Vol 03 3 Educación, Derechos Sociales y Equidad

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    Coleccin: La Investigacin Educativa en

    Mxico 19922002

    Volumen3:Educacin,DerechosSocialesyEquidad(TomoIII)

    Coordinadora:MaraBerteleyBusquets

    272 pginas. ISBN: 9687542195.

    2003porConsejoMexicanodeInvestigacinEducativa,A.C.

    www.comie.org.mx

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    PARTEICOMUNICACIN, CULTURAYPEDAGOGASEMERGENTES

    COORDINADORA:

    Mtra. Patricia Tovar lvarezUniversidad de las Amricas

    COLABORADOR:

    Mtro. Carlos Maya ObeUniversidad Pedaggica Nacional-Ajusco

    DICTAMINADOR:

    Dr. Mauricio AndinUniversidad Autnoma Metropolitana-Xochimilco

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    PRLOGO

    Inmersa en los procesos de transformacin que ha provocado la revo-lucin tecnolgica en los campos de la informtica y las telecomunicacio-nes, la investigacin educativa mexicana inaugura, por fin, un campo deestudio en el que se trata de encontrar respuestas a las interrogantes queplantea la relacin entre la educacin y los medios de comunicacin social.

    Desde la consolidacin de la televisin como medio de comunicacinde masas en la sociedades modernas, durante la dcada de los sesenta delsiglo XX, mltiples investigadores sociales en el mundo han tratado de en-

    tender la forma en que esta tecnologa incide en los procesos educativos.Explorar el efecto de la televisin en la audiencia y en particular en losnios fue una de las primeras preguntas que se hicieron.

    De aquellas indagaciones iniciales se sac la conclusin general de quela televisin es una tecnologa particularmente poderosa, capaz de absor-ber por completo la atencin de los televidentes, de trastocar sus esquemasde percepcin del mundo y, por tanto, ser potencialmente un recurso eficazpara la educacin y la transmisin de informacin. Sobre esta base, losgobiernos comenzaron a integrar esta tecnologa a sus programas de edu-cacin pblica a distancia; en ellos se pretenda explotar las posibilidadesde la televisin como vehculo de transmisin de conocimientos. Desdeentonces el xito de estos programas ha sido variable y, en la actualidad,continan existiendo diversas iniciativas que han dado continuidad a la ideade usar a la televisin como instrumento para transmitir y difundir saberes.

    Ms tarde, al centrarse la atencin en el estudio de los contenidos delas transmisiones de la compaas televisoras se propag la idea de que

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    stos fomentaban la violencia y los malos hbitos, manipulando las con-ciencias del auditorio hacia el consumo desenfrenado. Esta visin de latelevisin como agencia perversa, termin por identificarla con valoresnegativos como el ocio, la pereza, la mentira y crear entre los educadores laidea de que este medio era intrnsecamente malo, con lo que se fomentuna profunda escisin entre el campo educativo y la televisin, entendidacomo industria cultural.

    Como consecuencia de este desencuentro, particularmente en nuestropas, se ha rezagado no slo la investigacin sobre los usos de la televisiny dems medios audiovisuales en los procesos educativos sino evitado elaprovechamiento de la televisin como fuente de contenidos en los pro-gramas educativos a todos los niveles. El hecho es que, con su sola

    existencia, es una agencia que educa a la poblacin aun sin proponrselo, atravs de la legitimacin y reforzamiento de valores, creencias, costumbres,tradiciones y actitudes que se reproducen diariamente en la relaciones so-ciales. Al negarse la escuela y los maestros a revisar, analizar y cuestionarestos contenidos, lo que ha sucedido es que se ha creado una disociacinentre lo que se ensea por la maana en la escuela y lo que se aprende porla tarde en la televisin.

    La investigacin sobre los medios de comunicacin social, por su lado,ha continuado su desarrollo, profundizando en el entendimiento de la re-cepcin de los contenidos mediticos en general y televisivos en particular.A este respecto los investigadores han dado cuenta de la complejidad delproceso y cmo ste adopta rutas inesperadas, dependiendo de variables

    tales como: la edad, el gnero, la condicin social y econmica, el capitalcultural o los esquemas de percepcin, pensamiento y accin de los tele-videntes. Con ello se ha puesto en tela de juicio la idea de que el acto de vertelevisin es una experiencia pasiva y que las transmisiones televisivasdeterminan inexorablemente el sentido de las prcticas de los sujetos. Qui-z la conclusin ms general dentro de esta rea de investigacin pudierasintetizarse en la clusula: la televisin es un medio muy poderoso pero noomnipotente.

    Esta ltima sentencia es importante para el campo de la educacin yaque sienta las bases para trabajar en la lnea de asumir la existencia de latelevisin en la vida social, que sucede tanto dentro como fuera de la es-

    cuela, y establecer una relacin activa con dicha realidad televisiva y con elespacio y tiempo virtual que este medio recrea.Es decir que, al romperse con el mito de que ver televisin es un acto

    pasivo, se abren mltiples posibilidades para aprovecharla no slo comofuente de contenidos programticos sino como una dimensin de lo real,

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    que al interrelacionarse con los sujetos educativos puede operar en su for-macin de manera positiva.Frente a esta evidencia, aunque con cierto retraso, se han podido desa-

    rrollar en nuestro pas algunas lneas de investigacin asociadas con el usode los medios masivos de comunicacin y de las transmisiones televisivasen el espacio escolar, as como a la lectura crtica de los contenidosmediticos, lo cual ha dado lugar a la emergencia de nuevas estrategias pe-daggicas entre algunos ncleos de educadores vanguardistas y la aparicinde diversos programas orientados a interesar a los maestros en la aplica-cin de estos nuevos mtodos. Sin embargo, el camino por recorrer en estesentido sigue siendo largo y sinuoso.

    A pesar de ello, los cambios tan veloces y profundos que se han deriva-

    do de la aplicacin de la tecnologa digital en todos los mbitos de la vidasocial contempornea, terminar rompiendo las resistencias que an exis-ten en el campo de la educacin sobre el uso de los medios de comunica-cin en los procesos educativos.

    Por su capacidad para integrar y potenciar todos los medios escritos,grficos y audiovisuales, las nuevas tecnologas de la informacin y comu-nicacin (NTIC) principalmente la computadora y el internet hanacelerado el cambio de paradigma en la organizacin de las institucionessociales. Hoy en da, el modelo industrial en torno al cual se organizaba laescuela centrado en la normalizacin el control social y la produccinen serie de agentes sociales est sucumbiendo frente al demandas de lasociedad red1 y, por tanto, siendo sustituido por un nuevo modelo ms acorde

    a la era de la informacin.Este modelo en gestacin no slo habr de transformar radicalmente

    la organizacin de la escuela sino la nocin misma de lo educativo, ya que laeducacin podr verificarse en cualquier espacio y tiempo, real o virtual, yen esta medida la accin pedaggica adquirir un nuevo sentido, tal comolo ha estado registrando la labor de investigacin educativa en nuestro pasdurante la ltima dcada.

    De acuerdo con el documento que aqu se presenta, en el cual se con-signa el estado de conocimiento en el campo denominado: Comunicacin,cultura y pedagogas emergentes, ya desde los aos noventa los investiga-dores educativos en Mxico han comenzado a prestar atencin a diversos

    procesos educativos cuyo sentido ha estado mediado por el uso de tecnolo-

    1 El trmino es acuado por al socilogo cataln Manuel Castells (1988) en su obraLa era de la Informacin: economa sociedad y cultura, Mxico: Siglo XXI.

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    gas comunicativas tales como la televisin, la radio, la prensa, el video, yotras artes. Y, por lo que se puede observar, se ha estado trabajando princi-palmente en tres reas de investigacin:

    1) En primer lugar se hace evidente un inters por profundizar en el co-nocimiento por los procesos de recepcin de los contenidos me-diticos. Esta lnea ha abierto una veta para explorar y registrar lasprcticas y estrategias pedaggicas que se desprenden de las diversasformas de apropiacin, por parte de educandos y educadores, de loscontenidos transmitidos a travs de los medios masivos de comu-nicacin.

    2) En segundo trmino, se puede observar tambin una labor inves-tigativa orientada a entender el uso educativo y comunitario de losmedios de comunicacin. En este sentido, se detecta una continuidaddel trabajo que se est haciendo desde los aos setenta dentro delcampo que se conoce como tecnologa educativa de los estudiossobre la utilizacin de los medios de comunicacin en los procesos deenseanza-aprendizaje, dentro del contexto escolar. Sin embargo, seaprecian algunas novedades relacionadas con el uso que las comuni-dades estn haciendo de los medios de comunicacin, particularmentelas indgenas y algunas marginales urbanas, abriendo con ello un nuevombito de estudio que comienza a conocerse como medios comu-nitarios.

    La importancia de este nuevo mbito radica en que abre un espaciopara reflexionar sobre lo educativo en trminos ms amplios, es decirms all del mbito escolar y, al mismo tiempo, permite pensar a losmedios de comunicacin (vgr. radio, video, internet, etctera) comoagencias e instrumentos controlados por las comunidades para satisfa-cer sus propias necesidades educativas y comunicativas. Asimismo,dentro de este espacio se revela la posibilidad de plantear nuevos pro-blemas de investigacin ligados al tema de la educacin intercultural yel potencial que los medios comunitarios tienen para establecer vn-culos con otras comunidades, y construir redes locales y regionales.

    3) Finalmente, aparece una tercera lnea de investigacin asociada con laaplicacin de distintas artes visuales como la pintura y la fotografa opreformativas, como el teatro y la danza, utilizadas como vehculospara propiciar procesos educativos tanto dentro de la escuela comofuera de ella. El potencial de estas formas de expresin como testimo-

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    nios o indicadores de formas culturales especficas de procesos dereproduccin que suceden a una escala de tal concrecin que escapa ladimensin homogeneizante de lo masivo tiene un gran valor comoobjeto de estudio, pues ofrece nuevos ngulos de aproximacin a lasingularidad de los agentes sociales que los generan.

    El valor de este trabajo de investigacin consiste, por el momento, en quepermite sistematizar informacin sobre experiencias educativas innova-doras y pedagogas emergentes. Se trata de un campo abierto en s mismo aotros campos de investigacin y reas del conocimiento, lo que lo haceinclusivo y flexible. Su nfasis tanto en la recepcin, como en la iniciativacomunitaria para producir y poner a circular contenidos, corta de tajo con

    la nocin de pasividad que alguna vez se atribuy a los medios y revela laexistencia de experiencias de percepcin y de expresin a escala local yregional, donde el individuo participa activamente en la creacin y recrea-cin de su cultura mediante el uso de cualquier gnero que le resulte nece-sario para manifestarse, incluyendo al arte, que por definicin apunta haciala bsqueda de lo singular, de lo no masivo.

