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VENEZUELA SALESIANA - BOLETÍN Nº 39, AÑO 5, FEBRERO 2014, PUBLICACIÓN PERIÓDICA DE LA OSIC DE VENEZUELA . Inspectoría San Lucas. DESCARGABLE DESDE EL BLOG : http://venezuelasalesiana.blogspot.com/

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  • Venezuela SalesianaInspectora San Lucas N 39/2014 Febrero

    La paz de los Santos

    P. Jess Plaza

    Testimonio

    Hno. Luis Snchez Testimonio

    CONTENIDOSDe la homilia del P. Inspector Lu-

    ciano Stefani en el funeral del P. Jess Plaza y el Hno Luis Snchez.

    Acudamos a la experiencia espiritual de Don Bosco, para caminar en santidad segn nuestra vocacin especfica

    La paz de los Santos

    Estamos viviendo momentos dif-ciles en el Pas y nuestra responsa-bilidad aumenta an ms despus de estos hechos. Dios es Padre mi-sericordioso y recibir este cruel asesinato como una ofrenda de dos hermanos salesianos que con sus solas fuerzas fsicas ya no podan ofrecer ms que donar sus vidas, su sangre por amor a Venezuela.

    La inmolacin de sus existencias las presentamos a Dios para que nuestro querido Pas vuelva a los caminos de la convivencia, de la fraternidad, de la solidaridad que tanto anhelamos.

    El Rector Mayor en su mensaje fraterno y solidario nos invita a refrescar nuestra conciencia de educadores y seguir dando nuestro aporte en la siembra, cultivo y di-fusin de los valores por los cuales dio su vida Jess. En esta hora dif-cil, confiamos en Dios para que nos d valor, acierto y generosidad en la entrega a la misin para formar y evangelizar a nuestros jvenes para que sean honrados ciudada-nos y firmes creyentes.

    Es la hora de la oracin confiada y de la toma de decisin de brindar tambin nosotros to-das nuestras energas para la noble causa de Venezuela siendo verdaderos con-sagrados a Dios por los Jvenes.

    Nuestra fe no nos puede para-lizar, ni quitarnos la satisfaccin de entregar todas las energas y voluntades por la causa de acom-paar a nuestros jvenes con la esperanza y la certeza puestas en Dios, Mara Auxiliadora y Don Bos-co quienes nos acompaarn en todo momento.

    A nuestros hermanos, Jess y Luis, que Dios los acoja en el gozo de los santos y ahora desde el cie-lo sigan intercediendo por todos nosotros y los jvenes.

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    P.Jess Plaza

    + El P. Jess fue muy dedicado en el trabajo y entregado en la vivencia

    de su sacerdocio

    Testimonio

    ta Mara (Los Teques) el agosto de 1951, donde hizo su primera pro-fesin trienal el 24 de septiembre de 1952. De carcter fue conside-rado bueno, abierto, y expansivo hacia los dems.

    Realiz sus estudios filosficos en el Seminario Salesiano de Altami-ra, concluidos los cuales inici su etapa de trienio prctico, traba-jando en el Instituto San Jos de Triba, Edo. Tchira, (1954-55), y luego dos aos en el Colegio Don Bosco de Altamira (1955-57)

    Para los estudios teolgicos fue enviado al Instituto Salesiano San-to Toms de Aquino, de Guatema-

    la. Al pedir el presbiterado expresa-ba su plena conciencia de conocer y darse cuenta de las graves obliga-ciones que provenan de ese minis-terio, que esperaba poder cumplir con la ayuda de Dios.

    Fue ordenado sacerdote en Gua-temala el 15 de agosto de 1962, por Mons. Arturo Rivera y Damas. En la estampita recuerdo de su orde-nacin sacerdotal se lee esta ora-cin; Seor, que mi Sacerdocio sea fuente de alegra y de gracia para cuantos han deseado este da; y el lema que escogi lo tom del salmo 88, Cantar eternamente las mi-sericordias del Seor

    El P. Plaza fue un salesiano muy carioso, alegre y generoso. Creo que lleg a leer el amor que yo le tena, hasta el punto que qui-so volver a nuestra comunidad del Don Bosco, porque en Valencia lo quera la gente.

    Al P. Jess le resultaba fcil re-cordar sus experiencias en Altami-ra, San Antonio de los Altos, M-rida, Barinas, Judibana, Puerto La Cruz y Valencia. No slo recordaba las casas donde haba estado, sino que recordaba con cario los tan-tos compaeros que tuvo a lo largo de su proceso formativo, as como de los Superiores que le hicieron el bien.

    Del P. Jess Plaza puedo resaltar su sentido de humanidad. Era res-petuoso y generoso. Yo lo delegu para que fuera el encargado de la Beneficencia comunitaria, ya que lo haca con gusto y con generosi-dad, amn de su sensibilidad hacia

    El padre Jess Plaza naci en la Mesa de Ejido, Edo. Mrida, el 02 de junio de 1934, hijo de Jos An-tonio y Herminia. Fue bautizado en la Iglesia parroquial del glorio-so Apstol Santiago, de La Mesa de Ejido, y confirmado en la misma Iglesia el 12 de enero de 1940.

