Vega Gutierrez Emilia e Stefania 2014

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MÚSICA Y LITERATURA, LENGUAJES EN CONTRAPUNTO: UNA APROXIMACIÓN DESDE LA HISTORIA DE LA MÚSICA A METROPOLITANAS DE R.H. MORENO DURÁN EMILIA ESTEFANÍA VEGA GUTIÉRREZ TRABAJO DE GRADO Presentado como requisito para optar por el Título de Profesional en Estudios Literarios PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Ciencias Sociales Carrera de Estudios Literarios Bogotá, año 2014

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  • MSICA Y LITERATURA, LENGUAJES EN CONTRAPUNTO:

    UNA APROXIMACIN DESDE LA HISTORIA DE LA MSICA A METROPOLITANAS DE

    R.H. MORENO DURN

    EMILIA ESTEFANA VEGA GUTIRREZ

    TRABAJO DE GRADO

    Presentado como requisito para optar por el

    Ttulo de Profesional en Estudios Literarios

    PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

    Facultad de Ciencias Sociales

    Carrera de Estudios Literarios

    Bogot, ao 2014

  • PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

    FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

    CARRERA DE ESTUDIOS LITERARIOS

    RECTOR DE LA UNIVERSIDAD

    Joaqun Emilio Snchez Garca, S.J.

    DECANO ACADMICO

    Germn Rodrigo Meja Pavony

    DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE LITERATURA

    Cristo Rafael Figueroa Snchez

    DIRECTOR DE LA CARRERA DE ESTUDIOS LITERARIOS

    Jaime Alejandro Rodrguez Ruiz

    DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO

    Luz Marina Rivas

  • Artculo 23 de la resolucin No. 13 de julio de 1946:

    La universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus

    alumnos en sus trabajos de tesis, slo velar porque no se publique nada contrario

    al dogma y a la moral catlica, y porque las tesis no contengan ataques o polmicas

    puramente personales, antes bien se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la

    justicia.

  • AGRADECIMIENTOS

    Quiero agradecer a todos aquellos, que desde que me conocen, soportaron mi irremediable

    necesidad de relacionar la literatura con la msica.

    A Luz Marina, cuyo inters por esta tesis me hizo comprender a medida que avanzaba la

    trascendencia de esta red de telaraas.

    A mam, por siempre confiar en mis decisiones, y creer, junto conmigo, en las posibilidades del

    arte.

    A Laura, por las horas de compaa y disertacin; por soar y crear, siempre a mi lado, las

    sinfonas inconclusas de nuestro universo.

    En general, a las nias, quienes, a travs de este camino, estuvieron ensendome la manera de

    disfrutar el placer y el terror que la literatura nos depara: Cami, Karen, Matti, Natha, Sari, Pami,

    Pau, Quiwi, Au.

    A Moreno Durn, y a todos aquellos autores que decidieron lanzar los hilos, e inventaron desde

    su propia orilla, una creacin plural.

  • Alma msica

    Yo soy borracho. Me seduce el vino

    luminoso y azul de la Quimera

    que pone una explosin de Primavera

    sobre mi corazn y mi destino.

    Tengo el alma hecha ritmo y armona;

    todo en mi ser es msica y es canto,

    desde el rquiem tristsimo de llanto

    hasta el trino triunfal de la alegra.

    Y no porque la vida mi alma muerda

    ha de rimar su ritmo mi alma loca:

    aun ms que por la mano que la toca

    la cuerda vibra y canta porque es cuerda.

    As, cuando la negra y dura zarpa

    de la muerte destroce el pecho mo,

    mi espritu ha de ser en el vaco

    cual la postrera vibracin de un arpa.

    Y ya de nuevo en el astral camino

    concretara sus ansias de armona

    en la cascada de una sinfona,

    o en la alegra musical de un trino.

    Nicols Guilln.

  • TABLA DE CONTENIDO

    A MANERA DE OBERTURA .................................................................................................8

    1. COMPARATISMO E INTERTEXTUALIDAD ............................................................ 13

    1.1 Sobre la Literatura Comparada .................................................................................. 13

    1.1.1 Cuestiones histricas ................................................................................................... 16

    1.1.2 Definiciones? Metodologas? ................................................................................... 19

    1.1.3 Crisis? Nuevos caminos? ........................................................................................... 22

    1.1.4 Hilos que se atan ........................................................................................................... 25

    1.1.5 Intertextualidad ............................................................................................................. 29

    2. MSICA Y LITERATURA: UNA APROXIMACIN HISTRICA .......................... 40

    2.1 La msica, el texto y el lenguaje: un acercamiento que se da desde la composicin .. 40

    2.2 Johan Sebastin Bach: una narrativa de la composicin ............................................ 52

    3. UN GRAN TEJIDO QUE SE ATA (CORAL) ................................................................. 57

    3.1 Algunas conexiones............................................................................................................ 57

    3.1.1 Forma sonata (Soprano) ................................................................................................ 57

    3.1.2 El poema sinfnico (Contralto) ..................................................................................... 62

    3.1.3 Mallarm y Debussy: poesa/msica de la suspensin (Tenor)....................................... 67

    3.1.4 La obra de arte del futuro: una lucha entre mito e historia (Bajo) ............................... 79

    4. R.H MORENO DURN. EL CAMINO DE LA DISIDENCIA: CONTRAPUNTO Y

    SIMULTANEIDAD (CANON Y FUGA) ................................................................................ 92

    4.1 Metropolitanas: estructura musical y narracin. Canon para seis voces: la creacin de

    una forma particular ............................................................................................................... 94

    4.2 Historias que se entrelazan ............................................................................................... 98

  • 4.3 De lo total a lo subjetivo .................................................................................................. 101

    4.5 Miradas haca lo musical................................................................................................. 114

    4.6 Solo para sopranos .......................................................................................................... 115

    4.7 Para una mejor interpretacin del arte de la fuga ......................................................... 120

    CONCLUSIONES ................................................................................................................. 127

    BIBLIOGRAFA ................................................................................................................... 131

  • 8

    A MANERA DE OBERTURA

    Las notas, en realidad no construan

    una meloda sino un texto.

    Un cdigo que podra ser trascripto a palabras.

    Marco Aurelio Larios.

    Desde hace mucho tiempo poseo el inters por la relacin que puede hallarse entre la literatura y

    la msica. Al comienzo pens que la relacin era probable solamente desde la teora, quizs

    desde la significacin que trminos musicales como contrapunto, o polifona, pueden

    adquirir en uno u otro contexto. Tambin comenc a pensar que podran estar un poco ms cerca

    debido al inters literario que vea en msicos apasionados por los textos, o al contrario, por el

    valor artstico que encontraban literatos dentro de la msica. Bien se conocen varias obras que a

    manera de homenajes deciden compartir sus nombres y convertirse en obras literarias

    musicalizadas: El Fausto de Franz Liszt, Goethe y Marlowe, El preludio de La siesta del Fauno

    de Debussy y Mallarm, El concierto barroco de Roberto Sierra y Alejo Carpentier, etc. Sin

    embargo, despus me di cuenta de que esta relacin no era solamente a manera de admiracin o

    como presupuesto terico de una u otra disciplina artstica. Al igual que yo, literatos y msicos

    compartan la misma inquietud, es posible relacionar la msica y la literatura para llegar a

    mbitos nunca antes imaginados dentro de la creacin?

    As, en esta bsqueda me encontr con las ideas del msico alemn Richard Wagner, quien

    desde sus deseos por transformar la obra de arte de su poca siempre so con la totalidad, una

    obra de arte infinita que abarcara a todas las dems, las fusionara y elaborara una nueva forma

    artstica nunca antes vista, la obra de arte total y del futuro. De la misma manera, los estudiosos

    de la Literatura Comparada desde los inicios de su encrucijada hacia la creacin de la disciplina

    comparatista observaron, y sobre todo, gracias a las ideas del escritor alemn J. W. von Goethe,

    que dentro de la literatura existan millones de relaciones que vala la pena analizar para

    comprender el vasto universo que se halla incluso entre la literatura y las dems artes. Entonces

    comprend, que la relacin que tanto buscaba exista para varios msicos y literatos que

    interesados en el tema buscaban la manera de atar los hilos, que antes para m, parecan unirse

    solo desde aspectos triviales.

  • 9

    Segn Alejandro Oliveros, autor del prlogo del texto La razn meldica de la colombo-

    venezolana Valentina Marulanda, poesa y msica fueron una en sus orgenes: el grupo de aedas

    que compuso Ilada y Odisea, tena claro que la poesa era cosa de cantar y contar (Oliveros

    10). Por supuesto, en la pica griega y en las tragedias la msica estaba presente, ya fuera en su

    contenido, como forma de expresin que dentro del texto ayudaba a la alabanza de los dioses, o

    en la formacin del aeda o actor de tragedias que deba ser, por un lado poeta, y por el otro,

    poseer altos conocimientos en los modos musicales. De esta manera, desde tiempos

    inmemoriales la poesa y la msica siempre buscaron la manera de encontrarse unidas, aspecto

    que se conservara siempre en el corazn de las obras. As, surgiran haca el siglo XI nuevos

    himnos de alabanza que combinaran los textos litrgicos con varias formas musicales. En el

    siglo XII, los trovadores recobraran el viejo espritu del aeda griego, y mucho ms lejos, en el

    siglo XIX, varios poetas buscaran en las obras musicales aquello que no podan expresar del

    todo en sus obras literarias.

    Sin embargo, como en todo juego de relaciones, siempre existen encuentros y desencuentros.

    Debido a que la funcin del aeda griego desapareci poco a poco, gracias a la aparicin de la

    escritura, la pregunta respecto al texto y la msica se vio desatada y permeara en su totalidad la

    tradicin occidental de la msica: qu es ms importante en una partitura, la msica o el texto?

    La respuesta a este interrogante podr ser deducida a travs de la misma historia de la msica

    acadmica en occidente, y se ver relacionada directamente con la literatura que ya no solamente

    se permite relacionar su rama potica con la msica, sino que se ver inmersa tambin en su

    prosa narrativa.

