decir por todo el pueblo en armas. Invitarona resto de las ciudades a hacer lo mismo, pero ante la falta de comunicacionesno hubo respuesta. Pronto los enemigos de la revolución se reorganizaron yParís se convirtió en una ciudad sitiada y repleta de barricadas.

Entre muchas dificultades, la Comuna expropió a los grandes propietarios quehuyeron y respetó la propiedad privada de los que se quedaron. Y lo llamativofue que nunca se llegaron a utilizar los depósitos del Banco de Francia. Entresus medidas urgentes destacaron la confiscación de viviendas vacantes, lamoratoria sobre los alquileres, la aplicación de la pena de muerte a lostraficantes y la separación entre Iglesia y Estado.

Incluso estando sometida a aquél cerco militar, la Comuna llevó a caboinnumerables trabajos públicos, creó un servicio de correos y un sistemasanitario que garantizara la salud del pueblo y de las tropas. Se impulsaroncooperativas en los talleres abandonados por sus patrones y los pequeñosindustriales fueron respetados bajo el nuevo marco de relaciones laborales, enel que se prohibió el trabajo nocturno y se adoptaron políticas de higiene.

La educación pasó a ser laica, gratuita y obligatoria. Se estimuló elconocimiento científico, se creó una escuela para la Formación Profesional quedirigían los obreros, se abrieron guarderías para los hijos de las trabajadoras yademás se promocionaron el teatro y las bibliotecas. Tuvieron su libertad deprensa, de reunión y de asociación además de respetarse los derechos de

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los detenidos. En cuanto a la protección de los mayores, estaba integrada enla del resto de la población, lo cual sirvió de precedente para posterioresmovimientos sociales.

Fue muy importante la destacada participación femenina en todos losacontecimientos. Incluso en actividades que antes eran consideradas de índolemasculina, como la lucha armada, se reafirmó la fuerza revolucionaria de lamujer, perfilada a partir de la revolución de 1789. El ejemplo generó una oleadamundial ya imparable.

Ese clima de libertad hizo que los enemigos de la Comuna se movieranlibremente por la ciudad, provocando muchas veces actos de sabotaje.Solamente cuando la situación empeoró, hubo arrestos de sospechosos y aúnasí, durante esos tres meses, no murieron más de cien personas, entre ellas unobispo. Fueron cifras muy inferiores a las de la represión posterior a su derrotapor un ejército mucho más poderoso. Pero la experiencia y la huella deaquella revolución sirvieron de ejemplo y estímulo a posterioresmovilizaciones en otros países.

El Proceso Dialéctico

La Dialéctica, que no debemos hoy confundir con eso de dialogar porimportante que sea, abarca ya todas las ciencias. Nació de un gran filósofoalemán conservador llamado Hegel (1770-1831), para quien la Historia era undevenir de continuas contradicciones, en base a una Idea Absoluta, por lo queignoró el mundo de los hechos reales.

No obstante, Hegel es considerado el más importante filósofo del idealismoalemán. Oscuro a veces, siempre original, pero muy trascendente y que siguesorprendiendo. La profundidad de su pensamiento generó una serie dereacciones y revoluciones que inauguraron toda una nueva visión de hacerfilosofía, influyendo en Marx, en Nietzsche, en Sartre y en muchos más. Susideas fueron aceptadas o transformadas pero, eso sí, con un gran respeto.

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Su compatriota Feuerbach (1804-1872), dio la vuelta a sus argumentos y,como filósofo materialista los trasladó al mundo real, al de los hechos endonde se daban las contradicciones. Como crítico de la religión, a Feuerbachse le considera además padre intelectual del humanismo ateo y para él lainmortalidad es una creación humana más. También influyó profundamente enmultitud de autores, como Bakunin, Marx y Engels, aplicando estos dos últimossu esquema materialista a la lucha de clases, que enseguida veremos.

Simplificando, la Dialéctica nos dice que en la realidad se dan contradiccionesentre las ideas, los hechos y entre casi todo. Al principio de cada proceso, loque nos encontramos tal cual se llama tesis, a la que le pueden aparecendificultades, problemas u oposiciones que llamamos antítesis. De laconfrontación entre tesis y antítesis se llega a una nueva situación llamadasíntesis, la cual pasa a ser una nueva tesis y así sucesivamente.

Los ejemplos serían interminables. Una especie animal (tesis) se encuentraadaptada a un territorio y le sobreviene un cambio climático (antítesis). Algunosde sus individuos se adaptan y consiguen sobrevivir eso si, experimentandociertos cambios. Se crea así otra especie (síntesis), que ya no es igual en todoa la anterior, que se estabiliza en el nuevo entorno y pasa a ser la nueva tesis.Así, hasta que venga otro gran acontecimiento, o nueva antítesis, que obligue aesa especie a adaptarse de nuevo si quiere sobrevivir.

Si no entendemos bien esto, no entenderemos casi nada de la evolución,adaptación y progreso humanos. Incluso a cualquiera de nosotros, con ciertafrecuencia, nos ocurren situaciones que nos obligan a enfrentarnos e inclusonos pueden originar cambios que luego permanecen. Y si lo pasamos anuestro mundo de la Economía, multitud de hechos han estado siempresometidos a esta gran Ley afectado colectivamente a las personas.

Esto ya ocurrió en el siglo XVII, cuando el sistema feudal, que era la tesis,entró en decadencia generando una antítesis llamada revolución industrial quederivó en una síntesis o revolución burguesa que estableció el capitalismo.Como ya vimos aparece el proletariado como una nueva clase social, eltrabajo femenino e infantil, la precariedad laboral y el aumento de la miseria.Este nuevo modo de explotación también originó su antítesis en forma desindicatos y huelgas, o sea, una nueva lucha de clases y así sucesivamente.

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Marx y Engels

Aunque haya prevalecido la expresión “marxismo”, hay un gran paralelismoentre estos dos autores quienes, tras una temprana amistad, destacaroncomo economistas, filósofos, sociólogos, historiadores y periodistas.

Con sus extensos conocimientos, compromiso y acción revolucionaria,adoptaron una ideología basada en su filosofía, su doctrina económica y elmaterialismo histórico. En su universidad alemana, Carlos Marx (1818-1873), estudió primero a Hegel y luego fue influido por Feuerbach. De estetomó su visión materialista por la cual, como ya hemos visto, las ideas nodeterminaban nuestra forma de vida, sino al contrario.

Federico Engels (1820-1895), se fue procurando una formación similar y a lolargo de su vida desplegó una intensísima actividad política y revolucionaria.Publicó gran cantidad deobras y artículos, de losque destacamos “Lasituación de la claseobrera en Inglaterra” en1845. En ella acusó a laburguesía británica porsus métodos y forjó laestructura del socialismocientífico recurriendo alconcepto de alienaciónheredado de Hegel.Muchas de las ideasmarxistas que vamos aver, se encontraban ya enesta obra de Engels.

También es digna de atención “El origen de la familia, la propiedad y el estado”publicada en1884. Desde la Prehistoria, recorre varias civilizaciones antiguas yhace tal análisis crítico de la creación y evolución de esas tres instituciones,que la obra mantiene hoy toda su actualidad.

El materialismo histórico

Es quizás la aportación más valiosa del marxismo, en la que define lo que esfuerza productiva, compuesta por las herramientas o máquinas (molino deagua, máquina de vapor, etc.) según la técnica en cada momento, más eltrabajo necesario para utilizarlas. Destaca las relaciones de producción,que se establecen entre las personas en cada organización social(esclavitud, feudalismo, capitalismo) durante el proceso de producción. De lacombinación de esas fuerzas y relaciones surge el modo de producción, oforma de obtener los bienes materiales necesarios a toda sociedad.

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De este último dependen todos los aspectos de la vida como las leyes, elrégimen político, las ideas, etc. El modo de producción a su vez genera susformas de explotación y sus correspondientes clases sociales. Según sedistribuya la riqueza, entre estas se producen conflictos de intereses en formade lucha de clases, que a lo largo de la historia ha sido siempre el motor delprogreso.

La acción

Marx y Engels introdujeron en la Filosofía tradicional un nuevo elemento quefue la acción: “No basta con sólo explicar el mundo tal como han hecho hastahoy los filósofos, también hay que cambiarlo”. Así incluyen un principiorevolucionario que pretende transformar la anterior filosofía de índolecontemplativa, en filosofía de la acción.

El periodismo políticoune a los dos en lallamada Gaceta Renana,divulgando sus ideas,criticando gobiernos ydenunciando condicionesde miseria. Tras obteneresta publicación alemanagran prestigio, la policía lasuspendió y obligó a Marxa trasladarse a París. Allícolaboró con diversaspublicaciones, entró encontacto con otrosrevolucionarios y a su vezpudo estudiar y conocer de cerca el socialismo utópico. Sobre todo el deBlanqui, primero en eso de “dictadura del proletariado”, el de Proudhon, que yaconocemos y el de Blanc, también famoso por lo “de cada uno según sucapacidad y a cada cual según sus necesidades”. Como hemos dicho, y apesar de las buenas intenciones de estos, Marx y Engels los criticaron a todos.

Se siguió persiguiendo a Marx por varios países y en 1849 acabó enInglaterra. Allí siguió trabajando y pudo profundizar en las teorías económicasde Adam Smith a las que se opuso y en las de Ricardo, cuya valoración deltrabajo como fuente del valor la amplió Marx introduciendo el concepto deplusvalía, que veremos a continuación. Durante su estancia en este país, hastael final de sus días, tuvo que soportar muy duras condiciones de vida, a pesarde las ayudas que recibía de Engels.

Sociología Económica

El espíritu científico y revolucionario de ambos hizo que, en sus escritos,Economía y Sociología fuesen casi siempre entrelazadas por lo que se lesconsidera fundadores de la Sociología Económica. Marx, al centrarse en elanálisis de las relaciones que los hombres mantienen entre sí y con la

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naturaleza, consiguió que en su aportación a la ciencia económica figurasenconceptos totalmente innovadores. Para el marxismo, la realidad económica yla social son inseparables, por lo que hay que interpretar el proceso histórico ensu totalidad y no extraer solamente los aspectos económicos. Por ello insistenen que las etapas de desarrollo las definen el nivel de las fuerzas productivas,los modos de producción y las relaciones entre las clases sociales.

Además, en toda sociedad, laestructura económica es labase real en la que se apoyauna superestructura políticay jurídica con sus formassociales y de conciencia.

Hasta el punto de que laideología dominante, en todasociedad, es siempre laideología de su propia clasedominante. No hay un solohecho en la historia que nohaya estado condicionado porsu estructura económica, sinque por ello importen lasformas de conciencia.

El Manifiesto

Entre las muchas obras publicadas por Marx y Engels destaca, en 1848, elManifiesto del Partido Comunista, como breve resumen de propuestasrevolucionarias basado en el materialismo histórico. Según su análisis declases, cada una va unida a su fase histórica. Cuando nace el capitalismoaparecen dos grandes grupos, la gran burguesía que posee los medios deproducción y el proletariado, que no los posee y tiene que vender su trabajo acambio de un salario.

Existen otras clases como el lumpen, proletariado compuesto por indigentesexcluidos socialmente, sin posibilidad de trabajo estable y cuya definición nosdebería preocupar ante lo que está pasando hoy, a principios del XXI. Otra esla pequeña burguesía que también forma parte del pueblo trabajador, aunquecon su esfuerzo crea algo de capital y encuentra en él parte de su sostén. Sonlos pequeños empresarios, los profesionales, los comerciantes, los campesinospropietarios, etc.

El Manifiesto propone medidas sociales y económicas las cuales, si bienentonces parecían utópicas (como la eliminación de la explotación de la mujer yde su esclavitud doméstica), hoy están implantadas en todo país socialmenteavanzado. Pide además la abolición de la propiedad burguesa (no la privada),el acceso del proletariado a los medios de producción, impuestos fuertemente

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progresivos, educación gratuita, una sociedad sin clases donde todos vivan condignidad, etc. Su aspiración es “destruir el carácter ignominioso de laexplotación burguesa, en la que el obrero sólo vive para multiplicar el capital”.

La Dictadura del Proletariado

El Marxismo, al igual que otras ideas del momento, mantenía que la lucha delos trabajadores debería avanzar hacia la toma del poder político. Encontraposición a la dictadura de la burguesía, propone la dictadura delproletariado. En ella, los expropiadores serían expropiados y se eliminaríanlos privilegios de la clase dominante para, en una etapa posterior, superar esadictadura hacia una sociedad comunista en la que se podría alcanzar lafelicidad, realizando cada uno la tarea que más le conviniese. Total nada.

Era necesaria la unión inmediata de los trabajadores para iniciar estarevolución y superar las desigualdades del capitalismo. Por eso la frase másfamosa del Manifiesto fue “¡Trabajadores del mundo, uníos!”. Hasta hoy, sesigue haciendo referencia al Manifiesto el cual, interpretado en cada caso,sigue inspirando a muchos movimientos revolucionarios.

