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Revista desarrollada por investigadores del instituto politécnico Kleiver Ramirez

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  • Instituto Universitario Tecnolgico de EjidoMrida - Venezuela

    ISSN: 1856-867X

    tecnologay pensamiento

    Volumen 4, N 1 - 2Enero - Diciembre 2009

    ISSN: 1856-867X

    tecnologay pensamiento

    tecnologay pensamiento

    tecnologa

    Enero - Diciembre 2009

    ISSN: 1856-867X

    tecnologay pensamiento

    Enero - Diciembre 2009Depsito Legal:

    pp200502me2088

  • Voces: tecnologa y pensamiento es una publicacin de la Divisin de Inves-tigacin, Extensin, Postgrado y Produccin (DIEPP) del Instituto Universitario Tecnolgico de Ejido (IUTE), de ndole permanente e institucional, que tiene como Misin difundir y fomentar la Investigacin y Produccin Cientfica, Tec-nolgica, Cultural y Humanstica realizada en el IUTE y dems instituciones de Educacin Superior nacionales e internacionales.

    Es de naturaleza Multidisciplinaria, arbitrada, indizada e imparcial, com-prometida exclusivamente con las actividades acadmicas e investigativas y sin fines de lucro.

    Son objetivos de la revista:1. Estimular la formacin individual y la sinergia de esfuerzos construc-tivos y creadores en el colectivo.

    2. Impulsar y difundir las potencialidades e inquietudes individuales de expresin personal en el marco de la actuacin universitaria.

    3. Promover la relacin del docente con su entorno natural y urbano que motive su participacin y reflexin en pro del desarrollo sostenible.4. Fomentar el surgimiento de una visin crtica y reflexiva que parta de la Investigacin y Produccin realizada en el IUTE y que luego se integre a los procesos de enseanza-aprendizaje, propiciando a la vez el anlisis de nuestro patrimonio ambiental, histrico y cultural, as como la me-moria colectiva de la regin desde mltiples ngulos y perspectivas, de tal manera que permita el resguardo de todos estos aspectos.

    5. Facilitar la difusin de la investigacin hecha en otras institucio-nes de Educacin Superior y otras instancias que estimulen el cono-cimiento cientfico.

    La frecuencia de aparicin de Voces: tecnologa y pensamiento se estipula en dos (2) entregas al ao, se edita semestralmente, cada dos nmeros producir un (1) volumen (uno por ao).

    Indizada en REVENCYT (ndice y Biblioteca Electrnica de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnologa) con el cdigo: RVV005

    ISSN: 1856-867XDep. legal: pp200502me2088

    Vol. 3, N 1 - 2Enero - Diciembre 2008

  • Publicacin cientfica arbitrada delInstituto Universitario Tecnolgico de Ejido

    Divisin de Investigacin, Extensin, Postgrado y Produccin

    Mrida - VenezuelaVolumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009

    IUTE

  • CoMIT EDITorIalComisin de Modernizacin y Transformacin del IUTE

    CoordinadorProf. Miryam Anzola

    Sub director AcadmicoProf. Mariela Oliveros

    Sub director AdministrativoProf. Carlos O. Santiago T.

    Jefe de la DIEPPProf. Ismael Cejas

    Director - Editor: Msc. Jos J. Quintero D.

    Coeditores: Msc. Federico Del Cura Msc. Dolly Cardozo Dra. Esther Rosas Msc. Ana Cristina Pacheco Msc. Ramiro Prato

    Consejo Editorial: Dra. Teresa Omaa Dr. Orlando Garca Dra. Belky Sulbarn Msc. Carlos Melendez

    Distribucin y cange: DIEPP - IUTE

    Correctora de Textos en lengua Espaola: Esp. Luz Marina Vsquez

    Colaboradores en lengua Inglesa: Lic. MSc. Orlando Quintero y Lic. Nina Puche.

    Direccin de la Revista: Instituto Universitario Tecnolgico de Ejido, IUTE, Divisin de Investigacin, Extensin, Postgrado y Produccin (DIEPP) Avenida 25 de Noviembre, Manzano Bajo, Sede Central IUTETelfonos: (0058) 274 - 2211591 / 2210746 Ext. 121Correo: voces-iute@hotmail. com / [email protected]

    Produccin Grfica Editorial:

    HECHO EL DEPSITO DE LEY: pp200502me2088 ISSN: 1856-867X

    Indizada en REVENCYT (ndice y Biblioteca Electrnica de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnologa) con el cdigo: RVV005

    Los artculos y trabajos publicados expresan la opinin de los autores y no necesariamente la posicin de la revista. Se prohbe la reproduccin total o parcial de esta publicacin

    sin la autorizacin del Comit Editor.

    Graficultura.com

  • pg. 105

    CoNTENT

    The works that accompany this issue are of the artist Cesar Rojas

    pg.03

    pg. 09 Thinking

    pg. 23Thinking

    pg. 79Technology

    lEaDING arTIClEJos J. Quintero D.

    SoCIal rESPoNSIbIlITy oF HIGHEr EDU-CaTIoN: a VISIoN For laTIN aMErICa aND CarIbbEaN CoUNTrIESJavier Bracho

    loCal DEVEloPMENT:a TraNS-CoMPlEX PErSPECTIVE.Mariza Josefina Rodrguez

    QUITo: THE CITy aND ITS CUl-TUral HISTorICal PaTrIMoNy Ramiro Prato Vicua

    DESIGN oF a WEb SITE lIKE Tool For THE CoMMUNITarIaN MaNaGEMENT oF SoCIoNaTUralS rISKSJeyv M. Maldonado R.

    ProPoSal For THE EDUCaTIoN oF STaTISTICS IN THE FIrST yEar oF SECoNDaryby MEaNS oF ProblEM SolVINGJoan Fernando Chipia Lobo

    CUMUlaTIVE INDICE

    pg. 37Thinking

    pg. 49Technology

    Nuestra Portada. autor: Cesar rojas / obra: revelate / Tcnica: mixta sobre tela

  • EDITorIalJos J. Quintero D.

    rESPoNSabIlIDaD SoCIal DE la EDUCaCIN SUPErIor: UNa VISIN Para

    aMrICa laTINa y El CarIbEJavier Bracho

    DESarrollo loCal: UNa PErSPECTIVa TraNSCoMPlEJa

    Mariza Josefina Rodrguez

    QUITo: la CIUDaD y SU PaTrIMoNIo HISTrICo CUlTUral

    Ramiro Prato Vicua

    DISEo DE SITIo WEb CoMo HErraMIENTaEN la ProDUCCIN y DIVUlaCIN DE

    CoNoCIMIENToS Para GESTINCoMUNITarIa DE rIESGoS SoCIoNaTUralES

    Jeyv M. Maldonado R.

    ProPUESTa Para la ENSEaNZa DE ESTaDSTICa EN PrIMEr ao DE SECUNDarIa

    MEDIaNTE rESolUCIN DE ProblEMaJoan Fernando Chipia Lobo

    NDICE aCUMUlaDo

    Las obras que acompaan este nmero son del artista plstico Cesar Rojas

    CoNTENIDo

    Encartado en el interior, una publicacin no arbitrada del Grupo de Estudios Multidisciplinaros aGEM

    pg.03

    pg. 09 Pensamiento

    Con esta edicin el Suplemento

    pg. 105

    pg. 23 Pensamiento

    pg. 37Pensamiento

    pg. 49Tecnologa

    pg. 79Tecnologa

  • autor: Cesar rojas. obra: Perro paseando muchacho.Tcnica: acrlico sobre canvas.

  • 03

    EDITorIal

    El conocimiento implica muchos caminos, su advenimiento y avance pue-den evaluarse empleando los ms diversos parmetros. En el caso particular de los mecanismos de produccin y exposicin del conocimiento en la vida universitaria, sobresale particularmente un atributo crucial que facilita e in-centiva las potencialidades generales pero especialmente las del campo de la investigacin. Ese atributo es la publicacin de revistas cientficas arbitradas. Ellas dinamizan la orientacin esttica de los claustros universitarios dando una dimensin proyectiva a la docencia, ya que este tipo de publicaciones seala claramente el marco donde el trabajo acadmico se desborda ms all de las aulas para impregnarse de una perspectiva totalizadora que se abre a un amplio abanico de posibilidades, haciendo que las instituciones entren en el circuito que debate el saber alrededor del mundo y que sus miembros dialoguen no slo con sus pares de la comunidad cientfica sino que, al ex-pandir sus metas, esta bsqueda los lleva a considerar con mayor inters las necesidades de sus entornos sociales viendo en ellos un laboratorio prolfico en donde enfocar el esfuerzo investigativo, dando a la vez respuesta a las necesidades que dichas comunidades puedan tener.

    Visto as, resulta evidente que las publicaciones arbitradas son un bien al que aspirar si se quiere elevar la calidad y la incidencia funcional de las ins-tituciones de educacin superior. Pero, paradjicamente, suele suceder que desde el interior mismo de stas se erigen posiciones hermticas que atacan a estos instrumentos del conocimiento, niegan su valor y se obstinan en me-noscabar el cimiento racional que las revistas otorgan el cual, en muchos casos, es capaz de estremecer el letargo institucional en el cual dormitan algunos centros universitarios.

    revisemos un caso como muestra. El suceso es escueto y revelador. Un pro-fesor de nuestro tecnolgico consider en pblica reunin que esta revista debe desaparecer, que l la bota a la papelera cuando la recibe, su flci-do entender parece apuntalarse en el hecho de que publicar aqu conlleva un cierto grado de dificultad que no permite incluir a todos. Este simple punto de vista podra quedarse en una ancdota ms del patio local, pero cabe la posibilidad de la trascendencia si lo entendemos como reflejo de un contexto mayor, el peligro radica en que existen visos de ser una poltica nacional que considera viable, aceptable, recortar y bloquear recursos a universidades y

    Nuestro rencor proviene del hecho de haber quedado por debajo de nuestras posibilidades sin haber podido alcanzarnos a nosotros mismos. y eso nunca se lo perdonaremos a los dems.

    E. M. Cioran

  • Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, Mrida. Editorial

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    tecnolgicos con Normas de austeridad (aplicadas slo a la Educacin, no as a otros renglones), paralizando de esta forma las partidas para investi-gacin y publicacin lo que, evidentemente, va a contrapelo de las lneas y procesos mundiales que invierten cada da ms en este vital sector. Entonces, cmo entender estos procederes que rechazan y condenan lo connatural a la vida universitaria?

