Wiñaymarka -...
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Juli Eterno Wiñaymarka
…De la lejanía con cariño
JULI ETERNO
Coordinación Velazco López, Víctor
Redacción Arce Macedo, Nerio Castillo Prado, Eddy Efraín Espezúa Salmón, Boris Espezúa Serrano, Javier + Espezúa Velasco, Daniel + Jiménez Garnica, Jesús Galo Onofre Mamani,, Luperio Peralta Garnica, Jorge Romero Manrique, Hugo Sardón Espezúa, Víctor Velazco Manrique, Alipio Villagra Quiroga, René +
C O N T E N I D O Nuestra Intención………………………………………….……Víctor Velazco
La Rutina y las Sorpresas de la Vida………………….….….Eddy Castillo
Saludo a Juli, Tierra de mis Padres………………… ……...Jesús Jiménez
El Siku en la Cultura Andina…………………………………..Luperio Onofre
Los Quijanis – Oda a la Brisa….……………………………...Hugo Romero
Manuel A Quiroga y su Permanencia en Juli……………....Víctor Sardón
Arriba Perú – Wilfredo Llanque y el crimen de Ilave……...Alipio Velazco
A mi Tierra Querida……………………………………………. Nerio Arce
Entre el Izaño y la tarde juleña – Danzario………………….Boris Espezúa
Juleñita – Recuerdos de Carnaval……………………………Jorge Peralta
Lo que No se Dijo……………………………………………….Víctor Velazco
Aniversario Político de Juli……………………………………Javier Espezúa +
Mujer – El Feminismo…………………………………………...Daniel Espezúa +
Dante Nava, Marcha a su Orgullo Aymara………………..…René Villagra +
Te esperamos en: www.somosdelsurperu.com
Telf. 01 2256597 Cel. 995452228
Psje. Sérvulo Gutiérrez 190 Dpto 102 San Borja Lima
NUESTRA INTENCION
Víctor Velazco López
Viviendo en el barullo de la ciudad y la nostalgia por la tierra natal, viene
a mi mente un recuerdo de mi primer centro de labor:
Era un anciano que me dijo con entusiasmo: “Allchijaja arsuyiwa”
(mi nieto hizo hablar) Se refería al aprendizaje de su nieto en las
primeras experiencias de la lecto escritura, y él, con la alegría en el
rostro me dijo: “Yo quiero escribir y leer”, y me repitió: ¿Por qué no
puedo yo?
Todas las tardes me visitaba con interés y decisión, que me sentí
comprometido en enseñarle. Le obsequié un cuaderno y lápices e
iniciamos la tarea, con ejercicios para soltar los dedos, pero, por mucho
que practicaba para hacer las grafías, sus manos toscas y cansadas por
el trabajo, y hasta encallecidas, no lograban diseñar las letras, mas, con
mucha dedicación y esfuerzo, consiguió hacer su firma tras semanas y
meses de práctica; habiendo conseguido sacar su Libreta Electoral. Un
triunfo, una gran satisfacción.
Al año que me retiraba, me hizo notar su aceptación al revés que
experimentó por no poder escribir; pero se sabía satisfecho de haberlo
intentado, se zambullía en su sabiduría; y se involucraba en la situación
de su comunidad y de su bienestar y aún más del país, como cuando
escuchaba las radios transistorizadas que recién salían, y en ellas se
emitían mensajes alentadores para los altiplánicos, al rato me
preguntaba: ¿Y el Perú? No sabíamos nada. Solamente nos
informábamos por emisoras bolivianas y vivíamos de alguna forma la
influencia de aquel país.
El anciano tenía un raro conocimiento aprendido de todo, y más de la
naturaleza misma. Era como si todo conociese y entendiese, emitía una
vibración y coraje de su actuar que se convertía en manera de vivir y
luego en ejemplo.
Estos recuerdos de más de cinco décadas, hacen que yo también
persista a fin de que “Juli Eterno” se edifique en base a sus errores y la
voluntad de sus conductores, se edifique colocando con cuidado las
dificultades sobre los aciertos, recibiendo el aliento generoso de quienes
aman la tierra y de quienes visitan la revista.
En fin, el tiempo transcurre entre la espera de los trabajos y temas
que llegan. Cada uno se vuelve en anhelo hecho satisfacción, aún con las
demoras y entretelones que se suman a la ineficiencia de manejar un
ordenador, o ver desaparecer de pantalla un trabajo efectuado por
haber tocado una tecla que no corresponde.
Ello, me induce a trasmitirles que, en la revista virtual, hay cabida
para todos. Espero la colaboración de cada uno de ustedes. ¿Cómo?
Leyéndola, comentando, compartiendo sus contenidos, enviando fotos y
escritos, respaldando de esta manera la memoria, sapiencia y los
recuerdos de la vida misma de nuestra cultura.
Esta décima edición de Juli Eterno, es dedicada a todos ustedes,
rogándoles sea cobijada y aceptada por todos. ¡Un fuerte abrazo de
gratitud!
LA RUTINA Y LAS SORPRESAS DE LA VIDA
Eddy Efraín Castillo Prado
Después de un largo día de camino por campos de cultivo y algunas
colinas un hombre viejo con apariencia de mendigo paso por la zona
periférica de la ciudad de Juli, con pasos lentos y aspecto meditabundo,
sin inmutarse siquiera por cuanto sucedía en la localidad, siguió su
camino y recibía algunas monedas de personas piadosas, y después de
una jornada cansada de tanto caminar, su objetivo era llegar a su
humilde casa ubicada cerca de una colina para poder descansar, esa era
la rutina de todos los días, al llegar a casa tenía un baúl escondido donde
guardaba las limosnas de cada día.
Todos los últimos años de su vida se los había pasado caminando,
prefería caminar por el campo y en su trayecto recogía algunas raíces
silvestres las cuales comía y otras las guardaba en su mochila.
Este anciano pensaba que vivía en el lado más sombrío del camino y se
pasaba gran parte de su vida mirando los jardines de la gente del otro
lado, se sentía pobre y andaba de puerta en puerta con su necesidad, y
mientras le daban los otros de su cuidada abundancia, más le pesaba su
mochila, y en su mente se hacía demasiadas conjeturas y continuamente
se preguntaba: “¿habrá en la tierra otro hombre más pobre que yo?”
La respuesta no se hizo esperar, una tarde caminando de regreso
cerca de su casa sintió que alguien lo llamaba, cuando volvió la mirada
fue grande su admiración al ver un hombre más viejo que él, iba
recogiendo y comiendo las raíces que el poco antes había botado,,
entonces el hombre más anciano se le acercó y le pidió una limosna, se
sintió conmovido y decidió ayudarlo, entro a su casa apurado, con el
objetivo de sacar unas monedas de su baúl celosamente guardado y se
sorprendió al hallar un tesoro, era su propia riqueza acumulada durante
muchos años.
A veces ocurren estos episodios en la vida, muchas veces podemos estar
en situaciones difíciles y pensamos que ya no tenemos salida, sentimos
que no hay esperanza y hasta podemos lamentar de nuestra realidad y
sin embrago al volver la mirada podemos ver que hay personas en
condiciones más difíciles que nosotros y quienes frente a la adversidad
siguen luchando.
