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wexperiencia del taller de estudios andinos (TEA) + en la promocih de la produccidn artesanal “r

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wexperiencia del taller de estudios andinos (TEA) + en la promocih de la produccidn artesanal “r

cambio en ciertos rubros y q a crisis abierfa en. 0

Laraz6nm6simportanteparalamayorccnwer- vacih de la textilerfa pame radicar en el cardcter colectivo (no de especialisfas) de su conocimiento, en el exit0 tecnico alcanzado con ella y su multifuncionalidad o polivalencia cultural, per0 tambih en sus posibilidades de comercializaci6n.

Los resultador del dish de infonnacih re- colectada en 1983; pmvariente de cuatro cornu- nidades del altiplano sur, seilalaban inequivou- mente que la$ artesanhs tenian una incidencia poco significntiva en la composici6n de 10s ingre- sos campeshos totaks, pero que alli donde habia mayor actividild arhesanal, la q w 8e utilizaba para fines dorn&kos era considerabkmante menor que la que se destinaba a la comerrialiucibn.

En la actualidad existen unos 290 artesanos aymaras, en su mayoria mulens, que prodwen hilados y artesanfas textiles que destinan al mer- cado, a d e d s de una cierta proporci6n que desti- nan a1 autoconsumo. Aparte de &as, existirian otras 400 utesanad que, aun cuando no c o r n - cializan SUI productos, conocen la$ W c a s o producen una cantidad minima de objetos textiles para el autoconsumo.

En suma, en el UISB de la textileria, el univerx, pobmcialactualdearteeanasaymarzl8 que podrim producir para el mercado Ilegaria a unas MI0 per- sonas, de las cuales s610 un tercio perch actual- mente a l e ingrew por ese concepb. Exiite, por Lo ranto, una derta de fuem de trabajo femenina que pudrra ocuparga parchlmm4e en la produc- ci6n artesanal conrercial, que es considerable- mntemayorque [email protected] factor principal que explia esta sifuaci6n es un mercado de artesanias poco acmible o con una demanda limitada.

La activad6n de un plan m6s ambicioso de promocidn a la producci6n artesanal aymara, que necesariamente debed ser abordado por el Esb- do, para ser exitoso, tendr.4 que enfrentar el pm- blema de la arbanfa desde h e s verlientes: la cultural, la de g k m y la econ6mia1. En el lmbito

m r t e d e l u n i v e r s o ' f . En &anto so trata de economlas pobm, que w g necesidad de generar ingresos compIem+u@! ?.,

ticulares que han revestido las experienck de ha ONG que han trabajado en la pmmod6n de la producri6n artesanal aymara, que se describen aparte, h e m s estimado pertinente dedr idgunas palabras acerca de las causas del deteriom de la manufactura artesanal, una descripci6n somera del context0 actual de la economla campesina aymara y el ml que dentro de dla juega achral- mte IJ prduccih artesanal.

A. LAS CAUSAS DEL DETERIORO DE LA

PararompN?ndermeprlascaractertsticaepar-

MANUFACTURA ARTESANAL

Los cambios que se han producido a nivd de la producci6n artesanal aymara se inscriben dentro de un contexto m6s amplio de transfonnaciones econ6micarysodalesquehanafcctadoyafcrrvls la economia campesina de este pueblo. Nose tnta sdo de una simple permuta de ob+, sin0 de un cambio m6s integral que afecta prbcthmente to- das las dimensiones, una transformaci6n estruc- tural en que la manufactura artesanal aymiara IC presenta 610 UM parte o capltulo del p- general.

Desde una situaci6n previa, en que mantdan un importante componente de autosubsistencia, combinado con un intercambio premercantil entre pisor ecol6gicor contiguos, la nuyoria se ha transformado m productores mercantiles sim- ples. El contexto anterior, donde dependian del dinero s610 para cupstiones muy puntuales ( c m pudo ser el pago de a l e ihpuesto, un hamite legal o un articulo particular), les pmporcioMba una mayor autonom'a en cuanto a su tecnobgia y 10s objetos de que sc rodeaban. Esfa autonomla es la que pierden pmgresivamente.

Existe un momento en la historia ayman're- ciente. en aue se Droduce una dratrdtica acelem-

bm de CO~SUIK, extern0 de origen industrial, ,,,, d i o de tnentalidad frente a la penetraci6n de lo extam0 UM valoraa6n en axenso de la ~emidad,p€oduaDtambihdela hcidenciade f~ctom &@WOIIMCOS, como qu4llos que oe

i6n de una conciencia y va- consumo de artlculos de

u&6n art@sanal de varias

dos. El d imporfmte, sin

de suela, rbarras, sa^ de arpillera) o bien cons- ti& innwacioq~es -complementarias o no- a tcairrs y productos tradicionales (por ejmplo, hilayl~tenidas,vestuario, m&quina de cmr,

Y nwifiaci6n de estos objeb~~ tended a &, entonceS, cuando se cumbinanbajoscos~ &ti- VOS, funcionelidad y acepId&h w w .

Wavertientede eflectosesladisfuncionalidad de 10s o b j e t ~ ~ y -cas tradicionales frente a cambios miales que, aunque puedan tener un compnente econ6mico y se relacionen con la pe- nehaci6n del mercado, remiten a ohas dimensic- nes de la vida campina. Entre ellos se p~eden mencionar especialmente 10s fen6menos del poltecostalismo (en la zona sur del altiplanoy y la escoIarizaci6n.