    La narrativa se relaciona con la msica desde muchos ms aspectos de los que crea, pues aunque

    en un texto literario puede aparecer una relacin entre una forma musical y una manera particular

    de narrar la historia, no es solo esta similitud lo que hace que la relacin sea fructfera. En el

    texto Espacios del imaginario latinoamericano. Propuestas de geopotica, el autor Fernando

    Ansa seala, basndose en los comentarios de Bajtn, que la percepcin musical del texto

    literario: permite que la lectura no se limite a una reconstruccin abstracta y visual de lo

    representado, sino que se ample a una audicin, en la cual se escuchan los diversos discursos

    culturales, las voces heterogneas de personajes y los niveles de expresin (heteroglosia) de una

    poca. (Ansa 185). De esta manera, en el texto literario narrativo la msica se encuentra en

  • 10

    asociacin con la expresin de un discurso nuevo que desea manifestarse. Es decir, que msica y

    literatura adquieren una relacin transformadora en la que la una afecta directamente a la otra, en

    un juego de dilogos deseado por la teora comparatista y sobre todo, por Bajtn en su principio

    dialgico: primera forma de intertextualidad.

    A travs de este trabajo doy cuenta de msicos y escritores que en su esfuerzo por esta simbiosis

    elaboraron distintas obras que manifiestan, de una u otra forma, el inters por esta relacin que se

    teje desde lo ms remoto del tiempo gracias al canto que, por cierto, le dio espacio a la palabra

    para entrar dentro de lo musical. No es trivial entonces que el vocablo de origen latino carmen,

    el cual le da nombre a una de las obras ms famosas del compositor francs Georges Bizet,

    designase antiguamente, a la vez, canto y poema. Entonces, msicos como Haydn, gran creador

    de estructuras compositivas aplicables a los textos; Liszt, buscador de relaciones apotesicas

    entre msica y poesa; Debussy, creador de espacios en blanco relacionados con la teora

    mallarmeana y Wagner: autor de la gran obra de arte del futuro gracias a su inters en la pica y

    tragedia griega, entran aqu a ser mencionados. La intencin de utilizar respectivamente a estos

    compositores no es trivial, puesto que cada uno de ellos en su momento histrico signific un

    cambio, o una ruptura, para el pensamiento de su poca, sobrepasndolo y llevando su

    pensamiento a mbitos inalcanzables.

    Haydn, a travs de su potencial terico elabor una forma musical casi narrativa que entrara a

    formar parte fundamental dentro de las grandes teoras musicales presentes en la poca, como

    por ejemplo, el principio de la tonalidad. Liszt, movido por su pasin por la poesa decidi

    concebir la msica junto con ella. En el texto El lenguaje de la msica, el escritor Juan Bautista

    Plaza, realiza una cita de un comentario del compositor, en el que afirma la profunda emocin

    que para l significa encontrar una relacin posible entre estos artes. As dice el compositor

    refirindose a la relacin personal que posee frente a los aspectos histricos y poticos con los

    que se ha ido encontrando: () Una relacin vaga pero inmediata, un lazo indefinible pero

    real, una comunicacin inexplicable pero cierta, he tratado de convertir en msica algunos de mis

    sentimientos ms vivos () A medida que la msica instrumental progresa, se desarrolla y se

    desprende de sus primeras trabas, tiende a impregnarse ms y ms de esta idealidad que ha

    marcado la perfeccin de las artes plsticas y a convertirse, no en una simple combinacin de

    sonidos, sino en un lenguaje potico. (Plaza, citando a Liszt, 150). As Liszt no solo manifiesta

  • 11

    su emocin frente a la creacin de una nueva manera de comprender el arte musical, sino que

    hace manifiesta la presencia de una nueva poca en la que la msica deja de ser solo sonido para

    ser significacin, e incluso, para ser directamente relacionada con la literatura. En la msica de

    Claude Debussy es trascendental comprender la elaboracin de nuevos preceptos compositivos

    que interesantemente se relacionan con el espritu potico de Mallarm. No est de ms

    mencionar que esto ocurre, especialmente, en el inters que posean ambos artistas por la

    creacin de una suerte de ambigedad que guardaba tras de s los ms profundos significados.

    Richard Wagner, con su bsqueda de la obra de arte total, hallar en Grecia el equivalente que le

    haca falta para en sus dramas musicales, crear lo que sera un gran cambio de panorama dentro

    de la concepcin italiana de la pera, en la cual, es vital demostrar el virtuosismo de la voz del

    cantante sin importar que en las complicadas lneas meldicas se pierda el sentido del libreto.

    Para Wagner cada pieza de la pera es vital, y la construccin dramtica del texto forma parte

    esencial de la obra, al igual que su parte instrumental.

    Sin embargo, la mencin del inters de estos compositores por el arte literario no podra estar

    completa sin la relacin que mucho tiempo antes que todos ellos estableci el compositor alemn

    J.S. Bach. Tal vez Bach, sin saberlo, estableci uno de los puntos ms importantes de la

    demostracin relacional que poda mantenerse entre la msica y el texto durante el Barroco. Para

    ello cre una de las ms complejas estructuraciones compositivas para la elaboracin de sus

    obras: el contrapunto. Mi inters por Bach siempre ha estado cubierto por el asombro ante su

    capacidad compositiva que para m es inigualable por donde quiera que se le mire. Por supuesto,

    no poda dejar de indagar la relacin que se poda hallar entre sus obras y la literatura. Fue

    entonces, cuando la relacin entre msica y literatura a travs de la obra Metropolitanas, del

    escritor colombiano R.H. Moreno Durn, adquiri una dimensin distinta para m. Moreno

    Durn, en esta obra, elabora una gran construccin contrapuntstica equivalente a la gran

    encrucijada que desde el siglo XVI emprendera el compositor alemn. El autor, en

    Metropolitanas: canon para seis voces, presenta la creacin de una estructura del texto que no

    poda pasar desapercibida en mi investigacin. Adems, no es solo la estructura del libro la que

    evidencia esta dinmica de relaciones, sino tambin el sentido en el que se utilizan los elementos

    musicales para dar nuevos sentidos al lenguaje literario lo que ms me interes.

  • 12

    La msica se ha visto afectada por la literatura desde su estructura, as mismo, la narrativa y la

    poesa se han visto musicalizadas por elementos estilsticos de notoria musicalidad. Adems,

    msica y literatura comparten ese espacio temporal que se escapa de la realidad, ese tiempo en el

    que ambas dejan de ser parte de la estructura cotidiana y crean otros lugares para habitar y

    significar. El tiempo en las obras, tanto musicales como literarias, fluye y se escapa en el sonido

    y la significacin. Adems, la obra literaria al lado de la msica se transforma, al igual que lo

    hace la msica cuando se coloca junto al hecho literario, ambos en su mundo de significacin

    muestran su presencia para ofrecer lo ms puro de su relacin, y por primera vez, nombrarse y

    ser desde otro lugar.

  • 13

    1. COMPARATISMO E INTERTEXTUALIDAD

    (Allegro ma non troppo)

    Decimos que un autor es original

    cuando ignoramos las ocultas transformaciones

    que los otros han producido en l.

    Paul Valry

    1.1 Sobre la Literatura Comparada

    El texto literario es en s mismo un universo de relaciones; el hecho de aventurarse en su

    investigacin genera una apertura de tensiones que se van entrelazando por caminos

    impensables, pues no solo existen relaciones entre varias obras literarias que comparten

    pensamientos y situaciones afines, sino que tambin aparecen relaciones entre diversos gneros

    literarios, diferentes lenguajes e incluso entre manifestaciones artsticas lejanas a la experiencia

    literaria, como, por ejemplo, la msica. La literatura comparada se sita en un anlisis de la obra

    en su expresin ms amplia abarcando todas sus posibles correlaciones.

    La Literatura Comparada, en pocas palabras y segn Mara Mercedes Enrquez Aranda en su

    texto La literatura comparada en proceso de renovacin (algunas notas sobre su relacin con la

    recepcin del texto literario y la traduccin), () se define como una disciplina emprica de los

    estudios literarios que estudia el texto literario desde una perspectiva comparativa (Enrquez 1).

    Sin embargo, esta es solo una apreciacin a grandes rasgos de lo que compone la teora

    comparatista, puesto que varios escritores podran discernir de dicha definicin. Por ejemplo la

    autora Luz Aurora Pimentel-Anduiza, en su texto Qu es la literatura comparada y cmo se

    puede usar en la enseanza de la literatura, menciona que la literatura comparada no puede

    definirse simplemente como una teora de la comparacin a secas, puesto que no es solo la

    comparacin lo que hace de la literatura comparada lo que es. La comparacin es un acto que

    desde siempre ha existido en el momento de analizar una obra artstica y es una operacin

    racional bsica para el momento de la comprensin. Por el contrario, para la autora, el verdadero

    sentido de la teora comparatista consiste en una comparacin entre dos o ms literaturas de

    diferentes lenguas. As menciona Pimentel-Anduiza: La literatura comparada no designa

    entonces una metodologa especfica, sino un modo de estudiar la literatura. En un intento por

  • 14

    trascender las fronteras lingsticas y culturales de una literatura nacional, el estudio comparativo

    de la literatura ampla el sistema de referencias con objeto de propiciar una mejor apreciacin del

    fenmeno literario (Pimentel-Anduiza 92). Segn la autora, una literatura nacional est inscrita

    dentro de su mismo territorio, y por lo tanto, difcilmente puede marcar con claridad las fronteras

    de las tradiciones literarias de su misma comunidad literaria. El objetivo de la Literatura

    Comparada es superar ese tipo de limitaciones.

    De la misma manera, el autor Claudio Guilln en su texto Entre lo uno y lo diverso, afirma la

    explicacin de Pimentel al aclarar el carcter internacional de la literatura comparada. Guilln

    menciona que para el comparatismo es necesaria la existencia de la contribucin realizada por la

    historia y el concepto de literatura de unas clases y categoras que no han sido solamente

    nacionales. Esto lo ejemplifica nombrando gneros y movimientos literarios que poseen una

    connotacin que claramente se escapa de lo nacional: Pinsese en un gnero multisecular como

    la comedia, un procedimiento inconfundible como la rima, un vasto movimiento, europeo y hasta

    mundial como el Romanticismo (Guilln 27). Guilln considera que la literatura comparada

    ante todo es una gran reflexin en torno a unas dimensiones bsicas de la historia de la literatura,

    y claramente, el intento de una reflexin totalizadora: de convertir el conocer individual o

    especializado en un saber ms amplio (Guilln 27), lo cual ser un propsito principal de la

    teora comparatista.