    El dictamen a desaparecer es una singular sentencia, no es una opinin previsible de alguien imbuido en este medio pero, si hemos de aventurar con-jeturas, slo dos motivaciones veo como plausibles: la arrogancia propicia al poder o una insondable ignorancia. Por respeto a la profesin docente me in-clino hacia la primera y desecho de plano la segunda. Pienso que no requiere mucho esfuerzo interpretar lo sucedido como un signo ms del momento que vivimos. Tal vez sea la creencia en una igualdad desdichada que confunde el acatamiento a un referato con un signo de inequidad, de abuso sobre el conocimiento personal; o tal vez estemos presenciando un camuflado giro de prepotencia que, tozudamente, reniega de cualquier opinin especializada porque, quin es capaz de evaluar lo que yo y solamente yo he de saber? Son conjeturas pero, apartando cualquier suposicin al margen de lo suce-dido, lo propiamente cierto es que la manifestacin pblica de opiniones tan tajantes dice mucho del retroceso de ciertos sectores universitarios, es la evidencia de un pensamiento relegado y obsoleto que pretende someter, sin la ms mnima discusin, sin argumentos racionales, los postulados de la ciencia al seoro de endebles remakes ideolgicos. No obstante y en este caso particular, supongo, no sin un tinte de agnica esperanza, que es la ex-presin de una clara minora docente; minora que lamentablemente sigue el juego de despreciar lo que con denuedo y seriedad producen quienes desde la penuria e insuficiencia universitaria hacen investigacin.

    De dnde proceden estos aires a contramano? Me viene a la memoria un captulo de la Historia que siempre me ha parecido iluminador porque des-nuda la paranoia tras el poder. los afanes intolerantes muchas veces se han cernido insidiosamente sobre las letras y sobre lo escrito. as fue en los pri-meros tiempos de esta tierra de gracia, en los albores de la amrica. la iglesia fuertemente arraigada a la jurisdiccin de los reyes y Emperadores censur sin sutilezas todo discurso que pretendiera erigir a la imaginacin como centro del relato, se fustig al que intentara fabular porque teman el hecho de que las ideas contaminaran de falsedad las verdades de la fe, era el dogma transfigurado en despotismo. Se puede ser benvolo, ampararse en la pltica del bien y, a la vez, castigar sin contricin a todo aquel que vea de manera distinta otra faceta de lo que consideramos la verdad. as, unos pocos aos antes de morir, Carlos I de Espaa (1516 1556) produjo desde el monasterio de yuste, a donde se retira cual moribundo anacoreta, un edicto

  • Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, Mrida. Editorial

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    que condena la imaginacin a los designios del poder: amrica debe quedar libre de los estragos que la ficcin hace a la legitimidad divina que l resguar-da, de esta manera prohiba la lectura de libros de romances de materias profanas y fabulosas ans como son libros de Amads y otros desta calidad de mentirosas ystorias.

    No quisiera afirmarlo pero creo ver en el acto de vedar caprichosamente la integridad de las revistas arbitradas un prejuicio, una reverdecida versin de esa vieja intolerancia castiza arriba sealada, una obcecacin que exhibe su beatera de nuevo cuo al arremeter contra el saber, contra la escritura cientfica y su absoluta necesidad de gradacin para que, en el caso de los artculos de investigacin, se elimine el arbitraje consagrado desde el siglo XVII como un mtodo difcilmente superable. Deca Toms Eloy Martnez que el poder solo puede escribir la historia cuando ejerce control sobre quien ejecuta la escritura, cuando tiene completa majestad sobre su conciencia. arreciar contra un orden planetariamente estatuido, zaherir un proceder tan evidente del que apenas se duda, se encara como un espectculo manitico que arrastra los smbolos del comprender y el discernir, juego trgico de un destino sin norte acadmico contaminado de fanfarria y fatuidad, de fervor lacayo, simulando oficio donde slo hay una enorme caricatura que apuesta ciegamente al dolo, al fraude y al fracaso. Sobre ese espacio de sombras que opera la sinrazn debe colarse, como impetuoso rayo, una luz de conciencia que rasgue la asfixiante realidad.

    Pero cmo evitar que estas historias de penumbras cotidianas nos arro-llen en su tumulto, en su aluvin desquiciado? Qu papel nos toca a los editores representar? Cul vendra a ser la circunstancia que nos redima? Pocas ilusiones nos hacemos. Sabemos que al publicar desde los patios universitarios, desde estas pequeas, minsculas aventuras editoriales, se est condenado a un sinnmero de dificultades que no escatiman los tro-piezos. Cualquiera sea el esfuerzo que se haga siempre contar con una vara colocada por encima de las posibilidades reales. Continuar implica quemar una a una las naves sin por ello hacer declinar en un pice la eventualidad del naufragio, por el contrario, a cada intento la exigen-cia se agudiza tornando ms propicio su arribo, pero, incluso a sabiendas de ello, nos preguntamos: Cul es la opcin? Desistir, dejarse arrastrar por la abulia, sucumbir a una mrbida rutina, descansar en la comodidad de sentirse vencido de antemano? Declararnos incompetentes para ha-cer visible lo poco o lo mucho que pueda investigarse en estos predios? En realidad es una opcin botar la revista porque nuestros intentos no puedan estar en el rango, en la frontera de la avanzada cientfica, o para proseguir debemos recitar los caprichos de un discurso hegemnico? Son esas soluciones?

  • La bsqueda de la calidad ser siempre un fin, no podemos ceder en este punto. Hacer concesiones en lo referido a un riguroso control del arbitraje sera negar de plano la esencia de este trabajo. No lo haremos. aun as nada garantiza que se roce la excelencia. las satisfacciones vienen desde otro re-cinto, ocupan regiones ms modestas del carcter. Hacer bien las tareas que emprendemos convoca un registro de bienestar para el cual no existe coac-cin posible. En escenarios como estos acude a mi mente La Resistencia, ese libro agnico que Ernesto Sbato escribe en su vejez y que erige como argumento central, ante los embates de un tiempo convulso, el recurso a prevalecer anclado en valores eternos, humanos, la necesidad de resistir por amor a lo que creemos. Esa resistencia debe ejercerse ante la presin que empuja por hacer desaparecer lo bueno, y emprenderla como lo hizo Sne-ca, luchando desde la absoluta conviccin del bien alejado de todo vnculo material, a sabiendas de que lo verdaderamente valioso est dentro de los hombres, l afirmaba: Llevo conmigo todos mis bienes, es decir, la justicia, la virtud, la prudencia, la templanza y la hermosa resolucin de no estimar como bien aquello que pueda ser arrebatado Ningn bien aprovecha a quien lo posee, si no est decidido a perderlo cuando sea necesario.

    Podra maana Voces desaparecer pero otra de igual tenor, o mejor, ven-dra a sustituirla. No es la revista, su impresin editorial, lo que nicamente defendemos. En nuestra pequea escala somos en realidad garantes de un bien mayor: la energa indomable del conocimiento universitario, es decir, la superacin, la bsqueda de lo mejor del ser humano.

    y eso ya no es tan fcil de tirar a la papelera.

    Cinco excelentes trabajos empuan la resistencia en esta entrega. abre nuestra seccin de Pensamiento el trabajo Responsabilidad social de la Educacin Superior: Una visin para Amrica Latina y El Caribe, del Prof. Javier bracho, que diserta sobre el compromiso que debe asumir la educa-cin superior para avanzar hacia sociedades ms equitativas que enfrenten los graves problemas que aquejan a nuestros pueblos, y donde el rol univer-sitario debe enfilarse a la construccin de los valores que creen una cultura de paz. Lo sigue una contribucin de Mariza Josefina Rodrguez (cursante del doctorado en gerencia UNEFa), Desarrollo local: una perspectiva trans-compleja, quien hace uso de la teora de la complejidad para esbozar un nuevo modelo de desarrollo que partiendo de un Estado menos interventor posibilite la integracin de las variantes polticas de estado, sociedad y mer-cado para trastocar el orden social existente hasta llevarlo al caos y, desde all, reconstruir un nuevo desarrollo ms equilibrado. la tercera voz est a cargo del profesor ramiro Prato Vicua, (IUTE-Ejido) quien nos presenta un interesante artculo, Quito: La ciudad y su patrimonio histrico cultural, el cual versa sobre la importancia de adoptar una conciencia de sostenibi-

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    Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, Mrida. Editorial

  • lidad que permita, mediante acciones legales, la proteccin y conservacin del patrimonio cultural de los pueblos lo que, en el caso de Quito, se muestra como un ejemplo sobresaliente a seguir para, incluso, mejorar la calidad de vida de los pueblos. la seccin Tecnologa se inicia con el trabajo Diseo de un sitio web como herramienta para divulgar y facilitar la produccin de conocimientos en la gestin comunitaria de riesgos socionaturales, lo presenta la T.S.U. en Manejo de Emergencias y accin contra Desastres (IUTE), Jeyv Maldonado r., expone la construccin de una herramienta in-formtica que tiene como finalidad sistematizar y coordinar de forma efi-ciente la informacin producida por todos los actores sociales involucrados en eventos de riesgo natural; por ltimo, cierra esta entrega el trabajo del lic. en Educacin Joan Fernando Chipia lobo, (UE bolivariana Genarina Du-garte Contreras), titulado Propuesta para la enseanza de Estadstica en primer ao de secundaria mediante resolucin de problemas, el cual muestra el diseo de una propuesta pedaggica destinada a mejorar los pro-cedimientos de enseanza/aprendizaje facilitando las nociones bsicas de Estadstica mediante la resolucin de problemas.

