VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos;...

21
148 Cuadernos de filosofía latinoamericana VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA DE EDUCACIÓN EN FERNANDO GONZÁLEZ OCHOA 1 Diego Alejandro Rincón Rojas Universidad Santo Tomás Resumen Del maestro Fernando González Ochoa se han dicho y escrito muchas cosas. Se le ha tildado de ateo, rebelde, mal hablado; pero se olvida que fue un místico que buscó llegar a una comunión con la Intimidad (Dios), un hombre amante de la vida; se olvida su labor de maestro de escuela que quiso formar hombres auténticos, sacándolos de su vida de rebaño y dándoles el lugar que se merecen. El presente trabajo tiene como obje- tivo, a partir de la lectura de algunas de sus obras, indagar sobre el pensamiento antropológico y educativo del maestro Fernando González Ochoa. Presento al lector al Fernando González que encontré a lo largo de mi lectura de sus obras y del diverso material consultado para este trabajo. He sido lo más fiel posible a su pensamiento, realizando una actividad hermenéutica en la que busco presentar la comprensión propia del autor ante el contexto que le tocó vivir, el cual le sirvió de pretexto para escribir sus textos. Palabras clave Fernando González Ochoa, filosofía latinoamericana, educación, antropología filo- sófica. 1 El presente artículo es una síntesis de la tesis de grado para la Maestría en Filosofía Latinoamericana, que lleva el mismo título.

Transcript of VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos;...

Page 1: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

148 Cuadernos de filosofía latinoamericana

VISIÓN DEL HOMBRELATINOAMERICANO Y LA IDEADE EDUCACIÓN EN FERNANDO

GONZÁLEZ OCHOA1

Diego Alejandro Rincón RojasUniversidad Santo Tomás

Resumen

Del maestro Fernando González Ochoa se han dicho y escrito muchas cosas. Se le hatildado de ateo, rebelde, mal hablado; pero se olvida que fue un místico que buscó llegara una comunión con la Intimidad (Dios), un hombre amante de la vida; se olvida sulabor de maestro de escuela que quiso formar hombres auténticos, sacándolos de suvida de rebaño y dándoles el lugar que se merecen. El presente trabajo tiene como obje-tivo, a partir de la lectura de algunas de sus obras, indagar sobre el pensamientoantropológico y educativo del maestro Fernando González Ochoa. Presento al lector alFernando González que encontré a lo largo de mi lectura de sus obras y del diversomaterial consultado para este trabajo. He sido lo más fiel posible a su pensamiento,realizando una actividad hermenéutica en la que busco presentar la comprensión propiadel autor ante el contexto que le tocó vivir, el cual le sirvió de pretexto para escribir sustextos.

Palabras clave

Fernando González Ochoa, filosofía latinoamericana, educación, antropología filo-sófica.

1 El presente artículo es una síntesis de la tesis de grado para la Maestría en Filosofía Latinoamericana, quelleva el mismo título.

Page 2: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 149

Abstract

About master Fernando González Ochoa there have been said many things. He has beencalled atheist, rebel, bad speaking guy, but it’s forgotten that he was a mistic who lookedfor a comunity with the Intimacy (God), a lover of life; his labor as school teacher is alsoneglected, as is the fact that he wanted to form authentic men, taking them out from theirflock life and putting them in their corresponding place. The present research work pretendsto investigate, from the readings of some of his books, the anthropological and educationalthought of master Fernando González Ochoa. Here I present to the reader the FernandoGonzález Ochoa I found in my readings of his works and in the material I consulted forthis paper. I´ve been as true as possible to his thought, and I have done a hermeneuticactivity in which I pretend to show his self-comprehension about the life context in whichhe lived, context that served him as pretext to write his books.

Key words

Fernando González Ochoa, Latinamerican philosophy, Education, Philosophicalanthropology.

Introducción

Para poder comprender la obra y el pensa-miento de Fernando González Ochoa, hayque acercarse al maestro con disposición deescucha, de dejarse remover internamente eincluso de sentir hastío de nuestra condiciónde hombres vanidosos y copiadores de mo-delos ajenos. Como diría Ernesto OchoaMoreno al hablar de la obra de Fernando

González:

Lo importante, para encontrarse con Fer-nando González, no es oír hablar de él,sino hundirse en la lectura de sus obras.Para quien se acerque despreveni-damente, esa lectura será un descubri-

2 Ernesto Ochoa Moreno, “De la rebeldía al éxtasis”, Revista Panorama (revista de las compañías Shell enColombia) 27 (1994), p. 38.

miento. Ahí, en sus libros, hay que abre-var para encontrar un mensaje desalvadora rebeldía, de autenticidad, devitalidad, de emoción ante la vida, debúsqueda incansable de la verdad, desinceramiento ante uno mismo, ante losdemás, ante Dios2.

La obra de Fernando González sólo puedecomprenderse desde la arrolladora capacidadde pasión por la vida de su autor; su lucidezde pensamiento y análisis; su voluntad de sin-ceridad y desnuda inocencia.

Nuestro viaje a pie por el pensamiento del maes-tro González se ha hecho en cinco capítulos quese desarrollan de la siguiente manera:

Page 3: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

150 Cuadernos de filosofía latinoamericana

1. Tras las huellas del maestro deotra parte

La filosofía de Fernando González Ochoasólo puede entenderse desde su drama vital,pues él no vivió para pensar y escribir, sinoque, en razón de sus búsquedas y agoníaspersonales, escribió y pensó lo que fue vi-viendo. Por eso, antes de entrar en el temaespecífico de esta investigación, haremos unrecorrido por la vida del maestro González3.

En una casa de la “Calle con caño”, distin-guida con el número 15-44, nació el 24 deabril de 1895, en Envigado4, FernandoGonzález Ochoa, hijo de don DanielGonzález5 Araujo, de profesión maestro deescuela, y de doña Pastora Ochoa6 Estrada.El 26 de abril del mismo año fue bautizadoen la parroquia de Santa Gertrudis; sus pa-drinos fueron sus abuelos paternos AntonioGonzález y Bárbara Arango. Fue el segundoen una familia de trece hijos; de estos sólosobrevivieron seis: Alfonso, Fernando, So-fía, Graciela, Alberto y Ligia; los demásmurieron estando muy pequeños.

En el Colegio de la Presentación, en Enviga-do, dirigido por la Hermanas de la Caridad,es donde Fernando aprendió sus primerasletras. Fue expulsado de este colegio porque,después de cumplir con un arresto, castigoimpuesto por su maestra, la hermana Belén,les gritó desde la calle: “¡Hermanascagonas!”. Sus padres, queriendo evitar otroinsuceso, decidieron trasladarlo al Colegiode San Ignacio de Loyola de Medellín, re-gentado por los padres jesuitas, para que con-tinuara allí sus estudios de primaria y secun-daria. Esta es la época en la que recibirá todauna influencia intelectual profunda. El mé-todo riguroso, el arte de formar silogismos ylos ejercicios espirituales, todo ello sirviópara ir moldeando el carácter y la agudezadel espíritu crítico de González.

Al terminar su cuarto año de bachilleratocomienza a mostrar su inconformismo conla filosofía escolástica que aún se enseñaba,razón por la cual llegará a ser expulsado delColegio. Un día, en clase de filosofía, se atre-vió a negarle a su profesor, el padre Quirós,el primer principio filosófico aristotélico-

3 Para esta semblanza biográfica se utilizará como fuente el libro Fernando González, filósofo de laautenticidad, de Javier Henao Hidrón (Medellín: Universidad de Antioquia, 1988), quien conociópersonalmente al maestro González en 1958, cuando éste regresó de su consulado en Europa (ver p. 13).

4 “De los enormes troncos de sus árboles que, utilizados a la manera de vigas, sirvieron para construir losprimeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro nombre de Envigado. La parroquia fue erigidaen 1775, año en que el gobernador de la provincia de Antioquia expidió el título respectivo. Antes de lafundación sus campos estaban ocupados por familias de origen español en su mayor parte, por algunosnegros esclavos y por unos pocos mestizos; de modo que, para entonces, la raza indígena había desaparecidopor completo (…). Envigado se encuentra al sur del valle que los aborígenes llamaron de Aburrá, descubiertoen 1541 por Jerónimo Luis Tejelo, al mando de un grupo de treinta soldados. Enmarcado por los municipiosde Medellín, Itaguí, Sabaneta, Caldas y El Retiro, está a 1580 metros sobre el nivel del mar y tiene unatemperatura promedio de 20º centígrados. Su territorio de 50 km cuadrados de superficie, es hasta talpunto fértil y de hermosos paisajes”. Henao Hidrón, Fernando González..., pp. 17-19.

