Villlagrasa -- Realidad, Irrealidad e Idealidad

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    Alpha Omega, V, n. 3, 2002 - pp. 443-472

    Realidad, irrealidad e idealidad en Teoradel objeto purode A. Milln-Puelles

    Jess Villagrasa, L.C.

    Un objeto puro es un objeto inexistente, lo irreal. Antonio Milln-Puelles escribe Teora del objeto puro1al servicio del realismo metaf-sico. Para el realismoes imprescindible de iureel anlisis metafsicoa cuyo travs se lleva a cabo una expresa elucidacin de lo irreal2porque sin contar con la nocin de lo irreal no cabe ningn realis-mo3. La TOP, con su explcita y sistemtica elucidacin de lo irreal,responde a esta exigencia intrnseca del realismo metafsico; una exi-gencia anloga a la constatada por Surez cuando, al final de sus Dis-putaciones Metafsicas, afirma que la metafsica debe estudiar lascuestiones generales y comunes del ente de razn4. En la TOPel m-bito de lo irreal es mucho ms amplio que el reservado por la tradicinescolstica y por Surez al ens rationis, porque en la TOP lo real estomado en su sentido estricto y no se contrapone al ens rationissino alobjeto puro, del que el ens rationises slo elprinceps analogatum.

    1Teora del objeto puro, Rialp, Madrid, 1990, 836 pp. (abreviado en texto y notas con

    TOP). The Theory of the Pure Object, Carl Winter Verlag, Heidelberg, 1996, 911 pp. (ThPO).2TOP, p. 20.3TOP, p. 18.4Cf. F. SUREZ,Disputationes Metaphysicae, Disputatio LIV, 1.

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    1. Realidad e irrealidad en la TOP

    La TOPsirve al realismo metafsico del modo ms eficaz al plan-tear de forma explcita y radical la confrontacin entre realismo eidealismo. La principal tesis del idealismo es elprincipio de la inma-nencia: no cabe que lo conocido exista sin estar siendo objeto de unaactividad de conocer5. Sus defensores deberan demostrar que nocabe pensar que un objeto de pensamiento tenga su propio sercon in-dependencia del respectivo ser objetual ante una subjetividad cons-ciente en acto6. Si el realismo terico sostiene que la cosa no se re-duce a objeto y que hay objetos que no son propiamente cosas (todoslos objetos irreales, los que no son ms que objetos)7 la TOPaade

    que lo irreal el mero objeto, el objeto puro se reduce absolutamen-tea trmino intencional de la conciencia. Si el idealismo excluye delos autnticos seres a todo cuanto no sea la realidad de la concienciamisma y de su propias determinaciones o modificaciones, para el rea-lismo son, por el contrario, irreales los objetos meramente objetuales ynicamente ellos (Sin la clara conciencia de la fundamental oposicinque en este aspecto mantienen entre s el realismo y el idealismo no sellega hasta el fondo de una y otra doctrina)8. La TOP, por tanto, defi-ne el realismo como la doctrina segn la cual, aunque la conciencia

    es ser y en el ms eminente de los grados , no todo ser es concien-cia, ni mero objeto de su actividad, y ello, por cierto, hasta el punto deque la conciencia misma es ser no en razn de su sola ndole, sino porno-ser-mero-objeto-de-conciencia, o lo que es igual, por su peculiarsistere extra cogitationem (su propio no agotarse en ser-pensada)9.

    La TOPconsidera como exigencia del realismo que ningn ob-jeto, irreal o real, puede darse, en tanto que objeto, fuera de la con-ciencia o, mejor, independientemente de su acto. Todo objeto es obje-toantela conciencia,paraella yporella. [...] En su oposicin al idea-

    lismo, el realismo puede y tiene que afirmar la relatividad propia delobjeto, sin negar el en-s de lo real10. El realismo puede y debe hablarde la constitucin del objeto como hace la fenomenologa y el idea-

    5A. MILLN-PUELLES,Lxico filosfico, Rialp, Madrid 1984, p. 349.6TOP,p. 42.7TOP,p. 111.8TOP,p. 21.

    9TOP,p. 265.10TOP,p. 41.

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    lismo, pero desde un plano notico realista11. El sujeto constituye elobjeto en cuanto objeto, en su objetualidad, no en cuanto ente. Si la

    metafsica crtica (en acepcin aristotlica), para impugnar el principiode inmanencia, muestra que la objetualidad es posible para lo real, pe-ro no necesaria, la TOPaade dos precisiones: La objetualidad puraes necesaria, y no slo posible, en el caso de lo irreal y nicamente enl12. El realismo terico ha de definirse como la doctrina que afirmaque la objetualidad de lo real es irreal, no a pesar de ser verdadera, si-no justo por serlo13.

    La TOP, a diferencia del idealismo kantiano, presupone no slo laafirmacin de la existencia de lo incondicionado o absoluto, es decir,de la cosa en s, sino tambin la afirmacin de la cognoscibilidad de loreal como algo incondicionado o absoluto, en cuanto independienterespecto de la conciencia. El objeto puro, diversamente, es condicio-nado y relativo del nico modo en que puede serlo: gnoseolgicamen-te, no en sentido ontolgico. As pues, la TOPdistingue claramente lainteligibilidad del ente y la objetualidad del objeto. La inteligibilidades del ente independientemente de su estar-siendo-conocido; la obje-tualidad del objeto es siempre irreal y consiguiente al acto de conoci-miento.

    En su crtica al idealismo husserliano, la TOPacepta como indis-

    cutible que el mundo en cuanto cogitatumde mis cogitationeses rela-tivo a mi propio yo, pero no admite que verlo como objeto o cogita-tumsea la nica forma lcita de considerar el mundo, porque lo pensa-do puede ser pensado no slo en su calidad de objeto del pensamien-to14.

    La TOP no slo es necesaria para el realismo metafsico sino,tambin, para conocer al sujeto que hace metafsica, porque lo irreal

    11

    La idea de una constitucin activa de la objetividad es una exigencia del realismoque se mantiene fiel no solamente al ser de lo conocido, sino tambin al ser que lo conoce.Yo constituyo a lo conocido como objeto significa yo me doy a m mismo su presencia am (A. MILLN-PUELLES,La estructura de la subjetividad, Rialp, Madrid 1967, p. 203).

    12TOP,p. 43. Esta tesis implica que: a) lo irreal es objetual; b) la objetualidad de loirreal es esencial o pura (equivalentemente, lo irreal es objetual de una manera intrnseca ynecesaria); c) la pura objetualidad pertenece exclusivamente a lo irreal. En la ltima afirma-cin se sintetiza y concentra el carcter realista de la teora del objeto puro ( TOP,p. 44).

    13TOP, p. 166.14Cf. TOP,pp. 56-57. Slo el objeto puro es posible nicamente como objeto, es de-

    cir, no es posible si no existen realmente, y como distintos de l, la subjetividad que lo objeti-va y el acto de objetivarlo. Si esta imposibilidad no conviniese tan slo a los objetos exclusi-vamente objetuales, la teora (esencialmente realista) del objeto puro resultara imposible yhabra que substituirla por una teora (idealista) del objeto, de todo objeto (TOP,p. 93).

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    es una categora indispensable para comprender la realidad del serhumano, su libertad y su modo de actuar: el hombre es una realidad

    ante la cual se dan irrealidades, ms an, una realidad que suscitairrealidades15; y sin suscitarlas no se comprende el uso humano de lalibertad16.

    La TOP, finalmente, es necesaria para la metafsicarealista, por-que sta ha de pensar a fondo la radical distincin y relacin que se daentre ser y ser-pensado, entre ente y objeto. Objeto es una nocinfenomenolgica; significa trmino intencional de una conciencia enacto; objeto es fenmeno, lo manifiesto17. Ente y lo irrealson nociones metafsicas. Pues bien, la distincin entre objeto y enteencuentra su punto de radicalizacin en el anlisis de lo irreal, esto es,en el anlisis del objeto puro, del objeto que no es nada ms queobjeto, de aquello que no es propiamente ente, porque no existe,aunque es, sin embargo, a pleno ttulo, objeto. Si bien lo irreal noexiste, parece que ha de ser algo porque lo pensamos y de l hace-mos juicios verdaderos; pero ese algo en verdadslo es objeto pu-ro.

    El mtodo de la TOP es el anlisis fenomenolgico-ontolgico. Este tipo de anlisis es posible porque una reflexin estric-ta y esencialmente fenomenolgica no excluye el ulterior tratamiento

    ontolgico de los datos obtenidos18. Los principales datos ofrecidos ala TOPpor el anlisis fenomenolgico son la objetualidad como refe-rencia a la conciencia y la determinacin del sujeto por el objeto. Elobjeto de conocimiento no es realmente pasivo o activo: el conoci-miento no hace realmentenada en el objeto; la objetualidad es siem-pre irreal; la constitucin del objeto en cuanto tal y de la objetuali-dad es meramente gnoseolgica. La pregunta por el valor ontolgicode esa referencia y de esa determinacin sale de los lmites de la fe-nomenologa. La TOPen su anlisis ontolgico concluye que la obje-

    tualidad esuna mera relatio rationis,y que la determinacin del sujeto

    15Cf. TOP,pp. 614-616. El agnosticismo que respecto a la esencia de la realidad sub-

    jetual mantiene Hartmann [...] hara imposible una teora del objeto puro como explicacin delo irreal en funcin del modo de ser de la realidad subjetual ante cuya conciencia se objetiva(TOP, p. 98).

    16Cf. TOP, p. 832.17Cf. TOP, c. IV.18El mero anlisis fenomenolgico de estos datos, aunque irreductible a su tratamien-

    to ontolgico, no lo impide en manera alguna y, aunque es cierto que no lo incluye, lo permitey hasta lo prepara y favorece al roturar y disponer el campo donde se ha de cumplir ( TOP, p.136).

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    por el objeto no implica el realinflujo del objeto en cuanto tal sobre elsujeto. Aunque la fenomenologa en su forma clsica husserliana

    evita la ontologa, la TOP considera que la fenomenologa es un buencomienzo filosfico, pero no su conclusin, y que no est cerrada auna ulterior reflexin metafsica.

