VEGANISMO RADICAL - noblogs.org...VEGANISMO RADICAL · 3 El veganismo es definido habitualmente como...

VEGANISMO RADICAL

2 · VEGANISMO RADICAL

Con este fanzine queremos alimentar el debate y la reflexión sobre por qué hemos permitido que el veganismo se convierta en algo blanco, privilegiado, patriarcal, capitalista, apolítico y alejado de la liberación animal. Aparte de la introducción, que tomtamos prestada del blog de Reino Unido Baring Teeth, el fanzine contiene los siguientes textos:

En ‘Qué entendemos por veganismo radical’ intentamos poner un poco en orden nuestras ideas sobre qué significa para nosotres este concepto. Definimos cómo de un tiempo a esta parte estamos enfocando nuestro veganismo, y la perspectiva que creemos que el veganismo mainstream debería tomar.

The ‘Restless Vegans Manifesto’ es un texto redactado por varies activistas tur-ques después de un taller llamado “¿Dónde está la liberación animal en el veganis-mo?” que tuvo lugar en Namekan (Izmir, Turquía) durante la World Vegan Week en noviembre de 2013 con el objetivo de ejercer la autocrítica e intentar alcanzar un cambio de paradigma en el veganismo, tanto en lo personal como en lo político. Como recomendación diríamos a le lectore que no espere encontrarse un texto impecablemente redactado. Se trata más bien de una serie de ideas puestas una detrás de otra. Aunque a veces el manifiesto parezca un poco caótico, y no creo que nuestra traducción mejore las cosas, merece la pena abordar las ideas que presenta para generar debate en torno a una nueva concepción del veganismo.

‘Explorando el Veganismo Radical’, extraído del blog Striving With Systems y es-crito por el activista queer y negro Cristopher Sebastian McJetters. Es la segunda parte de otro artículo llamado “Yes to Intersectionality, Boo to Intersectional Vegans”, publicado en el mismo blog.

‘Biting Back: Una respuesta radical a les anarquistas no veganes’ es un artículo publicado originalmente en Anarchist News con algunas respuestas a objeciones que compañeres anarquistas tienen contra el veganismo. Es una lectura intere-sante que sirve para reflexionar sobre por qué el veganismo no está todo lo ex-tendido que debería en espacios anarquistas. Aunque hayamos conseguido más o menos que en los centros sociales ya no se sirvan productos de origen animal, ¿significa esto que ya no hay especismo en estos espacios?

VEGANISMO RADICAL · 3

El veganismo es definido habitualmente como la decisión consciente de no consumir productos de origen animal (carne, lácteos, huevos, etc.) o negarse a adquirir productos producidos a través de la explotación animal (pieles, cuero, cosmética testada en animales, etc.). El veganismo es percibido como un estilo de vida escogido por personas individuales con la intención de beneficiar a los animales, a sus carteras, o a su salud. Cuando se debate sobre veganismo suele ser a través de una perspectiva puramente económica, siendo lo que consumi-mos o dejamos de consumir lo más importante para decidir si alguien puede o no puede considerarse “vegane”.Esta restringida definición del veganismo como un estilo de vida y de consumo ha generado una gran demanda de productos “veganos”. Se han levantado in-dustrias enteras alrededor de la necesidad de bienes “cruelty-free” en tanto que los capitalistas, que anteriormente se habían mostrado hostiles hacia la idea del veganismo, encontraron un nicho de mercado y empezaron a ir detrás del dine-ro de estos individuos bondadosos y compasivos.Nos enseñan a creer que podemos acabar con el sufrimiento animal simple-mente dejando de comprar productos de origen animal y empezando a comprar productos veganos y cruelty-free en su lugar. El veganismo se ha convertido en lo más importante para el movimiento de liberación animal y la promoción del estilo de vida vegano parece ser necesaria para el éxito de esta lucha.Este futuro brillante y verde que nos promete el capitalismo vegano es una men-tira, el capitalismo es inherentemente opresivo y explota animales, humanos y no humanos. Si pretendemos lograr la liberación total será necesario que abo-lamos el capitalismo junto con todas las demás formas de opresión y jerarquía.El veganismo radical es la creencia de que ser vegane es algo más que lo que consumes. Afirma que el veganismo debería ser un cambio radical en la forma en la que vemos y tratamos a los demás animales en nuestra sociedad, y la do-minancia percibida por los humanos sobre todos los animales y sobre la tierra (antropocentrismo) es lo que permite que los animales sean explotados.El veganismo radical reconoce los vínculos entre capitalismo y explotación ani-mal, así como los vínculos entre capitalismo y explotación humana. Entiende que, para eliminar el abuso a los animales debemos cambiar la forma en la que les humanes vemos a los animales en nuestra sociedad, lo que requeriría una revolución social para abolir el capitalismo y los demás sistemas que permitan la supremacía humana.

VEGANISMO RADICAL


QUÉ ENTENDEMOS POR VEGANISMO RADICALLa editorialSiempre hemos pensado en el veganismo, y creemos que por definición es así, como una serie de hábitos en relación a qué consumir y qué no. Si consultamos la definición de veganismo que nos ofrecen los señoros de la RAE, podremos leer “actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen ani-mal”, y si consultamos la de la Wikipedia, leemos “práctica que rechaza la utilización y consumo de todos los productos y servicios de origen animal”. Creemos que más o menos todes estamos o hemos estado de acuerdo con estas definiciones de lo que es el veganismo: una decisión individual por la que eliges no consumir o utilizar productos o servicios de origen animal. Además, en la mayoría de los casos pode-mos añadir que hay un factor económico de por medio: no tenemos tanto problema en utilizar un jersey de lana como en usar nuestro dinero para comprar ese jersey.Es una definición conveniente y hasta cierto punto tiene su lógica: estás en contra de la explotación de animales, y por lo tanto, practicas el veganismo. El problema es que, con esta definición, se crean una serie de normas de conducta que nos llevan a muches veganes a seguir estas normas, que por otro lado a veces son de-masiado arbitrarias, sin ningún tipo de pensamiento crítico, y considerar nuestra ‘pureza’ como veganes en relación al tiempo que llevamos sin haber consumido accidentalmente un producto de origen animal. Muches fuimos ese vegane pri-merice, tóxique, que miraba con lupa todas las etiquetas y todo lo que consumían nuestres amigues veganes, pero podemos hacerlo mejor que eso.La identidad vegana, según la definición clásica, más que expresar nuestro posi-cionamiento en cuanto a la explotación animal y el especismo, simplemente define nuestras pautas de consumo. Puede ser que lo hagamos por les demás animales, por el medio ambiente, por adelgazar, por moda, etc. Resulta muy conveniente para las empresas que no haya ninguna ideología detrás, porque las pautas de consumo descerebrado son tremendamente rentables.