Hasta antes de la apertura de 10s caminos y la Ilegada de 10s primem camiones, o sea a princi- piosde la dkadadelos 60, el excedenteecon6mico campe$ino $e dirigia principalmte hacia la consecusi6n de objetos religiosos, bienes y relacic- nes sociales de prestigio (ganado, tejidos fios, mulas, pyas de plata, patronazgos de fiestas reli- Ijosas). Con la llegada de vehiculos y con el floreelmiento del comercio fronterizo, 10s exce dentes, cuando existan, $e orientarh a la compra de medios de Ermsporte 0 a1 capital de gesti6n rnercantil, pasando a -do orden la acumula- ci6n suntuaria, el gasto festivb ye1 dnandami@IltO de ]as obligaaonss miales aadicionales.

de dscompici6n de la manufactura a*md se cierra dofiitivammte cuando ya no e ~ s r a qden sea capaz de W i r haciendo a l p s objetos. Esto ocurreachulmwte, iIIdUS0. de ciertos aspectos de la textileria tadicional, que e el mbro de manufactura a r k s a d que d e mueka & vitalidad'.

~steprocesohizocrisisrespectodela plateriay la ce&nica, hoy virtuahmte e X t h t a S . se @ataba de oficios especializados, manqados s610 por al- pm individuos que dependian m bu- M i -

El

$a de 10s ingresos p v d e n t e s de SUB trabajos. AI no serga mibqueridos sus servicios, disminuy6 la importancia de sus ofidoa y el inter& de otras personas por apmder yaplicar esaa Maicas. En el cdso de las tecnologlas cuyo saber se distribuye masivamenfe, la crisis es m6s lenta y se dan varias fapes intermedias marcadas por d empobreci- miento general de 10s objetos producidos.

El mercado pulverid dertos rubroo de la cul- tura material aymara; a algunos les perdon6 la vida, pea0 no sin antes exigir ajustes y cambios importantes que redrwldaron m su empobreci- miento; a otros no 10s ha tocado mayormentp, ignorhdolos. F’ero, paradojalmente, la supewi- vencia y, quizas, la eevitalizaei6n de la$ a r m ‘ a r aymara tiendeadepanderdelmismomercadoque las desk026 y descompuso, como lo demuestra el &lisb del destino de la producci6n entre lor artemos aymaras 6 hoy, especialmente de la ta que ha privil@ado d

B. P#SLACI&4 AYMARA Y LOCAUUCI~N ACTUAL

En el sector rural b I

concentra el 20,7 por I campwinos de la re-

por Cimto y el gib , el *rea de valles altos el

representan casi un 100 por ciento en el alliplw, aproximadamente un 78,4 por ciento en 10s valles altos yalrededordaun53~porcientoenlosvalles bajos’.

400

, GE&ERALrESg

y papas) ~dWr&dos blsicamentealarrtoconsumoy,desdelad~~ile , las 80, la producci6n comcrdal de1 ajo.

En la ZOM de valles, el procffo produtblvo dominante es la agricultura bajo riego, prindpal- mente de cultivos orienttdos a1 mercado (ap, odgano, etc.). La ganaderia tiene menor impor- tancia, aunque es mi3 vadada (incluyendo cm6lido6, ovinos, bOVho$, equhoS, C @ n O S y porcinor). Pero, SI presentan diferencias altitudhaler. En 10s valles altos la producci6n agricda tiene un caractsr mcls residual reSpea0

medida con la UmbiuhaCia

a s a n a s e r d s importantes la fruticultura y lahorticultura parael rnwcado,

BBtodasmaneras,laeconomiaactualdelsector rural, aun en 10s sectores que parecieran estar m&s aidados, es una econom’a fuertemente articulada a1 mercado. Fsta relaci6n es ds pnunciada si K pasa del altiplano a 10s Eectoes de precordillera, donde mantime una agricultura andi m&s tradicianal, y de 45tos a 10s valles bajos.

En todos 10s sectores se observan psoccsos de diferenciadh Aunque algunos recursos funda- mental@ (pastides, aguas y tierras de hbraniaen el altiplano; agua, sbtemas de regadio y terrenos comunes m valles) tienen, en mayor o m o r medida, un garante comunal, existen otros facto- res desmcadmtes de procems de diferenda- ci6n’O.

Existeunamayoriadeunidades deproducci6n

9. v(ue G-W n. y ~ u n d w ~ n H.: 1989. 10. EsdcPmdelamryaomaortenardadsmimalalnel

a l t i p l a n o ; l a m a y o r o r p ~ ~ ~ ~ ~ a ~ en losvslles (a10 que seagr6ga,pol lo menos mlos Ijs, altos, la -cia de UN- de cspital pnlmsl).

rabks que afectm el espaao NA read (a~s- h f e s Cli&tiCaS dclicas, bajas de pmios, gasbs ineperadm) Y que pueden acabar con sus capi- tales de producci6n y reserva (SUS animi~).

LaS unidades campwinas enriquecidas, que Constituyenel setorminoritario, sedis~buyenen todo el espaao rural regiod y, a h , en hs a,,&- des. En la puna se trata de gamderos con numero- sos rebanos, que poseen vehiculos (cami6n o ca- mioneta). se dedican al kansporte de carga y pasajeros, comercian en lana, ganado y participan en las fenas fronterizas. Muchw de ellos estdn en proceso de relocalizarse en otros lugam: urbanos (en pueblos o dudads) o rurales (wlles y oasis econ6micamente mbs ddmicos).

Cuando est0 ocurre, la producci6n agrope- cuaria pasa a un segundo plano. En 10s valles, apartc de tend- a ampliar sus pmpiedades y ocupar espacios agricolas m6s cercanos a 10s cen- tros de consum, las unidade campesinas mi- quecidas se dedican tambih a1 rescate de produc- tos agmpecuarios, al comercio de abasbx y a1 fransportedemercaderias dede yhaciael campo. E n s u m a y o r i a s e e ~ y a s e m i - ~ ~ d o s e n ciudades, dondevive partede la familia. !?s posible que en el sector urban0 m a n t e n p a]@ tip de negocio a1 detalle en barrios, terminales agropwuarios y mercadillos.

