¡Vaya Timo! - La Homeopatía

8/10/2019 ¡Vaya Timo! - La Homeopatía

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Víctor-Javier Sanz

LALAHOMEOPATÍAHOMEOPATÍA¡Vaya Timo!¡Vaya Timo!



ÍNDICEÓLOGO. La homeopatía, el club médico

mediaASUPUESTA LEY DE LA ANALOGÍAminación hahnemannianaonsecuencias

iliamilibus curantureneralizaciónedicina homeopática versus alopática

SUPUESTA LEY DEL VITALISMOahnemann y el vitalismohomeopáticasiopatología homeopática

eHeringLA SUPUESTA LEY DE

DIVIDUALIZACIÓN DEL ENFERMO Y ELEMEDIOohay enfermedadesdad de la interpretación hom eopáticaonsecuenciascación homeopáticatación religioso-moralizante

tentación cientíca y las falsasgíasgnóstico homeopático y elección deledioodus operandi de Samuel Hahnemann



LA SUPUESTA LEY DE LAS DOSISFINITESIMALESaraciones homeopáticasmas de presentaciónecanismos de acciónoBenveniste y la "memoria del agua".aluación y desenmascaramientoaturaleza de la "memoria del agua"acunas y homeopatía: la falsa analogía

ASUPUESTA EFICACIA CLÍNICA DE LA

OMEOPATÍAmedicina basada en la evidenciaomeopatía y medicina basada en lanciaalesestudios médicos

spuesta a una objeción: datos empíricosersus teoríaonclusiónLHOMEÓPATA QUE SUSURRABA A LASACASomeopatía veterinariaperimentación animaluraciónna vaca en la consultaehom eopatíaCÓMO RE{IRSE DE LA GRIPE SINECESIDAD DE VACUNARSEño caso del oscilococo fantasma



uténtica cocina de autorciones y justicaciónrqué utilizar el oscillococcinum?

PÍLOGO. El club médico de la comediaastalapróxima temporada

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PRÓLOGOLa Hom eopatía, El Club Médico De La

Com ediaSegún el escritor estadounidense

mbrose Bierce, " un homeópata es unmorista de la medicina ". Pocasniciones de la homeopatía son tanomo ésta. De hecho, se cuentanchistes sobre la homeopatía que

muel Hahnemann (1755-1843), suador, podría haber montado unbmédico de la comedia ". Pues bien, yaombre modesto donde los haya, nomos a hacerlo nosotros por él.eaquí, para empezar, un típico chiste

meopático ante un público expectante:D O N I N F I N I T É S I M O (a l u m n oh o m e ó p a t a) : D r. H a h n e m a n n , m e a c a b o de n t e r a r d e q u e s u ú t ! m o " a c ! e n t e m u rd e u n a s o b r e d o s ! s . $ % u & e a d m ! n ! s t r # 'H H N M NN (a f l i g i d o) : h , m ! b u e n

I n * ! n ! t & s ! m o , s ! m " e me n t e s e e ot o m a r o s r - n u o s q u e e r e c e t & ./ 0 1 I 2 O ( v i s i b l e m e n t e i r r i t a d o ,

a ba nd on a l a s a l a e n t re f ue r t e s g r i t o s) :3 F u e r a 4 , 3 a # " a t a 4 , 3 q u e o b ! o " s ! e n 4

Si usted tampoco ha entendido el chiste,está tan irritado como el público, lo

mucho porque tendrá que leer este



galo como si fuera un libro denes, pues además de resultarleás llevadero, le servirá para comprender

que a partir de ahora llamaremosmeochistes ). Y si lo ha entendido, siga,ymejores.

Intentaré, a pesar de todo, hablar enobre la homeopatía durante unasntas líneas, lo cual resulta francamentemeopatía gira en torno a dos

slosócos fundamentales: unogico — sobre la realidad de las cosas,aso de la enfermedad— , que es ely otro gnoseológico — sobre elodo de conocer e investigar— , que es el

delaanalogía o similia similibus.eestos dos principios se derivan otrosel principio o ley de l

alización del enfermo y deledio, y el principio o ley de las dosis

nitesimales.Éstos son los cuatro homeochistes

damentales que los seguidores demuel Hahnemann repiten en cadan del club médico de la comedia yntentaré explicar, amigo lector, de laanera más dedigna posible. Quieroertobstante, que con los chistes



males generalmente nos reímos y hastademos curarnos de algo, ya que la risa

sana. Sin embargo, con losmeochistes, al estar tan diluido suninguna de las dos cosas estántiada. De hecho, al igual que elo,pueden dañar seriamente nuestra(esto último no es broma, como

mos ocasión de ver).Por otra parte, si conservo las

esiones latinas no es porque sea unpolíglota, sino porque se haado que las recetas escritas en latínun factor que incrementa la ecacia

medicamento prescrito. Esto no es un

meochiste, en contra de lo que puedacersino un factor de la acciónbo, como explicaré más adelante. El

ya se habrá dado cuenta,ablemente, de que lo malo de lameopatía es que uno no sabe cuándolaen serio y cuándo en broma. Poro olvide nunca que sólo cuandoa logrado entender los homeochistesrálogrado entender la homeopatía.

Estas primeras consideracionesmorístico-losócas sobre los principiosmeopáticos me parecen de gran



portancia, ya que a la homeopatía se laoce, analiza y critica habitualmente por

dosis "innitesimales" de suiento. Pero eso es tomar la parte por

do, al igual que sucede en lapuntura cuando sólo se habla de lass.En efecto, la homeopatía es una médico completo, integrado y

damentado por los cuatro principiosacabo de enumerar, sin los cuales

parecería: estaríamos hablando de otradifrente de la homeopatía que, a suez, habría que denir para poderndernos.

Por tanto, al considerar la homeopatía

rma parcial y sesgada, los ensayosublicados en revistas biomédicas,de prestigio internacional, son unntioinsulto a la ciencia y la razón.

trata, en realidad, de propagandaarada envuelta en el ropaje del rigor yprogreso cientíco. ¿Acaso losnsables de, por ejemplo, The LancetRecherche, no saben que, según la

meopatía, altas dosis de penicilinaucen gonorrea, neumonía yigdalitis? Eso se deduce, al menos, deler principio enunciado por Samuel



ahnemann. Como homeochiste reconozcoesuno de los mejores, pero veamos lancompleta.



1LA SUPUESTA LEY DE LA ANALOGÍA

C l a ro q u e l o e n t i e n do . I n c l u s o u n n i ñd e c i n c o a ñ o s p o d r í a e n t e n d e r l o . ¡ Q um e t r a i g a n u n n i ñ o d e c i n c o a ñ o s !

5 r o u c h o M a r 6Iluminación Hahnem anniana

Samuel Hahnemann tuvo, al igual queuda, una iluminación, mas no bajo lasas protectoras de un frondoso árbol

ode una simple corteza: la delo,que conoció hacia 1790 mientrascía por encargo de una editorialana A Treatise on Materia Medica del

médico escocés William Cullen (1712-90).El interés por la corteza del quinoba en su propiedad curativa sobre

" ebres intermitentes ", propiedadda a su contenido en quinina, undico clásico. Sin embargo, laidad en cuestión se debía, segúnuln,al poder roborante o reforzante deobre el estómago.

Cullen sostenía una doctrina muynal al respecto: como los escalofríosden siempre a la ebre, deducía

ente que aquellos eran la causa denespasmo de los vasos terminales,



sante de escalofríos, excitaba arterias yón y provocaba la aceleración delque constituía la ebre. Como,n Cullen, el sistema nervioso es el

detodas las manifestaciones vitales,medios sólo ejercen su acción sobre

quina, por ejemplo, se mostrabacaz porque provocaba una relajación deos y, por consiguiente, cortaba labre actuando sobre los nervios

inales de la mucosa del estómago.Pues bien, Hahnemann, en un gesto

ptoque le honra, el único que se leoce, dudó de esta teoría. Paraderlo bien, recordemos que, siendo

ven, había tomado corteza del quino parambatir unas ebres intermitentes y que,consecuencia de ello, sufrió una

,locual no se avenía con laCullen. Por tanto, ésta no podíata.Si lacorteza del quino ejerceaacción tan enérgica sobre los nerviosinales de la mucosa del estómago, nolue provoque una indigestión. Loás probable era que la quina ejerciera su

n por otros caminos. Hahnemannsometer a prueba la cuestión

erimentando consigo mismo, lo que



ede considerarse un auténticoerimento crucial de la homeopatía, ensgraciadamente, era juez y parte.

En efecto, Hahnemann no abordó elerimento de una manera plenamenteparcial.Ya durante la redacción de unbre enfermedades venéreas leade la posibilidad de que lamada mercurial curara la sílis porqueocaba una segunda enfermedad

mejante a aquélla, siendo estamedad provocada articialmente la

curaba la verdadera dolencia. Loejante cura lo semejante, y, al parecer,

delaquina no se ejercía de modo

la quina curaba la ebreitente porque a su vez provocababre intermitente.

Para probar este supuesto, Hahnemannó media onza de corteza del quino. Tal

mo esperaba, sintió que se le enfriabanediatamente las puntas de los dedos deanos, experimentando a la par una

ación de fatiga general. Entonces suón empezó a palpitar, se le aceleró eloy se le calentaron la cabeza y lasejiuna palabra, percibió todos los

mas característicos de las ebres



itentes. Fue víctima de unaugestión y había descubierto lo querdescubrir. En realidad, todo había

una ilusión, una profecíacumplida. A grandes dosis, la quina nooca otro síntoma que zumbidos en los

Amanera de comentario a la teoríaebre de Cuñen, Hahnemann anotó

palabras: " Las sustancias querovocan una clase determinada de ebre

en todos los tipos de ebreitente ". En esta armación se puedenocer de inmediato los pecadosortales de índole intelectual deahnemann: una tosca subjetivización de

observación de los hechos y unaxivageneralización de los datos deaobservación individual e incierta. Sinbargo, él exclamó con aire triunfal:

bre contra ebre...! ¡He ahí el secreto!elamanecer de una nueva era de lautica " (citado por H.S. Glasscheib, Eberinto de la Medicina, Destino,arcelona, 1964).

En resumen, y para que el lector no seestos autoexperimentos consistíangerir altas dosis de la corteza delo,loque le producía un conjunto de



sy síntomas similares en algunosctos a los que en aquella época seaba " ebre intermitente ", término quey en día resulta muy genérico eecíco. Por otra parte, debemos tenerenta que la ebre es un signo, no una

medad, y que existen varios tipos debre según la forma de la curva queren en el registro. Uno de esos tipos

es la ebre intermitente,

ada por alternar accesos febrilesotros de apirexia y, además, por ser

mún a varios procesos, entre los quedemos destacar las supuraciones,mias, sepsis urinaria y biliar,

ceso de hígado y, por supuesto,dismo.Ante estos hechos experimentales,tes,como acabamos de ver, del másínimo rigor cientíco, el razonamiento deahnemann adquirió la siguiente forma:una parte, la corteza del quino esaz de curar la ebre, tal como muestranhechos. Pero, por otra, es capazbién de " producirla ", o así se lo parecía

utoexperimentos. En consecuencia,ahnemann inrió causalmente que ladel quino es capaz de curar porque



ede producir los mismos síntomas que lamedad que cura.

La cuestión no acaba aquí, puesahnemann necesitaba generalizar aúnás su descubrimiento. Y para ello siguióerimentando en sí mismo y enoluntarios los efectos de los principalesedicamentos de la época: belladona,

acónito, mercurio, arsénico, nuezómica, etc. Como era de esperar, los

os obtenidos con todos ellos fueronmejantes al de la corteza del quino. Así

al culmen de la iluminación yahnemann establece, en pleno estado destulado o axioma fundamental

su doctrina, que dice así: todancia capaz de provocar ciertosmas (en el hombre sano) es, por ello,az también de curarlos (en el hombremo). Y viceversa, para curar unamedad natural cualquiera, esesario utilizaruna sustancia medicinalsea capaz de originar sus mismos

mas (una enfermedad articial) en elmbre sano.

Esta es la supuesta ley de la analogía oi y de ella deriva el nombre queahnemann dio a su doctrina: homeopatía,



go homoios, semejante, y páthos,medad. Sin embargo, el primero ennciar tal principio fue Hipócrates: lo

mejante se cura con lo semejante, similiacurantur. Hahnemann no fue,

es,tan original como se piensa. A pesarmo hipocrático pasó a sera de la homeopatía. Para complicarás el problema, algunos autores sostienennlacual los descubridores de

meopatía fueron los antiguos chinos:s t e " o d e r d e a d o s ! s ! n * ! n ! t e s ! m a c o n o c ! d o " o r o s c h ! n o s . n c ! e r tt r a t a m ! e n t o s r e c u r r 7 a n a u n a d ! u c ! # n " r o " ! o s u d o r d e e n * e r m o o d e u n a n ! md o m & s t ! c o a * e c t a d o d e a m ! s m a d o eq u e & . H u a T 8 o , q u e " r a c t ! c a b a a c u " u n t u r a c o n u n s o o " ! n c h a 9 o da u a , " r e s c r ! b 7 a e n d o s ! s ! n * ! n ! t e s ! m at o m a d a s c o n m u c h a * r e c u e n c ! a , ;l o sv en en os q ue p ro v oc an e n u n h om b r e db u e n a s a l u d l o s t r a s t o r no s o b s e r v ad o s e

e l e n f e r mo; . S a mu e H a h n em a nn , q u ! ec r e 7 a h a b e r o b t e n ! d o a r e + e a c ! # n d ed o c t r ! n a d e a s " o t e n c ! a s c e e s t e s , h a bt e n ! d o " r e c u r s o r e s < = s ! os a n t e s q u e ( 5 . 0 e a u , c u p u n t u r a . a m e d i c i n a c h i n aM a r t 7 n e 9 > o c a , 0 a r c e o n a , < ? = @ )

Cualquiera que sea la paternidad deldel similia, el resto de la



edicina, es decir, la vieja y agresivatasada en el principio opuesto (lor se cura con lo contrario,contrariiscurantur ) y destinada austiuida por la nueva ciencia, seontraba en contraposición a lacubierta homeopatía (véase elrdo " Medicina Homeopática versuslopática " al nal de este capítulo). No esextrañar que Hahnemann exclamara

biloso en la introducción al Órganon:T! e m" o e r a A a d e q u e a s a b ! d u r 7 a D ! + ! n o c r e a d o r A c o n s e r + a d o r d e h o m b r e s " u s ! e s e * ! n a e s t aa b o m ! n a c ! o n e s e h ! c ! e r a a " a r e c e r u nm e d ! c ! n a ! n + e r s a .

Observe el lector el rigor y laesividad cientíca del discursohnemanniano. Había nacido la secta (enentido etimológico y fundacional) demeópatas. Hoy en día son algo más

odestos y arman que no vienen asino a complementar. Esportante precisar que tanto Hahnemannmo el resto de los homeópatas hando el espíritu hipocrático del

"Hay enfermedades — decíócrates— que se llevan a un desarrollo



vorable por medio de lo contrario, y otrasediante lo semejante " ( Sobre lasfermedades, cap. 51). En efecto,ócrates nunca consideró exclusivo niominante el principio en cuestión. Porrsegún él, el médico disponíados opciones igualmente válidas parambatir médicamente los estadosgicos: con medicamentos queocaban en el enfermo efectos

risalossíntomas de la enfermedadecida (lo contrario con lo contrario) omedicamentos que producían síntomas

mejantes a los de la enfermedad:r r a r 7 a , s ! n e mb ar o B d ! c e ed r o 1 an t r a o B , q u ! e n ! d e n t ! * ! c a s e

h ! " o c r a t ! s m o c o n a a n t ! " a t 7 a A a o " a t 7 a . 1 a e c t u r a d e C o r p u s " i p p o c r a t i c u m " e r m ! t e d e s c u b r ! r e n+ a r ! a s d e s u s " - ! n a s u n a c o n c e " c ! #h o m e o " - t ! c a d e t r a t a m ! e n t o . u n q u e se m en o r d o ma t ! s mo B A, " o r s u " u e s te n u n s e n t ! do q u e s # o e n " a r t e c o ! n c !c o n e h a h n e m a n n ! a n o B , t r e s d e s ue sc r ! t o s a *! r m a n c on c a r ! da d e s i m i l i a s i m i l i b u s c u r a n t u r. C n " a s a e c a s !a * o r 7 s t ! c o d e # p i d e m i a s I a c o n s e a u s a rs e ú n c o n + e n a , o s e m e a n t e t oh o m o i o n) , o d e s e m e a n t e (t o a n ó m o i o r i)A o c o n t r a r ! o (t o e n a n t í o n) E c o m o



t e r a" e u t a " r - c t ! co , s u a u t o r c o n * ! e s a a + e 9 a h o m e o " a t 7 a , a a o " a t 7 a Aa n t ! " a t 7 a . . . G . o r t a n t o , h a b r - q u e t r a ts e ú n o s c a s o s , " o r o s c o n t r a r ! o s o "

os s em e a n t e s . m & d! c o h ! " oc r - tc a s ! s ! e m " r e a n t 7 " a t a A a # " a t a , * u e+ e c e s c a r a m e n t e h o m e # " a t a . .H o m e # " a t a e n c u a n t o a s i m i l i a s i m i l i b u s ,n o e n c u a n t o a " r ! n c ! " ! o d e a s d or e * r a c t a s d e a t 7 nr ef r a c t a d o s i $ a d o s ! sr e " e t ! da s % d ! + ! d ! d a s G A a a d o c t r ! n a

a ;d i n a m i & a c i ó n; . ( a m e d i c i n ah i p o c r ' t i c a , > e + ! s t a d e O c c ! d e n t eM a d r ! d , < ? = )

onsecuenciasVeamos a continuación algunos aspectosse derivan de la aceptación de esa

er homeochiste.xperimentación HomeopáticaLa experimentación y observación de los

mas y signos originados en elnismo por cada medicamento debe

acabo en el hombre sano. Enún los principios hom eopáticos,ministrara a hombres enfermos, nodríamos ver sus efectos puros, ya que losmas producidos por el remedio se

ezclarían con los síntomas de lamedad natural. Además, tampocodríamos prescribirlos de forma



cuada, dado que la prescripciónconsistirá en comparar los

mas de la enfermedad con losmas que produce el fármaco en elmbre sano.

Por esa razón dice Hahnemann que elétodo más seguro y natural paraontrar los síntomas propios de unedio consiste en ensayarlo

radamente de otros y hacerlo en dosis

oderadas y en hombres sanos. ¿Alguienimagina a un farmacólogo actual

erimentando la acción de la penicilinadosis moderadas y en hombres sanos?sigamos de momento con el método

erimental made in Hahnemann, ymos ocasión para la crítica. En eseétodo podemos distinguir los siguientestos:

1 . 1 o s m e d ! c a m en t o s d e n a t u r a e 9 a * u e rs e a d m ! n ! s t r a r - n e n d o s ! s " o c o e e + a d a

o s d e n a t u r a e 9 a m e n o s * u e r t e e n d om - s e e +a d a s B s ! s e q u ! e r e e 6 "e r ! me n ts u a c c ! #n B, A o s d e n a t u r a e 9 a d & b !u t ! ! 9 a r - n e n s u e t o s s a n o s " e r o c o n s t ! t uc ! # n d e ! c a d a , ! r r ! t a b e A s e n s( ) rg a n o n , < < ) .2 . S # o s e e m" e a r - n m e d ! c a me n t o s qs e c o n o 9 c a n b ! e n A t e n a m o s



c o n + ! c c ! # n d e q u e s o n " u r o s( ) rg a n o n ,< ) .3 . 2 a d a m e d ! c a m e n t o s e t o m a r - b a o u n* o r m a s ! m " e A e 6 e n t a d e t o d o a r t ! * ! cm e 9 c a d o o d ! s u e t o c o n a u a , ca c o h o o c o n a m b o s , s e ún e r e m e d! oq u e s e t r a t e ( ) rg a n o n , < J ) .4 . 2 a d a s u s t a n c ! a s e e m " e a r - a d m ! n ! s t r a r - s o a A t o t a m e n t e " u( ) rg a n o n , < K ) .5 . h o m b r e s a n o s o b r e e q u e e 6 " e r ! m e n t e t e n d r - u n r & ! m e n m um o d e r a d o m ! e n t r a s d u r e a e 6" e r ! e n c

s " r e c ! s o q u e s e a b s t e n a d e e s " e c ! a s e + ! t e a s e u m b r e s + e r d e s , a s r a 7 c

a s s o " a s d e h ! e r b a s " u e s , a " e s a r d e " r e " a r a c ! # n c u ! n a r ! a , c o n s e r + a n s ! e m "e n e r 7 a m e d ! c ! n a q u e t u r b a r 7 a a a c cd e m e d ! c a m e n t o( ) rg a n o n , < @ ) .6 . e 6" e r ! me n t a d o r e +! t a r - , m !e n t rd u r e a e 6 " e r ! e n c ! a , o s t r a b a o s " e n od e c u e r " o A e s " 7 r ! t u , a s 7 c o m o o s e 6 c eA a s " a s ! o n es d e s o r d e n a da s c o n e * ! nd e s c r ! b ! r c a r a m e n t e a s s e n s a c ! o n e s qe 6 " e r ! m e n t a ( ) rg a n o n , < L ) .7 . 1 os m ed ! c a me n t o s s e e 6 " e r ! me n t a r -t a n t o e n h o m b r e s c o m o e n m u e r( ) rg a n o n , < = ) .

Observe el lector que la experimentaciónehacerse siempre en el ser humano; deho, Hahnemann se oponía a laerimentación animal.



¿Habrán leído los responsables de larganización Médica Colegial o de lases de medicina esta serie detos cuando organizan cursos demeopatía?ateria Médica Homeopática

Una vez que, siguiendo el métodohemos experimentado con

últiples medicamentos y anotadopulosamente todos los síntomas

ucidos por ellos gracias a su " potenciaorbíca articial " (¡y los farmacólogos sine de esta fabulosa potencia!),dremos construir una materia médicameopática. En tiempos de Hahnemann, el

ino materia médica era equivalente a lodespués se denominará farmacopea. Lateria Médica Homeopática es, pues, el

que recoge los remedios utilizadosomeopatía y señala su origen, modo dención y síntomas originados — ios, locales, generales, etc.— ante la experimentación homeopáticaas patogenéticos), a los cuales se

den los observados en toxicologíaas tóxicos) y en la práctica clínicaas que no se han podido detectar ni

experimentación ni por intoxicación,



que, sin embargo, se ha vistosveces durante la práctica clínicaeuran con determinado remedio).

Lo importante de esto es saber que losmas patogenéticos descritos en la

ateria Médica Homeopática no tienenmportancia. Los auténticos, los queeen un valor individualizador de ordenerior — es decir, los síntomasgenéticos propiam ente dichos— son los

s de la experimentacióngenética homeopática. Precisamenteediante esa experimentación se llega a

minar los " tipos sensibles " (aquellosque producen más síntomas que

nte un determinado remedio). Másremos cómo se utiliza esta Materiaédica Homeopática, el guión ocial

bmédico de la comedia.Del Similia Similibus Curantur

Analizado el principio supremo de lameopatía y sus principalessecuencias, debemos encarar ahora suvalor cientíco. Seré breve y claroecto:su valor es nulo. Se trata demero embuste basado en una falsa

gía. La analogía forma partedel pensamiento mágico. No es



extrañar, pues, que una medicinamista como la homeopatía adopte esteepensamiento (con la acupunturaede lo mismo, aunque tiene mejorsa).Según arma Theo Lóbsack,

H a h n e m a n n h a b 7 a s ! d o ! n * u ! d o " o r r an a r a c e s o , c om o o d em u es t r a u

c o m "a r a c ! # n d e s u s e n s e a n 9 a s . S ! , s ea r a c e s o , e r a n b u e n o s , " o r e e m " o ,

c a r d o s c o m o r e m e d ! o c o n t r a a s " u n 9 a de n e c o s t a d o , A a s " a n t a s d e s a 6 7 *c o n t r a o s c - c u o s r e n a e s , H a h ne me m " e ab a " r e "a r a d o s d e " e " ! n o , c a a b aA c - a m o d e a u a c o m o m e d ! o s " a r a s e d e 6 c e s ! + a . d e m - s , H a h n e m a n n sh a b 7 a d e a d o ! n * u ! r " o r a ac ! e n c ! a d e o s s ! n o s . S e ú n & s t a , " a n t a s , A t a m b ! & n o s a n ! m a e s A " ! e d r a s , ! n d ! c a n , a t r a + & s d e s u * o re 6 t e r n a A s u c o n s t ! t u c ! # n , a q u " r o " # s ! t o s m & d ! c o s " u e d e n s e r + !( * e d i c i n a * ' g i c a , F 2 , M & 6 ! c o , < ? L ) .

Por tanto, si las hojas de una plantaforma de corazón, servirán para

medades cardíacas. Esto es losucede en la homeopatía cuando se

elacomparación entre la enfermedadralroducida por su causa especíca)

nfermedad articial (producida por eledio homeopático), y se inere de esa



gía o semejanza, es decir, de sucido sintomático, que son la mismamedad. Sin embargo, nada tienen queerporque una, la natural, posee unasa y un mecanismo de producción bienos, y la otra, la articial, sece a los meros efectos secundariosucidos por los medicamentos. Nosontram os, por tanto, ante una evidentealogía: a eso se reduce el similia

curantur. Para demostrarlo, lestresniveles o criterios lógicosalogía.

Los hechos que Hahnemann observabade dos categorías. Por una parte, los

adversos producidos por laministración de quina durante elexperimento. Tales efectos eran signossíntomas que resultaban en ocasionesia los de la malaria. Por otramprobado poder terapéutico deasobre la malaria (algo, por cierto,

a la homeopatía). Con talespuestos, el razonamiento analógico

uiente guisa:1 . 1 a q u ! n a c u r a a m a a r ! a , e s d e c ! r ,

* ! e b r e s ! n t e r m ! t e n t e s ( ;e n f e r m e d a d n a t u r a l ; ) .



2 . 1 a q u ! n a e n d o s ! s t # 6 ! c a s " r o d u c e e n eh o m b r e s a n o s 7 n t o m a s s i m i l a r e s a am a a r ! a ( ;e n f e r m e d a d a r t i f i c i a l ; ) .3 . o r t a n t o , a q u ! n a c u r a a m a a r ! ae h o m b r e e n * e r m o p o r q u e " r o d u c e o sm ! s mo s s 7 n t o m a s q u e o s d e a m a a r !e h o m b r e s a n o .

En este razonamiento, los hechoservados y descritos en las premisas sonectos como tales hechos. Pero laclusión que se saca de ellos por

gía es falsa. Lo mismo que aahnemann les ocurrió a los hombresioscuando pensaban que el Sol seovía y la Tierra estaba quieta. Los hechoservados son los mismos hace 25 siglos

hoy, pero la interpretación oción real de ellos no. Por eso, creeromeopatía es como creer que el Soledor de la Tierra o que ésta esaaunque lo parezca. Para demostrarasertos analicemos detenidamente

a parte del razonamiento y asímos claro, de una vez por todas, ladde esta ley homeopática.

La premisa mayor (n° 1) es cierta y nadaque ver con la homeopatía. Suecanismo de acción es bastante bienocido por la medicina cientíca. Para



o, según este razonamiento, lameopatía tiene sus fundamentos en laedicina cientíca (alopatía).

En la premisa menor (n° 2) se comparanos" enfermedades " pero se trata deacomparación totalmente gratuita. Lanfermedad natural " (malaria o paludismo) la " articial " (cuyas manifestaciones

enderán de la dosis de corteza delo administrada) son entidades

ológicas totalmente diferentes entre lasno cabe comparación real. El hecho decoincidan en algún síntoma o algúnes algo a todas luces insucienteestablecer una conclusión verdadera.

efecto, la " enfermedad articial " sece a los síntomas y signos adversosucidos por la sobredosicación de la

del quino, caracterizada pormbidos, vértigos, sordera, trastornosales, percepción de olores imaginarios,alestar general y alteraciones cardíacas.demás, hay personas con unasiaespecial respecto a la quina,a administración les puede originaresos tales como reacción urticariforme

ebre, hemorragias e inclusobre hemoglobinúrica. En resumen, la



nfermedad articial " dependerá de laministrada y de la idiosincrasia delEsta es su naturaleza. Por elr la " enfermedad naturalimo) es el conjunto de signos y

mas causados por el protozoomodium (crisis paroxísticas con

tiritona, sudoración, ebreitente, malestar y mialgias). No cabe,to,omparación; y si se hace, la

clusión es falsa.El error de base en esta falsa analogía

nconfundir la enfermedad con susmas, es decir: mismos síntomas,

isma enfermedad. Se trata, como

en el próximo capítulo, de unccionismo semiológico: la reducción defmedad a sus síntomas y signos,

mo cuando se confunde la tos, laectoración y la ebre con, por ejemplo,

neumonía bacteriana (enfermedadmónica). Los signos y síntomas son lasión de la enfermedad y, además, apción de los signos que caracterizanno, son comunes a multitud demedades; de ahí la necesidad delnóstico positivo y diferencial.



En cambio, la enfermedad viene denidacialmente, de modo inmediato yo,por la etiopatogenia — es decir, poradel desarrollo de esa patología— ,de modo mediato y próximo por la

omopatología y la siopatología. Tododamenta y da unidad al cuadronos y síntomas). Pero estasciones alopáticas no le interesan aahnemann. Para él, la causa de la

medad es un "desequilibrio de lavital"yla enfermedad misma sece a sus signos y síntomas (expresióndesequilibrio). A su vez, esos signossíntomas los ordena, y los homeópatas

sssiguen ordenando, en cuadrossolutamente falsos, algo obvio aler de un fundamento realgénico, anatomopatológico ypatológico.

En la conclusión (n° 3) se establece laexión causal. Pero para que esta sease nos tiene que mostrar elecanismo de acción por el cual algo queel paludismo es capaz a la vez deucirlo. Precisamente el conocimiento

mecanismo de acción nos demuestranada tiene que ver una cosa con la



mente, por un mecanismo senfermedad al destruir el protozooelaquina se incorporan alDN del parásito bloqueando su) y por otro diferente

neuromuscular, etc.) seucen los efectos adversos oeables (secundarios, tóxicos,

o reacciones individualesétas)nunca un paludismo ni algo que

a.Lo mismo dicho de la quina se puede

rmar, por ejemplo, de la penicilina.unque su administración puede producirareacción alérgica, no por eso cura una

Más aún, el mecanismo por ella penicilina es bactericida y haceparecer la infección al destruir el

men nada tiene que ver con laucción de efectos secundarios, seanos o tóxicos, se parezcan o no

medad que cura. Y así sucede conacos conocidos.Por último, en la formulación de esta

clusión interviene no sólo la falsagíasino también el falso principio:osthoc, ergo propter hoc [tras esto, luegosecuencia de esto] , ya que Hahnemann



eíuna conexión causal donde sólo habíaacoincidencia temporal de dos hechospendientes: la curación y laucción de efectos secundarios.aGeneralización

Nos encontramos también ante una falsaeralización. La analogía, según enseñavasólo de lo particular a loor tanto, si queremos formularmente la conclusión no debemosontrar contrapruebas y contraejemplosciales.Pero tanto unas como otros sonsMás aún, la aplicación de dicholvaa situaciones absurdas y

as:

1. El medicamento cura porque produceano los mismos síntomas que curamo. Por tanto, la penicilina debeducir neumonías en el hombre sano ya

las cura en el enfermo.

igual motivo, los fármacosrnsivos deberán ser capaces detensión arterial, y la aspirinaucirá en el sujeto sano dolores deeza e inamaciones articulares, etc.heo Lóbsack escribe en el libro citado:

La penicilina puede curar a los enfermosgonorrea; por lo tanto, a los sanos



ería producirles gonorrea. Lamicina puede curar la tuberculosismonar, pero enfermar de tuberculosis aos. Aún más grotesco sería con lasncia químicas. Si fueran ciertas lasde los homeópatas, el monóxido deono no sólo produciría asxia en elo(omo ocurre en realidad) sino que, a

inversa, debería liberar de sumedad al que padezca de asxia.

ebería entonces (siguiendo elsamiento homeópata) tratar de curarseea dando a respirar monóxido deono porque el monóxido de carbonooca disnea? ¿O sería mejor investigar

ero si la disnea se debe a asma,mia, cardiopatía u otras causas, paraces especícamente?

2. Podemos razonar también a laara curar al enfermo habrá quemedicamentos que produzcan losismos síntomas de la enfermedad queece. Así, para curar un infarto o una

gina de pecho, tendremos que darlencias que produzcan pequeñosanginas. En caso de insomniorá que pensar en las anfetaminas y elomo sucede con los gránulos de



offea cruda 9CH). Para las quemadurasmejor el calor y los rubefacientes quentibióticos. El diabético seácon glucosa y el hipertenso con sal.

caso de hemorragia digestiva, nadaejor que producir erosiones en zonas

demnes. Con estos argumentos,ente extraño es que los hermanosarx no hicieran una película sobre la

meopatía.

En el fondo, la causa de semejantesrates está de nuevo en los famososexperimentos. Efectivamente, dichoserimentos carecían del rigor necesariootener un mínimo control y estar

en modo superlativo al efectoerimentador, que aparece cuando sen los datos imprecisos comoestas favorables, lo que sería yaotivo más que suciente paraaconsecuencia fue un clarooobservacional: Hahnemann escogiólos síntomas particulares que le

venían para justicar su absurda(toma como " enfermedad

" lo que es sólo una serie dedversos seleccionados ad hoc ). Porúnico motivo que guiaba tales



erimentos era justicar sus hipótesisportarle realmente las causas de lo

observaba. El mismo lo dice: al médicolinteresa conocer las causas y losecanismos de las enfermedades. O lo que

ornunca llegará a conocerlos, segúnconoce no le servirán para

da. Su hipótesis estaba salvada.El principio del similia es absolutamente

mpatible con el resto de la ciencia y la

medicina. Ya hemos visto cómo, de sertal principio, la penicilina endes dosis produciría en el hombre sanoococia o neumonías, lo cual es absurdo.demás, como es habitual en las

udomedicinas, sobrarían disciplinasmo la farmacología, la microbiología y laétues con conocer los síntomas demedades y poder reproducirlos ensujeto sano mediante el uso de

sustancias sería más queciente. Si así sucediera, volveríamos adicho: con sal curaríamos la

nsión, con glucosa la diabetes, conel insomnio y con calor las

maduras. El resto de la patologíamana tampoco tendría secretos para unmeópata.



edicina Hom eopática Versus AlopáticaNo es banal que las pseudomedicinas o

edicinas sean denominadas por susntes de diferentes formas:complementarias, naturales,eterodoxas, dulces, blandas,Tales denominaciones están encon alguna supuesta propiedad

poseen, según sus defensores. Además,uyen que tales propiedades no lasedicina cientíca, y si las tienelas puede desarrollar. De ahí la

esidad, según ellos, de que estassean estudiadas en las facultadesmedicina y admitidas cuanto antes en

as sanitarios públicos. Por otramedicina cientíca la llaman,forma un tanto peyorativa, medicinacialonvencional, ortodoxa, alopáticaplemente, alopatía.

