VisiCalc, el padre de todas las hojas electrónicas de cálculo

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Artículo publicado originalmente en www.enredando.com - 2001

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VisiCalc, el padre de todas las hojas electrónicas de cálculoCarlos A. Scolari

Publicado originalmente en www.enredando.com - 2001

Como todos saben una hoja electrónica de cálculo (o "spreadsheet") es un software proyectado para construir modelos aritméticos que, en la época pre-informática, solamente se podían realizar en hojas tabulares (por ejemplo estados de resultados, balances, reportes de calificaciones escolares, etc.). El rasgo distintivo de estos programas es la división cartesiana de la página en renglones/columnas y el uso de una unidad mínima de información: la celda, un espacio determinado por la intersección de una columna y un renglón. Una celda, un dato.

Pero los datos sólos no dicen mucho: deben entrar en relación entre sí. Para reconstruir esta dinámica la hoja electrónica de cálculo permite definir en cada celda una fórmula (por ejemplo una “suma”). Así, el valor de la celda será el resultado de la aplicación de esa fórmula. Por otro lado, la fórmula presente en una celda puede depender del valor de otras celdas: cambiando uno de estos valores cambiarán los valores de todas las celdas “conectadas” por medio de la fórmula.

Todo esto convierte a la hoja electrónica de cálculo en una potente máquina de simulación: el usuario puede modificar un elemento de un sistema y tener una visión general de los efectos de ese cambio en todo la estructura. El software, de esta manera, no se limita a “hacer cálculos” y se convierte de hecho en un productor de “mundos posibles”: que sucedería si bajo el precio de mi producto en un 5%? En cuánto disminuye mi ganancia si aumento la comisión de mis vendedores?

Los “mundos posibles” –o “pequeños mundos”, como los llama Umberto Eco- son construcciones cognitivas que nos permiten hipotizar situaciones futuras. De la misma manera que el lector de una novela policial arriesga hipótesis -"el asesino es el amante de la esposa"- que probablemente quedarán superadas unas pocas páginas más adelante -"el asesino es el mayordomo"-, el usuario de una hoja electrónica de cálculo proyecta situaciones posibles a través de la manipulación de variables numéricas.

Máquinas de simulaciónCuándo nacieron estas formidables máquinas de simulación? En 1978 dos jóvenes programadores -Robert Frankston y Dan Bricklin, quien además era estudiante del Masters en Business Administration de la Harvard Business School- proyectaron un software para la microcomputadora Apple II llamado VisiCalc. El programa presentaba aquellos que serían de ahí en más los rasgos distintivos de la hoja electrónica de cálculo: una organización de la página en renglones/columnas y la posibilidad de crear simulaciones numéricas.

Ese mismo año Frankston y Bricklin fundaron la Software Arts Inc. con el objetivo de comercializar su criatura digital. En el otoño de 1979 la versión de VisiCalc para Apple II estaba lista, y el equipo de programadores comenzaba a escribir las versiones para Tandy, Commodore PET y Atari 800. En octubre el programa era un best-seller que se vendía en los negocios de computación a USS 100.

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Los agentes financieros y economistas estaban de parabienes: hasta ese momento los programas de simulación eran costosos y sólo funcionaban en los gigantescos sistemas mainframe de las grandes empresas. Las ventajas de VisiCalc eran evidentes: el programa de Frankston y Bricklin se adaptaba a cualquier ordenador personal (podía ser usado en casa!), las simulaciones se rehacían una y otra vez sin tener que preocuparse por los costos y los resultados se podían ver “en tiempo real” en la pantalla. Según Dan Bricklin ""VisiCalc le ahorró a la gente 20 horas de trabajo semanal y las redujo a 15 minutos, eso les permitió ser mucho más creativos ... cualquier producto que se amortiza en dos semanas es un ganador seguro."

VisiCalc -un programa que, para adaptarse a las limitaciones de las máquinas de ese período, "pesaba" sólo 27 Kb- causó un gran impacto en la comunidad de usuarios de microcomputadoras. En efecto, fue el primer software que impulsó la compra de computadoras con el único objetivo de hacerlo funcionar. VisiCalc materializó el sueño de todo empresario informático: los usuarios consideraban tan importante el software que estaban dispuestos a pagar por la máquina y por el programa.

En los años que siguieron a la aparición de VisiCalc se realizaron programas cada vez más potentes (MultiPlan, Lotus 1-2-3, Full Impact, Wings y Microsoft Excel), pero ninguno de ellos le robará a VisiCalc el título indiscutible de haber sido la primera "killer application” del reino digital. En noviembre de 1981 la Association for Computing Machinery premió a Dan Bricklin con el Grace Murray Hopper Award. Poco tiempo más tarde Frankston y Bricklin vendieron su criatura a la Lotus Development Corporation.

La evolución de este género de programas no se detendrá durante varios años. A principios de los '80 las hojas electrónicas de cálculo se flexibilizan y comienzan a "dialogar" con los procesadores de texto. Las tablas pueden ser importadas en los programas de videoescritura para acompañar los balances e informes económicos. En 1983 Mitch Kapor introduce su Lotus 1-2-3, un software que recoge la experiencia de VisiCalc y la repropone en un instrumento integrado que incluye hoja de cálculo, procesador de textos, etc. A fines de los '80 la presión de las interfaces gráficas se hace sentir cada vez más: las hojas electrónicas de cálculo introducen dispositivos gráficos de interacción y permiten la visualización de los datos (tortas, barras, etc.).

Bricklin y Frankston nunca recibieron una patente por su programa (en realidad, sólo en 1981 la Corte Suprema de los Estados Unidos reconoció la posibilidad de patentar software). "Patentes? Desilusionado? No lo veo de esa manera -dijo alguna vez Bob Frankson-. Una patente del software no estaba a nuestro alcance, entonces elegimos no jugarnos esos 10.000 dólares." La ganancia, explicó Dan Bricklin, estaba de todos modos asegurada: "no me volví rico al inventar VisiCalc, pero siento que produje un cambio en el mundo. Esa es una satisfacción que el dinero no puede comprar".