Verdaderamente Rica

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I ¡Ponga al dinero en su lugar! Muchos creen que rico, es alguien con dinero. Sin embargo, hay que aprender a reconocer al rico de verdad: El rico de verdad es quien ha tenido la valentía de vivir la vida que ha soñado. El rico de verdad es quien ha dado a su vida significado y propósito El rico de verdad es quien tiene el entusiasmo de convertir en hechos reales sus nobles proyectos de servicio a los demás. El rico de verdad es quien abunda en amor. El rico de verdad es quien posee la gracia y la capacidad para conseguir recursos que se convierten en grandes realizaciones que benefician a todos. No se puede ser un rico de verdad sin vencer al egoísmo; y, sin hacer manifiesta, la presencia del Espíritu de Dios. Los contenidos de este capítulo ayudan a entender cuál es el verdadero valor del dinero. Debemos poder ver el recurso económico desde su perspectiva correcta. Es necesario poner al dinero en su lugar. Hay que saberlo ubicar en el puesto que le corresponde de la escala de valores. Es preciso hallar un sentido más profundo a la existencia. 1. Lección valiosa a padre rico Un padre económicamente acomodado, quiso darle una buena lección a su hijo. Deseaba que aprendiera lo que es ser pobres. Así pues, lo mandó para el monte con una familia campesina. Los cinco días en aquella humilde vivienda del campo se pasaron rápido. Entonces, el padre fue a buscar a su hijo. “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”. 1. Timoteo 6:17

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I

¡Ponga al dinero en su lugar!

Muchos creen que rico, es alguien con dinero. Sin embargo, hay que aprender a reconocer al rico de verdad:

El rico de verdad es quien ha tenido la valentía de vivir la vida que ha soñado.

El rico de verdad es quien ha dado a su vida significado y propósito

El rico de verdad es quien tiene el entusiasmo de convertir en hechos reales sus nobles proyectos de servicio a los demás.

El rico de verdad es quien abunda en amor.

El rico de verdad es quien posee la gracia y la capacidad para conseguir recursos que se convierten en grandes realizaciones que benefician a todos.

No se puede ser un rico de verdad sin vencer al egoísmo; y, sin hacer manifiesta, la presencia del Espíritu de Dios.

Los contenidos de este capítulo ayudan a entender cuál es el verdadero valor del dinero. Debemos poder ver el recurso económico desde su perspectiva correcta. Es necesario poner al dinero en su lugar. Hay que saberlo ubicar en el puesto que le corresponde de la escala de valores. Es preciso hallar un sentido más profundo a la existencia.

1. Lección valiosa a padre rico

Un padre económicamente acomodado, quiso darle una buena lección a su hijo. Deseaba que aprendiera lo que es ser pobres. Así pues, lo mandó para el monte con una familia campesina. Los cinco días en aquella humilde vivienda del campo se pasaron rápido. Entonces, el padre fue a buscar a su hijo.

“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”.

1. Timoteo 6:17

En el lujoso auto, de regreso a la ciudad, el padre se dirigió al muchacho:

¿Qué te pareció la experiencia?

Elk hijo le contestó con su mirada puesta en la distancia: Buena...

El padre insistió con ansiedad:

Y... ¿qué aprendiste?

El hijo le contestó:

- Que nosotros tenemos un perro, en cambio, ellos tienen seis. Que nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega hasta la mitad del jardín, pero ellos tienen un río sin fin Je agua cristalina, donde hay pececitos, rocas, plantas y otras bellezas. Que nosotros para alumbrar nuestro jardín importamos lámparas del oriente, pero ellos se alumbran con las estrellas y con

la luna. Que nuestro patio limita con la cerca, pero el de ellos va más allá del horizonte.

El padre, impresionado, le seguía escuchando.

- Que nosotros compramos nuestra comida, pero ellos siempre tienen la suya que siembran y cosechan. Que nosotros oímos un equipo de sonido, pero ellos escuchan una perpetua sinfonía de pajarillos, ranas, pericos, grillos y toda especie de animalitos, todo eso, a veces dominado por el sonoro canto de un vecino que trabaja alegre su monte. Que nosotros cocinamos en estufa eléctrica, pero ellos todo lo que comen tiene ese rico sabor del fogón de leña. Que nosotros para protegernos usamos alarmas y vivimos rodeados por un muro con alambres, pero ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad y el favor de sus amigos. Que nosotros vivimos “conectados” a la computadora, al celular, al televisor... pero ellos, en cambio, se mantienen “conectados” a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde monte, a los animales, a sus siembras, a su familia, y sobre todo, a sus hijos.

El padre, perplejo, meditaba en la profundidad de las palabras de su hijo.

Entonces, el jovencito terminó:

- ¡Gracias papá por haberme enseñado lo pobres que nosotros somos!

La verdadera pobreza es la de sabiduría, entusiasmo y amor. Es de tal magnitud, que no deja disfrutar la belleza de lo simple, la alegría de lo bueno, el gozo de las relaciones, la limpieza del corazón, la paz del espíritu. Es bancarrota interior que impide apreciar incluso la hermosura de la naturaleza, sublime expresión del Creador.

Inquieta ver cómo se centra la preocupación de la vida en tener y tener, cuando debería enfocarse en ser. La afanosa y casi irracional búsqueda de estatus y riqueza en que se encuentra buena parte del mundo actual denuncia el escaso valor que el ser humano percibe de sí mismo, e irónicamente, se hace a costa de las únicas cosas realmente capaces de hacerlo feliz.

Esa es la paradoja de la economía moderna: personas demasiado ocupadas para poder disfrutar su prosperidad material. En realidad, sin valores ni principios, el éxito económico no significa nada, no trae genuina felicidad. Solo produce verdaderos pobres.

2. Magnate en extrema pobreza

Esta es la historia de un acaudalado y poderoso magnate de un país en Sudamérica. Era dueño de grandes extensiones de tierra. Poseía aviones, yates, autos deportivos, mansiones y lujosos apartamentos en las principales capitales del mundo. Sus negocios internacionales le rendían jugosas ganancias que reinvertía en bolsas de valores. Amasaba una fortuna que se contaba en miles de millones.

“Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a si mismo?”

Lucas 9:25.

Una de sus principales fuentes de ingreso era el suministro de caucho para la industria de neumáticos a escala mundial. Cientos de humildes obreros trabajaban muy duro cada día en sus bastos terrenos de la amazonia para extraer el látex, principal materia prima en la producción de llantas. A medida que sus negocios florecían, su deseo de ganar más aumentaba en la misma proporción. Le agradaba el reconocimiento que obtenía al ser considerado uno de los empresarios más exitosos y con mayor habilidad para los negocios.

Pero, cierto día, se llenó de terror. Las noticias anunciaban una sorpresiva caída en el valor de las acciones, presagio de una severa crisis financiera. ¡Y él no lo había advertido a tiempo! Si las bolsas de valores iban al colapso, una parte de su fortuna se esfumaría. Se reprochaba el hecho de no haber estado alerta a las evidencias del mercado. Calculó cuánto dinero perdería. ¡Y en eso sí, no falló! El magnate cayó entonces en una depresión tan profunda que perdió por completo el sentido de las cosas. No pudo soportar este revés. Su aflicción fue tal, que tomó una aterradora decisión: buscó un arma, y, se quitó la vida.

El drama conmocionó a la sociedad de su país. La noticia llegó hasta una de sus lejanas haciendas en medio de la selva. Ahí trabajaba un humilde anciano, fiel obrero de su empresa, quien lo conocía por años. Tal como a menudo se le veía, andaba descalzo, con sus pantalones raídos y una vieja camisa. Fue enterado de la tragedia por boca de uno de los jefes de cuadrilla. Impresionado con el relato, atinó a comentar:

-“Pobrecito mi patrón. Sí me pude dar cuenta que era un hombre tan pobre, tan pobre, pero tan pobre... que ¡lo único que tenía era dinero!”.

La humildad y sensibilidad de este modesto trabajador le permitieron ver lo que algunos no captan: que mucho más valiosos que el dinero son la sabiduría para vivir, el entusiasmo para existir y el amor para compartir. ¡Es necesario aprender eso!. Si aquel magnate hubiera sido rico en sabiduría, habría apreciado el maravilloso don de la vida. De haber sido rico en entusiasmo, habría conocido el verdadero gozo de vivir, el cual, lo hubiera aferrado a la existencia. Y de haber sido rico en amor, habría amado tanto su vida y la de sus seres queridos, que estaría todavía disfrutándolos, ¡no hubiera lamentado ver disminuido el monto de su fortuna!. Pero era tan pobre, que lo único que tenía, ciertamente, era dinero.

Craso error es creer que acumular recursos aumenta valor al ser humano. Lo que hace valioso al ser humano es la riqueza que éste alcanza muy por encima del simple hecho de poseer cosas. Es demasiado trivial sólo ser ricos desde una perspectiva económica. Se pueden alcanzar también la riqueza intelectual, la riqueza emocional y la riqueza espiritual. Carecer de ellas es ser tres veces pobres. Pero al poseerlas, se llega a ser completos y verdaderos ricos. Y aunque estas dimensiones de la riqueza no se vean ni se palpen, son las que en realidad determinan el valor de un ser humano.

El materialismo hace perder el sentido de la vida. El materialismo lleva al egoísmo. A centrar la vida exclusivamente en los intereses personales. A vivir movidos por la ambición, sin poder percibir los demás aspectos de la existencia. El egoísmo lleva a la insensibilidad. Hace difícil comprender los

reales sentimientos y necesidades, tanto propias como ajenas. Ante la ausencia de amor, el codicioso se llena de temor. Es tan pobre, que sólo anhela tener más. Tales seres humanos, en verdad vacíos, no son ricos.

La sociedad moderna promueve conceptos erróneos sobre la riqueza. Muchos se obsesionan por tenerla. Creen que de esa manera es como pueden ser apreciados y reconocidos. Dejan ver así un concepto banal de sí mismos. En casos extremos, llegan a exponerse a graves riesgos, incluso a conductas delictuosas o inmorales. Piensan que es posible vivir aparentando lo que en realidad no son. Creen que pueden engañar a otros, pero nunca podrán engañarse a sí mismos, ni a Dios. Es un estilo de vida erróneo que los convierte en verdaderos pobres.

3. La perspectiva correcta de la riqueza

En un mundo inclinado al materialismo, conseguir elevadosingresos se ha vuelto la mayor prioridad de muchas personas.Pero cuando se tiene una visión más amplia de la existencia,hay cosas que ocupan un lugar superior en nuestra escala de valores. El mejor antídoto para controlar nuestros apegos materiales, es, ser más espirituales. La fuente de información espiritual, por excelencia, es la Biblia. Es importante destacar que la Historia Sagrada trae abundante provisión de enseñanzas para alcanzar un éxito económico bien cimentado, y, sin perder el horizonte. No permitamos que el materialismo nos lleve al descuido en el estudio y la correcta comprensión de lo espiritual.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidos”.

Mateo 6:33

La Biblia trae más de 1.600 referencias al dinero y las posesiones. Jesús solía enseñar por medio de parábolas, y dos de cada tres de ellas, son alusivas al dinero y las posesiones. Existen suficientes, claros, verdaderos y sólidos principios espirituales acerca del manejo correcto de las finanzas.

En realidad, el problema para el ser humano no son las riquezas en sí mismas, sino la actitud que tenga hacia ellas. La prosperidad económica suele ser el resultado de una vida de integridad, inteligencia, laboriosidad, y especialmente, de una relación activa con Dios. Por eso, la Biblia invita primero a buscar las virtudes, cualidades y justicia que caracterizan a quienes tienen verdadera fe, y asegura que todo lo demás es, sencillamente, añadido.

Esto es clave: cuando alguien desarrolla el sentido espiritual, llega a entender que la prosperidad material no es el propósito de la existencia terrenal, es sólo una consecuencia. Lamentablemente, en este punto, millones se equivocan sacrificando el deleite de vivir y haciéndose esclavos del dinero. Por tratar de hacer fortuna, descuidan la construcción de su carácter. Cuando en realidad, es construyendo el carácter, como se llega a la prosperidad.

Se entiende entonces que no solo es posible ser ricos o pobres en lo material. Hay otra clase de riquezas que tienen que ver con el carácter: La intelectual, la emocional y la espiritual. El que busca ser rico material se limita sólo a conseguir dinero. Pero el que busca ser rico intelectual anhela SABIDURIA,

esto es, conocimientos, capacidades, destrezas. El que quiere ser rico emocional desea: ENTUSIASMO, o sea, valentía, optimismo, vigor, persistencia. Y quien quiere aumentar en riqueza espiritual busca más: AMOR, es de-cir, servicio, sacrificio, fe, integridad, valores. La verdadera sabiduría, el ferviente entusiasmo y el genuino amor, son elementos de naturaleza espiritual en nuestro carácter.

El ser humano que adquiere riqueza intelectual, emocional y espiritual llega a disfrutar un buen nivel de vida. El bienestar económico es un resultado inevitable de ello, a menos que en forma consciente rehuya la abundancia. Es sabio cuando se escucha decir que antes que tener, es más importante ser. Primero hay que ser, para entonces tener. Es la ruta correcta a la prosperidad. Cuando se quiere tener, pero no ser, hay problemas. Por eso existe gente con riqueza material, pero en pobreza intelectual, emocional o espiritual. En el mundo actual hay bastantes que han hecho de la acumulación su prioridad, pero descuidan lo demás.

Algunos individuos llegan a amasar grandes fortunas, pero estas no evidencian la presencia de valores espirituales. Son sólo el fruto de su devoción al dinero. También es posible acumular muchos bienes siguiendo métodos no aprobados por Dios. Sin embargo, es sabido que tales “ricos”, no son felices. Sus vidas están por completo deterioradas por la angustia que trae la codicia. Adolecen de inseguridad y desconfianza. Carecen de esperanza cierta.

Muchos, con ingenuidad, preguntan si es posible triunfar en la vida y, al mismo tiempo, mantener unos sólidos principios morales. Como si lo uno y lo otro, fueran incompatibles. La ética y los valores, como la justicia y la verdad, jamás van en detrimento del éxito. Por el contrario, son la fuente del mayor éxito posible para el ser humano. Por eso no hay que confundirse con los modelos de éxito que promueve la sociedad contemporánea. Los cuales, se enfocan en el amor al dinero junto a una vida sin rumbo claro ni restricción. Hay que evitar la trampa de vivir conforme a esos parámetros erróneos y desafortunados.

Con poco o con mucho, quienes hacen del dinero el eje central de su vida, llegan a ser verdaderos pobres. Distinto sucede con quienes aprenden a vivir, a disfrutar de los demás, a amar la vida y gozarla sanamente, en medio de una gran riqueza interior. Con poco o con mucho, los tales, son verdaderos ricos.

Conviene entonces anhelar riqueza intelectual, siendo más sabios. Anhelar riqueza emocional, siendo más entusiastas.

Y, sobre todo, anhelar riqueza espiritual, entendiendo de verdad, lo que significa amar. Alguien que obtenga mucho de estas cosas, es verdadero rico. Mucho más rico que aquellos pobres que lo único que consiguen en esta vida, es acumular dinero.

4. Todos podemos triunfar de verdad

¡Todos podemos triunfar! Deseamos ser felices y vivir una vida plena y en perfecto equilibrio. No obstante, a la mayoría éste le parece un objetivo muy desafiante. Pareciera que no se puede equilibrar la vida familiar con las metas profesionales, o las “ambiciones financieras con los propósitos espirituales. El

equilibrio, la felicidad o la plenitud, parecen ser difíciles de alcanzar y, aún más, de mantener.

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible”.

Marcos 9:23

Sin embargo, y a pesar de las dificultades, renunciar a intentarlo sería renunciar a nosotros mismos. Como decía el poeta nicaragüense, Amado Nervo: “porque veo, al final de mi rudo camino, que yo fui el arquitecto de mi propio destino”.

El psicólogo español Antonio Martínez Carrión, plantea unos pasos a seguir camino al triunfo. He aquí el primero de ellos: cada ser humano, con sus propias decisiones, sus proyectos y su uso del tiempo, determina el resultado último.

No los demás, la suerte, u otras variables ajenas a su propia responsabilidad. Estas últimas podrán ayudar o dificultar, pero no serán el determinante de lo que será, finalmente, la persona. Cada individuo, con sus reacciones y respuestas ante las diferentes situaciones de la vida, irá construyendo su carácter y su camino.

El segundo paso bien podemos encontrarlo en una reflexión previa en la que nos planteemos qué es importante y qué nolo es, y en qué orden. I lace falta sabiduría para no inclinarnos demasiado hacia un área con descuido de otras importantes. Deberán ser contempladas, en un proyecto personal, la familia, las relaciones sociales, nuestra vida espiritual y otras áreas significativas. El ser humano lleva muy mal los desbalances o desequilibrios. I lay un costo elevado cuando se comete ese error, y el descuido de tan solo un área importante acarrea daño.

En tercer lugar, para alcanzar el triunfo, debe haber también un espíritu emprendedor. El ser humano ha sido equipado con capacidades que le permiten buscar, alcanzar, descubrir, superar,...Y no debemos quedarnos, atrapados por la comodidad, siempre a este lado de la línea que marca el inicio del riesgo. Jesús de Nazaret dijo en una ocasión: “Si puedes creer, todo es posible para el que cree”. Y en otra ocasión dijo: “levántate y anda”. Puede ser que tropecemos alguna vez, pero así se hace el camino.

En cuarto lugar, hay que saber qué es triunfar, y también qué no es triunfar. Cuando hay confusión a este nivel, pueden desperdiciarse muchos esfuerzos y tiempo, y el desenlace es frustrante, ya que las expectativas se habrán visto defraudadas. ¿Cómo evitarlo? Una fórmula efectiva es analizar los auténticos motivos que nos mueven. Si el orgullo, la rivalidad, el poder, la apariencia..., forman parte de nuestras motivaciones, por más alto que lleguemos no habrá triunfo. Hemos de cuidar mucho, por lo tanto, la naturaleza de nuestros motivos. No olvidemos, además, que la motivación que produce movimiento, que es el auténtico motor de nuestras conductas, es también la que marca la dirección de nuestros pasos.

Si el amor, la amistad, el crecimiento verdadero, el equilibrio, la ayuda a los demás... están en la “médula” de nuestros motivos, ya estaremos triunfando.

No habrá que esperar al final, el último balance o al, muchas veces vano, reconocimiento de los demás. El triunfo formará parte de nuestra vida. El antes mencionado, Jesús, triunfó cada día, en cada mirada, en cada gesto. Su existencia trascendió su tiempo. El significado de su vida y de su sacrificio redentor, constituyen la esperanza para el género humano. Y eso es realmente triunfar.

Buenos motivos, un espíritu emprendedor, un orden de valores equilibrado, aceptar la propia responsabilidad sobre los logros que se anhela alcanzar y buscar el triunfo en el detalle, en el momento, a lo largo del camino, nos llevarán a la verdaderas victorias, a los auténticos triunfos, aquellos que nos proporcionarán un íntimo sentimiento de plenitud.

¡Es posible triunfar! Nuestra vida puede ir más allá de lo cotidiano y de lo corriente, puede enfocarse en realizaciones con significado y trascendencia. Este es el remedio al vacío interior e insatisfacción crónica que acarrea el materialismo. ¿Qué hacer? asumir con valor el rol de líderes de nuestra propia vida, y de nuestro hogar. ¡Sólo el actuar, con sabiduría, puede traer resultados!