LA IDENTIDAD VEGANAPuede ser que gran parte del problema sea precisamente que, desde que se in-ventó la palabra, la hemos adoptado como una identidad, en lugar de un conjunto de creencias y de prácticas en consonancia. No hablamos de llevar un estilo de vida vegano sino de ser veganes, llevamos la palabra ‘vegan’ estampada en la su-dadera, pintamos ‘go vegan’ en los baños de los restaurantes y utilizamos técni-cas de marketing para engañar a les demás para que adopten la misma etiqueta que nosotres. Aun reconociendo que las etiquetas pueden ser algo bueno o útil (nos hacen sentir parte de un grupo, nos ayudan a identificarnos de forma rápi-da y conveniente...) puede que hagan más mal que bien. Cuando convertimos un posicionamiento político en una identidad muy arraigada nos es muy difícil ser crítiques con ella, considerar seriamente sus defectos, e incluso abandonarla por un posicionamiento mejor si es preciso. Tendemos a pasar por alto sus fallos y ver con peores ojos los demás posicionamientos/identidades, sólo para poder seguir


formando parte de ese grupo o poder seguir llevando esa identidad. Se vuelve más valioso para nosotres poder seguir diciendo que somos veganes que el hecho de reducir el sufrimiento animal de la forma más efectiva. Por poner un ejemplo de otro ámbito: puede que tus posicionamientos políticos se acerquen al anar-quismo pero seas reticente a adoptar la etiqueta “anarquista”. Hacer esto podría limitarnos, convertirnos en seguidores incondicionales de esa corriente de pensa-miento ignorando todas las demás, y frenar nuestra búsqueda de conocimiento, pues ya habríamos encontrado la solución a todos los problemas del mundo. No decimos que les anarquistas sean así, de hecho valoramos el anarquismo por en-cima de otras ideologías porque en teoría no sigue ningún dogma, pero creemos que adoptar un posicionamiento político como una identidad nos convertiría en algo así como un hincha de un equipo de fútbol: nuestra prioridad sería la defensa de nuestros colores, no la justicia.

EL VEGANISMO NO ES SUFICIENTEOtro problema que le vemos a nuestra concepción del veganismo es que mu-chas veces se plantea como una meta final o algo que por sí mismo acarrea un gran impacto positivo en la vida de los animales no humanos, cuando en rea-lidad sirve de poco. Sólo hay que ver de qué manera el consumo de carne no deja de aumentar en el mundo. Que un producto del capitalismo lleve una “V” no implica necesariamente que no sea perjudicial para los animales, humanos o no humanos.Pongamos que hay un chico vegano que está preocupado por el origen de su comida. Como no toma alimentos de origen animal, se va al mercado a comprar unas fresas y al súper a por un brick de leche de almendras. Al día siguiente eso es lo que desayuna, para enterarse horas más tarde por twitter que las fresas han sido recogidas por mujeres marroquís o senegalesas esclavizadas, agredi-das y abusadas sexualmente de forma sistemática; y que el cultivo de almen-dras conlleva un enorme impacto medioambiental, requiriendo muchísimo te-rreno, agua, y la explotación de abejas para polinizar los almendros. Además, es posible que algún fragmento del propio envase acabe en el estómago de alguna criatura marina.Tenemos que tener claro que el consumo ético dentro del capitalismo no existe. Si todo el consumo conlleva explotación, es absurdo plantearnos el veganismo como un boicot a las empresas explotadoras. En todo caso, si quisieramos boi-cotear a les explotadores, tendríamos que dejar de consumir cualquier cosa, ya sea buscando nuestra comida/bienes en la basura o cultivando nuestra propia comida, aunque esto a nivel individual seguiría sin servir de mucho a nivel global.Para producir cambios reales en el sistema no debemos dejarnos engañar por el espejismo de los boicots de consumo o los cambios de conducta individuales, debemos organizarnos y adoptar el activismo y la acción directa como medios para conseguirlo. Ya sea repartiendo panfletos, publicando fanzines, empa-pelando la ciudad, organizando asambleas, empezando podcasts, grabando en mataderos, liberando visones, pintando escaparates... Tenemos que llevar


a cabo acciones reales, bien organizadas y planificadas, teniendo en cuenta nuestro nivel de privilegio y el de nuestres compañeres, y nuestras posibilida-des y limitaciones.

¿VÍA LIBRE PARA CONSUMIR ANIMALES?Obviamente no. Deberíamos continuar evitando consumir animales de cualquier forma, simplemente no deberíamos permitir que esto defina nuestro veganismo. Debería definirse en cuanto a nuestro posicionamiento en contra de la opresión.Lo que no podemos permitir es que las élites de la veganidad se crean con derecho a quitar y poner carnets de veganismo. Si una mujer vegana le regala un helado a una niña que llora por no tener dinero para comprarse uno, no queremos que apa-rezca un señoro pajero a decirle que “ya no es vegana”. O si una persona no tiene tiempo o recursos económicos para dejar de consumir todo tipo de productos de origen animal, pero hace lo que está en su mano para conseguirlo y está en contra de la explotación de las demás especies, no queremos a un gilipollas recriminán-dole nada, o diciéndole que coma “arroz con tomate”. No queremos que una chica anoréxica piense que no va a poder considerarse vegana hasta que supere su TCA, sino que sepa que, si de verdad está comprometida con la liberación animal, ya es vegana, dentro de sus propias limitaciones y posibilidades.Al mismo tiempo, estamos totalmente en contra de algo que hacen muchas per-sonas omnívoras: utilizar de token a estas personas oprimidas para justificar el consumo de productos de origen animal en personas con el suficiente privilegio y autonomía para poder empatizar y dejar de consumirlos, o como argumento para desechar las ideas del veganismo en su totalidad.

EL VEGANISMO RADICALEl veganismo radical, en oposición al veganismo convencional, se define por algo más que por el consumo. Sostiene que el veganismo debería significar un cambio radical en la forma en la que percibimos a les demás animales, y que el antropo-centrismo y el especismo son formas de discriminación terribles que permiten la explotación y la opresión de estes.El veganismo radical rechaza el sistema económico que perpetra esta masacre, y tiene en cuenta la explotación humana y las diferentes opresiones que doblegan a los colectivos marginalizados. El veganismo radical busca destruir toda autori-dad y toda opresión, y no hay otra forma de conseguirlo que destruir el sistema capitalista y todos los sistemas que perpetúan la supremacía, tanto de les huma-nes sobre los animales, como de les humanes privilegiades sobre otres humanes oprimides. Nadie es libre hasta que todes lo sean.


THE RESTLESS VEGANS MANIFESTOVaries autores

LO QUE DECIMOS LES VEGANES INCANSABLES• Hemos notado, investigando Google Trends, que la búsqueda del término “ve-gan” se encuentra en lo alto, mientras que la expresión “liberación animal” se en-cuentra en lo más bajo. Queremos abrir debate y hablar de por qué, aún cuando el veganismo se está popularizando en Turquía, no se habla de liberación animal.

