Viveza Criolla

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La Infaltable Viveza Criolla ALGUNAS PERSONAS SE APROVECHAN DE OTRAS APLICANDO TÁCTICAS DE ENGAÑO, QUE FLUCTÚAN ENTRE LIGHT Y COMPLEJAS. la chica siempre ande “ remando” a sus compañeros de trabajo para que la inviten a comer, pero cuando es una viveza criolla inocentona. “Esta vez pago yo”, dijo Camila. Y sus compañeros se miraron entre si, cada uno con la boca abierta, incrédulo; uno de ellos se le acercó a la chica y le tocó la frente para confirmar sí tenía fiebre. No… la temperatura era normal. Ella sacó su tarjeta de débito ante el cajero del banco. Sus amigos esperaban afuera, pellizcándose uno con otro para saber sí era verdad. “No me da dinero…”, grito Camila. Intentó una, dos, tres veces y nada. “Muchachos, paguen ustedes ahora, que para la próxima si les costeo”, proclamó aquella. A ellos no les quedó otra que invitarla de nuevo y se fueron con la curiosidad de saber sí en esa cuenta había o no saldo. Igual, al final de la comida Camila quiso apoyar. “Chicos, tomen, ahí está mi contribución” y arrojó a la mesa, según ella, la única moneda que tenía… la de 50 centavos. Sin embargo, hay casos más graves, aquellos enmarcados en la estafa. El más común es el conocido como “el paquetazo”. El último caso de irresponsable viveza criolla consistió en introducir dosis de metanol en los licores para obtener más ganancias, en detrimento de los consumidores y dejando un saldo de casi medio centenar de muertos en Ecuador. Que

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Nos relata sobre la astucia de ciertas personas

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La Infaltable

Viveza Criolla

ALGUNAS PERSONAS SE APROVECHAN DE OTRAS APLICANDO TÁCTICAS DE ENGAÑO,

QUE FLUCTÚAN ENTRE LIGHT Y COMPLEJAS.

la chica siempre ande “ remando” a sus compañeros

de trabajo para que la inviten a comer, pero cuando

es una viveza criolla inocentona.

“Esta vez pago yo”, dijo Camila. Y sus compañeros se miraron entre si,

cada uno con la boca abierta, incrédulo; uno de ellos se le acercó a la

chica y le tocó la frente para confirmar sí tenía fiebre. No… la

temperatura era normal. Ella sacó su tarjeta de débito ante el cajero del

banco. Sus amigos esperaban afuera, pellizcándose uno con otro para

saber sí era verdad. “No me da dinero…”, grito Camila. Intentó una, dos,

tres veces y nada.

“Muchachos, paguen ustedes ahora, que para la próxima si les costeo”,

proclamó aquella. A ellos no les quedó otra que invitarla de nuevo y se

fueron con la curiosidad de saber sí en esa cuenta había o no saldo. Igual,

al final de la comida Camila quiso apoyar. “Chicos, tomen, ahí está mi

contribución” y arrojó a la mesa, según ella, la única moneda que tenía…

la de 50 centavos.

Sin embargo, hay casos más graves, aquellos enmarcados en la estafa. El

más común es el conocido como “el paquetazo”. El último caso de

irresponsable viveza criolla consistió en introducir dosis de metanol en los

licores para obtener más ganancias, en detrimento de los consumidores y

dejando un saldo de casi medio centenar de muertos en Ecuador.

Que