El Capital

Es en Londres donde Marx preparó su obra cumbre, El Capital, aunque antesya había escrito muchos textos sobre economía política. Vio en vida su primervolumen, pero fue Engels quien publicó los otros dos adaptando los últimosmanuscritos. El libro, entre otras cosas, analiza y deja claro el funcionamientodel capitalismo y desarrolla una crítica tanto científica como revolucionaria delsistema. En su opinión, los puntos más vulnerables de este son la distribucióndel poder (el capitalista manda más allá de sus empresas), la extremadesigualdad de las rentas (el trabajador aporta más de lo que cobra), latendencia a los monopolios y la amenaza inevitable de crisis y desempleo.

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Describe la mercancía según su valor de uso y su valor de cambio y exponesu teoría del valor, que depende del tiempo de trabajo socialmente necesariopara producirla. Analiza el papel del dinero y su transformación en capital, lageneración de la plusvalía o ganancia del capitalista, obtenida gracias altrabajo no retribuido a los trabajadores en su salario.

Con ello se crea el nuevo ciclo capitalista dinero-mercancía-dinero, quesustituye al anterior de mercancía-dinero-mercancía. Por cierto, losespeculadores españoles tienen esto muy claro cuando hablan de “poner midinero a trabajar”

Surgió así el proceso de acumulación del capital junto con su circulación,ciclos y reproducción. Aquí Marx deja claro que para que se amplíe lacantidad de bienes, los medios de producción han de crecer más deprisaque el consumo, eso sí, añadiendo que las demandas de mayores salariosforzarían a los empresarios a introducir mejoras y progresos técnicos.

Finalmente estudia la transformación de la plusvalía y elabora su importanteLey sobre el descenso del margen de ganancia. Añade conclusiones sobrela transformación de parte del capital mercantil al tráfico del dinero, los réditos ysus fuentes, el interés devengado por el capital y la renta de la tierra paraconcluir con sus esquemas de reproducción. Es esta por tanto una obradescomunal, que muchos alaban y otros critican, pero que pocos han leído.

No obstante hemos de recalcar que muchas de las ideas marxistas, como lanaturaleza de la división en clases, la inestabilidad intrínseca del capitalismoindustrial, la creación por la burguesía de su clase antagonista (el proletariado)y lo inevitable de la revolución socialista, se encontraban ya en la obra deEngels “La situación de la clase obrera en Inglaterra” que ya citamos .

Marx también avanzó una serie de predicciones económicas, comoderivaciones lógicas de su sistema teórico. Destacan la extensión geográficadel modo de producción capitalista, el desarrollo del mercado internacional, lairrupción del poder de Estados Unidos en el mundo, el comportamiento de losciclos, la centralización de la riqueza y la producción, la tendencia a laconcentración de empresas, la miseria creciente del proletariado y lainestabilidad propia de la economía capitalista. Todas ellas, sometidas a críticay estudio, siguen siendo actuales.

Sostiene además que es el ser humano quien hace la religión y no alcontrario, que ésta es el opio del pueblo. No como un estupefaciente, sinocomo un analgésico frente a las condiciones materiales de la existencia, endonde la miseria religiosa es la expresión de la miseria real. No es esto unadefensa del ateismo, sino una crítica de esa sociedad que hace necesaria lareligión, sobre todo para eternizar diversas formas de opresión.

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Seguidores

Recientemente no hanfaltado quienes han hechocompatibles sus principiosreligiosos con el marxismo.Por ejemplo, la síntesiscristiano-marxista de losteólogos de la liberación,mantiene que la religión nosiempre es una concepciónde ideas políticas quetiendan a sostener el actualsistema capitalista. Insistenen que el cristianismo siempre exige una lucha en este mundo en favor detantos necesitados.

Han destacado, entre otros muchos, en Colombia aquél cura y guerrilleroCamilo Torres, en Nicaragua el ministro Ernesto Cardenal y los jesuitasmasacrados en El Salvador.

El marxismo ha conseguido situarse como una de las principales teoríascientíficas e ideologías de la humanidad, influyendo en muchos aspectos delconocimiento actual, que en muchos casos intenta ocultarlo adoptando nuevasexpresiones. También ha derivado en corrientes, algunas antagónicas comopor ejemplo socialdemocracia, comunismo, trotskismo, etc. El caudal no cesa yhan surgido otros como el maoísmo con su revolución cultural, el castrismo, eleurocomunismo, la mentada teología de la liberación, todo ello según lascircunstancias de cada momento y lugar.

Respecto a la aplicación del marxismo en la política, hay que dejar claro quelas críticas recibidas han ido más contra regímenes populares perototalitarios, que hacia la misma doctrina de Marx y Engels. Ciertos personajeshistóricos, como Lenin, Stalin, Trotsky, Gramsci, Luckacs, Sartre, etc.,complementaron o reinterpretaron esta ideología haciendo del marxismo unacorriente del pensamiento humano.

Por ejemplo, Marx esperaba que el socialismo se implantase primero eneconomías desarrolladas como Inglaterra, Alemania o Francia. Pero en cambiotanto en Rusia como en China, marcadas por la escasez, los acontecimientoslas llevaron a recurrir a unas medidas nada previstas por Marx. Todo esto espasado, pero puede que la visión marxista sobre el capitalismo del siglo XIX ylas experiencias del XX, vuelvan a adquirir ahora en el XXI, su relevancia.

No se puede culpar a Marx, retroactivamente, de las decisiones políticasllevadas a cabo por ciertos seguidores que se creyeron sus únicos intérpretes.Para eso no hace falta ni leerlo. Y si me he extendido más sobre Marx y Engelsque sobre otros autores, es por la gravedad en que se encuentra tantapoblación mundial frente a la voracidad del sistema actual,

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Marginalistas y Neoclásicos

El Marginalismo debe su nombre a la introducción del concepto de valormarginal. Sus principales representantes, de forma simultánea peroindependiente, observaron lo que llamaron principio de la utilidad marginaldecreciente. Consideraban que conforme va aumentando el consumo de unproducto, la satisfacción que se obtiene va siendo menor y en el último de ellos,el ya menos deseado, está su valor.

En sus investigaciones, añadieron un nuevo tipo de razonamiento basado en elcálculo diferencial, aportando así a la ciencia económica rigurosos mediosinstrumentales, distintos de los métodos anteriores. Quizás su gran innovaciónfue la de explicar el valor mediante una combinación de escasez y utilidad,basada más en elementos psicológicos que en los costes de producción.

Heriberto Spencer (1820-1903), como sociólogo aportó lo suyo defendiendo elsistema con su darwinismo social y su frase de “que sobrevivan los másaptos”. Fue además un gran enemigo de cualquier poder del Estado.

El inglés William S. Jevons (1835-1882), al aplicar las matemáticas para definirel interés individual, expuso su teoría subjetiva del valor con la que intentóexplicar el intercambio. Sus planteamientos abrieron la puerta a futuras teorías.

León Walras (1834-1910), fue uno de los primeros en aplicar métodosmatemáticos a la política económica, estudiando la interdependencia demuchos factores. Ante la indiferencia de sus colegas franceses, se trasladó aLausana donde consiguió una cátedra y creó su escuela. Defendió su teoría delEquilibrio General en la que resaltó además la importancia del TableauEconomique de Quesnay.

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Según el austríaco Carl Menger (1840-1921), existen diferentes grados deprioridad e importancia en la satisfacción de nuestras necesidades. Primerosatisfacemos las más urgentes y después las menos, pero bajo el principio demantener la igualdad marginal. Esta consiste en que dados unos recursosescasos, los individuos ordenarán su consumo de forma que, al final, lasatisfacción obtenida con cada bien sea la misma que con los demás. Así, lanecesidad menos urgente determina el valor de ese bien.

El italiano Wilfredo Pareto (1848-1923), fue el más brillante discípulo deWalras. Intentó hacer de la economía una especie de mecánica racional yacrecentó las enseñanzas de su maestro mediante reflexiones sociológicas.Sus principales aportaciones fueron sus curvas de indiferencia y el llamadoprincipio de Pareto. Con aquellas representaba las combinaciones de bienesque resultasen igualmente aceptables para un consumidor, desarrollando su“óptimo de Pareto” por el que resulta imposible aumentar la utilidad de unindividuo sin que se le empeore a otro.

El principio de Pareto parte de su frase: ‘En Italia un veinte por ciento de lapoblación posee el ochenta por ciento de la riqueza’, la cual fue la base de laregla del 80/20 de distribución de la renta y de otras cosas. También analizó elsocialismo y no encontró razones para que no lograse el máximo bienestar,incluso desarrolló su teoría de los ciclos sociales por la que las oligarquíascaen con el tiempo, siendo reemplazadas por otras.

Pero el marginalismo fue perdiendo fuerza al considerar a la economía unaciencia aparentemente neutra y reducir sus investigaciones a los deseos delhombre. Sus defensores tendieron así a reforzar el individualismo propio deuna sociedad liberal.

Los Neoclásicos

Intentaron conciliar el marginalismo con las teorías de los Clásicos.Establecieron que elvalor depende de laoferta, tomada comocomponente objetivoderivado de los costesy de la demanda comocomponente subjetivo.

De la confluencia deambas salía el preciocomo indicador delvalor de un bien. Estofue generando todauna ortodoxia, deaparente madurez, enla ciencia económica.

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El principal representante de los neoclásicos fue el londinense Alfred Marshal(1842-1924), profesor de Economía Política en Cambridge. Su afán por aliviarla pobreza le llevaron a estudiar Economía paraque ésta tuviera una utilidad práctica. Trató temastan fundamentales como producción, trabajo,capital, valor y sobre todo la utilidad total y lamarginal. A estas añadió la elasticidad de lademanda o variación de esta respecto al precio.

Estableció como determinantes del valor de unbien su coste de producción y su utilidad,ambos reflejados en la oferta y en la demanda deese bien, sin relacionar valor con cantidad detrabajo. Analizó el funcionamiento de losmercados, la formación de los precios ante una competencia imperfecta, laincidencia de los monopolios y la distribución de la Renta Nacional. Susenfoques eran principalmente estáticos a corto plazo y algo dinámicos a largoplazo, variando el capital y el factor trabajo.

Cubrió todo ello dando a sus teorías un tratamiento matemático coninteresantes diagramas. Citamos uno de los más simples pero esclarecedoresde lo que es la utilidadmarginal. La curva aquírepresenta el grado deutilidad alcanzado por elconsumo indistinto denaranjas y de manzanas.Si aumentamos lasnaranjas de 4 a 8, paramantener esa mismautilidad y quedar igual desatisfechos, hemos deconformarnos con menosmanzanas (de 10 a 5).Mientras sigamos en estacurva, la utilidad total no cambiará, pero para aumentarla tendríamos quepasar a otras curvas, aquí no representadas, más arriba y a la derecha.

Sus ideas quedaron recogidas en 1890 en su obra Principios de Economía, lacual fue uno de los principales libros de esta materia a nivel mundial. Marshales también considerado uno de los antecesores de la economía delbienestar. Influyó, entre muchos, en Pareto y en Keynes, aunque su discípuloinmediato fue Arthur Pigou (1877-1959), quien le sucedió en su cátedra yadoptó la idea de Renta Nacional como medida de riqueza. Su publicaciónEconomía del Bienestar, en 1920, inició la defensa de unos principios a favortanto del crecimiento como de su estabilidad y difusión social. El bienestareconómico sólo se podía lograr mediante intervenciones públicas, conimpuestos y subsidios, que corrigiesen los fallos del mercado.

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El Gran Siglo XX

En Europa la miseria crece y siguen mandando gobiernos reaccionarios conintereses contrapuestos. Tanta revolución y guerra reciente la convierten en unbarril de pólvora cuya mecha hay que mojar a diario.

En lo económico, se multiplican los movimientos migratorios hacia los nuevospaíses, se desarrolla la población urbana en detrimento de la rural y elferrocarril se apodera de toda Europa y Norteamérica. La navegación ya sóloes a vapor, cuenta con grandes puertos y dispone de canales en Suez yPanamá. También aparecen nuevos medios de comunicación como elautomóvil, la aviación e incluso la bicicleta.

La agricultura y la ganadería han abordado nuevos territorios y aumenta suproducción. Aunque en los países industriales disminuye la proporción de rentaagrícola respecto al total nacional, esto se compensa con importaciones másbaratas del tercer mundo. La disponibilidad de carbón y hierro determinan elpoder siderúrgico y por tanto su industria, la química y el resto de lasmetalúrgicas, se diversifican. También evolucionan las industrias tradicionales,como la construcción, la textil, la alimenticia, el papel, etc.

Todo lo anterior condiciona la llamada segunda revolución industrial que traesus propios cambios tecnológicos. Estamos ante un nuevo escenario, del queel capitalismo ha sido artífice y su tinglado lo evidencian la producción ydistribución de electricidad, los medios de telecomunicación a larga distancia ysobre todo el petróleo. Hemos ido pasando de una industria mecanizada, aotra electrificada y finalmente automatizada.

El comercio se dispara, añade más costes de distribución a los de produccióny aparece la publicidad. Europa y Norteamérica son preponderantes, por unlado unos países siguen subdesarrollados y por otro asoman nuevas potencias.En el mundo chocan los intereses y el siglo XX remueve más la Historia quecualquier otro anterior pues, aunque se ha heredado tanta ciencia y cultura, nopor ello los problemas de los pueblos se van a resolver pacíficamente.

