Villoro Juan - Los Once de La Tribu

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    S ONCE DE LA TRIBU

    Autor: Villoro, JuanISBN: 749397073106342Generado con: QualityEbook v0.38

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    Crnicas

    JUAN VILLORO

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    ribir al sol

    En 1979 era guionista del programa de radio El lado oscuro de la luna y fui invitado por Huberto Bats y Fernando Bentez a escribir cen el suplemento Sbado, de unomsuno. Con clebre indulgencia, Bats y Bentez fingieron no advertir que su presunto crtico se a

    ema y, en muchas ocasiones, de la realidad.As se inici mi trayectoria por las aguas de la crnica. El principal beneficio fue compensar la soledad de escribir ficcin. Unoerios de lo "real" es que ocurre lejos: hay que atravesar la selva en autobs en pos de un lder guerrillero o ir a un hotel de cinco estreocer a la luminaria escapada de la pantalla. En sus llamadas, los jefes de redaccin prometen mucha posteridad y poco dinero. Ignor argumento: salir al sol.Este libro es una seleccin de las crnicas que he escrito en los ltimos ocho aos. Comienza con un texto sobre el descubrimien

    acin por la lectura, los dems, aspiran a poner en prctica esa pasin.

    A tres dcadas de que Tom Wolfe asalt el cielo de las imprentas con sus quntuples signos de admiracin, la mezcla de recurodismo y la literatura es ya asunto cannico; a nadie asombra la combinacin de datos documentales con el punto de vista subjeador; el criterio de veracidad, sin embargo, es un ingrediente misterioso: una de las crnicas ms testimoniales ("Extraterrestres en aulada") tiene un tono enrarecido, y la ms delirante ("Monterroso, libretista de pera") merecera ser cierta.Traman Capote recomendaba trabajar sin grabadora para mantener despiertos los reflejos literarios. Segu el consejo en "La

    dritos", entrevista que transcrib sin mis preguntas. El recurso resulta esencial ante personas cuyo lenguaje se ignora los giros, las macilaciones se convierten en normas de carcter. En las conversaciones ms "literarias"(con William Golding, Sergio Pitol y Gnte

    caba constatar o refutar un dilogo sostenido con sus obras; la entrevista era, en s misma, un eco de conversaciones previas, y la gresult un estorbo. En lo que toca a Jane Fonda, hubiera sido imposible llegar sin aparatos a su isla de promocin.Debo confesar mi parcialidad por la entrevista con ngel Fernndez. De nio, sus narraciones de ftbol me revelaron la existenciuaje de fbula, en el que todo poda decirse de otro modo. Fue mi primer contacto con las palabras como smbolos mgicos. Cuandoasa, coincid en la puerta con el jardinero, que llevaba una larga guadaa. La entrevista transcurri durante horas en varias habitaciordn. Mientras tanto, el jardinero segaba el pasto. Salimos juntos. En la puerta, ngel me detuvo: "Deja pasar a Excalibur", dijo la voz qfancia de personajes picos.

    A siete aos de aquel dilogo, ngel Fernndez sigue fuera de la televisin; como Gabriel Vargas, el numeroso autor de La Familiaaguarda su reconocimiento como renovador del lenguaje popular.En 1990 El Nacional me envi a Italia a cubrir el Mundial. Despus de dos meses de conocer en detall las dolencias de Maradona,

    xico y me enter de un extrao torneo de pelota prehispnica. No se trataba de un deporte extinguido? Fui a Sinaloa y con la vergn tiene la mente saturada de goles en canchas extranjeras, me enter de que la milenaria pelota de los olmecas segua botandoertos del norte. El resultado fue "El patio del mundo".Algunas crnicas abordan un mismo tema en dos tiempos ("Los once de la tribu" indaga las condiciones del ftbol e "Infancia en la Trcusin en el pblico), otras se compensan o refutan ("Una Sudfrica para nios" es una defensa de la libertad creativa y "La Acadeicin", una stira de sus excesos).Ciertos entusiasmos surgen de una decepcin previa. Vi a los Rolling Stones en Berln, en 1982, y me parecieron unos cuarentones

    mejor retiro. No pens que se convertiran en los fascinantes carcamales escnicos que visitaron Mxico en 1995. Con frecuencia, el be contra s mismo; la exaltacin de "Las piedras tienen la edad del fuego" se deriva, en buena medida, de la correccin de un prejuiPero el tiempo ha sido inclemente con otros protagonistas de este libro: Julio Csar Chvez se ha vuelto un campen rutinario;

    ing muri en 1993; Gorbachov, Webster y Negroponte ya no mueven piezas en el juego de espionaje intuido en "Rusos en Gigante".En cuanto a Marcos, es difcil anticipar su suerte. El gobierno inici 1995 con una guerra de imgenes; al revelar el nombre y el roguerrillero, busco quitarle fuerza mtica. La crnica "El guerrillero inexistente" aborda esta pugna de mscaras e identidades.La revista Viceversa present mi crnica "Los convidados de agosto", sobre la Convencin Nacional Democrtica, en la selva de Co el relato de un testigo incmodo. La descripcin me parece certera: no pretendo obedecer ms que a una mirada oblicua, personalDesde aquel lejano contacto con el binomio B & B que revolucionaba el periodismo en el unomsuno, numerosos editores

    vencido de escribir de asuntos para los que me creo incapaz (muchas veces con el sereno argumento de "necesitamos a alguien quea y se sorprenda"). Ramn Mrquez, maestro del periodismo deportivo y de la nota roja, lleg al extremo de subirme a un helicptcribir la ciudad desde las alturas. Mi crnica me gust tan poco como estar bajo las aspas. La generosidad de Ramn lo hizo ndome al ring-side de Julio Csar Chvez: "La tempestad superligera" sali mejor porque es un texto a dos voces.Adems de los ya mencionados, vaya mi agradecimiento para quienes me invitaron a salir al sol: Jos Carreo Carln, Sergio

    ly Ds, Jos Mara Espinasa, Fernando Fernndez, Francisco Hinojosa, Csar Antonio Molina, Mara Nadotti, Fernando Orgaerto Diego Ortega, Braulio Peralta, Juan Jos Reyes, Vctor Roura, Fernando Solana Olivares y Eduardo Vzquez Martn.Mxico, D.F., a 28 de febrero de 1995

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    mbre en la inicial!

    Hasta hace unos aos los libros fueron custodios de la fe y la ciencia. El cine y la televisin ya se haban apoderado del gran pblicorva del saber segua en las bibliotecas (las computadoras an eran aparatos imprcticos, del tamao de un Aula Magna). Arntica se ha apoderado del ltimo bastin de la letra impresa. Es cierto que cada comunidad religiosa conserva un Libro, pero en camn: la escritura del Dios se alza como l negro basalto del Cdigo de Hammurabi, establece un contacto con un tiempo distante, perimeros desiertos, donde el hombre tena que leer para actuar.La infancia debera ser el terreno del encuentro con la lectura; sin embargo, al ver a Chepo y Yeyo, eminentes yuppies de ocho aos,ortugas ninja, cuesta trabajo concebir la alteracin mental para que lleguen, ya no digamos al a El Quijote, sino a Asterix el Galoigio har que esos vidos succionadores de Pepsilindros apaguen el Nintendo y abran un libro?Mi itinerario no fue menos arduo. Pas una infancia sin otras ambiciones que ser centro delantero del Necaxa o requinto de un grupo

    ibros me resultaban tan amenazantes como la Biblia, la Constitucin y otros tratados de castigos y recompensas que esperaba no ca.En sexto de primaria tuve que debutar ante la literatura. La seorita Muiz decidi que ya estbamos en edad de merecer un clsics eligieron El lazarillo de Tormes, por ser el ms breve, y el matado de la clase volvi a caernos en el hgado al escoger un tedio de nas y ttulo insondable: La Eneida. Unos das antes de este rito de iniciacin, haba visto El Cid, la pelcula con Charlton Heston yn. Las hazaas del Campeador me entusiasmaron tanto que le ped a mi abuela que me hiciera un traje de cruzado. En esa poca lo

    Mixcoac mostraban su vocacin pica disfrazndose de indios o vaqueros; a veces, algn desesperado se vesta de Supermn. No nr que mi aparicin en la calle de Santander fue atroz: la cruz destinada a amedrentar moros y la cota de malla hecha con un mosquiron en ridculo. Aun as, Rodrigo Daz de Vivar sigui siendo mi hroe secreto y ante la oferta de la seorita Muiz no vacil en escar del Mo Cid. El encontronazo con los clsicos me dej pasmado: era increble que una pelcula excelente se hubiera hecho con un go.Como tantos maestros, la seorita Muiz pensaba que debamos ingresar a la literatura por la puerta gtica. Hubiera sido ms ezar por Mark Twain, J. D. Salinger o algn crimen apropiadamente sangriento, y avanzar poco a poco hasta descubrir que tambin E

    Mo Cid era materia viva. Como esto no ocurri, pas los siguientes aos evitando todo contacto con la literatura. Sal de la secundari

    rd de dos libros en mi haber, uno en contra, otro a favor. Me somet a la tirana sentimental de Corazn, diario de un nio, me enjugmas, preguntndome si alguien leera eso por gusto (yo al menos estaba llorando para pasar Espaol). El segundo libro me cautiv o oscuro; durante semanas slo pens en el Capitn Hatteras y su arrebatado viaje al polo norte. La novela de Verne era una inmeacin a la literatura, pero algo me detuvo; la epopeya en el hielo se impuso en mi imaginacin como un cataclismo excesivo; sal o quien sobrevive a un huracn.Los momentos que cambian el curso de una vida son difciles de rastrear. Muchos aos despus, ante el pelotn de fusilamienton del psicoanalista, tratamos de otorgarle una lgica a los actos que no obedecieron sino a un profundo azar. Yo tambin he olvibre de la nia maravillosa que en quince minutos de un recreo me descubri la belleza del mundo y me embarr su gelatina en la cargo, como un raro privilegio de la memoria, recuerdo la tarde en que mi vida cobr forma en las pginas de un extrao autor sin a

    Agustn logr el rapto predi lecto de los escritores; ganar a alguien para la literatura: el lector ideal es el que hasta ese momento no bro por gusto.El verano de 1972 me encontr en las vacaciones entre la secundaria y la preparatoria, en un planeta miserable donde Los Bean separado y el mejor equipo que jams salt a la cancha se converta en el Atltico Espaol. Un infierno de tardes eternas, muc

    anzables, calles que conoca en todas sus cuarteaduras. En aquel marasmo, ocurri el milagro: son el timbre y Jorge Mondragbre de guerra era El Chinchulm, entr a mi casa con un libro! Los ojos le brillaban como si contemplara la legendaria jugada de e el Yuca Peniche y el Morocho Dante Jurez. El ideal de Mallarm se consum en la recmara: para Jorge, el mundo se haba conve De perfil, de Jos Agustn. No le hubiera hecho caso de no ser porque habl con un morbo fascinante. Se qued viendo la foto de