    Indudablemente, la existencia de este campo de estudio marca un pre-cedente acadmico de gran trascendencia para la investigacin educativa,en la medida que fundamenta y legitima la exploracin interdisciplinaria depedagogas emergentes y sus vnculos con la cultura y la comunicacin entanto dimensiones que atraviesan todo el tejido social y que forman partede la cotidianidad de individuos y grupos, dentro y fuera del aula.

    Mauricio Andin Gamboa

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    INTRODUCCIN

    Patricia Tovar lvarez

    En el IICongreso Nacional de Investigacin Educativa se incluy,por primera vez, el tema de la comunicacin y su vnculo con la cultura; en1993 se menciona en el estado de conocimiento, de modo muy breve, quela revisin bibliogrfica indicaba la necesidad de problematizar sobre larelacin entre la comunicacin y la educacin, dando un nfasis a los pro-cesos de comunicacin en el aula y su relacin con el currculum. Ha trans-currido casi una dcada y hoy es posible plantear el surgimiento de un

    campo indito en su conceptualizacin dentro del Consejo Mexicano deInvestigacin Educativa: Comunicacin, cultura y pedagogas emergen-tes. En este estado de conocimiento reconocemos con distintos auto-res que hay un claro paralelismo entre las transformaciones de losmodelos de comunicacin y los de enseanza-aprendizaje. Por ello, la bs-queda actual de pedagogas emergentes o distintas est ntimamente ligadaal anlisis de los procesos de comunicacin y al hecho innegable de que elaprendizaje ocurre en distintas direcciones y que los roles de los partici-pantes se intercambian y se transforman, igual que en la comunicacin; elconocimiento y la comprensin emergen de modo casi inesperado. Losmedios de comunicacin son parte de un engranaje mucho ms complejoque abarca negociaciones, procesos sociales y polticas culturales. La pro-pia lectura y anlisis de investigaciones nos fueron mostrando, cada vezms claramente, un interesante campo de trabajo donde se intersectan lareflexin sobre los procesos de comunicacin social y las propuestas pe-daggicas contemporneas.

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    La exploracin bibliogrfica da cuenta de lo producido entre 1990 y2001. Encontramos en esta indagacin un total de 216 documentos, de loscuales 137 son libros, 15 son captulos de libro, 33 artculos de investiga-cin y 31 son tesis. La revisin general de los documentos nos indica quelas principales instituciones nacionales donde se produce la investigacinen este campo son las universidades Pedaggica Nacional (UPN), Autno-ma Metropolitana-Xohimilco (UAM-X), Autnoma de Guadalajara (Ude G),Iberoamericana (UIA), Nacional Autnoma de Mxico (UNAM) y la Aut-noma de Aguascalientes (UAA) as como el Consejo Nacional para laCultura y las Artes (CONACULTA).

    Todas las instituciones mencionadas tienen investigadores de base y,en la dcada revisada, hay una produccin constante de trabajos; sin em-

    bargo, como veremos en el estado de conocimiento, an no se logra elcarcter interdisciplinario e interinstitucional que se requiere para abarcarla complejidad total del campo. Y es notable que de los 216 trabajos lo-calizados, un porcentaje mnimo aborde el problema de los medios co-munitarios y el arte. Sobre todo llama la atencin el bajo nmero de tesis demaestra y doctorado en este campo, revelando que no hay en realidad unaoferta de especializacin para futuros investigadores en esta materia. Estoes muy grave para la dinmica acadmica pues generar envejecimiento yacaparamiento de los financiamientos para la investigacin en comu-nicacin.

    En el mbito internacional encontramos sobre todo una amplia pro-duccin de libros en Barcelona y Madrid, a travs del Proyecto didctico

    Quirn y las universidades Autnoma de Barcelona y de Estudios a Dis-tancia (UNED). En una indagacin va internet encontramos una ampliagama de informacin sobre instituciones en todo el mundo que trabajan entemas afines. Esta informacin est concentrada en el anexo 2.

    LOSAPARTADOSYSULGICA

    En primer lugar, el estado de conocimiento se presenta como una gransntesis analtica de los trabajos de investigacin y ensaysticos ms impor-tantes por su carcter emprico y conceptual hallados en esta primera

    exploracin bibliogrfica. Paralelamente a las sntesis analticas se desarro-lla una argumentacin que define las distintas reas de investigacin queclaramente encontramos hasta el momento: Procesos de recepcin y pedagogasemergentes, Uso educativo y uso comunitario de los medios de comunicacin, El arte ylos medios como alternativa educativa: diversas propuestas de accin.

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    Enseguida presentamos un concentrado que muestra grficamente eltotal de trabajos hallados. Las conclusiones, posibilidades de crecimiento ylas lneas de investigacin que se vislumbran a partir de lo hallado. Dosanexos que muestran a travs de tablas las instituciones e investigado-res ocupados del estudio de estos temas en Mxico y otros pases, as comodiversos sitios en la red que pueden ser muy tiles para quienes investiganen torno a temas afines. Finalmente, la bibliografa completa en ordenalfabtico que muestra nuestro esfuerzo y modesta contribucin a la tareaque nos ha encomendado el COMIE.

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    ESTADODECONOCIMIENTO:COMUNICACIN, CULTURA

    YPEDAGOGASEMERGENTES

    CONTEXTO: LASPREGUNTASACTUALES

    En junio de 1994 se llevaron a cabo las jornadas del congreso internacional

    Transformaciones culturales, medios masivos y educacin, en el CentroCultural General San Martn de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.1En1997 se publica el libroAtraccin meditica(Cafiero, et al., 1997). que recupe-ra los aportes intelectuales vertidos en las jornadas por investigadores dedistintos lugares del mundo. Los debates y ponencias giraron en torno a lossiguientes tpicos: Los cambios culturales y el fin de siglo, Educacin ynuevas tecnologas, Ciencia-tecnologa y educacin, Medios, Legis-lacin o libertad de mercado?, Industrias culturales, educacin y polticasde educacin en Amrica Latina, Infancia y juventud, Nuevos consu-mos culturales: familia y escuela, Periodistas, democracia y medios yfinalmente, Innovaciones pedaggicas. A continuacin una sntesis re-flexionada de los principales aportes de estas jornadas.

    CAPTULO 1

    1 Al encuentro asistieron especialistas de toda Amrica Latina. En el anexo 3 setranscriben los nombres de los investigadores participantes y los pases represen-tados.

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    Eduardo Vizer2

    plantea que nuestra realidad se va construyendo cadavez ms a imagen de la imagen, es decir, que se est generando un marco dereferencia imaginario que, en el caso de la poltica, ha creado muchos esce-narios nuevos y ha roto con las relaciones tradicionales; aunque en elcampo de la educacin esto no parezca tan visible es, en realidad, muchoms profundo pues el impacto de los medios sobre el imaginario social y laconstruccin de la realidad opera por planos de significacin diferentes einclusivos. La realidad va operando como una serie de referencias sobre lasreferencias, construyendo abismos de significacin en una especie decircularidad infinita. Este proceso tan complejo de generacin de sentidomarca un nudo central en el porqu de la absolecencia de los mtodostradicionales que se han utilizado pedaggicamente. En opinion de Vizer lo

    que hacen los medios es, justamente, generar una serie de situaciones en lascuales son referentes de s mismos con una apariencia de discurso en el quela referencia es la realidad.

    Las interrogantes implcitas en el planteamiento de este investigadorargentino nos mueven a pensar acerca de la relacin entre tecnologa, po-der e identidad. Precisamente, Antonio Cafiero (Cafiero et al.,1997) planteaque la tcnica se ha convertido en la ideologa dominante, que justamentecon el derrumbe de las ideologas que se disputaron el predominio en elsiglo XX, es la tcnica la verdadera ganadora y que en buena medida losconflictos de identidad de la cultura contempornea resultan de la estrecharelacin entre el hombre y la tecnologa. Frente a ello el modelo de escuelavigente corresponde histricamente a la idea de generalizacin de la lectura

    y la escritura. Por lo tanto, afirma Cafiero, es preciso producir transforma-ciones profundas en el modelo educativo vigente.

    Todas las tecnologas tienden a crear un nuevo ambiente humano [] Lastecnologas no son simplemente inertes contenedores de seres humanos: sonprocesos activos que remoldean igualmente los seres y las otras tecnologas[] Cuando una sociedad inventa o adopta una nueva tecnologa que da pre-dominio o nueva importancia a uno de sus sentidos, la relacin de los sentidosentre ellos se transforma. El hombre se transforma [] (McLuhan,1985:303).

    Es por esto que ninguna reflexin seria sobre el porvenir de la educacin,

    la comunicacin y la cultura puede formularse ignorando la influencia delos medios electrnicos y la informtica. El propio Cafiero dibuja la

    2 Eduardo Vizer es un investigador argentino. Ver anexo 2 y consultar el libroAtrac-cin meditica.

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    ambivalencia de la tcnica y dice que: puede servir al progreso de la huma-nidad, por ejemplo en la lucha contra el hambre, la enfermedad y el deterio-ro ecolgico o puede, al contrario, exacerbar las desigualdades hastavolverlas intolerables y servir como factor de poder militar o de domina-cin econmica. La tecnologa podra incluso desplazar a la propia filosofaen la bsqueda del sentido de la vida volvindose responsable del nivelmoral y espirirtual de nuestra civilizacin.

    Octavio Paz (1994), por su parte, dice:

    Pronto no habr ni izquierda ni derecha, y los hombres del siglo XXIse en-frentarn a la ms grave amenaza de nuestra historia desde el periodo paleol-

    tico: la supervivencia de la especie humana. No pienso slo en las terriblesdestrucciones del medio natural por la alianza de la tcnica y el espritu delucro del rgimen capitalista [] nos amenaza una nueva barbarie fundada enla tcnica.

    Se ha llegado a un punto en el que la gente parece estar enterada de todo yal mismo tiempo de nada importante. Pareciera, dice el autor, que en elmundo hoy se privilegia la cultura ligera, las referencias fciles, el afn de lorpido y del tiempo corto que sobreestima la novedad y descalifica lo per-manente. En este sentido, ser el retorno a la cultura oral pero sin el caraa cara?, qu produccin humana aportarn los aprendizajes fragmentariose instantneos?