Primera Guerra Mundial

Marca históricamente el inicio del siglo XX. La competencia económica entrelas potencias europeas, por mercados y colonias, derivó en uno de losconflictos humanos más destructivos de la Historia. Enseguida se apuntaron losEE.UU., Japón, Turquía y hasta Portugal. Ahí los españoles nos quedamosafortunadamente fuera y la exportación de nuestros productos supuso un granrespiro para nuestra economía, mientras duró la masacre.

Como resultado, veintitantos millones de muertos, destrucción de infinidad debienes materiales, se destruye el Imperio Otomano y la Gran Bretaña seapodera de casi todas las colonias de Alemania, a quien además se le impusouna deuda impagable. Aún así, llegada la postguerra, la recuperacióneconómica desde 1924 fue considerable en todos los países.

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La Revolución Rusa

Un Zar absoluto conducía su Imperio con una economía netamente agraria detipo feudal y muy pocas industrias. Gran parte de la población, susintelectuales y fuerzas políticas, llevaban ya muchos años en oposición a unrégimen que reprimía severamente toda protesta.

Tras la derrota en la guerra ruso-japonesa, a principio del siglo, siguieron lashambrunas y mucha más miseria en la población. En el llamado domingosangriento, unos 200.000 trabajadores, desarmados y en orden, acudieron enmanifestación ante el Palacio de Invierno, en San Petersburgo. Demandaban laformación de una asamblea constituyente, un salario mínimo y una jornadalaboral de ocho horas. Soldados y policías les mandaron dispersarse y, ante lanegativa, muchos fueron masacrados.

Lo sucedido indignó a toda Rusia, millones de trabajadores se declararon enhuelga y brotaron en muchas ciudades unos consejos locales llamadossoviets. La reacción del Zar fue despiadada aplastando violentamente aquellarevolución, la llamada Revolución de 1905, de cuyas heridas surgió tras laPrimera Guerra Mundial otra más definitiva en 1917. Esta tuvo muchosartífices, pero fue Lenin (1870-1924), buen conocedor de las ideas de Marx yEngels, quien liderando el movimiento bolchevique y a otros revolucionarios,derrotaron al Zar y a sus defensores.

Tres eran las demandas de los vencedores: “El final de la guerra, toda la tierrapara los campesinos y todo el poder para los soviets”, condensados en el lema“Pan, paz y tierra”.

Aquella Dictadura del Proletariado comenzó a construir el Estado Socialistarepartiendo las tierras, cediendo la producción industrial a sus obreros,nacionalizando bancos, ferrocarriles y transporte marítimo, con un gobiernoformado por obreros y campesinos. Se tuvo que negociar una paz conAlemania cediéndole extensos territorios, aunque tras la derrota de esta,fuerzas revolucionarias de otros países volvieron a fusionarse con Rusiafacilitando la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

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La reacción de los gobiernos capitalistas de Inglaterra, Francia, EE.UU.,Japón y otras más no se hizo esperar. Invadieron el país con la colaboraciónde otros militares zaristas y tuvo lugar una cruenta guerra civil que duró tresaños. Fueron muchos los conflictos internos, por ejemplo para asegurar elpan a toda la población, el gobierno obligó a los campesinos a entregar elexcedente de su producción, cuya totalidad disminuyó notablemente ya quemuchos de aquellos se limitaron a producir lo necesario para su consumo.Hubo que adoptar severas medidas y muchos fueron los sacrificios de todos.

Cuando llegó la victoria absoluta del Ejército Rojo, el país se encontraba ental situación política y económica que incluso amenazaba a repetirse la historiazarista. Lenin trató de recomponer la economía aplicando su Nueva PolíticaEconómica (NPE), con la que cesó la confiscación de granos, se permitió laventa de excedentes, se cobraron impuestos según la riqueza de cadapropietario y se permitió que cualquiera instalase su pequeña empresa.

Pronto se recuperó la economía y muchos campesinos se enriquecieron. Peroalgunos dirigentes no aceptaron estas diferencias, calificando las medidas de laNPE como capitalistas y ya no necesarias a la construcción del socialismo.

En 1922 Lenin, tras un ataque de apoplejía, abandonó el poder. La luchainterna para reemplazarlo generó un triunvirato en el que se encontraba unStalin (1878-1953), defensor acérrimo del leninismo y con sobrado apoyo deotros dirigentes y militantes. En su contra Bujarin (1888-1938), que encabezóuna oposición derechista más “democrática” y Trotsky (1870-1940), con unaminoría izquierdista de origen menchevique.

Stalin fue elegido en 1927 y, obligado por la grave situación con loscampesinos ricos y de acuerdo con los demás dirigentes, abandonó aquellaNPE y cambió el rumbo de la economía soviética. Los latifundios, tras unencarnizado proceso de lucha de clases, fueron expropiados, se aumentó lasuperficie cultivada y se mecanizó una agricultura que en seis años fuecolectivizada. Simultáneamente se planificó el desarrollo de la industria, laenergía y la distribución, sin olvidar la tremenda atención dedicada a losderechos sociales como sanidad, educación, cultura, derechos de lostrabajadores, de la mujer, jubilaciones, infancia, etc.

Muchos soviéticos deseaban primero consolidar el socialismo en Rusia y mástarde extenderlo al resto del mundo. Otros, como Trotsky, creían necesariotraspasar cuanto antes las fronteras militarmente para implantar el socialismo.Pero en el debate interno del partido se impusieron, por amplísima mayoría, lastesis de desarrollo del “socialismo en un solo país”, frente a las tesisminoritarias de corte tanto izquierdista como derechista.

Todo aquél proceso revolucionario, desde los primeros soviets, constituye unode lo fenómenos más importantes del siglo XX. Su experiencia política yeconómica sirvió de modelo a posteriores movimientos comunistas.

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Otra España

Nuestro país entró en el siglo XX sin colonias rentables, viéndose obligada acambiar en lo político, en lo cultural y sobre todo en lo económico. Lasderechas se alternaban en las Cortes, apreció la Generación del 98, sedesarrollaron la siderurgia vasca, el ferrocarril, la industria catalana, nacieronsindicatos, creció la emigración hacia las ciudades y hacia América, etc.Salimos del autoengaño imperial y empezamos a crecer por nuestra cuenta.

Se puso en marcha una sociedad más moderna que fue transformando susrelaciones económicas y sociales. En 1903 apareció el Instituto de ReformasSociales (IRS), que simbolizaba el tránsito de la beneficencia pública a unintervencionismo basado en una legislación del trabajo en su más ampliosentido. Tímidamente, aparecieron medidas orientadas a favorecer el bienestarde las clases trabajadoras, incluyendo en parte a mujeres y niños. De losmayores, se hablaba poco.

Durante el triste y nefastoreinado de Alfonso XIII, sino habíamos soportadosuficiente sangría con Cubay Filipinas, nos inventaronuna Guerra de África quetambién tuvieron que sufrirlos jóvenes de escasosrecursos, pues los ricos quepagaban no iban.

Vino la Dictadura de Primode Rivera, general queacabó con esa guerra e impulsó una política de inversiones, tanto en presascomo en carreteras nacionales, que generaron bastante empleo ante unapresión migratoria interior, que demandaba mucho más.

Se acometieron muchos cambios, por ejemplo se creó la CAMPSA comomonopolio de petróleos y se disolvió el IRS quedando este refundido en elMinisterio de Trabajo, Comercio e Industria. Con ello aparecieron el InstitutoNacional de Previsión (INP), el nuevo Mutualismo Laboral, el Servicio deReaseguro y Accidentes de Trabajo y el Instituto Social de la Marina.

Este régimen estableció un sistema corporativo, que intentó sustituir la luchade clases por la colaboración de las mismas, el unitarismo sindical y laprohibición del derecho de huelga. Fórmulas repetidas hasta hace muy poco.La pésima situación de las clases populares unida a una crisis mundial, lasconsecuencias políticas de la Guerra de África, un nacionalismo catalán decorte burgués, amplios grupos sociales sin representación política y la pérdidade apoyo al rey de muchos militares, dieron al traste con la monarquía deAlfonso XIII y vino nuestra Segunda República.

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Los primeros marxistas

Con el siglo XX aparecieron ex marxistas, o revisionistas, que afirmaban queel capitalismo sufría modificaciones y sus contradicciones ya no lo socavaban.No aceptaban ni el materialismo ni el método dialéctico y creían que, en lugarde la dictadura del proletariado, sería con la democracia con lo que se llegaríaa un socialismo por evolución. Era la socialdemocracia.

Mientras tanto no faltaron reformismos que intentaban calmar la situaciónsocial y le hacían competencia al marxismo, como fue el caso de Alemania endonde Bismarck se adelantó al mundo en protección social a partir de 1883.

Pero pronto aparece un marxismo ortodoxo, cuyos defensores aceptan sumétodo, la idea de que el capitalismo no puede ya sostenerse y que suscontradicciones conducirán al socialismo. Su principal introductor, como hemosvisto al triunfar la Revolución Soviética fue Lenin, más afortunado que Marxpolíticamente. Sostuvo que era la clase obrera la que debía construir elsocialismo teniendo por vanguardia al Partido Comunista. Consideraba alcapitalismo más un sistema mundial que nacional, al dar salida a parte de suproducción hacia las colonias, de las cuales se beneficiaba obteniendomaterias primas. Sostenía además que para evitar la aparición de unaaristocracia obrera y de partidos socialdemócratas que frenasen la revolución,esta había de ser mundial y partir de países con economías capitalistas. A losmás atrasados industrialmente, les sería más difícil su paso al socialismo.

Coexistieron revolucionarios defensores del marxismo, aunque desde distintasposiciones. Por ejemplo Stalin, a quien los medios no dejan de criticarinteresadamente, defendió las ideas de Lenin, acuñó la expresión “marxismo-leninismo” y aportó valiosas puntualizaciones, que casi nadie lee. Tambiéntenemos a Trotsky, quien tras su mucho protagonismo en la Revolución yautocalificarse de “bolchevista-leninista”, defendió su “revolución permanente”,idea derivada más bien de Marx, que intentó extender a todos los países.

Rosa Luxemburgo (1871-1919), fue una revolucionaria polaca trasladada aAlemania, que desarrolló una gran actividad. El elemento principal de suideología fue la “dialéctica de la espontaneidad y la organización”, los cualeshan de ir en paralelo y elevan la lucha de clases a un nivel superior. Criticó a laRevolución de Octubre, que por otro lado alabó, defendió el papel del Partidocomo avanzadilla de los trabajadores y fue asesinada por la policía.

Vino luego más socialismo teórico, en parte considerado utópico. Aunque susdefensores no se oponían a la revolución, sostenían que el socialismo se haríacon la praxis. En lo esencialmente económico, muchos coincidieron tanto enque los precios deberían ser iguales a los costes de producción como en lafacultad del Estado de equilibrar la economía.

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La crisis de 1929

Ya hemos visto que la Primera Guerra Mundial dejó a muchos paísesdevastados y que hasta 1924 no levantaron cabeza. Pero vino luego unarecuperación y tal euforia inversora y especulativa, que derivaron poco despuésen una grave crisis tanto de superproducción como financiera. Cayeron bolsasde comercio, cerraron empresas, aumentó el paro y la miseria alcanzó nivelesdesconocidos para aquellas generaciones.

La solución vino allá donde el papel de cada estado, con medidasintervencionistas, remedió la situación y la recuperación se materializóelevando el nivel de vida de las masas populares. Sin embargo, el crecimientodel fascismo en países como Alemania e Italia, favoreció un militarismocreciente que pronto iba a plantear serios problemas.

Nuestra Segunda República

El pueblo español en 1931 consigue votar, gana la izquierda y se impone laSegunda República. Su Constitución establece un programa social donde sedaban, entre otros, el derecho de asociación y sindicación, la igualdad desexos, el divorcio, el compromiso del Estado de prestar asistencia a losnecesitados, el trabajo como obligación protegido por la ley, el derecho deemigrar o inmigrar, la libertad religiosa y la obligatoriedad y gratuidad de laenseñanza primaria. Nunca antes tuvimos tanto.

Las segundas elecciones las ganó la derecha, fue un bienio negro de retrocesoy luego regresó la izquierda en 1936, año bien sonado. Se redujeronprivilegios a la Iglesia, al Ejército y a los terratenientes lo cual les movilizó ydificultó el cumplimento de muchos compromisos electorales, unido ello a laescasa duración temporal del nuevo gobierno.

No obstante se iniciaron proyectos de obras públicas, la industria siguiócreciendo, se impusieron mejoras laborales y sociales, se multiplicó el númerode escuelas públicas y maestros, y fueron muchos los indicadores de unprogreso espectacular. Empresarios innovadores, científicos universales,poetas y pintores de fama imperecedera, cultura clásica y popular, en fin todo

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un paralelismo entre lo humano, lo social y lo económico que presentaba unfuturo muy esperanzador para todos, menos para la reacción más recalcitrante.