• Les actuales partidaries de la cultura vegana/vegetariana (que llegó a ser lo que es después de la fundación de sociedades veganas y vegetarianas en Inglaterra y se define grosso modo como el abandono del consumo de productos de origen ani-mal) deberíamos comenzar una segunda ola, justo como hicieron las feministas me-diante la autocrítica. Deberíamos dejar de lado las políticas que llaman a “consumir esto/no consumir esto” y de promover el veganismo como una elección personal. Las posturas políticas de “consume esto/no consumas esto otro” se hallan en con-sonancia con las expectativas de los Estados y las empresas. En cambio, mediante un discurso que haga hincapié en el hecho de que todos los Estados y las empresas son asesines, podemos llegar a un nuevo punto en el que nos situemos más cerca de los animales enjaulados y tras de las instituciones que salvaguardan sus jaulas. Este cambio nos llevará presumiblemente a una situación en la que, mientras que las em-presas y las grandes empresas sigan existiendo, cualquier operación de liberación animal resultará en el encarcelamiento de activistas. En este sistema opresivo, para conseguir que los animales vivan una vida sin jaulas, no nos queda otra que arries-garnos a que humanes seamos encarcelades durante varios años.

• La liberación animal y las ideas contra la opresión son causas teóricas, mien-tras que el veganismo es un efecto práctico. La motivación original es siempre una causa, no un efecto, pero hemos observado que el efecto está comenzando a hacer sombra a la causa. Adoptamos el efecto práctico (en este caso, la identidad vegana) mientras intentamos aclarar nuestro posicionamiento político/ético a les demás miembres de la cultura dominante, que nos hacen preguntas como “¿en-tonces no comes esto?”. La prominencia de la “identidad vegana” en lugar de la “identidad anti-opresión” o la “identidad por la liberación animal” ocurre al acep-tar la cultura consumista de nuestra sociedad. Significa que no nos hemos podi-do salvar de ser homo-consumericus. Ya no tiene sentido discutir sobre si somos hervívores, carnívores u omnívores, simplemente somos homo-consumericus.

• Observemos la contradicción de que una persona vegana que toma medicinas que han sido experimentadas con animales juzgue a otra persona vegana por con-sumir aceite de palma. Esta clase de contradicciones son resultados inevitables de definir posturas políticas en torno a conductas de consumo. Son signos de que las ideas anti-opresión están perdiendo terreno, y no necesariamente estamos dicien-do que una de las dos conductas sea la correcta. Cualquiera que asuma que “hay


algunas prácticas en las que todes les veganes coinciden” se equivoca, porque ge-neraliza basándose en su propio círculo social. Cualquier enfoque totalitario hacia la absolución de la esclavitud animal convierte el movimiento de liberación animal, que no tiene dios ni amo, en una institución autoritaria que predica qué es lícito y qué no. En este punto surge la arrogancia contra les no-veganes, agresiones, considerar a les consumidores de carne asesines, degradar al veganismo a un estilo de vida o una cocina gourmet... La pregunta “¿si consumo esto, sigo siendo vegane?” es proble-mática en sí misma. Es una señal de que el veganismo está en vías de convertirse en algo parecido a una religión. Todas las personas de este movimiento deberían po-der definir sus propias prácticas en concordancia con su conciencia y posibilidades, después de haber rechazado la muerte y la esclavitud. Les veganes que sólo han cambiado sus hábitos de consumo, cuando aceptan la invitación a consumir una nueva gama de productos, siguen estando dentro del sistema capitalista que está fundado en contra de todes los animales, incluides nosotres.

• Otra cuestión a considerar es “¿el veganismo no significaba originalmente estar en contra de todas las opresiones?”. El veganismo debería alejarse de los enfo-ques modernistas1, ya que el modernismo es antropocentrista, y el antropocen-trismo es una forma de opresión igual al especismo. Aunque ser anti-opresión o anti-autoridad no es una característica presente en todes les veganes, no es algo poco frecuente. Cuando une se para a observar a les veganes que no han adoptado esos principios, es porque han adoptado una identidad vegana con-sumista, influenciades por la sociedad de consumo y no por teorías en contra de la esclavitud.

• Las personas que se han hecho veganes simplemente cambiando sus hábitos de consumo son vulnerables a ideas humanistas y modernistas. El ser humano, fabricante de herramientas, es elevado a los cielos con su ciencia y tecnología, y su supuesta superioridad respecto a les demás animales, es justificada sólamente por su raciocinio. Les veganes que defienden que los animales no humanos tie-nen el mismo derecho a vivir que los animales humanos deberían ser críticos con la Ilustración para reforzar sus propios argumentos. El modernismo es antropo-centrista y Europa sigue siendo racista: su especismo y militarismo es constante y evidente. Une vegane que no es crítique con la civilización es propense a estar conforme con una cultura civilizatoria tramposa que pone en su punto de mira a les “salvajes”, ya sea une animal que se encuentra fuera de la soberanía humana o una persona primitiva que no ha sido esclavizada por el sistema todavía, como fuente de explotación, usando la palabra salvajismo como sinónimo de crueldad/ferocidad dentro de una dualidad civilización/salvajismo. Aunque la violencia no

1. El modernismo es una corriente de pensamiento surgida en los siglos XVII y XVIII, influida por el pensamiento de Descartes. Se caracterizó por la exaltación de la razón, el posiciona-miento de la humanidad por encima de todo lo demás y la creencia de poder llegar, a través del raciocinio, a la “verdad pura”.


nació con la civilización, ha sido legitimada por medio de las leyes que han sido impuestas por les actores de la civilización después de victorias en guerras.

• Como todas las prácticas, la del veganismo no puede ser descrita independiente-mente del esfuerzo personal de los individuos de mantener la imagen de coheren-cia a los ojos de la sociedad. La mayoría de les que se identifican como veganes, lo hacen aceptando una serie de barreras, levantadas por otres para establecer qué pueden y no pueden consumir les veganes, que no hay que atravesar, en lugar de escuchar a su conciencia o crear su propio posicionamiento ético. Estas barreras, en la práctica, son inconsistentes. Por ejemplo, la veganidad de productos de su-permercado envasados es cuestionable, ya que también se asesinan animales por parte de la industria de la agricultura, además del hecho de que son transportados desde otros continentes en avión o que les granjeres pueden ser esclaves. No in-cluir a ciertas personas dentro del movimiento de liberación animal por diferencias en los modos de consumo es a ser la policía vegana. ¿Por qué no considerar vega-nes a les freegans o a les que comen animales muertes por atropello accidental?

• La industria de los alimentos veganos (sustitutivos de productos de origen ani-mal) debería ser sólo un periodo de transición para les que echan de menos es-tos productos de origen animal, a los que están acostumbrades desde niñes. El consumo y la recomendación de productos parecidos a la carne no es tan sor-prendente cuando consideramos que la mayoría de les activistas provienen de ambientes consumidores de carne, además de que siguen comprando sus fru-tas y verduras en supermercados. Aún así, las campañas de liberación animal no deberían convertirse en anuncios de leche de soja o champú cruelty free. Darle más propaganda al consumo que a las teorías anti-opresión también puede ser un error estratégico que impide que el movimiento se popularice. Discursos como que “la única solución es el veganismo” son presuntuosos, huelen a poder, y re-pelen a les no veganes. Y lo que es más, las personas veganas que les dicen a las vegeterianas que el veganismo es el paso final, desafortunadamente están admi-tiendo que no tienen planeada ninguna acción disruptiva en contra de las indus-trias que producen guerra y explotación, o un activismo continuado, o liberarse de la opresión capitalista y de las ciudades.