Esta última denominación es un engañooen primer lugar por los homeópatas,ha tenido una excelente acogida en elsmédicos. Como hemos vistoás atrás, Samuel Hahnemann denominó

meopatía a su sistema médico porque losedios utilizados producían los mismos

mas que curaban. Por oposición,



ominó alopatía al sistema — imperantences pero carente de sentido hoy— os remedios producían síntomasestos o diferentes de los que iban aRecordemos que los remedios

s de su época, tales comogantes, vomitivos, lavativas, sangrías y

eran, además de inoperantes,osy peligrosos, lo que aprovechóahnemann para decir que las

medades alopáticas (es decir, lasucidas por los médicos alópatas) eranás peligrosas e incurables, pues " eopoderoso, al crear la homeopatía, sóloadado armas contra las enfermedades

rales ".La ventaja lograda entonces por lameopatía tuvo lugar porque, aunquede valor terapéutico, al menos nopeoraba la ya precaria salud de los

ntes. Pero ahí se acababan todas susndades. Por tanto, el término alopatíauna referencia histórica clara ycreta, a saber: la medicina del sigloVIII y principios del XIX, que nada tiene

ver, obviamente, con la medicinaaactual ni en sus métodos ni enases teóricas y experimentales.



Pero no subestimemos a estos maestrosengaño que son los médicos

s"pues ellos conocen de sobradatos históricos elementales. La

naviesa que se esconde tras elmbio de nombre — cambio intrascendente

apariencia— es lastrar la medicinacacon los caracteres de agresividaddespersonalización propios de una épocante pasada. Y de paso presentarse

mo los adalides de una medicinaralnocua, holística y personal. La

es, por el contrario, muyyaque semejante medicina noa de ser un engaño inecaz y en

uchas ocasiones peligroso, sea porn,sea por om isión (véase págs. 139-0)

Hay homeópatas que intentan " integrarmeopatía y alopatía: se trata de unaño más. Es obvio que una apendicitisda hay que intervenirlargicamente. Esto lo reconocen hastapropios homeópatas, y lo mismo

demos decir de numerosos procesos,mente los que no se curan solos o

placebo: septicemias, meningitis,agudos de miocardio,



matismos, cardiopatíasgénitas... Pues bien, en esas

medades, ¡qué casualidad!, sí resultaveniente la " integración ". Y como lchatez no conoce fronteras, parece serexisten departamentos de cirugía enacientes se les prepara antesención con métodos alopáticos,después de la intervención — también

— se les trata con métodos

meopáticos. En otros términos másrimero se les cura (con alopatía)espués se les engaña (con homeopatía).



2LA SUPUESTA LEY DEL VITALISMO

+ a d i e e s t ' l i b r e d e d e c i r e s t u p i d e c e s ,l o g r a v e e s d e c i r l a s c o n n f a s i s .

M ! c h e d e M o n t a ! n

ahnem ann Y El Vitalism oEn tiempos de Hahnemann había dos

as principales de entender lamedad: el vitalismo y elrtmo. El primero era una variante

mista que postulaba un principio oerza vital " que animaba o vitalizaba elnismo, y así explicaba todos losesos siológicos y patológicos quecían a éste. El segundo, basado en el

cepto deespecie morbosa

de Sydenham,aaclasicar las enfermedades alodo natural de la época, es decir, eneros, familias, órdenes y clases, tal

mo lo hacían botánicos y zoólogos. Puesmientras el vitalismo era una

cepción metafísico-animista carente deco, el descriptivismo planteaba

menos la necesidad de buscar losdamentos reales y la explicación de lasrciones y clasicaciones que

a



Como es fácil suponer, la personalidadísymesiánica de Hahnemann le llevólos derroteros del vitalismo más

ontaraz. Conozcamos ahora brevementequé consiste ese vitalismo y sus

placiones homeopáticas.La " fuerza vital " es, según Hahnemann,

ente inmaterial, espiritual e intangibleufunción consiste en animar virtual ymicamente la parte material del

po, es decir, " sostiene todas las partesrganismo en una admirable armonía

" ( Órganon, 9). Por esta razón, elnismo material, " desde el momento enrzavital,no puede sentir

brar ni hacer cosa alguna para suropia conservación " ( Órganon, 10). Enma, es un organismo muerto. Tras estacción mitomágica, me pregunto

nde están las dotes de granerimentador que sus acólitos atribuyenahnemann.Ahora bien, que sea pura magia noca, como algunos creen, que nosos de la homeopatía. Más bien altr sólo así es posible

mprenderla. De hecho, nos encontramosel postulado explicativo que



encionaba al principio, puesto quelo Hahnemann da cuentaetiología y la siopatología de la

medad, es decir, de su naturaleza.Etiología Hom eopática

En relación con las causas y génesis decesos morbosos, Hahnemann partelidea de que toda enfermedad noeptible de tratamiento quirúrgico — ya

mienza a eliminar lo que no le interesa— be a un desequilibrio particular de laerza vital " que vivica dinámicamente alnismo.

Este desequilibrio es obra de lauencia de agentes hostiles a la vida.

Cuando el hombre cae enfermo, esta fuerzapor sí misma y presentetodas las partes del cuerpo, es larmera que luego se resiente de lauencia dinámica del agente hostil a la

" (Órganon,

11). "Sólo la fuerza vital

armonizada es la que produce lasmedades [...]. Por lo mismo, lan [...] tiene por condición y suponesariamente que la fuerza vital estéa en su integridad y que elnismo entero haya vuelto al estado de



" ( Órganon, 12). En otras ocasiones esdesequilibrio el que hace que elnismo sea susceptible de ser atacado

agentes patógenos, como virus oufridisfunciones metabólicas,nresumen: la " fuerza vital " es elycausa de la vida, del organismoo.Su equilibrio es origen y fundamentod; su desequilibrio, causa de la

medad o predisposición necesaria a

ecerla. Desde luego, no pasapercibida la semejanza de estoslados con los de la acupuntura: sóloque sustituir la " fuerza vital " por el q

desequilibrio de la fuerza vital " por el

quilibrio del yin-yang para obtener laisma teoría mitomágica de la enfermedad.coincidencia ha llevado a algunosédicos " alternativos " a la creación de unaeva pseudomedicina: la homeosiniatríautica mixta formada por lameopatía y la acupuntura. Así lo explicaau en el libro citado:

1 a a c u " u n t u r a A a h o m e o " a t 7 a n o t ! e no t r o o b e t ! +o q u e e d e " r o d u c ! r , b ! e n e " ! n c h a 9 o d e u n a a u a , b ! e n " o r u

d ! u c ! # n m e d ! c a m e n t o s a , u n a e s t ! m u a c! n * ! n ! t e s ! m a q u e o b r a s o b r e



d e s e q u ! ! b r ! o * un c ! o n a . " a r a ed e m e c an ! s mo q u e e s t - e n a b a s e d e d o s t e r a " & u t ! c a s n o " o d 7 a d e a r d e s e d ua q u ! e n e s a s h a n e s t u d ! a d o . a r a r e a !

a s 7 n t e s ! s " e r * e c t a d e a m b a s h a A qs u " e r " o n e r a a c c ! # n t o n ! * ! c a n t e c a m a n t e d e u n " r o d u c t o a a d e a c u " u n t u r a . s t a t e r a " & u t ! c a , d e a q u e s ! d o " r o m o t o r e d o c t o r > o e r d e 1F u e , e + a e n o m b r e d eh o m e o s i n i a t r í a .

Pero volvamos a la homeopatía no

lada. Si su doctrina etiológica eraabarbaridad ya en el siglo XVIII, amienzos del XXI es un puro disparate.pare el lector, además, en que con esospuestos cualquiera puede ser médico:

ideas fáciles de admitir, locientemente amplias como para

ualquier cosa que se desee, ylaventaja añadida — algo común enlas pseudomedicinas— de que nosos el engorro de tener que estudiar

daderas causas de la enfermedad:icrobiología, genética, inmunología, etc.

Sin embargo, los homeópatas actuales,saben que sin estos principios la

meopatía se esfuma como sistema médico

o" complementario ", en lugar dendonarlos, como debería hacer todo



en investigador, recurren a una de lasásicas de la pseudociencia: buscargías con términos cientícos paraantener los mismos objetos y leyes queenden. Es su manera de progresar. Así,

fuerza vital " se transforma en elotencial reactivo del organismo ", linamización vital " en la " memoria dela ", etcétera (más adelante veremosevos ejemplos de esta mutación

ca).Otro modo de librarse de las críticas es

rmar que la ciencia actual no es capazdetectar esa " fuerza vital ", que, sinbargo, es un principio físico de

ersalidad equiparable a la electricidadgravitación. Y si los cientícos lones porque son unos intransigentes,ientras que ellos son los nuevos Galileos

sufren las consecuencias de lacia por proponer hipótesisvedosas. Pero esto es pura palabreríaestoque, como he dicho, no se trata de

cientícas originales sino decaducas y falsas (como el

gisto,el calórico o la teoría de losmores), que ahora las reciclan parasilaciencia. Denunciarlo no es



ncia, sino pura y simple laborca.Fisiopatología Hom eopática

Dado que la " fuerza vital " es invisible eesiblealos sentidos, su disarmonía oquilibrio sólo podrá apreciarse por lospatológicos que produce en el

nismo, es decir, por medio de lossylossíntomas (semiología). Este esmodo que tiene el hombre, segúnahnemann, de conocer las enfermedades.r qué? Pues porque " la bondadnimente sabia del Supremo Creador yervador de la vida de los hombres asíuesto ". Las dotes de investigador

Hahnemann son, sin duda, notables...gía.Pero lo que Hahnemann no sabe es queteorías teológicas no pueden ser

mitidas por el Supremo Creador a pesarmensa bondad y sabiduría. ¿Acasospuede hacer que los círculos seandrados o que 2 + 2 sean 5? Es evidente

no. Pues bien, algo semejante leede a Hahnemann cuando intentaar los principios (el desequilibrio de laerza vital ") con la conclusión (los signossíntomas de la enfermedad). Lo mismo



en los acupuntores con el " tripledor " u objetos similarestes.

Hahnemann modica de forma radical elcepto de enfermedad. En primer lugar,uce a una serie de síntomas sinexión mutua: podemos decir que no hay

medades sino síntomas.uación, todo síntoma particular essegún el principio de semejanza.

esde su prueba con la quina en 1790,ahnemann había ensayado medicamentossí mismo y en sus hijos mientras

En tales ensayos había procedidonte forma: tras una abstención

ngada de toda clase de sustanciass (café, té, licores, perfumes,resexcesivamente arom áticas, etcétera),aba una dosis mediana deledicamento y anotaba todo lo que sentía yervaba en su cuerpo en el curso de losó 40 días siguientes como efecto de

omedicamento. Así vio la luz una derecopilaciones más estúpidas queoce la historia de la medicina. Veamoscaso concreto. Tras la toma de unaueña dosis de licopodio, sustanciaolutamente inocua, Hahnemann anotó



1efectos especícos. He aquí algunosmo muestra ( Enfermedades Crónicas, vol.do de H.S. Glasscheib, El Laberinto

Medicina, Destino, Barcelona, 1964):1 . T! e n e m a r e o s e n u n a h a b ! t a c ! #c a ! e n t e ( a o s J d 7 a s ) .2 . M a r e o s a e + a n t a r s e d e a c a m ad e s " u & s ( a o s J d 7 a s ) .9 . u e d e h a b a r r a 9 o n a b e m e n t e d e c oe e + a d a s e ! n c u s o a b s t r a c t a s E e n c a m bs e c o n * u n d e e n a s m - s + u a r e s (e e m " o , a m a c ! r u e a s a o q u e d ea m a r " e r a s ) .6 0 . n a " a r t e s u " e r ! o r ! 9 q u ! e r d a d e c a b e 9 a , s e n s a c ! # n d e q u e s e e t ! r a d e " e o .7 8 . M - s m a n c h a s d e + e r a n o e n e a

! 9 q u ! e r d o d e a c a r a A e n a n a r ! 9 .1 1 8 . o r a n o c h e o s o os s e en a nm u c o s ! d a d e s " u r u e n t a s ( a o s J J d 7 a s ) .1 7 3 . n r o e c ! m ! e n t o A " r u r ! t o e n e as u " e r ! o r ( a o s K d 7 a s ) .4 4 6 . S e d u e r m e d u r a n t e e c o ! t o s

e A a c u a c ! # n d e s e m e n ( a o s < d 7 a s ) .4 7 6 . s t o r n u d o s s ! n r e s * r ! a d o .Y así sucesivamente hasta el n° 981...

La nalidad de los aludidos autoensayosmo sabemos, la puesta en prácticacipiode semejanza en la consultaédica de acuerdo con el siguiente

namiento: si un enfermo padece uno de



tomas citados, éste desapareceráediante una pequeña dosis deledicamento que provoca la aparición delismo síntoma. Por tanto, si el paciente

nmareo en una habitación caliente,alde que el licopodio cura. Si puedelarrazonablemente de cosas elevadas eabstractas pero se confunde en lasulgares, es señal de que el licopodio cura.se duerme durante la cópula sin

ulación de semen, es señal de que eldiocura. Etcétera. Este último casoun excelente pretexto para que elntelector ensaye algún homeochiste

¿Licopodio? No, gracias ") y así

rnelb médico de la comedia.No es de extrañar, por tanto, que la obrae los Medicamentos (1811-1821, envolúmenes), obra fundamental dela homeopático junto con el Órganon,cíque no iba a acabarse nunca, puesdíatras día. Su precisión es tande que cada medicamento cuenta conás de 1.000 síntomas experimentados.

ada síntoma individual se mencionamente, de manera que las diferenciascantes entre unos y otros resultan

nibles para una inteligencia



Así,para que el lector se hagaaidea de estas diferencias, Hahnemannguir¡350 clases de dolor deeza! (no se incluye el producido por laelapropia lista).

Por consiguiente, lo decisivo de estamiología es que el desequilibrio de laerza vital " y los síntomas y signos queesan forman un todo individual, deodo que la enfermedad se reduce a los

mas y signos, es decir, son una mismalenfermedad son los síntomas ysy los síntomas y signos son la

medad. Hahnemann es claro alo:

t r a s t o r n o , ! n + ! s ! b e " a r a n o s o t r o s , a * u e r 9 a + ! t a q u e a n ! m a n u e s t r o c u e rn o * o r ma , e n e * e c t o , m - s q u e u n t o d o ce c o n u n t o d e o s s 7 n t o m a s q u e e* u e r 9 a " r o d u c e e n e o r a n ! s m o , qh ! e r e n n u e s t r o s s e n t ! d o s A q ur e " r e s e n t a n a e n * e r m e d a d e 6 ! s t e n( ) rg a n o n , < @ )

Y de nuevo cuenta con el beneplácito

d u e o d e a + ! d a n o h a h e c h o a c c e s !a n u e s t r o s s e n t ! d o s m - s d e o q u e

n e c e s a r ! o c o n o c e r e n a e n * e r me d a d " a " o d e r c u r a r a () rg a n o n , < )



Pues bien, a pesar de contar con laable ayuda divina, todo lo que diceahnemann es radicalmente falso. Encausa de la enfermedad ysemiología están, por una parte, losecanismos productores de la lesión y, porspropiamente dichas (unascarácter anatómico, descritas por laomía patológica, y otras de carácternal, cuyo estudio incumbe a la

patología). Lo que unica precisamentemas y signos, es decir, lo que lese pertenecer a una enfermedad

minada y especíca, son lagenia y sus lesiones

pondientes.Puede argüirse en su defensa que laHahnemann es una teoría erróneaesconocimiento, es decir, debido a looque se sabía en su tiempo sobre losecanismos de la enfermedad. Pero esto es

mple truco por varios motivos.1. Sus contemporáneos y él mismo

ocían la diferencia aunque no con tantacomo hoy en día, obviamente.eamos lo que opinaban al respecto en63 A. Trousseau y M. Pidoux en su



do de Terapéutica y Materia Médicaadrid, vol. I):

H a h n e m a n n e s e n t o d o s u " e r * ! c ! a . C n o o s " u n t o s d e s u d o c t r ! n a q u e h a t r a t a d

d e e s t a b e c e r c o n m - s e m " e o e s q u e

e n * e r m e d ad c o n s ! s te e n e c o n u n t o d e s 7 n t o ma s . N o h u b ! e r a d ! c h o m - s ! * ! eH a hn em a n n d a t a n t a ! m" or t a nc !a a e s " r o " o s ! c ! # n e s " o r q u e a n e c e s ! t a " ad e m o s t r a r a a c c ! # n h o m eo " - t ! c a d e m e d ! c a m e n t o s . e n e * e c t o , n o b ! e n d ! c

a e n * e r m e d a d c o n s ! s t e e n e c o n u n t oo s s 7 n t o ma s , c u a n d o a a d e : a + ! r t u d m e d ! c a me n t o c o n s ! s t e e n e c o n u n t o

o s s 7 n t o m a s d e a e n * e r m e d a d a r t ! * !q u e " r o d u c e .1 # ! c a me n t e h a b a n d o , n o + a e s to mm a u r d ! d o E " e r o a n a ! 9 a d o m & d ! c a mn o r e " r e s e n t a m - s q u e e e e m e n " a r t ! c u a r d e a e n * e r m e d a d . a r a q " a s e d e s e r u n a a b s t r a c c ! # n d e b e h a au n ! d o a e e m en t o e n e r a , e s d e c ! r , a " a r t e c o m ú n d e t o d o s o s s 7 n t o m a s q* o r m a s u a 9 o d e u n ! # n A c o n s t ! t u A eq u e a m a m o s d ! - t e s ! s e n e n * e r me d a d e s c r #n ! c a s A h e r ed ! t a r ! ao t r o t a n t o " u e d e d e c ! r s e d e s 7 n t o mm e d ! c ! n a o t # 6 ! c o . N o e s , " u e s , e c o n u n t o d e o s s 7 n t o

o q u e r e " r e s e n t a t a o c u a e n * e r m es ! n o s u c o m u n ! d a d o s u " r ! n c ! " ! o c o m úm a n ! * e s t a d o " o r c a d a u n o d e e o s a



m o d o , A n o m e n o s t a m b ! & n " o r sr e a c ! o n e s o s u c o o r d ! n a c ! # n . S ! s e q ue s t e e e m e n t o c o m ú n , h a a r e m " a r e c ! d o s t o d o s o s s 7 n t o m a s d e t o d a s e n * e r m e d a d e s A d e t o d o s e n + e n e n a m! e n t o s E A n ad a s e r - m - s * -e n t o n c e s q u e ! m ! t a r o s s 7 n t o m a s d e " r ! m e r a s c o n o s d e o s s e u n d oe s t a b e c ! e n d o d e e s t e m o d o c o n e m a Ar ! o r u na m a t e r ! a m & d! c a h om e o" - t ! c

e r o c o m o e c ! t a d o e e m en t o c o m ú n , qr e " r e s e n t a a d ! - t e s ! s , e e s t a d o e n e re " r ! n c ! " ! o e s " e c ! a d e a e n * e rm e d a d

o q ue d ! * e r e nc ! a os s 7n t o ma s d e t oa s a * e c c ! o n e s , s e r - ! m " o s !b e , t e n ! & n d

e n c u e n t a , e n c o n t r a r m e d ! c a m e n t oh o m e o " - t ! c o s , a n o d e a r s e e + a r d e m -s ro s e r a s a "a r ! e n c ! as . $ % u & r e a c " u e d e h a b e r e n t r e u n a " e r ! t o n ! t ! s e n e rs o b r e a u d a A c ! e r t o r u " o d e a c c ! d e n th ! s t & r ! c o s , q u e b a o e " u n t o d e + ! s t a

o s s 7 n t o m a s , c o n s ! d e r a d o s e n s 7 m ! s m oc o m o * e n # m e n o s " a r t ! c u a r e s , h e ca b s t r a c c ! # n d e s u e e m e n t o e n e r as ! m u a n b a s t a n t e b ! e n a q u e a re n * e r m e d a d ' $ % u & r e a c ! # n h a A e n t r e ú c e r a s m e r c u r ! a e s A a s s ! * ! 7 t ! c a s E

a a n ! n a A e r u " c ! # n e s c a r a t ! n o s a s As e q u e d a d * a r 7 n e a A a s e * o r e c e n c ! a

a " ! e q u e e n o c a s ! o n e s " r o d u c e

b e a d o n a , e t c . '



Nos hallamos, sin duda, ante un texto dectualidad escrito hace casi siglo medio. No hay, pues, disculpa por

onocimiento.2. La teoría de Hahnemann es la

secuencia lógica de su tesis de laerza vital " como entidad unicadora deenfermedad, donde se elimina sinmplaciones cualquier mecanismogénico y siopatológico. De hecho,nocer el mecanismo en virtud delrigina y maniesta la enfermedadmente inútil que no le servirá

édico para nada. Y lo que es peor,de que el hombre siempre ignorará

mo la " fuerza vital " determina elnismo para producir los síntomas de lamedad. En consecuencia, Hahnemann

sólo es un pseudocientíco sinobién un activista anticientíco, puessus tesis aboga contra el progreso

o al calicarlo de vano ezable.Además, como señalaban Trousseau yux, esta concepción reduccionista de lamedad no era mera ignorancia sino unpuesto fundamental y necesario de la

meopatía para justicar la ley de la



gíao del similia, ya que así — cuandoaturaleza de la enfermedad son losiossíntomas— la comparación entrenfermedad natural " y " enfermedad

" tiene la apariencia de seroal menos resulta muy difícilmostrar que no lo es. Por otra parte,mo la enfermedad es la misma tanto simas y signos se producen poracos como por causas naturales, con

medicamentos apropiados se podráfácilmente la semiología de las

medades y constituir así una materiaédica homeopática.

Este reduccionismo semiológico es el

ás grave que se puede cometer en laedicina clínica. Cualquier estudiante deedicina sabe — vuelvo a repetirlo— que

ma y enfermedad no se identican.sí diferentes síntomas pueden seresión de una misma enfermedad,ido a la evolución del proceso, lastción del individuo, el grado desas, etc.; y a la inversa, iguales

mas pueden ser manifestación demedades diferentes. Esto es tannte que muchas veces los médicos



debemos conformar con hacer unóstico meramente sindrómico.

Ley De HeringConstantin Hering (1800-1880),

meópata alemán emigrado a Estadosnidos y autor de la obra Síntomas GuíasNuestra Materia Médica, que consta deolúmenes de 500 páginas cada uno,rió en el prólogo de la primera

norteamericana de lasfermedades Crónicas de Hahnemann loeha dado en llamar la ley de Hering.

Dicha ley se reere al supuesto ordenralde curación, y según ella laencia en que ocurren los

ntecimientos curativos es la siguiente:1. De dentro hacia afuera, es decir,de los órganos y vísceras hacia lasucosas y la piel.

2. De arriba hacia abajo, es decir, de las

uperiores del cuerpo (cabeza) a lasorejemplo, se consideraun enfermo mejora si el dolor articularpresentaba en la región cervical hainuido, aunque ahora tenga dolor en

es de las manos.



3. En orden inverso a la instauración deas.Semejante ley es cientícamente gratuita

como homeochiste es bastante malo. Sinbargo, para la homeopatía como sistema

damental. Más aún, de esta supuestaemos extraer la conclusión de que eledio homeopático actúa sobre la " fuerza

", que procede del centro delnismo hacia el exterior. Su acción, poryuda al organismo a drenarse, es

inar y llevar a la supercieaquello que le intoxica en sus zonasDigamos que la enfermedad esulsada a través de las mismas vías que

mo para depurarse: orina,esy sudor. En el colmo del delirio,n los homeópatas, esta ley hacealacuración real (causal) y neramente supresiva (sintomática),almente en el caso de lasciones cutáneas. Según sussores, la homeopatía es una terapianal, ya que estimula la fuerza

del organismo, no una terapiaresiva. Por eso los microorganismos — s virus, etc. — son agentes



ndarios en las enfermedadesas:

1 o s h o m e# " a t a s c o n s ! d e r an a " r e s e n cd e m ! c r o b ! o s c o m o e r e s u l t a d o n o l ac a u s aG , A c o m " r e n d e n a e n * e r m e d a d c o

a s u s c e " t ! b ! ! d a d " r e e6 ! s t e n t e ( a n om ac o n s t ! t u c ! o n a ) d e u n a " e r s o n a a ! n * e c c ! # n ( S . 2 u m m ! n s % D . C m a n- u í a r ' c t i c a d e * e d i c i n a " o m e o p ' t i c a ,

D F, M a d r ! d , < ? L ) .Así pues, de esta supuesta ley podemos

lconclusión de que el remediomeopático actúa sobre la " fuerza vitalprocede del centro del organismo haciaacción, por tanto, ayuda alnismo a drenarse, es decir, a eliminar

aralasupercie todo aquello que lensus zonas más vitales. Digamosnfermedad es expulsada a través deismas vías que el organismo utiliza

epurarse: orina, heces y sudor.Que médicos formados cientícamente

endan y apliquen estas memeces,iasde la época mágico-empírica de laedicina, es preocupante y motivo más queciente de inhabilitación, pero que

más sean los propios colegios de

édicos y muchas facultades de' medicinanes les ayuden, mediante cursos,



etc., es para echarse ablar. Vista la situación, somos los

ptosquienes tenemos la obligaciónenunciar estas tropelías irracionales y,elgrosas.Al igual que sucede en la acupuntura

qi, el yin-yang o los pulsos, tambiénhomeopatía son necesarios los

esequilibrios de la fuerza vital ", lasalogías del similia similibus o el

ccionismo semiológico, pues todo esento de aberraciones médicas — y másnos quedan por conocer— constituyena médico homeopático. Por esta

ninsisto una y otra vez en que la

meopatía no es sólo un medioutico (lasdiluciones innitesimales)nsistema médico completo más allámedicina cientíca, como acabamoselde Coulter, donde no valeoner lo que nos interesa según anvaya dirigido el engaño.



3LA SUPUESTA LEY DE

NDIVIDUALIZACIÓN DEL ENFERMO Y ELREMEDIO

o Hay Enferm edadesPara la homeopatía, cuando una personaenferma presenta unos determinados

mas que le son propios, es decir,ales. Esta es la razón por la cualhomeópatas hacen suyo el famosoo: " No hay enfermedades sino

mos " (en el club médico de la comediareere el aforismo: " No hay chistesisos "). Pero se trata nuevamenten juego de palabras o, mejor aún, deafalsainterpretación del aforismo, quesu origen nada tiene que ver con lameopatía.

Esta supuesta ley no es, como algunosuna cuestión banal, pues de cómo se

a depende nada menos que elde la medicina como ciencia.

uestra, además, que la homeopatía es una médico no cientíco y, por tanto,mplementario de la biomedicina.

Para la medicina cientíca hayos afectados por una determinada



medad (una clase de enfermedad ocie morbosa). ¿Qué quiere decir esto?ca simplemente que cada individuocado por una misma enfermedad de

manera según sus características.efecto, los diferentes modos o variantes

una misma clase o especie demedad que aparecen en los distintosos no obedecen a extrañas causasimágicas o misteriosas totalidades

madas por una "fuerza vital", sino astancias concretas y singulares,

mo la edad, el sexo, los caracterespeso y estatura, los factores

acogenéticos, la virulencia de la

sa,elrado de inmunidad, el genotipo,mientos previos, la personalidad,sevidente que todo ello puede

uiren la forma de manifestarse unamedad, pero que se manieste demanera no la hace diferente, eslhace otra enfermedad, ya queunidad y especicidad de las

medades vienen dadas por lagenia, que es común y condiciónqua non de los diferentes tipos demedades.



Como consecuencia, el tratamientoámbién especíco. Así, porplo, que una brucelosis se maniestesíntomas y signos meníngeos no la

ma en otra enfermedad sino en unaariante más o menos rara del mismoeso, que tendrá también, por tanto, uniento especíco, y si hay que

articularizarlo no será en función de unaalidad metafísica sino de un

nto de condiciones como las arribaencionadas, determinantes de la

ariabilidad interindividual. En suma, algoda críptico que requiere unación de saberes " alternativos ". Otr

bien distinta es que cada uno, en elbito psicológico y personal, se sientao de diferente manera por la

medad, pero tal circunstanciapoco la hace ser otra enfermedad. Para

medicina cientíca, las enfermedadescuadros nosológicos denidos

cícamente por un proceso denticación lógica cuyo referente últimolos individuos. Y es ahí, en ese

omento individual, donde entra en escenaarte clínico o maestría clínicaal. Por tanto, la medicina



ase adapta perfectamente a lasesidades lógicas propias del saberoy a las necesidades reales yropias de la técnica médica, quepre trata con entidades reales e

uales.El arte clínico tampoco es nada especial

misterioso. Entendemos por tal ciertoiohabilidad para realizar del modoás perfecto posible y con soltura las

mas y reglas dictadas previamente porpor las pruebas más ablesnibles en ese momento. De hecho, losenos médicos utilizan a la vez laaestría clínica y las mejores pruebas

as disponibles. Ninguna se basta pormaestría clínica, los riesgos depráctica son tiranizados por las

ncias externas, porque hasta lasncias externas calicadas comontes pueden ser inaplicables oopiadas para un paciente individual.

las mejores evidencias externaslsgos de la práctica quedanados en seguida en perjuicio delnte.edad De La Interpretaciónom eopática



Según la homeopatía, la enfermedad yrespectivos síntomas y signos sonios de cada persona. No existendros nosológicos especícos yersales sino sólo esos síntomas que se

en el individuo enfermo. Cadao agota la especie (como lo hacengeles, según la teología católica). Esda enfermo es una enfermedady, por tanto, habrá tantas

medades distintas como individuosmos. En consecuencia, el diagnóstico

netamente individual. Y si eliento quiere ser efectivo, requerirábién estrictamente individual.

De este principio deriva otrodamental para la homeopatía, a saber:mas comunes y poco llamativosen de importancia diagnóstica yutica. Hahnemann es taxativo alo:

1 o s s 7 n t o m a s e n e r a e s A + a o s , c o m o* a t a d e a " e t ! t o , e d o o r d e c a b e 9 a

a n u ! d e 9 , e s u e o a ! t a d o , e m ae n e r a , e t c . , m e r e c e n " o c a a t e n c ! #

" o r q u e c a s ! t o d a s a s e n * e r m e d a d e s m e d! c a me n t o s " r o du ce n a o s em e a( / rg a n o n , < @ J )



Se supone, pues, que no hay que hacera un infarto agudo de miocardio

mpañado de una ligera molestiay sudoración o a una

culosis con febrícula y anorexia.Hay aún otra peculiaridad interesante en

nhomeopática del principioanalizamos. Esa peculiaridad consisteque la individualidad del enfermo seereprincipalmente a caracteres de su

nalidad, en muchas ocasiones asan peculiares como, por ejemplo, lación a comer cebollas o el gusto por laúsica religiosa.

Este individualismo extremo de la

meopatía no sólo es cómico sino que,graciadamente, hace imposibleuier discurso cientíco sobre la

medad, por lo que volvemos aldel presente capítulo. Si toda

medad es exclusivamente individualtodos sus aspectos, no es posiblear términos universales y,secuentemente, hacer ciencia. Por estan dice Karl Popper que en todación se precisan no sólo condicionessingulares sino también, al



acidad cientíca se muestra con todacrudeza pseudocientíca en la

ación de las enfermedadestaxia) y en la realización de ensayoses en am bos casos se requiereesariam ente la formación de criterioserales, locual va en contra del propiohomeopático de individualizaciónmedad y el remedio. En suma, simos este postulado homeopático, la

gíadesaparecería como ciencia y severtirenmera casuística.

Quisiera añadir dos breves apostillas.era: el principio de individualización

enfermo, es decir, la teoría

meopática según la cual hay tantasmedades como enfermos, es posiblecisaque la enfermedad se reducemas, lo que pone en evidenciaevamente la interconexión esencial delos principios de la homeopatía.

gunda: esta falsa e imposiblesideración individual y personal deapaciente es algo que airean con gransión de medios los homeópatas contraédicos cientícos, a los que tildan depersonales e incapaces de ver alo enfermo como tal.



onsecuenciasLas consecuencias que se derivan de

enterior muestran otra vezntntíco y pseudocientícoomeopatía. Las principales son lastes:

1. La homeopatía impide el desarrrolloncia, que necesita, como sistemacriy leyes generales pararpredecir.

2. Con la homeopatía es imposibleensayos clínicos (aunque se

muchos) puesto que no podemos

ar, sin violar el presupuestomeopático de la individualización,os homogéneos de pacientes queedan ser comparados, condición básicahacer estudios estadísticos rigurosos.

eldos los ensayos que se haganfalsos y sesgados o dejarán de sermeopáticos. Además, la individualizaciónecoartada para justicar lossdiagnósticos o terapéuticos.

3. En la homeopatía no podemoserclasicaciones pues las clases



términos generales y la homeopatíasidera sólo cuadros clínicos yientos rigurosamente individuales.hora bien, como a la homeopatía no leda más remedio que clasicar y hacerayos clínicos para conocer y mostrar sualor se transforma en un sistemagruente.

4. No es posible la experimentación conmales, ya que, en primer lugar, elioHahnemann lo prohíbe; en segundono se pueden formar grupos

mogéneos y, por último, tampoco seeden hacer anamnesis individualesbles, pues ¿cómo conocer el miedo de las

acas a las tormentas? o ¿qué sueños ynalidad tiene un hámster? Sobre estassnes volveré más adelante en el

6, dedicado a la homeopatíaernaria.

5. En la homeopatía se experimentan los

edios sólo en el hombre sano, por lonunca conoceremos las enfermedadeslos mecanismos de acción de losacos.sicación Hom eopática



La nosotaxia o clasicación es elnamiento y distribución de los

mas y signos en forma de cuadrosonjuntos de síntomas y signos

caracterizan a una enfermedad ome. Su importancia esendental, puesto que el diagnósticomeopático de la enfermedad se basa enaanamnesis exhaustiva o interrogatorio.hora bien, esta nosotaxia, al margen de

os al siglo XVIII, esadictoria y falsa.