II

¡Líbrese de la trampa del materialismo”

Las actuales dificultades económicas de las naciones, en gran medida, tienen su origen en el comportamiento patrón del público consumidor: hábitos de compra incesante y, ausencia de ahorro personal. Son el producto de una mezcla letal: codicia sin límite de quienes proveen, y fragilidad emocional de quienes adquieren, claro, endeudándose.

El resultado: concentración de la riqueza en unos pocos, y, aguda crisis crediticia. El afán desmedido por obtener bienes responde a una profunda necesidad del ser humano: aliviar su dolor existencial. Esto lo hace ser, fácilmente, manipulable.

En forma inconsciente, el consumidor compulsivo asume que las posesiones pueden llenar su vacío emocional. El bien suntuario, el artículo de lujo, el dispositivo de última tecnología o el auto nuevo, todos estos producen placer momentáneo, pero pronto la persona se adapta a las mejoras; entre tanto, la creciente deuda le acarrea una esclavitud sin salida aparente.

Este capítulo tiene el propósito de mostrar los riesgos y frustraciones que acarrea el enfoque materialista de la vida, el cual, tipifica a la sociedad contemporánea. Es necesario emanciparse de estos lazos y tomar una senda correcta para poder manejar el dinero con toda objetividad y

5. No más cuito al materialismo

“Hemos creado un sistema que nos persuade a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para crear impresiones que no durarán en personas que no nos importan”. Esta frase de Emile H. Gauvreay, es la perfecta descripción del materialismo tan característico del tiempo actual.

“Porque raíz de todos lo males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

-1 Timoteo 6:10

Ypodría ser también la mejordefinición de la palabra “estatus”, aquello que tanta gente se la pasa buscando tan afanosamente. “Estatus”, es el caldo de cultivo de ese peligroso virus llamado “consumismo”. Con la agudeza del profesional, el psicólogo Walter Riso, presenta su objetivo análisis al respecto:

Quien se contagia de “consumismo” cae en un estado del que no está conciente. Es la enfermedad del falso rico. Resulta inútil explicarle que lo que él compra no es él. Que él es mucho más que los bienes que posee. Que si lo felicitan por los objetos que adquiere, no significa nada más que eso.

Que hay cosas bonitas y confortables, pero estas no tienen que ver con el ser interior. Que no se debe creer la fábula del “estatus”, y que, debe estar alerta al delirio de grandeza que surge del apego al dinero.

Los psicoterapeutas afirman que atesorar en forma compulsiva es una adicción que afecta el bienestar emocional del que la sufre. Algunos se obsesionan y se identifican tanto con sus posesiones, que llegan a anularse a sí mismos. Dicen estar orgullosos de su lujosa casa, de su suntuoso auto, de su finísima ropa... pero, ¿qué hay del valor de ellos mismos?

Si el valor de la gente depende de lo que posee, es porque se ha perdido por completo el sentido de la existencia. Estar contentos por algunos privilegios es una cosa, pero pensar que la valía personal está en las marcas que se usan o en los aparatitos de última generación que se compran, eso ya es perder el norte.

Séneca, el pensador griego, dijo: “Si quieres sopesarte a ti mismo, haz a un lado el dinero, la casa, los honores; y con-témplate en tu interior, pues ahora juzgas tu valía según los demás”. En otras palabras, nos sopesamos mal cuando nos comparamos, o competimos con otros. Hacer que la realización personal dependa de las ganancias acumuladas o las posesiones disponibles convierte a cada persona en un contrincante potencial. Si el amigo compra un terreno, entonces queremos uno mejor. Si la vecina remodela su cocina, ya no nos agrada la nuestra. Si el pariente cercano se muda a un mejor vecindario, ya no nos gusta el nuestro. De esa manera, nuestra seguridad ya no está en nosotros mismos; sino en las cosas.

El culto al materialismo sitúa en lo superficial, en las necesidades imaginarias, en el sueño de la opulencia que no llega. O si llegara, no sería sin su carga de estrés y miedo de perder lo obtenido. Se puede buscar algunos bienes con decoro, sin desesperación, disfrutarlos mientras se tienen, pero nunca perder de vista que debemos estar dispuestos a prescindir de ellos en cualquier momento. Nosotros tenemos las cosas, no las cosas a nosotros.

La obsesión por el dinero lleva a distorsionar las reales posibilidades de conseguir lo que se quiere. Algunos incluso pretenden comprar con dinero amistades, respeto, dignidad, amor y otros intangibles, que simplemente, no tienen precio. En situaciones extremas, cuando la propia vida pende de un hilo,

cuando algún ser querido está en peligro, cuando nos quedamos solos, cuando se derrumba lo vital, nuestras posesiones pierden todo su sentido. Su valor de-crece hasta la más mínima expresión. Esto ya lo sabemos de alguna manera, pero evitamos enfrentarlo.

Está demostrado que las motivaciones internas son mucho más satisfactorias y benéficas que las externas. Lo primordial es sentirse bien consigo mismo, con quienes nos rodean, con nuestro entorno. Lo importante es vivir lo cotidiano con agrado y en forma relajada. Es preciso trazarse metas razonables, donde lo externo sea solo un reflejo de las fortalezas internas. Y jamás, creer que las posesiones den valor a nadie.

Qué tal hacer a menudo un alto, para que en lugar de pensar en las cosas que necesitamos, nos preguntemos más bien:¿Qué cosas no necesitamos?

No permitamos que el amor debido a las personas se desvíe hacia las cosas, o que el ansia de dinero se convierta en estilo de vida. Esa es la ceguera del verdadero pobre. Rinde culto al materialismo. Vive abrumado y en constante prisa, de la que a veces ni es conciente, solo tratando de obtener más.Este burdo ideal origina un brote de codicia que degenera en individualismo, indiferencia e insensibilidad. Hace que el amor auténtico pase a ser algo secundario, y la felicidad, un asunto de comprar bienes fabricados en masa. Se ha hecho necesario volver a lo básico, a la esencia del buen vivir, que es la que sabe disfrutar el verdadero rico. La-riqueza no está en el dinero, sino en el carácter de cada ser humano.

6. El dinero no vale lo que se piensa

Distinto de lo que la gente cree, y también cié lo que argumentan muchos economistas, el dinero “vale” muy poco.En realidad, apenas supone un 5 por ciento de la felicidad.Es lo que concluyen investigaciones sobre la materiadesarrolladas por especialistas. El ser humano vive en cinco grandes áreas llamadas “dominios de vida”. Y de estos, dicho por los propios encuestados, el dinero resulta el menos importante. Varios estudios han procesado las respuestas de miles de personas en diversos lugares del mundo y los resultados son siempre los mismos: el dinero importa muy poco para ser realmente felices.

“Y les dijo” Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”.

Lucas 12:15

Eso explica porque es que andan por allí cantidad de opulentos millonarios, con casas lujosas y desbordantes cuentas bancarias, que en realidad se sienten miserables. Y también lo contrario: abundan felices y exultantes “ricos” sin un peso en el bolsillo que, aunque cuentan los centavos para llegar a fin de mes, son personas emocionalmente sanas. Gente sonriente con lo que lleva puesto, que no tiene un automóvil de lujo y que se bate con sus obligaciones financieras. Que nunca ha ido, y quizás tampoco irá, a París o a Londres. Y sin embargo, vive con extraordinaria plenitud y alegría. La clave de la felicidad parece estar por otros lados.

Según diversos estudios estadísticos en los cuales se entrevistó a miles de personas en México, Colombia, Malasia, Venezuela, Japón, Dinamarca, Estados Unidos y otros países, los principales factores de la felicidad son, como siempre se ha sabido: El amor, la familia y las amistades. Estos equivalen en conjunto a un 30 por ciento del componente general de la felicidad. Le sigue: gozar de buena salud, con un 25 por ciento.

El tercer componente o “dominio de vida” es: poseer un trabajo placentero, aún si genera o no mucho dinero, con un 20 por ciento. Y un cuarto dominio, sorpresivamente importante: Disfrutar tiempo libre o tener pasatiempos. Leer, practicar un deporte, coleccionar estampillas o monedas antiguas vale, según la opinión de los encuestados, ese otro 20 por ciento. Esos son los ejes de la felicidad. La mejor solución posible, como ya se habrá sospechado, es hacer del trabajo, el mejor pasatiempo. Tener pasión por lo que se hace. Ello le sucede a quienes aprenden a amar su actividad diaria. Gente dichosa que, literalmente, vive con intensidad cada segundo de su vida.

Estos cuatro dominios mencionados suman el 95 por ciento de los factores de la felicidad. Al dinero, como ya se habrá advertido, le queda un distante y pequeño 5 por ciento.

Realmente muy poco para la desenfrenada y codiciosa lucha por conseguirlo en la que viven muchos, después de traicionar amigos, enemistarse con hermanos, o mancillar su propio nombre y honor, todo, por la absurda acumulación.

Esta situación, tan contemporánea, evidencia la ignorancia de “la ciencia del buen vivir” y el miedo crónico que muchos mantienen en medio de su pobreza emocional. Como indican los expertos, una base económica es esencial: Techo, comida, y un ingreso decente para satisfacer las necesidades básicas. Pero una vez cubierto eso, como concluyen las investigaciones, ¡la verdadera felicidad está en otras cosas!

7. Los millones no aseguran la felicidad

Tristemente el común de la gente, cuando no tiene un fundamento correcto para su vida, estima que el éxito es algo relacionado, por entero, con opulencia económica. También éste se ha vuelto el propósitomás rudimentario y simple de la existencia: vivir para hacer dinero. Lastimoso es ver como la prioridad de muchos es obtener abundancia de cosas. Serle fieles al “evangelio” de la prosperidad económica, que no concibe forma alguna de existencia distinta a lograr fortuna.Todo esfuerzo y sacrificio tienen sentido para ellos, si deriva en consecución de riqueza material.

“El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad”.

Eclesiastés 5:10

Para aumentar su aflicción, las listas de archimillonarios del mundo que publican los diarios de mayor circulación- cada año, ya salieron, y como de costumbre, no traen la excepcional noticia de que sus nombres aparecen ahí. Es probableque algunos sigan soñando con ser añadidos en el futuro. Si hacen

parte del mundo de los negocios pueden hallar consuelo al saber que el club no ha cerrado aún sus puertas. De hecho, el total de multimillonarios encontrado fue de 691 en esta ocasión, en comparación con los 587 del listado anterior. En otras palabras, los súper ricos siguen en aumento. ¡Así los ambiciosos no pierden sus esperanzas!

Pero aún si el estatus de “millonario” nunca llega, debiéramos ir calmando del todo tales anhelos. No hay que envidiar a esas personas. Tener miles de millones de dólares no ofrece ventajas significativas sobre tener solo algunos cuantos miles de dólares, pero sí impone la desventaja cié algunas cargas importantes.

Sigamos, pues, reflexionando en este valioso análisis que hace el periodista Daniel Akst: el enfoque sobre los multimillonarios oculta una triste falacia encarnada para la mayoría de las personas en el atractivo de las loterías. La perspectiva de los premios mayores de una lotería desata un furor de compra de boletos entre multitudes que esperan renunciar a lo que llaman “empleos aburridos”, pagar todas sus deudas y asegurar muy bien el futuro de sus hijos con el hecho de ganar. Pero la verdad es que tiene poco sentido ese comportamiento.

Para la mayoría de ellos, unos cuantos miles solucionarían también casi todos los problemas que resolverían millones de dólares. Quizás por eso hay apostadores de lotería que prefieren apuntarle a un premio más pequeño pero que les resulte transformador. De cualquier modo, es una insensatez. Porque el dinero fácil carece por completo de valor.

El espejismo de la lotería es triste porque muchos individuos podrían llegar a ser millonarios, como lo demostraron ampliamente Thomas J. Stanley y William D. Danko en su fascinante libro “El millonario de al lado”. Encontraron que las herencias o incluso los estudios no son indispensables: el principal requisito, dado el factor tiempo y un ingreso estable, es la capacidad de ahorro. Lo cual sólo implica disciplina.

Llegar a ser millonario supone cierto resguardo, así como acceso a un mejor cuidado de la salud y a mejores escuelas.Pero no debemos suponer que nos hará delirantemente felices. La verdad es que muchos millones de dólares distorsionarían la vida de tantas formas que, simplemente, no valen la pena. Los multimillonarios se preocupan a menudo por su seguridad personal y la de sus familias. También viven infelices pensando si la gente en verdad los quiere a ellos o a su dinero, y se desvelan por la preocupación de evitar criar hijos, casi que sin remedio, malcriados o irresponsables.

No podemos hacer de la continua obtención de riquezas el propósito de la existencia e ingenuamente depositar nuestra seguridad y confianza en ellas. Tal actitud configura una forma de idolatría. Es decir, la adopción de un ídolo. El ídolo “dinero”, al cual se ama y se dedica todo esfuerzo; en detrimento del deleite de vivir. Es una vana forma de existir.

En realidad si hubiera buenas razones para convertirse en millonario,, en gran medida, serían altruistas. Es decir, para poder compartir los excedentes económicos con otros cuyas necesidades así lo exigen.

8. Ser rico de veras

El periodista mexicano Armando Fuentes Aguirre (Catón),escribió la siguiente reflexión:

“El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciada”.

Proverbios 11:25

Me propongo demandar a la revista “Fortune”, pues me hizo víctima de una omisión inexplicable. Resulta que publicó la lista de los hombres más ricos del planeta, y en esa lista no salgo yo. Aparecen, sí, el sultán de Brunei, aparecen también los herederos de Sam Walton, el fundador de Walmart, y Bill Gates, de Microsoft. Figuran ahí también personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra, StavrosNiarkos, y los mexicanos Carlos Slim, de Telmex, y Emilio Azcárraga, de Televisa.

Sin embargo a mí ni siquiera me menciona la revista. Y yo soy un hombre rico, inmensamente rico. Y si no, vean ustedes: tengo vida, que recibí no sé por qué, y salud, que conservo no sé cómo. Tengo una familia, una esposa adorable que al entregarme su vida me dio lo mejor de la mía; hijos maravillosos de quienes no he recibido sino felicidad; nietos con los cuales ejerzo una nueva y gozosa paternidad. Tengo hermanos que son como mis amigos, y amigos que son como mis hermanos.

Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a la que yo amo con sinceridad a pesar de sus defectos. Tengo cuatro lectores a los que cada día les doy gracias porque leen bien lo que yo escribo mal. Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa). Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas maravillosas.

Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra. Tengo ojos que ven y oídos que oyen; pies que caminan y manos que acarician; cerebro que piensa cosas que a otros se les habían ocurrido ya, pero que a mí no se me habían ocurrido nunca. Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme con los que sufren.

Ytengo fe en Dios que guarda para mí infinito amor. ¿Puede haber mayores riquezas que las mías? ¿Por qué, entonces, no me puso la revista “Fortune” en la lista de los hombres más ricos del planeta? Y tú, ¿cómo te consideras? ¿Rico o pobre?

III.

¡Ahora, entienda la dinámica de la riqueza!

Ser ricos es algo que consiste en “ser”- Buscar con afán el “tener”, sin primero “ser”, es tomar una ruta frustrante y traicionera. Debemos aumentar primero nuestra riqueza interior a fin de que pueda originarnos genuina prosperidad.

Si de veras queremos ensanchar nuestros límites debemos entender esta verdad: Que nuestros recursos no están representados en dinero, trabajo, talento o bienes. Nuestros verdaderos recursos llegan cuando, al elevar nuestra mirada hacia lo alto, podemos ver que consisten en todas aquellas cosas sin límite que el cielo nos puede proveer por razones de nuestra fe, y ¡total determinación!

Los temas que trata este capítulo buscan hacer entender cómo el verdadero origen y obtención de la riqueza corresponden a una dinámica que va de adentro hacia afuera del individuo, y no lo contrario. Así mismo, el objeto es mostrar la importancia de la sabiduría para poder hacer dinero, dar uso. correcto al mismo y manejar con acierto las situaciones económicas que discurren frente a nosotros.

9.El camino a la real libertad financiera

En la búsqueda de bienestar económico, los seres humanos estamos expuestos a errar. Por eso es tan necesario aprender criterios financieros acertados y evitar las típicas fallas eneste terreno. Por ejemplo, se narra la historia de Don Saud. Un comerciante que vivió en un pueblo. Fue un hombre que gastó su juventud para obtener dinero. Y Cuando fue mayor, gastó su dinero para obtener juventud. Cuando lo llevaban en su ataúd, la gente decía que sería uno de los hombres más ricos del cementerio. Lo evidente del relato es que Don Saud no disfrutó ni dinero, ni juventud. Y lo irónico: ser rico en un cementerio. Un verdadero pobre.

“Mas entre vosotros no será así, sino que el quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor”

Mateo 20:26

Dicen que “desnudos llegamos y desnudos nos vamos”. Eso nos hace meditar en la estrategia de vida correcta a seguir. Conviene encontrar maneras inteligentes y eficaces de jugar el juego financiero. La verdad es que existen diversos puntos de vista relacionados con esto. A menudo se habla de ese ideal en el manejo de la economía personal al que algunos autores denominan “libertad financiera”. Entre diferentes opiniones al respecto, nos resultan bastantes interesantes las que plantea el expositor y escritor Louis Barajas:

Libertad financiera es algo que va más allá de hacer riqueza. Es el resultado de tener la valentía de vivir la vida que se ha soñado. Es vivir una vida con significado y propósito. Es saber con certeza que nuestra vida es importante. Que en ella abundan el amor, la confianza en lo que podemos lograr y la capacidad para conseguir los recursos necesarios. Libertad financiera es obtener la victoria sobre las luchas y preocupaciones. La libertad financiera es, en su centro mismo, una actitud el mental. Porque nadie puede ser, ni conservarse rico, sin entusiasmo.

La libertad financiera se puede lograr con una visión clara de lo que queremos llegar a ser, no de lo que deseamos adquirir. Porque todos podemos llegar a ser grandes, no para ser famosos, sino por el verdadero sentido de la grandeza que está determinado por la capacidad para servir a los demás.

Nuestro referido autor, identificó las cinco etapas del camino hacia la libertad financiera. Y explica que, como cualquier otro camino, algunos pueden comenzarlo justo al inicio, mientras que otros pueden entrar más cerca de la meta final. Esto es lo que, a grandes rasgos, ocurre en cada etapa del camino:

1. Etapa de supervivencia. En esta etapa la mayoría de la gente tiene problemas para sobrevivir. Está tratando de hallar qué comer y dónde dormir cada día. En esta etapa hay problemas para hacer planes con más de un día o una semana de anticipación.

2. Etapa de lucha. Aquí la gente ha superado la etapa de supervivencia. Tiene comida en la mesa y techo sobre su cabeza. Pero la pérdida del trabajo o empleo, o una gran crisis financiera, inmediatamente los hace retroceder a la etapa de supervivencia.

3. Etapa de estabilidad. En esta etapa la gente ha logrado mantener un techo sobre su cabeza, tiene mucha comida en la mesa y hasta suficiente dinero para tomarse unas vacaciones de vez en cuando, también ha comenzado a ahorrar para el futuro.

4. Etapa de éxito. Es la etapa de la abundancia. Se tiene lo suficiente para estar más que cómodos. Se posee casa y buen auto. Hay ahorros para la jubilación y reservas para la educación de los hijos. Se pueden permitir todas las pequeñas cosas que siempre se quisieron. Desgraciadamente, en este momento mucha gente se despierta y se da cuenta de que las cosas más importantes de la vida no son las posesiones. Se preguntan: ¿Esto es todo? Se dan cuenta de que les falta algo; y cuando lo hallan, llegan a la verdadera meta del viaje...