    Francamente no s cmo le hizo para ligarse a Queta Johnson.De inmediato quise saber cmo le hizo.Jorge y yo ignorbamos que se poda escribir ficcin en primera persona; lemos De perfil como trozo de vida. Con la enorme vanidescencia, la novela me gust tanto como si yo la hubiera escrito. Cmo haba hecho el autor para conocer hasta mis tribulacionas? El protagonista no tena nombre porque Jos Agustn quera evitarme el quemn de que me reconocieran en la calle. La

    scurra en las vacaciones entre la secundaria y la preparatoria y era demasiado semejante a mis das sin brjula. Hasta ese momento rea que un romance era "literario" si el beso lo daba un griego; los escenarios novelescos estaban tan lejos que se necesitaba un batn desquiciado para llegar a ellos. De perfil ejerca la fascinacin de la territorialidad: de un espacio familiar, mil veces pedaleleta, surga un cosmos infinito; los detalles cotidianos, fugitivos, se ordenaban en una realidad que superaba a su modelo: no estbalonia Narvarte sino en una utopa que tambin se llamaba Narvarte. La gozosa reinvencin de lo conocido prosegua en el lenguaje:

    ca de Agustn era tan eficaz que seguramente estaba prohibida en las escuelas; un lenguaje de primera intencin, hecho con el prego del patio y de los baos, nunca del saln de clase. Mientras los pizarrones se llenaban de lenguas muertas, De perfil se abra con stadio, un estruendo con reflectores encendidos, donde un corredor frentico se robaba todas las bases. No poda ser de otro modo

    elista que fue el primer bateador en conectar un jonrn en la Maya Pony League.Durante esas vacaciones no hice ms que leer De perfil. Fuera de sus pginas todo me pareca ficcin. Desde la ventana del departlas azoteas, los pjaros que volaban de unas antenas de televisin a otras y me preguntaba qu se estara escribiendo en las ca

    ente, de golpe perciba mi colonia como una colmena de escritores, resultaba inconcebible que alguien se dedicara a otra cosa, la aba vuelto un enorme pretexto para escribir novelas.En 23 aos no he vuelto a leer el libro que decidi mi vocacin, pero no he perdido un detalle de su copioso mundo: el dedo gordo-fta Johnson, la mano de Violeta que se retira cuando su marido trata de tocarla, el nacimiento del protagonista en el captulo final. Ca

    expresiones artsticas circulan en la orilla de la memoria; slo la literatura se hunde de lleno en el tiempo perdido: un libro nos puedeo menos al cabo de los aos sin necesidad de releerlo. La msica trae recuerdos mientras la escuchamos pero los libros gravitan s

    osotros, trabajan por los das fugados, y acaso sta sea la razn por la que, aun en la era de la imagen y sus ingenieras, no pcindir de ellos."Detrs de la ran iedra el asto, est el mundo en ue habito", comienza el libro de A ustn. Muchos aos des us, mientras

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    s palabras, alguien que nunca ha ledo un libro por gusto apaga la televisin y se encierra en su cuarto. El mes de mayo ha sido nefaorosa soledad entre exmenes que no llevan a ninguna parte; ya todo parece posible, incluso leer una novela. Realmente se puede estar ah, ante un libro que no sirve para pasar materia? Y todo porque su mejor amigo, que hasta hace poco era un espritu confipretensin cultural que ver El vengador txico por octava vez, le dijo que De perfil lo haba transformado! La palabra "transformacin" a sospechosa en los sesenta tena que ver con los telpatas del Tbet, en los noventa con los mutantes bajo un cielo qumicargo, ms all de las esoteras y la ciencia ficcin, las transformaciones ocurren, como lo comprueba el lector en ciernes al ver a scamente alterado. No tiene otro remedio, que leer el libro. Un acoso total, como ir perdiendo en la parte baja de la sptima entrada, y dos strikes en la pizarra. Abre De Perfil con recelo y lee las primeras pginas. La pelota est en el aire. Un segundo despus gistas: "Hombre en la inicial!" Otro lector ha llegado a primera base, la zona fabulosa que ya corresponde al resto de su vida. Deempla las bases que le quedan por robar. Quin lo impulsar a segunda, el prximo bateador, que se prepara abanicando el aire?amos de un libro a otro, quin tiene el mapa de todo el archipilago, las bases dispersas que forman nuestro juego?De perfil o la fuerza inicitica, la inslita capacidad de patentar lectores. Si Jos Agustn recibiera las regalas de todos los libros queias a l, estara nadando en la alberca de Elvis Presley. De cualquier forma, ninguna recompensa iguala a la magia del primer enc

    mbre en la inicial!"El juego contina.

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    quince minutos de Andy Warhol

    En el futuro todo mundo podr ser famoso durante quince minutos.A.W.Los Diarios de Andy Warhol (Anagrama, 1990) son, segn se vea, el documento ms prescindible o ms imprescindible del sigloa ser de otro modo con el pintor que sostuvo el siguiente dilogo:Qu hay detrs de sus cuadros? pregunta un reportero.Zoom a la peluca albina y las cejas teidas... El Artista se alza de hombros y ofrece la ms compacta definicin del arte pop:Nada.Los Diarios son esa "nada" en 979 pginas. Enemigo de las revelaciones personales, Warhol vivi para cultivar una mirada autpromiso emotivo, idntica a una fra pantalla de televisin. Su biografa ejerce la misma ambigua fascinacin que sus cuadros. Pa

    a y el elogio fueron categoras equivalentes; el zar de la banalizacin cumpli el sueo americano demostrando que era execrable. grantes casi analfabetas, hijo de un obrero metalrgico de Pittsburgh, Andrew Warhola naci sin escalera de plata y tuvo que busnal va de ascenso. Al grito de "nada ms burgus que temer parecerlo", el iconoclasta de los sesenta se transformara en el cnicoenta, el amigo ntimo del Sha de Irn, el modelo de Yves Saint-Laurent, el catlico recalcitrante, el racista capaz de transformar gebano", "puertorriqueo") en insultos, el materialista cum laude que puso un anuncio en el Village Voice prometiendo comprar ca!!!En sus ltimos aos, Warhol soaba con tener una mquina que pintara por l mientras sala "a inspirarse" en las boutiques de la cpus de producir decenas de cortometrajes en verdad dignos de sus ttulos (Basura, Carne, Malo, Calor, Beso, Sueo, Mama

    mover al grupo de rock Velvet Underground (capitaneado por Lou Reed y John Cale) y de desconcertar al mundo del arte con cuadcan etiquetas publicitarias, Warhol recibi la bendicin de todas las ligas de la decencia. Cmo empez la costosa beatificac

    eta de la decadencia? Segn Tom Wolfe (La palabra pintada, Anagrama, 1976) entre los crticos de arte, Lawrence Alloway bautiz adentificado como pop art y lo bendijo con una tesis: "El ntimo sentido del pop art no es localizable; es, esencialmente, el de un arte acos y sistemas de signos." Aunque todo arte puede definirse como un sistema de signos, la frase de Alloway dio pedigr al pop. Ca-cola, una de sus musas favoritas, el pop tena un envase atractivo y un contenido gaseoso. Posteriormente, Leo Castelli y otros ga

    ncargaron de ponerle precio.Hay, al menos, tres fases en la trayectoria warholiana: el dibujante de publicidad, el genio underground y el pintor del jet-set. Todn regidas por una helada contemplacin de la realidad. En 1973, cuando entrevist a Truman Capote para Rolling Stone, Warhol insis

    ortancia de ser frgido para tener xito; Stephen Koch (Andy Warhol Superstar, Anagrama, 1976) lo llama "el magnate de la pasividadgo Warhol una emocin es un error esttico. Lejos, muy lejos, estn los fracasados que sienten. Segn Baudelaire, el dandy se defin

    uebrantable decisin de no conmoverse". sta fue la divisa de Warhol, el indisputable dignatario del cool que convirti en objetobridades y en celebridades a los objetos.Su trnsito por las agencias de publicidad le dej una conviccin: lo nico que importa es el empaque: la lata de sopa Campbell's y largente Brillo saltaron a los lienzos. Si Jackson Pollock se propuso atacar sus telas con un bro idntico al de la naturaleza chisgo secreciones orgnicas, Andy Warhol quiso ser un aparato, y lo que es ms, un aparato imperfecto: sus plantillas simulaban el trampresoras donde siempre hay un color fuera de registro.Enemigo de lo nico al carajo los rostros que revelan una vida singular Andy W. busc la serie y la estandarizacin: una, dlyn Monroes!!! Con ello se convirti en el retratista ms fidedigno de las celebridades. Segn Robert Hughes (The Shock of the New,

    pf, Nueva York, 1981), el culto a la celebridad remplaz a la idea renacentista de la fama. Antes de Hollywood, la fama era una retribuaas contundentes: en la guerra se conseguan mazmorras o marquesados. El siglo XX invent a las celebridades, es decir, a las posas por ser famosas. Andy Warhol capt a la perfeccin su carcter superficial y se convirti en el pintor de Corte de quienes dispode siete cifras en el banco. Como Goya al retratar a los Borbones de hiperquijada, no dej de criticar a sus acaudalados modelos. Laerie, pintadas con dos o tres ayudantes, transformaron a los clebres del planeta en fantasmas de s mismos, figuras creadas gencia artificial, como los replicantes de Blade Runner."Para los medios escribi Robert Hughes, Warhol era casi inexplicable [...] un vaco levemente espectral que deba ser llenmes y especulaciones." Los Diarios son la palabrera que rodea a ese hueco llamado Andy Warhol. Todo se vuelve superficie: se trado ms estricto, de un libro con 979 pginas de portada, del expediente menos narcisista en una era de egomanacos. Ajenospeccin, el narrador es un agujero circundado de taxis, fiestas y apellidos. En la locura, dice Foucault, se pierde la personalidad y qun ser desnudo que causa espanto. Warhol padeci otra enfermedad: personalidad sin ser. Aunque comparta con Napolen y Mickgno zodiacal de liderazgo (Leo), ejerci su carisma en forma peculiar: los fans orbitaban un sol vaco.Warhol empez sus Diarios para saber en qu gastaba su dinero, o mejor dicho, su morralla: ah se consignan todos los taxis que toma dcada pero rara vez se habla de gastos mayores, como el chaleco antibalas (270 dlares) que compr despus del asesinato d

    non. El pintor de la corte apreciaba cada moneda como si fuese la ltima de su vida; en los banquetes se robaba chuletas para sus prmera que lo atendi en el New York Hospital di jo que no recordaba a otro paciente que supiera de memoria su nmero de seguro soUn tour por la modernidad: del dinero que an no se inventa los billetes en braille para los ejecutivos ciegos a un domingo en lantras estaba arrodillado, rezando para conseguir ms dinero, vino una seora con una bolsa de compras y me pidi dinero" (p. 82bola ms exacta del fin de milenio? La civilizacin que produjo el mondadientes de oro no poda privarse de los leos con dlares deDe acuerdo con Tom Wolfe, la primera vez que el goloso de la sopa Campbell's se sent a una mesa de la alta sociedad, no supo quos tagliatelle Emiliane, la langosta au Rully ni la tarta aux mirabelles. Asombrada, una dama le pregunt en ese susurro apenas persignifica "alcurnia": "No come usted?" "Slo me alimento de caramelos", respondi Warhol. La contracultura haba llegado a los bainco tenedores. Unos aos despus, Warhol comera caramelos con cubiertos de plata. De esta contradiccin surgi su ltima etatos de sociedad, la revista Interview y los Diarios (1976-1987).Los exgetas podrn ver en los Diarios una celebracin involuntaria o una crtica involuntaria de la riqueza (nada ms lejos de Warr una intencin: son los dems quienes dan contexto a su agujero). Qu claves se desprenden de su bestiario, de la turba billona en el Studio 54, consume productos del cartel de Medelln y tiene cirujanos plsticos de cabecera? Del caudal de nombres, precios

    osible extraer algunos trazos costumbristas:Smbolo del fracaso: "Las fiestas de Kitty solan ser lo mximo en Nueva York, llenas de estrellas de Hollywood, y en cambio ahora ami os" . 43 . Peda o a de la rostitucin: un muchacho es iniciado sexualmente or una uta ue no es "ni mu alta ni mu ba a

