Wifredo Lam, el espíritu de la trascendencia

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8 PERGOLÀ Proyecto para un mural de cerámica en el Retiro Médico de La Habana, 1956 Wifredo Lam, el espíritu de la trascendencia Una selección de treinta y nueve dibujos de Wifredo Lam muestran la riqueza de técnicas y una forma propia de entender la vanguardia tejida en raíces afrocubanas E la L doce de marzo se ha inau- gurado en la sala de la Fun- dación BBK la exposición J Wifredo Lam, el espíritu de trascendencia, que permanecerá abierta al público hasta el veintiuno de abril. La muestra se compone de treinta y nueve dibujos en diversas técnicas co- mo el carboncillo, tinta china, pastel, acuarela y tèmpera realizadas entre 1943 y 1958. Se trata de una selección de los fondos de dibujos surrealistas del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, en los que el lenguaje de la vanguardia se mezcla de forma expresi- va con las raíces de la cultura afrocuba- na en la obra de este singular artista. Los inicios: de Cuba a España Wifredo Lam nace el ocho de di- ciembre de 1902 en Sagua la Grande (Cuba). Con 19 años se traslada a Ma- drid donde residirá hasta 1938. Durante su estancia en España dedica gran par- te de su actividad a formarse en el taller del pintor Femando Alvarez de Soto- mayor y a estudiar la obra de grandes maestros como Rubens, El Bosco, Pie- ter Bmeghel el Viejo o el Greco con frecuentes visitas al Museo del Prado y al Museo Arqueológico. La exposición itinerante de la obra de Picasso celebrada en Madrid en 1936 le ponen en contacto con las formulacio- nes de! cubismo. Pero no será hasta 1938, fecha en la que la guerra civil le obliga a trasladarse a París, donde co- noce a Pablo Picasso lo que le posibíli> Manigua (Cañas), 1957-58 1940 le obliga a buscar refugio prime- ro en Burdeos y luego en Marsella, donde entabla relación con un grupo de artistas surrealistas como Pierre Mabi- lle, René Char, Max Emst, Jacques Hé- rold y André Bretón. Un año más tarde parte junto a An- dré Bretón hacia Cuba, donde llegará después de siete meses de escalas e in- teraamiento en un campo de concen- tración en La Martinica. En esta época se observa ima tendencia a flexibilizar En París conoce a Picasso, y entra en contacto con miembros de la vanguardia como Miróy Matisse, Braque, Léger». Pájaro, 1957-1958 tará entrar en contacto con miembros de la vanguardia como Joan Miró, Pie- rre Matisse, Georges Braque o Femand Léger entre otros. Descubrimiento de la vanguardia parisina En esta París desarrollará el camino iniciado en los últimos años que pasó en España reafirmando su vocación vanguardista, especialmente impregna- da del descubrimiento del arte negro africano. La síntesis de formas de más- e la s y esculturas de ese continente atraen profundamente a Lam dejando su huella en la predilección de la línea sotve el color. Líneas elementales es- tructuran volúmenes de forma casi geo- métrica, lo que proporciona una fronta- lidad e hieratismo a la mayor parte de sus dibujos, quedando el color clara- mente subordinado a ellos. La familia, Mujeres sobre fondo verde y Materni- dad son algimos ejemplos de esta ex- presividad, característica de esta etapa. La ocupación alemana de París en la rigidez de sus anteriores formas geo- métricas, así como una prioridad en el color resuelto en expresivas manchas de intensidad colorista en obras como Omi Obini o Malembo, dios de la en- crucijada. Pero, sin duda es su viaje a Haití lo que marca im punto decisivo de infle- xión en su obra. En 1946 es invitado a realizar una exposición en el Centro d’Arte de Puerto Príncipe lo que le per- mite entrar en contacto con esa cultura que le llevará a renovar sus temas de inspiración y su vocabulario formal en el que la línea frenética invade el espa- cio en obras como Nacimiento, La bo- da o Beliat, emperador de las moscas. Los años finales de la década de los cuarenta y los cincuenta estarán marca- dos por una gran actividad expositiva en importantes salas como la Fierre Matisse Gallery de Nueva York, la Ga- lería Maeght de París, el Parque Cen- tral de La Habana, el Museo de Bellas Artes de Caracas o el Salón de Mayo de París. Búsqueda incesante: cerámica, pastel, carboncillo El contacto con el pintor Asger Jom, en una visita que realiza a México, iniciará a Lam en el arte de la cerámica. Es aquí donde descubre las cualidades de textura y color que le ofrece el pastel, que con fre- cuencia, combina con el carboncillo, con- virtiéndose desde entonces en una de sus técnicas predilectas. Algunos ejemplos de su destreza en este campo los podemos disfhitar en esta exposición como Pájaro con figura. Pájaro, o Figura equina entre otros. Más tarde, a mediados de los sesenta, su constante investigación en otras técnicas provoca que cada vez sea mayor el impac- to del grabado en el conjunto de su obra. Así edita ima serie de grabados para ilus- trar los textos L 'Antichambre de la Natu- re, Apocallypse y Le théâtre et les dieux. Paralelamente la actividad expositiva le lleva a numerosas ciudades europeas y americanas, algunas de las cuales le dedi- can retrospectivas como las del Stedelijk Muséum de Amsterdam, Moderna Muse- et de Estocolmo o Palais des Beaux-Arts de Bruselas. Durante estas décadas la relación entre los dibujos y la pintura de Lam será esen- cial ya que con frecuencia realiza apimtes y estudios preparatorios, sobre todo ico- nográficos, que poblarán las grandes com- posiciones (te este periodo. Así se consti- tuyen en im método de trabajo, en punto de partida de sus obras más significativas. Hasta su muerte acaecida en 1982, la actividad artística se decantará más hacia otras formas de expresión como el graba* do, la cerámica y la escultura que mostra- rá en los museos y galerías más importan- tes del mundo y que le valdrá el reconoci- miento generalizado con numerosos pre- mios y documentales sobre su olwa. Celia Rodríguez