    Las preguntas de Cafiero nos llevan a otro de los temas importantes enestas jornadas: la juventud o, mejor dicho, la idea de juventud que permea ala sociedad contempornea. Roberto Marafioti coincide en cuanto a la afir-macin del protagoniso de los medios en la construccin de horizontesculturales, pero su aportacin va ms en la direccin de identificar las pau-tas de consumo de la poblacin actual. Encuentra que la juventud es laetapa ms valorada tanto por los sistemas educativos como por los mediosya que tienen por objetivo preferencial de su oferta este segmento del p-blico, aunque ahora la idea de juventud ya no es cronolgica sino que se haconvertido en un modelo cultural al cual se aspira en todo momento. Des-de lo biolgico, la bsqueda es mantenerse a toda costa en un estado

    permanente de jovialidad y vitalidad. Desde lo cultural, la juventud es elblanco concreto de las ofertas mediticas. Se ha producido un cambio en lapercepcin del ser joven; hay por un lado una tendencia a la ampliacin dela juventud y, por el otro, la juventud se ha tornado en smbolo de la culturameditica. Fernando Savater lo dice de esta manera:

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    La joven, la moda joven, la despreocupacin juvenil, el cuerpo gil y hermosoeternamente joven a costa de cualesquiera sacrificios, dietas, remedios, la es-pontaneidad caprichosa, el deporte, la capacidad incansablemente festiva, laalegre camaradera de la juventudson los ideales de nuestra poca [] Elespritu del tiempo asegura hoy que quien no es joven est muerto. Ser viejo yparecerlo, ser un viejo que asume el tiempo pasado, es algo casi obsceno quecondena al pnico de la soledad y el abandono. A los viejos nadie los desea ya

    ni ertica ni laboralmente y la primera norma de la supervivencia sociales mantenerse joven (Savater,1997:60).

    La niez y la vejez fueron etapas valoradas en el pasado pero hoy nadiequiere llegar a ser un viejo y los nios viven en una aceleracin precoz que

    los lleva a desear transformarse en jvenes muy pronto. Para el autor ladesaparicin de la infancia est ligada principalmente a la televisin. NeilPostman asegura que en la poca actual, la televisin devela secretos queremiten a tres reas: la sexualidad, la violencia y la competencia de los adul-tos para dirigir el mundo. Hoy los polticos jvenes son mucho mscarismticos, hoy el xito debe alcanzarse en plena juventud. Hoy lasociabilizacin se est transformando en direccin de erosionar las fronte-ras entre la niez y la adultez. Por ello es claro el desconcierto que existe enel sistema educativo sobre el problema de cmo manejar la relacin: juven-tud-escuela-medios. Hoy, una preocupacin central es el comprender cmoson interpretados los mensajes de los medios y cmo sus representacionesafectan los procesos culturales en conjunto.

    PROCESOSDERECEPCINYPEDAGOGASEMERGENTES

    En esta rea de investigacin encontramos ensayos, artculos y tesis queabordan el problema especfico de qu hacen las audiencias con los mensa-jes de los medios y, enseguida, qu cambios hay en el plano perceptual ycognitivo a partir del contacto constante con la televisin. Los autores sepreguntan sobre la transformacin cultural implcita al acelerado cambiotecnolgico y plantean la necesidad de una revisin del concepto de apren-dizaje as como la emergencia de otras escuelas.

    Guillermo Orozco (1998) propone en sus investigaciones sobre proce-sos de recepcin una serie de elementos para una pedagoga, no de latelevisin, sino de las mltiples interacciones que con la televisin tienenlas audiencias y que se engloban en el concepto de televidencia; ste es elpunto de partida estratgico, dice Orozco, y son las audiencias el punto

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    sustantivo de llegada del esfuerzo pedaggico encaminado no a convertir ala televisin en un instrumento escolar, sino a lograr transformar la televi-sin. As, la primera propuesta del investigador es que el desafo mayor dela educacin para los medios, no son ellos sino la educacin. Lo pedaggi-co, en Orozco, al igual que en Sarah Corona y Margarita Zires, se entiendecomo racionalidad sustantiva y a la vez prctica social que inspira mto-dos y procesos para el aprendizaje y produccin de conocimientos paratransformar sujetos y situaciones.

    Desde este punto de vista se trata de superar los enfoques ms conser-vadores que relacionan la educacin directamente con un conjunto detcnicas de enseanza, reduciendo lo pedaggico al desarrollo de destrezaso de saberes. Sin embargo, desde la perspectiva antes sealada, la educa-

    cin es una racionalidad constituida dentro y comprometida con lo queMartn Barbero llamara un proyecto mediador que es, al mismo tiempo,un proyecto acadmico-poltico.

    Orozco expone, adems, que gran parte del desafo educativo general(del inicio del nuevo milenio que est protagonizado por la televisin y lainternet) se encuentra en la definicin y colectiva sustentacin de un pro-yecto mediador alternativo al hegemnico-liberal. En el momento histricoque vivimos los sujetos sociales enfrentamos una gran necesidad de forma-cin y sobre todopoderfrente a la televisin y otros medios, sta es la era enla que las guerras se televisan y las amenazas globales se difunden por latelevisin y la internet.

    El desafo, entonces, bajo la mirada de Guillermo Orozco, es el encon-

    trar estrategias poltico-pedaggicas adecuadas para facilitar el empode-ramiento de las audiencias. El problema es uno de creatividad pedaggica ypuede ser planteado a travs de la siguiente pregunta: Qu ms puedenhacer las audiencias con y a partir de la televisin, y qu ms podemoshacer los educadores de los medios, junto con ellas, que resulte emancipa-dor y til para las propias audiencias?

    La educacin de la escuela convencionalmente monolgica y jerr-quica no ofrece condiciones suficientemente creativas y seductoras quelogren la transformacin de los sujetos o el surgimiento de una actitudcrtica o recepcin inteligente en los nios, los adolescentes y los jvenesexpuestos y encantados con las ofertas de placer de los medios de comu-

    nicacin.Orozco y Charles (1997:163) afirman que en el campo de la investiga-cin de los procesos de recepcin hay una tendencia que se inscribe en loque ellos denominan: paradigma crtico de la investigacin integral de laaudiencia. Este paradigma desarrollado a principios de los noventa engloba,

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    segn estos autores, diversas perspectivas como la etnografa de la recep-cin de James Lull; los frentes culturales de Jorge Gonzlez; el de los usossociales de Jess Martn-Barbero; as como el modelo de las multime-diaciones del mismo Orozco; el sociosemitico de Fuenzalida y Hermosilloy el de consumo cultural de Garca Canclini, entre otros (ibdem:164).La recepcin multimedia es otro de los ingredientes de esta perspectiva. Laposicin de estos autores contradice a la antigua perspectiva de la agujahipodrmica,que postulaba que los medios, en particular la TV, inyectabamensajes a los receptores y que stos respondan de manera directa a lospropsitos de estos mensajes; para los actuales investigadores de la recep-cin, la interpretacin de los receptores puede o no coincidir con los pro-psitos con que fueron enviados esos mensajes. Hay algunas mediaciones

    que lo explican y son:La cognoscitiva: que se refiere al conjunto de ideas, repertorios, esque-

    mas y guiones mentales que influyen en el proceso de recepcin.La institucional:son las mediaciones que proporcionan las distintas ins-

    tituciones a las que el receptor pertenece: la familia, la escuela, el trabajo, elbarrio, el partido poltico, etctera.

    La de los contextos: que se trata de las situaciones en donde se da elcontacto directo con los medios y sus mensajes. Los autores las dividen entres amplios rubros: los situacionales, los contextuales y los estructurales.

    LARELACINMADRE-TELEVISIN-NIOS

    Estos trabajos toman como objeto de estudio la interaccin que se da entrela familia y la televisin, en particular la relacin entre las madres-los niosy los programas de televisin. Ubicadas en la perspectiva terica de lasmultimediaciones, se destacan las mediaciones institucionales y lascontextuales concretizadas en la familia. Estas mediaciones familiares, enel caso de Orozco estn contextualizadas en elementos situacionalescomo las dimensiones de la casa donde habitan y las posibilidades de otrasactividades dentro o cercanas al hogar, el nmero de aparatos de televisin,lugar que ocupa el televisor en la casa y el nmero de familiares; obedecetambin a aspectos estructurales como las caractersticas y los condicio-

    nantes ms tpicos: estrato sociocultural, nivel de ingresos, tipo de ocupa-cin, nivel educativo y lugar de origen de los padres (Orozco, 1992:14).Para Renero, el sentido de considerar a las madres como objeto de

    estudio se basa en la hiptesis de que la madre de familia es el agentesocial de ms peso en el mbito domstico y, por ende, la interaccin ma-

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    dre-hijos es el proceso ms influyente en la recepcin televisiva de estosltimos [] La mediacin materna resulta definitiva para observar comose crea, se re-crea y articula un conjunto de prcticas de comunicacin en-caminadas a la supervivencia cultural de la institucin familiar (Renero,1992:33).3 Esta autora se afilia al modelo de las multimediaciones deOrozco que considera a la familia desde la perspectiva de la mediacininstitucional, estructural y situacional. En ambos, la perspectiva familiar seconstruye tambin desde ejes ms amplios, es decir los que nos remiten aprcticas estructuradas socialmente a travs de reglas, en el sentidogiddensiano, que construyen y regulan patrones de conducta social y refle-jan valores culturales legitimados, concretados y extendidos por historiasespecficas de accin social (Renero, 1992:36). Incorpora tambin la

    teorizacin de Martn Barbero quien ubica tres dimensiones en toda prc-tica social: la socialidad, la ritualidad y la tecnicidad.4Orozco habla tambinde la familia como comunidad de sentido.

    Tanto el trabajo de Orozco como el de Renero se basan en tcnicasetnogrficas y entrevistas a profundidad. El primero construye, con losindicadores estructurales de nivel socioeconmico y educativo de la madre,siete tipos de audiencias; Renero hace una comparacin entre dosteleaudiencias: una de un grupo de madres mixtecas, inmigrantes enTijuana y otra, que llama privada, ubicada en contextos urbanos del interiory centro del pas.