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    a ni muy morena, todo a propsito para que Constantin no se quede fijado a ningn estereotipo" (p. 87). Definicin del chic: "Tena untas pero decid quedarme en casa para teirme las cejas" (p. 168). Filantropa superstar: "Quise darle dinero, pero no de forma diree firm un autgrafo en un billete de 500 francos" (p. 85). Piss-painting: "Como toma montones de vitamina B, el lienzo adquiere un cto cuando l se mea encima" (p. 96). Coeficiente intelectual: "[Chris Makos] est haciendo un libro sobre el CI de los famosos yerme mi test de CI, pero decid no hacerlo. Por qu tiene que enterarse de lo estpido que soy? (p. 188). Exotismo: "Faye [Dunaway

    coge ella misma el telfono y te llama" (p. 455). Incertidumbre esttica: "[Joseph Beuys] me regal una obra de arte que consistallas de agua con gas y que terminaron estallando en mi maleta y estropendomelo todo. Ahora ya no puedo abrir la caja porque

    uir siendo una obra de arte o simplemente dos botellas rotas" (p. 458). Calor de hogar: "Es muy agradable que te invite a tu propiaona que te la alquila. Te sientes como en casa y encima ests ganando dinero" (p. 496). La peor actriz del mundo: "[En Tarzan Bo Dea un pltano y ni siquiera saba comrselo. Era como si no tuviese dientes" (p. 569). Geopoltica: "En los cincuenta estaban los guao, pero ahora todo el mundo es por lo menos atractivo. Qu ha pasado? Es porque no hay guerras y los guapos no se mueren?" erios de la memoria: "Vctor me llam y me pregunt si yo le haba robado su libro sobre San Sebastin. Tuve que decirle que s. Pede ser que alguien tan drogado se entere de que le roban un libro?" (p. 631).

    El lector con paciencia franciscana y morbo subido podr armar retratos juntando apuntes dispersos en cientos de pginas. Las cote: "Truman se parece cada vez ms a su bulldog. Se sienta ah y se frota los ojos como si estuviera amasando algo...Truman se ibaor Orentreich para que le rascaran o le lijaran la cara... So que Truman no tena dientes, tendr dientes?...Truman es una persona totalmente distinta. Crees que estarn experimentando una nueva droga con l? De verdad, esta sema

    ecable y la semana pasada era un alcohlico... Truman se vea como si el doctor Frankenstein le hubiera hecho el trabajo. Tena cicatrla cara. Pareca que le faltaba un tornillo... Ahora Truman tiene un aspecto fantstico. Esta semana ir a que le hagan un trasplante d

    man parece conservado en salmuera... Truman ha muerto. Su viejo amigo Jack Dumphy ha heredado 600 mil dlares. Lleva las ces partes en un libro dorado con las iniciales T. C."Durante aos, Truman Capote prometi Plegarias atendidas, un retrato de la alta burguesa del siglo XX capaz de rivalizar con En bpo perdido. Sin embargo, cuando public un captulo los personajes descritos con sardnica fidelidad tacharon al escritor de sus aote haba violado uno de los acuerdos tcitos de las celebridades: la sinceridad es algo que slo existe cuando no hay periodistas cr que se atrevi a presenciar la ejecucin de los protagonistas de A sangre fra no soport ser repudiado por los protagonistas de Pldidas. Capote se sumi en las drogas y el alcoholismo y calm a los periodistas inventando que el manuscrito terminado de su gran

    ncontraba en un casillero de una estacin de autobuses. De manera perversa, Warhol cumpli en sus Diarios la promesa de Capote.a imagen sabe cmo travestir a sus actores: un virtuoso de la lengua inglesa es reducido al silencio y un pintor grafo publica un libronas. Obviamente, Warhol no se molest en escribir una sola frase. Los Diarios fueron dictados por telfono a su secretaria Pat Hackajo "de un minuto al da" permiti consumar una obra desmesurada. Aos antes, Henry Geldzahler, uno de los curadores de aortantes de Estados Unidos, haba dicho: "La nica forma de hablar con Andy es por telfono". La conversacin le pareca un casiado cercano.Es intil juzgar su libro pstumo como obra literaria. Se trata, ms bien, de un documento similar a la caja negra de los aviones:Esto decan los famosos de Nueva York, a fines del siglo XX, antes de la catstrofe final.

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    ablo en la ciudad

    Los Rolling Stones en MxicoEl mejor instrumento para medir el atraso con que el rock ha llegado a Mxico es la cara de Keith Richards: hoy conoceremos en vivo

    eptil, el ms clebre curtido facial de la cultura popular, lo que los incendios interiores pueden hacerle a una cara sin aniquilarla.No es la primera ocasin que el Autdromo de la Magdalena Mixhuca se convierte en escenario de una rareza; a fin de cuentas, se o sitio donde los Brabham y los Lotus tuvieron que frenar porque los perros callejeros atravesaban el Gran Premio de Mxico. En ectculo de alta tecnologa vuelve a la cancha de las bestias famlicas. Los Rolling Stones (o sus restos) llegan al pas que se venderecio.En los aos setenta, mientras la princesa Radziwill y Hugh Hefner revelaban a Jagger & Co. los encantos de la aristocracia en Nuev

    a mansin Playboy en Chicago, en Mxico el "sonido pesado de los Rolling Stones" se mantena vivo gracias a los hoyos yonquis y

    fue su encarnacin nacional: El Tri, de Alejandro Lora. El rock vernculo se refugi en bodegas con techo de lmina mientras la pe media se abismaba en la msica disco y las voces constipadas de los Bee Gees. Hoy en la noche, muchos devotos del conjunto qua de las alambradas por la sencilla razn de que los boletos equivalen al ingreso anual de una familia tzotzil o a la quincena de un persitario. Quienes s pudieron hacerse de una magna entrada, llegarn a la Magdalena atrados por la pasin proustiana de revisar elnte 22 canciones, la curiosidad de ver a los monstruos en su freak-show, la bsqueda de una elegante decepcin: respirar el mal alroes, quitarle vendas a las momias. El clima de expectacin apenas tiene que ver con la msica. El Gran Acontecimiento parece co

    Franz Kafka & Asociados: la espera ha sido eterna; despus de treinta aos el agrimensor entra al castillo.Qu chiste tiene ver a los archidecanos? Hace una dcada los Stones eran los cuarentones que no necesitaba el rock. Billorutecidos por las drogas finas y las excelsas mayonesas del jet-set, los veteranos de un arte enemigo del envejecimiento pareca

    ado en serio el graffiti situacionista: "Larga vida a lo efmero."En 1980, en su disco Emotional Rescue, los dandies del satanismo incluso aceptaron la azucarada caricia de la msica disco; taba sus necesidades: qu terapia podra rescatarlos de los xitos rutinarios? Los Stones cobraban por sacar la lengua y se entreglgos a su vida de magnates. Mick Jagger, el compositor de Peleador callejero, el ms famoso ex alumno de la London School of Ecoalguna vez asisti a los almuerzos de la izquierda inglesa en el restaurante hngaro Gay Hussar, dedicaba su hiperquintica jo

    inistrar su carisma: bailaba en el Studio 54 de Nueva York, declaraba que su mayor ilusin era comprar un Cadillac rosa, ofreca suentosa a los fotgrafos de sociales. A los cuarenta, el hombre que estuvo dos veces en la crcel por posesin de drogas, el antiguo lbaud, Blake, Baudelaire y los dems expedicionarios de la decadencia, buscaba parasos fiscales para sus inversiones y monitore Dow Jones en la pantalla.Wyman, Watts y Richards cantaban al mismo son: aunque en sus cuerpos forrados de ropas italianas la sangre segua a 36C, dabastras de vitalidad.El deterioro y la renuncia a la espontaneidad venan de tiempo atrs. En 1972, despus de acompaarlos durante un mes, Truman ent: "La intuicin me dice que no volvern a recorrer este pas actuando, e incluso que no existirn de aqu a tres aos... Jagger n

    nto ms que para provocar una especie de asombro fugaz. Nunca ser una estrella. Eso del unisex es el antisexo. Cranme, es tan seapo meando." Tan slo tres aos antes, el crtico Jon Landau, quien luego sera productor de Bruce Springsteen, haba escrito: "Bquet es el comentario ms sofisticado y significativo que uno puede escuchar sobre los dos temas que aparentemente dominarn ca y la violencia." Bastaron unos meses para que los Stones cambiaran la rebelda por la mullida excentricidad de los ricos y fam de los setenta, los msicos punk de plano les recomendaron asilos para demonios retirados. "El tiempo no espera a nadie", deca

    ms clebres canciones, y pareca que en los ochenta, las piedras rodaran en silla de ruedas.Lo que nadie poda calcular es que los siguientes aos iban a transcurrir en favor del conjunto. "Cuando empezaron los Sex Pistols,s viejos de mierda. Ahora somos unos fascinantes viejos de mierda", ha dicho Keith Richards. En efecto, la gran paradoja es que el gjecido lo suficiente para que sus actuaciones resulten un milagro; lo que hace una dcada era ridculo cuarentones saltando en nom ha ingresado a la zona de la leyenda. Desde el Rey Lear la cultura inglesa no produca un mayor drama de la obsolescencia! Loses han logrado la ms estruendosa puesta en escena de la longevidad. Y no se trata slo de supervivencia carismtica; su dis

    ente, Voodoo Lounge, vuelve a justificar la frase del crtico Dave Marsh: simple y llanamente es el "mejor grupo blanco de blues que jaido". El lbum se llama as por un gato que Keith Richards encontr mientras grababan en Barbados. Caa una tormenta trop

    arrista vio al gato en un arroyo; su mano con anillo de calavera no vacil en recogerlo. Keith le puso Vud y el estudio se convirti en uegos de Vud-, luego le dijo a Ron Wood: "Si el cachorro se salva, el disco ser bueno." Basta escuchar la pieza que abre Voodoo

    saber que el gato sobrevivi con la tenacidad de su estirpe y el lujo de sus amos: mientras el disco vende otro milln de copias, Vudi en un jardn de Connecticut.La historia de los Stones es ya inabarcable. "No recuerdo cmo era la vida sin entrevistas", ha dicho Jagger. Demasiados aosadora y el vido ojo de la Nikon. El propietario de la lengua ms historiada del planeta est rodeado de rumores que merecen serezando por su voz arrastrada, ideal para el blues. Segn la leyenda, Mick no pudo con su cuota de lagartijas en el patio de la escue