D. u s ECONOM~AS GANADERAS DE CO- MUNA DE COLCHANE

En la comuna de Coldwe existen aproximada- mente 1.596 personas de ongen aymara, que for- rrmn alrededor de 424 unidades domkticas que miden permanentemente en la comma1*. Los dabs que se presentan a continuaci6n son mul- tados de una encuesta realizada en dos comuni- dades: Enquelga del &rea de Isluga y Chulluncane dellreadeCariquima,sobreun btalde36grupos fami~iare~'~.

c s

1. Aspectos dmgrdfcos

En las dos comunidades analidas, el tip de familia predominante es la nuclear (72,2%). En t6rminos estadsticos, un hogar tip0 tiene un ta- ma150 promedio de 5.8 miembmos y una media de 12 hijos independizados. Exist@ proporcionali- dad entre el nirmero de hombres y mujeres que componm un hogar. Sin embargo,eI nirmero de activos v a m w es ligerunente superior (13 res- pecbde 13 I ~ W ~ F W ) .

dio, ya que no existen w e b s de ensepianza me dia en el sector, por lo que deben trasladarse a c e n m urbana$ (incluoo el Septho y octevo IQ deben hacer en escuelas de concentncidn h t e - rim). b dta movilidad que se obrwa en Enqudga

se axplica por su dependencia de la ganaderfa, a diferencia de Chulluncane (v& Ings abajo), ya quo m u c h personas M trarladaron ese ai10 con SUI ganados a lugares de cabeceras de v d e (fen6- meno denominado "costm', que abarca un 46 por ciento de lor casos).

2. Tenennn de la Tima

En Cokhane, prdramente el lugar donde re con- LCNM hasta hoy resabios de lo que f u e m anti- p a s "markas" o grandes comunidades hist6ricas. dgum funcionando nltidamente w wrie de co- munidades menores que antiguamente fonnaban partodebsprimerPr.Quizdaelnivel~~arode funcionamiento de &tatas para por la tenend m- munal de la tierra. Si embargo, la tmencia comunal afecta soia-

mente a lor pastizales & las comunidades, cuyos

A l p a c a s O o i n o r

5 362 20.9 0 4 273 30,s 4 409 23h 0 1 . 100 11,l

121 y + 1 131 7,6 0 0 0.0 0 0 0.0

Totalas 36 1532 I00,O 36 301 lW,O 36 897 100.0

Fuente Encuestas Artesanias TU/ALCA

404 -

a dame en torno a

3. Tenencia deunimales El mismo proceso de dikrenciaah intema se observri a nivel de la toneneie animal. h agrupa- ei6n de la tenencia por estratos muestra evidentes desigualdadea enbe loQ prod~ctores.tVrr Cwdm N" 5). Los resultados muestran que c e m de una mi-

tad de los animales (un 479%) es poseida por alrededor de dos tercios de loa productores EnZ%),mierctraslaobami~esconhobdaporel tercio restante fun 29,8%). Lta sikuaci6n genera

p r o c e s o s d e d i f e r e n c i a l i ~ ~ i ~ d e l a s wmu- nidades. De esta manera,muchas veces, las tierras en comsln esconden la desiguakiad de la tenencia animal.

4. Eshuchcm y composici6n de Zos ingresos

La composici6ndelosingrPsosylamayoromenor importancia que pueden alcanzar' los distintos Nbros, incluyendo Ia artesda, vdrb de una co- munidad a otra. Sin embargo, la tendencia m a p ritana es que la pader fa ten@ la incidencia principal, con excepcib de comunidades como Chullwam, dondr la cons~cci6n de andenoria ye1 (xito alcanzadoconel cultivoddajohaprodu- cido un vuelco hacia la apicultura, per0 sin aban- donar definitivamente h ganadaia.(\rer Cuadro No 6).

En t4rminc-s generales, 1m ventas repremtan un 623 por c d o de Ios ingmos predialer, aun- que el porcmtaje s u b en une wmunidad como Chulluncane, don& time alta heidencia la comrcializacih de ab. La importancia de 10s hgreW$ B tambien bastante a b (195361, r hasta m3,3 POI cien- to en comddades como Enquelga, donde lor ingreos pdialos son bastante bajos.

Para 1as d d a d e s nld.r p o h , 10s hgrepos

7

provenigntes del asalariamiento tehporal y d e b subsixtios eataldes pueden ser fundamnlab. Bn- gc lap unidsdes nds capitalieadas, el comercio y ks enhadas por rentas (tierras, anides, hanspc!rte) se egregancomawestra~mbsdediversifi& de la acumuIaci6nWrr CdroN'7).

Los ingresos nebs fadijues promdio men- males puedenvariaraltmefttede una comunidad aotra. Mientras,enChdlun&al-a73.463 pssos mes,enEnquelga dlollegena38.440pesos. Si embargo, estos pmmedio esconden las des- igualdades que se producen entre, bdistlntas unidadea que componen unt cornuixidaddller clradr ON'S).

conhola d o un 29.7 por aento del tolal de 16s ingrewx de la comunidad. En Enquelga, aparte de que exishen diferenciu d r notorias entre 10s ran- 808, un 81.9 por ciento de 10s caaos retienen soh- mente el 333 por ciento del total de ingmos de la comunidad.

5. Producci6n artesanal y composicih de 10s

EnChuUwane,un49,9 porcientodehscaws ,

ingresm

En comunidader con buenos niveles de capitdim- ci6n,como Chulluncane, las arteJanlas,obviamen- te, juegan un rol poco importante en la composi-

CUADRO K 8 Dfermciaclbn de ln,$rw Familiares Anuales Comunidades de Chulluncane y Enquelga

Rango N O C B s o o Totales wcas@s Totales

101-300 1 (7.1%) 232763 (19%) 10 (453%) 2033015 (21.6%) 301- 500 1 (7.1%) 404374 (33%) 8 (36,4%) 3.009962 (31%) '

mi-9oo 2 (14,4%) 1618158 (13,196) 1 (43%) 732.386 (7,8%) 901-1100 2 (14.4%) 2.045467 (16,6%) - 1101-1301 1 (7.1%) 1.298.267 (103%) 2 (9.1%) 2.275.084( 24.1%) ,

501- 700 5 (35,%) 3033348 043%)

familia:apems en cambio, las dento. En este

C o n s ~ ~ ~ e s i d s d e s de c ~ l l ~ ~ ~ reales a m p l i m b la demanda actual ofr&da por ONG.