    La consecuencia metodolgica de la doble exigencia de supe-rar la fenomenologay de conservar sus datoses patente en el esfuer-zo que la TOPhace, en todo su desarrollo, por mantener la tensin en-tre las perspectivas lgica y ontolgica. Esta tensin es radicalmentedecisiva para la funcin de la teora del objeto puro dentro del realis-mo metafsico19. Algunos motivos que sugieren el mantenimiento deesta tensin me parecen ser los siguientes: 1, no todo objeto de cono-cimiento es ente; 2, todo objeto es considerado por el entendimiento amodo de ente (ad instar entis, deca la escolstica); 3, la nocin deobjeto es fenomenolgica, mientras que la de objeto puro es on-tolgica; 4, la metafsica, que tiene por objeto el ente en cuanto ente,tiene que pensar lo irreal, que es, a la vez, ontolgicamente nada y l-gicamente algo. Este algo de lo inexistente, no puede ser algo real.Por lo tanto, el realismo, si ha de pensar lo irreal, exige el manteni-miento simultneo y complementario de la tensin entre las perspecti-vas ontolgica y lgica. El inicio fenomenolgico est ordenado a

    suscitar y mantener esta tensin. El realismo no estriba en eliminar latensin entre lo ontolgico y lo lgico (dando al ltimo trmino sums ancha acepcin) sino en saber ordenarla, es decir, en fundar ellogosen el ser20. El mantenimiento de esta tensin es necesario por-que el realismo ha de sostener a la vez: a) la negacin (ontolgica) deque los objetos inexistentes sean de algn modo reales o tengan algu-na esencia verdadera; b) la afirmacin (lgica) de que esos mismosobjetos son, sin embargo, algo en la conciencia y para ella y porella21. Esta tensin onto-lgica es mantenida en la conciencia. Un

    realismo que no prestase una rigurosa atencin al ser mismo de laconciencia, que hace intencionalmente presente tanto lo real como loirreal, no sera un realismo verdadero.

    La tensin onto-lgica est implcita en la definicin del objetopuro: objeto inexistente. La frmula suministra una idea de lo irrealsimultneamente fenomenolgica (objeto) y ontolgica (inexisten-

    19TOP,p. 263.20 A. MILLN-PUELLES, Metafsica y lenguaje, en Anuario Filosfico 18 (1985) p.

    194.21TOP, p. 255.

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    te) vinculando dos perspectivas irreductiblemente distintas. No sehace ningn servicio al realismo, ni se comprende lo irreal ni la con-

    ciencia, si se relajan las exigencias de alguna de estas dos perspecti-vas. Una tesis fundamental de la TOPlas mantiene unidas: Lo irreales ontolgicamente nada y, sin embargo, lgicamente algo. Si no secomprende esto, tampoco se comprende la conciencia22.

    La inexistencia no impide la objetualidad, ni la objetualidadsupone necesariamente la existencia. Confunden las perspectivas onto-lgica y lgica quienes niegan la objetualidad de lo irreal, o quienes,al mantenerla, atribuyen a lo irreal alguna forma de verdadero ser. LaTOP, tomando la existencia sensu stricto, pretende eludir estos equ-vocos, y destacar, por contraste, el valor de la pura objetualidad, esdecir, el valor de la objetualidad de los objetos inexistentes. Objetopuro y lo irreal son trminos equipolentes: objeto puro denota laobjetualidad y connota la inexistencia; lo irreal designa lo inexisten-te y connota su objetualidad. La objetualidad es siempre irreal. LaTOPllama objetualidad pura a la propia del objeto puro.

    La TOPanaliza y describe la existencia como transobjetua-lidad, y el existir como sistere extra cogitationes. Estas frmu-las estn en continuidad con una metafsica realista de tipo aristotli-co-tomista. La descripcin de la existencia como transobjetualidad

    presta un precioso servicio al realismo, porque este modo negativo yrelativoexpresa con claridad que la realidadnose limita aser-objeto-deconciencia y evita explcitamente la confusin entre los dos valoresextraquidditativos bsicos, que son la existencia y la objetualidad23. Latensin onto-lgica es mantenida en la TOPgracias a la constante con-traposicin del ser-simplemente y el ser-conocido; de la existenciacomo efecto formal delsery la objetualidad.

    La TOPcontrapone lo real a lo irreal en el comn terreno de laobjetualidad. J. Seifert, un renombrado fenomenlogo realista, objeta

    a la TOPque no considera en modo adecuadoa los seres ideales. Elpresente artculo analiza la legitimidad de esta objecin. Una primeraimpresin que se saca de la lectura de la TOPes que no ha considera-do suficientemente lo ideal y la oposicin entre lo real y lo ideal, almenos presentada en esos trminos. Esta impresin sera preocupantesi fuese verdad que, como dice F. Inciarte, la TOPmuestra que la ni-ca verdadera oposicin metafsica es la que se da entre lo real y lo

    22TOP, p. 255.23La distincin radical entre existencia y objetualidad no debe rebajarse por el hecho de

    coincidir ambas en ser valores extraquidditativos.

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    ideal24. Sera, adems, una omisin muy sorprendente en un autor queen su tesis doctoral, afirm que los supuestos ontolgicos implcitos

    en la fenomenologa, los que Husserl y muchos de sus discpulos noquisieron atender, son las doctrinas del ser ideal y de la rela-cin25. Todo ello hace bastante improbable que Milln-Puelles hayacado en una omisin tan significativa o que su tratamiento del enteideal sea inadecuado. El presente artculo justifica la ausencia en laTOPde un estudio sobre la idealidad (n 2), presenta la objecin de J.Seifert (n 3), clarifica la naturaleza del ser ideal (n 4) y responde a laobjecin presentada (n 5).

    2. La ausencia en laTOP

    del estudio sobre la idealidadSi Milln-Puelles apenas hace unas alusioens al ente ideal en la

    TOP no es, ciertamente, por desconocimiento del argumento o de lafenomenologa que de l se ocupa principalmente. Hizo su tesis docto-ral sobre la naturaleza del ente ideal en Husserl y Hartmann (1947); ensus investigaciones posteriores no abandona el mtodo fenomenolgi-co. J. Seifert reconoce que es un gran pionero de la fenomenologa enEspaa, que ha contribuido a la creciente influencia de la fenomeno-loga en el mundo de habla hispana26y que los mejores rasgos de la

    autntica fenomenologa se dan en l: la apertura a la verdad, venga dedonde venga, y el apego a los fenmenos y a los datos de la experien-cia, analizados cuidadosamente, sin reduccionismos o construccionis-mos. Milln-Puelles se refiere frecuente y positivamente a fenomen-logos y protofenomenlogos como Bolzano, Brentano, Meinong, Mar-ty, Husserl y Hartmann, entre otros27. Es un filsofo realista y un pen-sador independiente: aunque admira las crticas de Husserl al psicolo-gismo y al escepticismo, dirige serias crticas al idealismo fenomeno-lgico del ltimo Husserl. Milln-Puelles piensa que los discpulos

    de Gttingen, de primera hora, tienen en conjunto razn al ver en lafenomenologa un instrumento extraordinario, que no cierra el paso al

    24 Yo dira que la metafsica como muestra Milln-Puelles en su Teora del objeto

    puro slo conoce una oposicin irreconciliable, la oposicin entre lo real [...] y lo ideal (F.INCIARTE, Sobre la fugacidad. Anaxgoras y Aristteles, Quevedo y Rilke, en Anuario Filo-sfico 27 (1994) p. 370). Como bien indica Milln-Puelles en su Teora del objeto puro,slo hay la oposicin entre lo ideal y lo real (Idem., p. 375).

    25Cf. A. MILLN-PUELLES, El problema del ente ideal. Un examen a travs de Husserly Hartmann, C.S.I.C., Madrid 1947, pp. 8-9.

    26J. SEIFERT,Preface,en ThPO, p. 1 (traduccin ma).27Cf.J. SEIFERT,Preface,p. 1.

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    realismo metafsico, sino que ms bien lo abre28. El simultneo uso ycrtica de la fenomenologa de Husserl no es seal de incoherencia fi-

    losfica. El mismo Seifert piensa que la coherencia de Milln-Puellescon el verdadero espritu objetivo y fenomenolgico lo lleva a disentircon el fundador de la fenomenologa cuando percibe distorsiones omalas interpretaciones de los datos29.

    TOPes una obra de madurez; en mi opinin, la obra maestra deMilln-Puelles. Si es verdad que todo gran empeo intelectual perma-nece all donde comienza, es previsible que, desde su investigacinpara el doctorado, Milln-Puelles haya descubierto claves que ya noabandonar en toda su carrera filosfica y que madurarn, tras algunasincertezas, en su obra maestra.

    En la tesis doctoral no aparece la expresin objeto puro. Sinembargo, Milln-Puelles delata la inexistencia de una teora que estu-die las relaciones entre la idealidad y la realidad. Para la constitucinde esta teora, le interesa en particular Hartmann por su origenneokantiano, su formacin fenomenolgica y su elaboracin de unaontologa. Hartmann plante expresamente el problema de lasrelaciones entre idealismo y ontologa, y entre objeto y ente. Milln-Puelles dar una respuesta diversa, pero el marco problemtico esparecido al de Hartmann. Con su Ontologa30, este autor es

    posiblemente quien ms ha influido en los problemas ontolgicosatendidos por Milln-Puelles. Husserl tambin encontrar el mismoproblema pero lo esquivar31. Husserl y la fenomenologa tienen elmrito de haber intentado dilucidar las notas diferenciales de esandole de entidades que carecen de realidad sin por ello estarprivadas de objetividad. Pero, en su tesis, Milln-Puelles descubre queHusserl no slo no analiza el ser-objetivamente sino que deja sinexplorar suficientemente el universal y la abstraccin32.

    Los intereses de Milln-Puelles en su tesis doctoral son metafsi-

    cos. Basta ver su divisin: la primera parte, titulada Fenomenologadel ser ideal,describe su aparicin a la mente; la segunda parte, Onto-loga de la idealidad, muestra el ser peculiar de lo eidtico en su con-

    28R. ALVIRA,La antropologa poltica de Antonio Milln-Puelles, en Anuario Filos-

    fico 27 (1994) p. 734.29Cf. J. SEIFERT,Preface,p. 2.30En particular, el primer volumen: N. HARTMANN, Ontologa, I. Fundamentos, Fondo

    de Cultura Econmica, Mxico 19652, 382 pp.

    31Cf. A. MILLN-PUELLES,El problema del ente ideal, p. 47.32Cf. A. MILLN-PUELLES, El problema del ente ideal, p. 50.

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    dicin de irreductible a la conciencia en que se manifiesta y al ser realque se le subordina; la tercera parte, la ms original, Valoracin y co-

    mentarios, consiste en una interpretacin de lo eidtico iniciada conuna valoracin de la prueba de la idealidad y concluida con la defini-cin de lo eidtico como concepto objetivo.