• “Liberación animal = Veganismo”, en según que situación, puede no ser una hi-pótesis correcta. Hacerse vegane no es una cima, una meta final para la libera-ción animal; sólo puede ser un primer paso. Las personas que, arriesgándose al encierro, utilizan la acción directa para salvar a animales de ser torturados, pero que de forma esporádica consumen productos de origen animal, también perte-necen al movimiento de liberación animal. Las personas que pretenden unirse a FLA2 demuestran su afiliación por medio de la acción directa. No dañar animales durante la acción es esencial, pero les activistas no son interrogades sobre si con-

2. Frente de Liberación Animal.


sumen huevos o no en su vida personal. El FLA promueve el veganismo, pero lo lleva a cabo realizando acciones arriesgadas por los animales, no produciendo un discurso político basado en hábitos de consumo. Deberíamos leer el comunicado “No apoyes al Frente de Liberación Animal” del FLA una y otra vez.

• Que algunas ciudades, restaurantes y supermercados no tengan opciones ve-ganas o vegetarianas puede ser bueno para les activistas por la liberación animal. Una buena forma de destruir la sociedad capitalista y dar poder a la cultura DIY es actuando de forma solidaria y autogestionada, en vez de depender del sistema económico.

• Todes estamos de acuerdo en que la explotación continuará aún si todas las per-sonas del mundo se hacen veganas. Pese a las expectativas, un mundo vegano no supondría la solución a la contaminación del medio ambiente, las emisiones de carbono o el problema del agua. Incluso si desaparece la industria cárnica, sería sustituida por otra industria explotadora que satisfaga las necesidades de 7.000 millones de personas. Si, por ejemplo, cualquier ferry que navegue por el océano mata a cientos de peces y medusas que pasan por debajo, o el asfalto de las au-topistas representa un cementerio para ratones e insectos, ¿pueden las ciudades en sí mismas ser veganas?

• Algunes veganes sólo se acuerdan del ecologismo si quieren persuadir a otra persona a no consumir carne, y esto podría considerarse una forma de desho-nestidad. Comparada a une vegane motorista, una persona no vegana cuyo único medio de transporte es la bicicleta podría estar salvando a más animales de morir y contribuyendo más al bienestar del planeta. Echemos un vistazo al desastre de 2010, del cual la industria automovilística es cómplice, en el que murieron 11 traba-jadores, 17 resultaron herides, 4 millones de barriles de petróleo fueron derrama-dos en el medio ambiente e incontablos animales murieron en el golfo mexicano por culpa de BP3. El escape fue frenado a los 85 días. La imagen que quedó en la memoria fue la de las aves y los peces empapades en petróleo.

• Es importante que personas desde el movimiento de liberación animal actúen al unísono con otras luchas (como la LGBTIQ+, el ecologismo, los comedores so-ciales, la okupación...), pero debería tratarse de una colaboración sincera, no un reclutamiento de nueves miembres para el movimiento por la liberación animal.

• Es triste y a la vez gracioso que a veces tengamos que recordar a algunes ve-ganes que les humanes también son animales. Los productos de chocolate, por ejemplo, no pueden considerarse veganos porque las personas que recogen el cacao de los árboles son mayormente esclavas. Entonces, ¿qué hacemos? Otro

3. En 2010 un estallido de la plataforma Deepwater Horizon, operada por BP, se convirtió en la mayor y más devastadora catástrofe mediambiental de la historia de EEUU.


ejemplo: todos los ordenadores y smartphones nuevos incluyen materias que son muy escasos en este planeta. Las minas de las que se extraen son consideradas “conflictivas” porque las materias son extraídas por bandas que esclavizan niñes. ¿Puede la tecnología capitalista ser vegana?

• El veganismo surgió en el corazón del capitalismo: Londres. No debemos olvidar que surgió como una reacción a una opresión sistematizada y estandarizada que puso el listón muy alto. El consumo de carne y de pieles ha perdido su significado de clase, ahora está disponible para las masas, así que la rabia contra ello aumentó. Sin embargo, tras la despoblación rural, el reclutamiento de casi cuelquier persona para trabajar, y la comercialización de todo lo perteneciente a la naturaleza; la Revolución Industrial resulta en la explotación indirecta de animales, incluso si esta explotación no se produce directamente. La explotación, en un sistema capitalista, es la norma.

• Las justificaciones como “antes vestíamos pieles para mantenernos calientes, ahora no las necesitamos” son, desafortunadamente, antropocéntricas. El ar-gumento de que no pasamos frío gracias a la industria textil capitalista, que está basada en la tecnología, equivale a estar agradecides por el modernismo antro-pocéntrico. Si los argumentos que defienden la liberación animal estuviesen ali-mentados por el rechazo al especismo que pone los intereses de les humanes por encima de las demás especies, serían argumentos más sustanciales en contra de la opresión.

• Les veganes/vegetarianes deberíamos tratar de conseguir suficientes nutrien-tes porque también somos animales. Es beneficioso para nosotres que, además de rechazar todos los alimentos de origen animal, también evitemos la comida refinada y procesada. No todo el mundo puede ser un “modelo a seguir”, pero la malnutrición sólo ayuda a las compañías farmacéuticas, que fingirán que nos están salvando la vida heróicamente. Por otra parte, teniendo en cuenta una vez más que las personas son animales, la misantropía en une vegane es una disonan-cia cognitiva. En lugar de perjudicar a las personas, deberíamos tener claro que estamos en contra de la autoridad y la discriminación.

• No estamos de acuerdo con el binarismo “reformismo vs. radicalismo”. Les acti-vistas que llaman a las instituciones científicas a abandonar métodos arcaicos de testado y a compañías multinacionales a adoptar alternativas a los experimentos en animales pueden lograr que algunas compañías abandonen la experimenta-ción animal por miedo a perder dinero o prestigio. Aunque esto es reformista, de alguna manera sería positivo porque salvaría a cierta cantidad de animales de ser torturades. Sin embargo, mientras sigan existiendo compañías multinacionales cuyo único propósito es sacar beneficio, es muy probable que el mundo se vaya a la mierda igualmente por la escala masiva de la “locura científica” que sustituirá los experimentos con animales. Ver “nanotecnología” y “genética”.


• Todas las personas tienen una concepción del veganismo distinta. Muchas per-sonas hablarán de especismo sin entenderlo por completo. También te encontra-rás a personas hablando de hermandad entre especies y al mismo tiempo negan-do la hermandad entre humanes. El veganismo no es antifascista necesariamente en todos los casos, aunque algunes activistas por la liberación animal con ideas fascistas pueden gradualmente volverse antifascistas mediante el descubrimien-to del paralelismo entre el especismo y otras formas de discriminación.

• Algunas personas en Turquía sólo muestran su rechazo ante la violencia hacia animales durante el festival musulmán de Celebración del Sacrificio (Eid al-Adha), lo que nos hace dudar de si su motivación surge del antiespecismo. Las personas que sólo defienden a los animales durante la semana del sacrificio pueden estar motivadas por la islamofobia o un afán “civilizatorio”. Un mundo “civilizado”, di-gamos Europa o Estados Unidos, en el que la sangre de los animales no es visible de puertas para afuera, pero es derramada dentro de habitaciones cerradas, sólo beneficia al ser humano, no a los animales.

