Vida y Alma de Los Cerros

7/27/2019 Vida y Alma de Los Cerros

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PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN COMUNICACIÓNDIRIGIDO A DOCENTES DE INSTITUCIONAES EDUCATIVASDEL NIVEL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA DE EDUCACIÓNBÁSICA REGULAR

Sincretismo religioso en un relato lambayecano:Vida y alma de los cerros

Marianela Martínez Torres (coordinador)Yolanda Lejabo Chinchay (versiones)

Sandro Nizama Flores (fuentes)Martín Casas Montenegro (fuentes)

Álvaro Ortiz Cueva (editor)

La literatura oral de Lambayeque constituye un espacio discursivo a partir del cual se puederecuperar las tensiones y representaciones sobre lo religioso y lo sagrado. Uno de los elementosmíticos es el cerro el cual, a través del tiempo ha sido considerado como un lugar sagrado ymítico, que encierra un gran misterio sobre el cuales han tejido diversas cosmovisiones sobre el

mundo.

Dentro de la cosmovisión andina es donde se concibe al cerro como un ente que tiene vida y quees capaz de generar vida o influencia en otros seres de la naturaleza. Los antiguos pobladoresandinos creían que los cerros era la morada de su dios Rupay, el sol, el cual es imperecedero, tanigual como las almas que se encuentran sepultadas en sus faldas, ellas viven junto al sol ytambién tienen vida eterna, pues estas se transmutan en nubes blancas y luego en lluvia, dandoorigen a un ciclo de vida y movimiento que nunca acaba. En contraposición con las nubes blancasmencionadas en el relato (almas buenas y puras) aparecen las nubes oscuras (almaspecaminosas), esto denota que el relato refiere a la lucha constante entre el bien y el mal. En elrelato en análisis se puede interpretar que decir que lucha entre Rupay y Supay, el demonio, elbien prevalece sobre el mal.

Los cerros se constituyen como lugares que poseen un alma propia y un alma colectiva y queprotege pero que a la vez puede castigar al hombre. En el texto también se hace mención a laculebra de oro la cual es el único ser que puede penetrar el cerro. La culebra de oro simboliza elalma del cerro y la de los hombres puesto que estos no están inmóviles sino más bien siempreestán en movimiento.

En realidad, el texto señala que los cerros guardan un gran secreto el cual, solamente puede ser conocido por hombres privilegiados, estos son los curanderos o chamanes.

Antes de explicar los tópicos identificados en el análisis crítico del texto “Vida y alma de los cerros”según datos del ingeniero Julio C. Rivadeneyra, es necesario precisar algunas ideas y

simbolismos encontrado en el relato mencionado y estos son:

• El cerro, simboliza la vida (el cerro...se contrapone al frío de la muerte).• El Rupay o el sol, simboliza la energía de la vida en la tierra (el sol envía y...alimenta a las

plantas, a los animales y a los hombres).• Cuando el Rupay, el sol, tiene sueño o se duerme, simboliza la condición del hombre en la

tierra, es decir nace, crece, se reproduce y muere (dormirse es morir por etapas: dormirsees despertar un poco; despertarse es trabajar, despertarse es también alegarse).

• Las arcadas de los cerros, que son las puertas de los cerros para la vida, simboliza elpunto de partida de reflejar en nuestras vidas la luz del sol que por generacionesimperecederas lo han conseguido (después de un largo viaje siguiendo...a Rupay...por

generaciones imperecederas...de la paz perpetua y de la felicidad eterna).• Las nubes blancas, simbolizan aquellas almas o personas buenas que retornarán y vivirán

eternamente (ser...nube blanquísima...es la más grande aspiración y el mayor beneficio,




porque la nube blanca no siente frío, ni hambre, no sufre, ni padece y es el símbolo de laserenidad constante).

• Las nubes negras o Supay, simbolizan aquellas almas o personas malas, representada por el demonio (las...nubes negras reflejan el demonio, o lucha contra el Rupay).

•

La lluvia de las nubes blancas, simbolizan las acciones buenas de las personas (cuyofuego se apaga porque las nubes blancas se transforman en lluvia...sino el rayo quemaríaal mundo).