ElPuntoanteriorsemanifi&tam6sclaa-@ si se d w m a que, mas que tejidos, el stock se ~ b r ~ i ~ e n S i O n a en el rubro lana hila&, pr&m-

el de mayor demanda por las ONG. De la pr~ucc i6n total valorizada, el dento corresponderia a tejida y un 493 por cimto a hilado.

&paa

concentranmayoritariamenteen 10s problemasde demandayprecios,queenconjuntosumanun56P por ciento, relegando a un segundo plan0 cues- tiones como eScaSez de materia prima, capauta- ci6n, etc.

Es evidente que la producci6n artesanal no es importante en una comunidad como la de Chulluncane, donde el viraje hacia la producci6n comercial de ajo ha sido una de las experiencias econ6micas independientes mas exitosas de todo el altiplano chileno. En ella, se puede decir que las muFres s610 producirAn si existen condiciones de venta atractivas. No obstante, a traves de la textileria y con el apoyo de la ONG, se ha podido mantener en parte la tradicidn a r t e d e, hcluso, Exatar aertos conocimientos Mcnicos perdidos; y, 10 que puede ser d s importante, se han activa- do mecanisms de agrupaci6n y organizacibn que han]egitimadoalas"artesanas"dentro dela comu- nidad.

pero, el cas0 anterior es excepcional. En mayor la mayorfa de Ias comunidades

a l t i p l~cas responden a1 modelo de Enquelga. para ellas, la posibiiidad de la produccidn aesand textil, pese a que quiZas siempe rep* senbrh modalidad de inpeso complemenh- io, pede CQnstituir un buen elemento de activa- ci6n s u ~ econodas. Aparte de la posibilidad que el aabajo de promoci6n ef- ate & d i t o ONG ha abierto a la organi?aci6n 407 fed, la a m textil puede "integrd me-

la e c o ~ m f a de 10s ganaderos dtipwcos.

I

&estosmomentos, lapnaderiamrditdapm- d u e " ~ ~ u ~ ~ ' ' p a r a ~ ~ ~ a ~ ~ ~ ~ - cional y extra-regional), came para 10s sectoas pobm de las ciudades de la I Regi6n (el aA0 1989 seconsumieron9.54 toneladas)ylana. ah dltima se comercializa, prinapalmente por intermediode las redes de m a t e que van a dar a las grandes laneras del sur del P e d 4 .

De a c u d o a loo lapeos de q u i h observados culturahente y la cantidad de Etnimales existen- tes, laproducci6n potencialmualde lanavell6nen la I Regih no podria ir m6r all6 de 49 toneladas anuales (27 de llama$ y 22 de En tCr- minos d e s , en la actualidad, la pmducci6n =ria de aproximadamente 30 tonsladas (11 de llamas y 19 de alpacas). Eatas cifras, obviamente, no justi- fican la insrlaci6n de m a industria h e r a en el norte de Chile, a h una de tamail0 &io.

En esk contexto, $60 quedan como altemati- vas la hstaCaci6n do m~quinarh de elabomi6n sed-industrial, la com@rc~izaci6n extra-re@- nal d e b lam vtll6n o la agregaci6n de valor a la misma. d m t e la d e c c i 6 n &e artwardas texti- les. El nuem gobierno time m mtos momsntos la palabra.

b s iniciativas emprendidas por eta0 ONG, apaGte de vitalizrr efativamnrto w Nbro en peli- gro yapoyar la emergencia d e w buen nrimero de grupos de arcsanas, ha permitido pone en evi- dencia que la "re-htegracibn" de la pmducci6n artemal a L prducci6n ganadera todavfa cs posibl~,ajnenwc~extQdc mercantiliad6nde b s ecom'as, p610 a candid6n de rescatar y rei- pew de la mejor lluuwra posible la tradici6n y pownciar la srgiutixach de lae artemus, erpe cialmente frente a la cornercializaci6n.

lNTRODUCCI6N

Amediadosdeladkadadelos 80,loSOr No Gube~namentales iniciaron su thbajo de @& mod617 y apoyo al campinado aymdra de la P Regi6n. Curiosamente, aunque con objetivw &s amplioo que giraban en torno a la probldtica de ghero, el primer programa que se desmll6 parti6 tambih apoyando la pmducch nrtcsvLal textil. Se trataba de un proyecto dependiente del actual CEDEM (ex CEM), que luego scrh asumido por el Taller de Estudios Andinos.

Las ON62 que han trabajado en esta linea son CEDEM, que actualmente lo ham a travb de la organlzaci6n Alma& Campesino (ALCA), d Ta- ller de Estudioe Andinos (TEA), d Talk de %tu- dim R e g i d e s -), y d Obispado de M a , a travdr de su Departamento de Acci6n Social (&ora Cdritas Diocesma).

ParaclcasodelTEA-yengranmedidPparaIw otrau~~~-,esnecesario~~arquela produccih y comercialmci6n de artesadas es abordada dentro dala perspectivamls ampliadeldesardo de un programs de acd6n social con mujerer aymara. Su propuerta institucional siempa ha intankado comb- tres cuestims: primero, 10s results& d d diagn6stico robre la socidad aymara; sogundo, lot objetivos cantrdes del pm- gama general de acd6n social con su poblaci6n; y tercero, las poeibilidades institudomales en MI- mhos de recums.

Quienes han trabajado en programas de accih social destinados al acornpidadento de p p o s eociales marginados y discriminados, ssben que en el quehaer cotidiano, esh combhci6n no ha sido N serd tarea flcil. No obstante, de acuerdo a nueitra experiencia, pareciera ser que la revitalkaci6n de la actividad artesanal reine ciertas condidones que disminuyen, al menos en'

mnhicob que se generan de este modo, permi- tslwabr.%d&m~fem&no,enunasociedad enprocwdh(ransfonnaciones,dondela posici6n de la muja mambiando.