    brazos, cay de boca y se arranc un trozo de lengua. En la mitografa rockera sta es la Herida Primaria, el nacimiento del grlema de la lascivia y el dolor, el rasposo desafo de los Rolling Stones.En 1949, a los seis aos, Jagger y Richards se conocieron en una escuela primaria de Dartford; volvieron a encontrarse en un tren on

    pus y descubrieron que compartan su pasin por Chuck Berry, Buddy Holly y los sonoros maestros del rythm and blues. Desezaron a tocar juntos, el binomio Jagger-Richards encontr una frmula inusual, casi contradictoria: la alianza del blues con la teatraaria msica de los stanos como espectculo de masas. El secreto: ser a un tiempo broncos ("los Beatles le gustan a las chavas, los hombres") y carismticos ("Mick Jagger le gusta a las chavas y a los hombres"). Cada cancin es una imantacin de opuestos; si f

    ger, los discos duraran veinte minutos trepidantes, pensados "en vivo"; su lema parece ser una frase de Wild Horses: "Tengo libertad o mucho tiempo"; en cambio, Richards prefiere un quejido extenso, un blues de dos horas. Los lugares donde el extrovertido frenes sun dilatado lamento interior son los discos de platino de los Rolling Stones.Si a los quince aos eras virgen, no filmabas y te gustaba la leche, all estaba Cliff Richard y su corazn de azcar glass. Si que

    agoga sobre el sexo, las drogas y la paternidad repugnante, podas inscribirte con los Stones. Desde su lbum debut de 1964 el gru

    ua no ha dejado de referirse a las muchas variantes (principalmente las misginas) del amor carnal. Acusados de obscenidad, persel Batalln del Vicio y las virtuosas ancianitas de Florida, no pudieron cantar la letra completa de Let's Spend the Night Togethevisin norteamericana. En 1970 la com aa Decca se ne a rabar una ieza ue llevaba el mdico ttulo de Cocksucker blue

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    mavergas) y que se convirti en una de las rarezas ms codiciadas en los discos pirata. Los aos no les han bajado la temperatura: eoyecto Mick Jagger canta Sparks Will Fly (Saldrn chispas), un tema entusiasta sobre el coi to anal.La toxicomana es otra de sus constantes: Mother's Little Helper trata de un ama de casa que botanea con barbitricos; Sister Morpaciente de hospital que en su alucinacin llama a la "prima herona" y a la "hermana morfina"; Bitch, de una sobredosis de quincrtbreaker, de una nia de diez aos que se inyecta en el antebrazo, y Dead Flowers informa: "Estar en la habitacin de mi stano ga y una cuchara." La conducta de los msicos ha sido tan poco edificante como sus letras. El 3 de julio de 1969, el guitarrista Bria en su alberca; aunque el diagnstico del forense fue "muerte por accidente", nadie ignoraba la vida errtica, las brumas de neblinavo de ngel, que haban provocado que unos meses antes fuera expulsado de los Rolling Stones. Por su parte, Keith Richards es uuo de las clnicas de desintoxicacin ("en los primeros das amaneces con las paredes manchadas de sangre y papel tapiz bajo las bogados capaces de demostrar que el exceso en su equipaje no es contrabando de droga sino su alarmante dosis personal. A estasnarcotrfico (el 10% de la economa mundial), lo que empez siendo una bsqueda interior y un reto a una sociedad aletargada fvisor, ha sido rechazado incluso por los Rolling Stones; de cualquier forma, sus canciones permanecern, junto a las novelas de oughs, como un intenso expediente de los cielos intravenosos.

    En materia poltica han sido menos congruentes. Rara vez repitieron sus llamados a la rebelin de los aos sesenta, y su punto ms stival de Altamont. En 1970 regalaron un concierto de fin de gira y le dieron 500 dlares en cerveza a los Hell's Angels para mann; mientras Jagger cantaba Simpata por el diablo, las navajas de los ngeles del Infierno asesinaban a un negro. Poco a poco el cina sus letras, pero en ocasiones la bestia despierta: en 1991 Higgwire fue una de las pocas protestas rocanroleras contra la guerra deEn cuanto a la msica, los Stones son un esplndido exponente del rock bsico donde los adornos son cortesa de los invitados (Claitarra, Preston en el rgano, Hopkins en el piano, Spector en la produccin). En escena, todo depende de Jagger y sus andrginos aiempre es eficaz pero se necesitan ms de dos ojos para verlo.Treinta y un aos despus de que Not Fade Away entr al hit-parade de los Estados Unidos, los Stones han llegado al pas de la reucional. Ningn escenario mejor para el cmulo de contradicciones que representan. Los rebeldes aterrizaron en el Aeropuerto Beniton 727 donde hay dos clases: primera y superestrella (las suites de Mick, Ron, Keith y Charlie). Han aceptado el pacto fustico de S

    el diablo: "Estuve ah cuando Jesucristo tuvo su momento de duda y dolor... Soy un hombre rico y de buen gusto."Entre los raudos papeles que las tolvaneras empujan en el oriente de la ciudad, lejos de los hoyos yonquis donde fueron venerados, ls celebrarn otro episodio de su era glaciar. Qu pueden ofrecer los potentados que derrochan una fortuna en parecer prfugos d

    Almoloya? Un apocalipsis controlado? Un triunfo sentimental: ms aplausos al llegar que al despedirse? Un puado de extraordciones? Una pica diferida? Una posteridad anticipada? El punto donde lo viejo se vuelve clsico? Una extraa arqueolente? El poeta Gottfried Benn ofrece una clave para las pasiones de esta noche: "Quien ama las estrofas, tambin ama las catstrofea favor de las estatuas, tiene que estar tambin a favor de las ruinas."En unas horas sabremos lo que hay detrs de la frase ms conocida para conjurar el tiempo: "Damas y caballeros: los Rolling Stone

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    piedras tienen la edad del fuego

    El da anteriorPedro tiene anteojos de soldador pero no trabaja con metales. Es uno de los muchos encargados de armar las tribunas para el esp

    os Rolling Stones. Los anteojos son un adorno. "Desde el 20 de diciembre vine a pedir trabajo; toda la raza quera entrarle; algunos ydo con Madonna y Pink Floyd; sta es mi primera tocada." Falta un da para el primer concierto y los guantes amarillos aprietan lascas; el sol denso hace pensar en los estibadores de un puerto; pero hay suficientes detalles para saber que se trabaja en favor des, pauelos en la cabeza, tatuajes. Empieza a oscurecer y los fotgrafos buscan un ltimo ngulo del escenario diseado por Markfantasa metlica, presidida por una cobra de treinta metros que si no estuviera tan pulida podra decorar algn rincn de Blade RunneSteve Howard, coordinador de la gira, habla con la cansada amabilidad de quien ha encanecido repitiendo "el grupo quiere darle lo fans, pocas veces los he visto tan entusiasmados". En las declaraciones de Steve (una convencin del show business: slo hay nom

    la palabra fan cae como un mantra. Los Rolling Stones son una metfora del poder tan eficaz como la Ciudad Prohibida de Peknntos estarn los feligreses (incluidos quienes pagaron unos 300 dlares por sentarse en la Seccin Dorada, a distancia ideal para cogas de Keith Richards). Detrs de una frontera insalvable, se encuentra el imperio de los Stones.El Hombre Ilustrado es una figura clave en los preparativos del viernes; su trabajo parece concebido para exponer el cdice tatuad

    alda: dirige el trfico de bales negros que contienen instrumentos. Otro personaje esencial es el Copiloto: no lo vemos pero su voz nas bocinas; hace la prueba de sonido en el tono grave de alguien curtido en turbulencias. Slo antes de un concierto de rock puedforma de la vanidad vocal que consiste en repetir durante dos horas: Sssssssssswet ssssssssssugar". Si el Copiloto es invisible,cados circula por todas las rampas. Tiene una melena ceniza, de veterano del primer Woodstock, y acompaa sus rdenes con unuso. Me mareo contando los peces en su camiseta.Aunque el Hombre Ilustrado, el Copiloto y Quince Pescados actan con la deliberada urgencia de la Gente Bsica, ninguno ha comesayunos de cerveza Guiness de Ron Wood" Slo unos cuantos departen con sus Satnicas Majestades.Steve es uno de ellos. Cuando dice "estos muchachos son increbles" no se refiere a los Cai fanes (an no escucha al grupo abridor)ulo de Iniciados, el mundo consta de cuatro muchachos que deben protegerse como una especie en extincin; el resto es el extenso os fans.

    Desde hace 15 aos Pedro pertenece a la legin de admiradores del conjunto pero no tiene ninguno de sus discos. Construir triarlas despus de cada concierto es la forma de verlos. Me habla de los amigos que le han pedido que los cuele: "Lo van a ver des

    ala la avenida Ro Churubusco, donde la Localidad Preferente es un puente de peatones y la Galera, las copas de cinco o seis rboogieron sus ramas", Pedro sonre. Sus lentes de soldador recogen un ltimo brillo del sol naranja, qumico, que desciende tras los rbans rampantes.Godot fue puntualSbado de gloria: en una curva del autdromo las camionetas de la radio compiten para pulir el mito: "El sonido de los Stones equivocadiscos encendidos al mximo volumen"... "Virgin Records, que alguna vez fue una empresa marginal de la contracultura, pag mnes de dlares por Voodoo Lounge"... "Despus de veinte aos como invitado, el guitarrista Ron Wood es ya un Stone oficial"..hol dise la portada de Sticky Fingers, con bragueta corrediza, pero Escher se neg a colaborar con un grupo tan comercial"... "El es en tres aviones 727, el acero se fundi en Blgica y fue ensamblado por casi 200 trabajadores"... "Hay un container con 20 doce

    as por si llueve durante el concierto"... Los altavoces transmiten los caprichos y las singularidades que convierten al grupo en un fendstico: "Los Stones usan 16 kilmetros de cable!!!"