    Como es costumbre en Voces: tecnologa y pensamiento, invitamos a un espritu creador para que su obra realce nuestras pginas, en esta oportu-nidad contamos con la colaboracin del artista Csar rojas, quien tiene una larga y reconocida trayectoria en la plstica venezolana logrando premios y menciones en salones y bienales nacionales e internacionales. las obras que ilustran este nmero sobresalen porque hacen de lo cotidiano el leitmotiv de sus pinturas. al observar cada cuadro nos ataja una historia de las que vemos a cada momento, son imgenes de la calle o de la intimidad pero plenas de lo ms habitual, de lo ms comn. Estas imgenes prescinden de la preponderancia del dibujo, su esmero va hacia un cromatismo intenso que prcticamente se fusiona a la figura dejando apenas margen a los contornos, este uso especial de la materia pictrica refuerza al mximo el instante se-mntico, su personajes, sus desnudos, los perros o los objetos nos enfrentan en un desafo visual que nos invita a retrotraernos hasta la escena diaria, a recobrar la expresividad feroz de lo que en todo momento miramos sin ver. El impacto visual lleva la situacin a superar la simple denuncia proponiendo una conexin con el ser que puede hacernos, como espectadores, desandar de lo sensible a lo grotesco, de lo ms gris a lo ms sublime en el espectculo de lo humano.

    apreciado lector, esperamos que la lectura de Voces: tecnologa y pensa-miento sea de su agrado e inters.

    Jos J. Quintero DelgadoDirector - Editor

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    Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, Mrida. Editorial

  • autor: Cesar rojas. obra: Ciempis.Tcnica: mixta sobre tela.

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    rESPoNSabIlIDaD SoCIal DE la EDUCaCINSUPErIor: UNa VISIN Para Para P aMrICa

    laTINaTINa a y El CarIbE

    pensamiento

    JaVIEr braCHo (1)

    RESUMENEl ensayo, esencialmente descriptivo, resalta la deuda que tiene la educa-

    cin superior en cuanto al rol de servicio que debe prestar a la sociedad en el combate de los graves problemas que padecen las naciones de amrica latina y el Caribe. la pobreza, la desigualdad social y la crisis de convivencia que se observa en algunos pases del rea, especialmente en Venezuela, son slo algunas de las calamidades que se han acentuado en la regin en esta primera dcada del siglo XXI. La reflexin concluye estableciendo que la educacin su-perior debe promover la construccin de una sociedad ms humana y equitativa, donde prevalezcan la justicia, la tolerancia y la libertad de pensamiento, entre otros valores esenciales para construir una cultura de paz.

    Palabras Clave: Educacin superior, responsabilidad social, pobreza, violencia, cultura de paz.

    Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, MridaISSN: 1856-867X

    recibido: 05/04/2010 / recibido: 05/04/2010 / r aceptado: 22/07/2010

    (1) Javier Bracho. Profesor de Ingls (Instituto Pedaggico Experimental de Barqui-simeto), Magster en Gerencia, Mencin: Sistemas Educativos y Doctor en Ciencias de la Educacin. (Universidad Bicentenaria de Aragua), Profesor de la Asignatura Ingls en el Instituto Universitario de Tecnologa del Estado Portuguesa (IUTEP)[email protected]

  • Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, MridaJavier Bracho. Responsabilidad social de la educacin superior...

    ABSTRACTThe essentially descriptive assay points out the debt that higher education has with the society on the role of service in combating the serious problems that affect the Latin America and the Caribbean nations. Poverty, social in-equality and the crisis of coexistence observed in some countries of the area, especially in Venezuela, are just some of the calamities that have in-creased in the region in this first decade of the 21st century. Reflection con-cludes establishing that higher education should promote the construction of a more human and equitable society where justice, tolerance and freedom prevail, among other essential values to build a culture of peace.

    Key Words: Higher education, social responsibility, poverty, violence, culture of peace.

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    SoCIal rESPoNSIbIlITy oF HIGHEr EDUCaTIoN: a VISIoN For laTIN aMErICa aND CarIbbEaN CoUNTrIES

    INTRODUCCINluego de transcurrida una dcada de la Conferencia Mundial de la

    UNESCo celebrada en Pars en 1998, donde se establecieron grandes directrices de modernizacin del mbito universitario, an existen al-gunas metas claves para el desarrollo social de los pases de amrica latina y el Caribe que la educacin superior no ha podido alcanzar. Por ejemplo, todava persiste la gran deuda que las instituciones universi-tarias tienen con la sociedad en cuanto al aporte de ideas y acciones concretas que ayuden a los pueblos a superar los adversos indicadores sociales existentes en la regin.

    En este sentido, se presenta a continuacin un ejercicio descriptivo que tiene como fin llamar a la reflexin sobre la profunda crisis social que atraviesan en la actualidad las naciones latinoamericanas y caribe-as. Es de hacer notar, que la versin original del presente estudio abor-da los temas referentes a la pobreza, la desigualdad social, la violencia, el creciente desempleo, y la destruccin del medio ambiente. No obs-tante, por razones estrictamente de espacio, solamente se desarrollan en esta oportunidad los tres primeros indicadores.

  • Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, MridaJavier Bracho. Responsabilidad social de la educacin superior...

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    Es importante destacar que el ensayo se inicia con una breve resea sobre el trabajo realizado por la UNESCo en los ltimos diez aos. Segui-damente se desarrolla la temtica referente a la pobreza y la desigualdad social. asimismo, se hace una breve retrospectiva sobre el fenmeno de la violencia en los pases del rea pasando por la severa crisis de conviven-cia que se observa en pases como Venezuela, hasta llegar al movimiento armamentista iniciado recientemente en Suramrica. a manera de conclu-sin, cierran el estudio algunas consideraciones finales.

    EL TRABAJO DE LA UNESCO: UNA DCADA PERDIDA?Cuando casi se cumple la primera dcada del siglo XXI se puede ob-

    servar que el contexto en el cual se desenvuelve la educacin superior est fuertemente marcado por indicadores sociales realmente adversos a los fines y metas que persiguen los sistemas educativos de la regin. El devenir de los dos primeros lustros del tercer milenio ha develado una triste realidad para las naciones de amrica latina y el Caribe: Conti-na el crecimiento de la pobreza y la desigualdad social, el desempleo sigue siendo un serio problema para la poblacin joven, se acenta la destruccin desmedida de la naturaleza, y, cada da gana ms terreno el flagelo de la violencia, fenmeno que (en sus diferentes formas) agrava progresivamente una convivencia social que particularmente en el caso venezolano-, hace tiempo est en crisis.

    Situacin nada favorable para el futuro de instituciones universitarias que no tienen otro camino sino es el de flexibilizar sus principios de au-tonoma y adecuar su quehacer institucional a lo que la sociedad real-mente espera de ellas. Esto es porque la educacin superior adems de formar profesionales calificados y ciudadanos responsables, debe fun-cionar como agente de construccin de un nuevo modelo de sociedad combatiendo la pobreza, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente, las enfermedades y la violencia; entre otras exigen-cias que persistentemente demanda los pueblos de la regin.

    las ideas contenidas en el prrafo anterior hacen referencia directa al concepto de pertinencia de la educacin superior, tema ampliamente abordado y discutido en el pasado en eventos organizados por organis-mos internacionales como la UNESCo. Por ejemplo, en la Conferencia regional de amrica latina y el Caribe, realizada en la Habana en 1996 (CRES 1996), en su declaracin final, citada por Aponte (2008), se puede leer:

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    la educacin en general, y la superior en particular, son instrumentos esenciales para enfrentar exitosamente los desafos del mundo y para formar ciudadanos capaces de construir una sociedad ms justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y el uso compartido del conocimiento y la informacin. la educacin superior constituye, al mismo tiempo, un elemento insustituible para el desarrollo social, la produccin, el crecimiento econmico, la cohesin social, la lucha contra la pobreza y la promocin de una cultura de paz. (p. 490)

    Asimismo, conjuntamente con la calidad, la gestin y el financiamien-to, y la cooperacin internacional, la pertinencia fue tema central de la Conferencia Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI: Visin y Accin, efectuada en Pars en 1998 (CMES 1998). Evento donde se resalt la importancia de evaluar la formacin universitaria en trmi-nos del ajuste entre lo que la sociedad esperaba de las instituciones y lo que ellas hacan. En esta oportunidad se hizo nfasis nuevamente- en la preocupacin que debe tener la educacin superior en cooperar con la colectividad en la solucin de sus principales problemas. Vessuri (2008) lo expresa con toda nitidez en los siguientes trminos.

    En la conferencia de Pars se recomendaba prestar especial atencin al rol de servi-cio de la educacin superior a la sociedad, particularmente en cuanto a actividades dirigidas a eliminar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, la degradacin ambiental y la enfermedad, y a actividades que apuntaran al desarrollo de la paz, a travs de enfoques inter y transdisciplinarios. (p. 461)

    Posteriormente, en el ao 2003, la UNESCo convoc una reunin de alto nivel para hacer un seguimiento sobre los alcances de la CMES 1998. En esta ocasin el citado organismo cont con el apoyo del Instituto Internacional para la Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe (IESalC), y juntos elaboraron un documento que fue titula-do Reforms and Innovation in Higher Education in some Latin Ameri-can and Caribbean Countries. Informe que describe los importantes cambios ocurridos en la educacin superior en los cinco aos transcu-rridos entre 1998-2003, en esta oportunidad se hizo referencia, espec-ficamente, a las mejoras en materia de modernizacin de la formacin universitaria en la regin.

    Entre los principales aspectos que seala el citado documento se encuentran: a) El Desarrollo de Sistemas Nacionales de Evaluacin y acreditacin. b) El Incremento del nmero de instituciones de educa-cin superior y diversificacin de sus modalidades. c) El incremento y diversificacin de las redes acadmicas y asociaciones de universidades como instrumento de cooperacin. d) El uso de las nuevas tecnologas

    Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, MridaJavier Bracho. Responsabilidad social de la educacin superior...

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    de comunicacin e informacin para mejorar la docencia e investiga-cin. e) la internacionalizacin, y f) los proyectos de cooperacin entre la educacin superior y el sector productivo (Tunnermann, 2008: 22).

    Se observa claramente que el aspecto referido al rol protagnico que deben asumir las instituciones universitarias en contribuir a desminuir los indicadores sociales adversos que existen en la regin, no formaba parte de los progresos que experiment la educacin superior en el citado perodo. En este sentido, a doce aos de la CrES 1996 y a diez de la CMES 1998, es necesario preguntarnos: Estn realmente nues-tras instituciones de educacin superior comprometidas con resolver las principales calamidades sociales que afectan considerablemente a la regin?

    respuestas que pueden encontrarse en un trabajo muy bien docu-mentado realizado por lpez Segrera (2008), denominado Impacto del Marco de Accin para el Cambio y Desarrollo de la Educacin Superior. Estudio que se basa en entrevistas realizadas a una serie de investiga-dores expertos y especialistas en el rea educativa sobre la influencia que tuvo la CMES 1998 en la transformacin de los Sistemas Nacionales de Educacin Superior de amrica latina y el Caribe durante la pasada dcada (1998-2008).

