Hacia una ética de la Medicina, Jean-François Malherbe

Síntesis didáctica

La esencia de lo humano

Entramos al mundo humano por el lenguaje, por el reino de los símbolos. (Lectura del mundo fenomenológico del bebé).

El hecho humano fundamental es la convocación por la palabra, la invitación a unirse a una conversación donde no habría jamás podido tomar por sí mismo la iniciativa original. La preeminencia del prójimo está, pues, inscrita al inicio de la existencia humana, y señala la vocación verdadera: responder a una palabra y suscitarla a la vez.

1. El hecho humano fundamental

Estamos insertos en una estructura de reciprocidad. Y es la palabra el objetivo, el lugar y el medio de la reciprocidad; lo sugiere así el proceso de metaforización (evolución procesual del sentido de las palabras dentro de las lenguas). Operamos con “torsiones metafóricas” que permiten sobrepasar la lógica aristotélica sintetizada en el principio de identidad. Ello nos permite hablar “como si”… y abre a la riqueza semántica de la pluralidad de significados (opuesta a la unidireccionalidad semiológica que se encierra en significados exclusivos).

Así pues, y a diferencia de los animales, los seres humanos crean metáforas… en base a acciones similares a aquellos como abrigarse, comer, acoplarse… etc., pero llenadas de significación como la arquitectura, la gastronomía, el arte erótico de la pareja de amantes. Eso es lo que los hace humanos.

Gracias al lenguaje estrenamos a cada momento innovaciones semánticas… adaptadas a cada situación, llegando incluso a expresar por su medio lo inexpresable (por ejemplo la poesía). (Pensar cuando hemos dicho lo contrario de lo que queríamos decir a propósito).

El ser humano es un ser de comunicación, no puede ser ella y él mismo sino por su encuentro en la palabra con las y los otros. En otras palabras, se re-crea a sí mismo en una mayéutica alternativa (es parido y ayuda a parir a otras y otros). También puede decirse que el devenir sí-mismo de cada ser humano pasa por el devenir sí-mismo de su prójimo. Así pues, una segunda característica, ligada a la anterior, es el devenir, o sea ser seres en construcción, en proyección, en potencia de hacerse cotidianamente con las y los demás.

Entonces, siendo seres en reciprocidad, en dinamismo constructivo continuo, también somos tridimensionales dentro de las tres dimensiones de la palabra: el código, la comunicación y el cuerpo (dimensiones simbólica, síquica y orgánica respectivamente). Así, gracias a cada una de estas dimensiones, cada evento humano es interpretable desde estas diferentes formas de aproximación (ejemplo de la fractura).

Si el ser humano es capaz de autopoiésis (re-crearse a sí mismo continuamente), al menos parcialmente, resulta que no solo vive la reciprocidad, sino una grande receptividad, a través de la educación, de las raíces culturales, del patrimonio de tradiciones, de su ciudadanía social y política.

(Práctica de receptividad: reflexionar sobre todo lo que recibimos del entorno próximo).

2. La palabra y la acción

Los agentes humanos constituyen sus vidas a través de actos de comunicación que los insertan en una cultura.

Para comprender lo que es un acto (que en sí mismo es como un hecho o evento que deja entrever el sentido de la existencia propia), la tradición filosófica nos ha legado instrumentos categoriales adecuados para este fin: Aristóteles proponía distinguir en toda transformación, en todo acto, cuatro causas: la material, la formal, la eficiente y la final (ejemplo del escultor, ejemplo del trabajo filosófico, ejemplo del trabajo alienado en Marx).

En base a lo anterior, se puede hacer un análisis de cualquier acto, y considerar si priva la alienación o la autonomía, o sea, si el agente tiene o no el dominio de lo que pasa durante el acto.

Todo lo anterior va por el corredor de la palabra, que imbricada con el acto o la acción práctica, ayuda a conjuntar los diferentes sentidos de lo dicho. Básicamente, sin palabras, ningún acto podría serlo, pues carecería de lo fundamental: del sentido.

Y ello tiene lógica en el caso del niño recién nacido o del comatoso, pues los actos del lenguaje se inscriben dentro de la amplitud de la línea del tiempo humano, que incluso puede actuar “en diferido”. El caso del demente agudo se tratará posteriormente.

La palabra y la acción pues, son indisociables, y se desbordan mutuamente. Ambas se dan entre sí el contexto de su orientación y ser.

Junto a los actos del lenguaje, donde cada ser humano escribe el diseño de su destino, se encuentran otros actos, que son importantes pues orientan nuestra trayectoria: nuestras decisiones, es en ellas que se concentra el grado de autonomía que caracteriza nuestro destino. La autonomía no es el ejercicio arbitrario de la libertad, actuar “como me da la gana”… esto es errado.

3. La dinámica de la autonomía

La vida humana es como una trayectoria que se desplaza en tres dimensiones y que se puede analizar en cuatro aspectos (las causas de Aristóteles), ello da pie al siguiente cuadro sinóptico basado en el concepto de autonomía humana:

Causas/ Orgánica Psíquica Simbólica

Dimensiones

Material presencia diferencia equivalencia

Formal prohibición de homicidio

prohibición de incesto

prohibición de idolatría

Eficiente asumir la soledad asumir la finitud asumir la incertidumbre

Final el valor de la solidaridad

el valor de la humildad

el valor de la libertad

Este trabajo de análisis invita a una meta: volverse más autónomo, es decir, más humano.

Gracias a la interacción entre las distintas partes del cuadro, emerge una especie de energía en la construcción de la propia humanidad que debe considerarse. Es en la convivencia donde esta energía emerge creativamente.

Así, la autonomía es un dinamismo, que puede progresar o sufrir regresiones, representadas en un doble eje de ordenadas (tiempo cronológico) y abscisas (grado de autonomía), así:

Tiempo cronológico

de la vida humana

Grado de autonomía

En las decisiones morales es donde el ser humano pone en juego su propia autonomía y su propio destino.

(¿Cómo anda mi grado de autonomía a estas alturas de la vida?)

NOTA:

Los subrayados son solamente indicaciones de reflexión, no señalan límites en cuanto a lo que debe ser estudiado del texto en vistas a la prueba sumativa programada.