5 “El apellido González (hijo de Gonzalo) fue traído a la provincia de Antioquia, hacia 1680, por el asturianodon Juan González de Noriega y posteriormente a Envigado, por don Esteban González”. Henao Hidrón,Fernando González..., p. 19.

6 “El árbol genealógico de este apellido se inicia con el español Lucas de Ochoa y López Alday, quien llegóa tierras antioqueñas en 1690. Del matrimonio de uno de sus hijos, Nicolás, con Ignacia Tirado Zapata,nació Lucas de Ochoa Tirado, conocido como el ‘gran progenitor’ por haber sido el padre de veinte hijos,nacidos de cuatro matrimonios: 1769, 1781, 1796 y 1800. Murió a los 90 años de edad”. Henao Hidrón,Fernando González..., pp. 19-20.

Page 4: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 151

tomista que dice que una cosa no puede sery no ser al mismo tiempo 7.

González inquiere sobre la comprobación desu verdad y llega al choque y la negación detodo el mundo mental basado en ese primerprincipio: “Cuando al reverendo PadreQuirós, le preguntábamos cómo se compro-baba la verdad del primer principio que nosdaba, nos decía: ese es el primero, ese no secomprueba, desde entonces estamos perdi-dos (…) solos, irremediablemente solos”8.Igualmente nos lo recuerda Alberto Restrepo:

González parte de un sistema que se fun-damenta en un principio que se aleja delmétodo argumental que es su esencia ysu contenido; y repudiándolo niega alDios que es su principio y su objetivo yse sume inmensamente solo en búsquedade la verdad: “yo negué a Dios y el pri-mer principio y desde ese día siento aDios y me estoy librando de lo que hanvivido los hombres” (Negroides, 15)9.

El maestro contaba con dieciséis años cuan-do fue expulsado del Colegio. De regreso asu natal Envigado, continúa con el hábito dela lectura combinando el tema filosófico y elreligioso. Por un lado lee a Nietzsche,Schopenhauer y Spinoza; por otro, lee de laBiblia el libro de los Proverbios, el

Eclesiastés y las obras místicas de Teresa deJesús.

Transcurridos cuatro meses de estar en sucasa, aparecen sus primeros artículos en elperiódico La Organización, de Medellín,bajo el título de “Notas”. Allí escribe sobreescepticismo, inteligencias mediocres y laverdad, entre otros temas. Se hace notoria suadmiración por Nietzsche y Spinoza. Por estaépoca comienza a preparar su primer libroque llevará como título Pensamientos de unviejo y que será publicado en 1916, a la edadde veintiún años.

Luego de tres años de lecturas, búsqueda in-terior y gestación de su libro, decide reanu-dar sus estudios secundarios, e ingresa a laUniversidad de Antioquia, donde recibe elgrado de “bachiller en filosofía y letras” el 8de febrero de 1917. Allí cursa posteriormen-te la carrera de derecho en la facultad de ju-risprudencia y ciencias políticas. Obtiene sutítulo de abogado el 14 de mayo de 1919.

La tesis de grado titulada “El derecho a noobedecer” levanta polémica. El jurado exa-minador exigió el cambio del nombre por unomás acorde al título profesional conferido;al mismo tiempo se le recomendó precisarlos conceptos relacionados con las doctrinasdel totalitarismo y el anarquismo tratados en

7 “El principio de contradicción de la filosofía aristotélico-tomista, dice: Una cosa no puede ser y no ser almismo tiempo y en un mismo sentido. Sobre ese primer principio de contradicción, que en fin de cuentas esla formulación negativa del prior principio de identidad: Una cosa es lo que es, se estructura todo elsistema filosófico racional y fixista, aristotélico-tomista, que para el adolescente Fernando González partede una incongruencia fundamental: construido como sistema de razón discursiva, se apoya sobre un primerprincipio cuya evidencia es indemostrable a través de la razón discursiva y debe ser aceptado como evidentepor intuición. En el contexto de la filosofía tomista, la enunciación del primer principio ontológico y laafirmación de la existencia de Dios son equivalentes, ya que en Dios, perfecta unidad de idea y realidad, seidentifican esencia y existencia, verdad y ser, por lo que la negación del primer principio filosófico conllevala negación de la existencia de Dios”. Alberto Restrepo, Para leer a Fernando González (Medellín:Universidad Pontificia Bolivariana, 1997), p. 94; cf. pp. 390-398.

8 Fernando González, Viaje a pie, 2ª ed. (Bogotá: Tercer Mundo, 1976) p. 67.9 Alberto Restrepo, Testigos de mi pueblo (Medellín: Argemiro Salazar, 1978) p. 60.

Page 5: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

152 Cuadernos de filosofía latinoamericana

el trabajo. González cambió el nombre de sutrabajo por uno más breve, “Una tesis”10, eintrodujo las modificaciones respectivas. Elpresidente de tesis, Víctor Cock, reconocióen una carta fechada el 12 de abril de 1969las capacidades de González y consideró elcontenido del trabajo como una serie de con-ceptos de “valía incontestable”. La síntesisde “Una tesis” se puede expresar de la si-guiente manera:

En la materia amorfa en que se formarontodos los mundos estaba latente el deve-nir de la tierra; en el primer movimientoestaban encerrados todos los movimien-tos sucesivos. ¡Ridícula pretensión creerque el más infeliz ciudadano pueda cam-biar los destinos humanos! La misma ar-monía que reina en el movimiento de loscuerpos celestes, reina en los fenómenoseconómicos (…). A los que digan que laescuela liberal es una antigüedad les con-testaré que los principios más modernosde la filosofía la protegen; que el socia-lismo de Estado, tan en auge ahora, no essino una mistificación alemana, una for-ma de militarismo, una consecuencia delos grandes gastos que han hecho los es-tados europeos para sostener los arma-

mentos. La prueba de ello está en que sólolos pensadores oficiales de Alemania hansido los propagadores del socialismo deEstado11.

La abogacía, orientada a la modalidad dellitigio, fue esporádica en el abogadoGonzález; la abogacía no le apasionaba ymenos en Colombia donde todo está reduci-do a la lucha por ganar pleitos. Reciénegresado, trabajó en Medellín con los abo-gados Fernando Isaza y Gustavo Escobar,muy prestigiosos profesionales del derecho.Con el tiempo, aceptó el cargo de magistra-do en el Tribunal Superior de Manizales en1921. En Medellín fue Juez Segundo Civildel Circuito (1928-1931) y Juez de Rentas(finales de los años 30).

Ocupando su cargo de juez civil del circuito,en sus vacaciones de diciembre de 1928 aenero de 1929, concibe su obra Viaje a pie12.

Esta obra constituyó un hito en la literaturacolombiana, por tener un género intermedioentre novela y pensamiento, difícil de cata-logar. Chocaba en múltiples puntos con lamentalidad tradicional por aquellas verdadesexpresadas con sinceridad poco común en-tre los escritores de la época. Mientras reci-

10 “En el fondo es la defensa de una tesis: la escuela liberal –sobre todo la escuela liberal evolucionista– noes una antigualla, puesto que sigue siendo regida por las leyes naturales que presiden la vida del hombre.El socialismo de Estado, en cambio, resulta ser una mistificación alemana, una forma de militarismo”.Restrepo, Testigos..., p. 58.

11 Alberto Saldarriaga, De la parroquia al cosmos: los viajes de Fernando González (S.p.i), pp. 412-413.12 “Estos dos filósofos aficionados –González y don Benjamín– metieron la cabeza en muchas durante su

viaje por pueblos, montañas y planicies de Antioquia, Caldas y el Valle, desde el 21 de diciembre de 1928hasta el 18 de enero de 1929, para que pudiera producirse ese libro intenso, vivencial, inteligente y original,fiel en todo a su proceso de gestación: Viaje a pie. Iniciado el recorrido con morrales y bordones enMedellín, prosiguió por El Retiro, La Ceja, Abejorral, Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu, Neira,Manizales (ruta seguida por los colonizadores antioqueños del siglo XIX) y por la vía de Cali, terminó enBuenaventura (…). Amistad noble, sincera y profunda, fue la que unió a Fernando González y BenjamínCorrea. Nació siendo aquél el juez éste su secretario. Pero por encima de esta circunstancia trivial, tuvieronen común el gusto por la filosofía existencia l, por el arte imaginero, por el sentido picaresco de la vida.Aficiones que compartieron, atraídos por la fuerza del espíritu jesuítico”. Saldarriaga, De la parroquia...,pp. 71-72.