    Sin embargo, no solo el hecho de la comparacin genera una discusin en el concepto de

    literatura comparada, sino que tambin se ve problematizada en cuanto a su orientacin y objeto

    de estudio, as lo menciona la autora Mara Mercedes Enrquez Aranda: Desde sus comienzos,

    la literatura comparada ha seguido dos direcciones diferentes: una orientacin histrica de raz

    francesa y una orientacin terica de raz norteamericana1 (Enrquez 2). Dicho conflicto parte,

    por supuesto, del intento de encontrar un objeto de estudio esencial para la disciplina. Por un

    lado, el enfoque francs acepta de una manera desconfiada la comparacin entre la literatura y

    otras reas del conocimiento, mientras que la escuela norteamericana permite de una manera ms

    1Segn el texto de Jordi Llovet et al, Teora literaria y literatura comparada, afirmar que existi una absoluta

    oposicin entre una escuela norteamericana y una francesa es errneo, ya que, existieron excepciones de crticos de

    diferentes nacionalidades que apoyaron una u otra nocin. Por ejemplo, el crtico francs Ren Etiemble, era

    partidario de las ideas sobre el comparatismo impuestas por el checo-estadounidense Ren Wellek (Llovet et al 362).

    Sin embargo, cito a Enrquez para asegurar que existieron dos corrientes de pensamiento que se oponan entre s

    dentro de la concepcin investigativa de la Literatura Comparada.

  • 15

    o menos limitada dicho anlisis. Los conflictos entre las escuelas logran que se genere un gran

    desacuerdo en la delimitacin de un objeto de estudio diferenciado y de una metodologa

    especfica para la Literatura Comparada. Por ejemplo, Enrquez Aranda citando a Remak

    muestra una de las aceptaciones respecto a la aceptacin de la inclusin de otras reas no

    literarias como objeto de comparacin: (La funcin de la literatura comparada es) dar () una

    comprensin mejor y ms comprehensiva de la literatura como un todo () Esto se lograr ms

    cabalmente si adems de relacionar entre distintas literaturas se relaciona tambin la literatura

    con otras esferas del conocimiento y de la actividad humana, especialmente con los campos

    artsticos e ideolgicos (Enrquez, citando a Remak, 3).

    Si regresamos a la concepcin de la Literatura Comparada que plantea Guilln, ser posible

    darse cuenta de que a pesar de los conflictos entre escuelas y la lucha por definir un objeto de

    estudio, el objetivo de la Literatura Comparada consiste, sobre todo, en superar esas fronteras

    nacionales que no le permiten a la literatura confundirse con otras literaturas y ramas del

    conocimiento. Es por esto que Guilln decide alejarse de una definicin de lo nacional, para

    comenzar a referirse a lo supranacional: Y digo supranacional, mejor que internacional, para

    subrayar que el punto de arranque no lo constituyen las literaturas nacionales, ni las

    internacionales (Guilln 27). La Literatura Comparada es sobre todo, una literatura del mundo,

    Guilln lo dice de la siguiente manera:

    Acerqumonos a nuestra disciplina sin perder de vista este cariz inicial, la

    Literatura Comparada como afn, proyecto, actividad frente a otras actividades.

    Deseo, digamos por lo pronto, de superacin del nacionalismo en general y del

    nacionalismo cultural en particular, es decir, de la utilizacin de la literatura por

    vas provincianas, instintos narcisistas, intereses mezquinos, propsitos polticos

    frustrados. (Guilln 28)

    A pesar de todo, la definicin de Guilln como el pensamiento de Remak tendran que pasar por

    un largo proceso de acuerdos y desacuerdos para poder ser ubicados en tan solo una parte de lo

    que sera una larga bsqueda de definiciones, sentidos y hallazgos de un objeto de estudio

    correcto dentro de la disciplina comparatista. Cul era el objetivo de la Literatura Comparada

    dentro de los estudios literarios? Esto sera algo que necesitara de muchas exploraciones para

    que por lo menos las investigaciones comparatistas tuvieran una suerte de estabilidad, puesto

  • 16

    que, del anti-nacionalismo arraigado del que habla Guilln a estudios extremadamente

    historiogrficos y nacionalistas, solo existi un paso confuso de uniones y contrariedades.

    Adems, justo en el momento en que la historiografa se apoder de las investigaciones

    comparatistas y los crticos iniciaron su oposicin al preguntarse por la obra literaria en relacin

    con el universo de influencias que le concernan, no solo en su imitacin, si no, y sobre todo, en

    sus diferencias, la inclusin de otras disciplinas dentro del anlisis comparatista tambin se vio

    sumergido dentro de la problemtica.

    1.1.1 Cuestiones histricas

    En el compendio de textos titulado: Teora literaria y literatura comparada, realizado por Jordi

    Llovet y otros autores2, se menciona la ubicacin que la Literatura Comparada ha tenido en su

    desarrollo junto a la Crtica literaria, la Teora de la literatura y la Historia de la literatura. Su

    evolucin marcada, sobre todo, por la de las otras tres la ha llevado a modificar todo el tiempo

    sus ideales. Yves Chevrel, en su texto La Littrature compare, la defina como: al mismo

    tiempo, desplazamiento hacia los otros y estudio del desplazamiento hacia los otros (Chevrel 8),

    por otro lado, Claudio Guilln en Entre lo uno y lo diverso, insista en que el objetivo principal

    de la disciplina era () la investigacin, explicacin y ordenacin de estructuras diacrnicas y

    supranacionales (Guilln 408). Estas dos definiciones marcaran los puntos de crisis y

    encuentro de la mayor parte de la historia de la Literatura Comparada.

    Antes que nada, aunque la Literatura Comparada tiene una existencia acadmica hasta finales del

    siglo XIX y comienzos del XX, es indispensable mencionar el inters que se tena por la

    comparacin desde mucho antes. Llovet et al, lo aclaran refirindose al inters aristotlico por la

    universalidad y la comparacin, como tambin a la concepcin estoica de una humanitas que

    juntara a los distintos pueblos razas e idiomas. Sin embargo, el planteamiento universal de

    Aristteles no entrelazaba a la literatura con otros mbitos del discurso, asunto que continu

    siendo de la misma forma hasta llegado el siglo XIX. Segn el autor, esto se debe a varios de los

    problemas histricos relacionados con las lenguas, la desintegracin de la Potica unitaria y al

    papel que adquieren las literaturas nacionales en el proyecto esencial del Estado nacin, ya que

    2Robert Caner, Nora Catelli, Antoni Mart Monterde, David Vias Piquer.

  • 17

    gracias a estos cambios las necesidades de la literatura se introdujeron en un proceso de tensin

    entre culturas que cada vez se volva ms poltico y menos interdiscursivo (335).

    Uno de los antecedentes ms claros de lo que entendemos como Literatura Comparada se deriva

    de dicha concentracin en el concepto de nacin, puesto que es una cuestin que acentu la

    diversidad de las culturas y visibiliz las diferencias. En Historia comparada de la literatura, el

    autor Joseph Texte, nombra al Romanticismo para evidenciar la idea de nacin presente en el

    movimiento:

    Por una parte ha suscitado (...) un movimiento de cada pueblo haca sus orgenes,

    un despertar de la consciencia colectiva, una concentracin de sus fuerzas

    dispersas o malgastadas para crear obras genuinamente autctonas. Por otra parte,

    ha provocado, por un contraste inesperado, una difuminacin de las fronteras, una

    comunicacin ms libre entre pueblos vecinos, una comprensin ms completa y

    abierta de las obras extranjeras. En un cierto sentido, ha sido agente de

    concentracin; en otro, ha sido un fermento de disolucin. Al mismo tiempo que

    constitua, primero por reaccin y luego por emulacin, las literaturas nacionales,

    preparaban el advenimiento de una literatura internacional o, al menos, europea.

    (Texte 23).

    Este aspecto es interesante, ya que demuestra que la Literatura Comparada parte del

    nacionalismo para escapar de l. Es ella la que surge del inters que posee Europa por

    comprender los nuevos hilos de relacin que se establecen en su cultura. Europa necesita de la

    Literatura Comparada para analizar su propia trasformacin.

    De esta manera George Steiner en su texto, Qu es la literatura comparada, afirma: La

    literatura comparada lee y escucha despus de Babel; presupone la intuicin, la hiptesis de que,

    lejos de ser un desastre, la multiplicidad de las lenguas humanas () ha sido la condicin

    indispensable para que hombres y mujeres gocen de la libertad de percibir, de articular y de

    escribir el mundo existencial en plural libertad. (Steiner, 133). El inters de la Literatura

    Comparada se transform en una bsqueda por una visin amplia que denotara una

    universalidad. As lo menciona Llovet et al, La literatura deja de ser una, sustentada firmemente

    por la retrica y la potica, concretada en diversas lenguas: la literatura pasa a ser las

  • 18

    literaturas. (Llovet et al 337). Este pensamiento respecto a la universalidad lo compartan

    varios pensadores de la poca por ejemplo, Arthur Schopenhauer en La lectura, los libros y otros

    ensayos, afirma: La verdadera cultura humana exige, por el contrario, la universalidad y una

    mirada extensa, es decir, para un intelectual, en el sentido elevado de la palabra, un poco de

    polihistoria. Pero para ser completamente filsofo, es preciso reunir en el cerebro los polos ms

    distantes del saber humano. De otro modo, dnde podran encontrarse?. (Schopenhauer 143)

    La literatura como concepto universal y sobre todo, como objeto que influye determinantemente

    en la sociedad, desde el lenguaje y sobre todo, hacia la nacin, implica la evolucin de un

    pensamiento poltico en el sentido de la relacin cultural que produjo la poca del XIX, en

    donde, y como lo dira Llovet et al citando a Madame de Stael en De lAllemagne: Las naciones

    deben servirse de gua las unas a las otras, y todas haran mal de privarse de las luces que puedan

    prestarse mutuamente. (Llovet et al, citando a Stael, 340). De esta manera, es evidente la nueva

    idea de relacin entre identidad y alteridad, adems del papel de la universalidad como horizonte,

    simplemente lo que Goethe llam Weltliteratur.