Es contradictoria porque, como acabo demostrar, la formación de clases está ensición al principio o ley de

alización de la enfermedad y eledio.Es falsa porque, al reducir la

medad a sus síntomas, se carece dendam ento real capaz de referendarios,narlos y distribuirlos en clases. Ensecuencia, la clasicación será— pues se puede adoptar el

damento o el punto de vistaatorio que se desee— y estará

metida a continuos errores, dado que losmas y signos son muchísimas vecesañosos e imprevisibles. Esto sucede



mente al confundir los efectosndarios de un fármaco con la

miología de una enfermedad real. Nonte, cuando digo que la nosotaxiameopática carece de fundamento real, no

decir que carezca de tododamento; lo tiene, pero es totalmenteudocientíco, a saber: la "fuerza vital"cada persona, cuyas alteraciones oodicaciones sólo alcanza a conocer la

mente del homeópata.No es de extrañar, como veremos más

nte,que, puestos en esta línea denamiento, algunos homeópatas acabenntando como fundamento nosotáxico ¡al

ado original! Por el contrario, laedicina cientíca es algo más modesta enretensiones nosotáxicas; para ella, el

damento de universalidad y unidadcíca de los cuadros clínicos no vieneo por los síntomas ni por la " fuerza

" (pecado original incluido), sino porgenia de forma inmediata y pornatomopatología y siopatología dea mediata. ¡Precisamente todo lo que

ahnemann declaraba incognoscible y sinaor!



Pasemos a la nosotaxia propiamenteLas enfermedades se clasican,

n Hahnemann y sus discípulos, enmedades agudas y crónicas (gura 1).enfermedades agudas se caracterizaner" operaciones rápidas de la fuerzaala de su ritmo nomal, quean en un tiempo más o menos largoero siempre de mediana duración

Órganon, 72). Decir seriamente que las

medades agudas tienen un tiempo deción " más o menos largo " o " deediana duración " es una vaguedad

da. Armar que se deben araciones rápidas de la " fuerza vital

mo si estuviera desmadrada, forma partedelirio mágico simplista de lameopatía.



Las enfermedades agudas pueden serales, cuando atacan a hombresyepidémicas, cuando atacan auchos individuos a la vez, y se

rrollnacá y allá ( Órganon, 73). Estasas tienen " una misma causa, seaniestan por medio de síntomas muylogos ( epidemias ) y se vuelven muygiosas cuando obran en masas

as y compactas de individuos. Larlsinundaciones y el hambre sonfrecuencia las causas de estas

medades; pero pueden dependerbién de miasmas agudos que reaparecenpre bajo la misma forma, y a los que,or consiguiente, se dan nombres



artulares. De esos miasmas, unos nonal hombre sino una sola vez en elde su vida, como la viruela, el

mpión, la tosferina, etc., y otrosueden afectarle repetidas veces, como laestede levante, la ebre amarilla, elmorbo asiático, etc. " ( Órganon, 73).

homeochistes sobre miasmas sonos y muy codiciados, por eso meanta leer estos párrafos.

Las enfermedades crónicas son " pocoarcadas, muchas veces imperceptibles encomienzo, se apoderan del organismoa una a su modo, lo desarmonizanmicamente, y poco a poco lo alejan de

modo del estado de salud que lamática energía vital destinada alantenimiento de ésta no puede oponerles

una resistencia incompleta, malútilno poder extinguirlas

or símismas tiene que dejarlas aumentarque por n ocasionan la destrucciónanismo " ( Órganon, 72). No contento

esto, Hahnemann añade que talesmedades " deben su origen a uniasma crónico ". Así pues, las

medades agudas se deben a miasmas



dos, las crónicas a miasmas crónicos yesto es fruto de una profunda reexión

nal— las enfermedades subagudas seen a miasmas subagudos. Observe elelhomeopatía, incluso para lostos,no es tan difícil como parece.

Hay dos grandes grupos de enfermedadesas. El primero viene dado porelsenfermedades crónicas que " lostasocasionan con el uso prolongado

medicamentos heroicos a crecidas dosissiempre en aumento " ( Órganon, 74).demás, " estos trastornos de la saludidos a la fatal práctica de la alopatía,ese han visto más tristes ejemplos

tmpos modernos, constituyen lasás peligrosas e incurables de todas lasmedades crónicas " ( Órganon, 75). Y esocometido por los alópatas — esoraquellos que se oponen a lameopatía— que, como queda dicho, " eopoderoso, al crear la homeopatía, sóloadado armas contra las enfermedadesrales " ( Órganon , 76). Sobran

mentarios sobre el fanatismo deahnemann, al que sus seguidores tienenrecursor de la medicina experimental

Claude Bernard (véase R. Joly,



Principios Básicos de la HomeopatíaMédica, 12, 1990, pág. 785).

El segundo grupo está integrado por laserdaderas enfermedades crónicasrales,que son " aquellas que deben sua un miasma crónico, progresan

ntemente cuando no se les oponenedios curativos especícos, y a pesar de

las precauciones imaginablesuerpo y al espíritu, abruman

mbre con padecimientos que siempreen aumento hasta el término de su

ci " ( Órganon, 78).Pero lo más interesante está por llegar.

ahnemann distingue tres clases de

medades crónicas naturales omedades miasmáticas crónicas:1. La lúes (sílis). Se maniesta a

eúlceras y es " la única que se haanifestado hasta el día de hoy " (Órganon,

o me pregunte el lector por qué puesombién tengo mis limitaciones.2. La sicosis (gonococia). Se revela por

edio de excrecencias en forma de higo oor y se la creía curada después de lacción de las excrecencias de la piel,tnder a que su foco o manantial



mpre " (Órganon, 79). No debefundirse sicosis (enfermedad

matológica) con psicosis (enfermedadental). El término psicosis viene del

psyché (alma, mente), mientrasderiva del término, también griego,

on, higo.3. La psora (sarna). Después de que " ha

otodo el organismo, anuncia suiasma crónico interno por una erupciónea particular a la que acompañan unrurivoluptuoso insoportable y un olorcial " (Órganon, 80). Y en relación convoy a escribir a continuación ruegoue contenga la respiración, el

mbro y la risa.Esta psora, arma Hahnemann, es la

a causa real productora demerables formas morbosas que sebajo los nombres de: debilidad

sa,histerismo, hipocondría, manía,elancolía, demencia, furor, epilepsia ysmos de toda especie,decimiento de los huesos oimo, escoliosis y cifosis, caries,cer, fungus hematodes, tejidosrmales, gota, hemorroides, ictericia,



si hidropesía, amenorrea,gia,asma y supuración de los

mones, impotencia y esterilidad,micránea, sordera, catarata y amaurosis,al de piedra, parálisis, abolición de undolores de toda especie, etc.

anon, 80).Y esto no lo decía porque estuviese en elXVIII sino simplemente porque

variaba. Para conrmarlo, remata la

con la siguiente observación a pie dea: " Me han sido necesarios 12 años decines para encontrar el origen de

increíble número de afeccionesspara descubrir esta gran verdad

conocida por todos mis predecesores ymporáneos, para establecer las basesu demostración y reconocer al mismopo los principales medios curativosropios para combatir todas las formas demonstruo de mil cabezas " ( Órganon,

Otro homeópata histórico, J.T. Kent, delhablaré en el capítulo 5, terminó

cando la psora con el " pecado", detalle que he comentado

mente y que ahora se nos hace másmprensible (homeopáticamente



blando). Pero aún hay más. Gracias arofundas y prolijas investigaciones,ahnemann intuyó cuál podía ser el origen

mún de la enorme diversidad quepsora: " El paso de este miasmatravés de millones de organismos

manos en el curso de algunos centenaresgeneraciones, y el extraordinario

arrolque con este motivo ha debidoquirixplican hasta cierto punto cómo

uede ahora manifestarse bajo formas tan" ( Órganon, 81).

Tentación Religioso-MoralizanteEs bastante notorio que todo el discurso

Hahnemann está plagado de

notaciones teológicas y morales; no enano la sarna, la gonococia y la sílis eranmedades consideradas por entoncesergonzosas, claramente inmorales. Estanivencia de la enfermedad y el pecado

nde sus raíces en el origen mismo de laedicina y se prolonga hasta nuestros díasmanera más o menos larvada, que seaniesta abiertamente a la menorn.El mejor ejemplo actual es el sida,para algunos es un castigo divinola libertad sexual y el uso de

as, aunque muchas campañas



preventivas no le van a la zaga.Skrabanek escribe lo siguiente

ndose a ejemplos extremos deedicina preventiva:

d e m - s d e e n t r e t e n e r n o s , e s t a s * a n t a s 7t ! e n e n e o b e t ! + o m - s s e r ! o r e c o r d a r n o s a * a t a d e c o n s ! s t e n! d e o # ! c a d e a s c r u 9 a d as c a s ! r e ! !q u e s e m a n t ! e n e n c o n t r a + ! e o s e n e m !c o m o e s e 6 o , a s d r o a s , a u a " e r e 9 a . P.H . 2 a r A o n , a n t ! u o d ! r e c t

d e H e a t h d u c a t ! o n r o r a mr o r a m a d e d u c a c ! # n S a n ! t a r ! a G d em e r ! ca n M ed ! c a s so c ! a t ! o n , a *! r m

r e s " e c t o a a s * a s a s " r o m e s a s s a +a c ! #n : ; a c o n s t a n t e b 0 s q u e d a d e f a c t o r e s d e r i e s g o e n e l e s t i l o d e v i d a , l

n e g a c i ó n d e l p l a c e r , e l r e c h a & o d e p e r n i c i o s o a n t i g u o m o d o d e v i d a % a d o p c i ó n d e o t r o m ' s r i g u r o s o , v a n s e g u i d o s p o r r e a f i r m a c i o n e s p e r i ó d i c ad e f e e n e l t r a n s c u r s o d e r e u n i o n e s p a rr e a n i m a r a l o s c r e % e n t e s . o s r e c i

c o n v e r t i d o s % s a l v a d o s b u s c a n c oi n t e n s o c e l o a l o s f u t u r o s c o n v e r s o s . i n t o l e r a n c i a s an t u r r o n a d e a lg un os d ee s t o s f a n ' t i c os r a % a e n u n f a s c i s m o d e l s a l u d . 1 e g 0 n l a h i s t o r i a , l o s s e r e sh u m a n o s h a n v i v i d o s u s p e o r e s m o m e n t o

c u a n d o a l g u i e n h a p re t e n d i d o m e 2 or a r am ' 3 i m o l a s p o s i b i l i d a d e s d e l a



h u m a n i d a d ; . ( 1 o f i s m a s % 4 e s a t i n o s e n * e d i c i n a , D o A ma , 0 a r c e o n a , < ? ? )

Y si esto sucede hoy día, no tiene nadaextraño que Hahnemann, como todoen curandero, cayera en la tentación

oralizante que lleva aparejada lamédica casi como su sombra.

Tentación Cientíca Y Las FalsasnalogíasTras lo dicho hasta ahora, tal vez

objete que tengo una idea algoada sobre la homeopatía, pero esmprobar lo falso de la acusación.elada mejor que tomar cualquieranual reciente homeopático, donde se

eráque persisten los mismos principios, aeces, eso sí, con diferentes collares.lgunos lo dicen abiertamente: " Lameopatía ha evolucionado poco porque,mo fue concebida y desarrolladaosteriormente, se acaba en sí mismao Ancarola en el prólogo a una

española del Órganon ). Estutabilidad es, por otra parte, algo

nte lógico. Es como si alguien mechara que estoy anticuado porryrepetir el teorema de Pitágoras,bla de multiplicar, la ley de la



nuniversal o el ciclo de Krebs enToda ciencia tiene sus principios,ales ni siquiera es ciencia, y ellopendientemente de su antigüedad. Laestraen que los principios deciencia son reales y racionales:cionan, predicen datos y leyesstables y son coherentes con eliosima cientíco.

Por el contrario, los principios de la

meopatía o de cualquier otraudomedicina son irreales, irracionales ylnestancados (ya hemos visto, porplo, cómo las predicciones de altasde penicilina son un auténtico

rate)Sin embargo, todo esto noone ningún escollo para losudomédicos. Aquí tienen la solución:mosles a esos principios otro aspectoque cuelen mejor, es decir, para quezcan más reales, más cientícos, máslsy así el sistema permanezcautable y creíble. ¿Cómo? La respuestadi ya al tratar de la etiologíameopática, aunque no con elimiento que merecía la ocasión. Parasanar esta deciencia, analizaré conás detalle un caso típico: los miasmas.



En tiempos de Hahnemann, los miasmasagentes de naturaleza desconocida,

os euvios o emanaciones que causabanmedades contagiosas y epidémicasmo la malaria, la peste, el cólera o laela.Incluso se pensaba que duranteepidemias la tierra adquiría unaciede " constitución epidémica " o " geniomico ", lo que hacía que una

minada afección epidémica dominara

ante ese tiempo al resto de lasnes que se presentaban en dichoo de forma semejante. Así, porplo, durante una epidemia de viruelamás enfermedades se manifestaban

un cuadro semejante al de la viruela.extravíos especulativos tuvieron sucon la entrada en escena de la

icrobiología. Sin embargo, el contextonel que se movía Hahnemann,

XVII y parte del XVIII, era ése.o hay razón, pues, para atribuirsignicados a dichas teorías.rué digo esto? Veámoslo.

Que hoy en día los homeópatas siganlando de la vigencia de los miasmas nosólo anacrónico sino una vulgaradura de pelo. El quid de la cuestión



como bien sabemos, en que lameopatía no puede prescindir deceptos tan obsoletos y falsos como losr por Hahnemann (terreno,iasmas, psora, lúes, sicosis...). En efecto,tan importantes como la ley deide individualización o la deosis innitesimales, pues unos sestcan con otros dentro del sistemameopático que constituyen. Pero, ¿quién

eerá a estas alturas lo del " geniomico " o lo del pecaminoso monstruoilcabezas que es la psora?Para salvar cualquier crítica adversa, los

evos homeópatas deciden interpretar la

medida, es decir, modicar elcado históricamente real de losinos. El mecanismo ya lo conocemos:fla analogía. Mediante ella, losiasmas no son ya aquellos euviosos de la tierra, el aire o el agua, sinoa " alteración dinámica ", unredisposición mórbida constitucional " (esaalteración dinámica anterior a la

medad en sí) o, incluso, modosnales ante la agresión de una noxa.uparte, la constitución epidémica oenio epidémico " — algo necesario, insisto,



que se pueda mantener el ediciomeopático— se convierte en lastción o carga genética y, por último,uede " referir actualmente tantounodepresión como a enfermedadesmunes y a la alergia " (T. Pascual, T.al y R. Ancarola, Curso deomeopatía, Miraguano, Madrid, 1989)... oalquier cosa que se le pueda parecerún aspecto por estrafalario que sea.

bviamente, esto que ahora nos quierenosar los homeópatas es algo mucho másudo-cientíco que las teorías del sigloVIII. Que Sydenham o el propioahnemann hablaran de miasmas como de

que existía en el ambiente era locuado, es decir, una hipótesis orapropia del momento histórico queeservíapara explicaraseriede procesos morbosos. Pero en elactual sólo puede haber mala fe e

nde engañar.agnóstico Hom eopático Y Elección Delem edio

Para la medicina cientíca, realizar unnóstico es asignar, con razonableabilidad, un paciente a una clase



sta por sujetos con unamedad o entidad nosológica común.bre esa enfermedad disponemos de unanición más o menos explícita, de unosocimientos causales o siopatológicos yna serie de conocimientos relacionados

el pronóstico previsible o con losientos efectivos.En homeopatía, el diagnóstico se guía

rincipio de la individualización de

medad y el enfermo. Me he referidoa a la meticulosidad del procesovación y anamnesis) y de sudamento, por lo que no insistiré. A laualización del diagnóstico le sigue

ividualización del remedio. ¿Cómodvierto al lector que lo que aquíresa es saber el tipo de remedio: deaturaleza, preparación, mecanismo de

n,etcétera, trataré en el próximolo)

Una vez hecho el diagnóstico clínico, esmpleta de la totalidad des y síntomas del enfermo, losmeópatas proceden a compararla (guranlalde síntomas de la materiaédica homeopática, y aquel medicamento

medicamentos — en esto las diferentes



elas homeopáticas no coinciden— quente o presenten síntomas semejanteselaenfermedad, será o serán losdos.

Recordemos que para la elección deledio no basta con considerar la

de los síntomas del procesoorboso, sino los más característicos, losen un valor máximo, que para los

meópatas son los más sorprendentes,sitados y personales. Por elr los síntomas comunes eprecisos deben recibir poquísimandado su escaso valor. Así resume



ahnemann su mitología diagnóstico-utica:

2 u a n d o s e b u s c a u n r e m e d ! o h o m e o " - t ! ce s " e c 7 * ! c o , e s d e c ! r , c u a n d o s e c o m " a r a c o n u n t o d e s ! n o s d e a e n * e r m e d

n a t u r a c o n a s s e r ! e s d e s 7 n t o m a s d e m e d ! c a m e n t o s b ! e n c o n o c ! d o s , " a re n c o n t r a r e n t r e e s t o s ú t ! m o s u n " o t e n c ! a m o r b 7 * ! c a a r t ! * ! c ! a s e m e a n tm a n a t u r a q u e s e q u ! e r e c u r a r , m e n e s t e r a t e n e r s e , s o b r e t o d o A c a

e 6 c u s ! + a m e n t e , a o s s 7 n t o m " r e d o m ! n a n t e s , s ! n u a r ee 6 t r a o r d ! na r ! os A c a r a c t e r 7 s t ! c os , " o r qa e s t o s " r ! n c ! " a m e n t e d e b ec o r r e s " o n d e r o s s 7 n t o m a s s e m e a n t e s m e d ! c a m e n t o q u e s e b u s c a , " a r a q u e e s tú t ! m o s e a e r e m e d ! o m - s a " r o " # s " a r a o b t e n e r a c u r a c ! # n . o r e c o n t r a r

o s s 7 n t o m a s e n e r a e s A + a o s , c o m* a t a d e a " e t ! t o , e d o o r d e c a b e 9 a

a n u ! d e 9 , e s u e o a ! t a d o , e m ae n e r a , e t c . , m e r e c e n " o c a a t e n c ! #

" o r q u e c a s ! t o d a s a s e n * e r m e d a d e s m e d ! c a m e n t o s " r o d u c e n a o a n - o( ) rg a n o n , < @ J )

Modus Operando De Sam uelahnem ann

Permítame el paciente lector una larga

adel libro El Laberinto de laedicina, de H.S. Glasscheib:



n < , d o m ! c ! ! a d o " a h n e m a n nG e nM o n, " ub ! c # s uC u a d e r n o d e 1 e c r e t o s 5 e n f i c o s . 2 o n e s t e c u a d e r no e e c t o " o d 7 a e n t e r a r s e , " o r u n * e d e r ! c o d e o rd e c # m o " r e +e n ! r s e c o n t r a u n a a *e c c ! #d e e s c a r a t ! n a A c # m o c u r a r e se n * e r m e d a d u n a + e 9 d e c a r a d a . r e m ee r a ; i n f a l i b l e; . H a h n e m a n n s e d e c 7 ad ! s " u e s t o a r e + e a r e s e c r e t o a h u m a n ! d a d s ! s e e c o m " r a b a n Je e m " a r e s d e a o b r a m e d ! a n t e " aa n t ! c ! "a d o . 2 o mo " o r e n t on c e s h a b 7a u n

r a + e e " ! d e m ! a d e e s c a r a t ! nH a h n e m a n n s e * ! u r a b a q u e s e h a r 7 a m " r o n t o c o n s u s J * e d e r ! c o s d e o r o . e

a c a s e m & d ! c a s e " u s o u n - n ! m e c o n t r a d e e s t a e s " e c ! e d e c a 9 a dc ! e n t e a , c o n d e n # d u r a m e n t e a !d e ! b e r a d a d e m a n t e n e r e n s e c r e t o m e d ! c a m e n t o q u e " o d 7 a s e r d e r a! m " o r t a n c ! a A e 6 ! ! # a r e + e a c ! # n d* # r m u a , a " e a n d o a a s n o r m a s d e& t ! c a " r o * e s ! o n a .

Hahnemann no cedió. En unación pública, aparecida en lasmnas del Reischanzeiger, defendía susión, alegando que sólo pedía unasta recompensa para sus trabajos deny prometía enviar una dosis

medicamento secreto, " suciente pararvenir a 1.000 personas contra una



de escarlatina ", a cuantos leandaran un federico de oro, libre de

ueo, para la adquisición de su folleto.uy poco después, siquiera fuese para

uhonor, Hahnemann reveló gratisula de su remedio. Este consistía enna (jugo de estramonio), en la dosisínima de 1/24.000.000 de granos. Seó la fórmula y resultó absolutamentecaz.

Sin embargo, Hahnemann se matuvome en la idea de que su medicamento erafalble ", que curaba toda especie dey que los médicos lo habíanpleado erróneamente, tratando con él no

asino la laringitis o calenturaiosmédicos sabían distinguir a laónla escarlatina de la laringitis ora miliar. Le dejaron que sereciera y gritara, pues ya estabanumbrados a la clase de hombre queahnemann, de suerte que no se dieronterados.

¿Pero qué había ocurrido en realidad?ómo se le había ocurrido a Hahnemannona como medicamento adecuadocarlatina, y por qué se mantenía



me e impasible en su idea, a pesar deerse hecho patente su inecacia?

La escarlatina es una enfermedad entreos síntomas guran una erupciónnea, ebre e inamación dolorosa deamígdalas. El jugo de estramoniouce síntomas parecidos, a saber:a,aceleración del pulso y sequedadarganta. El eritema no es erupciónnea, la aceleración del pulso no es

poco ebre, así como la sequedad deanta no es una angina, pero en todo

se daba entre tales síntomas lamejanza teóricamente requerida. Por eso,

uso del principio de semejanza, la

na tenía que prevenir, en pequeñasla aparición de la escarlatina.ahnemann estaba tan absolutamentevencido de la exactitud de su principiohabía proclamado la " infalibilidad " de

medicamento antes de haberlo ensayadotemano.

Hahnemann desoyó a la pérda realidad,se negaba a conrmar su teoría, y senun mundo quimérico, donde sussgozaban de validez ilimitada.omo la ciencia no reconocía sus méritos,



creyó incomprendido y rodeado demigos.



4LA SUPUESTA LEY DE LAS DOSIS

INFINITESIMALES¡ 5 u e n o ! * u c h a s v e c es h e v i s t o u n g a t o s i n s o n r i s a B p e n s ó l i c i a B ¡ p e r o u n a s o n r i s a s i n g a t o . . . ! ¡ # s t o e s l o m ' se 3 t r a ñ o q u e h e v i s t o e n t o d a m i v i d a !1 e Q ! s 2 a r r o , l i c i a e n e l a í s d e l a s

* a r a v i l l a sparaciones Hom eopáticas

En los años siguientes al descubrimientosimilia, Hahnemann fue ampliando su

hasta dar con otro nuevo,do, por tanto, del primero. Sun y parto tienen la clásicapronta hahnemanniana: durante unamia de escarlatina — mencionada en elanterior— , se percató sagazmente

que un niño enfermo presentabamas semejantes a los producidos porna y decidió entonces, de acuerdo

yde los similares, tratarlo con dichaLa novedad — acompañada, cómoeun supuesto éxito— consistía estaez en administrar la belladona enades ínmas, para lo cual se basaba

losbuenos resultados obtenidos conmuy pequeñas de tintura de opio en



a epidemia anterior, también deNació así un nuevo principio:diciones innitesimales.



Según Hahnemann, estos buenosos se debían a que el organismo seeenormemente sensible a sustanciasdurante el estado sano no originan enalguno, lo que le lleva a la

clusión siguiente: esas sustanciaseen efectividad terapéutica a dosisnitsimales, con lo cual nos evitamosaso los efectos que dichas sustanciasucen en dosis mayores.

Llegamos de este modo al homeochisteás famoso de la homeopatía, el de las

odiluciones innitesimales, que enmédico de la comedia (de gala parasión) dice así: para curar se hace

esario administrar dosis innitesimalesuna sustancia que a dosis mayoresduce en un individuo sano los mismosmas que presenta el enfermo.

La importancia de la preparación de losuestos medicamentos homeopáticos esgura 3). Los materiales brutos aales se preparan pertenecensde la naturaleza: vegetal,

mal y mineral. Más de la mitad de las0 " cepas homeopáticas " — sustanciasehallan en el origen de las dilucioneshnemannianas— proceden de las plantas.



demás de ellas, la homeopatía recurre aas 1.500 sustancias minerales o

micas, como fósforo, azufre, sal marina,onato de calcio extraído de conchas deetcasí como a productos deanimal. Estos pueden ser animalesgeneralmente insectos (abejas opismellica, hormigas o Fórmica rufa,animales o secreciones demismos: por ejemplo, veneno de

tes, Vípera, Naja o Lachesis,ministrados en forma liolizada porpecializados. Otras sustancias,mo hormonas y medicamentos alopáticos,

objeto de patogenesias. Por último,

na categoría especial de remediosominados bioterápicos, que se fabricanpartirde microorganismos patógenos,mo virus, parásitos o bacteriasTuberculinum, Staphylococcinum,uenzinum..).

Estas materias primas sonmadas hasta obtener una " cepameopática " antes de ser objeto de lases homeopáticas. Las materiasbles,omo los insectos o los metales,trrados en un mortero junto conmo vehículo en una proporción de



a 10. Esta trituración constituye laera dilución. En los productoslsde origen mineral o químico o losenenos, la dilución básica se realizamente con alcohol y una décimaeso seco.

Con las plantas hay que preparar unamadre, solución que se obtieneacerándolas (tras el prensado y el ltradouna cuarentena durante la que se

nanálisis tobotánicos, químicos ygicos). Las tinturas madre sonnes en que se utiliza comontealcohol, agua, glicerina o unande cloruro sódico. Se preparan a

sustancias vegetales o animalestécnicas de maceración yolación para obtener una materia

que hay que potencializarmizar. Los productos químicosinerales u orgánicos son utilizados

mente. Una vez preparadas lasmadre y las primeras diluciones,

pieza la fase de dilución hahnemannianaiamente dicha.

El preparador realiza la primera dilucióntintura madre y alcohol de 70°. A

uación dispone tantos frascos como



esquiere conseguir. En el primeroe una dilución 1CH (centesimalhnemanniana) mezclando una parte de

adre con 99 partes de alcohol (ennes la dilución puede ser decimal) avez que se agita enérgicamente el

nos hallamos ante lasportantísimas sucusiones dinamizantesen día el proceso es mecánico). Laración descrita se repite con una parte

n1CH y 99 partes de disolvente,que da una dilución 2CH, y asíesivamente N veces hasta obtener una

NCH. En resumen, lacialiación o dinamización es la

por la cual se consigue,uestamente, que un preparadomeopático tenga actividad y consiste enciones sucesivas de la cepasucusión, es decir, con una agitacióngicaen cada nivel de dilución. Por sidara alguna duda, he aquí las palabraspio Hahnemann:

Se toman dos gotas de la mezcla deuales de un jugo vegetal fresco yolyse dan dos fuertes sacudidas alue contiene el líquido. Se tienen enida otros 29 frascos llenos en sus tres



rspartes con 99 gotas de alcohol, enauno de los cuales se echa una gotaido contenido en el precedente,ando siempre de dar dos sacudidas aafasco. El último, o n° 30, contiene laaldecillonésimo grado de potenciaese emplea con más frecuencia.

Órganon, 270).En este proceso es importante saber,

mo recalca el iluminado, que sólo se den

acudidas en lugar de dar más, comohacía con anterioridad, lo que

rrolba demasiado la potencia ode los remedios (como curiosidad,boratorios Boiron el dinamizador

50 veces, ida y vuelta, en 7ndos y 5 décimas). En otras palabras:mayor dilución, mayor potenciación, esanta menos sustancia original hayla dilución, más potentes son sus

ayfarmacólogos que se lo creen).xperiencias de Hahnemann al respectooncluyentes:

H e d ! su e t o u n r a n o d e n a t r #n e n m edo n 9 a d e a u a m e 9 c a d a c o n u n " o c o a c o h o , A " o r e s " a c ! o d e m e d ! a h o r a

s a c u d ! d o s ! n ! n t e r r u " c ! # n e * r a s c o e n s u s d o s t e r c e r a s " a r t e s , A he n c o n t r a d o q u e e s t a m e 9 c a ! u a a b a



e n e r 7 a a a t r ! & s ! m a d ! u c ! # n () rg a n o n ,= )

Una centesimal hahnemanniana (CH) esadilución al centésimo. Por tanto, unancia 2CH está diluida dos veces al

mo, o sea, al 10.000 (100 x 100).na 3CH se ha dividido por un millón.ho de otro modo:

2 H e q u ! + a e a + e c e s e * a c t o r < R< R < 6 < R < <K

J 2 H e q u ! + a e a J + e c e s e * a c t o r < R << R < 6 < R < 6 < R < <L

< 2 H e q u ! + a e a < + e c e s e * a c t o r < R< R < 6 < R < 6 < R < 6 < R < 6 << R < 6 < R < 6 < R < 6 < R < 6 << R < 6 < R < <K

Este parece el momento adecuado parae al número de Avogadro. Eloino Amadeo Avogadro (1776-56) mostró que en un mol de unancia hay un núm ero de átomos ooléculas importante pero nito y

cíco, concretamente: 6,02 x 10 23 . Unol es el peso molecular de una sustanciaesado en gramos. Así, un mol de agua,2 O, tiene un peso molecular de 2 + 16 =gramos. Por tanto, hay 6,02 x 10

000 trilnes) de moléculas de agua engramos de agua. Por igual razón, el



mero de moléculas en 22,4 1 (un mol degas) a 0°C y 760 mm de presión es de0 23 .

Esto signica que una molécula-gramoalquier sustancia disuelta trece vecessecutivas en cien mililitros de aguaparece totalmente.Veamos un caso práctico. Si disolvemos2,3gramos de sacarosa en agua puraobtener un volumen de un litro, la

n inicial contendráximadamente 6,02 x 10 23 moléculas deosa (es decir, un mol). Supongamosra que preparamos nuestra aguacarada a la dilución 12CH (12 veces el

1/100, es decir, 10-24

). Simparamos este 10 -24 con el valor 6,02 x-23 inicial, se constata que no queda

da de la sustancia disuelta. En suma,esutidas en homeopatía sonno queda, en general, nada de lancia madre utilizada: no quedaente nada de la sustancia

Finalmente, quiero advertir que, ademáslas diluciones centesimales (C) o

males (D), en homeopatía se empleandiluciones más absurdas: las



akovianas. Su autor fue el general rusoeón Kórsakov, quien las ideó en 1830.

método tiene los siguientes pasos: senfrasco de tintura madre (con unciente), se vacía (lo que quedeerido a las paredes representa 1/100men inicial), se llena de agua, seya tenemos la primera diluciónakoviana (1K). Se vacía de nuevo, seeagua, se agita, y ya tenemos la

siguiente. Y así hasta que nossemos. Con objeto de evitar tantozoinútil,en la actualidad el procesoautomatizado; para obtener, porplo, ladilución 100.000K— que ya son

as— , el aparato girampidamente durante 10 días y sonesarios 2.000 litros de agua destilada.A pesar de que las dilucionesmeopáticas más allá de la 13CH noen, como acabo de demostrar,ncia disuelta alguna, los homeópatasnque dichas diluciones poseenefecto terapéutico independientemente

ncia del paciente y del médico, esoseen un efecto real y especíco.alcreencia está fundada en el supueston el cual las diversas preparaciones



nidas siguiendo el método descrito máspueden ser distinguidas unas dembargo, un estudio cuantitativo

mostrado que dos preparacionescícas, Natrum muriaticum (sal marina)CH y Sulphur 30CH, pretendidamenteuy activas y supuestamente dotadas deidades muy diferentes, no han podido

distinguidas por un eminentemeópata (gura 4).

El estudio en cuestión ha sido descritoT.D.M. Roberts (" Homeopathic Test

ature, 342, 1989). Analicemos sus puntosales.20 frascos esterilizados semeraron después de ser llenados de

a aleatoria uno u otro de losarados. El homeópata podía utilizarlos métodos posibles, " químicos,

os,parapsicológicos e inclusoágicos ", para determinar el contenido deauno de los frascos. La experiencia se

entre 1958 y 1967 y lasclusiones se presentaron en 1970. Puesun análisis estadístico rigurosoostró que la identicación no fueerioraloque daría una simple prueba



rm as De Presentación



Una vez preparada la diluciónmeopática, se procede a darle una formaacéutica para su correcta

ministración. Dichas formasacéuticas son similares a las

en la medicina cientícacomprimidos, supositorios,

madas, colirios, linimentos, óvulos,o obstante, algunas son muycícas de la homeopatía: los gránulos,

bulos, las ampollas bebibles, losositorios, las gotas y las trituraciones.

problemas que suscitan estasntaciones serán abordados másnte; aquí me limitaré a hacer una

rción lo más objetiva posible.1. Gránulos . Son pequeñas esferas deosa y lactosa de cinco centigramos.principio, estos gránulos son inertes, y

transforman en medicamentosmeopáticos por " impregnación " de lhahnemanniana de la que toman elmbre. Así, por ejemplo, un gránulopregnado con la dilución Nux vómica a lH toma el nombre de " gránulo Nux

mica 4CH ".Se presentan en tubos con un tapón

cador para evitar ser tocados con la



ano debido a su pequeñez. Deben tomarseescomidas, generalmente a razón

tres a cinco gránulos por día,dolos desleír lentamente bajo laa. Según los homeópatas, laorción sublingual desempeña un papeluy importante en el efecto producido poredicamento,

2. "Dosis" . Se caracterizan por serades para tomas únicas: todo sunido debe ser tomado de una sola vez.ma se suele reservar para las altases,generalmente a partir de laH. Existen tres formas principales:

- Los glóbulos son pequeñas esferas de

osa y lactosa de tres a cinco mg.gún Hahnemann, " deben tener el grosorun grano de adormidera ". También

uieren su carácter medicamentoso porpregnación y llevan el nombre de la

orrespondiente.- Los supositorios se preparan como en laedicina cientíca, con un excipiente deanteca de cacao o glicéridos semi-rcada supositorio de 2 g. sede 0,25 g. de la dilución deseada en



olde 30° con objeto de no irritar laucosa rectal.

