VIAJE AL MUNDO DE LAS

EMOCIONES Desarrollo emocional infantil

María Eugenia Dolz

Maestra de Educación Infantil

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VIAJE AL MUNDO DE LAS EMOCIONES

1.-Desarrollo emocional infantil

2.- Cada niño es único

3.- Entender el temperamento de los niños

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1.-Desarrollo emocional infantil

https://youtu.be/gKAeocn9cMA

DESARROLLO EMOCIONAL INFANTIL

De todas las criaturas del reino animal sólo hay una que posee la capacidad de expresar un amplio abanico de sentimientos: el ser humano.

Los dos primeros años de vida se convierten en una montaña rusa de emociones: sorpresa, frustración, rabia, alegría y más tarde otras más complejas como el pudor y el orgullo.

Estudios recientes demuestran que su manera de reaccionar ante ellos depende en gran medida del temperamento con que nazcan así como de las personas que las guíen por el camino correcto.

Un niño al nacer es expulsado del entorno lóbrego y liquido del seno materno hacia un mundo lleno de emociones.

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Como cualquier recién nacido, sus expresiones emocionales se limitan a gruñidos y a gestos faciales involuntarios, incluso sumido en una neblina sensorial responde al tacto de su madre y disfruta de su intimidad.

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La comunicación es sencilla pero efectiva. Todos los

padres aguardan ilusionados la primera sonrisa de su

pequeño. Pero en el primer mes, una sonrisa, es tan

sólo un reflejo, simplemente con acariciar la mejilla o

los labios esbozarán una tierna sonrisa.

El viaje al mundo de las emociones empieza aquí en el

primer contacto con su madre.

Días después de haber cumplido el primer mes, el

bebe empieza a regalar sus primeras sonrisas. Sobre

todo cuando juega con papá y mamá. Cuando sonríe

se convierte en el centro de atención.

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Sus primeras interacciones íntimas con alguien que le

quiera resultan capitales para proporcionarle la

habilidad de sonreír.

Prefiere la cara, la voz, el toque, e incluso el olor de la

persona que le cuida.

Le gusta escuchar cuando le hablan o le cantan sobre

cualquier otro sonido y reconoce el olor de la madre.

Sin ese alguien con quien interactuar, la sonrisa del

bebé se demorará en demasía.

De hecho este primer contacto íntimo resulta esencial

para que el bebe goce de un crecimiento sano a lo

largo de su vida.

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A los tres meses se produce un cambio en el desarrollo del bebé.

Está más alerta de lo que estaba al nacer, sus chillidos y gritos, representan su forma de comunicarse.

Emerge la sonrisa social del bebé. Con la boca hacia arriba y una pequeña arruga circundando los ojos presta atención, nos invita al juego.

Es un despertar a la sociabilidad.

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A partir de los 3 meses conoce entornos nuevos, mira la gente y observa sus caras, se sobresalta cuando oye ruidos altos, reconoce caras y o voces.

Expresa emociones de “sorpresa” ”euforia” ”frustración” y ”rabia“ las cuales quedaran mejor definidas conforme vaya pasando el tiempo.

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Las madres se familiarizan con las expresiones emocionales de sus pequeños, distinguen los lloriqueos de su bebé.

Los bebes han de llorar.

Es la única forma que tienen de comunicar diferentes estados de ánimo, tales como tengo hambre, estoy cansado, esto no me gusta.

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Un poco más tarde, a partir de los 9 meses,

responde a su propio nombre, sabe la diferencia

entre las personas que le cuidan y los extraños y

empieza a mostrar ansiedad frente a los extraño

Tiene la habilidad de expresar miedo o temor,

busca a las personas que le cuidan para que le

den consuelo, apoyo y seguridad, empieza a

protestar cuando lo separan de las personas que

le cuidan.

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A los 12 meses, muestra afecto, prefiere a ciertas

personas y juguetes muestra cuando algo le gusta

o no le gusta (mueve la cabeza), trata nuevas

cosas para llamar su atención

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A partir de los 18 meses le gusta ayudar, puede

hacer saber lo que quiere y sabe cuando alguien

está alegre o triste, la empatía.