    En un importante artculo de 1953, Ser ideal y ente de razn33,aparece la nocin objeto puro como sinnimo de ente de razn:

    Ente de razn: quod est obiective tantum in intellectu. Ente de ra-zn, pues, no es simplemente aquello a lo que acontece ser objeti-vamente en el entendimiento, de tal manera que igualmente pudie-ra ser tambin fuera de l; sino aquello a lo cual slo conviene, por

    virtud de una interna exigencia, ser objetivamente en el entendi-miento. El ente de razn no es slo un objeto, sino aquello que s-lo es objeto: objeto puro34.

    Milln-Puelles, despus de este artculo y como resultado delmismo, dejar de estudiar el ente ideal. El artculo compara las nocio-nes de ser ideal y ente de razn, tal cual stas funcionan en el contextodoctrinal respectivo: fenomenolgico (Husserl y Hartmann) y escols-tico. Las compara para examinar si las mencionadas expresiones

    apuntan a un mismo tipo de ser35

    . Milln-Puelles admite la posibili-dad de esta comparacin, pero analiza los dos principales motivos ob-jetados por quienes la niegan:

    1. Se trata de simples coincidencias terminolgicas: la esco-lstica opone ser real y ser de razn y se vale del adjetivo ideal paradeterminar el modo de ser que conviene a ciertos respectos cuya es-tructura es la de un puro ente de razn en la mente divina. Husserl yHartmann oponen insistentemente ser real e ser ideal. Una fcil sime-tra llevara al error de identificar el ente de razn con el ser ideal.

    2. Hay semejanzas entre sus notas descriptivas: fenomenlogos yescolsticos hablan de la peculiar existencia que consiste, paraunos, en el darse (dari) en el entendimiento respectivo y para otros en

    33A. MILLN-PUELLES, Ser ideal y ente de razn, en Revista de filosofa 12 (1953)

    pp. 191-205. En conversacin privada del 1 de diciembre de 1997, Milln Puelles me sealla importancia de este artculo por constituir su transicin de una posicin escolstica tradi-cional que toma lo real en un sentido amplio que incluye tambin a lo posible, a la posicinde la TOP que toma lo real en sentido estricto.

    34A. MILLN-PUELLES, Ser ideal y ente de razn, p. 200.35A. MILLN-PUELLES, Ser ideal y ente de razn, p. 191.

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    la datitud (Gegebenheit). Ese mero darse no ha de ser confundi-do en ningn caso con la modalidad entitativa propia del ser real36.

    A estas objeciones puede aadirse que la red de relaciones entreente de razn y ser ideal se complica por dos motivos:1. Una apora de la escolstica: el esse obiective parece poder

    ser predicado tanto del mero ente de razn cuanto de las naturalezasreales abstractamente consideradas.

    2. Los fenomenlogos llaman seres ideales a las naturalezas uni-versales de la Escuela.

    Un acercamiento superficial de las nociones presentara lo idealcomo una especie particular de ente de razn37. Milln-Puelles centrael problema: Es suficiente esa coincidencia en el esse obiectivepara decir que es ente de razn toda naturaleza universal?38. Durandoas lo cree, y Surez tiene expresiones en ese mismo sentido y que soncriticadas por Araujo39, porque el ente de razn no es solamente unobjeto, sino aquello que slo es objeto: objeto puro40. Milln-Puellesobjeta a Durando y a Surez que las condiciones intelectuales queafectan a una naturaleza conocida, entre ellas el esse obiective, nadadicen sobre la naturaleza, real o puramente de razn, que convenga alas cosas41.

    Milln-Puelles critica, en particular, las equvocas interpretacio-

    nes del ente de razn ofrecidas por Durando, quien lo identifica con elser conocido, de forma que todo conocimiento convertira en ente derazn a su objeto. Mientras que, para la escolstica, el ser-conocidoes un modo de ser que conviene tanto a los seres reales como a los pu-

    36Idem., p. 194. Los fenomenlogos se fijan no tanto en el darse mismo (en la objetua-

    lidad, como dira Milln-Puelles) sino en el modo de darse.37Ibid.38Idem., p. 195.

    39Surez enDisp. Metaph. 54, sect. 2 n. 1 da a entender que toda naturaleza universal,por ser universal y en la medida en que lo es, sera un caso de ente de razn aunque por otraparte sea un ente real [...]. Eso que dice hara justa ecuacin de los seres ideales (los seres es-pecficos de los fenomenlogos) con los puros entes de razn (Idem., p. 197). Milln-Puelles expresa en estos trminos la crtica de Araujo a Surez: Para decir que algo es entede razn no basta el advertir que su existencia se da tan slo por modo de objeto en el enten-dimiento. Es preciso algo ms, a saber: que tenga una naturaleza o esencialidad tal, que nopueda ser ms que de esa manera objetiva.Lo que se define al exponer el ente de razn no estanto un modo de existir (si de ello cabe hablar en tales entes), cuanto una naturaleza o cuasinaturaleza a la que, en virtud de su estructura, slo ese modo de ser le conviene. El entederazn no es elserobiective, sino aquelloa lo cual corresponde nicamente ese modo de ser[...]. La especie humana no podr ser llamada ente de razn (Idem., p. 199).

    40Idem., p. 200.41Cf.Idem., p. 202.

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    ros entes de razn; pero ello es cierto con una doble salvedad: 1.) queel ser-conocido conviene al ser real cuandoefectivamente est siendo

    objeto de conocimiento; 2.) que ese ser conocido no es para el ser realms que un mero ser accidental, pura denominacin extrnseca [...],que el mero ser-objeto es para el ser real algo puramente denominati-vo, en tanto que para el ente de razn es, por el contrario, constituti-vo42.

    Los giros especulativos de este artculo tienen su lgica interna.El problema de la idealidad ha revelado muchas ambigedades; paraevitarlas y dar una respuesta radical, Milln-Puelles ha de recurrir a lanocin escolstica de ente de razn, usando de una estrategia en obli-cuo43. No es este el momento de recorrer todos los antecedentes de laTOP44;baste constatar que Milln-Puelles acu la nocin de objetopuro al inicio de su produccin filosfica, al tratar los problemas me-tafsicos relacionados con la naturaleza del ser ideal (1953), la madurcon el estudio de las condiciones de posibilidad de su constitucin enla subjetividad humana (Laestructura de la subjetividad45, 1967) y laus en la crtica realista al principio idealista de la inmanencia (Lxicofilosfico, 1984). En TOP (1990) el ente de razn es slo un tipo deobjeto puro.

    Hay al menos, dos motivos que justifican la aparente ausencia de

    la oposicin real-ideal en la TOP. Uno de tipo histrico: el artculo Serideal y ente de raznde 1953 constituye un punto de transicin en elpensamiento de Milln-Puelles; con l, abandona su inicial inters porel ente ideal, objeto de su tesis doctoral, para centrarse en problemasmetafsicos ligados inicialmente a la oposicin escolstica entre el en-te real y el ente de razn, y posteriormente radicalizada en la oposi-cin entre lo real en sentido estricto y lo irreal u objeto puro.

    El segundo motivo hay que buscarlo en la intencin de la TOP: elservicio al realismo metafsico y la crtica del principio idealista de la

    inmanencia. Hay dos tipos fundamentales de realismo: uno afirma la

    42A. MILLN-PUELLES, Ser ideal y ente de razn, p. 196. Cf. JUAN DE SANTO TOMS,

    Cursus Philosophicus Thomisticus, vol. I:Ars logica, p. II q. 2 a 5.43Cf. A. LLANO, Objetividad y libertad: La obra filosfica de Antonio Milln-Puelles,

    en Anuario Filosfico 27 (1994) pp. 233-234.44Para ello puede consultarse J. VILLAGRASA, Metafsica e irrealidad. Contribuciones

    al realismo metafsico de la Teora del objeto purode Antonio Milln-Puelles, Ateneo Ponti-ficio Regina Apostolorum, Roma 2002, pp. 33-38.

    45Estructura de la subjetividad trata de responder a esta pregunta: Cmo ha de estarconstituida la humana subjetividad para que sea capaz de irrealidades y, por lo tanto, se halleen franqua de captar la realidad?, cf. idem, p. 26.

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    realidad del mundo externo y la posibilidad de conocerlo, y otro versasobre la determinacin de la naturaleza de los universales. El realismo

    de la TOPes del primer tipo, mientras que el problema de lo ideal almenos en el contexto fenomenolgico de Husserl y Hartmann atendi-do por Milln Puelles en su tesis doctoral pertenece ms bien al se-gundo.

    La oposicin entre lo real y lo ideal, sin embargo, no es del todoajena a la TOP. La objecin de J. Seifert se refiere precisamente aaquellos breves pasajes en los que Milln-Puelles se ocupa de ella.

    3. La objecin de J. Seifert a la TOP

    En el prefacio a la traduccin inglesa de la TOP(ThPO, 1996) J.Seifert levanta una objecin al tratamiento dado por Milln-Puelles alos seres ideales46, repetida ese mismo ao al final del primer captulode su obra Sein und Wesen,titulado Qu es la esencia?:

    La importante obra capital de Milln-Puelles [TOP] defiende unrealismo metafsico y gnoseolgico basado en una esmerada teorade lo irreal. Siguiendo en este punto el ejemplo de Ingarden (Laobra de arte literaria) y no omitiendo frecuentes referencias aBernard Bolzano, Franz Brentano, Alexius Meinong, EdmundHusserl, Nicolai Hartmann y otros pensadores que han investigadolo irreal, Milln-Puelles desarrolla una aguda y completa teora delo irreal y de los objetos puramente intencionales de la conciencia.Las objetividades a las que l se refiere con la expresin objetos

    puros (reine) (o quizs se debera traducir mejorpure47) existen,segn Milln-Puelles, slamente en modo heternomo48, y son pa-ra el autor meras apariencias engaosas49. Eso vale evidente-mente para muchos objetos y hechos puramente ficticios o soa-dos, sobre todo para objetos esencialmente imposibles que, sinembargo, pueden hacerse objetos de la conciencia, y para objetosde errores. Por el contrario, es difcil entender cmo el autor quie-

    46El contexto inmediato de la objecin de Seifert y expresamente sealado por l (Cf.