Segundo,&bido a que la textileria en la so- &dad aynruasehwrla denha de la socializaci6n femmina, foansndo parte del procem de identi- dad de m, Ja revitalizaa6n de la actividad

de

6n mktiva si- b m para propiciar formas mpnizativagrclue m tuvieron antes las mujeres,

yor parlicipaci6n social a

p 6 i b i l i d a d ~ u c i 6 n desde su propia condi-

cativas de acuerdo a

A . o T ~ s E ~ E ~ N C I A S DE APOYQA LA P R O D ~ C C I ~ N Y C O M E R C M L I ~ C I ~ N ARTESANAL

a la aparici6n de lao ONG, existian & e x P r i m h S de promocih a la producci6n

Y COmeKiaIizaci6n de artesanias aymaras. sin son poco conocidas y se dispone de

infOrmaCi6n muy fragmentaria respecto de ellas. En la d h d a de 10s sesenta, funcion6 el plan

hdmo, dependiendo de la Junta de Adelanto de

se conwe nada acerca de posibles exp

a la e m e m de Mcnicas y a la promoci6n de la confecci6n de artesanias textiles utilitarias y orientadas a un eventual consumidor urban0 (fue el cam, por ejemplo, de las alfombras de nudos). En estos cursos se emplearon capacitadores pe N ~ O S yasistieronartesanos dela z o ~ i n t ~ i o r de Arica e Iquique.

Entre 1972 y 1978 funcion6 el Plan Isluga, d e pendientedelauNversidadde~le yluegodela Universidad del Norte, $ d e Iquique, con el apoyo de fondos de SERPLAC. UM de sus heas de tra- bajo fue la investigaci6n y el apoyo a la comercialiici6n de arteanias hadicionales, p" cisamente en la WM de Isluga, donde se censer- vaba -y a h se conserva- UM rica tradicih ~ o l 6 g i c a de trabajo texhl. Este programa abri6

tienda de artesanias en Iquique y efectu6 ventas en el centro del pais y el extranjero,

noobstante,seignoralacuantiadelasoperaciOnes comerciales que log6 realizar.

Apro*~damente entre 1976 y 1982, en la localidad de Lirima, con ayuda del SaCerdOte ho- land& jUm Van Kessel, se iNci6 un trabajo de prdu&5n de artesanias (principalmene alfom- bras) para su venta en Holanda, a1 que se akan-

a ,,,,irotras comunidades de Cariquh. l.4~ problems de calidad y un eXCm de e n v b con- cluyeron con la devoluci6n de mU*s Pi-9, d e e m d o el fracaso de la expenah. N0-S conoeenlosvol~menesq~epudieronaleanzarsus 409 opemciones.

Durante la dltima d h d a , en las m s interio- res tambidn ha operado CEh4A Chile. Su actividad principal ha consistido en la capacitad6n en teji- dos a palillo para mujeres aymaras del altiplanoj tanto de Parinacota como de Iquique. La ensemn- za se concentr6 en la confecci6n de prendas utilitarias para el autoconsumo y para la comercializaci6n (chales tejidos a palillo, chombas, bufdas , guanks y gorms). Lds activi- dades de CEMA han disminuido notoriamente en 10s dltimos af~os, hasta cad desapatecer en la ac- tualidad. Hastahace cincoariosen Colchane, ydos &os en Parinacota, CEh4A tambih efectu6 algu- nas compras de lana hilada a arteganes a p r a , concentrdndolas mayonnente en el altiplano nor- te. Aunque no se tienen cifras exactas, 10s montos de adquisici6n fueron baios, estimativrmente del orden de lor 150 a 200 kg. anuales.

Durante 1988, a traves del Departamento de Acci6nSocial (DAS) del Obispado de Arica, Caritas mantuvo un pod~r de compra de lana hilada de llama y alpaca, para surtir talleres artesanales de Santiago. &as adquisieionesserealizamnenvarias comunidades de General Lagos y Putre (provincia deParinacota).Hab&nalcmzadoa comprarmos 500 kg. El quip0 &I Das Aria fue desmantelado a principios de 1989, interrumplhdose las ad- quisiciones d 4 e entonces. De b i a s maneras, ahora como Caritas Biocesana, han seguido apo- yando a un taller de artesanos provmientes de Parinacota.

B. LA EXPERENCIA DEL TALLER DE ESTUDIOS ANDINOS

Durante el regimen militar se obsarva una ausen- cia de apoyo statal a la economia campesh. S610 existieron programs asistencialistas, antes no conmidos en la zona rural, a trave de politicas subsidiarias a1 empleo (PEM y POW) y de asigna- ciones familiares, de vejez, &. Del mismo modo, seprodujounagraninversidneneducaci6npara la creaci6n de escuelas fmnterizas, la instalaci6n de municipior y destacamentos policialeso militares, siguiendo 10s principios de un plan de chileniza- c ih , destinado a obtener un mayor control sobre temtorios hist6ricamte disputados.

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Propnclo"u 23,1993

Dentro de este contexto, obviamte no te- cabida la especificidad htnica de la poblaci6n. AI contrt+ria, lo que so perseguh era su plena "inte graci6n"aladin6micadela sociedadnacional. A16 nngg su phrticularidad se rescataba desde el folklore. Por om patas, dambios administrativos significarmla neasr6nde9acias municipalidades en las localidades rubles, lo qut~prnmovi6 im- portantes tcansfonnaciones. Se impuLwon VRS formas organizativas Uuntas d e V Centros de Madres), que tradicionales. Por otro lad mn 10s efectos que veda venci6n de la iglesia pentec de la religiosidad tradicional.