    Sin embargo, se puede tornar paradjico que el deseo universal de Goethe necesite del propio

    nacionalismo para existir, y de repente la necesidad de una unidad literaria en Europa puede ser

    constituida en los mismos trminos que las identidades nacionales, puesto que el hecho de

    interrelacionar varias partes de Europa en un inters universalista considera, ya de por s, la

    existencia de estados nacionales europeos. Texte, habla de dicho universalismo goethiano frente

    al nacionalismo napolenico francs, para afirmar dicha interaccin:

    La crtica comparativa no naci en Francia. Su patria es Alemania, y surgi como

    una rebelin contra el despotismo del yugo francs () Para combatir al

    extranjero es necesario estudiarlo y conocerlo, y, para sustituirlo por modelos

    nuevos, familiarizarse a la literatura a la que representan. () Si el nacionalismo

    ha surgido de la crtica comparativa, tambin ha surgido el cosmopolitismo e

    internacionalismo. El da en el que se forme la nueva literatura europea, toda la

    crtica literaria ser necesariamente internacional. Ese da, por encima de las

    fronteras polticas () se habran tendido y anudado los lazos invisibles que

    unirn los pueblos con los pueblos y que construirn, como en la Edad Media, el

    alma colectiva de Europa. (Texte 23)

  • 19

    De este modo, la friccin de culturas que necesitan ponerse en relacin ser la base del desarrollo

    de un tipo de comparatismo que podra denominarse nacionalista, puesto que varios de los

    estudios que comprenden la Literatura Comparada, como lo es incluso el inters goethiano de la

    universalidad de la literatura, son incomprensibles sin el nacionalismo que se pone en conflicto.

    1.1.2 Definiciones? Metodologas?

    Jordi Llovet et al, aclaran que el primer catedrtico de la Literatura Comparada, o mejor an, de

    Historia Comparada de las Literaturas, en el sentido de exploracin de las naciones europeas que

    buscaban puntos de encuentro y desencuentro, fue Joseph Texte haca el ao 1897 en la

    Universidad de Lyon. Es interesante observar sus puntos de vista frente a estos puntos

    definitorios de la Literatura Comparada; dice Texte en Literatura Comparada. Principios y

    mtodos que es la oposicin misma entre las almas nacionales, la que ha hecho nacer la crtica

    comparativa como tal, puesto que la disciplina no ha nacido realmente del inters de unir las

    naciones entre s en un utpico universalismo, si no que por el contrario, surge de la tendencia a

    defender el genio de cada nacin contra la influencia de las naciones vecinas (Texte 27).

    Tambin afirma: De hecho, el contacto de una nacin con las naciones vecinas no produce

    necesariamente una disminucin de su originalidad (Texte 28). A pesar de todo, el autor en Los

    estudios de Literatura Comparada en el extranjero y en Francia, texto citado por Llovet et al,

    intenta afirmar que existen ms motivos para creer en el alejamiento de las literaturas nacionales

    que darn paso a las tendencias internacionales que se adentrarn en los estudios de la historia

    literaria: La historia literaria tiene una tendencia manifiesta a dejar de ser nacional o local y

    convertirse en europea e internacional (Texte, citado por Llovet et al, 339).

    Sin embargo, esta descripcin solamente logr que se considerara a la Literatura Comparada

    como una rama de la filologa historicista y positivista. Adems de verse inscrita en un panorama

    de relaciones propio de las teoras comparatistas de las ciencias naturales en donde un hecho

    literario era contrapuesto frente al segundo. As comenzaron los primeros usos bastantes

    intuitivos e imprecisos de la disciplina, en donde, al igual que en la teora comparatista cientfica

    se pensaba que era posible construir o reconstruir la unidad total a partir de sus partes, todo

    gracias a la comparacin. Llovet et al, citan a Jean-Jacques Ampre para dar cuenta de estas

    ideas: La teora debe nacer conocimiento profundo de los hechos. Es de la historia comparativa

  • 20

    de las artes y de la literatura de todos los pueblos que debe surgir la filosofa de la naturaleza y

    las artes () Hay que reconocer en la sucesin de productos poticos, las verdaderas

    formaciones semejantes a las que la geologa establece en la serie de los terrenos que han

    formado poco a poco la corteza del globo (Llovet et al, citando a Ampre, 348).

    Del hecho de pensar en el comparatismo como una manera de relacionar los aportes de todos los

    lugares del globo para, as mismo, crear un conjunto de nuevas influencias surge en 1931 la

    definicin de Paul van Tieghem en donde: El objeto de la literatura comparada () es

    esencialmente estudiar las obras de las diversas literaturas en sus relaciones entre s. Concebida

    en trminos tan generales, comprender, al no considerar ms que el mundo occidental, las

    relaciones entre las literaturas griega y latina, la deuda de las literaturas modernas, despus de la

    Edad Media, con las literaturas antiguas y, en definitiva, las relaciones de las literaturas entre s

    (Llovet et al, citando a Tieghem, 350). Esta definicin es la que impregnar en su mayora los

    estudios sobre el comparatismo que se realizaran durante el siglo XX.

    De esta manera, las relaciones entre las obras y los autores se establecen a partir de unas

    delimitaciones estables, reconocibles como nacionales o lingsticas: Una vez fijada la frontera

    entre dos literaturas, nos proponemos estudiar todo cuanto, en el dominio literario, pasa de un

    lado a otro, de manera que ejerza una accin. () Todo estudio de literatura comparada,

    decamos, tiene por finalidad describir un paso, el hecho de que algo literario sea transportado

    ms all de la frontera lingstica (Llovet et al, citando a Tieghem, 350).

    Adems: La literatura comparada, prolongar en todos los sentidos los resultados alcanzados

    por la historia literaria, los reunir a los que, por su lado, hayan sido conseguidos por los

    historiadores de otras literaturas, y de esta red compleja de influencias constituir un dominio

    aparte. No pretender sustituir las diversas historias nacionales, sino que las completar y las

    unir, al mismo tiempo que tejer, entre ellas y por encima de ellas, las redes de una historia

    literaria ms general (Tieghem, citado por Llovet et al, 351). Esta concepcin, de una literatura

    ms general e incluso auxiliar de las historias de las literaturas nacionales, ya bastante alejada de

    la de Goethe, reduce el inters de la disciplina a los intercambios e influencias visibles,

    despojado del esfuerzo de sntesis y de la amplitud de mirada general sobre la especificidad

    literaria. Segn Llovet et al, el hecho de sobreponer la metodologa por sobre el concepto

    literario es perjudicial para el objeto de estudio, puesto que, supone alejarse cada vez ms de l

  • 21

    hasta convertirlo en algo casi que innecesario. Adems, el hecho de querer construir una idea

    general de la literatura genera de por s, una desjerarquizacin del objeto de estudio y un olvido

    de la originalidad individualizante que el arte estaba experimentando durante el siglo XIX.

    Llovet et al agregan a esta problemtica la importancia fundacional de la discursividad que existe

    en la concepcin del escritor, puesto que olvidar que para la literatura de la poca moderna y

    contempornea el hecho de borrar la tradicin para no caer en la imitacin es una caracterstica

    principal solo genera que nuevamente el comparatismo est olvidando analizar realmente a su

    objeto de estudio: la Literatura:

    Cuanto ms brillante, decisivo sea un autor o una obra, menos rastreable ser

    aquello tan importante para los comparatistas positivistas, incluso es posible que

    no haya nada, absolutamente nada que rastrear, puesto que los autores

    absolutamente decisivos de la literatura desbordan no solo la historia de la

    literatura, sino tambin su historia, su propio tiempo, que nace despus de ellos.

    (Llovet et al 352)

    Dejar de lado esta cuestin generara no solo el alejamiento del comparatismo frente a su objeto

    de estudio, sino que tambin, al olvidar la Literatura Comparada la Literatura solo estara

    encaminndose a su propia autodestruccin.

    El objeto de la Literatura Comparada, desatendiendo el verdadero instante decisivo de la

    creacin de las obras, quedaba limitado a su historia externa, los cambios sucesivos en su

    desarrollo, sus traducciones, sus imitaciones, o un fragmento del mltiple material que ha

    contribuido a su formacin, cosa que convierte los trabajos comparatsticos en meros catlogos

    bibliogrficos (Llovet et al 355). Ya en 1903 no tardaron en llegar las crticas frente a esta

    manera de abordar el comparatismo. El hecho de abordar a las literaturas solo por el papel que

    juegan dentro de una nacin, o simplemente desde su historia externa no lograba analizar

    realmente la obra literaria sino, que por el contrario, simplemente consegua mostrar un catlogo

    de sucesos externos a las obras. As lo explica Benedetto Croce, en la traduccin que cita Llovet

    et al, de su ensayo Storie nazionalistiche e modernistiche della letteratura:

    No es cierto que los poetas y otros artistas sean expresin de la conciencia

    nacional, de la raza, de la estirpe, de la clase, ni de nada parecido. Y si los poetas

  • 22

    no explican la consciencia nacional, si Goethe no explica Alemania, ni Dante

    Italia, ni Molire Francia, ni Shakeaspeare Inglaterra, ni Cervantes Espaa,

    qu explican? A s mismos, y, en s mismos, todo el universo: no Alemania,

    Francia o Italia, que son grandes cosas, pero demasiado pequeas en el universo; o

    tambin, pero en tanto que estn fundidas en el universo. (Croce 186)

    De la misma manera advierte Arturo Farinelli en, Il sogno di una letteratura mondiale:

    Mejor sera renunciar resignados tanto al sueo del dominio sobre los pueblos

    como a la quimera de una literatura universal. Escalofriados, tras los horrores de

    una guerra sin fin, asistimos al naufragio de la poltica llamada mundial. Y todo

    fulgor es abatido bajo la loca presuncin y enorgullecimiento por el dominio ms

    extenso y absoluto. Pacficamente llega al crespsculo el sueo de una literatura

    mundial, que podemos asociar a la famosa Weltpolitik. [] para la literatura

    que no es de efecto o de palabra, el mundo ms grande, el nico mundo es el

    corazn del individuo [] Toda la universalidad se concentra en la intimidad.