La lucha de clases se manifestó en toda su rudeza limitando el desarrollo deuna convivencia necesaria. No cesaron los conflictos sociales, la ocupaciónde tierras, huelgas generales y un pistolerismo tanto patronal como libertario.Surgió además una comuna revolucionaria en Asturias aplastada salvajementepor un tal general Franco y sus tropas moras. La experiencia demostrada poraquél militar africanista, ya apuntaba “maneras” y aumentó su entrenamiento.

Centrándonos en la Economía, tenemos en esta época un personaje queresaltar, fue Antonio Flores de Lemus (1876-1941), perteneciente a laGeneración del 98 y que adoptó posturas renovadoras. Estudió en Alemania dedonde trajo su interés por los análisis cuantitativos y por los asuntos sociales.Como funcionario de Hacienda, aportó valiosas iniciativas hacia su “silenciosa”reforma tributaria, la cual ha servido de modelo hasta casi finales del siglo XX.Merecen también resaltarse sus trabajos sobre el patrón oro, el sectorenergético, la explotación ferroviaria y la creación del ya mencionadomonopolio de petróleos (CAMPSA). Con la Guerra Civil se exilió y, al regresar aEspaña en 1939, se le separó de su puesto de funcionario y de su cátedra.

En 1936 nuestra República sufrió un golpe militar al estilo de lospronunciamientos del siglo XIX, pero esta vez contando previamente con el

apoyo de las dictaduras fascistas de Alemania e Italia. La respuesta de lamayoría del pueblo español frenó aquél arranque y tuvimos tres años de unaguerra en la que tanta intervención extranjera nos evita calificarla de simpleguerra civil. Supuso una gran pérdida de vidas, edificios, medios deproducción, sistema de transportes, ganaderías, etc.

Se provocó un gran éxodo de población, que incluía además a la casi totalidadde intelectuales y artistas. En medio de aquella desertización moral y material,

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excepto los vencedores todos éramos perdedores y hasta veinte añosdespués, no se recuperó el nivel económico de 1935.

Para disponer del armamento necesario, la República tuvo que recurrir a susreservas de divisas, con lo que prácticamente se vaciaron las arcas delBanco de España. En cambio el mando golpista recibió su material de guerraa crédito, endeudándose con quienes desde un principio le ayudaron. Alemaniaprecisó en los documentos que los marcos debidos serían constantes, con loque mantuvieron su valor real durante los años de cobro, que Franco respetóincluso tras la caída de Hitler. En cambio Italia no fue tan cautelosa en suspapeles y los pagos posteriores, dada la inflación de la lira años después, sequedaron en muy poca cosa.

Segunda Guerra Mundial

La tensión entre países era máxima. Los fascismos, ya desde 1935, invadíanpaíses y los demás gobiernos iban transigiendo hasta que los intereses deInglaterra se vieron directamente afectados y reventaron las hostilidades. Porun lado un eje compuesto por Alemania, Italia y Japón y por otro los aliadosprincipalmente el Reino Unido, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos. Apartir de 1939, Hitler fue repartiendo invasiones y al ritmo de estas se vierontodos metidos en una creciente máquina de destrucción sin parangón anterior.

Alemania, bien pertrechada gracias al principio ese de “o mantequilla ocañones”, machacó y masacró lo que pudo para al fin perder, por segunda vezy a pulso, una guerra esta vez provocada por su nacionalsocialismo. Quedódestruida y sin rastro de industria. Su ataque a la Unión Soviética, desde 1941hasta 1945, le costó 148 divisiones, el setenta por ciento del total más tresmillones de soldados muertos, el noventa por ciento. El ejército rojo ocupó lazona oriental del Reich, el país se dividió en dos y vinieron años difíciles.

En la zona occidental, su nueva República Federal supo combinar el esfuerzode los supervivientes con la ayuda norteamericana y se logró el llamado“milagro alemán”. Pronto restablecieron un buen entendimiento con Francia yentre ambas lideraron pactos económicos como la Comunidad del Carbón y delAcero, un Mercado Común al que se adhirieron Italia y el Benelux, que prontofue la simiente de la actual Unión Europea. En contrapunto, la oriental ycomunista República Democrática planificó su economía y fue construyendootro modelo de sociedad, cuyos resultados aventajaron a las demás economíassocialistas. O sea que con los alemanes parece que funciona todo.

Italia ya desde antes del conflicto mundial, intentó crear su nuevo imperiofascista y sufrió su derrota. Luchó junto a los alemanes por todas partes sinmucha brillantez, sus partisanos de izquierdas ejercieron una dura resistencia yal final se restableció la democracia. La nueva república, cuya industria nohabía sufrido tanto, también recibió su parte de ayuda de EE.UU y se fuerecuperando mientra se integraba en proyectos europeos.

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El Japón puso su industria militar en marcha, invadió y destruyó también lo quepudo recibiendo al final sus dos bombas atómicas de patente americana másotras humillaciones. Los vencedores yanquis le impusieron una constituciónque casi prohibía toda forma de armamento lo cual, junto a las muchasinversiones recibidas, le permitió una rápida recuperación. En veinte años decapitalismo liberal ya era otro gran país con cada vez más poder financiero.

Estados Unidos, con Roosevelt de presidente, acababa de salir de su crisis eiba camino de su forma de estado del bienestar. Pero ante tanto avancefascista puso enseguida en marcha una tremenda economía de guerra, seenfrentó primero al Japón, suministró material bélico a diestro y siniestro yvenció allí donde se metió. Fue el único Estado importante que no sufriódestrucción, por lo que su industria pudo funcionar de inmediato y, tras diseñarsu Plan Marshal de ayuda a sus aliados, lideró economías allá donde pudo.Liberalizó más su economía, inventó las nuevas multinacionales y expandió sucomercio. Situó pactos y bases militares por todo su mundo, siguió fabricandocada vez más armas y ejerció su dominio cultural. Era ya el Imperio Americano. El Reino Unido recibió de los norteamericanos toda la ayuda miliar y civil quenecesitó, al principio de la guerra se metió en Francia para luego salir huyendo,sufrió masivos ataques aéreos alemanes que luego devolvió con creces, fuecabeza de puente militar de los americanos, luchó a conciencia por mediomundo y participó de la victoria. Enseguida intentó discretamente con losEstados Unidos atacar a la Unión Soviética, pero el presidente Roosevelt seopuso. Con el Plan Marshal modernizó su industria, aumentó su progresomaterial, aguantó como gran metrópoli unos años más y recuperó su relevanciainternacional, siempre en línea con la política norteamericana.

A Francia la invadieron y humillaron los alemanes. Respondió con unaresistencia organizada gracias a sus comunistas, fue campo de batalla con susaliados libertadores y finalmente le devolvió el golpe al fascismo. Tras la guerratambién recibió la ayuda norteamericana y con una economía mixta recuperósu paz social y fue aumentando su bienestar. Como hemos dicho, losentendimientos con su eterno enemigo teutón contribuyeron al desarrollo mutuoy juntos crearon la base deuna Europa mejor.

La Unión Soviética, cuandosu socialismo empezaba a darfrutos en 1941, fue invadidapor Hitler, quien rompiópactos y destruyó todo a supaso. Los soviets organizaronla defensa y frenaron elavance enemigo, trasladandosu industria más allá de losUrales.

En pocos meses recuperó tal capacidad productiva, que pronto se pudieronsuministrar al ejército rojo unos recursos humanos y materiales tan cuantiosos

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y de tal eficacia, que invasores alemanes y de otras tierras fueron aplastados.Ocupó Berlín y más países del este de Europa, pero a costa de la desapariciónde unos nueve millones de soldados y dieciséis de civiles. Pronto alcanzó talgrado de crecimiento, que se convirtió en la otra potencia industrial junto conlos EE.UU. Su dominio sobre países limítrofes, más el éxito de revolucionesprimero en China y Corea del Norte y más tarde en Cuba y Vietnam, crearonun Bloque Comunista incompatible con Estados Unidos y sus países deinfluencia. Fue la llamada Guerra Fría.

El coste total de aquella Segunda Guerra Mundial, generada por lasimbiosis de fascismo y capitalismo fueron, además de decenas de millonesde vidas, una gran destrucción de medios de producción incluso en paísesneutrales, como pudo ocurrir en Bélgica y Holanda. El caso más alarmante lotenemos en Polonia, cuyo error histórico habría sido el estar situada entreAlemania y Rusia, por lo que perdió seis millones de personas, una de cadacuatro. Y no podemos dejar de mencionar a chinos, filipinos, coreanos, etc.

Nuevos marxistas

Destaca el comunista polaco Oscar Lange (1904-1965), gran maestro de laplanificación estatal y uno de los máximos exponentes del socialismomarxista aplicado al análisis económico. Tras estudiar Economía en Polonia,ejerció allí la docencia hasta mediados de los años treinta en que se instaló enlos Estados Unidos, donde fue profesor en importantes universidades. Altérmino de la Segunda Guerra Mundial, regresó a Polonia donde ocupó cargosdiplomáticos hasta que aquél régimen político, por sus críticas a las posturasoficiales, le tuvo relegado hasta 1955. No obstante, se le permitió seguir con sulabor docente y dos años más tarde recibió los más altos nombramientos,llegando a ser asesor económico de diversos países del tercer mundo.

A grandes rasgos, su obra se puede dividir en tres bloques temáticos. La deno-minada economía del bienestar, con la tesis de que el sistema capitalista nopresentaba las condiciones idóneas de competencia perfecta para proporcionarese mercado al que muchos aspiraban. Para esto se apoyó también en suanálisis de la teoría del interés y en los defectos e imperfecciones del sistemade libre empresa. Por otro lado, dedicó gran parte de sus esfuerzos de investi -gación a demostrar la supremacía del sistema socialista frente a la economíade mercado, basándose en la mayor racionalidad del análisis marxista. Tam-bién adaptó los métodos econométricos y la informática al estudio de la eco-nomía socialista.

El húngaro Georg Lukács (1875-1971), fue un espíritu independiente y unade las figuras más representativas y complejas de la cultura contemporánea.Se centró por un lado en el campo de la teoría literaria, sobre todo en elanálisis estético de la novela. En su evolución desde el idealismo hegeliano almarxismo, criticó al neopositivismo y al existencialismo por inoperantes.Destaca su Historia y conciencia de clase en la que sin aceptar a Marx en todo,reconoce la no viabilidad del capitalismo y que sus contradicciones avocaránen el socialismo. Su dedicación al método dialéctico, al marxismo y al

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leninismo le situó ante la necesidad de no quedar apartado de la luchapolítica, más aún ante un fascismo cada vez más amenazante. Ya en 1914 sehabía hecho comunista para luego tener una activa vida política en cuyosavatares no faltaron exilios, lucha directa y represión incluso por los soviéticos.

Joseph Schumpeter (1883-1950), austriaco emigrado a EE.UU. y profesor enHarvard, lo cual no limitó su independencia intelectual ni sus críticas alcapitalismo. Sin ser considerado un marxista, dijo que Marx fue el primero encrear una teoría económica con un análisis histórico perfectamente razonado.También tuvo sus buenos comentarioshacia nuestra Escuela de Salamanca.Adquirió pronto fama mundial con susinvestigaciones sobre los ciclos y elpapel de ciertos empresariosinnovadores y visionarios que traenprosperidad, en contraste con la simplevoracidad del capitalista.

Insistió en la futura desintegración delcapitalismo a causa de su propio éxito.Añadió que este sistema es, por sunaturaleza, una forma de cambioeconómico que no puede serestacionario, pues constantemente estáalterando sus propias condiciones deexistencia y va siendo destruido por lamisma civilización que él ha creado.

Hizo una clara distinción entrecrecimiento y desarrollo económicos,El crecimiento trae cambios cualitativosque alteran el funcionamiento del propio sistema, como la falacia de lacompetencia perfecta, la posibilidad de ganancias excepcionales, la atracciónde espíritus emprendedores, la ineficacia en la distribución de recursosproductivos, etc. Respecto al desarrollo en el capitalismo, este no ha estadonunca bien distribuido ni tan siquiera se ha beneficiado de la aparición irregularde actividades innovadoras. Estas y los ciclos están muy relacionados, tanto enlas fases de depresión como de recuperación.

Cierta escuela schumpeteriana apareció a mitad del siglo XX sosteniendo queel desarrollo capitalista se caracteriza por unos ciclos estructurales, a largoplazo, relacionados con cambios tecnológicos fundamentales. O sea que lasondas largas del desarrollo tecnológico influyen en la estructura económica.

El Estructuralismo

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Se ocupa de aquellos aspectos de la realidad más profundos y permanentesque los de una simple coyuntura. Este enfoque ha penetrado en muchas otrasciencias, entendiéndose por estructura a todo conjunto de elementosconsiderado en función de las relaciones entre los mismos, tanto o más quepor las características de cada uno.

Por ejemplo, la estructurade todo edificio será más omenos fiable no solo por laresistencia de sus vigas,sino por lo bien que serelacionen o sujeten entresí. La de una orquesta, nosolo exige que tenga buenosmúsicos, sino que estosestén bien coordinados. Y,si se trata de determinadaempresa, su acertadaestructura dependerá deuna buena dirección quedistribuya y controledebidamente sus fuerzasproductivas, garantizandoasí su buen funcionamiento.