    Preface, en ThPO, p. 10) es la crtica que Milln-Puelles hace a algunos argumentos de Hus-serl en su defensa de los objetos imposibles (TOP, pp. 208-213; ThPO, pp. 242-247). El con-texto general es la crtica husserliana al psicologismo en defensa de la esfera de la idealidadlgica.

    47El parntesis de Seifert se justifica porque aunque pure,a diferencia de reine, es ex-trao al uso filosfico expresa mejor el concepto puro, mero, nada ms que; objetopuro significa: objeto meramente objeto objeto que no es nada ms que objeto.

    48Seifert cita la edicin inglesa ThPO,pero la paginacin no corresponde.49ThPO,p. 189. La expresin est en TOP,p. 158.

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    re aplicar esta tesis referida a los objetos puros tambin a eideey objetos ideales a los cuales asigna tambin la categora de

    irreal o ser-solamente-en(im)-la-mente. Con eso, Milln-Puelles no hace justicia de ninguna manera, segn mi opinin, a lanaturaleza de los objetos necesarios segn su esencia y de los ob-

    jetos ideales inteligibles, y adems, no hace justicia a las necesi-dades esenciales absolutas de las eidee, de las que ya hemos trata-do ampliamente. Porque aunque todos estos no poseen el carcterde un fenmeno original-primordial de existencia real [...], sinembargo, son autnomos frente a la conciencia, del mismo modoque los entes reales. Tambin loseideeposeen en medida eminen-te aquel carcter autnomo y transobjetual que el autor, con ra-zn, declara caracterstico de

    todarealidad, pero injustamente, se-

    gn mi opinin, lo atribuye exclusivamentea lo real y no tambina las entidades ideales50.

    El principal punto de desacuerdo de Seifert, est en que Milln-Puelles reconoce slo dos clases principales de objetos: reales e irrea-les; incluyendo los seres ideales como las proposiciones y las le-yes matemticas entre los objetos irreales51. Aunque la ms ampliade las tres partes deTOPes una taxonoma de lo irreal, una subdivi-sin de los diversos tipos de objetos puros, la objecin de Seifert se

    refiere a una divisin previa de los objetos. J. Seifert pide un tercerreino para lo ideal por parecerle irreductible a lo real, en sentido es-tricto, o a lo irreal52. En este reino entraran, entre otros, los valores,los objetos lgicos y matemticos, y las esencias necesarias. Seifertquiere salvar ante todo la autonoma de estos objetos eidticos idea-les (eidetic ideal objects). La principal diferencia entre Milln-Puellesy Seifert est en que ste no parece admitir una lectura realista de laexpresin construccin mental. El objetivismo de Seifert le hacepensar que considerar, por ejemplo, las leyes lgicas como construc-

    50J. SEIFERT, Sein und Wesen, Universittsverlag C. Winter, Heildelberg 1996, pp. 272-

    273. La traduccin es ma. Ms recientes son estas observaciones: Nonostante la trattazionecomplessiva del problema di oggetti puri come puri oggetti intenzionali, lautore [nellaTOP] tralascia la molteplice gerarchia dei modi di essere, soprattutto la forma ideale di esseredegli eide, che si riferisce in prima linea al reale, sebbene sia distinta dal reale e che non sipu ridurre a un modo di esistenza puramente intenzionale (J. SEIFERT,Ritornare a Platone,La fenomenologia realista come riforma critica della dottrina platonica delle idee, Vita e Pen-siero, Milano 2000, p. 119, n. 234; cf. idem., p. 157, n. 280).

    51These points of potential disagreement concern especially the authors insistence onthere being just two classes of objects:real beingsand irreal (pure) objects, in which class he

    also groups propositions and even mathematical laws (J. SEIFERT,Preface, p. 10).52J. SEIFERT,Preface, p. 12.

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    tos mentales supone una recada en el psicologismo que Husserlhaba crticado tan vehementemente en sus Prolegmenos a la lgica

    pura. La cuestin es saber si la condicin de ideal constituye untercer reino ontolgico, porque ontolgico es el criterio con elque la TOPdistingue las dos clases de objetos. La objecin de J. Sei-fert a la TOP puede resumirse en estos trminos: entidades idealescomo los objetos de la lgica, las esencias necesarias, los entes mate-mticos y los valores tienen el carcter transobjetual que Milln-Puelles atribuye en exclusiva a loreal, y no pueden ser meras cons-trucciones mentales.

    A. Construcciones mentalesLa objecin que ms interesa a Seifert es el carcter subjetivo y

    heternomo que en la TOP parece convenir a los seres ideales encuanto meras construcciones mentales:

    Aunque deseara conceder al autor que todas estas cosas son irrea-les porque diferentes de la realidad existente concreta de nin-guna manera puedo estar de acuerdo con l cuando les niega suautonoma en relacin a la subjetividad humana y cuando llama atodos los objetos puros irreales meras construcciones mentales,sin parecer admitir otro tipo de ser que podra ser llamado converdad ideal y que, sin embargo, es tan diferente de lo real, en sen-tido estricto, como de la irrealidad y heteronoma de los objetos

    puros53.

    La objecin de Seifert se dirige contra expresiones usadas por Mi-lln-Puelles en la TOP al estudiar los objetos imposibles en Hus-

    53Traduccin ma: But while I might wish to grant the author that all these things are

    irreal and thus different front concrete existent reality, I cannot agree with him at all whenhe denies their autonomy with respect to human subjectivity, and when he calls all irreal pureobjects just mental constructs, without apparently admitting any type of being which couldtruly be called ideal and yet as wholly different both from the real (in the narrower sense) andfrom the irreality and heteronomy of pure objects (pp. 244 ff.) (Idem., p. 10). Sia lessenzadegli enti reali sia le essenze ideali sono autonome (almeno in una certa misura) nel loro esse-re, cio hanno un senso in s e per s, mentre gli oggetti puramente intenzionali nel loro esse-re e nella loro essenza sono eteronomi. Questa eteronomia dessere, a differenzadellautonomia dessere del reale [...] stato recentemente analizzato in dialogo conlidealismo e per la fondazione di un chiaro realismo da Milln-Puelles. [...] Gli eide, le re-gole ideali, le possibilit e certi oggetti ideali (come i numeri naturali) partecipano per pie-namente dellautonomia delle essenze degli enti realmente esistenti. Queste essenze ideali,soprattutto gli eide, possiedono in pi una necessit e unindipendenza (increabilit, Uner-schaffenheit) che manca in tutti gli enti reali contingenti (J. SEIFERT,Ritornare a Platone, p.159).

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    serl54. Seifert, en este punto, se dice ms de acuerdo al Husserl de lasInvestigaciones lgicasque a Milln-Puelles55; aunque, por otra parte,

    cree que quizs su desacuerdo con Milln-Puelles no sea tan serioporque ste admite que Husserl tiene razn al afirmar una insoslaya-ble diferencia entre los objetos ideales y los imposibles o absurdos56.Sorprende a Seifert que Milln-Puelles no aproveche ms este puntode acuerdo con Husserl y le sugiere que lo desarrolle en algn estudioposterior57. Este hecho delata, en mi opinin, una no acertada com-prensin de la nocin que Milln-Puelles tiene de objeto puro: Ob-jeto puro significa objeto inexistente; slo algunos de ellos son ab-surdos. La nota construccin mental no significa que sean subjeti-vos, como parece temer Seifert. Todos los objetos, en tanto que obje-tos, son constituidos.

    J. Seifert tambin pide, para una edicin posterior de la TOP, untratamiento ms amplio de los juicios falsos (errores y mentiras): estapeticin no es ajena, en la mente de Seifert, al problema de la ideali-dad58.

    Seifert, por otra parte, saca de contexto el punto de acuerdo,porque la frase completa de Milln-Puelles incluye la razn ltima deinvalidez del argumento de Husserl:

    Y aunque [Husserl] tiene razn al afirmar una insoslayable dife-rencia entre los objetos ideales y los imposibles o absurdos, el

    punto dbil de su modo de argumentar la diferencia se encuentra

    54Cf. TOP, pp. 208-213.55Cf. J. SEIFERT,Preface, p. 10.56TOP, p. 211; ThPO, p. 245.

    57Cf. J. SEIFERT,Preface, p. 10). The suggestion I have made [...] that he ought to ex-plain his agreement with Husserl on eidetic ideal objects not being pure objects in the senseof absurd objects or mental constructs [...] (Idem., p. 11).

    58Cf. M. ROBERTS, Timeless Truths and Falsitiesen Aletheia VI (1994) y la rplicaa ste artculo: J. SEIFERT,Are There Timeless Falsities. On the Difference between Truth andFalsity with respect to the Ideal Existence of Meaning-Unitsdel mismo nmero deAletheia.Roberts sostiene que, a diferencia de lo que Seifert crea se confronta con J. SEIFERT,Is theExistence of Truth Dependent Upon Man?en Review of Metaphysics 35 (1982), pp. 461-481 existen actualmente proposiciones ideales falsas; pues considera que los argumentos deSeifert a favor de la existencia atemporal de las proposiciones verdaderas (unidad y universa-lidad de stas) son aplicables igualmente a las proposiciones falsas. Seifert, en su rplica, re-conoce que las proposiciones falsas han de tener algn tipo de existencia ideal (al menos co-mo objetos de proposiciones verdaderas) pero incomparable con la de las proposiciones ver-daderas, cf.Are There Timeless Falsities, p. 289.

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    precisamente en la confusin, brentaniana en su origen, del ser-verdadero con el verdadero ser59.

    Seifert considera nominalista la distincin que Milln-Puelleshace entre ser verdadero y verdadero ser60; en realidad, es unamanera de expresar la distincin aristotlica de los diversos sentidosdel ser. De todas formas, el ncleo de la discrepancia entre los dos au-tores no es ste. Se trata, ms bien, de que Seifert considera insatisfac-torioque los objetos ideales esencias ideales absolutamente no in-ventables, que constituyen la verdadera condicin de posibilidad detoda realidad sean objetos puros, objetos inexistentes, yun ver-dadero error llamar construcciones mentales a las leyes lgicasuniversales61. Afirmar que los objetos puros son construcciones men-tales destruye, en opinin de Seifert, el universal genuino y las leyesideales y necesarias del ser y del significar62.

    59TOP, p. 211. El anlisis que Milln-Puelles hace del texto de Husserl parece correc-

    to. Otra cuestin es que en las Investigaciones lgicas,para afirmar la existencia de los obje-tos ideales, Husserl no use como nico argumento la diferencia con los objetos absurdos.

