PROTAGONISTAS

Huesped ilustre de LimaAndrés

Roca Rey

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Hace años que el diestro peruano consolidaba su ascenso como el favorito entre todos los grandes toreros, título que se oficializó cuando, el pasado 15 de octubre, le comunicaron que era suyo el Premio Paquiro, máximo galardón de la tauromaquia. Desde que le brindó un toro a Victoria Federica, hija de la infanta Elena, hasta quienes no comparten la afición taurina sintieron curiosidad. ¿Quién este joven peruano de veintidós años que llena las pla-

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demás de encantador, Andrés Roca Rey es brutalmente honesto: a los cinco minutos de conocernos ya me había contado que no usa ropa interior porque le incomoda. También es clásico. No usa jeans ni zapatillas, aunque sí el pelo un poco despeinado, que contrasta con su porte espigado. Despide un aire reflexivo, pero responde con mucha más claridad de la que, me imagino, corresponde a alguien de su edad. Pero, claro, la vida de un matador no se puede medir en años. Tal vez, no se puede medir de ninguna manera. Así que empezamos por la muerte...Te oí decir: "Cuando uno es, la muerte no es. Y cuando la muerte es, uno no es".

La muerte es algo extraño para todos. Y lo extraño da miedo. Pero también es verdad que mientras tú existes, la muerte no. Lo que quiere decir esa frase es que no hay que tenerle tanto miedo a la muerte; seguro cuando nos muramos ya no sentimos…. O quién sabe… Pero es algo natural que nos va a llegar a todos. Y justamente porque ahora estamos vivos, aprovechemos cada momento y cada situación. Yo disfruto la vida con mi profesión.Conozco otra frase tuya que me recuerda a lo que dices sobre

el disfrute de la vida: “Por mucho que te cuides, valedor, jamás saldremos vivos de este mundo”.

El valedor, en ese contexto, es quien no aprovecha la vida por miedo, miedo al fracaso, a lo que dirá el resto. Esa frase es de una ranchera. A mí me gustan mucho porque tienen ese tipo de filosofía que va muy de la mano con la del toreo. Darlo todo, con pasión. Aunque claro, la música peruana también me encanta, sobre todo la criolla.Has sufrido muchísimas corneadas. Más de veinte; más corneadas que años de edad. Y una fractura en el cráneo que te obligó a parar por un tiempo.

En diez días tuve dos golpes muy fuertes en la cabeza. Me olvidaba de cosas, me quedaba un poco tonto. Entonces me fui a Estados Unidos y me hicieron un tratamiento que duró un mes. Tenía que hacer todo muy despacio para que mi cabeza no se moviera. Emocionalmente tanto eso como las corneadas te afecta mucho porque te recuerda que no está en tus manos tu devenir. Tú te preparas, y te entregas con la máxima verdad, pero estás tirando la moneda al aire. Te puede caer cara o te puede caer sello. Pero al mismo tiempo, una vez que sales de esa preocupación, estás más fuerte y te provoca hacer más. Una de las formas que tengo para superar un percance es volviendo a hacer lo mismo que lo causó. Tu corazón dice que no, pero tú te empujas para superarlo, y el cuerpo aguanta. Tiene que aguantar.¿Has llorado algunas veces?

Claro, a los toreros, como a cualquiera, se nos pasan muchí-simas cosas por la cabeza que nos hacen sufrir. Y lloramos, claro que lloramos. Fuera de los potenciales percances, cuando se abren las puertas y ves a este enorme animal salir, ¿en qué piensas?

Piensas que ese toro te puede dar muchas cosas bonitas que son por las que luchas. Llegar a una plaza y que haya expectación por verte, sentir la afición alentándote... En España hay mucha gente joven que me sigue. Y eso no me produce pánico escénico o ansiedad, si no más bien muchísima emoción. Tengo entendido que si bien hoy la fiesta taurina está pasando por un momento complicado, pues hay muchas organizaciones que se oponen a las corridas, hay una nueva generación de menores de treinta años que está empezando a ir a los toros.

A mí me motiva que me siga gente que se identifica conmi-go por mi edad (Andrés tiene a más de 100 mil seguidores en Instagram).Sin embargo, he leído también algunos comentarios bastante agresivos en tus redes.