    Principales resultados

    Orozco concluye que todas las madres de las distintas audiencias percibie-ron la televisin como una fuente de influencia en el desarrollo educativode sus hijos, no obstante las de las clases medias fueron las que presentaronmayor preocupacin por este asunto. Las madres de clases alta y baja le

    3 La autora subtitula su trabajo como Prcticas de control materno en la recepcin tele-viciva infantil, en donde el entrecomillado hace alusin a un conjunto de prcticasen el interior del seno familiar.

    4 A pie de pgina, la autora seala lo que Martn-Barbero entiende por estas tresdimensiones: socializada es la trama que forman los sujetos sociales a partir de

    las negociaciones cotidianas del poder y las instituciones; ritualidad, es aquelloque resulta posible a travs de la repeticin, la gramtica y la expresin de sentidoen operaciones concretas y rutinas de trabajo. Finalmente, entiende por tecnicidadla dimensin que articula el cambio en el discurso en la comunicacin y, de ah, lageneracin de nuevas formas de socialidad (Renero, 1992: 37).

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    dieron una relativa importancia, aunque seala Orozco que por razonesdiversas; para aqullas, les preocupa la poca calidad de los programas queles ofrece la televisin, para stas, el problema se centra en el cambio derelacin que sienten con sus hijos, ya no las pelan mientras ven televisin(Renero, 1992:15). Otro elemento es que Orozco destaca la funcionalidadeducativa de la madre en este sentido. Seala que aunque no totalmenteelaboradas, todas las madres tienen sus propias ideas y expectativas educa-tivas que conforman su filosofa o teora educativa5acerca de cmo criara sus hijos (Renero, 1992:18). Esta teora particular se vincula entoncescon las concepciones que tienen sobre la relacin de la televisin y sushijos, as como su influencia real y su potencial educativo.

    Para Renero, las principales conclusiones de las relaciones entre ma-

    dres e hijos-TVson con respecto a la audiencia mixteca:

    [el] nfasis se da en el ordenamiento del tiempo. En este modo de socialidadresulta imprescindible la intervencin directa de la madre con un estilo comu-nicativo autoritario a base de rdenes y concesin o negacin de permisos, eneste sentido la apropiacin materna del contenido de la programacin y delmodo de verTVde sus hijos refuerza la autoridad de significacin familiar quejunto con la institucin escolar resultan en trminos pragmticos, mas presti-giados que laTV.

    En cambio en la audiencia privada, el nfasis se da:

    [] en la dimensin de la tecnicidad, es decir, en la preocupacin materna poraumentar el caudal de recursos culturales para que sus hijos aprendan a codi-ficar nuevas informaciones y nuevas elaboraciones videotcnica [] no sehace necesaria la intervencin materna respecto del control televisivo, sinoque se privilegia la apertura a nuevas fuentes de informacin y a otros agentessocializadores (Renero, 1992:52).

    Aqu hallamos el trabajo realizado por Marisa Garca de Cortzar, JavierCallejo Gallego, et al. (1998), donde segn los propios autores es una inves-

    5 Segn Orozco, los componentes de la teora educativa maternason: metas educativas

    para los nios; papel de la escolarizacin en la educacin infantil; legitimidad de laescuela como institucin educadora; papel del entretenimiento en la vida de losnios; papel del deber y la responsabilidad en el desarrollo del nio; ideas acerca delo que es ser buen ciudadano; autopercepcin acerca de lo que es ser buena madre(Renero, 1992:19).

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    tigacin emprica sobre el papel de los adultos en la relacin entre nios ytelevisin. Esa aparente redundancia en el trmino investigacin empricatienecomo funcin sealar, de acuerdo con los autores, que se trata de una in-vestigacin donde lo central no es lo que los adultos dicen sobre el efectode la televisin en los nios sino lo que hacen todos los actores invo-lucrados, esto oblig a los autores a una estrategia de investigacin muchoms directa que evite una mediacin racionalizadora pues se trata de com-prender fundamentalmente: acciones y reacciones frente a la televisin. Ladecisin de los investigadores de enfocar lo que la familia hace y dice sobrela televisin revela de modo muy interesante una realidad subyacente a lasrelaciones familiares.

    La pantalla del televisor no es slo una ventana hacia el exterior, que trae almbito familiar lo que acontece afuera. Tambin se convierte en un espejo dela propia familia, ya no tanto desde sus contenidos, donde la familia sueleocupar un lugar central, sino en la medida en que refleja los intereses y con-flictos insertos en la propia familia, al mandar, hablar o resistirse en la relacincon la televisin.

    Las conclusiones finales a las que llegan los autores despus de un ao deentrevistas a profundidad, contraste entre los puntos de vista y confronta-cin en sesiones colectivas son las siguientes:

    1) Existe una distancia considerable entre la facilidad con que emerge y

    circula un discurso en torno a la negatividad de la televisin y su fuerteinfluencia sobre los nios, entre padres y profesores; y la percepcinconcreta de la vivencia de la recepcin televisiva.

    2) Mientras que el discurso circulante enfatiza lo que la televisin haceo la influencia de sus mensajes la principal preocupacin de los en-trevistados est en lo que la televisin hace que se deje de hacer.

    3) Mientras que en el discurso espontneo de los entrevistados surge lapreocupacin sobre la violencia en la televisin, los principales manda-tos prohibitivos se dirigen casi exclusivamente a programas con conte-nidos erticos.

    4) Sin duda la observacin directa de los sujetos y el anlisis de sus accio-

    nes en relacin con sus discursos muestra que se ven distintas televi-siones.

    5) La televisin es tambin usada como un instrumento para premiar ocastigar el comportamiento de los nios.

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    6) En torno a la pantalla se producen conflictos y negociaciones que afec-tan la dinmica de la familia. Principalmente, la televisin hace surgirlos conflictos generacionales tematizados en los gustos televisivosfuertemente vinculados, tambin al gnero, es decir, dentro de la fami-lia se ubican claramente los gustos masculinos y los gustos femeni-nos en torno a la programacin televisiva.

    7) Se observ una notable distancia entre la comunidad escolar y la televi-sin. Es evidente que los actuales maestros se sienten incapaces dehablar de la televisin y menos an de ensear a consumirla.

    8) Las principales demandas de los padres hacia la televisin se centra endisminuir la publicidad, sobre todo la adulta en horarios infantiles, en

    general, menos violencia y sexo en la televisin y marcar claramente unhorario infantil con contenidos adecuados.

    9) La principal fuente de mandatos sobre la televisin es la madre porestar en mayor contacto y por mayor tiempo con los hijos.

    De este interesante trabajo se desprende un hecho innegable: en la escuelano se habla de la televisin o de algn otro medio. Cuntos profesoreshablan sobre cine con sus pequeos alumnos? La comprensin de los len-guajes audiovisuales y sonoros como el radiofnico, no forma parte delprograma escolar y, en consecuencia, la escuela no est respondiendo a unanecesidad importantsima de la poblacin: aprender a ver y negociar conlos medios. Esta investigacin nos recuerda la importancia de centrarse en

    las acciones ms all de los discursos.

    LARECEPCINENLOSPBLICOSFEMENINOS

    El trabajo de Orozco y Charlesse ubica en el gnero de las audiencias opblicos segmentados, en este caso el de las mujeres. Sealan que muchosestudios realizados sobre la relacin pblico femenino/mujeres se dio des-de la perspectiva de anlisis de los mensajes y de los contenidos de esosmensajes destinados supuestamente a dicho pblico. Estas investigaciones,bajo una perspectiva behaviorista, buscaban desenmascarar cules eran lasperversas intenciones que se escondan detrs de dichos mensajes. Losresultados obtenidos en este tipo de investigaciones convierten a la mujeren una vctima del sistema massmeditico, principalmente desde dos pers-pectivas: a)al transmitir una imagen estereotipada que enfatizan el papelsubordinado de la mujer; b)al generar modelos que afectan la construccin

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    de la identidad femenina de la mujer receptora de medios (Orozco y Char-les, 1997:172). Sealan que el problema de estas investigaciones es que alcentrarse en los mensajes, desconocen qu pasa en el proceso de recepcinde estos contenidos y de estos mensajes y de qu manera son incorpora-dos, usados o significados por las mismas mujeres. Esta investigacin secentra, pues, en el proceso de recepcin de los mensajes de los medios decomunicacin, particularmente del gnero televisivo de las telenovelas, porlas mujeres.

    La perspectiva terica que orienta esta investigacin es, por supuesto,el modelo de las multimediaciones de la recepcin, del cual estos autoresson importantes sustentadores, como hemos visto anteriormente. Otracategora analtica que hacen intervenir es la de pblico segmentadoque, sus-

    tentada en el modelo de las multimediaciones, nos dice que la sociedad noes un pblico homogneo, sino que integra muchos pblicos, construi-dos y segmentados por sus contextos especficos, situacionales,estructurales, familiares, raciales, clasistas y, particularmente, de gnero. Lainvestigacin no seala cmo construy la poblacin, ni las estrategias decaptacin y procesamiento de la informacin. Es ms una sistematizacinde resultados de investigaciones sobre la recepcin particularmente delpblico femenino.

    Los principales resultados que ofrecen se refieren a gustos y preferen-cias de los medios y mensajes a los que se acercan. Las mujeres prefieren yse exponen ms a la televisin y a la radio y prefieren programasradiofnicos que dan consejos, telenovelas y musicales, revistas femeni-

    nas, novelas romnticas y revistas sobre la vida de los artistas de moda.

    Contextos de recepcin

    a) Individual.Los estudios muestran que las mujeres se acercan a los me-dios solas en la maana, y los utilizan como compaa, sobre todo lasque se dedican exclusivamente a las labores del hogar. Generalmenteeste acercamiento se da mientras realiza otras actividades en la casa.

    b) Familiar.Generalmente es en la tarde y colectiva con otros miembrosde la familia en particular con los hijos mientras realizan otrasactividades. Los miembros de la familia negocian qu programa se ve.En este proceso se habla del programa en cuestin y de otros temasque han sucedido durante el da.

    c) Con la pareja.Se da generalmente en la noche y en los fines de semana.Es el marido o la pareja quien generalmente elige el programa, casisiempre, de televisin.

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    Socializacin de contenidos.Los estudios sobre la recepcin han mostradoque los mensajes recibidos no se quedan guardados en el receptor, sinoque permiten su socializacin con otros familiares y amigos. Esto demues-tra que los mensajes trascienden el mero hecho de la recepcin y provocanmltiples interacciones que permiten intercambio de significaciones yresignificaciones sobre los mismos mensajes.