    (Farinelli 145-148)

    1.1.3 Crisis? Nuevos caminos?

    Hacia 1958 el crtico literario Rene Wellek, en La crisis de la literatura comparada, pone en

    evidencia la clara crisis que la disciplina est sufriendo: La seal ms grave de la precaria

    condicin de nuestro estudio es el hecho de que no ha sido capaz de establecer un objeto

    diferenciado y una metodologa especfica (Wellek 211). Wellek criticaba el hecho de que el

    estudio de la literatura comparada estuviera basado en una acumulacin desmedida de hechos

    histricos aislados que no ayudaban en la verdadera comprensin de la obra literaria. Adems,

    para Wellek, la idea de analizar la literatura a travs de un falso historicismo impulsaba a la

    teora comparatista a un pensamiento acerca de la posibilidad de anlisis de la historia sin

    ninguna necesidad de recurrir a una teora o un criterio, cosa que para el autor resultaba absurda.

    Por ejemplo, las ideas sobre el comparatismo de Jean-Marie Carr en su prlogo La literatura

    comparada, afirman el descontento de Wellek: La literatura comparada es una rama de la

    historia literaria: es el estudio de las relaciones espirituales internacionales, de los contactos

  • 23

    reales () entre las obras, las inspiraciones, y aun entre las vidas de los escritores que

    pertenecen a literaturas diversas (Carr 8), adems menciona: La literatura comparada no

    considera esencialmente las obras en su valor original, sino que se refiere sobre todo a las

    transformaciones que cada nacin y cada autor han operado sobre sus prstamos (Carr 8).

    De esta manera las ideas respecto a la concepcin de la Literatura Comparada se dividi en dos.

    Por un lado un modelo historicista positivista, y por el otro un modelo terico encabezado por las

    ideas de Wellek, quien denunci todo el tiempo el hecho de que se reinstaurase el centro del

    comparatismo en el nacionalismo que deba, supuestamente, ser superado3.

    Segn Llovet et al, para superar esta crisis Wellek propone una reorientacin en tres mbitos

    fundamentales: El primero, deshacerse de las inercias y lastres que el trmino comparada

    arrastra, superar la demarcacin artificial entre literatura comparada y literatura general, y

    comenzar a hablar definitivamente del estudio de la literatura o de la investigacin literaria,

    como una disciplina unificable desembarazada de restricciones lingsticas. (Llovet et al 365).

    Para Wellek la verdadera investigacin literaria no se interesa por los hechos inertes, sino por los

    valores y las calidades, con lo cual reivindica una unidad esencial entre historia y crtica de la

    cual no puede desprenderse el hecho comparativo. Puesto que, segn el autor, un comparatista

    que no se perciba a s mismo como crtico no tiene la capacidad de analizar, caracterizar o

    evaluar una obra de arte. As menciona Wellek:

    En la investigacin literaria, la teora, la crtica y la historia colaboran para lograr

    su objetivo principal: la descripcin, interpretacin y evaluacin de una obra de

    arte o cualquier conjunto de obras de arte. La literatura comparada que, al menos

    entre sus tericos oficiales, ha rehuido esta colaboracin y se ha aferrado a las

    relaciones fcticas, orgenes e influencias, intermediarios y reputaciones, como

    sus nicos tpicos, debe encontrar la manera de regresar a la gran corriente de la

    investigacin y la crtica contempornea. (Wellek 218)

    3De la mano del mismo Carr ya se haba realizado una propuesta conceptual, la imagologa, encargada del estudio

    de las ilusiones nacionales y de las ideas fijas que unas naciones tienen de otras, cosa que para Wellek supone, ms

    que extender el alcance de la literatura comparada, diluirlo en psicologa nacional, o en la historia de la cultura, a su

    vez puestas al servicio del mismo patriotismo. En definitiva, respecto a la imagologa, definida por Carr, en los

    siguientes trminos: La recproca interpretacin de los pueblos, de los viajes y de los espejismos, Cmo nos vemos y nos enjuiciamos recprocamente ingleses y franceses, franceses y alemanes, etc (Carr 8).

  • 24

    De este modo, es interesante observar la manera en la que Wellek propone una nueva orientacin

    de la Literatura Comparada, en donde el objeto de estudio, es decir el texto literario sea

    considerado como una estructura de signos que implica y exige significados y valores. Es la obra

    literaria la que puede superar las fronteras nacionales a travs de su propio sentido, puesto que,

    un texto en su contenido propio est ms all del ser humano, y segn Wellek, al ser la obra una

    creacin que supera la mortalidad genera una universalidad que se manifiesta hasta los puntos

    ms profundos de la teora literaria. La Literatura Comparada debe ser el estudio de la literatura

    independientemente de las fronteras lingsticas, tnicas o polticas. Gracias al pensamiento de

    Wellek inician planteamientos que se caracterizan por concebir la Literatura Comparada como

    algo ms que una rama de la Historia de la Literatura. Igualmente, Henry H. Remak partidario

    del pensamiento de Wellek, en su texto Literatura comparada. Definicin y funcin, asume el

    riesgo de configurar a la Literatura Comparada como un puente entre disciplinas:

    La literatura comparada es el estudio de las literaturas ms all de las fronteras de

    un pas particular y el estudio de las relaciones entre literatura y otras reas del

    conocimiento o de opinin, como las artes (pintura, escultura, arquitectura,

    msica), la filosofa, la historia, las ciencias sociales (poltica, economa,

    sociologa), las ciencias naturales, la religin, etc. En resumen, es la comparacin

    de una literatura con otra u otras y la comparacin de la literatura con otros

    mbitos de expresin humana. (Remak 90)

    Aparecen entonces nuevas relaciones alejadas de la historia que dan paso a la introduccin de

    nuevas disciplinas artsticas y nuevos campos de la teora de la literatura (estructuralismo,

    semitica, recepcin, hermenutica). Un ejemplo de estas nuevas relaciones entre comparatismo

    y otras teoras literarias, es el planteamiento que hace el autor Roland Barthes acerca de una

    nueva concepcin de la crtica y la Historia de la Literatura, en contra de los pensamientos

    positivistas, que segn l, al contrario de ser objetivos e interpretativos se concentraban en

    relaciones moralistas y generales sobre el hombre (la historia, la literatura, relaciones

    psicolgicas entre autor y obra, etc). Barthes en Sobre Racine y sobre todo en su captulo

    Historia o Literatura considera que es el momento de superar la realizacin de una crtica basada

    en la suma de hechos histricos, referencias, influencias y fuentes. Puesto que, reclama una

    historia no de la literatura, sino de la funcin literaria. Para Barthes el texto literario era algo ms

  • 25

    que una investigacin de sucesos y referencias a un autor. Llovet et al explican de la siguiente

    manera el pensamiento de Barthes: Cuando reclama que la obra deje de ser considerada como el

    efecto de una causa, y se abandone la relacin analgica entre las obras y sus modelos,

    proponiendo que, al contrario, la crtica se pregunte por los procesos de deformacin ms que

    por los de imitacin, y que en lugar de preguntarse obsesivamente por los orgenes, la crtica se

    preocupe de manera decidida sobre como el posible modelo resulta deformado, negado,

    desvanecido (Llovet et al, citando los aspectos ms importantes de Historia o Literatura de

    Barthes 370).

    De este modo, no solo entran en el estudio comparatista paradigmas de pensamiento relacionados

    especficamente con la teora literaria, sino tambin con otras ramas del conocimiento y con otro

    tipo de expresiones humanas. Este asunto del estudio de las influencias sera el primer paso para

    el reconocimiento de una nueva nocin dentro de la Literatura Comparada: la intertextualit, que

    a partir del pensamiento del terico Mijail Bajtin desarrollar Julia Kristeva.

    1.1.4 Hilos que se atan

    Finalmente, y a pesar de todo, La Literatura Comparada, sea como sea, crea vnculos. Estos hilos

    que se atan vienen desde los aspectos ms cercanos y relacionales, hasta de lo ms inimaginable.

    La literatura se relaciona con otros paradigmas del pensamiento y segn Goethe, quien muchos

    aos antes que Bajtin se percat de la necesaria unificacin de un pensamiento comn a todas las

    culturas, son estos hilos que vienen del exterior, los cuales, al conectarse permiten al ser humano

    llegar a una verdadera universalidad de pensamientos.4Adems, es desde el ser humano como

    sujeto pensante que estos hilos entre el arte, no solo literario, y la vida, pueden ser finalmente,

    conectados As, haca 1979 el terico ruso Mijail Bajtin en Esttica de la creacin verbal,

    menciona: El arte y la vida no son lo mismo, pero deben convertirse en m en algo unitario,

    dentro de la unidad de mi responsabilidad (Bajtin 279). La relacin entre la vida y las culturas,

    y la literatura y el arte, son el primer comienzo hacia un nuevo anlisis universal del pensamiento

    de la humanidad.

    Jordi Llovet et al, citan de Conversaciones con Goethe de Johann Peter Eckermann, una nocin

    respecto a lo que para el alemn significaba la cultura:

    4Esto lo estoy referenciando de Llovet et al 375.

  • 26

    Hay inicialmente en nosotros determinadas facultades, pero al desarrollo de estas

    es a lo que debemos el poder gozar de las influencias de un vasto mundo en el

    cual nos apoderamos de lo que podemos y nos es ms apropiado. Yo debo mucho

    a los griegos y a los franceses, y es menester agradecer lo que me han dado

    Shakespeare, Sterne y Goldsmith. Pero no son stas solas las fuentes de mi

    cultura. Al pretender saberlo daramos con un mundo infinito, y poca utilidad iba

    a resultar de tales investigaciones. Lo importante es que poseamos un alma

    apasionada por la verdad y que sepa captarla all donde la encuentre. (Llovet et al,

    citando a Echermann, 376)

    Tanto para Goethe como para Bajtin dentro de la capacidad del ser humano exista una capacidad

    natural de relacionar su propio universo investigativo textual con otros, cuestin que permitira

    una gama de relaciones que se complementaran y enriqueceran a las investigaciones de las

    dems culturas. Adems el ser humano al habitar la obra literaria, no solo desde s misma, y no

    solo desde el texto, encontrara nuevas posibilidades de relacionarse con la obra desde un mbito

    apartado a la palabra escrita. Asunto que podra considerarse lo extratextual.5

    Es por esto que Bajtin propone el trmino dialogismo, el cual es basado en la importancia que

    debe tener cada discurso subjetivo frente a otros discursos subjetivos ajenos. As, segn Bajtin,

    en Esttica de la creacin verbal, cada discurso individual se forma y se desarrolla a travs de

    los discursos que lo circundan. Adems, para el autor es bastante importante la existencia de un

    dialogo inconcluso, puesto que, lo incompleto es el punto de partida para la expresin relacional

    (Bajtn 279). Bajtn considera que la vida, naturalmente, es dialgica: Vivir significa participar

    en un dilogo: significa interrogar, escuchar, responder, estar de acuerdo, discrepar, asentir,

    contradecir, etc. (Llovet et al 376). Este dilogo logra que el hombre participe en su totalidad,

    que se comunique y que se entregue por completo a la palabra, a un infinito tejido dialgico.