5. Libertad financiera. Esta ocurre cuando las personas sa-ben que además, su vida tiene sentido. La vida se desarrolla sin agotamiento. Las relaciones funcionan. Aquellos que alcanzan la libertad financiera tienen en abundancia amor, tiempo, vitalidad y, desde luego, recursos.

El verdadero rico es alguien que comprende la perspectiva correcta de la existencia. Cuando el hombre es humilde para aceptar que su vida es frágil y breve, que hay un orden superior y unas reglas mejores que las que él se traza a sí mismo, entonces es cuando puede proyectarse hacia un triunfo verdadero, mucho más grande que la simple concepción de una breve vida terrenal dedicada a la complacencia personal y al manejo de las apariencias.

10. Los “10 mandamientos" del dinero

¿De qué se trata esta moderna sociedad consumista? Nos inculca que se viene a este mundo a ser poseedores de cuantas cosas se pueda. Nos pone a trabajar de sol a sol descuidando la salud y abandonando nuestra familia. Nos endeuda por el resto de la vida para poder comprar más cosas. ¿Tiene sentido? ¡Basta ya de todo esto! Necesitamos decidimos a vivir de verdad, es preciso sabe qué es y cómo debe usarse con sabiduría el dinero, para no ser sus esclavos.

“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No t e desampararé, ni te dejaré”.

Hebreos 13:5

Por eso hay que tener esto en mente, especialmente, los jóvenes: “Practiquen la economía. No acepten meterse en deudas innecesarias. No se gasten sus recursos en trivialidades, placeres o complaciendo el apetito. Decídanse a ser tan útiles y eficaces como sea posible. No esperen a que les lleguen las oportunidades, ¡háganlas!”

Warren Buffettes el tercer hombre más rico del mundo.Sin duda, alguien que sabe muy bien de qué está hablando.Sus curiosos e interesantes “10 mandamientos” del dineroponen bases firmes al propósito de alcanzar un bienestarfinanciero bien sustentado. Dicen así:

1) El dinero no crea al hombre. El hombre es el que crea al dinero.2) La vida es tan simple como usted la haga.3) No gaste su dinero en cosas innecesarias. Gaste en aquello que de

verdad necesita.4) No se vaya por las marcas. Póngase aquellas cosas en las que se sienta

cómodo.5) Si el dinero no sirve para compartirlo con los demás, entonces ¿para que

sirve? Ayude aunque no pueda hacerlo, siempre habrá bendición para aquellos que saben compartir.

6) No gaste el dinero que no tiene. Créditos, préstamos y demás, fueron inventados por la sociedad de consumo. No sea parte de ella.

7) Aléjese de las tarjetas de crédito e invierta en usted mismo. Después de todo, es su vida, ¿por qué dar la oportunidad a otros de manejársela?

8) Antes de comprar algo, piense: “¿Que pasará si no lo compro?” Si la respuesta es “nada”, no lo compre, no lo necesita.

9) No haga lo que otros digan. Escúchelos, pero decida sus compras por convicción.

10) La Biblia dice: “Nada hemos traído al mundo, y nada nos vamos a llevar”.

11. Utilizando el mayor recurso disponible

Esta es una historia bastante aleccionadora en la ciudad de Nueva York. El famoso puente de Brooklyn que atraviesa la bahía, no es solo un lugar turístico, también es el sitio predilecto de los desencantados con la vida para arrojarse al vacío. Hace muchos año, al anochecer de un frío día de otoño, un hombre cruzó la baranda protectora del puente situándose del lado de las gélidas aguas. Miraba hacia abajo en evidente postura de estar decepcionado de todo.

“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

Eclesiastés 9:10

De repente, apareció un anciano bondadoso, vestido de blanco, como eran también sus cabellos. Se dirigió al hombre en tono dulce y conciliador: “¡Oye!, no hagas nada hasta tanto no hables conmigo. Permíteme tomar tu brazo”. El

anciano parecía experto en manejo de desquiciados. Con destreza persuadió al hombre de regresarse para escucharlo contar su tragedia: “Soy empresario. Mi fábrica se vino abajo. No les pago a mis empleados hace meses. Nadie me financia más. Estoy ahogado en deudas. Busqué diversión en sitios inapropiados. Mi esposa se ha ido, junto con los niños. Lo he perdido todo”.

El anciano intervino: “Amigo, observo que tus aflicciones tienen origen financiero. Por favor, dime ¿con cuánto dinero calculas que saldrías adelante?” El hombre perplejo le contestó: “Creo que si contara con 800 mil dólares podría rehacer por completo mi vida”. El anciano le dijo: “Esa suma la producen a diario mis negocios. Me conmueves, pues es el precio que le pones a tu vida. Tienes suerte, soy John D. Roekefeller, II, el famoso banquero, y te voy a ayudar. Dime tu nombre, giraré un cheque por esa suma. Pero ni sueñes que es un regalo. Tendrás que devolverla en un año. No he hecho mi fortuna donando dinero. Me pagarás un 10% de interés. ¿Asumes este desafío? Y si no, mejor arrójate de una vez al agua helada de la bahía”.

El desconcertado empresario no podía creer lo que estaba ocurriendo. Sin dudarlo, aceptó el reto del sorprendente anciano. Se comprometió a regresar en un año, en la misma fecha, hora y lugar, con los 800 mil dólares que recibía en préstamo y 80 mil más de intereses. Con el cuantioso cheque en sus manos, daba gracias al cielo. Entonces corrió a ponerlo seguro en la caja fuerte de su casa. Al día siguiente, dio un discurso en su empresa tan lleno de entusiasmo que hizo estallar en júbilo a sus trabajadores, ¡todo empezaba de nuevo!

Pasó las siguientes semanas persuadiendo a sus proveedores para que le despacharan suministros. Convenciendo a sus distribuidores para vender de nuevo los productos de su fábrica. Viajó por todas partes expandiendo su negocio. Quienes lo veían, comentaban que parecía disponer de un poder sobrenatural. Desbordaba de optimismo y confianza, cosa que no se le había conocido antes. El impacto de sus acciones fue tal, que pronto llegaron unos recursos con los cuales persuadió a sus acreedores para refinanciar las deudas.

Pasaron los meses y lo inconcebible se hacía realidad, su compañía no sólo funcionaba, ¡estaba teniendo un éxito descomunal! Perder el tiempo en algún lugar inapropiado, ni aún pasó por su mente. Lo que le significó poder reconquistar a su esposa y disfrutar de los suyos, como nunca antes. Y lo más emocionante: había estado tan atareado, que ni siquiera había tenido tiempo para ir a cambiar el cheque del Sr. Rockefeller. En ese punto, incluso pensó que si las cosas seguían como iban, no tendría que usar esos fondos. Y cumplido el año, en efecto, así sucedió. Debió sacar el cheque de la caja fuerte tal como lo había guardado. Colocó el dinero en efectivo de los intereses en un portafolio junto al cheque y regresó al puente de Brooklyn.

Pararse en el mismo lugar donde un año atrás había estado a punto de lanzarse al vacío, le producía escozor. Pasaban los minutos y no llegaba el buen anciano. No sólo le había salvado la vida, ¡lo había desafiado a triunfar! Sí que tenía cosas qué contarle esta vez. Le había dado la más grande lección: ¡Vivir con entusiasmo! Respaldado por su cheque, que ni siquiera había tenido

que cobrar, sacó valor para rehacer su vida. Entonces, surgió en la distancia la figura de su amigo. Sólo verlo lo llenó de emoción. Esta vez venía seguido de 4 personas. “Tal vez sus guardaespaldas”, pensó. A medida que se dirigía hacia él, apretaba el paso hasta casi correr. Así mismo lo hacían quienes le seguían, todos vestidos de blanco.

De repente, la escena se tornó confusa. Quienes iban detrás, se le abalanzaron a su amigo y le sujetaron de los brazos con vigor. Forcejearon. El anciano miraba con desespero el portafolio donde estaba su dinero. “¡No se acerque a este hombre!”, le gritaban. “Somos enfermeros del manicomio, ¡es un loco! El año pasado también se fugó. En su demencia, asegura ser John D. Rockefeller, II. Se sabe que engaña a personas con chequeras inválidas. ¡No se acerque!”. Los enfermeros apresaron al anciano para llevarle de regreso al sanatorio mental. El empresario, rescatado a la vida, observaba enmudecido mientras sostenía en su mano el portafolio con el dinero de los intereses y aquel cheque sin fondos del enfermo mental.

La confianza en ese cheque, guardado en su caja fuerte, le hizo atreverse a grandes cosas. Le ayudó a vencer sus miedos. El miedo impide a muchos llegar lejos. En el terreno financiero, algunos piensan que si contaran con un fuerte respaldo económico, se arriesgarían a moverse y a actuar en forma decidida. Emprenderían negocios, harían ciertas inversiones, trabajarían como nunca antes lo han hecho. Creen que si tuvieran una buena suma en reserva, les daría la confianza para realizar las acciones que los llevarían muy alto. Pero no lo hacen, ni siquiera lo intentan. Sienten miedo. Sin los recursos disponibles, no se atreven.

En la historia, ese cheque, que resultó falso, hizo la diferencia. I a caja Inerte es un símbolo de nuestro corazón. El cheque, es un símbolo de la fe que hay que depositar ahí.Yla fe verdadera no es algo falso, es viva y eficaz. Es el más grande recurso del que podemos disponer. Llena tu corazón ile fe para que así puedas moverte con determinación en tu camino al triunfo.

12.No se hable más de crisis

Nadie debiera asustarse por las crisis económicas. Ni sufrir sus consecuencias. Es muy simple: siempre las ha habido, y, siempre las habrá mientras exista la Tierra. Es la constante de la historia. Algunas son suaves, otras más intensas. Pero todas pasan. Y regresan.

“Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto, y el país no perecerá de hambre”.

Génesis 41:36

A aquellos que quizás apenas inician su caminar, especialmente en el ámbito financiero y en los negocios, les aterran los tiempos borrascosos que parecen siempre venir por delante. Pero quienes ya son experimentados en los fluctuantes cambios del entorno económico, saben muy bien que hay tiempos de contracción, y tiempos de expansión. Tiempo de siembra y tiempo de cosecha. Ya son curtidos en el manejo de estas variaciones. Conocen perfectamente los períodos de escasez que siguen a las bonanzas. Y las

copiosas aguas que caen después de las sequías. Saben de las famosas “vacas gordas” y “vacas flacas” de los registros bíblicos.

Lo que más intimida a los incautos es la clásica preocupación general cuando caen dramáticamente los indicadores económicos y muchos asumen que será el fin. Entre tanto, los veteranos ya enseñados a lo largo de su vida a vivir en el péndulo de las oscilaciones financieras, echan mano dé sus provisiones y trabajan en diseñar las siguientes actuaciones que les harán aumentar su bienestar cuando vuelve el siguiente ascenso.

Un grave problema, especialmente en el mundo laboral y de los negocios, consiste en creer que las economías son estáticas. Son bastantes los que suponen que las vendimias duran por siempre. Hacen sus cálculos y proyectan sus gastos sobre esa vana ilusión. No ahorran, no hacen provisiones, ni se preparan. Fundamentan su existir sobre quimeras. Se desbordan en el éxtasis de resultados pasajeros, que a veces en forma traicionera, se alargan por un rato. Es así como llegan a padecer las consecuencias de tal ingenuidad.

En contraste, los más avezados, curtidos por mil batallas y conocedores de los comportamientos de la economía, han perfeccionado el arte de exprimir lo mejor a los “buenos tiempos”; y sostenerse, esperando con paciente esfuerzo, que pasen los “malos”. De hecho, saben bien lo que pueden esperar de cada altibajo. Durante los picos, recogen; se aprovisionan y apertrechan. Así, consolidan sus recursos. Y a lo largo de los bajos; cultivan, sacan provecho a las nuevas circunstancias. Consiguen mejores precios. Obtienen ventaja de las condiciones más favorables de inversión. Se emplean a fondo en la creación de futuras oportunidades de crecimiento. Saben que es tiempo de prepararse para la siguiente contraparte del ciclo.

Así pues, los capaces no hablan de crisis, las aprovechan tal como ellas son. No las temen, ¡las enrostran con sabiduría y valor!

IV

¡Aplique criterios correctos con su dinero!

Antes que la riqueza económica es la riqueza del alma; que trae equilibrio interior. Conciencia y sobriedad vienen consigo. Si añadimos virtudes como la paciencia, la disciplina y el orden, tenemos firmes pilares para construir una auténtica salud financiera. En conjunto, todos los atributos y elementos que definen lo que un individuo es, se conoce comocarácter.

Un buen instrumento de autoconocimiento es observar el estado de nuestras finanzas. Salvo alguna situación fuera denuestro control, la condición financiera refleja aspectos esenciales del carácter. Un carácter equilibrado lleva a unas finanzas equilibradas. Para mejorar la condición financiera, hay que empezar por el carácter. Los efectos se evidencian en seguida.

Sólo hay tres posibles situaciones financieras entre las cuales escoger: 1) Vivir por encima de los medios. 2) Vivir de acuerdo a los medios. 3) Vivir por debajo de los medios. La primera, es la razón de las deudas. La segunda, supone

gastos iguales a los ingresos. Sólo la tercera, permite el ahorro. El cual, si se sabe invertir bien, puede dar origen a mayor calidad de vida.

El objetivo de este capítulo es entender los procedimientos que permiten llegar a una condición financiera equilibrada. Aprender criterios correctos para manejar el dinero y poder aplicarlos para lograr mayor bienestar económico.

13.El más grande secreto para unas finanzas en equilibrio

Se ha comprobado que detrás de un acertado manejo financiero lo que hay es una persona con un carácter equilibrado. Este es el secreto más grande para lograr unas finanzas en equilibrio. Tales individuos han desarrollado ciertas virtudes: 1) El contentamiento: disfrutan hoy lo que tiene sin amargarse por lo que aún no han conseguido 2) La paciencia: saben esperar el momento más conveniente para hacerse a las cosas. 3) El dominio propio: no ceden a las presiones y son de firmes convicciones. 4) El sacrificio: saben que no todo tiene que ser inmediato, se aguardan. Hay sentido común en todo eso. Los recursos tienen un límite que hace que sea necesario saberlos utilizar con sumo criterio.

“mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe”.

Gálatas 5:22

Sacrificio es restringirse o privarse por un tiempo de algún beneficio o conveniencia presente, en procura de un beneficio o conveniencia mayor que vendrá después. Pocos entienden la dinámica del sacrificio para poder apalancarse financieramente. El ansia por comprar y disfrutar todo hoy, les impide poder disfrutar de verdad, mañana. Los medios de comunicación estimulan continuamente a los clientes para hacerse a las cosas de una vez. Les enseñan la gratificación inmediata y tratan de erradicar de su mente la virtud del sacrificio o la paciencia, pues de lo contrario, no se venderían tantas cosas. Es un principio de la sociedad de consumo. Por eso está desbordado el endeudamiento y surgen tantas dificultades financieras. Pero cuando un individuo ha desarrollado un carácter simétrico, se resiste a la tentación de desequilibrar sus finanzas.

Las personas están dispuestas a hacer sacrificios cuando desarrollan una visión más amplia. Cuando son capaces de ver el desenlace que vendrá más adelante. Para esto se necesita le. Es decir, tener la total convicción de que lo mejor estápor venir, y que habrá una jugosa recompensa que retribuye ron creces las privaciones y esfuerzos de hoy.

El factor común que da lugar a las diferentes cualidades identificadas, es la posesión de un carácter firme. Un carácter que fructifique en valiosas virtudes. Como ya lo dijimos, este viene a constituirse en el más grande secreto para unas finanzas en equilibrio.

Veamos cómo un individuo con un carácter firme actúa en algunas situaciones prácticas por las que todos pasamos:

Criterios básicos para la compra de la casa

La mayoría de clientes del sistema financiero muerden el señuelo de la cuota mínima. Es la ilusión de pagar lo menos posible cada mes, aunque tengan que esperar 15 años para poder ser propietarios. Algunos, incluso, pactan su hipoteca a 30 años. Para colmo, la mayoría de clientes buscan bienes inmuebles con características que no se correlacionan con la capacidad económica por la que pasan en ese momento de su vida. Por lo general, se endeudan cuando apenas están comenzando y aún no gozan de estabilidad laboral o profesional. El riesgo de salir perdiendo es muy alto.

Los expertos financieros coinciden en un consejo muy sabio: Empezar con una casa pequeña y pactar la hipoteca a máximo 7 años. Es paradójico, pero lo que debe hacerse es pagar la cuota más alta posible según sean los ingresos familiares. Si cada año se pagara, además, una cuota mensual adicional, el tiempo para ser propietarios del inmueble va a ser menor. Si la casa llega a estar del todo pagado en unos cinco años, podría incluso ser la palanca financiera para otros fines. Por ejemplo, si se arrienda, produce un ingreso mensual útil para amortizar el pago de otra casa similar, y en breve se poseerían dos. Si se vende, aún suponiendo que no tuviera ninguna valorización, puede dar para una elevada cuota inicial por una casa superior. Siguiendo el modelo ya descrito, en unos breves años más, sería propia.

Con este sencillo proceder se entiende cómo, gracias a una férrea disciplina y un firme carácter, es posible ser propietarios en menos tiempo; pero sobre todo, empleando muchísimo menos de nuestro dinero. Evitamos así pagar varias veces el mismo inmueble debido a los efectos de una costosa financiación de largo plazo. Son las ventajas de saber hacer la compra correcta con el plazo correcto. Querer adelantar el futuro teniendo hoy la casa que corresponde a mañana es un juego perdedor, además de peligroso, y todo debido a la ilusión de la “cuota mínima”. Lo interesante es que quien sabe esperar el momento apropiado para adquirir su casa anhelada, comprando hoy la que sí puede pagar y poniendo todo el empeño en hacerlo lo antes posible, es el que sale del juego propietario, en menos tiempo, sin mayores riesgos y, al final del proceso, incluso con una mejor vivienda que la que pensó al comienzo. Es también la ventaja de saber esperar para disfrutar de las comodidades en el momento que corresponde.

Otras consideraciones que señalan los expertos: Negociar muy bien la tasa de interés buscando que sea la más baja posible. Pactar el préstamo sin ninguna sanción por pagos anticipados pues se debe tener siempre la libertad de poder hacer abonos parciales o cancelar la totalidad del préstamo en cualquier momento y sin que por esto se incurra en ningún tipo de penalidad o sanción financiera. Recuerde, nunca haga préstamos por más de 7 años, haga su mejor esfuerzo porque esto sea así; dado el caso, empiece por una casa más pequeña. Piense que va a ser dueño de esa casa en 7 años o menos, y no un agobiado deudor crónico por 15 o tal vez 30 años. A la vuelta cíe escasos 7 años ser propietario le dará inmensas ventajas.

Ahª, una recomendación más: hay que procurar negociar con cada proveedor correspondiente y en forma separada los seguros, los impuestos que gravan la

vivienda y la amortización del préstamo. Los proveedores financieros siempre presionan para integrar todo en un solo paquete argumentando que será para mayor comodidad del deudor. Dicen algo así como: “usted no tendrá que preocuparse sino por hacer un solo pago con nosotros cada mes”. No entran en detalles porque cobran por administrar e intermediar los otros servicios haciendo aún más costosa la financiación del inmueble y más difícil poderse librar de la deuda al pagarla en forma anticipada o por medio de abonos especiales.