Sí, algunos me insultan, otros me desean la muerte. Como yo lo tomo, es que son ellos los violentos, por dirigirse a mí de esa manera. Lo único que les diría que es que tengan respeto. Hay una noción que puede parecer contradictoria, y que a muchos les cuenta asimilar, y es que el torero, en realidad, ama al toro. El torero, el aficionado, el ganadero, ama al toro. El ganadero, que es quien lo cría, le entrega su vida, porque la crianza de un 'toro bravo' (que es la raza específica para la faena) es sumamente demandante. Lo otro que no se comenta es que sin las corridas,

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el toro bravo desaparecería. La raza no se ha extinguido por la tradición de la fiesta. Quienes se quejan de las corridas no hacen nada para ayudar a que sobreviva la raza, no los cuidan. Quienes los protegemos somos nosotros.

SIGAMOS HABLANDO DE AMOR…

Se dice que sales con la nieta del rey emérito, Victoria Federica, la hija de la infanta Elena.

No, no salimos juntos. Es mi amiga. Son todos grandes personas, dentro y fuera del mundo del toro.Me parece haber leído que dijiste que no tenías tiempo

para tener una novia, por lo demandante de tu carrera.Tiempo siempre se tiene. Es saber organizarse. Tener una novia

es complicado porque viajo mucho, pero luego, pues, también dicen que al lado de un buen hombre hay una gran mujer, entonces cuando las cosas lleguen en su debido momento será importante no desaprovecharlas.Sé que el rey emérito, Juan Carlos, es abiertamente fanático tuyo.

Sí, al Rey le tenemos los toreros mucho cariño. Va a muchas corridas a verme y es un honor muy bonito para mí poder dedicarle un toro, por todo lo que él representa en España. Soy, además, amigo de la familia. También tengo el honor de que me sigan figuras como Andrés Calamaro y Joaquín Sabina.¿Cómo te sientes respecto a los homenajes que vas a recibir, tanto del presidente Martín Vizcarra como del alcalde de Lima, a pocos días de la publicación de esta edición?

Es un orgullo siempre regresar a mi tierra, poder compartir

tradición taurina, y muchos aficionados lo ven como el sucesor de José Tomás, por, en palabras del experto Pepe Luis Vázquez, “su rotundidad, quietud y su valor” ("Vanity Fair" España, setiembre de 2018). Sus orígenes, sin embargo, son un tanto distintos a los de las grandes figuras taurinas.

Andrés se crió en el seno de una familia adinerada, muy vin-culada a la ganadería, la agricultura (su padre es empresario de la industria del algodón) y los toros. Toreó su primera becerra a las siete años, y lió su primer novillo a los once. Fue una carrera natural. Su abuelo administró la plaza de Acho durante muchos años, de la que ahora es empresario su tío Juan. Otro de sus tíos, José Antonio, es rejoneador, y su hermano mayor, Fernando, es también matador de toros.¿Tus padres te inculcaron la pasión por torear?

Para responder esto te tengo que contar un poco mi infancia. Mi mamá me metía a clases de golf, no quería que fuera torero porque mi hermano Fernando ya lo era. Tuve la suerte de ganar muchísimos torneos como golfista a los siete, ocho, nueve años... Hasta que llegó un punto en que quedó claro que lo que me moti-vaba a mí era ser figura del toreo. Sentía que era mi vida. Mi mamá comprendió eso y así empecé a entrenar a torear, aunque hasta ahora me distraigo con el golf; es mi hobby... Pero si quería cual-quier futuro como torero, tenía que ir a España. Para mis papás fue duro dejarme ir. Finalmente, a los catorce años, me permitieron ir a Sevilla por dos meses, durante mis vacaciones del colegio. Repetí la experiencia al año siguiente, y a los dieciséis –la edad mínima para poder torear– ya me vine a vivir a España.

Fue a esa edad que se enfundó por primera vez el traje de luces. Era el año 2013. “Aquí me ayudó mucho el maestro José Antonio Campuzano, que fue quien me guió en mis primeros años", me

explica. "Hay una frase que dice que 'no hay hombre sin hombre', y eso fue él para mí. Sobre todo, me aportó disciplina y me instruyó en las formas del torero".