    El autor citado indica que tras una dcada de la Conferencia Mundial de 1998, evento donde se establecieron importantes estrategias orien-tadas a modernizar el sector universitario, el mayor impacto se observa en rectores, dirigentes acadmicos, profesores e investigadores de de-terminadas instituciones universitarias de carcter pblico, y tambin de algunas instituciones privadas de excelencia. Contrariamente a lo esperado, se evidenci poco inters en organismos gubernamentales encargados de generar las polticas de educacin superior a nivel es-tadal (p. 45).

    Asimismo, aunque entre los aspectos contenidos en el documento fi-nal de la conferencia de Pars se puntualiza que cada establecimiento universitario debera definir su misin de acuerdo con las necesidades presentes y futuras de la sociedad, construir una cultura de paz, com-batir la pobreza, afianzar las relaciones con el mundo del trabajo sobre nuevas bases y promover la investigacin, entre otras acciones orienta-das a mejorar la calidad de vida de la poblacin; hubo consenso en-tre los encuestados acerca del bajo nivel de compromiso de la Universi-dad en la lucha contra estos problemas (lpez Segrera, ob. cit.:64).

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    En el referido estudio se pueden leer interesantes testimonios que describen la realidad de la educacin superior en la regin. Por ejem-plo, un encuestado expres: Las universidades estn ms comprometi-das con sus propios fines e intereses, sean pblicas o privadas, que con combatir la pobreza. Por su parte, otro entrevistado asever: Las ins-tituciones son muy heterogneas entre s y a su interior: Hay segmen-tos que s se orientan a la solucin de problemas sociales, pero estos segmentos no son los prioritarios ni los ms fuertes; en la mayora de los casos. En el discurso oficial, sin embargo, se mantienen estos temas como razn de ser de la universidad (pp. 64-65).

    Todo lo anterior hace pensar, a manera de conclusin de esta primera parte, que aunque existen investigaciones y proyectos que buscan el bienestar social y superar la pobreza, hay un consenso generalizado en que las instituciones de educacin superior en su gran mayora- estn muy lejos de responder adecuadamente a los problemas sociales que agobian a los pases del rea. Al respecto, finaliza Lpez Segrera (ob. cit.) expresando, existe un nivel de conocimiento terico de estos problemas, pero estos temas no han sido priorizados por las univer-sidades como parte esencial de su quehacer. la voluntad existe, pero las polticas y las acciones son deficientes (p. 65). De all la urgente necesidad de revertir esta situacin para el beneficio de las propias instituciones y de la sociedad en su conjunto.

    RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EDUCACIN SUPERIOR

    Como se evidenci en la parte anterior, los debates y estudios sobre la educacin superior estn colmados de viejas cuestiones no resueltas, especialmente aquellas relacionadas con la responsabilidad social que deberan asumir las organizaciones universitarias con su entorno. En este sentido las instituciones de educacin superior deben entender de-finitivamente que no son entidades aisladas; por el contrario, constitu-yen parte esencial- de una sociedad latinoamericana que atraviesa por momentos realmente difciles, una sociedad inmersa en una realidad sumamente compleja, una sociedad cuyas palabras rectoras son crisis, ruptura y desorden (Pourtois y Desmet:2008:11).

    Situacin que la obliga a la sociedad- a buscar verdaderos aliados que la apoyen en la bsqueda del desarrollo humano que tanto anhelan los ciudadanos que habitan esta parte del planeta. En otras palabras, a pesar de sus tradicionales problemas y de sus escasos recursos presu-puestarios, lleg el momento en que las organizaciones universitarias

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    comiencen a aportar ideas apropiadas que contribuyan a solucionar los problemas reales que padecen los ya deprimidos pueblos de amrica Latina y del Caribe. Especficamente, el trabajo debera ser orientado a disminuir la pobreza y desigualdad social, atacar el desempleo, con-cienciar a la poblacin en el uso racional de los recursos naturales y fomentar una cultura de paz en la regin. Veamos las razones.

    Pobreza y Desigualdad Social: Problemas de Todos Uno de los grandes desafos de la humanidad en las prximas dca-

    das indudablemente tiene que ver con el logro de la disminucin de los alarmantes niveles de pobreza y desigualdad social existentes en el planeta. En la actualidad muchas regiones del mundo, sobre todo aquellas naciones pobres de frica, asia y latinoamrica con economas dbiles y con pocas capacidades de produccin, sufren los embates de la escasez de productos alimenticios y de otros recursos necesarios para la subsistencia de sus habitantes.

    Por ejemplo, el banco Mundial, citado en el documento de la UNESCo denominado Las Metas del Decenio (2009), arroja cifras realmente alar-mantes que sealan, por ejemplo, que el total de seres humanos que vive en la pobreza ms absoluta -con un dlar al da o menos-, ha expe-rimentado un crecimiento que va de 1200 millones en 1987 a 1500 en la actualidad. Si las actuales tendencias continan (que irnicamente es lo ms probable), dicha cantidad alcanzar una astronmica cifra de 1900 millones para el ao 2015.

    as mismo, en el citado documento adems se hace especial nfasis en que la pobreza no slo debe ser definida en trminos econmicos, por cuanto debera ser analizada en un contexto ms amplio donde se tomen en cuenta las consecuencias que este fenmeno trae a la pobla-cin. En otras palabras, cuando se habla de pobreza tambin se est haciendo referencia directa a la malnutricin, reduccin de la esperan-za de vida, falta de acceso al agua potable y condiciones de salubridad, enfermedades, analfabetismo, imposibilidad de acceder a la escuela, a la cultura, a la asistencia sanitaria, entre otras calamidades sociales.

    Particularmente para la regin de Amrica Latina y el Caribe el fla-gelo de la pobreza constituye un tema impostergable que necesita urgentes respuestas por parte de gobiernos, organismos internaciona-les e instituciones consideradas pilares fundamentales de los sistemas democrticos como las universidades. la urgencia aludida en la idea anterior se basa en una preocupante realidad: habitamos en una de las partes del mundo cuya poblacin padece niveles inquietantes de

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    miseria y desigualdad social. Muoz (2008), explica claramente esta circunstancia en los siguientes trminos:

    Vivimos en una regin con brechas sociales abismales, donde la concentracin de la riqueza con sus consecuentes niveles de despojo, son escandalosos. Esta es una de las regiones ms ricas del planeta; pero, al mismo tiempo, est sumida en los ms altos niveles de inequidad, desigualdad y pobreza del mundo. (p. 230)

    Dias Sobrino (2008), tambin reafirma esta situacin cuando seala que:

    En la regin latinoamericana y caribea hay una gran diversidad. De un lado las ms exuberante, rica y diversificada biodiversidad del planeta, con inmensos recursos bio-geogrficos para la vida humana, animal y vegetal. De otro lado, una desigualdad so-cial de las ms perversas y profundas. Hay algunos sectores modernos insertos en los mbitos ms avanzados de la industria mundial, pero el paisaje urbano ms comn en nuestros pases consiste en mbitos deteriorados donde se acumulan enormes masas de pobres y postergados. (p. 110)

    Todo lo anterior da a entender que la situacin de la pobreza en esta parte del mundo es realmente crtica, y lo ms grave es que nada asegura que dicho fenmeno no siga su tendencia de crecimiento. En este mismo orden de ideas es necesario incluir en el anlisis dos situaciones particu-larmente preocupantes en nuestra regin. la primera de ellas tiene que ver con Hait, nacin que sigue siendo el pueblo ms pobre del continente con un ingreso per cpita anual de escasos 490 dlares. Este pas, adems de poseer el porcentaje de escolaridad de adultos ms bajo del rea, se caracteriza por tener la menor tasa del hemisferio en participacin en educacin superior. Es decir, este es el lugar de amrica latina y el Cari-be donde menos jvenes y adultos (tomando en cuenta el porcentaje de la poblacin activa) acude a instituciones universitarias.

    En segundo trmino, no hay que olvidar que los nios y las mujeres son quienes ms sufren los embates de la miseria, ya que alrededor de dos tercios de la poblacin mundial en situacin de pobreza absoluta tiene menos de quince aos, y setenta por ciento de todos los pobres del mundo son mujeres. la poblacin de amrica latina y el Caribe no escapa a esta injusta realidad, puesto que, en palabras de Machado, citada por bracho (2003):

    De los aproximadamente 237 millones de nios menores de 16 aos que hay en la regin de amrica latina, 118 millones son pobres. De ellos, 20 millones menores de 14 aos son nios trabajadores que quedan fuera del sistema escolar o desertan de l. Muchos millones viven en las calles, 6 millones son nios desnutridos y 600 mil mueren anualmente de causas que podran evitarse. la mujer, particularmente la mujer rural, ha sido golpeada doblemente por este aumento de la pobreza. (pp. 78-79)

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    En este contexto, uno de los mayores desafos en los prximos aos de las naciones latinoamericanas y caribeas es disear e implementar nuevas estrategias de desarrollo que permitan revertir esta tendencia al empobrecimiento de sus pueblos. En otras palabras, se hace nece-sario la instrumentacin de polticas de accin con miras a apaciguar y corregir las desigualdades exorbitantes que genera hoy en da la prima-ca de una economa de mercado global. la educacin, y sobre todo, la educacin superior, pueden ser importantes aliados de la sociedad en la consecucin de dichas metas.

    Convivencia en Crisis El tema de la violencia tambin es una materia de obligado abordaje

    cuando nos referimos a los principales problemas existentes en amrica latina y el Caribe. Sin embargo, se debe comenzar por aclarar que la violencia es una circunstancia mundial que ha acompaado histrica-mente al hombre a lo largo de su proceso evolutivo. No obstante, lo que no podemos perder de vista es que dicho fenmeno se ha convertido en las ltimas dcadas en una verdadera calamidad en constante expan-sin con nefastas consecuencias para la sociedad.