Frente a este cuadro, 10s propmas de acri6n- de las ONG apuntaron, en g@neral, a crear un tra- bajo altemativo a trav@s de un acompaiiamienfa al quehrer cotidiano de las comunidades, tratando de gmerar capaadades de respuesta frmte a Ips nuevas exiggncias contextuales. Est0 la8 Uev6 a proponer programs de asistenda a la producci6n y comercialici6n de product& agropecuarios, apoyar la generacibn de formas organimtivas dishtas a la9 impuestas por el gobiemo militar,~ promodomr la defensa de recums amenazados.

Eneldesarrollodesusprogramas, lesONGhan encontrado ventajas y dificultades. En el caw particular de la% artesadas, entre la5 primeras se puede mencionar la generacibn de ingreux wm- plementarioo, que permiti6 a algunas familia8 no emplearseen 10s valles como jomalems, mantener

han utilizado para su reproducci6n, $enerar for- mas organhtivas que apuntaron a cambiar la relaci6n individual queloscampesinos mantmfah con el mercado, por una relaci6n colectiva, y la valoriza&i6n de una forma de trabajo dternativo conmujeres, quelascwuider6comocampejlMse indigenas. Entre las dificultades, quizas la m6s importilnte provenga del Masis en logar los ob- jetivos econ6micos de comerdalizacih, pcr sobe 10s sociates y culturales, lo que signifid que las acciones mlizadas tuvieran un cardcter aslste~ cialista. Por otra parte, por lanecesidad deorientz 10s productos artesanales al mem&o se tuvoqu privilegiar 10s hiladm y no 10s tejidos, para lo'

una ectividad ecMlbmica que tradiciodmen te

P

m e m n a la

esta instancia dedi& todos sus esfueh0J a la venta de los producbs artesanales en.aquellos mercadosenquecadaunodelosgruposnopwde llegaretidentementepr~~lo.~estesentido,la pripapal f u n c i 6 n d e e s ~ o r ~ a 6 n ~ p l i a e s ~ dada en la gesti6n de comercializaci6n, en la fijaa6ny d e t e h c i 6 n de las pollticas de precios y en )a compra de produclvs a 10s talleres socios.

Para el logo de este prop6siSit0, ha sido nece- sari0 disenar y aplicar CU~SOS de capacitaci6n en instrumentos bisicos de gesti6n en una perspec- tiva secuencial (curso de matdticas, adminis- traabn, contabilidad y comercialimdbn); de or- ganimci6n (elementos blsicos de organizaci6n); y talleres do reflexi6n. Estos cursoc han intentado considerar la heterogeneidad oxistente intra e inter grupalmente, y la condici6n de phero y dtnica de sus miombros.

Desdeladimwsi la promoci6n de UM la rnujer, a trav6s de a apoyo a la orpnizaci6n. ZII primens apuntan a propaciar b dlscush5n de hrms participativac'y organizativas para la mubr aymara. Lar segwndas

seorientanal disefloyaplicaci6nd&wmsL-p para la organizaci6n.orientados a l r w m a u s

de tiapaci6naniveldel poderld.Enesle distioguen dos niveles de tnbajo. Uno

orisltado a @das*h appaciones de arkmnas, GoIIsiderandWSIIe~ticukridades, y otmdirigido a la fonnacih dellderes conjunto de I r mum

Desde la perspecti implemenoldo @leres de por unhdo, a reconstruirpmcem&eiderUidad,~ trav& de una valorizaa6n posiivadelseraymam (recupemci6n de memoria col&wa, reseafe de W c a s y diseftos textiles, tradid6n oral,% etc.). Por otm lado, se realizan aoW& de extensi6n orientadas a sensibilizar f la iwdedsd nacionalsobrelapro Aestoslltimoseliga favorecer la investigacih sobre las &-de g4ner0, la culhua y la dinimica sociwcdmici de la sociedad aymara contempr6nea y tdifu- si6n de la sistematizad6n de las experiencia~ de trabajo.

idapes en demandas, en una

amplias.

CUADRO No 9 ASRUPACIONES DE ARTESANAS TEXTILES APOYADAS POR EL TEA

Ubiencids Nanbra M m o NLnuro Csmnaa '%ltM&d T d k socios Familins

ColChsnO ChwllUn@W ChuRuncane 21 21 .. Ancovmto Inti . 15 14 Villrablmea Rer Andina 12 l9

e. Lagos ChisWums Ghupiqu3.a 12 Coapills Inti Also Paearita 30

P.Almonte Ugrantes Pampa del Tamamgal

9 5

9

Aria Migrant- Wanni Migmntsr Payachata

Puchuldiu

412

3

I

WpOS como al interior de 10s misriros. Laswab- ci- intetgr~lpales tienen que VW, p r i n c i p h - te. con las diferencias existentes entre los eontextos ~io+xon6mimy culturalesdecada zona. Deem manera, no son comparables 10s grupos de artesanas del altiplano.con 10s de la dudad, ad como tampoco 10s del altiplano norte con 10s del sur. Enello tienendincta intervanci6nlosdistintos procesoshl9t6ricos,cuIturalesy~~~cos queha vivid0 cada h territorial.

De esta manera, se pueden mnsignar variacio- nes en lascaracteristicas productivas: las artesanlas varian de un p u p 0 a otro de acuerdo al tip0 de tgolicas empleadas, d M o s y calidad. Ad, se

41 3

I*

SpuedeeAEdhhaad

manejan el conjunto d e les t & n i ~ a ~ taxtilea a n d i i . T@mbi&&sten d i k w d a s mpecto del mayor o menor grad0 de .impvrtancia de la artesanta en 10s ingresos familiam de aerha M)-

munidades, lo que tambih tiene que ver m la disponibilidaddeganadoy,portanto.dematerias primas (tanto en cantidad coma en calidad).