Page 6: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 153

bía el anatema de la Curia de Medellín13, loscríticos colombianos y extranjeros la acogíancomo una de las obras más originales escri-tas en muchos años.

“El libro carece de unidad temática, puesGonzález reúne los pensamientos que le ofre-ce su viaje por los pueblos de Antioquia yCaldas, de filósofo peripatético, en diálogocon la naturaleza, con los hombres que en-cuentra y con su compañero de viaje, donBenjamín”14. En esta obra, la vida es senti-miento de plenitud y dominio, satisfacciónsentida por la superación de los obstáculos,amor a la vida, amor a la juventud, amor alaire puro. La vida es energía, esfuerzo,egoencia, triunfo. Es lógico que en estas con-diciones ya no le sirva de guía el filósofo dela noche y el dolor Arthur Schopenhauer15,cuya filosofía dominó con su pesimismo elambiente de Pensamientos de un viejo. Elnuevo filósofo, cuya influencia benéfica do-mina el nuevo periodo es Friedrich Nietzsche(nacido el 15 de octubre de 1844 en Röcken,Prusia; fallecido en Weimar el 25 de agostode 1900). La presencia de Nietzsche en elmaestro González es la que señala el camino

del amor a la vida y a la lucha y que a su vezlo instigó a la búsqueda de Cristo, como loexpresa en su libro Mi Simón Bolívar:

Estuve leyendo la vida de FedericoNietzsche. Me entristece esta vida noblede un ser que buscaba el amor y el arte ysólo encontraba bajeza. Era muy bueno,muy alto, muy grande. Quien pueda seramigo como él, es muy grande (…).

¿Odiaba a Cristo? No; era su gran amor.Así como su frase acerca de las mujeresy el látigo significaba que la mujer essacrificio, madre, mártir, así mismo en suspalabras acerca de Jesucristo quiere con-denar la psicología del cristianismo eu-ropeo, con sus curas, su debilidad feme-nina, su capitalismo burgués16, 17.

Desde su juventud, el maestro Gonzálezencontró en Nietzsche las pautas funda-mentales de su metafísica y de su actitudexistencial. Dentro de ellas podemos des-tacar:

El campo gnoseológico de González se arti-cula con Nietzsche en el amor al cuerpo y el

13 “Su desfachatez y versatilidad no eran alimento para la Colombia de entonces. De ahí la actitud radical yextrema asumida por la jerarquía eclesiástica, al prohibir su lectura, arguyendo que los fundamentos de lareligión y la moral son atacados con ideas evolucionistas y las personas y cosas santas con sarcasmosvolterianos”. Saldarriaga, De la parroquia...,pp. 75-76.

14 Restrepo, Para leer...,p. 86.15 Nació el 22 de febrero de 1788 en Danzig (actual Gdañsk, Polonia); falleció el 21 de septiembre de 1860

en Frankfurt del Main. Para Schopenhauer, la tragedia de la vida surge de la naturaleza de la voluntad, queincita al individuo sin cesar hacia la consecución de metas sucesivas, ninguna de las cuales puedeproporcionar satisfacción permanente a la actividad infinita de la fuerza de la vida, o voluntad. Así, lavoluntad lleva a la persona al dolor, remedio al sufrimiento y a la muerte; a un ciclo sin fin de nacimiento,muerte y renacimiento, y la actividad de la voluntad sólo puede ser llevada a un fin a través de una actitudde renuncia, en la que la razón gobierne la voluntad hasta el punto que cese de esforzarse.Tuvo esta concepción del origen de la vida en la voluntad gracias a un planteamiento que partía de laconcepción de la naturaleza de la conciencia como impulsora. Mostró una fuerte influencia budista en sumetafísica y un logrado sincretismo de ideas budistas y cristianas en sus reflexiones éticas (tomado deEnciclopedia Microsoft Encarta 2003).

16 Fernando González, Mi Simón Bolívar, 3ª ed. (Medellín: Bedout, 1969), p. 133.17 Sobre el tema de Nietzsche y su visión sobre Jesucristo, puede verse mi artículo “Nietzsche: La recuperación

del tipo psicológico de Jesús”, Cuadernos de filosofía latinoamericana, 80-81 (2000), pp. 50-56.

Page 7: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

154 Cuadernos de filosofía latinoamericana

sentido de la tierra, que son las raíces delconocimiento mismo.

- Desde Nietzsche asume la vivencia dela desigualdad entre los hombres, ge-neradora de la individualidad humanaque consiste en una superación de símismo, a partir de la aceptación y vi-vencia de las propias pasiones, caminoal Superhombre.

- Asume el sentido del hombre como via-jero, camino a la liberación.

- La vivencia de la belleza como ansia deposesión amorosa.

- Crítica de la modernidad.

- Desde la ética y la metafísicanietzscheana, asume la liberación del“deber ser” para llegar a la inocenciacreadora que es expresión del ser au-téntico.

Nada negativo, nada impuesto a la vida pro-pia y original. Necesitamos originalidad parael espíritu, porque lo único hermoso es lamanifestación que brota de la esencia vitalde cada uno. Después de este excitante li-bro, pero escandaloso para la mentalidadparroquiana, la opinión pública queda pen-diente de un nuevo escrito de este Nietzschecriollo.

En concepto de los críticos de la obragonzaleciana, entre los que se destaca AlbertoRestrepo, se debe resaltar su trilogía: Viaje apie, El hermafrodita dormido y Losnegroides. De estos libros, el último sería elmás filosófico de todos; en él se analizannuestros complejos y sus causas, y ademáshacen ver sus remedios.

Es una filosofía de nuestra historia depen-diente y de la posible cura: la autoexpresiónlatinoamericana. En esta obra afirma: “Creofirmemente que soy el filósofo deSuramérica; creo en la misión, me veo obli-gado a ser áspero y seré odiado, pero ¿po-dría cumplir mi deber con dulces voca-blos?”18

En 1942, durante la presidencia de AlfonsoLópez Pumarejo, es nombrado asesor jurídi-co de la Junta de Valoración del municipiode Medellín. Más tarde sale de allí y abre suoficina de abogado. En 1953 vuelve al con-sulado de Colombia en Rotterdam (Holan-da) y en Bilbao (España).

En el año de 1955 se presentó un hecho im-portante en la vida del maestro González yfue su postulación para el Premio Nobel deLiteratura; dicha postulación la hicieron elfilósofo francés Jean Paul Sartre y el escri-tor norteamericano Thornton Wilder, ambosamigos de González. Pero la Academia Co-lombiana de la Lengua no dio una opiniónfavorable a la postulación por no reunir, se-gún ella, los requisitos para dicho galardón:

Un colombiano, en 1955, candidato a lamás significativa distinción que se con-fiere en el mundo de las letras, y postula-do por dos ilustres escritores representa-tivos de Europa y América, resultaba algoinusitado. Tan sorprendente -sobre todopara sus compatriotas-, que cuando laReal Academia Sueca de Ciencias soli-citó su opinión a la Academia Colom-biana de la Lengua, esta corporaciónconceptuó que González carecía de losméritos necesarios para aspirar al ex-celso galardón.

18 Fernando González, Los negroides, 3ª ed. (Medellín: Bedout, 1973), p. 31.

Page 8: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 155

Presidida entonces por el padre FélixRestrepo, la Academia de la Lengua fueaún más lejos: sugirió el nombre del oc-togenario escritor y filólogo español Ra-món Menéndez Pidal, por considerar queéste reunía los requisitos, para ella esen-ciales, de larga trayectoria y reconocidaerudición19.

Luego de esta vida errante, González se re-fugia en su finca llamada Otraparte20. A laentrada de ésta hace colocar una verja de hie-rro con la siguiente inscripción latina: Cavecanem seu domus dominum (cuidado con elperro, o sea, con el dueño de la casa). Allíescribe sus dos últimas obras: El libro de losviajes o de las presencias y La tragicomediadel padre Elías y Martina la velera.

De su refugio sale también correspondenciadirigida a un viejo amigo, el jesuita AntonioRestrepo, y a su vecino el abad Andrés Ripol,cuya amistad lo marca profundamente. A laspocas horas de la partida del benedictino, enla noche del 16 de febrero de 1964, tras su-frir un infarto21, a los 69 años de edad, almaestro González lo recogió el silencio:

Atrás quedaban 69 años de lucha, un pu-ñado de libros llenos de vibración y deverdad, un camino solitario hacia la inti-

midad y una enseñanza de vida para serdescubierta por quien se acerque sin pre-juicios a sus obras (…).