• El entierro de los muertos en las arcadas de los cerros, simboliza estar cerca al Rupay osol, para ser nubes blancas de la vida y la paz (Por eso, precisa enterrar a los muertos enlas arcadas de los cerros con abundantes alimentos, para que estén junto al sol y para quepuedan seguir el largo viaje con el sol y por su mismo camino).

La lectura “Vida y alma de los cerros” refleja la cosmovisión del mundo andino, representado por el sol (Dios) y el demonio (Maldad). También nos instruye a guiarnos en la vida con bondad hacíael bien para generar una cultura de paz perpetua y de la felicidad eterna.

A partir de la lectura del relato “Vida y alma de los cerros” explicaremos cada uno de los tópicosque contiene el texto en análisis.

Los cerros y el hombre: vida, poder y castigoEn diversas culturas, en especial las americanas, la concepción de la vida, la fertilidad, laprotección, el bien; y sus antagónicos la muerte, la infertilidad, el castigo y el mal, estándirectamente relacionados con el culto y respeto hacia la naturaleza. Esta cultura del hombre seha ido forjando a través del tiempo y se ha transmitido de generación a generación básicamente através de la tradición oral. Es en esta cosmovisión que los cerros ocupan un lugar determinante,pues se constituyen como lugares sagrados, morada de dioses, dadores de vida y fertilidad parabeneficio del hombre.

Visión religiosa del cerroUn acercamiento para la comprensión de la concepción religiosa del cerro, tanto para la culturaandina, la cultura hispana, y en general la universal, es considerar que en todas ellas como partede sus cosmovisiones hay un profundo significado religioso referido a un ser supremo en relaciónal cerro o la montaña.

A través de los tiempos el cerro ha sido visto como el escenario propicio para llevar a caboceremonias religiosas. En las Sagradas Escrituras, por ejemplo, encontramos diversasnarraciones donde el cerro (o la montaña), es el lugar elegido para el encuentro entre el hombre yDios. En el Génesis (Antiguo Testamento) se da cuenta de que Moisés sube a la montaña, apedido de Dios, para recibir los mandamientos que regirán a su pueblo. Otro ejemplo es cuando

Abraham, a solicitud del todopoderoso, sube a la montaña para ofrecer a su hijo en sacrificio.Pero la más trascendental connotación religiosa se alcanza en el monte calvario, lugar emblemático para todo cristiano, puesto que en él se cumple la promesa de la salvación eterna,en la persona del hijo de Dios, llamado Jesucristo.

En cuanto a la visión andina, los cerros son concebidos como lugares sagrados, morada dedioses (en al caso del relato leído es la morada del dios Rupay, el sol), dadores de vida, quetienen personalidad, alma propia y alma colectiva; y desde tiempos remotos se les concibe comolugares ideales para práctica de ritos religiosos, así como centros de devoción y peregrinaje.

Esta concepción se conserva y se hace visible a través de prácticas culturales que evidencian lafe, tales como: La veneración de cruces ubicadas en la cima de los cerros (Cruz de Motupe y Cruz

de Chalpón), de las vírgenes, también ubicadas en la cima de los cerros (Virgen de Guadalupe, lavirgen del cerro de la vieja) y de otros símbolos de religiosidad que traspasan el plano local (ElCristo Redentor de “Cruz de la Esperanza” o el de Pan de Azúcar, en Brasil).




Las peregrinaciones hacia los cerros en nuestra cultura y en otras son innumerables, pero espreciso destacar, a propósito del relato leído, el arraigo de los pobladores de distintasprocedencias a su religiosidad, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron los evangelizadorespor eliminar todo elemento de sus creencias religiosas autóctonas.

Los cerros y el curanderismoLa cultura ancestral de “curar” con la ayuda de los elementos de la naturaleza ha persistido através de la historia. En la costa norte del Perú el curanderismo o también llamado chamanismoes una de las tradiciones más arraigadas de nuestros pobladores.

La medicina natural se sigue practicando y a veces mezclada con ritos y “prácticas mágicas” enlas manos sabias del curandero o maestro. Es en estas prácticas donde aparece la relación entrelos cerros como protectores de aquel ser que conoce el secreto de la curación del cuerpo y delalma.