Criterios básicos para la compra del automóvil

lJn amigo aconsejaba a otro: “Si no te subes a un buen automóvil, tú no eres nadie en este lugar”. En realidad, sólo alguien con muy baja autoestima seguiría tan erróneo criterio. No somos aquello en lo que nos movilizamos, sino lo que tenemos dentro de nosotros mismos. Pedir dinero prestado para adquirir un costoso auto es la manera más eficaz para ver reducido en forma drástica nuestro capital. De nuevo, se necesita un carácter firme para saber plantarse bien a la hora de tomar decisiones financieras.

Supongamos que una persona compra una bonita camioneta, muy grande, por 26.000. Da una cuota inicial de 6.000 y le prestan 20.000 a mediano plazo. Cada mes debe pagar cerca de 1.000 entre cuota, seguros, gasolina y otros gastos. Pero si este individuo compra un carro sencillo de bajo consumo en buen estado, lo puede pagar de contado por 6.000. No tendrá cuotas mensuales, sólo necesitará seguro de responsabilidad; la gasolina y demás costos bajan, quedando todo en 250 al mes.

Esta, aparentemente simple, decisión representa un ahorro de 750 mensuales, o 9.000 ¡cada año! En 5 años son 45.000. Suficientes para hacer varios viajes al exterior o aún pagar casi la mitad de una casa pequeña. Alguien dirá, “bueno, pero si se tienen los medios, pues qué importa comprar el auto grande”. Los expertos financieros opinan: “Aún teniendo los medios, igual hay que hacerlo, se trata de economía y eficiencia financiera”. Es de analizarlo.

Criterios básicos para la puesta en marcha de un negocio

Muchos optan por el emprendí miento. Tienen el liderazgo y la dinámica para montar su propio negocio. Para tener éxito en esta iniciativa sí que se necesita un carácter firme y equilibrado. Acá el consejo es: “consolida primero tu negocio y después construye tu casa”. El grupo de los emprendedores es singular. Son sujetos que saben bien lo que es el sacrificio. Aguardan muchos años para ver por fin algunos frutos. Dicen que: “o se hace empresa, o se disfruta la vida”. La experiencia muestra que hay algo de verdad en eso. Lo que pasa es que quienes optan por ser empresarios empiezan a disfrutar comodidades y lujos mucho después que el resto, solo que cuando por fin éstos llegan, vienen aumentados al cubo. Los emprendedores aprecian más la libertad que la seguridad. No se restringen a horarios o instrucciones que provee un jefe. Son apasionados con sus proyectos. Suelen viajar y les gusta disfrutar las cosas de una manera muy especial. Muchos hacen sus sueños realidad y dan lugar a grande admiración.

Para consolidar un negocio hay que invertir tiempo, dinero e inteligencia. Hay que procurar acertar las más de las veces cuando se toman decisiones. Hay que elegir privarse de muchas cosas pues el negocio requiere continua reinversión. De hecho, al emprendedor le conviene tener amistades que no generen presión social. De lo contrario, va a estar crónicamente frustrado pensando que está perdiéndose lo mejor de la vida. Necesita tener un carácter bien cimentado, una moral intachable y unas convicciones muy sólidas. Lo bueno es que, si la sabe hacer, recibe retribuciones muy grandes. Aún en proporciones exponenciales. En efecto, el saber esperar, el aprender a disfrutar lo poco o mucho que vaya logrando, el dominio propio y la virtud esencial del sacrificio, son las claves para llegar lejos.

Es esencial para el emprendedor revisar las motivaciones de sus sueños. Debe asegurarse de que busca servir antes que conseguir notoriedad. Que persigue fines nobles y no ambiciones egoístas. No olvidemos que Hitler soñó liderar Alemania, y lo hizo. Al Capone soñó ser un rico empresario, y lo fue. Gadafi soñó el poder en Libia, y estuvo en la cima. Pablo Escobar soñó una gran fortuna, y la ganó. Idi Amín soñó dirigir los destinos de Uganda, y lo logró. Ellos hicieron su sueño realidad. Pero, ¿fueron hombres de éxito? Hay lecciones qué sacar: 1) El éxito egolátrico es un vil engaño. Debemos revisar de manera profunda nuestras motivaciones en la vida. 2) Antes que exitosos, mejor es ser correctos. Así pues, nuestro más grande sueño debiera ser primero la integridad de carácter. Pues todo lo demás, será añadido.

Cuando se quiere tener éxito a la fuerza, sin haber construido primero el carácter, pronto es notorio que es sólo apariencia, y el desenlace que sigue es el fracaso. Al mundo le obsesiona el éxito. Por eso muchos hombres sueñan con ser importantes, pero muy pocos sueñan con ser útiles y servir a los demás. El éxito no debe ser un fin en sí mismo, más bien es lo que suele sucederle a quienes se han propuesto una vida útil y laboriosa.

12 cualidades del emprendedor

Acerca de la puesta en marcha de un negocio, orientan mucho las ideas de quienes triunfan en las actividades empresariales. Warren Buffett es uno de ellos; a quien citamos de nuevo. Su fortuna es tan grande que sólo en donaciones ha dado con generosidad más de 30.000 millones de dólares. El señala 12 cualidades que lo llevaron a triunfar en sus negocios como inversionista. Cuando alguien logra tanto, sin duda que, hay mucho que aprenderle. Y otra vez, podemos apreciar en este compendio de 12 puntos clave, cómo tras de todos ellos se pueden entrever diversos aspectos del más grande secreto para unas finanzas en equilibrio y en crecimiento, un firme carácter:

Sentido común: Nunca invierta en un negocio que no pueda entender.

Arrojo: Sáquele provecho a lo que usted sabe, ahí está la riqueza.

Confianza: Siempre creí que iba a ser rico. No creo que alguna vez lo dudé ni por un segundo.

Eficacia: La primera regla es: jamás invertir para perder; y la segunda: no olvidar nunca la primera regla.

Prudencia: No es posible hacer buenos negocios con malas personas.

Paciencia: Algunos negocios toman tiempo sin importar el talento o el esfuerzo puestos en ellos. No es posible sacar un bebé en un mes si nueve mujeres se embarazan al tiempo.

Visión: El tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los mediocres.

Sagacidad: Si el cálculo o el álgebra fueran esenciales para ser un gran inversionista, tendría que devolverme a repartir periódicos.

Frialdad: A la hora de invertir o plantear un negocio, el pesimismo se transforma en aliado; y la euforia, se convierte en el peor enemigo.

Cautela: Nunca le pregunte al peluquero si necesita un corte, pues es como preguntarle a su esposa si quiere ir de compras.

Determinación: Cuando voy sobre seguro, siempre invierto en la bolsa como si fuera el último día de operaciones y no volviera a abrir en cinco años.

Sabiduría: ('liando le llegue su turno al bate, no batee todo lo que le lancen, hay que esperar la pelota correcta, así el público presione.

14. Los mejores consejos financieros para no expertos en finanzas

Tal vez el consejo financiero por excelencia es: “Vive por debajo de tus medios”. Es decir, aprender a disfrutar lo que se va logrando y tener la paciencia de esperar el momento adecuado para adquirir algo mejor. Es lo que se conoce comocontentamiento. Vivir por encima de nuestros medios hace inevitable endeudamiento. Hay que buscar dinero que no se ha producido para poder adquirir cosas, fuera de momento y lugar. Esto da origen al desequilibrio financiero. Le sucede a la mayoría de personas. La industria del crédito los estimula a hacer préstamos. Es la forma como pueden lucrarse de ellos. Y lo que ignoran los deudores crónicos es que comprar cosas a crédito, las encarece. En endeudamientos de largo plazo, las cosas pueden llegar a pagarse hasta cuatro o más veces de su valor original. Hay que andar entonces consiguiendo más y más préstamos para poder mantener ese estilo de vida. Por eso el problema se va haciendo cada vez más crítico, es como caer en arenas movedizas.

“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamientos; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar”.

1 Timoteo 6:6,7

Ahora bien, si vivimos de acuerdo a nuestros medios, o sea, lo que gastamos es lo mismo que lo que ganamos, nunca queda dinero para ahorrar. Y sucede que siempre será vital procurarse ahorros con el fin de usarlos más adelante en alguna inversión productiva o en algo que realmente valga la pena. Por eso el consejo dice: “Vive por debajo de tus medios”. Es de la única manera en que puede quedar dinero para ahorrar e invertir. Este desafío implica un férreo carácter donde brillan el dominio propio, la disciplina y la virtud-del contentamiento, que no es igual a “conformismo”. Pues lo bueno, es que cuando más adelante se invierte lo ahorrado en formas que ayudan a aumentar

los ingresos, entonces habrá más medios disponibles para cosas mejores aún. Así pues, para vivir mejor lo que se deben aumentar son los medios, no las deudas. Las deudas sólo conducen a vivir peor.

Aquí tenemos otros consejos financieros muy sabios para el bienestar económico:

Acostumbrarse a comprar de contado o con tarjeta débito. La regla de oro para no tener problemas financieros es: Primero ganar, y luego, gastar. Y siempre practicar el principio fundamental: ganar más de lo que se gasta.

Comprar únicamente las cosas que son necesarias. La cultura del derroche se hace patética cuando el garaje de la casa se llena de cosas inútiles que terminan botándose.

No ir al supermercado con hambre. Esto motiva a que se adquieran alimentos que al final no se consumen.

No hacer viajes de placer a crédito. Es mejor ahorrar por un tiempo y cuando se ha reunido el dinero necesario, entonces organizar el viaje. No hay peor cosa que regresar de 8 días de vacaciones, para tener que pagarlas durante 36 meses.

Rechazar las ofertas de nuevas tarjetas de crédito. Aceptar una tarjeta de crédito tras otra es asegurarse de ser un deudor permanente del sistema crediticio. Los expertos en finanzas usan una sola tarjeta de crédito para emergencias o rentar un auto cuando se necesita.

No entrar en una deuda para pagar otras. Es la más audaz estratagema de los prestamistas, equivale a tener que empezar un nuevo período como deudor por una suma consolidada que sólo aletarga indefinidamente el problema de las deudas.

Jamás se debe aceptar ser fiador de nadie. Se le puede explicar a la persona que lo solicita que, debido a un convenio interno de familia, existe el compromiso de no serlo.

Conviene proponerse una suma desafiante para ahorrarla en forma sistemática. Esta sencilla disciplina rinde extraordinarios resultados.

Hay que desconfiar de las cosas baratas, es verdad que suelen salir caras.

Es conveniente guardar y clasificar los recibos de todo lo que se paga. Ayuda muchísimo para preparar la declaración de impuestos. Hacer presupuestos. Y de paso, entender en qué se va el dinero.

Aprender a diferenciar entre deudas de consumo y deudas de inversión. Las de consumo son las que sacan el dinero del bolsillo para jamás volver. Y por lo tanto, no se aconsejan. Hay que evitarlas. Jamás debe pagarse a crédito, por ejemplo: Entretenimiento, comidas fuera de casa, ropa de marca, aparatos de lujo, etc. Las deudas de inversión son las que regresan lo que se sacó del bolsillo con un buen incremento, por ejemplo: Difusión del negocio por Internet, un aparato o herramienta para mejorar el rendimiento laboral, estudios o programas de mejoramiento profesional, dinero empleado para producir artículos para vender, etc.

No ceder a la presión de la publicidad o del grupo social. Cuando se cae en la tentación de comprar algo, imaginarse que ya se adquirió. Con certeza unos días más tarde ya se habrá olvidado por completo el asunto. De hecho sucede con el 80% de lo que se compra. Por el contario, si era una necesidad apremiante, unos días más tarde se extrañará de verdad. Hará tanta falta,, que así será posible comprobar que en realidad debe comprarse.

Se debe desarrollar el hábito de dar. La generosidad dispara la productividad personal y hace que la mente encuentre maneras creativas de ganar más. El acto de dar envía un mensaje de abundancia al cerebro que pronto se refleja en mayor bienestar económico. Es bien interesante ver cómo esto funciona.

15. Estrategias fundamentales para manejar bien el dinero

Conviene entender así las cosas: nuestro bienestar financiero es la consecuencia de seguir correctas estrategias en el manejo de los recursos. Como todo proceso, cuando es bien planeado y trazado con método, rinde fruto. Tal vez la principal razón porque muchas personas tienen dificultades económicas y sufren reveses financieros es porque han tomado este aspecto a la ligera, no están del todo conscientes de su cuidado, o carecen de buenos criterios de acción. En ésta área de nuestra vida es preciso formular y ejecutar acciones bien concebidas.

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará”.

Gálatas 6:7

El principio dice que lo que se siembra, se cosecha. Y este principio se manifiesta con crudeza en lo que concierne a nuestras finanzas personales. Lo más básico que debemos aprender es: practicar el criterio de la buena economía y la sensatez en el gasto. Entendámoslo en estos términos: La contabilidad de una empresa se caracteriza por llevar dos movimientos: ingresos y egresos. Es decir, entradas y salidas. La estrategia esencial para manejar el dinero es asegurarse de que los ingresos sean siempre mayores que los egresos. O, lo que es igual, que las entradas sean siempre superiores a las salidas, o gastos.

En la vida de una persona, el planteamiento es el mismo. Si nuestros ingresos superan los egresos, son buenas noticias, ¡estamos haciendo ahorros! Pero si nuestros egresos superan los ingresos, ¡peligro, estamos acumulando deudas! Un administrador sensato hará que los ingresos sean siempre mayores que los egresos y que esa diferencia se aumente lo más posible. ¿De qué manera? Se requiere un plan de ataque y un plan de defensa. Mejorar los ingresos será nuestro plan personal de ataque financiero. Reducir los egresos será nuestro plan personal de defensa financiera. Estos dos temas se presentarán y estudiarán más a fondo en el próximo capítulo.

Parece muy simple, pero en realidad, todo lo bueno que a alguien le puede suceder desde el punto de vista financiero se resume en esta sencilla, aunque definitiva, fórmula:

Mis INGRESOS deben ser siempre mayores que Mis EGRESOS

El buen administrador o mayordomo procura entonces estas dos cosas:

Mejorar mis INGRESOS es mi plan de ataque financiero

Reducir mis EGRESOS es mi plan de defensa financiera

Sin perder de vista que:

Sólo sí mis INGRESOS son mayores que mis EGRESOS, acumulo AHORROS

Pero, si mis EGRESOS son mayores que mis INGRESOS, acumulo DEUDAS

Aunque parezca muy obvio, lo primero que hay que hacer es tomar plena conciencia de cuánto se está produciendo y cuánto se está gastando, cada mes. Hay individuos que ni siquiera saben esto con claridad, es de esperarse que presenten problemas financieros. Hay que estar vigilantes. Y además, hay que ser valientes: tomar un papel y una pluma y escribir cuánto se está haciendo y cuánto se está gastando al mes. Profundizaremos sobre esto en un capitulo posterior, en el cual, incluso aprenderemos a formular un presupuesto (capítulo VI, tema 21). Por ahora, insistimos, el asunto está en hacer toma de conciencia.

Cuando un individuo llega a ser aplicado en sus planes de ataque (mejorar ingresos) y de defensa financiera (reducir egresos) y los practica con disciplina en forma permanente y sistemática, es como puede pasar de la simple supervivencia a la estabilidad económica, con todas las ventajas que ello supone.

Es necesario que trabaje con inteligencia y esfuerzo para que su negocio, oficio, profesión o actividad laboral, continúe progresando. Una meta futura será emplear parte de los ahorros y ganancias, bien en inversiones que generen rentas, o ('ii negocios adecuados que dejen dividendos. Entonces, así se puede pasar de la estabilidad al éxito económico.

La intención es poder liberar cada vez más y más nuestro tiempo, a fin de utilizarlo en propósitos más trascendentes de la existencia. Cuando la continua generación de ingresos ya no es más una preocupación porque se ha tenido la sabiduría y la capacidad para crearla con medios propios, es que se habla de “libertad financiera”.

Ycuando se llega al ideal de que nuestro tiempo puede destinarse casi por entero a servir y ayudar a los demás; entonces le hemos llevado la “libertad financiera” a la trascendencia, listo quiere decir que nuestra vida pasa la barrera de vivir sólo para nosotros mismos y comienza a tener un valioso impacto sobre los demás. Es decir, trasciende, brinda un significativo beneficio a nuestros prójimos.

Tal vez lo más interesante de esto es saber que la gran mayoría de hombres que beneficiaron a la humanidad, desde un comienzo tuvieron en mente servir, no ganar. Su prioridad fue trascender, más que proveerse sólo para ellos mismos. Y no sólo dejaron huella en otros, sino que la propia vida les proveyó lo necesario y, muchas veces, los sobreabundó.

¿Por qué le cuesta tanto al ser humano ser un triunfador? Por su autosuficiencia. Su errónea sensación de que por sí mismo puede lograr todo.

Pero cuando recordamos cuán vulnerables y efímeros somos, nos tornamos humildes, y en ese estado, si es que en verdad anhelamos triunfar, es cuando somos capaces de elevar nuestros ojos hacia arriba y buscar con sinceridad la inspiración, la sabiduría y el poder que realmente nos capacitarán para vencer. La humildad es el secreto de los verdaderos ricos. Estos, son personas que llegan a trascender.

V

¡Resolviendo los problemas de dinero!

La mayoría de los problemas financieros tienen su origen en las 3 “I” fatales del dinero: Ignorancia, Indolencia e Intemperancia. Ignorancia: desconocer qué hacer y cómo manejar el dinero. Indolencia: es el mismo descuido o desidia, no asumir responsabilidad, desconectarse de la realidad, creer que siempre habrá dinero. Intemperancia: comprar en forma inconsciente, ir por más y más créditos, sin ejercer el debido control.

Mantener unas finanzas equilibradas, tal como lo hemos estado estudiando, es algo fácil de explicar aunque más difícil de hacer: Nuestros ingresos deben siempre superar nuestros egresos. Cuando es así, estamos acumulando ahorros. Pero si esto se invierte, empezamos a acumular deudas. Y una estrategia financiera basada en endeudarse, tarde o temprano, lleva al colapso. ¿Qué hacer'' Pues hay que buscar cómo ser más productivos y, definitivamente, aunque duela, hay que gastar menos.

En este capítulo formularemos las estrategias básicas para corregir cualquier situación financiera dificultosa, y describiremos las más significativas acciones que se necesita emprender para lograrlo. Veremos cómo salir de las deudas, para siempre.

16. Plan de ataque financiero: cómo mejorar los ingresos

Para nadie es un misterio que las personas que tienden a recibir mejores ingresos son aquellas con un nivel más alto de educación, preparación o calidad de desempeño. Ellas se han preocupado por estudiar, formarse, desarrollar habilidades y destrezas superiores a la media, y en ello basan su éxito. ¡Esta puede ser también nuestra estrategia! Aquellos que logran mayores ingresos o que incrementan sus entradas tienen comportamientos claros de los que todos podemos aprender. Veamos algunas de sus características:

“Te pondrá Dios por cabeza y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas”.

Deuteronomio 28:13.

Son personas que se enseñan a pensar en grande. Se proyectan correctamente para la vida. Tienen grandes anhelos y buscan servir con agrado a los demás por medio de su pro- lesión, su oficio, o su trabajo. Si llegan a poseer un negocio propio, se esmeran en servir y mantener a sus clientes satisfechos. Así, sus clientes compran más y hacen que más clientes también se beneficien de sus productos o servicios. Trabajan en la promoción y difusión

de su negocio con estrategia y eficacia produciendo los resultados que ellos mismos se han propuesto.