También en ocasiones estamos tan concentrados e inmersos en
nuestros problemas que no nos damos cuenta que la solución a nuestra
problemática esta frente a nuestros ojos y esperando por nosotros, y a
veces simplemente siendo más objetivos y abriendo un poco más
nuestra mirada, podemos encontrar la solución a nuestros problemas.
Pastor Jimenez
SALUDO A JULI, TIERRA DE MIS PADRES
Jesús Galo Jiménez Garnica
(El tema siguiente, inoportuno no lo es, porque la madre tierra, como nuestras
madres, merecen ser reconocidas a diario.)
Oh querida tierra hermosa, en este día frio de invierno, te saludo
henchido de recuerdos que fluyen a torrentes por mi mente aun fresca.
Llegó el tres de junio, y viene a mi memoria, cuando nuestras
tiernas madres se ufanaban en hacernos los disfraces para la velada
cuando fuimos niños de nuestro querido jardín de infancia; cuando nos
alistaban para los desfiles de mis queridas escuelas 890 y 891 y más
adelante, cuando ya huaynitos, nos ufanábamos para el desfile de
nuestro gran colegio Telesforo Catacora y para ver a nuestras vecinas
del colegio nacional de mujeres. Verlas en su plenitud, sus bellos rostros
sonrosados de sus pieles blancas y morenas, bellas todas ellas.
Tierra hermosa, siempre te comparo con la belleza de la mujer
Juleña, tus hijas, pues las juleñas por donde las miren siempre son
guapas, lindas, cultas, así como altivas y orgullosas de su tierra y
costumbres.
El 3 de junio todos se ataviaban con sus mejores galas desde las
primeras autoridades, muy temprano las salvas por el aniversario,
luego la misa Tedeum, el desfile cívico militar , y luego rompan filas para
los alumnos , la retreta de las diferentes bandas de los regimientos
militares ya sea de Pomata o Ilave que nos deleitaban con hermosas
melodías muy bien ejecutadas en el rollo de nuestra plaza Bertonio, y
como no recordar las Kermeses y tómbolas que se realizaba , donde se
degustaba nuestra deliciosa gastronomía , ese día era mejoramiento de
rancho , los jovenzuelos nos iniciábamos a probar unas cervecitas a
vista de nuestros queridos viejitos , y ellos muy emocionados hasta nos
ponías ese néctar que hasta ahora nos deleita.
Mientras, las hermosas quinceañeras se paseaban por la plaza en
grupos de a tres, de a cinco, y yo, aún recuerdo su traje nuevo, recién
estrenado que le quedaba precioso, cuyos colores están en mi mente,
eran matizados entre un verde con rayas amarillas, y una gama de azules
bajitos.
Tierra linda, desde la otra dimensión que es la eternidad, tus hijos,
los Mistisikus te están saludando con sus melodías; tus hijos, músicos
idos del Centro Musical con sus guitarras, mandolinas, charangos y
violines te están interpretando, el Despertar del tres de junio o Juleñita.
Cumple pues un año más bendita tierra. Tus hijos de todas las
latitudes del mundo, te saludamos y te deseamos prosperidad y
crecimiento espiritual, cultural y material, para que cuando retornemos,
veamos un Juli que se reencuentra con su pasado de gloria.
Plaza Bertonio de Juli, donde se evocan miles de vivencias y recuerdos inolvidables.
EL “SIKU” EN LA CULTURA ANDINA
Luperio David Onofre Mamani
Los instrumentos musicales que por siempre han acompañado en la
historia del hombre andino, además de expresar el sentimiento
profundo del alma, son representaciones simbólicas para expresar
distintas vivencias culturales, como las creencias, costumbres,
tradiciones y valores propios del hombre del ande.
En el contexto aymara se han confeccionado y usado una serie de
instrumentos tradicionales como son los siku, pinkillo, tarka, pututu,
chajes, wankara, tinya, anata, pipos, catahuis, chiuca, nucaya, sonajas,
silbatos, etc.
Las zampoñas generalmente se usan en pares o colectivamente,
uno se reafirma en relación con el otro. Algunos instrumentos dirigen o
inician el tema (zampoña Ira o tayka), otros que siguen (arka, media) y
otros lo intensifican.
También se puede identificar a través del tamaño de las zampoñas
categorías polares (no necesariamente opuestos, sino por el principio
de complementariedad y alternancia). Como es el grande y pequeño
(jach´a – isk´a).
En otras palabras ambos sicus (jach´a – isk´a) forman una unidad
integrada por dos partes que se complementan y que sólo así pueden
tener una funcionalidad. Este sistema corresponde al patrón de llamada
y respuesta.
El tamaño de los instrumentos, también pueden reflejar valores o
patrones culturales simbólicos, en muchos de los casos manifiestan la
trilogía; tayka o bastos, mala o malta y requinto o ch´ili que algunas
veces es conocido como anu laka (diente de perro).
Además, el arte de tocar el siku es un medio de expresión que no exalta
únicamente las emociones asociadas con motivos, valores y metas
culturales, sino, que también sirve para convertirlos en temas musicales
que resultan de las vivencias propias de su vivir o del estado emocional
de sus creadores o autores e incluso ejecutantes de la pieza musical.
Las interpretaciones de canciones de los sicuris están
relacionadas con la realidad y situaciones afectivas o emocionales de la
vida de los andinos, así como vivir en unión colectiva, practicando la
solidaridad, comprensión y cohesión social.
Como un punto a parte, saludamos fraternalmente a cada uno de
los conjuntos de Zampoñas que practican este arte ancestral y vienen
defendiendo sus raíces. Nuestro mejor anhelo es que todos tengan un
espacio de reivindicación musical en la Cultura Andina.
Una de las manifestaciones culturales expresadas en el Sicuri es la devoción del pueblo.
LOS QUIJANIS
Hugo Romero Manrique
Acuclillados junto a la puerta del juzgado, la escribanía o la oficina del
abogado, los quijanis aguardan, con la paciencia inagotable de su raza
milenaria, la redacción de un exhorto, la preparación de un recurso, o el
resultado de una apelación.
Los quijanis –litigantes aimaras- semejan estatuas de granito,
monolitos de roca aluvional, sentados en la calle de los escribanos o la
esquina del juzgado, esperando la lenta, parsimoniosa vuelta de tuerca
del intrincado engranaje procesal.
Vienen hasta la capital de provincia de distintos y distantes
lugares: Desde Huacullani o Desaguadero, desde Zepita o Pizacoma,
desde Pomata o Yunguyo, desde Santa Rosa o Ilave; en pos de un adarme
de justicia. Sus asuntos giran por lo general en torno a un litigio de
tierras, un pleito por alguna posesión que un voraz rateteniente (digo,
terrateniente, aunque finalmente es lo mismo) les arrebató en
complicidad con sus amigotes,
el juez, el agente fiscal o el
comandante de la guardia civil.
Un litigio de tierras puede
durar meses, años o una
eternidad. Pero ahí están los
quijanis a la espera de poder
recuperar algún día la amada
parcela, el preciado surco o la
extensa posesión heredada de
sus ancestros, que les ha sido abusiva, tramposamente arrebatada.