• A menudo recibimos preguntas en torno a las creencias religiosas y el veganis-mo. Históricamente, muchas religiones abordaron el tema de los derechos ani-males. Les seguidores del budismo, del jainismo o del maniqueísmo generalmente adoptan dietas vegetarianas. Muchas comunidades de todo el mundo han visto a individuos optar por dejar la carne. Aunque el veganismo y vegetarianismo sean relativamente nuevos como tendencias a escala mundial, no son nada nuevo si consideramos toda la historia de la humanidad. Por lo tanto, las preguntas de les musulmanes sobre la relación del veganismo con el islam pueden ser respondidas por les activistas desde la perspectiva de les musulmanes, aunque muches acti-vistas no lo crean. Una comunicación saludable no es posible si no se entienden los valores del otro lado. Les musulmanes que persistentemente hacen pregun-tas sobre la liberación animal a menudo desearían introducirse en la lucha, pero sin tener que abandonar sus creencias religiosas. Se les podría responder a estas personas con citas del Corán que prohíben torturar a animales o la arrogancia hu-mana. Podemos preguntarles si creen que capitalismo es halal. Refiriéndonos a partes del Corán que explican cómo tener esclaves humanes, podemos decirles “puedes seguir siendo musulmán sin esclavizar animales igual que puedes seguir siendo musulmán sin esclavizar personas”. También podemos subrayar que los mataderos son inventos fordistas, y, por lo tanto, irrelevantes para las religiones.

• Hay personas que dedican su tiempo a tratar de trollear a veganes. Sus moti-vos pueden incluir que se hayan sentido irritades al ser acusades de “asesines” por parte de veganes. ¿Les consumidores de carne son asesines? Es una pre-gunta que genera controversia. Debemos enfocar nuestra rabia a los matade-ros tanto como a les consumidores de carne. Une consumidore de carne es une asesine al mismo nivel que une votante del partido de Hitler es une genocida. Otros motivos de que se critique a les veganes pueden ser la arrogancia que


demostramos muchas veces, nuestra fijación en el consumo, o el reprimir la disonancia cognitiva (por parte de personas que desean ser veganes pronto).

FUTURAS HIPÓTESIS Y SOLUCIONES• Esperamos que en 10 años se produzcan algunos cambios en cuanto al con-sumo de productos de origen animal en Turquía. En Londres, donde tanto el movimiento por la liberación animal como el capitalismo son más antiguos que aquí, una página web de socialización llamada meetup.com cuenta con aproxi-madamente 560 personas registradas en el grupo de Liberación animal de Lon-dres, mientras que el grupo de Veganes de Londres cuenta con 2.310 miembres. El grupo de Liberación Animal organiza acciones en contra de la industria que explota a los animales, mientras que el otro grupo organiza eventos tales como fiestas veganas del vino. Estimamos que veremos más consumidores de carne orgánica, de huevos de corral, consumidores bienestaristas, reduccionistas de la carne y veganes en 10 años, en una Turquía que continúa su camino hacia el capitalismo desarrollado. Todo el mundo compartirá recetas de tartas veganas, pero las recetas para salvar gallinas presas por sus huevos probablemente no surgirán de la cultura gastronómica.

• Vivimos en la sociedad del espectáculo, no en la sociedad de la agricultura. Los medios de comunicación de masas y otras herramientas de comunicación tienen un impacto enorme en las masas. Les defensores de los derechos de los animales deberíamos seguir de cerca los mecanismos de los medios de comunicación. De-beríamos generar una opinión pública compartiendo todas nuestras acciones y campañas con los medios mainstream, los alternativos, las redes sociales, etc. En lugar de utilizar esos medios indistintamente, deberíamos transmitir el mensaje a los canales que las masas siguen, y ajustarlos a esas masas. Crear una opinión pú-blica puede ayudar a les activistas por la liberación animal a recibir menos castigos en el futuro, si sus acciones llegan a los juzgados. Les activistas del bloque negro que liberaron a más de 200 perres de laboratorios de experimentación animal lle-garon a ocupar titulares de todo el mundo, y lo que es más importante, sus accio-nes fueron presentadas como legítimas. El proceso de su demanda judicial está relacionado íntimamente a la cantidad de apoyo que sigue recibiendo del público. En consecuencia, les activistas por la liberación animal de todo el mundo deberían gritar de forma continuada que todas las empresas son asesinas. Exponer a las empresas que siguen realizando experimentos en animales o aplaudir a las em-presas que no los realizan ayudará a les activistas brasileños a ser liberades.

• Estamos llegando al final del año 2013. Debemos hablar sobre métodos de libe-ración de animales y los pasos a seguir para legitimizarlas. Desafortunadamente, las revueltas de Gezi Park en Turquía4 no generaron unos disturbios como los de

4. Protestas que se iniciaron en Estambul en 2013 después de que 50 activistas ecologistas se manifestaran para salvar el parque Taksim Gezi, que se iba a trasformar en un centro comercial.


Brasil5. No pudimos salvar ni siquiera a unes poques animales de les que estaban es-perando la libertad en medio del caos. Por otra parte, la ley turca que estipula que los animales esclaves son una propiedad puede suponer una trágica ventaja, porque si eses animales son liberades, les liberadores sólo serán acusades de robo y asalto de propiedad privada. Deberíamos empezar a allanar el camino para acciones por la li-beración animal que tengan lugar en las próximas revueltas. Aunque no creemos que vaya a suponer una reacción en cadena, incluso aunque la acción sea cubierta por la prensa. Esto puede deberse a la colaboración de les disidentes en Turquía con ideas jerárquicas izquierdistas o la ausencia en la izquierda de un discurso sobre el medio ambiente o los animales. Los temas que se deban tratar en futuros panfletos debe-rían ser de los que les ciudadanes nunca han oído hablar. Por ejemplo, sigue siendo una idea chocante para muchas personas que es imposible obtener leche de vaca sin su embarazo. Les activistas que no pueden arriesgarse a liberar animales pue-den intentar conseguir grabaciones de forma encubierta de granjas industriales, ya que eso, a diferencia de en EEUU, en Turquía no cuenta como terrorismo. Los picnics veganos se están volviendo más frecuentes, mientras que no tenemos ni una sola grabación del laboratorio que corta animales vivos justo al lado de donde hacemos los picnics. Debería darnos que pensar.

5. En 2013 (en plenos preparativos para el mundial de fútbol de 2014) se produjeron en Brasil manifestaciones multitudinarias a raíz de las precarias condiciones de la clase obrera, la corrupción y la desigualdad. Estas protestas dieron lugar a caos y revueltas, que cientos de activistas aprovecharon para liberar a 178 perres de un laboratorio.