En Economía destacaron iniciativas, que ya hemos comentado, como las deWilliam Petty al tratar de relacionar elementos de la realidad económica ycuantificarlos. Quesnay, explicando con su Tableau Economique el circuito deformación y distribución de la riqueza. Marx, con sus conceptos sobreestructura y superestructura, más sus análisis sobre circulación entre sectoresde producción. También Walras, con su esquema del equilibrio general y deinterdependencia de muchos factores.

Pero fue el ruso Vassily Leontiev (1905-1999), quien tras estudiar en SanPetersburgo y en Berlín empezó a concebir su gran trabajo, el Modelo Input-Output, al que incorporó las aportaciones de los anteriores autores. En estemodelo la estructura de una economía queda reflejada a través de lasrelaciones de intercambio entre sus sectores productivos. Estas relaciones secuantifican en unos coeficientes técnicos que determinan un modelo estático, acorto plazo, muy útil a la hora de planificar.

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Si por ejemplo representamos las cifras del Tableau, que ya vimosanteriormente, en formato Input-Output y aceptando como estéril a la clasemanufacturera, tendríamos:

Aunque esto simplifica mucho el Modelo de Leontiev, esta sería una forma dever como la clase productiva transfiere riqueza a sí misma por el valor de 2mientras que a las otras clases transfiere por valor de 3, produciendo un totalde 5. En las columnas tendríamos lo que cada clase recibe y los coeficientestécnicos serían los cocientes entre cada uno de sus valores y el total. Porejemplo la clase estéril respecto a la clase productiva tendría un coeficientetécnico e 0,2 mientras que a la clase aristocrática le correspondería un 0,4.

Estos coeficientes, en un modelo aplicable y mucho mayor, se convertirían encientos de factores fijos a medio plazo, que determinarían las relaciones entresectores productivos, o sea su estructura económica, siendo una valiosaherramienta de planificación. Por ejemplo, ante una ampliación de la industriaautomovilística, ¿qué cambios se impondrían en otros sectores como elsiderúrgico, el laboral, etc.?

En 1931 Leontiev se estableció en Estados Unidos, en Harward, donde llevó acabo sus investigaciones y publicaciones con la colaboración de prestigiososeconomistas, entre ellos Shumpeter. Desde la Unión Soviética se criticóduramente su trabajo, lo que motivó que Leontiev se trasladase a Moscú paraexponer su método y sus resultados, siendo admitido y aplicado sin reservas.Hizo valiosas contribuciones al cálculo de la Renta Nacional y recibió en 1973el premio Nobel por su Modelo, al que ya había introducido el álgebra matricialen su estudio sobre el equilibrio general.

En España, fue Román Perpiñá Grau (1902-1991), el primero en ocuparse dela noción de estructura. Economista, intendente mercantil, becado en Alemania,redactó su tesis doctoral sobre concentración de empresas para luego estudiarel proceso de estructuración de la actividad económica. Fundó nuestro primerservicio de estudios económicos, fue profesor en Madrid y en Salamanca,Consejero de Economía Nacional y el maestro de destacados profesionales. Ensu libro De Economía Hispana, define la estructura económica como laresultante de los factores naturales y de la política económica del interior, conlas influencias recibidas del exterior.

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Ramón Tamames (1933-), con la publicación de su Estructura Económica deEspaña en 1960 irrumpió con unos datos y apreciaciones que rellenaron uninexplicable hueco. Siguió elaborando extensos trabajos relativos al tema eincluso sobre planificación. Fue catedrático en Málaga y Madrid, ocupóimportantes cargos políticos desde la izquierda al centro, se ocupó luego desus negocios y acabó adoptando posiciones, incluso en economía, un tantoconservadoras.

Finalmente ha sido José Luis Sampedro (1917-2013), quien configuró elanálisis estructural en sus sucesivas etapas de delimitación de la realidad, elinventario de elementos, el estudio de sus interrelaciones y la construcción deltipo de estructura. Siendo funcionarioobtuvo su cátedra de EstructuraEconómica en Madrid y, trasproblemas por su participación en lasmovilizaciones estudiantiles en aquellauniversidad, se tuvo que trasladar en1970 como profesor al Reino Unido y aNorteamérica.

De regreso a España, siguió con suposición crítica frente a la Dictadura ycon la Democracia le nombraronSenador, miembro de la RealAcademia y muchas cosas más. Siguiócon sus publicaciones sobre el análisisestructural, el desarrollo y la inflación,pero siempre contra el neoliberalismo.Fue todo un humanista solidario y unprolífico novelista, recibiendo en 2011su Premio Nacional de las Letras.

Si bien los autores citados no pueden considerarse estructuralistas sin más,modernamente han aparecido autores por todo el mundo que han tomado eltestigo y han contribuido lo suyo. Algunos sudamericanos, atribuyendo elsubdesarrollo de sus países a razones estructurales propias del capitalismo. Enla Econometría por ejemplo, y como ahora veremos, se vincula la estructura ala teoría de los modelos en los cuales ha de haber un mínimo de informaciónsobre ciertas constantes económicas.

En resumen, y lo veremos en seguida, la estructura económica de todoterritorio ha de describir y cuantificar la realidad económica del momento. Ha declarificar las relaciones, permanentes y subyacentes, entre sus elementosmacroeconómicos y finalmente se ha de analizar su evolución. Todo ello paraque la realidad actual se vaya transformando en aras de una sociedad mejor.Está claro que los gobiernos tienen aquí una responsabilidad, que últimamenteha sido abandonada.

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Teoría de los ciclos

Conforme se han ido midiendo los cambios económicos y se han ido aplicandotécnicas estadísticas, se ha podido evidenciar el comportamiento cíclico delmercado. Muchos han sido los autores, como Marx, Keynes y el rusoKondratiev, que han contribuido a perfilar la Teoría de los Ciclos. Estos sedeben a fenómenos como la saturación de inventarios, el tipo de interés, elnivel de inversión y especulación, los ciclos de otras economías, el comercioexterior, la tecnología, etc. Si bien, a pesar de su regularidad es imposibleevitarlos, su conocimiento puede ser útil para prever la actividad económica.

En todo ciclo, hay siempre una fase de expansión seguida de otra decontracción. Estas se subdividen en periodos de depresión, recuperación,auge y recesión. Su dialéctica hace que estas se vayan repitiendosucesivamente y marcando etapas de crecimiento y de crisis.

La realidad no es tan simple como el dibujo. Los ciclos mayores arrastran aotros que, aunque tienen menos fuerza, son simultáneos y afectan a la líneaque marca el ciclo principal. Por ejemplo, mientras se reduce el nivel deinversión, a esto le puede impactar un aumento de las exportaciones. Loanterior resulta muy útil cuando las dimensiones a tener en cuenta sonmacroeconómicas, aunque también se dan ciclos a otros niveles, como en lavida de un producto o los cambios de comportamiento del consumidor.

Si las crisis son cortas, tenemos incidentes sociales. Pero si son prolongadas,hay un desgaste de energías y se producen desengaños y una fatiga antenuestras esperanzas frustradas. Es lo que tenemos en la situación actual.

Los ciclos y sus crisis son propios de nuestra economía de mercado. Susdefensores recurren a eufemismos como "desaceleración” para justificar lasmiserias de un sistema que incluso los necesita. Una planificación adecuada dela economía no es que los eliminase, pero sí amortiguaría sus consecuencias.

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La Econometría

Como auxiliar de una planificación económica cada vez más abandonada, esuna especialidad más bien compleja que ha tenido sus años de gloria, aunquecon éxitos más bien relativos, por lo que hoy se encuentra bastante en desuso.

Esta rama del saber nace hacia 1926 y todavía está en construcción. En ellahan destacado economistas como su iniciador el noruego Ragnar Frisch, elprofesor de Oxford David Hendry, el holandés Jan Tinbergen premio Nobelcomo también el norteamericano Lawrence Klein, el ya visto Oscar Lange yotros muchos. En general, todos han asociado las diferentes teorías de losciclos con modelos econométricos aplicables a la política económica.

Sus modelos, bien de simulación o de predicción, pretenden entender elfuncionamiento de la economía, realizar su análisis estructural, predecirvariables y hacer simulaciones con fines de planificación y control. Todo ello alservicio tanto de gobiernos como de grandes empresas.

Se basa en la estadística, la teoría económica y las matemáticas. Con ellasconstruye sus modelos para analizar, interpretar y hacer predicciones tomandovariables vitales como el precio, las reacciones del mercado, el coste deproducción o las consecuencias de ciertas decisiones económicas.

Se recurre bastante a una técnica estadística, llamada regresión lineal, por lacual los datos recogidos que relacionan dos variables se convierten en unaecuación, aquí en rojo, que luego sirve para extrapolarlos al futuro.

Evidentemente, el número de ecuaciones de todo modelo econométrico no sóloes numeroso sino complejo a la hora de relacionarlas. El problema se multiplicaa la hora “creativa” de escoger aquello que efectivamente influye en elcomportamiento de lo que se quiere modelar y sobre de lo que muchas vecesno se dispone de datos.

Por ejemplo, un gobierno actuará con un horizonte macroeconómico y utilizarávariables estadísticas como el nivel de empleo, los datos de crecimiento, las

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alteraciones monetarias propias y externas, el tipo de interés y un sinfín deaspectos medibles de la economía.

En cambio una determinada empresa multinacional, tendrá además queseleccionar comportamientos exclusivos de su área de negocio, tomando conello sus decisiones y arriesgando inversiones. Todo ello en plan confidencial.

Sin ánimo de profundizar, las ecuaciones de cualquier modelo empiezanrepresentando las relaciones entre sus variables de este modo:

La cosa se va complicando a base de más variables, parámetros y de algunosmétodos matemáticos como el de los “mínimos cuadrados”, hasta convertirseen una cábala incomprensible para muchos y que cada vez puede estar másalejada de la realidad.

Un ejemplo a nivel microeconómico, podría ser el del comportamientohipotético de nuestra compra semanal de pescado. La variable de cantidadcomprada (Y) dependerá principalmente de nuestra disponibilidad monetaria(X1), del precio del o de los productos sustitutivos (X2…) y de nuestros gastosimprevistos (X3), todos ellos debidamente ponderados. Pero también habríaque tomar en cuenta factores aparentemente poco influyentes como laclimatología, nuestro tiempo disponible para la compra, si respetamos o no lavigilia, etc.

Dando valores a cada variable X desarrollaríamos un modelo, lo probaríamos yasí llegaríamos a delimitar su fiabilidad ante la decisión de compra de nuestropescado. El proceso sería aplicable a cualquier otra decisión dentro de nuestroámbito económico, lo que si bien puede parecer impredecible, es lo que losmodelos econométricos pretenden alcanzar. Ese ha sido, más bien hasta hacepoco, el principal objetivo de algunos economistas. Hacer predicciones de loque va a ocurrir, a corto o largo plazo y a nivel macroeconómico, en función delcomportamiento esperado de las diferentes variables que influyen en laeconomía. Todo ello ha ido a menos.

Keynes

El británico John Maynard Keynes (1883-1946), nació el día de la muerte de Marx aquien estudió junto a Smith, siendo ademásdiscípulo de Marshal. Definió a la Economíacomo un instrumento para resolver “elproblema político de la humanidad”combinando tres principios: la eficienciaeconómica, la justicia social y la libertadindividual. Cuando pasó por Madrid, en 1930, habló sobre la ”posible situación

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económica de nuestros nietos” e hizo referencia a la conveniencia de grandesmejoras sociales. Para muchos, está considerado como el economista másinfluyente del siglo XX. Sus teorías, nacidas en Cambridge, tuvieron granrepercusión en muchas políticas económicas occidentales, especialmente enEE.UU. Su Teoría General del año 1936, rompía con la tradición neoclásica yfue esa gran obra por la que se le considera además uno de los fundadores dela macroeconomía moderna. Consideraba que el capitalismo no resuelve ni elpleno empleo ni el equilibrio de los factores productivos pero, si se tomanciertas medidas, lo esencial podría corregirse y el sistema no correría peligro.

En contra de la visión microeconómica clásica, que creía en el ajusteautomático entre oferta y demanda, Keynes consideró a la demanda global(suma del consumo de las familias, la inversión empresarial, el gasto público ylas exportaciones) como algo ascendente frente a la inestabilidad de la oferta,consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversores. Para equilibraroferta y demanda, y esta es quizás su gran aportación a la política económica,defendía la intervención pública directa a través del gasto público.

Ante la crisis de 1929 y para combatir desempleo e inflación, que considerabaexcluyentes, propuso una serie de medidas que más tarde alcanzaron un granéxito. Contra el desempleo había que subir la demanda global bajandoimpuestos y tipos de interés, fomentando el gasto público, el aumento de laproducción y las exportaciones. En cambio para frenar la inflación, había quereducir el consumo con más impuestos y aumentar la inversión empresarialincluyendo medidas fiscales pero, eso sí, moderando el gasto público.Desarrolló además el concepto de multiplicador, el más importante fue el quevinculaba el incremento de la inversión pública con el aumento del empleo. Y

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quedó bien claro que el Estado, para financiar ese gasto destinado a sostenerla demanda y el empleo, tenía que recurrir a la Deuda Pública. En otros países hubo medidas ”keynesianas” con anterioridad. En 1930 Sueciaredujo el paro implantando su avanzada Seguridad Social y las cooperativasagrarias y de consumo. En 1933 la Alemania nazi, creando un gran Déficit consus obras públicas, redujo el desempleo casi a cero. Incluso EE.UU. ya en1929 se planteaba un gran programa de Obras Públicas y mejoras sociales.