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Cuando se reconoce a sí mismo por primera vez

entra en un mundo inexplorado y apasionante.

Emergen sentimientos mas complejos, vergüenza,

pudor y orgullo pasan a engrosar su repertorio.

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Cuando el niño cumple los 24 meses le gusta

hacer las cosas por sí mismo, no entiende cómo

compartir, imita a otros niños en el juego,

desarrolla temores (como a la oscuridad o a los

animales grandes) y también es capaz de adquirir

habilidades para vencer el miedo.

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A partir de los 3 años…

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A partir de los 3 años empieza a compartir y esperar su turno, puede identificar emociones cuando mira dibujos sencillos, puede relacionar sentimientos con eventos, comienza a explorar maneras de resolver problemas, comienza a jugar con situaciones imaginarias y demuestra más sensibilidad hacia los sentimientos de los demás, cambia de estado de ánimo rápidamente.

El juego simbólico es una fuente de descarga emocional a medida que adquiere autonomía.

El lenguaje será el instrumento con el cual el niño comprenderá la realidad, comunicará experiencias y expresará sentimientos. Adquiere conocimiento de las reglas. Desarrolla la Conciencia emocional.

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2.-Cada niño es único

Cada niño tiene su propia naturaleza. A algunos niños les encanta ser mimados.

Otros se sobresaltan fácilmente o lloran y otros crean un alboroto cada rato.

Y otros parecen estar bien con todo.

A medida que los niños crecen y maduran, más de estas preferencias sobresalen.

Por ejemplo, a algunos niños les gusta ensuciar todo y a otros les gusta estar limpios todo el tiempo. Algunos niños prefieren ropas amplias, a otros les gusta la ropa ajustada. Y algunos niños incluso prefieren ciertos colores o formas en los alimentos.

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3.-Entender el temperamento de los niños

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La intensidad de las emociones

depende de la naturaleza de los

niños.

Depende del temperamento,

algunos bebes quieren más

estimulación otros menos.

Cada bebé viene al mundo con un

temperamento.

¿El temperamento emocional es constante

para toda la vida?

¿Será el temperamento que exhibe un niño

a los 6 meses idéntico al que tenga cuando

se haga mayor?

¿El niño que es curioso permanecerá así

para siempre?

¿El cómico, el soñador, el trabajador… están

todos destinados a poseer dichos rasgos

temperamentales para el resto de su vida?

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No existe un sólo “buen” temperamento en los

niños, pero mucha gente espera que los niños

sean alegres, que les encante la diversión y que

estén siempre dispuestos a hacer cualquier cosa.

Algunos niños son descuidados y relajados, pero

otros son más serios y reservados, inclusive en

sitios que les son familiares.

Cuando el temperamento de un niño es diferente

a las expectativas de los padres, ellos pueden

tener dificultades en relacionarse con el niño.

Cuando esto pasa, los padres necesitan escuchar

cuidadosamente y observar a su niño para

aprender la mejor forma de crear una relación.

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Por ejemplo a un niño a los 18 meses le cuesta

cumplir los deseos de otra persona. Este es un

momento de frustración en la vida de un bebe.

Cuidar de los niños está significativamente

influenciado por el temperamento.

Si un padre o educador quiere que el niño coopere

ha de tener en cuenta su temperamento.

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Existe un baile emocional perpetuo entre padres,

educadores y niños. Aunque los bebes reaccionan

ante el mundo de acuerdo con su temperamento,

dichas reacciones no tienen por qué ser

permanentes. Pueden ser modificadas por la

paciencia del adulto comprensivo.

Las reacciones de los padres y educadores ante

las llamadas de atención de los niños, sus

ánimos, sus prohibiciones, etc. Contribuye a

modelar la respuesta emocional del bebé ante el

mundo.

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Cada bebé llega al mundo con su propio

temperamento, sus reacciones ante el mundo

varían con el devenir de los años.

El modo en que la gente de su entorno reacciona

a su temperamento contribuye a su evolución y a

su desarrollo.

Las emociones de los niños se pueden controlar

por medio de distracciones externas y de juegos

imaginarios de creación propia.

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