Alrededor de los cerros se realizan ceremonias, rituales llenos de misticismo y respeto, donde sereafirma el culto a la naturaleza como dadora de bienestar y salud. Piotrowska (2012) dice que“Durante una ceremonia de curación, cada curandero recurre a sus patrones particulares entre elconjunto de tutelares” (p.12), de esta manera el curandero invoca el alma del cerro, para que ledé la sabiduría que necesita para curar. A decir de Narváez (2001) “Las mesas ceremoniales delos maestros curanderos, tienen generalmente en su lado izquierdo (lado ganadero) una piedrasque ellos conocen como “cerros”; los hay buenos y malos, cobran vida, se expresan durante laceremonia y obedecen al maestro” (p. 96). El cerro cobra protagonismo en la mesada y seconvierte en el aliado del bienestar y la sanación; sin embargo este aliado necesita de ofrendasque permitan continuar con esta eterna alianza, esta relación de colaboración y sostenimientomutuo a través de ritos elaborados a decir de Arguedas.

De este modo la creencia ancestral en el alma del cerro se actualiza a través de estas prácticasmítico-religiosas que se niegan a desaparecer y que forman parte de la identidad cultural denuestro pueblo.

El cerro como un ser superior que premia y castiga.Todo lo que existe en el mundo andino tiene vida. No sólo el hombre, sino también los elementosde la naturaleza como las piedras, los ríos, los cerros y cuanto está en el entorno natural. En elmundo andino no existe algo inerte, por lo tanto todos participan del “movimiento” de la vida.

Los cerros son considerados como seres superiores que cobran vida, tienen alma, sepersonifican. Cada cerro, según los pobladores de diferentes regiones (para referirnos a nuestropaís) tiene su propia personalidad, un nombre, características particulares que lo hacen

diferenciarse uno de otro. En nuestra región Lambayeque, son muchos los cerros cuyos nombresforman parte del ideario colectivo de la gente. Por ejemplo tenemos a Chaparrí y Yanahuanca (ysu eterna lucha y a decir de los lugareños aún continúan odiándose e insultándose), Mulato (y sussignos desconocidos e indescifrables), Corbacho (y sus riquezas encantadas), La raya (el que “secome a la gente”), Escute (y su música encantada), entre otros.

Esta creencia en el alma del cerro, hace que se establezca una relación íntima entre él y loshombres a los que beneficia; incluso el hombre entierra en el cerro a sus muertos, para que ésteproteja a sus almas y les dé la felicidad eterna. Sin embargo, en contraposición a lo anterior elcerro puede ocasionar el mal para el hombre y de ahí vienen las creencias acerca del “mal delcerro”, “se le comería el cerro” o el llamado “encanto de los cerros”. Lo último es un detalle común,

según Narváez, en varios relatos sobre cerros lambayecanos e incluso el arte moche tambiénrepresenta a hombres desnudos “devorados” por cerros en el desierto costero.




El cerro es un ser superior al hombre que le da a este beneficios para vivir, hace fértil a la tierra,controla los fenómenos atmosféricos, los protege, le da la salud; pero así como da beneficios yprotección también puede castigar a los que osen descubrir sus secretos. Del comportamiento delhombre dependerá si este ser superior es un benefactor o un castigador, si te da la vida y la saludo la enfermedad y la muerte.

Concepción de la vida eterna y los cerrosEn el texto en análisis, se define al cerro como un almacén de calor (connotación de vida) y quese contrapone al frío que connota muerte, además señala que si los cerros dan vida, también latienen. Desde el punto de vista de la cosmovisión andina, la vida está relacionada con los cerrospuesto que ellos son moradas de su dios Rupay, el sol, quien penetra en ellos para dormir y salepara vivir, lo cual siempre es imperecedero. Es allí donde radica la importancia de los cerros parael mundo andino ya que este representa la morada final de la vida y a la vez la entrada a otra vida,la eterna. Haciendo una comparación con la cultura hispana, podemos decir que el sol (Rupay) esel dios andino mientras que para los hispanos su dios es Yahvé, ambos dadores de vida.

Regresando al texto, la vida eterna se da cuando se menciona que para parecerse a Rupay, hayque enterrar a los muertos debajo de las arcadas (puertas de los cerros). Significa por lo tanto queen la cosmovisión andina, el cerro es un lugar sagrado, morada de su dios y en donde las almasenterradas en ese lugar, pueden vivir eternamente junto a él, gozando de una felicidad eterna. Además, como todo está en movimiento, las almas enterradas se convertirán en nubes blancas (elcolor blanco representa el alma pura) las cuales luego se transmutan en lluvia y éstas nuevamenteen nubes y así viven eternamente.