    Bajtin en Teora y esttica de la novela, afirma la importancia que para l posee la palabra que

    entra dentro del dialogismo, pues es ella la nica que genera una frontera entre el discurso

    subjetivo e individual y los dilogos ajenos. La palabra siempre est poblada de otros discursos y

    5Lo coloco entre comillas puesto que lo extratextual a travs del pensamiento de Bajtin se convertira en solo una

    apariencia, puesto que, es la obra la que necesita de sus otras relaciones para existir. Lo extratextual finalmente, se transformara en esencia misma de lo textual.

  • 27

    solamente en el momento en que el hablante la habita con su intencin propia la transforma de

    sentido y la convierte en algo propio. Es decir, que la palabra todo el tiempo habita en un suceso

    de transformaciones entre lo individual y lo ajeno. La palabra en su fluir genera un verdadero

    proceso dialgico: Hasta el momento de su apropiacin la palabra no se halla en un lenguaje

    neutral e impersonal (el hablante no la toma de un diccionario!) si no en los labios ajenos, en los

    contextos ajenos, al servicio de unas intenciones ajenas: de ah que necesite tomarla y apropiarse

    de ella (Bajtn 110).

    La construccin de una voz propia es un proceso que solo puede ser llevado a cabo a travs de la

    seleccin de palabras ajenas. El dilogo con lo que se aparta genera una continua evaluacin de

    lo que es o no es propio. Sin este dilogo no podra existir una verdadera construccin de la

    comprensin de un enunciado, tampoco podra existir ningn pensamiento independiente. La

    particularidad del dialogo recae en su diversidad. El lenguaje para Bajtin no se define como un

    simple sistema de signos, sino que, por el contrario, todo signo tiene un valor y un sentido. Cada

    partcula del lenguaje est cargada de una fuerza histrica e ideolgica que crea una diferencia y

    una opinin. La relacin con la palabra ajena es una carga llena de sentido, ya que, no se sabe

    que tanto pueda decir. Es esta palabra la que crea sentidos diversos y significativos, pues, ya que

    su sentido est abierto al proceso dialgico puede ser introducida en nuevos contextos, en un

    nuevo material, en una nueva faceta (Bajtn 162-163) As, el estudioso del comparatismo en

    trminos bajtinianos, no buscara en un texto meros datos historiogrficos (fuentes,

    influencias), si no, el sujeto que le permita obtener el beneficio de ese proceso dialgico: su

    otredad. Dice Bajtin en esttica de la creacin verbal:

    La insuficiencia, la imposibilidad de la existencia de una sola consciencia. Yo me

    conozco y llego a ser yo mismo solo al manifestarme para el otro, a travs del otro

    y con ayuda del otro. () No aquello que sucede dentro, sino lo que acontece en

    la frontera de la consciencia propia y la ajena, en el umbral () Y todo lo interno

    no se basta por s mismo, est vuelto haca el exterior, est dialogizado. () Ser

    significa comunicarse. () Ser significa ser para otro y a travs del otro ser para

    s mismo. El hombre no dispone de un territorio soberano interno sino que est,

    todo l y siempre, sobre la frontera, mirando al fondo de s mismo el hombre

    encuentra los ojos del otro o ve con los ojos del otro. (Bajtn 327-328)

  • 28

    Entonces, Bajtn al encontrar en el otro un camino para la interpretacin verdadera y, sobre todo,

    al pensar en lo subjetivo y lo propio como algo que debe ser necesariamente construido desde el

    exterior, crea un nuevo pensamiento que para la Literatura Comparada sera una base muy til

    dentro de la metodologa de investigacin que buscaba obtener la disciplina. Este planteamiento

    de Bajtn basado en el principio dialgico y en lo que precisamente llam lo intersubjetivo,

    resulta muy claro en lo que respecta a la figura del escritor en sus relaciones con la literatura.

    Segn Llovet et al (378) as lo entendi Julia Kristeva en 1967, al publicar en la revista Critique:

    Bakhtine, le mot, le dialogue et le roman, artculo que puede encontrarse en su libro Semitica,

    donde, partiendo de la nocin bajtiniana de dialogismo retom la nocin de intersubjetividad en

    trminos de intertextualidad. Para Kristeva, todo texto se construye a travs de lo otro, todo texto

    es transformacin de otro texto, y en este sentido, el lenguaje en el que la autora se basa: el

    potico, tiene la posibilidad de ser ledo como doble y ambiguo, ya que, el lenguaje potico

    siempre evoca significados discursivos diversos. En el espacio potico siempre aparecen nuevos

    significados y sentidos, pues es en l en donde ms aparecen discursos ocultos y ajenos: un

    espacio intertextual mltiple. El texto literario se inscribe en un conjunto amplio de textos en

    tanto que rplica de otros textos. As lo explican Llovet et al: La palabra extranjera entrara en

    la red de la escritura, que la absorbe, redefiniendo la escritura como el sentido productivo de la

    lectura, recordando que el verbo leer tena, en los antiguos, el sentido de recoger, de recolectar,

    de espiar, de reconocer las huellas, pero tambin el de tomar, robar, etc. Leer denota, vuelto

    escritura, una participacin agresiva, una activa apropiacin de lo otro (Llovet et al 378).

    En este sentido, en Esttica de la creacin verbal aparece una nocin bajtiniana respecto a los

    trminos ms amplios de la otredad, la complementacin y el dilogo de las culturas: la

    extraposicin:

    En la cultura, la extraposicin viene a ser el instrumento ms poderoso de la

    comprensin. La cultura ajena se manifiesta ms completa y profundamente solo a

    los ojos de otra cultura. () Un sentido descubre sus profundidades al

    encontrarse y tocarse con otro sentido, un sentido ajeno: entre ellos se establece

    una suerte de dilogo. () Planteamos a la cultura ajena nuevas preguntas que

    ella no se haba planteado, buscamos su respuesta a nuestras preguntas, y la

    cultura ajena nos responde descubriendo ante nosotros sus nuevos aspectos, sus

  • 29

    nuevas posibilidades de sentido. () En un encuentro dialgico, las dos culturas

    no se funden ni se mezclan, cada una conserva su unidad y su totalidad abierta,

    pero ambas se enriquecen mutuamente. (Bajtn 352)

    De esta manera, una comprensin desde la extraposicin genera una relacin creativa con el otro,

    en donde no se olvida el origen de la comparacin, si no que por el contrario esta se enriquece.

    As, siguiendo el pensamiento de Bajtn, nadie puede comprenderse ntegramente si no existe

    este esclarecimiento de sentidos a travs del otro. Cuando la unidad se reconoce incompleta y

    fragmentada encuentra en el otro el resto de sentido que le haca falta.

    1.1.5 Intertextualidad

    En el mbito literario, segn el autor Jess Camarero en su texto Intertextualidad, redes de textos

    y literaturas transversales en dinmica intercultural, resulta sencillo establecer relaciones entre

    diferentes textos mediante temas comunes (23). El texto es un tejido en el cual se atan miles de

    posibilidades y paralelismos, de este modo, las relaciones que se forman entre los textos es lo

    que se llama intertextualidad. Desde este punto de vista, la literatura adquiere una nueva

    posibilidad de anlisis, y sta evoca una nueva posibilidad de sentido. El concepto literario

    comienza a ser estudiado desde adentro, es decir, que el significado de lo literario se buscar

    desde las interacciones que presentan los textos.

    Sin embargo, para Camarero es importante esclarecer las diferentes definiciones respecto a la

    intertextualidad para matizar realmente su verdadero valor dentro de los estudios literarios. As,

    habla de la definicin de J.F. Chassay en su Dictionnaire du Littraire: En sentido estricto, se

    llama intertextualidad al proceso constante y quiz infinito de transferencia de materiales

    textuales en el interior del conjunto de discursos. Desde este punto de vista, todo texto puede

    leerse como si fuera confluencia de otros enunciados, dando lugar a unas relaciones que la

    lectura y el anlisis pueden construir o desconstruir a cual mejor. En un sentido ms corriente,

    intertextualidad designa los casos manifiestos de relacin de un texto con otros textos.

    (Camarero, citando a Chassay, 25). Para Camarero esta definicin contiene dos puntos

    importantes, el primero en cuanto a la intertextualidad como proceso infinito de transferencia, sin

    lmite temporal, asunto que evidencia la consideracin de la literatura como un sistema total en

    cuyo centro se llevan a cabo profundas relaciones intertextuales. Y segundo, el hecho de la

  • 30

    construccin (evidenciacin de la relacin intertextual), o desconstruccin (descomposicin

    analtica de los elementos en relacin), es decir, que la intertextualidad al presentar dentro de s

    este proceso analtico, requiere de un lector que es quien detecta la relacin intertextual,

    produciendo as un fenmeno relacionado directamente con la recepcin. Adems, Camarero no

    deja de lado el hecho de que en el momento en que se presenta la intertextualidad, aparece un

    aspecto fundamental: la transformacin y modificacin reciproca de los textos implicados en la

    relacin (Camarero 26). La intertextualidad es un tipo de memoria que presenta un doble

    efecto histrico y esttico (Camarero 27), pues, al ser un resultado de los impulsos humanos

    inestables (recuerdos, olvidos), la intertextualidad aporta informacin sobre el modelo literario

    (qu autores, qu obras) y el funcionamiento de las referencias culturales (cmo se construye la

    relacin entre unos y otros) de una poca. As afirma Camarero:

    Las lecturas se acumulan en la memoria y luego pasan a la escritura, en la que se

    representan las referencias guardadas y admiradas que constituiran, en una nueva

    obra, el objeto de otras lecturas futuras: as se va construyendo la gran biblioteca

    de la literatura universal intemporal, dentro de la cual cualquier escritor y

    cualquier lector podr alumbrar -construir, interpretar- nuevos sentidos.