Se puede distinguir a unos de otros, según su procedencia, por la
manera de vestir, por las listas que adornan sus ponchos, por el modo
de usar el sombrero u otros sutiles detalles de su indumentaria o sus
particulares usos y costumbres. Los quijanis de Yunguyo por ejemplo,
suelen usar ponchos listados y caracterizarse además por el blanco
pliegue que sobresale por la abertura de ambos botapiés del negro
pantalón –a la manera andaluza- probable ocurrencia de algún cura
extirpador de pretéritos usos y costumbres nativas. Otra característica
de los quijanis yunguyeños es el reguero de cascarillas o sillpis de tawri
que acostumbran dejar en el suelo, cuando –sentados en algún rincón de
la plaza- terminar de comer su frugal yantar. La gente de la provincia
suele motejarlos de “tawri ccopas”, por comer reventando la cápsula que
encierra esa nutricia menestra andina.
Explotados en forma
inmisericorde, sometidos por
siglos a autoridad de los nuevos
dueños de la tierra, pobres de
solemnidad en su inmensa
mayoría, los quijanis,
(derivación del vocablo
castellano queja, demanda de
justicia), suelen traer en el K’epi
atado a la espalda –junto al rollo de papeles- (papeles indescifrables de
todos modos, así no fuesen ellos iletrados). Una incuña con huevos de
gallina, un saquillo con papas o un par de cuyes aterrados. Con eso
pagarán al abogado, al escribano, al secretario del juzgado. Los quijanis
son víctimas inermes de la insaciable voracidad de tinterillos,
chupatintas y leguleyos de toda laya, pelaje o catadura.
Enfrentados a una maraña burocrática que los envuelve, enreda,
maniata y los engulle lentamente, los quejanis que caen en el laberinto
de antesalas, despachos, comparendos, escritos, demandas, folios y más
folios, no podrán liberarse fácilmente, hasta no ser esquilmados del
último grano de cebada, o despojados el último centavo anudado al
faldón de una raída camisa de bayeta.
Cuando se hace necesario barrer la
inmensa plaza Bertonio, un perspicaz
comisario municipal apelará al
socorrido recurso de requisar ponchos,
chales y sobreros a los desamparados
quejanis. Su devolución estará
condicionada a la rapidez y eficiencia
con que barran la enorme plaza. Los
más remisos barrerán también las
calles adyacentes, con improvisadas
escobas fabricadas con ramas de
huaycha.
Y por las tardes, cuando el crepúsculo se tiñe de escarlata y urge
poner en marcha el motor de la planta eléctrica, el sargento Escobedo –
alto, flaco y desgarbado como un rifle Máuser- y una pareja de
“huayruros” serán los encargados de obligar a un grupo de voluntarios
quejanis, a tirar de la gruesa cuerda que activará el motor. A la voz de
¡listos!... ¡fuerza! Los quejanis tirarán una y otra vez de la soga, hasta que
al fin el pedorreo del motor se haga constante y la enorme máquina
cubierta de grasa y hollín funcione sin interrupción, hasta las diez de la
noche.
Y pobre de aquel que se atreva a mascullar por lo bajo su
descontento. ¿qué has dicho so indio piojoso?: De inmediato el quejani
irá a dar con sus huesos al frío calabozo, hasta el día siguiente… Estos y
otros humildes campesinos aimaras despertaron desde siempre mi
afecto, mi simpatía, mi admiración.
Desde el balcón de la vieja casa donde nací, en las fiestas
patronales los he visto danzar ataviados con sus trajes multicolores, sus
pieles de tigrillo o sus alas de cóndor. Al contemplarlos transfigurados
por la magia de sus danzas y música milenarias, yo quería ser uno de
ellos; un incansable tañedor del siku, un fornido indio choquela o cinta
k’ana. Un danzante lupaka, poseído por el espíritu risueño de un dios de
las montañas.
Veloces, desbocados, han pasado los años. Hoy, los hijos, los nietos
de aquellos campesinos yanaconas o litigantes de otrora, son pequeños
industriales, son profesionales liberales, prósperos comerciantes en la
Feria del Altiplano en Arequipa, o de Gamarra y Polvos Azules, en la Gran
Lima.
Olvidando viejas tribulaciones, ultrajes o rencores, fieles a sus
costumbres y tradiciones, Yujras, Arhuatas, Chipanas o Chambillas han
trasladado a la ciudad sus ritos milenarios, sus expresiones culturales.
Han llevado hasta las grandes urbes el valioso legado de sus ancestros;
los ritos de veneración a los apus protectores, sus costumbres, sus
danzas, sus canciones. Cuando asoman las fiestas patronales, altivos,
orgullosos, llenan de música y policromía las calles de Juliaca, Moquegua
o Tacna, las largas avenidas de Arequipa o de Lima.
¿Y qué fue de los hijos de aquellos pequeños gamonales, de
aquellos terratenientes de viejo cuño?... Bueno…. Pero esa es otra
historia, que ni siquiera vale la pena recordar.
MANUEL A. QUIROGA Y SU PERMANENCIA EN
JULI
Víctor Sardón Espezúa
El Dr. Manuel A. Quiroga es un personaje conocido como un luchador
social por excelencia, que dedicó su vida a la defensa de la clase
marginada de los lupakas del sur del Perú. Es reconocido como el
ciudadano Ilustre de Puno y Juli.
Nació en el pueblo de Pomata, distrito de la provincia de Chucuito,
el 25 de diciembre de 1887. Su educación primaria lo realizó en su tierra
natal y Juli, la secundaria en el Colegio “San Carlos” de Puno, sus estudios
superiores en la Universidad San Agustín de Arequipa y se graduó de
abogado el 30 de noviembre de 1915.
En el año de 1909, siendo estudiante universitario ya se
encontraba identificado con la corriente indigenista, y es nombrado
delegado por el distrito de Pomata de la Asociación Pro Indígena,
fundada por Dora Mayer. Es el comienzo de una vida dedicada
íntegramente a la defensa del indígena, y, en esta larga trayectoria como
intelectual; inicialmente, para proclamar sus ideas escribe artículos en
los periódicos de Puno y Arequipa, posteriormente escribe libros;
siendo uno de ellos “Lengua Aymara” de corte lingüístico. Como poeta
sus temas son exaltar al indio. Es autor de las letras del Himno a Puno y
el Himno a Juli.
El Dr. Manuel A. Quiroga, arraigado en la ciudad de Juli amó a su
gente y la belleza de su paisaje, le hizo inspirar los versos del Himno a
Juli, el mismo que fue entonado por vez primera en 1978, en ocasión del
Sesquicentenario de Juli como Capital de la provincia de Chucuito.
HIMNO A JULI
(Manuel A. Quiroga)
JULI PRECIOSA TIERRA INTERANDINA
SOL PUCARA Y LAGO TE DIVINIZAN
ALBORADA DE IMPRENTA EN AMÉRICA
ES TU GLORIA RIQUEZA DE PORVENIR.
ESTROFAS
BRAMA LA TEMPESTAD SOBRE EL PUCARA
CORONA DE RAYOS CIÑE TU FRENTE,
¡JULI INMORTAL! GENIO Y LUZ DE LEYENDA
HOY ROJAS AMAPOLAS TE SALUDAN.
POR LOS SURCOS DE LOS QUINUALES DE ORO
CRUZARON LOS MUCHO Y LOS CHAMBILLA,
LOS ARA, LOS CHINCHAYA, HUANKOLLO Y
LUPAKAS, CON ZAMPOÑAS DE PLATA.