Fue un “maestro de escuela” que escan-dalizó y al mismo tiempo abrió derrote-ros hacia la autenticidad. Lo condenaronpor ateo y, no obstante, fue un místico.Escribió en una prosa limpia einnovadora, pero “para lectores leja-nos”22.

2. La búsqueda antropológica:hombre, ¿quién eres?

Este capítulo es un recorrido por el itinera-rio antropológico del maestro González y suintención de adentrarse en lo profundo delhombre como ser que va más allá de la meraexistencia en una historia y un espacio con-cretos y limitados. En González no encon-tramos una definición absoluta del hombre;no hallamos observaciones teóricas de ma-nera filosófica, sino que a partir de la viven-cia del hombre como ser material, pasionaly fisiológico, se llega al hombre como hijode Dios:

En la medida en que González fue cla-rificando su método, su metafísica y su

19 Henao Hidrón, Fernando González..., p. 209.20 “La finca, con casa encerrada por plácidos jardines, en la que se destacaba un bello balcón colonial,

llamada (en recuerdo de un silencioso y enigmático ciudadano germano que, hasta cuatro lustros atrás,había sido el propietario de esos terrenos) La Huerta del Alemán. Pero a partir del año siguiente seríaconocida con el nombre de Otraparte, una forma directa de expresar el vivo contraste entre los intereses dela sociedad y ‘el mundo’ de un viajero del espíritu” (Henao Hidrón, Fernando González..., pp. 13-14). Enuna pequeña casa de tejas de zinc y paredes de bahareque que tenía junto a su huerta, vivió allí solitariodurante varios años de las décadas del veinte y el treinta, un alemán llamado Salterio, al parecer refugiadode la Primera Guerra Mundial. Un día en que se movilizaba en un bus de escalera entre Envigado yMedellín, murió en accidente de tránsito con su cargamento de hortalizas” (Henao Hidrón, FernandoGonzález..., p. 228).

21 “Un infarto cardiaco que lo trasladó definitivamente al verdadero Otraparte… o reino del silencio. Allídebió encontrarse con los amigos que llenaron casi todo su espacio vital: Jesucristo, Pablo de Tarso,Zaqueo, el Padre Elías, Nicodemus, San Ignacio, San Francisco, Bolívar, Estanislao, Carlosé y donBenjamín” (Henao Hidrón, Fernando González..., p. 234).

22 Ochoa Moreno, “De la rebeldía...”, p. 36

Page 9: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

156 Cuadernos de filosofía latinoamericana

filosofía del conocimiento, fue realizan-do su conciencia de comunión con LaRealidad y clarificando, ampliando yprofundizando su vivencia y su nociónde hombre.

La antropología gonzaliana es un proce-so dialéctico desde el hombre fisiológi-co-instintivo hasta el hombre espiritual-contemplativo, que González devieneviviendo sus experiencias de hombre fi-siológico, mental y espiritual23.

2.1 El hombre como unidad

Aunque el hombre elabore antropologíasdualistas en las que se oponen cuerpo y espí-ritu, no hay ningún tipo de contrariedad en-tre estos dos elementos; tanto cuerpo comoespíritu constituyen una unidad integral enla que la carne manifiesta el espíritu y seconfunde con él, y por razón de esa unidadel hombre es pasión y un poco de razón.

Es interesante observar aquí cómo el pensa-miento antropológico del maestro Gonzálezse ve influenciado por el espíritu paulino enel tema de la unidad del hombre. Bornkamm,hablando de Pablo y su concepción del hom-bre, expresa: “Todos esos conceptos y ex-presiones no se refieren a los elementos par-ciales, sino al hombre entero, aunque even-tualmente bajo diversos aspectos”24.

Para Pablo, el hombre no tiene cuerpo sinoque es cuerpo. La palabra ‘cuerpo’ designaal mismo hombre en cuanto hombre. El hom-bre es un ser finito orientado hacia lo infini-to, pero amenazado por la finitud. En cuantocuerpo, pasión y mente, el hombre es exis-tencia sometida a las categorías de tiempo y

espacio; en cuanto espíritu, es intimidad,nexo intemporal con Dios. Así, las catego-rías del hombre son temporalidad, espacia-lidad y eternidad.

Teniendo en cuenta las categorías anterior-mente mencionadas, nos damos cuenta deque “los hombres se saben solidarios en sucondición de criaturas, al no hallar memoriade no haberse hecho, ni poseer capacidad depermanecer, por sí mismos, en su ser”25.

Encontramos igualmente que el hombre esun ser paradójico y necesitado de salvación.¿Qué significa que el hombre sea una para-doja? El hombre es el encuentro de dos rea-lidades opuestas en un mismo lugar, por tan-to es una paradoja.

El hombre por momentos se siente abruma-do ante el peso de las fuerzas del mal, nosabiendo qué hacer y dominado por la des-esperación. “Y el Mal no sólo es una cues-tión moral. También es personal. Constituyeuna experiencia íntima que todos conoce-mos”26. Por tanto, el Mal es una opción quetenemos siempre. Allí encuentra el motivode su carácter paradójico, porque desea lapresencia del bien pero percibe con mayorvehemencia la presencia del mal (Cf. Roma-nos 7, 15).

En González aparece de manera clara estetema de la paradoja donde el hombre mismoes una contradicción que sólo resuelve lagracia de Cristo. En el Libro de los viajes ode las presencias (tercera parte) se desenvuel-ve una trama de ascensos y caídas, de aspi-raciones a la Intimidad y rupturas con ella.El camino hacia Dios es para González uncamino de contradicciones: “De cómo se as-

23 Restrepo, Para leer...,p. 553.24 Gunther Bornkamm, Pablo de Tarso, 2ª ed. (Salamanca: Sígueme, 1982), p. 187.25 Restrepo, Para leer..., p. 577.26 Marcelo Moreno, El mal y los malditos de la historia (Buenos Aires: Javier Vergara, 1994), p. 27.

Page 10: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 157

ciende en zig-zag. Amarguras. Contradiccio-nes. Recaídas. Mayor ascenso”27. En un pro-ceso dialéctico se llega a una síntesis que esla salvación.

“El postulado básico que conforma la colum-na vertebral del pensamiento de González yde San Pablo (...) es que el hombre vive unasituación desesperada y que busca salir deallí mediante instrumentos que están (...) másallá de la pura razón”28. Pablo afirma que loshombres estamos contenidos en Dios, y esallí donde se abre la posibilidad de salvaciónpara la humanidad, “ya que en Él vivimos,nos movemos y existimos, como alguno devuestros poetas ha dicho también: ‘porquesomos de su linaje’” (Hechos de los Apósto-les 17, 28).

El maestro González, inspirado en esta frasede Pablo, cree que el hombre es un ser quenecesita salvación. Tomando esta cita, desa-rrolla una de sus ideas pilares: el hombre esun ser insignificante y conflictivo, pero cuyaexistencia está inmersa en Dios que lo abar-ca todo y que lo redime todo. Es un Dios quebusca la salvación del hombre y la derrotadel mal, pues “la victoria del Mal no seríaotra cosa que la abolición de la historia –labrusca caída en el olvido– y su brutal reem-plazo por la tristeza y la monotonía imbécilde las tinieblas”29.

Para González, el hombre es infinita posibi-lidad, es potencial real para ser otra cosamejor; cuando el hombre empieza a descu-brir en sí mismo el potencial que posee, es-tará en camino para su encuentro con la Pre-sencia (Dios), habrá comenzado el viaje.

La afirmación de fondo es que el hombre esla criatura preferida de Dios, y esta posibili-dad hace que seamos sus hijos, pues partici-pamos de la naturaleza divina. Por eso Diosencarnó en uno de nosotros: “Si Dios se acer-có a nosotros en Jesús, no fue por nuestrosméritos, sino porque Él mismo así lo quisopor amor”30.

Como decía anteriormente, en el proceso dia-léctico que se da en la vida del hombre, lasalvación no se entiende sin el pecado. PeroGonzález no entiende el pecado a la maneracristiana, asfixiada por el concepto de cul-pabilidad. Para él, el pecado es más bien laconciencia de la nada, la vivencia de la ne-cesidad de ser salvado; por eso encuentratorpe pensar que la conciencia de pecado lainventó el cristianismo (posible discrepan-cia con Nietzsche): “Idiotas los que han di-cho que la conciencia del pecado la inventóel cristianismo”31.