Quienes gozan de buenos ingresos y éxito económico, mejoran siempre su calidad como personas y como trabajadores, saben que estancarse va en detrimento de ellas mismas, también tienen claro que deben trabajar y servir con ética. Es decir, hacen las cosas con el mayor esmero posible de acuerdo a principios de rectitud e integridad. Se han dado cuenta que “la ética es el negocio más rentable que existe”.Quien trabaja con ética es correcto, construye un buen nombre, genera confianza, y por eso, siempre tiene buen trabajo.

Nuestro plan de ataque financiero implica tener visión de amplio alcance. Hay que pensar en el futuro. Siempre que tengamos una mejor formación o preparación, las posibilidades de aumentar nuestros ingresos serán mayores. Todo dinero que invirtamos en estudio, aprendizaje y mejoramiento personal, aunque al principio parezca un gasto, más adelante nos permitirá obtener más ingresos. Eso les sucede a los que se forman académicamente, a los que toman cursos o programas de mejoramiento de su labor o actividad. Como también a los que invierten en su desarrollo intelectual o en la adquisición de mayores capacidades y conocimientos para su oficio, trabajo, profesión, o para lanzarse a nuevas posibilidades u opciones.

Así pues, los especialistas, los que brindan calidad, los que no se andan quejando, los que se atreven a actuar, los que vencen sus temores, los que van más allá del cumplimiento promedio, los que hacen muy bien y con gran amor su trabajo, los que están siempre superándose, los que se esmeran en la ejecución de sus deberes, los que construyen una buena reputación y la demuestran, siempre verán aumentar sus oportunidades y, consecuentemente, sus ingresos.

Ellos saben que la recompensa a un trabajo bien hecho es una nueva oportunidad para hacer otro trabajo bien hecho. Así, sus actividades tienen una demanda y aprecio creciente. Cada vez tienen más solicitudes o ganan mayor confianza en su trabajo. Llegan más y más clientes, y los ingresos, desde luego, crecen en esa misma proporción. Cuando queramos mejorar nuestros ingresos, debemos primero pensar en mejorar nuestras capacidades, destrezas, calidad, conocimientos, relaciones... ¡veremos cómo se amplía nuestro horizonte, aumentan las posibilidades y se multiplican nuestras entradas!

Para poder lograr esto es importante recordar que es preciso invertir. Y para poder invertir es necesario dar prioridad, si manejamos fondos o recursos, a nuestra formación. Esto supone disciplina y sacrificio. Pocas personas tienen la capacidad de orientar sus recursos para lo que realmente vale la pena. En especial, si deben sufrir ciertas privaciones temporales que, a la postre, son las que los llevan a prosperar. Hay que estar siempre abiertos y dispuestos al progreso. Estamos destinados a ser cabeza y no cola.

17.Plan de defensa financiera: cómo reducir los egresos

Se sabe que las personas disciplinadas y organizadas tienden a gastar en menor proporción que la media, beneficiando ampliamente su economía personal. Son más conscientes del dinero y de su uso, desarrollan algo que los expertos denominan “inteligencia financiera”: logran más, con menos. Eso explica por qué hay personas que con menores ingresos, disfrutan de condiciones financieras más equilibradas que otras con mayores entradas. ¡Es porque éstas saben utilizar con inteligencia y eficacia sus recursos!

“Te abrirá Dios su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado”.

Deuteronomio 28:12.

¿Y qué caracteriza a estas personas? ¿Qué podemos aprender de ellas? En primer lugar, suelen darle un gran valor al sentido de la privación temporal, o, “sacrificio”. Esta disciplina personal les permite potenciar sus capacidades para más adelante lograr mayores satisfacciones. Ellas tienen paciencia, hacen cosa por cosa, no se desesperan tratando de adquirir iodo a la vez. Son valientes para decir “no”, aunque todos quisieran escuchar lo contrario. Saben invertir sus recursos en lo que es productivo y provechoso.

No compren cosas por razones de “estatus”. La necesidad prioritaria, es su principal motivación de compra. No son impulsivas, no ceden ante la presión social o de grupo. Se abstienen de comprar cosas simplemente porque otros las tienen. No viven en función de la opinión de terceros, pues su autoestima es elevada.

Se cuenta el caso de un niño que le dijo a su padre: “Papá, necesito que me compres unas costosas zapatillas nuevas de marca. De lo contrario, temo que mis amigos no me aceptarán más entre ellos”. El padre, muy sabiamente, le contestó: “Hijito, creo que tú no necesitas un par de zapatillas nuevas, sino un nuevo grupo de verdaderos amigos”.

Las personas que siguen un pían de defensa para reducir sus egresos actúan también de la siguiente manera: Practican la economía. Saben calcular bien cuánto gastar. Determinan anticipadamente lo que han de comprar o adquirir. Saben poner límite a sus planes. Conocen la cifra máxima que pueden invertir en algo, y el máximo monto que pueden destinar a cada concepto establecido en el manejo de sus gastos.

Aprenden a utilizar presupuestos que siguen con agrado y disciplina, veremos un modelo de presupuesto en el capítulo VI, tema 21. Hacen estimaciones estrictas de lo que se puede gastar en un período determinado, cié acuerdo siempre con sus ingresos regulares de cada mes. No se gastan sus recursos en trivialidades, placeres o complaciendo el apetito. Se resisten al derroche o al gasto intrascendente y evitan la compañía de individuos que llevan a ello.

Así mismo, estas personas: Saben esperar para comprar cuando es más apropiado o favorable. Al hacer una compra importante, evalúan bien la conveniencia o posible rentabilidad de la misma antes de entregar su dinero.

No tienen problema en buscar ofertas y los sitios donde se consiguen mayores ahorros. No temen salir en procura de más beneficio y siempre prefieren los descuentos al pagar de contado, o en efectivo. No aceptan meterse en deudas. Evitan al máximo pagar sobrecostos causados por intereses y créditos, generalmente innecesarios e, incluso, inútiles.

La economía y la eficiencia en el gasto de estas personas hacen que el dinero les rinda y que puedan disfrutarlo mucho más que otros que no son cautelosos en este aspecto. Quienes reducen los egresos, también es porque han decidido ser tan útiles y eficaces como les es posible. Su actitud no es esperar a que les lleguen las oportunidades, ¡las hacen!

Muchos problemas financieros surgen por falta de dominio propio en el gasto personal. Obtener un crédito resulta fácil, hasta con pagar en forma cumplida un pequeño préstamo al banco y ya, se tiene historia crediticia para obtener más endeudamiento. En ese punto, algunos asumen que ha llegado el momento de darse ciertos lujos y comodidades, adquirir el último avance tecnológico o complacer ciertos gustos o caprichos que, en realidad, aún no tienen lugar. Se dicen a sí mismos cosas como: “es que yo me lo merezco”, “para eso es que trabajo tan duro”, o, “es que tengo derecho a vivir bien”. Y así es como más adelante, están sufriendo graves angustias y aflicciones económicas. ¡Paradójico!

Esto nos enseña que es necesario saber manejar el dinero desde una perspectiva correcta. Hay que adquirir cosas de acuerdo a nuestra capacidad real. Y si así lo hacemos, lograremos aumentar nuestro potencial financiero y acelerar el momento en que de verdad podamos darnos ciertos lujos y comodidades, sin tener que lamentarlo después.

18. ¿Qué hacer con las deudas?, aprenda cómo salir de ellas

Las deudas se han convertido en uno de los problemas más preocupantes de la actualidad. Son deudores, y de grandes cifras: los países, las empresas, las familias, los individuos. La economía actual ha sido estructurada sobre la base de un sistema de préstamos que financia todo: lo que se necesita y lo que no se necesita. Su red operativa incluye: líneas de crédito, hipotecas, tarjetas de crédito, financiamiento de compras, préstamos de consumo, sobregiros, arrendamiento financie' ro, avances de efectivo, y más.

“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”.

Proverbios 22:7

Muchos califican como crítica su situación económica. Deben resignarse a vivir bajo la opresión de créditos y deudas que han obtenido con relativa facilidad de manos de hábiles prestamistas. Les toca convivir con la dura realidad de tener que atender obligaciones financieras trabajando muy duro, sólo para tratar de evitar su naufragio. Casi tocia necesidad, real o imaginaria, casi cualquier deseo o impulso de compra, puede ser satisfecho sin más esfuerzo que reunir unos documentos y firmar un papel. Desde luego, eso no es gratis. Es uno de los más lucrativos negocios que se nutre de seducir a los usuarios a endeudarse más y más.

El endeudamiento descontrolado se ha vuelto un flagelo generalizado de la sociedad moderna. En gran medida surge cuando se combinan el ansia cié lucro de quienes prestan y la vulnerabilidad de quienes piden prestado. Las deudas asfixiantes no llegan sin motivo. Muy a menudo, son con-secuencia de una explosiva mezcla de gastos descontrolados y mal manejo de los recursos. Y la única manera de librarse del problema es asumiendo una postura firme y decidida frente a la situación. No hay que dejar que la sensación de derrota financiera se convierta en derrota emocional. Es posible obtener la victoria.

Lo que hay que hacer, por simple que suene, es ¡decidirse a salir de deudas! Aunque parezca imposible, todos los que selohan propuesto, con absoluta determinación, han logrado esa libertad. Se debe tener el valor de enfrentar la situación de la manera más objetiva. Para ello hay que empezar por tener la valentía de identificar todas las deudas que se tienen, ninguna puede quedar por fuera. Es necesario elaborar un listado general de cada una de ellas y totalizar la cantidad que se debe. Algunas personas tienen en su lista quince o más deudas diferentes. Puede emplearse la guía que se presenta a continuación:

LISTADO GENERAL DE TODAS MIS DEUDAS

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

Deuda ________________ Monto _____________ Vencimiento final ___/____

SUMA TOTAL DE MIS DEUDAS________________ Mi plazo final ____/____

Veamos un ejemplo de cómo usar este cuadro:

LISTADO GENERAL DE TODAS MIS DEUDAS HIPOTECA CASA $153.751 12 2.032

HIPOTECA CASA ______________ Monto _________ Vencimiento Final ____ /_______

TARJETA DE CRÉDITO $18.53209 2.018

HIPOTECA CASA ______________ Monto __________ Vencimiento Final ____ /_______

Parece muy obvio, pero es preciso continuar haciendo el compromiso serio de no aceptar una sola deuda más. La deuda llega a ser una especie de adicción de la que es necesario hacerse consciente. Dejando de meterse en deudas se resuelve el problema de raíz. Aquellos que creen y confían en Dios pueden recibir la infalible ayuda del Todopoderoso.

Es muy recomendable escribir en una hoja de papel este propósito, estimar un tiempo límite para pagar todas las deudas y firmar el compromiso. Puede emplearse el modelo que viene a continuación:

COMPROMISO DE PAGO DE TODAS MIS DEUDAS

Fecha ________________________

Mis actuales deudas suman: $ ______________________________

pago desde ahora el firme compromiso de no aceptar ni una sola deuda más. Pongo esto delante de Dios, pues sé que con su ayuda obtendré la victoria. Me fijo la fecha de ,__________________________________________ como mi plazo propuesto para salir de la totalidad de mis deudas.

Esto implica que por los próximos_________ meses, concentraré mis capacidades, esfuerzo y todo mi potencial financiero en alcanzar esta meta.

FIRMA__________________________

Ahora la lista de deudas debe ordenarse de mayor a menor. Se coloca la deuda más grande en la parte de arriba, luego la que le sigue en tamaño, y así sucesivamente hasta la más pequeña, que queda de última (y como la número 1 de abajo).

Por lo general, la mayor deuda suele ser la hipoteca de la casa.

Luego aparecen las deudas de auto, tarjetas de crédito, almacenes o tiendas, préstamos empresariales, familiares, y demás.

Se puede apreciar enseguida una hoja guía que permite organizar la lista de las deudas de la manera indicada:

GUÍA PARA ORGANIZAR MI COMPROMISO DE PAGO DE TODAS LAS DEUDAS

(Ejemplo con alguien que tiene 12 diferentes deudas)

12.Deuda ______________ Monto $ _________________11.Deuda ______________ Monto $ _______________10.Deuda ______________ Monto $ ______________9. Deuda ______________ Monto $ ____________8. Deuda ______________ Monto $ __________7. Deuda ______________ Monto $ ________6. Deuda ______________ Monto $ __________5 Deuda ______________ Monto $ ________4. Deuda ______________ Monto $ _______2. Deuda ______________ Monto $ _____

2. Deuda ______________ Monto $ ___

1. Deuda ______________ Monto $ __

La metodología a seguir es esta: Como se ha hecho el compromiso de no aceptar una sola deuda más, la lista no va a aumentar en ningún momento. Entonces debe trazarse el objetivo de pagar la deuda más pequeña en el menor tiempo posible, es la que quedó en la parte de abajo de la lista con el número 1. No es nada difícil. Por lo general, no transcurren ni dos meses para hacer esto realidad. Al lograrlo, se alcanza una importante victoria parcial: ahora hay una deuda menos en la lista y la convicción de que sí es posible liberarse.

Entonces, se procede igual con la penúltima deuda del listado. Hay que ir de abajo hacia arriba, de las más chica a la más grande, actuando con tocia determinación. Al haber pagado ya una deuda no hay que destinar fondos para cubrir el valor de esa mensualidad, tampoco existen más interesesocargos financieros por esa deuda que, aunque pequeña, igual conllevaba un costo. Así pues, es más fácil cumplir con el siguiente objetivo. No va a transcurrir mucho tiempo para verlo cumplido: la penúltima deuda de la lista, con el número 2, se habrá pagado y tampoco va a existir más. Es una nueva victoria que imprime confianza.

Es preciso tener en cuenta que en ningún momento se debe dejar de pagar cada uno de los pagos mínimos mensuales que exige cada deuda. Tampoco debe haber atrasos para efectuar el pago de ninguna de ellas. A medida que se va haciendo el esfuerzo para librar las deudas chicas de abajo, se concentra toda la capacidad en pagar por completo la siguiente, y luego la siguiente, en orden ascendente. Todo el dinero que ya no se emplea en pagar las deudas que se han cubierto, se debe destinar a la próxima para salir más pronto de ella. Con la de más abajo que se esté atendiendo, se hacen los abonos más grandes posibles, esto si es que aún no se puede pagar por completo.

Pronto se entiende cómo en la medida que se va pagando cada deuda se van liberando más fondos y se va concentrando más capacidad económica para atender la siguiente en el proceso, de manera que cada vez es más fácil avanzar. Cada deuda eliminada es una nueva victoria. De ese modo van acabándose las deudas de la lista una por una, de menor a mayor.

Desde luego, durante el proceso se han hecho sacrificios. Posiblemente no se han visitado ciertos costosos lugares que antes se frecuentaban, como tampoco ciertas tiendas o restaurantes. La disciplina de salir de deudas puede parecer muy exigente, pero hay que recordar que trae enormes satisfacciones y ofrece maravillosas ventajas, además de una gran paz interior.

En el término de algunos años, la mayoría de personas que han seguido el método con decisión han podido eliminar una tras otra sus deudas. Han aprendido a manejar sus recursos con criterio, han comprendido sencillos pero importantes conceptos financieros. Sobre el final, cuando solo quedan un par de deudas en el listado, que suelen ser la casa y el automóvil, descubren que debido a que ya no tienen que atender tantas mensualidades ahora poseen un mayor poder económico que les permite acelerar aún más el proceso.

Entonces, ellas ven cómo llegan al punto en que únicamente resta la deuda final y la más grande, que suele ser la hipoteca de la casa. Si el acuerdo con el prestamista bancario no contempla lo contrario, es posible hacer pagos dobles a la cuota mensual. Así se descubre algo sorprendente: el tiempo total para pagar la hipoteca de la casa se reduce dramáticamente.No hay que esperar tantos años para ser dueños del inmueble. En sólo unos meses más por delante, el gran objetivo es cumplido: ¡Cero deudas!

Con una base tan sólida: ninguna deuda y la plena propiedad de la casa, son innumerables las ventajas y beneficios.Para ese momento, muchas más lecciones ya se han asimilado. Este es apenas el comienzo de nuevas y más extraordinarias expediciones financieras. ¡En nuestras manos está esa libertad!

19. Acelere la llegada a ¡cero deudas!

Si queremos imprimirle velocidad al gran objetivo de “cerodeudas”, es posible también obtener algunos “fondos extras” para destinarlos a saldar más rápido, una a una, todas las deudas enumeradas en el listado elaborado en el capítulo anterior.

“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros”.

Romanos 13:8

Nos referimos aquí a otros valiosos procedimientos que serán muy útiles en este objetivo y que hacen parte del plan de defensa financiera:

Servicios de telecomunicaciones en casa: Se pueden negociar en paquete los servicios como Internet, cable, teléfono fijo y celulares. Siempre hay que buscar beneficiarse de las promociones ofrecidas con tarifas más favorables. Cuando hay incrementos de las mismas cada cierto tiempo, es prudente llamar y concertar la nueva tarifa para evitar tener que cambiarse a otro proveedor. Si no hay acuerdo, no dude en hacerlo. Conviene calcular bien los minutos mensuales que se emplean de celular para elegir el plan más conveniente y económico. Si se cuenta con teléfono celular, posiblemente no sea necesario teléfono en casa.

Electricidad/gas: Organice una campaña doméstica de control de uso de luces, computadoras, hornos, estufa, electrodomésticos y otros aparatos que consumen electricidad o gas. Toda la familia trabajando en equipo puede

conseguir ahorros muy importantes. Digan no a televisores encendidos, luces encendidas que nadie requiere, ajusten la temperatura de los sistemas de calefacción y aire acondicionado. Investiguen con sus proveedores de energía los sencillos mecanismos que existen para bajar las cuentas. De aquí también salen buenos “fondos extra”.

Agua: Hay muchas alternativas para hacer eficiente el uso del agua, por ejemplo, duración del tiempo en la ducha, método para el lavado de la losa, utilización más eficiente cié la lavadora, riego de plantas moderado, revisión de fugas, etc.

Seguros de casa y vehículos: Se pueden negociar en conjunto con la compañía aseguradora obteniendo precios más favorables. Es aconsejable cotizar y revisar diversas posibilidades y elegir las opciones con las tarifas más convenientes. ¡Más “fondos extra”!

Restaurantes y comidas rápidas: Siempre será más económico y saludable comer en casa, si esta opción es posible, no dude en tomarla. Al trabajo puede llevarse comida preparada en la casa, se evita salir a restaurantes cercanos al lugar de trabajo, el ahorro será significativo.

Proveedores de servicios: Tenga siempre amigos o buenos recomendados para los servicios que requiere una vivienda o apartamento. Establezca su propio grupo de proveedores de confianza. Las compañías sofisticadas que hay en el mercado suelen ser costosas, un buen amigo o conocido puede darnos igual calidad y alguna buena consideración en el costo de servicios como mecánica, plomería, pintura, aseo, mantenimiento, jardinería, electricidad, aire acondicionado, puertas eléctricas, y demás necesidades del hogar. Ahora bien, si aprendemos a hacer algunas de estas cosas, pues ¡tanto mejor!

Impuestos: Siempre será un buen consejo saber hacer el informe anual de impuestos, o asesorarse bien de alguien que sepa, a fin de aprovechar los distintos incentivos fiscales existentes y pagar lo que realmente corresponde, evitando entregar más recursos de lo que exige la ley por desconocer la forma correcta de atender esta obligación ante el Gobierno.