    Hubo una poca en que el cableado era lo de menos, pero si algo caracteriza al grupo en su fin de siglo es el exceso; la altanera s parte de su esttica y la principal condicin para que un informe sobre los Stones resulte convincente es la desmesura.En la reja de entrada arrecian los pregones de la economa informal: "Lleve la gorra, la playera, la revista!" Un muchacho con espejuer Benjamn observa la memorabilia, como si se dispusiera a disertar sobre el arte en la poca de la reproduccin industrial. "Picsa,una de las numerosas brigadistas de Domino's Pizza. "Es increble que no haya tortas!", se queja un nacionalista antojadizo. En un

    atuajes provisionales, tres muchachas deciden decorarse las mejillas con lenguas rojas. "Chale!", comenta un polica.Aunque se haba previsto un "concierto de la tercera edad", hay pocos fans de pelo blanco, con binoculares para combatir la mibio, abundan los cincuentones deseosos de compartir el rock con sus hijos de veintitantos. Pero el puente generacional sale muyesor Cervantes, del CCH Naucalpan, se acerca a una de las camionetas de radio: "Quiero mandarle un saludo a mis hijos, no me traerlos."A las ocho, el guin que pareca concebido por Samel Beckett cambia de tono: el mito tiene prisa por llegar a escena. Los Conen de 45 minutos para saludar a la raza y "calentar" el coliseo. Les toca un privilegio demasiado parecido al martirio; lo que ocurros Stones slo cumple un propsito: matar el tiempo. Unas semanas despus de su avasallante concierto en el Palacio de los Depoanes estaban en la mayor sala de espera de la ciudad. Aunque el tour manager prometi que tendran el 70 por ciento del sonido, suca transmitida por am. Haba que disponer de odos superfinos para que eso cobrara la intensidad de sus discos. El 15 de septiem

    3, los Stones estuvieron en una situacin similar, de la que prefieren no acordarse: fueron el acto abridor del Royal Albert Hall. Ecipal empezaba con B.Pese a todo, algo de la lnguida elegancia de los Caifanes flot en la noche de luna llena. Un viento extrao haba limpiado el cieble ver el cinto de Orin.Luego, en plena oscuridad, estall la batera de Charlie Watts y el escenario se llen de llamas (nada ms tpico de los Stonesndio como decoracin). Jagger apareci con una casaca color borgoa y los borcegues de duende que parecen quemarle las planta En las siguientes dos horas y cuarto no dej de moverse." Y tiene 51 aos!", repetan las bocas admiradas, como si participara

    ncio de vitamina E. La rutina de Jagger es un triunfo deportivo (no en balde es hijo de un maestro de educacin fsica), pero no sante dcadas, Martina Navratilova recorri arcillas, pastos y tartanes sin despertar el mismo furor tribal. En Jagger cada movimien

    de marca: el paso redoblado con el que corre mientras camina, el ndice con que apunta a la multitud, los labios expuestos aun cuaa. Hasta en sus parodias logra una sntesis personal: su cadera oscila como quinceaera imitando a Elvis o quinceaero imitanremes. Jumping Jack es espontneo en la medida en que se interpreta a s mismo. Sin embargo, aunque el pblico lo sigue como un

    otizada, este histrico ejemplar de Leo no se siente en la cima; en una entrevista en la que John Mortimer lo forz a hablar de sus lque le interesaban las biografas (de colegas clebres, por supuesto): "Acabo de leer una de Rasputn, ah tienes a un tipo con cak no rovoca or asmos a distancia ero ha recibido toda la idolatra de la ue es ca az el a anismo. Su nica debilidad roviene

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    mo. Charles Bukowski fue de los primeros en diagnosticar el problema. Aunque prefera el hipdromo o la msica clsica, Bukowskir un concierto de los Stones para Los ngeles Free Press: "Jagger lo intent. Estuvo maravilloso. Derram ms sangre en aquel esun ejrcito de diez mil hombres, pero no lo logr. Haba cado en una trampa: lo haban sometido a la aceptacin." Algo parecido ibabado: Jagger tena que triunfar; era dueo de 50 mil biografas, de la tarde remota en qu escuchaste The Last Time en la calle de Sa

    a camisa roja con motas negras con la que creste imitar a Brian Jones, de la mujer que no quiso jugar contigo a la portada de Sticky a frentica persecucin que leste en Se est haciendo tarde, con Jumping Jack Flash en el auto de los fugitivos, de las complacencitaste al programa Rock a la Rolling. La grey ordenaba su vida en siglas: un EP de Pntalo de negro + un LP de Djalo sangrar + unn Vud = infancia, adolescencia y desempleo reciente.El nico obstculo de Jagger en escena es que no puede fallar ni hacerse el sorpresivo, eso pertenece a la regin de los mortalos abridores.Si el cantante corre como diablo en pastorela, Watts permanece quieto en el altar de los tambores. Su aspecto es el de un hom

    ocios en vacaciones: "Nunca he cumplido con los estereotipos del rock. En los setenta, Bill Wyman y yo nos dejamos la barba y el edej agotados."

    Ron Wood desempea discretas tareas musicales; es un guitarrista muy inferior a Brian Jones o Mick Taylor, pero ha demostradoe del alma que necesitaba Keith Richards. En los 20 aos que lleva con los Stones, su tarea humanitaria ha consistido en acomards en sus reventones para salvarlo de excesos peores.Cuando alguien pretende describir a Keith las metforas toman las curvas a 180. Es difcil no desbarrancarse al comentar su roola medieval, de demonio exorcizado en piedra. De todos los Stones, es el nico que se mueve en forma errtica: olvida ir al frentein de las cuatro guitarras, le arrebata el noveno cigarro a Ron Wood, encarna con franca ternura el ttulo que canta (The Worst)uinamente sorprendido de que haya tanta gente, regresa a dar las gracias sin camisa, envuelto en un sarape que asombrosamente

    mal. Por s mismo, Richards no llenara un estadio, pero los rincones que ocupa son esenciales: all un hombre fuma un cigarro y tocaslido del planeta.La pantalla al fondo del escenario ofrece varias claves. La primera, y ms extraa, es que Jagger luce ms natural en video. Inclusomos a una distancia apedreable, no acabamos de aceptarlo en tercera dimensin. Hay un desajuste entre l y sus demasiadas fotogr

    mento estelar ocurre cuando el cantante sube al borde de la pantalla y canta como lo que en rigor es: un icono extraamente suelto, esosters, caricaturas, portadas de discos, pelculas, nichos sin relieve.

    Luego la imagen pasa al blanco y negro y adquiere los rayones de una pelcula antigua: los Stones transforman el presente en oto. "Estamos tan viejos que lo que miras ya pertenece a los archivos". Mick Jagger se lanza a otra de sus carreras y la pantalla lo reun deterioro de aos y demasiadas funciones en rancias filmotecas. Los autores de Motel de los recuerdos no alquilan cuartosalgia. Al contrario, celebran su triunfo sobre el tiempo. Si alguien duda de su gusto por las cicatrices, slo tiene que desviar la valla donde envejece el 14 de enero de 1995.Con tantos hits a cuestas, los Stones pueden darse el lujo de tocar Satisfaction entre las primeras canciones y confiar en que Brownky Tonk Women abran las puertas de la catarsis. Miss You, una machacona variante del tedio, adquiere otro sentido al ponerse en eger se aproxima a la corista negra (toda lencera y poses de table dancing) y despus opta por su actividad favorita: cortejarse a s misLa cobra revestida de fuselaje de avin haba escupido fuego desde el comienzo, un alarde suficiente para la mayora, pero no pstos de la Quinta Avenida. "Ya sabemos que Pink Floyd tiene a su marrano!", esta frase se ha pronunciado en todos los tonos de la os campamentos de Madonna, U2, Prince y los Stones. El marrano volador es el non plus ultra de los efectos especiales- y loagrupos padecen urticaria. Slo este afn competitivo explica que hacia la mitad del concierto el escenario se llene de muecos

    elin: un Elvis (ms esbelto que en sus aos finales), una Madre Teresa, una cabeza de chivo. Se trata de un error costoso que ordar... el inalcanzable marrano de Pink Floyd! Por si fuera poco, cuando el grupo toca Peleador callejero, las figuras se mueven con lgantes nutridos con Nembutal. El tema ms aguerrido de los Stones, su respuesta al mayo francs y a la guerra de Vietnam, se con

    ran guiol. Al acabar la cancin, los muecos se desinflan junto con las memorias del 68.Aunque Es slo Rock and Roll recuerda que no hay que pedirle milagros a los evangelios de siete notas, los Rolling Stones nuncdos en exclusiva por sus atributos musicales. Despus de dos horas sabemos que estamos ante la ms estruendosa demostra

    winismo. Han sobrevivido a los dems y a su propia leyenda. Las piedras tienen la edad del fuego.Festn del carisma, las altas finanzas, el atletismo y la tecnologa, el espectculo significa, sobre todo, treinta aos de rock indestruca casi redundante, al final estallan los fuegos artificiales.Cuando se apagan las ltimas bengalas, en la avenida Ro Churubusco las sombras bajan de los rboles. Los que vieron el conciertamas vuelven a las calles. A sus espaldas quedan la cobra de acero de los Rolling Stones y el caparazn del Palacio de los Depoes de una poca futura.

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    undo sin J. R.

    Pocos temas son tan apasionantes como el trnsito de las celebridades al ms all. El hroe clsico sale de escena en forma especma de su arriesgado kilometraje (James Dean), de los parasos intravenosos (Jimmi Hendrix) o del fan que declara su admiracin a n Lennon). La prensa ama al dolo ensangrentado, al dios joven que arde en su propia luz: fotos y fotos de esa fama hecha incen

    siones, la verdadera historia viene despus, cuando se rumora que el len sigue vivo (Pedro Infante o Elvis Presley).La fuerza mtica de un muerto es sin duda mayor que la de un vivo: el avionazo de Gardel cala ms hondo que la posibilidad de enc en un supermercado. El hroe que sobrevive como fantasma de s mismo resulta sospechoso; si es tan superior, por qu no se po de cinco estrellas y deja de hacerse el aparecido en lugares tan poco recomendables?Como quiera que sea, los rumores de supervivencia son un mal menor para los hroes; mucho ms grave es que mueran de

    conocidas.

    Que se inyect mermelada en la yugular? Muy su gusto, por algo l no era como nosotros! Lo terrible es ignorar el detalle espeluo muestra un episodio de Las Vegas que podramos llamar "El misterio de la sanda".En 1987 Liberace, el pianista ms cursi de todos los tiempos, falleci rodeado de sus pianos transparentes y sus capas de lennas parta a su cielo de terciopana cuando empezaron los chismes. Alguien quiso hacerle un favor y dijo que haba muerto de uciente: en las ltimas semanas slo probaba sandas. En Las Vegas todo mundo saba de la excentricidad de Liberace; las crnicas so de vida ponan el acento en su aficin a flotar de muertito en una alberca de champaa o a jugar al golf con palos de oro. Nadie se rendido de que muriera asfixiado bajo una montaa de animales de peluche; la empachada de sanda, en cambio, le quedaba cortao ser que se dijera cmo se la coma). La prensa profan el descanso de Liberace en su panten de malvavisco hasta que descubda" era un falso anagrama de sida. Semejante a los perdigones de chocolate que se venden con el nombre del divino Mozart, Lbin el kitsch con los clsicos, y aun desde el ms all aliment el morbo de sus seguidores.En resumen: los mitos no mueren fcilmente. Y la ecuacin es reversible: una adecuada cantidad de muertes puede construir un mhas desventuras del clan Kennedy dieron lugar a un icono de la tragedia consangunea: el conjunto Dead Kennedys).La difcil hazaa de matar a un hroe volvi a presentarse el 3 de mayo de 1991 en el captulo final de Dallas. Durante 13 aos evo pendiente de la familia Ewing, la estirpe de rancheros billonarios que arreaba el ganado a bordo de sus Mercedes convertibles.