Entre los muchos seguidores de Keynes destacó John Hicks (1904-1989),sobre todo por su aportación adicional en 1937 con su modelo IS/LM, quepronto adquirió relevancia.

Los ahorros y la inversión corresponden a IS y la demanda y la oferta dedinero, a LM. Igualando ofertas y demandas a través de políticas monetarias yfiscales, se obtenía tanto el nivel de renta con su correspondiente demanda debienes (Y) como también el tipo de interés (i), que luego influiría en la demandade inversión. Así se mantendría el equilibrio del mercado a un nivel de preciosconstante. Hicks aportó además valiosas ideas sobre crecimiento, equilibriogeneral, mercado de trabajo, teoría de los ciclos y economía del bienestar.

Las medidas keynesianas fueron dando resultado hasta la crisis del petróleo de1973, cuando apareció un nuevo tipo de inflación, la de costes. Unido esto aléxito político de gobiernos reaccionarios, se aplicaron medidas neoliberalesdesarrolladas por la Escuela de Chicago. Lo que esta consiguió fue elevar lamiseria de los de abajo, aumentando el paro y el estancamiento económico.

Pero en 2008 tras la gran crisis financiera, vuelve a aparecer la sombra deKeynes y recuperan actualidad sus muchos seguidores partidarios de laintervención del Estado. Se exige al capitalismo un comportamiento máshumano y el refuerzo del estado de bienestar. Para ello es imprescindible, enparalelo, un aumento de la inversión y la consiguiente recuperación económicaque satisfaga la demanda.

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Segundo siglo XX

Ya vimos que en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, la tarea inmediata erala reconstrucción y reparación de tanta tragedia humana y material. Esto selogró en pocos años apareciendo además nuevos poderes, en función de losresultados militares de cada uno. Se creó la Organización de NacionesUnidas, con la esperanza de tener un foro de discusión y solución deconflictos, que evitase para siempre más guerras. De eso nada.

Se montó poco antes la conferencia de Bretton Woods, en la que el patrón orofue sustituido por el dólar, que pasó a ser mundialmente aceptado e incluso seconvirtió en moneda refugio. Esto le dio tremendas facilidades a EstadosUnidos para emitir moneda casi sin límites y sin respeto por norma alguna.

Aparte de los países que ya hemos visto, pocos más progresaron y el resto, alos que se les auguraba un gran futuro, se quedaron con su futuro. El aumentode población se disparó alcanzando pronto los tres mil millones, la mortalidadbajó, la natalidad aumentó, las migraciones se multiplicaron con lo que segeneraron nuevos desequilibrios a nivel mundial. La escasez de alimentos, apesar de tanta “revolución agrícola”, fue una realidad constante.

En ambos bloques Este y Oeste la industria, la agricultura local y los medios detransporte se desbordaron. En occidente vino toda una revolución comercialpor la que se adaptó la demanda a la producción en masa, aumentó laconcentración, la publicidad se generalizó y hasta se revolucionó el embalaje.

En este periodo muchas colonias se independizaron, la tecnología electrónicapegó saltos, aparecieron nuevos mercados, el comercio se desbordó y crecióel consumo en los países ricos. Pero el estancamiento del desarrollo en lospaíses pobres, unido a sus problemas de población, hizo su miseriairreversible. Como ya se ha dicho, no faltaron revoluciones y otros conflictosbélicos como en Oriente Medio, Cuba, Viet Nam y otros más, coincidiendo lascausas económicas y las sociales. Estas podían ser tanto internas, comodebidas a los intereses de países más poderosos.

El petróleo y un recién llegado, el gas natural, desplazan al carbón. Secambia el equilibrio internacional y ciertos países, suministradores al resto delmundo, reciben un dinero a espuertas que ni va donde debe ir ni hace que sedesarrollen. El total de energía disponible en cada país va marcando surelevancia internacional.

La nueva dinámica industrial ha manipulado el consumo y la obsolescenciatecnológica precede al desgaste. La concentración empresarial se impone yeso facilita una expansión multinacional a la que solo tienen acceso los másgrandes. Surge una deslocalización hacia países con sueldos bajos, paraluego importar lo producido al propio país de origen, en donde se ha generadomás paro. Mientras tanto, la concentración financiera no conoce límites ysupera a cualquier otra forma de acumulación de poder.

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Sin embargo el crecimiento económico de Europa no ha evitado que, aunsiendo intencionadamente calificada por ahí de Viejo Mundo, consiga que casitodos sus estados hayan creado instituciones de protección social como laSanidad, Educación, Pensiones y otras más. Son los estados de bienestar,nuevos en la Historia que en ese otro Nuevo Mundo americano del siglo XXI,brillan por su ausencia. Parece como si nuestra Europa fuera una isla en elorbe, donde sus pueblos reciben unas ventajas sociales que, en otros lugares,sólo los ricos se puedan permitir. Es una vergüenza que, en tantos países“nuevos”, hasta el agua potable se la tengan todos que pagar.

En los países europeos, los derechos de los mayores se van afianzando. Lamejora del nivel de vida y el desarrollo de la medicina han alargado suesperanza de vida y su población crece más. Esto conlleva a una mayornecesidad de protección y asistencia médica, que ha de ser cubierta en cadaEstado. Pero nuestros enemigos asoman acusadores con un nuevo dedobíblico que parece decir: “como vivís más, vais a vivir peor”, lo cual dependerácomo siempre de la correlación de fuerzas.

La liberación femenina, su incorporación masiva al mercado laboral, el controlde su propia sexualidad y la baja natalidad hacen que la familia actual pase deser extensa a ser nuclear y surgen dificultades a la hora de cuidar a susancianos, que quedan desprotegidos. Por ello se ha hecho necesaria lacreación de un sistema complejo de Servicios Sociales y Residencias, quesustituya lo que tradicionalmente era responsabilidad exclusiva de las mujeresen cada familia. Por fin, el cuidado de los mayores va siendo, cada vez más,responsabilidad del Estado.

La Dictadura Franquista

Desde 1939, fin de la Guerra de España, aquél dictador vitalicio se permitiógobernar como si esta fuera un cuartel. La población, por diversas causas,había disminuido en 1,4 millones. Los supervivientes vivieron aquél caos ymiseria entre reconstrucción de “regiones desvastadas”, cartillas deracionamiento, estraperloy continuos cortes de laluz. Todo ello inmerso enuna autarquía económica,consecuencia primero delbloqueo a que fuesometido el régimen ysegundo por los interesesde aquellos oligarcaslocales quienes, libres decompetencia extranjera,se llenaron todavía máslos bolsillos.

Fue el botín de guerra que los vencedores más “emprendedores” pudieronacumular a lo largo de aquellos años de Victoria. Subvenciones, cupos de

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producción, licencias de importación, contrabando al por mayor, favores a lasgrandes empresas, manipulaciones en el Servicio Nacional del Trigo y un largoetcétera, podrían ilustrar esto hasta el aburrimiento. Como contrapartida, lamiseria de un mundo rural emigrando a las zonas urbanas y la falta de trabajooriginaron una multitud de desamparados que tuvieron que soportar largosaños de precariedad.

La educación pública fue de lo más testimonial y ahí la Iglesia recuperó elterreno perdido con la República.El nacional catolicismo lo inundótodo, libros de enseñanza ycualquier otro medio deinformación.

Circuitos privilegiados definanciación permitieron dirigircuantiosas sumas de dinerohacia latifundios, hacia lasgrandes empresas industriales,eléctricas, etc., procurándolesaún más beneficios. Mientrastanto, los pequeños empresariospercibían ayudas tan escasasque, tras muy largos años,consiguieron salir adelante en un medio ausente de crecimiento e inflacionista,pero con unas condiciones laborales que facilitaban la explotación.

En cuanto al Sistema Fiscal, sus promesas de reforma siempre acompañarona la toma de posesión de cada ministro de Hacienda. Regresivo, centralizadoy con poca presión impositiva, ingresaba algo en impuestos indirectoscontribuyendo también a la desigual distribución de la renta. Tan escasarecaudación originaba una inversión y un gasto público bajísimos, conescasos servicios públicos e imposibilitaba toda política de desarrollo.

Entrando en lo social, ya en plena Guerra Civil en 1938, se promulgó el Fuerodel Trabajo basado en “La carta del Lavoro” de Mussolini y se diseñó unSindicalismo Vertical regulador de las condiciones laborales. Posteriormente,cierta asistencia social quedó reflejada en la legislación ordinaria coninstituciones tales como el Fondo de Protección Benéfico Social, el AuxilioSocial y la Organización Nacional de Ciegos.

Apareció en 1947 una nueva Seguridad Social vinculada a la doctrina social dela Iglesia, posteriormente vino el Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez(SOVI). Aunque ya, en 1942, se había establecido el Seguro Obligatorio deEnfermedad que en 1963 derivó a una Ley de Bases de la Seguridad Social.Recibimos cierta asistencia sanitaria, protección a la familia, normas deseguridad e higiene en el trabajo, etc. O sea que, para regular sus serviciossociales, aquella dictadura se tomó su buen cuarto de siglo.

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Coexisten en esta etapa ciertas ONGs, siendo Caritas la más relevante. Dignasde mencionar también son la Cruz Roja Española que ya existía mucho antesde la Guerra y las obras sociales de las Cajas de Ahorro.

El Plan de Estabilización de 1959 marcó la línea divisoria entre la autárquía yel desarrollismo de los años 60. Se abandonaron aquellas por inviables y setomó un conjunto de medidas de ajuste, entre ellas una congelación desalarios, que favorecieron la evolución del capitalismo español. Tras pactar conEE.UU. lo que ellos quisieron, el franquismo concedió bases militares y acambio España se le permitió formar parte de organismos internacionales,como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para laCooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El turismo y la emigración no dejaron de crecer, trayéndonos muy buenasdivisas. Pero todavía nos quedaba un exceso de fuerza laboral a muy bajocoste y nada problemática, que atrajo muchas inversiones extranjeras. Todoesto posibilitó una recuperación y modernización industrial que absorbió muchamano de obra directa e indirecta y afianzó una nueva y emprendedoraburguesía industrial.

El Instituto Nacional de Industria coordinó muchas inversiones a gran escalay en 1963 se aprobó el Primer Plan de Desarrollo. Sus artífices, tecnócratasde un Opus Dei que había ocupado el gobierno, se inspiraron en el PlanMonnet de los franceses. Tuvo así un carácter indicativo cuyos merosresultados, mientras se modernizaba nuestra economía, contribuyeron a unacultura de planificación desconocida en este país. Lástima que todo eso seahoy un recuerdo.

Por fin, hacia los años sesenta, nuestra clase trabajadora empezó a mejorarsus condiciones de vida. Se fueron sustituyendo casuchas por viviendas conbaño, fabricamos electrodomésticos, coches con marca extranjera, más ropa,zapatos y poco más. Eso sí, se firmaron muchas letras de cambio, se inventó elpluriempleo, algunos pudieron hacer horas extras y España se convirtió en un

país moderno, en el que la falta de libertades y derechos muchos la suplían conun creciente nivel de consumo.

Pasadas las ejecuciones masivas del régimen, pero sin que cesase larepresión, la actividad clandestina de muchos antifranquistas se fueorganizando. Aparecieron sindicatos como el de Comisiones Obreras, unaoposición política y ya, por los ochenta, ante unas nuevas generaciones ladictadura se empezó a ablandar.

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Españoles contemporáneos

Durante la República se planteó la creación de un centro de estudios políticos yeconómicos destinado a la administración del Estado y, en 1932, se iniciaronen la nueva Facultad de Derecho cursos especiales en estas materias. Con laguerra todo quedó suspendido hasta que en 1944 empezó a funcionar en laComplutense la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas. En Barcelonatuvieron que esperar diez años.

Además de Perpiñá Grau, Tamames y Sampedro, que ya hemos visto en lorelativo al estructuralismo, escogemos aquí a otros siete, que siguen siendomuestra de nuestro nivel de conocimientos.

Claudio Sánchez de Albornoz (1893-1984) ha sido ese historiador a cuyostrabajos no han cesado de recurrir infinidad de economistas. Brillanteestudiante, catedrático, investigador y académico, fue además diputado,ministro de nuestra Segunda República yembajador para luego ser procesado por elfranquismo y separado de su cátedra. Seexilió a la Argentina, en donde fue profesor deHistoria Medieval hasta el fin de sus días,además de presidente de nuestro GobiernoRepublicano en el exilio.