González quiere hacer aparecer esta sensa-ción de un modo cósmico, queriendo signi-ficar con ello que tanto el hombre como lanaturaleza sufren y hay en ellos un deseo deredención cósmica:

Porque la creación está aguardando enanhelante espera la manifestación de loshijos de Dios, ya que la creación fue so-metida al fracaso, no por su propia vo-luntad, sino por el que la sometió, con laesperanza de que la creación será libera-da de la esclavitud de la destrucción paraser admitida a la libertad gloriosa de loshijos de Dios (Romanos 8, 19-21).

27 Fernando González, Libro de los viajes o de las presencias, 2ª ed. (Medellín: Bedout, 1973), p. 74.28 Inés Ortiz, “Aproximaciones al pensamiento antropológico paulino en la obra de Fernando González”

(monografía de grado, licenciatura en filosofía-religión, Universidad Santo Tomás, Bogotá, 1996), p. 84.29 Moreno, El mal y los malditos..., p. 274.30 Carlos Mesters, Pablo apóstol: Un trabajador que anuncia el Evangelio (Quito: Dei Verbum, 1994), p. 76.31 González, Libro de los viajes..., p. 105.

Page 11: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

158 Cuadernos de filosofía latinoamericana

“El hombre debe esperar a que la salvaciónsuceda, pues ésta se lleva a cabo en la vidacotidiana vivida con rectitud de intención.Esta convicción le hace decir a González ci-tando a Pablo sin nombrarlo: ‘porque estemundo no se acabará sino cuando todo locumplamos’”32. La condición previa paraemprender el seguro viaje hacia Dios es queel hombre experimente que hay esperanza deser salvado y que, por tanto, puede accederal encuentro con Dios.

2.2 El mestizo latinoamericano

La tesis fundamental de González gira alre-dedor del hecho de que Suramérica33 es elescenario de una confluencia humana en elsentido de la mezcla de sangre indígena ame-ricana, blanca europea y negra africana34.Pero adentrándose un poco en las caracterís-ticas sociopatológicas de estos grupos, en-cuentra que el blanco americano continúasiendo más bien europeo; el negro exhibe laspeculiaridades inherentes a su condición dearribado. Estas diversas manifestaciones ha-cen que el blanco y el negro se encuentrendesadaptados en el medio americano.

El blanco y el negro son extranjeros en estecontinente. El mulato, resultado de estas dosrazas, “tiene la irritación meníngea del hí-brido”35. De lo anterior se discierne el poco

valor que González da al mulato; por eso lle-ga a decir: “El mulato tiene la pereza delnegro y la jactancia del blanco. El mulato nosirve (...)”36. Por tanto, el blanco y el negroson hombres deshabituados al medio ameri-cano, y en función de su mezcla también loes el mulato. Haciendo un resumen de sufrustración ante el hombre americano,González dirá:

Somos el compuesto abominable de esostigres cazadores que vinieron a la Amé-rica a derramarle su sangre y a encastarcon las víctimas antes de sacrificarlas,para mezclar después los frutos espúreosde estos enlaces con el fruto de esos es-clavos arrancados del África. Con talesmezclas, con tales elementos morales,¿cómo poner las leyes sobre los héroes ylos principios sobre los hombres?37.

Es importante, en la constitución del futurodel hombre adaptado, la necesidad del hom-bre indígena38; al respecto, escribe González:“Un blanco no sirve en Suramérica; tampo-co un negro; tampoco un mulato. Tiene quetener la sangre india en sus venas, porqueella es la aclimatada, ella es la que posee lasabiduría de nuestro continente”39. Su análi-sis es sociológicamente objetivo y se derivade la noción fundamental de que el indio esel único ser humano adaptado al territorio

32 Ortiz, “Aproximaciones al pensamiento antropológico...”, p. 91.33 Suramérica: término que emplea por razones de eufonía, pero en el cual incluye también a los países

centroamericanos.34 “El cruce ha sido arbitrario, al acaso, temerosos muchas veces, falto de sinceridad casi siempre, y en

circunstancias de frecuente desigualdad, engaño y sometimiento. Descubridores y descubiertos;conquistadores y conquistados; colonizadores y colonizados; libres y esclavos (…). La fusión racial, talcomo se ha presentado en el medio suramericano desde el descubrimiento, muestra resultados negativos; ycada una de las tres razas, aisladamente, ofrece también desventajas”. Henao Hidrón, Fernando González...,p. 163. (Cf. Restrepo, Para leer..., pp. 45-50).

35 Fernando González, Mi compadre, 3ª ed. (Medellín: Bedout, 1975), p. 131.36 González, Mi compadre..., p. 65.37 González, Mi compadre..., p. 34.38 “Pero si conserva su esperanza Suramérica, ella es debida al indio. A su malicia, su reserva, la concentración

dentro de sí mismo y la comunidad con las fuerzas elementales”. González, Mi compadre..., p. 164.39 González, Mi compadre..., p. 70.

Page 12: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 159

americano. El indio es el remedio naturalpara la condición psico-socio-patológica dela inadaptación.

Simplificando sus análisis y utilizando por-centajes étnicos, González nos dirá que elverdadero hombre suramericano deberá es-tar conformado, o ser el producto de, un 45%de indio, un 45% de blanco y un 10% denegro (éste referido a la capacidad de im-pertinencia). Por tanto, “Suramérica esmestiza, sangres española e india con pin-ta negra”40.

Queda claro el sentimiento de esperanza re-ferente al futuro del hombre americano; comodiría Jorge Ordenes:

En la mezcla de sangres, la contribuciónindígena parece crucial en función a quees la única del ancestro americano evi-terno (...) es pues la gran compenetraciónde sangres blanca, negra e indígena y susactitudes y sentimientos de mancomuni-dad hereditaria que hará posible el granmestizo americano como remedio al malde la inadaptación41.

El gran mestizo americano está en gestación;el futuro nos pertenece en función de la pro-mesa de la personalidad que llegará a mani-festarse. Al respecto, nos dice González:“Suramérica es una raza en gestación; es elhorno del hombre del futuro, patria de cosasnuevas”42.

El sueño de González es elevar la personali-dad del mestizo a su expresión máxima deconciencia. En el proceso ascendente, losproblemas de falta de personalidad queda-rán rezagados.

Es llamativo ver que en escritos posterioreshay un escepticismo ante esta teoría del mes-tizo; para el maestro González es difícil quepueda darse este tipo de hombre. Así nos lohace ver Javier Henao, cuando al respectodice:

Lo cierto es que Fernando González noocultó el escepticismo en relación con lavalidez de su teoría, a la cual dedicó al-gunos capítulos de Mi Simón Bolívar,Don Mirócletes y Mi compadre, lo cualsignifica que los postulados de la mismafueron expuestos entre 1930 y 1934. Peroen 1936, en Los negroides, si bien conti-nuaba convencido de que con los elemen-tos existentes en la Gran Colombia po-día hacerse algo asombroso, reconocíaque el destino más probable de los paísessuramericanos es la inmigración de eu-ropeos y asiáticos. Unos y otros estánahítos de estas tierras. Las necesitan parasolucionar su problema de exceso de po-blación y, simultáneamente, expandir sucomercio.

Y en 1959, en el Libro de los viajes, ad-mitía que el problema fundamental es queno aparecen individuos, nudos de indivi-dualidad, “ni siquiera de Marx y Lenin”.La conclusión era ya ostensiblementepesimista: Todo es aquí exhalación,fucilazo. Sistemas nerviosos desarregla-dos por el bombardeo de influencias con-tradictorias. Decididamente, no habrá poraquí una original representación del GranMulato soñado43.

Vistas las cosas así, considero que la espe-ranza en este modelo de hombre ya no se

40 González, Mi compadre..., p. 14.41 Jorge Ordenes, El ser moral en las obras de Fernando González (Medellín: Universidad de Antioquia,

1983), pp. 137-138.42 González, Los negroides..., p. 106.43 Henao Hidrón, Fernando González..., pp. 167-168.

Page 13: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

160 Cuadernos de filosofía latinoamericana

entenderá como una raza física visible, sinocomo actitud, comportamiento del hombreamericano en relación a las otras razas y cul-turas. Es aquí donde aparece el planteamientodel hombre egoente, contrapuesto al hombrevanidoso (perjudicial para Suramérica).

2.3 Vanidad - Egoencia

En esta nueva etapa del maestro Gonzálezse da la contraposición entre dos tipos decomportamiento; la Vanidad, tradicional enSuramérica, y la Egoencia, superación de laanterior. “Aquellos vocablos se predican deactos, individuos y pueblos, y sirven paracalificar su grado de energía44, de fuerza vi-tal, de autenticidad”45. Las siguientes son suscaracterizaciones:

2.3.1 Vanidad46

- La vanidad o imitación es una “formade simulación y hurto de cualidades”(Los negroides, aforismo 16).