    Entr al Aspirantado de Bolea en 1950, pasando al Noviciado de San-

    los pobres, siendo ambos tremen-damente austeros y sin exigencias de ningn tipo; ambos cobraban su pensin de Seguro Social y/o de jubilacin y la ponan inmediata-mente a disposicin de la econo-ma comunitaria.

    Estoy convencido que la entre-ga silenciosa de estos hermanos como la de muchos otros que han construido nuestra Inspectora es un ejemplo a seguir, y los jvenes deben ver en estos paradigmas cercanos la posibilidad real de realizar sus vidas en el Seor, vi-viendo con generosidad y decisin el Evangelio y el Carisma salesia-no. En estos ancianos salesianos se puede ver el sacrificio continuo por salvar a los muchachos con todas las expresiones de nuestro arcoris pastoral; en ellos se pal-pa el sacrificio por construir las comunidades, sean ellas del tin-te que sean; en ellos se capta el

    gozo de formar parte de una fa-milia, habiendo dejado la propia; son ellos muestra evidente de una Obediencia vivida con dolor y gozo a la vez, y con el deseo explcito de hacer la voluntad de Dios. (P. Jhonny Reyes)

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    + El Hno Luis era un hombre de de-talles y tremendamente trabajador.

    Hno. Luis Snchez

    Testimonio

    El Hno. Luis naci en Boavita (Boyac), Colombia, el 23 de octu-bre de 1929. Contaba para la fecha de su muerte con 84 aos y 4 me-ses de edad. Fue su padre Daniel y su madre Trinidad. Ingres al As-pirantado Santo Domingo Savio, de Bolea, el 19 de diciembre de 1953, siendo sa su primera obra salesiana. Tras dos aos de Aspi-

    Yo conoc al Hno. Snchez cuando nos toc trabajar juntos en Sarra en el ao 1960, mi ltimo ao de tirocinio. En aquel tiempo l, jo-ven salesiano tambin, se desem-peaba en el taller de carpintera y ya en aquel tiempo era un exce-lente asistente, siempre entre los muchachos internos. l cuidaba el dormitorio de los ms grandes.

    Lo volv a encontrar el 1965, cuando regres de teologa, para ser catequista del Co-legio S.F. de Sales. Ah estaba l, siendo un gran apoyo para el montn de cl-rigos tiroci-nantes de aquel enton-ces. Era muy estimado especial-mente por los alumnos grandes de la Tcnica, los acompaaba en los deportes y, como ancdota, esos alumnos quedaron cam-peones nacionales de ftbol de E.T. en Barquisimeto. l los acompa en aquel momento.

    Lo volv a encontrar en Puerto La

    rantado, pas al Noviciado Santa Mara, en Los Teques, donde hizo su Primera Profesin el 16 de agos-to de 1956; renov por tres aos el 30 de julio de 1959 (en el Liceo San Jos, Los Teques) y emiti su Profesin Perpetua en la misma comunidad del Liceo San Jos el 30 julio de 1962. El ao anterior (1961) haba obtenido la naciona-lidad venezolana.

    Por los mritos acumulados du-rante 20 aos al servicio de la edu-cacin en el pas, el Distrito Esco-lar N 5 de la Zona Educativa de Caracas le otorg un Diploma de Reconocimiento. Por resolucin

    ejecutiva del 13 enero de 1994 en Gobierno Nacional le confiri la Orden 27 de junio en su primera clase, por haber cumplido merito-riamente 30 aos de servicio acti-vo en la docencia.

    Al Hermano Luis e le poda apli-car las palabras de Don Bosco: Aqu con ustedes, me encuentro bien. Mi vida es precisamente es-tar entre ustedes.

    Le gustaba la disciplina y el or-den que exiga con firmeza y dul-zura a la vez.

    Goz siempre de buena salud, lo que le permiti llegar a la edad de casi 84 aos.

    Cruz, all por el ao 70-71, recin regresado l de Estados Unidos. Desde entonces empez a dar cla-se de Ingles aqu en el Colegio y su traba-jo fundamental fue con los nios de Primaria. Dentro del espritu de familia, a todos nos tu-teaban y al nico que le llamaban padre era a l, Padre Snchez, que no lo era. Por su habitual ves-timenta en guayabera, le llama-ban guayabita.

    Nuevamente nos volvimos a en-contrar en Sarra all por el ao 1984, donde tambin daba ingls en primer ao.

    Hoy, despus de haber dejado Puerto La Cruz hace ms de 25 aos, ayer los exalumnos, unos viejos ya, lloraban al recordarlo en la Misa de 11:00. La huella de-jada, como educador salesiano, es imborrable. Tambin entre los Sa-lesianos, siempre fue el Hermano atento a echar una mano en lo que

    se necesitara. Lo afirmo porque compartimos comunidad en por lo menos cuatro ocasiones y lo cono-c muy bien. Dios lo tenga en su gloria! (P. Ramn Regueiro)