CULTOS AYANCAS TE BRINDARON SU SABER
SU ARTE Y SU CIENCIA, DE PRETÉRITAS
ANDANZAS; QUE ALINEARON LOS DE CHAVÍN
TIYAHUANACU Y CCOSCO, EN EL CONFÍN
DE LOS SIGLOS QUE FUERON RENDIDOS
SIN QUE EL ALMA RACIAL MURIERA JAMÁS
Y DEL AYMARA, LA SANGRE DE ARRESTOS VIRILES
EN SU LENGUA VIBRARA EN ETERNO CLARÍN.
FLOR DE VERGEL Y DE ESPÍRITU SANTO
ROJA KANTU DE LA ISLA DEL SOL,
KANTUTA DEL TEMPLO DEL TITICACA,
DONDE HOLGUIN, MODELA EL QUICHUA DEL AYER.
JULI DEL MAGNO PADRE TORRES RUBIO
TE OFRECE SUBLIME ARREBOL
DE SABIDURÍA INFINITA Y DE QUERER,
EL SANTO PADRE LUDOVICO BERTONIO.
GUERREROS QUE FORJARON EL PASADO
CON CHAMPI SANGRE, CORAZÓN Y PIEDRAS,
¡JULI PODEROSO! TE RINDEN TRIBUTO
DE AMOR Y DE VIDA, EN ESTE ‘’HONDO CANTO’’
TUS COLINAS, TUS TEMPLOS Y TUS CRUCES,
MARCAN LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES
¡JULI! EMPORIO DE GRANDEZAS Y DE DICHA
¡HOY JUREMOS RENOVAR TUS GLORIAS!
Fue Director de los periódicos “Collao”, “Pututo” e “Inti”, en sus páginas
se exaltaban las virtudes del campesino y se recordaba a Túpac Amaru
y sus seguidores como: Túpac Catari, Vilca Apaza, Melchor Laura y otros
grandes caudillos de la rebelión de 1780. Fue diputado regional en
1919-1920.
Son varios los biógrafos de Manuel A. Quiroga que ensalzan toda
su fructífera vida intelectual, como: el escritor ayavireño Fernando
Tapia, la poetisa ayavireña Mercedes Bueno Morales, Ubaldo Castillo
Espezúa escritor juleño, Augusto Ramos Zambrano historiador y
escritor y muchos otros.
El escritor, poeta y crítico literario Percy Zaga Bustinza en su libro
“Literatura Puneña” (2007), dice:
“Su escritura tiene la fuerza y la sonoridad de la lengua aymara. Los
sonidos fuertes, las sílabas compuestas, los versos de arte mayor, dan a sus
poemas un ritmo cordillerano, con sonoridad de tropel y fanfarria”.
La misma época de los indigenistas juleños, Telésforo Catacora y
Remigio H. Franco, Quiroga aparece en el escenario político y social a
favor del indígena aymara. Este magnífico intelectual pomateño en uno
de sus escritos recuerda con nostalgia a sus dos hermanos chucuiteños
que tempranamente fueron segados por la muerte. Él fallece a los 82
años.
Su vida está relacionada con la historia del pueblo de Juli, porque una
etapa de su existencia estuvo en esta ciudad ejerciendo su profesión de
abogado, atendiendo a centenares de campesinos que clamando justicia
llegaban a él, que gratuitamente son atendidos o con poco dinero; Es el
abogado que tiene el alma limpia, que no le importa el dinero; sólo la de
ayudar al indio, mientras otros salieron con terrenos y mucho dinero.
Reconocido, respetado, admirado por sus dotes de escritor y
querido por el pueblo, es nombrado Alcalde del concejo Provincial de
Chucuito. Su nobleza con la que se comporta tiende a dar la mano al que
lo necesitaba; así, su amigo el poeta Dante Nava es cobijado en su casa
de Juli durante varios años, siendo su único protector.
Un pasaje importante en esta época y que fuimos testigos, es la
composición del soneto “La Lavandera” que fue presentado por primera
vez por su autor Dante Nava en el salón del Municipio de Juli el año de
1956, cuando es Alcalde el Dr. Samuel Serrano.
Este hermoso soneto es creación e inspiración en la cholita juleña.
Dante en sus paseos matinales de los días sábados y domingos,
acompañado de su gran amigo el Dr. Manuel A. Quiroga, veían a cholitas
lavando ropa a lo largo de las orillas del río Sewuekawira de aguas
cristalinas, Era costumbre en Juli,
que familias integras iban al río a
lavar su ropa; esto fue captado por
la mente de Nava y plasmado en
una poesía, que luego fue
presentado y recitado por su autor.
Juli tuvo la satisfacción de
escuchar su inspiración y
aplaudirle con emoción, es el
poema que más tarde sería
reconocido como magnifico al igual
que “Orgullo Aymara”, que dicen, se
inspiró en Manuel A. Quiroga.
Manuel A. Quiroga y Dante Nava, entrañable amistad y prolija grandeza intelectual.
La Lavandera (Dante Nava)
Buena lavandera de ojos de venado,
De cutis de bronce, de espaciosa frente,
De cabellos negros de boca candente,
De pollera roja, de mantón rosado,
Lavandera buena que todo has lavado
En el arroyuelo, junto a la vertiente:
Desde la camisa valiosa y decente
Hasta el calzoncillo pobre y remendado.
Oh lavandera de ojos de venado
Oh lavandera que todo has lavado:
Con las manos blancas de tu dulce amor,
Con el agua alegre de tu amena
¡El jabón rosado de tu carne buena!
¡Lava mi alma sucia…! ¡Sucia de dolor!
“ARRIBA PERU”
Alipio Velazco Manrique
No solamente el pueblo moqueguano puede batir palmas, porque uno
de sus hijos, es el nuevo inquilino de la vieja casona del Palacio de
Gobierno; para quienes estamos, más lejos de la capital de la república,
mayor es nuestra satisfacción, porque abrigamos la esperanza de que un
Presidente provinciano no nos va a defraudar como lo hicieron los que
le precedieron.
Con la confianza que nos inspira este joven mandatario, le
podemos recordar que necesitamos, ya no estrechas y polvorientas
trochitas; el pueblo cada vez más inmerso en la industria, necesita
carreteras asfaltadas de doble carril, para movilizar toda la riqueza que
nos tiene oculto nuestra madre tierra. Nuestros locales escolares que se
derrumban, muchos construidos en la primera mitad del siglo pasado,
ya no dan más por el paso de los años, piden a gritos ser reemplazados
por otros modernos como impone la nueva educación y la ciencia de la
didáctica.
En este mundo que lo llaman moderno, la contaminación
ambiental es la mayor amenaza, que la enfrentamos contra nuestra
salud, lo que exige que tenemos derecho, a beber agua potable y tener
servicios de un sistema de desagüe que, en el Perú, cientos de pueblos,
centros poblados y comunidades no tenemos.
Necesitamos energía en los lugares más apartados del territorio
nacional, para verlo a través de la pantalla, en mangas de camisa
elevarse hasta los cielos a nuestro Presidente, para descender hasta las
profundidades de nuestra serranía o hasta los lugares más ocultos de
nuestra selva, para enterarse, no de lo que se ignoró, ni se olvidó; es lo
que le negaron los gobernantes de turno a los pueblos marginados, el
legítimo derecho de tener acceso a la cultura, ciencia, tecnología,
progreso y trabajo; no sólo eso, las chozas escondidas en los inmensos
pajonales, cubiertas de blanca nieve, también queremos sentir la
emoción de ver a nuestra juventud deportista, haciendo rodar sobre ese
verde césped, a ese maravilloso juguete que se llama pelota, para
después gritar junto a los 31 millones de cholos que somos, un ¡Arriba
Perú!.