Campuzano, extorero, había reconocido en el joven Andrés a un diamante en bruto. Y así empezó un régimen de prepa-ración intenso, en una finca de Sevilla, alejado de la sociedad, al que Roca Rey se entregó por completo y que ha sido una de las razones de su éxito. “A fiestas, he ido a pocas”, lo escuché alguna vez declarar. Dos años más tarde,

en 2015, sorprendió a la afición en su primera novillada. Fue en la plaza más importante del mundo, Las Ventas, que conquistó a todos abriendo la puerta grande de par en par y saliendo en hombros.

Cuenta Pepe Luis Vázquez que, entonces, el camino ya estaba trazado: después de cosechar numerosos triunfos en la Maestranza de Sevilla, Pamplona, Santander y Bilbao, ese mismo año, se doc-toró en el coso francés de Nimes. A escasos días de adentrarse en la mayoría de edad, y después de haber sufrido su primera gran cornada, Roca Rey recibía de manos de Enrique Ponce el testigo para convertirse en matador de toros.

“La disciplina es importante para el toreo, y para todo. Entrenas todos los días. Todo el año estás toreando”, explica Andrés. "Tengo un entrenador físico, luego me preparo en las ganaderías y también trabajo mucho la mente, porque estás en una profesión en la que te juegas la vida. ¡Y no es fácil exponer tu vida tantas tardes al año! Quizás te podrías mentalizar para una. Ya cuando son cincuenta,

1. Xxxxx. 2. De pequeño, en el jardín de su casa, con sus hermanos Fernando, Juan José y su perro Maradona, en 1999. 3. Con su profesora del colegio, en kinder, en 2002. 4. Xxxx 5. Con su padre, Fernando Roca Rey Müller, en Acho, en 2007. 6. XXX. 7.XXX. 8. XXX. 9. Brindando un toro al rey emérito Juan Carlos, en San Sebastián. 10. En Pamplona, este año, cuando cortó seis orejas en dos tardes, un récord único. 11. Con su hermano Fernando en la ganadería de Rafael Puga, en 2006.

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momentos con mis amigos, con mi familia, con el público de la plaza de Acho que me va a ver. Y, a mi llegada, me han dado cita el Presidente y el Alcalde... ¡Vamos a ver!Otro peruano notable que te admira es Mario Vargas Llosa. No se pierde una faena tuya.

Mario es un gran amigo, un gran taurino. Es una persona culta y destacada por todo lo que ha logrado. Es un placer compartir momentos con gente importante.

LOS INIcIOSHoy Andrés llena los cosos de toda España y México, país de gran

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sesenta, setenta veces al año, es difícil. Desarrollas una filosofía de vida distinta. Pero cuando las cosas te van bien, te hace sentir vivo y feliz”.Normalmente los toreros españoles provienen de un nivel social más bien austero. Tú vienes de una familia acomodada.

Saliendo de cualquier lugar es muy complicado triunfar en este mundo. No por el miedo, o los fracasos, sino por la exigencia. Aparte, tienes que superar momentos en los que quizás no te encuentras bien anímicamente. Como te estanques un poquito, sales del mapa. Es una carrera en que no puedes perder la concentración. Pero creo que eso aplica para cualquier carrera o pasión. Y lo importante no es de dónde vengas, sino hacia dónde te diriges. Creo que el que esté dispuesto a asumir un riesgo y una responsabilidad, es capaz de llegar a donde se lo propone.Me comentaste que creciste en el campo.

Sí, al sur de Lima. Ahí me crié, acostumbrado al ganado. Hasta que llegó el momento de dejar mi casa, mi familia, mis amigos, el colegio.¿Fue muy duro eso?