    60Milln-Puelles clings to a distinction between being true and true being, whichappears too schematic and nominalistic to me (J. SEIFERT,Preface, p. 11).

    61

    Indeed, I think that it definitely would be a serious philosophical mistake [...] not torecognize the utter difference between such pure objects as imposible objects and the es-sentially necessary eidewhich constitute the very condition of the possibility of all reality. Toapply the category pure object to these absolutely uninventable ideal essences and essentialplans, and to call them non-existent objects which the author regards as a proper definitionot the irreal (p. 296), cannot be satisfactory. But even if the category non-existent objectwere a correct one for ideal objects, certainly the universal logical laws that govern the valid-ity of all inferences cannot rightfully be called mental constructs. (J. SEIFERT,Preface, pp.10-11). La palabra uninventable parece ocupar el lugar de uninventible en la acepcin deconstruible mentalmente: inventar en el sentido de construir una historia, un personaje, unaidea, una estructura imaginaria...Eidees una palabra tcnica que Seifert usa para significar lasesencias necesarias, mientras que reserva el trmino esencia para la quididad en y de los

    seres realmente existentes (Cf. J. SEIFERT

    ,Essence and Existence, primera parte). La fenome-nologa realista utiliza el trmino esencias necesarias para referirse a una serie de entida-des que presentan unidad en sentido estricto, que son objetivamente necesarias, que tienenun modo de existencia ideal, que constituyen las condiciones de la posibilidad de todo mundoreal, que poseen una inteligibilidad incomparable y cuyo conocimiento es absolutamente cier-to. As comprendidas las esencias necesarias son distintas de las esencias de las cosas real-mente existentes, aunque las primeras tienen una ordenacin fundamental a los entes reales.En un prximo artculo sobre el ente ideal en Husserl, al tratar las esencias necesarias, cues-tionar el alcance de algunas de estas caractersticas, y en particular su ordenacin a la reali-dad.

    62Although the author restricts and differentiates such statements as the theses that allpure objects are created by the mind and that they possess the character of constructs (pp. 305

    ff., 375 ff. 552 ff), this, in may opinion, is in no way sufficient to avoid the danger of a nomi-nalistic destruction of genuine universal and of the ideal and necessary laws of meaning andbeing (J. SEIFERT, Preface, p. 11). Soy consciente de la dificultad de traducir la expresin

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    Las referencias a la TOP que Seifert da en su objecin a lasconstrucciones mentales son extremadamente genricas63. La aten-

    cin puntual a los textos donde Milln-Puelles ha tratado expresamen-te esta cuestin hubiera hecho ver a Seifert que, en el fondo, el uso deesta expresin no conlleva ni subjetivismos ni heteronoma. Tres deellos, por ejemplo, son suficientes para desmontar la crtica de Seifert:

    1, la exposicin de la teora escolstica del concepto: el concep-to que el entendimiento se hace de algo, no es un conocer intelectivo,sino una construccin intelectivamente formada y a cuyo travs seaprehende lo representado por l64;

    2, la exposicin del error del Brentano de la primera etapa queconfunde verdadero ser y ser verdadero; el ser-verdadero consisteen el ser verdad que, atribuible a unas proposiciones, que por mu-cha verdad que encierren, no son entes reales, sino construccionesmentales (a lo sumo, entes de razn con fundamento in re)65;

    3, Milln-Puelles considera que el uso que Husserl hace de laexpresin erzeugen66 para significar la construccin de configuracio-nes lgicas es correcto67: Tenemos ante nosotros objetos irreales da-dos en procesos psquicos reales; objetos irreales que configuramos deesta o de aquella manera, tratndolos activamente con una motivacinprctica dirigida a ellos y no, en modo alguno, a las realidades psqui-

    meaning.En el caso de Husserl es claro que no se refiere a las leyes psicolgicas del mea-ning-acto de pensar, sino a las leyes lgicas de los meaning-contenidos de pensamiento. Dejopara un prximo artculo sobre el ser ideal en Husserl la contextualizacin de esta problemti-ca.

    63Las pginas citadas en la nota anterior son: el captulo IX Acerca de la existencia,el captulo XI La tabla general de lo ideal, y del captulo XIV, el apartado 3 Tipologa delente de razn.

    64TOP, p. 125. Seifert comparte esta tesis cuando insiste frente a otros fenomenlogosen la diferencia que hay entre concepto y esencia enBack to the things in themselves. A phe-nomenological foundation for classical realism(Routledge, New York 1987).

    65TOP, p. 198.66Hacer, producir, confeccionar, fabricar, formar, son matices del sentido del

    verbo erzeugen (TOP, p. 623).67Expresiones como produccin, gnesis, efectuacin, actividad constitutiva,

    u otras de similar significado, pueden ser usadas y as las usan los autores realistas paradesignar la suscitacin de objetos irreales. Hacer una interpretacin psicologista o idealista deestas expresiones es, en estos casos, incorrecta. Milln Puelles muestra que el realismo meta-fsico no incurre en ese error, ni puede hacerse esa lectura de los textos de la escolstica, o dela expresin mentefactura de Ortega y Gasset, o de la produccin (erzeugen) de las con-figuraciones lgicas en Husserl (Cf. TOP, pp. 620-625) .

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    cas68. En este mismo pargrafo Husserl utiliza legtimamente, se-gn Milln-Puelles la expresin constitucin intencional69.

    Las serias reservas de Seifert los objetos ideales no son cons-trucciones mentales tienen una motivacin anti-idealista: desdehace varias dcadas, este autor promueve una fenomenologa realistaentendida como reforma crtica del platonismo70; la crtica de las ideascomo meros objetos o como productos subjetivos tiene en l una in-tencin antikantiana71. Pero la TOPtambin es antiidealista.

    Seifert, en la construccin de una fenomenologa realista, integradiversas corrientes filosficas, incluye en lugar eminente un platonis-mo reformado72, y busca esa suprema sntesis de platonismo y aristote-

    68E. HUSSERL,Formale und transzendentale Logik, 63, citado en TOP, p. 623.69La constitucin intencional, de la que Husserl habla en esta ocasin y en otras, pue-

    de considerarse como un equivalentede la gnesis intencional que aqu ha venido siendo atri-buida a todos los objetos irreales [... sin embargo], no debern olvidarse las objeciones gene-rales, ya formuladas en la Introduccin, al idealismo fenomenolgico-trascendental de Hus-serl, incompatible con el realismo metafsico, ni puede menospreciarse la diferencia de signi-ficado pese a algunas parciales coincidencias de lo irreal en el lenguaje de la teora delobjeto puro aqu propuesta y en la terminologa husserliana (TOP, pp. 624-625).

    70En la fenomenologa realista ha tenido lugar una reforma crtica del platonismo y,con ello, de la gran tradicin clsica inaugurada por Platn. Por fenomenologa realista en-tiendo aqu ese movimiento que interpreta la mxima de Husserl vuelta a las cosas mismasen el sentido del objetivismo y del realismo de lasInvestigaciones Lgicas [...]. Por platonis-mo entendemos especialmene cuatro elementos o contenidos esenciales de la filosofa plat-nica, que fueron recibidos de mltiples formas: 1. La teora de las Ideas de Platn. A sta per-tenece tambin su teora de los primeros principios y de los nmeros ideales destacada por laEscuela de Tubinga y de Miln [2. La teora platnica del alma; 3. La tica platnica; 4. Ladoctrina del Demiurgo, del Padre y Creador de todo] (J. SEIFERT,Platn y la fenomenologarealista. Para una Reforma Crtica del Platonismo, en Anales del Seminario de Metafsica29 (1995) pp. 151-152).

    71Una de las caractersticas internas de las ideas platnicas, segn Seifert, es la persei-daden el sentido de la doble transcendencia frente a las cosas y frente al espritu: El ser-en-

    s o el existirper seconviene a las Ideas, segn Platn, en un doble respecto. En primer lugar,las Ideas existen en s. Son un mundo por s. [...] Segn Platn las Ideas subsisten con inde-pendencia del acto de abstraccin, en lo cual le siguen la mayora de los fenomenlogos re-alistas. En la Metafsica (Libro B 2 997 b5-b12) Aristteles destaca esta diferencia entre suconcepcin de los universales y la de Platn. La significacin fundamental de la perseidad delas Ideas en relacin al sujeto es, no obstante, la siguiente: las Ideas no existen como merosobjetos o incluso como productos de los actos subjetivos del pensamiento, como productosespirituales creados, creables, sino como independientes de todos los actos del sujeto y comoformas objetivas [...]. De este modo, las Ideas platnicas se diferencian radicalmente de lasideas puras kantianas de la razn puesto que stas son, en un modo determinado, productos dela actividad sinttica (J. SEIFERT,Platn y la fenomenologa realista, pp. 156-157).

    72Merced al vnculo de una filosofa objetivista de la esencia con una filosofa exis-

    tencial, la fenomenologa realista supera adems la tensin entre los dos mayores filsofos dela Antigedad, Platn y Aristteles, y, al mismo tiempo, integra en la filosofa moderna de lasubjetividad, fundada por Descartes, y del personalismo que remite a San Agustn, las grandes

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    lismo que, segn l, santo Toms no logr por no haber alcanzado afundar el carcter objetivo-sinttico de las supremas leyes ontolgicas

    y lgicas73

    .Seifert pone algunos reparos quizs insuficientes a Platn74, ybusca una reforma del platonismo; en particular, de la doctrina plat-nica de las ideas. Milln-Puelles, diversamente, despus de reconoceren el platonismo un ncleo esencial constituido por la comunin yconmesuracin de ser e idea, gracias a la cual puede afirmarse que larealidad es constitutivamente eidtica75, afirma simpliciter la invali-dez de esta conmesuracin y critica el logicismo platnico:

    En la teora platnica de las ideas vienen a integracin dos logi-cismos de signo inverso. Un primer logicismo confiere el ser a lasideas revestidas de sus puras condiciones de razn. Las formasuniversales, precisamente en cuanto universales, y en aquella uni-dad positiva que nicamente les conviene en nuestro logos, sonafirmadas como existentes en la naturaleza de las cosas; en suma:las formas puras son declaradas seres. Un segundo logicismo re-duce, en compensacin, el ser a forma76.

    intuiciones de la metafsica medieval del ser (J. SEIFERT,Platn y la fenomenologa realista,p. 170).

    73Cf. J. SEIFERT,Dietrich von Hildebrand (1889-1977) e la sua scuola en E. CORETH /W. M. NEIDL / G. PFLIGERSDORFFER, La filosofa cristiana nei secoli XIX e XX, Citt NuovaEditrice, Roma 1995, pp. 236-237.