    El programa hubiera sido tan insulso como cualquier otro melodrama de no ser por John Ross Ewing, conocido por las dos iniciales alturas de su villana ya parecen herradas en el infierno: J.R.!!! En 356 captulos, Jota Erre protagoniz un repertorio de perversiopleto que slo le falt despedirse sodomizando a una cabra. La televisin ha ofrecido bastantes seres nefastos, pero slo J. R. ha ennte tanto tiempo el mejor horario. En 1980, 300 millones de espectadores sintonizaron sus aparatos en 57 pases para enterarse de a disparado a su crpula favorito. El primognito del mal sobrevivi a se y otros atentados sin perder su capacidad de despojo yas, escenario del magnicidio Kennedy en el coche fatal prolong su leyenda negra con un personaje capaz de hacer que ciera Bambi.De acuerdo con los altibajos en las vidas de sus actores, la serie desafi todos los cnones de la credibilidad. Bobby muri durante umaana apareci en la regadera (su esposa haba "alucinado" la desaparicin) y la madre fue suplantada por otra actriz sin qurtiera el cambio. Las nicas situaciones no ridculas fueron las francamente grotescas. Y a pesar de todo, Dallas logr imponer io, invirtiendo las condiciones de la pica: los malos triunfan. Cada viernes los espectadores vean ms rubias vejadas, ms heonados, ms causas innobles.Aunque nunca se priv de aplastar a una hormiga, J. R. slo sostuvo un duelo de largo aliento, contra su propia sangre: John Ros

    by, o Can y Abel en las hectreas del ganado Hereford y los pozos petroleros.A nivel del melodrama, Dallas fue una clara avanzada de ese clima que hasta la fecha slo se define por lo que niega y que en los sama "posmodernidad" y en el sushi-bar "onda yuppie". Si la posmodernidad se caracteriza por la crisis de los valores, las utopolutos, su expresin social ms conspicua, el yupismo, se caracteriza por la falta de escrpulos. De Wall Street a Singapur, un grito recas de valores: greed is okay! Aspirar a una vida virtuosa resulta tan obsoleto como creer en los nueve cielos del panten azteca; sivo son los logros, los activos. J. R. fue el primer emblema popular de la voracidad con la que el milenio hace su cierre de caja. Dnes 2 de abril de 1978 no dej de firmar cheques para perjudicar al prjimo, y el gimmick del vaquero con oficina se convirti en unfora del sueo americano: tambin las finanzas entienden el lenguaje de la plvora; el lejano Oeste, la ltima frontera, est en las lito.Segn Tom Wolfe, la pornografa le pas su estafeta, a la plutografa. Ya nada sujeta a la ostentacin de la riqueza. Hubo una poca p

    a que pareca inmoderado mostrar caudales; ahora nada es ms trendy que el descaro. Los Ricos & Famosos siguen siendo inacsus propiedades pueden ser golosamente admiradas en las revistas donde la fortuna es la mayor de las bellas artes. As como e

    a un efecto esttico con la exacerbacin del mal gusto, la vulgaridad, cuando es suficientemente costosa, se aviene con el espritu denera resulta chic si la bota que te pulveriza la quijada fue adquirida en Rodeo Drive.La infamia tiene un largo pedigr y nadie ignora que la pualada trapera ya se consigna en el Cdigo de Hammurabi. J. R. no es oa actualizacin del cabrn recalcitrante; el mal a la altura de nuestras circunstancias.Cmo acabar con este mito? Despus de 13 aos de sostener que el descalabro moral es el atajo al xito, J. R. no poda re

    ecido. En consecuencia, el ltimo episodio fue un ejercicio en metafsica. El actor Joel Gray (Cabaret) aparece como emisario deproponer un turismo inquietante: J. R. viajar a un mundo en el que nunca existi. Las dos horas finales rinden homenaje al psimo gu

    as supo derrochar en tantos aos de triunfo y J. R. observa a sus congneres con verdadero asco: ciertos canallas de segundo ordetena a raya escalan peldaos insospechados (uno de los ms viles acaba como presidente de Estados Unidos). El "mensaje" se insas: el trabajo sucio de J. R. Serva para contener males peores!! Su hermano Bobby de plano da lstima; sin la competencia con Joherrumba en un mundo de apuestas perdidas y pasa a la ignominiosa clase media. J. R. se esfuerza para no vomitar al ver a

    sformado en un strapa menor.La broma final de Dallas: J. R. fue un benefactor en un mundo mucho ms avieso que l. En su ltima escena, Larry Hagman hace laca que siempre le produjo la aparicin del bien; en este caso, sin embargo, se trata del repugnante descubrimiento de su propia bonara se acerca: J. R. est a punto de pegarse un tiro. El balazo se escucha en off cuando Bobby llega a salvarlo. Realmente mu

    ara al espejo donde se aparece el emisario del diablo? Lo nico cierto es que Dallas ha pasado a los stanos del video. Mientras tancula de mayo, el hombre y la abeja africana siguen haciendo de las suyas.

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    e Fonda en media hora

    Ah, ser un gringo en Mxico; eso es euAmbrose Bierce en su ltim

    12:44. "Tengo un recuerdo imborrable de mi primera visita a la ciudad de Mxico, en 1979. Se estaban iniciando las excavacioplo Mayor y visit las ruinas con mi familia. Fue impresionante ver cmo una cultura extranjera haba literalmente pavimentado a otradremos nuestra iglesia encima de su pirmide', como si fuera posible negar toda una civilizacin; entonces me di cuenta de que Eos ha hecho exactamente lo mismo a lo largo de su historia..." Jane Fonda habla en tono pausado, rara vez se detiene a buscar una frases se organizan como breves boletines de prensa. No hay actriz ms acostumbrada al asedio de los micrfonos. Soy el eevistador de su carrera y el quinto de esta maana. La eficacia de sus declaraciones sobre la guerra de Vietnam, la independencia d, los derechos de la mujer y las comunidades indgenas se puede medir por la opinin de un legislador de Maryland: "No me molest

    rtaran la lengua."La inmersin al Templo Mayor hizo que Jane Fonda pensara en una pelcula sobre el choque entre dos culturas. Sin embargo, los friveras y el bravo Ezuahuacatl (el "cercenador de hombres") parecen estar en la categora de lo no filmable. El cine exige seclemticas: la cabalgata enloquecida de un fugitivo gringo en el alto desierto mexicano. "Al poco tiempo de regresar a Estados Unidoentes y le habl del tema que me obsesionaba contina Jane Fonda. Me cont que estaba escribiendo una novela sobre la desambrose Bierce en Mxico y me pareci un tema ideal para una pelcula. Le pregunt si haba un papel para m y me habl de la maela. Le ped que me mandara la novela antes que a nadie. El primer manuscrito se llamaba Fronteras y supe que sera muy difcil de e todo por la forma en que escribe Fuentes, con muchos cortes de tiempo y juegos entre la realidad y la ficcin; de cualquier forma, m

    o que compr los derechos antes de que se publicara el libro."Ambrose Bierce lleg a Mxico buscando una muerte segura. Carlos Fuentes remata su novela Gringo viejo con una reflexin s

    as que Bierce escribi en plena Revolucin: "En todas ellas se reservaba el derecho de escoger su manera de morir. La enfermeddente por ejemplo, caerse por una escalera le parecan indignas de l. En cambio, ser ajusticiado ante un paredn mexicano... al pas animado por una voluntad de supresin del azar; Jane Fonda, por un deseo de convocarlo, de correr riesgos con consecuenrtas. God is alive and well in Mxico, decan los botones que portaban los fugitivos del sueo americano en los aos sesenta. Para

    o para Fonda, el pas no es un refugio sino un atrevimiento: "sta es una pelcula muy valiente. No recuerdo otra de Hollywood que ten0 por ciento de los dilogos en espaol y trate de un romance apasionado entre un general revolucionario mexicano y una norteamestante y reprimida; tan slo esto tiene una carga implcitamente poltica."Es cierto que el espaol est presente en la pelcula, pero en calidad de botana folklrica, para aderezar el guin con suficientes jalarlamentos se oyen ms o menos as: "ndale, here comes the patrn; let's go to the hacienda, and don't forget the tortillas."Jane Fonda sigue hablando con conviccin; no es el momento de or reproches a su pelcula: "Durante siete aos trabaj con

    ctores norteamericanos y uno Mxico-norteamericano, pero no encontramos una manera eficaz de adaptar la novela, estbamos a pndonar el proyecto (siete aos de pagar guiones es bastante tiempo!), cuando vi La historia oficial y conoc a Luis Puenzo. l huesta de adaptacin totalmente distinta, que superaba en mucho a las anteriores." Uno de los misterios del carisma es que parece aa las palabras. Las pelculas y las entrevistas de Fonda no son ajenas a este misterio. Jack Kroll, el crtico de Newsweek, lo resumiera: "Su mero comportamiento parece significar algo aun antes de que sepamos qu papel est desempeando."12:25. El carisma haba empezado a funcionar antes del encuentro. Faltaban cinco minutos para la entrevista y el corredor del Hotel Nasmutaba en una alfombrada orilla del Estigio: del otro lado estaba la leyenda que se inici con candorosa ingenuidad en Tall Story (

    enido escalas tan memorables como dismbolas: el primer strip-tease ingrvido de la historia (Barbarella); la mirada ausente deella extenuada bailarina de los aos de la Gran Depresin (Bai le de i lusiones)-, el arrebato autocrtico de Li llian Hellman al arrojar su scribir por la ventana (Julia)-, la prostituta mercurial que pasa de la sensualidad a la helada consulta de su reloj pulsera (Mi pas

    dena). El encuentro durara de las 12:30 a las 13:00. Poco tiempo para indagar las muchas vidas de Jane Fonda. Empezaba a enviesquizoide Sybil, capaz de explorar personalidades en minutos rcord, cuando el equipo de la televisin venezolana agot su media Con astronmica propiedad, Columbia Pictures coloc a su estrella al fondo del Saln Constelacin. Jane Fonda aguarda tras un

    e sentada y recostada en un sof, como la Olympia de Manet (si es posible imaginar a Olympia con brevsima minifalda, medias nnas muy mejoradas por los aerbics). Es el momento en que el periodista debe captar detalles, desviar la vista al hermoso rostro de 5leva bien las arrugas en torno a los ojos y las comisuras de la boca (casi un acto de disidencia en una industria supervisitada por el b

    ano plstico); sin embargo, tambin es el momento de advertir que se ha iniciado el conteo regresivo. Hablamos de Carlos Fueci perfecto que Luis dirigiera la pelcula, dijo que eso la haca ms latinoamericana"). Deben quedarme 28 minutos cuando entr

    a de Amrica Latina.Gringo viejo trata de una norteamericana que logra entender un proceso revolucionario en un pas extranjero. Cree que la Recana puede ser vista como un espejo distante de lo que sucede en Nicaragua?Algunas personas entendern esto de manera directa, pero otros no recibirn el mensaje tan claramente; no se puede decir quesea una pelcula puramente poltica; ms bien es una pelcula que trata de incidir en la conciencia de la gente a distintos nivele

    ria de una mujer que llega a un pas latino creyendo que va a "ensear", que su opinin es la correcta. Las circunstancias, con la aygo viejo, la obligan a ver las cosas con ojos nuevos. Obviamente esto tiene resonancias con la situacin que se vive en Nicaraador y otros pases.Jane Fonda hace una pausa. Hay algo que no acaba de embonar entre su tono reflexivo y la rpida sucesin de las entrevistasos das se ha sometido a un maratn verbal ms asombroso que su rutina de subir y bajar corriendo todas las escaleras del Nikko. Hs estaba en Argentina; hace 50, en Brasil, y sin embargo habla como quien busca ideas frescas: "En este momento me doy cuentaos Fuentes desempea en Estados Unidos el mismo papel que el gringo viejo en la pelcula. Fuentes conoce a fondo nuestras culturaforma muy potica de hacer que los norteamericanos se emocionen y se involucren con la realidad mexicana, una fuerza e

    cesible a los polticos y aun a otros artistas. Mi personaje, Harriet Winslow, sufre un shock ante Mxico y su violencia, y el gringo viee una capacidad de entendimiento ms sofisticada, le dice: 'Esprate, ste no es tu pas, aqu no se te perdi nada, no puedes jura: es su guerra.' Carlos Fuentes es as, es una voz que puede interpretar a Mxico de tal modo que lo escuchemos los norteamerican

    12:41. Lo "genuino", al exportarse, corre el riesgo de convertirse en color local: la revolufia como ballet folklrico o Let's party in the hembargo, a veces la falta de fidelidad trabaja en favor de una pelcula, como advirti Cabrera Infante en su primera crtica de cine: "Cocedor somero de la historia mexicana sabe ue el hroe de Viva Za ata! era falso de ies a cabeza. Pero cuando muere su muerte

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    Para nada. Sigo siendo igual de idealista, me sigo dejando llevar por mis corazonadas.Y qu corazonadas tiene ahora?Slo s que habr cambios. Estoy iniciando otra faceta de mi vida, pero no s lo que esto significaJane Fonda sigue siendo una mujer cambiable.Por supuesto, eso soy, una mujer cambiable.