    Influencia en la vida cotidiana.Las investigaciones revisadas por los auto-res sealan que gran parte de los mensajes que gustan a las mujeres no tienemucho que ver con su realidad cotidiana, sobre todo en el contexto de laslatinoamericanas, pero alertan en el sentido de que las imagenes transmi-tidas permiten soar, evadir la realidad y pensar que la vida se puede vivirde otra manera. Por otra parte, se seala que de alguna manera, la identi-

    dad femenina se encuentra influenciada por este universo massmeditico,que est inmerso en una lgica impuesta en forma invisible, que se diluye yque no se presenta como un mandato o imposicin, sino a travs de for-mas agradables de interpelacin, de espacios de placer, gracias a los cualesse logra la complicidad de las propias mujeres (Orozco y Charles,1997:174-176). Los autores concluyen en la necesidad de conocer las carac-tersticas de las poblaciones en las que se pretenda intervenir conestrategias educativas para hacerlas de manera idnea y no desde la pers-pectiva apocalptica que desconoce los mltiples usos y significaciones quelos pblicos crean y construyen en sus relaciones con los medios.

    LOSHABITUSDECONSUMODELOSMEDIOSENNIOSYJVENESDELDF

    Una investigacin revisada da cuenta del consumo de mensajes y preferen-cias en nios y jvenes del Distrito Federal (Maya, 1992). Aunque el textoaparece en la dcada de estudio, la investigacin se realiz en la dcadaanterior. Se aplic un cuestionario a una muestra estratificada de 1 634estudiantes, aproximadamente 50% de hombres y 50% de mujeres, de 50escuelas (36 pblicas y 14 privadas, 4 laicas y 10 religiosas), pertenecientesa los tres niveles socioeconmicos bsicos (alto, medio y bajo), que estabancursando sexto de primaria, primero y tercero de secundaria, cuya edad

    oscilaba entre los 10 y 19 aos.La perspectiva terica de esta investigacin se basa en el esquemabourdiano de las prcticas sociales que, segn el autor, logra articular lasprcticas socioculturales con las estructuras sociales, a partir de su catego-ra de habitus. Parte del siguiente esquema general:

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    ESQUEMAGENERAL

    CAMPO

    Prcticas Situacinanteriores especfica

    CONDICIONES PRCTICADEEXISTENCIA HABITUS ESPECFICA

    Recreativas- Volumen de capital - Capital incorporado Escolares

    cultural, econmico, estructura Alimenticiassimblicoy social estructurada Estticas

    - Estructura estructurante Polticasestructurante frmula generadora de Laborales

    sensaciones, percepciones Familiaresy aun de prcticas

    Otra categora empleada es la de campo: condiciones de existencia, habitus yprcticas especficas conforman un campo de dominio. Desde esta perspectivalos individuos, en este caso los estudiantes, pueden ser ubicados dentro deun campo y de diferentes campos, dependiendo de sus habitus, que se vin-culan con el volumen de capital acumulado por su familia, en particular suspadres o las personas de las que dependen. Mencionando a Bourdieu, elautor seala que los campos a travs del tiempo generan su propia y rela-tiva autonoma y legitimidad y que a partir de las reglas y ordenamientosque van cristalizndose en el campo especfico, un sujeto puede ubicarse as mismo, ubicar a otros o es ubicado por otros, dentro del campo en cues-tin (Maya, 1992:11-12). Los resultados ms importantes se relacionan con:

    Exposicin a los medios. Los estudiantes se acercan durante mayor tiempoa los medios electrnicos, radio y televisin, que a los impresos, peridicos,revistas e historietas. El medio preferido por los estudiantes es la televi-sin. De cmo acostumbran acercarse a todos los medios los estudiantesse presentan cinco tipologas:

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    PorcentajeI. Nulo o muy poco contacto con los medios. Se refiere a aque-llos estudiantes que nunca o casi nunca ven televisin,escuchan radio o leen algn impreso. Su porcentaje en ningu-no de los casos es mayor de 6

    II. Bajo contacto con los medios. Se refiere a aquellos estudian-tes que no ven cotidiananamente televisin, ni escuchan radio,leen peridico con poca frecuencia y/o leen muy pocas histo-rietas y revistas 12

    III. Acceso a otros medios, pero no a la televisin: Se refiere a losestudiantes que tienen acceso a otros medios, radio e impre-sos, pero con poca frecuencia a la televisin 10

    IV. Acceso amplio y permanente con la televisin, pero no a otrosmedios 37

    V. Acceso sistemtico y permanente con los medios. Este tipo seRefiere a los estudiantes que estn en frecuente contacto contodos los medios 35

    Total 100

    Programas favoritos

    El autor comenta los programas favoritos de los nios y jvenes:

    1) Los programas de televisin que prefieren son los que ofrecen explci-tamente entretenimiento (78%) por encima de otro tipo. De los dediversin, destacan los que desarrollan argumento o trama como lasseries, telenovelas o pelculas (65%). De stos, las preferidas (35%) sonlas series estadounidenses.

    2) La programacin preferida de la radio es la musical (79%). De sta lafavorita (52.1%) es la msica extranjera.

    3) Destaca que en relacin con los medios impresos, 67% de los estudian-tes dijeron leer un peridico una vez a la semana (en ese momento eranExclsior, La Prensa,Novedadesy Ovaciones); ms de 60% comentaron noleer o muy de vez en cuando, revistas e historietas. Las favoritas sonestadounidenses, de las que destaca Archie. Las revistas favoritas son

    T, TVy novelas, y telegua.4) Finalmente, seala que ms que el nivel socioeconmico del grupo fa-

    miliar a que pertenece, es el gnero el que permite distinguir las prefe-rencias de los programas favoritos de estos nios y jvenes.

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    Es claro que hay un inters entre quienes realizan investigacin sobreprocesos de recepcin en comprender las preferencias o los gustos de cier-tos segmentos de la audiencia y, con ello, hacer propuestas en torno a loque hemos mencionado como una educacin de los medios. En este senti-do hallamos dos trabajos que hacen un anlisis de programas con unobjetivo educativo, Bisbirije(Melgoza, 2000) y Escuela para padres (Al-bor, 1996), ambos son proyectados por el Canal 11.

    El primero es una investigacin de las llamadas de intervencin, cuyopropsito es hacer un anlisis sobre el grado de aceptacin de Bisbirije dirigido al pblico infantil entre los 6 y 11 aos para ofrecer algunasrecomendaciones para su mejoramiento; la investigacin se realiz con unamuestra de 208 nios de siete escuelas privadas. La investigacin se basa en

    la teora de Piaget y en los modelos de comunicacin de Schramm, Parker yen el de usos y gratificaciones de Katz. Las tcnicas de recoleccin deinformacin son la observacin, videograbadoras, grabadoras, diarios decampo y sesiones grupales. En el desarrollo del trabajo, Melgoza comparaeste programa y Plaza Ssamo de la televisin comercial. Y seala quePlaza Ssamo es sostenido por un equipo interdisciplinario en el que seencuentran, entre otros, educadores, psiclogos, investigadores, disea-dores, pedagogos, psiquiatras Hace una descripcin pormenorizada delas secciones deBisbirije; finalmente hace sugerencias que fueron incorpo-radas por el grupo de produccin del programa.

    El segundo trabajo (Albor, 1996) analiza la serie en donde destaca lafuncin educativa del programa en el tratamiento de temas que pretenden

    ayudar a los padres a cumplir cabalmente su funcin.Carmen Corts (2000) realiza una investigacin sobre los escolares de

    educacin bsica y el uso que hacen en su tiempo libre de los medios decomunicacin, como libros electrnicos, cine, discos y casetes. Esta inves-tigacin se bas en una encuesta/cuestionario de preguntas cerradas,abiertas y de opcin mltiple, aplicada a una muestra de 1523 estudiantesde escuelas de tres tipos de entidades, zona urbana, rural y semirrural,ubicadas en 30 localidades de diferentes entidades del pas. Corts mencio-na como sus referentes tericos, entre otros, a Piaget, particularmente enlo que se refiere a la formacin del smbolo en los nios; la conceptualiza-cin de los gneros narrativos, dramticos y melodramticos; la discusin

    sobre las obras abiertas, particularmente en Umberto Eco; Agnes Heller y sutrabajo sobre la vida cotidiana; Gadamer y sus investigaciones en las queestablece la relacin juego-obra de arte; y Fernando Savater.

    En el desarrollo del trabajo, la autora va describiendo e interpretandoqu hacen los nios en su tiempo libre y el uso que del mismo hacen con

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    los medios de comunicacin. Descubre que antes que el acercamientocon los medios, los escolares encuestados prefieren jugar y los medios decomunicacin favoritos son, en primer lugar, el cine y, en segundo, la te-levisin.

    Otras investigaciones incluso aqu reseadas sealan que es la TV elmedio favorito, as que el descubrimiento de Corts es novedoso. Asimis-mo seala que los juegos preferidos son los de conjunto como el futbol,bsquetbol y voleibol. Sobre los programas predilectos, seala que son losrelatos de aventura y el melodrama. En la propuesta pedaggica dirigida aalumnos y maestros, muestra y sugiere de qu manera se pueden utilizardiversos medios, en particular el cine, con fines educativos. Establece cmoa travs de obras cinematogrficas es posible crear relaciones entre la lite-

    ratura nacional y universal, la historia, la sociedad, la escuela y el cine.Al parecer, lo central no es tanto el integrar clases de computacin,

    videos o CDen las escuelas. El reto, lo trascendente, est en la creacin deesa pedagoga emergente que reconozca las transformaciones en la rela-cin sujeto-mundo. Necesitamos transformar la escuela y educar a losmedios incorporando el deseo y, ms que el placer, el goce tal y comolo entiende Barthes es decir, la ruptura de lo convencional, la superacinde los estereotipos, la desaparicin de lo jerrquicamente establecido.

    Finalmente, el trabajo de Diego Lizarazo y Francisco Rivas aborda elproblema de las representaciones infantiles en torno a la televisin(Lizarazo y Rivas, 2001). Los autores parten de una visin hermenutica delas prcticas culturales infantiles frente a la TV, para definirla como una

    recepcin ldica. Afirman que ante la TV, los nios rebasan la expecta-cin monolgica en la que la enunciacin parece estar slo del lado de laemisin meditica y ponen en funcionamiento su capacidad y su derecho areplicar. La expectacin infantil implica una suerte de relevo permanente alo que el texto propone. Nios y nias construyen complementos que vandesde respuestas simples hasta juegos complejos (Lizarazo y Rivas,2001:37).