Las difemiae intemas se relacionan con el tip0 de bbilidades de las mujeres, la edad y el grad0 de emlaridad a l d o o la e*pcrienoia obtenida en Yrminoadel manejo de relacwms con agentes extemob. Estorevefsdlitadoplrmecudo- mo de adac i6n que nmnalrnentc @ran m torno

nos. Ea los primema, la media W elctrm a 3.3 sibs de -lo, con USI 263 pot dento de aiialfa-

414 un p r o ~ k ~ d e 5 , 6 a i l o s y ~ tarademlfabetis- mounpoeomdsbafn(l7,~~).Ade~l,un25,7por c~ento de las ar&anas tlare @studio$ superiofesa

kfismo, en rnb qw cn 16s s'3guRdOs M Obenfa

3,l hijos por hogar, aunqw I. tasa esms)ca arel altiplano (32) que en la ciudad (27). ,

.' -. .-

416

sblam rYc.pnep0 wuntes en lw argQ8, e n b s denxu d o mqeresi L a W l u e ~ 4 ~ I 8 I e s t a d o c i ~ m ~ & q u e was pldarlan disponer de mil@ thmpo para dedicar ams agrupadonee, Solo pa- rece set visiile en 10s p p s urbamsj donde un 45,4 por ciento de lasdirigenles tienen esa wndi- ci6n.~elcampo,entanto,ellOOpordentodelas

Respecto de la edad, existe una ligera diferen- cia entre la media de las Meres y el promedio gnrpal(31,8 &s versus 35,6 aAos). De todas ma- mas, las dirigentas de 10s grupos urbanas son m6s j6venes que las del altiplano. Donde se de- tectan mayores diferencias entre las Meres y el rest0 del grupo es a nivel de la escolaridad. De hecho,56loel7Apor cientodeellassonanalfabebs (versus un porcentaje general de un 23.9%). En el campo, las dirigentas tienen un promedio de 5,9 afios de estudio (contra una media de 33 grupal). En 10s p p o s urbanos, w tanto, la diferencia es de 82 @os (versus 5,O *os grupal).

Los p p o s se encusntran organizados b6sica- mente bajo la forma de talleres pmductivos, con- formando una red que rgrupa tanto a 10s rural@ como urbanos, ya que, airn cuando cuentan con disljntos grados de organieaci6r1, estos talleres enfrwtan problems commes en 10 oeon6mico (producci6n y comardalizacibn) y en lo social

susmiembros). Loanterior instancia organieativa mds

amplia, como lo e# la Aswiaci6n de Talleres Artesanales de Mujeres Aymaras Ccantathi, a trave$ dela cud eperanlogrmrunmayorgradode sutogesti6n an la solud6n de sus problems. Tanto enel funcionamiento de lostalleres como

en el de la a60~iad611, es impomto mendonar que la producci6n e% abordada individualmente y se resliza en 10s hogarw. 5510 existe funciona- miento colectivo en la solud6n de aspectos rela- cionados con el desarrollo organizativo, la capa- citacib, las tareas de comercializad6n y, dltima- mente, en parte del procosamiento final y acabado de 10s pmductos. Normalmente 10s p p o s se re h e n una vez al mes, cuando deben resolver pro- b1-s de envfos, fijar cuotas de ventas o adoptar acuerdos; la asociaci6n, por su parte, efechla

dirigentas son casadas.

1

reaha una asismis sea" intFntand0 potendar las diversas es que btos p-tan. 7'

Los gruposaltipUnicos, &&I en dida por la expenencia d e c o m e r c ~ e n S n mayoh se orientan al hiladu fino' de has.& Ilamasyalpacas(pan tek);alhiladogn~esonreso@an paUo);al tejidodeprendasdeusofradicional,yal Mido con especies vegetales de la ZOM. b s e b talleres de mujeres migranfes realizan premks de us0 6 s univeml, aplicando Wiwnente la let- nologlahadiaonalandii(telary&nicas~,c~~~~ biMndodisetWspropiosyextem@or~h, enlacomb~ci6ndecolores) .Lamayo~de~ p p o s tambien rralizan teKidos quladros ym- males con vegetales comunes y andhos.

Siguiendo la cwtumbre, el p'o~eso de trabajo %e r e a h a niwl familiar. %lo el control de cali- dad, ladistribuci6ndelascuotasde~u~d traslado a 10s lugares de venla, cumo asimismo algunas haones de acabado de 10s produaos (lavado, etiquetado, embolsado, etc), son asmni- das a nival colectivo. El tip0 de tecnolqgla cple se usa en la producci6n wn&~Ca siendo la trsdidD d.

El diagn6stico inidal detennh5 una serie de dificultades que afectaban una relacidn m& de- cuada de las agrupadones cor~ las dgemb~de mercados fomtrles. Estas, aaIan que ve~, y en

consecugibn de a q u e k queridaspor el mado,

@ " ' ps N

m

- 214678 u 14400 - 1.116.1M) 1.686.700 802585 3.605M.5 - 697.275 1.445.742 895.786 3.U38m

- 389292

conha ello. Existe una relaci6n d i r e entre agregaci6n de

valor e ingregos finales para 10s productores arte- sanos. Se han obtenido avances en la introducci6n de W c a s mejoradas para la elaboraci611 de pro- ductos con mayor agregaci6ndevalor, tratandode satisfacer 10s requerimientosde mercado, p r o sin alterar Mcnicas, a h cuando queda todavia un largo camino por recorrer.

El diagn6stico de 10s camblos en la divisi6n sexual del trabap entre lw aymaras durante las liltimasd&adas,seilalacondaridad unadtuaci6n desfavorable para las mujeas, que son las produc- toras textiles por excelencia. Lor ingresos que puedan aportar a1 hogar por la venta de SUI artemlas, pueden tener lugar en el marc0 de jornadas de trabajo domeStico y predial muy re- cargadas. Es prioritaria, en este sentido, la bds- queda de herrandentas y dquinas, sencillas de operar y de rendifdento eficisnte, que faciliten la manmci6n o el hcremgnt~ de b amaks niveler de produccidn a r t e s d sin recargar de trabajo a la6 mwjeres.