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8 PERGOLÀ

Proyecto para un mural de cerámica en el Retiro Médico de La Habana, 1956

Wifredo Lam, el espíritu de

la trascendenciaUna selección de treinta y nueve dibujos de Wifredo Lam

muestran la riqueza de técnicas y una forma propia de entender la vanguardia tejida en raíces afrocubanas

Ela

L doce de marzo se ha inau­gurado en la sala de la Fun­dación BBK la exposición

J Wifredo Lam, el espíritu de trascendencia, que permanecerá

abierta al público hasta el veintiuno de abril.

La muestra se compone de treinta y nueve dibujos en diversas técnicas co­mo el carboncillo, tinta china, pastel, acuarela y tèmpera realizadas entre 1943 y 1958. Se trata de una selección de los fondos de dibujos surrealistas del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, en los que el lenguaje de la vanguardia se mezcla de forma expresi­va con las raíces de la cultura afrocuba­na en la obra de este singular artista.

Los inicios: de Cuba a EspañaWifredo Lam nace el ocho de di­

ciembre de 1902 en Sagua la Grande (Cuba). Con 19 años se traslada a Ma­drid donde residirá hasta 1938. Durante su estancia en España dedica gran par­te de su actividad a formarse en el taller del pintor Femando Alvarez de Soto- mayor y a estudiar la obra de grandes maestros como Rubens, El Bosco, Pie- ter Bmeghel el Viejo o el Greco con frecuentes visitas al Museo del Prado y al Museo Arqueológico.

La exposición itinerante de la obra de Picasso celebrada en Madrid en 1936 le ponen en contacto con las formulacio­nes de! cubismo. Pero no será hasta 1938, fecha en la que la guerra civil le obliga a trasladarse a París, donde co­noce a Pablo Picasso lo que le posibíli>

Manigua (Cañas), 1957-58

1940 le obliga a buscar refugio prime­ro en Burdeos y luego en Marsella, donde entabla relación con un grupo de artistas surrealistas como Pierre Mabi- lle, René Char, Max Emst, Jacques Hé- rold y André Bretón.