    74Segn Platn, las Ideas son tambin el ser en sentido pleno, el ser verdadero(Fe-dn, 78, d, 1 ss). N. Hartmann y Max Scheler estn de acuerdo con l en que las Ideas eternasy los edeson el ser ms verdadero y ms propio, aquello que es verdadero en la medida enque son superiores en la nota considerada como ms importante por Platn, la inteligibilidad einmaterialidad y la pone como ideal para la realidad [...] Sin embargo, Platn no vio que, jun-to a la inteligibilidad pura del ente, hay una superioridad caracterizada por la existencia real ypor la realizacin (J. SEIFERT,Platn y la fenomenologa realista, pp. 166-167).

    75En la teora platnica de las ideas, por encima de todos los cambios que el pensa-miento de su autor le imprime, hay un ncleo esencial que debe de ser enrgicamente subra-yado. Este ncleo esencial est constituido por la funcin ontolgica que el eidoso la formaadquiere en el pensamiento platnico. En su virtud algo es en la misma medida en que es ei-dos. La teora platnica de la participacin significa en general (y en ello debe verse su ltimosentido) esta fundamental comunin de ony el eidos, del ser y la forma. Si, en efecto, algo esen la medida en que participa de la idea, sta y el ser deben encontrarse en una radical con-mensuracin, merced a la cual puede afirmarse que la realidad es constitutivamente eidtica(A. MILLN-PUELLES,El logicismo platnico y la intuicin metafsica del ser, en AA.VV.,Ac-tas del XXIV Congreso Lusoespaol para el Progreso de las Ciencias, C. Bermejo, Madrid1958, p. 141).

    76Este fragmento indito fue publicado en ESPLANDIAN,La figura intelectual de Anto-nio Milln-Puelles, en Punta Europa 1 (1956) pp. 142-143. Esplandian es el seudnimo delensayista Vicente Marrero Surez.

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    B. Objetos imposibles, seres ideales y entes de razn

    El punto de referencia de la objecin de Seifert son unos textos delasInvestigaciones lgicas analizados por Milln-Puelles en la TOPal hacer la defensa de los objetos imposibles donde Husserl afir-ma que:

    1. Un contrasentido o absurdo, como el crculo cuadrado, no esun sinsentido77.

    2. Las significaciones constituyen [...] una clase de conceptosen el sentido de objetos universales78, y tambin las expresiones ab-surdas tienen su significacin.

    3. Lo absurdo es un verdadero objeto: no es nuestro propsi-

    to poner en un mismo plano el ser de lo ideal y el ser pensado de loficticio o contrasentido. Este ltimo no existe [...]. Los objetos idealesexisten verdaderamente79.

    4. No es lcito identificar lo que no tiene sentido (losinsentido)con lo que es absurdo (lo contrasentido) [...]. El enlace cuadrado re-dondo ofrece verdaderamente una significacin unitaria que en elmundo de la significaciones ideales tiene su modo de existencia, deser; pero es de evidencia apodctica que a la significacin existente nopuede corresponder ningn objeto existente80.

    Husserl, en opinin de Milln-Puelles, se excede en su argumen-tacin porque, queriendo marcar la diferencia entre los objetos impo-sibles (o absurdos) y los objetos ideales, afirma que los objetos idea-les existen verdaderamente. En estos textos constata Milln-Puellesel escaso rigor de la ontologa husserliana porque aunque por unlado se confirma que no es el absurdo un puro y simple sinsentido, porotro lado la existencia y el ser aparecen atribuidos a las significacionesde las expresiones absurdas81. Los ejemplos husserlianos de objetos

    77Cf. E. HUSSERL,Investigaciones lgicas, Revista de Occidente, Madrid 19672, Inves-tigacin I, c. I, 15, vol. I, pp. 347-348, citado en TOP, pp. 208-209. Este texto no ofrecemayor dificultad. En TOP, p. 221, Milln-Puelles vuelve a citar el 15 para referirse a lasexpresiones mediatamente absurdas.

    78Cf. E. HUSSERL, Investigaciones lgicas, Inv. I, c. 4, 31, vol. I, p. 395, citado sinlas cursivas de la traduccin castellana de M. Garca-Morente y J. Gaos, en TOP, p. 209; estemismo texto fue analizado por Milln-Puelles enEl problema del ente ideal,pp. 52 y 78.

    79Cf. E. HUSSERL, l.c., Inv. II, c. 2, 8, vol I, p. 422 citado en TOP, p. 210. El 8 fueampliamente citado y analizado enEl problema del ente ideal,pp. 85-89, en el apartado Unaapora metafsica.

    80Cf. E. HUSSERL, l.c., Inv. IV, 12, vol. II, p. 127. Milln-Puelles advierte que no esprivativa de Ortega y Gasset ni de Heidegger la concepcin del ser como sentido [...] sinoque enlaza a ambos en su comn filiacin respecto a Husserl (TOP, p. 533).

    81TOP, p. 212.

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    ideales son el nmero 2, la cualidad rojez y el principio de contradic-cin. Como predicamos verdades categricas de ellos argumenta

    Husserl si estas verdades valen, tiene que existir tambin todoaquello que presupone objetivamente su validez82. Milln-Puellesresponde con un hecho: enunciamos verdades acerca de meros entesde razn83, y no nos es lcito decir que los entes de razn existen,porque, por definicin, son aquellos que no pueden existir, porque sonimposibles. Los tres ejemplos de Husserl son, en ese sentido abstractoen el que son tomados, ejemplos de entes de razn y no de autnticosseres84. Cabe preguntarse si un hecho es una respuesta adecuada a unargumento. Me parece que s, en cuanto que, al menos, falsifica elprincipio general. Sin embargo, hay que determinar la razn delhecho.

    Milln-Puelles en sus obras ha tratado ordinariamente el objeto dela matemtica, e incluso del derecho, como entes de razn y no co-mo entes o seres ideales , presentando las caractersticas particularesde cada uno de ellos. El cuerpo que el matemtico estudia es la ex-tensin separada de la substancia material, un ente de razn por sucondicin de separada85; el espacio infinito es un ente de razn del ti-po quiddidad paradjica con doble fundamento real, a saber, la finitudde las extensiones reales y la potencial infinitud del entendimiento pa-

    ra ampliar sucesivamente estas extensiones86. El matemtico opera conla indeterminacin, que como tal es inexistente87. El tiempo en cuantomedida de la duracin es un ente de razn con fundamento en el deve-nir real de un sujeto88; el tiempo infinito es un ente de razn del tipoquididad paradjica89. La esencia comn a seres de la misma especie

    82E. HUSSERL,Investigaciones lgicas, Inv. II, c. 2, 8, vol I, p. 422.83TOP, pp. 211-212.84El 2, como nmero abstracto o universal, y la rojez como cualidad abstracta, son en-

    tes de razn con fundamento in re;son construcciones mentales. El principio de no contradic-cin no deja de ser-verdadero por carecer de verdadero ser. Como cualquier enuntiabile, esuna construccin mental, una estructura carente de entidad efectiva, aunque no un engendrodel capricho, dado que cuenta con un fundamento in re (TOP,p. 212).

    85Cf.Lxico filosfico, pp. 66-67.86Cf.Fundamentos de filosofa, Rialp, Madrid 200013, pp. 250-251.87La indeterminacin es imposible: solamente es posible como puro ens rationis(con

    el que cabe operar y as, en efecto, lo hacen los matemticos como si fuera un verdaderoser) (Lxico filosfico, p. 424).

    88Cf.Lxico filosfico, p. 104;Fundamentos de filosofa, pp. 273-274.89

    La idea de un tiempo infinito no es en rigor, la de una medida, y en consecuencia,tampoco es verdadera y propiamente tiempo, ni constituye nada real, sino que se limita a serun puro ente de razn, por el cual se aprehende como si fuese enteramente dada una sucesin

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    no es ente de razn, porque es algo real en cada uno de ellos; pero esente de razn la esencia abstracta, en su condicin de universal predi-

    cable90

    . El derecho estara bajo la nocin de ente de razn, como rela-cin de razn, aunque tenga un fundamento real en la ley91. Hay tam-bin entes de razn, como algunas distinciones de razn, que tienenfundamento real gnoseolgico: la distincin entre atributos entitativosy operativos es una distincin de razn sin fundamento en Dios, perocon fundamento en los seres causados, y que, por tanto, nicamente attulo de algo determinado por nuestro modo imperfecto de concebir,que tiene en ellos su origen, puede emplearse en el estudio del Ser di-vino92. La TOP expone la doctrina escolstica del ente de razn93.Una respuesta adecuada a la objecin de J. Seifert requiere un estudiode los aspectos ms relevantes de la doctrina del ser ideal.

    4. El ser ideal

    Las cuatro principales esferas de seres ideales son, segn unafundada divisin de Hartmann, lo matemtico, lo lgico, los valores ylas esencias94. En un prximo artculo presentar la esfera lgica de lasignificacin (la lgica y las esencias) segn Husserl, la idealidad delos entes matemticos en N. Hartmann, la idealidad de los valores en

    M. Garca Morente, D. von Hildebrand y J. de Finance, y las conclu-siones de la tesis de Milln-Puelles sobre el ser ideal, la principal de

    que nunca puede darse por completo (A. MILLN-PUELLES, Fundamentos de filosofa, p.272).

    90Cf. A. MILLN-PUELLES, La formacin de la personalidad humana, Rialp, Madrid19732, p. 55.

    91 El derecho no es ninguna sustancia, ni tampoco ninguna clase de accidente real.Todo su ser consiste en la relacin de razn fundamentada en la ley, de un ser humano conalgo que as le concierne como suyo [...]. Se trata, en definitiva, de algo del mismo gnero que

    lo que sucede cuando un ser se encuentra en la situacin de estar-siendo-el-objeto de una acti-vidad de conocer. De la misma manera en que aquello en lo que un ser consiste (esencial yaccidentalmente) no lo debe a su estar-siendo-conocido, tampoco cabe que se lo pueda deber asu estar-siendo-objeto de una autorizacin.El nexo que tiene un ser con una autorizacin quese le da es solamente una relacin de razn, del mismo modo en que es slo una relacin derazn el nexo entre lo que est siendo conocido y el hecho de conocerlo. Ahora bien, la rela-cin de razn en que el derecho consiste est apoyada en una base real: la ley. La realidad dela ley es el fundamento del derecho. Tener derecho consiste en basarse en la ley para poderactuar (o dejar de actuar) de una cierta manera. Esa base no es, a su vez, una relacin de ra-zn, sino una entidad real, de la cual el legislador es la causa eficiente (A. MILLN-PUELLES,Lxico filosfico, pp. 218-220).