Fue durísimo. Era lo que más me ilusionaba, pero el día de

irme me di cuenta de lo duro que era. Mis ganas, mi voluntad y mi sueño iban por encima del sufrimiento que sentía en ese momento, pero tengo una memoria que me marcó: yo tenía catorce años y mi hermano Fernando me fue a dejar con mi papá al aeropuerto. Mi papá me dio un abrazo, y mi hermano Fernando, que sabía lo que era irse de la casa, porque él había vivido esta experiencia también en algún momento, me dio, más bien, la mano. Yo le iba a dar un abrazo, como a cualquier hermano, y él me estiró la mano y me dijo: “A partir de ahora, te vuelves un hombre. Mucha suerte, torero”. Ese fue un momento que me sirvió muchísimo. Sé que él sabía lo que podía representar ese pequeño intercambio, y así, de niño, empecé a sentir lo que era la responsabilidad. Ese recuerdo me mantuvo firme para sacrificarme día a día, prepararme y mantener una disciplina. Ya que lo había dejado todo, tenía que dar mi 100%.¿Cómo es tu relación con tu hermano? Lo pregunto porque ambos son matadores.

Es muy buena. Él siempre me ha apoyado, y sin él, no hubiera podido superar muchos de los obstáculos que se me han presentado en el camino. Me enseñó una filosofía distinta de vida. Una manera de ver el toreo que a él, tal vez, le costó trabajo llegar a desarrollar, y yo, más bien, tuve la suerte de que me la traspasara desde el principio. Ha sido clave para mí y es, ciertamente, partícipe de mis triunfos.

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Leyenda con borde

58 OCTUBRE 2018

LA TRADIcIÓN Y LA FETe acabo de ver en la capilla (de la Plaza Las Ventas). ¿Cómo es tu relación con la religión? Sobre todo, estando siempre tan cerca de la muerte.

Yo fui a un colegio religioso, al Carmelitas, y desde chico mi familia me inculcó la religión católica. Creemos en Dios, en la Virgen y en Jesús. Rezo. Pido. Agradezco. No he podido ir mucho a misa, por los viajes y por los entrenamientos, pero creo que la religión va mucho más allá de si vas a misa o no. Creo que está en uno. Hay unas normas que pone la Iglesia, pero cuando de verdad sientes fe lo más importante es hacer el bien.¿Piensas que si no creyeras sería más difícil enfrentarte a la muerte constantemente?

Sí. Creo que te ayuda, no solo a afrontar la muerte con tran-quilidad, con la idea de ir al Cielo, si no a vivir bien, haciendo el bien, teniendo paz, agradeciendo. Creo que cada día hay que agradecer. A mí la gente me preguntaba si yo era creyente, porque veían que antes de torear no pasaba a las capillas de las plazas. Soy una persona a la que, cuando pide algo, le gusta agradecer.

No me parece bien entrar a una capilla antes de torear y, luego de triunfar, no pasar a agradecer. Prefiero rezar en mi cuarto, en la habitación del hotel.Creo que tienes muy claro lo que para ti es importante, y te cuidas de no frivolizarlo de ninguna manera.

Las cosas tienen, todas, su momento. Hay momentos para reírse y para disfrutar. Yo no soy de protocolos, pero sí de guardar respeto, y, por ejemplo, solo me pongo el traje de luces para torear. No me lo pondría para hacer una sesión de fotos. Es algo con lo que te juegas la vida, y hay que respetarlo.

Eso es lo que hará el torero más importante del mundo este próximo 2 de diciembre, en Acho. Y, tal vez, entre las multitudes de jóvenes, se encuentre Victoria Federica.

EL dato

2018 ha sido el año de su consagración. Para setiembre de este año, Roca Rey había cortado ochenta

y ocho orejas, frente a medio millón de espectadores. Solo en Pamplona,

cortó seis ojeras en veinticuatro horas. Conocida por ser una de las plazas más bulliciosas, la afición se

quedó muda, con los ojos fijos en su faena. No se recuerda la última vez que los asistentes a esta feria

adoptaron esa conducta.De las cincuenta y cuatro

actuaciones que han compuesto su frenética campaña en los primeros ochos meses del años, solo cinco

bajan del 75% de asistencia y veintinueve superan el 90%. Agotó el papel de sus dos tardes isidriles

con casi un mes de antelación, y en Sevilla, semanas antes, ya colgaba el cartel en la puerta de la Maestranza:

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Dirección de arte: Pablo Pelocodo.

Estilimo: Hector Moureiro.

Maquillaje y peinado: Claudia

aguinaco.

Producción: tatiana Fernández.

Agradecimientos: Sastrería oteyza

y Plaza de toros de Las Ventas.

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