- Es característica de la conciencia fisio-lógica.

- La vanidad es apariencia vacía:“Suramérica: vanidad. Copiadas cons-tituciones, leyes y costumbres; la peda-gogía, métodos y programas, copiados;copiadas todas las formas. Tienen ver-güenza del carriel envigadeño y de laruana. ¿Qué hay original? ¿Qué mani-festación brota, así como el agua de la

peña?” (Los negroides, aforismo 135).

- “Vanidad es vacío; egoencia es realidad.El vanidoso simula y sus manifestacio-nes o formas carecen de la gracia vital”(Los negrodes, aforismo 268).

- Todo acto vanidoso obedece a conside-raciones sociales y no a determinacio-nes íntimas.

- El vanidoso tiene hipertrofiado el de-seo de ser considerado socialmente, ysu fin, por ende, es aparentar.

- “[González,] al renegar de las cautelas,rechazó la apariencia como vestuarioespiritual (…) por eso condena la vani-dad: ‘la vanidad está en razón inversade la personalidad. Por eso, a medidaque uno medita, que uno se cultiva, dis-minuye’ (p. 11)”47.

- El hombre grancolombiano alimenta ladiástole48 de la vanidad. Con esta com-paración se nos ilustra cómo el hombrese está dejando influenciar por lo ajenoa él, se llena con lo externo y no hayespacio para la originalidad, pues todole viene de fuera y lo copia.

2.3.2 Egoencia49

- La egoencia o personalidad es la dedi-cación al cultivo de la expresión, evi-tando influencias que la desvirtúen.

44 “Observamos que una ordenación del pensamiento de González a este respecto debería introducirse con elpostulado de que la energía esencial del universo tiende a algo en forma fisiológica continua (…) lo únicohermoso es la manifestación que brota de la esencia vital de cada uno” (Ordenes, El ser moral..., pp. 28-29).

45 Henao Hidrón, Fernando González..., p. 153.46 Cf. Ordenes, El ser moral..., pp. 420-424.47 Ordenes, El ser moral..., p. 214.48 Fase del ritmo cardiaco en que se relaja el músculo y el corazón se llena nuevamente con la sangre

proveniente de las venas.49 Cf. Ordenes, El ser moral..., pp. 424-425.

Page 14: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 161

50 Ordenes, El ser moral..., p. 208.51 Ordenes, El ser moral..., p. 214.52 Movimiento de contracción del corazón y las arterias, para empujar la sangre que contienen.53 Ordenes, El ser moral..., p. 221.

- Es el nivel cósmico de la conciencia.

- La egoencia o personalidad es la con-traposición dialéctica a la vanidad.

- Se forma en un proceso original queconlleva a un ascenso espiritual haciala conciencia cósmica.

- Para el egoente, su secreto está en lafuerza interna que derrama al exterior.Expresa vitalidad, todo lo embellece.

- “Nosotros podríamos identificar a lapersonalidad y a la vanidad comoatributos de conciencia; aquél inhe-rente a un estado de conciencia eleva-da, éste a la condición fisiológica don-de la energía busca organizarse metó-dicamente”50.

- “El afán didáctico de González, con res-pecto al desarrollo de la personalidadcomo elemento antídoto a la vanidad,hace que hable de la educación del niñoen la verdad: ‘toda ley que se enseña aun niño sin que la haya vivido, descu-bierto en sí mismo, es vanidad’ (p.18)”51.

- El egoente es honesto consigo mismo,rechaza toda apariencia como propia oexhibida por otros.

- “El egoente, haga lo que hiciere, tienela gracia de la lógica; haga lo quehiciere, ya vaya roto o sucio, nos ena-mora, porque la vida es lo que nos sub-yuga” (Los negroides, aforismo 268).

- El hombre egoente es la sístole52 de laegoencia o personalidad. Con esta com-paración, González nos quiere mostrarcómo el hombre debe buscar dentro desí mismo su autenticidad y sacar a laluz, en un proceso mayéutico, todoslos valores que posee y que lo hacenoriginal y no repetidor de conceptosy modelos.

Luego de esta breve caracterización, pode-mos concluir este capítulo diciendo que elhombre egoente es el prototipo superador dela vanidad y todas sus consecuencias. Es elhombre original, creador, con concienciacósmica, amante de la vida:

Concordemos pues que la personalidad,como antítesis de la vanidad, viene a sercaracterística del proceso ascendente deconciencia. La personalidad plena, laconciencia cósmica, se encontrará unavez que toda apariencia desaparezca.Dios será presencia plena. El hombre estáen el mundo para manifestarse a travésde la digestión y conocimiento de su cir-cunstancia vital. La obligación será lle-gar a la conciencia plena53.

3. Pensamiento educativogonzaleciano

Fernando González aspiraba a que el hom-bre, al educarse, llegara a un desarrollo de lainteligencia, de la personalidad, de la con-

Page 15: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

162 Cuadernos de filosofía latinoamericana

ciencia, basado en los principios científicospara que el resultado no fallara.

El maestro González no descuidó el tema dela educación, sino que siempre lo tuvo pre-sente en sus obras54, no sólo para darle apor-tes, sino para criticarlo cuando no contribuíaen nada a la vida del alumno y de la socie-dad, coincidiendo en su pensamiento conJean Jacques Rousseau. El filósofo francés,al hablar de la educación y el maestro, dice:“En lugar de hacernos buscar las demostra-ciones, se nos dictan; en lugar de enseñarnosa razonar, razonan por nosotros, el profesorya no ejercita nada más que nuestra memo-ria”55. En consonancia con ello, González ex-presa:

Es preciso que la escuela sea creadora envez de enseñadora. Que los maestros noenseñen a los niños, sino que los insti-guen a la manifestación (…). El maestroverdadero no enseña a resolver los pro-blemas matemáticos, sino que instiga ha-cia la solución individual. El mejor mé-todo es el que cada uno tiene dentro. Heensayado con tres niños, y los tres hanllegado a la solución por tres caminos(Los negroides, aforismo 150).

El secreto del progreso para la Nación estáen el maestro de escuela, el que enseña a losniños a creer en sí mismos, en sus fuerzas, ahacerse sensibles al orgullo racial y al senti-miento de su propia expresión:

Necesitamos hombres que... ¡inventen,actúen, realicen niños colombianos! ¡Notomen prestado, no reciban regalos, nopidan! ¡Qué vergüenza es hoy nuestrapobre patria! En tiempo del Libertador,imponían al mundo sus conceptos de li-bertad y de gloria. Pero, ya murió Simón,y debo contentarme ante el recuerdo dePáez y el Mayor Santander, concienciasorgánicas56.

Como vemos, la misión del maestro es deci-siva y delicada, si se piensa verdaderamenteen el fruto que se quiere tener. A su vez,González entendía que la política educativacolombiana era hábilmente manejada porpersonas que tenían intereses opuestos a loscolombianos, y el maestro era uno de susinstrumentos.

Sin embargo, hace caer en cuenta que elmaestro no debe marginarse, sino que debeluchar contra la ignorancia para superarse ycumplir con sus funciones y deberes. Encuanto a sus deberes, pretendía que tuvierapresente, primero que todo, que trabajaba conel material humano más rico de los pueblos:la niñez y la juventud.

3.1 Los dos maestros de escuela

En su trabajo de reflexión sobre la educa-ción, González descubre la existencia de dostipos de maestros de escuela, que generan dostipos de hombre y dos tipos de escuela total-mente opuestos. Estos tipos son:

54 “En 1937 insinuaba la urgente necesidad de una campaña contra esa costumbre que conduce al vicio de larepetición mecánica de cosas leídas. Sugería, en su reemplazo, instigar a la investigación, a laexperimentación, a la documentación personal; organizar excursiones a pie con objeto científico: formarherbarios, coleccionar piedras y animales. Advertía que aquella lectura suele generar una clase muy peculiarde genios. Son los ‘genios de las nalgas’ (capacidad de sentarse a copiar)”. Henao Hidrón, FernandoGonzález..., p. 157.