    92A. MILLN-PUELLES, Fundamentos de filosofa, p. 571.

    93Cf. TOP, cc. XIV y XVIII.94Cf. N. HARTMANN, Ontologa I. Fundamentos, cc. 46-50.

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    las cuales es la determinacin de su naturaleza: el ser ideal es concep-to objetivo. Para la respuesta a la objecin de J. Seifert basta decir lo

    siguiente.En su tesis, El problema del ente ideal (1947), Milln-Puellesestablece que Husserl, al trmino de sus incursiones como podadordespiadado de lo real, slo deja dos cosas: el fantasma del psicologis-mo y la esfera de la idealidad95. Husserl y Hartmann critican el psico-logismo: aquel ataca la interpretacin psicologista del principio decontradiccin, ste que el intuicionismo matemtico diga que las le-yes matemticas son leyes de la conciencia y los objetos matemticos,meros contenidos de sta96.

    En esta obra, la teora de la idealidad (centrada especialmente enlas concepciones de Husserl y de Hartmann) es sometida a la

    prueba de un contraste con el realismo aristotlico. Como balancede esta confrontacin, se afirma el valor positivo de la superacinfenomenolgica del psicologismo (y del relativismo en general),

    pero se denuncia, a la vez, la carga negativa de un logicismo in-compatible con la mxima concrecin en la entidad de los seresestrictamente reales97.

    Husserl, pretendiendo permanecer en los lmites de lafenomenologa, rechaza cualquier forma de hipstasis de la especie,sea metafsica (Platn) o psicolgica (Locke), pero la ontologareaparece en la forma de una apora que Husserl pone en boca dequien niegue su tesis de que la especie es un objeto universal:

    Si las especies no son nada real, ni tampoco nada en el pensa-miento, entonces no son absolutamente nada. Cmo podemoshablar de algo sin que este lo sea al menos en nuestro pensamien-to? El ser de lo ideal es, pues, claro est, un ser en la conciencia.

    Por eso con razn se le llama contenido de la conciencia. En cam-bio, el ser real es justamente un ser que no es mero ser en la con-ciencia o ser contenido, sino ser en s, ser trascendente, ser fuerade la conciencia98.

    95A. GUY,Historia de la filosofa espaola, Anthropos, Madrid 1985, p. 412.96N. HARTMANN, Ontologa I. Fundamentos, cap. 39c, p. 293.97 G. FERNNDEZ DE LA MORA, Filsofos espaoles del siglo XX, Ediciones Planeta,

    Barcelona 1987, p. 190.98E. HUSSERL,Investigaciones lgicas, Inv. II, 8, vol. I, p. 421.

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    La ltima afirmacin, consignada por Husserl a las falsas vasde la metafsica, es muy familiar a la TOP.En torno a la interpreta-

    cin de este 8 de lasInvestigaciones lgicas, que inicia con esta apo-ra, giran las objeciones de Seifert a laTOP. La apora obliga a Hus-serl a describir las tres caractersticas de lo real, por contraposicin alo ideal: individualidad, aqu y ahora, temporalidad. Lo ideal esuniversal, abstracto y atemporal. Husserl afirma la verdadera existen-cia del ser ideal, porque, considera que todo lo no contradictorio es unverdadero ser propiamente dicho, sin que importe que sea abstracto99.Husserl afirma la unidad de lo real y lo ideal en la nocin de ser (co-mo objeto en general) y en la predicacin100. Milln-Puelles le objetaque no haya determinado si el concepto de ser (o de objeto) es unvo-co o anlogo; pues slo con la analoga puede conciliarse la unidadconceptual del ser y la diferencia fundamental entre idealidad yrealidad101. La TOPafirma la analoga de ente extrnseca en el ca-so de lo irreal y la univocidad de objeto. Como Husserl tampocodetermina si el ser de lo ideal es meramente intencional o si reviste elcarcter de ser trascendente, Milln-Puelles detecta en Husserl la po-sible deformacin de la naturaleza de las especies: o por una reduc-cin al pensamiento o por una reduccin al ser extramental102.

    Milln-Puelles objeta a Husserl que, no habindose mantenido

    siempre en la actitud y lmites de la neutralidad ontolgica propiade la fenomenologa, al exponer la doctrina de la idealidad, involunta-riamente suscita el problema del ente ideal. La prueba de la idealidadde Husserl no puede ser vlida porque supondra el absurdo de un ar-gumento en que premisas recluidas en un dominio neutro concluirancon validez sobre el dominio del ente103. La prueba de Husserl se ba-sa en el hechode que existen proposiciones verdaderas en que se juz-ga sobre objetos universales y en la leyde que toda verdad implica,por esencia, el ser del presupuesto objetivo a que apunta104: Apre-

    hendemos intelectivamente ciertas verdades categricas que se refie-ren a los objetos ideales. Si estas verdades valen, tiene que existir todo

    99Cf. A. MILLN-PUELLES,Lxico filosfico, p. 575.100 En todo caso conviene o no conviene a un objeto (sujeto) algo (predicado), y el

    sentido de este universalsimo convivir con las leyes a l pertenecientes determina tambin elsentido universal del ser (o del objeto en general) (Inv. II, 8, vol. I, p. 423).

    101Cf. A. MILLN-PUELLES,El problema del ente ideal, p. 93.102Idem., p. 94.

    103Idem., pp. 144-145.104Idem., p. 148.

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    aquello que presupone su validez105; y siendo los objetos universalesel presupuesto objetivo de las proposiciones verdaderas en las que de

    ellos su juzga [...], los objetos universalesson106

    .Si por ser se entiende algo tan general como objeto, la argu-mentacin de Husserl es vlida, pero slo afirma que los objetos idea-les son verdaderos objetos de nuestra conciencia. Pero ser ideal enHusserl no significa slo objeto de conciencia, sino algo indepen-diente de sta. Pero es entonces cuando surge el problema. Cmo deun punto de partida, puramente noemtico, puede extraerse toda unazona de seres independientes de la conciencia?107. La nica justifica-cin que Milln-Puelles encuentra para pasar de lo puramento noem-tico a lo ontolgico, o de lo ideal a lo real, es que el punto de partida(lo noemtico y lo ideal) sea antes punto de llegada de un proceso laabstraccin que hunda sus races en el dominio del ser108.

    Milln-Puelles considera que la teora de la idealidad de Hart-mann es ms sistemtica y rigurosa que la de Husserl, al ser sta unproducto polmico marginal a la discusin con el psicologismo:

    Preocupado por distinguir la significacin y la vivencia que la in-tente, Husserl monta todo el complejo aparato de la primera de susinvestigaciones lgicas [...]. Pero queda en olvido el estudio insis-

    tente y profundo de la conexin entre la idealidadde la significa-cin y la realidadde la vivencia, el simple y puro esse objectivede las significaciones en sus respectivas actualizaciones subjetivas[...]. Si la conexin es sorprendida y con insistencia delatada porHusserl, falta, en cambio, por completo una teora de la mis-ma109.

    La peculiaridad de Hartmann frente a las enseanzas de Husserlreside en el carcter supraobjetivode la idealidad, que aqu se oponeal concepto neutral y puramente fenomenolgico, asignado por la

    teora husserliana de los universales a la constitucin de las especies yesencias110. La idealidad tiene, segn Husserl, tres caractersticas: la

    105E. HUSSERL,Investigaciones lgicas, Inv. II, 8, vol. I, p. 422.106A. MILLN-PUELLES,El problema del ente ideal, p. 148.107Idem., p. 151.108Milln-Puelles tambin critica a Husserl la falta de distincin entre el objeto y el su-

    jeto del juicio, porque para Husserl el objeto del juicio es el sujeto de la proposicin. Elanlisis del juicio de Husserl es puramente lgico, reductivo, con sacrificio de la perspectivaintencional; cf.Idem., pp. 152-155.

    109Idem., pp. 46-47.110Idem., p. 113.

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    falta de contenido existencial, la forma irreductiblemente atemporal desu estructura, y la objetividad que se manifiesta sobre todo en la esfera

    ideal de la lgica, condicin de posibilidad de toda teora111

    . Hart-mann sorprende la presencialidad del ser ideal en su lugar ms aparen-te: el conocimiento matemtico. En los juicios matemticos se formu-lan seres ideales. Y estos juicios son juicios de existencia, no slo porsu forma lgica, sino por su contenido112.

    A Husserl, como a Hartmann, ha de responderse que la necesidadde las proposiciones lgicas o matemticas verdaderas no justifica, sinms, la existencia de los sujetos de esas proposiciones. Ni la indepen-dencia gnoseolgica de lo ideal ni la normatividad lgica de lo idealexigen una independencia ontolgica.

    Husserl y Hartmann, aunque sea negativamente, han intentadotranscender el dominio puramente descriptivo. Husserl con la reduc-cin fenomenolgica y Hartmann con la supraobjetividad de los se-res ideales. Si en la descripcin Husserl no tiene para nada encuenta el carcter de ser de los objetos reducidos, en la reduccineste carcter surge con todo relieve, como aquello que interesa redu-cir: lo ideal queda recluido en la neutralidad ontolgica del ser fe-nomenolgico113, que es la neutralidad del puro objeto en la acepcinde Meinong114.

    111Como no es posible ninguna ciencia sin explicacin por los fundamentos, o sea, sin

    teora, la lgica pura abarca del modo ms universallas condiciones ideales de la posibilidadde la ciencia en general (E. HUSSERL, Investigaciones Lgicas, Prolegmenos, 72 (es elpargrafo conclusivo), vol. I, p. 284). En sentido objetivo, cuando hablamos de las condicio-nes de la posibilidad de toda teora, no nos referimos a la teora como unidad subjetiva de co-nocimientos, sino a la teora como unidad objetiva de verdadeso deproposicionesenlazadaspor relaciones de fundamento a consecuencia (Idem., 32, p. 141).