- Las ampollas bebibles llevan comomedicamentoso la propia diluciónmeopática, es decir, la dilución de lancia activa. Se preparan en alcohol de

o .3. Gotas . Esta forma farmacéutica es la

para prescribir gran parte de lasmadre y de las diluciones

meopáticas. Cuando se hacen a lade la primera decimal (ID) se

olde 60°, y si la dilución eserior se utiliza alcohol de 30°. Suministración es sublingual. La posología

muy amplia, y va de 10 a 100 gotas

4. Polvos . Se presentan en frascos de0o 60 gramos y van acompañados dea cucharilla dosicadora. Se pueden

arar mediante trituración de unanciainsoluble (trituración verdadera)mediante impregnación al 1% de

minadas diluciones líquidas sobre unortede lactosa (polvos impregnados).Tras haber adquirido estosocimientos, volvamos de nuevo al club



édico de la comedia. Esta vez Hahnemannencuentra dando instrucciones a su

mno más avezado (Don Innitésimo)e la preparación de un productomeopático:

H N N M NN : c h a u n a c ! e n m! o n & sd e u n r a n o d e m o s t a 9 a e n u n r e c ! " ! e nd e a u a , a ! t a * u e r t e m e n t e a m e 9 c a ,m - s d e d o s + e c e s , A + ! e r t e d o s o t a s e a e n u n ! t r o d e a u a " u r a . . . $ Hs e u ! d o b ! e n a s ! n t r u c c ! o n e s 'D O N I N F I N I T É S I M O : O h , s 7 " e r * e c t a m e n t e . . . s # o s e m e h a o + ! d a

a m o s t a 9 a , " e r o e r e s t o b ! e n . . .H N N M N N : 3 0 a h 4 , t r a n q u ! o , hh e c h o o " r ! n c ! " a .( a s a l a p e r m a n e c e v a c í a , a p e s a r d ei n t e n s o f r í o q u e h a c e e n e l e 3 t e r i o r ) . c o n t ! n u ac !# n , t r a s e d u r o t r a ba o m a e s t ro h o me # " a t a , H a h n e ma n n s e d ! r !a s u b a r * a + o r ! t o .2 M > > O ( e 3 6 h o m e ó p a t a a t i e m p o p a r c i a l ) : D r . H a h n e m a n n , $ q u & + a a t o m

h o A 'H H N M N N : 1o d e s ! e m " r e : n a d a .2 M > > O : $ 2 # m o a q u ! e r e , e n

r - n u o s o e n a r a b e 'H H N M N N : n r -n u o s , q ue t enq u e c o n d u c ! r .

Con estos homeochistes quedmostrado nuevamente que no hay



alguna entre la realidadmeopática y los chistes que se haceneecanism os De Acción

dad De La Explicación Clásicapial

¿Por qué y cómo curan los medicamentosmeopáticos? Esta es la gran pregunta aque Hahnemann responde con suial rigor metodológico y experimental,decir, con su habitual sentido delmor.

Según él, gracias a los medicamentosmeopáticos originamos en el organismopaciente una enfermedad articial

mejante a la enfermedad natural peroás fuerte que ella. De este modoseguimos reemplazar la enfermedadralpor la articial, y entonces elnismo se encuentra afectado ya sólosúltma. Ahora bien, debido a quemedad articial es más fuerte queralnergía o " fuerza vital " se veaa responder con mayor potencia y,

mo fruto de esta poderosa respuesta, asímo por la corta duración de la propiamedad articial, el organismo se venúltima instancia, también de



nemos la salud. LeamosHahnemann:

C na a *e c c ! # n d ! n - m ! c a e n e o r a n ! s+ ! +! e n t e s e e 6 t ! n u e d e u n m o d o d u r a d e " o r o t r a m - s * u e r t e , c u a n d o & s t a , s ! n s

d e a m ! s m a e s " e c ! e q u e e a , s e a s e m e a m u c h o e n c u a n t o a m o d o m a n ! * e s t a r s e () rg a n o n , 7 8 ) .

" od e r c u r a t ! + o d e o s m e d! c a me ne s t - , " u e s , * u n d a d o e n a " r o " ! e d a d q ut ! e ne n d e " r o du c ! r s 7 n t o ma s s e me a n t e s

o s d e a e n * e r m e d a d A d e u n a * u es u " e r ! o r a e s t o s ú t ! m o s . D e d o n d e s ! u e q u e a e n * e r m e d a d n o " u e d e sd e s t r u ! d a A c u r a d a d e u n m o d o c ! e r tr a d ! c a , r - " ! d o A d u r a d e r o s ! n o " o r m e dd e u n m e d ! c a m e n t o c a " a 9 d e " r o d u c ! r uc on u n t o d e s 7 n to ma s o m - s s em e a " o s ! b e a a t o t a ! d a d d e o s s u Aod o t ad o a m ! sm o t ! e m" o d e u na e ne rs u " e r ! o r a a q u e e a " o s e e .( ) rg a n o n ,

= )s 7 e s c o mo s e t r a t a n o s m a e s * 7 s ! c o

m o r a e s .( ) rg a n o n , L ) .Pero aún queda otro detalle de gran

dencia. Hemos visto cómo losmeomedicamentos producen síntomasás fuertes que los de la enfermedadralala que desplazan. Pero, ¿por?Hahnemann responde que



a a cc ! # n d e o s m e d ! c a m e n t o s 7 q us o b r e n o s o t r o s e s t a n " e n e t r a n t e , s " r o " a a c o n t a n t a r a " ! d e 9 A d e u n m o dt a n e n e r a , . . . G q u e c a s ! s e + e ! n c ! n a d o a d a r e e n o m b r e d e e * ee s " ! r ! t u a , d ! n - m ! c o o + ! r t u a () rg a n o n ,

)Y lo demuestra de la siguiente manera.

S ! e n d o n u e s t r a * u e r 9 a + ! t a u n " o dd ! n - m ! c o . . . G , e m & d ! c o s # o " ur e m e d ! a r e s t o s t r a s t o r n o s + a ! & n d o s e s u s t a n c ! a s d o t a d a s d e * u e r 9 am o d ! * ! ca d o r a s ! u a me n t e d ! n- m ! c a s + ! r t u a e s c u A a ! m " r e s ! # n " e r c ! b e "m e d ! o d e a s e n s ! b ! ! d a d n e r + ! " r e s e n t e e n t o d a s " a r t e s . s 7 , om e d! c a me n t o s n o " ue de n r e s t a b e c e r r e s t a b e c e n e n r e a ! d a d a s a u d Aa r m o n 7 a d e a + ! d a s ! n o o b r a n d o e n ed ! n - m ! c a m e n t e , d e s " u & s d e q u e u no b s e r + a c ! # n a t e n t a d e o s c a m b !a c c e s ! b e s a n u e s t r o s s e n t ! d o s e n e s t a d o d e ! n d ! + ! d u o h a s u m ! n ! s t r a d o m & d ! co u n c o n o c ! m ! e n t o d e a e n * e r m et a n c o m " e to c o m o o n e c es ! t a " a r a " o de m " r e n d e r a c u r a c ! # n () rg a n o n , < L )

Por tanto, tenemos bien demostrado, siimos elmente a Hahnemann, cómo elecanismo de acción de los

meomedicamentos radica en su virtud oacidad dinámico-espiritual. Nos



ontramos así en pleno pensamientoágico y de ninguna manera podía faltar elsabido conjuro. En efecto, ¿cómouiere el homeomedicamento esaidad curativa o fuerza dinámico-

Precisamente mediante laorosa y calculada agitación o sucusión,aual se " dinamiza " la solución,epropiedades vitales oderes mágico-curativos. Esto es lo que

cques Benveniste se transforma, comoostraré a continuación, en la " memoria

gua ", versión modernizada del poderágico de las diluciones innitesimales

meopáticas.

La ley de las dosis innitesimales esuientes razones:1. Por fundarse en la ley de la fuerza

o hay pruebas cientícas de quetal fuerza. Los fantasmas son

nteelusivos a la experimentación. Seen realidad, de un conceptoetafísio prácticamente igual al qecupuntura.

2. Por fundarse en la ley de la similitud.ecíaal principio que la ley de las dosisnitsimales se fundamentaba en la ley

milid. Pues bien, si esta última



mo ha quedado sucientementemostrado, también lo será, en buenala primera. Pero aunque esta

es impecable, aún quedaneconviene matizar.

La innitesimalidad es en el fondo, sijamos bien, una añagaza o arguciapoder encajar la ley de la similitud. Siaplicara tal ley con dosis altas omales de la sustancia que se

erimenta, pondríamos en peligro la vidacinte o, en el mejor de los casos, seucirían síntomas desagradables oolestos. Por tanto, con el n de evitar

problemas, debió de pensar

ahnemann, nada mejor que reducir lasinvariar la ley. Y para dar másy consistencia al razonamiento,

dió una hipótesis ad hoc, las dosisnitsimales son más potentes en elmo — pues su estado lo hace muy— que en el sano, y cuanto másueñas mayor es su potencia. Así, dea circular, la ley de similitud quedastcada por las propias dosisnitsimales, que se fundan, a su vez, ynde laprimera.



3. Por violar las leyes de laquímica. Decir que se violan las leyesás elementales y básicas de la física y la

mica es tanto como decir que serede todo el sistema cientíco. Si lasy teorías sobre la materia sons,ytodo lo indica así, resulta quediciones de 10 -24 o 10 -25 se supera elmero de Avogadro y, en consecuencia, noontraremos ni una sola molécula del(sustancia original). Más aún,a dilución homeopática habitual deCH, es decir, 10 -60 , equivale a un granoueltoen un volumen diluyente de00 millones de esferas, cada una de

mo el sistema solar (gura 4). Arde esto, según la OMS, se hanon éxito potencias de cerca de0.000, es decir, diluciones de 10 -200.000

bran comentarios.

Caso Benveniste Y La "Memoria Del

gua "La ciencia es contundente, como

amos de ver, respecto a la falsedad demeopatía. Esto es tan evidente quedefensores recurren entonces a laiaciencia. Existen al respecto varias



nes, aunque todas ellas tienen comola hipótesis de la " memoria del

a " de Jacques Benveniste.El 30 de junio de 1988 apareció en la

Nature (n° 333) un artículo rmadoBenveniste y otros autores (entre los

guraba — ¡qué casualidad!— B.meranz, el inefable acupuntor queezcla las endornas con qi y los chakras:hallamos, pues, ante una especie de

cional pseudomédica), tituladoHuman basophil degranulation triggered bydiluteantiserum against IgE ", cuyclusión era básicamente que el aguacontuvo una vez un principio activo,

mucho que se diluyera hasta el extremono quedar una sola molécula de eseen la dilución, parecía retener,

mbargo, las propiedades terapéuticasprincipio activo que anteriormenteeyó. Esta es la fam osa hipótesis de lamemoria del agua ", llam ada así porque dapresión de que el agua es capaz dear sustancias que tuvo disueltas peronlaactualidad no tiene.

El descubrimiento rompía todos losemas cientícos conocidos hasta

nces, y sus consecuencias habrían sido



cionarias si el experimento hubiesepropia revista armaba, en un

titulado " Cuándo creer lo", que " no hay una explicación

para estas observaciones, y nixplicación ofrecida al nal deles sucientemente convincente

ara nadie ". Si se publica, continuaba elara permitir que miembroscados de la comunidad cientíca

edan descubrir fallos en elamiento o propongan nuevaseriencias que permitan validar lasclusiones. Además, Nature incluyó alal del artículo una nota en la que se

que Benveniste había aceptado quequipo de investigadores independientesdiera observar la repetición de loserimentos.También se supo que, lamentablemente,xperimento fue auspiciado por elNacional Francés de Salud eción Médicas (INSERM) y que

laboratorios homeopáticosn" pequeñas ayudas " de forma nooxa. El escándalo no se hizo esperar ynombró una comisión investigadorasta por James Randi, Walter



wart y el propio editor de Nature, Johnaddox. Los tres investigadores diseñaronolos doble ciego (pues se descubrióen los originales no se cumplía estansable condición) para que elo de Benveniste reprodujera loserimentos (véase James Randi, " These of the Re-membering Water ", Theeptical Inquirer, 13, 1989). Losos primitivos no se pudieron

constataron, además, muchasmalías en el experimento original, ar de que Benveniste armasemente que se llevó a cabo en unasondiciones de rigor extremas con controles

áticos tanto internos como externos aad, e incluso para algunas de ellasun doble control por el decano de laER y un funcionario " ( Jano, 834, 1988).

Para que el lector se haga una idea deosas condiciones, lo primero quedescubrió es que Elisabeth Davenas,argada del registro de los resultados deexperimentos, era la que mejor

os lograba. El procedimiento erauy sencillo: los resultados obtenidos losa lápiz en el cuaderno de

orioy,una vez en casa, redactaba



denitiva. El sueldo de Davenasagaba, cómo no, con fondos de losorios homeopáticos Boiron. Otromo las gastan los homeópatas,stecaso durante la reproducción delerimento, es el siguiente. El sobre quenía el código de las probetasor televisión) se guardó sobre el

del laboratorio. Antes dendonarlo, y sin que nadie se enterara,

andi señalizó con unas marcas en el suelonde la escalera que servía parasobre. El último en salir fuenveniste. Al día siguiente, Randi observóscalera se había movido y el sobre

ostraba signos de haber intentado sercon un objeto punzante. Un duroe dirigido a Nature por parte de la

misión investigadora, terminó con laascarada (John Maddox, James Randi yalter W. Stewart, " High-dilution

eriments a delusion ", Nature, 334, 28 dele1988). Se trataba, en suma, de unero fraude, algo consustancial a la

meopatía.Veamos ahora de forma detallada elerimento. Para empezar, nada mejor quear el título del artículo, a saber:



Desgranulación de basólos humanosa por un antisuero contraunoglobulina E muy diluido ". Para el

no esto signica poca cosa, así queayamos por partes (para lo que sigue meoen el interesante artículo "Recuerdosgua ", de Fernando D. Saraví, El Ojoéptico, 12-13, Buenos Aires, 1995).

Los basólos son una clase de glóbuloscos de la sangre que contienen

ulos portadores de diferentesncias, entre las cuales la másportante es la histamina, uno de losediadores básicos de las reacciones

Los gránulos se tien de azul

con la tinción de Wright. Losólos tienen en su membrana celularres que les permiten unirse a lasunoglobulinas E (IgE). La IgE es el

erpo responsable de las reacciones(asma, urticaria, etc.). Cuandoetraen el organismo un alérgeno — no desencadenante de la reacción— contra el cual el individuo estáio,es decir, contra el que haucido IgE especíca, el mencionadoo se liga con la IgE jada a losólos y se desencadena una serie de



nes intracelulares que tienen comoal la liberación de las sustanciasina, etc.) almacenadas en losulos, que provocan las manifestacionesrsde la alergia.

La reacción de desgranulación mediadaEpuede ser activada también enormalmente no sensibilizados porulos químicos, entre los cuales

allnlos anticuerpos contra la IgE.

anticuerpos anti-IgE (generalmenteunoglobulinas de tipo G) se obtienenido un animal de otra especie

la IgE (comercialmente puedenerse anti-IgE humana producida por

eros). Con estos conceptos podemos yader el experimento de Benveniste.onsistíaen la desgranulación de basólosmanos producida por anti-IgE deero.La sangre, procedente de sujetosoluntarios, era centrifugada hastanerse un plasma rico en glóbuloscos. Diez microlitros (µl) de estaensión se mezclaban con 10 ul decalcico y 10 µl de anti-IgE, y sebaban a 37 °C durante 30 minutos.ego se añadía el colorante azul de



en medio ácido, que colorea deánulos de los basólos (lo quemite observarlos en el microscopio comon pequeñas esferas rojas), y seaba bajo el microscopio el número de

teñidas. A continuación semparaba el número con el de basóloservados con igual tinción en muestrascontrol no tratadas, esto es, no

badas con anti-IgE (con lo cual no hay

n de desgranulación). Es muyportante tener presente estagranulación de control, ya que ennes es posible observar unagranulación espontánea, es decir, sin

exista reacción inmunológica. Elentaje de desgranulación se expresa

Para las diluciones se utilizó unaaración comercial de anti-IgE, cuyacentración era de 1 mg/ml,pondiente a 6,7 x lO -6 mol/litro (M).nticuerpo era diluido agregando una



nestándar antes del ensayo. Concentración inicial de anti-IgE en elayo, de 2,2 x 10 -9 M, se observabangranulaciones del 80%, lo cual no teníaa de raro. Sin embargo, cuando el anti-ediluía progresivamente, la reaccióndesgranulación seguía observándose.

ocon diluciones de 10 60 y 10 120 , eraimprobable que quedara una

molécula de anti-IgE en la muestra.

ado que el peso molecular de la IgG es de0.000, la correspondiente concentraciónolar era de 1/150.000 = 6,67 x 10 -6 M;

otra parte, la mínima diluciónpleada fue de 10 3 , que da una

centración inicial máxima de 6,67 x 10.Diez microlitros de esta disoluciónen 6,67 x 10 -14 moles, que alezclarse con volúmenes iguales de

ulos blancos y cloruro de calcio danaconcentración de 2,22 x 10 -9 M y unmero total de moléculas anti-IgEntes de 1,33 x10 15 ; pues bien, paradilución 10 13 quedarían teóricamente8 moléculas en el ensayo, y paraessuperiores, es decir, más allá de

14 , era improbable que quedase una solaolécula, a pesar de lo cual se seguían



ervando desgranulacionesmente signicativas, de entre% y 60%. Utilizando el doble-ciego losos fueron los mismos.



Las conclusiones fueron varias yente asombrosas:1. Mediante diversos métodos de

ración, los autores concluyeron quenes carecían de moléculasy, sin embargo, conservaban su

acidad de inducir desgranulación.2. El efecto no se detectaba en todas la

es,o que se obsevaban picos degranulación en sucesivas dilucionesura 5). Así, con 10" el efecto podía seron 10 15 , del 50%; con 10 17 , otra vezon 10 20 , del 40%, etc. Esto suponehallazgo extraordinario. Veamos por

En los experimentos biológicos como

eBenveniste, es posible establecermalmente una relación entre la dosis deasustancia activa y el efecto biológicoervado; su representación gráca esacurva dosis-respuesta. Pues bien, los

os del experimento no permitíanartalode correlación, puesto quedían obtener resultados similares concentraciones muy diferentes, yos nulos con concentracionesedias.



3. El efecto de las diluciones extremasmente se observaba si entre dilución y

se realizaba una vigorosísimamecánica durante no menos de 10ndos, aunque lapsos de 30 ó 60ndos no aumentaban el efecto.

Los autores propusieron, como unaante tan revolucionarios

os, que, dado que no habíaoléculas de anti-IgE en las diluciones

mas pero éstas conservaban subiológica, la información

cíca perteneciente a la anti-IgE debíahaber sido transmitida al líquido

ante el proceso de dilución y sucusión.

ua podría actuar como una plantilla oolde para la molécula, por ejemploediante una red indenida de enlaces porentes de hidrógeno o mediante camposomagnéticos. Había nacido lamemoria del agua ". Pronto nosaremos de ella.

valuación Y Desenm ascaramientoDurante la semana de su visita, Maddox,

andi y Stewart observaron la realizaciónerimentos.

Los tres primeros, realizados según lahabitual en el laboratorio, dieron



os similares al del trabajo original,nque en esta ocasión la posición de losde desgranulación no coincidía, esse producían con dilucionescada vez. El mismo hecho

recíaen los cuadernos de protocolo delorio De igual modo, pudocirse que los errores de conteo, quepre existen, eran mucho menores de lorado. En el cuarto experimento, donde

nes leían (las doctoras Davenas yauvois) no sabían qué resultados debíanaresdecir,era realizado a ciegas, seon picos que mantenían la mismaedor del 70%, entre la dilución

dilución 1022

. El resultadocíapoyar el trabajo original. Pero enaso sí aparecieron los errores deoprevistos, lo cual hizo aún másechosa la ausencia de ellos en loserimentos anteriores. Por su parte, losúltimos experimentos (también aorexigencia de los observadores)resultados negativos, es decir, seujo desgranulación con lascentraciones habituales de anti-IgE,no con las altas diluciones. Todo,



es,volvía a la normalidad con loslsadecuados.

Pero esto no fue todo. La comisióndora descubrió varias anomalíasás. En primer lugar, los experimentos nopre funcionaban, a veces pasabaneses sin que se obtuvieran resultadoscon las altas diluciones; el

ho, sin embargo, no fue investigadoáticamente. En segundo lugar, no

íacontrol riguroso del origen de lagre utilizada, sólo se exigía que noierade sujetos alérgicos. En algunasuestras los basólos no mostraban

granulación en absoluto. En tercer

como ya sabemos, los mejoresos eran siempre obtenidos por laraDavenas. En cuarto lugar, cuandolas muestras tratadas el conteo de

ólos era mayor que en los controles,volvían a contar (a veces por laisma persona), lo que indicaba que elono se realizaba verdaderamente an quinto lugar, se descartaban — decir, no se registraban en los

dernos de protocolo— los experimentosativos, utilizando para ello una largacusas invocadas a posteriori. E



lugar, los controles realizados conque aparecen en la gura Ib deloriginal no se habían hecho a laezque el resto de los experimentos. Eno lugar, no se pudo demostrar efecto

no de las altas diluciones midiendo lade histamina, un método más

uro que el conteo de basólosicroscopio. En octavo y último lugar,contra de la práctica habitual, el

iode Boiron no se menciona en elalmáxime cuando dos de losesdel artículo recibían su sueldo deoboratorio homeopático.

Los intentos de convalidación por

autores fracasaron. Este es elde Metzger y Dreskin (" Only the SmileLeft ", Nature, 334, 1988), quienes

la liberación de serotoninaarcada con tritio para detectar la

granulación de mastocitos de rataios con IgE. Sólo se observó

de serotonina en lascentraciones normales, no en las altases.De igual modo, Bonini, AdrianiBalsano determinaron la liberación de

mina en basólos humanos, según elolode Benveniste; la liberación de



mina sólo se producía con diluciones0 1 a 10 4 , no con mayores. Por último,ayes, Burridge, Pearce y ForemanHuman basophil degranulation is not

by very dilute antiserum againstman IgE ", Nature, 366, 1993), siguiendomo método de Benveniste (él siempreíaprotestado que no se empleaba suismo método) y controles de todo tipo,cluyeron que no había ninguna prueba

ue las diluciones elevadas de anti-IgEsaran ningún efecto reproducible sobresgranulación de basólos humanos.omo colofón, a petición de la revistaa francesa Science et Vie, se

nuevos intentos en el hospitalothschild de París que conrmaron elde manera irrefutable. Esta misma56, enero de 1989) ofreció anveniste un sustancioso premio de0.000 francos si era capaz de repetir el

experimento. Obviamente, elno acudió a la cita.

¿Es homeopático el experimento denveniste? En contra de las apariencias,análisis cuidadoso demuestra que el

de Benveniste no apoya de ningunaanera los principios homeopáticos. Se



mo en otras ocasiones, de unaanalogía. Quien mejor se ha

tado del engaño ha sido nuevamenteando Saraví en el artículo citado:

n e a r c a ! c o e n u a e d e H a h n e m a n nt r ! t u r a c ! # n A a ! t a c ! # n m e c - n !; e s p i r i t u a l i & a; a s u s t a n c ! a d - n d o e u; m ' g i c o p o d e r c u r a t i v o; . H o A o sh o m e # " a t a s " r e * ! e r e n a c t u a ! 9 a r e s te 6 " r e s ! o n e s h a b a n d o d e ; e n e rg i & a c i ó n; q u e e c o n * e r ! r 7 a a

s u s t a n c ! a n u e + a s e ! n s o s " e c h a d a " r o " ! e d a d e s c u r a t ! + a s . S ! n e m b a rs e ú n 0 e n + e n ! s t e , a a n t ! I d ! u " r o d u c 7 a e m ! s m o e * e c t o q u e e a n t ! s ue n c on c e n t r ac ! o n e s n o r m a e s E e n o t " a a b r a s , n o s e d e m o s t r # n ! n u n a n u e

" r o " ! e d a d d e a a n t ! I d ! u ! d a . S !e * e c t o e s e m ! s m o , $ " a r a q u & d ! u ! r 'n s e u n d o u a r , " a r a a " o Aa r

c r e e n c ! a s h o m e o " - t ! c a s h u b ! e s e s ! d " r e c ! s o d e m o s t r a r q u e a a n t ! I t e ne n b as #* ! o s d e " ac ! e n t e s a & r ! co s ,

e * e c t o o " u e s t o a q u e c a u s a b a e n b a s # * ! o s d e + o u n t a r ! o s n o a & r N a d a d e e s t o s e d o c u m e n t # . d e m - s , e 6 ! s t e n c ! a d e " ! c o s d e a c t ! + ! d a d c oc ! e r t a s d ! u c ! o n e s A + a e s d e ! n a c t ! +c o n o t r a s , q u e + a r ! a b a n e n t r e u n a A o t

s e r ! e , h a r 7 a q u e e h o m e # " a t a n o " u d ! e " r e d e c ! r e 6 a c t a m e n t e c u - d ! u c ! # n ; p o t e n c i a; , e n a e r a h o me o " - t ! c a ) s e



e * e c t ! + a A c u - n o o s e r - . 1 a e 6 q u ! s ! t! m " r ed e c ! b e s e n s ! b ! ! d ad d e e * e c t o am o d ! * ! c a c ! o n e s d e r a d o d e d ! u ch u b ! e s e s ! do o t r o c o n t u n d e n t e m a 9 a 9c o n t r a a m a t r e c h a h o m e o " a t 7 a .F ! n a m e n t e , a c o n c e " c ! # n h o m e o " - t ! c a

a ! n d ! + ! d u a ! 9 a c ! # n d e t r a t a m ! et a m " o c o s e c o n d ! c e c o n o s d a t o s dt r a b a o d e 0 e n + e n ! s t e . S e ú n a s t e o rd e H a h n e m a n n , e t r a t a m ! e n t o d e b* or m u ar s e s o b r e u n a b a s e e s t r ! c t am en! n d ! + ! d u a , c o n * o r m e a o s a n t e c e d e ns ! n o s A s 7 n t o m a s d e c a d a " a c ! e n t e " a r t ! c u a r .

Por tanto, o Hahnemann nos mentía omiente Benveniste... o nos mienten losEn conclusión, los homeópatas deben

os claramente qué es la homeopatía,son sus principios, reglas ymplimiento, y no jugar con las palabrascer analogías a cual más disparatada.elocontrario, siempre tendrán razón ysabremos qué criticar. Esapa, claro está.

¿Por qué se publicó el artículo denveniste? O más correctamente, ¿por quéohn Maddox permitió publicar en Natureartíulo tan mediocre y poco riguroso

mo el de Benveniste, en contra, además,varios de sus responsables? Antoine



anchin, profesor del Instituto Pasteur,uiente:

H a b 7 a q u e e e r o a t e n t a m e n t e " a r a + e r o s e * e c t o s e 6 " u e s t o s n o r e s " o n d 7 a n

n ! n u n o d e o s c r ! t e r ! o s n e c e s a r ! o s " a

s u r e c o n o c ! m ! e n t o c o m o e e m e n t o s d e a r t 7 c u o c ! e n t 7 * ! c o . o s e 6 " e r ! m e n t o s* a t ab a n os c on t r o e s m - s e e me n t( e s " e c ! a m e n t e o s r e a t ! + os a a " r od ! u c ! # n ) . e s ! s t e m a u t ! ! 9 a d o , c o m " o r t a m ! e n t o d e a s c & u a s b a s # *

n o e r a m u A * ! a b e , A a q u e e s t a s c &s o n " a r t ! c u a r me n t e s e n s ! b e s a s u m e do r s u " u e s t o , e m e d! o d e c r ec ! m! e n to

e s t a b a q u 7 m ! c a m e n t e d e * ! n ! d o B c o mo c u r r e a m a Ao r 7 a d e a s + ec e s , t o d o q u e d e c ! r o , c o n o s o r a n ! s m o s + ! + o s2 o mo e s s a b ! d o , ! n c u s o c o n b a c t e r ! a s ! n + es t ! a do r e s c o m" o n e n u n m e d ! o a qn o a a d e n e e m e n t o s e s e n c ! a e s c o m oc ! n c A e c o b a t o , a " e s a r d e o c u ae n c u e n t ra n a t & r m! n o d e e 6" e r ! m ena u n q u e n o " o r e o c o nc u Ae n q u e a s e d e d ! c a a t r a n s m u t a r o s - t o m o( ; 1 í l i c e , b a s ó f i l o s % c o m i t s d e l e c t u r a; , * u n d o C i e n t í f i c o , < ? J , s e " t ! e m b r e d e< ? ? )

La disculpa hecha por Maddox de quenveniste con su insistencia le hizo

erder la serenidad " es difícil de creer.ítambién los homeópatas me hacen



q u e e 6 " o t a n a s d e b ! ! d a d e s d e s ! s t e mr e c u r r e n a a ! n t ! m ! d a c ! # n ( a + e r d a dc ! e n c ! a e s h ! a d e a d u d a ) c a " a 9 a h o a r a + e r d a d e r a o r ! ! n a ! d! n + o c a n d o a ! d e a a + e c e s c o r r e c( 35 a ! e o 4) d e q ue u na c !e r t a o r t o d oc o r t a d e m ! r a s e s u n + ! ! a n t e a t e n t o (D a n c h ! n , í b i d ) .

Que nadie piense que el asunto de lamemoria del agua " ha caducado. Lmbra de Benveniste y sus acólitos es

da. Así, en 2007, el polémico premioobel francés Luc Montagnier, descubridordel SIDA, nos sorprendió con unerimento que pretendía probar lamemoria del agua ". Montagnier, que se

sucesor espiritual de Benveniste,presentaba un modelo experimental enual ultraltrados de micoplasmas,

o virus, aparentementeprovistos de todo resto de materialéto,transmiten, sin embargo, unaación genética especíca a linfocitos

manos cultivados. Tras la amplicaciónel cultivo, la información genética

duce a la reaparición de losicroorganismos originales (lo de Parque

o es un juego de niños si lomparamos con este experimento). Según



ontagnier, respaldado por los controlesdice haber efectuado, la transmisión

material genético observado no puedebido más que a un efecto todavía nocado de " memoria del agua ". Vamos,alco de lo que en su momento hizo sureespiritual.

Muchos reparos pueden ponerse amejante modelo (véase, por ejemplo,

linde Weck, Science et Pseudoscience,

6,2009). En primer lugar, el modelomuy sensible a los artefactos y

diversas fuentes posibles deaminación. Es conocido desde haceás de 20 años que los linfocitos humanos

nan intensamente a los rastros deDN o ARN. La contaminación por ADN oRN es el punto débil de los laboratorios

PCR (reacción en cadena de laerasa: técnica que permite laplicación especíca de una secuencia

ADN en una muestra compleja), dondeasola molécula puede ser sucientefalsear los resultados. En segundo

mple adición de DNasa (deso-nucleasa: enzima que cataliza lacción del ADN) en el ultraltrado nontiala ausencia de contaminación.



consiguiente, ante la falta de datossmás precisos (que de momento noortan) sobre los controles efectuados,posible juzgar. De hecho, los trabajosuc Montagnier y su equipo no han sidode ninguna publicación cientícanun principio se realizaron casimilia, ya que, en abril de 2006, seontó una sociedad, Nanectis, que incluyentigua sociedad Digibo creada por

acques Benveniste; resultados posterioreshan dado a conocer a través de

menes o en homenajes.aturaleza De La " Memoria Del Agua "

Por obra y gracia de un falso

erimento, la capacidad dinámico-de las dilucioneshnemannianas se ha transformado enan vulgar como una " memoria dela ". ¿Cuál es su naturaleza?

Se han propuesto varias teorías alcto,a cual más peregrina, aunqueelen algo en común: intentanuenta de cómo las moléculas de aguaordenan en patrones especícos, deanera tal que permitan que laación" de la sustancia activa seacene en la estructura de la mezcla



(mixtura de agua y alcohol). Elio Benveniste decía en su famosoue el agua se comportaba comomolde o plantilla para la molécula de lancia activa mediante una rednida de enlaces de puentes degeno o mediante campos eléctricos yagnéticos. Otros autores invocan

menos de " resonancia " (según estaeque los homeomedicamentos

la consiguiente sucusión actúanediante un " efecto de resonancia " queeque el líquido quede perturbado, es

dinamizado ) o " vibracionesentes " de las moléculas de agua,

ssemejantes al deuterio (oxígeno-erotodo lo que se diga es unaculación sin fundamento, ya que elnlocal en los líquidos es transitorio yendiente de la temperatura.mente por eso son líquidos, porqueguardan un orden local. El bioquímicolberto Sols y el físico Antonio Fernándezañada armaron en su momento que

e s t o s r e s u t a d o s h a b r 7 a n e + a d o an e c e s ! d a d d e a d m ! t ! r u n m a A o r o r d e n

e e s t a d o 7 q u ! d o , a q u e s e c o n s ! d! n t e r m e d ! o e n t r e e d e s o r d e n a b s o u t o



o s a s e s A e o r d e n d e o s s # ! d o s .o t r a " a r t e , e a u a , c o m o t o d o s * u ! d o s , e s ! n c a " a 9 d e t r a n s m ! t ! r * u e rt a n e n c ! a e s , c o m o " a r e c e d e d u c ! r s e

o s e 6 " e r ! m e n t o s d e 0 e n + e n ! s t e . ( # l a í s ,= d e a o s t o d e < ? ) .

Utilizando modernas técnicasctroscópicas se ha podido mostrar que

agua pierde su " memoria " denes estructurales en 50tosegundos (un femtosegundo equivale a

-15 segundo), lo que hace imposibleuier almacenam iento a largo plazo deación proveniente de partículas

mente disueltas, como pretendenmeópatas.

Sin embargo, la " memoria del aguanta también otros problemas queen de ella algo aún más falso yatado. Veamos los más curiosos.

1. ¿Por qué la mezcla líquida de agua y

olrecuerda los poderes curativos destancia y se olvida del resto, porplo de los adversos? Nos encontramos,

duda, ante auténticos medicamentoseahí que sea más correctoblarde " inteligencia del agua "), y sualoración no se hará con peso y medida



npruebas psicológicas (y tendremosnces unas nuevas clases deedicamentos: medicamentos con memoria

medicamentos con memoria ay largo plazo, medicamentos

nésicos, medicamentos con C.I. elevado,

2. Por otra parte, la " memoria del aguabien para el agua, pero ¿y losulos? ¿Habrá también una memoria desao lalactosa?

3. Además, cuando el agua se evapora,mo pasa el recuerdo a la sacarosa o a la

de los gránulos? Para losmeópatas modestos parece ser que lo

epor simple " impregnación ". Para losás atrevidos, por " teletransportacióna ", como en Star Trek. En cualquierura palabrería.

Otra cuestión básica es cómo actúa la

memoria " del remedio homeopático sobresopatológico, es decir, ¿cuál es suecanismo de acción?

Endler y colaboradores (FASEB Journal,94), empleando " altas diluciones " denranas, han postulado que lamación " reside en la estructura



olecular de la sustancia activa que, unaez transferida al agua durante lausión, pasa al cuerpo (en nuestro caso,uta rana) por medio de un efectotedenominado biofotón (se trata noun nuevo biodetergente sino de unacie de " energía bioeléctrica ").bviamente no hay una sola prueba de lade semejante biofotón.