55 Jean Jacques Rousseau, El Emilio (S.p.i), p. 82.56 Gonzalez, Mi Simón Bolívar..., p. 112.

Page 16: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 163

MAESTRO REPETIDOR

FUNCIÓN Este maestro se dedica a repetir conceptosajenos

MÉTODO Procura el crecimiento de afuera haciaadentro

FINALIDAD Ilustración y sumisión al orden establecido

RESULTADO Un hombre imitador, vanidoso, que se ajus-ta a normas y conceptos

ESCUELA La escuela de Educación

CITA DE FERNANDO GONZÁLEZ “Educar es formar a los hombres conformea modelo (éste es la verdad, la personalidaddel genio). Hombre educado significa el quese ajusta a las normas. El tipo de hombreeducado es igual al perro sabio”57.

MAESTRO INSTIGADOR

FUNCIÓN Este maestro se dedica a instigar (impulsar)la personalidad del educando

MÉTODO Cultivar el crecimiento de adentro hacia fuera

FINALIDAD La autoexpresión

RESULTADO El hombre egoente y creador

ESCUELA La escuela de la cultura58

CITA DE FERNANDO GONZÁLEZ “El secreto del progreso para Colombia estáen el maestro de escuela que enseña a losniños a creer en sí mismos, en sus fuerzas;hacerlos sensibles al orgullo racial y al sen-timiento de propia expresión”59.

57 Fernando González, Cartas a Estanislao, 2ª ed. (Medellín: Bedout, 1970), p. 97.58 En González, la palabra cultura tiene un sentido positivo y liberador de energías que permiten al hombre

llegar a autoexpresarse: “la cultura consiste en desnudarnos, en abandonar lo simulado, lo ajeno, lo que nosviene de fuera, y en autoexpresarnos” (Los negroides, aforismo 270). Es manera colectiva de pensar y desentir, conjunto de costumbres e instituciones; todo ello es efecto y el medio de una cultura personal detodos aquellos que pertenecen a ese medio.

59 González, Mi Simón Bolívar..., p. 132.

Page 17: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

164 Cuadernos de filosofía latinoamericana

González rechazó el método didáctico-edu-cador, de la Escuela de la Educación y delmaestro ilustrador, y optó por el método crea-dor, de la Escuela de la Cultura y del maes-tro instigador y padre espiritual que ayuda aparir. Por tanto, hay que trabajar de adentrohacia afuera, hay que ser maestro y padre enel proceso educativo. Así nos lo hace ver enlos siguientes aforismos de Los negroides:

- “Pedagogo es quien comprende, noquien enseña letanías” (aforismo 145).

- “Hasta hoy ha imperado el rebaño, laeducación; están próximos ya los tiem-pos de la cultura, la auto-expresión. Estállegando el tiempo de la libertad” (afo-rismo 146).

- “Secreto interesante es el de entenderque cada uno necesita de maestro. Entodo caso, saber que soisindividualidades y que si os perdéis enel montón es por no haberos conocido,por carecer de maestro apropiado queos haya servido de bordón y acicate”(aforismo 209).

El propósito de González es lograr la trans-formación del sistema educativo para propi-ciar el paso del rebaño a la libertad, para queel hombre trascienda en su conciencia y suconocimiento. En esta forma se van rompien-do los moldes de la escuela tradicional queeduca pero que no prepara al hombre para lavida real ni satisface las necesidades realesdel país: “Es cierto que se aprende estudian-do, pero se aprende mal y nada acerca de loshombres y de la vida. Se aprenden enumera-ciones; la vida es preciso vivirla”60.

La educación de la personalidad es aquellaque debe guiar la conducta del hombre, demanera que redunde en un proceder natural

y original, alejado de la vanidad que derivade la imitación, del complejo de inferioridady de la pereza del alma: “Adquirir personali-dad es, ante todo, disciplinarse medianteprácticas que conduzcan al conocimiento desí mismo. Este conocimiento es esencial y lafuente de los demás conocimientos”61.

4. La autenticidad: pilar de laeducación

Los discursos sobre la formación humanaactualmente se encuentran influenciadospor los lineamientos de un proyecto queaún permanece aferrado a las pretensionesutilitaristas de una modernidad unidi-mensional. Hasta ahora la teoría de la for-mación no ha podido desligarse de la prima-cía dada al funcionamiento de la razón y laobservación.

Desde esta perspectiva se concibe el desa-rrollo humano como un proceso constante deascenso hacia estados de perfección que si-guen una linealidad orientada por la idea deprogreso, donde se valora el alcance de lo“más avanzado” o lo “más cercano” al finaldel proceso. De igual manera, se da unaabsolutización de las pretensiones de la edu-cación en y para la razón.

Las expresiones más propias de una concien-cia autónoma e individual del hombre ilus-trado, según esta perspectiva, serán realiza-ción racional, intención consciente y clari-dad conceptual. Esto se ha venido convir-tiendo en el fin más alto que debe lograr todalabor educativa. Queda flotando en el am-biente la pregunta: ¿cómo volver a una vi-sión del hombre original que trascienda losparámetros de la razón y permita desarrollaruna formación integral?

60 González, Mi Simón Bolívar..., p. 102.61 Henao Hidrón, Fernando González...,p. 158.

Page 18: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 165

En este punto, y buscando una respuesta alanterior interrogante, se recurre al pensa-miento de nuestro filósofo colombiano y sepropone la noción de autenticidad como unavaliosa contribución a la reflexión educati-va. La autenticidad (categoría fundamentalen el pensamiento gonzaleciano) nos permi-te darle un enfoque nuevo a la formación ynos lleva más allá de los simples márgenesde la razón.

La autenticidad, en palabras del maestroFernando González, es la posibilidad de que“cada uno viva su experiencia y consuma susinstintos. La verdadera obra (la obra auténti-ca) está en vivir nuestra vida, en manifestar-nos, en autoexpresarnos (…). El objetivo dela vida es que el individuo se autoexprese(…). El último fin de toda actividad debe serel individuo”62.

Este concepto ocupa un lugar importante ensu pensamiento y dentro de lo que él llamófilosofía de la personalidad. “La personali-dad es conjunto de modos propios de mani-festarse el individuo; la individualidad encuanto aparecida o manifestada. Con este fines imprescindible el empleo de métodos, loscuales conforman la cultura”63. En esta pro-puesta vital-existencial se entiende la auten-ticidad como la forma más propia de expre-sión del hombre, como la creación del senti-do de la propia vida. La autenticidad está asíopuesta a la vanidad y la simulación, que seconvierten en obstáculos para un ascensohacia la cultura y hacia el hombre egoente.

Adquirir personalidad es, ante todo, discipli-narse mediante prácticas que conduzcan alconocimiento propio. Este autoconocimientoes la fuente de los demás conocimientos. Enese vivir, buscar, conocer, aplica su métodode Atisba y Escucha64; método que es “aus-cultación, conocimiento de sí y enfrenta-miento consigo mismo, a la atisba y escu-cha, o sea, en convivencia con las manifes-taciones de la vida”65.

El hombre asciende al liberarse de las tira-nías que lo sujetan, en este caso de la tiraníade una educación de rebaño; el conocimien-to es el camino de la liberación del hombre;la verdad es la libertad en acción: “la únicalibertad está en el entendimiento. El únicométodo para liberarse es comprender. Sóloel espíritu es libre”66. Este proceso de libera-ción se va convirtiendo en un fenómenomoral de mejoramiento por medio de la bús-queda de un ideal al cual se tiende, en estecaso, la autenticidad.

La educación enfocada hacia lo humano debebuscar el ser auténtico del hombre partiendode su realidad, del mundo y de la vida enconjunto; esto implica una práctica auténti-ca del propio ser personal y plantea la bús-queda de nuevos caminos para la tradicióneducativa:

Una educación para (…) asumir una con-ciencia provocadora que le permita al otrodotar de sentido su propia existencia paraque vaya más allá de lo puramente teóri-

62 Fernando González, Los negroides. Citado por Jesús Sánchez, “Autenticidad: Una mirada a la formaciónhumana desde la obra de Fernando González”, El Colombiano (1º de diciembre de 1996), p. 11.

63 Henao Hidrón, Fernando González..., p. 158.64 “Atisbador hemos llamado a este neosocrático. Hizo del transitivo atisbar -mirar con cuidado- su oficio

predilecto, practicándolo primero consigo mismo y después con cuanto le rodeaba. Ambas direcciones locondujeron a un mismo camino: el de la afirmación del yo. Sólo posible mediante el cultivo de lapersonalidad”. Henao Hidrón, Fernando González..., p. 158.

65 Restrepo, Para leer..., p. 291.66 Fernando González, Antioquia (Medellín: Universidad de Antioquia, 1997), p. 341.

Page 19: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

166 Cuadernos de filosofía latinoamericana

co o material; de que se supere la nociónextática de naturaleza humana y se laconsidere más bien como posibilidadsiempre abierta del ser humano y de suauténtico esfuerzo creador”67.

