Vender alimentos ecológicosen la propia granja

Texto: Patricia Dopazo Gallego

En su pequeña granja situada en Alicante, Ma

Angeles y Vicente cultivan y venden directa-

mente alimentos ecológicos y consiguen salir

adelante gracias a la asociación de consumi-

dores ecológicos y a las actividades que or-

ganizan en la finca. Vicente nos habla de los

problemas a los que deben hacer frente las

pequeñas granjas ecológicas: distribución,

precios, las grandes superficies... y la necesi-

dad de una nueva conciencia social

H

ace cinco arios Vicente Bordera acudió a unareunión convocada para crear una cooperati-va de consumo ecológico y allí conoció elinteresante proyecto de 1\4 ? Ángeles Tormo,

entusiasta de la agricultura ecológica por vocación y for-mación, que quería cultivar y hacer venta directa en sufinca llamada La Bastida. Vicente lleva prácticamentetoda su vida dedicado a la agricultura ecológica, pero enel proyecto de La Bastida tuvieron que empezar de cero,sin socios capitalistas. Desde el principio tenían muy claroque necesitaban el apoyo de los consumidores y han for-

mado una Asociación de Consumidores Ecológicos, queson los que realmente les apoyan con su compra habitual,tanto de la verdura del huerto como de frutas y alimentosque adquieren a otros agricultores o elaboradores. Para laventa primero habilitaron un antiguo establo, despuésconstruyeron un pequeño local para vender, además de los7 u 8 tipos de verdura que les compraban habitualmente,una diversidad de productos y alimentos ecológicos trans-formados, en conserva, también productos de limpieza...un poco de todo para que los compradores no tengan quedesplazarse a otro lado para completar la compra. Sólocon la difusión de boca a oreja hoy cuentan con 84 sociosconsumidores habituales y además están comprometidoscon la sensibilización y la divulgación de la agriculturaecológica y participan en programas de radio, conferen-cias, organizan visitas a la finca, cursos de agricultura eco-lógica y charlas sobre consumo responsable.

Alimentos de la huerta y del corral

La finca se encuentra en Fontcalent, término munici-pal de Alicante. Con un buen calendario de rotaciones ycultivos asociados consiguen tener variedad de hortalizasy plantas aromáticas, así como un corral en el que convi-ve un surtido de animales —muchos de ellos convertidos

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M I' Ángelesy Vicentecuidan de

diversosanimales en

la granja

Experiencias

ya en mascotas— y un gallinero para unas 74 gallinas delas razas Castellana negra, Negra del Penedés y Catalanadel Prat roja, que intentan reproducir. Los animales abas-tecen a la finca de materia orgánica, que se composta y seincorpora en cada cultivo.

Cuidados del corral ecológico

Alimentan a las gallinas con trigo y avena ecológicos,de la misma provincia, y leguminosas de producción pro-pia, que este ario han tenido que sustituir por soja ecoló-gica comprada debido a la sequía. Combinan las cluecascon una pequeña incubadora, pero hasta ahora sólo hanpodido reproducir la Catalana del Prat. En situaciones deriesgo de enfermedades, por ejemplo por lluvias, les mez-clan en el agua durante tres días o una semana, según lasituación, tintura de equinácea, activadora del sistemainmunológico, que preparan ellos mismos. "Usamos todala planta, la dejamos macerando bastante tiempo (con 40las seria suficiente, pero la dejamos más), luego la filtra-mos, le añadirnos alcohol y agua destilada". Además, tie-nen un amplio surtido de hierbas aromáticas con las quehacen purines: tomillo, orégano, ajedrea, mejorana, hipé-rico, ortiga y también rabos de cebolla, ajos pequeños...M Angeles nos explica cómo lo hacen: "Todas ellas lasmezclamos y las ponemos en un barril de 800 litros, conestiércol de vaca. Con un soplador se introduce aire con-tinuamente para que se produzca una fermentación aeró-bica (y no putrefacción) y este proceso dura meses. Estamezcla la aplicamos al menos una vez sobre cada cultivo.Entra en la savia y suele durar bastante tiempo en laplanta. Si observamos algo raro o el clima es irregular,hacemos otra aplicación. Solemos elaborar esta mezclados veces al año y a veces nos sobra, entonces lo echamosdiluido al cultivo más exigente. También hacemos tintu-ras de ortiga, de ajo, ortiga en polvo (secada al sol) quemezclamos en la comida de los animales, para que esténfuertes. Para desparasitar usamos el ajo".

Setos, biodiversidad y control de adventicias

La finca está separada del exterior por un seto de espe-cies autóctonas: ciprés de Cartagena, lentisco, romero, ta-marisco, albardín, palmito, algarrobo, jinjolero, retama...

En La Bastida suelen seleccionar y guardar su propiasemilla, pero este año han tomado la decisión de no plan-tarlas todas, debido al riesgo de perderlas si sigue sin llo-ver. El pozo está completamente seco por primera vez.