Sus innumerables publicaciones versan sobrela España Musulmana y los reinos deAsturias, Castilla y León, con abundantesdatos económicos y sociales. Fue nombradodoctor honoris causa en ocho universidades,elegido miembro de muchas academias yconferenciante invitado por medio mundo,recibiendo a lo largo de su vida toda clase depremios. Finalmente regresó definitivamente aEspaña para morir un año después.

En Barcelona, entre los nuevos catedráticos destacó el gerundense JaumeVicens Vives (1910-1960), quien tras ser depurado consiguió editar obraspropias y ajenas, siendo considerado una autoridad en historia económica ysocial. Se dio a conocer con una tesis doctoral sobre la Barcelona del siglo XV,centrándose luego en la Cataluña de la Baja Edad Media. Consiguió por fin unacátedra en esa Universidad y pudo intercambiar conocimientos con importantesfiguras internacionales. Sus tratados sobre Historia Económica fueron todo unéxito siendo, además de historiador, un maestro de historiadores.

Otro catalán a resaltar es Fabián Estapé (1923-2012), quien destacó por susobras sobre historia del pensamiento económico, en donde cubrió la prácticatotalidad de los grandes pensadores sin olvidar a nuestros compatriotas. En sumomento ejerció, también gracias a su cátedra y rectorado en Barcelona, unainfluencia muy positiva entre otros economistas.

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En Madrid fueron apareciendo catedráticos que también contribuyeron arecuperar el nivel que años atrás habíamos perdido. Es imposible citar a todos,podríamos empezar por José Castañeda (1900-1987), alumno brillante enmúltiples carreras, funcionario de provecho y profesor insigne. Su cátedra deTeoría Económica y su libro de texto, en el que combina su marginalismomicroeconómico con grandes dosis de análisis matemático, le dio un granrenombre. Contrario al planteamiento macroeconómico de Keynes, centró suatención en el progreso técnico y la acumulación de capital. No caló hondo.

Alberto Ullastres (1914-2001), gran alumno e investigador, fue además elprimer profesor de Historia Económica en la recién creada Facultad de Madrid.Como ministro y miembro del Opus Dei, pudo implantar su famoso Plan deEstabilización en 1959. Tras las muchas penurias que este causó a nuestrapoblación, como hemos dicho, su apertura económica acabó con aquellaautarquía que tanto frenaba nuestro crecimiento. Fue luego un tenaz luchadorpor nuestra integración en la Comunidad Europea, pero aquellas democracias,y la agricultura francesa, tenían cada una sus razones en contra.

Enrique Fuentes Quintana (1924-2007), abogado y economista, se inició en ladocencia también en la Complutense, enseñó con gran acierto en otrasUniversidades y dirigió publicaciones de gran relevancia. Fue nuestro mejorteórico en Hacienda Pública, defendió el Estado del Bienestar, recibió múltiplespremios y siendo Vicepresidente del Gobierno en 1977, llevó a cabo la másdrástica reforma fiscal de nuestra historia al desmontar el sistema franquista.Cuando intentó implantar su Plan Energético Nacional, las dificultadesplanteadas por los poderes industriales de entonces le llevaron a dimitir. Juan Velarde Fuertes (1927-), acumula toda clase de distinciones y premios,incluso en Hispanoamérica, dada su categoría intelectual. Se afilió a unaFalange Española muy orientada a la Justicia Social y también fue catedráticoen la Facultad de Madrid, y en la de Comillas. Gran estudioso de nuestroseconomistas desde la Escuela de Salamanca hasta muchos contemporáneos,de los fisiócratas, del nacimiento del capitalismo y de los riesgos de lasocialización. Es miembro del Tribunal de Cuentas, de la Fundación FAES ypreside la Real Sociedad Geográfica.

Tanto talento económico, incluyendo a otros muchos, también ha servido paraque una nueva generación de profesionales estén hoy cumpliendo en suscátedras. Es de esperar que de ahí salgan pronto nuevos genios que, si seresisten a ser cazados por el poder, pongan España a la altura que en esta, yen otras disciplinas, ya está alcanzado.

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España, democracia coronada

Hemos de aclarar que nuestra Segunda República no fue menos democráticaque esta monarquía y que aquella Constitución todavía no ha sido derogadasino que fue machacada por un levantamiento militar y sus consecuencias. Poreso si hablamos de democracia, no nos creamos que esta nació en 1978.

Franco desaparece en 1975, las estructuras políticas minoritarias de sudictadura se desmoronan y España, repleta de partidos, emprende unatransición. Al quedar todo bien atado, las fuerzas armadas permiten, entreruido de sables, que se imponga la fracción reformista del franquismo.

Sin que al pueblo se le consulte sobre la forma de Estado, se impone unamonarquía seleccionada previamente por el Dictador dentro de unaConstitución que, esa sí, se puede votar. Obtiene mayorías, excepto enEuskadi y Cataluña, y vienen enseguida elecciones democráticas, Parlamento,Gobiernos e incluso Autonomías para quienes ni se lo esperaban.

Aquél terrorismo de ETA, que nació en la Dictadura, se mantuvo y alterónuestra convivencia. Respecto a lo económico, este nuevo régimen con elcuento de la reconversión industrial, fue abandonando industrias mientrasmontó cierto Estado social que añadió progresos en materia de sanidad,educación, pensiones, residencias y años más tarde en dependencia.

Nos integramos en una Europa que modernizó nuestra agricultura, entraronalgunos millones de inmigrantes, el mercado laboral se fue deteriorando yla concentración de la riqueza fue de nuevo imparable. Sin olvidar que casitodas las grandes fortunas actuales tienen su origen en aquellos vencedoresque pudieron aprovecharse de lo que ya calificamos de botín de guerra. Seafianza un modelo de acumulación capitalista basado en el Sector Servicios(construcción y turismo), la especulación y el endeudamiento. El marcoinstitucional no sale de un bipartidismo alternante entre PP y PSOE, más unos“pactos sociales” con unos sindicatos combativos, pero cada vez mássubvencionados. Persiste una gran diferencia de clases por la que unoscuantos millones de españoles están en el umbral de la pobreza mientrasotros privilegiados viven como reyes.

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Pero no perdemos la alegría. Nos montamos la Expo de Sevilla en 1992,derrochona y fastuosa, mientras todos los indicadores macroeconómicos seiban a pique. Hasta un ministro socialista dijo que “en España es donde sepuede ganar más dinero en menos tiempo”. Claro que, con un interés legalsuperior al 15%, qué capital especulativo se lo iba a dejar escapar, aunque deinversión productiva nada. Aquél regalo hizo que mucho empresario liquidasesu negocio para vivir de las rentas de su nuevo capital. Además de facilitar ladesaparición de empresas, se destruyeron los derechos de los trabajadores.

Los mayores de hoy recordamos amargamente aquella Reforma Laboral que elgobierno socialista de 1994 impuso, con la ayuda parlamentaria de la derechacatalana, y que a tantos puso en la calle a una edad en la que ya era imposibleencontrar otro empleo.

El pretexto de los iluminados que defendieron aquél despropósito era quefacilitar despidos generaba empleo, que bajar salarios dinamizaba la economíay que reducir las condiciones de trabajo nos modernizaba. Confundieron crisisde empleo con crisis económica y ocurrió todo lo contrario de sus profecías.Creció el paro y se redujo la actividad económica.

No puede ser que en este hermoso país, con tanta historia sufrida y disfrutada,no haya habido suficiente pueblo para frenar tanto disparate. Insisto en quehemos de poner en marcha políticas que nos vuelvan al camino del Estado delBienestar, lo cual exige que despierten los muchos que todavía adoran yvotan a quienes les explotan. Bien sencillo.

Caída de la Unión Soviética

Stalin gobernó hasta su muerte en 1953. Como ya hemos dicho latransformación fue grandiosa ya que el anterior Imperio de campesinospobres gobernados por un autócrata, tras grandes vicisitudes se convirtió enuna Unión Soviética con tal grado de crecimiento, que pronto pasó a ser unagran potencia industrial y militar. Del arado, a la conquista del espacio.

La presencia de un socialismo fuerte en la Unión Soviética frenó a muchaspolíticas reaccionarias en una Europa que, gracias a la ayuda selectiva delamericano Plan Marshal, pronto se pudo reconstruir y recuperar. La guerra fríaentre este y oeste, más los contrastes entre socialismo y capitalismo,condicionaron durante decenios la vida de muchos pueblos.

En los países con socialismo real, no llegaron a construir un modelo dedesarrollo distinto y alternativo al del capitalismo. Por diversas razones, elespíritu revolucionario inicial se fue apagando, las masas cada vez estabanmás alejadas del partido gobernante y el empuje económico de otros tiemposya no era el mismo. Además, la carrera de armamentos iniciada por losEstados Unidos significó para los soviéticos tal carga económica, que elconsumo disponible para la población se vio muy reducido.

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Tras Stalin vino Kruschev quien no cesó de criticar, recurriendo a grandesmentiras, a su antecesor. En 1964, el Partido lo apartó del cargo y Breznevdirigió el país hasta 1982, regularizando las relaciones con occidente yaumentando el comercio mundial, pero sin relajar la sociedad comunista. Sesiguieron apoyando movimientos revolucionarios en el tercer mundo y vinieronotros mandatarios. En 1985 apareció Gorbachov con un programa de grandescambios. Su idea, la Perestroika, era mantener una doctrina comunista conuna sociedad más transparente y una estructura económica similar alcapitalismo.

Aunque ciertos países socialistas ya habían intentado pasos similares, elproyecto era arriesgado al enfrentarse a poderes internos bien consolidados.Estos se resistieron pero, en 1991, apareció un Yeltsin que dio un vuelco consu golpe de estado y el Partido Comunista quedó de momento fuera de la ley.

Se dieron acontecimientos similares en toda la Europa del este, en cuantoa la eliminación de gobiernos socialistas. El peso que en todos estos tuviesepor un lado la situación interna de cada uno y por otro la intromisión deservicios secretos occidentales, es algo que algún día sabremos. Los nuevoslíderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia se inventaron la Unión de EstadosIndependientes, se les añadieron otras repúblicas que luego se retiraron y asíquedó extinguida la Unión Soviética. Gorbachov dimitió y quedaron atrás 72años de Dictadura del Proletariado.

Rusia y sus aliados siguieron en la nueva confederación y el capitalismo volvióa imperar, con lo que unos pocos se enriquecieron, la población empobreciódrásticamente, aumentó la delincuencia y Yeltsin duró como presidente hasta1999. Posteriormente, el mismo Gorbachov ha declarado públicamente suarrepentimiento ante el planteamiento y resultados de su Perestroika.

En el año 2000 hubo nuevas elecciones, las ganó Putin y poco a poco se fuerestableciendo el orden y reduciendo la corrupción. No exento de críticas estelíder, ha conseguido para Rusia un crecimiento y un dinamismo que la hahecho recuperar preponderancia a nivel mundial. Todo esto vislumbraimportantes cambios en la esfera internacional.

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Este nuevo XXI

Una ley que rige la interpretación de la Historia, es que cuando analizamos elpresente, lo hacemos con pensamientos del pasado inmediato en el mejorde los casos, pues el pensamiento actual está por utilizar. No podemos evitarlo,pero hemos de arriesgarnos pues quien no opina no se equivoca, le equivocan.

La globalización esa

Este es un palabro de importación norteamericana. Si ellos intentan pasar suexpresión “world” a la de “worldlisation”, esta les resulta impronunciable. Poreso recurren a “globe” o mundo, que sí puede extenderse a “globalization”. Loque es penoso es que nosotros, teniendo ya la palabra “mundialización”, laabandonemos y tomemos macarrónica y servilmente la de globalización.

El nuevo siglo empieza un poco raro y el sistema capitalista dominamundialmente. La idea de algunos de que este está débil y a punto de caer,es más un sueño que el resultado de un mínimo análisis. Sin embargo, y apesar de tanta fortaleza, el nuevo capitalismo no está resolviendo sus propiascontradicciones y en ciertos casos hasta necesita recurrir a medidas militarespara ir tirando. Por otro lado, y como ya hemos advertido, sus medios deinformación nos regalan un pensamiento único cada vez más manipulado.

El poder económico hoy se ha sublevado, los ricos han dado su respuestadialéctica y han ganado, por el momento, la lucha de clases. Lamundialización y la revolución tecnológica han transformado las relaciones deproducción, se ha multiplicado y abaratado la fuerza de trabajo disponible y elcambio de correlación de fuerzas a escala mundial es indiscutible. Estamosbajo una gentuza anónima que dirige viendo solo números crecientes, sinimportarle si salen de materias primas, productos industriales o aguacates.

A su insaciable falta de ética no le importa la miseria ajena, tira de una cuerdatodavía irrompible y mueve fortunas de unos sitios a otros en un mapa bienmudo. Se invaden ciertos estados, como Irak, Libia y Siria, acusándoles de loque a otros amigos dóciles, como los árabes del petróleo, se les perdona. Esosí, al que tiene armas nucleares, ni se le toca.

Proliferan y desaparecen tratados de libre comercio pero ignorando ybloqueando a ciertos países no domesticados, como Cuba, Irán, Corea delNorte, etc. Gracias a esos tratados, como ya hemos dicho se deslocalizanindustrias a lugares con mano de obra barata, aumentando el paro en lospaíses de origen, para luego importar lo producido sin pagar aranceles.