    (Camarero 27)

    Camarero nombra otros aportes de tericos que investigando acerca de la intertextualidad y

    encaminndose por caminos de los que se han dado cuenta antes como el de Bajtn y Kristeva,

    proponen definiciones sobre la prctica intertextual. Por ejemplo, de la aportacin de Kristeva

    saldra el aporte de Barthes, quien siguiendo la misma lnea de pensamiento de la autora en su

    artculo Teora del texto y en El placer del texto, el autor seala que el texto es una

    productividad () deconstruye la lengua () y reconstruye otra lengua, adems de sealar que

    todo texto, es un intertexto y que es imposible vivir fuera del texto infinito, porque todo

    texto tiene ya un precedente anterior (cultural). Posteriormente, el crtico J. Ricardou afirmara

    respecto a la intertextualidad: es, el conjunto de maniobras que conducen a un texto a ser

    suplantado por otro. Ricardou, adems, supone que existe una intertextualidad externa

    (relacin de un texto con otro), interna (relacin de un texto consigo mismo), general

    (relaciones entre textos de autores diferentes) y restringida (relaciones intertextuales entre

    textos de un mismo autor). En la misma poca, aparecera L. Jenny, siguiendo el pensamiento de

  • 31

    Kristeva, en su artculo La stratgie et la forme, en donde definir la intertextualidad como

    transformacin y asimilacin de textos. Estas teoras estaran seguidas por Eco en Lector in

    fabula, quien ms bien propone que existen relaciones intertextuales icnicas, afirmando que

    ningn texto se lee independientemente de la experiencia que el lector tiene de otros textos.

    Otro autor como M. Riffaterre define la intertextualidad como un fenmeno que orienta la

    lectura del texto, gobierna eventualmente su interpretacin y resulta ser lo contrario de la lectura

    lineal. Finalmente, Camarero se refiere sobre todo, al aporte de G. Genette en Palimpsestes, en

    donde se refiere a la intertextualidad como a una red de relaciones entre textos que define la

    literatura en su especificidad. As, Genette, menciona que existe una transtextualidad que se

    define como todo aquello que pone el texto en relacin manifiesta o secreta con otros textos.

    Dentro de esa transtextualidad aparece la intertextualidad (presencia de un texto en otro texto),

    esta presencia activa dentro del texto puede variar. Genette la divide entre: la cita, el plagio y la

    alusin. Adems de la intertextualidad, se encuentra la paratextualidad (relacin de un texto con

    su paratexto dentro de una obra: ttulo, prefacio, notas, ilustraciones), la metatextualidad

    (relacin de comentarios de un texto que habla de otro texto sin necesariamente citarlo ni incluso

    nombrarlo), la hipertextutalidad (relacin de un texto B hipertexto, y un texto anterior A

    hipotexto, en donde el B es siempre creacin imitativa del A (parodia, pastiche) y, por ltimo,

    la architextualidad (una relacin abstracta y muda, la cual est relacionada con el gnero literario

    perteneciente naturalmente a una obra).6

    Ahora bien, a partir de estas definiciones Camarero sita el concepto de intertextualidad en el de

    la transformacin de la que se ha venido dando cuenta. El texto literario se transforma al

    relacionarse y, por lo tanto, aparecen relaciones polifnicas dentro de una misma obra. La

    intertextualidad: supone la interaccin entre escritura y lectura, entre escritor y lector, aboliendo

    de paso, en cierto modo, las barreras preestablecidas () ya que, escritura y lectura, desde el

    punto de vista intertextual, son igualmente funciones de relacin entre textos (Camarero 44). La

    relacin entre el que escribe y el que lee puede considerarse problemtica, puesto que, al ser el

    lector quien se aventura en el juego intertextual para buscar las redes que evoca del propio texto,

    es decir, al ser considerada la literatura una suma de relaciones intertextuales en la que el texto es

    importante en la medida en que es retomado por otros textos, y que no solo es creado por el autor

    6 Este pequeo recorrido histrico est basado en el ensayo Historia de la intertextualidad, presente en el texto de Camarero Intertextualidad, redes de textos y literaturas transversales en dinmica intercultural. Pg, 27-34.

  • 32

    sino ledo e interpretado sistemticamente por infinidad de lectores en pocas distintas y en

    lenguas y culturas diversas, podra considerarse innecesario al autor. Sin embargo, la importancia

    recae no en la desaparicin del autor, sino por el contrario, en la aparicin de una nueva

    productividad textual en donde el hecho externo al texto puede introducirse en l y crear una

    nueva red hermenutica de significados, en donde el autor ya hizo partcipe su juego intertextual

    y muestra su obra para que sea sumergida dentro del efecto de las redes intertextuales7. Dice

    Camarero:

    La intertextualidad es una estrategia para convocar una serie de obras

    pertenecientes al tesoro comn de la humanidad, de modo que el lector se vea

    invitado a activar en su memoria el reconocimiento de esas obras y su interaccin

    con o dentro de la obra receptora, es un proceso de descodificacin de referencias

    inmersas en el texto, que el lector culminar con xito en el momento de un

    desvelamiento profundo del mismo. As queda claro que la comprensin e

    interpretacin del texto no es impuesta unvocamente, sino que la intertextualidad

    promueve, impulsa y acrecienta la ambigedad propia de la literatura en tanto que

    proceso de significacin. (Camarero 47)

    En cuanto a la Literatura Comparada la intertextualidad define el comienzo del anlisis de las

    relaciones no desde la acumulacin de datos histricos e influencias sino del trabajo de

    transformacin y de asimilacin de varios textos distintos operada por un texto centrador que

    guarda el leadership del sentido (Camarero, citando a L. Jenny en "La stratgie et la

    forme", 50). De este modo la intertextualidad se convierte en una permanente recreacin de la

    obra literaria en donde, a la manera del comparatismo se busca lo que une esos (los) textos con

    un conjunto ms vasto y lo que los distingue de ese conjunto (Camarero, citando a F. Claudon

    en Precis de littrature compare, 50).

    7 Otro aspecto, que da pie a una problematizacin de la intertextualidad, y que est directamente relacionado al

    juego hermenutico que realiza el lector frente a la obra literaria, es el de la originalidad. Si todo el tiempo existe

    una transformacin de la obra literaria existe una obra literaria irrepetible? Respecto a esto, no hay que olvidar el juego de relaciones que se propona en la Literatura Comparada, en donde, a pesar de la existencia de una literatura

    universal y de un plan universal de interpretacin de la literatura propuesto por Goethe, cada obra literaria, al igual

    que cada nacin, posea unas caractersticas especficas dignas de ser compartidas con otras naciones y literaturas.

    Por lo tanto, las obras se transforman y se complementan, pero nunca pierden su estado original, su lugar que les da

    un espacio dentro del comparatismo y, en este sentido, en el juego intertextual.

  • 33

    Como se ha visto, la intertextualidad pretende crear una red de significados donde la literatura

    llegue a un punto de reflexin sobre s misma, transformndose y dejando de lado lneas

    temporales definidas. La Literatura Comparada permite que exista un gran engranaje de textos

    que buscan relacionarse entre s para buscar un sentido completo y universal. Sin embargo, si

    regresamos un poco y pensamos en los planteamientos de Goethe en donde la literatura se

    encontraba abierta a recibir desde cualquier contexto un tipo de complemento para buscar la

    universalidad. Y si no vamos tan lejos y nos remitimos a la definicin que cita de Chassay el

    autor Jess Camarero, al momento en que habla acerca del contexto para referirse al texto dentro

    del gran engranaje literario que est rodendolo todo el tiempo, podra pensarse que el sentido de

    contexto podra aplicarse no solo a lo literario, sino a esos otros panoramas externos a la

    literatura que pueden dar cuenta de significaciones interesantes que tengan que ver directamente

    con lo literario. Estos otros discursos son significativos puesto que pueden entremezclarse con la

    significacin literaria para transformarla directamente y ampliarla en su discontinuidad.

    Bien deca Bajtn desde su idea acerca del dialogismo que no existe enunciado sin relacin con

    los dems enunciados. Adems, es interesante la manera en que lo afirma Tzvetan Todorov en

    Mijal Bajtn: el principio dialgico: En el nivel ms elemental, toda relacin entre dos

    enunciados es intertextual (Todorov 103). De esta manera, la relacin del dialogo frente al

    dialogo se torna no solamente dialgica si no intertextual. Por lo tanto, la intertextualidad

    pertenece al discurso. Un discurso expresa lo que se tiene, y a su vez, lo ausente. Lo otro muestra

    una concepcin del mundo ajena que permite el paso al dialogo. As cita Todorov a Bajtn: La

    orientacin dialgica es, por supuesto, un fenmeno caracterstico de cualquier discurso. Es la

    intencin natural de cualquier discurso vivo. El discurso encuentra al discurso ajeno en todos los

    caminos que conducen hacia el objeto, y no puede dejar de entrar en interaccin viva e intensa

    con l. (Todorov, citando a Bajtn, 106).

    Por otro lado, no solo el principio dialgico bajtiniano, ni la intertextualidad se preocupan por el

    dialogo entre discursos, si no que la literatura comparada, desde mucho antes se interes en este

    paradigma. Como ya se ha mencionado antes en la cita de Remak en Literatura Comparada.