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    CENARIOS DE ESCAPE

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    Sudfrica para nios

    Entre las muchas contribuciones de Sudfrica al oprobio se encuentra el Acta de Publicaciones que en 1984 prohibi la serie de tees con el argumento de que "un nmero significativo de espectadores podra identificarse con la causa de los esclavos oprimidos

    ayo "La censura en Sudfrica", J. M. Coetzee desmonta la cadena ideolgica que llev a la minora blanca a "protegerse" de novelaer's Daughter, de Nadine Gordimer, y se sirve de Freud para analizar a los paranoicos que creen que lo desconocido es necesaril. En Sudfrica, el temor a las ideas ajenas lleg a tal grado que hasta los lemas impresos en las camisetas tuvieron que someterseublicaciones.Ahora, gracias a la Psychological Corporation, los nios de Estados Unidos pueden vivir como sudafricanos. Curiosamente, los corptilizan la psicologa para eliminar el delirio de persecucin sino para fomentarlo. En su gabinete de Viena, rodeado de reliquias griegpendo humo de puro, el doctor Freud defini al nio como "perverso polimorfo". En cambio, en los consultorios con paredes de

    de se prohbe fumar y se teme al colesterol, los nios son vistos como criaturas a las que todo lo raro les perjudica.Para vigilar a los lectores con dientes de leche, los psiclogos de Estados Unidos han creado un ndice de asuntos extraos, eibidos. Una de las empresas que confan en la Psychological Corporation, y que desea incluir cuentos mexicanos en su catlogo d un fax de ocho pginas a diversos autores que hemos escrito para nios. De la pgina 1 a la 7 se explicaban los requeraggicos que deba cubrir el relato: Muchas veces, las limitaciones (por ejemplo, 300 palabras para lectores de seis aos) pueden sculo creativo, de coaccin para llegar a algo que uno no pensaba decir; la frase de Steiner, "el hombre acorralado se vuelve elocuedemostrada muchas veces por los poetas que reinventan su libertad en las catorce rejas del soneto o los delanteros burlan el frreo onal. Hasta ac, el encargo sonaba bien. Sin embargo, cuando se produjo el zumbido de la hoja 8 me encontr con los "Temas quden usar para escribir". Obviamente el ttulo bast para abandonar la idea de un relato narcosatnico, con mutilaciones ritualeradero norteo donde se escucha la msica crepuscular de Los Temerarios.Es lgico que se vigilen los cuentos que van a dar a las escuelas; lo sorprendente es que la Psychological Corporation haya encont

    stiones dignas de ser enviadas a los stanos del carajo.Las primeras seis son: "El sexo, la muerte, la violencia, la poltica controvertida, la guerra y el derramamiento de sangre (o cualquier angre)." Aunque esto elimina algunos relatos de los hermanos Grimm, se puede argir que la lista responde a un comprensible t

    calipsis y las grandes plagas de la humanidad. Sin embargo, los nios de Estados Unidos estn expuestos a mensajes mucersos. De acuerdo con Neil Postman (autor de Divirtindonos a muerte: el discurso pblico en la era del espectculo), a los veinteeamericano promedio ha visto 800 000 anuncios de televisin, lo cual equivale a 800 a la semana. Si los nios sobreviven a esta dnismo, por qu no aprovechar la literatura para abordar de otro modo asuntos que ya aparecen en las pantallas de la televisin, el endo?En su segundo tipo de prohibiciones, la Corporacin quiere parecer polticamente correcta. Hay que olvidarse de "la religin o la B

    as muy feministas o machistas, la esclavitud, el menosprecio a cualquier grupo tnico, las vacaciones costosas o los regalos y laseares". A esta censura se le puede llamar "liberal", lo cual tambin preocupa a los psiclogos, pues compensan la lista con nimo de"La evolucin, la cerveza, la brujera, la hechicera o el paganismo y los temas que le falten el respeto a la autoridad" estn en el Ialn corto. Los villanos negros se eliminan para no ofender a los progresistas y Darwin y el homo sapiens para no ofender a las Da

    no Verbo.Dos valores opuestos se han convertido en imperativos del ao 2000: el puritanismo fsico y el descaro en la conducta. Por una pnarista Perfecto come granola, hace ejercicio y es adicto al agua mineral. Pero por otra, de competir, expresarse sin miramientos

    . "Mente acorazada en cuerpo sano", es el apotegma de la hora.Es obvio que hay un flagrante desajuste en ver al intestino como un templo donde oficia la fibra y al prjimo como carroa. Acaso far esta contradiccin que la Psychological Corporation cre su cdigo moral. Por desgracia, uno de los resultados de este afn protstema de censura que recuerda las alambradas del nazismo y del apartheid.Entre los 34 temas que la Corporacin prohbe en los cuentos infantiles hay algunos que enternecen por inverosmiles. Por ejem

    sidera nocivo escribir de "nios que enfrenten situaciones serias". Qu quiere decir esto? Se trata de frenar disquisiciones de unaundidad? La verdad, no imagino un relato para nios en el que un Kierkegaard de seis aos pregunte: "Por qu el hombre?enden los psiclogos metidos a consejeros editoriales, impedir el angst de medianoche, el vrtigo interior, las nias con trenzas y co de la vida?Es obvio que no hay historia sin conflicto, y todo conflicto que vale la pena es "serio". La isla del tesoro, Robinson Crusoe, Perucita, Alicia en el pas de las maravillas o El principito son, precisamente, fbulas de la crisis. Suprimir algo tan vago como los "probere que los inquisidores se someten al mismo rigor que sus vctimas: no leen nada que pueda afectarlos.Pero an falta lo peor. En su segregacin cultural, la Psychological Corporation pasa del autoritarismo a la demencia. Hay que tomano echar espuma ante esos asuntos censurados: "Los murcilagos, las araas, las momias, el da de muertos, el baile, el r

    sinas, las pelculas, los das religiosos, los seres del espacio y los dinosaurios." En un pas donde slo los nios con severos probleptacin al medio no vieron Parque Jursico, los escritores infantiles tienen prohibido llenar el cielo de pterodctilos.Y las golosinas? Tal vez los pedagogos de bata blanca piensan que el azcar es el tabaco de la infancia.Insisto: es lgico evitar los usos quirrgicos de las sierras elctricas en los cuentos para nios, pero resulta absurdo (mejor: "oboner caramelos sin azcar o relatos sin conflicto. Con todo, lo ms sorprendente es que una editorial pensara que a los escritores menteresa someternos a las prohibiciones de la Psychological Corporation con tal de publicar en Estados Unidos.Desde sus ttulos, mis dos libros para nios merecen abolirse: Las golosinas secretas y El profesor Ziper y la fabulosa guitarra elctel sentido secreto de la invitacin es convertir a los herejes, llevarlos a un edn desinfectado, o tal vez los psiclogos no buscan autoentes, dar de alta a quien escriba la plcida jornada de una liblula y su amiga la catarina (o esta combinacin ya es conflictiva?).Al terminar la revisin de los "Temas que no se pueden usar para escribir" entend el principio que anima a los psiclogos de la Corpalidad les da pavor. En especial le temen a la realidad del futuro. Como en la antigua Sudfrica, su paranoia se orienta al porvenir eora se vengar de quienes colocaron los alambres de pas. Si los nios crecen leyendo las sorpresivas y muchas veces crueles av

    Roald Dahl, Gianni Rodari y Francisco Hinojosa se convertirn en los enemigos de los timoratos espritus que norman el criterio edit

    dos Unidos.Se me olvidaba otro tema prohibido: "Las casas con albercas". La idea no es mala para quienes rechazamos el proyecto. El cuentezar con una alberca en la ue flota una bata blanca. Al fondo, ha un aho ado. La ima inacin es el a ua ue acaba or entrar a la

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    Academia de Inhibicin

    La psicologa ha trado indudables ventajas para el gnero humano. Al ver lo mucho que nuestros complejos amigos y parientes mejoerapias, no queda sino agradecer a los benemritos doctores dispuestos a encerrarse durante 50 minutos con un neurtico. Son muelas y las tcnicas que tratan de descifrar nuestras atribuladas mentes, y ste no es el sitio para discutir a fondo cules tienen m

    bi lidades de xito. Mi preocupacin se limita a los tratamientos que vinculan la psicologa con el arte.En los ltimos aos se ha generalizado la opinin de que la capacidad expresiva es estupenda en s misma. Hay que abrirse, plasmasiente. Qu mejor que el arte para resquebrajar almas de piedra y hacer que las emociones broten como de un oscuro manantial?En otras pocas, la educacin tuvo un fuerte sello represivo. Era signo de urbanidad guardar silencio, mostrar reserva, contestar prcalculada timidez. En El Quijote, las "discretas razones" son sinnimo de sensatez.Hoy en da, las parejas confiesan sus ms srdidas intimidades ante las cmaras de televisin y la publicidad nos sonsaca con un ro

    des". La timidez se ha vuelto un signo de fracaso, y la personalidad slo parece tener sentido si se exhibe en todas partes. Esta cucaro y la sinceridad suicida ha contribuido a relajar nuestras vidas (la excusa de "sincerarnos" ayuda a decir sin culpa las horrendase nos ocurren), pero tambin nos ha hecho or y contemplar suficientes espectculos para hacer de la pena ajena la emocin de la

    os noventa.Cmo empez la explosin que condujo a la mitigada Alcira a subir a un escenario para mostrar su ritmazo, ms cerca del sncope