    Existen suficientes argumentos para afirmar que aunque la humanidad transita en la actualidad por un paradigma dominado por extraordinarios avances cientficos y por las Tecnologas de Informacin y Comunicacin (TIC), paradjicamente vivimos en un mundo cada vez ms hostil, convul-sionado y deshumanizado. Muestra de ello es que cuando estamos prc-ticamente arribando al primer decenio del tercer milenio todava per-sisten, por ejemplo, enfrentamientos tribales en Somalia y en el Congo -slo por nombrar dos situaciones violentas en el continente africano-, se agravan conflictos de vieja data entre palestinos e israeles, el Tbet (junto a su Dali- lama) no ha podido recuperar el territorio ocupado por China desde 1950; y grandes naciones invaden a pueblos con menos podero militar como afganistn e Irak, por ejemplo.

    adems, ya no nos sorprende leer en los diarios la accin de grupos separatistas como la de ETa en Espaa, la captura de miembros de re-des terroristas como al-Qaeda, o ataques con armas de fuego con saldos trgicos en instituciones educativas -incluidas universidades-, especial-mente en amrica del Norte. asimismo an vive en nuestra memoria la impresionante destruccin de las Torres Gemelas en Nueva york, as como las trgicas consecuencias del atentado en la estacin del metro de barajas, en Madrid. Entre muchos otros hechos deplorables que de-muestran el grado de violencia existente en el mundo.

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    En el caso latinoamericano hay que hacer nfasis en que la violencia es un fenmeno de vieja data en los pases de la regin. Hecho que posiblemente tenga sus races en la sombra herencia que nos dejaron regmenes dictatoriales que predominaron en las naciones del conti-nente suramericano y en el Caribe- particularmente en la primera mi-tad del siglo XX. De igual forma se debe recordar que, por ejemplo, el surgimiento de grupos subversivos como el de las Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FarC), se remonta a los primeros aos de la dcada de los sesenta. Caso similar sucede con otras organizaciones terroristas como Sendero luminoso, grupo que inici sus operaciones en Per a principios de los aos ochenta.

    En aos ms recientes hemos sido testigos de la expansin de cala-midades como el narcotrfico, flagelo que ahora adems de Colombia-, gana continuamente terreno en otros pases, especialmente en Mxico y brasil. as mismo, nos sorprende el crecimiento sostenido del maltrato a la mujer, circunstancia que es el resultado de la creciente descomposi-cin social caracterstica de nuestros pueblos. Completan este sombro panorama las aterradoras cifras de asesinatos que ocurren cada ao en las principales ciudades de las naciones del rea, calamidades que con-vierten a amrica latina en una de las regiones ms peligrosas e insegu-ras del planeta.

    Venezuela merece un aparte especial en este anlisis, por cuanto, ade-ms de sufrir -como las otras naciones de la regin- los rigores de los indi-cadores sociales adversos ya explicados, se observa un fenmeno sin pre-cedentes en su historia contempornea: Su ciudadana est claramente dividida por razones principalmente polticas, situacin que se observa cotidianamente en calles, sitios de trabajo, mercados, transporte pbli-co, parques, hospitales, estadios, playas, centros comerciales. En fin, no hay un lugar en este territorio donde no se perciban indicios de una abierta confrontacin entre el partido de gobierno y grupos opositores.

    En otras palabras, cuando se habla de Venezuela se est haciendo referencia a un pas en constante tensin social, donde es habitual la realizacin de protestas de todo tipo entre las que destacan las mar-chas; especies de movilizaciones de grandes contingentes de personas que son organizadas tanto por militantes oficialistas o por partidarios de sectores de la oposicin. En estas marchas se persigue un objetivo comn: medir fuerzas entre ambos bandos, accin que alimenta un creciente y peligroso antagonismo entre ciudadanos que habitan una misma patria. Como si fuera poco, esta rivalidad es avivada da a da

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    por unos medios de comunicacin (prensa, radio y televisin) que lejos de informar y educar incitan al odio entre la poblacin.

    las ideas contenidas en los prrafos anteriores nos permiten llegar a la siguiente conclusin: Venezuela se caracteriza en la actualidad por pre-sentar una Convivencia Social que est en crisis, circunstancia que lamen-tablemente tiende a agravarse, por cuanto los indicadores de conflictivi-dad que se observan diariamente en la agitada realidad de este pas dan a entender que la crisis de convivencia seguir su lnea ascendente.

    Situacin que demanda una profunda reflexin y reaccin por parte de los ciudadanos venezolanos (y de sus instituciones), ya que no hay que esperar la llegada de lo que Thomas Hobbes, citado por Savater (2008), llam -en su leviatn- el behemot; es decir, la guerra civil (p. 80). adems, existen posibilidades reales de que la crisis de convi-vencia que atraviesa Venezuela pueda propagarse por otras latitudes de amrica latina y el Caribe, por cuanto se han observado situaciones similares en naciones como, por ejemplo, bolivia, Ecuador, argentina; y ms recientemente Honduras, nacin que sufre en la actualidad las tensiones de una explosiva crisis de gobernabilidad.

    Finalmente, el presente anlisis no estara completo si se obviara la peligrosa e inexplicable carrera armamentista iniciada recientemente en Suramrica. Peligrosa, porque sabemos de antemano las nefastas consecuencias de muerte y destruccin que dejan los enfrentamien-tos blicos en cualquier lugar del mundo. Inexplicable, porque con los inmensos recursos que se gastan en la compra de armas (el gasto mi-litar creci en la regin en ms del 50% en la ltima dcada) se sigue restando dinero vital para el desarrollo de la educacin, la salud, la alimentacin y el impulso del empleo para los ms necesitados.

    Es as como es realmente preocupante ver las iniciativas de pases como Venezuela, que adems de estar primera en la lista de mayores compradores de armas en el 2008, contrat con la nacin rusa la com-pra programada de aeronaves, tanques y modernos fusiles de alta pre-cisin. o Colombia, que acord con Estados Unidos el establecimiento de siete bases militares en su territorio. o brasil, que acaba de suscribir con Francia la mayor compra de armamento en su historia (12.312 mi-llones de dlares). o Ecuador, que espera de Venezuela una donacin de un lote de aviones Mirages. O, finalmente, Estados Unidos de Nor-teamrica, que ha puesto nuevamente en funcionamiento en el Caribe la IV Flota, instalaciones que estaban inactivas desde finales de la II Guerra Mundial.

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    En consecuencia, es necesario que nos preguntemos: Qu significados podemos darle a este movimiento armamentista en la regin? Podemos interpretarlo como una estrategia orientada solamente a resguardar la soberana territorial de las naciones? o ser que los gobernantes de turno estn visualizando futuros escenarios llenos de confrontacin y conflictos? Toda lo anterior nos lleva a formular una ltima y triste interrogante: Existen posibilidades reales de acciones blicas entre pases hermanos en pleno siglo XXI? Hay que considerar que el ciuda-dano comn latinoamericano y del Caribe merece justas y adecuadas respuestas a sus comprensibles preocupaciones sobre este tema.

    CONSIDERACIONES FINALES

    Un punto de partida que permita a la educacin superior proyectar acciones orientadas a aportar ideas que contribuyan a combatir las ca-lamidades sociales existentes en latinoamrica y el Caribe debe partir de la siguiente premisa: Existe consenso en que los graves problemas a los que se enfrenta hoy la humanidad tienen solucin, y que se est a tiempo de tomar las medidas necesarias. En este sentido, las institucio-nes universitarias estn llamadas a desempear un rol protagnico en dos aspectos fundamentales que se proponen a continuacin:

    Promover la Construccin de una Nueva Sociedad: El actual esque-ma educativo que promueve el individualismo, el darwinismo social, el consumismo, y la acumulacin interminable y obscena de capital, debe dar paso a la formacin de ciudadanos que puedan construir una sociedad ms justa y solidaria. Una sociedad donde prevalezcan la equi-dad, la honestidad y la igualdad de oportunidades; entre otros valores universalmente aceptados.

    Sentar las Bases de una Cultura de Paz: la urgente necesidad de repensar al hombre como ser social demanda que la universidad pro-mueva el discurso de la no violencia como va para proyectar una perspectiva ms humanstica de convivencia donde tengan cabida la comprensin, la tolerancia, la pluralidad de pensamiento, y el respeto a la vida; entre otros valores propios de un mundo postmoderno y civi-lizado. la idea es que cada profesional que egrese del recinto universi-tario sea un fiel constructor de una cultura de paz.

    En otras palabras, el reto que tenemos en las prximas dcadas es sentar las bases de una sociedad realmente preocupada por alcanzar la felicidad, donde no slo el concepto, sino la prctica de la equidad y la paz juegue un rol fundamental en la vida de las personas. Una utopa?

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  • REFERENCIAS

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    Tal vez, pero parafraseando a Eduardo Galeano (citado por rodrigues, 2008) podemos entender con ms claridad el significado real de tan controversial trmino. La utopa est en el horizonte, nos acercamos dos pasos, y ella se aleja dos pasos. Caminamos diez pasos y ella se corre diez pasos ms all. Por mucho que caminemos, nunca la logra-remos alcanzar. Entonces, nos preguntamos: Para qu sirve la utopa? Sirve para eso, para caminar. Mientras caminamos, aunque no alcance-mos la perfeccin, avanzamos hacia ella, hacia un mundo mejor. Por el contrario, si no caminamos, el fin es inminente.

    Es as como desde nuestras instituciones de educacin superior estamos obligados a continuar caminando, pero esta vez con esperanza y paso fir-me para formar esa masa crtica de ciudadanos calificados, cultos, garan-tes de la paz y respetuosos de la naturaleza. Condicin esencial para que en amrica latina y el Caribe se haga realidad el paso de un paradigma de desarrollo econmico a otro de desarrollo humano sostenible.

    - Aponte, E. (2008). Dinmica de Cambio y Transformacin de la Educacin Superior en el Caribe ante los Retos del Siglo XXI: La Contribucin de la Unesco 1996-2008. En: C. Tunnermann (Ed.). La Edu-cacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Conferencia Mundial de 1998 (pp. 479-517). Pontificia Universidad Javeriana. Cali. Colombia.

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    - Dias Sobrino, J. (2008). Cambios y Reformas en la Educacin Superior. En: C. Tunnermann (Ed.). La Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Conferencia Mundial de 1998 (pp. 95-139). Pontificia Universidad Javeriana. Cali. Colombia.