    Definicin y funcin: La Literatura Comparada es el estudio () de las relaciones entre la

    literatura, por un lado, y otras zonas del saber y la creencia, como las artes (la pintura, la

    escultura, la arquitectura, la msica (Remak 3). Un discurso, en este caso la Literatura, se

  • 34

    manifiesta frente a otro, el cual sera esas otras zonas del saber, como los son los dems

    campos del arte. Es interesante observar el ejemplo que presenta Pimentel-Anduiza (105) pues

    basndose en el dilogo intertextual toma un poema de Yeats8

    para dar cuenta de esta

    intertextualidad que no solamente se da desde y hacia el discurso literario, sino que, por el

    contrario, evoca otra red de relaciones que desemboca incluso al Lohengrim de Wagner. Primero

    la autora aclara lo importante que es la figura del cisne para la poesa de Yeats: Los cisnes

    atraviesan constantemente la poesa de Yeats y estn siempre insertos en un hbitat "natural",

    cuyo valor biogrfico-referencial es incontestable. La "ilusin referencial" de estos cisnes

    descritos es tan fuerte que sera fcil leerlos slo como los integrantes "naturales" (...) Pero los

    cisnes estn incluso cristalizados en un libro de poesa: The Wild Swans at Coole. (Pimentel-

    Anduiza, 105). Posteriormente, la autora afirma que desde un anlisis comparativo sera posible

    localizar fuentes de poetas o escritores que en sus textos mencionaran referencias a la figura del

    cisne, e incluso, hallar obras del mismo autor que tuvieran la misma referencia. Ella menciona

    algunas posibilidades: la complejidad en la significacin de este texto depende, en buena

    medida, de la actualizacin, en la mente del lector, de muchos otros textos presentes virtualmente

    en ste, es-pecialmente otros de los poemas del mismo Yeats, como "The Wild Swans at Coole",

    y dos poemas franceses, "Le Cygne" de Baudelaire y "Le vierge, le viavce et le bel

    aujourd'hui..." de Mallarm (Pimentel-Anduiza 103-104). Y, sin embargo, finalmente

    menciona, que no solo desde un anlisis comparativo es posible hallar expresiones en discusin y

    complementacin, sino, que desde el proceso dialgico de la intertextualidad aparecen relaciones

    que no solo dan cuenta de un espacio textual que dialoga entre s, sino que evocan de por s

    nuevos contextos de comparacin que permitan un anlisis ms profundo y que, sin darse cuenta,

    al momento de la comparacin se deja de lado. As, lo menciona la autora al momento de

    referirse al maestro que est introduciendo al estudiante en el universo de la intertextualidad y el

    comparatismo:

    As, por ejemplo, adems de dar a conocer estos poemas franceses especficos a

    los estudiantes de letras inglesas, el maestro puede sugerir lneas de investigacin

    alrededor de este motivo del cisne, desde Wagner hasta los posmodernistas

    hispanoamericanos ("Turcele el cuello al cisne"), caminos que pueden llevar al

    estudiante, no slo a anlisis textuales ms profundos, reveladores de las

    8 El poema en cuestin es Coole Park and Ballylee, 1931

  • 35

    transformaciones semntico-ideolgicas, y aun formales, de este motivo, sino a

    calar ms hondo en el pensamiento y en la sensibilidad de toda una poca que

    eligi, como un medio de expresin entre otros, al cisne. (Pimentel-Anduiza,

    107)

    De este modo, el dialogo con el motivo del cisne presente en la opera Lohengrin de Richard

    Wagner entra a dialogar con el poema de Yeats a la misma vez que ste dialoga con Baudelaire y

    Mallarm.

    Pimentel-Anduiza, afirma que la relacin entre la literatura y otras artes ha sido gran objeto de

    preocupacin dentro de los estudios de la Literatura Comparada y, por supuesto, de la disciplina

    intertextual. Sobre todo, la autora se refiere a la validez de este tipo de comparaciones siempre y

    cuando exista un dilogo activo entre ambas ramas del arte, en el cual cada una pueda

    enriquecerse e iluminarse: Por lo que toca a las relaciones entre las diferentes artes, es posible y

    til establecerlas con objeto de que las unas iluminen a las otras () El mtodo comparativo es

    fundamental, ya que es el principio organizador de ambas lo que constituye el comn

    denominador, la base de una comparacin mutuamente iluminadora (Pimentel-Anduiza 93). Del

    mismo modo, la autora utiliza a Weisstein en Comparative Literature and Literary Theory, para

    mencionar sus pensamientos acerca de dicha relacin entre las artes, puesto que, segn

    Weisstein, el surrealismo: ilustra cabalmente que la teora y la prctica caractersticas de un arte

    bien pueden transplantarse con xito a otro, especialmente en el caso de movimientos artsticos

    ntimamente relacionados como lo es el surrealismo (Pimentel-Anduiza, hablando acerca del

    pensamiento de Weisstein, 93).

    Por otra parte, un gran nmero de textos literarios invitan abiertamente a establecer estas

    relaciones creadoras. As menciona la autora algunas conexiones: Varios poemas de Julin del

    Casal, por ejemplo, son deliberadas transposiciones poticas de cuadros de Gustave Moreau;

    Thomas Mann ha insistido en la composicin fundamentalmente musical de sus novelas; el solo

    ttulo Four Quartets de Eliot es una invitacin a confrontar la estructura de estos textos poticos

    no slo con la estructura del cuarteto como forma musical, sino con la de los ltimos cuartetos de

    Beethoven (se cumpla o no esta expectativa, es otra historia), y es sorprendente constatar hasta

  • 36

    qu punto el episodio "Sirenas" en el Ulises de Joyce tiene efectivamente una estructura similar a

    la de la fuga por canon (Pimentel-Anduiza 95).

    Finalmente, considero necesario mencionar de nuevo al autor Claudio Guilln en Entre lo uno y

    lo diverso, pues, especialmente en su captulo Taxonomas, hace una aclaracin importante

    frente a su manera de ver la relacin que se crea al momento de relacionar la literatura con otros

    espacios del arte. Primero, Guilln cita a Dions Durisin en donde ste basndose en un modelo

    tomado de la comunicacin afirma:

    En la informacin procedente de un contexto artstico (AC), un cambio esencial

    tienen lugar en el proceso de comunicacin interartstica, en las relaciones entre

    los elementos de informacin del orden artstico propiamente dicho (p) y los de la

    zona extraliteraria (e), y ello inequvocamente a labor de sta. Las relaciones

    mutuas entre estos dos tipos de informacin de un contexto artstico no deben

    descuidarse. (Guilln, citando a Durisin, 126)

    De este modo Guilln comparte el pensamiento de Durisin afirmando que la intencin de que

    exista una comparacin entre p y e consiste en comprobar que no es trivial ni parcial su efecto en

    B. Es decir, que la comparacin literaria frente a la extraliteraria es decisiva y de ndole

    totalizador. De esta manera, se reafirma la idea anterior de Pimentel-Anduiza, en la que se dice

    que la verdadera funcin que cumpla la comparacin entre dos artes es causar un efecto

    iluminador de un arte sobre otro. Sin embargo, para Guilln, esto sucede solo de un lado, pues

    para l, el efecto iluminador de un arte sobre el arte literario no se produce, mientras que,

    solamente, se da el efecto desde la literatura sobre un arte externo. As lo dice el autor

    refirindose a este efecto:

    () Parece que esto sucede si analizamos un cuadro de Poussin, una pieza de

    Debussy () Pero en direccin opuesta, volviendo a la literatura, este efecto con

    frecuencia no se produce. Recurdese el subcaptulo de la Montaa mgica (Der

    Zauberberg, de Thomas Mann, titulado Plenitud en armona (Fulle des

    Wohllauts), en que el protagonista, Hans Castorp, escucha una serie de discos

    (Verdi, Debussy, Bizet, Gounod). Estos discos () trazan sencillamente un

    resumen de las etapas anteriores de la educacin de Castorp; y nada ms. No hay

  • 37

    epifana, ni irradiacin formal; solo la utilizacin temtica de unos pretextos

    musicales. (Guilln 127)

    En este punto del discurso considero que Guilln, al afirmar que no existe un efecto iluminador

    de las otras artes haca la literatura, se excede un poco en su apreciacin, puesto que, as como en

    la obra de Thomas Mann el autor utiliza las obras musicales solo como referencias tiles para el

    protagonista, otras obras literarias deciden utilizar los ejemplos musicales como estructura y

    parte fundamental de su composicin como textos9. De este modo, Guilln posteriormente aclara

    que su manera de expresar esta idea consista simplemente en cuidar la forma en la que se

    realizan las comparaciones entre diversos artes, pues es comn caer en el error de la simple

    referencia, o en el uso innecesario de metforas interartsticas: No tienen por qu sorprendernos

    estas metforas interartsticas () el asunto se complica si empleamos palabras como variacin,

    contrapunto, polifona, crescendo, modulacin, claroscuro, textura, tejido, urdimbre, marco o

    arabesco, a propsito de poemas y novelas (Guilln 127). Por lo tanto, para Guilln es de vital

    importancia la aclaracin del arte en cuestin y su especificidad, pues es all en donde se

    encuentra la diferenciacin que hace posible que la iluminacin se cree. Adems, el autor afirma

    que ningn arte en su desarrollo puede ponerse al lado de otro, en un sentido estricto, pues cada

    uno, a travs de la historia, tuvo su particular evolucin: La trayectoria de la literatura y de una

    u otra de las artes, no por ser culturales, ni por pertenecer a la historia de un supuesta cultura

    total y nica, son en absoluto las mismas (Guilln 130). Sin embargo, Guilln une y desune la

    posibilidad de anlisis comparativo entre espacios artsticos diversos, puesto que, mientras por

    un lado recurre a la idea de la iluminacin que debe existir entre una obra y otra, por el otro, se

    niega a la posibilidad de unin de stas debido a que comparten espacios de evolucin histrica y

    formal diferentes.

    Sin embargo, a pesar de los aspectos que menciona anteriormente el autor, respecto a la

    imposibilidad de anlisis del arte sobre otros artes, es interesante observar su importante

    aclaracin al momento en que afirma la existencia de ciertas manifestaciones de carcter

    complejo como, por ejemplo, la opera o el ballet, las cuales: (Estas clases de arte) no son ni

    msica ni mera literatura (Guilln 130). En este sentido, aparece el punto que considero

    primordial dentro del anlisis del papel que juegan los dems artes frente a la literatura. Para

    9 En los siguientes captulos se evidenciaran algunos de estos ejemplos.

  • 38

    Guilln, el anlisis comparativo entre el arte literario y otros artes no es vlido en un sentido

    yuxtapuesto, puesto que, segn Guilln, si existen formas de expresin que no son solo literatura

    o solo obras musicales, para qu yuxtaponer el uno en el otro?: Si no hay solo colaboracin, ni

    sinergia, ni adicin pegadiza, sino plasmacin de un arte nuevo, sui generis, por qu hablar de

    comparatismo literario, de Literatura y X ()? (Guilln 130). Este punto ayuda a esclarecer

    varias de las problemticas a las que se enfrenta la literatura al dialogar con otras disciplinas

    artsticas, puesto que, el hecho de yuxtaponer una obra literaria frente a una obra de otra

    disciplina artstica, no significa que exista un verdadero anlisis ni de la una, ni de la otra.

    Solamente, y como lo explic antes Guilln, cuando existe en una obra un hecho que repercute

    trascendentalmente sobre la otra existe el anlisis verdadero.

    No obstante, pienso que Guilln al utilizar: comparatismo literario, para