En consonancia con la anterior

Benveniste ( Frontierectives, 3, 1993) postuló en suomento que la " memoria del agua " seede transmitir y potenciar a través de la

telefónica, es decir, que la

meopatía se puede administrar por(he ahí la homeointerneterapiaeamos un poco más detenidamente estacionaria teoría ( biología numérica,an algunos).

Con un dispositivo relativamente simple,consiste en una bobina de captación ya bobina de emisión unidas por unplicador de bajas frecuencias,

mejante al utilizado en los teléfonos,nveniste pretende detectar las ondas

magnéticas emitidas por la materianancia). Más concretam ente, por



edio de este invento de tebeo pretendemitiruna señal biológica especíca,

ita, por ejemplo, por ciertosedicamentos y detectada por diversosas biológicos, tales como losólos, el corazón aislado de cobaya o elrinógeno (que interviene en lagulación sanguínea).

Siguiendo esta estela, su discípulo Lucontagnier nos informa de que las

uestras de ultraltrados de sangreenientes de enfermos con sida u otrasmedades (reumáticas, de Alzheimer,

emiten también perlesmagnéticos especícos, lo cual abre

a puerta revolucionaria hacia elóstico electromagnético y la medicinaordenador. En consecuencia, si

mos poco con los virus informáticos,raresulta que nos podremos contagiarIDA, de gripe porcina o de cualquier

enfermedad infecciosa mientrasamos con los amigos...

En este carnaval pseudocientícopoco podía faltar la analogía con ladel caos. Así, los remedios

meopáticos pueden ser consideradosmo una pequeña variable — el famoso



mariposa capaz de producir unacán en la otra parte del mundo— queodica el cuadro sintomático de una

medad. Sin embargo, como es fáciloner, nada tiene que ver una cosa conlcaos determinista se reere aas complejos que son tan sensibles adiciones iniciales que es imposibleecir cómo pueden comportarseascaóticos son, por ejemplo, las

turbulentas, el tiempoeteorológico, los latidos del corazón,

orabien, si a pesar de la lógicaimos con la falsa analogía, resulta que

homeopatía caótica " es impredecible y,

consiguiente, tiene también ladde agravar el cuadro clínico ybar con la vida del paciente. ¿Quiénque la homeopatía no es peligrosa?delcaos ha demostrado que sí.

Otro lón para buscar analogías es,mo no, la mecánica cuántica. Yantábamos que la " teletransportacióna " era un mecanismo muy plausible,dición de que uno no sepa nada ni deacología ni de mecánica cuántica. Pero

n desee saber de verdad qué es laomeopatía cuántica " deberá consultar el



de Michael Wilkinson tituladopretación Mecano-Cuántica de laomeopatía " ( El Escéptico, 6, otoño de99).Dicha interpretación — ¡ojo!, estan es en realidad unmeochiste que requiere conocimientos dezada—

s e r e d u c e a e s t o : s ! e m " r e q u e n ! em e d ! c a m e n t o n ! e " a c ! e n t e s e ao b s e r + a d o s , s e e s " e r a u n e * e c ta " r e c ! a b e . . . G .

" ! q u e m o s e s t e " r ! n c ! " ! o a a m e d ! c !h o m e o " - t ! c a . S ! t o m a m o s e c a s o d e ud ! u c ! # n h o m e o " - t ! c a d e u n a ú n !m o & c u a e n N * r a s c o s d e d ! s o + e n tm e c - n ! c a c u - n t ! c a n o s ! n d ! c a q u e m o & c u a n o e s t - e n n ! n ú n r e c ! " ! e n t e " a r t ! c u a r h a s t a q u e s e h a c e u no b s e r +a c ! # n c o n s c ! e n t e . n e r a c u - n ts e d ! c e q u e a * u n c ! # n d e o n d a d e " a r t 7 c u a c o a " s a e n u n e s t a d o e s " e c 7 * B o * r a s c o B d e b ! d o a a c t o do b s e r + a c ! # n . . . G .

s t e n u e + o e n * o q u e t e # r ! c o d e h o m e o " a t 7 a n o s a b r e a " u e r t a a n u e +h o r ! 9 o n t e s . h o r a b ! e n , d a d a n a t u r a e 9 a c u - n t ! c a d e o s " r e " a r a dh o m eo " - t ! c os , e s d e c ! r , d e b ! d o a c o a "d e a * u n c ! # n d e o n d a e n u n e s t ad e t e r m ! n a d o , h a c e r q u e a s m o & c u aa s u s t a n c !a a c t !+ a e s t& n e n u n n ú m



! m ! t a d o d e * r a s c o s d e * ! n ! d o s e s " r o b e m a r e a . o r t a n t o , e c o n t r oc a ! d a d d e b e r 7 a s e r e + a d o a cs o a m e n t e " o r " e r s o n a n o c o n s c ! e n t e .

n - o a m e n t e , e 6 ! s t e u n r a n r ! e s o e no b s e r + a c ! # n d e " a c ! e n t e , A e s " e c ! a m ed e a q u e o s e s t a d o s c u - n t ! cr e a c ! o n a d o s c o n a d o e n c ! a , Aa d ! c h a o b s e r + a c ! # n " u e d e " r o + o c a r uc o a " s o d e s u * u n c ! # n d e o n d a A d e s t ra s 7 o s e * e c t os b e n e* ! c ! o s os d e a t e r a

s t o e s e s " e c ! a m e n t e ! m " o r t a n t e t r a s t r a t a m ! e n t o A, " o r o t a n t o , s e r e c o m ! e nq u e e m & d ! c o n o m a n t e n a u t e r ! oc o n t a c t o s c o n e e n * e r m o . n e c a! d e a , e m & d ! c o " o d r 7a m u d a r se a c ! u d a d o , s ! e s t - d e + e r d a d c o m " ro m e t !dc o n e b ! e n e s t a r d e s u " a c ! e n ts u ! c ! d a r s e . Tod o e s t o e n ! n t e r & s d " a c ! e n t e .

acunas Y Hom eopatía: La Falsa AnalogíaHemos visto que no ha sido posible

mprobar ninguno de los principios

s de la homeopatía, como elccionismo semiológico, el vitalismoyladinamización espiritual dees. La explicación homeopáticafala por los cuatro costados. Lossclínicos, es decir, las pruebas,poco han mostrado signicación



como veremos en el próximoSu existencia es una puraPues bien, la trampa para

eviviren tan precarias condicionesas consiste en la parasitación porlogíade alguna técnica biomédicaldé soporte práctico y le preste suecanismo de acción.

En efecto, si la acupuntura se adueña deNS (o estimulación eléctrica nerviosa

utánea ) y su mecanismo de acción, lameopatía hará lo propio con las vacunas,esparecen guardar ciertas similitudessdiluciones homeopáticas, a saber:

mismo agente productor de la

medad que van a curar, generannalmente los mismos síntomas aldel tratamiento y se emplean enueñas dosis. Gracias a estos supuestoscidos, las " altas dilucionesmeopáticas parasitan a la inmunología yblade inmunoterapia homeopática.do máximo de parasitación se alcanza

isopatía (véase el capítulo 5).Buscar una teoría cientíca que explique

meopatía es, como ya adelanté, unaacontradicción; es tanto como decirlapeligrosísima alopatía explica a la



éca homeopatía. Más aún, si así fuera,homeopatía quedaría refutada

máticamente, pues se trataría de unaiomédica más. Por otro lado, ¿quétendría usar la homeopatía si la

medicina hace lo mismo de modo másycontrolable?

Por consiguiente, lo que la homeopatíaehacer, si es realmente un sistemaédico propio, independiente y efectivo, no

buscar analogías con teorías yedimientos biocientícos sino mostrardemostrar sus principios: por ejemplo,os pruebas experimentales,ducibles y cuanticables de la " fuerza

" y sus desequilibrios (algo quebién se exige a la acupuntura con el qi,tao o el yin-yang ). De lo contrario, l

meopatía será algo carente de existencia:a pura entelequia. Pero como talessideraciones no entran en los planes deomeópatas, la solución consiste enalerse de la falsa analogía para seguirdo el pego. Que el engaño es efectivo lo

demos comprobar en el siguiente texto:e q u e a s d o s ! s d e u n m a " u e d e n a c a b

s a n a n d o e s e m ! s mo m a . 1 a s + a c u n as u n a r a m a d e a m e d ! c ! n a d e n o m ! n a



h o m e o " a t 7 a " r a c t ! c a n e s a + ! e a s a b ! d ud e a N a t u r a e 9 a . 1 a e + o u c ! # n m ! st ! e n e c a r o s t ! n t e s h o m e o " - t ! c o s , ac o m o t o d o s o s s ! s t e m a s ! n m u n o # ! c o s

o s s e r e s + ! + o s .

En contra de lo que pueda parecer, quieneste horneo-chiste no es unmeópata converso ni un adepto de laueva Era sino el impoluto naturalistaoaquín Araújo ( Conocer, 128, septiembre993), que imagino se dedicará en susacontaminar el ambiente ennitesimales para así curar — escabar con— la contaminación yarapa de ozono. En cuanto a lacionaria tesis según la cual l

ción " tiene claros tintesmeopáticos ", le propongo al señor Araújo

la denomine teoría del " equilibriomeopático de especiación " y que, una vezrrolda en profundidad (eso corre por

enta y riesgo), la envíe sin dilación amo Nature, Science y, sobre todo,Libro Guinness de los Récords, secció

Disparates Cientícos ".Por lo que respecta a las vacunas, que es

ue se trata en este apartado, serédirecto: nada tienen que ver las



acunas con la homeopatía. Nada. Comoede en los relatos de cción, cualquiercido entre la vacunación y lameopatía es una pura coincidencia. Se— insisto— de una falsa analogía.nalicemos a continuación los puntos másntesdel engaño.

1. El n de la vacunación esdamentalmente preventivo y no abarca

las enfermedades. Sólo en rarasnes se utiliza como procedimientoes decir, cuando el sujeto seuentra ya infectado (éste es el caso defrmedades causadas por gérmenesdesarrollo lento). Por el contrario, la

meopatía se aplica en la práctica auier enfermedad y es indistintamententiva y curativa.

2. El mecanismo de acción es totalmentetco en un caso (el de las

acunas) y pseudocientíco, o mejor,en el otro (el de lameopatía). En efecto, si las vacunasen no es porque, como pretende lael similia, produzcan en el hombreosíntomas semejantes a la enfermedadvan a combatir — eso es irrelevante

acción de las vacunas— o porque



irenla"fuerza vital" alterada (estoetne que probar la homeopatía),porque son capaces de estimular laucción de anticuerpos especícos o dels,sisetrata de inmunidadue actúan curiosamente, comomos, de modo alopático, es decir,

el germen invasor, si de eso se

Así pues, la acción de las vacunas se

a en una teoría perfectamentemprobada y analizada que va desde laetración del antígeno debidamententado hasta la formación de loserpos especícos, teoría que, por

uesto, es posible vericar y replicar enatorioy aplicar con éxito en laemás, coincide y concuerda conde los postulados anatómicos,

gicos y bioquímicos en que se basa laedicina cientíca. Por último, talecanismo inmunoprotector nada tiene que

ercon el mecanismo que produce losdversos (secundarios, tóxicos...) oelmecanismo responsable de la propiamedad.

3. En las vacunas, a diferencia de lameopatía, el antígeno se aplica en



ades sucientes para ser detectadoa inmunológico. Por tanto, no

eediya hasta el extremo de que node ningún resto de él sino que seodica, tanto cualitativa comontitamente, con el objetivo de quear su poder patógeno no seadicial para el organismo, peroserve, sin embargo, su capacidad deular el sistema inmunológico y éste

eda producir los anticuerpospondientes.

El germen o, en general, el contenido dena no es exactamente el mismo queroduce la enfermedad, ya que está

uado o fragmentado pues sólo conservaparte inductora de la reacciónunológica. Por su parte, las dosis —

des, medianas, pequeñas onitsimales— están adecuadamenteas, es decir, cuanticadas,oladas y protocolizadas. Y para lograrelse emplean técnicas y métodos

micos bien establecidos, no " altases " ni " sucusiones dinamizantesarecen de sentido en inmunología.

4. Decía que la presencia del antígeno,idamente modicado, era el estímulo



eo para la producción de anticuerposparte del sistema inmunológico. Puesnla vacunación estos últimos seeden detectar fácilmente. De hecho, tal

mprobación es un método habitual deóstico y control (serologíaóstica) en muchas enfermedades,

mo la brucelosis, la hepatitis, el SIDA,ontrarío, tras un tratamientomeopático no se detecta la presencia de

erpo alguno ni tampoco de cualquiertipo de sustancia defensiva de

respecíco. En consecuencia, launoterapia homeopática es sólo un

mbre vacío utilizado para engañar.

5. Por último, quisiera recordar que lan cientíca de las vacunas hacionado la efectividad de la medicinaa,efectividad que va desde lación mundial de la viruela a ladesaparición de la poliomielitis odif en los países en que laacunación es obligatoria. ¿Por qué no haho lo mismo la homeopatía, si es tanderosa? ¿Por qué, si son lo mismo, losmeópatas no renuncian a las vacunas de

ciencia ocial " y aplican las dilucioneságicas a sus fam iliares y a ellos mismos?



en coherentes y valientes, lo harían,no son ninguna de las dos cosas. Enclusión, señor Araújo, mal que le pese,homeopatía no se encierra ningunasabiduría de la Naturaleza " sino,

graciadamente, lo más recalcitrante dezhumana.



5LA SUPUESTA EFICACIA CLÍNICA DE LA

HOMEOPATÍA # 3 i s t e n t r e s c l a s e s d e m e n t i r a s $ l a s i m p l e s m e n t i r a s , l a s m e n t i r ah o r r i b l e s % l a s e s t a d í s t i c a s .

0 e n a m ! n D ! s r a eNos adentramos aquí, por desgracia, en

ílomás árido de este libro. Lan es que los homeochistes se

man en las famosas " mentiras", cuya única gracia consiste enlos estudios que se hacen con ellas

esinde otros nuevos estudios paracluirloque los anteriores no habíancluido, y así ad innitum. A estossseagarran los homeópatas como aclavo ardiendo pues les brindan la

rtunidad de sobrevivir en el ám bito deinvestigación clínica. Jugar con

os estadísticos ambiguos y condas razonables — que nunca se aclaran— tabla de salvación de todas las

udomedicinas. Para entenderloesimos saber en qué consiste elétodo cientíco en la medicina clínica y

mprobar su valor en el caso de lameopatía, que puede hacerse extensivo



pequeñas variaciones al resto de lasudomedicinas.

Medicina Basada En La EvidenciaEn los capítulos anteriores he examinado

uestas leyes y teorías que explicanamédico homeopático en sus tresectos básicos: semiológico, diagnósticoterapéutico. El resultado ha sido un

mpleto asco cientíco y un granubrimiento humorístico.

No obstante, los homeópatas seenden aduciendo que sus teorías no son

xistentes sino que no son bien

mprendidas mediante el aparatoceptual que posee la ciencia en lalad (vamos, que son unos avanzadosomprendidos, como en su tiempo loGalileo o cualquier otro genio de laeba de ello — arman— esus remedios son ecaces y lo son másero placebo. Veamos si esto que

ahora tiene algún fundamento. Parazgarlo no queda más remedio quear brevemente algunas nocionesentales de la denominada medicina

ada en la evidencia (MBE). El ejercicio



la MBE consiste en integrar laeriencia clínica individual con la mejorncia clínica externa disponible alainvestigación sistemática. Elento básico de la MBE es el ensayo

mpecemos, pues, por él.nsayo Clínico

La ciencia se caracteriza, entre otrassor probar lo que dice o arma. Enedicina clínica, el ensayo clínico es el

étodo encargado de medir y probar lacacia o el efecto terapéutico real ycíco de un medicamento o una

minada técnica médica. Máscretamente, el ensayo clínico nos

ministra el porcentaje de efectividad (porplo, de un nuevo fármaco frente a unamedad), así como el grado deabilidad de que los resultados del(ladiferencia respecto al grupo

olean atribuibles al azar. Con ellodemos tener una idea cuantitativante precisa de la efectividadcíca del medicamento o la técnicaayada.Todo ensayo clínico debe organizarseresponder a una sola pregunta, quee ser precisa y estar claramente



Por último, la hipótesis que se somete aeba debe formularse antes de recogersSuele hacerse la hipótesis nuladiferencia entre los efectos deliento y los de referencia.Dadas estas características y

diciones, la realización de un ensayonstará de las siguientes etapas oura 6):

1. En la primera fase se selecciona una

uestra de enfermos, en número porplo de 200, a partir de una población

acientes con el proceso patológico queesa tratar.Es fundamental que ennse especiquen los criterios

clusión y de exclusión y el tamañocuado de la muestra, pues de ellos va aender el resultado del estudio. Aquí síeoríadel caos: una pequeñaen estas condiciones iniciales

eden dar origen a resultados totalmenteocontradictorios.

2. En la segunda fase, la muestranida se distribuye en dos grupos, A yue en nuestro ejemplo serán de 100nas cada uno. Tal distribución esdecir,al azar, para lo cual



varios métodos que no detallaréí

3. La tercera fase corresponde a lación. En ella se administra alpo A o grupo experimental un fármaco

un producto biológicamente activo— cuyacacia en una determinada enfermedad seonocer. Por el contrario, al grupo Bgrupo control se le da un productopero con iguales característicasas, es decir, cápsulas con igualeso, forma y sabor que las queeeel producto activo; si se trata deositorios, inyectables, etc., se procede

manera análoga. Lógicamente, los

mos no saben que obramos así o,ejor dicho, cada uno de ellos no sabe quéucto está tomando (si el activo o elnque cada cual crea que es elPara que la experiencia sea

mpleta y objetiva, quienes administran elaco tampoco lo saben. Este

edimiento se denomina doble ciego ymite eliminar los factores subjetivoseptibles de inuir en los resultados.

4. La cuarta fase es la valoración de losos. Supongamos, por ejemplo, queelgrupo A o grupo experimental se



n o mejoran de la enfermedad 90nas. Pero lo interesante del asunto esal contabilizar el grupo B, cuyos

ntes sólo habían recibido un productode pega, cápsulas con sustanciambién un número de ellos querao mejora, por ejemplo 10. Tal es,

suma, el efecto placebo y sudental función de control en eloensayo clínico, cuyo objetivo nal

ciamente, comparar el porcentajeración de un grupo (placebo) con otro

mental) para así valorar la ecaciauticadel medicamento empleado.

El resultado nal debe incluir la

ominada signicación estadística, quetede la signicación clínica. Eamental conocer ambos conceptos

nque sea brevemente.La signicación estadística se reere a

robabilidad de que una diferenciaervada sea resultado de la casualidad yde los determinantes causales en unLa letra p (de probabilidad)

ida de la abreviatura n. s. (nocativa) o del símbolo < (inferior) yacifra decimal (por ejemplo, 0,05 oeñala la probabilidad de que la



observada en una muestra hayarro puramente por azar siendo lospos comparados realmente semejantes,ciajo la hipótesis nula (hipótesisn lacual no existe diferencia entre dos

pos, por ejemplo entre dosientos). Una p < 0,01 nos indica querobabilidad de que las diferenciaservadas sean debidas al azar es menor1o, en porcentaje, menor del 1% (es

eaparezcan por azar sólo una vezda 100 o sólo cinco veces de cada 100p < 0,05).

Por su parte, la hipótesis alternativa seageneralmente cuando la hipótesis

no es cierta. Si el objetivo del ensayomparar un fármaco con un placebo, lanula consistirá en que no hayentre los dos grupos, y laalternativa en que hay una

La hipótesis alternativa es lael investigador trata de probar (con

na probabilidad de error, como enlos estudios por muestreo). Ahorano poder probar la hipótesis

no quiere decir que hayamosado la hipótesis nula. Es un errorsar que en un estudio de contraste de



se pruebe una hipótesis o laari



La signicación clínica hace referenciaho de que una diferencia entre losm etros de interés clínico (glucemia,tensión arterial, colesterolemia,na repercusión relevante sobrecurso del problema o enfermedad

No debe confundirse, por tanto, lacación clínica con la signicación

Son frecuentes las

rciones de diferenciasmente signicativas que no sonmente signicativas. Por ejemplo, enmparación de dos fármacos reductoresolsterolen sangre, la signicación

ncia entre las cifras denguíneo. Si tras cuatro mesesamiento las cifras medias de lospos experimental y control son de 200g/dl y 250 mg/dl respectivamente, laes de 50 mg/dl, y si esta

se considera clínicamentetentonces las diferencias son

mente signicativas. Esta diferenciaede ser o no ser estadísticamentecativa.

En resumen, la demostración decación estadística equivale a la



mostración de que el resultado obtenidodebe probablemente al azar (esto es,rmuestral), sino que es real. Peroquiere decir que el resultado seaportante, es decir, que tenga relevanciacación clínica.

Es fundamental constatar, por otraue en cada una de las fases delayo se puede incurrir en algún sesgo.tendemos por sesgo la tendencia de los

os obtenidos a diferir de losos correctos (verdaderos, reales) deodo sistemático. El sesgo se diferenciatorioen que este último no seuce de forma sistemática; los errores

se deben al azar, cuandoamos proporciones diferentes deos a los grupos respecto arque pueden inuir en losos. El sesgo puede aparecer noen la inclusión de pacientes en elayo o en su distribución en grupos deiento sino también en la recogida,interpretación, publicación y

de los datos. Veamos un ejemploco. Si tenemos un experto tirador deque da siempre en el blanco, lasueñas variaciones entre tiro y tiro se



ntes lo invalidarían. Por su parte, laalez externa se reere a si losos del estudio con validez internageneralizables o extrapolables a otraslaciones.

En cuanto al valor y las limitaciones delayo clínico es fundamental distinguir,

empezar, entre la investigaciónvaluar la ecacia de unedicamento (aspecto práctico) de la

n biológica dirigida a laión de la ecacia misma (aspectoplicado esto a la homeopatía, lain clínica tiene por objetoar la acción de los medicamentos

meopáticos sobre los enfermos. Sonsde carácter estadístico. Un buenplo es el del homeópata D. Reilly, quecon detalle más adelante. Por

o,lainvestigación biológica trataescubrir la actividad farmacológica denes con su correspondienteecanismo de acción. En este caso loserimentos son de índole físico-química.experimento de Benveniste es el

ode este tipo de investigaciones.Es importante no confundir ambas

snes. Sin embargo, que sean



no quiere decir que seanpendientes ni que tengan igual valor,mo algunos pretenden. Es inconcebibleyen día considerar los ensayos clínicoselbiomedicina, a no ser que seanncilloso restrictivos en la cuestiónada que sirvan para muy poco. Enestudios clínicos no son algoamente empírico-estadístico. Conocer

características farmacológicas y

sbásicas del fármaco o la terapiase ensaya, y valorar sus efectos (porplo, sobre la hipertensión, el cáncer,arteroesclerosis, etc.), requiere laayoría de las veces conocimientos de

medicina — bioquímica,omopatología, siopatología, etc.— sinalesno podría realizarse un ensayoebidas garantías.

Considerado en sí mismo, el ensayoun paso más perfecto que el

edimiento empírico del ensayo acierto-Sin embargo, es evidente, comobo de señalar, que no llega a laciónestrictamente cientíca de lación: a su causa. Se trata de unaación cuantitativa, es decir, de una

de análisis o correlaciones



con los que se intentanticar, en grupos más o menosmerosos e incluso en poblaciones, y dea controlada, los lazos de unión entre

ción especíca de la técnica y eléutico alcanzado por ella.

Los estudios clínicos, por muyadosos y completos que sean, nuncadan la explicación del proceso, esunca nos delimitan a priori

ecanismo cientíco preciso de la acciónutica(esto es labor de las cienciass)ólonos lo sugieren o indican conayor o menor fuerza. Correlaciónno es causalidad, por eso la

edicina no se hace con cálculosmás o menos complejos sinoexplicaciones, es decir, con leyes

y modelos teóricosecanismos de acción) de carácter físico-

mico o biológico vericadoserimentalmente. Entre un fármaco y supondiente efecto (aspirina / alivioolor) podemos obtener correlaciones

notablemente signicativas,incluso en este ejemplo tan claro yple, por mucho que conrmemos

mente ese vínculo fármaco-



nunca sabremos por qué taledicina produce tal efecto benecioso (enestroejemplo, por qué la aspirina aliviaolor)Para ello, hemos de acudir,uímica, la biología ymacología. Entonces sabremos quéraquímica tiene el fármaco, cuálucinética y cuál su mecanismo den;cluso si ese fármaco es realmenteaprincipal, si es sólo una condición

todel proceso causal o si hay otrouténticamente causal que esnsable del efecto constatado. Sólonces se habrá completado elocimiento cientíco. Es necesario, por

una explicación que respalde yrme lo que las estadísticas nos habíanerido con un determinado grado deabilidad.

Por otra parte, los ensayos clínicossupeditados al diagnóstico exacto

ceso patológico que se vaya a curarevaluar, lo cual dependerá una vez másonocimiento cientíco que tengamosroceso y de los medios diagnósticosomento.En consecuencia, la idea fundamental

debemos retener de todo lo dicho es



el valor de los estudios clínicos,sierespeta escrupulosamente suesde carácter descriptivo (no

práctico (no teórico) yable (no de certeza). Y esto es válidoara las pseudomedicinas como paraedicina cientíca. Más adelante volveréestamportante cuestión.

En resumen, la llamada medicina basadaevidencia (MBE) es simplemente la

explícita y juiciosa de lasejores pruebas cientícas clínicasnibles para tomar decisiones sobre elado de los pacientes. Los ensayosn,precisamente, los encargados

aportar dichas pruebas. Así pues, ende lo que habitualmente se cree, laBE tiene las mismas ventajas evenientes que los ensayos en que seaSi a ello añadimos la dicultad deesos resultados generales a los

mos concretos, la MBE debe valorarsemanera más modesta de lo que algunosdamentalistas de la evidencia lo hacen.cebo

Es una noción clave sobre la que se hana ingente cantidad de literaturacasinlgar a un acuerdo total. Por



cebo entendemos cualquier simulaciónun tratamiento médico (en el sentidoeral de intervención dirigida a curar)aefectividad es consecuencia de una

de factores de sugestión ydicionamiento que acompañan a suministración o ejecución. Al ser unaulación, el tratamiento en cuestión nosiderado por el médico que lo ejecuta

mo un tratamiento especíco del proceso

gico al que se dirige. En el casocreto de los medicamentos utilizados enedicina cientíca, el placebo es un

arado con aspecto de medicamentoarente de sustancia activa.

De manera inexacta se suele identicarbo y efecto placebo, pero ambos noxactam ente lo mismo. La razón de elloque el placebo es un fenómeno

mplejo en el cual podemos distinguir tresentos esenciales: objeto placebo,placebo y efecto placebo. El objeto

bo viene denido por su materia,a, color, gusto y modo de

ministración. La acción placebo seca con el mecanismo de acción, queonocido en su totalidad. Finalmente,efecto placebo es el cambio o



odicación en alguna condición delnte (glucemia, presión arterial,mero de linfocitos, etc.) como resultadocción placebo. Parece claro, según

Maj-Britt Niemi, que el efecto placeboroduce a partir de dos componentesactúan conjuntamente: el efecto de

ectativa, que se realiza a través deecanismos opiáceos (endornas) y serme mediante naloxona, y el efecto de

dicionamiento clásico, que se realizamiblemente de la misma manera como

el analgésico empleado en elerimento y es, por tanto, resistente a lan de la naloxona (" Milagros para

ulos ", Mente y Cerebro, 38, 2009).Prácticamente todos los síntomas yesos patológicos estudiados por elétodo de doble ciego pueden reaccionar al

bo. Se observa una mayor ecacia entratamiento de las enfermedades

asen comparación con las agudas,nque hay que tener presente que losmos crónicos son estudiados másntemente que los agudos. Eninos cuantitativos, la efectividad del

bo es difícil de determinar, pero se



entre un 20% y un 70%,na media del 35% (35,2 ± 2,2%).

La realidad, sin embargo, es mucho másmpleja. El porcentaje de mejoríasspor administración de placeboaríadesde el 0 al 5% de las enfermedadess(el efecto placebo parece seren las septicemias) a más del 80% ensde dolor artrítico o ulceroso.

Donde más efectivo resulta el placebo es

los procesos funcionales — procesonal es aquella entidad patológica queuna función cualquiera pero queproducida o se debe a la lesión deldonde se asienta dicha función— y

medades psicosomáticas: de ahíse denominen enfermedades placebo-ls.

El dolor es un síntoma especialmentelalaacción del placebo, tanto enxtos patológicos (reumatismo,enorrea, claudicación intermitente,

cer,etc.omo en sujetos sanos en losse desencadenan dolores

erimentales (calor, presión, corrienteque en este último casoorción es mucho menor. En efecto,bos son menos ecaces cuando se



ide el umbral de percepción de un dolorerimental (la ecacia media de losbos es entonces del 3,2% de los casos)en los casos de un dolor patológico o

mático (aquí la efectividad se da en el% de los casos), lo que demuestra dea casi experimental el papel delxto del sufrimiento en la respuesta albo.

Un dato bien constatado que conrma lo

esque el placebo alivia el dolormisma ecacia que la morna hasta% de los enfermos recién operados.embargo, para un especialista comoD. Wall esta cifra es un mito. En

dios doble ciego, el porcentaje demos con respuesta al placebo varía,n las circunstancias, desdemente 0 hasta el 100%. Estomuestra la ventaja a nivel clínico conjuegan los homeópatas y el resto de

udomédicos: de 100 pacientes, al menosmejorarán subjetivamente hagan lo quegan los impostores en cuestión. Suvenir lo tienen asegurado; a losptossólo nos queda denunciarlo.

Finalmente me interesa resaltar que elbo también se da en los animales y



s.La aclaración es importante, yauno de los argumentos preferidos demeópatas y acupuntores para probar

ecacia de sus embustes es,mente, la ausencia de efecto placebo

animales y niños. Veamos muymente esta cuestión.

En el caso de los animales hay queentre el animal salvaje, que

een un hábitat natural y del que poco

demos decir al respecto, y el animalméstico, cuyo hábitat comparte con elmbre, el cual es posible que a través deleño o del veterinario reaccione a losbos, como los domadores de los circos

en muy bien. Un estudio de 1973 deX.Freed sobre el efecto placebo en ratasceconrmar este aserto. En cualquierno hay que olvidar que el efectobo no es sino un caso concreto dendizaje condicionado. Recientemente,. Schedlowsky ( Mente y Cerebro, 38,

09), ha probado en numerososerimentos sobre animales y seresmanos que el efecto placebo se debeesariamente a un proceso dendizaje y de recuerdo asociativonsciente: el condicionamiento. El



odelo experimental diseñado mostrabamás: para que se produzca el efectobo no se requiere que se espere unstudio concluye armando queayoría de los efectos placebos se basanna combinación de condicionamiento yectativas positivas.También se dice de manera acrítica queebo en los niños es escaso oPero esto es falso, ya que es posible

eliño sea susceptible de reaccionar abos a través de la madre. Obviam ente,nto mayor sea el niño más fácil seráellacebo desarrolle su efecto.eta-análisis

Otro instrumento importante en laetodología clínica es el meta-análisis,cido por Glass en 1976. Es unétodo estadístico que consiste en agruparnalizar conjuntamente los resultados dearios ensayos clínicos con objetivosmunes.

La realización de un meta-análisispla la búsqueda bibliográcaaustiva de todos los trabajosnibles, su valoración cualitativa, lainde información relevante y, siede, el cálculo de un estimador



mbinado de ecacia ( odds ratio , riesgosrtsresultados dediosoriginales.

Los meta-análisis se han convertido endar metodológico para la revisiónática de ensayos clínicos. Hoy enso de registros prospectivos deayos clínicos y la existencia deoraciones para mantener y actualizaresde datos de estudios controlados y

os, entre los que destaca laolaboración Cochrane, facilitan lalción y transferencia de losos de la investigación a la prácticaada en pruebas.