EXPLORANDO EL VEGANISMO RADICALChristopher Sebastian McjettersCuando escribí el post que precede a este1, pensé que supondría mi fin como activista por la justicia social. Así que admito que no puse mucho empeño en describir lo que es el veganismo radical o qué aspecto debería tener para otre excepto para mí mismo, aparte de escribir una breve lista de recomendaciones para ser vegane radical. Estos son los elementos que considero clave para des-cribir el veganismo radical:

• Les animales no humanos son miembres de una comunidad marginalizada. Pensaba que este aspecto fundacional del veganismo radical debería ser el más obvio, pero de alguna manera es el que más discrepancias genera: no sólo les hu-manes son animales, sino que los animales son personas. ¿Por qué es importante esto? Bueno, como respuesta a una acción en la que estaba involucrada la activis-ta vegana Brittany Lynn, el vegano Mike Stone le dijo lo siguiente: “Quizás debería traer a toda mi familia vegana a tu protesta el jueves, para poder explicarte cómo fun-ciona el veganismo realmente. No es una causa de justicia social. Cuando incluyes el veganismo como una causa de justicia social, lo arrojas a un abismo de colectivos de minorías ruidosas y la defensa de los animales queda ahogada”. Joder, la virgen. De-jando a un lado el hecho de que un hombre blanco amenace a una mujer (y, joder, es difícil dejarlo a un lado, así que puede que hagamos un post aparte sobre ese tema) esto ilustra que 1. Mucha gente no entiende que los propios animales son una comunidad marginalizada y privada de derechos; 2. Las personas blancas en general desprecian bastante a las minorías; y 3. La omnipresencia del “complejo de salvador blanco” en el veganismo es real.Por eso hablo de que se“despersonaliza” a las comunidades marginadas, en vez de “deshumanizarlas”. El ser humano no cuenta con un criterio fiable para con-ferir “personalidad”. Les animales tienen lenguajes, culturas, sociedades, y rela-ciones emocionales complejas. Y no considerarlos una comunidad de personas marginalizada es negarles su existencia.Además, buscar la solidaridad de una amplia unión de otros grupos marginaliza-dos no es sólo aconsejable, es necesario. Porque, por otro lado, parte del moti-vo por el que nuestro éxito como movimiento se ha visto limitado, es que otros grupos de justicia social no tienen en cuenta de que los animales son una minoría oprimida. Sería mucho más fácil aceptar el veganismo si nos forzásemos, como personas marginalizadas, a dejar de mirar a les demás animales como comida y a reconocer que estamos cometiendo atrocidades a personas marginalizadas de otras especies. Además, hablando de colectivos de minorías ruidosas...

• El veganismo radical eleva las perspectivas de personas marginalizadas que pueden hablar de forma auténtica de nuestras experiencias de opresión, ya que pueden ser capaces de conectar con la abolición del especismo.

1. “Yes to Intersectionality, Boo to Intersectional Vegans” en Striving With Systems.


Durante mucho tiempo, el movimiento de liberación animal se ha basado en gran medida en la perspectiva de sus líderes hombres blancos cishet, lo cual es un en-foque curioso para abordar liberación animal. Tiene mucho más sentido que per-sonas que provienen de entornos oprimidos sean les arquitectes de la liberación. Solemos saber de lo que estamos hablando. Y eses arquitectes no tienen que es-tar limitades a voces blancas. He aprendido mucho de activistas como Pattrice Jones, Sunaura Taylor y Zarna Joshi. Hay un amplio abanico de voces femeninas, queer, gordas, musulmanas (y más) que podemos escuchar.

• El veganismo radical apoya al feminismo interseccional. La teoría feminista in-terseccional es un aspecto importante del veganismo radical. Como expresé en el anterior post, la teoría feminista interseccional pertenece y debería centrarse en las mujeres negras. Las mujeres veganas negras deberían hacer lo que quieran con respecto a su veganismo y su feminismo. Pero siento que que haya personas que hagan copy/paste su marco de trabajo para incluirlo en el diálogo sobre los derechos animales es un acto de apropiación de la erudición femenina y negra. El veganismo radical pone a los animales en el centro pero necesariamente apoya al feminismo interseccional.

• El veganismo radical es político. Muchas personas (una vez más, normalmente blancas) piensan que es aconsejable despolitizar el veganismo porque asociar el veganismo a la política lo hace complicado y exigente. “El veganismo debería ser simple. El veganismo no es político. Personas de todos los entornos políticos pueden ser veganas. Ni siquiera me gusta hablar de política”. Esta es la cosa más ignorante que he oído en mi vida.Decir que deberíamos mantener las políticas de identidad fuera del veganismo ig-nora el hecho de que les demás animales tienen identidades. Y minimiza el efecto que los discursos políticos tienen en los animales. ¿No ves cómo? Bueno, sólo hay que ver lo que les pasará a los animales si Trump tiene éxito en la construcción del muro entre EEUU y México.

• El veganismo radical es una extensión de la filosofía vegana actual, que honra la historia del veganismo que precede a la introducción de la palabra “vegan” en la sociedad occidental. Cuando buscamos la definición de veganismo, nos vamos directamente a la definición proporcionada por Donald Watson en los 40 (posible-mente con actualizaciones de la Vegan Society en los 70). No hay nada de malo con esta definición, pero identificar el veganismo con este contexto particular sin ninguna mención de influencias culturales previas no resuena conmigo, porque lo siento incompleto. El rastafarismo es anterior a Watson. Shakahari es anterior a Watson. Es importante decolonizar nuestro veganismo reconociendo y exploran-do estas influencias.

• El veganismo radical abarca el amplio espectro de avances sociales, intelec-tuales y científicos que hemos conseguido desde mediados del siglo XX, cuando


el veganismo europeo se popularizó. Desde que Watsón entró en escena hace más de 70 años, muchas cosas han cambiado. El alcance de los descubrimientos sobre sintiencia e inteligencia animal se ha ampliado de manera inconmensurable. Nuestra comprensión cultural del género y la sexualidad se ha expandido. Hemos aprendido mucho sobre presentación de género en comunidades animales. Las conversaciones sobre justicia alimentaria, protecciones legales para trabajadores de la agricultura, descubrimientos médicos sobre la salud, la ciencia del cambio climático... se han alterado de forma drástica. Es contraproducente ignorar estos cambios en nuestras conversaciones en torno al veganismo.

• El veganismo radical necesita que deconstruyamos la supremacía blanca. ¿Por qué? Porque, en primer lugar, tenemos que deconstruir las instituciones que crean opresión. La supremacía blanca en sí misma es una de estas instituciones porque fue la blanquitud la que politizó lo “humano” como una identidad separada de y superior a lo “animal”, un cambio que permitió la esclavitud porque éramos (y somos) deshumanizados, o despersonalizados, a ojos de la blanquitud.Tengo que hacer una importante distinción. Nótese que no he dicho que el ve-ganismo radical es anti-racista. Obviamente, la mayoría de nosotres estamos de acuerdo en que el racismo es malo y que deberíamos oponernos a él. Pero muy poques de nosotres entendemos la supremacía blanca o cómo contribuimos a ella todos los días. Cuando mencionas a la persona blanca media, vegana o no, el concepto de supremacía blanca, piensan que estás hablando de casos aislados de racismo extremo, cometidos por gente que lleva capuchas blancas, y se conside-ran exentes de toda culpabilidad.A continuación tenemos un comentario de une activista vegane y youtuber en respuesta a mi explicación de la omnipresencia de la supremacía blanca:“Es un gran argumento, nunca pensé en ello de esa manera. Pero no estoy de acuer-do en que las personas blancas posean poder institucional en la sociedad. Muchas minorías están en el poder. Y además, las personas blancas que están en el poder no están oprimiendo a las personas negras, por lo que yo veo. Pero supongo que leeré los recursos que has enlazado y volveré a hablar contigo entonces”.Por supuesto, respondí con varios ejemplos recientes y flagrantes de personas blancas con poder institucional en la sociedad occidental a través de la vivienda, la educación y la vigilancia (nota: usé ejemplos británicos porque esta persona está de acuerdo con la suposición de que el racismo extremo se limita a los EEUU). Como seguía sin convencerse ante los hechos, decidí abandonar la conversación. Hay que saber cuándo retirarse.