La emoción de un ¡Viva Perú! no se vive solo en las justas deportivas, sino en procurar brindar calidad de vida a los 31 millones de compatriotas. Los gobernantes tienen este encargo.
A MI TIERRA QUERIDA
Nerio Arce Macedo
Cuatro apus, cuatro colinas y cuatro iglesias
Un león milenario que cuida celosamente
Una ciudad que nació al calor de los lupakas
Hombres fornidos de acero en los andes
Raza de bronce indomable y valiente
Que se enfrentaron a Pachacutec
Hijo del dios sol y gran navegante
Que conquistó América, Galápagos, la Oceanía
Las islas de Pascua
Juli tierra querida
Donde viven las vicuñas, y las alpacas en su altura
Con su lago, el cielo límpido y azul que se unen en el horizonte
Nubes blancas cual pompas de algodón
Adornan este paraíso celestial
Cuyas playas de arena blanca
Donde el agua cristalina de olas tranquilas
Lamen esas playas paradisiacas del Altiplano
Tu pasado de historia colonial
Joyas arquitectónicas realzan tu grandeza
Inicio de la cultura americana
Donde la primera imprenta demostró su grandeza
La espiritualidad del bien y del mal se engendra
Hecha música a nuestra población aimara
Charanguito que naciste para mitigar las penas
Mitayos de gran corazón
Elaboraron con esas manos de filigrana, en sus piedras
Donde el arte Churrigueresco hace linda fantasía
Entre lo bello y lo hermoso los pinceles del Vitti
Armonizan perfectos cuadros de nuestro señor
Para darle el brillo eterno a nuestra tierra
De los mil nombres “Pequeña Roma Americana”
“Sucursal del cielo” “Perla embrujada del Titicaca”
”Juli perla del altiplano”.
ENTRE EL IZAÑO Y LA TARDE JULEÑA.
Boris Espezúa Salmón
En memoria de:
María Asunción Galindo y
Daniel Espezúa Velazco.
Aquí, en medio de éstas pajas silbantes y frente al lago Wiñaymarka,
donde los perros negros hablan con los celajes de Lupakas y Jesuitas,
yazgo al lado del Colibrí herido para ahuyentar la muerte que respira en
la nuca y en los ojos de la memoria discurre su llanto por las goteras del
corazón.
Hay un pájaro dormido en los hombros de aquellos ancestros sin
sombras, que nunca perdieron sus nombres y tampoco tuvieron
mañanas, solo brumas recordadas en frías fogatas de junio.
Aquí, en medio de los siete centros de la tierra, llegas con el agua
que está detrás de la noche, con tu ojo grávido de misterios a tu pueblo
de Kusillos, para echar una lágrima de cianuro y una mueca para el
desconsuelo.
Llegas a la tercera mitad de tu latido y tu conciencia cartesiana
baja a la punta de los dedos del pie, da tres chasquidos en cruz para
arriba y tres chasquidos a la Pachamama para abajo, que hacen el
trinomio vertical de la respiración.
Al atardecer aparecen las Luciérnagas y en el camino hacen una
objeción al tiempo y al espacio. Zumban y alumbran y desaparecen los
segundos y el entorno que te cuadricula.
Las flores se cierran y el
fuego se guarda. Nadie
siente sin el otro cuando
se desdobla la realidad en
tus manos. Nadie cruza
sólo los hemisferios
lógicos y los ilógicos sin
hacer una apacheta en la
sonrisa.
Para unir los contrarios,
para polarizar lo cohesionado y hacer aleatorio lo único. Encarnado de
espíritu, descreído de belleza, desnudas las verdades en semi verdades,
para que las paradojas se estacionen en la certeza.
Ahora sí puedes arrojar tu dolor diverso. Y arrancar de tus raíces
la danza que orea en tu piel y tus huesos para endemoniarte en el vacío.
Ahora tus ojos se descubren, como ayer para mañana ser de aire,
para vigilar invisible las espigas, el descarne de los resentimientos el
desgaste de los sentimientos.
Tocas los sikuris sin su canto, chajchas la coca sin su llucta y
camino a Chinchanalave aprisionas el instante en tus ojos para oír tu
sangre y morder tu respiro.
Verticalmente, refulge el paisaje para recordarte que eres un fin
en ti mismo, que tu dignidad no es una estatua, que tu lloro llora y tu
rezo reza y el huevo de tu genitud sostiene la esfera de tu existencia
circular.
Y que pluralmente, resuene el brillo de tus tejidos, con caitos de
ensueños, colores fecundos de surcos y de solsticios.
Soy en ésta roca firme. Hijo de los cantones y sus escalofríos,
colindante de los verdes relámpagos. Soy la media luna en este lago
lapislázuli, donde vibra los ajayus de diciembre,
y tiemblan los ojos rojos con coágulos de tanto mirarte, de tanto
sentirte, Juli, tierra de tarka y de tayacha.
Frótate con sangre reseca de Lagartija, las fisuras de tu historia, las
honduras de tu grandeza. Álzate San Bartolomé frente a los malos
designios, al costado de Huaylluni. Sáca de allí tu suerte enterrada y atiza
las espinas que dolientes la cuidaban para la fiesta de exaltación, para la
fiesta de resurrección.
Celebra los buenos sembríos visionados donde la naranja lanzada en el
Orkofiesta y las flechas cruzadas para esquivar las sequias, aún hacen
llagas en el aire.
Ahora, te das la vuelta. Levantas siete hojas de coca challadas con
gotas de vino negro, levantas un Escarabajo que delira y una kantuta que
suspira y muerdes una vez más el izaño para despedir la tarde que te ha
traído y que hoy te lleva con la brunaluz del equinoccio de setiembre.
Glosario:
Izaño: Oca amarilla.
Ajayu: Espíritu o alma
Challa: Rito andino.
Tayacha: Izaño congelado.
Chajchar: Mascar coca.
Llucta: Ceniza de tallo de quinua.
Boris Espezúa Salmón. Nació en Juli-Puno. Fue Ganador del premio COPE de Oro 2009, autor de poemarios como “A través del ojo de un hueso”, “Tránsito de Amautas”, “Tiempo del Cernícalo”, “Alba del pez”, “Gamaliel y el oráculo del agua” y “Máscaras en el Aire”. Es promotor cultural. Participó en diversos Festivales de Poesía en países como Cuba, Colombia, Chile y México. Actual docente ordinario en la UNA-Puno.
Danzario I:
Boris Espezúa Salmón
Soy el trompetista riente y bailante que dirige la banda de músicos.
Estoy en el redondel del fervor, sacando el oro de melodías
preparatorias a la fiesta. Mi pecho palpita más rápido que mi espíritu.
Allí me habita un trapecio de energía que espera danzar entre el rubor
y la neblina vaporizada que se forma de los suspiros de la gente. Toco
con el fuego oxigenado que le cambia el cutis moreno a la ciudad y hace
sonrojar las mejillas de la luna, hasta que su luz me acompañe en los
ojales de mi devoción.