Las principales características deletaanálisis las explica de manerat y resumida Carlos Lópezorgoñoz:

C n m e t a a n - ! s ! s e s , e n d e * !n ! t ! + a , u n n u e + o e s t u d ! o e n e q u e s e s u m a n r e s u t a d o s d e t o d o s o s e * e c t u a da n t e r ! o r m e n t e . a r a c a d a u n o d e e o sa " ! c a u n m a r c a d o r d e e * ! c a c !h a b ! t ua m e n t e u n a o d d s r a t ! o d e * ! nc o m o e c o c ! e n t e e n t r e e b e n e * !o b t e n ! d o " o r o s s u e t o s s o m e t ! d o s t r a t a m ! e n t o A e o b t e n ! d o " o r " a c ! e n t e s d e r u " o c o n t r o c o n e q u e



c o m "a r a m os . n " o c a s " a a b r a s , u n ao d d sr a t i o d e < , J s u " o n e q u e o s " a c ! e n t es o m e t ! d o s a t r a t a m! e n t o t ! e n e n u n Jm - s d e " r ob a b ! ! d a d e s d e u n r e s u t a " o s ! t ! + o q u e o s " a c ! e n t e s s o m e t ! d o s

r u " o c o n t r o ( q u e " u e d e s e r u n r u " o " a c ! e n t e s t r a t a d o c o n " a c e b o o c o n o tt r a t a m ! e n t o q u e h a A a d e m o s t r a d o e * ! c a ca n t e r ! o r m e n t e ) .1 a " o n d e r a c ! # n i n f l u e n c i a q u e c a d a d a t ot i e n e s o b r e e l r e s u l t a d oG d e c a d a e s t u d !s e d e t e r m ! n a a " ! c a n d o u n * a c t o r ; p e s o; " r o "o r c ! o na a a " r e c ! s ! # n d e sd a t o s ( o ! n+ e r s am e n t e " r o " o r c ! o n a ! n t e r +a o d e c o n *! a n 9 a o ;i m p r e c i s i ó n; d ec a d a u n o d e e o s ) . N o r m a m e n t e a c a n 9 a m a A o r " r e c ! s ! # n c u a n t o m a A o re n ú m e r o d e " a c ! e n t e s q u e ! n c o r " oc a d a e s t u d ! o .

e * e c t o t 7 " ! c o d e a s u m a d e e se s t u d !o s , e s d ec ! r , d e m e t a an - ! s ! s , " r e c ! s a m e n t e a r e d u c c ! # n d e ! n t e r +a o s d e c o n *! a n 9 a ( a ;i m p r e c i s i ó n; )a a u m e n t a r e t a m a o d e a m u e s t r a . s u " o n e e ! n c r e m e n t o e n a " r e c ! s ! # n o s r e s u t a d o s A a " o s ! b ! ! da d d e c o nm -s a * o n d o a e + ! d e n c ! a q u e e s t - d e t rd e c a d a u n o d e o s t r a t a m ! e n t o s ! n t e r + e n c ! o n e s e s t u d ! a d o s .

s t a ! n + es t ! a c ! # n e l m e t a6 a n ' l i s i sG s e

e * e c tú a d e b ! d o a q u e e s " e r * e c t am e n " o s ! b e q u e n ! n u n o d e o s e s t u d ! o s a



q u e s e h a s o m e t ! d o u n t r a t a m ! e n t o h a Ac o n s e u ! d o " o r s 7 s o o d e m o s t r a r e * ! c a c ! a , " o r t r a t a r s e d e u n e * e cm o d e s t o A " o r n o ! n c o r " o r a r c a d a u n o d

o s t r a b a o s e s u * ! c ! e n t e n ú m e r o " a c ! e n t e s c o m o " a r a e n c o n t r a r r e s u t a de s t a d 7 s t ! c a m e n t e s ! n ! * ! c a t ! + o s . Se m b a r o , a s u m a r s e t o d o s o s " a c ! e nd e t o d o s o s e s t u d ! o s s e o r a r e d u c ! r! n t e r + a o d e c o n* ! an 9 a ( a ! m "r e c ! s ! # ns e " u e d e c o n s e u ! r d e m o s t r a r e s e " o s ! be * e c t o b e n e * ! c ! o s o d e u n a m a n e r a mc a r a .O n o . . . A a q u e t a m b ! & n s e " u e d e d a r e *e c t o c on t r a r ! o , q ue a c on c u s ! # n m e t a a n - ! s ! s d e m u e s t r e q u e n o he + ! d e n c ! a s u * ! c ! e n t e c o m o " a r a a + a a r( "e se a q ue e n o ca s ! on es a ú n e s t u d " r e + ! o B " o r o e n e r a c o n " o c o " a c ! e n t e s B " u e d a h a b e r " a r e c ! d o ! n d ! c a

o c o n t r a r ! o , c o m o r a r a m e n t e e a " a s a r c o n o s r e s u t a d o s d e a u ne n s a A o s s o b r e t r a t a m ! e n t o s c o n m e d ! c ! n a s a m a d a s a t e r n a t ! + a s ) .C n o d e o s a s " e c t o s m - s ! m " o r t a n t e s q ue +a úa u n m e t a a n - ! s ! s e s " r e c ! s am e

a h o mo e ne ! d a d d e o s r e s u t ad o s d ee s t u d ! o s . n b u e n a # ! c a , u nd e t e r m ! n a d a ! n t e r + e n c ! # n t e r a " & u t !t e n d r - s ! e m " r e u n e * e c t o s ! m ! a r E " u e d

e s " e r a r s e d ! * e r e n c ! a s d e b ! d a s a a 9e n t r e os e s tu d ! os , " e r o e s ! m " r o b a b



q u e e n u n o s e s t u d ! o s e 6 ! s t a n d a t o " o s ! t ! + o s , " o r e e m " o , A e n o t re s t u d ! o s d a t o s n e a t ! + o s . 1h e t e r o e n e ! da d e 6 c e s ! +a o a e 6 c e s !d ! * e r e n c ! a d e o s r e s u t a d o s d e e s t u d ! o s q u e ! n t e r a n e m e t a a n - !r e s t a c r & d ! t o a a s c o n c u s ! o n es , c o m o

# ! c o .1 a h o m o e n e ! d a d d e o s d a t o s e s u " a r - m e t r o q u e s e s o m e t e a u n a n - ! se s t a d 7 s t ! c o , d e t e r m ! n - n d o s e s ! es ! n ! * ! c a t ! + a o n o o e s . 2 u a n d o s e dd ! * e r e n c ! a s e 6c e s ! +a s e n t r e o s e s t u d " u e d e s o s " e c h a r s e u n s e s o d " u b ! c a c ! # n o q u e e 6 ! s t a n d ! * e r e n ce n t r e a c a ! d a d A e r ! o r d e d !* e re n t e s e s t u d !o s . S ! s e c on s ! de r a ! n t e r & s c o n t ! n u a r ! n d a a n d o e n ud e t e r m! n a d a ! n t e r +e n c ! # n t e r a " & u t ! c a , " e s a r d e a h e t e r o e n e ! d a d ! n ! c ! a d e d a t o s , " u e d e n e ! m ! n a r s e a q u ee s t u d ! o s q u e t e n a n u n a m e n o r " u n t u a c ! #e n a e s c a a ! n t e r n a c ! o n a d e c a ! d a de s t u d ! o s c 7 n ! c o s o " u e d e n s e e c c ! o n as # o a q u e o s q u e t e n a n m - s d e d e t e r m! na d o n ú m e r o d e " a c ! en t e s , e t

s o s ! e m " r e q u e e 6 ! s t a u n a c a n t ! d as u* ! c ! e n te d e e s t u d ! os d e c a ! d a d c o " a r a e o , c o s a q u e , c o m o + e r e m o s , n o " r e c ! s a m e n t e e c a s o q u e n o s o c u " a . ( ; $

c a " a9 e m &t o d o c ! e n t 7 * ! c o d e e nc o ne * ! c a c ! a e n a a c u " u n t u r a o e n



h o m e o " a t 7 a ' ; , # l # s c p t i c o , < L , J )

Por todo lo dicho es fácil percatarse delos dos principales problemas

etodológicos de los meta-análisis son la

geneidad entre los ensayos incluidosminos de características clínicas deblaciones incluidas en cada ensayo,

métodos de evaluación clínicaos, ladosis, la forma farmacéutica,

pauta de dosicación del fármacodo, etc.) y el posible sesgo deblación (consecuencia, como sabemos,que no todos los ensayos clínicosente realizados se han publicado).

Además, tampoco hemos de olvidar quenclusiones del meta-análisis debeneen el contexto del resto deocimientos biomédicos. La homeopatía,

mo veremos en seguida, es la campeonalnerar todas estas características.

El meta-análisis ha experimentado en losos tiempos un incrementoonencial, dato que ha hecho dudar anos del auténtico valor para el que fueo:aumentar la potencia estadística,

abilidad de encontrar una diferenciacativa si realmente la hubiera. El



lma, como tendremos ocasión de ver,que también se puede conseguir talnicativa sin que la haya. Noeextrañar que debido a esta ebreeta-analítica algunos digan que

ualquiera que se inicie en una nueva áreaestigación, solicite una beca o realiceoctoral debería antes realizar uneta-análisis del tema con el objeto deerque ya se conoce ". Los meta-

repseudom edicinas se llevan lama en este aspecto, siendo además

plos excelentes del sosma del " pesovidencias ".

Este sosma consiste en hacer creer que

últiples elementos aislados de pruebaso convincentes, es decir, simplesechas o argumentos débiles, que laayoría de las veces no son ni eso, poseena fuerza probatoria o demostrativando se consideran en conjunto. Sinbargo, lo cierto es que un conjunto de

ncias poco able sigue siendo pocobleypoco probatorio. Y conviene aclararesto es frecuente no sólo en las

udomedicinas sino también en el ámbitomedicina cientíca. En ambos casosela mala costumbre de agrupar



ariosestudios clínicos poco signicativosonsiderarlos en conjunto para demostrar

modo una supuesta diferencia. Estaanera de actuar es siempre sospechosa, y

dos razones. Primera, porque talpación sólo tiene validez cuandobién son válidos los estudiosales. Y segunda, porque si esrecurrir a un gran número de

spara demostrar una diferencia, la

real debe ser pequeña y, ensecuencia, es probable que sea pocoportante (Skrabanek y McCormick, ibid ).

Un ejemplo de esto lo tenemos en losayos clínicos publicados en 1994 en las

The Lancety British Medicalnal, donde se pretendía demostrar lacacia de la homeopatía en el asmaquial. En ellos, sobre todo en elndo, aunque aparecía una ciertaejoría, los benecios no resultaban

erdaderamente signicativos. En estasstancias es fácil caer en la tentaciónagrupar los datos para abultar unaexistente. Otro caso aún másaniesto de esta clase de sosma fue lafrencia de consenso celebrada por los



H ( National Institutes of Health ) de EEUUecupuntura en noviembre de 1997.

om eopatía Y Medicina Basada En Lavidencia

Las limitaciones del ensayo clínico en laedicina cientíca se transforman enposibilidad en el caso de la homeopatía.efecto, en sentido estricto (al basarsecrirsindividuales de enfermedad,óstico y tratamiento, como vimos enopodemos realizar ensayoshomeopáticos. La homogeneidadlacional, es decir, el principio deer grupos homogéneos

mparables, el ciego y la especicidadutica son metas imposibles deseguir en homeopatía. Por tanto, susos carecerán de validez.

En realidad, nos encontramos ante una

dicción: la homeopatía tiene quedir a métodos alopáticos pararmarse. Por tanto, los estudios quegamos, si son cientícos, no sonmeopáticos, y si son homeopáticos, nontcos.

Pero a pesar de la contradicción y laez,loshomeópatas necesitan



speradamente realizar estudiosazón es bastante sencilla.

Una vez que falla la explicación, elt escalón utilizado por lasudomedicinas en general y lameopatía en particular es el ensayoue será un engendro alópata-meopático, según lo que acabo de decir.nrealidad, de una parasitacióncin robo que le sirve a la

meopatía de coartada para tener unectocientíco y poder difundirse así enmédica.

Dicho esto, el capítulo presente tendríanalizar aquí, puesto que si los

ayos homeopáticos son defectuosos pornición, no merece la pena realizar suosición y crítica. Sin embargo, para quese me trate de ignorante o falto dementos, examinaré brevemente losayos más representativos y polémicos,conrmarán lo que digo: la falta de

alez y la contradicción. Pero antes haye examinar otro problema cuyausión en los ensayos clínicos esdamental.

La organización de los ensayos exigeer de antemano de qué estamos



lando, es decir, para evaluar un objetoemos previamente denirlo. ¿Quédemos, pues, por homeopatía? Quizáensaba ingenuamente que todoaclaro. Pero la homeopatía sigue alosa frase de Grouchoarx: " Estos son mis principios. Si no le

n,tengo otros ". Veamos cuáles sonsrincipios.

Hasta este momento hemos supuesto que

una sola homeopatía, la clásicahnemanniana, con sus cuatromeochistes. Pero tal suposición, queede ser cierta a nivel teórico-explicativo,eosprincipios generales, no lo

velclo-práctico. Y de lo que seuí es precisamente de evaluar lacacia clínica.

El problema es que desde el punto declínico-práctico existen varias

odalidades o escuelas de homeopatía o,ejor aún, prácticas anes que no siguenprincipios o lo hacen de modono metódico. De hecho, no

emos si realmente estamos hablando demeopatía o de otra cosa. Ahora bien, siremos ser rigurosos y que los ensayosválidos, es indipensable que antes del



pondiente ensayo se dena el tipo demeopatía de que se trata. En otrosinos, deben establecerse unos criterios

mogéneos de actuación y técnica parasensayos puedan darse por válidos.evidente que no se pueden mezclarrras con merinas para que al nal loscuadren a su favor. Y esto es

mente lo que se hace en algunosetaanálisis. Veamos, pues, las principales

cuelas " homeopáticas, por llamarlas dena manera, y los diferentes saberesédicos existentes según los homeópatas,

midos en la gura 7.Las deniciones que a continuación daré

da tienen que ver con la medicinaa. Existen, eso sí, términosos usados indebidamente yncias y técnicas robadas a laicsaalopatía, es decir, a la medicinaca.



iaLa toterapia no debe confundirse con la

meopatía, confusión que puede serda en ocasiones ya que muchos

meópatas utilizan también la toterapia.toterapia entendemos el uso de



preparaciones hechas con éstas,nes curativos o preventivos. Dos sonndamentales.

En primer lugar, aunque los productosemplea la homeopatía son naturales,dos pertenecen al reino vegetal {Nuxmica, Aconitum napellus, Árnica montana,lmcepa, etc.) sino también al mineralm muriaticum, Arsenicum álbum,uprum metallicum, etc.) y animal (Apis

ellca, Lachesis, etc.).En segundo lugar, estas sustancias han

erelaboradas de forma homeopática,oprecisamente esta elaboración locial para conseguir el resultado

utico. Más aún, sin esta elaboración,uchos productos, principalmenteegetales, actuarían de modo alopático. Laeba de ello es que gran cantidad deacos de la medicina cientíca derivan,

una elaboración físico-química, deuctos vegetales, animales o minerales.cordemos, por ejemplo, que fármacos tanportantes como la aspirina, la digoxina,a,lanovocaína y la penicilinanorigen vegetal.Así pues, es evidente que el uso de lapia en los estudios clínicos los



aque, además de ser terapiastas poseen en ocasionessactivos con importantes efectosos.pia

Los bioterápicos son sustanciasnidas a partir de productos de origenicrobiano (cultivos microbianos, sueros,

acunas) o de secreciones o excrecionesgicas, denidas únicamente por su

odo y su condición de extracción. Poseeneralmente una composición compleja yecen de una denición química

En homeopatía, el bioterápico (o

odes ) es un material biológico que,ydinamizado, se prescribe comoedicamento. La prescripción se hacedo el principio de similitud (si,

mo veremos a continuación, se hacedo un principio de identidad,nces hablamos de isopatía). Se lesa bioterápicos porque, a parte deesinum (obtenido de la serosidad delncro primitivo silítico), Psorinum

m ado en las lesiones de sarna demos aún no tratados), Medorrhinumniente de las secreciones uretrales



ulentas tomadas del enfermoorragia) en período de derrame),berculinum (tuberculina bruta) yolacilm (usado de varias cepas deno han sido objeto de

génesis. Nos encontramos, pues, antea variedad de homeochistes: losgicos, poco valorados en el clubédico de la comedia.t

Junto a la homeopatía y la alopatía sediguir la isopatía, que es, dichomente, la curación por lo idéntico:aliaqualibus curantur. Otros dicen:

moedem curantur. No obstante, parece

que el principio de la isopatía omuy antiguo, remontándose aócrates, quien lo enunció de unamanera: vomitus vomitu curantur.e encanta el latín porque, además de

éase el prólogo), hace que parezcahablamos en serio.

Más allá de las palabras, hay unafundamental entre el principio

mildhomeopático y el principio dedisopático. En el de similitud, eliento lo constituye una sustancia

az de generar síntomas semejantes a los



aparecen en la enfermedad. Por elarioelrincipio de identidad se basamiento con la misma sustanciauctora de la enfermedad. Estearece que fue puesto en prácticaprimera vez por el médico y místicoRobert Fludd (1574-1637), quientosde tuberculosos para tratarpacientes con esa misma enfermedadbién empleó un termómetro para medir

peratura de la sangre). Sin embargo,desarrollo se debe principalmente almeópata veterinario Guillaum e Lux3-1849), contemporáneo deahnemann.

Así pues, las diferencias existentes entresde semejanza e identidad nonmpedido que los homeópatas se hayaneñado paulatinamente de la isopatía y

principio: utilizan secrecionesgicas (orina, pus, heces...) de uno oariosenfermos, que se supone contienenmen o toxina causantes, afectadoslamisma enfermedad a tratar (porplo, Streptococcinum ). Desde luego, lasnes en cuestión se diluyen ymizan adecuadamente. En ciertaanera, volvemos a lo mismo, esta vez



con más razón: parece que lasacunas y autovacunas siguen estepero, de nuevo, la explicación

ca(véase el capítulo 4) nada tienever con lo que pretenden los

meópatas. Además, estos últimosmeten la causa productora (sustanciamica, germen...) a los métodos de

propios de la homeopatía,ientras que la medicina cientíca los

odica cuantitativa y cualitativamentedo las leyes biocientícasiales.

En cualquier caso, debo insistir en quees lo mismo producir síntomas

mejantes a una enfermedad, falsa oque producir la enfermedadisma. Se supone que la homeopatíauce síntomas semejantes a la

medad, y que la isopatía puedeucir con sus remedios la enfermedadmodo total o atenuado, según la

empleada y la forma deministración, o simples reaccionesversas. Se tomen por donde se tomen,meopatía e isopatía son cosas diferentes.ezclarlas en un estudio clínico es

aque la isopatía, aunque sea



modo totalmente empírico, sí puedetosbiológicos si el medicamentoerestos del principio activo.omeopatía UnicistaAgrupa a aquellos homeópatas que,ándose en los principios deahnemann, utilizan el remedio único o un

remedio. No obstante, podemosios tendencias:

El unicismo hahnemanniano es la

meopatía clásica de Hahnemann y sepor administrar el " remedio

por vez ", ya sea en dosis únicas, enrepetidas o en dosis sucesivas en

ascendente. El resto ya lo

ocemos.El unicismo kentiano, que prescribe elmedio único por vez " pero en una solay,generalmente, a dilución alta ouy alta. Jam es Tyler Kent (1849-1916), de

n toma nombre esta escuelameopática, fue en su tiempo elmeópata más importante de EEUU. Llevóde Hahnemann a extremos deoes de extrañar que su autorera Emmanuel Swedenborg, unde atar, a quien Immanuel Kantóel" oráculo de los espíritus ", dado el



uesto contacto que mantenía con talesKent, por su parte, incluyó lass teosócas y ocultistas en lameopatía, convirtiendo a ésta en unantareligión y despreciando a losmeópatas que no seguían su doctrina.

No hace falta decir que para Kent todasatologías se deben a trastornos oespsíquicas de los individuos ylos únicos síntomas a valorar en la

clínica son los psíquicos. Supertorio es de obligado cumplimientoodos los homeópatas que siguen sua( repertorio es un texto compuestoun índice de síntomas y una lista de

elsmedicinas que se ha demostradoucen o curan los síntomas especícos).Repertorio kentiano está dividido en

nes que contienen los síntomasgenéticos y las pruebas clínicasrquizadas conforme al valor que suotorga a éstos. Cada sección contieneobre rúbricas (síntomas enumeradosnrepertorio, en este caso los síntomasás importantes según Kent), lateralidad

ha e izquierda), horario (modalidadesritmo), subrúbricas (modalidades

ales, de ambiente, posición y



ias), extensión (evolución delma en cuestión), sensacionesvaciones particulares) y localizaciónotropismo selectivo de la sustancia).

La repertorización es el proceso deminación del medicamento correctolapersona en cuestión mediante latación de sus síntomas característicos,búsqueda en un repertorio de lasncias que causan esos síntomas, la

minación de las sustancias quesan el mayor número de esos síntomaspor último, la selección de una

ncia que se adecué lo másmente posible a la totalidad de la

ona.Así pues, los diagnósticos y tratamientoslas escuelas hahnemannianas y

tnas serán diferentes y, ensecuencia, no habrá un criterio dencomún y preciso que permita unde calidad.omeopatía Pluralista O Pluralismo

Consiste en la administración de variosedios de manera alternada con un lapso

ariable entre las tomas, es decir, no alismo tiempo. Se basa en la creencia deutilizando varios remedios hay más



des de acertar. Sin embargo, estoaen contra de una de las bases de lameopatía: cuantos más remediossume el paciente, menor es lasobre todo a largo plazo ycialmente en el tratamiento de lasmedades crónicas.

El remedio se elige de modo organicista,homeopático, teniendo en cuenta la

medad y no el enfermo. No se

a por el principio de semejanzaor la función de ese remedio sobreos determinados órganos. Por esa razón,

medio drenador se prescribe a unanbaja que más bien se trata de

tratamiento toterápico. El remedioador es un remedio elegido por sunidad anatomopatológica, que se utilizade comenzar el tratamiento de fondonalidad de " preparar el terreno ", esdrenar toxinas y evitar las

nes desfavorables que puedamedicación de fondo. Más allála realidad que puedan tener estasue realmente tienen es pocoomeopático.

Los pluralistas dividen los síntomas engrupos: sensoriales, funcionales y



Ello les permite utilizar alenos tres remedios, uno por cada grupo

mático. El remedio para los síntomasorialesseusa a dilución alta, el de losnales a dilución mediana y el de losdilución baja.

Hay pluralistas que practican técnicasde lahomeopatía, tales como laapia, la iridología, la quiropraxia, lanoterapia, la mesoterapia, la

ralterapia, los oligoelementos, etc.lgunos, incluso, cuando quieren curar,

medicina cientíca. Otros, sinbargo, preeren volver a sus orígenes

os(véase el capítulo 1) y usan el

edio homeopático inyectándolo enntos de acupuntura (puntos de Weihe), yse ha llegado a establecer una

pondencia entre tales puntos y losedios homeopáticos; a tal

edimiento se le ha llamado, comoemos, homeosiniatría (véase el capítulo

Nota: El club médico de la comedia tieneebas de que la inyección de remediosmeopáticos en el " punto de la risancadena un incontenible deseo der homeochistes.



omeopatía Complejista O ComplejismoNi siquiera es una escuela de

meopatía, como algunos pretenden, yasu práctica no es propiamente

meopática. El complejismo consiste en lación de mezclas de remedios anes en un vehículo común.s preparados, aunque hayan sidoos individualmente, no respetan elde similitud. Recordemos, en

ada remedio homeopático tieneatogenesia. Pero nadie ha demostradoatogenesia de la mezcla sea igual asuma de las patogenesias de losedios separados. Mientras los

mplejistas no demuestren esto, se tratarána homeopatía gratuita y cercana a laen su modo de prescribir. Enlo único que conservan de

meopáticos tales remedios es laración, que sigue siendo la de lasesdinamizadas.

Para colmo, no sólo mezclan losedios sino que también utilizan, como

pluralistas, otros procedimientos(toterapia, acupuntura, etc.)

incluso alopáticos (vitaminas,gésicos, hormonas...). Esta vez, y sin



sirva de precedente, el comentariocoso se lo dejo a un homeópata ortodoxo,mo Hahnemann manda:

s ! s t ! e n d o a u n a c o n * e r e n c ! a d e uc o n o c ! d o c o m " e ! s t a , o 7 m o s c #

r e c o m e n d a b a t r a t a r e s 7 n d r o m e + a r ! c oc o n 3 o n c e 4 r e m e d ! o s s e " a r a d o s A u* # r m u a d e o t r o s c u a t r o r e m e d ! o s s o uc ! # n . S e o " e r m! t e t o d o , t an t o qh a c e u n o s a o s ! n + e n t # a o r a n o t e r a "t e r a p i a q u e c o n s i s t e e n u n a e s t i m u l a c i ó

o r g ' n i c a e s p e c í f i c a s o b r e e l ó r g a n oh u m a n o a f e c t a d o a p a r t i r d e lc o r r es p o nd i e n t e d e u n a n i ma l s a n oG . ( M e " r e u n t o q u & " e n s a r 7 a n o s " s ! c o a n a !s ! s u " ! e r a n q u e o s n e u r # t ! c o s s ot r a t a d o s " o r o s o r a n o t e r a " e u t a s c o

c e r eb r o d e b ue A d ! u ! do A d !n a m! 9a( > . n c a r o a ,i b i d ) .En todos los sitios hay traidores, señor

ncarola. Y por favor, no les dé ideas a losanalistas...

Lo que aquí me interesa señalar, con lovolvemos al principio de este capítulo,

son las disputas que los propiosmeópatas tienen entre sí sino el hechoutilación de todo ese variopintoundo homeopático en los estudios

que los hace totalmentesi lo que verdaderamente se



de es probar la efectividad de lameopatía.cipales Estudios Médicos

Manejando todos los conocimientosuiridos en páginas anteriores, estamosaen condiciones de comentar por ordenológico algunos de los principalesayos clínicos realizados sobre lameopatía:

● C. Hill y F. Doyon ("Review oomized triáis of homeopathy", Rev.em. et Santé Publ, 38, 1990, págs. 139-7)analizan 40 estudios clínicos y lleganclusión de que no existen pruebastables sobre la efectividad de la

meopatía. ● J. Kleinjen, J. Knispschild y G. teraltofhomeopathy», BJM,2,1991, págs. 316-323) examinan 107ayos clínicos controlados sobremeopatía y concluyen que no hayebas sucientes que apoyen suDe momento me ahorraré másmentarios, pues sus resultados guardanparecido con los de K. Linde yoradores ( The Lancet, 1997), al queiaré una crítica más extensa dada suusión.



● J. Jacobs, L.M. Jiménez et al.ment of acute childhood diarrhea

ihomeopathic remedies: a randomizedicaragua", Pediatrics, 93,94, págs. 719-725) investigaron eliento homeopático de la diarrea en

snicaragüenses. En el tercer día deliento el grupo homeopático obtuvoenos deposiciones diarreicas que el grupo

ol<0,05). No obstante, los críticos

Sampson y W. London, "Analysis omeopathic treatment of childhooda", Pediatrics, 96, 1995, págs. 961-4) señalan que no hay diferenciascativas en los días 1, 2, 4 y 5, lo que

a entender que la conclusión no esála. Al margen de varios erroresatemáticos en los datos de las tablas,

bía una diferencia sospechosamenteayor entre los grupos de control yiento, entre niños que tenían

menes en sus deposiciones y los que no,e hacía pensar que se podía haber

ministrado algún anti-infeccioso, por loude sería doble.

● E.S.M. Lange de Klerk, J. Blommers e("Effect of homeopathic medicines on

rden of symptoms in children with



nt upper respiratory tract" BJM, 309, 1994, págs. 1.329-2) analizan los efectos de los remediosmeopáticos en niños con infecciones

recurrentes del tractosuperior. Del grupo total, 84s reciben el placebo y 86 elpondiente remedio homeopáticoalizado. Los investigadorescluyen que los remedios homeopáticos

mejoran los síntomas ni las infecciones.• D.T. Reilly, M.A. Taylor, J.H. Campbell

al ("Is evidence for homeopathyducible?", The Lancet, 344, 1994,s.601-1606) examinan el tratamiento

meopático del asma alérgica. El estudio,por el famoso y desaante D.T.ués veremos por qué), se realizó

e 28 pacientes, 13 de los cualesel remedio homeopático y los

lcebo. Además, combinan estecon otros dos anteriores sobre labre del heno, es decir, realizan unetaanálisis de los tres ensayos.

oncluyen que, en general, la homeopatíaes un placebo y que es reproducible.o llegan a preguntarse: ¿Laducibilidad de las pruebas va en favor



na demostración de la actividad de lameopatía o de una demostración de laacidad de los ensayos clínicos deucir resultados falsamente positivos?a " ponerse la venda antes deda "). Vayamos por partes.

No había sucientes pacientes para uncativo. En un principio eranunque realmente sólo se utilizaron losde 24, ya que cuatro abandonaron el

por diferentes razones. Para colmo,ían consumiendo su medicaciónial broncodilatadora.

Los informes personales de sentirseejor no son ables. ¿Si un paciente

erimenta mejoría es prueba deperación de la enfermedad? Hayuchas enfermedades en las que el

ntese siente mejor y, sin embargo,enfermo. Por tanto, es necesario

nas medidas siológicas adecuadas rigurosas de la mejoría. De hecho,

ndo se efectuaron medidas objetivas dención pulmonar, sólo uno de losntes del grupo de homeopatía mostróamejoría cuanticable respecto a lospo placebo ( p = 0,03).



Es incorrecto combinar este pequeñocon trabajos previos sobre

medades diferentes, estudios quen,además, severamente criticados en

omento.Paso por alto que los estudios fueran

anciados por laboratorios homeopáticos,esal n y al cabo los laboratoriosos hacen lo mismo, pero lo que noedo pasar por alto es que la publicación

debiera en gran parte a la presiónpor la King's Fund, es decir, ladación tras la cual se encuentra la casainglesa, cuyos componentes son

sde lahom eopatía, sobre todo el

e Carlos. Esto explica que Thencet publique cócteles meta-analíticoseudocientícos.

Debo hacer aquí un nuevo inciso técnico.apreciar el alcance de estos ensayosportante realizar una encuesta que

e la probabilidad p en sentidoque descarte que los

os entre dos tratamientosedicamento homeopático y placebo) de unismo mal sean debidos simplemente alscorriente considerar la diferenciaos resultados como signicativa



p es inferior a 0,05, o, dicho de otraanera, si la diferencia tiene una

dsobre 20 de ser debida al azar.umbral ha sido escogido para juzgarientos cuya ecacia se sitúa en elbito de lo verosímil. Pero si de lo que se

de testar o comprobar hipótesiso verosímiles, el juicio debe serfntado con un valor de p mucho másecirque dicho juicio debe tener

uy pocas posibilidades de ser producidoLa ecacia de una alta diluciónmeopática que no contiene ni una solaolécula activa es particularmente

mil. Por tanto, para que una

eriencia anunciada como signicativaonvincente, necesita obtener valores p extremadam ente bajos, inferiores a

1(de ahí que el ensayo que sólo utilizabos no debe dejar al azar más que unadsobre 1.000).

En los ensayos que anuncian efectossobre la diarrea (como el de

acobs y otros), p es igual a 0,05. En losyos de D.T. Reilly sobre el tratamiento

ma, la cifra es mejor: se anuncia quees igual a 0,03. Sin embargo, algunos

es estiman que este valor es



masiado elevado y nos recuerdan que,zgar el conjunto de los valores de plos ensayos sobre homeopatía, es

contabilizar los ensayos negativos.hora bien, estos rara vez son publicados.evaluar seriam ente los ensayos sobremeopatía es necesario que, por cadaensayo, se publique lo esencialsu protocolo antes y no después delde los datos. Así nos podemos

urar de que los resultados, incluso losativos, sean conocidos, y que losean los previstos y nogidos en función de los resultados.lmo, con el conjunto de resultados,

y negativos, se obtiene lacación con un valor de pmadamente pequeño.

● P. Lokken, P.A. Straumshein et al.ffect of homeopathy on pain and otherts after acute trauma: placebol trial with bilateral oralery", BJM, 310, 1995, págs. 1.439-2) examinan el alivio del dolor en lasnes dentarias y en la cirugía oralediante remedios homeopáticos o

bos. Lo interesante del estudio radicaque 14 de los 24 sujetos eran



ntes de homeopatía y 2 de los 5eseran homeópatas. A pesar de ello,ldos no fueron favorables a la

meopatía, tanto en el alivio del dolormo en la inam ación de los tejidos.

● K. Linde, N. Clausius, G. Ramírez e("Are the clinical ef-fects of homeopathy

bo effects? A meta-analysis obo-controlled trials", The Lancet,0,1997, págs. 834-843 [ed. española, 32,

98]) tienen como objetivo evaluar si elidenticado con los remedios

meopáticos es equivalente al efectocado con un placebo. Los hallazgoseden resumirse diciendo que el

iento homeopático era 2,5 veces másue el placebo. Pero esto es meraPara empezar, seamos más

odds ratio combinada para losestudios incluidos en el metaanálisisal fue de 2,45 a favor de lameopatía. La odds ratio corregida para elode publicación fue de 1,78 y la odds

de los estudios de buena calidad fue1,66. Veamos cómo se obtienen e

nestas engañosas cifras.El estudio pretendía ser una

uación del realizado por Kleinjen e



M, 1991). Pues bien, tras una arduase consideraron adecuados parasión en el metaanálisis 89 ensayos86 identicados en principio. Estepo mantenía, sin embargo, una granad. Recogía trabajos publicados1943 y 1995 sobre 45 situaciones

mente diferentes. En ellos seba la ecacia de hasta 50edicamentos homeopáticos distintos que

ministraban de forma uniforme a todoepacientes, lo que no respeta lossde la hom eopatía. En efecto, laalización del paciente y deledio es algo de lo que presumen los

meópatas para engañar a los enfermosesalhora de la demostración reniegansus principios e incurren en

dicción. En 13 ensayos (15%) seodelo clásico de homeopatía, en5%) el modelo clínico, en 20 (22%) elodelo complejo, y en 7 (8%) la isopatía.

Para complicar aún más la situación, lossse clasicaron en los cuatro tiposalesde homeopatía y en los tres

de diluciones: bajas (C1-C4),edias (C5-C11) y altas (superiores a C11).

uando se seleccionó un único remedio



meopático a partir de la base del cuadrosíntomas totales de un paciente, seominó homeopatía clásica, que layoría de los médicos consideran el tipomás ecaz y puro. Cuando seministraron uno o varios remediosales para situaciones clínicasdar o diagnósticos convencionales, seominó homeopatía clínica. Y cuando se

mbinaron remedios múltiples en una

ula estándar ( Fertigarzneimittel ) parrisíntomas y diagnósticos de uno, se denominó homeopatía

mpleja (mezcla de medicamentosmeopáticos que, según sus defensores,

sinérgicos). Por último, cuando sediluciones agitadas seriadas aelagente causal en un procesooo toxicológico (como con unaacuna), se denominó isopatía. Emen, a la hora de buscar resultadosdo vale.

Sólo el 29% de los ensayos presentabanametodología adecuada y sólo el 24%mplía con el principal criterio den según el baremo establecido.guna serie de estudios cumplió por

mpleto los criterios de reproducibilidad



nidos por los propios autores, queerían como mínimo tres reproduccionespendientes sobre el mismo proceso

con el mismo modelo demeopatía, remedio, parámetro deoy población similar.A medida que los estudios eran de mejory los tratam ientos se estudiabanseparado según patologías concretas,resultados eran negativos para la

meopatía o al menos no demostraban sucacia. Por ejemplo, de los cinco estudiosun modelo clínico o complejo para elperatorio, en el ensayo de mayoraño y mejor realizado se identicó un

onegativo que fue el contrario delidenticado en los otros cuatroayos. Por su parte, Daniel Schwartz1985 un riguroso estudio en elERM, no nanciado por laboratorios, en

emostró claram ente la inefectividadm eopatía en el restablecimiento delaltascirugía digestiva.

En cuanto al intento de ajuste para elode publicación — el cual, recordemos,rece cuando la posibilidad de que unayo se publique depende, hasta ciertonto, de su resultado; en consecuencia,



osesgo diculta la interpretación demeta-análisis, ya que los ensayos

ervados sólo pueden ser un subgrupoado, por ejemplo, los más— , el orden de magnitud de esteo sólo pudo ser, lógicamente,ativo. Para los autores, la correcciónajuste de los resultados globales parasayos omitidos disminuyó, pero noó,elefecto a favor de la homeopatía.

onsiguiente, parece poco probable quede publicación pueda explicar porsresultados. Sin embargo, losdores admiten que el problema

m ente es susceptible de ser resuelto

rerregistro de los ensayos.Pasemos ahora a los principales puntosusión.

1. Los dos tercios de los ensayos fueroncientes desde un punto de vistaetodológico, un tercio fueron razonables yadécima parte muy buenos.

2. Puesto que no se ha podido excluir elode publicación y los ensayos de malaesposible que las combinacionesestos factores y otros no tenidos ennta hayan conducido a un resultadoeo favorable a la homeopatía. Sin



bargo, los autores arguyen que susos son compatibles con otra

mática global (Kleijnen et al.,91) y con un metaanálisis (Boissel et al.,96) de ensayos clínicos homeopáticos.bviamente, esto es una redundancia, puesico que demuestra es que los otrosetaanálisis fallaban en lo mismo.