    - Lpez Segrera, F. (2008). Impacto del Marco de Accin Prioritaria para el Cambio y Desarrollo de la Educacin Superior. En: C. Tunnermann (Ed.). La Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Conferencia Mundial de 1998 (pp. 45-93). Pontificia Universidad Jave-riana. Cali. Colombia.

    - Muoz, M. (2008). Pertinencia y Nuevos Roles de la Educacin Superior en la Regin. En: C. Tunner-mann (Ed.). La Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Confe-rencia Mundial de 1998 (pp. 223-265). Pontificia Universidad Javeriana. Cali. Colombia.

    - Pourtois, J. y Desmet, H. (2008). LEducation Postmoderne. Presses Universitaires de France. Paris. France.

    - Rodrigues, M. (2008). La Internacionalizacin y la Cooperacin Interuniversitaria en la Sociedad del Conocimiento. En: C. Tunnermann (Ed.). La Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Conferencia Mundial de 1998 (pp. 331-365). Pontificia Universidad Javeriana. Cali. Colombia.

    - Tunnermann, C. (2008). La Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Conferencia Mundial de 1998. Pontificia Universidad Javeriana. Cali. Colombia.

    - Savater, F. (2008). La Aventura del Pensamiento. Editorial Sudamericana. Primera Edicin. Buenos Aires. Argentina.

    - Vessuri, H. (2008). De la Pertinencia Social a la Sociedad del Conocimiento. En: C. Tunnermann (Ed.). La Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe: Diez Aos Despus de la Conferencia Mun-dial de 1998 (pp. 459-477). Pontificia Universidad Javeriana. Cali. Colombia.

    - Unesco (2009). Las Metas del Decenio. Recuperado el 20 de septiembre de 2009, de http: //www.eoi.es/decade/hacer.enlace.htm.

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  • autor: Cesar rojas. obra: Vitrinas.Tcnica: oleo sobre tela.

  • DESarrollo loCal: UNa PEa PEa rSPECTIVaSPECTIVaSPECTIV Ta Ta raNSCoMPlEJa.

    pensamiento

    MarIZa JoSEFINa roDrGUEZ (1)

    RESUMENEn las ltimas dcadas se han producido cambios en la sociedad mundial,

    ocasionando alteraciones en todo el sistema. lo que conlleva a los gobiernos locales asumir el papel protagnico propiciando espacios territoriales donde actores sociales y gobiernos locales puedan formular estrategias orientadas a la satisfaccin de las necesidades esenciales de la poblacin dando origen a una nueva y compleja organizacin abarcando las distintas dimensiones que lo conforman. El estado sede protagonismo a la sociedad originando un cambio de paradigma donde el desarrollo local permita la interconexin entre las polticas de estado, sociedad y mercado, generando un nuevo modelo de desa-rrollo sostenible que integre las polticas territoriales, econmicas, sociales y medioambientales en un entorno basado en la cooperacin. Esta interconexin que se da entre los tres elementos origina un nivel de transcomplejidad que logra desarticular todo el modelo hasta ocasionar desorden y caos, sin embargo partiendo del mismo se generar nuevamente el equilibrio.

    Palabras Clave: estado, sociedad, mercado, desarrollo, dimensin, local, complejidad, transcomplejidad.

    Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, MridaISSN: 1856-867X

    recibido: 08/03/2010 / recibido: 08/03/2010 / r aceptado: 12/06/2010

    (1) Mariza Josefina Rodrguez. Economista (ULA), Especialista en Gerencia de Recur-sos Humanos (UNESR), Cursante del Doctorado en Ciencias Gerenciales. UNEFA Mrida. [email protected]

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  • Revista Voces: Tecnologa y pensamiento. Volumen 4, N 1-2, Enero Diciembre 2009, IUTEjido, MridaMariza J. Rodrguez. Desarrollo local: Una perspectiva transcompleja

    ABSTRACTIn the last decades changes have taken place in the world society, causing alterations in the whole system. What carries the local governments to assu-me the leading paper propitiating territorial spaces where social actors and local governments could formulate strategies orientated to the satisfaction of the essential needs of the population giving origin to a new and complex organization including the different dimensions that shape it. The condition sedates protagonism to the society originating a change of paradigm where the local development allows the interconnection between the policies of condi-tion, society and market, generating a new model of sustainable development that integrates territorial, economical, social and environmental policies. in an environment based on the cooperation. This interconnection that is given between three elements originates a level of transcomplejidad that manages the whole model dismantles up to causing disorder and chaos, nevertheless departing from the same one the balance will be generated again.

    Key Words: state, society, market, development, dimension, place, complexity, trans-complexity.

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    loCal DEVEloPMENT:a TraNS-CoMPlEX PErSPECTIVE

    INTRODUCCINEl desarrollo local debe corresponderse con las necesidades de las

    diferentes comunidades que lo integran; para ello, se requiere armonizar las dimensiones que se reflejan a travs de los promotores comunitarios, por cuanto a ellos les corresponde asumir el liderazgo, haciendo posible aquello que luce poco probable, todo aquello que nos lleva a proyectar, a que todo est en el lugar que debe estar, an en contextos altamente inciertos. las estructuras en que se concibe el poder local estn llamadas a dar respuestas consustanciadas y pertinentes a los diferentes grupos humanos en bsqueda del bienestar colectivo con la eficiencia y oportu-nidad que demandan las soluciones.

    Para atender los requerimientos municipales, los entes que lo conforman han sido dotados de una serie de herramientas polticas, econmicas, y tec-nolgicas, que acompaadas del capital social con el que cuentan, disponen de los recursos para atender diferentes y mltiples problemticas en las

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    comunidades que corresponde atender. Es por tanto una necesidad que los recursos sean aprovechados al mximo de forma ptima, con la finalidad de generar progreso humano con desarrollo sustentable.

    Para analizar el desarrollo local desde la perspectiva transcompleja es preciso definir la metodologa que guiar el estudio de las dimensio-nes, las lgicas y sus contextos, de manera que, se tome en considera-cin lo multidimensional que caracteriza la problemtica socio cultural de la comunidad.

    la investigacin que fundamenta este artculo est enmarcada dentro del anlisis del desarrollo local desde la perspectiva transcompleja. la investigacin se desarrolla en tres puntos importantes: el desarrollo local desde la perspectiva de la transcomplejidad considerando la insercin de lo local con el mbito global con la participacin del mercado, la socie-dad y el estado; un anlisis crtico del desarrollo local desde la trasncom-plejidad con la intervencin de tres elementos como son la complejidad, el caos y la incertidumbre y un punto importante como es la gerencia transcompleja. De manera que el propsito de la investigacin consiste en abordar el desarrollo local identificando las variables que lo afectan como un problema complejo. la estructura de esta investigacin sirve de base para la publicacin del artculo considerando lo antes sealado.

    Sustento Terico y ConceptualEl estudio aborda el anlisis del concepto de desarrollo local y sus prin-

    cipales vertientes para lo cual es importante sustentarlo en base terica en cuanto a las definiciones del desarrollo local, la complejidad, pers-pectivas transcomplejas, las organizaciones transcomplejas, enfoque sistmico, planificacin estratgica, complejidad incertidumbre y caos, gerente transcomplejo.

    Segn Prez y Carrillo (2000), el Desarrollo local es un proceso de crecimiento econmico y cambio estructural que conduce a una mejora del nivel de vida de la poblacin local, creando empleo, renta y rique-za por y para la comunidad local (Manual de Desarrollo local). Este planteamiento del crecimiento y del desarrollo econmico se basa en la microeconoma y contempla tres tipos de polticas econmicas inte-rrelacionadas: polticas econmicas sectoriales, polticas territoriales y polticas medioambientales. Segn la CEPal, el Desarrollo local es un proceso de crecimiento y cambio estructural que mediante la utiliza-cin del potencial de desarrollo existente en el territorio conduce a la mejora del bienestar de la poblacin de una localidad o una regin

  • Para el investigador, cuando la comunidad local es capaz de liderar el proceso de cambio estructural, la forma de desarrollo se denomina desa-rrollo local endgeno. los cambios producidos en la forma de actuar y en-frentar los problemas de la sociedad, cada vez, se presentan con mayores desafos que se le deben responder con audacia y visin de constructor. lo que hace posible la presencia de la complejidad en la vida moderna en todas sus expresiones. la sociedad como expresin del ciudadano en comunidad refleja los diferentes modos de percibir y actuar las personas en la bsqueda de soluciones a sus necesidades. En este sentido, como cuerpo social, la comunidad se ha dado estructuras entre las cuales resal-ta la forma de gobernarse. El gobierno local tiene la responsabilidad de constituir la expresin ms acabada de la representacin del ciudadano en la bsqueda del desarrollo.

    Por lo que, Morin (2001), define siete principios bsicos que guan el pensamiento complejo, considerndolos complementarios e interdepen-dientes. Sita:y el principio sistmico u organizacional bajo el que se relaciona el

    conocimiento de las partes con el conocimiento del todo;y el principio hologramtico que incide en que las partes estn dentro

    del todo y el todo est en cada parte;y el principio retroactivo que refleja como una causa acta sobre un

    efecto y, a su vez, ste sobre la causa;y el principio recursivo que supera la nocin de regulacin al incluir el

    de auto produccin y auto-organizacin;y el principio de autonoma y dependencia en el que expresa la au-

    tonoma de los seres humanos pero, a la vez, su dependencia del medio;

    y el principio dialgico que integra lo antagnico como complemen-tario;

    y el principio de la reintroduccin del sujeto que introduce la incerti-dumbre en la elaboracin del conocimiento al poner de relieve que todo conocimiento es una construccin de la mente.

    a travs de estos principios es preciso, tomar en cuenta la relacin con el contexto, complejizar la nocin de contexto para darle movimiento, es decir, ver la trama en devenir como un tejido que teje y se desteje.

    Todo cambio nos lleva a la incertidumbre, hacia la comprensin del des-orden, hacia el propio conocimiento de la identidad de la organizacin y al reconocimiento de aquello que la hace diferente. El autor hace la invitacin a pensar, la incertidumbre como un proceso complejo, que explora, asume, nos lleva al caos hasta conjugar los efectos sistmicos en todas las partes

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  • de la organizacin con el fin, no slo de hacer el proceso de cambio ms efectivo, sino de preparar a la organizacin para enfrentar nuevos cambios, parte vital de la supervivencia en el mundo globalizado.