    Con una base emprica, basada en la realizacin de talleres llamadosUn da en la tele, realizados en 1998, los investigadores plantean que, deacuerdo con las acciones de los nios frente a diversos programas deTV, esposible plantear que su recepcin convoca tres actividades simultneas:

    a) establecer un subsuelo simblico que sirva de base para las identifica-ciones;

    b) jugar mientras recepcionan;c) atender cuidadosamente a lo presentado en video.

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    Ello permite a los analistas reflexionar en torno al presupuesto adultoen el que se oponen aprendizaje y juego, el juego no impide o mengua laatencin sino que parece acrecentarla: mientras se ve, la explosin ldicacarga de intensidad lo visto y permite interactuar con el texto, usndolo(Lizarazo y Rivas, 2001:41). Las propuestas finales vertidas en este libronos sugieren una manera pertinente de cerrar este apartado del estado deconocimiento: Hacia una educacin para la fantasa.

    De acuerdo con Diego Lizarazo y Francisco Rivas, hay una preocupa-cin tanto en la escuela, como en la familia, la comunidad y el medioacadmico por hacer que los nios tracen una lnea divisoria exacta entrerealidad y fantasa. Pero esa dicotoma est fundada en algn tipo de per-cepcin moral de acuerdo con la cual la seriedad se vincula con el saber. Y

    la pregunta planteada en consecuencia es: es posible una realidad sin ima-ginacin? Hay acaso una imaginacin al margen de la realidad?

    La educacin en la fnatasa tal y como lo proponen los autores es elproyecto pedaggico ms realista: toda realidad se realiza, justamente, gra-cias a que la imaginacin logra nutrirla, hacemos realidad en la medida enque somos capaces de imaginar ms all de los lmites de nuestra realidad yque acordamos los esfuerzos para realizarlos. Antes de educar a los niospara contener la imaginacin, debemos educarlos para liberarla (Lizarazoy Rivas, 2001:180). Esto har posible que los nios y las nias sean capacesde preguntarse por los lmites del mundo y por su consistencia y que jue-guen a hacer, deshacer y reconstruir su entorno.

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    USOEDUCATIVOYUSOCOMUNITARIODELOS

    MEDIOSDECOMUNICACIN

    En esta rea de investigacin encontramos una serie de trabajos que abor-dan de manera rigurosa la polmica relacin entre la cultura desde la cualhablan y ensean los maestros y aqulla desde la que perciben y sienten losjvenes y los nios. Las preguntas centrales que subyacen son: para qutipo de sociedad educa la escuela?, y qu preguntas se hace el educador y elintelectual frente a los cambios que los medios de comunicacin estn in-

    troduciendo?Frente a las anteriores interrogantes aparecen algunas alternativas, en-

    tre ellas la de los medios comunitarios o la apropiacin que hacen lascomunidades de los medios de comunicacin, principalmentede la radio.En esta rea emerge de modo preponderante lo comunitario en lo global ylos mltiples aprendizajes que se tejen con y para los medios.

    Marcelino Bisbal (1977) de la Universidad Central de Venezuela sinte-tiza en su artculo algunos debates y propone ocho ideas para reubicar larelacin muchas veces polmica o hiperideologizada entre comunica-cin y educacin:

    1) La educacin formal ha abanderado una incomprensin alrededor dela comunicacin masiva a partir de la cual ha surgido la sealizacin deculpables frente a ciertas problemticas presentes en nuestra reali-dad social tales como: marginalidad cultural, violencia, apata frente alos hechos sociales, individualismo excesivo, consumismo, falta de gus-

    CAPTULO 2

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    to por la lectura, asuncin de hbitos de aprendizaje negativos y mani-pulacin de las conciencias.

    Pero la cuestin es ms compleja que la sealizacin y la culpa. Hayque ubicar las cosas en su justo lugar, esto implica partir de que en laactualidad tanto la educacin como la comunicacin masiva son piezasestratgicas y, al mismo tiempo, constitutivas de un todo social, ambasestn imbricadas en procesos similares, pues hay que recordar y tenermuy presente que tanto la educacin como la comunicacin son me-diadores culturales, ambas participan en la construccin de saberesy en la sociabilidad del sujeto.

    2) El sistema educativo, que fue hegemnico en un momento determina-

    do y que remplaz a otras instituciones, ahora comienza a ser desplaza-do por la cultura de los medios de comunicacin. Esto, sin duda, esconflictivo. Cada vez ms, el sistema educativo, frente a las nuevas ge-neraciones, deja de ser el marco de referencia para interpretar la reali-dad del mundo y de la existencia, ahora nuestros referentes seconstruyen desde la comunicacin masiva, la escuela ha dejado de serla nica fuente de saberes.

    3) Siguiendo a Martn Barbero: lo que los medios hacen es desorganizarla hegemona de la escuela desafiando su pretensin de seguir siendo elnico espacio legtimo de transmisin de saberes. Lo que nos obliga asituar la relacin escuela/medios, ms all de los efectos morales oideolgicos, esto es en el mbito de los cambios que conectan las nue-

    vas condiciones del saber con las nuevas formas de sentir y las nuevasfiguras de la socialidad.

    4) En la sociedad contempornea se est produciendo una insubordina-cin de los signos que nos alcanza en todos los niveles de la vidasocial. Por lo tanto, dice Marcelino Bisbal, mientras exista un divorcioentre la cultura desde la que hablan y ensean los maestros, y aqullaotra desde la que perciben y sienten los ms jvenes, la escuela seguirintentando tapar su crisis de comunicacin con rituales de moderniza-cin tecnolgica y reduciendo su conflicto a un discurso de lamenta-ciones morales.

    5) Necesitamos marchar en la bsqueda de una cultura de la complejidad.El espejo no slo se ha roto sino que tambin se ha diluido. El mundo esms complejo porque el conocimiento de lo real ha seguido la va delparcelamiento (Bisbal, 1977:17). Por eso para comprender ms y mejores necesaria una profunda reforma del pensar, refundar el conocer.

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    6) Es indispensable un comportamiento creativo. En pocas de alta com-plejidad como la nuestra, se requiere mayor creatividad para producirnuevos aportes tericos y prcticos que nos permitan disear nuevosmarcos de referencia.

    7) Hay que indagar, no tanto qu hace la cultura masiva de los grandesmedios con los nios o la gente, sino qu cosas hacemos todos con lasexpresiones, los mensajes y las formas de la comunicacin masiva.

    Marcelino Bisbal afirma, siguiendo a Carlos Monsivis y Martn Barbe-ro, que debemos preguntarnos con urgencia: cmo est enfrentandoel aparato escolar a los signos que trastocan toda visin tradicionaldel mundo, de la historia y de la vida misma? Qu preguntas se hace el

    educador y el intelectual frente a los cambios que lo masivo est intro-duciendo? En definitiva, qu interrogantes y qu respuestas, fuera delos miedos y los prejuicios nos formulamos?, Para qu tipo de socie-dad educa la escuela?

    Estas interrogantes plantean, sin lugar a dudas, la necesidad de unarevisin crtica, de los paradigmas de la educacin nacional y la urgen-cia de ms investigacin en nuevos campos, con mayor creatividad,con la apertura necesaria para la transformacin del proceso de apren-dizaje. Finalmente, la octava idea que propone Bisbal, en esta atinadasntesis de los debates actuales entre comunicacin y educacin dice:

    8) Se trata de entender que la relacin educacin y comunicacin necesita

    ser un conversar amigable sobre la realidad. Un dilogo acerca decmo la gente se junta y de cmo hace y rehace la sociedad a partir delos medios de la propia escuela.

    La respuesta que subyace es la del dilogo entre educadores ycomunicadores. Considerando la historia de las principales empresasde comunicacin en nuestro pas, esto pareciera un tanto utpico; sinembargo, hay que aceptar que las fronteras tienen que ser atravesadas:la escuela necesita transformarse pero tambin los medios necesitaneducarse.

    USOCOMUNITARIODELARADIO

    Los trabajos encontrados, toman como objeto de estudio la radio; destacany caracterizan el medio en diferentes sentidos: unos, en el educativo endiversos contextos culturales, como Radio Educacin (Gastlum, 1997);

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    como alternativa pedaggica (Licona, 1995), la alfabetizacin de adultospor radio, el caso del INEA(Lpez, 1998), la radio como objeto de estudioy la propuesta de un taller para el anlisis de los programas radiofnicosinformativos. Una serie de programas radiofnicos dirigidos a nios prees-colares (Prez, 2001). Finalmente una investigacin propone una radio uni-versitaria comunitaria, el caso de UAM-X (Espinoza et al.,1997). Gastlumhace un anlisis de las estaciones XEEPy XEPPM, ambas con la denomina-cin de Radio Educacin, la primera en amplitud modulada y la segunda enonda corta. Hace una presentacin de la historia de la radio en Mxico, ascomo los antecedentes del surgimiento de Radio Educacin, en el periododel presidente Lzaro Crdenas. Desarrolla las caractersticas, desde superspectiva educativa y comunicativa. La aportacin de este trabajo estriba

    en la revisin, caracterizacin y comparacin de las barras programticasde las dos emisoras (AMy onda corta). Segn el autor, XEEP, en la fecha deltrabajo transmite 61 series con distinta duracin y contenidos, pero agru-pados en cuatro rubros: educativos, entretenimiento, informativos yorientadores.

    El trabajo de Prez es una propuesta de un programa radiofnico dirigidoa nios de preescolar con el objetivo de estimular su imaginacin creativa.Hace un recuento de la radio infantil en Mxico hasta las propuestas ms ac-tuales del Instituto Mexicano de la Radio (IMER). Finalmente, propone laproduccin de la serie Garabatos para nios de 4 a 6 aos.

    Otro grupo de trabajos toman como objeto de estudio la radioindigenista (Alonso, 1993; Aguilar, 1993; Cornejo, 2000;Villanueva, 1999),

    destacan positivamente el papel que ha cumplido en el reconocimiento deformas culturales que han desarrollado algunos grupos indgenas que ge-neralmente han sido marginados por los medios comerciales.