    golele? Quin convenci al tenue Lzaro de que deba vestirse como si tuviera que ser localizado entre una avalancha de nieve?A partir de los aos sesenta, y del dramtico anuncio de que entrbamos en la Era de Acuario, proliferaron toda clase de grupos dear el teatro, la escritura automtica, el tejido o la chaquira como tcnicas medicinales. Una nueva pedagoga pidi el curativo abrazoas.A travs del psicodrama, la danzoterapia o la pintura emocional, el paciente (rebautizado como "alumno") poda sacar traumas y dores. La eficacia de estos mtodos fue incuestionable: de Chapala a Tepoztln, nuestros ms recatados congneres sacamientos que guardaban con triple llave. Jacinto, casi sordo de tanto cazar con escopeta, empez a cantar en las reuniones. El

    ado de que se trataba de un "asunto teraputico", mostr su comprensin pidindole una de Manzanero.Despus de varias dcadas de enseanza destinada, no a mejorar las artes sino a curar con ellas, surgen algunas preguntas. Rea

    ecesario que la ta Ednita baile hawaiano? Cuntas veces tendrn que cantar De colores los gemelos Vzquez para aliviar sus mas? Al grito de "t tambin tienes algo que decir!" muchos amigos se deshicieron de sus neurosis. El problema es que nos las otros. Qu simptico era Felipe cuando no haca nada! Cmo extraamos su mirada plcida, discreta hasta el olvido! Ahora escribegarrada y se ha desnudado en tres obras de teatro que a pesar de eso, o por eso mismo, han fracasado.En un ensayo que revisa la situacin del arte en el siglo XX, "La cada de la ciudad de Mahagonny", el crtico Robert Hughes afirma: "ediosa obsesin de los norteamericanos con las terapias, las escuelas de arte de los sesenta y los setenta tendieron a convertirse enfin no era tanto transmitir las difciles tcnicas de la pintura y escultura como producir personalidades desarrolladas".Ante tal profusin de seres que vociferan lo que antes reservaban para sus diarios ntimos, resulta necesaria una antipedagoga, unanos ensee a callarnos sin traumas. En la era del "Yo desaforado", la escuela del futuro puede ser la Academia de Inhibicin.La paradoja central del arte como terapia es que tambin los aficionados requieren de pblico. Es de utilidad mdica que veamos a

    a Danza del venado. De lo contrario, de qu le servira superar el pnico escnico?En el arte, el hombre suele repetir la relacin que tuvo con los juguetes. Aunque escriba en la rstica tecnologa de 1762, Ronostic el problema en Emilio o de la educacin-. "Ya no sabemos ser sencillos en nada, ni siquiera en lo que se refiere a lo

    cabeles de plata, de oro, coral, cristales de caras pequeas, chupetes de todo precio: Cuntos aparatos intiles y perniciosos! N.. Un trozo de regaliz que pueda chupar y mascar lo entretendr tanto como esas magnficas baratijas, y no tendr el inconvenstumbrarlo al lujo desde su nacimiento."El arte puede ser visto como un juguete con "cascabeles de plata" que ayuda a que nos sintamos bien tocando mal; una generosa componer una sinfona "de odo", pintar un Monet por nmeros, ser un Dostoyevsky sin Siberia, epilepsia ni adiccin al juego.Si en tiempos de rigidez extrema fue importante sacudir terapias, ahora se antoja el recurso opuesto, la Academia que nos eduque cio. No se trata de suprimir traumas sino de aminorar sus efectos pblicos. Una primera meta sera que los nuevos acadmicos con

    plomo y la autoestima sin tener que interpretar a Roberto Carlos.Gracias a esta contrapedagoga, algunas profesiones cadas en descrdito podran recuperar prosapia. Actualmente los Conicos Titulados se presentan de un modo barroco: "Trabajo en la Jarritos pero tengo inditos tres libros de poesa buclica." Nunca olv

    ataz vergonzante que justific la pick-up en la que lleg a una exposicin diciendo: "El contratista mantiene al artista" (al ver sus ta colores lament que as fuera). Muchas actividades tiles han perdido glamour desde que se puso de moda sublimar los traustesista que puede ahorrarnos el dolor prefiere que lo recordemos por su rostro de cermica que hace pensar en una tribu sin analgsEn las telenovelas el papel de escritor goza de slido prestigio. Como el auditorio no lee, se permite que el "literato" sea sensiblo extrao: el suicidio de su amada Berta Yasmn lo lleva a morder las sbanas con una pasin impensable en un sastre o un ingenieroLa Academia de Inhibicin ayudara a reencontrar vocaciones; curados de la tentacin de cometer ballets acuticos y peras crepusxpertos en soldadura autgena, venta de colchas e inercia burocrtica volveran a sus oficios sin complejo alguno.Pero quin es capaz de inculcar silencio? Qu monje zen puede lograr que nos valoremos sin pintar girasoles? Se necesdemia para formar al cuerpo docente? Cul es la antipedagoga ms eficaz para desensear? El proyecto an requiere desivos.Mientras llega el plan de estudios, en mi calidad de primer alumno de la Academia, no me queda ms remedio que guardar silencio.

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    uppie salvaje

    1. El plomo aleja

    El elemento de la tabla peridica que ms veces se menciona en el espaol de Mxico es el plomo. La fuerza de gravedad no sievola como bien saben quienes tienen rotos los meniscos porque La crtica de la razn pura se les cay de las manos, y en el talino las partculas de plomo se vienen a pique con insospechado amor por la corteza terrestre. Entre el libro y tu nariz, querido lectoral finsimo que entrar a tu cuerpo y har que en la noche te sientas tan ligero como un pedestal de Reforma. Las reuniones noctueran estar prohibidas, pero un inexplicable atavismo nos hace tocar el timbre a las 9 p.m. para rodearnos de amigos a los que resuuir, ya no digamos golpes de genio, sino la coordinacin necesaria para embarrarle pat a las galletas.

    Cmo solucionar el problema? La Subsecretara de Ecologa ha logrado popularizar ciertas ideas a las que nadie regatea originalidcocidio se soluciona cantando (la robusta aria Verde ser, a cargo de Plcido Domingo), que los pjaros fenecen de cansancio collas especies en extincin se preservan en la propaganda de Corn Flakes. Muy pronto estaremos en condiciones de poner en prcrencia de Swift para un pas parecido a Mxico. Despus de quemarse las pestaas durante largas noches, los proyectistas de Swiftmedio ideal para proteger los pulmones: no hablar en absoluto. A la gente de aquel pas le basta con sealar los objetos; por ello, l

    stas todos los que requieren para la conversacin. La clave est en que las cosas se vuelvan smbolos; no se vale que una cuchara shara" (hay que transformarla en metalenguaje: "sopa caldosa", por ejemplo). En cuanto el gobierno se decida, saldremos a la c

    quines de primeros auxilios lingsticos (repletos de naipes, dedales, hilos, exvotos, huesos de ciruela y otros objetos que por su ligigedad simblica son ideales para el nuevo alfabeto). Obviamente, los poetas de esta lengua sern malabaristas.A pesar de lo atinada que suena esta medida, no hay que ir muy lejos con los remedios: pocas cosas son tan temibles como un gobie

    erativos higinicos. "Que no les gusta el aire con sabor a plomo? No se preocupen, ahorita les instalamos su Comit de Salud PblRobespierre, las colonias pobres son arrasadas para sembrar pirules, los autos que echan un humo blanco desaparecen hacia cor

    destinos, los ambulantes son "reubicados". As como nos sentimos redimidos cuando un hombre de bata blanca afirma que no somos"cleptmanos", el Estado duerme ms tranquilo cuando sabe que su represin es "teraputica". El verdadero desafo ecolgico es

    el plomo sin llegar a la higiene poltica.Por desgracia, la ciudad ms contaminada del mundo es la misma que ha legado a Occidente la cultura del aguante. "Qu aguantefica que eres lo mximo porque te madrearon entre cinco sin que pidieras perdn, porque te falseaste la columna cargando el refri

    vecino que te cae psimo, porque le surtiste a quince caballitos de tequila y a una fanega de chile cuaresmeo. Pero no hay mal que enga; es indudable que la vocacin por la resistencia intil se ha visto alterada a medida que el plomo incide en nuestros bulbos raquEl afn de abandonar la ciudad es tan intenso que el principal bastin de la economa informal ya es la caseta de cobro a Cuernavac

    de todo lo que uno no necesita para el viaje signo indiscutible de progreso, incluidas las vajillas de porcelana china que rechazdos Unidos porque soltaban plomo al entrar en contacto con lquidos calientes!!!

    2. Valle de pasiones

    Nuestros vecinos, o sea, nuestros enemigos.Primo Levi

    Emigrar no es fcil. Los provincianos odian a los capitalinos porque somos prepotentes, ventajosos y transas. Hace unos aos, enontr un pjaro muerto en el parabrisas del coche. "Es una brujera para que se estrellen", me explic Marielena Arizpe, que es de a cara su afrenta de llegar con placas del D.E: un pjaro en el parabrisas y una locomotora de Ferrocarriles Nacionales incrustada en

    pocos das. El hechizo es implacable: al regresar a la capital, nuestro coche fue embestido por un taxi (aunque la verdadera tortura c Octava Delegacin, donde tuvimos que ver al enano Tun-tn filmar una pelcula).Exiliarse de incgnito es casi imposible. Ya ests feliz de haber superado tu acento cuando un chihuahense te dice: "Y ese parad

    esito decir que es arriesgadsimo vivir en lugares donde te descubren por el "paradi to".As las cosas, el estado de Morelos es la frontera ideal del aire libre para quienes no quieren renunciar al D.F. Sin embargo, traic

    a de Tierra y libertad sale caro. Los precios de Cuernavaca oscilan con el ndice Dow Jones de Wall Street. Alguien (segurameculador) le dijo a mis primos que Tepoztln sigue siendo accesible para los que slo somos mexicanos.Las gangas locales presentan tres constantes: no son gangas, el ttulo de propiedad da por vivo a Venustiano Carranza (o de pe

    aro Crdenas) y tiene su historia (casi siempre macabra: una casa en obra negra cuesta slo 2 5 mil dlares porque ah hubo un intsinato; en rigor, la principal ventaja de Tepoztln es que los lugareos se odian tanto entre s que no tienen tiempo de odiar a los de fueEn media hora supimos que nos alcanzaba para comprar un terreno que costara lo mismo que un tapete Mayatex. Para colmo, el punal y haba que concertar cuatro voluntades. A m me gust un terreno sin agua, en una loma agreste, ideal para plantar un jardn potoprimos, que son de San Luis, les pareci espantoso.Aunque era obvio que no compraramos otra cosa que pan integral para el camino de regreso, la simple posibilidad de ser propieta en una espesa polmica. Tal vez para compensar mi propuesta del jardn desrtico, dije que me gustaba el pasto. Mi primo se medo como si propusiera una sesin de sexo en cadena con las cabras que bajaban del monte. "Pasto?, para eso te quedas en la Nrdn tiene que ser silvestre", y seal un campo de abrojos y espinas excelentes para tomar el sol y sentirse como San Lorenzo en su Dos meses despus estaba dispuesto a no tener pasto con tal de tener terreno. Cmo le hicieron los dems para aduearse de blicas, balcones que desafan al Tepozteco con la carcajada de sus columnas dricas, fuentes coronadas por un Poseidn de yes

    a casa de nuevo rico, mi primo, que es arquitecto, se tranquilizaba pensando en eras geolgic