Si hacemos un parangón entre la cultura andina y la hispana, la vida eterna después de la muertepara la primera se manifiesta en la naturaleza (nubes y lluvia) mientras que para la segunda se daa través del paraíso, del cielo junto a Dios.

Paralelismo antagónicoComo dice Lévi-Strauss (2000) en sus Mitológicas “Mitos son – para las sociedades que loscuentan – signos que influyen en el comportamiento de sus miembros”. Entonces como en todaslas historias de los pueblos siempre hay héroes y villanos, buenos y malos, protagonistas yantagonistas que con sus actitudes o conductas representan acciones de poder y supremacíacomo única manera de gobernar física y espiritualmente. Por ejemplo en la lectura “Vida y almade los cerros”, los seres buenos son las nubes blancas y los seres malvados son las nubesnegras. Este paralelismo antagónico de lucha de poder está en la memoria colectiva de todos lospueblos del mundo cristiano y no creyente; representado por sus dioses mitológicos que soncapaces de dar vida y muerte o de hacer el bien o el mal según el deseo de sus corazonesinmortales. En la cristiandad y en el catolicismo religioso el bien está representado por Jehová y elmal por Lucifer o Satanás que luchan por las almas como trofeo de poder, como se dio en el caso

de Job, donde resultó vencedor el bien, con grandes beneficios para el alma triunfante deprotección y felicidad eterna.

En la cosmovisión andina existen mundos simultáneos, paralelos, a veces contrapuestos ycomunicados entre sí, en los que se reconoce la vida y la comunicación entre las entidadesnaturales y espirituales con el hombre.

Visión triunfalista del bien sobre el mal en relación a los cerrosLa lucha eterna entre el bien y le mal, es una constante en muchos de los relatos de la tradiciónoral universal. Esta característica no es ajena a los relatos cuyo protagonista es el cerro y que sehan concebido en Lambayeque, ejemplo de ello es la Leyenda de la enemistad entre los cerrosChaparrí y Yanahuanca, símbolos de la lucha constante entre el bien y el mal; o la lucha míticaentre el cerro Chaparrí y Mulato.




En el relato aparecen algunos actores que intervienen en él, así está Rupay, el dios sol;acompañado de las almas puras enterradas en las faldas del cerro y que luego mutan a nubesblancas; y por otro lado aparece la figura de Supay (el demonio) junto a las almas pecadoras,aquellas que no fueron sepultadas en los cerros y que luego son representadas por las nubesnegras. Al respecto, Rivadeneyra en su relato menciona que: “sólo los malos se vuelven nubesnegras que reflejan a Supay, el demonio y de la lucha entre Rupay, el sol, la nube blanca y Supay,la nube negra se enciende el rayo, que es el reflejo de la cólera de ambos…”

En el relato se dice que el alma del cerro es guardián de las almas humanas que alberga.Relacionándolo con la visión cristiana, Rupay vendría a ser Dios (Yahvé) quien también protege yama a sus hijos.

La eterna lucha entre el bien y el mal en el relato se evidencia cuando se dice que “si no fuera,por la nubes blancas, el demonio, el rayo quemaría al mundo”. Aquí se nota el poder del dios nopermitiendo que el mal destruya a los hombres sino que él puede decidir sobre las cosas y seres,incluyendo al mismo demonio.

Los cerros y los ritos funerariosLa fe nos enseña que el hombre está constituido por un cuerpo (que se corroe, descompone ydesaparece) y un alma espiritual (que anima al cuerpo, con existencia en sí misma, dada por unSer Superior, e inmortal).

Ante la corrosión del cuerpo por una enfermedad terminal y el consecuente fallecimiento de lapersona, en la iglesia católica se ha instituido el sacramento de unción de los enfermos. Esto noes ninguna novedad porque existen evidencias de estas mismas prácticas en otras culturas, comose lee en el Catecismo de la iglesia católica:

1512 En la tradición litúrgica, tanto en Oriente como en Occidente, se poseen desde la antigüedad

testimonios de unciones de enfermos practicadas con aceite bendito. En el transcurso de lossiglos, la Unción de los enfermos fue conferida, cada vez más exclusivamente, a los que estabana punto de morir. A causa de esto, había recibido el nombre de "Extremaunción". A pesar de estaevolución, la liturgia nunca dejó de orar al Señor a fin de que el enfermo pudiera recobrar su saludsi así convenía a su salvación (cf. DS 1696).

