i,̂PÁGINAS DE HISTO

Hernán CortésPor MANUEL RAMOS MEDINA*

El 13 de agosto, día en quese celebra en el calenda-río católico a san Hipólitomártir, también se recuer-

da en nuestro país la toma dela ciudad de México Tenochtitlanacontecida en 1521.

Las figuras príncipales de la Con-quista son, sin lugar a dudas, Her-

nán Cortés (1485-1547) y Cuauh-temoc (1502-1525), quien defendióla ciudad. Su antecesor MoctezumaXocoyotzin (1502-1520), el granTlatoani, fue quien recibió enla antigua calzada Ixtapalapa alconquistador y sus huestes. El si-tio exacto del encuentro fue enrealidad en el llamado fuerte de

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Xoloc, aproximadamente dondeahora se encuentra el templo deSan Antonio Abad. No obstante,por iniciadva de Salvador Novo,quien fue cronista de la ciudad deMéxico, propuso que se recordaraeste encuentro histórico en la parteposterior del presbiterio del templode Jesús Nazareno, en la esquina dela calle de República del Salvadory la avenida Pino Suárez, dondese locahza una inscripción querecuerda la fecha del martes 8 denoviembre de 1519. Monumentopor cierto bastante deteriorado yolvidado por nuestras autoridades,lo que cual es una pena.

Hernán Gortes nació en Me-dellín de Extremadura, Españay murió el 2 de diciembre enGastilleja de la Guesta, Sevilla. Deeste personaje se han escrito can-tidad de libros ofreciendo diversasinterpretaciones, de acuerdo a lospensamientos y corrientes ideoló-gicas, tanto en México como en'el extranjero. Es un personaje alque no se le ha dado el lugar quele corresponde en nuestra historiay continuamos repitiendo lo que losescritores decimonónicos interpre-taron con una carga de rechazo a laépoca virreinal y no colonial, comose suele afirmar.

Gomo en otros artículos trato desituar al personaje en su momen-to histórico. De otra manera lodeformamos totalmente y esto nonos ayuda a entender los hechosocurridos. A los muertos hay queentenderlos y no juzgarlos ni recri-minarlos. Hay que aceptar los he-

chos y tratar de comprender loque sucedió en un momento de lahistoria. No podemos permanecerdel lado de una historia maniquea,entre los buenos y los malos. Enúltima instancia quienes son unos yquienes son otros, eso depende delcristal con el que se le mira.

Un puñado de menos de 500españoles, originarios de diversospuntos geográficos de la penínsulaibérica, no pudieron haber reali-zado la conquista solos. Sabemosque lo que ahora se conoce comoMesoamérica, t s decir, la zona dealtas culturas localizadas en el cen-tro y sur de México, estaba pobladahacia la segunda década del sigloXVI por más de 15 millones dehabitantes. Para otros investigado-res más de 20 millones. Una de laszonas más pobladas del mundo delsiglo XVI.

Por ello hemos de tratar deinterpretar lo que sucedió lo másobjetivo posible. El México anti-guo o prehispánico a la llegadade Hernán Gortés y sus huestes,estaba dividido en señoríos diver-sos; unos más poderosos que otros,distribuidos en medio de una geo-grafia accidentada y rica en agri-cultura, motivo por el cual seasentaron esos pueblos. El mundomesoamericano era poseedor deuna cultura milenaria, de granriqueza y tradición tanto en sureligión como en sus construc-ciones. Gulturas totalmente origi-nales comparables a las grandesculturas del mundo como la deMesopotamia o Egipto.

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PAGINAS DE HISTORIA

Los señoríos o pequeños estadoso cuerpos políticos poseían diversosgrados de autonomía. Se calculaque había más de mil y formabanuna imagen política que resumíauna civilización con más de 3,000años de antigüedad, con diver-sas composiciones internas, lenguasvaríadas y procedencias étnicas he-terogéneas. Cuando uno era máspoderoso que el otro, se le sometíay la forma de dominio era el pagode tributos, conformado de diver-sos productos regionales. La clasedominante entre esos señoríos fue-ron herederos de diversos grados denobleza, y el dominio de ellos so-bre sus vasallos (por llamarlos dealguna manera) era total. Esto fuelo que encontraron los occidentales.

Uno de los señoríos mas impor-tantes era sin lugar a dudas elde México Tenochtitlan y conta-ba con los tríbutos de otros seño-ríos dominados por ellos, entreellos Zempoala, pueblo totonaco.Cuando Cortés desembarcó en el(jolfo de México y supo de la exis-tencia de una gran ciudad a laC[ue le rendían los zempoaltecas eltríbuto, se le despertó la ambición yt uriosidad por llegar hasta esa granurbe llamada Tenochtitlan. DoñaMarína, o la Malinche, tuvo unpapel sobresaliente al ser la traduc-tora entre los dirígentes tanto indioscomo occidentales.