La banda tiene el aire como motor. Todo soplamos a pulmón lleno
para alcanzar el sonido elevado que brota en estrellas del corazón. El
pulmón está en los ojos, en los cachetes hinchados en la danza que rueda
de la mano conmigo, hacia los pies, los labios y las miradas que remecen
los rebosados sueños. Silenciosos y bulliciosos se presentan con una
pizca de vanidad y pasión entre los párpados. Las voces que la
acompañan han surgido cautivas y son trinos en el aire que con el
mordisco de la música en el corazón cruzan los instantes eternos.
La danza chapotea en el lago, chapotea en su brisa. Tiene una
floración arrítmica que no se detiene en los zapatos, ni en los guantes, ni
en los guantes, ni tampoco en el más hermoso anhelo que tiene la ciudad
que con pañuelos blancos junta las expectativas y los adornos de fiesta,
embriaga las noches y clava en las esquinas su ligero corazón, en éstas
calles donde cuelga la mano de Dios y se descuelgan los despojos
guardados. La danza sólo se detiene después que ha echado su dolor con
rezos, la melancolía sin su cáscara entreabierta. La danza puebla de
flores las sombras, reúne a los mil diablos para ser un ángel y después
de los temblores del cuerpo guardar fumado el espíritu en su lecho.
Danzar es endemoniarse con los
tendones sensoriales que
dependen del aire, con los
cristales que la luz echa a su
suerte para estrellarse entre
ellos, sin rastro de sangre quieta,
sino vibrante, sino salpicante.
Danzar es flotar y elevarse para
no morirse escuchando tu
nacimiento, descifrando lo
indescifrado, reluciendo los
fulgores de una lengua que habla
por otra lengua, de un salto que
dice por otros saltos indetenidos.
Es tiempo de atar. La danza
ata los tiempos, ata las lágrimas
triangulares que con sus dones
sagrados hace piruetas al cosmos.
Con la danza se adoban las penas,
la tierra alumbra sus trazos y sus
señales en ritos lácteos, en el
bendito vientre donde la ceja del
hijo que viene con un clarinazo de
rayo, alboreará otra espina dorsal
iluminada, que soltará sus
cadenas al cielo a través del crujir de los glóbulos. Las peripecias de una
estrella en los pies tocan el sueño, haciendo del suelo un delirio colosal,
punteamos sus pasos en la línea y en el círculo para que el cuerpo hable.
En esta madrugada hay una bocina que se ondula en mis oídos la
sonar la trompeta, el hipo del ponchero, que toda la noche combatió el
frío, ahora tiene el latido y el vahído renovado de la música. Tiene la cruz
en la palma de su mano izquierda y en la derecha el milagro que abanica
de coloridas melodías las malas suertes, para danzar golpea los codos
del destino, para redimirse desde la solapa hasta el bota píe en
movimiento.
Con la danza despliego mis alas sobre el filo del mundo, pongo los zafiros
escamados en el cuerpo de un pez, pongo
una sombra en los ojos agraviados que
saltan sin pañuelos. Se danza para que no
crezca la mala hierba en los sembríos
lluviosos, para que no se acumule la
nostalgia en nuestra puerta, para que el
diente de la serpiente no nos cause
mayores miedos y cientos de desdichas
caigan del azar a una lengua que no dice
nada, sino por el eco de las mariposas que
vuelan de tu hombro y lloran lágrimas de
fuego, cuando el cuerpo con sus saltos
conjure con la altura. La danza requiere
esos cuerpos íntegros que traspasen el
espesor del aire y con la energía vibrante
puedan confundirse sin estigmas con el
mundo.
Entonces arrojas de tus brazos el
aliento impuro que nos hinchaba los
pulmones, porque tenía un vacío para
nuestras plegarias. Arrojas de tu lengua,
las palabras que con su asombrada agua
vierte nuestros cantos ocultos que
aterrados desatan los nudos más duros de
tu corazón para que se vuelvan
fantasmales en el aire circular.
Aún la chispa verdadera no se ha prendido. Será cuando dances y
tu cuerpo sea arañado por sones inéditos, sea una rueda dando vueltas
en el juego de las facciones, en el azar circular del aire mareado. Salta al
centro de la danza, fulgurante, salta al costado del fervor, deslumbrante.
Allí, hay un frescor de aliento, un azular de brisa en flor, que se anticipa
al paso de los danzantes con una cruz sobre las alas, como una corona
de lluvia sobre nuestras máscaras. Al danzar la tierra exhala sus humus
de barro negro, con las altas tormentas bajo la sal del crepúsculo, contra
la ceguera de los hombres y su honda edad de sacrificios.
Más allá de las vocales y sus modulaciones el ánimo festivo se
propaga, en una gran ave de gracia sobre nuestros pasos. La oreja con
sus corales, las manos desnudas de cielo y los ojos sin su subida de
desfallecimientos en las ojeras. Entonces la gente tiene una voz más
grave y nombra cada futuro en sus palabras rupestres.
Ninguna maleficencia del bestiario en escena, entorpecerá la
coreografía del agua evaporada, del asfixiamiento de la herrumbre, del
ahogamiento de las sombras, de aquellas que el danzante no quiere
verlas, sino sentirlas y bañarlas con la luz vespertina. En la fiesta la
noche se enciende y en el día se apaga los
años danzando y el tiempo no tiene piedad,
oye los viejos truenos en sus ramajes, que le
rompen la quijada al presente, para verse en
pie en el espejo del futuro. La danza nos
renueva y nos prolonga la vida, a través de
otros danzantes más bullangueros, más
acróbatas, más volátiles, como todas esas
sombras resurrectas.
Cuando se abre la pulpa de la fiesta
corren los chorros de ritmos que nos moja a
todos y a todos también nos enjuaga el
corazón y nos seca el rostro empapados de
adrenalina. Por eso, todas las maleficencias
tienen el performance de la voluntad puesta
en el cuerpo. Las medidas de la eternidad, los
ires y venires en el paso del danzante son
únicos y se parecen al andar del ángel más
que al de satanás. La fiesta bordea la prisa del
sueño, su primer chillido y el diapasón con su
eco abre la carne y su sal de fuego. Todos
esos danzantes soy yo en un solo grito en el salto mortal.
JULEÑITA
Jorge Peralta Garnica
Juleñita
Linda cholita
De trenzas y pollerita
De mirada y sonrisa coqueta
Cómo me enamoro
En el carnaval
Cuando te veo bailando
Disfrazada de preciosa cholita
Con wichi y tu reboso
Color de tus bellos ojos
Linda morenita
Tu sonrisa y tus pasos
Siempre al son
De mi linda canción
Juleñita
Bella flor de kantuta
Quiero seas mi parejita
Para cantar y bailar
Siempre en el carnaval.
RECUERDOS DE CARNAVAL
Jorge Peralta Garnica
Otro año con entusiasmo viajando con mi charango,
el carnaval va llegando el reencuentro ya se va dando
un silbido va anunciando los jóvenes ya van llegando.
Vamos tocando y bailando
suena el bombo y el charango muchachos vamos cantando serenatas ya estamos dando, las chicas ya están bailando.
Porque llegó el carnaval
Cada año con entusiasmo vamos a bailar y gozar
vamos chicas y chicos salgamos de nuestras casas,
la plaza ya nos espera el aliento del pueblo igual.