2. Problems m En comerdal~h denrtffiananfns’ textiies

Hasta hoy se conocen Imperfectamente 10s llmibs fcado nacional para las I tubros de rnanufactura un artudio de mercado

a dlmasionar que pro- enen d s demanda, m que

cmtklad, con qud caracteristicas particulane, en q& mmnfos del Wo, en que lugares del pais, para que emsumidores, de quC cotamento social, ete. Tampoco %B $&e murho acwa de cubles pu- dieran ser Ins fdrmulas de comercializacidn y pro- mocidn m6s ademadas. E$ obvia la urgencia de respwzsta para e t a s prepntas, ya que de otro modo no =ria posible plantear en w i o la pro- moci6n de 1% amsadas aymaras.

De una maneram&apdaah, s hacesentir la falta de informacidn sobre 10s eventuales merca- dos intemacionales (en Europa y Norteam6nca). Se reconoce en ellos la existoncia de un mercado

422

tienen un mercado limitado, descontextualizados de sus amb sirven 9610 o prindpalmente como hogares urbanosdedestinp,por logeneraldeelite. No obstante, u t i l i i d o herramientas y t6micas tradicionales, pero incorporando disefios utilitarios de moda, se ha logrado a- &to (ponchos, NaMS, bufandas, ChaleS, ChOnlbaS, etc.).

Estas prendas, junto con la lana hilada artesardmente, son las que presentan, compara- tivamente, una much0 mayor demanda. AI menos en una primera etapa, &os debieran constihiu los capltulos principales en un plan de producci6n y comercialiicidn a r t e d de mayor ~~verpadu- ra. Esto no significa dejar de lado la confeca6n de textiles tradicionales, para 10s que habria que ex- plorar nuevos mercados.

3. D$cultades y logros w la organmiutci6n de Ins ariesanas

La mayorfa de las agrupaciones locales de artesanas que funcionan actualmente, est411 toda- via muy ligadas a la asistencia de distinto tipoque le brindan organismos extemm. Si bien &a asis- tencia puede ser imprexindible durante un pd- mer parfodo, es necesario avanzar hacia una ma- yor autonomfa y autogesti6n productiva y w- mercial por parte de 10s propios artesanos. . Si embargo, parece muy dificil que cade p-

po de artesanas, por si solo, pueda en al+ mo- mento ambar a UM autogesti6n completa. Tanto por cuestione que tienen que ver con la produc- cibn, C O ~ O con el mercado, parece aconsejable impulsar unnivel deorganizaci6nm4s amplioque I&M a lor distintos grupos, sin que pierdan sus oerfiles uarticulares.

Dada la constataci6n anterior y en el

artesanales aymaras ha sido importante, cimiento que, si bien Laemerg.=ncia de lwglle

sari0 avanzar hacia formas de organizaei6n

r .

u r b a n o c o m d . Con todo, y reconociendo que en e l k mer-

vimm t a & i oms dimnsimes, las or-- cicmes de lrtesanas deben ser entendidas adeds,

mnomia@ pobres, &lo por esta via parece ser posible que 10s p p s puedan alcanzrre perma- haria and tiempo y acrecgntar sus actividades.

s son satisfechos hasta ahwa pardal y primaria.

D. PROPUESTAS DE TRABAJO PARA UN PLAN DE FOMENT0 A LA ARTESANfA

1.

taci6n de dquinas yhena-

embob-, etc.) que mejoren la eficiencia producdve artesanal disminuyendo el trabajo

caparala prcduc- es de c e r h k a y pla-

mmbinaci6n con una ade- lasreales posibilidadesde

- ' , ~ BGqueda de paslgles artesanlas aymaras en' tificacih de 10s P ~ U C Pudieran jugar un rol muy importante en e ~ t e ~ t i d o o r g a n i s m o s c o m o S e r c o ~ o ~ i i e .

2. Gapacitaci6n

a) Gpaeitaci6n de thicas para la agregaci6nde valor a la law v e l h y la lana hilada (hilados espedalos. Widos de hilos con colorantes na- turales y con milis industriales, tfcnicas de @pice&, alfmbras de wdos, prendas de vstir, rgcypracih de motivos tradidonales, etC.).

b) Capacitrcidn para el aeabado y presentaci6n de artssanias (limpza; es(mdariuci6n de

calidades y colores; etiqueta-

c) Ensenanza de lwtrumentos bWcos de gesti6n h c i e a eeonbmica y de planificad6n para lits oqpnizaciones &micas de artesanas.

3. tnwmi6n Social

a) Fond- rotabodos, manejados p r las agrupa- ciones de artesrWu1s, p r a la obtenci6n de ma- terias primas (lana vell6n, lana hilada, c o b ranks, otras materias primas).

b) Fond0 de cuklito para la obtencih de dqui - nas y herramientas de confeci6n artesanal mejoradas (hiladoras, madejadoras, embobi- nadoras, etc.).

c) Fondodedonacbnesparaapoyargestiona de mercado por parte de la8 propias agrupaciones dearternas ypara la habilitacidn de talleres de prcduc~i6n colectiva en las comunidades.

d) Fond0 de adquisiciones para la mtenci6n de unpoderdecompraalosartesanos,siesquese decide abordar, a1 mgnos en un primer mo- a n t o , la comercializaci6n de artesimlas por &io de alguna instancia especial.

4. ALFtenCip Tlcncnim-Profesionnl

Bn dehici6n y d i d o aptodpara su puesta en

de objetos a m e s el me~ado (identifica-

ci6n de objetivos y pradas m aceptaci6n, definiah de Iaowms, pesos, colores, motives decorativoa, etc.) *

b) En gestih de organhdones &micas de artesanas, para apoyar la tDma de decisiones fiicieras, productivas y comerciales.

c) Asesoria para la dehicih, creaah y puesta en funcionamiento de una organizaa6n regie