Varios: Considere también toda forma apropiada de ahorrar dinero en otros temas como compra de mercado, útiles, ropa, regalos, viajes, medicinas, servicios médicos y odontológicos. Vale recordar que existe un sinnúmero de promociones, cupones, descuentos especiales, descuentos a grupos, paquetes especiales, rebajas, precios reducidos de Internet, remates de inventario, cambios de estación o temporada y tantas posibilidades más que, sin duda, pueden aprovecharse también y jugar un importante papel en el plan de defensa financiera.

Transporte: Recuerde que puede programar mejor la utilización de los vehículos para optimizar el uso de gasolina. Quizás pueda ponerse de acuerdo con compañeros de trabajo que vivan cerca para rotarse el día en que alguno moviliza a los demás. Eso sí, nunca deje de darles el mantenimiento adecuado a los vehículos, el descuido en este punto origina los mayores gastos imprevistos.

Educación: Estimular a nuestros hijos a ser buenos estudiantes y rendir académicamente es también un excelente negocio. Una buena calificación en los exámenes de admisión a la educación superior puede significar la posibilidad de una beca escolar, lo cual representa unos ahorros cuantiosos. Como quiera que sea, en algunos países existen programas para estimular el ingreso de estudiantes al nivel superior o universitario con planes de apoyo económico importantes. Conviene revisar e investigar qué programas de apoyo a la educación superior están disponibles y acceder a ellos para obtener tales beneficios.

Intereses: Es posible que en el proceso de adquisición de las deudas, para colmo, se hayan negociado las tasas de interés más altas, como suele pasarle a los deudores crónicos del sistema bancario. Debió haberse hecho el esfuerzo de negociar intereses bajos. Por eso, algunos especialistas añaden otra consideración al proceso de pago de las deudas: conviene atender primero las que tengan las tasas de interés más altas. Esto representa también buenos ahorros ya que se disminuyen más rápido los saldos de las que salen más caras y se cubren del todo en primer lugar las que son más onerosas. Esta podría ser otra manera válida de organizar el listado para efectuar el pago total de las deudas y determinar el orden en que se pueden ir cubriendo una a una hasta concluir de pagarlas por completo.

Al terminar de pagar todas las deudas, se pueden continuar aplicando estos fáciles principios y prácticas aprendidas, sólo que ahora ya no serán para ponerse al día con compromisos y obligaciones financieras, sino para incrementar los ahorros que se podrán destinar más adelante a otros fines como: inversiones, compras estratégicas, mayor educación, montaje de negocios, viajes u otros objetivos muchísimo mejores y más nobles que sólo vivir pagando deudas. ¡Qué gratificante es podernos ver libres de deudas!

Es real mente maravilloso cuando nos podemos acostumbrar del todo y para siempre a aplicar este principio financiero elemental: primero ganar, reunir por completo el dinero ahorrando, y entonces comprar de contado. Comúnmente, aprovechando además los grandes descuentos que el comercio suele ofrecer a quienes compran así.

Ypara más adelante:

Una vez libres de deudas, y sólo en ese momento, podemos considerar también esta interesante opción para hacer más eficientes nuestras finanzas:

Tarjetas de crédito que dan puntos o reembolsos en dinero: Cuando hemos desarrollado un férreo carácter, podemos también sacar ventaja de algunas promociones especiales que ofrece el sistema bancario. Es el caso de las tarjetas de crédito que premian a sus usuarios. Cuando se usa una tarjeta de crédito y se efectúa el pago en una sola cuota en el siguiente corte mensual, no hay cobro alguno de intereses. Si el usuario dispone por anticipado del dinero en efectivo o en ahorros bancarios para hacer sus diferentes compras, las puede hacer usando la tarjeta de crédito que da puntos o premios especiales. Cuando llega la fecha de hacer el pago, sencillamente transfiere el dinero que ya estaba en su cuenta y efectúa el pago en una sola cuota, que no tiene intereses, con la ventaja de ganar los puntos ofrecidos.

Recordemos que se requiere una disciplina de hierro para poder hacer esto sin caer en la tentación de hacer otros gastos con el dinero que se tiene disponible para cubrir la tarjeta de crédito cuando llega el corte mensual de la misma. De igual manera, se necesita disciplina para no caer en la tentación de diferir después las compras efectuadas, ya que se causan los intereses y empezaría de nuevo el problema. Esto es como jugar con fuego. Pero quien forja el carácter qué permite hacerlo bien, obtiene los puntos y premios ofrecidos por el banco que expide la tarjeta. Entre estos beneficios hay opciones como seguros de viaje, puntos que se convierten en millas para adquirir boletos aéreos, bonos de premio para compras, restaurantes y otros beneficios; o, sencillamente, hay tarjetas de crédito que reembolsan en dinero un pequeño porcentaje de las compras efectuadas por el usuario.

Algunas tarjetas débito también brindan estos estímulos, con la inmensa ventaja de nunca arriesgarse al pago de intereses o cuotas, y estar libres de costosos cargos anuales de utilización, como suele suceder con las tarjetas de crédito. Esta es la opción para quienes son concientes de su carácter débil.

Otra ventaja de tener unas finanzas en equilibrio y algún saldo en el banco, es que la mayoría de entidades financieras estimulan a los clientes, que mantienen ciertos montos en sus cuentas, con exoneraciones de cargos mensuales, expedición de tarjetas preferenciales y otros beneficios. Incluyendo, por ejemplo, no hacer cargos por compras en el exterior, muy útil para los viajeros, no hacer cargos por uso de cajeros electrónicos, ofrecer cobertura de seguros de viaje, cobertura de seguros básicos en renta de vehículos y algunas otras ventajas que, en términos prácticos, son recursos importantes que se estarán ahorrando.

VI

¡Actúe siempre con inteligencia financiera”

No tiene sentido jactarse por ningún bien adquirido a crédito. La aparente prosperidad de nuestra sociedad descansa sobre la suave arena de una gravísima deuda sistémica. Todo lo que se cree poseer está en peligro de ser barrido por un colapso financiero latente, aún si sólo sucediera una crisis menor. Ha llegado el momento de tomar conciencia de la realidad económica y actuar de un modo diferente al que nos propone el actual estado de cosas.

Los temas que trata este capítulo ayudan a consolidar el sólido cimiento de la inteligencia financiera para construir un mejor porvenir. Se aprenderá a emplear la más valiosa herramienta que permite entender y poder incidir en forma positiva sobre la realidad financiera de cada lector.

Por otra parte, nunca debe subestimarse el poder de lo alto para asegurar y afianzar el bienestar financiero. Será maravilloso descubrir el impacto de las promesas divinas para alcanzar verdadera prosperidad.

20. Póngale cimientos a su porvenir financiero

Haciendo una mirada retrospectiva sobre los principales conceptos vistos hasta acá, podemos asumir que se está alcanzando un objetivo muy importante: consolidar en nuestra mente un gran fundamento que los expertos denominan

“inteligencia financiera”. Esta es la capacidad de entender el comportamiento del dinero en nuestra vida y la manera correcta de emplearlos; es estar lúcidos y sobrios con respecto a las finanzas.

“con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable”.

Proverbios 24: 3,4

La inteligencia financiera constituye un sólido cimiento para edificar el porvenir. Quienes entienden los principios económicos desde una perspectiva espiritual, saben que la sabiduría financiera tiene como propósito la construcción duradera, y no algo efímero para impresionar a los demás. Especifiquemos algunas de las ideas básicas que se aprenden y se ponen en práctica cuando se está desarrollando, o se tiene ya, inteligencia financiera:

Inteligencia financiera sobre el dinero y su significado

• El dinero es solo un medio, no un fin de la vida.• El dinero fue inventado por el hombre para ser utilizado como un medio

de intercambio comercial y mecanismo transaccional, esa es toda su función y razón de existir. No debe erigirse como un emblema de poder u objeto cié culto.

• El inteligente financiero se enseñorea sobre el dinero, no el dinero sobre él.

• El dinero mal entendido y mas manejado esclaviza a las personas frágiles de carácter. No se trata de un ídolo, no tiene más significado que el de un instrumento económico. Debe ser dominado y sometido conforme a los intereses, beneficio y provecho de quien lo usa, no lo contrario. El dinero es nuestro siervo, no nosotros los siervos del dinero.

• Los problemas financieros se desbordaron en el mundo por falta de sabiduría.

• Es posible que nunca antes en la historia de la humanidad, como ahora, se haya vuelto tan necesario desarrollar inteligencia financiera. En un mundo superpoblado, de tanta competencia y desafíos, con problemas económicos tan fuera de límite y generalizados, se ha hecho indispensable saber manejar el dinero, con extrema cautela.

• Se maneja mejor el dinero cuando estamos conscientes de su uso.• Muchos individuos son desconocedores de las maneras cié usar bien el

dinero, no hacen bien, se ponen en desventaja. Sencillas operaciones aritméticas y sentido común suelen ser suficientes para entender el comportamiento Del dinero en las actividades cotidianas.

Inteligencia financiera y carácter

• Unas finanzas equilibradas reflejan un carácter equilibrado. • Pocas cosas reflejan mejor lo que un individuo es como ser humano que

las condiciones económicas que forja en su existencia y los criterios con que maneja sus recursos. Mejorar interiormente incide en el mejoramiento externo del individuo.

• Construir el carácter repercute en unas finanzas más saludables.

• Poner orden a los procesos de pensamiento, la calidad del corazón y la mente, suele ser una eficaz estrategia para poner orden a la manera de administrar los recursos personales. Alma sana son finanzas sanas. Las decisiones financieras correctas parten de un corazón sano.

• El inteligente financiero es disciplinado, paciente, calculador y ordenado.• Algunos piensan que fueron traídos a este mundo con características ya

definidas y que por eso jamás podrán cambiar. Es un craso error. El cambio y el desarrollo de habilidades son posibles cuando se tiene una mente abierta y dispuesta. En ella fructifican las virtudes.

• Hacer un presupuesto da una ventaja abismal al inteligente financiero.• El inteligente financiero vence la pereza de sentarse a escribir la lista de

los ingresos y de los gastos. Aprende a elaborar un presupuesto. Advierte que no es nada difícil. Incluso llega a gustarle saber para dónde encaminar y ver aumentadas sus posibilidades financieras.

Inteligencia financiera para generar ingresos

• El inteligente financiero siempre quiere progresar.• Por esa razón no duda en prepararse. Le gusta estudiar, investigar,

preguntar, aprender nuevas cosas. Él quiere saber otro idioma, utilizar mejor la computadora, desarrollar una destreza especial, aprender nuevas habilidades, obtener un título o especialidad. La gusta hacer las cosas bien. Devora libros y herramientas de mejoramiento. Por eso le va cada vez mejor.

• Producir dinero parte de adentro hacia afuera, no lo contrario.• Mucha gente vive siempre esperando un milagro, ganarse una lotería,

recibir un inesperado aumento, una herencia, etc. Piensan que la riqueza es algo que viene de afuera. El inteligente financiero sabe que la riqueza comienza adentro en el corazón y que se tiene que actuar para ganar.

• El inteligente financiero siempre halla maneras correctas de producir más ingresos.

• La riqueza es ante todo una actitud mental. Pensar que es posible progresar y ser próspero, es esencial, quien tiene tales convicciones actúa de acuerdo a aquello que cree y afirma. Quien cree que va a ser próspero, en verdad, ya empezó a serlo.

Inteligencia financiera y proyección futura

• En efecto. Veamos un simple ejemplo: Una persona debe decidir si toma un plan de telefonía celular entre dos opciones, la diferencia entre una y otra es de sólo 20 al mes. El común de la gente dice: “ah, no es nada”; el inteligente financiero dice: “se trata de un ahorro anual de 240” (multiplicó 20 x 12 meses y obtuvo esa cifra). Parece trivial, pero cuando este razonamiento se lleva a cada situación, al final del año la cifra es grande. Para grave perjuicio del incauto. O, para grande beneficio del inteligente financiero.

• Se actúa siempre así: primero se gana, se junta el dinero, y entonces se gasta.

• Es la regla de oro financiera: primero se gana el dinero, después se gasta. Así fue siempre en la historia de la humanidad. La gente

conseguía los recursos y después los utilizaba. Con la introducción de los sistemas crediticios, esta simple regla se invirtió, ahora la gente gasta primero y después busca los medios. Lo que no se dan cuenta es que están hipotecando su futuro. El grupo minoritario que controla el sistema financiero aprendió que puede lucrar al doble o más si entrega los artículos al público y espera unos meses por el pago total, como no hay prisa porque ya posee suficientes recursos, dar créditos incrementa de manera jugosa sus utilidades. ¿Para qué prestarse a ese juego de descapitalización?

Inteligencia financiera en los criterios para el gasto

• El inteligente financiero sopesa con detalle aquello en lo que gasta.• Es preciso tomar conciencia plena de aquello que se lleva el dinero que

con tanto esfuerzo se ha conseguido. Las presiones de la sociedad o cié la publicidad no deben ser el motivo para desprenderse del recurso. Sólo la necesidad comprobada debe derivar en un gasto.

• De céntimo en céntimo que se ahorra, se va llegando a los miles.• A menudo se desprecia la importancia de ahorrar cuando parece que se

trata de un monto tan diminuto que ni vale la pena. El inteligente financiero ha entendido que es precisamente en la sumatoria de muchísimos pequeños e insignificantes ahorros que se llega a cifras importantes.

• Los centavos cuentan, si se cuidan, se transforman en miles y millones.• Por eso hasta hay un dicho que dice: “Cuida tus centavos, que tus

millones se cuidan solos”. Una rebajita acá, un ajustito allá, obtenidos de manera sistemática llegan a tener una repercusión financiera inimaginable.

Inteligencia financiera para el ahorro.

• La mecánica del dinero consiste en producir más de lo que se gasta.• Es así de sencillo. Quien tiene inteligencia financiera encuentra o ingenia

maneras cié ser productivo, procurarse ingresos y mantenerse próspero. De la misma manera, descubre formas de controlar y reducir sus gastos. Así logra diferencias a favor, es decir, ahorros.

• Cuando los ingresos superan lo egresos llegan los ahorros.• De eso se trata el juego, lo que se gana debe superar siempre lo que se

gasta. Hay cómo darse cuenta de ello haciendo un presupuesto o monitoreando los ingresos y egresos. Las diferencias a favor que se logran se convierten en ahorros.

• Los ahorros o excedentes permiten invertir para hacer aumentar los ingresos.

• Quienes desarrollan la habilidad de vivir por debajo de sus medios consiguen hacer ahorros. Si además, los saben invertir inteligentemente, sin duda, pueden de esa manera incrementar aún más sus ingresos. Si se quiere vivir mejor hay que aumentar los medios, no las deudas.

Inteligencia financiera para las inversiones.

Con ahorros y excedentes es posible proveerse una mayor calidad cié vida.

Cuando se ha sido diestro en multiplicar los ingresos y hacer que superen de lejos los egresos, tales excedentes pueden ser invertidos en un inimaginable número de opciones productivas que incrementan más ese resultado. Claro, tales excedentes manejados con equilibrio, pueden dar lugar a una mayor calidad de vida desde el punto de vista económico.

El inteligente financiero sopesa con detalle aquello en lo que invierte. Es costumbre de quien ha aprendido a manejar bien el dinero evaluar

muy bien en qué lo va a invertir odónde lo va a ubicar. El dinero tiene la particularidad que bien invertido y manejado se multiplica. Por eso no hay que meterse en algo que no se entienda o no se pueda controlar.

El dinero fluye y circula, retenerlo es contraproducente. El recurso económico es dinámico, está en continua movilidad. Los

expertos recomiendan tener un ahorro estático equivalente a unos 3 a 6 meses de ingreso (salario) promedio mensual para imprevistos osituaciones fuera de lo común. Lo que exceda de eso conviene reinvertirlo con sabiduría, ponerlo en movimiento, colocarlo en negocios que se entiendan y produzcan fruto.

Inteligencia financiera para el control de las deudas

Pero cuidado, si los egresos superan los ingresos aparecen las deudas. Este es el pecado de las finanzas. El inteligente financiero evita las

deudas hasta donde le es posible. Sabe que los descuadres toca compensarlos pidiendo préstamos y que las deudas son el más grave peligro del bienestar financiero. Las tiene por inadmisibles.

Las deudas deben evitarse como se evita el contagio de una seria enfermedad.

Las deudas de consumo son como una gangrena que va comiéndose los recursos hasta acabarlos y ponen a quien padece esta enfermedad en cuidados intensivos. El inteligente financiero, literalmente, abomina las deudas.

Las deudas de inversión pueden ser moderadamente admisibles. Es lo que dice la teoría. Sin embargo, quienes poseen los más altos

coeficientes de inteligencia financiera prefieran la disciplina del sacrificio y el ahorro a fin de realizar con recursos propios las inversiones productivas que desean. No admiten ir a bancos a prestar. Es su último recurso.

Inteligencia financiera y bondad

Ser generosos incita a la mente a ser más creativa para producir más. A fin de cuentas, la única razón sensata para multiplicar el dinero es

para poder ser más útiles, servir y ayudar a otros. El sentido primordial de porqué el dinero debe estar siempre en dinámica rotación y no en un estado estático, es la generosidad. Al que da, le es dado.

Pactar con Dios le asegura el favor del cielo al inteligente financiero. Este es un descubrimiento fascinante: Dios ordenó destinar una parte de

nuestro ingreso para sus propósitos de amor y bondad. Son innumerables las bendiciones del diezmo. El diezmo ayuda a tomar

conciencia del uso de los recursos. Nos recuerda que administramos lo que le pertenece a Quien nos dio la existencia. Nos permite expresarle por fe adoración y gratitud. Nos hace ser más responsables. Nos recuerda que no hay que hacer apegos terrenales. Nos permite aprender a ser más desprendidos y colaboradores. La lista de beneficios y bendiciones es interminable. Este plan divino es tan vital para el ser humano que hasta viene con una promesa de prosperidad y abundancia incluida, ¡que siempre se cumple!

21. La herramienta más eficaz para mantener su bienestar económico

En este momento, cuando ya hemos tomado mayor conciencia acerca del dinero y de su uso correcto, vamos a proveer un valioso instrumento que nos dará enormes ventajas, como:

Porque ¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que se necesita para acabarla?

Lucas 14:28

Saber en detalle cuánto producimos cada mes. Saber en detalle cuánto estamos gastando cada mes. Determinar si nos está quedando dinero a favor, o en contra. Ayudar en el control de los límites de gasto. Entender nuestros criterios actuales para hacer gastos. (Comparar

nuestros gastos respecto de las recomendaciones de los expertos. Podernos fijar metas de ingresos y egresos. Apreciar si logramos las disminuciones propuestas en gastos. Brindarnos una disciplina y un orden financiero, que son tan

indispensables.

Claro, se trata del PRESUPUESTO. Hacerlo es más sencillo de lo que la mayoría de personas se imagina. Sólo se requiere buena disposición y unos minutos libres para avanzar con seguridad y confianza en la tarea ele elaborarlo.

Veremos que es divertido sacar a la luz el conocimiento de lo que ganamos, lo que gastamos, lo que nos queda disponible cada mes; o tal vez lo contrario, si quedamos con saldo en contra. También nos conviene para poder darnos cuenta en qué nos gastamos el dinero, si estamos logrando nuestros objetivos financieros, etc.

Esta información es privada, y debe hacerse con total veracidad. Algunas personas sienten temor al pensar que su situación es tan crítica que por lo tanto sería mejor ocultarla o no conocerla.