    112A. MILLN-PUELLES,El problema del ente ideal, p. 33.113Mientras la reduccin an no se lleva acabo, el carcter de ser del objeto reducido

    tiene cierta indiferencia, brilla, por as decirlo, un leve instante. Cuando la reduccin se cum-ple, aquel carcter de ser, que antes se mantena como un obstculo, se esfuma, por completo,absorbido en la pura inmanencia, y viene a quedar slo, del objeto, lo que ya en la epoj, setena, si bien ahora con carcter definitivo y no como recurso metodolgico: la pura presen-cialidad a la conciencia, su ser un simple dato. Si la epoj puede ser considerada como un arti-ficio del mtodo, la reduccin es ya, sin duda, una doctrina. Y esa doctrina de la reduccin,que tiene en cuenta el carcter de ser de los objetos, lo tiene en cuenta tan slo en la medidaen que le interesa negarlo. La reduccin de los mundos ideales, verificada por Husserl, signi-fica, por tanto, la ms implacable eliminacin del carcter de ser de lo ideal. O, para hablarms propiamente, teniendo en cuenta que para Husserl el concepto de ser se halla exento detodo peso entitativo, significa la reclusin de lo ideal en el dominio ontolgicamente neutraldel ser de los fenomenlogos y su completo apartamiento del sentido del ente (A.MILLN-PUELLES,El problema del ente ideal, p. 172).

    114Las diferencias entre la TOPy la Teora del objetode A. MEINONG(Gesamtausga-be, Akademische Druck -u. Verlagsanstalt Graz - Austria 1978, v. II, pp. 481-535) estn des-

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    Los seres ideales de la fenomenologano tienen densidad onto-lgica por ms que gocen de consistencia objetual; de ah que la

    defensa que Husserl y Hartmann hacen de los seres ideales no sea, enrigor, la afirmacin de un tipo o modalidad de ser, sino el manteni-miento, a todo trance, de un dato ineludible, es decir, de algo que estah, frente al entendimiento, como tambin est ah, ante los sentidos,el ser emprico individual. La oposicin fenomenolgica de lo ideal alo ficticio se ha elaborado al margen del concepto de ente de razn.Este concepto no tiene cabida en una doctrina que elude el riesgo me-tafsico. El ente de razn se opone al ser real de una manera muy dife-rente a aquella en que lo hace el ser ideal de los fenomenlogos115.

    Por su consistencia objetual tambin hay entes de razn queson seres ideales que poseen una estructura objetiva independientedel arbitrio del sujeto116. As pues, Milln-Puelles, contra lo que pien-sa Seifert, no niega a los entes ideales toda autonoma en relacin a lasubjetividad humana.

    La conclusin principal que se saca del estudio sobre el ente idealy de la crtica elaborada por Milln-Puelles es que la independenciagnoseolgica de lo ideal no exige una independencia ontolgica; y quela normatividad ideal de las leyes lgicas y de ciertos valores no exigesu existencia. El ser ideal, como concepto objetivo, puede gozar de

    objetualidad, de objetividad, de normatividad y de fundamento real;pero ninguna de estas notas corresponde, por s misma, a la trans-objetualidad de lo real; se lo impide fundamentalmente la forma delser ideal: su universalidad.

    5. La respuesta a J. Seifert

    Las frmulas principales de la objecin de J. Seifert son: Tam-bin loseideeposeen en medida eminente aquel carcter autnomo y

    arrolladas en el cap. 2 de TOP; Cf. V. VELARDE MAYOL, Alexius Meinong: ber Gegens-tandstheorie. Selbstdarstellung, en Revista de filosofa 1 (1988), pp. 175-186.

    115A. MILLN-PUELLES, Ser ideal y ente de razn, p. 204.116De los entes de razn no se puede predicar cualquier cosa, la que se quiera, sino

    que, en cuanto tienen objetivamente! causas formales y fundamentales, poseen a su modouna cognoscibilidad que merece el nombre de cientfica. Gracias a ella, las leyes, propiedades,conexiones, etc., que se derivan de las causas mencionadas, no son un puro invento de la ra-zn humana; no estn arbitrariamente determinadas por sta; sino que son objeto de descu-brimiento. Y de esta suerte, puede afirmarse que hay seres ideales que son entes de razn, sinque por ello se falte a la exigencia fenomenolgica de que lo ideal posea una estructura obje-tiva independiente del arbitrio del sujeto. El ente de razn tiene, a su modo, esto es, obiecti-ve, una ineludible consistencia (Idem., p. 205).

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    transobjetual que el autor, con razn, declara caracterstico de todarealidad, pero injustamente, segn mi opinin, lo atribuye exclusiva-

    mentea lo real y no tambin a las entidades ideales117

    . Aunque de-seara conceder al autor que todas estas cosas son irreales porque di-ferentes de la realidad existente concreta de ninguna manera puedoestar de acuerdo con l cuando les niega su autonoma en relacin a lasubjetividad humana y cuando llama a todos los objetos puros irrealesmeras construcciones mentales118. Podra formularse tambin enestos trminos que recogen la conclusin de la tesis doctorial de Mi-lln-Puelles sobre el ente ideal: resulta inadmisible que el ser idealsea una construccin mental, en el sentido de un concepto objetivofruto de abstraccin en sentido aristotlico. Las principales respues-tas que a lo largo del presente artculo han ido apareciendo son las si-guientes:

    1. La expresin construccin mental no implica necesariamen-te ni subjetivismo, ni idealismo, ni heteronoma. Si bien todo lo quees pensado, tanto el objeto en cuanto tal, cuanto los conceptos yproposiciones, son constituidos por y para la conciencia que los pien-sa, no son constituidos ni dependen de la conciencia del mismomodo. El objeto es constituido en cuanto objeto, sin que en l hayaningn tipo de modificacin entitativa. Los conceptos formales, en el

    sentido amplio que incluye todas las obras de la razn, son consti-tuidos entitativa o subjetivamente pero no objetivamente: estaconstruccin mental es ms fuerte y no hay por qu extenderla aotros sentidos de constitucin. El concepto objetivo es verdadera-mente objeto y como tal es constituido119. Lo ideal es irrealizable, nopor ser objeto, sino por su forma abstracta y universal.

    2. No hay ningn problema en conceder a lo ideal la indepen-dencia gnoseolgica, pero sin confundirla con la independencia onto-lgica, y sin llamarla, como pretende J. Seifert para las eidee, tran-

    117J. SEIFERT, Sein und Wesen,pp. 272-273. La traduccin es ma. Cf. J. SEIFERT,Ri-

    tornare a Platone,p. 119 n. 234; idem., p. 157, n. 280.118But while I might wish to grant the author that all these things are irreal and thus

    different front concrete existent reality, I cannot agree with him at all when he denies theirautonomy with respect to human subjectivity, and when he calls all irreal pure objects justmental constructs (J. SEIFERT,Preface, p. 10); cf. J. SEIFERT,Ritornare a Platone, p. 159.

    119Concepto formal es, sin duda, una realidad psquica, por cuanto que constituye unaccidente que adviene y perfecciona a un sujeto. Concepto objetivo es, en cambio, una entidadno psicolgica [...] es la ratio intellecta, que se opone al entendimiento como su objeto; es elnoema que corresponde a aquella noesis en que el concepto formal consiste. El concepto obje-tivo pertenece a la mente no subiective, sino obiective, esto es, enfrentndosele (A.MILLN-PUELLES,El problema del ente ideal, p. 179).

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    sobjetualidad, si se usa esta expresin en el sentido que tiene en laTOP. La TOP acua esta expresin, precisamente, para significar la

    trascendencia e independencia ontolgica con expresa contraposicina lo queslogoza de la independencia gnoseolgica.3. Milln-Puelles, diversamente de lo que piensa Seifert, no nie-

    ga al ente ideal toda autonoma en relacin a la subjetividad humana.Ciertamente no le otorga aquella que le concede Husserl, quien, aloponer lo real a lo ideal, aunque niega realidad a lo ideal, no le niegala ideal existencia e independencia. En Husserl el concepto de ser sehalla exento de todo peso ontolgico, y por eso lo ideal est reclui-do en el dominio ontolgicamente neutro del ser de los fenomen-logos. Para Milln-Puelles, diversamente, la existencia es la transobje-tualidad, que es una categora ontolgica y metafsica. No posee latransobjetualidad aquello que no tiene otra vigencia que la recibidapor ser-pensado. Todo lo ideal, por la universalidad abstracta del con-cepto objetivo, es objeto puro.

    4. No es necesario un tercer reino de lo ideal frente a lo real eirreal. Lo ideal en cuanto tal, en razn de su formao universalidad, noslo es algo irreal, sino irrealizable.

    5. Lo ideal no necesita ser real para ser normativo, le basta suobjetualidad, su presentarse a la conciencia. El valor, en abstracto, en

    cuanto considerado por un entendimiento, puede tener carcter norma-tivo para ese entendimiento; pero el valor no existe mientras no estrealizado en acciones concretas.

    6. Lo ideal no pasa a ser real por el mero hecho de contar confundamento real. Como ya se dijo, el mismsimo principio de contra-diccin, que goza de una normatividad lgica universal, no deja deser-verdadero por carecer de verdadero ser. Como cualquier enuntia-bile, es una construccin mental, una estructura carente de entidadefectiva, aunque no un engendro del capricho, dado que cuenta con un

    fundamento in re120.En breve, el ser ideal es concepto objetivo, y posee slo un esseintentionale, que no es el esse simpliciterpor el que algo real se dicepropiamente ente. Ni la presencia objetual (la objetualidad), ni la obje-tividad, ni la normatividad, ni el poseer fundamento real confieren rea-lidad o existencia al ente ideal. Precisamente para evitar confusiones,la existencia es descrita por la TOP en la forma ms rigurosa comotransobjetualidad.

    120TOP,p. 212.

  • 7/26/2019 Villlagrasa -- Realidad, Irrealidad e Idealidad

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    Jess Villagrasa, L.C.472

    Summary:A. Milln-Puelles work, The Theory of the Pure Object, criticizes the idealistprinciple of immanence and upholds metaphysical realism by explaining the nature of theunreal. This article presents the Theorys main points and justifies why it barely deals withthe ideal. It presents J. Seiferts objection to Milln-Puelles treatment of some eminentlyideal eidetic objects, such as certain values or the laws of logic and mathematics. Afterclarifying the nature of ideal being the article responds to Seiferts objection.

    Keywords: Phenomenology, ontology, realism, idealism, object, reality, unreality, ideality,ens rationis, E. Husserl, N. Hartmann, J. Seifert, A. Milln-Puelles.

    Parole chiave: fenomenologa, ontologa, realismo, idealismo, objeto, realidad, irrealidad,idealidad, ente de razn, E. Husserl, N. Hartmann, J. Seifert, A. Milln-Puelles.