    El problema de la complejidad es especialmente patente en las cien-cias sociales, que deben tratar con un gran nmero de factores humanos, econmicos, tecnolgicos y naturales fuertemente interconectados. En este caso la dificultad se multiplica por la imposibilidad de llevar a cabo experimentos y por la propia intervencin del hombre como sujeto y como objeto (racional y libre) de la investigacin.

    la mayor parte de los problemas con los que tratan las ciencias sociales son de gestin: organizacin, planificacin, control, resolucin de proble-mas, toma de decisiones, etc. En nuestros das estos problemas aparecen por todas partes: en la administracin, la industria, la economa, la defensa, la sanidad, la comunidad etc. Por lo que, L. von Bertalanffy (1968): define Un sistema es un conjunto de unidades en interrelacin.

    El enfoque de sistemas aparece para abordar el problema de la compleji-dad a travs de una forma de pensamiento basada en la totalidad y sus pro-piedades que complementa el reduccionismo cientfico. El autor, Ferdinand de Saussure (1931) lo define como: Sistema es una totalidad organizada, hecha de elementos solidarios que no pueden ser definidos ms que los unos con relacin a los otros en funcin de su lugar en esa totalidad.

    En los ltimos tiempos se est extendiendo el uso del trmino Ciencias de la Complejidad para referirse a todas las disciplinas que hacen uso del enfoque de sistemas.

    DESARROLLO LOCAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA TRANSCOMPLEJIDAD

    las transformaciones econmicas de las ltimas dcadas han provocado la aparicin progresiva de nuevos modelos de desarrollo a toda escala, la aparicin de estos modelos contradice la idea de que existan leyes determinantes del desarrollo econmico. Estos modelos de desarrollo han propiciado la aparicin de nuevos actores que pueden influir en el proceso de transformaciones econmicas y sociales, actores como: ins-tituciones locales, administracin local, actores privados y colectivos, ofreciendo oportunidades nuevas para el desarrollo, por lo que, se puede definir, como un proceso de crecimiento econmico y de cambio estructural que propicia una mejora del nivel de vida de la colectividad (Vzquez barquero, 1996).

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  • En este contexto, las comunidades locales tienen ciertas posibilida-des (y tambin responsabilidades) para promover su propio desarrollo. Desarrollo que se logra con la participacin del Capital Humano, Social, Econmico, el Sector Financiero Especializado Territorialmente y el Sistema de innovacin Territorial. Con la participacin de todos estos factores se logra el Crecimiento Econmico.

    ahora bien, el Desarrollo Local (DL), surge como un Nuevo Enfoque regional cuya consecuencia requiere la aplicacin de instrumentos innovadores de organizacin y participacin, como son: el generar ac-tividades econmicas tales como la creacin de microempresas, la or-ganizacin de redes de interdependencia entre empresas y actividades ligadas al mercado, valoracin de los recursos endgenos existentes y lograr el desarrollo sostenible y sustentable en el tiempo. Este Dl viene con actos o acciones especficas llevadas a cabo por el gobier-no, por uniones empresariales y grupos comunitarios, generalmente en combinacin, para generar logros econmicos y de empleo en un rea especfica, conocidas esta como iniciativas de desarrollo local. Consi-derando a los actores locales, como la unidad primaria con la que se conforma el proceso de desarrollo local; en donde su intencin para desarrollarse debe incluir las acciones necesarias que definan el camino a seguir, as como su participacin directa en el accionar, es decir, en la ejecucin de las iniciativas en conjunto con las acciones y actividades proactivas del gobierno local y esto es necesario con la aparicin de lderes capaces de animar procesos de movilizacin y participacin de actores hacia el desarrollo local. Cualquier estrategia, necesita de la interaccin de los diferentes actores locales. Francisco alburquerque en Reflexiones sobre iniciativas de desarrollo local en Brasil, Argen-tina y Chile, seala: En dichas iniciativas de desarrollo local resalta igualmente la importancia del liderazgo asumido por los mximos res-ponsables municipales en la promocin del desarrollo econmico local, asumiendo de ese modo las nuevas funciones de la gestin municipal como animadores y constructores de espacios de concertacin de acto-res locales, pblicos y privados, para la elaboracin de una estrategia territorial de desarrollo.

    Dentro de este contexto, podemos definir qu es el desarrollo local?, es un encuentro de actores locales para articular fortalezas y recursos en pro del desarrollo de un territorio definido, dentro de una actuacin tica y respetuosa de la cultura y el ambiente. Por tanto, el desarrollo local se fundamenta en una promocin de esos espacio para hacerlos sustentable.

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  • De acuerdo a las implicaciones en que se manifiesta el desarrollo lo-cal. Por qu se dice que es un proceso transcomplejo? la respuesta parte de considerar que:

    1.- la concurrencia de organizaciones transcompleja con altos niveles de diversidad, institucionales y actores locales, surgiendo inmensas cantidades de informacin para el diseo y desarrollo de las polticas y programas que se demandan.2.- Diversidad de lgicas e intereses locales, insercin dinmica de lo local con el mbito global.3.- Intensidad de intercambio de informacin entre los agentes del desarrollo local y global.

    Por las anteriores caractersticas de organizaciones complejas, se dice que el desarrollo local es transcomplejo por sus altos niveles de cambio e incertidumbre. Considerando al desarrollo local como un modelo de gestin donde se articule la Sociedad, el Estado, y el Mercado, cuya condicin sea buscar la equidad, sustentabilidad y gobernabilidad (Garda, 2004).

    En el planteamiento de este nuevo modelo de desarrollo, el Estado debe jugar un papel fundamental de rector y orientador, donde garantice la par-ticipacin de sujetos actores con sentido de riesgo innovador donde par-ticipen sectores vinculados a la economa popular, pequeos y medianos productores. El desarrollo local considera la transformacin econmica del pas, mediante el trabajo, hasta alcanzar una calidad de vida digna para todos. El objetivo del desarrollo local, es cambiar el modelo econmico rentista-mono productor para transformar radicalmente el conjunto de re-laciones de produccin de la sociedad y desterrar la pobreza en Venezuela. lo que se busca es ampliar y profundizar la democracia econmica, (vase rodrguez, 2001), enfatizar la cultura de trabajo y la produccin, eliminar progresivamente la dependencia del ingreso petrolero, diversificando la no petrolera y estimular la produccin local, con la participacin autoges-tionaria de todos los venezolanos, propiciando diversas formas de propie-dad y de relaciones de produccin y consumo. y para esto se debe contar con un desarrollo humano, proceso que permite ampliar las oportunidades de las personas, para hacer que el crecimiento del pas sea democrtico y participativo. Se evidencie el acceso al ingreso, al empleo, a la educacin y a la salud en un entorno limpio y seguro. Para que esto sea posible, todos deben tener la oportunidad de participar en las decisiones comunitarias y disfrutar de la libertad humana, econmica y poltica (rodrguez, 2001). Por lo que el Desarrollo local se puede considerar como un proceso, en el que lo social se integra a lo econmico y a lo ecolgico.

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  • El Desarrollo local comprende los derechos humanos fundamentales como principal objetivo, de manera que se tome al ser humano en su to-talidad. Pero adems busca que los hombres se capaciten para: alcanzar el desarrollo personal y comunitario, transformar sus propios recursos para producir nuevas fuentes de empleo, interactuar con la naturaleza y la tecnologa, preservar el medio ambiente y aprovecharlo correctamen-te, desarrollar sus regiones y elevar la calidad de vida.

    Con todos estos cambios es importante sealar que en el viejo modelo Neoliberal no se planificaba sino en funcin de la empresa, siendo esta la que manejaba y dominaba el mercado. En tanto, en el nuevo modelo social la participacin de los gobiernos locales y los ciudadanos en el proceso de adaptacin de las decisiones debe estar orientada a alcanzar un estado de bienestar colectivo, cuyo eje principal de accin debe estar bajo la direc-cin del estado. Por lo que se pude concluir que el desarrollo es un proceso de mejoramiento de sus tres dimensiones mercado-estado-sociedad, ju-gando un papel muy importante cada uno de ellos en el Desarrollo local, conocidas como la lgica del Desarrollo local.

    A.- Para el investigador, la Lgica del Estado: se logra mediante la iniciativa de la comunidad y permite crear un entorno local que estimu-le la produccin y favorezca el desarrollo sostenible a travs de: pro-mocin del desarrollo local, dotacin de infraestructura, informacin y asesoramiento, incorporacin de modelos gerenciales, incentivos para la creacin de empresas, capacitacin de los recursos humanos de la mu-nicipalidad y la implementacin de polticas que garanticen confianza, seguridad y condiciones para la inversin.

    B.- En cuanto a la Lgica del Mercado: donde un sistema de produccin especfico permite a los agentes locales (la comunidad) usar eficientemen-te los factores productivos y alcanzar los niveles de productividad que les permita ser competitivos. Por lo que: impone la competitividad en cuanto a calidad y precio, mejoramiento tecnolgico, innovacin tecnolgica, or-ganizacin y conocimiento de la regin., organizaciones de redes de inter-dependencia entre empresas y actividades ligadas a los mercados y la iden-tificacin de las potencialidades locales para el desarrollo del mercado.

    C.- La Lgica de la Sociedad: de los actores econmicos sociales (comu-nidad que produce) con las instituciones locales, formando un sistema de relaciones que incorporan los valores de la sociedad al proceso de desarro-llo, esto se logra con: la cooperacin en la organizacin de la comunidad, organizacin de la sociedad que cuente con liderazgo y confianza, partici-pacin que genere altos niveles de capital social, creacin de espacios de

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  • intercambio e interrelaciones sociales que fortalezcan la construccin de sujetos sociales autnomos , generacin de sentimientos de identidad y per-tenencia hacia la comunidad., concientizacin de la responsabilidad social e identificacin de las potencialidades locales para el desarrollo endgeno.

    Para concluir se puede decir que es fundamental una poltica social que apunte a la generacin de actores locales; para el desarrollo, al for-talecimiento de las organizaciones locales, a la creacin de mbitos de participacin en la elaboracin, ejecucin, y evaluacin de las polticas sociales, y el diseo de nuevas formas de articulacin entre el Estado, el Mercado, y la Sociedad.