"Lo que solemos hacer", nos cuenta Vicente, "es com-prar semilla convencional no híbrida, la sembramos y larecogemos de las mejores plantas. Si al sembrar la segun-da generación funciona bien, ya nos fiamos y la conside-ramos nuestra. En el caso de los planteles es más difícilporque no te aseguran que no sean híbridos, además essemilla muy viciada, muy acostumbrada a productos quí-micos. El intercambio es también difícil, debes conocerbien al productor, que sea de mucha confianza".

Además Vicente considera que hay que cultivar algoque se parezca a lo que se suele consumir en cada sitio,pensando en los hábitos o preferencias de los consumido-res de esa zona.

En cuanto al control de las adventicias "es lo que selleva la mayor parte del tiempo de trabajo en agriculturaecológica, hay quien dice que hasta el 70%. No es lo mis-mo hablar de adventicias en horticultura que en fruticul-tura. En horticultura suele ser un incordio, aunque tienesu parte positiva: se las damos a los animales, y entoncesparece que son dos trabajos en uno, quitarlas del cultivo ydarlas a los animales". Vicente comenta que lo mejor sue-len ser las cubiertas o acolchados, pero en Alicante lascubiertas suelen dar problemas con los caracoles y la pajahay que traerla de Castilla la Mancha, sale cara y suelenreservarla para el compost.

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En La Bastida

hace tiempoque seimparten cursos

En el gallinerose intentareproducir razasautóctonas

propla gran

¿Cómo ha sido la experiencia de ofrecer cursos en LaBastida?

Empezamos hace tres arios y es un complemento más.Hacemos dos cursos al año de agricultura ecológica, enprimavera y en otoño, de una semana de duración. Sonintensivos, se tocan todos los temas y se puede ampliar silos asistentes quieren. La mayoría son jóvenes que tieneninterés en agricultura, algunos quieren dedicarse profesio-nalmente y otros que incluso ya se dedican.

¿Qué proyectos tenéis a corto y medio plazo?Queremos promover más las actividades, las visitas...

especialmente las de niños, que ya no tienen referenciasagrícolas donde ir a ver animales y plantas, aquí hay unabuena muestra. Otra cosa que queremos fomentar son lasvisitas escolares, en las que exigimos participación de losmaestros, para que sean didácticas, no sólo de esparci-miento. A los niños les gusta tanto que traen a sus padresy eso es muy gratificante...

No dejar caer los principios

En la finca aplican la Agricultura Biodinámica porque"aporta herramientas que no están en la agricultura eco-lógica, va un poco más allá, te da más juego, en situacio-

nes malas tiene más recursos". Vicente aprendió en Ale-mania y la lleva practicando desde 1983. Para él existenesencialmente dos tipos de agricultura ecológica "que seapliquen unas variantes u otras dependerá de que se vivaen una u otra zona climática, de la cultura, pero están losque respetan unos principios básicos de prevención, cui-dado de la tierra, etc. que son los que consiguen el éxito,y los que dicen que hacen agricultura ecológica pero nohacen compost, lo cual es una aberración y una fuente deproblemas que aparentemente se pueden solucionar conuna serie de productos autorizados por la ley de produc-ción ecológica, pero es un engaño y una trampa y a largatienen serios problemas".

¿Qué opinas acerca de la rentabilidad de las pequeñasgranjas ecológicas?

Es complicado, porque primero hay que tener habilidadpara producir y después un apoyo del consumidor, que tecompre los alimentos. Si esto se consigue, es ideal en to-dos los sentidos: para el consumidor porque conoce bienal agricultor y confía en él y en lo que le ofrece, y para elproductor porque está haciendo algo con cariño y se loestá entregando a alguien que lo recibe con cariño, es al-go gratificante. La venta directa es básica, y si tienes po-co terreno es cuestión de diversificar cultivos y de hacerotras actividades, como en nuestro caso la enseñanza, pe-ro te tiene que gustar.

El tema de la distribución de alimentos procedentesde la agricultura ecológica siempre ha sido polémico,porque eleva mucho los precios finales. ¿Qué piensasde esto?

Normalmente un distribuidor necesita disponer de cáma-ras frigoríficas, almacén, etc. Para mover poco producto noes rentable y además no es un sistema ya montado, comoen convencional, donde hay gente cultivando por todaspartes, con almacenes por todos los sitios. Las distribuido-ras actuales son criticadas pero hay que tener en cuenta quelo hicieron porque creían en ello, arriesgaron, y lo han pa-sado mal. Al principio no ganaron dinero, ahora por fin pa-rece que están funcionando. ¿Tú sabes lo que es distribuircantidades pequeñas de cosas? Tienen el mismo papeleoque una empresa grande y muchos menos beneficios.

Lo ideal es que todo fuera venta directa, pero estotiene sus limitaciones...