Un año más tarde parte junto a An­dré Bretón hacia Cuba, donde llegará después de siete meses de escalas e in- teraamiento en un campo de concen­tración en La Martinica. En esta época se observa ima tendencia a flexibilizar

En París conoce a Picasso, y entra en contacto con miembros de la vanguardia

como Miróy Matisse, Braque, Léger».

Pájaro, 1957-1958

tará entrar en contacto con miembros de la vanguardia como Joan Miró, Pie­rre Matisse, Georges Braque o Femand Léger entre otros.

Descubrimiento de la vanguardia parisina

En esta París desarrollará el camino iniciado en los últimos años que pasó en España reafirmando su vocación vanguardista, especialmente impregna­da del descubrimiento del arte negro africano. La síntesis de formas de más­e la s y esculturas de ese continente atraen profundamente a Lam dejando su huella en la predilección de la línea sotve el color. Líneas elementales es­tructuran volúmenes de forma casi geo­métrica, lo que proporciona una fronta- lidad e hieratismo a la mayor parte de sus dibujos, quedando el color clara­mente subordinado a ellos. La familia, Mujeres sobre fondo verde y Materni­dad son algimos ejemplos de esta ex­presividad, característica de esta etapa.

La ocupación alemana de París en

la rigidez de sus anteriores formas geo­métricas, así como una prioridad en el color resuelto en expresivas manchas de intensidad colorista en obras como Omi Obini o Malembo, dios de la en­crucijada.

Pero, sin duda es su viaje a Haití lo que marca im punto decisivo de infle­xión en su obra. En 1946 es invitado a realizar una exposición en el Centro d’Arte de Puerto Príncipe lo que le per­mite entrar en contacto con esa cultura que le llevará a renovar sus temas de inspiración y su vocabulario formal en el que la línea frenética invade el espa­cio en obras como Nacimiento, La bo­da o Beliat, emperador de las moscas.

Los años finales de la década de los cuarenta y los cincuenta estarán marca­dos por una gran actividad expositiva en importantes salas como la Fierre Matisse Gallery de Nueva York, la Ga­lería Maeght de París, el Parque Cen­tral de La Habana, el Museo de Bellas Artes de Caracas o el Salón de Mayo de París.

Búsqueda incesante: cerámica, pastel, carboncillo

El contacto con el pintor Asger Jom, en una visita que realiza a México, iniciará a Lam en el arte de la cerámica. Es aquí donde descubre las cualidades de textura y color que le ofrece el pastel, que con fre­cuencia, combina con el carboncillo, con­virtiéndose desde entonces en una de sus técnicas predilectas. Algunos ejemplos de su destreza en este campo los podemos disfhitar en esta exposición como Pájaro con figura. Pájaro, o Figura equina entre otros.

Más tarde, a mediados de los sesenta, su constante investigación en otras técnicas provoca que cada vez sea mayor el impac­to del grabado en el conjunto de su obra. Así edita ima serie de grabados para ilus­trar los textos L 'Antichambre de la Natu­re, Apocallypse y Le théâtre et les dieux. Paralelamente la actividad expositiva le lleva a numerosas ciudades europeas y americanas, algunas de las cuales le dedi­can retrospectivas como las del Stedelijk Muséum de Amsterdam, Moderna Muse- et de Estocolmo o Palais des Beaux-Arts de Bruselas.

Durante estas décadas la relación entre los dibujos y la pintura de Lam será esen­cial ya que con frecuencia realiza apimtes y estudios preparatorios, sobre todo ico­nográficos, que poblarán las grandes com­posiciones (te este periodo. Así se consti­tuyen en im método de trabajo, en punto de partida de sus obras más significativas.

Hasta su muerte acaecida en 1982, la actividad artística se decantará más hacia otras formas de expresión como el graba* do, la cerámica y la escultura que mostra­rá en los museos y galerías más importan­tes del mundo y que le valdrá el reconoci­miento generalizado con numerosos pre­mios y documentales sobre su olwa.

Celia Rodríguez