Con la unción de los enfermos se concede al enfermo o al anciano, en peligro de muerte, unagracia especial, eficaz para fortalecerlo y reconfortarlo en su enfermedad, y prepararlo para elencuentro con Dios. Al igual que los demás sacramentos, la Iglesia católica considera que launción de los enfermos fue instituida por Jesucristo quien, según los textos neo testamentarios,hizo participar a sus discípulos de su ministerio de compasión y de curación:

“Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían conaceite a muchos enfermos y los curaban” (Evangelio de Marcos 6:13)

Nuestra cultura andina no estuvo exenta de esta connotación bíblica, pero con susparticularidades culturales. Este sincretismo religioso se evidencia en el mito “Vida y alma de loscerros”: Por eso precisa enterrar a los muertos en las arcadas de los cerros. Con abundantesalimentos, para que estén junto al Sol y para que puedan seguir el largo viaje con el Sol y por elmismo camino.

En esta simbiosis cultural no se pone atención al enfermo grave en peligro de muerte, parareconfortarlo en su enfermedad o prepararlo para el encuentro con su Ser Superior sino más bienlos ritos son funerarios o prácticas relacionadas con la muerte y el enterramiento de la persona. Así, se hace evidente su creencia en “otra vida” o en “una nueva vida” que no está presente, peroque se ha de alcanzar y de ahí la necesidad de procurarle el alimento necesario a sus muertospara continuar su destino.




En “Vida y alma de los cerros” el funeral exige la presencia de abundantes alimentos, es decir viáticos para que puedan seguir el largo viaje.Sin embargo, en ambas prácticas religiosas (la occidental y la andina) se coincide en proveer losviáticos necesarios para ese “largo viaje” al encuentro con un Ser Superior, con el Sol y por elmismo camino.

Si el poblador andino precisa enterrar a los muertos en las arcadas de los cerros para unirse conel espíritu de los cerros entiende que el hombre es poseedor también de un espíritu (un espíritu seune a otro espíritu). Y, si bien posee un cuerpo sabe que este no es eterno sino temporal y tiene lanecesidad de enterrar (materia va a la materia), de desligarse de él para liberar el espíritu yenrumbar un largo viaje.

Los cerros y la dualidad simbólica de la serpienteLa serpiente es uno de los animales preferidos por su simbolismo. Aparece en todas las religionesy civilizaciones, ya sea en forma benigna o maligna. Su simbolismo tiene que ver con la

regeneración, la vida y la muerte, hecho que se asocia con la muda permanente de su piel, comocambiando la "envoltura" pero no la esencia.

La reina Cleopatra tenía en su tocado un áspid y según cuentan, ella se suicidó utilizando lapicadura de uno de estos animales como arma, lo que da idea de su veneración, ya que una reinasólo puede ser muerta por un dios.

Así, también, en Mesoamérica los símbolos del poder y del saber eran el águila, el jaguar y laserpiente. En la civilización azteca, Quetzalcóatl (soberano legendario de México y consideradocomo el padre de los toltecas) era habitualmente identificado como la Serpiente Emplumada.

Pero, es el Antiguo Testamento en donde aparece como protagonista del hito cristiano de vida y

muerte para la humanidad. La serpiente es encumbrada como poseedora de sabiduría, uno de losatributos divinos: La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvé Dioshabía hecho (Gén.3,1a); es mensajera de la tentación y el pecado: ¿Es cierto que Dios les hadicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?(Gén.3,1b); es persuasiva y visionaria:Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos;entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.(Gén.1,5).

En esta misma iconografía y de manera aparentemente contradictoria la serpiente se muestra,también, como portadora de salud y bienestar para el antiguo pueblo judío, en su afán por liberarse de un castigo divino.