• El veganismo radical es la diferencia entre emancipación y liberación. Como he mencionado anteriormente, el veganismo debe trasladarse a un espacio más re-volucionario que el que está basado en nuestro entendimiento del siglo XX sobre él. Debemos dejar atrás la pregunta de si los animales son dignes de consideración moral porque está anticuada. La existencia de leyes y protecciones por el bienestar animal demuestra que ya pensamos que los animales sean dignos de consideración


moral. El concepto de consideración moral sigue objetificándoles de manera signi-ficativa. Debemos dejar de pensar en elles de formas filosóficas y conceptuales y empezar a describirles como preses polítiques, porque es lo que son.El veganismo del siglo XX se centra de forma significativa en la emancipación. “Hasta que toda jaula quede vacía2” es un grito de guerra con el que estamos familiarizades. Pero las jaulas vacías sólo son un aspecto de la liberación, y uno que ha demostrado ser un camino mediocre para cualquier grupo marginalizado. Como ha sido demostrado históricamente, la emancipación de los individuos de su esclavitud no les libera de su opresión. El sistema simplemente encuentra nue-vas formas de esclavizarnos. En los EEUU esto incluye todo, desde la aparcería3, hasta el complejo industrial de prisiones, a la esclavitud asalariada de cualquier tipo. Lo que significa que...

• El veganismo radical es definitivamente anticapitalista. Como mencioné an-teriormente, lo que entiende el mainstream por veganismo es, en el mejor de los casos, un boicot de consumo, y, en el peor de los casos, una dieta de moda. Mucho de esto tiene que ver con los efectos del capitalismo. Muches creemos que el capi-talismo está perfectamente bien. Que si simplemente generásemos demanda por productos veganos y abandonásemos en masa el consumo de productos de origen animal, todas las jaulas quedarían vacías y viviríamos felices sin comer perdices.A los negocios agrícolas les importan una mierda los animales. Y les importas una mierda tú. A los negocios agrícolas sólo les interesa el dinero. Si torturar animales y cortarlos en pedazos no es rentable, eso significa que no serán explotados. No significa que dejen de colonizar sus tierras. No significa que los órganos reproduc-tivos de las gallinas dejen de matarlas de forma prematura por décadas de euge-nesia que las han convertido en máquinas productoras de huevos. Y no significa que hayamos aprendido a proveer atención médica y vivienda a los animales cu-yas vidas y familias han sido destruidas por la industrialización agresiva.Lo he dicho antes y lo volveré a repetir: por favor, disfruta de tus productos ve-ganos. No estoy diciendo que seas mala persona si no tienes una dieta vegetal basada en alimentos integrales. Personalmente, me alegra que hayamos conse-guido desarrollar quesos veganos que sepan igual de bien que los lácteos. Pero si no sanamos nuestro movimiento, el capitalismo llegará arrollando y fingirá que está siendo un héroe cuando fue el capitalismo quien lo jodió todo en primer lugar. El capitalismo encontrará otras formas de explotarnos a nosotres y a elles. No es revolucionario ni radical.Y hablando de cosas radicales, algunos apuntes finales sobre el veganismo radi-cal: generalmente no soy de los que le añaden etiquetas al veganismo, porque las

2. En el original decía “Emptying the cages“, he decidido traducirlo así para hacerlo más acor-de a lo que se suele decir en ambientes activistas del Estado español.

3. El contrato de aparcería es aquel por el que el titular de una finca o de una explotación cede durante un tiempo determinado su uso. Es decir, la parte propietaria aporta la tierra, y la parte aparcera su fuerza de trabajo.


etiquetas pueden crear facciones en lugar de solidaridad. Sin embargo, a veces definir las ideas más claramente nos proporciona una mayor comprensión de no-sotres mismes y de nuestros objetivos.Además, calificando nuestro veganismo de radical, nos reapropiamos de lo radi-cal en sí mismo. La sociedad occidental nos ha enseñado a temer la radicalización asociándola a cosas negativas, como el “islamismo radical”. Pero la definición ver-dadera de lo radical es lo que apela a la raíz. Y eso es lo que queremos en nuestro veganismo, llegar a la raíz de la opresión y liberarnos de ella.Hacia dónde ir desde este punto, no tengo ni idea. Literalmente me estoy inven-tando esto sobre la marcha. Y sí, he dejado fuera un montón de cosas. Hay mu-chos aspectos en los que podría extenderme mucho. Pero esto es una entrada de un blog, no un libro. Si has leído hasta aquí, estoy sorprendido. Sólo quería proveer lo básico para que la gente entienda de qué estoy hablando y por qué. En el futuro, quiero hablar de herramientas y estrategias para veganes radicales. Así que qui-zás continuemos entonces.


BITING BACK:UNA RESPUESTA RADICALA LES ANARQUISTAS NO VEGANESAnónimeMientras que hay un número creciente de personas de pensamiento radical que reconocen la opresión de los animales no humanos y que luchan contra esta, seguimos viendo a animales no humanos siendo ofrecides como comida en mu-chos comedores radicales, ferias del libro, y otros encuentros anarquistas. Pen-samos que esta es una forma de opresión jerárquica que merece y necesita una crítica anarquista.Este breve ensayo intentará tratar las objeciones más comunes al veganismo por parte del anarquismo. Apuntamos a inspirar una praxis de anarquismo insurreccio-nal y defensa ecológica posicionándonos contra el especismo y la objetificación de los animales no humanos.Cuatro oposiciones habituales al veganismo por parte de anarquistas:

1. Imponer el veganismo es una práctica colonial, porque matar y comer animales es un aspecto esencial de muchas comunidades indígenas; esto es: “matar y comer animales no es el problema, lo es la relación colonizada con matar y comer animales”.Esta es una postura habitual, que hemos visto en muches anarquistas. Curiosa-mente, se evoca más frecuentemente por parte de anarquistas blanques que se posicionan como “aliades” de las personas indígenas. Muches anarquistas creen que, de algún modo, hablan en nombre de las comunidades indígenas, o que buscan promover las tradiciones de estos pueblos. Esta utilización simplista de las políticas de identidad no supone nada nuevo. No hay que buscar muy lejos para darse cuen-ta de que hay un número considerable de personas indígenas que son veganas, así como comunidades cuyas costumbres nunca estuvieron centradas en el consumo de animales. No existe una cultura indígena monolítica que podamos evocar, así que esta postura no tiene sentido. Lo que hay es una multitud de culturas indígenas con sus propias costumbres y creencias. Intentar justificar la caza o el consumo de ani-males no humanos romantizando a las comunidades indígenas sólo consigue ho-mogeneizar las experiencias de todas estas personas.