La idea de acabar con las distribuidoras y que todo sealocal es muy difícil de alcanzar, entre otras cosas porqueestamos acostumbrados a tener siempre de todo. Si le di-ces a un cliente que se esté desde junio a octubre sin co-mer manzanas te dirá que estás loco; y lo mismo con elpimiento rojo y el tomate, todo el mundo tiene clarísimoque es normal y que tiene que haber todo el ario. Lo quehacemos es traer poco, avisar que es de invernadero o enel caso de las manzanas traer de Italia, donde sí hay unaorganización de productores de manzana buena, traer al-guna de Navarra —pero hay poco, porque se cogieron en

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Los niños no tienenreferencias agrícolas, poreso fomentamos visitas

escolares, pero con ayudade los maestros

Experiencias

septiembre u octubre— y avisar para que se vayan acos-tumbrando a un orden ético: comprar primero por tem-porada, y luego por cercanía, en especial a personas cono-cidas. Eso tiene siempre prioridad.

Compramos directamente a varios productores de laprovincia pero faltan productores locales.

¿Exigís la certificación a los agricultores a los quecompráis?

Normalmente sí, pero la normativa es muy amplia ycada asociación puede hacer sus concesiones. Nosotrosexigimos más de lo que exige el Comité de AgriculturaEcológica, que no es un organismo hecho desde los agri-cultores, para diferenciarlos, sino que está hecho paraagruparlos, y en ese aglutinamientose pierden las diferencias. Nosotrossí que miramos esas diferencias yapretamos.

¿Qué piensas de los actualesprecios de los alimentos frescosagrícolas?

Que a los agricultores cada vez selos dan más bajos

¿Y por qué están tan caros en elmercado?

Eso lo decidieron en el Club deRoma. No son precios reales. Ya noes el señor del carro, el que tiene elhuerto, el que te vende. Está el se-ñor del camión que viene de unazona de producción donde se tie-nen que poner todos de acuerdo pa-ra poner los precios, después son losalmacenistas, después los comer-ciantes... Sólo falta que vengan lospolíticos y digan que hay que bajar-los. Cada vez que sube la inflaciónse dice que sube el IPC y así baja lainflación. Sobre todo suben los precios de alimentación,hidrocarburos, etc. Dentro de la alimentación se seleccio-naron ciertos productos de primera necesidad. Pero nopagan más a los agricultores. Como compensación dicenque dan las subvenciones agrícolas ¡Nadie les dice a lasempresas que fabrican automóviles que bajen el precio delos coches! Esa es una de las razones por las que se produ-ce el mayor abandono de tierras.

¿Y cuál crees que es la solución?La única solución está en manos de los consumidores.

Con la venta directa, o lo que pasó en un principio en laagricultura ecológica y que se está empezando a perder,todos teníamos claro que además de producir íbamos acomerciar limpiamente. Se dijo que eran los agricultoreslos que pondrían los precios, y eso funcionó durante mu-chos arios.

¿Qué opinas de la venta en grandes superficies?Yo no soy amigo de las grandes superficies, porque me

parece que son las que se han cargado la agricultura. Esasiniciativas macro van reventando precios, no hay que irpor ese camino. Hay países que están organizados, losproductores de más prestigio se están agrupando empre-sarialmente para no ser absorbidos por otras organizacio-nes económicas, grandes superficies, etc. Siguen ven-diendo en las tiendas especializadas de toda la vida quevenden también con un ideal, con otro tipo de econo-mía. El grueso de la gente sigue comprando en estos si-tios, saben que es otra historia. Si esto siguiera para ade-lante entraríamos en una diferenciación de normativas ydiferentes avales. La cosa es tan fuerte que las propias ca-

denas de supermercados están fi-nanciando sus propios avales de ga-rantía, tienen el dinero para hacer-lo. Hay empresas grandes con líneaecológica, no les supone muchocoste y encima lo pueden vendermás caro, pegan un pelotazo autén-tico. Desde luego ellos no van abuscar una finca y la van a poneren producción, a mejorar el suelo,trabajar justamente...

¿Los alimentos ecológicos soncaros? ¿se cultiva ecológico paralas élites?

Así, sin pensar, la gente que másacceso tiene a los alimentos y pro-ductos ecológicos es gente de rentamedia-alta, pero también tienenmás acceso al golf y a los Mercedesy más acceso a todo... Pero aquí vie-ne gente que no tiene tanto dinero.No creas que son sólo los más aco-modados los que se pueden permitirconsumir ecológico, eso es un mito.

Vivimos en la abundancia, unos dentrode la abundancia estarán en peor o mejor lugar...

La gente en general se queja por ejemplo de que la pa-tata está muy cara, pero luego compra un queso de impor-tación... Cada uno tiene su escala de valores: irse de ce-na, o irse a Benidorm y gastarse lo que no se ha gastadoen comida en un año... Cada cual verá cómo lo organiza.Yo creo que vale la pena organizarlo en función de la sa-lud propia y del medio ambiente y estar tranquilo con loque estás haciendo.

Detrás de cada oferta hay una trampa, no se sabe cuán-ta gente ha tenido que morir intoxicada o explotada paraque haya una oferta de azúcar o de café. La gente debeasumir el coste real. ¿Qué cobra una persona por estarseuna hora haciendo no se qué y qué cobramos nosotros?Yo no tengo ciertos lujos, pero en mi casa todo es ecoló-gico. Eso da un cambio a la vida que a la larga se nota enla salud y a corto plazo es satisfacción. n

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