3. Los autores admiten que desde suetaanálisis se han publicado diversos

ayos relevantes no precisamentermadores del valor de la homeopatía.síWiesenauer y Lüdtke publicaron unetaanálisis de sus estudios sobrealphimia glauca para la po-linosis

ienMed. Wochenschr, 147, 1997, págs.3-327) que incluyó datos procedentes deestudios que sólo habían estadonibles en forma de resumen sin datoselmetaanálisis. Dos de los ensayosrmaron los resultados positivoss aunque en el restante secó en el grupo placebo un mejoro que en el grupo tratado conmeopatía. En 1997 se publicaron dosayos rigurosos sobre tratamientomeopático clásico, controlado conbo, de la cefalea crónica. Uno había



odisponible en forma de resumen.guno de los dos ensayos mostró unuperior de la homeopatía sobre elbo. Estos resultados contradicen unayo de Brigo y Seperlloni, queencionaron efectos positivos a favor de la

meopatía.4. Este punto, que los autores

ominan implicaciones, es el mejor dede hecho, casi puede considerarse

homeochiste. Comienzan armando queestudio de marras carece de

placiones importantes para la prácticaue apenas identicó pruebas deecacia de determinada estrategia

meopática individual sobre cualquiereso clínico individual. No obstante,que el estudio tiene implicaciones

portantes para la investigación futura enmeopatía. Consideran que está

mente justicado un esfuerzo seriovestigar lahomeopatía a pesar de suosimilitud. Es decir, ésta careceinicación clínica y es inverosímil,ay que seguir investigando! Y en elo de los despropósitos, arman que esable que los ensayos de mayor calidadhomeopatía proporcionen resultados



enos signicativos que los que hemoscado. Esto sería de prever incluso simeopatía produjera un efecto clínicoQuién entiende esto? Sólo losmeópatas, cuya intención es mantener lambre y la confusión. La verdad,mbio, es mucho más simple:

C n e n s a Ao a e a to r ! o d e ; s ó l o u n s o l v e n t e;* r e n t e a ;d i l u c i o n e s i n f i n i t a s; e s u n u e od e a 9 a r e n t r e d o s " a c e b o s . ( V

an d e n b r ou c W e , ; H o mo e o " a t h A t r ! ao !n n oQ h er e ; ,9 h e a n c e t , J @ , < ? ? =

" - . K ) .No quiero dejar sin mencionar un jugoso

mentario de J.P. Noiry ("Évaluation deéopathie (suite). Une métaanalyse en

stn", Prescrire, 18, 1998, págs. 39-41)hace referencia al metaanálisisosólo coincide plenamente conque aquí vengo diciendo sino quede nuevos datos en contra de la

meopatía (las cursivas son mías):n < ? ?@ r e s c r i r e " u b ! c # u n a r t 7 c u o q u e r e c o 7 a o s r e s u t a do s d e e s t ud !+ a r ! o s ! n * o r m e s d e e + a u a c ! # n m e d ! c a m e n t o s h o m e o " - t ! c om e t o d o # ! c a m e n t e c o r r e c t o s A sr e s u t a d o s n o m o s t r a b a n n ! n ud ! * e r e n c ! a * r e n t e a " a c e b o . O tm u c h o s e n s a Ao s c o m" o r t a n ! m "r e c ! s ! o n



q u e e n ma s c a r a n s u s r e s u t a do s , c o mo se t r a t a m ! e n t o n o d e c a r a d o " o r " a c ! e n t e c o n m e d ! c a m e n t o s a o " - t ! c o s , m a d ! s e o d e e n s a Ao c 7 n ! c o c r ! t e r ! os m a e s t a b e c !d os A u n n úm! n s u * ! c ! e n t e d e s u e t o s . + a d a p e r m i t ea f i r m a r q u e l o s m e d i c a m e n t oh o m e o p ' t i c o s t e n g a n u n a a c c i ó nt e r ap u t i c a e s pe c í f i c a . . . G . 1 a a " a r ! c ! #d e m e t a an - ! s ! s d e9 h e a nc e t n o s e +a " r e u n t a r n o s s o b r e e ! n t e r & s A m & t o d o s c ! e n t 7 * ! c o s d e a u n o s ma n - ! s ! s A d e & s t e e n " a r t ! c u a r . $c r e d ! b ! ! d a d m e r e c e e s t a m e 9 c a r e s u t a d o s s o b r e s ! t u a c ! o n e s c 7 n ! c a s h e t e r o & ne as c om o e a s m a , a c ! s t !

o s d o o r e s d e " a r t o , e c o o n ! r r ! t a ba s + e r r u a s ' , $ o a m e 9 c a d e c r ! t e r

d e u ! c ! o c o m o a t a s a d e s u " e r + ! + e n* r en t e a m a n ! * e s t ac ! on e s s ub e t !+ a s + a ! d a d a s ' $ 2 u - e s a c o h e r e n cc ! e n t 7 * ! c a d e e n o b a r e n s a Am et o do # ! c a m en t e c o r r ec t o s , d o n d e r e s u t a d o s s o n o b a m e n t e n e a t ! +ou n a m u t ! t u d d e " e q u e o s e n s a Ao s m e t o d o o 7 a ! n c ! e r t a ' a h o m e o p a t í ar e s p o n d e h o % a c u e s t i o n e s s o c i o l ó g i c a se c o n ó m i c a s m ' s q u e a c u e s t i o n e se s t r i c t a m e n t e b i o m d i c a s .> e s u ta s o r " r en d e n t e A c o n t r a d ! c t o r

e n c o n t r a r e n e m e t a a n - !c o n c u s ! o n e s d ! s t ! n t a s d e a s d e e n s



o r ! ! n a . s 7 , e n e s t u d ! o s e n q u e c o n s ! d e r a b a q u e n o e 6 ! s t 7a u n a d ! * e r e ns ! n ! * ! c a t ! + a * r e n t e a " a c e b o , s e ún u e + o t r a t a m ! e n t o e s t a d 7 s t ! c o h o m e o " a t 7 a " r e s e n t a u n a e * ! c a c ! a s u " e r !a " a c e b o , o ! n c u s o s e + a o r a n e n s ac 7 n ! c o s c o n c o n c u s ! o n e s " o s ! t ! + a s e nq u e n o h a b 7 a e 6 ! s t ! d o u n s e u ! m ! e nr ! u r o s o d e o s " a c ! e n t e s , e s d e c ! r , qe r a n m e t o d o # ! c a m e n t e ! n c o r r e c t o s . " a %,e n d e f i n i t i v a , m u c h o s e 2 e m p l o s q u e nl l e v a n a p r e g u n t a r n o s p o r l a c a p a c i d a dd e l o s a u t o r e s d e e s t e m e t a a n ' l i s i s % dl o s c o n t r o l e s p r e v i o s a l a p u b l i c a c i ó n eT h e 1 a n c e t .

o d e m o s t o m a r d o s a c t ! t u d e s . 1 a d e ! n c o n d ! c ! o n a e s d e a m e d ! c !h o m e o " - t ! c a , q u e n o h a n h e c h os u * ! c ! en t e s e s *u e r 9o s d e ! n + e s t ! a cc 7 n ! c a : m e n o s d e J e n s a Ao s c 7 nm e t o d o # ! c a m e n t e a c e " t a b e s e n J ae n t o d o s o s c a m "o s d e a m e d ! c ! n a % ac ! r u 7 a , n o " u e d e n c o n s ! d e r a r s es u * ! c ! e n t e s . 2 o n s ! d e r a n q u e e d e b a t e ec e r r a do A q ue a " r ! o r ! d ad m - s u r e ne s t - e n a m a t e r ! a d e ! n + e s t ! a c !c 7 n ! c a . C a b e p r e g u n t a r s e s o b r e l an e c e s i da d d e a l gu n o s c o n t em p o r 'n e o s( p r i n c i p a l m e n t e o c c i d e n t a l e s) d e p o n e r e n t e l a d e 2 u i c i o l o s d a t o s c i e n t í f i c o s e

b e n e f i c i o d e l o i r r a c i o n a l , d e s d e l ah o m e o p a t í a a l a a s t r o l o g í a .



Me preguntaba más atrás cómo senían en el meta-análisis las engañosasorde la homeopatía. Ahora yaemos, hasta los propios autores lomiten a lo largo del estudio dando unacal y otra de arena: suposiciones

de conrmar, ensayoseralmente de mala calidad por muycausas, incumplimientos de losioscriteriosy agrupaciones indebidas

diversas situaciones clínicas. Enclusión, lo que pretenden realmente losesdel meta-análisis es algo de sobraocido: transformar un efecto pequeño een signicativo mediante la

mbinación de estudios irrelevantes coninsignicantes. Los meta-análisisnvierten así en un río revuelto dondemeópatas intentan pescar suculentas

Además, la apariencia dead que dan este tipo de estudios

mite perpetuar el mito homeopáticombito cientíco. Pero aquí la culpaes sólo de los homeópatas, que se

vechan de la ocasión, sino de la propiaedicina cientíca clínica, que ha hecho

nsayo clínico y del meta-análisis looy más perfecto, es decir, la esencia



médica, cuando en realidad esmero método al servicio de la

ción cientíca. ● K. Linde, M. Scholz, G. Ramírez et al.,

pact of study quality on outcome inbo-controlled trials omeopadiy", Journal of Clinicalemiology, 52, 7, 1999, págs. 631-636.trata de un meta-análisis sobre 89

ayos clínicos en los que se compara un

iento homeopático con un placebo.autores están interesados en

mprobar la inuencia del rigoretodológico de los estudios sobre losos obtenidos. A pesar de ser

sores de la homeopatía, reconocencuanto más riguroso es el protocolobleciego, etc.), menor es elue presenta la homeopatía, y quento peor es la calidad que tienen loss,mayor es el efecto conseguido por

meopatía. ● R.W. McCarney, J. Warner, P. Fisher y

Van Haselen ("Homeopathy formentia", The Cochrane Library, 1, 2003),over muy claro el mecanismo dende la homeopatía a pesar de su usopírico, llevan a cabo una revisión de las



ebas disponibles acerca de suen el tratamiento de la

mencia. Los resultados son losiales: ni un solo estudio cumple los

mínimos de calidad. Me interesaque la razón de la revisión estribael uso empírico que se hace de lameopatía en Europa. Tal argumento esamera falacia.espuesta A Una Objeción: Datosmpíricos Versus Teoría

El poder curativo de lasudomedicinas, y no sólo de lameopatía, al margen del acierto empíricoal que se logre con ellas, no va más

efecto placebo, de las mejoríasnenfermedades crónicas, deresiones espontáneas y aleatoriasuceden en casi todas las patologías o

aquellos procesos morbosos

itados en su evolución natural:ciones, en suma, que los médicosos sabemos que son independientescciones especícas de las terapiasministradas y que, en mayor o menoro,acompañan a toda técnica curativa.mbargo, toda esa serie heterogénea denes curativas inespecícas puede



par al control del mejor ensayo clínicoeexplicado y controlado por unaca consistente y contrastada.eaquí el problema que nos toca ahora

La cienticidad o carácter cientíco decuración (efecto terapéutico) hacealmecanismo de acción (modeloco) gracias al cual podemos explicarma universal y repetible la curación

cíca llevada a cabo por unaminada técnica médica o determinadoedicamento. De no conocer talecanismo, tampoco sabremos si la causaración es de carácter especíco, es

ción o alivio se debe a talalmedicamento y sólo a ellos,pecíco, es decir, si la curación odebe a las múltiples causas

comitantes que acompañan a la técnicaédica o a la administración deledicamento., Por consiguiente, estenticidad es el fundamentoaluación clínico-estadística (ensayoe,por una parte, nos permiteracumular y progresar y, poros posibilita el control objetivo,ersal y especíco de la curación (dosis



ctaaparición de efectos secundarios,

Vemos otra vez cómo los ensayos clínicosesinpara su correcta realización y

estar fundamentados en lossde la ciencia y no sólo en laaformalidad estadística. Pues bien, losmédicos alternativos ", al manejar modelosudocientícos — por ejemplo, energías odesconocidas— , no pueden aportar

aexplicación cientíca que fundamente dé sentido a los estudios clínico-

lo que los invalidamente. Para mejor entendimiento de lodigo, memos como materia de examen

a objeción homeopática que, aunqueulada de manera poco rigurosa, esdel horror que sienten las

udomedicinas hacia la explicacióna. D.T. Reilly y colaboradoresrman lo siguiente:

1 a r e s " u e s t a h a b ! t u a a s ! t r a t a m! e n t o s h o m e o " - t ! c o s s o n e * ! c a cc o n s ! s t e e n " e d ! r u n m e c a n ! s m o da c c ! # n E " r e u n t a r ;c ó m o; a n t e s d e " r e u n t a r ; s i; e s u n m a * u nd a m e n t o " a r

a c ! e n c ! a a a b o r d a r e m " 7 r !c a m e n t e c oq u e e s c a " a n a ú n a t o d a e 6 " ! c a c ! # n . (9 h e a n c e t , J K K , < ? ? K , " - . < @ @ )



Pero Reilly y sus adláteres se equivocangiversan todo lo que tocan. Veam os porero antes de responder a la objeciónesante saber que el artículo dearadigmático e importante enen como el de Benveniste en el suyo.

mero se dirige a la valoración clínico-(ensayo clínico) del efecto

utico; el segundo, como sabemos, aplación (modelo explicativo) de la

cuestión. Hecha esta aclaración,emos a la defensa.

1. Para empezar, advirtamos que sólo simos un " cómo " podremos organizar unoexperimental able, es decir, libre

los ruidos y parásitos que loen. Cualquier investigadormédico sabe, por ejemplo, que paraeromogeneidad de una muestracuestión clave en todo ensayo clínico— es

esario saber previamente los caracteresfactores que pueden inuir en losos, es decir, sobre la variable de

De hecho, el gran problema que setaal muestreo es que no siemprenocen a priori tales caracteres. Puessconocimiento de alguno de esos(necesarios para el estudio)



na teoría es imposible interpretar loshos y montar experimentos probatorios.blema es que la homeopatía carece dea teoría cientíca, a no ser que laerza vital ", la " memoria del agua " ylosdisparates que hemos analizadomente se consideren cientícos.onsiguiente, la única vía de salida esdir a los datos empíricos, a laación clínico-estadística de los

edicamentos homeopáticos.2. Cuando nos encontramos ante un

ho nuevo, los escépticos no pedimos unecanismo de acción concreto que deomento escape al actual catálogo de la

— eso sería futurología— sino unecanismo de acción, sea cual sea, queuestre coherencia con los principiosismos de la ciencia y con su modo denir. Dicho de otra manera, de tal

si(el" cómo "), aun sin saber cuálemos que no puede escapar a talerencia, pues, de hacerlo, todaseríafalsa y toda la tecnología,damentada en ella, inecaz (ni loses volarían ni los frigorícos)



Por el contrario, si no existieran esasdel juego cientíco, nunca

hosas sino guiadas y fundadas pora estricta adecuación del modelooa la realidad, un físico podríaerestudios para probar que los rayos

una tormenta no son fenómenososféricos de naturaleza eléctrica sino

menos producidos por el mismísimous cuando se enfada. Esta también es

a hipótesis, aunque no cientíca,ntemente. Y lo mismo podríamos decirlos estudios clínico-estadísticos queden probar que las oraciones tienenbactericidas sobre determinados

menes cultivados en una placa de Petri.uma, no pedimos, en principio, cienciaadera , sino verdadera ciencia . De lisma opinión es Steven Weinberg:

1 a ! n + e s t ! a c ! # n m & d ! c a t r a t a " r o b e mt a n u r e n t e s A d ! * 7 c ! e s q u e " r o " u e s t a s d e n u e + a s t e r a " ! a s d e b e n e s t aa m e n u d o b a s a d a s e n e s t a d 7 s t ! c am & d ! c a s , s ! n e n t e n d e r c # m o * un c ! o n a t e r a " ! aE " e r o ! n c u s o s ! u n a n u e +a t e r a* u e r a s u e r ! d a " o r a e 6 " e r ! e n c ! a cm u c h o s " a c ! e n t e s , " r o b a b e m e n t e se n * r e n t a r 7 a a e s c e " t ! c ! s m o s ! u n o " u d ! e r a + e r c # m o " u e d e s e r e 6 " ! c a d



r e d u c t ! +a me n t e e n t & r m! n o s d e c ! e n cc o m o a b ! o q u 7 m ! c a A a b ! o o 7 a c eS u " o n a m o s q u e u n a r e + ! s t a m & d ! " u b ! c a d o s a r t 7 c u o s q u e ! n * o r m a n d e d ! * e re n t e s t e r a " ! a s " a r a a e s c r # *u a : um e d ! a n t e a ! n e s t ! # n d e s o " a d e " o o

a o t r a , m e d ! a n t e e c o n t a c t o c o n u n rI n c u s o s ! a e + ! d e n c ! a e s t a d 7 s t " r e s e n t a d a a * a + o r d e e s t a s d o s t e r a " ! at u + ! e r a ! u a " e s o , c r e o q u e a c o m u n!m & d ! c a ( A c u a q u ! e r o t r a ) t e n dr e a c c !o n e s m u A d ! *e r e n t e s c o n r e s "e c t o

o s d o s a r t 7 c u o s . > e s " e c t o a a s o " a " o o , " ! e n s o q u e a m a A o r 7 a d e a t e n d r 7 a u n a m e n t e a b ! e r t a , r e s e r + a n d o u ! c ! o h a s t a q u e a t e r a " ! a " u d ! e r a c o n *! r m ad a " o r " r u e b a s ! n d e " e n d ! e n t e1 a s o " a d e " o o e s u n a m e 9 cc o m " ! c a d a d e c o s a s b u e n a s A $ q u ! & n sq u & e * e c t o " o d r 7 a t e n e r s u c o n t e n ! d o

a s m ! c r o b a c t e r ! a s q u e c a u s a n e sc r # *u a ' o r e c on t r a r ! o , c u a q u!q u e * u e s e a e + ! d e n c ! a e s t a d 7 s to *r e c ! d a " a r a d e m os t r a r q u e e c o n t a cd e u n r e A a A u d a a c u r a r a e s c r # * u a ,e c t o r e s t e n d e r 7 a n a s e r m u A e s c & " t ! cs o s " e ch a n d o u n * r a u de o u n a c o ! n c ! d e n cn o s ! n ! * ! c a t ! + a , " o r q u e n o + e r 7 a n m a n e r a d e q u e s e m e a n t e t e r a " ! a " u d ! es e r e 6 " ! c a d a r e d u c t ! + a m e n t e . $ %

" o d r 7 a ! m " o r t a r e a u n a m ! c r o b a c t e r ! a a " e r s o n a q u e t o c a a s u h u & s " e d e s t a



c o r r e c t a m e n t e c o r o n a d a A u n ! d a o * u ee h ! o " r ! m o & n ! t o d e m o n a rc a a n t e r

. . . G1 o m ! s m o e s c ! e r t o e n t o d a s a s c ! e n c ! N o " r e s t a r 7 a m o s m u c h a a t e n c ! # n a u ns u " u e s t a e A a u t # n o m a d e m a c r o e c o n o m 7 a q u e n o t u + ! e r a u n " o s ! b e e 6 " ! c a c ! # n e n t & r m ! n o s c o m " o r t am ! en t o d e os ! n d ! +! du o s , ou n a h ! " # t e s ! s s o b r e a s u " e r c o n d u c t ! + ! dq u e n o t u + ! e ra u n a " o s ! b e e 6 " ! c a c ! #nt & r m ! n o s d e a s " r o " ! e d a d e s d e e e c t r o n e s , o s * o t o n e s A o s n ú c e o sa c t ! t u d r e d u c c ! o n ! s t a " r o " o r c ! o n a u* ! t r o ú t ! q u e a h o r r a a o s c ! e n t 7 * ! c ot o d o s o s c a m " o s u n a " & r d ! d a d e t ! e m" o e n ! d e as q u e n o s o n d ! n a s d e ss e u ! d as . n e s t e s en t ! do , t o d os s o m oa h o r a r e d u c c ! o n ! s t a s ( # l 1 u e ñ o d e u n a9eo r í a : i n a l , 2 r 7 t ! c a , 0 a r c e o n a , < ? ? K ) .

3. El " si " del que habla Reilly no es unpuro de la experiencia puesto que sead, como vengo diciendo, de

estadísticos y, por ello, con todasvirtudes y todos sus defectos, peronca algo puramente experiencial eediato (datos empíricos

erimentales). El mejor ejemplo de cómoanipulan los datos estadísticos de los

yos clínicos nos lo da el propio Reilly.



artíulos se dejan escribir y los datossobre la efectividad

meopática falsicar o tergiversar, pero lono se puede ocultar ni falsicar sonor enfermedades infecciosaslaingente mortalidad infantil mientrasla homeopatía y la medicinaaera por entonces un remedo de lalademás de inecaz y peligrosa.r qué no lo demostraron entonces,

do así los engorrosos ensayosuales carentes de validez? ¡Quéalidad que las "medicinas alternativas"

meopatía, acupuntura, osteopatía...),oentonces y ahora las m ismas, hayan

que esperar al desarrollo de laedicina cientíca para tener éxito!Por cierto, ¿por qué no se han realizado

ayos clínicos homeopáticos congías graves (infartos, septicemias,eningitis agudas, etc.) o en las unidadescuidados intensivos? Pues porque seeque es tan ridículo e irracional lo que

propone que sería éticamenteptable. No obstante, propongo quensayos se realicen con homeópatasoluntarios.



4. Por último, si esos estudios clínicosmeopáticos resultan estadísticamentecativos, una de dos: o están malhos (error) o se han falseado datos yientos (engaño). No obstante, cabe

sibiad, laúltima que les queda aomeópatas: que las leyes básicas osúltimos que rigen la ciencia y lactuales, así como los estudios quenen en evidencia la falsedad de lameopatía, sean erróneos. Sólo entoncesomeopatía será verdadera en cuantoamédico. Pero en tal caso, los datoseperder. En efecto, aunque secluso, de datos empíricos o

erimentales, siempre habrá que tenernte lateoría, máxime cuando lo quemos cuestionando es todo un corpuso con principios y técnicasmemente establecidos. Lo lógiconces es que las observaciones seanctas.Leamos a Mario Bunge:

1 o s c o n t r o e s e m " 7 r ! c o s s o n d e t r e s t ! " oo b s e r + a c ! # n , m e d ! c ! # n A e 6 " e r ! m e n t a c ! #C n a h ! " # t e s ! s o t e o r 7 a q u e n o c o n c u e r dn ! s ! q u ! e r a a " r o 6 ! m a d a m e n t e c o n d a t o s e m " 7 r ! c o s a r r o a d o s " oo b s e r + a c ! o n e s , m e d ! c ! o n e s o e 6 " e r ! m e n tn o e s a c e " t a d a , a m e n o s q u e c o n c u e r d



c o n t e o r 7 a s b ! e n c o n * ! r m a d a s . n ec es a r ! o h ac e r e s t a s a + e da d " o r q u e+ e c e s o c u r r e q u e a s o " e r a c ! o ne m " 7 r ! c a s * a a n " o r e r r o r e s e n e d ! se 6 " e r ! m e n t a o e n a ! n t e r " r e t a c ! # n d e r e s u t a d o s . C n c a so * a m o s o * u e e d e " r ! m e r a s m e d ! c ! o n e s q u e s e h ! c ! e r o n " a " o n e r a " r u e b a a h ! " # t e s ! s d e ! n s t e ! n q u e a m a sa d e u n c u e r " o a u m en t a c o n + e o c ! da d . D !c h a s m ed ! c ! o n e s r e * u t a b

a h ! " # t e s ! s . e r o , d a d o q u e a * # r m uc u e s t ! # n " e r t e n e c 7 a a u n a t e o r 7 a qc o n c o rd a b a c o n a e e c t r od ! n - m! c a , t e o& s t a s # ! d a m e n t e c o n * ! r ma d a e n a qe n t on ce s , !n s t e ! n n o s e ! n m u t # . oca o s m - s t a r d e s e c o m " r o b # q u e oe 6" e r ! m e n t o s h a b 7 a n s ! d o * a s e a d o s u n a " & r d! d a d e + a c 7 o q u e h a b7 a " a s ad e s a " e r c ! b ! d a . 1 a t e o r 7 a h a b 7 a s ! d o m+ e r d a d e r a q u e o s d a t o s e m " 7 r ! c o( * e n t e % 1 o c i e d a d , ! a n9 a , M ad r ! d< ? ? ) .

El caso de Einstein no es, obviamente, elo.Quien tenga interés en otros, porplo los de Millikan, Burkitt, Weinberg

Salam, etc., puede consultar el siempremendable libro de Lewis Wolpert Laraleza no natural de la ciencia, Acento,adrid, 1994.

onclusión



Este duro periplo por la medicina basadaevidencia ha dejado claro que losos de los diferentes estudios en lasás variadas patologías sondictorios, cercanos al placebo ynidos habitualmente por metodologíasorigurosas. Más aún, el futuro de lameopatía se va a caracterizar por una

ad nauseam de este tipo deos logrados gracias a la

larazón es muy sencilla:nque cientícamente ya han dado todo lotenían que dar — es decir: nada— , le

a la homeopatía para crearmbre, esperanzas, y así

etuarse.Sin embargo, es tan evidente el engañoorejemplo, la homeopatía pública eneino Unido ha sufrido en 2007 unrecorte en su nanciación. Los

deosfondos del Servicio Nacionalalud (NHS) argumentaron su decisión" obligación de hacer el mejor uso delpúblico de acuerdo con unos criterios

coste/ecacia que no han sidocientemente demostrados en la

meopatía ". Señalan que los cinco meta-rigurosos publicados en la



médica han concluido que losecios de la homeopatía no dieren delbo (más detalles en The Lancet, 370,07, págs. 1.677-1.678).



6EL HOMEÓPATA QUE SUSURRABA A LAS

VACASom eopatía Veterinaria

Si la homeopatía es efectiva con losmanos, según sus defensores, con losmales es un auténtico festín curativo.aigual que el animal sea de compañía obajo o de criadero industrialso de cción, como el ratoncitozo el yeti). Curar enfermedades esun homeópata veterinario un juego des Con sus más de 1.400edicamentos, nada se le resiste:nteritalergias, trastornos del

mportamiento, angustias, depresiones:caba claudicando bajo la férrea botadiuciones. En los caballos deobra auténticos milagros, ya que,n los expertos, la emotividad les hace

erhasta un 30% de su rendimiento. Laom eopática evita tal contratiempolos peligros añadidos del controlpaje. Tanto éxito es siempreechoso.

La elaboración del remedio homeopáticoreun poco de las técnicas destinadas



humanos. Los ensayos clínicos senaracabo en tres series: una siniento, otra con un medicamentoy la última — lo bueno siempreda para el nal— con un productomeopático. Además, según nos recuerdanmeópatas, no cabe hablar de efectobo en los animales.

Examinemos brevemente estas nuevashomeopáticas, no sea que por

avez haya algo de verdad.xperim entación Anim al

Un argumento que suelen emplear losmeópatas para defenderse de lasación de que sus remedios

nitsimales son algo más que placebo esfuncionan también en los animales.se equivocan de nuevo. Veamos por

Los ensayos con animales son tanto oás manipulables que los realizados conmanos y su calidad es aún peor. M.ouzé repasa algunos de los más conocidosmuestra que todos ellos cojean en algúncto importante. No voy a abrumar almás datos estadísticos (quien loepuede acudir al libro de Rouzé,



en la sección " Para Leer Más " alalde este libro).

El placebo, principalmente el mediadoondicionamiento, se da claram ente en

ales, según hemos visto, por lo quepoco me repetiré. Pero sí es interesantenimales de compañía, ybién los niños, pueden ser, y de hecho

n,sensibles al estado emocional dedueños — o de sus padres, en el caso

os— y reaccionar positivamente aconsuelo o negativamente a una

d. Hay, pues, en estos casos unmponente de sugestión y de expectativa.

Por otra parte, debo recordar que el

bo no es el único factor que puedeerpositivo un ensayo clínico, tanto siomeopático como si no. Por algo seplean grupos de control en los estudios

ernarios.Si a pesar de todo lo dicho se realizan

s con animales, esos estudioserán de validez homeopática. Y ellones ya conocidas:

● Al igual que sucede con los seresmanos, tampoco con los animales seeden hacer grupos homogéneos debido a



ualización del paciente y eledio.

● El tratamiento homeopático debe sernalizado — es decir, el remedio debe irdido de un extenso interrogatorio— ,posible de realizar en animales. En¿qué caracteres o rasgos denalidad tiene una rata? ¿Cómoruna vaca sobre sus sueños, seunta Rouzé, sobre su miedo a las

entas o a la oscuridad o sobre susmientos al acercarse a un toro?

● Los homeópatas que se atreven a hacerde ensayos van en contra delinado fundador, quien consideraba

urda cualquier experimentaciónmeopática con animales. Hahnemannmitíasólo la experimentación en seresmanos sanos, lo cual es lógico si setan los principios hom eopáticos.aCuración

Muchos de los mecanismos queen en la medicina humana para

la " curación alternativa " sosa la medicina animal. Veamosmás importantes (más detalles ypecto pueden consultarse

N. Taylor, "Homeopathy in veterinary



edicine", Skeptical Intelligencer, 8, 2005,s5-18):

1. Aprovechamiento del curso natural defrmedad. Los organismos animaleseden defenderse ecazmente de la mayorenfermedades sin necesidad deda externa. La evolución les ha dotadoun sistema inmunitario potente, así

mo de diversos mecanismos capaces deejorar o curar una gran variedad de

medades. He aquí algunos ejemplos desque parecen graves y, sin embargo,eden curarse sin intervención externa:nteritcistit y enfermedadessrincipalmente en gatos), ciertos

turas pelvianas, enfermedadesestulares (una alteración generalmenteporal del centro del equilibrio, aenudo mal llamado ataque), cojerasidas a esguinces o contusiones, ciertoscesos en los gatos, tos de las perreras,es del aparato respiratorioeriorafecciones menores de la columnaertbral.En muchos de estos casos, lación puede parecer milagrosa. Y si seorciona al animal un tratamientomeopático durante la enfermedad, lacuración será explicada por dicho



iento; la realidad, sin embargo, esuy diferente, como acabamos de ver.

2. Aprovechamiento de las fases delncia y remisión de muchas

medades. Veamos algunos casoscretos:

● Las alergias cutáneas son corrienteselcaso del perro y tienen carácteral cuando provienen del mediobiente. Si, por ejemplo, su origen es unel efecto desaparecerá tras la

de oración. ● La enfermedad de Addison tiene su

nuna hipoactividad de la glándulararrenal. Los síntomas son sumamente

ariables y van desde un pequeñomiento hasta una enteritismorrágica, que desaparecen a menudo

iento. ● El tumor de mastocitos es un cáncer

elos perros que comienza porueños bultos que permanecen inactivosante meses. Pero si sufren golpes omatismos, estos bultos cutáneosucen diversas sustancias (como

mina y otras) que originaránhazones más importantes que la lesiónA pesar de ser bastante



na Vaca En La ConsultaM. Rouzé se preguntaba cómo es posible

eruna entrevista a una vaca en unasultaveterinaria para desvelar lo másode su personalidad. Subestimaba ahomeópatas, hoy sabemos que sonaces de eso y de mucho más. El clubédico de la comedia estaba allí paraarlo:

H O M X T T > IN > I O : o r * a + o rd o a ac a , t ú m b e s e e n e d ! + - n , q u+ a m o s a c o m e n 9 a r a a n a m n e s ! s ! n t e r r o a t o r ! o c 7 n ! c o .D O Y 2 : e r d # n , q u ! 9 - m e h ec o n *u n d ! d o , $ e s t o q u & e s , h o m eo " a t 7 a

" s ! c o a n - ! s ! s 'H O M X T T > I N > I O : u e s m ! r en o h a A d ! * e r e n c ! as a " r e c ! ab e s : c o b r a m

o m ! s m o , h a c e m o s a s m ! s m a s " r e u nA o b t e n e m o s o s m ! s m o s r e s u t a d o s . e s o A o " r e * ! e r o h a b a r d

h o m e o p s i c o a n ' l i s i s . c a r a d a s u " r e u n t a , c o m e n c e m o s s ! n d ! a c ! # n ! n t e r r o a t o r ! o . n t e t o d o , $ e s u s t e d u n+ a c a c u a q u ! e r a 'D O Y 2 : N o , d e n ! n u n a m a n e r a , s o Aa s t r o * 7 s ! c a A m e e s t o A e s " e c ! a ! 9 a n d o

a e s t r u c t u r a ! n t e r e s t e a r d e a 1 - c t e a .



H O M X T T > IN > I O : aA a . . . u nc a s o c o m " ! c a d o . S ! a m o s : $ e u s t a n t o r o s 'D O Y 2 : N o , n o m e u s t a n o s t o r o sm e u s t a n o s + a q u e r o s E t e n a e n c u eq u e s o A + a c a A a n t ! t a u r ! n a .H O M X T T > I N > I O : u e s s 7 q ue s u n c a so d ! * 7 c ! . . . e r o , " o r u n c as u$ n o e s t a r - e n a m o r a d a d e a 1 u n a 'D O Y 2 : 3 S 7 , c a r o , c o m o t o d a + aq u e s e " r ec ! e 4 d e m- s , n o m e q u e d a o t rr e m e d ! o , " a d e 9 c o d e ! n s o m n ! o A m e " at o d a a n o c h e m ! r - n d o a .H OM X T T > IN >I O: 3 a 4 , a* ! n o d e s c u b r 7 , & s e e s s u " r o b e m a! n s o m n ! o . e r o t r a n q u ! a , s u d o e n c ! a er e s u e t a , e r e c e t a r &C o f f e a c r u d a ? 2 H( d e 0 o ! r o n , n a d a d e e n & r ! c o s ) A a o tc o s a m a r ! " o s a : d o r m ! r - c o m o u n b e b &d a r - c a * & c o n e c h e " o r a s m a a n a s .

a h o m e o " a t 7 a t o d o s o n + e n t a a s . S e r -a t r a c c ! # n d e a r a n a A " o d r - , s ! d e s e a , c a m b ! a r e d e " a r t a m e n t o da s t r o * 7 s ! c a " o r u n b a r d e d e s a A u n o s . s u m a , s e r - o t r a " e r s o n a , q u ! e r o d e c ! ro t r a + a c a .D O Y 2 : M u c h a s r a c ! a s , d o c t o r , e nc u a n t o e u e a c a s a c o m e n 9 a r & t r a t a m ! e n t o . $ 2 u - n t o e d e b o 'H O M X T T > I N >I O : o r s e r

u s t e d , e u r o s . o s d r a o n e s



Z o m o d o e s c o b r o a o m - s , " o r " u s " e ! r o s ! d a d .D O Y 2 : M u A a r a d e c ! d a d e n u e + od o c t o r , A s ! n o e ! m " o r t a e " a a r &e s t ! o h o m e o " - t ! c o , e s d e c ! r , c o n uc h e q u e J 2 H . S o A + a c a , n o t o n t a .( 4 i c h o l o c u a l , d o ñ a ;ac a , d a n d o a l e g r e sm u g i d o s , s a l t a l a v a l l a d e l a c o n s u l t a s e d i r i g e a l a g r a n 2 a p o r u n c a m i n o db a l d o s a s a m a r i l l a s . o r s u p a r t e , e lh o m e ó p a t a , v i s i b l e m e n t e c o n t r a r i a d o p oe l f r a c a s o p e c u n i a r i o , m e d i t a p a s a r s e ac a m p o d e l a h o m e o p a t í a h u m a n a . 1 e hd a d o c u e n t a d e q u e h a % p e r s o n a s m u c hm ' s t o n t a s q u e l a s v a c a s) .

os De La Hom eopatíaComo toda pseudomedicina, la

meopatía presenta dos tipos de peligros:opor acción, y los indirectos,misión.