Y Yahvé le dijo a Moisés: "Hazte una serpiente-ardiente y colócala en un poste. El que haya sido

mordido, al verla, sanará". Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un poste. Cuandoalguien era mordido por una serpiente, miraba la serpiente de bronce y se sanaba (Núm.21, 8-9)Toda esta variada connotación mágica religiosa en torno a la serpiente aparece, también, en lacreencia andina. Si bien la serpiente es un símbolo religioso de la iconografía cristiana, por loantes citado, no es necesariamente su exclusividad.

Quizás en “Vida y alma de los cerros” este sincretismo religioso en torno a la serpiente alcanza sumayor connotación.

Así nos lo hace saber el autor cuando nos habla de una dualidad simbólica: “Pero como el propioespíritu del cerro y su alma colectiva necesitan personificarse para vivir, y, como solamente laculebra penetra libremente en las entrañas de los cerros, estos se convierten en culebras de oro,lo que encierra un doble símbolo, ya que el ofidio representa a la tierra, al cerro y al hombre y elmetal al Sol, a Dios y al tesoro”.




Los cerros se convierten en culebras puesto que necesitan personificarse para vivir. Y las culebrasson los únicos animales que penetran libremente en ellos, representando así a una trilogía: latierra, el cerro y el hombre.

Las culebras que logran penetrar en los cerros son convertidas en culebras de oro, simbolizandoeste preciado metal a la trilogía: Sol, Dios Y tesoro.

La culebra en “Vida y alma de los cerros” es el único ser vivo que asume un rol protagónico; y, enel que se sintetiza el relato atribuyéndole una fusión de todos los elementos básicos de sucosmovisión andina: los terrenales (tierra, cerro, hombre) y los más preciados o espirituales (Sol,Dios, tesoro)

Sincretismo religioso en la veneración a los cerrosDesde el comienzo de la historia humana, el hombre ha unido lo sobrenatural con sus temores, loreal con lo ideal; y sobre su mundanidad con lo sagrado. Por ello su lado religioso también estáunido a una fe colectiva integrada por la religión. Como expresa Zavala y Vich en su obra oralidad

y poder, al decir que “el universo mítico o imaginario de cualquier grupo humano...constituye el ser colectivo...de la identidad de un pueblo...y su cultura”. Por lo tanto los seres sociales siempreestarán unidos por una fe, un Dios y un poder.

El culto a los cerros y la sacralidad que se les asigna no terminaron con la conquista y la colonia, yen formas variadas permanece hasta nuestros días. Se generó el sincretismo religioso ya que seconservaron muchos ritos de nuestros antepasados pero dándoles un significado católico. En laactualidad, en muchos de dichos ritos se pueden apreciar diferentes celebraciones religiosas, denuestra cultura ancestral que se resisten a ser reemplazadas. Los ritos de veneración a lashuacas y los cerros fueron cambiados por veneración a los santos, las cruces católicas y lasvírgenes, como lo mencionado en el aspecto que desarrollamos líneas arriba acerca de la visiónreligiosa del cerro.

De esta manera el cerro sigue manteniendo la connotación religiosa ancestral, pero a través desímbolos religiosos del catolicismo.

Finalmente, concluimos que a través de los tiempos, el hombre en su intento por explicar larelación existente entre su naturaleza humana y la existencia de un Ser Superior, ha desarrolladovarias cosmovisiones respecto a los cerros,

Los cerros han sido siempre vinculados a la religiosidad del hombre y, por ello, motivo deconstante veneración a través del tiempo.

Los cerros son y seguirán siendo parte de la vida del poblador andino y costeño; ya sea como ser sagrado, como lugar privilegiado por su imponencia y majestuosidad o por estar dotado de unafortaleza mítica ancestral.

ReferenciasBaer, G. (2000) Dos mitos matsiguenga. Société suisse des Américanistes / Schweizerische Amerikanisten-GesellschaftBulletin.Gose, P. (2004). Aguas mortíferas y cerros hambrientos. Ritos agrarios y formación de clases deun pueblo andino.1ra ed. Quito-Ecuador.Narváez, A. (2001). Dioses encantos y gentiles. Introducción al estudio de la tradición oral lambayecana.1ra ed. Lambayeque.Piotrowsk, Z. (2012). Entre los cerros y curanderos. Culto a montañas sagradas entre los nahuasde la Huasteca. Lengua y Cultura Nahua de la Huasteca. México D.F. Zavala y Vich. (2004). Oralidad y poder . Editorial Norma.




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