Es un razonamiento erróneo. Saber la verdad es lo que nos permitirá actuar para tomar los correctivos necesarios y salir ele problemas. Recordemos que la verdad nos hará libres.

Como ya mencionamos en temas anteriores, en finanzas existen dos movimientos: Los ingresos y los egresos. Por lo general, se calculan y manejan con dos periodicidades, al mes y al año.

Empezaremos por hacer el presupuesto de nuestros ingresos de cada mes.

Ahora hay que conseguir una pluma y una calculadora. La “Guía para el Presupuesto Mensual de Ingresos” que presentaremos será de gran utilidad.

PRESUPUESTO MENSUAL DE INGRESOS

Escriba cada uno de los ingresos que recibe por mes, como salario, rentas, ganancias por ventas (un promedio) o cualquier otra entrada de dinero. Puede ponerle una descripción breve, o referencia, a cada uno.

Al sumar todos los ingresos se tiene el “Total de Ingresos Mensuales”.

Entonces, se restan:

El pacto con Dios de diezmos y ofrendas.(En el tema #22 a continuación, y en este mismo capítulo, veremos de qué se trata esto)

Los impuestos y retenciones que le deduzcan o deba hacer. El valor de aportes, seguro social, u otros, que le debiten o deba pagar. Otras deducciones que le hagan al momento de recibir el ingreso.

La cifra final, es decir, el total de los ingresos mensuales, menos los valores restados, es el “Ingreso Neto Disponible al Mes”. Quiere decir, el dinero con el que cuenta cada mes para sus gastos, y luego de ellos, poder ahorrar.

GUIA PARA EL PRESUPUESTO MENSUAL DE INGRESOS

INGRESOS MENSUALESSumamos:+ Ingreso 1+ Ingreso 2+ Ingreso 3++TOTAL DE INGRESOS MENSUALESRestamos:- Diezmos- Ofrendas- Impuestos /retenciones- Aportes /seguridad social /otros- Deducciones--- INGRESO NETO DISPONIBLE AL MES

Veamos un sencillo ejemplo:

Hemos escogido el caso de alguien que hace su presupuesto sólo. Desde luego, también se puede hacer el presupuesto de la familia, incluyendo los ingresos del cónyuge, y en algunos casos, de hijos que aportan al presupuesto cié la casa.

Se trata de Juan Díaz, quien es empleado de una fábrica. Le pagan 2.800 mensuales. Tiene un pequeño terreno que le da una renta de 350 al mes. Vende productos a sus compañeros de trabajo. Los vende a 30 y le salen a 16. En promedio vende 30 productos al mes. Es decir, aunque le entran 900, su ganancia es 420 porque con los otros 480 compra los productos.

Juan Díaz ha pactado con Dios su diezmo, un 10% de su “Total de Ingresos” y una ofrenda igual, es decir, otro 10%. Hombre fiel. Le descuentan, y además debe efectuar el pago de, impuestos mensuales, por un total de 126. Hace aportes a los sistemas estatales de previsión, seguridad social y otros, con cargo a él, por 255. Y le deducen la cuota de un préstamo mensual que hizo a la fábrica por la suma de 25. Calculemos su “Ingreso Neto Disponible al Mes”:

Trasladamos los valores referidos a nuestra “Guía para el Presupuesto Mensual de Ingresos”, hacemos la suma de todos los ingresos que percibe Juan, restamos las cifras que deducen, y tenemos la cifra que buscamos.

Podemos apreciar esto en forma más clara en nuestra respectiva guía:

GUÍA PARA EL PRESUPUESTO MENSUAL DE INGRESOS

INGRESOS MENSUALES Juan DiazSumamos:+ Ingreso 1 Salario en la fábrica 2.800+ Ingreso 2 Renta del pequeño terreno 350+ Ingreso 3 Ganancias promedio por ventas 420++TOTAL DE INGRESOS MENSUALES 3.570Restamos:- Diezmos10% 357- Ofrendas10% 357- Impuestos /retenciones 126- Aportes /seguridad social /otros 255- Deducciones 25--- INGRESO NETO DISPONIBLE AL MES 2.450

Nuestro amigo Juan Díaz cuenta con 2.450 mensuales para sus gastos y ahorros. Con ese dinero, ¿tendrá cómo pagar todos sus gastos y ahorrar algo cada mes?

PRESUPUESTO MENSUAL DE EGRESOS

Es posible saberlo haciendo el “Presupuesto Mensual de Egresos”. Es más fácil que el anterior, solo que trae más renglones ya que el listado de gastos es más amplio.

Algunos gastos varían cié mes a mes, por eso, se deben promediar. Es el caso de algunos servicios públicos, recreación, ropa y otros. Conviene por eso

conservar los recibos de pago y mirar cuánto costaron en los últimos meses. Lo ideal sería sacar el promedio del año anterior y trabajar con esa cifra. Pero si sólo se tienen datos de los últimos 8 meses, por ejemplo, se puede usar ese promedio.

Un “promedio” se calcula de manera muy sencilla: Se suman los recibos de los doce meses del último año del servicio que se quiere promediar, y el resultado, se divide por doce.

Si es de los últimos seis meses, pues se divide por seis. Esa cifra, es el promedio.

Idealmente, nos referimos al promedio de los últimos meses teniendo en cuenta que se parte del mes anterior al mes que se quiere presupuestar. Por ejemplo, si se hace el presupuesto en el mes de Octubre, se tomarían los recibos desde el mes de septiembre hacia atrás, o sea, conviene hacer el promedio calculando sobre los períodos más cerca posible, pues reflejan mejor la realidad.

Algunos consultan acerca de cuántos meses se necesitan para que el promedio que se calcula sea válido. Ideal serían los doce meses previos. Pero como mínimo, con seis meses es suficiente para sacar un promedio y tener un dato bastante confiable.

Observemos la “Guía para el Presupuesto Mensual de Egresos”:

GUIA PARA EL PRESUPUESTO MENSUAL DE EGRESOS

EGRESOS MENSUALES1. Aportes jubilación / Plan de retiro2. Seguro médico3. Arriendo / Cuota hipoteca4. Servicio de electricidad5. Servicio de agua6. Servicio de gas7. Servicio de teléfono fijo en casa8. Servicios de telefonía celular9. Servicio de televisión por cable10. Otros servicios para la casa11. Otros servicios para la casa12. Cuota automóvil 113. Cuota automóvil 214. Gasolina15. Seguro(s) de auto(s)16. Gastos de mantenimiento auto(s)17. Otros gastos de transporte18. Cuota tarjeta de crédito 119. Cuota tarjeta de crédito 220. Cuota tarjeta de crédito 321. Pago otras deudas mensuales22. Pago otras deudas mensuales

23. Mercado24. Restaurantes25. Recreación26. Ropa / calzado / arreglo personal27. Impuestos28. Educación29. Inversiones que hace con regularidad30. Ayuda a familiares31. Otros gastos32. Otros gastos

A. Imprevistos

B. Ahorros

C. TOTAL DE EGRESOS MENSUALES

Ahora la tarea es colocar los datos requeridos, promediarlos cuando así se requiera, y totalizarlos.

Hay renglones adicionales en caso de que algo no hubiera quedado contemplado. Los gastos que alguno no tenga, de acuerdo a esta tabla, sencillamente escribe 0 en el respectivo renglón.

Podemos ver así, y analizar, en qué se nos va el dinero cada mes.

Para mayor comprensión, veamos el caso que hemos puesto de ejemplo. Examinemos y aclaremos los gastos mensuales de nuestro amigo Juan Díaz.

GUÍA PARA EL PRESUPUESTO MENSUAL DE EGRESOS

EGRESOS MENSUALES1. Aportes jubilación / Plan de retiro 0

2. Seguro médico 0

3. Arriendo / Cuota hipoteca 650

4. Servicio de electricidad 73

5. Servicio de agua 42

6. Servicio de gas 64

7. Servicio de teléfono fijo en casa 0

8. Servicios de telefonía celular 35

9. Servicio de televisión por cable 45

10. Otros servicios para la casa 29

11. Otros servicios para la casa 0

12. Cuota automóvil 1 320

13. Cuota automóvil 2 0

14. Gasolina 120

15. Seguro(s) de auto(s) 110

16. Gastos de mantenimiento auto(s) 45

17. Otros gastos de transporte 0

18. Cuota tarjeta de crédito 1 47

19. Cuota tarjeta de crédito 2 0

20. Cuota tarjeta de crédito 3 0

21. Pago otras deudas mensuales 0

22. Pago otras deudas mensuales 0

23. Mercado 300

24. Restaurantes 50

25. Recreación 50

26. Ropa / calzado / arreglo personal 50

27. Impuestos 85

28. Educación 60

29. Inversiones que hace con regularidad 0

30. Ayuda a familiares 50

31. Otros gastos 0

32. Otros gastos 0

0

0

D. Imprevistos125

E. Ahorros50

F. TOTAL DE EGRESOS MENSUALES2.400

Podemos apreciar algunas cosas interesantes en este presupuesto. Al mismo tiempo, revisaremos y explicaremos cada renglón del presupuesto aprovechando nuestro ejemplo.

• Renglón #1: Juan Díaz no coloca ningún valor de Aportes Jubilación / Plan de Retiro. La razón es porque ya fueron tenidos en cuenta, es decir deducidos, cuando hizo su cálculo del “Ingreso Neto Disponible”, en la tabla anterior. Recordemos: la fábrica se los descuenta del pago mensual de su salario. Sin embargo, está este renglón porque algunas personas, o bien hacen sus aportes directamente y entonces deben presupuestarlos acá, o tienen otros planes adicionales de jubilación cuyos pagos también se registran en este renglón.

• Renglón #2: Igual acontece con el plan de servicios médicos que le provee la fábrica, la parte que le corresponde a Juan ya fue deducida en la tabla anterior. Algunas personas contratan planes adicionales de servicios médicos, o no les son deducidos en el trabajo sino que los pagan directamente. Se deben registrar en esta línea, para efectos del cálculo del presupuesto.

• Renglón #3: Juan paga 650 al mes por la amortización hipotecaria de su vivienda. Cuando una persona paga arriendo, igual es acá donde se registra ese valor mensual.

• Renglones #4 al 11: Son para el registro del promedio mensual, como ya se explicó, de cada uno de los servicios públicos enumerados.

• Renglón #12: Juan compró un auto a crédito, apunta el valor total de la cuota mensual.

• Renglón #13: Hay lugar para otro auto que se haya comprado. Este renglón es útil sobre todo cuando se hace el presupuesto familiar, es decir, incluyendo al cónyuge que suele tener otro vehículo. No es el caso de Juan.

• Renglón #14: Aquí va el gasto consolidado al mes de gasolina de los vehículos que se tengan.

• Renglón #15: Para los gastos totales al mes por seguro(s) de auto(s).

• Renglón #16: Para el promedio de los gastos de mantenimiento de vehículo(s).

• Renglón #17: Si no se tiene auto, es el renglón para colocar el valor por transportes públicos.

• Renglones #18 al 22: Para la cuota mensual promediada de cada tarjeta de crédito, tarjetas de almacenes y otras financiaciones u obligaciones crediticias.

• Renglón #23: Nuestro amigo Juan destina la suma de 300 promedio al mes para su mercado, que incluye alimentos, productos de aseo, etc. Juan come más en casa que afuera y prepara los alimentos que lleva al trabajo.

• Renglón #24: Sin embargo, Juan va a restaurantes, aunque muy poco, gasta 50 promedio al mes en este renglón.

• Renglón #25: Juan destina 50 al mes para recreación, es un promedio, por lo general acumula tres o cuatro meses de ese presupuesto para hacer viajes cortos. En esta casilla va también el costo mensual de gimnasio. Así mismo hobbies y prácticas deportivas.

• Renglón #26: Es para el promedio mensual de ropa. Por lo general se compra ropa cada 3 o 6 meses; no todos los meses, pero es el valor promediado.

• Renglón #27: La empresa le deduce los impuestos sobre los ingresos laborales, sin embargo Juan paga impuestos por su terreno. Aunque este impuesto se paga una sola vez al año, él lleva a este renglón la suma de 85 que es el promedio mensual del valor total anual.

• Renglón #28: Educación. Juan hace estudios libres con frecuencia para mejorar sus capacidades laborales. Algunos cursos los paga su empresa. Sin embargo, destina un promedio de 60 al mes con el fin cié capacitarse y mantenerse al día.

• Renglón #29: Es para que quienes hacen algún tipo de inversión en forma regular tengan donde registrar ese egreso, como aportes a un fondo de capitalización, provisión para un negocio futuro, pago al mes por la compra de un terreno, etc.

• Renglón #30: Juan ayuda a un pariente suyo en el exterior a quien le manda la suma de 50 cada mes. Este es el renglón para incluir este tipo de egreso.

• Renglón #31 y 32: Disponibles para incluir cualquier otro gasto no mencionado.

• Renglón A: Juan hace un estimado de 125 para ¡m previstos mensuales. Los expertos recomiendan hacer una provisión para imprevistos cada mes. Una sugerencia para esto sería de 5 a 10% del Ingreso Neto Disponible. Si el gasto no se causa, se sugiere llevarlo de todos modos a un ahorro de reserva.

• Al final, sumando todos los renglones, Juan Díaz tiene un “Total de Egresos Mensuales” de 2.400. Son los fondos que salen de sus arcas cada mes.

INGRESOS VS. EGRESOS

Por último, el presupuesto incluye el cuadro comparativo de lo que se gana respecto de lo que se gasta para poder establecer la diferencia, es decir, si queda una cifra a favor (excedente) o si se tiene un descuadre en contra (faltante).

INGRESO NETO DISPONIBLE AL MES

Menos:

TOTAL DE INGRESOS MENSUALES

EXCEDENTE O FALTANTE

Traemos el valor correspondiente de las tablas anteriores y efectuamos la resta entre el “Ingreso Neto Disponible al Mes” y el “Total de Egresos Mensuales”. La diferencia puede ser un valor positivo, que se convierte en ahorro. O un valor

negativo que posiblemente es el causante de que la persona tenga que salir a buscar préstamos.

Veamos qué sucede con el ejemplo de Juan Díaz que venimos presentando. Observemos las cifras correspondientes:

INGRESO NETO DISPONIBLE AL MES 2.450

Menos:

TOTAL DE INGRESOS MENSUALES 2.400

EXCEDENTE O FALTANTE +50

Juan Díaz tiene una cifra favorable de 50 al mes, los cuales se pueden destinar a aumentar su meta de ahorro mensual.

Sus finanzas se muestran equilibradas. Está viviendo un poquito por debajo de sus medios. Desde luego, siempre habrá posibilidades de mejoramiento. Tal como lo hemos estudiado, aumentando ingresos y reduciendo egresos, se logran los excedentes.

¿Qué podría aún hacer Juan?

No considerando incremento de ingresos, solamente reducción de egresos, tiene alternativas como:

Podría integrar los servicios de telefonía celular, Internet y cable en paquete y negociar un mejor precio global con un solo proveedor.

Sus costos de auto se ven elevados, tal vez podría negociar mejor su seguro de auto.

Podría proponerse pagar el saldo de su tarjeta de crédito (renglón #18), esto le incrementaría su excedente en 47 más al mes.

Luego, podría concentrarse en acelerar el pago de la deuda de su auto (renglón #12).

Al hacerlo, pasaría a tener un excedente de 417. Estaría en condiciones muy favorables para concentrar todo su potencial financiero en pagar la hipoteca de su vivienda, que es su egreso mensual más grande. Linos meses por delante, si lo hace, su nuevo excedente quedaría en 1.067. Además de la satisfacción de ser propietario de su casa.

Esta es sólo una forma de ilustrar la mecánica de la optimización financiera.

¿Qué sucede si alguien obtiene una cifra negativa o faltante?

Tristemente es más común de lo que pudiéramos imaginar. No hay que desesperarse, pero sí entender que hay un muy mal planteamiento financiero. Por lo menos ya se tomó conciencia de ello. Se hace necesario activar los planes de ataque y de defensa financiera que hemos aprendido en este libro.

Lo primordial es concentrarse en pagar las deudas cuanto antes, como vimos en el tema 17 del capítulo V. La opción de reducir y ajustar algunos gastos va en paralelo. Tal vez habrá que ajustar algunos renglones como recreación,

ropa, restaurantes, y someterse a la disciplina del presupuesto ajustado, es decir, no pasarse de la nueva cifra revisada hacia abajo.

Algunos deben decidir acciones más drásticas, como cambiar el auto por uno más económico o vender algunos bienes innecesarios. Vimos que es posible prescindir de ellos y que es vital remediar la situación cuanto antes. No sucede nada si alguien decide usar, a manera de ejemplo, un vehículo más sencillo, igual llegará a su trabajo.

A largo plazo, una importante consideración es darse cuenta de que los renglones que más consumen fondos, por lo general, son la hipoteca de la casa y el crédito del auto. Quienes logran acelerar el pago de estas dos deudas se libran de un fuerte egreso y sanean del todo sus finanzas. Recordemos acá la recomendación de no concertar jamás hipotecas u obligaciones a más de 7 años de plazo.

Deber no es tener. Por eso hay quienes no tienen nada, sino deudas. Incluso sus balances financieros son negativos. Es decir, en realidad no poseen más que sus gravosas obligaciones, que en conjunto, son mayores que el valor de las cosas que tienen. Si cié repente, perdieran su fuente de ingresos, en breves días naufragarían.

Pero cuando se hace el propósito de pagar las deudas de todos los bienes adquiridos, el balance financiero se pone a favor. Si la generación de ingresos se mantiene, y aún se aumenta, sin ya tener que destinar los recursos a atender el pago de obligaciones financieras, se puede advertir la estabilidad y prosperidad que se logra. Todo es cuestión de carácter, criterio y equilibrio. A propósito:

¿Cuál es el criterio acerca del valor que se debe destinar para pagar cada egreso, de acuerdo a nuestros ingresos?

Los expertos financieros proponen algunos criterios al respecto expresándolos en porcentajes.

La siguiente tabla es una guía general que nos ayuda a tener una idea del dinero que se aconseja emplear para cada propósito del presupuesto. Note que no es que falten renglones de la tabla anterior de egresos, sino que se han integrado en otros.

CONCEPTO PORCENTAJE SUGERIDO (%)

Diezmos y ofrendas 15

Vivienda 13

Alimentación 15

Transporte público y gastos de automóvil 8

Salud 7

Educación 9

Servicio (Luz, agua, celular, etc) 10

Ropa, calzado y arreglo personal 8

Recreación 5

Ahorros e imprevistos 10

Así mismo, estos porcentajes son tomados en base al Total de Ingresos Mensuales, es decir antes de restar deducciones, aportes, retenciones y demás.

Para el caso de nuestro amigo Juan Díaz quien tiene un Total de Ingresos Mensuales de 3.570, la tabla de porcentajes recomendados para el gasto se aprecia de la siguiente manera:

CONCEPTO % SUGERIDO

VALORSUGERIDO % QUE MANEJA

CIFRA ACTUAL

Diezmos y ofrendas 15 535 20 714

Vivienda 13 464 18 650

Alimentación 15 535 9 350

Transporte público y gastos de automóvil

8 285 17 595

Salud 7 255 8 255

Educación 9 320 2 85

Servicio (Luz, agua, celular, etc)

10 357 9 288

Ropa, calzado y arreglo personal

8 285 1 50

Recreación 5 177 2 97

Ahorros e imprevistos 10 357 14 486

TOTAL 100 3570 100 3570

Habría lugar a diversos análisis. Y, no obstante esta distribución sugerida para el ingreso familiar, cabe resaltar que el presupuesto de cada hogar dependerá de sus metas y objetivos planeados. Por eso debemos siempre preguntarnos:

¿Cuál es el propósito de ahorrar?