Ser auténtico implica ir hacia el punto don-de se origina todo lo que tiene sentido paramí, se trata de que lo que yo vivo posea vali-dez y significación en mi formación integral.La autenticidad no es una negación de la ra-cionalidad, sino la posibilidad de experi-mentarnos como totalidad: hombres quepiensan, sienten y quieren. Es una concep-ción del hombre como existencia que tras-ciende y le da sentido a su devenir como su-peración, como libertad, como iniciativa yoriginalidad.

La norma general de conducta será meditary crear. Con ello se insinúa la urgente nece-sidad de una campaña contra el vicio de larepetición mecánica de cosas leídas. Quiere,en su reemplazo, instigar a la investigación,a la experimentación, a la documentaciónpersonal; organizar excursiones a pie conobjeto científico; formar herbarios, coleccio-nar piedras y animales.

Ahí esta planteado el camino de FernandoGonzález. No es rebeldía sino búsqueda dela verdad, de la autenticidad. El maestro Fer-nando González fue eso, un maestro de es-cuela que enseña autenticidad, y para ellotodo lo destruye, porque todo es mentira; todocae bajo su crítica, áspera pero necesaria.

5. Educar en la personalización

En la perspectiva educativa gonzaleciana, lecorresponde al maestro la noble tarea de lle-var a sus estudiantes al conocimiento de la

verdad. Él es quien inicia procesos y no pue-de ahorrar esfuerzos para que cada uno delos hombres y mujeres que se le han confia-do conozca su ser espiritual, sociopolítico,profesional y comunicativo. Por tanto, la es-cuela es el lugar privilegiado para que la per-sona le de sentido a su vida, para que cons-truya su proyecto de vida y se integre a lacultura; como diría el maestro González:

A mis jóvenes les ofrezco la cultura. Losharé dueños de los métodos, de sí mis-mos. Sus personalidades serán sus ins-trumentos. Los honores les vendrán dedentro para afuera. En una palabra, seráncultos, dueños de todo, porque poseeránel método. Sus cuerpos y sentimientos lesobedecerán como autómatas68.

El educador es el facilitador del encuentrode la persona con su propio yo a través de suhistoria personal y por medio de una educa-ción en la egoencia, la desvergüenza quequiere formar hombres libres, capaces y res-ponsables al ejercer su autonomía.

El propósito de toda educación debe ser:humanizar y personalizar al hombre; nadiees persona realizada si no tiende a lapersonalización, a su autonomía, hacia losotros, hacia el mundo. Humanizar y perso-nalizar significa que se asume un modeloconcreto de hombre, un proyectoantropológico que debe estar en la base de laacción educativa humanizante ypersonalizante, que según hemos visto es elHombre Egoente (amante de la vida, origi-nal, superador de la vanidad).

La meta a la que debe tender este proceso esla educación integral que desarrolle en elhombre su pensamiento y su libertad, que lolleve a la formación de hábitos de compren-

67 Sánchez, “Autenticidad...”, p. 11.68 Fernando González, El remordimiento, 2 ed. (Medellín: Albón, 1969), p. 55.

Page 20: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

Vol. 26, No. 93 (2005) 167

sión y comunión con la totalidad de la reali-dad en la cual humaniza su mundo, producecultura, transforma la sociedad y construyela historia.

Es importante recuperar la confianza en lafuerza y eficacia de la educación en orden ala personalización, humanización y libera-ción del hombre mismo, no exclusivamentela parte racional, porque una educación en laque se prescinda del humanismo es una edu-cación que se queda trunca y será desquicia-da y desequilibrada.

Para González la escuela disciplinaria, en laconvivencia con la naturaleza y con los maes-tros instigadores, genera hombres libres enla inocencia y la felicidad orgánica: “mi pro-grama es escuelas disciplinarias al aire libre;hombres bellos (maestros) que den su belle-za a los niños”69.

La educación, en el maestro González, tienecomo objetivo reemplazar al hombre vani-doso (hombre del rebaño) por el hombreegoente, quien, a partir de creer en sí mis-mo, en sus posibilidades, puede lograr elcambio que tanto necesita la sociedad; paraque deje de ser un “copietas” y sea un crea-dor, un desvergonzado que no siente compa-sión de sí, que no reniega de lo que es,suramericano; que no vive bajo el yugo quelos vanidosos imponen al rebaño, formadopor la educación tradicional. Por ello, abogapor una educación y una cultura que despre-cie la apariencia, lo vano; y que defienda laenergía formulada a través del método queemocionalmente conduzca a desarrollar esaautoexpresión: “la cultura consiste en des-nudarse, en abandonar lo simulado, lo aje-no, lo que nos viene de fuera, y en auto-ex-presarse”70.

Quisiera concluir este trabajo presentando, amanera de resumen de lo aquí tratado, unasemblanza de la vida y obra del maestroGonzález. Para ello, he extractado de JavierHenao Hidrón algunos apartes. A la pregun-ta “¿quién fue Fernando González Ochoa?”,se puede responder:

[Un hombre que] se atrevió a romper conla tendencia colombiana a la imitación,la formulación de ideas desprovistas deprofundidad conceptual (que por lo tan-to no son ideas sino opiniones), la inves-tigación sin contacto con la realidad y lacarencia de proyección hacia el futuro;mientras, simultáneamente, empleabaun lenguaje limpio, claro y directo, au-sente de metáforas y de construccionesbarrocas.

En vez de los temas abstractos o de lasdivagaciones eruditas, prefirió siempre elestudio de los problemas concretos. Pri-meramente los relacionados con su pro-pio yo individual (…). Después abordóaspectos fundamentales de la realidadcolombiana y, posteriormente, penetró enla sociología y psicología del hombresuramericano (…).

Para medir a sus personajes inventó elmetro psíquico o concienciámetro, cuyaescala más alta está representada por laconciencia cósmica, a la cual han logra-do llegar algunos seres privilegiados (san-tos o sabios) que incorporaron el univer-so a su propio yo (…). De ahí su pro-puesta de una pedagogía de la cultura,concebida de dentro para fuera, con elfin de elevar el nivel de conciencia delos individuos y la motivación de lospueblos (…).

69 González, Cartas a Estanislao..., p. 203.70 González, Los negroides..., p. 12.

Page 21: VISIÓN DEL HOMBRE LATINOAMERICANO Y LA IDEA · PDF fileen una familia de trece hijos; de estos sólo sobrevivieron seis: ... primeros puentes sobre sendas quebradas, provino el sonoro

168 Cuadernos de filosofía latinoamericana

71 Henao Hidrón, Fernando González..., pp. 240-242.72 María Helena Uribe de Estrada, “El camino del amor en Fernando González”, Revista Universidad

Pontificia Bolivariana 45.141 (1996), p. 156.

Su lema padezco, pero medito sirve paracomprender cuál fue la dimensión de sulucha interior, tan solitaria y prolongada.Y de qué modo sacrificaba, a favor delentendimiento, las posibilidades de caeren el facilismo, en la atracción del hala-go, o en la mentira.

Por ese camino intimista y de despreciopor la mentira encontró su verdad71.

Este es nuestro maestro de Otraparte; estesu pensamiento, revolucionario e inadecua-do para sus contemporáneos de inicios delsiglo XX pero iluminador para nosotros enlos inicios del siglo XXI. Y, como lo dijeraNietzsche (el otro gran maestroincomprendido), ¡el resto se sigue de ahí!

Conclusión

Con el anterior recorrido se quiere acercaral lector a una comprensión lo más clara po-sible sobre el tema del hombre y la educa-ción en el maestro Fernando González. No

pretende ser la última palabra sobre estostemas, pero sí servir de orientación para unalectura más cercana de la obra gonzaleciana.

Culmino esta síntesis con las palabras deMaría Helena Uribe, quien habla sobre losdiversos lectores de la obra del maestroGonzález y las variadas imágenes que deél quedan en la mente del lector:

Reunidos en torno a su vida y a su obraliteraria permanecemos separados losunos de los otros frente a sus libros yfrente a la vida misma de este sermultifacético. Cuando hablamos condistintas personas, podemos observarcómo cada una se aferra a su FernandoGonzález. Nadie quiere que le maten elque conoció, amó o admiró. Algunoshasta se niegan a olvidar lo que en élodiaron. Así, en vida o en muerte, enmuerte o en vida, según los diversospuntos de vista, Fernando sigue siendoel hombre de las controversias72.