    La llamada radio indigenista nace en el seno del Instituto NacionalIndigenista (INI). El inters comn a todos los trabajos es describir, anali-zar y dar alguna interpretacin del sentido de esta iniciativa gubernamentalde usar la radio para dar voz y sonido a las comunidades indgenas delpas. Hablan de cmo la poltica hacia este tipo de radio se ha transforma-do de tal manera que de un total control gubernamental, poco a poco, haido incorporando la accin de los indgenas, de tal manera que al menos enla produccin han logrado casi total independencia. En estos tiempos pa-

    rece inslito que el gobierno a travs de claras presiones desde diversossectores haya reconocido en este punto la necesidad de que los gruposindgenas contaran con un medio de comunicacin social en su propia len-gua. Este objeto de estudio se inicia a principio de los noventa con eltrabajo pionero de Cornejo (2000).

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    Su estrategia metodolgica se fundamenta en un cuestionario aplicadoa una muestra estadstica de casi 200 indgenas. Hace un anlisis del surgi-miento, desarrollo e impacto de la XETLA, La voz de la mixteca. Es unainvestigacin emprico-descriptiva que consta de tres partes: la primera, elsurgimiento de la radio y su vnculo con el INI, es decir, con la polticaindigenista del gobierno. La segunda es una descripcin muy detallada delnacimiento y desarrollo (etapas) de la estacin, combinada con un anlisisde su programacin. En ella destacan los gneros empleados: noticias,cuentos, msica y grupos musicales regionales. La tercera desarrolla la pre-sencia e impacto de la estacin en las comunidades aledaas a Tlaxiaco, quees la ciudad en donde se ubica la estacin. Algunos de los resultados a losque llega la investigadora son: descubrir la enorme presencia del medio en

    la muestra seleccionada, su ubicacin estratgica dentro de la choza o casaen donde aparece como una persona ms de la familia y que se est con ellatodo el da; la msica como el gnero preferido, incluyendo la emitida porla XETLAo por otras estaciones comerciales en castellano; en particular lausan como medio para enviar mensajes a otros miembros de la familia queviven en otra parte o para extender alguna invitacin para eventos locales.

    El trabajo de Aguilar Fuentes (1993) se propone conocer el impacto dela XEPUR, La voz de los purpechas entre sus destinatarios. Es una inves-tigacin realizada en la fiesta de la comunidad con una muestra de 80indgenas, con la tcnica de cuestionario con preguntas cerradas, as comoentrevistas a informantes clave. Enmarca la problemtica dentro la polticacultural del estado y el indigenismo, particularmente del INI. Hace tambin

    una descripcin del surgimiento y desarrollo de la radio indigenista, men-cionan a la escuela radiofnica en Siroguichi, Chihuahua y radioMezquital, en Ixmiquilpan, Hidalgo, as como la sucesiva aparicin de otrasradios en el pas. Realiza un anlisis de la barra programtica de la estacin.Entre las principales conclusiones menciona que Radio Chern influye enla cotidianidad familiar y social; adems de difundir la tradicin oral y trans-mitir desde el lugar de los hechos, en este caso, la fiesta y celebracin;hacen entrevistas a los asistentes y difundir la msica y las pirecuas quetocan diversos conjuntos.

    El trabajo de Villanueva (1999) toma tambin como objeto de estudiola XEPUR, pero desde la perspectiva de la radiodifusin alternativa. La

    particularidad de esta tesis es que se enfoca al anlisis de los centros deproduccin de la estacin, que est en manos de un grupo de indgenas delas comunidades que se encuentran en la cobertura de la radio. La tcnicaempleada fue el cuestionario aplicado a los productores radiofnicos de laestacin. Desde la perspectiva de la radio alternativa o comunitaria, la auto-

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    ra seala en qu es alternativa sobre la radio comercial. Segn ella, lo alter-nativo radica en lo participativo, en la recuperacin de lo popular, peroparticularmente en la apropiacin de la radio por parte de la comunidad.En este punto incorpora a otras estaciones que Aguilar no menciona comoRadio Huayacocotla y Radio Teocelo, ambas ubicadas en las respectivascomunidades veracruzanas. De la informacin obtenida de los centros deproduccin radiofnica, describe las exiguas caractersticas tcnicas de queestn dotados. No obstante, la autora destaca que, a pesar de todas lasrestricciones y de las vicisitudes polticas y econmicas en las que estninmersos, los centros de produccin se han apropiado del sentido comuni-tario de la estacin.

    COMUNICACINCOMUNITARIA

    En el libro llamado Un rastro en la nieve(Lizarazo, 2002), el autor aborda larelacin que existe entre los procesos de globalizacin comunicativa y ex-periencias locales de comunicacin; frente al avance de una totalcomercializacin de la infraestructura mundial de las telecomunicaciones,aunque dbiles, aparecen las estructuras y redes de comunicacin comuni-taria. Esto ocurre tanto en ambientes urbanos como en comunidades ind-genas. Para Lizarazo (2002:107):

    Si la comunicacin global se comprende en relacin con las conformaciones

    planetarias y las perspectivas de los negocios y los circuitos transnacionales, lacomunicacin comunitaria exige su ubicacin en dicho contexto, pero ademsrequiere una inequvoca referencia a la localidad. En realidad ni lo trasnacionalcomunicativo puede comprenderse sin instanciarse en los mbitos locales don-de se le consume y redefine, ni la comunicacin comunitaria puede compren-derse sin el teln de fondo, semisico, poltico y econmico que lasmacroestructuras perfilan.

    Aunque el debate sobre el concepto de comunidad es agudo y vigente,desde la perspectiva del autor lo interesante es comprender que ante lapremisa general del discurso contemporneo de la pulverizacin de la terri-

    torialidad, la comunicacin comunitaria opta por la reterritorializacin, esdecir:

    [] las comunicaciones comunitarias hablan preferentemente de los procesoslocales, de los problemas que afectan a la comunidad, del paisaje prximo, de

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    las expectativas comunes. Los personajes que se refieren son conocidos, veci-nos, familiares, amigos [] pone un acento especial en la poesa, en la msica,en el discurso esttico y cultural vernculo (Lizarazo, 2002:113).

    La afirmacin de Lizarazo es congruente con los anlisis presentados antesacerca de las funciones de la radio comunitaria. En el propio texto el autorpresenta las experiencias de comunicacin comunitaria en distintos lugaresdel pas. De ah que le sea posible decir que al apreciar la produccincomunicativa indgena es posible advertir que en ella est formulada yenunciada otra manera de contar y referir, otra temporalidad. El tiempo,el espacio, los acontecimientos, las estrategias de registro, los lenguajes, losprincipios de edicin, parecen ser relativamente divergentes de las normas

    massmediticas. El ritual indgena tiende a grabarse en su plena continui-dad, sin cortes, apoyndose en la duracin efectiva del acontecimiento. Losencuadres tienden a ser amplios, territorios vastos (Lizarazo, 2002:127). Fren-te a la vertiginosa segmentacin de la comunicacin masiva, emerge el tiem-po extenso de la comunicacin comunitaria.

    En el mismo tono reflexivo y filosfico, en torno al tiempo, la veloci-dad y las identidades encontramos el libro de Joan Ferrs tituladoEducar enuna cultura del espectculo(Ferrs, 2000). Las metforas son siempre ms su-gerentes que las expresiones directas, nos mueven a la reflexin y laimaginacin. Las metforas tienen cierto poder de transformacin, de fu-sionar en una sola imagen conceptos distintos que al final son uno,generando as nuevas posibilidades. Es por ello que la forma como Ferrs

    construye su texto, a travs de diversas metforas, nos lleva a una evoca-cin constante de imgenes y a la posibilidad de comprender nuestraparadjica realidad contempornea.

    LAMETFORADELNAVEGANTE

    Es el viajero (Ulises o Marco Polo) el aventurero que esta vez se adentra enlos mares de la enseanza, la representacin y la cultura. Para que estenavegante pueda llevar adelante su travesa y arribar al puerto previsto y nonaufrague, es imprescindible que conozca el ocano y los vientos pero,

    sobre todo, que sepa controlarlos, manejarlos Hablar de navegar en me-dio de una sociedad del espectculo define un marco sociocultural en elque converge lo popular con lo masivo conviviendo para bien o para malcon un modelo oficial de educacin. Tomando en cuenta que hoy en da elespectaculo impregna hasta tal punto la vida de los ciudadanos que casi

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    cualquier persona siente una tentacin inevitable por aparecer en escenay convertirse en un actor, en un intrprete del devenir histrico.En las sociedades ms desarrolladas han acabado por convertirse en

    espectculo tanto la poltica con sus shows electorales como la religin consus predicadores electrnicos, dice Ferrs. El star system, el fenmeno de lasestrellas, nacido en Hollywood y limitado en un principio a la esfera de losactores, cantantes y actrices profesionales hoy ha sido transferido a otrosmbitos de la vida social: hay polticos estrella, periodistas estrella, hom-bres de negocios estrella y hasta intelectuales estrella. Al parecer la exhibi-cin se ha convertido en requisito indispensable para alcanzar el xito; eltriunfo social va de la mano de una buena puesta en escena. En el caso dela actividad poltica Gilles Lipovetsky seala que en una poltica-espectcu-

    lo los problemas de fondo se sustituyen por el encanto de la personali-dad, por elglamour del show y esto entorpece la capacidad de razonamientoy de juicio, privilegiando las emociones primarias. Especficamente, sealaFerrs, la sociedad capitalista est constituida por criaturas que han sidorediseadas para vivir la vida como una representacin de s misma. Todoha de ser exhibido, maquillado y vestido (o desvestido); hoy la imagen es lagaranta no ya del valor de la realidad sino de su simple existencia. Todo loque hasta hace no mucho se viva directamente, se aleja ahora cada vez msen favor de una representacin.

    Lo fundamental en la propuesta de Ferrs es el reconocimiento de quees slo desde el espectculo como puede comprenderse la cultura popularde hoy en da, y es slo desde esta comprensin que ser posible plantearse

    la cuestin de cmo ser comunicativamente eficaz en los procesos de ense-anza-aprendizaje. El primer deber, entonces, de cualquier educador ocomunicador ser hacer un anlisis lcido de los rasgos que definen estacultura popular o de las modificaciones que comporta la espectacu-larizacin de la cultura. En seguida Ferrs se adentra en una reflexin des-de la fenomenologa para abordar lo que l denomina los cinco rasgosdiferenciales de esta nueva cultura: la potenciacin de lo sensorial, de lonarrativo, de lo dinmico, de lo emotivo y de lo sensacional.