Fue así como Cortés decidióemprender el viaje y expediciónhacia el centro del terrítorio. De

Zempoala, salió con los indios parainiciar el camino que le mostrabany aliándose ante un jefe descono-cido pero que podría acabar conel poderío de los tenochcas. Y así,a lo largo del trayecto y actuandode forma muy política, en ocasio-nes con enfrentamientos bélicos, sehizo acompañar de una cantidadde indios que se aunaron a sushuestes con el fin de concluir elpoder del emperador mexíca.

Sin m<5strar datos muy precisos,lo importante es que su llegada aTlaxcala fue decisiva. Ese puebloera uno de los peores enemigos dela ciudad de Tenochtitlan y despuésde enfrentamientos armados opta-ron por pactar y formar una alian-za con el ejército formado desdeZempoala. Los españoles, cuandollegaron a la gran ciudad, lo hicie-ron en compañía de un ejércitoindio de entre los cuales sobresalíanlos tlaxcaltecas quienes fueron losgrandes aliados del nuevo ejército.

El lugar del encuentro entrelos 2 dirígentes, Hernán Cortés yMoctezuma, está maravillosamen-te descríto por uno de los testigosoculares. Bernai Diaz del Castillo,en su obra Historia verdadera de laconquista de la Mueva España:

"Ya que llegábamos cercade México [...] se apeó el granMontezuma de las andas y traíanledel brazo aquellos grandes caci-ques, debajo de un palio muy ríquí-

' simo a maravilla y la color deplumas verdes con grandes labores

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de oro, con mucha argenteria yperlas y piedras chalchihuites quecolgaban tinas como bordadurasque hubo mucho que mira en ello.Y el gran Montezuma venía muyricamente ataviado [...] y otrosmuchos señores que venían delantedel gran Montezuma, barriendo elsuelo por donde había de pasar y leponían mantas para que no pisasela tierra. Todos estos señores ni porpensamiento le miraban en la cara,sino los ojos bajos".'

Imaginese el lector este encuen-tro que se dio entre 2 culturas total-mente diferentes y que no sabian desu existencia ni unos ni otros.

Sin detenerme más en esteencuentro lo importante es cono-cer que fueron recibidos pacífica-mente en la ciudad y convivieronpor algunas semanas. Hasta dondesabemos el emperador mexica fueapartado y posteriormente murió.Popularmente se dice que de una]:)edrada que recibió de un indivi-duo de su pueblo.

Gortés salió a pacificar a ungrupo de españoles que había arri-bado a las costas de la Villa Rica dela Veracruz, procedentes de Guba.Que hubo desórdenes incontrola-bles y que los españoles tuvieronque salir huyendo de la ciudadrumbo a Flaxcala.

De Tlaxcala se preparó la tomade Tenochtitlan y finalmente cayóen manos de españoles e indiosel 13 de agosto de 1521, como sedijo al inicio de este ensayo. Ahorabien, ¿Fueron los españoles los querealizaron la conquista? Lo dejo alpunto de vista del lector. No hubie-ran podido hacer nada sin los indiosque se aliaron a ellos. La Gonquistafue producto del malestar de algu-nos señorios aliados a los españoles.Por eso los tlaxcaltecas fueron pre-miados como conquistadores reci-biendo privilegios a lo largo del sigloXVI. Incluso llegaron hasta el nortede la actual república mexicana,venciendo y mestizándose a la vezcon los pueblos del norte.

Gonocer nuestra verdadera his-toria nos remite a reconciliarnoscon el pasado. No nos podemosquedar con la idea de que "nosconquistaron los españoles" porquela Gonquista fue un proyecto delos indios aliados. Y eso mismonos lleva a reflexionar que no so-mos descendientes de los conquista-dos sino de los conquistadores.

*Alanuel Ramos MedinaDirector del Centro de Estudios

de Historia de México Carsohttp://conttriido. com. mx/author/

manuel_ratnos_medina/www.Contenldo.mx

' Bernai Díaz Hcl Castillo, Misiona verdtulera de ta (onquisUi de la .\ueim España, capítulo 88 "Del grande esolenç recibimiento que nos hizo el gran Montezuma a (Cortés ya todos nosotros, en la entrada de la gran( uidad de México".

Para leer más:\uaiii histonagmcralde Aiéxico/Enc Velasquez García^/ al., México, 2010. El Colegio de México.Bernai Diaz del Castillo. Historia verdadera de ta conquista de la Nueva España. (Hay varias ediciones de este libro,por lo que .se puede conseguir fácilmente.

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