Hoy, el tratado más agresivo es el TTIP, suscitado por la AsociaciónTransatlántica de Comercio e Inversión, más su versión Transpacífica, dirigidaspor multinacionales estadounidenses. Se negocia en secreto ya que supone unserio peligro para los derechos de todo ciudadano, al pretender que estasempresas se hagan inmunes a las leyes soberanas de cualquier país con elque hagan negocios. El que intente hacer cumplir sus propias leyes a

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cualquiera de esas corporaciones, puede ser demandado por esta bajo laacusación de "restringir el comercio” saliendo además victoriosa. Norteamérica,que ya está gobernada por tales entidades, presenta estos timos como"acuerdos comerciales para la eliminación de los aranceles al libre comercio".Lo que de verdad eliminan es la soberanía de los países que los firman.

Se dice que los europeos y asiáticos que están de acuerdo con estas"asociaciones" están comprados y pagados por agentes intermediarios.Con las sospechas de corrupción en parte de la Comisión Europea, ¿a quién lesorprendería que algunos miembros quieran enriquecerse a cambio de sucolaboración? No es de extrañar que tal Comisión declare que está fuera delugar eso de que el TTIP vaya a afectar la soberanía de los países europeos.

Miles de ciudadanos se manifiestan contra estos acuerdos secretos, entresus gobiernos y Washington, pues estos otorgan a las corporaciones másderechos de los que hayan disfrutado en toda su historia, como si no tuviesenya suficientes.

Por otro lado, se exigen pagos de una Deuda Pública, causada porgobernantes que ya no aparecen, a nuevos dirigentes que han de tragarse elmarrón aunque demuestren la corrupción que la generó y luego desapareció.También los poderes financieros embaucan a las gentes ahorrativas conpromesas y contratos indescifrables, para que de golpe unos juecesrespetuosos con lo escrito dejen a esta gente hasta sin su vivienda. Por si fuerapoco, los gobiernos se ponen de parte de los causantes aportándolessubvenciones que luego han de pagar los de abajo.

En fin, un sinnúmero de despropósitos que a los ciudadanos de a pie les hanmalcaído del cielo y que hace unos años eran inconcebibles. Ante tan tristesituación y centrándonos en nuestro entorno, el papel que juega la UE, comoparte de ese entramado de dominación, cada vez aleja más a nuestrospueblos de lo que esperaban. Tenemos pues que rediseñar otra Europa, en laque lo social reciba más atención que los “mercados”.

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Otros países

Mientras tanto, se van consolidando nuevas potencias económicas. Teníamosa Estados Unidos, nuestra UE, Japón, Corea del Sur y poco más. Hoy, a la listase aproximan China, Rusia, Irán e India. Los cambios que le esperan al mundocon el crecimiento, incluso militar, de estos países son imprevisibles.

El caso de China es interpretado de dos modos. Uno la sitúa como unaeconomía totalmente capitalista que explota sin medida a su población, aunquecon un gobierno que se califica de comunista. El otro, considerando que esePartido controla además del ejército, al poder judicial y al orden público, no love igual. El gobierno posee por ley más de la mitad de las acciones de todaslas grandes empresas a las cuales interviene cuando lo estima oportuno y acuyos directores califica de “pájaros en la jaula”. Además mantiene unos planesescalonados de futura socialización, a partir de 2020. Cualquiera sabe quépuede salir de todo eso, pero lo que sí ya es un hecho es el tremendo podercomercial, financiero, tecnológico y militar del país más populoso del mundo.

Al irrumpir en Rusia el capitalismo, su población supo que aunque era falsabastante propaganda anterior sobre su socialismo, sí eran ciertas muchascríticas sobre la libertad de mercado, cuya miseria e inestabilidad sufrierondurante veinte años. Normalizaron su situación, ha vuelto el crecimiento y consus estructuras y potencial tecnológico, su abundancia de materias primas, suextenso territorio y su mucha población, se vuelve a poner Rusia en primeralínea mundial, como ya hemos advertido.

Alemania se reunifica. Al iniciarse este proceso su economía social demercado fue nombrada, en el contrato bilateral de 1990, como de programacióneconómica para la política monetaria, económica y social entre la RepúblicaFederal y la próxima a desaparecer República Democrática. En todo caso siguesiendo la principal potencia económica europea, con un gran peso creciente enle esfera internacional, donde limita bastante su política de intervención.

Resumiendo, aunque el capitalismo recupere terreno, la experiencia históricadel siglo XX bien podría llevar a muchos países a implantar democracias conestructuras económicas socialmente justas. Si el feudalismo tardó siglos endejar paso al capitalismo, la transformación de éste no tiene por qué venirfácilmente. Puede que tantas revoluciones, hoy machacadas por economías demercado, no sean más que hitos de una evolución cuyo resultado está por ver.

España hoy

Seguimos con una Constitución de 1978, que votamos con la esperanza de irlaadaptando y resulta que está ya durando más que la Dictadura. Sus partidariosse oponen a una nueva organización del Estado, a la eliminación o conversióndel Senado en cámara territorial, a acabar con duplicidades como la de lasDiputaciones, a actualizar tan injusta Ley Electoral, etc. Es el postfranquismo.

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Nuestro bipartidismo impone, a principios del siglo XXI, unos recortessociales que ponen en peligro los avances que tanto nos costó alcanzar.Intentan privatizar una Sanidad ejemplar en el mundo, debilitar al máximo lasPensiones, escatimar recursos para la Dependencia, frenar nuevasresidencias de mayores y bajar la protección a la maternidad. A pesar detanta maldad, que podrían corregir aumentando la fiscalidad a los poderosos,descontrolan el Déficit Público y elevan al máximo una Deuda que luegotendrá que pagar el pueblo español.

Ciertos artículos de la Constitución, sobre todo los relativos a derechossociales, todavía no han sido llevados a la práctica. Ni legislan protegiendo elderecho al trabajo ni resuelven el alto nivel de desempleo, agudizado en losjóvenes. Tampoco respetan el derecho a la vivienda pues ni reservan suelopúblico para ello, tampoco se actualizan las pensiones respecto al IPC, etc.

Cuando se nos vino encima la crisis del 2007, se inició un ciclo económicodescendente. En este frenazo el PSOE socializó pérdidas reduciendoderechos y el poder adquisitivo de los salarios. En 2012 gobierna el PP, conuna mayoría que le permite incumplimientos electorales, más corrupción,dudosas amnistías fiscales, aumento de la precariedad, etc.

El efecto domesticador del paro nos añade nuevos miedos, se acepta lacaída del Estado del Bienestar, la exclusión social, la merma de oportunidadespara nuestros hijos, la quiebra de las pensiones, etc. Todo esto le sirve alrenovado poder para disfrutar de la más absoluta libertad económica.

Esta clase dominante no va nunca a permitir que mejoren las condiciones de laclase trabajadora, por mucho que ésta levante la voz. Las nuevas leyes para la“seguridad ciudadana” confunden legalidad con vigilancia mientras los medios,dirigidos por sus nuevos amos, crean una opinión sumisa y protegen lasdecisiones que el poder económico le marca al poder político.

Pero vienen 15-Ms y la cuerda se afloja. El bipartidismo pierde apoyo electoral,mientras el marco institucional y su legitimidad se debilitan junto con aquélconsenso del nunca acabar. Si nuestro pueblo despierta y repito deja devotar a quienes le explotan, nuestra economía todavía es capaz derecuperarse y evitar que seamos un país en vías de subdesarrollo.

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Nuevos economistas

Recientemente han aparecido economistas brillantes y valientes como elnorteamericano Galbraith (1908-2006), profesor en Harvard y muy crítico consu sociedad. Se ha caracterizado, junto con sus análisis econométricos, porexplicar las consecuencias sociales de ciertas políticas económicas. Siempresin tecnicismos y de forma sencilla.

Su primera gran obra es Capitalismo americano (1952), en donde acusa a lasgrandes corporaciones de desplazar tanto a las pequeñas como a los negociosde carácter familiar, probando la inexistencia de una competencia perfecta ensu país. En La sociedad opulenta (1958), contrasta la riqueza del sector privadocon la degradación del público, que casi ha desaparecido, aumentando así lasdesigualdades sociales. Propone una mayor intervención del Estado paracorregir injusticias, y son muchas sus actividades contra los abusos de losgrandes poderes económicos.

Son innumerables los autores que hoy día critican o defienden lo mucho quehemos visto en materia económica. Se me ocurre por ejemplo otro americanollamado Krugmann (1953-), profesor en Princeton, premio Nobel, incansableen publicaciones y artículos sobre distribución de la renta, economía fiscal,macroeconomía y economía internacional. Es un fuerte crítico delneoliberalismo, del monetarismo y se opuso insistentemente a la políticaeconómica del gobierno de George Bush.

Pero también los hay al servicio del poder en la Escuela de Chicago, comoMilton Friedman (1912-2006), que encabezó un buen grupo de “juntaideas” alos que hoy se vuelve a llamar neoclásicos. Mala gente en general que, acambio de jugosas retribuciones, han asesorado a dictaduras como la dePinochet, para luego desaparecer dejando miseria y problemas económicoscon el viejo lema de “el que vaya atrás, que arree”.

No faltan economistas merecedores de interés, aunque sólo podamos citar aunos pocos. Me vienen a la memoria el francés Raymond Barre, elnorteamericano y premio Nobel Joseph Stiglitz, el profesor de Berkeley ytambién premio Nobel George Akerlof, la norteamericana de origen cubanoCarmen Reinhart que, siendo pieza importante del FMI, abogó por la quita departe de nuestra Deuda, etc.

Si volviendo a Aristóteles vemos, tal como este dijo que “hay hombres queconvierten cualquier cualidad o arte en un medio de hacer dinero”. También hahabido economistas, como dijimos al principio, que “trabajan para hacermenos pobres a los pobres” y con sus pies en el suelo. Algunos, aunqueeligieron el camino de pensar, crear y divulgar demostraron que, si así lodecidían, también podían enriquecerse. Que para ellos no era tan difícil.

Por ejemplo, al sabio griego Tales de Mileto le decían en el siglo VI a.C. quecon tanto teorizar carecía de capacidad práctica. Para responder, y trascomprobar que la cosecha de aceitunas de ese año iba a ser elevada, contrató

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y se reservó el uso de todos los molinos de aceite de la zona, con lo que pudomanipular la situación, enriquecerse y seguir teorizando.

El inglés David Ricardo, cuando su familia le desheredó por querer casarsecon una chica humilde y no judía, montó diversos negocios que le dieronsuficiente para retirarse a una gran finca y dedicar el resto de su vidaexclusivamente a la economía y a la política.

José Echegaray, siendo el más grande matemático español del siglo XIX, tuvoque dedicarse a la literatura y al teatro, de lo que obtuvo un buen sustento yhasta su premio Nobel en 1904.

Keynes, una vez jubilado empezó a entretenerse jugando pequeñascantidades en la Bolsa. Su gran conocimiento de los mercados le fue rentandode tal modo, que de ahí dejó a los suyos una jugosa herencia.

Bueno, ya está bien. Hemos visto como se han ido entrelazando los hechoseconómicos con las teorías que estos han suscitado. Idea y realidad, realidade idea, son la dialéctica continua en la que estamos y estarán los que vengan.La Economía es una ciencia como todas, que se nutre y se nutrirá de lo quemuchos vayan experimentando y aportando.

Aunque hayamos tenidomuy grandes figuras comoSmith, Marx, Schumpeter yKeynes, han sido cientoslos que han añadido susgranos de arena.

No fueron economistas deinvernadero, sino quesupieron darle la vuelta alas cosas y buscaron susargumentos, evitando asíel quedarse mirando almismo sitio.

Resumiendo, la disponibilidad de metales preciosos y la buena balanzacomercial produjo su mercantilismo, luego algunos vieron a la naturalezacomo única fuente de valor y a eso lo llamamos fisiocracia, una “manoinvisible” y un ”orden natural” rellenaron la escuela clásica.

La conflictividad social del capitalismo nos trajo el marxismo, luego vinieronneoclásicos, Keynes, muchos ortodoxos, partidarios del crecimiento yactualmente defensores de la sostenibilidad. A ver quien da más.

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Hasta aquí hemos llegado

Hemos visto como, bajo los aspectos económico y social, han ido ocurriendociertas cosas que llamamos Historia y sobre las cuales algunos hicieron suTeoría.

Ahora veremos cómo está entrelazada esa realidad, llamada EstructuraEconómica, que condiciona nuestra forma de vida y limita las acciones quetodo gobierno plasma en su Política Económica.

Luego añadiremos algo sobre el Desarrollo Sostenible, necesario paraperpetuar nuestra especie y que no debe confundirse con el Medio Ambiente.Ambos bastante incompatibles con el actual sistema económico.

Todo eso para al final plantear y reivindicar, con más fuerza, la defensa de losDerechos Sociales de los Mayores, sin dejar de ser solidarios con cuantoscolectivos lo necesiten. Esa unión nos hará más fuertes a todos.

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