    LAREPRESENTACIN PIERDESUVALORDESIGNO

    Siguiendo a Ferrs (2000), la potenciacin de lo sensorial juega a favor delo concreto y no de lo abstracto. El auge de la comunicacin audiovisualpone de relieve un cambio en los procesos de significacin. Los signi-ficantes audiovisuales son concretos y tienen un valor autnomo y la repre-

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    sentacin parece transformarse en realidad concreta e independiente desus significantes. Y ms an cuando los significantes carecen de referenteconocido, lo nico que cuenta es la satisfaccin por un flujo de imgenesincesante, de impresiones instantneas y fugaces. Esta tendencia de predo-minio de lo concreto sobre lo abstracto suele traducirse en una hegemo-na de la apariencia La iconsfera o cultura del espectculo ha tradoconsigo la epifana de lo material, de lo concreto, de lo sensible. Hay unaconstante hiperestimulacin, que todos hemos experimentado como ml-tiples estmulos visuales invadiendo nuestra percepcin casi sin control.En algunos casos, dice el autor, habra que hablar de una sobredosis deestimulacin sensorial que incluso puede llevar al receptor a una especie deembriaguez o hipnosis. La proliferacin de estmulos sonoros y visuales en

    la cultura del espectculo provoca en cada individuo una intensa vibracinque afecta a todo su cuerpo. Tal pareciera que la dosis va siempre en au-mento y que lo que hoy es suficiente, maana ya no basta para satisfacer lasnecesidades sensoriales. La pregunta es: qu ocurrir cuando tampoco lasobredosis consiga satisfacer? La pregunta queda en el aire como un recur-so retrico para hacernos reflexionar y para adentrarnos cada vez con ma-yor avidez en el texto de Ferrs.

    Ahora bien, esta hegemona de la representacin hace del relato unaforma omnipresente, es decir, lo narrativo se ha convertido en una priori-dad. Las producciones televisivas convierten en relato y en drama todoaquello que pasa por sus manos. Los espots publicitarios se han convertidoen los nuevos cuentos de hadas (parafraseando a McLuhan). Los periodis-

    tas saben que un manejo narrativo de la informacin llega a su pblico demodo ms eficaz si se transforma en historia, en relato. Al privilegiarse lonarrativo sobre lo discursivo las pautas de comportamiento transmitidasno estn dichas de modo explcito por lo cual tienden a ser interiorizadasde manera inconsciente, de ah la profunda penetracin de los estereotiposque maneja la publicidad, las telenovelas y los dibujos animados, por citaralgunos ejemplos.

    Si bien, los procesos sociales contienen tambin estructuras narrativas,es importante sealar que las reflexiones del autor van en direccin de de-mostrar el modo como opera la representacin en una sociedad gobernadapor el espectculo y qu aspectos de la vida social modifica sustancial-

    mente. Haciendo una comparacin con las modificaciones introducidaspor la tecnologa de la imprenta, los medios electrnicos y la comunicacinaudiovisual tienden a privilegiar, como ya se dijo, una representacin delmundo concreta, mucho ms dinmica, implicativa, sensitiva y emotiva. Eslgico que frente a toda esta aceleracin, quienes trabajamos en el mbito

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    educativo quedemos perplejos ante la distancia cada vez mayor entre lacultura popular y el modelo educativo vigente. Dice Ferrs: la misma ins-titucin escolar se siente confusa y desorientada a la hora de asignar res-ponsabilidades por sus propios fracasos e incapaz de ofrecer a la sociedadrepuestas satisfactorias. Y esto nos lleva directamente al problema del fra-caso escolar.

    La relacin entre estos dos mbitos define una lnea de investigacinpor dems interesante, la pregunta de partida, absolutamente provocadoraes tenemos que hablar de un fracaso escolar o ms bien de un fracaso de laescuela? Tal vez sea no tanto en el alumno sino en la misma escuela endonde hay que buscar las fallas. Quiz, la escuela no ha sabido tender puen-tes entre la cultura popular, los mecanismos de pensamiento de las nuevas

    generaciones y sus proyectos educativos. Quiz por ello, grandes persona-lidades de distintos mbitos del saber fracasaron en la escuela. Algunosejemplos sorprendentes son los de: Albert Einstein, quien tuvo serios pro-blemas con las matemticas escolares; Thomas Edison, Auguste Rodin,Pablo Picasso y el propio san Agustn quien explica en sus Confesiones(cap.IX) su aversin a la escuela y, al mismo tiempo, su pasin por el estudioEn opinion de Ferrs la escuela todava no se plantea de manera directacul es su verdadera responsabilidad en el cmulo de los llamados fracasosescolares.

    Vivimos, sin duda, tal como lo seala el autor y otros especialistas, enla tercera crisis de la escuela. La primera tuvo lugar en Grecia en el siglo Va.n.e., cuando Atenas cambi de una cultura oral a una escrita. Cabe aqu la

    pregunta sobre el caso especfico de nuestro pas. La segunda crisis se ubicaen la Europa del siglo XVI, con la transformacin provocada por la impren-ta. En este periodo surge tambin el lector como sujeto social y la lecturacomo proceso que se imbrica con los movimientos sociales. La tercera crisiscorresponde a la era actual y se produce como consecuencia de la revolucinelectrnica. Aparece ahora el problema de la velocidad, de la fragmen-tacin, de la experiencia indirecta y, sobre todo, de la necesidad de aprendera leer imgenes.

    En este sentido Ferrs retoma una reflexin hecha por McLuhan paraafirmar que existe una tendencia en los educadores a considerar a las nue-vas tecnologas como una simple amplificacin o prolongacin de las ante-

    riores. De acuerdo con esta visin el educador se limita a usar las tecnolo-gas audiovisuales y electrnicas como un soporte de lo verbal y laspreocupaciones giran en torno a usos alternativos de la nuevas tecnolo-gas y no en direccin de una redefinicin del propio concepto de cultura.Ferrs afirma: es a esta revisin a profundidad a la que se resiste la escuela.

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    Aqu cabe hacer un parntesis para precisar que este estado de conocimien-to dentro del COMIEse ocupa precisamente, de localizar y analizar las in-vestigaciones que se han planteado como fin el lograr esta reflexin pro-funda de la cultura-los medios-la educacin.

    MODIFICACIONESENLAFRECUENCIADEONDAPERCEPTIVA

    Otra afirmacin contundente de Ferrs es que los jvenes y los nios queestn creciendo en una cultura de la hiperestimulacin, en una iconsfera,demuestran tener una mayor habilidad para percibir estmulos visuales muybreves y sincopados. La relacin que se establece entre el bombardeo sen-

    sorial y las capacidades perceptivas, de acuerdo con la investigacin deFerrs, es directamente proporcional, es decir, a la hiperestimulacin sen-sorial le corresponde como respuesta una especie de voracidad sensorialcreciente. Un caso extremo de este comportamiento es la aparicin de unnuevo tipo de personalidad que en Estados Unidos recibe el nombre deemotions seekers, buscadores de emociones. Sujetos que no soportan el abu-rrimiento, que necesitan estar muy estimulados para sentirse satisfechos yque peligrosamente cuanto ms fuertes son las experiencias a las que sehan ido habituando ms fuertes son las sensaciones que necesitan experi-mentar.

    Los nios y los jvenes viven envueltos, de modo inevitable, por unmundo de concrecin, de dinamismo, de velocidad, de gratificacin senso-

    rial. Se mueven en un universo comunicativo muy distinto al que caracterizaa la escuela. Por ello es importante detenerse a pensar que la cultura delespectculo representa, pues, un modo distinto de pensar el mundo, no demanera lineal sino simultnea, no de manera analtica sino sinttica, no demanera racional sino intuitiva. Por ello Ferrs retoma el concepto acuadopor Abraham Moles: cultura mosaico. Con esta idea se evoca una imagen defragmentariedad, de piezas distintas unidas o pegadas al azar, donde la lgi-ca causa-efecto es sustituida por una lgica circular, basada en la simpleasociacin por contigidad o por analoga. Los nios, en la cultura mosai-co, se entrenan para lo sensible, para lo visual y para lo intuitivo y al llegaral aula se les exige la activacin del pensamiento lgico, conceptual, de-

    ductivo y analtico. La pugna en muchos casos es desastrosa. Aqu surgeotra lnea de investigacin realmente novedosa pensando especficamenteen nuestra diversidad cultural. La escuela responde en algn momento alas capacidades perceptivas de los nios chinantecos, zapotecos, mayas,etctera?

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    Quiz es por esto, dice Joan Ferrs, que los alumnos sienten ante susprofesores lo que Juan Goytisolo manifestaba sentir ante los polticos:nunca converso con los polticos porque su discurso pasa por encima demi cabeza y el mo no llega a la suya. En sntesis, en el aula hay un fenme-no de incomunicacin creciente. La escuela, pese a que hoy proclama yabandera la tan sonada interculturalidad (y antes la biculturalidad) no hahecho otra cosa que obrar de modo contradictorio. Tras el discurso, existeuna nica manera de ensear, una nica manera de aprender y los indivi-duos deben sujetarse a ella. Es en realidad muy reciente, dice Ferrs, que sehan llevado a cabo algunos intentos por construir los entornos y los me-dios educativos congruentes a la nueva circunstancia. La propuesta delautor es precisamente avanzar en esta direccin: si los nuevos medios han

    modificado profundamente la manera de ver, de sentir y de pensar la reali-dad, es imprescindible que la educacin y la cultura sepan modificarprofundamente sus propias estructuras, esquemas y criterios paraadecuarse a unos sujetos modelados por la sociedad en la que nacieron.

    En este sentido la propuesta de Joan Ferrs se materializa a travs deotra metfora: Itaca. O la recuperacin de la seduccin. Su afirmacin escontundente; si en la cultura del espectculo hay una hiperestimulacinconstante y placentera, si hay una seduccin por el placer inmediato, lanica forma de contrarrestarlo es apelando a un placer que supere lo inme-diato. Si las sirenas pretenden desviar a Ulises del camino elegido, Itacaconsigue darle fuerzas para ser fiel al camino. Las sirenas ofrecen un placerinmediato y sin esfuerzo; Itaca, en cambio, se basa en el principio de la

    realidad. Ofrece un placer postergado, una satisfaccin diferida. En otraspalabras, explica el autor, hay una dimensin perversa de la seduccin queprovoca una hipertrofia de las emociones primarias en detrimento de larazn. Se pretende o se consigue anular la fuerza de la razn o ponerla