Llegó pronto el kacharpaya nos vamos con el recuerdo que al año ya nos veremos de nuevo queridos amigos
cantando y bailando sones como es costumbre nuestra
ODA A LA BRISA
Hugo Romero Manrique
Coqueta, soñadora
Amorosa, sensual
Acaricia la Brisa
La piel del arenal.
Corre luego, traviesa,
Feliz, desmelenada
A mecerse en las ramas
Del cercano palmar.
Se eleva al transparente
Límpido cielo azul
Y danza alegremente
Envuelta en claro tul.
Volviendo a la bahía
Se abandona al deseo
Y copula en la arena
Con el viento del mar.
Trepa en el viejo barco
Se esconde en la sentina
Y columpia en las gavias
Su ala de golondrina.
Canturreando, nostálgica,
Una vieja romanza,
Se abraza al ancho torso
De un rudo pescador.
Cuando muere la tarde,
Extenuada la brisa
Hastiada de caricias,
De besos ruborosa.
Cierra los ojos glaucos,
Feliz se despereza
Y se duerme, rendida,
En los brazos del mar.
LO QUE NO SE DIJO
Hace más de una década que en Arequipa, el Equipo de Redacción de la revista
“Markamasi” de la Asociación Cultural Juli, estuvo conformado por Javier
Espezúa, José Cabrera y Omar Espezúa, con quiénes acopiamos material; y , por
mi retiro de la Ciudad Blanca, encomendé el uso de dichos temas, escritos,
poemas, a Javier, quién en el 2007 editó un número más, luego por los sucesos
acaecidos la revista quedó trunca.
En el presente la Sra. Hildaura Paredes, esposa del recordado amigo Javier, tuvo
la gentileza de entregarme aquel material, que publicaremos periódicamente en
“Juli Eterno”, tal como se encuentran, por respeto a la autoría y reconocimiento.
Vívelo.
JAVIER ESPEZUA SERRANO
En esta oportunidad publicamos el Editorial de “Markamasi”, revista, de
la Asociación Cultural Juli en Arequipa, (año 2011) que por razones que
desconocemos no fue publicada, pese a contar con material suficiente.
Javico: El Director de la revista de entonces, merece la recordación
y reconocimiento, no porque sea el amigo, sino que ha demostrado
cualidades de responsabilidad y entrega. Un ejemplo: la edición
ininterrumpida de “Khantatiri”
DANIEL ESPEZUA VELASCO
En la “Pequeña Roma de América” Juli, un pueblito en Puno, hace ya un
siglo que en la escuela 891, el profesor Daniel Espezúa Velasco, decidió
implantar la coeducación, pese a que la mujer aimara, era muy
considerada y desempeñaba cargos directivos en su comunidad¸ sin
embargo, en un escrito, sutilmente hace un llamado a la mujer, para que
se libere más, y que haga valer sus derechos; mientras que en Lima y
otras ciudades, recién ahora, los medios de comunicación y los
colectivos con el slogan “ Ni Una Menos”, se ufanan en defender a la
mujer, así como el gobierno a través de los ministerios responsables e
inmiscuidos, hacen esfuerzos sin realizaciones concretas.
“Juli Eterno” desearía que los Sres. Congresistas conozcan el
pensamiento del prof. Daniel Espezúa Velasco, para que, sin muchos
asesores, legislen en serio y en beneficio de las clases mayoritarias.
Además, agradeceríamos a los medios de comunicación difundir, para
que la población apruebe o rechace el pensamiento juleño.
Daniel Espezúa Velasco, se yergue como el Maestro de maestros,
cuando ciudadanos que ayer fueron sus pupilos comentan y recuerdan
con cariño las bondades de sus enseñanzas, y todos, así no hayan sido
sus alumnos como el pueblo en general, viven gratos de la fructífera
labor del verdadero educador.
ALIPIO VELAZCO MANRIQUE
Inquietud Intelectual Latente de las últimas décadas de Juli, participa en
diversas revistas de su pueblo, Arequipa, Puno y Lima.
Los conductores de Juli Eterno, nos inclinamos muy reconocidos por su
participación en el equipo de redactores, por lo que le expresamos
nuestra sentida gratitud, augurándole bienestar y una salud
inquebrantable.
RENE VILLAGRA QUIROGA
La hermosura de Pomata, su tierra natal, le inspiró para llamarla “El
Balcón Filosófico”
El maestro, músico, poeta, y amigo sin dobleces, ha permitido que
algunos de sus alumnos, tengamos la suerte y el honor de alternar con
él, en algunas circunstancias y eventos.
Su sinceridad y amistad incondicional, ha hecho que lo tengamos
presente en cada momento, al recordado “Chino Villagra”.
ANIVERSARIO POLITICO DE JULI
Editorial
Javier Espezúa Serrano
“Markamasi” consciente de su labor cultural, después de un letargo
involuntario y, gracias al entusiasmo de la nueva Junta Directiva de la
“Asociación Cultural Juli” residentes en esta hermosa ciudad de
Arequipa, vuelve a tomar su rol de informar las inquietudes del
quehacer juleño en esta tierra, con temas de actualidad y reminiscencias
de la tierra que nos viera nacer.
“Markamasi” vocero oficial de la Asociación Cultural Juli, hoy sale
a luz, para rendir un justo homenaje al 183 Aniversario de Creación
Política de Juli, como Capital de la gran provincia de Chucuito: porque
un 3 de juno de 1828, por méritos propios; Juli de entonces gozaba de
prestigio local, nacional e internacional, por conseguir lauros culturales
y espirituales, y la presencia de grandes intelectuales, hacen que la Villa,
pase a ser Benemérita Ciudad Capital de Provincia, cuando era
Presidente del Perú, don José de la Mar.
Los residentes juleños en esta ciudad nunca olvidan los hechos
sobresalientes que merecen, no sólo el recuerdo de sus hijos, con versos
y revistas de homenaje, sino, el despliegue incondicional de sus
autoridades, dándoles al pueblo y sus moradores los servicios
fundamentales para vivir como personas dignas de este siglo y mejorar
su infraestructura, acorde con la herencia colonial como son sus templos
y sus callecitas de más de cuatrocientos años de vida.
Markamasi, se aúna a esta fecha política, pidiendo a sus
moradores presentes y ausentes colaborar con ideas, proyectos u otros,
y a sus autoridades mayor empeño en darle a Juli el prestigio bien
ganado de otros tiempos; logrando nuestros anhelos y no vivir más a la
sombra de nuestro pasado histórico.
Es hora de hacer conocer al país entero, que Juli es el ejemplo de trabajo,
progreso y unidad para lograr la identidad juleña.
Markamasi en su conjunto, Directivos, redactores y
colaboradores, nos exponemos a la crítica de algunos y a la fuerza
substancial del aliento de muchos, para seguir sacando a luz este vocero
del pensamiento aymara.
Felicidades Juli, en este 183 aniversario. (Arequipa 2011)
MUJER Daniel E. Velasco
Despierta mujer de tu sueño de indolencia secular, abrázate al
estandarte de tus derechos y ESTUDIA.
Despierta mujer de ese letargo que te domina, que te subyuga, que te
atonta; agárrate del gallardete de tu porvenir y CAMINA.
Despierta mujer de esa inercia que te degenera, que te bestializa, que
tortura tu alma, empuña fuertemente el gonfalón de tu carácter y
TRABAJA.