Los peligros directos son los producidospiaacción de la pseudomedicina.homeopatía — un fraude médico en el

el producto suministrado es unaezcla de agua y alcohol, mezcla que rara

ezproduce trastornos orgánicos en lasusadas por los homeópatas— , los

dictos derivan principalmente dedulteraciones o los errores que seedan cometer durante su preparación,



o sucedió en Argentina en el verano1992, cuando varias personas

al ser sustituido el alcoholmún usado en la elaboración de losmedicamentos " homeopáticos por uno letalmo el dietilenglicol. Se habló deotajeero un estudio posterior puso deaniesto que hasta el 30% de losedicamentos naturistas utilizados enrgentina pueden ser falsos ( La Alternativa

cional, 8, 1993).En algunos casos se ha asociado la

onelosis con el consumo de glóbulosmeopáticos de serpiente de cascabel

Cone, W.H. Boughton et al.,

take capsule-induced Salmonellaa bacteremia", Western Journal oedicine, 153, 1990). También se ha

blado (véase Harrison, Principios deedicina interna, MacGraw-Hill, Madrid,

03, vol. I, pág. 63) un caso decreatitirelacionada con la ingestiónmedicamentos homeopáticos. En los

arados de " potencia baja ", es decir, losenos diluidos, se han encontradocentraciones potencialmente tóxicas deio y cadmio. En cualquier caso,alaatención la permisividad de las



ministraciones sanitarias con lamercialización de las "terapias

en comparación con losolesejercidos sobre los laboratoriosacéuticos, cuyos medicamentos deben

arpor estudios largos y costosos antessu utilización pública. En estos

ls la homeopatía presentacultades añadidas. Según dice Robert L.

d a d o q u e o s r e m e d ! o s h o m e o " - t ! c o s e s t; i n f i n i t a m e n t e d i l u i d o s; , $ c # m o s e " u e d ed e m o s t r a r q u e s o n r e a m e n th o me o " - t ! co s ' I n c u so s ! u n o c r e e q u e ea u a " u e d e c o n s e r + a r u n r e c u e r d o , et a n t o n o s e c o n o 9 c a e m e c a n ! s m o " o r

q u e d ! c h o r e c u e r d o s e a m a c e n a , e s " o s ! b ! ! d a d c o n s t ! t u A e u n a ! n + ! t a c ! # n* r a u d e . n r e a ! da d , s ! s e " ! d ! e ra q u e o r a n ! s m o u b e r n a m e n t a c e r t ! * ! c a r a a u t e n t ! c ! d a d d e u n a e t ! q u e t a h o m e o " - t ! c$ c # m o o c o m" r o ba r 7 a ' S e r 7a c o mo t r a

d e d e m o s t r a r q u e e a u a b e n d ! t a h a s !r e a m e n t e b e n d e c ! d a .Por otra parte, las pseudomedicinas son

sno sólo por lo que hacen sinobién, y sobre todo, por lo que impiden

erLos peligros indirectos o porisión son, entre otros, los siguientes:



1. Retrasan o inteeren tratamientosos que necesitan ser precoces. Deho, cada vez son más los casos demedades graves, cáncer sobre todo, enelaterapia efectiva se retrasa pora de tratamientos "alternativos"mporáneos. Desgraciadamente, a másnpaciente esta tardanza le ha costadoor otra parte, el efecto placebodo por la pseudoterapia puedemascarar un cuadro clínico y, ensecuencia, impedir un diagnósticooz(algo siempre imprescindible cuandoncer.

2. Crean falsas esperanzas, las cuales se

cen en desánimo y desconanza.cuperar esa empatía perdida por culpangaño es a menudo algo difícil deesperanza, no lo olvidemos, esrbásico de la relación médico-

mo.3. Obstaculizan el progreso de lalo cual comparten las

udomedicinas con las pseudociencias eneralNo sólo obstruyen el progresoo— con sus principios simples yersales tenemos toda la medicina al



ce de la mano— sino que fomentan lad. Así, no es de extrañar quehomeópata sea el jefe de una sectactva,que un naturista practiquesatánicos o que las "medicinassean las niñas mimadas deptos de la Nueva Era y de multitud

revistas pseudocientícas. Loslmas médicos son un buen cebo quearaganar adeptos.



7CÓMO REÍRSE DE LA GRIPE SIN

NECESIDAD DE VACUNARSE¿Por qué las autoridades sanitarias de

elmundo están tan preocupadas pororcina (o A/H1N1, para ser másctos) si existe un preparadomeopático que la puede prevenir y curarn abrir y cerrar de ojos? Este últimopretende, modestamente, salvar a

humanidad de una devastadorademia gripal. En consecuencia, esperoel lector se anime a recomendarlo aamigos y familiares, pues por unódico precio estarán a salvo de morir a

sade un vulgar virus porcino.Hay cosas que deben decirse de golpe,

voaviso: el oscillococcinum es unn innitesimal constituida poro ltrado de corazón e hígado de

nas Barbaria, (pato de Berbería) conntede sacarosa y lactosa.Tras esta fórmula casi cabalística sende un preparado homeopáticoo al foie gras, a juzgar por su

mposición) que está indicado, según elorioque lo elabora, para combatir



gripe " y los " estados gripales ", sea comontivo o como curativo (la posologíaariarásegún el caso). Estas aplicacionesuticas vienen avaladas desde haceucho tiempo por un estudio a doble ciegodurante la epidemia de gripe enode 1986-1987 por dos médicosGrenoble. El análisis global de losos, s48 horas, dio un 10,3% deciones en el grupo placebo frente a un

% en el grupo tratado conum. De este estudio hablaréás adelante, pues antes debemos sabersse oscillococcinum.xtraño Caso Del Oscilococo Fantasm a

El descubridor de esta maravillosama fue Joseph Roy (1891-1978), quecomo médico militar durante laera Guerra Mundial. Asistió a la

mia de gripe de 1917 y creyóubrir en la sangre de las víctimas unicrobio constituido por dos granos (cocos)

uales y animado por un rápidoovimiento vibratorio; de ahí el nombre

le dio: oscilocoque u oscilococo.demás, el microbio en cuestión eraorfo, ya que se podía encoger hasta

n" virus ", en los límites de la



con los instrumentos de laca, pero cuando envejece se agranda yede aparecer un tercer e incluso unrograno. Características todas ellasuy interesantes para un microbio que...existe! Se trata de la versión

icrobiológica de los canales y oasisarcianos de Percival Lowell.

Pero que algo carezca de existencia es unueño detalle que no arredra a un

meópata que se precie, según nos vamosiando; muy al contrario, así ve en éluchas más cosas que si existiera. Elco no es sólo el microbio de lapues Roy lo detecta también —

se donde pueda— en la sangre y losores cancerosos, en los chancrosus de los blenorrágicos,ulmones de los tuberculosos, y enmos que padecen eccema, herpes,matismo crónico, e incluso en losaquejados de infecciones agudas

mo paperas, varicela y rubéola. ¡Otroen récord para un germen que brilla porsencia!

Pero estas divagaciones gratuitas de Royvinieron de perlas a quienes pornces rechazaban las teorías de



ur,según las cuales las enfermedadess son debidas a gérmenescícos. A este coro de extravagantesnajes se unieron los homeópatas,

quienes, debido al ya conocidoccionismo semiología), las

medades no se caracterizan yen según sus causas sino sólon sus síntomas. Las causas, loemos de sobra, tienen poco interés para

homeópatas puesto que ellas non en la elección de unautica.Ya sólo le quedaba a Roy poner enlas técnicas homeopáticas, es

poner a punto un tratamientocaz " en las enfermedades en las que elio descubridor cree detectar lancia masiva de oscilococos,almente del cáncer. Si seguimos elgma hahnemanniano, este tratamientoerá partir del oscilococo mismo (al naleremos por qué subrayo este párrafo).hora bien, dado que el oscilococo seuentra en casi todas las partes delnismo (o sea, en ninguna), ¿cuál deelegir para fabricar el remediomeopático anticanceroso?



Aquí se plantea un misterio aún non efecto, Roy decidió tomar suamado oscilococo del hígado y el

ón de los patos de Berbería, aunqueinguno de sus escritos nos explica elué de esta decisión. ¿Se trata de unaeva revelación divina, tan frecuente en

meopatía? Para algunos —según Nicoleure, historiadora de los trabajos deoseph Roy—, se debe a que el pato es uno

los reservorios naturales del virusero los trabajos que corroboranatan de 1974, es decir, medio siglopués de los de Roy, por lo que estaosición es inaceptable). Para otros, los

cos del pato habrían sido elegidossu analogía con los bacilosculosos de otras especies de aves, nospara la especie humana. Sinbargo, las verdaderas explicaciones para

cción son de carácter netamenteágico, como veremos a continuación.uténtica Cocina De AutorTenemos ya el origen del nuevo remedio,tado como oscillococcinum, que serícolatnizado, pues los productosmeopáticos son más ecaces con susmbres en latín. Consignemos ahora el



odo de preparación siguiendo las sabiasadas por el propio Joseph Roy925.

En un recipiente de un litro se pone, "endiciones rigurosas de asepsia", unaezcla de jugo pancreático y suerosado. A continuación se decapita unde Berbería del cual se extrae el

do y el corazón. Pregunta (que ya nosmos anteriormente): ¿por qué ésos y

rganos? Respuesta:Respecto al corazón, podemos suponer

esteórgano es en la tradición culturalental el centro de la vida y, además,hace circular la sangre en la que

uentran profusamente los oscilococosmas.Respecto al hígado, el propio Roy nos ha

oun comentario muy revelador sobrearma de pensar:

o s a n t ! u o s + e 7 a n e n e h 7 a d o u n d e s u * r ! m ! en t o a ú n m - s ! m " o r t a n t e q u e c o r a 9 # n E s e n t ! m ! e n t o " r o * u n d a m e n u s t o , " u e s e s a n ! + e d e h 7 a d o d o n dr e a ! 9 a a m o d ! * ! c a c ! # n " a t o # ! c a ds a n r e , e s a 7 d o n d e a c u a ! d a d de n e r 7 a d e n u e s t r o m ú s c u o s a n u 7 n e ot r a n s * o r m a d e u n a m a n e r a d u r a d e r a , u n+ e c e s e + e , o t r a s r a + e .



Dichas estas doctas palabras, sigamoslaelaboración del potingue, para loañadimos a la mezcla ya preparada5y 37 gramos de hígado junto congramos de corazón de los susodichoscontinuación ponemos todo ello encubación " durante 40 días, pasados los

las vísceras del pato sonutolisadas ", es decir, los tejidos seomponen ellos mismos sin

aminación de origen externo. Elo ltrado constituye el origen acual se prepara el remedio, aer200 dilución korsakoviana, quevale aproximadamente a la séptima

centesimal (7CH). He ahí elum expendido con tanto éxitouestras farmacias.

aciones Y JusticaciónEn el oscillococcinum Roy había visto un

edio para el cáncer y la gripe e inclusomuchos otros procesos patológicosforman parte del conjunto al que

ahnemann (véase el cap. 3) había dado elmbre de psora (sarna). Sin embargo, elum que se vende en las



acias ha abandonado todas esasnes — que no interesan por suageración fraudulenta— y conservalas de la "gripe" y los "estados

Con tal cambio se logra un éxitopráctica totalidad de los casos, noción del oscillococcinum, que sigueonula, sino gracias a los mecanismos

factores que acompañan suministración, a saber: efecto placebo,

ción espontánea (lo propio en estosesos la mayoría de las veces) yresión de tratamientos intempestivos ydicialscon antibióticos, que nadaen contra los virus, y antiinamatorios.

Debo hacer aquí un inciso importante. Elum es un remedio homeopáticooya que no ha sido sometido a laxperimentación patogenética ", fundada,mo sabemos, en la ley de similitud ogía,base de la homeopatía. Dicho enalabras, el oscillococcinum no se haministrado a sujetos sanos para provocarnos y síntomas de la gripeejoraún, de la psora ) , que es lo queupone que cura. La creencia en sucacia reposa únicamente en la tradición.hora bien, este proceder tradicional no es



nla homeopatía puesto que, si sey publicaran los "experimentosgenéticos", causarían risa en cualquiermédica medianam ente seria. ¿Seagina alguien, como ya señalé, unerimento que consista en administraria un sujeto sano en dosisresivamente crecientes hastaucirle una neumonía o una gonococia?evitar fracasos bochornosos de esta

ssupuestos resultados de lasncias homeopáticas se tomanalmente de la Materia Médicaomeopática.

En la actualidad, el fraude se completa

do un ensayo clínico, según laetodología cientíca estándar, con losos procedentes de la mencionadaateria Médica Homeopática, es decir, conscomo las de Roy. Y si el ensayodudoso o ligeramente positivo, elstácasi asegurado (gracias a labliad, las revistas sensacionalistas,se cierra y el engañoperfecto, es decir, falsamente

do por la mismísima ciencia.Un buen ejemplo de estudio defectuoso

ivede coartada o tapadera cientíca



nsiones homeopáticas es el quementaba al comienzo del capítulo.amos, pues, a analizarlo másidamente y ver así cómo se fabrica unmeopático. El ensayo se realizó con7pacientes tratados a domicilio por 149édicos de cabecera durante la epidemiaeacaecida en el invierno de 1986-87 en la región de Rhône-Alpes. Elolo es aparentemente riguroso:

mos repartidos en dos grupos dea aleatoria, uno de los cuales recibe elum y el otro un placebo, todonelprocedimiento de doble ciego.espués de 48 horas de tratamiento se

aron los datos. El resultado fue de un% de curaciones en el grupo placebon17,1% en el grupo tratado conum, tal como decía. Para loses del ensayo el resultado esm ente signicativo a favor del

iento homeopático. Ahora bien, comoalJ.J.Aulas en el libro mencionadoouzé, para que la diferencia observadaeda asociar rigurosamente a la acciónoducto medicamentoso y no al azardistrución de los pacientes entreupos, habría que tener la certeza



que los dos eran de partidaente comparables, sobre todo enue se reere al germen causante,esto que de él van a depender laad, laduración del cuadro clínico yndel mismo.

Cualquier médico sabe queialmente los límites de la gripe estánuy mal denidos. Mucha gente dicegripe" cuando realmente tiene sólo

catarro y dolor de cabeza. Por eso enedicina se preere hablar de estado,roceso o síndrome gripal, términos que

mprometen poco el diagnóstico y que son,mente, los que aparecen en los

uncios publicitarios del oscillococcinumadornan los escaparates de lasacias. En el ensayo realizado en lade Rhône-Alpes, los griposos senían por tener una temperatura rectalperior a 38ºC y al menos dos de

m as siguientes: dolores de cabeza,olores lumbares y articulares y

Sin embargo, esto no esciente para postular que los pacientes

en afectados por la mismamedad (por el mismo virus, pues de élende la intensidad y curación de los



m as) ni, por tanto, que los dos gruposados por distribución aleatoria fuesenente comparables. En efecto,

alJ.J. Aulas, durante una epidemiaada de gripe, tal como se denía ensayo, pueden ser varios los virusnsables, cada uno con un podergeno diferente y con la capacidad deocar estados febriles más o menosvariables.

Ahora bien, durante estos experimentoserealizó ninguna investigación sobrevirus causantes de los síntomasobservados en los diferentes

ntes. En consecuencia, no es riguroso

rmar que la diferencia constatada entrebos grupos (17,1% y 10,3%) deba sera los diferentes tratam ientos

scicoccinum y placebo,ctamente), dado que puede provenirna distribución diferente de los virusgenos en el seno de los dos grupos.

Desde la publicación pionera de estehasta la actualidad, los resultadossehan modicado un ápice, tanto ennción como en curación de la gripe y

síndromes gripales: muestrascientes, datos discordantes, etc. Así



demuestra una interesante revisiónochrane: A.J. Vickers y C. Smith,omoeopathic Oscillococcinum fornting and treating inuenza anduenza-like syndromes", The Cochraney, 1, 2000.or Qué Utilizar El Oscillococcinum ?

Llegados a este punto, volvemos auntarnos lo de siempre: ¿por quéscilococo, hígado y corazónatoy no las vacunas de la gripe o los

de última generación, queemos son efectivos? La razón es,mente, el fundamento mismo de lasudomedicinas: veámoslo una vez más, el

um es un buen ejemplo.Para la homeopatía y demásudomedicinas las causas de lasmedades no son las mismas que las

investiga y descubre la medicina

a;todo lo más, participan sólomo coadyuvantes, son sólo comparsas enucción de las enfermedades. Inclusoa armar, en el colmo de la

chatez, que son las únicas que tratansalmente las enfermedades mientraslamedicina cientíca sólo trata los



mas, además de ser agresiva,atural,etc.

Es como si en física, en vez de explicarovimientos planetarios por la fuerza

ysus correspondientes leyes,xplicaran por causas diferentes quedieha podido probar, por ejemplo, pors angélicas, y en torno a ellastásemos una "física alternativa" de lantíca fuese una especie

apéndice. (Nadie piense que estaue acabo de decir está muy lejospensamiento de algunos, ya que laeaproxima mucho a una físicagéla y los creyentes en ella son

ultiud).Pues bien, si las pseudomedicinasparados a base de virus de laolio,staríamos de nuevo antenostada "medicina ocial", es decir,microbiología y la farmacología, por

especialidades relacionadas connconsecuencia los homeópatas

demás médicos fraudulentos norarían ni ofrecerían nada originalcto a la medicina cientíca. Sinbargo, las pseudomedicinas necesitan

marcarse, diferenciarse en algo, y para



sacan a colación métodos yocimientos supuestamente nuevos,

o complementariosés"como en el ejemplo de larespectivamente unaedicina nueva, alternativa o

mplementaria con sus correspondientesédicos nuevos, alternativos o

mplementarios. Pero — y aquí está otra desdel asunto— , a la vez que se

marcan no lo hacen totalmente, para loestablecen analogías y utilizan datosmedicina ocial", que les sirve deda y escudo a sus elucubracioneshacerlas creíbles y entendibles.

En estas últimas líneas quiero que elerve cómo a lo largo del capítulotentado mostrar que lo que en unera la causa de multitud de

medades y fundamento de suiento homeopático, es decir, el

co, termina por desaparecer y sóloda, por elección puramente mágica, eldo y el corazón del desdichado patomo principio del tratamientomeopático pero — he ahí el engaño— seconservando el nombre del germenEn segundo lugar, la ciega



se encarga de que esa ideay descabellada se torne en unho bien establecido o, como poco, ena hipótesis con buen fundamentoaly empírico. Mayor incongruencia

se puede cometer aunque,dójicamente, los homeópatas vivan deyotras muchas incongruencias. Poro,ypara rematar la faena, se pasa aparte del método fraudulento:

ciromo justicación del falso hecho opseudohipótesis, un ensayo clínicooso que, por no cumplir, no cumple

las propias leyes de lameopatía. ∗

s t e c a " 7 t u o r e " r o d u c e c o n ! e r a s m o d ! * ! c a c ! ot 7 c u o " u b ! c a d o e n a r e + ! s t a a l t e r n a t ia c i o n a l , J , a b r ! d e < ? ? L .



EPÍLOGOEl Club Médico De La Com edia Baja El Telón Hasta La Próxim a TemporadaPara terminar, volvamos al club médicola comedia. El nal puede ser

ósico: se trata, nada más y nadaenos, que de un diálogo entre Dios yahnemann:

(9 ra s m o r i r , s t e s e p r e s e n t a a n t e e9od o p o d e ro s o % c o n s u h a b i t ua l f l e m

a l e m a n a , d i f e r e n t e d e l a i n g l e s a , l ee s p e t a) :H H N M N N : N o s a b e s q u & a n a s t e nd e h a b a r c o n t ! o c a r a a c a r a . 3 T ú qt a n t o m e h a s a A u d a d o e n m !! n + e s t ! a c ! o n e s 4 e r o a n t e s d e n a d

d ! s c u "a q u e n o t e h a A a s a ud a d o . $ 2 #e s t - s 'D I O S : 2 o m o D ! o s , D r. S a m u e 2 h r ! s t ! aF r ! e d r ! c h H a h n e m a n n (m o s t r a n d o s uo m n i s c i e n c i a) .H H N M N N : a e , + a e , n o t e " o n

a s 7 . S ! n e m b a r o , d e b e s r ec o n o c e r qe 6 ! s t e s m u A m a " u e s " o r a h 7 a b a o , e nT! e r r a , a e n t e d u d a m u c h o d e t ! .D IO S : N o c r e a s , S a m u e , A o s o A c o m o d ! u c ! o n e s : c u a n t o m e n o s e 6 ! s t o , m

e n t e c r e e e n m 7 .H H N M N N : 5 r a c ! a s , ! n s ! n e 2 r e a d o rm e h a a a n s o b r e m a n e r a t u s " a a b r a s .



( # n e s e m o m e n t o a p a r e c e e l e s p e c t rr u t i l a n t e d e = a c qu e s 5 e n v e n i s t e % l o s dm a e s t r o s h o m e ó p a t a s s e f u n d e n e n ue f u s i v o a b r a & o > ? C " ) .0 N N I S T : 3 % u & ! n c o m " r e n d ! dh e m os s ! do a - e n a T! e r r a 4 o r c ! e$ A a s a b e s q u e a d ! t o r ! a 1 a e t o ! ( q u

a c o n o c e n ! D ! o s , a q u 7 " r e s e n t e ) s a c a d o u n ! b e o c o n t r a a s a rh o me o " a t 7 a e n e q u e s e a * ! r m a q u e e s t ! m o 'H H N M N N : 3 h , e s o s e s c & " t ! c o s , m !q u e n o a " r e n d e n , s o n c o m o n ! o s 4 N o ! m a ! n a n e s a s a o " - t ! c a s m e n t e s q u e a qa r r ! b a " o d e m o s s e u ! r c o n n u e s t r oe 6 " e r ! m e n t o s , " u e s a h o m e o " a t 7 a , s a r ad a A b ! e n a + e n t u r ad a h o m e o " a t 7* u n c ! o n a ! u a e n a T! e r r a q u e e nc ! e o , 3 ! n c u s o m e o r e n e c ! e o 40 N N I S T (c o n u n a m u e c a d ed e s d n) : 3 0 a h 4 , d & a o s c o n ! n o r a n c ! a .( # l p 0 b l i c o p r o r r u m p e e n u n a s a l v ai n t e r m i n a b l e d e a p l a u s o s % s e p r o f i e r ev i v a s a " a h n e m a n n , 5 e n v e n i s t e % e9od o p o d e r o s o . a e s c e n a t e r m i n a s o l e m n e m e n t e c o n u n c o r o d e ' n g e l e s s u b v e n c i o n a d o p o r e l l a b o r a t o r i o 5 o i r o nq u e c a n t a @ " o m e o p a t í a i n e 3 c e l s i s 4 e o @ 0 n c o n l ' g r i m a s e n l o s o 2 o s , e

r e s p e t a b l e a b a n d o n a e l l u g a r e na u t o b u s e s e n c u % o s l a t e r a l e s s e p u e d



l e e r $ @ os i b l e me n t e 4 i os e s h o m e ó p a t; i v e t r a n q u i l o @ ) .

Concluyamos. La homeopatía, como bienuestra la parodia anterior, va más allá d

medicina cientíca. Por una parte,

stye una aproximaciónuestamente global u holista al sujeto

mo. Por otra, es una terapéuticauestamente de fondo, individualizada, yelmero tratamiento de un síntoma o

a enfermedad. El homeópata, en suparticular, pretende tratar amos y no enfermedades, a asmáticos yma. Pero toda esta verborreaede signicado, está compuesta deinos vacíos creados para justicar susy conductas. En la medicina

a,un asmático lo es porque tienea inamación crónica de las vías

que produce unaspuesta bronquial a gran variedad

estímulos y determina episodiosntes de obstrucción bronquial, y noue sea una " persona asmática ". Loismo que un individuo es negro por el

upielyno por ser una " persona

a ". Si admitimos estos dislates, laedicina queda reducida a una actividad



nesca en la que no habrá nada quepuesto que el asmático es

mático, valga la redundancia, porque esa" persona asmática ", el que tiene cáncerna " persona cancerosa ", elpadece una enfermedad cardíaca la

ece porque es una " persona cardíaca ", yido.

Curar esas patologías holístico-nales requerirá también un

iento holístico-personal, y para esoprecisamente las altas diluciones,tes — como bien sabemos— deactivo, pero supuestam ente con

tremendo poder curativo. Curar

gías inexistentes con terapiass es la esencia de lameopatía. Para la medicina cientíca,ntrario, curar una enfermedad esarlacausa que la produce, sea éstaeea. Supongamos, por ejemplo,

queremos curar a un enfermorculoso (observe el lector que digomo y no enfermedad). Para hacerlo esnte que, en última instancia,mos que eliminar al baciloculoso o al menos impedir surroly patogenicidad. Lograr tal n



para la homeopatía algo puramenteya sea con quimioterápicos

cícos o favoreciendo las defensasunológicas del paciente, si éstas se

uentran disminuidas por algún motivo.Los homeópatas arguyen con su jerga

ial que la alopatía es coercitiva oal actuar así, que los

destruyen losicroorganismos, los anti-inamatorios

n los mecanismos del dolor, layectada reemplaza a la insulinaralque los diabéticos no puedenntras que la homeopatíastoes,busca la actuación en

mismo sentido que las reaccionessivas del organismo, estimulándolas yndolas más ecaces.

Para empezar, hay que ser claros: quienente estudia las predisposicionesa enfermar y los mecanismo

sivos del organismo, así como losétodos de preservarlos y estimularlos, esmedicina cientíca, principalmentea la genética y la inmunología.

odo lo que sabemos sobre estos procesosebemos a ella. La homeopatía, sinbargo, no ha aportado ni un solo



ocimiento al respecto. Si de ellaendiera estaríamos como en tiempos deahnemann. Y lo que es peor: lameopatía se ha aprovechado de todos loselamedicina cientíca (un buenplo lo hemos visto en las vacunas).

Frente a esta actitud cientíca, losmeópatas oponen el supuesto poderde las diluciones innitesimales,en realidad es una vuelta a las viejas

des o potencialidades escolásticasn las cuales el opio duerme porquevirtud dormitiva, el animal se

plaza porque tiene la capacidad ociade desplazarse y el enfermo se

porque tiene la capacidad de hacerlo,viceversa, enferma porque tiene laposición mórbida a enfermar.Así, pues, como ya he explicado, losmeópatas terminan negando las causasnfermedades tal como las entiendemedicina cientíca. Para ellos laerdadera causa está en el terreno oposición mórbida a tal o cualmedad; las bacterias o los virus, porplo, son meros convidados de piedra.

o,miento tendrá también que



distinto, será un tratamiento queesequilibrio holístico-mórbido.

Matar virus o bacterias o dar insulinastye una pérdida de tiempo para unmeópata: eso es tratar la supercie de lamedad, los síntomas, no la causaay verdadera, que es el desequilibrioue sufre el todo orgánico que quedaerced de los agentes externos, físicos,

micos o biológicos. Algunos maniestan

ujos estas ideas, como Harris L.oulter en Medicina Homeopática yedicina Moderna, Olañeta, Palma, 1995:

1 a h o m e o " a t 7 a r e c h a 9 a a c r e e n ca o " - t ! c a d e q u e o s m e c a n ! s m o s qr e u a n a a c c ! # n d e a s s u s t a n cm e d ! c ! n a e s " u e d a n e a r a e 6 " ! c a d o s a ú n d 7 a . 1 a ; a c c ! # n r e a ;u n m e d ! c a m en t o s ! e m "r e s e r e " e a r - ma - d e o s m e d ! o s d e d e s c u b r ! m ! e n t o ! n + e s t ! a d o r , s ! s e a b u s c a e n e n !c e u a r, m o e cu a r o s u b m o e c u a r , "q u e o s m e c a n ! s m o s d e t o d o s e s tn ! + e e s e s t - n d e t e r m ! n a d o s " o r c o m " o r t a m ! e n t o d e o r a n ! s m o e n t o t a ! d a d .2 u a n d o s e c o n s ! d e r a q u e a t o t a ! d a d do r a n ! s m o e s a c a u s a d e t o d o s c a mb ! o s q u e e n & s e " r o du c e n A s e a a c o n c u s ! # n d e q u e e c o m " o r t a m! e



d e t o d o e o r a n ! s m o " u e d e e n t e r d e r s et r a + & s d e o s s 7 n t o m a s + ! s ! b e s , s e e n t o n c e s q u e a ; a c c ! # n r e a ; d e m e d ! c ! n a s e h a a e n a s u " e r * ! c ! e ,a c a nc e d e a " e r c e " c ! # n A a ! n t e ! ed e m & d ! c o . n e s t e s e n t ! d o , h o m e o " a t 7 a e s e m o d e o d e u n a d o c t rm & d ! c a h o 7 s t ! c a , A e n e s t e m o m e n t o b ú s q u e d a d e + e r d a d e r o s ! n ! * ! c a d o u n a t e r a " & u t ! c a h o 7 s t ! c a a h o m e o " a t 7e s t - c o o c a n d o * ! r m e m e n t e e n d e a n t e r a .

Esta es la verdadera cara de lameopatía. Las investigaciones biológicas

los Benveniste, Doutremepuich,onavida, Montagnier, etc.) o clínicas (losde ensayos clínicos publicados o

on una máscara, una mera tapaderaomeopatía para validarsecompararse con la medicina cientíca ye convertirse en una auténticaa un sistema al que los

meópatas tildan de agresivo yercial.En n, si he sometido al lector a esta

disparates (y algún que otro malmeochiste) es con el objetivo de que,ndo cierre este libro, recuerde lastesdeas:



● La homeopatía carece de explicacióncientíca y las teorías que propone sonpseudocientícas en grado delirante.

● Los ensayos clínicos sobre suefectividad, en absoluto signicativa,son coartadas bien urdidas para tratarde colonizar el mundo de laspublicaciones biomédicas.

● La homeopatía no se reducesimplemente a los gránulos y ampollas

bebibles que se venden en las farmaciasbajo el rótulo de "medicamentos

homeopáticos" sino a un complejosistema médico alternativo en el quecada elemento está relacionado de

manera esencial con los demás, y cuyasrepercusiones sociales y económicas sontremendamente importantes en sumantenimiento. De este modo hay queanalizar y valorar la homeopatía: en

bloque, en su conjunto, es decir, comoun sistema estructurado deductivamentea partir de los cuatro principiosfundamentales conocidos, pues entoncesse ve que la homeopatía es falsa eincompatible con la medicina cientícaen todos y cada uno de sus aspectos. Delo contrario, si sólo se analizan y



valoran los elementos más creíbles o losmás coincidentes o análogos con la

biomedicina, el fraude está servido.La homeopatía es tan perfecta en su

ra, tan autónoma en susedimientos, tan opuesta a la medicinaa y tan carente de accióncíca que, a buen seguro, es la reinapseudomedicinas: magia en estadoo.

● ¿Qué hacemos con la homeopatía? Soyde permitir su práctica (en unaad libre como la nuestra seríamocrático impedirlo), pero losédicos que la ejerzan deberán renunciar a

tde licenciados en medicina yAdemás, la Sanidad pública noeasumir de ninguna manera el costo de

m ientos homeopáticos. Todo estoede parecer severo, pero es una meraclusión de lo dicho en este libro.



PARA LEER MASBrissonnet, Jean, Les Pseudo-Médicines,

is Book-e-book.com , Valbonne, 2003.ubtítulo del libro lo dice todo: "Unramento de hipócritas". Por esta razónia a la homeopatía uno de lossmás brillantes y documentados,nque el del psicoanálisis se lleva la

ma. Nos hallamos ante un completo yovademécum para escépticos.

Hahnemann, Samuel, Órganon del ArteCurar, Miraguano, Madrid, 1987. Looquita lo valiente. Por si alguiencomprobar que mis citas del librodel fundador de la homeopatía son

están redactadas bajo el inujoalguna droga o una alteracióngica.

Park, Robert L., Ciencia o Vudú,rBarcelona, 2001. Merece la pena

mprar este libro aunque sólo sea paradedicado a la homeopatía.nta una variante del primermeochiste, que incorporaremos al clubédico de la comedia cuando estemos deEl resto del libro no tiene

rdicio.

http://var/www/apps/conversion/tmp/scratch_5/Book-e-book.com

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Rouzé, Michel, Mieux Connaitreméopathie, La Découverte, París, 1989.

esar de los años transcurridos desde sublicación, se trata del mejor libro críticoehomeopatía. Su lectura es fácil yena, no en vano su autor es un maestro

ivulgación cientíca. En suma, unmprescindible. No hay traducciónñola.

Skrabanek, Petr, y James McCormick,

smas y Desatinos en Medicina, Doyma,arcelona, 1992. Libro único en su género.amarcado un antes y un después en laédica. Como todo lo que se diga eso,lomejor es leerlo. Sinceramente, es

me hubiera gustado escribir aí Conviene advertir que a lasudomedicinas sólo les dedica unpues en medicina no sólo son

medicinas alternativas” .Slepetis, Aldo Miguel, La

udomedicina, Fundación CAIRP, Buenosis1995. Uno de los pocos librosescritos en español sobre lasudomedicinas en su conjunto. Si algún

se le puede poner es que seamasiado escueto; nos deja con las ganas

saber más. El análisis de las



comunes a lasudomedicinas es de lo mejor que he

parto plenamente.Tellería, Carlos, Miguel Ángel Sabadell y

¡Vaya Timo! - La Homeopatía

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