H o y h e d e s c u b i e r t o m i m a n o

Ese día fue genial, pero ya estaba agotado de tantas emociones, así que, empecé a surcar por el mar de los sueños ¿Cuál me tocará?

Paré en la primera isla que vi, tenía forma de mano, era una isla preciosa, la más bonita que había visto.

Bajé del barco y lo primero en lo que me fijé, era en el color de la tierra y el color de los árboles, era morado. Eso me impactó mucho, pero había una cosa que me impactó mucho más. ¡Solo había mujeres! Había muchos carteles en los que ponía; prohibido hombres.Me puse rápidamente una coleta postiza del mismo tono de color que mi pelo, para didimular.

Me fui a investigar la isla y al llegar a la mitad de la isla, encontré varios carteles que ponía, prohibido mujeres. Me quité la coleta postiza y empecé a ver muchos hombres, pero, eran unos hombres brutos pegándose.

No entendía nada ¿Por qué en la mitad de la isla solo había hombres y en la otra mitad mujeres? ¿Por qué la parte de las mujeres todo tiene vida y agua y en la de los hombres todo estaba quemado? No lo entendía, eso parecía una guerra entre fuego y agua.

Todas mis dudas, se las pregunté a un niño que había sentado y, a la vez, aterrorizado. Él me explicó todo lo que pasaba. Resulta, que la mitad correspondiente a los hombres brutos (la de fuego) representaba el lado de mi mano que se encargaba de hacer el mal y la correspondiente a las mujeres (la de agua) representaba el lado de mi mano que se encargaba de hacer el bien.

A mí, no me pareció nada justo, ya que, yo intento eliminar siempre el lado que se encarga de hacer el mal y tampoco me parece justo que, el lado malo, siempre se lo lleven los hombres. También me contestó a eso, resulta que no representa a los hombres, sino a los hombres brutos.

Tuve una idea genial, iba a dar un gran discurso sobre cómo ser un hombre educado, responsable y con un lenguaje formal.

El niño me ayudó, preparó un altavoz y una montañita de arena un poquito alta. Subí a la montaña y dije unas oraciones que deben de recordar:- Dialogar y no pelear.-No insultar.-Ser educado.Todos se callaron y empezaron a murmurar:

-Tiene razón.-A lo mejor nos podemos juntar con las mujeres si cumplimos lo que ha dicho.-Seremos un gran ejemplo para los niños.

Y cumplieron, nos costó 1 día entero pero… ¡Lo conseguimos! Fuimos a la mitad de la isla y quitamos los carteles que decían; prohibido mujeres. Pasamos a la zona

de las mujeres y le contamos lo sucedido (que ya se han hecho responsables). Las mujeres al ver como iban de formales los hombres, se relacionaron con los hombres y empezó a alegrarse la isla… Todas las mujeres y hombres empezaron a bailar y a divertirse. En ese momento, me desperté y miré mi mano, el lado malo se había ido.

¡L o c o n s e g u i m o s !