2. Me opongo a la ganadería industrial, pero no hay nada de malo en matar anima-les fuera del capitalismo; esto es: “matar y consumir animales no es el problema, lo es hacerlo dentro del capitalismo”.Esta objeción asume que, bajo el capitalismo, la única experiencia negativa por la que pasan los animales no humanos es la ganadería industrial. Mientras que, sí, las granjas industriales estarían más bonitas ardiendo, el núcleo del especismo es una relación jerárquica entre animales humanos y no humanos (reflejada a diario en su uso cotidiano para el entretenimiento, experimentos farmacéuticos, y en las tendencias de moda que involucran su piel y pelaje), que justifica su opresión más allá del capitalismo. Como las relaciones entre animales humanos y no humanos ha sido influenciada enormemente por el capitalismo, son vistos como mercancías, en


lugar de como seres vivos capaces de experimentar dolor y sufrimiento. Mientras que la eliminación del capitalismo y la ganadería industrial acabará con las manifes-taciones institucionalizadas del especismo, sólo con la eliminación de la supremacía humana podremos generar relaciones nuevas con los animales no humanos, rela-ciones basadas en el respeto a su derecho a la autonomía corporal y la liberación de la dominación humana.

3. El veganismo es sólo una actividad de consumo y no es inherentemente anti-capitalista. Los boicots no cambian nada; esto es: “no existe consumo ético bajo el capitalismo”.Demasiadas veces esta objeción nace desde una perspectiva que asume errónea-mente que el veganismo liberal representa al veganismo en su totalidad. A un nivel organiado, células y grupos veganos radicales como el FLA, la Brigada de Liberación Animal, la Milicia de Liberación Animal, etc., han destruido propiedades por valor de cientos de miles de dólares, y aterrorizado al Estado hasta el punto de crear el Animal Enterprise Terrorist Act. A un nivel individual, el veganismo es un ataque diario a la estructura de poder especista, una estructura invisibilizada por la norma social.Cualquiera que haya asistido a los suficientes encuentros anarquistas que no con-taran con comida vegana, sabe lo rápido que las discusiones y conversaciones sobre especismo y opresión a animales no humanos rompe la paz que rodea al consumo de cadáveres y excreciones de estes. Aunque parece tentador relegar el veganismo a una mera actividad de consumo, el veganismo desafía la jerarquía opresora que es el especismo en espacios de pensamiento radical, actuando como una llave en los engranajes de la conformidad especista. Al existir como tal, se crea un diálogo que saca a la superficie el problema de la opresión de los animales no humanos y exige un examen extenso de las tendencias y comportamientos opresivos internalizados.El especismo está normalizado a través de la participación individual en un progra-ma social más amplio que objetifica a los animales no humanos y les relega a un lu-gar por debajo de los animales humanos, como productos para el consumo. Tomar parte en este proceso de objetificación normaliza la existencia de pensamientos e ideologías opresoras en espacios anarquistas. Decir que el veganismo sólo se re-fiere a la comida es una observación incompleta, el veganismo abre nuevas vías de pensamiento en torno a nuestra relación con los animales no humanos, al tiempo que desafía una jerarquía de supremacía humana que normaliza su consumo.

4. Yo no contribuyo a la opresión de animales porque sólo consumo productos de origen animal robados o sacados de la basura1.

1. Nota de la editorial: nótese que aquí nosotres llegamos a una conclusión diferente: como los cambios en los hábitos de consumo no suponen una diferencia palpable y que concebimos el veganismo como algo más que un boicot de consumo, y sabiendo que en una sociedad como la nuestra la supervivencia sin jugar bajo sus normas es difícil o inviable, no nos oponemos al consumo de alimentos de origen animal extraídos de la basura. Aunque sí que entendemos que a nivel psicológico muches no estaríamos dispuestes a consumir productos de origen


Mientras que esto puede satisfacer a algunes veganes liberales, sigue sin llegar al centro de la cuestión del consumo de animales. Puede que sólo consumiendo pro-ductos de origen animal si son robados o cogidos de la basura no contribuyamos monetariamente a la opresión animal, pero así se sigue validando la noción de la su-premacía humana al normalizar la actividad social de consumir animales no huma-nos. Al afirmar “está bien porque no lo he comprado, y si no, se echará a perder”, las personas que consumen productos de origen animal reducen al veganismo a una estrategia de boicot, más que a un análisis antiespecista/anarquista de las formas en las que los animales humanos nos relacionamos con lo que nos rodea. En otras palabras, consumir estos productos de la basura socava la necesidad de desarrollar relaciones no jerárquicas con los animales no humanos que destruyan su estatus asignado de mercancías.

CONCLUSIÓNEl veganismo no es una mera opción dietética, sino un desafío a la narrativa an-tropocéntrica dominante. No se trata de consumir productos diferentes, sino de cultivar nuevas relaciones con los animales no humanos que no estén basadas en jerarquías u opresión. Mientras que sigue habiendo anarquistas que piensan que esperar a que colapse el capitalismo y apoyar al FLA es un enfoque suficiente bue-no del antiespecismo, muches de nosotres reconocemos el marco social y dietético que permite el especismo y la necesidad de su destrucción total.Les anarquistas se dan cuenta fácilmente de que el machismo, el racismo o la ho-mofobia no desaparecerán simplemente con el colapso del capitalismo, y que debe-mos luchar aquí y ahora. Pero eses mismes anarquistas normalmente son reacies a aplicar esta lógica al antiespecismo. Si queremos libertad total, debemos cultivar nuevas relaciones en nuestras vidas diarias. Esto significa luchar contra la opresión en todos los frentes, incluyendo el de la especie. Negarse a ello no es coherente con las prácticas anarquistas y libertarias.No estamos pidiendo jaulas más grandes sino la destrucción de todas las jaulas, jun-to con las formas de pensar que las crean. Hacia la anarquía a través del rechazo individual y colectivo de esta sociedad y de sus reglas internalizadas, en solidaridad con lo salvaje, en contra de la prisión de la supremacía humana: anarquismo vegano significa atacar en todos los frentes.

animal en ninguna circunstancia, y que si lo hiciéramos podría tener un impacto en nuestra relación con los animales no humanos, o la manera en la que les demás perciben esta relación, ya que en parte estaríamos participando en la concepción de estes como productos de con-sumo. Aún así, creemos que muchos productos 100% vegetales tienen más impacto negativo que muchos productos de origen animal. Y no, no somos liberales.

#001

1ª edición. Impreso enMadrid en octubre de 2018.

[email protected]

Comparte, fotocopia, difunde.

VEGANISMO RADICAL - noblogs.org...VEGANISMO RADICAL · 3 El veganismo es definido habitualmente como...

Documents

Transcript of VEGANISMO RADICAL - noblogs.org...VEGANISMO RADICAL · 3 El veganismo es definido habitualmente como...