    Una vez analizadas y entendidas las lgicas se pueden desarrollar las dimensiones en las cuales se apoya el desarrollo local. Siendo estas in-numerables. En este contexto se desarrollaran cinco (05) de ellas, estas son: la Tecnolgica, la ambiental, la Territorial, la Social y la Econmica. Por lo que el contexto, dentro de los cuales se encierra estas dimensiones se pueden enfocar, segn el investigador:

    A.- En lo tecnolgico, las nuevas tecnologas de informacin, los siste-mas de transporte y las telecomunicaciones facilitan y refuerzan el funcio-namiento y la interaccin de las organizaciones. Se est implantando un nuevo paradigma tecnolgico, a partir del desarrollo de las tcnicas de la informacin, que viene dispuesto a realizar modificaciones en los proce-sos urbano-regionales de organizacin. las nuevas tecnologas de comu-nicacin han creado un universo particular; una relacin espacio-tiempo diferente, que afecta de manera decisiva a los vnculos establecidos entre el hombre y su entorno fsico y cultural (Castells, 1996). las innovaciones tecnolgicas que se han ido aplicando en el mbito de las telecomunica-ciones han contribuido al desarrollo de una sociedad cada vez ms interre-lacionada, propiciando en paralelo la globalizacin cultural.

    B.- En lo Ambiental, no se concibe como un mero soporte de actividades sino como un mbito donde se entretejen relaciones para el bienestar de la sociedad. Dentro de estas tendencias el Desarrollo local surge como nuevo enfoque regional, cuya consecucin requiere de la aplicacin de instrumen-tos o mecanismos innovadores de organizacin y participacin. reciente-mente, la Geografa ha absorbido las nuevas aportaciones del Desarrollo lo-cal pero estas se han aadido a los planteamientos precedentes sin producir una revisin crtica. En las aportaciones geogrficas y sociolgicas la dimen-sin territorial es vista, sobre todo en funcin del comportamiento humano, respecto al modo en el que este estructura a la sociedad en lo territorial.

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  • C.- En lo Territorial: en la bsqueda de un proyecto integral de de-sarrollo para el territorio, la comunidad tiene una importante respon-sabilidad, conjuntamente con los actores locales y para eso se debe optar por la especializacin funcional del territorio, analizando sus po-tencialidades. En funcin de esta especializacin se debe establecer el planteamiento territorial. Dicho planteamiento debe estar basado en un programa de desarrollo local donde se considere la valoracin del patri-monio natural y cultural y el afianzamiento de la identidad local. El Desa-rrollo local, en el contexto de la globalizacin, implica un desafo mayor, consistente en generar dinmicas tendientes a fortalecer a las ciudades como centros de prcticas productivas, polticas, culturales y sociales. bajo sta concepcin, los gobiernos locales se convierten en gestores y promotores del desarrollo local.

    En la actualidad, para asumir el reto sealado, ante las nuevas tenden-cias de organizacin territorial, es necesario disear nuevas estrategias de Desarrollo regional y local. Para todos los actores que participan en el Desarrollo local es prioritario, no solo una transformacin interna de los entes de gestin, sino la instrumentacin de mecanismos de gestin ms acorde a las nuevas exigencias y a las realidades locales.

    D.- En lo social: la dimensin social abarca desde la promocin social a escala barrial, hasta directrices para las polticas sociales nacionales. Se acentan los fuertes vnculos del desarrollo econmico local con lo social. Esta dimensin parte de las siguientes premisas: conocer las necesidades de la sociedad, el reconocimiento de los actores locales, suficientes cono-cimientos de las tradiciones y costumbres de la comunidad, as como de las formas de organizarse y de los conocimientos de los problemas y necesida-des existentes en las comunidades. De igual manera, se exige la activa parti-cipacin poltica de todos los actores sociales en la toma de decisiones.

    E.- En lo Econmico, los sistemas productivos y los mercados adquie-ren paulatinamente dimensin global. la globalizacin afecta el sistema de produccin de las naciones desarrolladas y atrasadas, as como de las ciudades grandes, pequeas y medianas: el fortalecimiento de los sistemas locales de empresas, la creacin de redes de subcontratacin, la externali-zacin de sistemas de produccin y la introduccin de formas ms flexibles de organizacin de las grandes empresas han permitido mejorar la produc-tividad de las ciudades y regiones urbanas innovadoras , (Scott, 1998).

    los cambios globales sealados inciden en los aspectos productivos, geogrficos, polticos y socioculturales en una dimensin que transforma el escenario de actuacin de los diferentes espacios territoriales.

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  • ANLISIS CRTICO DEL DESARROLLO LOCAL DESDE LA TRANSCOMPLEJIDAD (COMPLEJIDAD, INCERTIDUMBRE Y CAOS).

    El desarrollo local es un sistema que est inmerso en un medio ambiente dinmico e inestable, as como en un entorno social, tecnolgico, territo-rial, y econmico, en constante relacin, ya que estos entregan productos, servicios, o informacin, y a su vez pueden estar recibiendo de la misma forma productos, servicios o informacin. razn esta por la que este siste-ma puede ser considerado como redes sociales complejas.

    a medida que se incrementan las vas de comunicacin internas y ex-ternas entre sociedad, estado y mercado va aumentando la CoMPlEJIDaD del desarrollo local sustentable, requiriendo capacidad y disposicin para aislarla. la complejidad de la vida local y las demandas para atender las necesidades colectivas estn dadas por la multidimensionalidad que se expresa en los diferentes problemas y formas de ser abordados por un medio globalizado. Por lo antes expuesto, la complejidad es el resultado del crecimiento en el nmero de variables, los elementos con los que cuenta y las relaciones que se dan entre stos.

    Un sistema se considera estable, hasta el momento en que aparezca un elemento perturbador, desde all comienza a aumentar su complejidad incrementando el grado de desorden en los sistemas estables, tendiendo a ser aun ms complejas y posteriormente caticos. otros aspectos a considerar en el incremento de la complejidad dentro del sistema es resistencia al cambio, pertinencia social, innovacin tecnolgica, entre otros, y las relaciones e interrelaciones entre ellos, a medida que aumen-ta el desorden aumenta la complejidad.

    la evolucin de los cambios de estado de los Sistemas Complejos, se producen obedeciendo a pequeos cambios en los elementos que cons-tituyen el sistema y que se traducen en cambios en todo el sistema, lo que genera una ruptura del orden, sin embargo partiendo del mismo se generar nuevamente el equilibrio.

    Un sistema tiende a estar en estado de equilibrio si no existe un ele-mento perturbador, pero si este elemento existe, el sistema pierde el equilibrio y comienza un proceso de caos progresivo, hasta alcanzar el punto de bifurcacin. En este punto, que es un evento o un aconteci-miento que ocurre al azar, el sistema tiene dos opciones.

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  • 1. regresa al estado de equilibrio original que se le conoce como re-troalimentacin negativa.2. a travs de un proceso de retroalimentacin positiva, comienza a auto organizarse para evolucionar en una nueva estructura: la estruc-tura disipativa o dispersiva se denomina as debido a que consume mucho ms energa que las estructuras originales. Esta apreciacin es la que permite afirmar que del caos puede nacer el orden.

    LA GERENCIA TRANSCOMPLEJA Y EL DESARROLLO LOCAL CMO LO SOLUCIONARIA UN GERENTE TRANSCOMPLEJO?

    la compleja situacin actual de los sistemas permite abordar los pro-blemas presentados realizando un anlisis contextual, considerando los conceptos de desarrollo organizacional, entorno y estrategia en cuya red se integra. Se hace referencia a los nuevos enfoques en estos espacios y se particulariza en la necesaria relacin dialgica entre la planificacin estratgica y el aprendizaje organizacional en el contexto de la sociedad presente. El entorno presente se caracteriza por turbulentas transforma-ciones en las dimensiones especficamente la econmica, poltica y so-cial; dicho entorno, se distingue adems, por la presencia predominante y generalizada del enfoque gerencial en todos los sectores de la socie-dad. Consecuentemente, las organizaciones conciben su desarrollo como un proceso continuo y participativo, sustentado en el conocimiento, el aprendizaje, la responsabilidad social y el crecimiento, que le permita responder y reaccionar con oportunidad a las necesidades y a los cambios situacionales cada vez ms complejos.

    Por lo que, se deben adoptar estrategias organizacionales congruentes, que contemplen la conformacin de un sistema reticular y articulado, que le impriman flexibilidad y desarrollen su capacidad de adaptacin, cons-tituyen entonces, un dominio para la consecucin del xito organizacio-nal. Con el anlisis del entorno, est condicionado precisamente, por la influencia de factores exgenos -culturales, tecnolgicos, educacionales, polticos, legales, sociales y econmicos- concretos en determinadas cir-cunstancias histricas. Para facilitar el anlisis del entorno, algunos auto-res proponen clasificarlo en genrico, que agrupa a todos los elementos que afectan por igual al conjunto de las organizaciones en un tiempo y espacio determinados, y en especfico, que se refiere a aquellos factores que influyen sobre los resultados de un grupo de empresas con caracte-rsticas comunes. En palabras de Kast y ronsenzweig, el primero alude a un medio social general, que afecta a todas las organizaciones en una sociedad determinada y el segundo a un medio especfico, que afecta a organizaciones individuales directas.

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  • Afrontar la incertidumbre del entorno, sea del genrico o el especfico, implica la elaboracin de una estrategia que contemple las complejida-des inherentes a sus propias finalidades. Por tanto, el xito de un sistema organizacional depender de la flexibilidad y adaptabilidad del sistema, y de su capacidad de activacin y movilizacin de recursos para responder congruente, equilibrada y factiblemente a las nuevas necesidades sociales surgidas por las cambiantes condiciones ambientales.

    CONCLUSIONES Para abordar con xito el desarrollo local desde la perspectiva trans-compleja se deben identificar las variables que lo afectan como un pro-blema complejo, donde la gente debe ocupar el centro de toda accin, tomando en cuenta:

    y la transcomplejidad de las lgicas yy la transcomplejidad desde las dimensiones:

    El desarrollo local es parte de las organizaciones complejas, la integra-cin de gerencias complejas conllevan a una gerencia transcompleja.El desarrollo local integra a ms de una organizacin compleja, ya que cada organizacin compleja derivada de las dimensiones tiene a su vez una gerencia compleja.

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    REFERENCIAS

    - Albuquerque F. La importancia de la produccin local y la pequea empresa p