Despierta mujer de ese estado de abyección que engrilla tu alma, que
encadena tu vida, que relaja tu personalidad, enarbola la bandera de tu
libertad y CANTA.
Despierta mujer de tu ceguera mental, abre tu razón, recobra tus bríos,
reafirma tu cultura, hazte corazón, y hazte valor y apoyada al báculo de
tu energía moral VIVE.
Mujer: Sacude tu pereza, ventila tus errores, fumiga tus prejuicios y
aclarando un poco tu conciencia, échate al mundo a luchar. a luchar con
las seducciones de tu DESTINO.
“Mujer…. Madre…. Alma…. Amor… Eres persona… Eres Humana… No
te soterres… No te humilles… No sufras… No duermas ese sueño de
servilismo, rompe los grilletes de tu opresión y entona el hosanna de tu
libertad, con todo el fervor de tu alma de MUJER.”
EL FEMINISMO
Daniel Espezua Velasco
Es el ideal que tiende a elevar el alma de la mujer a un plano superior
que al del hombre, pretende reivindicar sus derechos civiles y políticos
supeditados por el sexo fuerte, quiere que la mujer ejercite sus
capacidades psicofísicas en todo el sector de sus actividades sociales y
como un medio de la solución del problema femenino surge la
COEDUCACION.
La educación de los sexos en conjunto, imprime a la mujer un sello
varonil, cambia su idiosincrasia, hace que se revista de carácter y
rechace aguerrida de su cultura las nocivas influencias que atañen su
dignidad y su felicidad.
El feminismo y la coeducación han de salvar a la mujer del tutelaje
secular, de esa postración espiritual y de esos prejuicios ancestrales que
relajan su personalidad, ella es, la llamada a ser en el futuro la MUJER
NUEVA, un espíritu del porvenir y un pensamiento de avanzada.
En pro y en contra de la coeducación y el feminismo pugnan dos
fuerzas antagónicas; El espíritu viejo que quiere que, la mujer sea
siempre la misma esclava, el mismo juguete, y la misma bestia
humillada, vejada y explotada; y, el espíritu joven que anhela que la
mujer sea renovada mentalmente y se sienta poseedora de su potencial
sicológico y admire al mundo con sus principios, con sus teorías y
creaciones como una Gabriela Mistral en Chile, una Magda Portal en
Lima, una Elvira García en el Cusco y como la que fue Clorinda Mato de
Turner, la insigne dramaturga andina.
El feminismo propugna la cultura de la mujer como condición sine
quanon de su liberación integral y este ENSAYO estamos realizando en
nuestro Centro Escolar 891, y es por eso que tenemos enemigos a granel,
ya sabéis que la cosa nueva espanta el espíritu viejo y su consecuencia,
es la crítica sorda, la intriga baja, y el chisme infame. Ello no nos importa
nada, estamos orgullosos, porque nuestra escuela está cumpliendo con
su función social.
Daniel E. Velasco propugnó la verdadera liberación femenina: La Educación.
La participación de la mujer en las actividades productivas del País es cada vez mayor,
no necesitan de leyes de inclusión mal planteadas que terminen discriminándolas.
WILFREDO LLANQUE Y EL CRIMEN DE ILAVE
Alipio Velazco Manrique
Un periódico de circulación nacional, el 27 de abril pasado, inserta en
sus páginas una entrevista a Wilfredo Llanque, uno de los inculpados en
el asesinato del alcalde de Ilave don Cirilo Robles Callomamani.
Wilfredo Llanque es el único recluido en la cárcel de Yanamayo,
allí en Puno, de los 40 comprendidos en el proceso penal moroso, no
esclarecido de aquel horrendo crimen. Unos no han sido habidos y otros
han dejado el penal bajo caución o fianza.
Es extraño que los no habidos estén burlando a la justicia
impunemente, cuando los mismos moradores del lugar manifiestan,
verlos transitar con frecuencia, sin ningún remordimiento, por los
mismos lugares por donde arrastraron y golpearon al ya indefenso
alcalde Cirilo Robles; y es más, la televisión nos ha mostrado imágenes
sumamente claras de esos episodios inhumanos, con actores
reconocibles por los vecinos del lugar y sin duda por la policía, en un
medio tan familiar como es Ilave, donde todos se conocen.
Otros imputados por los mismos cargos que Wilfredo Llanque, sí
llegaron a estar tras las rejas de Yanamayo, pero, poco tiempo después,
dejaron el penal, gracias al dinero y al beneficio judicial, y hoy al cabo de
tres largos años transcurridos, tratan de echar tierra a lo que hicieron
con el moribundo ya indefenso alcalde Robles Callomamani.
Para los que no somos profesionales del derecho, esta figura
jurídica con denominación de caución o fianza nos parece una injusticia;
¿porque si mientras el harapiento remendón de zapatos, que no lleva un
céntimo en el bolsillo y sólo empuña como capital de trabajo un viejo
martillo y una alesna, deberá seguir sufriendo la pesadilla del centro de
reclusión?
Si Wilfredo Llanque tuviera la suficiente convicción, que en esta ´parte
de este injusto mundo somos todos iguales ante la ley; preguntaría,
entonces, ¿dónde están los demás, cuyas responsabilidades son iguales,
tal vez mayores, que el de un hombre con cultura y educación mínimas,
que no supo discernir lo bueno o lo malo de lo que estaba obrando?
Repito, han pasado tres largos años desde la desaparición del
alcalde Robles y la justicia sigue esquiva e indiferente, a tal extremo que
ni siquiera pudieron probar la supuesta malversación que le inventaron
sus enemigos: no obstante, esa amargura, su esposa, sus hijos y el
sensato pueblo de Ilave, incrédulo ya, e impacientes, siguen esperando
las palabras esclarecedoras de la justicia.
Al escribir estas modestas reflexiones, quiero dejar en claro, que
no conocí al alcalde Cirilo Robles, no conozco a su familia, no conozco a
Wilfredo Llanque, no conozco a ninguno de los implicados en el caso, no
soy ilaveño, por tanto, no me mueve ningún sentimiento de venganza ni
de revancha, sólo trato de buscar lo que a gran parte de nuestra sociedad
nos es difícil encontrar: “Justicia”.
Plaza de Armas de Ilave, mudo testigo del execrable crimen del Alcalde Robles.
DANTE NAVA: Marcha a su “ORGULLO
AYMARA”
René Villagra Quiroga
Elevemos hasta el cielo de este suelo
¡El gran nombre del poeta nacional!
Junto al grito estentóreo de su pueblo
Del poema que exaltara su virtud
A la orilla de su lago cristalino
Dante Nava, “Vate Aymara” relievó
El coraje, fortaleza y la hombría
De esa raza de superhombres sin igual
Las montañas le dieron la riqueza
De su rara contextura cerebral
Y esculpida fue en su oda
En su lira y en su verso
En su pluma proverbial
En su vena literaria
En su credo humanista
En su inspirada dimensión
¡loor al poeta, ilustre amauta!
Que nos depara fúlgida herencia
Su magia verbal, fragua mental
Ubre fecunda, soneto inmortal
Las juventudes áureas estrellas
Con resplandores de un rayo fiero
Exaltaremos su enorme canto
¡Eterna lumbre, halo inmortal!
¡Gloria al poeta!
¡Salve su nombre!
¡Viva mi tierra!
¡Urra mi Puno!