El punto de partida para manejar bien nuestras finanzas personales consiste en establecer metas y objetivos financieros que garanticen el bienestar propio y el de nuestra familia. Por tal motivo, se debe aprovechar al máximo los recursos, y buscar el ahorro. El ahorro es una decisión personal que puede convertirse, con disciplina, en una forma de organizar y estructurar ingresos y gastos de manera permanente. Algunos motivos para el ahorro pueden ser:

Cubrir necesidades futuras de: Educación, mobiliario, vestido, mantenimiento de la vivienda, etcétera.

Comprar artículos de alto costo monetario para iniciar un patrimonio, como auto, casa, mobiliario, equipo, etc.

Cubrir imprevistos, disponer de dinero para afrontar cualquier urgencia médica, financiera y/o legal.

Hacer posibles nuestros deseos: vacaciones o entretenimiento, entre otros. Asegurar nuestra jubilación pensando que, en el futuro, podamos mantener

el nivel de vida y bienestar. Aprovechar oportunidades de inversión, lo que implica contar con recursos

para elegir un plan de inversión, o de negocio, que brinde rendimientos e incremente nuestros recursos.

Y en especial, para practicar la generosidad. Con más dinero, puede hacerse más bien. Todo fondo que se destina a los propósitos de bondad ordenados por Dios, lo honran.

Hemos aprendido a elaborar un presupuesto. Comprendimos la simplicidad de la mecánica del mismo. Nos han quedado los criterios que nos permiten hacer los ajustes necesarios a nuestras finanzas. Tenemos claridad para proponernos gastos razonables y equilibrados cada mes. Ahora, con bases tan sólidas, podemos planear mejor nuestra condición financiera.

Utilizando las tablas vistas, podemos trazar nuestro presupuesto para cada mes. Proyectar y definir el comportamiento de nuestros recursos. El desafío que sigue es utilizar esa eficaz herramienta para nuestro bienestar financiero como es el PRESUPUESTO. Adicionemos unas finales anotaciones y recomendaciones sobre el presupuesto familiar:

Apuntes acerca del presupuesto familiar

El presupuesto familiar equivale a un plan de ingresos, gastos y ahorros que nos trazamos para optimizar el uso de nuestro dinero. Viene siendo un registro organizado de las entradas de dinero y recursos, y de los gastos normales que se realizan durante un mes.

Para ello, se utilizan como base las mismas tablas que hemos venido estudiando en este capítulo. Se sugiere la participación de todos los miembros de la familia, en especial de los que aportan recursos. Teniendo en cuenta que el presupuesto familiar:

• Es la manera más efectiva de saber en qué se debe gastar el dinero.• Permite planificar en el presente, garantizando a la familia un futuro más

estable.

El presupuesto familiar sirve para:

• Definir prioridades familiares e individuales.• Organizar el dinero y hacerlo rendir más.• Mejorar los hábitos de compra y de consumo.• Conocer la distribución de los ingresos y la ejecución de gastos.• Alcanzar las metas a corto, mediano y largo plazo.• Gastar con responsabilidad.

Para realizar un presupuesto en familia se sugiere:

• Buscar un momento oportuno.• Evitar distracciones.• Definir las necesidades y las metas que se desean alcanzar.

• Comprometerse a no gastar más de lo que se ha planificado.

¿Qué dice un presupuesto familiar?

Dice cuál es nuestra capacidad económica real para que la tomemos en cuenta antes de adquirir un compromiso económico y no endeudarse con graves perjuicios.

Sugerencias sobre el presupuesto familiar:

• Respetar con disciplina el presupuesto familiar de cada mes.• Revisar a menudo que se esté cumpliendo.• Sólo realizar los gastos señalados, es decir, comprar lo que se necesita.• Llevar por escrito la lista de compras antes de salir a hacerlas.• No dejarse arrastrar por la publicidad. • Apartar las cuotas propuestas para ahorro.• Cada vez que aparezca la tentación de hacer un gasto que esté fuera de

presupuesto, recordar el compromiso hecho.

¡Nuestro futuro y el de nuestra familia, dependen del buen manejo de nuestro dinero hoy!

22. El seguro divino para unas finanzas sanas

Siempre me pregunté dónde radica el secreto de la gente realmente próspera (con todo lo que eso implica). Siempre quise saber la clave de aquellos que gozan de la mayor estabilidad, no solo financiera, pero especialmente emocional y familiar.

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abrirse las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.

Malaquias 3:10

De tanto investigar e indagar, he llegado a darme cuenta que éste, más que un asunto financiero, es un asunto de orden espiritual.

El principio espiritual de la prosperidad

Hasta cierto punto, no es difícil de entender: la ignorancia, la codicia y el egoísmo se traducen en deudas que acaban la economía de cualquiera impidiéndole el gozo de la generosidad. Si podemos actuar para eliminar estos elementos y remplaza ríos por amor, compromiso, bondad y generosidad que vienen de la mano en tina relación activa y comprometida con Dios, la consecuencia no es el descalabro de la economía personal y del hogar, sino la prosperidad y la abundancia. Es una ley espiritual. Habrá bendición hasta que sobreabunde.

Dada mi actividad como profesional en motivación y capacitación empresarial, entré en contacto con algunos empresarios exitosos muy singulares. Indagándoles sobre los métodos seguidos para llegar tan lejos, tanto en lo económico como en su bienestar integral, me hicieron saber acerca de la importancia de restablecer, cada uno, el pacto con Dios que El mismo ordenó:

pagar el diezmo y dar ofrendas. No estaba familiarizado respecto de estos conceptos así que debí investigar más a fondo. Vine a encontrar mayores detalles de este principio fundamental del bienestar financiero en la Biblia.

Un mundo de paz y prosperidad donde todos pudiéramos tratarnos como hermanos, no hubiera aflicciones; la bondad, la generosidad y la ayuda entre unos y otros fuera la tónica de las relaciones diarias, ese era el plan original de Dios. De hecho, estableció un porcentaje del 10% del ingreso de todos sus hijos para mantenerlo en su casa y destinarlo al beneficio y al servicio de los demás. Estos recursos debían cumplir la función esencial de esparcir el conocimiento de los propósitos y el carácter divino, así su bondad sería imitada. Este es el propósito del diezmo.

Creados para dar

Pero actualmente la generalidad de las personas, o bien desconoce tocio al respecto, o simplemente no cumple con esta instrucción divina. Tan esencial para el bienestar del propio individuo y de la comunidad en general, que Dios le incluyó una promesa de bendición descomunal. Tristemente, lo que vemos alrededor nuestro es un mundo de maldad, desconfianza, pobreza, codicia, egoísmo y otras tantas cosas por completo opuestas a la voluntad divina. Tiene que ser el fruto de desconocer a Dios.

El dinero debe fluir, viene y se va, es dinámico, no es algo para retener o acumular, y su función esencial es poderlo usar para servir y bendecir. Así se está en crecimiento constante y se vive en abundancia. La generosidad es característica de Dios, quien es además el real propietario de todas las cosas. Fuimos creados para dar y ser generosos. Por eso también Dios instituyó el diezmo, para que no olvidáramos tal cosa jamás. Dios es dador por excelencia, y cuando damos es cuando más nos le parecemos.

Dios previo además la manera de sortear con éxito los engaños que enfrentaríamos en esta existencia, y por lo tanto, nos ordenó serle fieles por medio del pacto del diezmo y las ofrendas. Estaríamos así atados a Él y nos libraríamos de los artificios de quien quisiera embaucarnos. Si recordamos la cantidad de problemas financieros estudiados a lo largo de estas páginas, afligiendo en forma tan ruda a este mundo, podemos notar que el origen común de ellos es faltar a los principios de generosidad y desprendimiento, lo cual, conlleva al ejercicio de la ambición insana y la fragilidad de carácter. Quedamos a la deriva. Pero no tiene porqué ser así.

Resultados más allá de toda lógica

Las prácticas e ideas que he compartido en este libro las he probado y comprobado conmigo mismo. Cuando aprendí acerca del pacto con Dios por medio del diezmo, tenía 14 diferentes tipos de deudas y estaba por completo ahogado en obligaciones financieras, personales y empresariales. Tal vez lo menos “sensato” que podía hacer entonces era destinar un 10% de mis ingresos para darlos a la iglesia a fin de que ella pudiera cumplir con sus propósitos de bondad y esparcimiento del conocimiento de Dios. Pero en eso

consiste la fe. Se producen unos resultados que salen de toda lógica y posibilidad humana.

Actualmente, no solo se revertió por completo esa situación financiera, sino que disfruto de grandes bendiciones del cielo. He entendido también a qué se refieren; lo cual va mucho más allá que simplemente dinero. Cómo me habría gustado conocer desde un principio el privilegio de pactar con Dios. Haber tenido la oportunidad de practicar la bondad más pronto y haber recibido su promesa divina de ben-

Cuánto dinero habría evitado perder, malgastar y derrochar inútilmente. Para más ironía, hice ese esfuerzo en favor de propietarios de entidades financieras en cuyos bolsillos terminó buena parte de mis recursos. Feliz me habría evitado toda esa frustración. Encantado hubiera preferido entregar a Dios a través de su iglesia, apenas un 10% de mis ingresos de entonces. Pero ese es el privilegio que tengo ahora. Y esos errores del pasado ya no sucederán más.

Manejamos recursos confiados

Agradezco ahora a Dios el conocimiento de la mayordomía cristiana que por su gracia llegó a mi vida. En Él disfruto hoy de toda protección. Ser fieles a Dios es el seguro divino y permanente para unas finanzas sanas. He visto que el dinero, o se destina conscientemente a propósitos de bondad, o inevitablemente será absorbido por el sistema financiero/ comercial para propósitos diferentes. No hay más destino para los recursos. Estar del lado de Dios, y serle fieles, es la mayor seguridad. Es saber que con el dinero, que sólo a Él le pertenece y que nos permite administrárselo, se hará únicamente su voluntad.

Aun cuando soy una persona muy racional, no puedo explicar porqué funciona de una manera tan eficaz el diezmo como un seguro financiero. Bien se dice que las cosas espirituales han de entenderse espiritualmente.

Según mi propia experiencia lo que he visto es que pactar con Dios el diezmo y las ofrendas, ayuda a mantenernos sobrios, asumimos una responsabilidad seria de ser buenos mayordomos o administradores de los recursos confiados. Pues el principio es que Dios es el dueño de todo.

Tomar consciencia de que manejamos no lo propio, sino lo ajeno, es decir, de Dios, nos da una perspectiva mejor de las cosas. Nos mueve a ser diligentes y activos. Serios y responsables. Si al tener un socio humano nos toca ser claros con las cuentas, cuanto más cuando ese socio es Dios. Y mejor aún cuando entendemos que el manejo del dinero suyo, tiene propósitos específicos que subrayan la generosidad y el cumplimiento de sus indicaciones, lista relación de fe nos ayuda a recordar también que estamos de paso por esta existencia, que no debemos hacer ningún apego material o ambición terrenal, ya que no estamos viviendo aún en nuestro hogar definitivo.

Unidos y protegidos por pacto

Hemos visto y aprendido cuánto dinero se malogra atendiendo obligaciones y deudas en las que nos metemos cié manera irresponsable debido a no tener un compromiso serio con el dueño de todos los recursos. En gran medida sucede por no estar lúcidos de lo que hacemos, pero un pacto solemne nos mueve a estar despiertos. Tener que rendir cuentas, calcular los diezmos y las ofrendas, nos lleva a estar siempre en alto grado de sobriedad financiera.

Así mismo, nuestro pacto sagrado con Dios nos lleva a tomar conciencia plena del uso que damos a los recursos. Aceptamos el deber de optimizarlos, no desperdiciarlos, ni malgastarlos. Produciría mucha vergüenza y malestar que por pura falta de conciencia, dinero que podría hacer tanto bien se pierda de manera tan inútil debido a nuestro egoísmo y codicia. Y para colmo, que su destino sea quienes menos lo necesitan. Dios no nos hizo para vivir esclavos del sistema financiero alimentado por nuestra propia ignorancia y ambición personal.

Dios, como buen padre, quiere vernos libres. Nunca me he sentido más libre que ahora que dependo de Dios y que con mi fidelidad he puesto sobre Él mi porvenir. Ejerzo también mi libertad dando con gozo, como de Él he aprendido. Diezmar es un estímulo a nuestra fe y una forma extraordinaria de expresar gratitud y adoración a un Dios de bondad que nos enseña a ser bondadosos. A un Dios generoso y amable que nos invita a aprender a serlo. Es el antídoto contra la autosuficiencia y la altivez tan propias de estos tiempos.

Fe y soberanía

Por otra parte, después de años de estar escuchando decenas de testimonios sobre las bondades de Dios para con quienes pactan con Él por medio de los diezmos y ofrendas, puedo ver que, por fe, tales personas le entregan con confianza a Dios el direccionamiento y futuro de su vida, no solamente en el terreno financiero. Y es evidente que Dios obra cumpliendo fielmente sus promesas de bendición.

Tales personas aprenden a depender de Dios y no de ellas mismas. A estar seguras en Él, quien provee todo. Y cuando vienen esos episodios difíciles y singulares de la vida, en los que nosotros mismos no tenemos ningún control, me doy cuenta cómo Dios sale al cuidado de sus fieles protegiéndolos y salvaguardándolos. He visto verdaderos milagros, situaciones de las que ningún individuo saldría avante por sus propios medios, Dios les provee lo insospechable para sacarlos adelante y prosperarlos. Es la fe.

Yademás, al honrar a Dios con nuestros diezmos y ofrendas, reconocemos su autoridad y soberanía sobre nosotros, eso aplaca cualquier orgullo. Y claro, es mucho mejor que la soberanía que, de todos modos, ejercerá el dinero sobre aquellos que viven sin principios sólidos. Es preferible ser súbditos de Dios y no de obligaciones estresantes e infructuosas. Cuando reconocemos la única autoridad legítima que puede haber sobre nosotros, que es la de Dios, observamos como la fe es premiada de múltiples y generosas maneras.

Fieles infieles

En alguna oportunidad, fui invitado a dar una conferencia de motivación a un grupo de creyentes en una iglesia. El líder espiritual de la misma manifestó que el lugar no era más

próspero porque los fieles no eran generosos, no daban con dadivosidad. Me explicó que él pensaba que se debía a que no tenían cómo hacerlo debido a su pobreza. La experiencia me ha mostrado que más que ese factor, la razón porque no hay mayor generosidad es porque muchos están padeciendo los problemas financieros estudiados en este libro.

En realidad, muchos 110 dan sus diezmos no porque no tengan, sino porque no tienen cómo dar debido a que mordieron los señuelos comerciales que les arrojaron y están agobiados en dificultades económicas. Creo que primero está la responsabilidad de aprender a manejar bien los recursos, y eso va de la mano con el pacto de fidelidad a Dios. Necesitan que Dios los rescate, deben creer en sus promesas de bendición.

Pensemos en esto: las consecuencias de manejar sin criterio acertado el dinero llevan a la iglesia a no poder hacer mayor bien, ni cumplir mejor su función, porque no cuenta con los recursos suficientes. Cuando algunos de sus miembros no han asumido plena responsabilidad sobre los recursos que Dios les ha confiado, sucede así.

Siempre invito a todos a que hagan su pacto y prueben a Dios, a ver si no los prospera, como Él mismo lo señala. Pero es necesario comenzar a dar primero nosotros con alegría y gratitud, creyendo y trabajando en nuestra liberación financiera que en Dios es posible alcanzar. No debemos poner la condición de verla primero para ahí sí empezar a dar, debemos hacerlo creyendo que va a llegar, cumpliendo nuestra parte, pues de lo contrario, tampoco vendrán los anhelados resultados.

Obrando por fe

Pienso en tantos fieles en sus iglesias que no proceden con generosidad, no hacen fluir los fondos destinados para el bien, ni actúan por reconocer la supremacía de Dios, porque están atrapados en la dinámica financiera cié la dependencia en sí mismos, la autosuficiencia y el egoísmo, lo cual, los lleva a ser presas de los artificios del sistema crediticio que los descapitaliza y les menoscaba su economía. Ellos pueden lograr su libertad al asumir su compromiso con Dios de diezmar y ofrendar. Esto es, además, una cuestión de simple gratitud con quien nos da todo.

Recordemos que el dinero sólo puede tomar dos caminos: se destina a hacer lo recto, o se destina a hacer más acaudalados a quienes explotan a otros. ¿Por qué en lugar de malversar los recursos de manera inconsciente, no los empleamos para hacer el bien de manera conciente, como nos pide Dios?

Todos los temas y fórmulas estudiadas en este libro han sido como un despertar en el terreno financiero. Ahora conviene añadir el pacto con Dios de diezmos y ofrendas a fin de que se hagan una realidad diaria sus bendiciones. En este capítulo, en el tema anterior bajo el número 21, acerca del

presupuesto, se mostró en detalle la manera correcta de calcular el diezmo y las ofrendas. Compruébelo. Verá como se cumplen en usted las promesas de sobreabundancia. El diezmo es el seguro divino para unas finanzas siempre sanas. Obre por fe.

En resumen

El creyente fiel y verdadero sabe que él depende enteramente de Dios. Desconfía de las riquezas como fuente de seguridad y bienestar. Sabe que la prosperidad material es engañosa y pasajera. Que sólo en Dios se puede confiar sin reserva alguna. Considera las riquezas simplemente como propiedad ajena, ya que en realidad al único al que le pertenecen, es a Dios.

Tiene claro que si están presentes algunos bienes e ingresos en su vida, es porque estos le han sido puestos temporalmente bajo su cuidado y que por ellos ha de responder. Y si los cuida con celo y lealtad poniendo siempre a Dios primero, nunca le faltarán bendiciones y prosperidad. Ha hecho su compromiso con Dios destinando por fe parte de los ingresos para impulsar la obra y los propósitos que Dios tiene para con la humanidad. Y ha sellado dicho pacto por medio de los diezmos y las ofrendas. Por eso, diezmos y ofrendas no deben ser administrados a criterio personal del dador, sino que deben ser llevados con fe a la iglesia a la cual pertenece.

Una vez que concluya la historia de cada uno en la Tierra, y la historia misma de la Tierra, lo que realmente producirá total satisfacción será el hecho de haber sido socios con Dios en esta existencia y haber colaborado de corazón al establecimiento de su Reino sempiterno.

Esta positiva reflexión, de autor anónimo, nos ayuda a definir mejor los propósitos y prioridades en la vida:

10 COSAS QUE DIOS NO TE PREGUNTARÁ

Dios no te preguntará la marca de tu auto; te preguntará a cuánta gente llevaste y serviste.

Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.

Dios no te preguntará la marca de tu ropa; te preguntará a cuántos auxiliaste con vestuario.

Dios no te preguntará qué tan grande era tu ingreso; te preguntará si lo ganabas en forma honesta.

Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo dando lo mejor de ti.

Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.

Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

Dios no te preguntará por el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu carácter.

Dios no te preguntará por qué tardarse tanto en buscarlos; si lo hallas, te salvará. Y podrás gozar en el hogar celestial.

Dios no te exigirá posesión alguna, pues nada de eso se necesita en la eternidad; Él solo espera que le permitas bendecir grandemente tu vida con su maravillosa presencia.